Casa Gamides

Después de presentarse, Drew decidió volverse a Torreón Letargo; estaba cansado.

(SIGUE EN... ADIVINAD)

Que raro... bueno,no esperéis que entre,soy demasiado cobarde y listo como para arriesgarme a...cualquier cosa.No me apetece volver,decido seguirles.

(sigue en Torreón Letargo)

Afuera del edificio encontro un pedrusco de considerable tamaño. Con un esfuerzo entró con él a cuestas en aquel edificio. En el momento en el que se cerraron las puertas él uso el pedrusco para impedir que se cerrasen del todo: No iba a dejar que se repitiese todo el follon del otro dia. Comprueba su ropa y, efectivamente, cambia y se adopta a un estilo de ropa más masculino. Se sienta apoyandose contra la pared y, abrazado a sus rodillas, llora en silencio.
El tiempo pasa y se encuentra mejor. Ya no podria mantener nucho más tiempo a Nia asi que decidio darle una sorpresa.
(CONTINUA EN EL RIO)

Antes de llegar al anillo dorado, se topa con la casa en la que se había quedado atrapado con Erika... Recordó su frustración al perder su voz, pero lo cierto es que no sonaba del todo mal... La curiosidad pudo con el. Sabía que podía quedarse encerrado y perderse como la otra vez pero... acabó entrando. Esta vez el pasillo iba a parar a unas escaleras que bajaban a un estanque vacío y luego subían de nuevo. Cain bajó y observó su nuevo cuerpo femenino en el reflejo. Saltó el estanque tratando de no mojarse, lo que hizo que sus pechos botaran. Con uan mueca de dolor se los cubrió con los brazos <<Nada de saltar...>> Subió y entró por una puerta al azar que llevaba a otro pasillo que serpenteaba. Lo recorrió con la mano pegada a la pared, esquivando las antorchas cuya luz brillaba en sus ojos dorados. Su mano pasa por una cortina y Cain casi pierde el equilibrio, no se lo esperaba... La cortina llevaba a una habitación pequeñita, circular, con el suelo de mosaico mostrando a un montón de horribles bestias aullándole a un orbe, todo en tonos ocres. La habitación parecía tener buena acústica, así que Cain se sentó en el suelo y buscó una canción que ya conocía bien... A la primera nota le salió un horrible gallo que le hizo llevarse las manos a la garganta, avergonzada (?) Hizo varias pruebas de voz, comprobando los tonos, hasta dónde podía llegar, y cuando estuvo segura (?) empezó a cantar.

Llego a la casa ... la construcción es extraña, es un edificio de una sola planta, sin ventanas ... solo tiene puertas, la voz viene de dentro, suena lejana, pese a que el edifico en si es muy pequeño, algo me empuja a ir, hay algo familiar en esa voz, no se el que ... pero necesito comprobarlo, necesito saber quien es ...
-Voy a entrar - digo con una sonrisa, me meto la mano en el bolsillo y me como un caramelo de miel que llevaba en el bolsillo desde que nos los trajeron, la miel se empieza a deshacer en mi boca, mezclada con las hojas de menta - ... ¿me seguís? ...
Me adelanto y abro la primera puerta, entro en la estancia, esta recubierta de espejos, y entre los espejos se adivinan puertas ... avanzo hacia una y veo a una chica, lleva unos vaqueros de pitillo, unas Converse y una camiseta negra con una cara de Jack Skeleton estampada en blanco, la camiseta es larga y deja al descubierto un hombro y el tirante del sujetador, también negro, lleva un montón de pulseras en las muñecas, una bufanda como la mía al cuello, y su pelo negro recogido en dos coletas, el flequillo esta sujeto con una horquilla a un lado, y sus ojos verdes me miran curiosos ...
-Hola me ... - empiezo adelantándome, me interrumpo al ver como me imita, mi voz suena rara - ... vaya - exclamo realmente curioso - ...
Me acerco al espejo y observo mis caderas, me agarro los pechos y compruebo su firmeza riendo, ahora que me fijo llevo la guitarra a la espalda, pero tiene chapas enganchadas, la espada sigue en mi espalda, y el escudo en mi brazo ...
Me giro y veo los cambios de los demás, en verdad se notan mucho, un chico pelirrojo a ocupado el lugar de Elliot, y una chica rubia el lugar de Jack ... también hay una chica chinita, que sera Yip y una niña mas pequeña, Gael ...
-Estáis genial - digo riendo con mi nueva voz - ...
Sigo oyendo la voz, mas cerca, y sin esperar abro una puerta, supongo que me siguen ...

