El Cuchitril (Archivo I)
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Yber
Muffie
Leonart
Alicia
Evanna
LEC
Administración
Naeryan
Matt
Jack
14 participantes
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
El Cuchitril (Archivo I)
21/11/12, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: El Cuchitril (Archivo I)
02/03/13, 05:27 pm
Wen llegó rápidamente al cuchitril luego de despedirse de los que estaban en el burdel. Al tocar la puerta, no tardó en abrir Terro, esa enorme creación de Matt. Al entrar, dijo en voz alta el nombre de Nasher a modo de pregunta, junto con un hechizo de amplificación, para darles a conocer a los que estuvieran ahí su presencia y comenzó a buscar al asreniano por el edificio hasta dar con la habitación de Giz, donde supuso que este estaría.
- ¿Giz? ¿Estás ahí? Busco a Nasher, ¿está contigo? Me gustaría hablar con él. - preguntó la vouivre a través de la puerta y esperando en el pasillo.
- InvitadoInvitado
Re: El Cuchitril (Archivo I)
02/03/13, 05:50 pm
Nasher no dijo una sola palabra en todo el camino, se limitaba a poner un pie delante del otro como un autómata, siguendo el camino que Giz le marcaba. No se preocupó de nadie, se sentía agotado y tan solo quería dejarse caer en algún rincón y pasarse allí varias semanas. Nada le apetecía, la tristeza se había ido apoderando de él hasta que ya no fue tristeza, sino una especie de insensibilidad, de indiferencia ante todo a su alrededor. El muro de hielo que le separaba del torbellino de sentimientos aguantó hasta que llegaron a la habitación, aguantó las palabras de Giz, y su beso, pero el ultimo comentario acabó derritiéndolo y Nasher se deshizo en lágrimas. Se abrazó a Giz y se echó a llorar sobre su hombro.
-Durante mi criba murieron la mitad de mis compañerós- le contó entre hipidos- Algunos delante de nuestras propias narices, y en ninguna ocasión pude hacer nada. No era fuerte, no sabía hacer magia y era tan estúpido que me empeñaba en creer en la bondad de todo el mundo. Cada vex que caía uno buscaba la compañía de la que creía era mi unica amiga allí, pero que resultó ser aun peor que los monstruos que había en la ciudad...- recordar a Enna siempre le dolía, era como una daga candente que le abría la espalda en canal- Ella me traicionó, pero tú no lo harás, ¿verdad?- agarró a Giz para mirarle a los ojos- ¿No me traicionarás?
Estaba a punto de añadir que si lo hacía no descansaría hasta matarle cuando llamaron a la puerta. Eera Wen, y le estaba buscando.
-Estoy aquí- respondió- Pasa...
-Durante mi criba murieron la mitad de mis compañerós- le contó entre hipidos- Algunos delante de nuestras propias narices, y en ninguna ocasión pude hacer nada. No era fuerte, no sabía hacer magia y era tan estúpido que me empeñaba en creer en la bondad de todo el mundo. Cada vex que caía uno buscaba la compañía de la que creía era mi unica amiga allí, pero que resultó ser aun peor que los monstruos que había en la ciudad...- recordar a Enna siempre le dolía, era como una daga candente que le abría la espalda en canal- Ella me traicionó, pero tú no lo harás, ¿verdad?- agarró a Giz para mirarle a los ojos- ¿No me traicionarás?
Estaba a punto de añadir que si lo hacía no descansaría hasta matarle cuando llamaron a la puerta. Eera Wen, y le estaba buscando.
-Estoy aquí- respondió- Pasa...
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: El Cuchitril (Archivo I)
02/03/13, 06:44 pm
Wen oyó la voz de Nasher a través de la puerta. Al entrar, saludó a ambos asrenianos y pidió al goliat si podía dejarlos solos.
- No me lo tomes en cuenta ni nada, Giz, solo quiero hablar de compañero de criba a compañero de criba. - le explicó al asreniano, intentando torpemente que este no se sintiera excluido.
Wen se mantuvo en silencio minutos después de que Giz saliera de la habitación. No sabía muy bien qué decir ni qué hacer; ni siquiera sabía si hablar con él iba a ayudarle en algo. Tras unos segundos más, se sentó al lado de Nasher y comenzó a hablar.
- ¿Te acuerdas del primer día que llegamos aquí? - comenzó a decir.- Yo no sabía hablar con las personas y tu recogías el peso del mundo sobre tus hombros. Hay cosas que no cambian. – Wen se quedó de nuevo callada durante unos segundo.- Sé cómo te sientes. ¿Quién mejor que yo iba a saberlo, que lo ha vivido contigo? Muchos murieron, pero también muchos sobrevivimos. No somos culpables de sus muertes, pero sí de la supervivencia de los demás. - La vouivre volvió a callar y un pensamiento pasó por su cabeza.- Nunca dijisteis nada y por aquel entonces a mi no me importaba demasiado, pero todos sabemos que yo mate a Res. ¿Me convierte eso en una mala persona? ¿Debí haberle dejado vivir? Dime, Nasher, ¿Nos merecemos la muerte por cada vida que no salvamos? - preguntó la británica mirándose las manos.- En mi mundo, la muerte acecha en cada esquina, como aquí, la diferencia es que ahí se oculta y aquí está presente en todo momento, te mantiene alerta para que no te despistes y poder evitarla. ¿Recuerdas lo que te dije en el abismo la primera vez que nos cruzamos con él? Todavía lo pienso. Eres admirable, Nasher. A pesar de todo, de mi carácter difícil, del pasotismo de Tsusu, de la timidez de Kae, de la peculiar forma de ser de Matt, de la niña azucar-glass y de las muertes, tu parecías ser el que nos mantenía unidos. - Tras esas palabras, Wen volvió a quedarse en silencio durante algunos minutos hasta que levantó la vista de sus manos y miró a los ojos a Nasher.- ¿Alguna vez piensas en Enna? Yo lo hago cuando vamos a entrenar a la bahía, cuando veo el lugar donde la dejamos. No sé en qué se transformó, ni siquiera si sobrevivió, pero, la verdad, no me importa. Creo que Rocavarancolia le da a cada uno lo que se merece si sabe ir a por ello. ¿Por qué sino nos iba a dar a nosotros amigos tan buenos? Además, tú tienes a Giz y yo… bueno, yo tengo mis cosas. - añadió con una leve carcajada.- Aunque haya que enfrentarse a la muerte diariamente es agradable hacerlo en buena compañía.
- InvitadoInvitado
Re: El Cuchitril (Archivo I)
02/03/13, 07:51 pm
Nasher no quería que Giz se fuera. Aun no le había respondido y necesitaba oir esas palabras, necesitaba dejar de sentirse como un idiota. Pero el goliat salió de la habitación y él se quedó a solas con Wen. Subió las piernas al colchón y cruzó los brazos sobre las rodillas, secándose los ojos con disimulo. Tenía un nudo en la garganta que se apretaba cada vez que Wen peionunciaba una palabra. Eran verdades, o la chica parecía estar convencida de que eran verdades, pero Nasher no lo tenía tan claro.
