Casa Gamides

Atravieso la puerta y les dejo discutiendo tras de mi, dejo la puerta abierta, para que me sigan ... ahora estoy en una habitación con azulejos blancos y negros, que se intercalan formando un patrón de tablero de ajedrez, las puertas están pintadas unas de blanco y otras de negro, y se confunden en el entramado de azulejos, la voz suene mas fuerte y me voy acercando a las puertas, donde apoyo la cabeza, para escuchar el sonido que me llega atraves de las puertas ...
-No tiene lógica - digo al percatarme de que se oye mas lejos o mas cerca dependiendo de la puerta en la que me apoye - ... esta casa es muy rara ...
Elijo la puerta de la que parece que proviene el sonido mas fuerte, la atravieso y continuo andando, he perdido de vista a mis compañeros, pero son listos, seguirán el sonido ...
La nueva habitación en la que estoy esta cubierta de cortinas de seda, de colores anaranjados y rojizos que evocan el otoño, se respira un aire a bosque otoñal que me encanta, el otoño es mi estación preferida aparte del invierno ...
Las puertas de madera tienen tallados de animales del bosque y de árboles ... me acerco a la única de la que sale sonido, un sonido muy claro esta vez ...
-Esta - digo abriendo la puerta con decisión y pasando adentro - ...
Es una habitación mas pequeña que las anteriores, con un mosaico en el suelo, que representa horribles bestias que aúllan hacia algo, no me fijo el que ... hay una chica muy guapa en el centro de la sala, viste con unos pantalones vaqueros cortos y desgarrados, lleva unas botas militares hasta la rodilla, y una especie de chaleco o blusa de tirantes negro, que esta abrochado justo debajo del pecho, dejando el vientre al aire ... lleva varios talismanes al cuello y su pelo es rubio ceniza largo por los hombros, tiene los ojos cerrados, pero se que son dorados ... los auriculares en el suelo lo delatan, esta cantando y la letra parece clamar algo, descargar un peso enorme de encima ... dejo el escudo y la espada apoyados a un lado ...
-¿Cain? - pregunto para asegurarme dando un par de pasos hacia el/ella - ...

Drew, bueno la chica que ahora era Drew estaba son camiseta, enseñando todos sus encantos. Di un suspiro mientras me quitaba la chaqueta y se la ponía por encima. - ¡Dejad ya de mirar que vosotros también tenéis ahora! - les dije a los demás en un tono serio. Con mi nueva voz todo sonaba mucho mas duro que antes. Cuando vuelvo a mirar, Vacuum se había largado. Voy corriendo tras él, pero cuando cruzo la puerta ya no está. ¡Mierda! Hay como quince puertas... ¿por cual habrá ido? decido entrar en la que tengo justo en frente y de pronto me encuentro en una habitación completamente rosa. Suelo magenta, paredes de color pastel, lamparas de araña rosa... ¡Pero que cursi por dios! Hay dos puertas una enorme, como de cuatro metros de alto y otra de apenas un metro. Decido ir por la grande. Tras ella hay una habitación muy pequeñita, decorada al estilo rococó, con un monton de cenefas en color oro y paredes en tonos pastel. En la habitación solo hay un piano blanco y dorado. ¡Un piano! ¿Cuanto tiempo hacía que no tocaba el piano? Sin saber porqué, me senté en el banquito y mis manos se deslizaron por las teclas haciendo sonar algunas notas. Sonreí y comencé a tocar una melodía sencilla... cuando quise darme cuenta, la habitación resonaba con la melodía de Clair de Lune.Me olvidé de todo durante un rato. Me olvidé de los demás, de donde estaba, de que yo era un chico ahora... en ese momento en mi cabeza solo había lugar para la música y los sentimientos que ésta provocaba en mi. Todo lo que podía notar eran mis dedos apoyándose sobre las frias teclas de marfil... ¡Y me sentía tan bien!

