Torreón Sendar (Archivo I)
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Torreón Sendar (Archivo I)
27/03/13, 01:29 am
Recuerdo del primer mensaje :
Lo primero relevante (y para mi alivio) que sucedió nada más salir, fue que Tap se despegó de mi espalda.
Tras la desconfianza inicial de Wintel ante la repentina aparición del repoblador, y un par de intentos de este por dormirlo, que logré disuadir por los pelos, descubrimos, vagando por la ciudad, algo que no esperábamos. Un torreón.
No había visto Maciel, así que al principio pensé que podíamos haber llegado por casualidad, pero tanto Wintel como Tap se dieron cuenta en seguida que no era el caso.
Este torreón era mucho más grande que el nuestro, al menos casi el doble de alto, y, por las marcas de la azotea, parecía que había sido aun más grande.
Tras compartir una mirada con mis compañeros acabamos acercándonos. La puerta estaba protegida por un foso, pero había un puente por el que podíamos acercarnos.
-Vaya... La verdad, no esperaba encontrarme otro torreón, y menos uno tan grande. ¿Qué hacemos? ¿Intentamos entrar?-
Lo primero relevante (y para mi alivio) que sucedió nada más salir, fue que Tap se despegó de mi espalda.
Tras la desconfianza inicial de Wintel ante la repentina aparición del repoblador, y un par de intentos de este por dormirlo, que logré disuadir por los pelos, descubrimos, vagando por la ciudad, algo que no esperábamos. Un torreón.
No había visto Maciel, así que al principio pensé que podíamos haber llegado por casualidad, pero tanto Wintel como Tap se dieron cuenta en seguida que no era el caso.
Este torreón era mucho más grande que el nuestro, al menos casi el doble de alto, y, por las marcas de la azotea, parecía que había sido aun más grande.
Tras compartir una mirada con mis compañeros acabamos acercándonos. La puerta estaba protegida por un foso, pero había un puente por el que podíamos acercarnos.
-Vaya... La verdad, no esperaba encontrarme otro torreón, y menos uno tan grande. ¿Qué hacemos? ¿Intentamos entrar?-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
11/06/13, 03:34 am
Tap no supo exactamente como iba a pasarle magia a Arafy si no tenía, pero si Vava lo había hecho antes, él no pensaba ser menos. <<Se trata de ayudar, ella sabrá cómo>>. Se subió sobre su hombro y se limitó a permanecer ahí. No tardó en notar a lo que se refería cuando cierto cansancio mental se apoderó de él. Y entonces comenzó a volar. Primero hacia abajo con la Morada y luego hacia arriba, tambaleándose en el aire.
En otras ocasiones, Tap no habría tenido problemas en mantener la decencia mientras volaba. Pero en esas otras ocasiones Tap podía ver el suelo e iba sobre seres o cosas más estables. Eso, junto al simple hecho de pensar en cómo habían acabado Thras y la otra chica, le obligó a abrazarse al cuello de la varmana.
-Venga, venga, venga...-la animó sin alzar mucho la voz, hasta que por fin tocaron tierra fuera del boquete y Tap pudo respirar tranquilo. Y aún así tardó varios segundos en retirar el abrazo y dejar el cuello de Arafy tranquilo-. Gracias...-exhaló, casi, mientras se dejaba caer sobre su hombro como un peso muerto-. De verdad-finalizó, para reafirmar su agradecimiento.
No tenía fuerzas de ningún tipo para moverse y, por si fuera poca excusa, sentía que ese hombro era lo más a salvo que podía estar. Los letarguinos no eran como la trampa que había bajo tierra, pero ahora que se veía fuera de esta, sus compañeros le asustaban más. Sabía que le castigarían por impulsivo y quizá hasta se lo mereciera. Pero merecer el castigo no lo hacía más apetecible, así que se limitó a sentarse sobre la muchacha y permanecer ahí hasta que los de su panal lo reclamaran. <<Se llama Arafy>> se dijo mientras. <<Arafy>>. No quería olvidarse de ese nombre, como ya le había pasado en su momento con otros.
En otras ocasiones, Tap no habría tenido problemas en mantener la decencia mientras volaba. Pero en esas otras ocasiones Tap podía ver el suelo e iba sobre seres o cosas más estables. Eso, junto al simple hecho de pensar en cómo habían acabado Thras y la otra chica, le obligó a abrazarse al cuello de la varmana.
-Venga, venga, venga...-la animó sin alzar mucho la voz, hasta que por fin tocaron tierra fuera del boquete y Tap pudo respirar tranquilo. Y aún así tardó varios segundos en retirar el abrazo y dejar el cuello de Arafy tranquilo-. Gracias...-exhaló, casi, mientras se dejaba caer sobre su hombro como un peso muerto-. De verdad-finalizó, para reafirmar su agradecimiento.
No tenía fuerzas de ningún tipo para moverse y, por si fuera poca excusa, sentía que ese hombro era lo más a salvo que podía estar. Los letarguinos no eran como la trampa que había bajo tierra, pero ahora que se veía fuera de esta, sus compañeros le asustaban más. Sabía que le castigarían por impulsivo y quizá hasta se lo mereciera. Pero merecer el castigo no lo hacía más apetecible, así que se limitó a sentarse sobre la muchacha y permanecer ahí hasta que los de su panal lo reclamaran. <<Se llama Arafy>> se dijo mientras. <<Arafy>>. No quería olvidarse de ese nombre, como ya le había pasado en su momento con otros.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
11/06/13, 02:26 pm
Alder se vio rápido fuera de aquel hoyo, y le dio cierto mareo encontrarse pisando tierra firme. A su lado estaban Arafy y Tap.
Cuando volvió a mirar abajo, con ansiedad, Seon estaba hablando con los otros para coordinarse en el rescate de los 3 que estaban en las plataformas inferiores, a los que Alder no alcanzaba a ver.
Seon sacó a Stefan hacia un nivel seguro. Mientras Atol y la frivy hacian lo propio con los demás.
Cuando volvió a mirar abajo, con ansiedad, Seon estaba hablando con los otros para coordinarse en el rescate de los 3 que estaban en las plataformas inferiores, a los que Alder no alcanzaba a ver.
Seon sacó a Stefan hacia un nivel seguro. Mientras Atol y la frivy hacian lo propio con los demás.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
11/06/13, 06:59 pm
El hechizo funcionó y Arafy logró ponerse a salvo <<¡Bien, ahora arriba con ella!>> Pero a la chica se le ocurrió usar la magia de Tap como hicimos nosotros en el torreón y levitó con el repoblador y la otra chica, aunque a esta la dejó en la plataforma de Thras antes de ponerse a salvo. Al mismo tiempo, Seon logró subir a Stefan y Flanbly's al nublino, por lo que sólo quedábamos Per, Pablo, Dahannei, Flanbly's y yo.