-Yo podría haberlo evitado. Tú mataste a Res, pero lo hiciste para protegernos, para protegerte a tí misma, pero yo sabía que podía ser peligroso. Todos en Asrena sabemos que los ranta son peligrosos, los violentos y desequilibrados ranta. Yo conviví con uno bajo el mismo techo, lo tenía delante, sabía lo que era, y sin embargo no lo delaté. Quise darle una oportunidad, creer que podía ser bueno porque Nassandra lo había elegido- rió amargamente- Fui un necio, y eso le costó la vida a una persona y casi nos la cuesta a todos. ¿Que si pienso en Enna? Claro que pienso en ella, soñé con ella todas las malditas noches desde que la abandonamos en los acantilados. Cada vez que cerraba los ojos estaba ahí, con su sonrisa falsa y su voz dulce recordándome una y otra vez como me había engañado. Me tragué toda su farsa, tuve a un monstruo delante de mis narices durante meses y ni me enteré. ¡Dormí con ella, joder, y aun así no me di cuenta de lo que hacía!
Se cubrió la cara con los brazos y se mordió la piel con rabia hasta hacerse sangre. Estaba llorando de nuevo, y sentía vergüenza y asco de sí mismo. Nunca había hablado con nadie sobre todo aquello, y al ponerlo en palabras, al decirlo en voz alta se dio cuenta del alcance que habían tenido sus acciones.
-No soy admirable, Wen, sé que lo crees y que intentas ayudarme, pero no lo soy- dijo con voz quebrada- Soy un imbecil, y mi imbecilidad ha costado vidas. Me empeñé en no ver lo que tenía delante de las narices y os puse en peligro a todos. A veces pienso que deberías haberme dejado tirarme al abismo pero... tengo miedo. Me da miedo morir- hipó y el llanto le impidió continuar hablando.
-Yo podría haberlo evitado. Tú mataste a Res, pero lo hiciste para protegernos, para protegerte a tí misma, pero yo sabía que podía ser peligroso. Todos en Asrena sabemos que los ranta son peligrosos, los violentos y desequilibrados ranta. Yo conviví con uno bajo el mismo techo, lo tenía delante, sabía lo que era, y sin embargo no lo delaté. Quise darle una oportunidad, creer que podía ser bueno porque Nassandra lo había elegido- rió amargamente- Fui un necio, y eso le costó la vida a una persona y casi nos la cuesta a todos. ¿Que si pienso en Enna? Claro que pienso en ella, soñé con ella todas las malditas noches desde que la abandonamos en los acantilados. Cada vez que cerraba los ojos estaba ahí, con su sonrisa falsa y su voz dulce recordándome una y otra vez como me había engañado. Me tragué toda su farsa, tuve a un monstruo delante de mis narices durante meses y ni me enteré. ¡Dormí con ella, joder, y aun así no me di cuenta de lo que hacía!
Se cubrió la cara con los brazos y se mordió la piel con rabia hasta hacerse sangre. Estaba llorando de nuevo, y sentía vergüenza y asco de sí mismo. Nunca había hablado con nadie sobre todo aquello, y al ponerlo en palabras, al decirlo en voz alta se dio cuenta del alcance que habían tenido sus acciones.
-No soy admirable, Wen, sé que lo crees y que intentas ayudarme, pero no lo soy- dijo con voz quebrada- Soy un imbecil, y mi imbecilidad ha costado vidas. Me empeñé en no ver lo que tenía delante de las narices y os puse en peligro a todos. A veces pienso que deberías haberme dejado tirarme al abismo pero... tengo miedo. Me da miedo morir- hipó y el llanto le impidió continuar hablando.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: El Cuchitril (Archivo I)
02/03/13, 08:49 pm
Wen escuchó a Nasher en silencio, jugando con sus manos. “Todavía no se tratar con personas al igual que él no deja de echarse el peso del mundo.” Se dio cuenta la vouivre cuando Nasher empezó a llorar.
- Sigues haciéndolo, como en la criba. - comentó la británica.- ¿Qué Res era peligroso? Si, y convivió con nosotros durante un tiempo corto. La ciudad también era peligrosa y aun así seguimos aquí. Y Enna…- murmuró con una sonrisa socarrona.- La dulce y pequeña niña azucar-glass, tan dulce y mona que, cuando la ves y la escuchas, se te llena la boca de miel. Una autentica maestra del disfraz, ¿verdad? No fuiste el único, nos engañó a todos. Tu único delito fue no ser un asqueroso desconfiado, borde y prepotente que se creía poder con todo solito y, créeme, ser así no es la mejor opción, te lo digo por experiencia. Pierdes la vulnerabilidad con las personas, pero ganas mucho en soledad, amargura y tristeza. No vale la pena. - En ese momento, Wen le dedicó una sonrisa tierna que, a su parecer, debía quedar de lo más extraña en su cara siempre seria.- A todos nos engañan, Nasher, de una forma u otra. Durante toda la vida te muestras o te dicen cosas que son falsas ¿y para qué? Para nada, porque nadie gana nada con la mentira. Si tú eres un imbécil yo también lo soy y todos en esta ciudad y en todos los mundos lo son. Te admiro porque, al contrario que yo, ves la parte buena de las personas, en lo que podrían convertirse y crees en ello. - la vouivre sonrió de nuevo a su amigo, esperando que sus palabras lo estuvieran ayudando. No había ido ahí para hacer sentir peor al asreniano y quería que sonriera aunque fuera una vez, aunque solo fuera para sentir que no era una inútil.- Y que sepas que no debes tener miedo a morir. ¿Sabes qué fue lo que me hizo apartarme del abismo y poder apartaros a vosotros? Porque morir es fácil, seguir adelante es lo difícil. No podía coger el camino fácil y suicidarme, tenía que demostrarle a la ciudad por qué mi esencia había hecho que me trajeran aquí, tenía que demostrarle que era fuerte y que necesitaría algo más que una vocecita para acabar conmigo. Parece extraño decir que el no tener miedo a la muerte es lo que me salva de ella, pero así lo veo yo.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
03/03/13, 07:36 pm
Despierto. No es un despertar plácido ni lento, pues al instante abro los ojos y me siento en… mi cama, mi habitación, el Cuchitril. No estoy cansada, no me cuesta moverme, estoy alerta y recuerdo. Entonces me acuesto de nuevo y me quito la ropa. Oh, ¿pero qué he hecho? ¿En qué estaba pensando? Ni siquiera en Aníbal, no, ni siquiera le consideré. ¿Qué hice, qué tenía en la cabeza? Por alguna razón, me atrajo irremediablemente la presencia de un enemigo desconocido, alguien capaz de vencer a mi amigo sin que quede rastro de él, de resistencia… quise conocerle, quise luchar, quise derrotarle; y en un arranque puse en peligro a mis amigos, a todos, a pesar de que Noel y Nasher nos advirtieron sobre los riesgos del abismo.
Tengo frío, así que me tapo con lo que tengo de manta.
Y no sólo eso, sino que encima hice daño a Noel, le golpeé y arrojé al suelo sin piedad. Bien merecido tenía su puño, su riña… ‹‹¡una paliza tendría que haberme pegado!››. Joder, joder, esto lo he soltado en voz alta. Parece que hay alguien en el cuchitril, pero me es imposible identificar las voces y no voy a salir… no puedo, no lo merezco. Deberían encerrarme como loca que soy, loca loca y más que loca. No puedo hacer nada, no quiero hacer nada, es como si el abismo me hubiera succionado la fuerza y toda voluntad… oh, necesito a alguien, pero no. Ellos no me necesitan, no debería estar aquí, no, no, no. El abismo... decía la verdad, sin duda la decía.
Inconscientemente, adopto una posición fetal, totalmente a la defensiva, mientras aprieto las manos contra la cabeza.
