Las Dragoneras

Giz no quedó contento del todo con la analogía de la varmana.

—No es que cace magia —dijo—, pero bueno, van por ahí los tiros.

En otra circunstancia se habría reído, pero en esta ocasión no fue así. Se limitó a seguir apartando escombros hasta que le tocara intervenir. Sin embargo, no se le pasó por alto que Noel se mostraba muy callado y casi esboza una sonrisa al ver que estaba hablando más que él.

El goliat asintió ante los consejos de Gael, de forma que la varmana viera que estaba de acuerdo con él.

—Nosotros somos mercenarios —añadió tras el fuego fatuo—. Los mercenarios de la Brecha, tal vez te suene. —Había una pequeña chispa de orgullo en su voz—. Yo además llevo un laboratorio genemágico en el barrio gigante. Si alguna vez necesitas nuestra ayuda, contactanos.

No mencionó los precios, pues en aquel momento Giz habría pagado por un contrato para crear un ser muy extraño que le robase todas las horas a los días, o tal vez un trabajo digno de reunir a todos los cuchitrileros durante semanas. Algo que no fuera lo que ya les reunía: buscar a Resizsan, o quien quiera que fuera el asesino y asegurar que nadie más moría.

Se aseguró de dejar a Gael espacio para contar sus aventuras con la nigromancia.

Trabajar con dragones, por supuesto. ¿Qué niño no tenía un sueño como aquel? "Entrenador de dragones".
<<Es como querer ser entrenador Pokémon>> el mensaje telepático se lo hizo llegar solo a Gael y Giz, ya que de todas formas la varmana no entendería la referencia. No era una burla, pero era lo primero que había pensado al escuchar a Varsai hablar sobre ello y le había parecido gracioso. Externamente tan solo esbozó una sonrisa.
—Ga... Koval tiene razón, deberías considerarlo más detenidamente. Trabajar para el Consejo suele implicar que te pueden obligar a hacer muchas cosas que tú no quieras —señaló hacia los miembros del ejército que trabajaban bajo las indicaciones de Cicatriz—. A ellos no les pagan más por estar aquí y tienen que venir obligatoriamente. Hacer de albañil un par de veces al año puede parecer un precio bajo, pero ocurrirá lo mismo si un dia Rocavarancolia decide invadir un mundo vinculado.
Siguió moviendo escombros antes de continuar hablando tras la respuesta de Giz acerca de a qué se dedicaban.
>>Al menos, de este modo, nosotros elegimos en qué fregados nos queremos meter y en cuáles no —añadió con diversión a las palabras del asreniano.

Observo a quien llamaba Alice, viendo que se acercaba a ellos en el helion que ambos conocían, y Dhelian esbozó una sonrisa en su dirección, dejando que la onycemante llevase la voz cantante en la conversación.

-Todo lo arregláis bebiendo y me apuesto lo que sea que no serán zumitos. -dijo Dhelian con calma pero algo de humor, estaba animado con la perspectiva de hacer la dragonera que estos podrían ser vistos por la ciudad próximamente. <<Ojala también organicen batidas apara traerlos y pueda ir voluntarios ¡Yo quiero!>> pensó con ilusión  mas bien infantil, una que llevaba un buen tiempo sin tener- Advierto que si alguien queda borracho no voy a ser suave para llevarlo a rastras, bastante voy a tener con cuidar que mi estirges no lo hagan - dijo alegremente recordando el catastrófico episodio de aquella fiesta que le habían realizado los veteranos tiempo atrás.

-A todo esto Skarog, quería pedirte algunos consejos, aunque no se si haces de esas cosas en la herreríao si conoces algún hechizo- dijo Dhelian aprovechando que ya iniciaba a trabajar para consultarle algo a Skarog sobre su próximo objetivo con las estirges y ya que iba a ganar algo de dinero de trabajar en las dragoneras podría ya darle uso- He estado trabajando con metales para moldearlos con magia, he estado haciendo anillas rúnicas para mi bandada con diferentes hechizos de protección. Bueno, la parte de runas aun no esta hecha porque no se como grabarlas en el metal...¿alguna idea? -pregunto mientras iniciaba animado con su labor, prefería mantener la mente ocupada y  pensar en sus objetivos futuros a centrarse en la tristeza que venia acompañándole desde hacia tiempo. Tal vez fuese frívolo de su parte ese animo,pero simplemente ya no le quedaba mas lagrimas que derramar.