-¡Segundo turno, marchando! ¡Seon, Pablo para ti! Vosotros dos y yo subo a Dahannei. Salgamos de aquí de una maldita vez.-termino, tosiendo.
Me ato el conjunto de arneses en una mano, por si acaso, y luego lanzo el hechizo para después, por fin, salir a la superficie. Una vez fuera, tomo aire varias veces mientras me coloco los arneses en su sitio e intento tranquilizarme.
-Hemos perdido a Thras y a vuestra compañera... Y lo siento.-es lo primero que digo.-El resto estamos bien y me alegro, por todos o casi todos.-y me callo, confuso con Tap y Pablo. <<Tap le dio energía a Arafy y Pablo retomó el plan...>>
Después me siento en el suelo, lejos del borde, intentando no pensar en lo que pueda pasar en nuestro grupo en cuanto estemos todos de nuevo. Al poco miro a las sinhadres y suspiro.
-Eh, Alder, Seon, siento lo que os dije antes... Pero me estoy dando cuenta de ciertas cosas que no pueden continuar... Pero eso no quiere decir que vaya a cambiar mi relación con vosotras-exclamo rápidamente- No del todo...-luego miro al resto de mi torreón y digo, casi siseando.-Thras y Brina han muerto por los botones, varios compañeros de Sendar casi mueren y yo por los pelos. Un par de desconocidas me ha salvado mientras que vosotros pulsábais los puñeteros botoncitos sin saber qué pasaría.-voy encendiéndome, pero vuelvo a tomar aire, me levanto y miro al grupo de Sendar.-Considero olvidado el robo de las cestas, después de lo que ha pasado hoy. Pese a todo hemos trabajado en equipo así que me gustaría no tener malos rollos con vosotros.-y dicho esto me dejo caer de espaldas contra el suelo de la ciudad.-Vosotros sabréis qué hacer con vuestro Corann, cada grupo se encarga de los suyos, ¿no? No quiero seguir hablando, hablo de grupos pero no sé quiénes forman el mío. Y no sé qué hacer con dos en concreto. Pero claro, al final Tap le dio energía a Arafy y Pablo retomó el plan... ¿Qué va a pasar ahora?-inquiero, mientras vuelvo a sentarme y miro a mi grupo y a los demás.
-¡Segundo turno, marchando! ¡Seon, Pablo para ti! Vosotros dos y yo subo a Dahannei. Salgamos de aquí de una maldita vez.-termino, tosiendo.
Me ato el conjunto de arneses en una mano, por si acaso, y luego lanzo el hechizo para después, por fin, salir a la superficie. Una vez fuera, tomo aire varias veces mientras me coloco los arneses en su sitio e intento tranquilizarme.
-Hemos perdido a Thras y a vuestra compañera... Y lo siento.-es lo primero que digo.-El resto estamos bien y me alegro, por todos o casi todos.-y me callo, confuso con Tap y Pablo. <<Tap le dio energía a Arafy y Pablo retomó el plan...>>
Después me siento en el suelo, lejos del borde, intentando no pensar en lo que pueda pasar en nuestro grupo en cuanto estemos todos de nuevo. Al poco miro a las sinhadres y suspiro.
-Eh, Alder, Seon, siento lo que os dije antes... Pero me estoy dando cuenta de ciertas cosas que no pueden continuar... Pero eso no quiere decir que vaya a cambiar mi relación con vosotras-exclamo rápidamente- No del todo...-luego miro al resto de mi torreón y digo, casi siseando.-Thras y Brina han muerto por los botones, varios compañeros de Sendar casi mueren y yo por los pelos. Un par de desconocidas me ha salvado mientras que vosotros pulsábais los puñeteros botoncitos sin saber qué pasaría.-voy encendiéndome, pero vuelvo a tomar aire, me levanto y miro al grupo de Sendar.-Considero olvidado el robo de las cestas, después de lo que ha pasado hoy. Pese a todo hemos trabajado en equipo así que me gustaría no tener malos rollos con vosotros.-y dicho esto me dejo caer de espaldas contra el suelo de la ciudad.-Vosotros sabréis qué hacer con vuestro Corann, cada grupo se encarga de los suyos, ¿no? No quiero seguir hablando, hablo de grupos pero no sé quiénes forman el mío. Y no sé qué hacer con dos en concreto. Pero claro, al final Tap le dio energía a Arafy y Pablo retomó el plan... ¿Qué va a pasar ahora?-inquiero, mientras vuelvo a sentarme y miro a mi grupo y a los demás.
- Naeryan
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Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
11/06/13, 10:00 pm
Per fue el último en salir, cargado a cuestas por Flanbly's desde su cornisa, cuando todos los demás estaban ya arriba. La frivy parecía cansada, y el nublino dejó que se apoyara sobre él rodeándola distraídamente con un brazo. Asintió en silencio ante la declaración de Atol, y algo en su expresión se endureció ante la disculpa del libense por la pérdida de Brina. Luego suspiró profundamente y por un momento pareció todo lo joven que realmente era.
-Supongo que perder una persona compensa un par de días de cestas robadas- dijo-. Estamos en paz.
>>Nos volvemos a casa- dijo entonces con voz neutra. Su mirada estaba clavada en el agujero que acababan de abandonar, pero su mente parecía estar muy lejos.
-¿Estás loco? ¡Brina está ahí abajo!- Ebnun había vuelto a sus cabales, y su negativa fue muy acalorada-. ¡Tenemos que bajar a por ella, quizá aún quede...!
-A casa- repitió Per sin alzar la voz, y esta vez algo en su tono hizo que Ebnun se callara.
Stefan le traspasó algo de energía a Arafy, y la varmana estuvo a punto de irse con Tap a cuestas, acostumbrada al peso de Vava sobre su hombro. Por suerte se acordó a tiempo y le dejó en suelo.
-Gracias a ti- susurró con una débil sonrisa, y posteriormente volvió con sus compañeros. La entrada a Sendar se cerró con un portazo que adelantaba malos presagios.
-Supongo que perder una persona compensa un par de días de cestas robadas- dijo-. Estamos en paz.
>>Nos volvemos a casa- dijo entonces con voz neutra. Su mirada estaba clavada en el agujero que acababan de abandonar, pero su mente parecía estar muy lejos.
-¿Estás loco? ¡Brina está ahí abajo!- Ebnun había vuelto a sus cabales, y su negativa fue muy acalorada-. ¡Tenemos que bajar a por ella, quizá aún quede...!
-A casa- repitió Per sin alzar la voz, y esta vez algo en su tono hizo que Ebnun se callara.