¿Rocavarancolia es mi hogar? La muerte me persigue, me hace ir de aquí allí, sin un rumbo fijo. Al final, como en la Tierra, no tengo hogar. Oh, madre, nos pasamos la vida buscando, me lo dijiste, pero ahora sólo veo huida. Sin lugar donde establecernos, sin hogar. Estoy condenada a la nada, a la muerte, como todos… pero sin encontrar el reposo en vida, la seguridad. Siempre poniendo en peligro a los demás, he adoptado la maldición de la familia, pues la muerte me acompaña. Madre, ¿qué abismo te reclamó a ti? Al menos yo he tenido la suerte de conocer mi final.
Tengo frío, así que me tapo con lo que tengo de manta.
Y no sólo eso, sino que encima hice daño a Noel, le golpeé y arrojé al suelo sin piedad. Bien merecido tenía su puño, su riña… ‹‹¡una paliza tendría que haberme pegado!››. Joder, joder, esto lo he soltado en voz alta. Parece que hay alguien en el cuchitril, pero me es imposible identificar las voces y no voy a salir… no puedo, no lo merezco. Deberían encerrarme como loca que soy, loca loca y más que loca. No puedo hacer nada, no quiero hacer nada, es como si el abismo me hubiera succionado la fuerza y toda voluntad… oh, necesito a alguien, pero no. Ellos no me necesitan, no debería estar aquí, no, no, no. El abismo... decía la verdad, sin duda la decía.
Inconscientemente, adopto una posición fetal, totalmente a la defensiva, mientras aprieto las manos contra la cabeza.
¿Rocavarancolia es mi hogar? La muerte me persigue, me hace ir de aquí allí, sin un rumbo fijo. Al final, como en la Tierra, no tengo hogar. Oh, madre, nos pasamos la vida buscando, me lo dijiste, pero ahora sólo veo huida. Sin lugar donde establecernos, sin hogar. Estoy condenada a la nada, a la muerte, como todos… pero sin encontrar el reposo en vida, la seguridad. Siempre poniendo en peligro a los demás, he adoptado la maldición de la familia, pues la muerte me acompaña. Madre, ¿qué abismo te reclamó a ti? Al menos yo he tenido la suerte de conocer mi final.
- InvitadoInvitado
Re: El Cuchitril (Archivo I)
03/03/13, 11:45 pm
Nasher no tuvo más remedio que devolverle la sonrisa a Wen << Hay que reconocer que se lo está currando>> y echar por tierra el esfuerzo que sabía que estaba haciendo la vouivre sería algo muy feo, así que buscó en lo más profundo de su ser cualquier excusa para reirse, algo que lo sacara del pozo depresivo en el que se había metido. Y lo encontró, y se echó a reir, mezclando su risa con lágrimas en un extraño revoltijo de sentimientos y reacciones. Le dejó agotado, pero luego se sintió mejor.
-No voy a darte la razón, pero prometo pensar en lo que me has dicho- le concedió- Y no ponerme más depresivo, que no me sienta bien. Pero necesitaré ingentes cantidades de mimos para recuperarme y quiero empezar con un abrazo
Extendió ambos brazos con cierto aire exigente y viendo que su compañera dudaba acabó abrazándola él. Fue un abrazo largo, y la camiseta de Wen se humedeció con las lágrimas que aun tenía el asreniano en las mejillas.
-Hagamos una cosa- dijo cuando se separaron- Yo te enseño a tratar con la gente y a soltarte y tú me ayudas a quitarme la costumbre de querer llevar el mundo sobre mis hombros ¿trato?- ofreció la mano para que se la estrechase y desvió los ojos de forma significativa hacia la puerta. Giz seguía fuera y él necesitaba algo más de contacto que un abrazo.
-No voy a darte la razón, pero prometo pensar en lo que me has dicho- le concedió- Y no ponerme más depresivo, que no me sienta bien. Pero necesitaré ingentes cantidades de mimos para recuperarme y quiero empezar con un abrazo
Extendió ambos brazos con cierto aire exigente y viendo que su compañera dudaba acabó abrazándola él. Fue un abrazo largo, y la camiseta de Wen se humedeció con las lágrimas que aun tenía el asreniano en las mejillas.
-Hagamos una cosa- dijo cuando se separaron- Yo te enseño a tratar con la gente y a soltarte y tú me ayudas a quitarme la costumbre de querer llevar el mundo sobre mis hombros ¿trato?- ofreció la mano para que se la estrechase y desvió los ojos de forma significativa hacia la puerta. Giz seguía fuera y él necesitaba algo más de contacto que un abrazo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/03/13, 04:21 pm
El grupo volvió al cuchitril cuando ya no había rastro alguno de luz en el cielo. Los cuatro que volvían ya no estaban silenciosos como hacía unas horas y charlaban con normalidad, pero el ambiente que les recibió nada más entrar en la vieja posada los hizo volver a callarse. No se oía ni una mosca.
-Será mejor que vayamos a ver a Adara -dijo el draco sin alzar mucho la voz.
Una vez estuvieron todos listos, llamaron a la puerta de la habitación de la ángel negro. La voz de Adara los recibió desde el interior, así que abrieron la puerta y entraron.
La ángel negro se encontraba metida en su cama, con expresión poco alentadora en cuantoa a su estado de ánimo. Noel cogió una silla del cuarto y la puso cerca de la cama, sentándose en ella como queriendo encontrarse en una posición más cercana a la de su maestra.
-Deberías haber estado en la botica con nosotros -empezó a hablar como si se tratase de una conversación interrumpida previamente, obviando la pregunta de evidente respuesta acerca de su estado de ánimo-. Escucha, creo que entiendo por qué lo hiciste y creo que no te lo puedo reprochar porque quien sabe lo que hubiera hecho yo de no haber estado allí antes. Lo siento si fui muy brusco al alejaros de allí, especialmente contigo, y luego con todo lo que os dije... Tenía miedo. Miedo de que algo fuese mal y acabaseis en el fondo del abismo de forma estúpida y sin poder hacer nada por evitarlo.
El draco entonces calló, mirando a la ángel negro con expresión seria, esperando a que dijese algo.
-Será mejor que vayamos a ver a Adara -dijo el draco sin alzar mucho la voz.
Una vez estuvieron todos listos, llamaron a la puerta de la habitación de la ángel negro. La voz de Adara los recibió desde el interior, así que abrieron la puerta y entraron.
La ángel negro se encontraba metida en su cama, con expresión poco alentadora en cuantoa a su estado de ánimo. Noel cogió una silla del cuarto y la puso cerca de la cama, sentándose en ella como queriendo encontrarse en una posición más cercana a la de su maestra.
-Deberías haber estado en la botica con nosotros -empezó a hablar como si se tratase de una conversación interrumpida previamente, obviando la pregunta de evidente respuesta acerca de su estado de ánimo-. Escucha, creo que entiendo por qué lo hiciste y creo que no te lo puedo reprochar porque quien sabe lo que hubiera hecho yo de no haber estado allí antes. Lo siento si fui muy brusco al alejaros de allí, especialmente contigo, y luego con todo lo que os dije... Tenía miedo. Miedo de que algo fuese mal y acabaseis en el fondo del abismo de forma estúpida y sin poder hacer nada por evitarlo.
El draco entonces calló, mirando a la ángel negro con expresión seria, esperando a que dijese algo.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/03/13, 05:31 pm
Suenan voces por primera vez desde que subieron quien, sospecho, eran Giz y Nasher. Dejan de oírse cuando más se acercan al cuchitril, pero el sonido de la puerta revela que es alguien de la casa, pues de no ser así el gólem de arena no hubiera dejado entrar a nadie. Nerviosa, pero sin fuerzas para mover ni un solo dedo, espero tendida de lado en la cama deseando que pasen de largo, que pasen…
La puerta suena y yo, tapada por no más que la basta manta improvisada, respondo con un gruñido. Supongo que me han oído, pues entran Noel, Gael, Tania y Toima. El que toma la delantera lo hace también con las palabras, palabras que me cuesta entender, a pesar de lo claras que son. El draco calla. Ahora tengo que ser yo, ¿no? Se produce un largo silencio, una pausa tan difícil de sostener como de romper. Mi cabeza no bulle, no piensa nada, no puedo dirigir más que una mirada inexpresiva a los presentes, pero sus ojos sólo logran avergonzar a los míos. Ahora miran abajo como si ni las órbitas tuvieran fuerza.
