Las Dragoneras
+7
Evanna
Lops
Yber
Tak
Dal
Giniroryu
Rocavarancolia Rol
11 participantes
- Rocavarancolia Rol
Las Dragoneras
14/07/17, 10:28 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Cuatro torres policromadas de más de cien metros de alto que se alzan ante las montañas como lanzas puntiagudas. Las dragoneras eran un símbolo del poder de la antigua ciudad y quedaron completamente destruídas tras la batalla de Rocavarancolia. Estas nuevas torres han sido reconstruidas mediante el uso de fragmentos viejos y materiales nuevos. En sus paredes conviven los restos de los antiguos bajorrelieves que las adornaban y superficies nuevas, lisas, a la espera de nuevas leyendas que grabar. Son un símbolo de recuperación y de esperanza, un recordatorio de que la vieja gloria de la ciudad aún puede alcanzarse.
El area está en continua obra, con el fin de aumentar el espacio que dará cabida a los dragones.
El area está en continua obra, con el fin de aumentar el espacio que dará cabida a los dragones.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Las Dragoneras
03/07/18, 06:06 pm
Saria salió de su último turno con un sabor agridulce. Le había tocado con un fantasmilla muy mono pero con muy malas purgas, que se tomaba a mal las correcciones que le hacía en base a la buena suerte. Aunque trató de explicarle por qué era tan importante la precisión a la hora de mover bartulos, el repoblador no le hizo ni caso y no le quedó más remedio que ir detrás de él arreglando desperfectos. Estaban trabajando con números muy bajos y, en el fondo, la propia mala sombra sabía que no pasaría nada, pero tenía el temor a la catástrofe demasiado arraigado.
Por suerte, entró a su nuevo grupo con mucha esperanza (haber dormido a pierna suelta en Ordesta antes de venir ayudaba a su buen humor) y estaba preparada para seguir dando el callo como nadie. El consejo debía quedar impresionado con el trabajo que estaban haciendo. Así, Saria saludó con efusividad y se puso manos a la obra hasta que su búsqueda del buen fario la guió hasta Lanor. Conocía al demiurgo de vista, gracias a las clases de costura de Twix.
—Eres Lanor, ¿verdad? —preguntó a la vez que se acercaba—. ¿Te importa mover ese pedrusco un par de milímetros hacia la derecha? Ha subido unas décimas más de la cuenta las posibilidades de catástrofe y no me fío mucho —le explicó, sin caer en que tal vez el demiurgo no sabía de su transformación.
Para aliviar el ambiente un poco, pues sabía que no todo el mundo se tomaba bien su puntillismo, decidió entablar conversación con él:
—Los aparatos que están ayudando a cargar con peso son tuyos, ¿verdad? ¡Me parecen una pasada! —le elogió. Con otros compañeros, Saria solía iniciar la conversación preguntando por el ejército, pero con él lo tenía muy claro: no veia a Lanor capaz de matar a una mosca—. ¿Qué te ha animado a venir?
Por suerte, entró a su nuevo grupo con mucha esperanza (haber dormido a pierna suelta en Ordesta antes de venir ayudaba a su buen humor) y estaba preparada para seguir dando el callo como nadie. El consejo debía quedar impresionado con el trabajo que estaban haciendo. Así, Saria saludó con efusividad y se puso manos a la obra hasta que su búsqueda del buen fario la guió hasta Lanor. Conocía al demiurgo de vista, gracias a las clases de costura de Twix.
—Eres Lanor, ¿verdad? —preguntó a la vez que se acercaba—. ¿Te importa mover ese pedrusco un par de milímetros hacia la derecha? Ha subido unas décimas más de la cuenta las posibilidades de catástrofe y no me fío mucho —le explicó, sin caer en que tal vez el demiurgo no sabía de su transformación.