Stefan le traspasó algo de energía a Arafy, y la varmana estuvo a punto de irse con Tap a cuestas, acostumbrada al peso de Vava sobre su hombro. Por suerte se acordó a tiempo y le dejó en suelo.
-Gracias a ti- susurró con una débil sonrisa, y posteriormente volvió con sus compañeros. La entrada a Sendar se cerró con un portazo que adelantaba malos presagios.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
11/06/13, 11:01 pm
Alder no respiró hasta que vio a Seon posarse en tierra firme, a la que abrazó o mas bien sostuvo. Quizás Seon notase entonces que su compañera temblaba, que cuando la acercó a ella y hundio la cara en su pelo, estaba intentando asegurarse de que no era una ilusión, de que estaba a salvo.
Las dos se separaron y dieron la cara al grupo. Alder tenía un gesto muy grave, y Seon seguía teniendo un aspecto frágil y enfermo.
- Claro, Atol. Lo entiendo.- dijo Seon con una sonrisa pequeña y dulce, pero hecha con esfuerzo. De Alder solo recibió un gesto frío e impersonal. Los sendarios se estaban despidiendo cuando el cuerpo y la mente de Seon decidieron que habían tenido suficiente. Cuando por fin asimiló que estaba a salvo, le dio un vahido extraño y se tambaleó antes de desplomarse alli mismo.
Alder había tenido el tiempo suficiente para detener su caida a duras penas, y sujeto el cuerpo inerte de Seon con cuidado. Para lo pequeña que era, pesaba lo suyo, pero Alder tenía fuerza ganada durante los entrenamientos y pudo permitirse el lujo de negarse a recibir ayuda.
sigue en Letargo
Las dos se separaron y dieron la cara al grupo. Alder tenía un gesto muy grave, y Seon seguía teniendo un aspecto frágil y enfermo.
- Claro, Atol. Lo entiendo.- dijo Seon con una sonrisa pequeña y dulce, pero hecha con esfuerzo. De Alder solo recibió un gesto frío e impersonal. Los sendarios se estaban despidiendo cuando el cuerpo y la mente de Seon decidieron que habían tenido suficiente. Cuando por fin asimiló que estaba a salvo, le dio un vahido extraño y se tambaleó antes de desplomarse alli mismo.
Alder había tenido el tiempo suficiente para detener su caida a duras penas, y sujeto el cuerpo inerte de Seon con cuidado. Para lo pequeña que era, pesaba lo suyo, pero Alder tenía fuerza ganada durante los entrenamientos y pudo permitirse el lujo de negarse a recibir ayuda.
sigue en Letargo
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
11/06/13, 11:51 pm
Cuando Atol dijo que se alegraba por todos o casi todos, Tap le dirigió una mirada fría. Sin embargo, no se sintió capaz de retenerla demasiado tiempo y acabó agachando la cabeza hasta que solo vio el hombro de Arafy. Se sentía mal por lo que había pasado, más ahora que cuando pulsó los botones y desató la catástrofe ahí abajo. <<Soy idiota...>>. Pero eso no quitaba que Atol también lo fuera. Ni que lo demostrara hablando.
-Yo sí que me alegro por todos los que hemos sobrevivido-le contestó, imprimiendo en el "todos" cierto descontento con las ganas de Atol de verle muerto. No estaba gritando, ni parecía que lo fuera hacer. Su voz simplemente sonó apagada y algo ronca. Cuando el libense expuso sus dudas sobre qué hacer con Pablo y con él, el repoblador se acabó callando.
Escuchó la breve discusión de los sendarios sin moverse del hombro de la varmana y, la verdad, es que no le habría importado que lo pasaran a su panal por error. Pero Arafy se dio cuenta de que lo llevaba y lo bajó al suelo antes de entrar. Que le devolviera las gracias le consoló unos segundos, los reconfortantes y escasos segundos que tardó en mirar hacia arriba y ver a todos los gigantes de Letargo. Justo entonces se quedó paralizado en el sitio. Se sintió indefenso. <<Si me quieren matar no tienen nada más que dar un paso sobre mí>>. Tragó saliva, centró su vista en Atol y le dio varias vueltas a lo que el libense había dicho antes. En un arranque suicida, Tap se recuperó del susto, saltó sobre la pierna de Atol y escaló ayudándose de sus piercings hasta el hombro.
-Tú no te equivocas nunca, ¿verdad?-le preguntó en un tono que pretendía ser desafiante y no lo fue. Su intención de encararle y soltarle un par de gritos se diluyó enseguida; Tap solo sonó cansado, harto, que era como estaba desde hace mucho tiempo-¿Sabes lo que estaría bien que pasara ahora? Que volviéramos a casa los que no hemos muerto. Y que nos dure-se dejó caer de culo sobre el hombro, respiró hondo en silencio y pensó lo mismo que había pensado cuando apretó el botón. <<Que sea lo que tenga que ser...>>.
-Yo sí que me alegro por todos los que hemos sobrevivido-le contestó, imprimiendo en el "todos" cierto descontento con las ganas de Atol de verle muerto. No estaba gritando, ni parecía que lo fuera hacer. Su voz simplemente sonó apagada y algo ronca. Cuando el libense expuso sus dudas sobre qué hacer con Pablo y con él, el repoblador se acabó callando.
Escuchó la breve discusión de los sendarios sin moverse del hombro de la varmana y, la verdad, es que no le habría importado que lo pasaran a su panal por error. Pero Arafy se dio cuenta de que lo llevaba y lo bajó al suelo antes de entrar. Que le devolviera las gracias le consoló unos segundos, los reconfortantes y escasos segundos que tardó en mirar hacia arriba y ver a todos los gigantes de Letargo. Justo entonces se quedó paralizado en el sitio. Se sintió indefenso. <<Si me quieren matar no tienen nada más que dar un paso sobre mí>>. Tragó saliva, centró su vista en Atol y le dio varias vueltas a lo que el libense había dicho antes. En un arranque suicida, Tap se recuperó del susto, saltó sobre la pierna de Atol y escaló ayudándose de sus piercings hasta el hombro.
-Tú no te equivocas nunca, ¿verdad?-le preguntó en un tono que pretendía ser desafiante y no lo fue. Su intención de encararle y soltarle un par de gritos se diluyó enseguida; Tap solo sonó cansado, harto, que era como estaba desde hace mucho tiempo-¿Sabes lo que estaría bien que pasara ahora? Que volviéramos a casa los que no hemos muerto. Y que nos dure-se dejó caer de culo sobre el hombro, respiró hondo en silencio y pensó lo mismo que había pensado cuando apretó el botón. <<Que sea lo que tenga que ser...>>.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
12/06/13, 12:59 am
<<No, no lo entiendes... No lo entiende nadie... Ni yo lo entiendo>> respondo mentalmente a Seon mientras suspiro por la mirada de Alder. Per coincide conmigo en lo de hacer las paces y, tras dejar a Tap en el suelo, el grupo vuelve a su casa.