—¿Estar dónde? ¿En la botica? –Pregunto de repente con voz ronca– Para causar más problemas a Nia, más de los que le he causado ya… Estúpida es lo que soy, sí, estúpida… ¿Sabes qué? No fuiste nada brusco, nada. De hecho, estabas en tu derecho de echarme abismo abajo, porque no merezco más. –El arrepentimiento mancha mi rostro con sendas líneas húmedas sin que haya percibido cuándo empezó a manar. Unas manos aprisionadas por las muñecas asoman por debajo de la manta–. Atadme, atadme y encerradme ya de una vez, pues allá donde os acompañe la muerte estará pisándome los talones. Marchaos, aún estáis a tiempo. Marchaos ya...
La puerta suena y yo, tapada por no más que la basta manta improvisada, respondo con un gruñido. Supongo que me han oído, pues entran Noel, Gael, Tania y Toima. El que toma la delantera lo hace también con las palabras, palabras que me cuesta entender, a pesar de lo claras que son. El draco calla. Ahora tengo que ser yo, ¿no? Se produce un largo silencio, una pausa tan difícil de sostener como de romper. Mi cabeza no bulle, no piensa nada, no puedo dirigir más que una mirada inexpresiva a los presentes, pero sus ojos sólo logran avergonzar a los míos. Ahora miran abajo como si ni las órbitas tuvieran fuerza.
—¿Estar dónde? ¿En la botica? –Pregunto de repente con voz ronca– Para causar más problemas a Nia, más de los que le he causado ya… Estúpida es lo que soy, sí, estúpida… ¿Sabes qué? No fuiste nada brusco, nada. De hecho, estabas en tu derecho de echarme abismo abajo, porque no merezco más. –El arrepentimiento mancha mi rostro con sendas líneas húmedas sin que haya percibido cuándo empezó a manar. Unas manos aprisionadas por las muñecas asoman por debajo de la manta–. Atadme, atadme y encerradme ya de una vez, pues allá donde os acompañe la muerte estará pisándome los talones. Marchaos, aún estáis a tiempo. Marchaos ya...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/03/13, 05:34 pm
A pesar de que le hubiese gustado acabar de contestar a Nasher, Giz los dejó solos como había pedido Wen, esperando que la vouivre fuera capaz de animarlo mejor que él. Mientras estuvo en el pasillo, se dedicó a andarlo y desandarlo de un extremo a otro, como quien espera resultados en una consulta médica. En algún momento, incluso barajó el poner un oído mágicamente en la conversación, pero no era una idea seria ni iba con él el cotillear charlas privadas. En algún momento le pareció oír ruidos de otra habitación, pero decidió que sería Toima, que andaba por allí.
Tras lo que se le hizo un rato subjetivamente largo, Wen salió y él se despidió de ella con un gesto amable, agradeciéndole mentalmente el que se hubiera acercado a hablar con él. Giz no confiaba mucho en su don de palabra para aliviar a nadie, de hecho, acostumbraba a meter la pata; por lo que la ayuda de terceros siempre venía bien.
-¿Nasher?-asomó la cabeza casi tímidamente por el umbral de la puerta. Se encontraba de pié- ¿Estás mejor?-tras un vistazo rápido le pareció que sí, pero era mejor asegurarse igualmente. Entró y se acercó hasta ponerse frente a él-. No habrá traiciones por mi parte-respondió por fin, esbozando una sonrisa sencilla-. Y que se preocupen los que tengan intención de hacerlo, no tú-se acercó un poco más a él y cerró la puerta con un movimiento de pie. La habitación no tardó en quedar insonorizada.
Tras lo que se le hizo un rato subjetivamente largo, Wen salió y él se despidió de ella con un gesto amable, agradeciéndole mentalmente el que se hubiera acercado a hablar con él. Giz no confiaba mucho en su don de palabra para aliviar a nadie, de hecho, acostumbraba a meter la pata; por lo que la ayuda de terceros siempre venía bien.
-¿Nasher?-asomó la cabeza casi tímidamente por el umbral de la puerta. Se encontraba de pié- ¿Estás mejor?-tras un vistazo rápido le pareció que sí, pero era mejor asegurarse igualmente. Entró y se acercó hasta ponerse frente a él-. No habrá traiciones por mi parte-respondió por fin, esbozando una sonrisa sencilla-. Y que se preocupen los que tengan intención de hacerlo, no tú-se acercó un poco más a él y cerró la puerta con un movimiento de pie. La habitación no tardó en quedar insonorizada.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/03/13, 06:16 pm
En su habitación, Adara les esperaba ya despierta. Al escuchar un gruñido por su parte, sus compañeros se decidieron a entrar. Pero la ángel negro no respondía como hubiera sido normal, estaba también irreconocible, y la preocupación de Gael regresó. «Pero vaya día... cualquiera diría que nos ha echado una maldición». Solo habló después del draco, y solo añadió sandeces. Gael se quedó boquiabierto. Lo peor era que parecía creérselas de verdad.
-Oh, por favor... Adara, ¿te estás oyendo? -soltó sin poder ocultar su asombro-. ¡Espabila!, el abismo es solo un hechizo. Ya sabemos que Rocavarancolia no es un parque de atracciones, pero no vas a ponerte así por unas simples palabras. ¿Sabes qué pasó en la botica? Al llegar, Nia se encontró a un frivy muerto, fue una de sus mascotas. Puedo entender que al ver eso le afectasen las palabras del hechizo, ¿pero qué pasa contigo? Esta no eres tú... Tú no eres Adara -terminó, debatiéndose entre la lástima y el enfado-. No sé a que viene lo de atraer a la muerte, pero ya te vale. Nadie, ningún amigo nuestro ha muerto por tu culpa, y estoy seguro de que lo sabes de sobra.
Sintió entonces un escalofrío al recordar dos muertes de las que sí se sentía culpable, dos muertes de mucho tiempo atrás y en las que no había vuelto a pensar, simplemente no quería. Pero ese día todo parecía querer atraer pensamientos tristes, frustraciones enterradas. El fuego fatuo dejo escapar un pequeño gruñido y asió el pomo de la puerta dispuesto a salir de allí sin más, pero se quedó quieto un instante en que se lo pensó mejor.
-Voy a hacer la cena. Y espero ver a todo el mundo sentado a la mesa esta noche.
Miró a Adara a los ojos e intento suavizar su expresión, intentando decirle con la mirada que se dejara de tonterías y recordase donde y con quienes estaba. Después se fue, sabiéndose incapaz de animar a nadie cuando él mismo seguia dándole vueltas a todo aquello.
-Oh, por favor... Adara, ¿te estás oyendo? -soltó sin poder ocultar su asombro-. ¡Espabila!, el abismo es solo un hechizo. Ya sabemos que Rocavarancolia no es un parque de atracciones, pero no vas a ponerte así por unas simples palabras. ¿Sabes qué pasó en la botica? Al llegar, Nia se encontró a un frivy muerto, fue una de sus mascotas. Puedo entender que al ver eso le afectasen las palabras del hechizo, ¿pero qué pasa contigo? Esta no eres tú... Tú no eres Adara -terminó, debatiéndose entre la lástima y el enfado-. No sé a que viene lo de atraer a la muerte, pero ya te vale. Nadie, ningún amigo nuestro ha muerto por tu culpa, y estoy seguro de que lo sabes de sobra.