De todos modos la muerte era algo que iba a venir acompañándole toda su no-vida. Mientras no se pudriera o lo rematasen, el era eterno, no podía envejecer...por lo que mas tarde o mas temprano iba a terminar viendo morir a todo los que conocía. Solo esperaba que fuese mas tarde que temprano, a partir de ahora.

Varsai asintió seria a las palabras de los chicos.

"No es que no lo haya considerado. Y también es algo personal. Cuando pinto no lo hago como una forma de ganar dinero, no podría cobrar por una pintura. Lo hago porque quiero, porque me gusta y es bonito. Podría haceros alguna cosa para vuestra casa si queréis" dejó la cosa en el aire.

"No os preocupéis, sé lo que hago" les aseguró respecto a los dragones. "Lo único que me gustaría sería poder medirme con alguno antes".

"Ostras, sí que me sonais. Rasqa me habló de vosotros, pero no mencionó que fuerais tan simpáticos" les transmitió mentalmente mientras seguía moviendo piedras.

"Puede que tengas razón" fue lo que respondió a lo que le dijo Noel. Realmente nunca lo había pensado así. Quizá tendría que mejorarlo un poco más.

Gael aprovechó la oportunidad que le cedía Giz para presentar también su taller antes de que se cambiase de tema.
—Ah, yo también me dedico a la nigromancia, aunque más por aprender para uso propio que por hacer negocio de ella. Pero hago encargos también, claro. Una chica de tu criba me pidió revivir a su mascota, y a otra la estoy ayudando con sus propios estudios en la materia. —No sabía si conocía a ninguna de ambas, así que no dio más detalles.

Gael apartó la mirada de su trabajo cuando la licántropo dijo que conocía a Rasqa.
—¡Ah! —exclamó mientras sonreía brevemente—. Ahora entiendo por qué los dragones no te imponen ni un poco. Ese sí que es un dragón de armas tomar y no los que van a vivir aquí.
»Y sobre lo que ha dicho Noel de acuerdo en que es una decisión que hay que pensarse bien. O bueno, hay que tomar la decisión estando bien informados. No creo ni que lo de los dragones sea tan bonito como suena. Aunque estoy pensando en los que les toque limpiarles el nido, claro.

El comentario telepático de Noel lo había dejado pensando en pokémon y dragones, y no podía evitar imaginarse pokeball extraplanares para guardar cómodamente los dragones donde no molestasen.

Alice y Atol

Los dos asintieron a la vez pero fue Atol quien se dirigió al ochrorio.
—Sin problema.
—Dhelian me ha dado una idea: ¿sabéis la de licores y zumos que habrá entre todos los mundos vinculados juntos? Esta es más fácil: ¿sabéis quién se va a gastar el sueldo en la Taberna? —bromeó.

El helión hizo un gesto para ponerse manos a la obra después de la conversación inicial pero en lugar de separarse del grupo se fue con el brujo de las estirges para explicarle varias formas que conocía de grabar runas como él quería. Le ofreció visitar su herrería en Libo alguna vez y "alquilarle" el espacio de trabajo si lo necesitaba. Por su parte, Alice les siguió y puso a las onyces bajo las instrucciones de los capataces mientras ella colaboraba con su magia.

Y así seguirían hasta que fuera la hora del descanso... Siempre y cuando no hubiera accidentes o algún imprevisto. O que las onyces no provocasen un "accidente", cosa con lo que bromeó el libense en alguna ocasión al verlas pasar cerca cargando material de construcción.