-Hasta la vista.-les despido.
Lo que no esperaba es que Tap se me acerque, aunque no tan decidido, y trepe hasta llegar a mi hombro mientras le miro de hito en hito. Era lo último que alguien como yo esperaría de alguien como él después de todos los gritos que hemos cruzado, <<pero ahí lo tienes, en mi hombro, y hablando tranquilamente... Esto no puede continuar, hay que mejorar la forma de llevarnos, maldita sea... Si Tap ha hecho el esfuerzo, yo no seré menos>>
-No, no nunca...-resoplo.-Creo que coincidimos en eso de volver a casa y sobrevivir.-respondo en el mismo tono cansado, con la voz cada vez más fastidiada.-Tanto grito me va a dejar sin voz.-añado, permitiéndome una breve risa.
Después me levanto con cuidado y me sacudo el polvo. Desenvaino una de las cimitarras y señalo la calle por la que vinimos hace tanto rato.
-Bueno, volvamos a casa. Mañana seguiremos buscando a Yrio.-mascullo antes de iniciar la marcha.-Si veis algún madero por el suelo, avisadme; haré otra estatuilla en recuerdo a Thras.
Sigue en el Torreón Letargo.
-Hasta la vista.-les despido.
Lo que no esperaba es que Tap se me acerque, aunque no tan decidido, y trepe hasta llegar a mi hombro mientras le miro de hito en hito. Era lo último que alguien como yo esperaría de alguien como él después de todos los gritos que hemos cruzado, <<pero ahí lo tienes, en mi hombro, y hablando tranquilamente... Esto no puede continuar, hay que mejorar la forma de llevarnos, maldita sea... Si Tap ha hecho el esfuerzo, yo no seré menos>>
-No, no nunca...-resoplo.-Creo que coincidimos en eso de volver a casa y sobrevivir.-respondo en el mismo tono cansado, con la voz cada vez más fastidiada.-Tanto grito me va a dejar sin voz.-añado, permitiéndome una breve risa.
Después me levanto con cuidado y me sacudo el polvo. Desenvaino una de las cimitarras y señalo la calle por la que vinimos hace tanto rato.
-Bueno, volvamos a casa. Mañana seguiremos buscando a Yrio.-mascullo antes de iniciar la marcha.-Si veis algún madero por el suelo, avisadme; haré otra estatuilla en recuerdo a Thras.
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No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
15/06/13, 02:15 am
En Sendar reinaba un silencio desagradablemente familiar, un silencio que creían haber dejado atrás de una vez por todas. Los cosechados estaban dispersos por todo el salón en diversos grados de agotamiento, y Dahannei era la única que hablaba de alguna manera. La daeliciana estaba sentada en silencio en una de las sillas de la cocina, mirando al suelo.
-Brina está muerta- murmuraba-. Está muerta, está muerta, está muerta...
Per fue el último en entrar, cerrando de un portazo que retumbó por todo el torreón. El nublino temblaba de rabia, y fue directamente a por Corann.
Le agarró de la pechera del jersey y lo empujó con fuerza contra una pared, golpeándose éste la cabeza en el proceso. A pesar de ser algo mayor que él, el idrino era pura piel y huesos y a Per no le resultó muy difícil alzarlo por el collarín.
-Pedazo de mierda- le siseó directamente a la cara-. Debió parecerte muy gracioso mirarnos desde ahí arriba, ¿verdad? ¿Te reíste mucho?
Nadie movió un dedo para evitar lo que estaba a punto de pasar. Más bien miraban la situación con vago interés, con el mismo escrutinio ligero que se otorga a un pariente a quien hace tiempo que no se ve pero que se conoce de sobra. Ninguno sentía suficiente simpatía hacia cualquiera de las dos posturas, o ganas siquiera, como para intervenir a favor de uno o de otro.
Corann trató de escabullirse, pero las ropas holgadas jugaron en su contra y se vio contra las cuerdas.
-¿Qué se suponía... que tenía que haber hecho?- jadeó, falto de aire-. ¿Jugarme el cuello mientras vosotros... jugabais a los botoncitos ahí abajo?
La cara de Per se contrajo y todos supieron al momento lo que iba a pasar. El idrino sabía que no iba a liberarse a tiempo, y se limitó a apartar el rostro para que el primer puñetazo no le diese de lleno. Se lamió la sangre del labio que se le había partido, con lentitud.
-Brina está muerta- siseó Per. La voz le temblaba un poco.
-¿Qué pasa, gran líder?- la de Corann, aun en voz baja, también lo hacía. Respiraba con rapidez-. ¿Tienes miedo de admitir que se te muere gente?
-Cállate- La presa de Per se hizo más fuerte, y el empuje contra la pared se fue haciendo tan opresivo que al idrino empezaba a costarle respirar-. Cierra la boca o si no...
-¿Y vosotros? ¿Qué tal la excursión?- en los ojos de Corann despertó un chispazo de maldad inestable. Parecía ser consciente de que se jugaba la cara si seguía hablando, pero no parecía importarle-. ¿Conseguisteis encontrar al que voló nuestro sótano?- esta vez el destello en sus pupilas fue calculador-. Porque si quieres buscar culpas de todo esto deberías echárselas todas a él, ¿sabes?
-¡¿Me estás tomando por idiota?!- vociferó el nublino, habiendo perdido los estribos por completo-. ¡Si no hubieras estado vacilándole a esa gente, no tendríamos un puto boquete delante de nuestra puerta! ¡Todo esto no habría pasado si hubieses puesto esa magia tuya a trabajar y nos hubieras sacado de ahí!
-Eso no es culpa mía- empezó a decir Corann. Per alzó la mano con la intención de descargar un segundo puñetazo, e incluso Ebnun, que miraba la escena con la expresión oscurecida, no parecía estar dispuesto a hacer ningún esfuerzo por intervenir.
-Tiene razón- dijo entonces una voz pausada-. Per, déjale en el suelo.
Hyter estaba en la puerta. Vava descendió de su hombro de un salto; parecía tener, por una vez, bastante prisa por alejarse de él.
Hasta Corann pareció sorprendido ante su intervención, pero se recuperó casi inmediatamente. Esbozó una media sonrisa con tintes de ansiedad.