Sintió entonces un escalofrío al recordar dos muertes de las que sí se sentía culpable, dos muertes de mucho tiempo atrás y en las que no había vuelto a pensar, simplemente no quería. Pero ese día todo parecía querer atraer pensamientos tristes, frustraciones enterradas. El fuego fatuo dejo escapar un pequeño gruñido y asió el pomo de la puerta dispuesto a salir de allí sin más, pero se quedó quieto un instante en que se lo pensó mejor.
-Voy a hacer la cena. Y espero ver a todo el mundo sentado a la mesa esta noche.
Miró a Adara a los ojos e intento suavizar su expresión, intentando decirle con la mirada que se dejara de tonterías y recordase donde y con quienes estaba. Después se fue, sabiéndose incapaz de animar a nadie cuando él mismo seguia dándole vueltas a todo aquello.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/03/13, 07:28 pm
Noel frunció el ceño ante las palabras de la ángel negro. Gael no se hizo esperar y expresó buena parte de lo que de seguro tenían todos en mente. Se levantó de golpe de la silla, haciendola caer al suelo de un coletazo inconsciente. Ignoró el golpe sordo con el que el mueble impactó contra el suelo y con expresión de enfado se dirigió a Adara una vez el fuego fatuo terminó de hablar. Sentía como la rabia de la que había hecho gala cuando les echó la bronca a todos en el abismo volvía a aflorar.
-Al abismo no, pero unas buenas hostias sí que te tendría que dar ahora mismo -le espetó sin más-. No me puedo creer que mi maestra, a quien tenía por una persona fuerte y sensata, esté diciendo semejantes gilipolleces. Pero vamos a ver, Adara... -hizo una pausa y suspiró-. No sé ni por donde empezar a despiezar tal sarta de idioteces. ¿Y eres tú la que me dijo a mí hace ya un año que no debía temer a mis insintos y asimilar lo que era? Cualquiera lo diría viéndote así -hizo otra pausa en su discurso en el cual aprovecho para recoger la silla del suelo y colocarla en su sitio-. Te repetiré lo mismo que a Nia: no sé que habéis oído en el abismo, pero sólo son un montón de obviedades estúpidas mezcladas con insidiosas mentiras con el único propósito de que te lances al vacío. Es un jodido hechizo, probablemente colocado ahí por un amargado que se sentía realizado haciendo que los demás se amargasen tanto como él, o vete tú a saber que cojones es esa cosa -el sueco se cruzó de brazos y volvió a suspirar, adoptando una actitud y un tono más calmados ahora-. Estuvo mal lo que hiciste, no te voy a engañar. Pero también he dicho que lo comprendo. Yo ya sabía que lo único que se podía encontrar allí era la muerte, o al menos la desesperación, y que no tenía sentido acercarse. Pero comprendo lo que te impulsó a querer conocer lo que había matado a Aníbal, un riesgo al que no sabes darle forma ni nombre parece incluso más peligroso -llegados a este punto el draco esbozó una leve sonrisa-. Sólo te pido que la próxima vez que te esté advirtiendo sobre un peligro de muerte me hagas un poco de caso en lugar de tirarme al suelo, que puede que la maestra seas tú pero creo que eso no excluye que yo también tenga sentido común.
Una vez terminó de hablar se dirigió hacia la puerta y se giró un poco antes de salir.
-Voy a ayudar al fuego de campamento a hacer la cena, o luego se quejará de tener que cocinar él solo para tantos... Que tenemos invitado encima -comentó de forma casual para después salir definitivamente del cuarto y empezar a bajar las escaleras.
-Al abismo no, pero unas buenas hostias sí que te tendría que dar ahora mismo -le espetó sin más-. No me puedo creer que mi maestra, a quien tenía por una persona fuerte y sensata, esté diciendo semejantes gilipolleces. Pero vamos a ver, Adara... -hizo una pausa y suspiró-. No sé ni por donde empezar a despiezar tal sarta de idioteces. ¿Y eres tú la que me dijo a mí hace ya un año que no debía temer a mis insintos y asimilar lo que era? Cualquiera lo diría viéndote así -hizo otra pausa en su discurso en el cual aprovecho para recoger la silla del suelo y colocarla en su sitio-. Te repetiré lo mismo que a Nia: no sé que habéis oído en el abismo, pero sólo son un montón de obviedades estúpidas mezcladas con insidiosas mentiras con el único propósito de que te lances al vacío. Es un jodido hechizo, probablemente colocado ahí por un amargado que se sentía realizado haciendo que los demás se amargasen tanto como él, o vete tú a saber que cojones es esa cosa -el sueco se cruzó de brazos y volvió a suspirar, adoptando una actitud y un tono más calmados ahora-. Estuvo mal lo que hiciste, no te voy a engañar. Pero también he dicho que lo comprendo. Yo ya sabía que lo único que se podía encontrar allí era la muerte, o al menos la desesperación, y que no tenía sentido acercarse. Pero comprendo lo que te impulsó a querer conocer lo que había matado a Aníbal, un riesgo al que no sabes darle forma ni nombre parece incluso más peligroso -llegados a este punto el draco esbozó una leve sonrisa-. Sólo te pido que la próxima vez que te esté advirtiendo sobre un peligro de muerte me hagas un poco de caso en lugar de tirarme al suelo, que puede que la maestra seas tú pero creo que eso no excluye que yo también tenga sentido común.
Una vez terminó de hablar se dirigió hacia la puerta y se giró un poco antes de salir.
-Voy a ayudar al fuego de campamento a hacer la cena, o luego se quejará de tener que cocinar él solo para tantos... Que tenemos invitado encima -comentó de forma casual para después salir definitivamente del cuarto y empezar a bajar las escaleras.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/03/13, 05:29 pm
Sus palabras no son seductoras, no atraen para ser oídas sin dar posibilidad a dudar, de pensar en nada más, pero aun así escucho. No se inmiscuyen en mi mente, no rebuscan en ningún lugar los argumentos ideales, pero en su imperfección también son indudables. No son como el abismo, son más directos, menos compasivos, más... sentimentales. Eso es algo que ningún hechizo podrá tener nunca. ¿Pero entonces qué debo creer, a qué debo atenerme? Al final, todo se reduce a nada... piense lo que piense, crea lo que crea, diga lo que diga.
‹‹El abismo no miente, lo sé›› susurro cuando han salido de la habitación. ‹‹Pero mis amigos tampoco.» Silencio en la habitación, silencio en mi cabeza. Sollozo, silencio, sollozo. Abrazo mis rodillas y aprieto la cabeza contra ellas. Y lloro las dudas, lloro el miedo, y, al fin, lloro a los que ya no están. Lloro ruidosamente, lloro sin esconderme, lloro manchando la almohada de mocos y lloro limpiándome.
*********
Tengo hambre. ¡Pero qué haaambre! Me visto enseguida y salgo de la habitación con ritmo pesado que detengo a media escalera mientras el estómago se queja con más elocuencia que el mejor de los oradores. Aun así, cuando llego al comedor me quedo mirando unos segundos la cocina para acabar dirigiendo mis pasos hacia la fuente. Como pensaba, no me puedo presentar con lo que se refleja en el cubo, así que me lavo la cara con el agua. Ah, mucho mejor, aunque aún tengo los ojos enrojecidos e hinchados. Esbozo una sonrisa para mí misma y tiro abajo el resto del agua. Camino con paso silencioso el resto del camino a la cocina, pero el oso en mi estómago ruge de nuevo delante de ella. Maldición. Asomo la cabeza por el marco un tanto avergonzada y compruebo que tanto Gael como Noel me miran.