Evelhan sonrió satisfecho de la respuesta de Skarog y rió ante el comentario de Alice sobre las bebidas, porque en su caso el no iba a poder probarlas en su gran mayoría a no ser que estuviesen acompañado de algo cárnico.

Skarog no tardo en empezar a trabajar cerca suya mientras empezaba a hacer levitar piedras de aquí para  allá  a cargarlas físicamente, en el caso de Dhelian que poseía una cierta fuerza física extra gracias a su tranformacion, mientras escuchaba con atención la explicaciones de Skarog de como podría hacer lo de las runas para las anillas de sus estirges. Se aseguro de memorizarlo todo.

Cuando al fin llego la hora del descanso, Dhelian busco con la mirada a  Koval y sus compañeros, encontrándolos con que también iba a tomar su descanso. << Ahora es cuando podemos aprovechar >> dijo Dhelian no olvidando la conversación pendiente que tenían con ellos y que debía avisar a Archi.

-Gracias Skarog, me apuntare todo o que me dijiste en cuanto llegue a Serpentaria- dijo sonriendole agradecido al Helion- Tengo que hacer una cosilla, nos vemos luego- dijo el daeliciano tras  eso, pues aparte de que necesitaba comer algo, tomó a Hugin de su hombro pidiéndole que fuese a a avisar a Archi de donde estaba, escribió un rápido mensaje con los materiales que llevaba siempre en su riñonera y dejo a Hugin ir a buscar a Archi mientras el se acercó mientras tanto a los mercenarios del cuchitril.

-Tiempo sin vernos -dijo Dhelian saludándoles, viendo junto a ellos a a aquella chica varmana que según tenia entendido era de la ultima cosecha, Sura había mencionado algo de ella, por lo que la saludo también- Mm ¿sería posible que charláramos un rato en cuanto llegue un amigo mio? Ya lo conocéis, hablo de Krono Rádem - pregunto despacio Dhelian observándoles, no queriendo iniciar ya de ya la conversación hasta que Archi llegara, pero si para ir abriendo el que pudiesen hablar tranquilamente sin interrupciones.

Noel

El draco se encogió ligeramente de hombros ante la respuesta de Varsai. Su tono, cuando habló, era completamente neutral y que no daba mucho lugar a la duda de que decía lo que creía cierto, ni más ni menos.
—No pretendíamos sonar paternalistas ni nada por el estilo, por supuesto puedes hacer lo que creas oportuno. Pero cuando se es nuevo en este lugar nadie te explica nada y eso puede ser verdaderamente peligroso. Siempre conviene informarse bien, y no solo quedarse con la información que te proporciona el Consejo.
Pensó para sí la respuesta que le hubiese dado ante su ofrecimiento de regalarles un dibujo para su casa, pero decidió no decir nada. Probablemente sonaría despreciativo y tal vez arrogante, y aquella no era su intención en absoluto. Por suerte la conversación tomó otros derroteros y alzó una ceja con una ligera sorpresa al escuchar un nombre conocido de boca de la licántropo.
>>Rasqa también tiene amigos muy simpáticos, por lo que parece —le devolvió el cumplido, en su mente queriendo compensar lo que hubiera podido sonarle mal a la varmana, incluso lo que no había llegado a decir, pero no solo pensando en ella al hablar en plural.

El descanso llegó no mucho después y se sentaron a comer algo, todavía acompañados de Varsai, quien parecía tener energía y conversación para rato. No transcurrió mucho tiempo hasta que alguien más se acercó, un grupo al que ya conocían. Saria, Kin… Lo cierto era que no recordaba el nombre de la onycemante y el daeliciano medio ghoul porque no había tratado apenas con ellos.
—Hey —saludó alzando una garra—. ¿Krono? Espero que no quiera contratarnos para otra reforma de su negocio: con un trabajo de albañilería inesperado cada seis meses es más que suficiente —añadió con sarcasmo y haciendo un gesto que pretendía abarcar las dragoneras en general.
Dudaba que se tratase de algo remotamente parecido si se habían reunido todos específicamente para hablar con ellos y no pudo evitar intercambiar una mirada inquisitiva, aunque breve, con Gael y Giz.