-Piénsalo- dijo en tono persuasivo, aunque algo apresurado-. Si no hubiera pasado nada, no habríamos tenido que salir a buscar al culpable. No habríamos tenido que dividirnos, y Hyter podría haberos sacado de ahí a todos. Nadie habría pulsado ningún botón -respiró hondo antes de arriesgarse a soltar:-, y Brina seguiría viva.
Hubo un silencio cargado de tensión. El primero en romperlo fue Per, quien soltó de mala gana a Corann con un manotazo. El idrino cayó al suelo hecho un revoltijo de ropas y miró hacia arriba con cautela, sin hacer ademán de levantarse aún por si no había pasado el peligro. Levantó una mano lentamente hacia su cara sin apartar la vista de los que seguían en el salón, y la parte dañada se fue recomponiendo lentamente.
Para sorpresa de más de uno fue Arafy quien le apoyó primero. La varmana no se había despegado un segundo de los brazos de Pecir, pero en ese momento lo hizo para decir con rabia:
-Vamos a por él.
-Brina está muerta- murmuraba-. Está muerta, está muerta, está muerta...
Per fue el último en entrar, cerrando de un portazo que retumbó por todo el torreón. El nublino temblaba de rabia, y fue directamente a por Corann.
Le agarró de la pechera del jersey y lo empujó con fuerza contra una pared, golpeándose éste la cabeza en el proceso. A pesar de ser algo mayor que él, el idrino era pura piel y huesos y a Per no le resultó muy difícil alzarlo por el collarín.
-Pedazo de mierda- le siseó directamente a la cara-. Debió parecerte muy gracioso mirarnos desde ahí arriba, ¿verdad? ¿Te reíste mucho?
Nadie movió un dedo para evitar lo que estaba a punto de pasar. Más bien miraban la situación con vago interés, con el mismo escrutinio ligero que se otorga a un pariente a quien hace tiempo que no se ve pero que se conoce de sobra. Ninguno sentía suficiente simpatía hacia cualquiera de las dos posturas, o ganas siquiera, como para intervenir a favor de uno o de otro.
Corann trató de escabullirse, pero las ropas holgadas jugaron en su contra y se vio contra las cuerdas.
-¿Qué se suponía... que tenía que haber hecho?- jadeó, falto de aire-. ¿Jugarme el cuello mientras vosotros... jugabais a los botoncitos ahí abajo?
La cara de Per se contrajo y todos supieron al momento lo que iba a pasar. El idrino sabía que no iba a liberarse a tiempo, y se limitó a apartar el rostro para que el primer puñetazo no le diese de lleno. Se lamió la sangre del labio que se le había partido, con lentitud.
-Brina está muerta- siseó Per. La voz le temblaba un poco.
-¿Qué pasa, gran líder?- la de Corann, aun en voz baja, también lo hacía. Respiraba con rapidez-. ¿Tienes miedo de admitir que se te muere gente?
-Cállate- La presa de Per se hizo más fuerte, y el empuje contra la pared se fue haciendo tan opresivo que al idrino empezaba a costarle respirar-. Cierra la boca o si no...
-¿Y vosotros? ¿Qué tal la excursión?- en los ojos de Corann despertó un chispazo de maldad inestable. Parecía ser consciente de que se jugaba la cara si seguía hablando, pero no parecía importarle-. ¿Conseguisteis encontrar al que voló nuestro sótano?- esta vez el destello en sus pupilas fue calculador-. Porque si quieres buscar culpas de todo esto deberías echárselas todas a él, ¿sabes?
-¡¿Me estás tomando por idiota?!- vociferó el nublino, habiendo perdido los estribos por completo-. ¡Si no hubieras estado vacilándole a esa gente, no tendríamos un puto boquete delante de nuestra puerta! ¡Todo esto no habría pasado si hubieses puesto esa magia tuya a trabajar y nos hubieras sacado de ahí!
-Eso no es culpa mía- empezó a decir Corann. Per alzó la mano con la intención de descargar un segundo puñetazo, e incluso Ebnun, que miraba la escena con la expresión oscurecida, no parecía estar dispuesto a hacer ningún esfuerzo por intervenir.
-Tiene razón- dijo entonces una voz pausada-. Per, déjale en el suelo.
Hyter estaba en la puerta. Vava descendió de su hombro de un salto; parecía tener, por una vez, bastante prisa por alejarse de él.
Hasta Corann pareció sorprendido ante su intervención, pero se recuperó casi inmediatamente. Esbozó una media sonrisa con tintes de ansiedad.
-Piénsalo- dijo en tono persuasivo, aunque algo apresurado-. Si no hubiera pasado nada, no habríamos tenido que salir a buscar al culpable. No habríamos tenido que dividirnos, y Hyter podría haberos sacado de ahí a todos. Nadie habría pulsado ningún botón -respiró hondo antes de arriesgarse a soltar:-, y Brina seguiría viva.
Hubo un silencio cargado de tensión. El primero en romperlo fue Per, quien soltó de mala gana a Corann con un manotazo. El idrino cayó al suelo hecho un revoltijo de ropas y miró hacia arriba con cautela, sin hacer ademán de levantarse aún por si no había pasado el peligro. Levantó una mano lentamente hacia su cara sin apartar la vista de los que seguían en el salón, y la parte dañada se fue recomponiendo lentamente.
Para sorpresa de más de uno fue Arafy quien le apoyó primero. La varmana no se había despegado un segundo de los brazos de Pecir, pero en ese momento lo hizo para decir con rabia:
-Vamos a por él.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
28/06/13, 02:01 am
RR recorría las calles de la ciudad, acompañado de su séquito personal que, como una manta viviente y peluda, iban cubriendo las calles como una ola imparable entre chillidos discordantes. El foner, borracho del poder electrizante que recorría todo su cuerpo, pudo utilizar sus nuevas dotes para escuchar que una bestia enorme se acercaba en su dirección. Haciendo gala de su agilidad mental recientemente aguzada, no tardó en inquirir más detalles a su peluda cohorte hasta finalmente reunir unos cuantos detalles a cerca de la naturaleza de la misma. Parecía que había salido de Maciel y que se dirigía a toda velocidad hasta su posición. Las ratas ya habían oído hablar de algo semejante, e incluso los colaespinas recordaban un incidente con un ser similar hacía unos meses, y no hizo falta darle muchas vueltas al caso para establecer una analogía con aquella bestia que había dejado tuerta a Karime y devorado a Marina.
Tomó a toda velocidad su nuevo y poco sutil arma, cargándola a toda velocidad. Sabía que era una bestia de pellejo duro y, de ser un cosechado, podía tener conocimientos de magia defensiva. Aquella era una buena ocasión para probar las capacidades de penetración de su rifle.