—¿L-le falta mucho a la comida? –Sin esperar la respuesta, me encamino hacia dentro y empiezo a coger los cubiertos para poner la mesa. Al pasar por al lado de los dos chicos de vuelta al comedor susurro audiblemente un–: gracias.
Después de todo, no importa quién me diga qué; yo voy a seguir haciendo lo que me dé la gana.
‹‹El abismo no miente, lo sé›› susurro cuando han salido de la habitación. ‹‹Pero mis amigos tampoco.» Silencio en la habitación, silencio en mi cabeza. Sollozo, silencio, sollozo. Abrazo mis rodillas y aprieto la cabeza contra ellas. Y lloro las dudas, lloro el miedo, y, al fin, lloro a los que ya no están. Lloro ruidosamente, lloro sin esconderme, lloro manchando la almohada de mocos y lloro limpiándome.
*********
Tengo hambre. ¡Pero qué haaambre! Me visto enseguida y salgo de la habitación con ritmo pesado que detengo a media escalera mientras el estómago se queja con más elocuencia que el mejor de los oradores. Aun así, cuando llego al comedor me quedo mirando unos segundos la cocina para acabar dirigiendo mis pasos hacia la fuente. Como pensaba, no me puedo presentar con lo que se refleja en el cubo, así que me lavo la cara con el agua. Ah, mucho mejor, aunque aún tengo los ojos enrojecidos e hinchados. Esbozo una sonrisa para mí misma y tiro abajo el resto del agua. Camino con paso silencioso el resto del camino a la cocina, pero el oso en mi estómago ruge de nuevo delante de ella. Maldición. Asomo la cabeza por el marco un tanto avergonzada y compruebo que tanto Gael como Noel me miran.
—¿L-le falta mucho a la comida? –Sin esperar la respuesta, me encamino hacia dentro y empiezo a coger los cubiertos para poner la mesa. Al pasar por al lado de los dos chicos de vuelta al comedor susurro audiblemente un–: gracias.
Después de todo, no importa quién me diga qué; yo voy a seguir haciendo lo que me dé la gana.
- InvitadoInvitado
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/03/13, 05:52 pm
Wen se marchó y Giz se asomó por la puerta justo después. Nasher le dedicó una sonrisa para darle a entender que se encontraba mejor, que ya no estab triste, o por lo menos no como antes.
-Hacía mucho que no hablaba con Wen, con lo sociable que era yo antes y ahora me he vuelto un hermitaño, no hablo con casi nadie- bromeó, sentándose en la cama.
Giz se acercó a él y al fin le dio su respuesta. Nasher sintió como se le aceleraba el corazón. Era algo estúpido, una promera totalmente normal que podría hacerte cualquier amigo en Asrena, pero en aquella ciudad era distinto, para él era algo especial. Era principio del camino para ir curando sus heridas, junto con la charla de Wen. << Seré un idiota, pero poco a poco aprenderé a serlo un pelin menos>> pensó divertido. Agarró a Giz con suavidad por la cinturilla del pantalón y tiró de ella para acercárselo, tanteando la piel del goliat con los dedos y acariciandole la espalda. Miró hacia arriba y sus ojpos brillaron con picardía.
-Bien, vamos a celebrarlo.
Con un rápido movimiento hizo que Giz perdiera el equilibrio y cayese en la cama boca arriba. Se puso encima de él y empezó a desabrocharse el cinturón.
-Te vas a arrepentir de haber insonorizado el cuarto- rió con malicia destapando el torso de Giz y bajando la lengua por su pecho. Y el goliat no pudo hacer nada para defenderse.
-Hacía mucho que no hablaba con Wen, con lo sociable que era yo antes y ahora me he vuelto un hermitaño, no hablo con casi nadie- bromeó, sentándose en la cama.
Giz se acercó a él y al fin le dio su respuesta. Nasher sintió como se le aceleraba el corazón. Era algo estúpido, una promera totalmente normal que podría hacerte cualquier amigo en Asrena, pero en aquella ciudad era distinto, para él era algo especial. Era principio del camino para ir curando sus heridas, junto con la charla de Wen. << Seré un idiota, pero poco a poco aprenderé a serlo un pelin menos>> pensó divertido. Agarró a Giz con suavidad por la cinturilla del pantalón y tiró de ella para acercárselo, tanteando la piel del goliat con los dedos y acariciandole la espalda. Miró hacia arriba y sus ojpos brillaron con picardía.
-Bien, vamos a celebrarlo.
Con un rápido movimiento hizo que Giz perdiera el equilibrio y cayese en la cama boca arriba. Se puso encima de él y empezó a desabrocharse el cinturón.
-Te vas a arrepentir de haber insonorizado el cuarto- rió con malicia destapando el torso de Giz y bajando la lengua por su pecho. Y el goliat no pudo hacer nada para defenderse.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/03/13, 11:40 pm
En la cocina, Gael aprovechaba pedazos de carne pegados a los huesos de un venado para hacer la cena. No tenía muy buena cara después de lo que había visto y dicho allí arriba. Le habría gustado ponerse música, música bien alta para dejarse llevar con ella y no pensar. Ponía el aceite a calentar para dorarlos cuando Noel asomó por la puerta. Volvió la vista rápidamente al aceite y echó la carne en él, mordiéndose el labio inferior.
-¿Qué te apetece de guarnición? De lo que hay.
Tras ponerse de acuerdo en cuanto a qué cocinar sobrevino el silencio, solo interrumpido por el chisporroteo del aceite. Al poco rato Gael suspiró y se volvió hacia Noel.
-Menudo día. –Tamborileó en la encimera con los dedos. Se debatía entre hablar y no hacerlo-. Les he echado también la bronca pero no soy mucho mejor que ellos –soltó yendo al grano-. Ni siquiera que Aníbal. Quiero decir… di un paso hacia delante y aún sigo pensando en ello porque… ¿Tú no oíste nada, verdad? Quizás sin el hechizo solo suenen a tonterías. Me cabreó mucho ver lo que ha hecho con todos nosotros. Y no sé, estoy agotado. Siento haber estado de un humor de perros todo el maldito día.
Los pedazos de carne empezaban a estar pasados de más, así que se interrumpió para cambiarlos ya a la olla y mientras tanto le explicó a Noel qué era lo que había oído en su cabeza cuando se aproximó al borde aquella tarde.
-No puedo evitar pensar que tiene razón. Pero también sé que nada de eso me importa. No me importaba antes y no debería importarme ahora. Estamos viviendo la vida como queremos, y aun así llevo todo el día sintiéndome imbécil. –Entonces cayó en la cuenta de algo y miró a Noel con suspicacia-. ¿Y tú cuándo estuviste antes en el abismo? No es que… no me importa, solo me extrañó que no lo contaras. Me... preguntaba cómo te afectó. –Recordando todas las dudas que el draco le había contado que tenía se podía imaginar a qué clase de palabras habría escogido aquel hechizo para él.
Más tarde, la olla desprendía vaharadas que empezaban a oler a comida hecha. En ese momento Adara se asomó preguntando por la cena. Sorprendentemente tenía mejor cara, aunque todavía se notaban sus ojos hinchados y enrojecidos.