Krono Rádem

El biomecánico no tardó en aparecer, ya que había guardado previamente con un hechizo de metrónomo el tempo de aquel lugar para poder aparecer lo más cerca posible en cuanto se le notificase. Había tomado la precaución de hacerlo a una distancia prudencial, suponiendo que habría alguna clase de control del Consejo y explicó a los miembros del mismo que se encontraban allí que tan solo quería hablar con algunas personas durante el descanso. Le concedieron permiso para acceder y buscó características reconocibles de a quiénes buscaba. No tardó en distinguir varias de ellas en el fácilmente visible grupo y se acercó a ellos.
—Hola —saludó parpadeando rítmicamente tres veces—. ¿Os han informado ya del motivo por el que hemos solicitado hablar con vosotros?
Miró a unos y otros, esperando una respuesta.

La mala sombra trabajaba con energía, saltando de aquí para allá cargada con piedras y supervisando que los porcentajes de catástrofe se mantuvieran en los niveles típicos de una obra y no ascendieran. Probablemente más de uno de sus compañeros estaba ya harto de sus correcciones. "Echa este pedrusco unos centímetros más para acá", "vuelve a repasar esa zona hasta que quede más uniforme"... Si Saria sabía hacer algo (además de echar mal de ojo) era alejar a la mala suerte con el conocimiento que le daban las probabilidades a su alrededor.

Cuando llegó el descanso, llegó saltarina junto a los mercenarios de la brecha y los compañeros de cosecha que ya se habían juntado. Dhelian ya había enviado a su estirge y Saria decidió que sería mejor esperar a que estuvieran todos juntos para hacerles la petición. De vez en cuando, la mala sombra daba un par de pasos hacia delante o atrás y miraba a todas partes, asegurándose de permanecer cerca de los porcentajes más bajos del lugar de reunión.

—¡Buenas, muchachos! —los había saludado. Cuando Archi llegó, volvió a hablar—. Todavía no, Krono, pero vaya: os queríamos preguntar si os importaría compartir con nosotros lo de vuestros... ¿Cómo era la palabra, chicos? —preguntó primero a sus amigos y luego dirigió la explicación a los mercenarios—. Los cacharritos que usais para comunicaros. —Se rio de su propio olvido—. Imagino que ya sabéis cómo está la ciudad, plagada de malos farios... —Su voz perdió parte del entusiasmo—. No nos gustaría que nos pasara como a los compañeros de Ergot, ni que se repitiera lo de Marsi.


Giz rió la broma telepática y no pudo evitar que media sonrisa breve asomara en su cara, pero no hizo ninguna intervención. No sabía muy bien qué añadir, pues veía a la licántropa bastante segura de lo que quería (quizás demasiado). Se cruzó de brazos y se limitó a y seguir trabajando. El descanso no tardó mucho en llegar y, con él, un buen puñado de gente.

Como no se encontraba en su día más sociable, el goliat permanecería callado, esforzándose lo justo por saludar y no ser maleducado. <<Por mí no hay problema en compartirlo>> dijo mentalmente a sus amigos. El goliat era muy receloso con todo lo que había logrado en torno a la genemagia, en parte porque era el único genemago de la ciudad y prefería seguir siéndolo. Sin embargo, no tenía sentido ocultarles los esquemas de los aparatos de comunicación, salvo para retrasarlos a ellos durante unos días hasta que encontraran la forma de recrearlos.

Continuaron trabajando mientras charlaban con la licántropo hasta que les concedieron el primer descanso. Gael aprovechó a presentarse a Varsai con su verdadero cuerpo, al salir del del varmano para poder comer y beber, y se sentó cerca de sus compañeros.

No tardaron en aparecer por allí los de la cosecha de Krono, y Gael también se preguntó qué podrían querer de ellos, para venir tanta gente a hablarles. No tardaron en explicarse, tras intercambiar saludos, lo que también fue tranquilizador. Dados los tiempos que corrían, había empezado a preocuparse antes de tiempo por lo que pudiesen querer decirles.