Para aliviar el ambiente un poco, pues sabía que no todo el mundo se tomaba bien su puntillismo, decidió entablar conversación con él:
—Los aparatos que están ayudando a cargar con peso son tuyos, ¿verdad? ¡Me parecen una pasada! —le elogió. Con otros compañeros, Saria solía iniciar la conversación preguntando por el ejército, pero con él lo tenía muy claro: no veia a Lanor capaz de matar a una mosca—. ¿Qué te ha animado a venir?
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Las Dragoneras
03/07/18, 07:43 pm
Incluso con lo poco que habían interactuado en los últimos tiempos notaba el demiurgo la ausencia de Ergot. Era inevitable con la tranquilidad que poseían ahora las visitas de Samika, cuando antes esas visitas solían tener la energía (irritante, en no pocas ocasiones) del véspido. Era inevitable cuando buscaba en los libros de hechizos sortilegios de búsqueda más potentes que el que ya conocía, siempre en balde: no se aprendió ninguno, pero los probó todos. Y la magia bullía, la magia buscaba… Y la magia no encontraba nada.
A la desaparición de su amigo se unía el sueño acumulado. El demiurgo sobrevivía a base de hechizos de vela durante el día y de pesadillas durante la noche, pero aquello tenía sus límites. Así, el estudiante de arquitectura podía seguir rindiendo en sus esfuerzos, pero los resultados obtenidos habían caído en picado.
No pasó mucho hasta que llegó el momento de las obras de las dragoneras. El demiurgo se dirigió a ellas con dudas y reticencias. Todavía recordaba los dragones que había visto en Ormivas y el terror y la majestad que inspiró en él. Que fueran a estar al servicio de aquel reinos de monstruos le provocaba tanto rechazo como atracción le provocaba la posibilidad de ver y oír todos los días a aquellas bestias majestuosas y aterradoras.
Se sintió cohibido ante las palabras de la mujer alada, aunque aquello más consustancial al hecho de la evidente importancia que tenía. A Lanor nunca le había gustado interactuar demasiado con gente de posiciones sociales altas, y estaba casi seguro de que, si aquellos dos no eran del Consejo, sí serían servidores directos suyos.
Luego tocó ponerse a trabajar. Por suerte para su propia desidia por el trabajo físico allí, en su caso, contaban más otros factores. La magia y sus criaturas, en concreto. No era particularmente útil para llevar bloques de un lado a otro, pero sí para recogerlos en el aire, unirlos con otro y fundirlos gracias al hechizo de moldeado de materia inorgánica.
Quedó unido con varias personas, en grupos diversos que iban haciéndose y deshaciéndose conforme pasaban horas y días. Pronto tomó la costumbre de usar hechizos de vela justo antes de entrar en el trabajo, más que tras despertarse de una mala noche de sueño. Eso le permitía estar mucho más descansado durante las horas de levitación, fundido de materiales e instrucciones a sus propias criaturas.
Una conocida se acercó hacia él y empezó a hablarle, lo que hizo que Lanor no llegara a formular el hechizo de moldeo para unir los dos bloques. La reconoció enseguida como Saria, una amiga de Twix que asistía a las clases de tortura de Serpentaria.
—Sí, los creé yo —le contestó, no del todo cómodo con llamarlos “aparatos”. Aunque sus constructores eran bastante simples, y no solo en diseño, seguía considerándolos como seres vivos—. Pues… quiero ser arquitecto —admitió, todavía algo tímido acerca del tema. Echó un vistazo nada disimulado hacia la inmensidad ruinosa que existía hacia sus espaldas, con cierto disgusto apenado pintado en su rostro—. No creo que Rocavarancolia… Bueno, me gustaría contribuir a que no sea unas ruinas aterradoras. Creo que no tiene por qué ser así.
Todavía le costaba a veces evitar llamar “nidos de monstruos inmorales” a aquella ciudad, al menos delante de aquellos monstruos. Que hubiera aprendido a amar la locura de Rocavarancolia no había llevado aparejado, al menos de momento, ni el amor ni la completa indiferencia hacia su abierto desprecio a la ética.