-Enseguida está –murmuró Gael. Esbozó una sonrisa al ver como la ángel negro recogía las cosas para poner la mesa. Su agradecimiento y su actitud acabaron de devolverle la tranquilidad. Después de todo no se iba a rendir por un revés como aquel.
-¿Qué te apetece de guarnición? De lo que hay.
Tras ponerse de acuerdo en cuanto a qué cocinar sobrevino el silencio, solo interrumpido por el chisporroteo del aceite. Al poco rato Gael suspiró y se volvió hacia Noel.
-Menudo día. –Tamborileó en la encimera con los dedos. Se debatía entre hablar y no hacerlo-. Les he echado también la bronca pero no soy mucho mejor que ellos –soltó yendo al grano-. Ni siquiera que Aníbal. Quiero decir… di un paso hacia delante y aún sigo pensando en ello porque… ¿Tú no oíste nada, verdad? Quizás sin el hechizo solo suenen a tonterías. Me cabreó mucho ver lo que ha hecho con todos nosotros. Y no sé, estoy agotado. Siento haber estado de un humor de perros todo el maldito día.
Los pedazos de carne empezaban a estar pasados de más, así que se interrumpió para cambiarlos ya a la olla y mientras tanto le explicó a Noel qué era lo que había oído en su cabeza cuando se aproximó al borde aquella tarde.
-No puedo evitar pensar que tiene razón. Pero también sé que nada de eso me importa. No me importaba antes y no debería importarme ahora. Estamos viviendo la vida como queremos, y aun así llevo todo el día sintiéndome imbécil. –Entonces cayó en la cuenta de algo y miró a Noel con suspicacia-. ¿Y tú cuándo estuviste antes en el abismo? No es que… no me importa, solo me extrañó que no lo contaras. Me... preguntaba cómo te afectó. –Recordando todas las dudas que el draco le había contado que tenía se podía imaginar a qué clase de palabras habría escogido aquel hechizo para él.
Más tarde, la olla desprendía vaharadas que empezaban a oler a comida hecha. En ese momento Adara se asomó preguntando por la cena. Sorprendentemente tenía mejor cara, aunque todavía se notaban sus ojos hinchados y enrojecidos.
-Enseguida está –murmuró Gael. Esbozó una sonrisa al ver como la ángel negro recogía las cosas para poner la mesa. Su agradecimiento y su actitud acabaron de devolverle la tranquilidad. Después de todo no se iba a rendir por un revés como aquel.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
06/03/13, 12:09 am
Cuando el draco llegó a la cocina, se hizo notar y enseguida cogió los utensilios de cocina para ayudar al fuego fatuo. Estuvieron un rato enfrascados decidiendo el menú pero una vez acabaron volvió el silencio. Noel estaba a punto de sacar algún tema de conversación, pues tanto silencio empezaba a resultarle incómodo ya que daba la impresión de que todavía había el mismo ambiente de desasosiego que habían estado intentando apartar durante todo el día. Hasta que el fuego fatuo sacó el tema a colación.
-No he oído nada, pero sé perfectamente de lo que hablas -dijo en respuesta a su primera pregunta-. No es ninguna tontería, a mí me afectó también... -suspiró recordado cual había sido su reacción en su particular encuentro con el abismo-. Pero mantengo lo que he dicho ya dos o tres veces a lo largo del día al respecto. No es necesario que te disculpes.
Siguieron hablando de ello un poco más hasta que su amigo le preguntó por su propia experiencia. No le resultaba raro que al fuego fatuo le extrañase que no se lo hubiera contado, por ello esbozó una sonrisa cansada antes de empezar a hablar.
-El día de Nubla... Ese día llegué allí por casualidad -comenzó a relatar-. Estoy bastante seguro de que puedes adivinar más o menos lo que me dijo. Porque ya lo sabes, y precisamente por eso no lo comenté con nadie, porque no me apetecía volver sobre lo mismo, aunque todavía puedo oír aquel coro de voces en mi cabeza de vez en cuando... Y en realidad lo hablé un poco con Wen, porque ella me encontró allí aquel día, me alejó del borde. No sé que habría pasado si hubiese seguido escuchando, reaccioné de una forma un tanto... desquiciada -un esbozo de sonrisa maliciosa apareció en el rostro del draco mientras lanzaba un breve bufido-. Pero de todas formas creo que se rompió parte del hechizo cuando empezó a decirme que vosotros me despreciabais; yo sé que eso no es verdad, por eso he insistido tanto a lo largo del día que no debíais creer todo lo que os ha dicho...
Al rato Adara se asomó por la puerta, Noel sonrió divertido porque la ángel negro le recordó a algún animalillo asomando la cabeza.
-A este pasó será estofado de Adara la cena, que tal y como estás pareces un ciervo desvalido -bromeó al ver que el estado de la chica ya no era el mismo que cuando habían estado en su habitación.
Simplemente sonrió cuando Adara les dio las gracias, y siguió centrándose en terminar de preparar la cena.
Una vez hubieron cenado y cada uno se fue a hacer sus respectivas tareas. Noel salió del Cuchitril nuevamente por la ventana, como había hecho el día anterior para "huir" de la llegada de Miseria debido al mal humor que sentía. Pero esta vez no estaba huyendo sino todo lo contrario.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
-No he oído nada, pero sé perfectamente de lo que hablas -dijo en respuesta a su primera pregunta-. No es ninguna tontería, a mí me afectó también... -suspiró recordado cual había sido su reacción en su particular encuentro con el abismo-. Pero mantengo lo que he dicho ya dos o tres veces a lo largo del día al respecto. No es necesario que te disculpes.
Siguieron hablando de ello un poco más hasta que su amigo le preguntó por su propia experiencia. No le resultaba raro que al fuego fatuo le extrañase que no se lo hubiera contado, por ello esbozó una sonrisa cansada antes de empezar a hablar.
-El día de Nubla... Ese día llegué allí por casualidad -comenzó a relatar-. Estoy bastante seguro de que puedes adivinar más o menos lo que me dijo. Porque ya lo sabes, y precisamente por eso no lo comenté con nadie, porque no me apetecía volver sobre lo mismo, aunque todavía puedo oír aquel coro de voces en mi cabeza de vez en cuando... Y en realidad lo hablé un poco con Wen, porque ella me encontró allí aquel día, me alejó del borde. No sé que habría pasado si hubiese seguido escuchando, reaccioné de una forma un tanto... desquiciada -un esbozo de sonrisa maliciosa apareció en el rostro del draco mientras lanzaba un breve bufido-. Pero de todas formas creo que se rompió parte del hechizo cuando empezó a decirme que vosotros me despreciabais; yo sé que eso no es verdad, por eso he insistido tanto a lo largo del día que no debíais creer todo lo que os ha dicho...
Al rato Adara se asomó por la puerta, Noel sonrió divertido porque la ángel negro le recordó a algún animalillo asomando la cabeza.
-A este pasó será estofado de Adara la cena, que tal y como estás pareces un ciervo desvalido -bromeó al ver que el estado de la chica ya no era el mismo que cuando habían estado en su habitación.
Simplemente sonrió cuando Adara les dio las gracias, y siguió centrándose en terminar de preparar la cena.