Cain dejó de cantar y se giró bruscamente hacia la voz que le hablaba. Era una chica adorable de cabello negro y ojos verdes, reconoció a Vacuum en ella enseguida. le dedicó una amplia sonrisa.
-No esperaba verte aquí. ¿Como me has encontrado?- preguntó acercándose a Vacuum para inspeccionar su nuevo cuerpo. Le gustaba, le gustaba mucho, tanto ocmo su cuerpo masculino. Y el verde de sus ojos rodeado de largas pestañas, su cabello recogido en dos coletitas, todo le daba un aspecto tan dulce- Te comería!- exclamó abrazándole con fuerza, notando sus pechos contra los propios, además era tan suave... Su olor se había atenuado, era más fresco, más suave y delicado, pero seguía siendo el suyo. Aunque no sabía si Vacuum se había habituado al cambio o si se sentía incómodo. Tal vez se había dejado llevar.. Se separó un poco y se disculpó. Vio la bufanda alrededor de su cuello y no pudo reprimir una sonrisa pícara.

Yip se siente confuso, y como no sabe que hacer, empieza a hablar con la niña, que tiene una semejanza al chico del torreón que le curó



-Hola pequeña-dice con una voz chillona a la que todavía no se ha acostumbrado-¿que haces aquí? ¿sabes donde está tu hermano Gael? soy amiga suya-dice corrigiendo mentalmente ese amiga por un "amigo"



<<lo siguiente será cambiar el nombre por Yepa Woman o algo así>>

Los dos chicos de ayer y el que encontramos en el baño del burdel también han venido <<Ese vive en Letargo al parecer>> Y lo mejor es que no lleva camiseta, pero como estamos entre "iguales" pues sonrío y, tras dejar la espada cerca de la puerta, echo a andar por el edificio. Vacuum y Elliot salen corriendo uno detrás de otro y desaparecen de mi vista, así que decido perderme por los pasillos. Alguien cantaba antes, cierto, pero ha dejado de hacerlo y ahora al parecer toca un piano , pero yo no sé tocar ningún instrumento. Así que voy taconeando a propósito y además chasqueando el látigo contra el suelo. Hay infinidad de espejos en las paredes y en los huecos vacíos hay puertas, por lo tanto, infinidad de habitaciones que explorar. Una puerta roja llama mi atención y paso al interior, pero solo hay una cama con muchos cojines encima, así que cierro la puerta y sigo paseando con mi peculiar música. <<Eh, buena idea>> Sonrío y me paro frente a un espejo, me acerco la mano izquierda a la vista y suelto una risilla cuando me veo las uñas largas, que luego llevo al espejo y le doy una pasada para arañarlo. <<Buenas uñas, sí señora. ¿Señora? Eso suena a mujer mayor...Mejor...¿Dama? Sí, vale. ¿Y nombre? Jack...¡Jackeline!>>
-Dama Jackeline.-digo con mi nueva voz y suelto una risita.
Luego sigo paseando, asomándome a alguna que otra habitación, con mi musiquita de tacones, látigo y uñas...

Drea volvió a mirarse al espejo. Lo cierto era que no había una gran diferencia: el mismo pelo descuidado, la misma cara, muy ligeramente menos marcada y, por algún extraño motivo, los mismos andares. La chaqueta le iba algo grande y se le hacía incómoda. Se preguntó que pasaría cuando su dueño/a saliese del edificio.

La sala, antes repleta, comenzó a vaciarse según cada cual emprendía su propia exploración. "Se van a perder", pensó negativamente, "encima son un montón y yo no pienso buscar a ninguno". Drea dió varias vueltas por hacer algo y después se sentó en una silla llena de polvo. Aún podía oir aquella voz femenina y cantarina, que sin embargo entonaba una canción bastante dura con un ritmo increible.

Mientras esperaba, no pudo reprimir la tentación de mirar el espejo. Ella volvió a mirarle perpleja. Le sacó la lengua. Aquel gesto infantil le hizo sentir mejor.

Me quedo demasiado conmocionada durante unos instantes como para enterarme de lo que pasa a mi alrededor. De pronto alguien me habla haciéndome volver en mí. Veo que ya no queda nadie más en la habitación. ¿Adónde habrán ido? Esto parece demasiado laberíntico.
-¿Qué hermano ni que gaitas? -le grito al que solía ser Yip con voz espantada-. ¡Gael soy yo!