Una vez preparado todo su armamento en el centro de la calle, rodeado por colaespinas, mandó a sus compañeros más pequeños que fueran a cubrir todo el perímetro para avisarle de si se acercaba la bestia, tanto en los edificios y los tejados como en las callejuelas circundantes. No iba a permitir que nadie lo cogiera por sorpresa. Además, la noche era joven, y los sendarios le aguardaban…
Tomó a toda velocidad su nuevo y poco sutil arma, cargándola a toda velocidad. Sabía que era una bestia de pellejo duro y, de ser un cosechado, podía tener conocimientos de magia defensiva. Aquella era una buena ocasión para probar las capacidades de penetración de su rifle.
Una vez preparado todo su armamento en el centro de la calle, rodeado por colaespinas, mandó a sus compañeros más pequeños que fueran a cubrir todo el perímetro para avisarle de si se acercaba la bestia, tanto en los edificios y los tejados como en las callejuelas circundantes. No iba a permitir que nadie lo cogiera por sorpresa. Además, la noche era joven, y los sendarios le aguardaban…
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
28/06/13, 02:20 am
A la bestia la precedió un rugido que sonó como un gorgoteo y resonó por todo el callejón. Aleksei había cazado una víctima por el camino y estaba haciendo gárgaras con su sangre. Lo llevaba colgando de una pierna, sin cabeza, y le iba arrancando trozos para ir comiéndoselos tranquilamente, por ello había aminorado la marcha de su persecución en los ultimos tramos y había tardado más en darle alcance a RR
Se acabó su aperitivo y le dedicó una sonrisa demente, con los fluidos de su pobre víctima cayéndole por la barbilla y trozos de carne entre los dientes.
-Hoy es la noche de mi venganza.- dijo con voz ronca- Vas a pagar por lo que me hiciste...
Pronunció unas palabras que RR no llegó a oir y embistió contra el foner, saltando por encima de los colaespinas.
Se acabó su aperitivo y le dedicó una sonrisa demente, con los fluidos de su pobre víctima cayéndole por la barbilla y trozos de carne entre los dientes.
-Hoy es la noche de mi venganza.- dijo con voz ronca- Vas a pagar por lo que me hiciste...
Pronunció unas palabras que RR no llegó a oir y embistió contra el foner, saltando por encima de los colaespinas.
- Vlad
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Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
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Re: Torreón Sendar (Archivo I)
30/06/13, 05:42 pm
RR observó aquella aberración cubierta de sangre, y al escuchar sus palabras, comprendió quién había sido. Más por el tono que por el contenido de su parco discurso, lleno de saliva, sangre y trocitos de carne. Era ese timbre especial que hacía que al foner le entraran ganas de reventar a golpes el cráneo de su dueño hasta convertir su cabeza en un amasijo informe de hueso astillado y de cerebro húmedo y desgarrado. Sólo conocía a una persona en el mundo que fuera capaz de cabrearlo de esa forma insana. Debería haberle sorprendido que Aleksei hubiera tomado aquel aspecto tras la luna, tan desacorde con la imagen que tenía del muchacho. Pero a aquellas alturas, la sorpresa no estaba entre el catálogo de emociones que hicieran mella en el pelirrojo.
-Quieres guerra, ¿eh, mamonazo?- comentó mientras se acomodaba el rifle al hombro.- pues ven a por ella.
Era sorprendente como, tras haber perpetrado varios atentados, disparado y herido gravemente a un hombre en la pierna y haber cubierto de trampas media ciudad, la primera persona que intentara matarlo lo hiciera para vengarse de una bronca echada con razón hacía varios meses. Nunca le había caído bien aquel chaval, que parecía en todo momento enajenado y aislado de la realidad en el interior de su particular burbuja de ñoñería sentimentaloide e hirientemente policromática, pero nunca llegó a odiarle. Simplemente era ese molesto individuo que aparecía de vez en cuando barriendo y canturreando alegres melodías que contrastaban hasta rallar lo pérfido con el ambiente general, y desde luego no se le había ocurrido matarlo a excepción de aquel día en el que había denunciado su abusiva incompetencia, poniendo en evidencia su incapacidad para sobrevivir y su innegable talento para poner en serio riesgo la supervivencia ajena. Pero ahora veía que aquel muchacho estaba fuera de sí y que, ya fuera por el influjo de la Luna o por alguna influencia desquiciante oculta tras el uso abusivo de la escoba, había perdido los estribos y que las pocas neuronas que le restaban sanas habían decidido abandonar su unión lógica y bailar alegremente el corro de la patata alrededor de su cerebelo.
A la mierda con el sociópata antropófago. Tenía mejores cosas que hacer que andarse preocupando porque un barrendero homicida quisiera arrancarle la cabeza de un bocado por haberle dicho que no le abriera la puerta a extraños en una ciudad llena de monstruos mutantes.
Sabía que podía haber lanzado un hechizo de protección, pero sus balas habrían de atravesar su escudo gracias a las runas de Shizel. Era también consciente de que podía haber utilizado otro tipo de sortilegios para garantizar su integridad, pero al menos su primer movimiento revelaría su naturaleza.
Comprobó que el arma estaba cargada y, sin más dilación, disparó contra él, para segundos después percatarse de un poderoso viento inmaterial que, lejos de desestabilizar su cuerpo, sacudió con hormigueante intensidad su esencia, como si una enorme tromba de agua fresca hubiera irrumpido en el interior del navío que era su mente. Poco después, un tremendo seísmo acabó el trabajo que no había podido finalizar aquella ola metafísica, haciéndole perder el equilibrio durante unos instantes.
-¿Qué coño está ocurriendo…?
-Quieres guerra, ¿eh, mamonazo?- comentó mientras se acomodaba el rifle al hombro.- pues ven a por ella.
Era sorprendente como, tras haber perpetrado varios atentados, disparado y herido gravemente a un hombre en la pierna y haber cubierto de trampas media ciudad, la primera persona que intentara matarlo lo hiciera para vengarse de una bronca echada con razón hacía varios meses. Nunca le había caído bien aquel chaval, que parecía en todo momento enajenado y aislado de la realidad en el interior de su particular burbuja de ñoñería sentimentaloide e hirientemente policromática, pero nunca llegó a odiarle. Simplemente era ese molesto individuo que aparecía de vez en cuando barriendo y canturreando alegres melodías que contrastaban hasta rallar lo pérfido con el ambiente general, y desde luego no se le había ocurrido matarlo a excepción de aquel día en el que había denunciado su abusiva incompetencia, poniendo en evidencia su incapacidad para sobrevivir y su innegable talento para poner en serio riesgo la supervivencia ajena. Pero ahora veía que aquel muchacho estaba fuera de sí y que, ya fuera por el influjo de la Luna o por alguna influencia desquiciante oculta tras el uso abusivo de la escoba, había perdido los estribos y que las pocas neuronas que le restaban sanas habían decidido abandonar su unión lógica y bailar alegremente el corro de la patata alrededor de su cerebelo.