Al igual que Giz y Noel, Gael no veía ningún problema en compartir aquel circuito. No era algo que no pudiesen sacar estudiando libros, porque así era como lo habían creado sus compañeros. Precisamente al recordarles Saria lo que les había pasado con la dullahan, no se vio capaz de ponerles ninguna traba para conseguir comunicadores cuanto antes. Incluso si a Nasher no le había servido de nada, si a él le quitasen el suyo no se sentiría seguro en absoluto.
—¿Quiénes de vosotros habéis estudiado runas? —preguntó antes de nada, para que les indicasen quién debería recibir las explicaciones o demostraciones. Lo más cómodo sería pasarles los apuntes que conservaban para crear nuevos aparatos, pero estaban en el cuchitril. Como mucho en ese momento podrían hacerles una demostración del funcionamiento.


Kin también formaba parte del grupo que se había acercado a los de la Brecha. A él le había tocado trabajar en otra zona, donde no conocía a nadie más que de vista. En el descanso se había dado prisa para encontrar a sus compañeros, y saludó a los mercenarios con un gesto de mano. No los había vuelto a ver desde que habían terminado las obras de la clínica, con la excepción de Giz.

Las palabras de Koval parecían querer decir que no tenían problema en compartir la información, lo que casi le resultaba sorprendente. Por otro lado, si iban a pedir algo a cambio, el raigaurum prefería acordarlo antes de que empezase cualquier explicación, por lo que dijo:
—¿Qué podemos ofreceros a cambio?

Krono Rádem

Después de que Heraldo Rocuo y los mercenarios de la brecha se presentasen mutuamente, Archime intervino entonces en la conversación.
—Yo cuento con bastantes conocimientos en la materia y los circuitos rúnicos guardan cierto parecido con la programación, campo en el que soy experto. Creo que con la ayuda de Heraldo Rocuo podré elaborar el circuito rúnico en un periodo de tiempo breve. Aunque es solo una estimación ya que el motivo por el que hemos decidido solicitar vuestra ayuda es, evidentemente, porque mis conocimientos no son tan avanzados como para obtener el mismo resultado sin la ventaja que supone disponer de vuestros planos.
El kairós parpadeó rítmicamente tres veces al finalizar su soliloquio, aguardando una respuesta clara tanto a si aceptaban su solicitud como a la pregunta que les había hecho Kin.


Noel

El draco empatizó con la explicación de Saria y no tuvo que pensar mucho para confirmar telepáticamente a sus amigos que para él tampoco había ningún problema en darles lo que pedían. Adara hacía sus negocios con runas de tanto en cuanto, pero no era como si sus ingresos dependiesen de ello precisamente, por lo que negarles una ayuda que para ellos apenas suponía esfuerzo simplemente sería un acto de egoísmo en  el que no veía beneficio alguno. Aparte, aquel grupo no le caía mal aunque no hubiese podido tratar con la mayoría de ellos con demasiada frecuencia y todavía se sentía responsable en cierto modo del suceso entre su amigo el simio y Toima incluso si tenía claro que la culpa no recaía únicamente en el argos.

—Yo soy Noel, draco de estínfalo —respondió a la presentación del ominario. No sabía que hubiese otro aparte de Miseria y le sorprendió un poco encontrarse con una transformación tan infrecuente como aquella. Porque el ochrorio no había dicho su transformación, pero había algo en su forma de hablar y en su rostro que lo hacía inconfundible y completamente reminiscente del emisario del Consejo—. Es un circuito un tanto complejo el que pedís, pero creo que está claro que podréis con ello —añadió con una ligera risa tras escuchar la parrafada proveniente de la boca de Krono.
Conocía lo suficiente al kairós como para saber que no se trataba de fanfarronería ni en lo más mínimo, si no de hechos. Irónicamente, la falta de expresividad y emoción del irrense lo convertían en un libro abierto… Casi de forma literal.