Mientras hablo retrocedo un poco, sin dejar de darle vuelo a la falda inconscientemente. De pronto caigo en una cosa.
-Ah... ¿o sea que ya sabían a dónde venían? -Los demás estaban demasiado tranquilos, ya debían de conocer aquellos... "efectos"-. ¡Maldita sea, esto se avisa! -No me doy cuenta de que el pobre Yip... la pobre Yip sigue ahí mientras maldigo.
-Debe de... revertirse al salir -añado más tranquila para Yip-. ¿Lo comprobamos?

Cain se percata de mi presencia y se me acerca con una sonrisa, me pregunta como le he encontrado y después de decirme que me comería me da un abrazo ... noto sus pechos contra los míos y me estremezco, hundo la nariz en su pelo y respiro profundamente, su olor a cambiado ligeramente, pero sigue siendo el mismo, distinto, pero el mismo ...
Se separa y se disculpa, parece como si me dejara espacio ... sonrío y le miro a los ojos ...
-Seguí tu voz - le digo riendo con una risa clara - ... y no tienes de que disculparte ...
Me acerco rápido y le acaricio el vientre descubierto con la punta de los dedos, acerco mi boca a la suya y pruebo a darle un beso con suavidad, sus labios son distintos, pero saben igual ...

Yip se queda boquiabierto al enterarse de que la joven que tiene delante es Gael, y en su estado de shock apenas oye lo que le dice, sólo escucha lo último al notar el cambio en el temperamento de la chica

-Sálgamos pronto, antes de que tenga un trastorno psicológico irreparable


Yip le ofrece su enguantada mano y se dirge hacia las puertas, escoge una al azar y llega a otra sala con más puertas aún.

-Vale, no me gustan los laberintos, como tu eres más joven y por tanto más novato, vas a elegir tu las puertas por las que vamos a cruzar, confiando en que la suerte del novato sea más que un forma de hablar

Cai le devolvió el beso. Era una sensación tan curiosa, tan... mágica y extraña. Resultaba a la vez desconcertante y excitante. Se estremeció al sentir los dedos de Vacuum en su vientre.
-¿Tanto se me oía?- preguntó un tanto avergonzada. No se había parado a pensar que tuviese tanta potencia... aunuqe eso le hacía enorgullecerse un poquito... Rodeó la cintura de Vacuum con los brazos y apoyó la cabeza en su hombro, mirando a su alrededor.-Hmmm has venido solo? o Sola? Ahora va a ser complicado salir de aquí, la última vez lo pasamos bastante mal...- comentó. El ser alado del techo les observaba <<Pervertido>> le dijo mentalmente

-Ser más joven no me hace más novato ni tener más suerte -digo malhumorado.
Agarro el pomo a mi espalda pero hay una habitación al otro lado. Frunzo el ceño y abro otra puerta, que tampoco da al exterior.
-Vaya... maldita magia -murmuro-. Encima esto... estaba seguro de que aquella era la puerta por la que entramos.
Me dirijo de nuevo a la primera puerta y la abro... en su interior se ve otra habitación totalmente diferente. Sí, sin duda aquello no pintaba bien. ¿Adónde habrían ido los demás? Tomo aire y abro otra puerta, asomándome a su interior. Allí hay alguien...
-¡Tú! -exclamo-, ¡el que merodea de noche por fuera! -Espero no haberlo ofendido-. ¿Sabes salir de aquí?
Entro en la habitación con Yip y la puerta se cierra a nuestra espalda.

Drea señaló una puerta.

-Esta. Fijo. ¿Ya os vais?

En efecto, aquella era la puerta que llevaba a la salida, como podrían comprobar.

Drea esperó una respuesta, aburrida, mientras todos los demás vagaban perdidos en aquel laberinto.

Yip se precipita hacia la puerta, arrastrando consigo al joven Gael, al que tiene firmemente sujeto de la mano. Al salir del edificio, Yip suspira aliviadoy rápidamente se palpa la entrepierna por si acaso, y cuando está seguro de que vuelve a estar como antes, sonríe.



-Puff menos mal que ya ha acabado todo, ya estaba empezando a confundir mi forma d epensar-dice riendo-bueno, estás son ya muchas emociones por un día, me voy al torreón ¿te vienes?



Continua en el torreón Letargo