A la mierda con el sociópata antropófago. Tenía mejores cosas que hacer que andarse preocupando porque un barrendero homicida quisiera arrancarle la cabeza de un bocado por haberle dicho que no le abriera la puerta a extraños en una ciudad llena de monstruos mutantes.
Sabía que podía haber lanzado un hechizo de protección, pero sus balas habrían de atravesar su escudo gracias a las runas de Shizel. Era también consciente de que podía haber utilizado otro tipo de sortilegios para garantizar su integridad, pero al menos su primer movimiento revelaría su naturaleza.
Comprobó que el arma estaba cargada y, sin más dilación, disparó contra él, para segundos después percatarse de un poderoso viento inmaterial que, lejos de desestabilizar su cuerpo, sacudió con hormigueante intensidad su esencia, como si una enorme tromba de agua fresca hubiera irrumpido en el interior del navío que era su mente. Poco después, un tremendo seísmo acabó el trabajo que no había podido finalizar aquella ola metafísica, haciéndole perder el equilibrio durante unos instantes.
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- InvitadoInvitado
Re: Torreón Sendar (Archivo I)
30/06/13, 09:50 pm
Aleksei no había convocado un hechizo de escudo, sino uno de desvío, teniendo una ligera idea de las defensas y medidas tomadas por el pelirrojo. La bala no le dio a él, sino a uno de los colaespinas que rodeaban a RR. Los animales se dispersaron, no solo por la herida de su compañero sino pro el temblor que le siguió. Aleksei cayó a plomo sobre RR con el puño cerrado, pero el terremoto le hizo errar el golpe, que quedó a escasos centímetros de la cabeza del pelirrojo.
Una grieta se abrió a pocos metros de donde estaban, derrumbando un edificio. De los escombros salieron a cientos unas criaturas pequeñas, pelonas y encorvadas con garras de topo y manos en los hocicos. Se lanzaron silbando contra los dos recien transformados, saltando por las ruinas con gran agilidad.
Una grieta se abrió a pocos metros de donde estaban, derrumbando un edificio. De los escombros salieron a cientos unas criaturas pequeñas, pelonas y encorvadas con garras de topo y manos en los hocicos. Se lanzaron silbando contra los dos recien transformados, saltando por las ruinas con gran agilidad.
- Vlad
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Re: Torreón Sendar (Archivo I)
30/06/13, 10:49 pm
RR casi no habría tenido tiempo de asimilar la situación de no haber sido por su mente recientemente aguzada. Se tomó medio segundo para lanzar su mirada del puño de Aleksei a la bandada de bestias mutantes que se precipitaban hacia ellos desde la brecha en el suelo con dudosas intenciones. Seguidamente, actuó.
Era consciente de que aquella bestia tenía unos conocimientos considerables de las cualidades de su armamento más elaborado y que había tomado medidas en consecuencia. Sólo necesitó pensar rápido, asimilar pronto ese axioma y, por qué no decirlo, actuar a la desesperada y echando mano de sus actos reflejos.
Agarró su fiel pala, tendida a un lado, y golpeó con todas sus fuerzas la cara del trasgo, para luego rodar a una distancia segura de su mole muscular.
Durante su escaso trayecto en dirección contraria a la bestia barrendera, se entretuvo buscando entre sus bolsillos el siempre familiar y a mano mechero, mientras que con la otra hacía accesible el interior de su mochila. Al levantarse, extrajo del interior uno de los artefactos explosivos de Timmy, y lo encendió sin más demora.
-Hasta nunca, cara culo.-comentó mientras lanzaba el ya inflamado deflagrante hacia el cuerpo de la bestia, con la esperanza de que, aunque no lo matara, la explosión y la metralla lo empujaran hacia los monstruos que brotaban de las entrañas de la tierra.
Sin más demora, tomó todos sus objetos y comenzó a correr para huir del peligro mientras recargaba sus armas a la carrera. ¿Dónde demonios estaban las ratas cuando se las necesitaba?
Era consciente de que aquella bestia tenía unos conocimientos considerables de las cualidades de su armamento más elaborado y que había tomado medidas en consecuencia. Sólo necesitó pensar rápido, asimilar pronto ese axioma y, por qué no decirlo, actuar a la desesperada y echando mano de sus actos reflejos.
Agarró su fiel pala, tendida a un lado, y golpeó con todas sus fuerzas la cara del trasgo, para luego rodar a una distancia segura de su mole muscular.
Durante su escaso trayecto en dirección contraria a la bestia barrendera, se entretuvo buscando entre sus bolsillos el siempre familiar y a mano mechero, mientras que con la otra hacía accesible el interior de su mochila. Al levantarse, extrajo del interior uno de los artefactos explosivos de Timmy, y lo encendió sin más demora.
-Hasta nunca, cara culo.-comentó mientras lanzaba el ya inflamado deflagrante hacia el cuerpo de la bestia, con la esperanza de que, aunque no lo matara, la explosión y la metralla lo empujaran hacia los monstruos que brotaban de las entrañas de la tierra.
Sin más demora, tomó todos sus objetos y comenzó a correr para huir del peligro mientras recargaba sus armas a la carrera. ¿Dónde demonios estaban las ratas cuando se las necesitaba?
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Re: Torreón Sendar (Archivo I)
01/07/13, 12:32 am
Cuando el humo se disipó, Aleksei se estaba poniendo en pie rodeado por una barrera protectora que había evitado que le afectase la explosión. La metralla crujía a sus pies según iba avanzando hacia RR, y su potente rugido se mezcló con los silbodos de las pequeñas bestias, que al empezar a chocar contra el escudo del trasgo decidieron centrarse en el foner. Varias saltaron a su cabeza y empezaron a tirarle fuertemente del pelo, así como a agarra todas las pertenencias que veían a mano.
- Vlad
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Re: Torreón Sendar (Archivo I)
01/07/13, 12:50 am
-Oh, no me jodas, ¿en serio?-comentaba RR con tono de profunda indignación mientras forcejeaba con aquellas irritantes bestezuelas, buscando su cuchillo, y observaba al trasgo alzarse de nuevo de entre el polvo de la explosión y el fuego que lamía con sus candentes lenguas los límites del escudo mágico.- Pues que sepas que lo de cara culo no lo pienso retirar, mamonazo.
Continuó batiéndose en retirada, mientras se aferraba a todas sus pertenencias y se dedicaba a cortar a todos aquellos bichos que intentaran arrebatárselas. Cuando finalmente consiguió deshacerse incluso de las que le atacaban directamente, comenzó a pensar en un método alternativo de huida. Desde luego, las cosas no pintaban demasiado bien.