Una vez hubieron cenado y cada uno se fue a hacer sus respectivas tareas. Noel salió del Cuchitril nuevamente por la ventana, como había hecho el día anterior para "huir" de la llegada de Miseria debido al mal humor que sentía. Pero esta vez no estaba huyendo sino todo lo contrario.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
06/03/13, 06:21 pm
Toima y Tania
Tania aun dudaba si habia sido buena idea el dejar a Nia sola con los frivy's, pero ya que nadie pensaba igual que ella no dijo nada. Se sentia cansada y los hombros pesaban. No fue la única que se tiró a un sillón nada más llegar. Toima no habia vuelto a hablar desde entonces. Preocupada, alzo la cabeza para encontrar a Adara. Igual de preocupación mostró Toima, quien dudó si acercarse a hablar con ella o no. Decidio no hacerlo cuando Gael y Noel se adelantaron. Suspirando, la nublina se consumó a la lectura y ayudó con diferentes tareas el resto del día. Toima no cenó aquella noche, alegando que se iria a acostar antes. La nublina no tardó en seguirle al acabar otro capitulo del libro en el que estaba sumergido. Fue tocar la cama y caer rendida por el abrazo de Morfeo. A su lado, el ulterano no pegó ojo en toda la noche, alerta.
;-----
El sol asomaba en el horizonte, aun demasiado pronto en la mañana para que nadie estuviera despierto. El ulterano se incorporó y, sentado en la cama, comenzó a comprobar rutinariamente su cuerpo. Su condicion física era excelente, pero quizas el ulterano se habia vuelto muy autocritico con su bienestar físico y estaba exagerando sus ejercicios. Se tiró al suelo y levantó su peso repetidas veces con los nudillos de su mano derecha. Los sonidos de esfuerzos, resoples y alguna maldición ocasional fueron los que despertaron a Tania. Abrazada por la lagarta se frotó los ojos.
-Que pronto es...-dijo en un lamento, bostezando.
El ulterano se levantó en el acto, hiperactivo y chorreando de sudor por el ejercicio.
-Ah... siento si te he despertado.-A continuación se pellizcó la carne en torno al estómago, que era un enrevesado laberinto de musculos. Fruncio los labios antes de continuar hablando.-Creo que estoy engordando.-
La nublina que habia enterrado de nuevo su cabeza entre las sábanas alzó un ojo y contempló al ulterano con una mirada cansada.
-¿Qué tonterias dices? Estas fuertisimo...-dijo, en otro bostezo.
-Debe de ser de todo lo que bebo...-dijo entonces, ignorando la respuesta de la nublina.
Tania estaba dormida por una parte, pero por otra le fascinaba el hecho de que, de todas las personas del cuchitril, fuera él quien más estuviera preocupado por su peso. Tania habia perdido mucha carne inutil y habia ganado bastante músculo tan solo entrenando con él, no queria imaginar como se pondria si hiciera todo el entrenamiento que él hacia.
-Entonces ¿cuál piensas que es la solución?-dijo la nublina con un tono ligeramente jocoso.
-Saldré a correr por las mañanas.-dijo con bastante confianza.
-O tambien podrias dejar la-empezó diciendo la nublina pero fue cortada por el ulterano que de nuevo, no la habia escuchado.
-Hoy mismo empiezo.-dijo vistiendose para salir a correr. Antes de que la nublina dijera nada ya estaba bajando las escaleras a la velocidad del rayo. ¿A que venia esa hiperactividad? Ayer habia estado bastante pasivo en todo y ahora de pronto tenia unas ganas locas por salir a correr.
Esto último retumbó en la cabeza de la nublina y, como un pensamiento nauseabundo que se fue acumulando dentro de ella se levantó deprisa y se vistio más rápido aún.
-No. No pensaras en ir a ese sitio ¿verdad?-dijo en un susurro, maldiciendose.
Aquel lugar, sin duda le habia cruzado los cables a Toima. Cogio su arco y carcaj y salio del cuchitril a zancadas, siguiendole la pista. Una nota permanecia en la mesa que rezaba: "Toima ha vuelto al abismo. Voy a traerle de vuelta."
No tenia tiempo de levantar a nadie tan temprano por la mañana, tendria que alcanzarle antes de que llegara al abismo.
Tania aun dudaba si habia sido buena idea el dejar a Nia sola con los frivy's, pero ya que nadie pensaba igual que ella no dijo nada. Se sentia cansada y los hombros pesaban. No fue la única que se tiró a un sillón nada más llegar. Toima no habia vuelto a hablar desde entonces. Preocupada, alzo la cabeza para encontrar a Adara. Igual de preocupación mostró Toima, quien dudó si acercarse a hablar con ella o no. Decidio no hacerlo cuando Gael y Noel se adelantaron. Suspirando, la nublina se consumó a la lectura y ayudó con diferentes tareas el resto del día. Toima no cenó aquella noche, alegando que se iria a acostar antes. La nublina no tardó en seguirle al acabar otro capitulo del libro en el que estaba sumergido. Fue tocar la cama y caer rendida por el abrazo de Morfeo. A su lado, el ulterano no pegó ojo en toda la noche, alerta.
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El sol asomaba en el horizonte, aun demasiado pronto en la mañana para que nadie estuviera despierto. El ulterano se incorporó y, sentado en la cama, comenzó a comprobar rutinariamente su cuerpo. Su condicion física era excelente, pero quizas el ulterano se habia vuelto muy autocritico con su bienestar físico y estaba exagerando sus ejercicios. Se tiró al suelo y levantó su peso repetidas veces con los nudillos de su mano derecha. Los sonidos de esfuerzos, resoples y alguna maldición ocasional fueron los que despertaron a Tania. Abrazada por la lagarta se frotó los ojos.
-Que pronto es...-dijo en un lamento, bostezando.
El ulterano se levantó en el acto, hiperactivo y chorreando de sudor por el ejercicio.
-Ah... siento si te he despertado.-A continuación se pellizcó la carne en torno al estómago, que era un enrevesado laberinto de musculos. Fruncio los labios antes de continuar hablando.-Creo que estoy engordando.-
La nublina que habia enterrado de nuevo su cabeza entre las sábanas alzó un ojo y contempló al ulterano con una mirada cansada.
-¿Qué tonterias dices? Estas fuertisimo...-dijo, en otro bostezo.
-Debe de ser de todo lo que bebo...-dijo entonces, ignorando la respuesta de la nublina.
Tania estaba dormida por una parte, pero por otra le fascinaba el hecho de que, de todas las personas del cuchitril, fuera él quien más estuviera preocupado por su peso. Tania habia perdido mucha carne inutil y habia ganado bastante músculo tan solo entrenando con él, no queria imaginar como se pondria si hiciera todo el entrenamiento que él hacia.
-Entonces ¿cuál piensas que es la solución?-dijo la nublina con un tono ligeramente jocoso.
-Saldré a correr por las mañanas.-dijo con bastante confianza.
-O tambien podrias dejar la-empezó diciendo la nublina pero fue cortada por el ulterano que de nuevo, no la habia escuchado.
-Hoy mismo empiezo.-dijo vistiendose para salir a correr. Antes de que la nublina dijera nada ya estaba bajando las escaleras a la velocidad del rayo. ¿A que venia esa hiperactividad? Ayer habia estado bastante pasivo en todo y ahora de pronto tenia unas ganas locas por salir a correr.
Esto último retumbó en la cabeza de la nublina y, como un pensamiento nauseabundo que se fue acumulando dentro de ella se levantó deprisa y se vistio más rápido aún.
-No. No pensaras en ir a ese sitio ¿verdad?-dijo en un susurro, maldiciendose.
Aquel lugar, sin duda le habia cruzado los cables a Toima. Cogio su arco y carcaj y salio del cuchitril a zancadas, siguiendole la pista. Una nota permanecia en la mesa que rezaba: "Toima ha vuelto al abismo. Voy a traerle de vuelta."
No tenia tiempo de levantar a nadie tan temprano por la mañana, tendria que alcanzarle antes de que llegara al abismo.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
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