—Oye, por curiosidad —se forzó a decir mientras lanzaba el hechizo de levitación para hacer lo que le había pedido—, ¿a qué te refieres con lo de probabilidades de catástrofe?
A la desaparición de su amigo se unía el sueño acumulado. El demiurgo sobrevivía a base de hechizos de vela durante el día y de pesadillas durante la noche, pero aquello tenía sus límites. Así, el estudiante de arquitectura podía seguir rindiendo en sus esfuerzos, pero los resultados obtenidos habían caído en picado.
No pasó mucho hasta que llegó el momento de las obras de las dragoneras. El demiurgo se dirigió a ellas con dudas y reticencias. Todavía recordaba los dragones que había visto en Ormivas y el terror y la majestad que inspiró en él. Que fueran a estar al servicio de aquel reinos de monstruos le provocaba tanto rechazo como atracción le provocaba la posibilidad de ver y oír todos los días a aquellas bestias majestuosas y aterradoras.
Se sintió cohibido ante las palabras de la mujer alada, aunque aquello más consustancial al hecho de la evidente importancia que tenía. A Lanor nunca le había gustado interactuar demasiado con gente de posiciones sociales altas, y estaba casi seguro de que, si aquellos dos no eran del Consejo, sí serían servidores directos suyos.
Luego tocó ponerse a trabajar. Por suerte para su propia desidia por el trabajo físico allí, en su caso, contaban más otros factores. La magia y sus criaturas, en concreto. No era particularmente útil para llevar bloques de un lado a otro, pero sí para recogerlos en el aire, unirlos con otro y fundirlos gracias al hechizo de moldeado de materia inorgánica.
Quedó unido con varias personas, en grupos diversos que iban haciéndose y deshaciéndose conforme pasaban horas y días. Pronto tomó la costumbre de usar hechizos de vela justo antes de entrar en el trabajo, más que tras despertarse de una mala noche de sueño. Eso le permitía estar mucho más descansado durante las horas de levitación, fundido de materiales e instrucciones a sus propias criaturas.
Una conocida se acercó hacia él y empezó a hablarle, lo que hizo que Lanor no llegara a formular el hechizo de moldeo para unir los dos bloques. La reconoció enseguida como Saria, una amiga de Twix que asistía a las clases de tortura de Serpentaria.
—Sí, los creé yo —le contestó, no del todo cómodo con llamarlos “aparatos”. Aunque sus constructores eran bastante simples, y no solo en diseño, seguía considerándolos como seres vivos—. Pues… quiero ser arquitecto —admitió, todavía algo tímido acerca del tema. Echó un vistazo nada disimulado hacia la inmensidad ruinosa que existía hacia sus espaldas, con cierto disgusto apenado pintado en su rostro—. No creo que Rocavarancolia… Bueno, me gustaría contribuir a que no sea unas ruinas aterradoras. Creo que no tiene por qué ser así.
Todavía le costaba a veces evitar llamar “nidos de monstruos inmorales” a aquella ciudad, al menos delante de aquellos monstruos. Que hubiera aprendido a amar la locura de Rocavarancolia no había llevado aparejado, al menos de momento, ni el amor ni la completa indiferencia hacia su abierto desprecio a la ética.
—Oye, por curiosidad —se forzó a decir mientras lanzaba el hechizo de levitación para hacer lo que le había pedido—, ¿a qué te refieres con lo de probabilidades de catástrofe?
- Criaturas acompañantes de Lanor Gris:
-Acompañante: su bufanda, con dos botones a modo de ojos.
-Defensores (3): "mosquitos". El cuerpo es un pequeño cilindro de madera, ojos y patas idénticos al de la libélula y alas de papel parecidas. Donde estarían sus bocas hay una triada de alfileres puntiagudos y relativamente largos. Están ocultos en su ropa.