Precisamente porque no le parecía que estuviesen realizando una petición descabellada, la pregunta del demonio raigaurum le pilló por sorpresa. Creía saber lo que opinaban Gael y Giz al respecto, pero se tomó la precaución de consultarlo telepáticamente. No tardaron en convenir que no querían nada a cambio y el propio draco se lo hizo saber.
—¿A cambio? Pues… Siempre podéis recomendarnos a vuestros amigos cuando necesiten contratar a “especialistas”, ya sabéis —dijo dejando escapar una risa sardónica.
Debido al hecho de que lo hubiese planteado siquiera en primer lugar, estaba casi seguro de que el irrense aceptaría mejor lo que no dejaba de ser una respuesta real a su pregunta que un “nada” y confiaba que aquello bastase para que no insistiese.
>>A ver… no los llevamos encima como comprenderéis, pero si me dais un par de minutos tal vez alguien pueda venir a traerlos… —Sacó de su bolsillo el comunicador, que era precisamente por lo que les estaban preguntando y se levantó mientras pulsaba uno de sus botones—. Adara, ¿te pillo en buen momento? No te preocupes: no ocurre nada malo. —Consideró que en los tiempos que corrían y después de la última desgracia sería mejor dejarla tranquila desde el principio. Había comenzado a hablar mientras se alejaba unos pasos del grupo, aunque no los suficientes como para que el grupo no pudiese oír al menos parte de su conversación con la ángel negro—. ¿Tienes a mano los apuntes del circuito rúnico de los comunicadores? Nos vendría bien si nos los pudieses acercar. O tal vez puedo ir yo en un momento si estás ocupada. Es para prestárselos a unos colegas, si no ves inconveniente.

—¿Qué pasa? Si te viene mal hablamos luego, eh —Le había dicho cuando la escuchó titubear. Cuando finalmente Adara “confesó” la expresión de Noel cambió rápidamente de un ligero ceño fruncido a jocosidad y dejó escapar una sonora carcajada—. La madre que te parió. —Siguió riendo mientras escuchaba sus “escusas”—. Yo tampoco conozco el hechizo y no: creía que te encargabas de guardar tú esos apuntes. No importa, no importa —le respondió ante su ofrecimiento—. No creo que tuviésemos tiempo antes de que se termine el descanso aquí, cuando volvamos te ayudo a buscarlos y les digo que se pasen otro día. Disfruta tú que puedes —añadió con sarcasmo antes de cortar la comunicación.

Volvió a reunirse por completo con el grupo, todavía riéndose, y se sentó antes de dirigirse a ellos.
—Lo siento —no era una disculpa real, si no más bien un “mala suerte”—. Adara es la más experta en runas de todos nosotros, pero no la más ordenada precisamente. Podemos llevárselos a Krono cuando los encontremos: su clínica no está demasiado lejos de nuestra casa a fin de cuentas —convino al recordar aquel detalle.

Alice
Pasadas las primeras horas llegó el descanso. Se había despistado del asunto que tenían que hablar con los mercenarios así que por vergüenza se quedó en silencio durante la conversación. Solo hubo reacción por su parte cuando Saria mencionó a Marsi, pues se le escapó un suspiro. Pero también aprovechó el descanso para mandar un memsaje al helión.

Escuchó atenta a unos y a otros, pidió a un par de onyces que memorizasen todo pero al final no hizo falta. No tendrían las instrucciones aquel día. Pero sí que se dijo mentalmente que no debería volver a olvidar sus nombres, pero parecía que desaparecían si no los usaba a menudo. <<Mientras al menos recuerde el nombre de su grupo...>>

Se le escapó una risa cuando el draco les explicó por qué no podían enseñarles los planos. Se sintió muy identificada.
—Vale, ya nos avisará cuando os pongáis en contacto con él. Y muchas gracias, de veras, que con todo lo que está pasando...—<<No tenéis por qué, igual que Skarog...>> No todos los monstruos tenían por qué ser malvados ni recrearse en la violencia o hundirse en la miseria como pedían sus sombras. Lo sabía, era consciente de ello, pero costaba tanto verlo...