Desenfundó su escopeta y vació sendos cañones, primero uno sobre el trasgo y el segundo sobre la turba de alimañas, para luego comenzar a lanzar el hechizo de levitación que lo había alzado en el aire a las puertas del torreón.
Cuando efectivamente se halló a cierta distancia del suelo y alejado del rango de salto de aquellas bestias, comenzó a gritar desesperadamente mientras recargaba sus armas.
-Quién me oiga, ¡Venid a mi! ¡Os convoco, acudid a mi llamada! ¡VENID DE UNA PUTA VEZ, COÑO!
Realmente sed encontraba seriamente alterado. Solía pasarle cuando se enfrentaba a un ser que combinaba en su persona una terrible fuerza y una resistencia irritante a sus medios ofensivos. Necesitaba algo más…
Lanzó otro explosivo al grueso de la inconfundible masa que acudía dando saltos hacia él con desagradables planes. Debía, como poco, reducir su número.
Aquello se estaba poniendo más peliagudo por momentos…
Continuó batiéndose en retirada, mientras se aferraba a todas sus pertenencias y se dedicaba a cortar a todos aquellos bichos que intentaran arrebatárselas. Cuando finalmente consiguió deshacerse incluso de las que le atacaban directamente, comenzó a pensar en un método alternativo de huida. Desde luego, las cosas no pintaban demasiado bien.
Desenfundó su escopeta y vació sendos cañones, primero uno sobre el trasgo y el segundo sobre la turba de alimañas, para luego comenzar a lanzar el hechizo de levitación que lo había alzado en el aire a las puertas del torreón.
Cuando efectivamente se halló a cierta distancia del suelo y alejado del rango de salto de aquellas bestias, comenzó a gritar desesperadamente mientras recargaba sus armas.
-Quién me oiga, ¡Venid a mi! ¡Os convoco, acudid a mi llamada! ¡VENID DE UNA PUTA VEZ, COÑO!
Realmente sed encontraba seriamente alterado. Solía pasarle cuando se enfrentaba a un ser que combinaba en su persona una terrible fuerza y una resistencia irritante a sus medios ofensivos. Necesitaba algo más…
Lanzó otro explosivo al grueso de la inconfundible masa que acudía dando saltos hacia él con desagradables planes. Debía, como poco, reducir su número.
Aquello se estaba poniendo más peliagudo por momentos…
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Re: Torreón Sendar (Archivo I)
01/07/13, 01:14 am
Las criaturas chillaban cuando eran alcanzadas por el fuego. Las más avispadas se alejaban del alcance del foner y trataban de trepar por los edificios, sirviéndose los unos a los otros para impulsarse, acercándose cada vez más al foner.
Mientras, no había ni rastro de Aleksei. El trasgo había desaparecido de la vista de RR y de las criaturitas, algunas de las cuales olisqueaban los alrededores en su busca. De pronto, un suave rugido se oyó de una torreta cercana y Aleksei apareció saltando por el agujero que antes había sido un balcón, logrando engancharse a las piernas del foner y soltándole una dentellada en la cadera. La sangre salpicó y los huesos crujieron.
Mientras, no había ni rastro de Aleksei. El trasgo había desaparecido de la vista de RR y de las criaturitas, algunas de las cuales olisqueaban los alrededores en su busca. De pronto, un suave rugido se oyó de una torreta cercana y Aleksei apareció saltando por el agujero que antes había sido un balcón, logrando engancharse a las piernas del foner y soltándole una dentellada en la cadera. La sangre salpicó y los huesos crujieron.
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Re: Torreón Sendar (Archivo I)
01/07/13, 12:53 pm
RR tuvo el tiempo justo para cagarse en todo cuanto se movía en aquella ruinosa ciudad de locos antes de que su antropófago contrincante le hincara el diente en toda la cadera. El dolor punzante le cruzó como un seísmo toda la columna vertebral hasta llegarle al cráneo, dónde retumbó con ecos aterradoramente ensordecedores.
Pero tampoco tenía mucho tiempo que perder regodeándose en su dolor. Si no actuaba rápidamente, sería brutalmente mutilado por la bestial criatura. A la desperada, lanzó un hechizo de intangibilidad sobre su persona. No había practicado demasiado el sortilegio, dado que no había estado a su alcance hasta aquella noche. Aun así, lo había estudiado intensivamente de los libros de magia a su disposición para poder alzar defensas rúnicas contra intrusos que aprovecharan sus efectos. Un calambrazo de alegría se hizo hueco entre el dolor imperante en el cuerpo de RR cuando observó triunfante como Aleksei se precipitaba en caída libre hasta el pavimento. Desactivó de nuevo el hechizo para poder echar mano de su rifle pesado y, sin más dilación, disparar sobre el enorme blanco que se desgañitaba a gritos.
Sin perder más tiempo, huyó volando por toda la ciudad, alejándose de los peligros que lo perseguían. No había que ser un gran estratega para saber que no podía enfrentarse a ninguna amenaza seria en aquellas condiciones. Sus nuevas habilidades le daban poder para recuperarse de sus heridas, pero tenía una importante laguna de conocimientos de curación mágica avanzada por motivos sobradamente evidentes. Y sólo existía un lugar en el que el foner supiera a ciencia cierta que podía encontrar aquellos sortilegios.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
Pero tampoco tenía mucho tiempo que perder regodeándose en su dolor. Si no actuaba rápidamente, sería brutalmente mutilado por la bestial criatura. A la desperada, lanzó un hechizo de intangibilidad sobre su persona. No había practicado demasiado el sortilegio, dado que no había estado a su alcance hasta aquella noche. Aun así, lo había estudiado intensivamente de los libros de magia a su disposición para poder alzar defensas rúnicas contra intrusos que aprovecharan sus efectos. Un calambrazo de alegría se hizo hueco entre el dolor imperante en el cuerpo de RR cuando observó triunfante como Aleksei se precipitaba en caída libre hasta el pavimento. Desactivó de nuevo el hechizo para poder echar mano de su rifle pesado y, sin más dilación, disparar sobre el enorme blanco que se desgañitaba a gritos.
Sin perder más tiempo, huyó volando por toda la ciudad, alejándose de los peligros que lo perseguían. No había que ser un gran estratega para saber que no podía enfrentarse a ninguna amenaza seria en aquellas condiciones. Sus nuevas habilidades le daban poder para recuperarse de sus heridas, pero tenía una importante laguna de conocimientos de curación mágica avanzada por motivos sobradamente evidentes. Y sólo existía un lugar en el que el foner supiera a ciencia cierta que podía encontrar aquellos sortilegios.
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