Al rato llegamos a un edificio que no he visto antes. Solo tiene una planta y nada de su fachada sirve para discernir qué pueda haber dentro. Los dos pasan al interior y yo me quedo en el umbral, esperando sus reacciones, pero la curiosidad me puede y acabo entrando. La puerta se cierra tras de mí automáticamente y el portazo me sobresalta, me giro para intentar abrirla y alargo la mano dere...<<¿Qué diantre? Ese guante no es mío...>> Un mitón desconocido viste mi mano derecha. Me la acerco a la cara y lo miro mejor <<Definitivamente no es mío>> Pero no me lo quito, los detalles en negro sobre la rejilla me gustan. Intento abrir pero nada, la puerta ni vibra <<Maldita sea...Buscaré a los otros dos para decírselo>> Vuelvo a enfrentar el vestíbulo y con el nuevo giro noto algo pesado en el pecho <<Auch, ¿qué fue eso?>> Me miro y casi doy un grito al ver dos cosas que no deberían estar ahí. <<Oh no...ESTO sí que no es mío...¿De dónde han salido? ¿Y esta...este ...corsé? Me gusta...¿Pero cómo ha llegado ahí? Y...bueno...>> mientras busco una palabra adecuada, la mano derecha roza la suave piel al descubierto y me estremezco <<Pechos, eso>> Parpadeo varias veces, esto es una locura, pero...<<Es real. Es magia...Maldita magia...¿Qué más has hecho, Magia?>> Doy un paso y me fijo en unas botas negras con un tacón inaudito. Y vaya pantalón llevo...Negro, ajustado pero flexible, como he comprobado al dar el paso de antes. Miro el suelo con cierto temor y doy otro paso, pero no me caigo. Confuso, un poco alucinando por la ropa y situación, doy varias vueltas sobre mí y me miro con detenimiento. El corset es de camuflaje, con detalle de cintas en la parte delantera y hebillas en los laterales. Tiene...trece varillas y una sobretela en la parte trasera para que no se vea la espalda si no queda cerrado de todo, cosa que compruebo al abrirlo un poco, pero lo cierro rápidamente, no vaya a caérseme. El látigo sigue a la cintura, junto con la espada, pero ni rastro de mis guantes de colaespina. Pero...algo no encaja en el espejo...O sobra...¡El pelo! MI pelo. Es como mi pelo pero mucho más largo, ondulado, hasta la cintura. <<Con esta pinta me pega el pelo negro...O rojo como Elliot>> pero al pensar en la chica, se me ocurre una cosa <<¿Habrán cambiado ellos también? Esto va a ser divertido>> Pero ya han cambiado, están todos cambiados. <<Con que cambias el sexo, eh, ¿casita?>> Vacuum habla con voz diferente y sonrío
-Tienes...-la voz no es la mía tampoco, es más aguda que de lo normal. Sacudo la cabeza y sigo.-Tienes buena pinta. Todos tenemos buena pinta. O...bueno, todas.-y sigo riendo.

-Otra vez este edificio. Qué aburridos sois.

Pero nadie le escuchó. Drew entró sin dudar. Nada más atravesar la puerta sintió una sensación familiar. "La la la la la la la...", canturreó para asegurarse. Miró un poco hacia abajo, incómodo, y se desenmarañó un poco el pelo, un poco más largo ahora.

Drew, o mejor dicho en este caso, Andrea, miró alrededor. Le costó contener la risa al reconocer a las personas a las que había seguido.

Mis compañeros entran en una casa que nunca había visto antes. Me pregunto a qué vendríamos a este lugar. Quizá hay comida, libros, o algo así. Los sigo un paso por detrás cuando entran y me entretengo observando el edificio. Es bastante extraño y laberíntico.
-¿Chicos... dónde estamos? -pregunto girándome hacia ellos.
¿Uh? ¿Y esa voz? Juraría que acaba de salirme un gallo. Aunque pronto me olvido de esa tontería por el momento. ¿Qué dem...?
-¿Chi...cos?
Me quedo aturdido mientras los miro. No tengo la menor idea de qué acaba de pasar, pero ante mí tengo a chicas donde había chicos y chicos donde había chicas. Con sus rasgos, su color de ojos y pelo...
-¿Qué está pasando? -pregunto amedrentado. Entonces, recuerdo mi voz más chillona de lo habitual y me doy cuenta de que no soy ninguna excepción.
Miro hacia abajo, poniéndome colorado. Llevo una falda hasta las rodillas y un jersey que en nada se parecía al que tenía cuando había salido de casa. Me toco el pecho inconscientemente, pero está como siempre, o eso creo. Sin darme cuenta de que quizá alguien me está mirando llevo las manos a la ingle y suelto un gritito.

Yip entra en el curioso edificio, siguiendo al resto y cuando pasa el umbral ve que algo va mal, descubre que en el interior le espera gente desconocida, al verles, Yip levanta los puños, y, se sorprende al ver su brazo cubierto hasta el codo con un guante de seda negro, entoncese mira mejor y ve un par de cambios que le hacen sonrojarse por completo. Después del azoramiento inicial, acaba la inspección y se mira en uno de los espejos. Lleva unos pantalones holgados y cómodos negros y una camiseta gris sin mangas, sus zapatos han sido sustituidos por unas botas negras y anudada al cuello lleva una bufanda a rayas grises y negras.



-¿Que ha pasado?- pregunta con una voz que no es la suya-¿que me habeis hecho?-pregunta intentando parecer amenazador, pero le sale una voz histérica que se lleva al traste cualquier amenaza