Miró a sus amigos después de tragarse sus pensamientos ensombrecidos. Intentó sonreír. La idea de colaborar en algo como unos walkie-talkies le ilusionaba de veras y no quería perderse detalle.
—Ah, oíd, yo quiero ayudar, que algo de runas hicimos en la Cosecha y aunque no pueda aportar mucho siempre puedo aprender algo... —pero se interrumpió cuando una onyce se posó en su hombro. Les enseñó los colmillos y luego le dijo algo al oido—. Oh... Qué bien. Un colega de Libo nos ofrece también ayudarnos a buscar alojamiento para dormir en su ciudad; dice que nos tratarán bien. Pero como nunca estuve en tu mundo, Saria, ¿sigue en pie la invitación? —le preguntó con una sonrisa.

Dhelian sonrió ante el comentario del Draco de Estinfalo ¿cuantos trabajos de construcción hacían como para que fuese lo primero en lo que pensase? Sacudió la cabeza, escuchando el aleteo de una estirge, no mucho después de ver a Archi llegar, dándoles un trozo de carne a la estirge como agradecimiento mientras escuchaba silenciosamente el intercambio de palabras. No veía necesario que mas de media docena de personas cuestionaran todos a la vez, incluso si todos estaban interesados si aquel favor era factible; y al parecer lo era, hecho que alivio bastante a Dhelian.

Incluso si le había molestado un poco inicialmente cuando se propuso el construir aquel walkie, sustituyendo en buena medida a sus estirges, había sido simplemente un pequeño berrinche. Pero ahora que tenían en camino una nueva forma de hablar entre ellos instantáneamente, le parecía algo esencial. Así seria mucho mas fácil ayudarse entre ellos en cualquier momento. O en este caso, informar que el favor iba a tardar en ejecutarse debido al desorden.

- No hay problema, muchas gracias, en cuanto lo tengamos nos pondremos a trabajar en ello. Por suerte somos varios que nos manejamos con las runa pues también he estado trabajando en ellas, así que aligeraremos bastante-dijo Dhelian agradeciendo que al menos aceptaras darles los esquemas para realizar el walkie, que ya iban a ahorrarles horas de patearse las estanterías de la biblioteca- Y como como las veces que nos hemos visto ha sido siempre caótico...me presento de nuevo -recordaba lo de Kud, y también la fiesta que hicieron para darle al bienvenida al de su cosecha peor ambas veces fue bastante caótico a decir verdad. Jamas olvidaría a su pobre estirge borracha- Soy Evelhan Kaw y este de acá es Munin - dijo viendo de reojo como la estirge miraba sobre todo con ojos fijos y curiosos a los tres mercenarios de la Brecha memorizando sus rostros.

Las repentinas palabras de Alice, hicieron que dejara de mirar al ave para observarla, alzando una ceja con cierta confusión por unos segundos. <<¿Un conocido de libo ? ¿De quien ha...? ¡Ah, leches, Skarog! Estoy en la inopia, si acabo de hablar con el >> pensó suponiendo que debería referirse a el, porque así de buenas no recordaba que tuvieran algo otro conocido de Libo.

-Es cierto Saria lo dijo antes, si aun sigue en pie podríamos ir allí primero y mas tarde luego si eso, a Libo. Y bueno, se que no debería estar pensando en esto en estos momentos...-añadió algo cohibido de pronto ¿Estaba bien pensar en lo que quería hacer o en el futuro con la situación tal y como estaba? ¿Era insensible o despreocupado por eso?No sabía, pero le ayudaba distraer sus pensamientos de cosas mas funestas- ...pero me interesaría que mis estirges conozcan también otros mundos. Creo que me servirá para cuando todo mejore- no quería perder al menos ese pensamiento positivo de que las cosas mejoraría y todo esos números tan de mal augurio que Saria veía, desaparecerían.