-Vigilante (6): esferas de madera con dos grandes alas de tela (el "esqueleto" de las alas es alambre) en la parte superior y un gran botón pegado en la parte inferior. Ayudan al demiurgo a vigilar dónde colocar las cosas.
-Constructores (2): discos anchos y cortos ensartados en un esqueleto de varas de metal sirven para crear un cuerpo segmentado anatómicamente humano. A partir de los codos hay una lámina de metal gruesa y resistente segmentada en dos gracias a una bisagra. Miden aproximadamente 170 cms
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Las Dragoneras
03/07/18, 11:22 pm
Sekk había trabajado en silencio durante la mayor parte del día, cumpliendo sus tareas a rajatabla mientras se obligaba a regular su humor tempestuoso para mantener un buen ritmo. Había visto a compañeros de cosecha y conocidos en otros grupos, pero no había coincidido con ninguno hasta el momento, y los desconocidos con los que le habían emparejado no habían hecho ningún esfuerzo por entablar una conversación tras enterarse de cual era su transformación. No es que al berserker le importara demasiado, pues eso le permitía mantenerse concentrado, pero al cabo de unas horas aquel silencio empezaba a resultar tedioso.
Se estaba preguntando si repetir aquello todos los días merecía la pena cuando le volvieron a cambiar de grupo, emparejandole para variar con otras tres personas a las que no conocía de nada. En esta ocasión ellos si que parecían tener algún tipo de relación entre si, por lo que el ulterano prefirió dejarles espacio por si querían charlar y se preparó mentalmente para otro tedioso periodo de silencio. Sus compañeros, sin embargo, decidieron incluirle en la conversación, lo que sorprendió ligeramente al chico después del día que llevaba.
—Sekk, un placer —respondió tras unos instantes, estrechando la mano del sueco con firmeza y dedicándoles un gesto de asentimiento al repoblador y al irrense—. ¿Quizás de vista? Esos cuernos no pasan desapercibidos —contesto a las palabras del raigaurum, encogiéndose de hombros como si se disculpara aunque no lo había dicho con mala intención—. Y por mi cuenta, supongo, esto sonaba mas interesante que cargar sacos de grano. —añadió en dirección al humano con una ligera sonrisa irónica mientras levantaba un pedrusco del suelo, indicando que al final no parecía haber mucha diferencia entre los dos trabajos. Que el poltergeist fuera susceptible al tema de su altura no le parecía divertido, pues el mismo era un experto en susceptibilidad desde que viera la Luna Roja, por eso se apunto mentalmente aquel dato para no meter la pata en el futuro.
Tras unos segundos de incertidumbre volvió a hablar, aunque fue bastante breve y conciso.
—Berserker, por cierto. —informó. Preferiría haberse ahorrado el dato de entrada, pero no le parecía educado callárselo después de que el moreno le hubiera dicho su transformación como parte de su presentación.
Se estaba preguntando si repetir aquello todos los días merecía la pena cuando le volvieron a cambiar de grupo, emparejandole para variar con otras tres personas a las que no conocía de nada. En esta ocasión ellos si que parecían tener algún tipo de relación entre si, por lo que el ulterano prefirió dejarles espacio por si querían charlar y se preparó mentalmente para otro tedioso periodo de silencio. Sus compañeros, sin embargo, decidieron incluirle en la conversación, lo que sorprendió ligeramente al chico después del día que llevaba.
—Sekk, un placer —respondió tras unos instantes, estrechando la mano del sueco con firmeza y dedicándoles un gesto de asentimiento al repoblador y al irrense—. ¿Quizás de vista? Esos cuernos no pasan desapercibidos —contesto a las palabras del raigaurum, encogiéndose de hombros como si se disculpara aunque no lo había dicho con mala intención—. Y por mi cuenta, supongo, esto sonaba mas interesante que cargar sacos de grano. —añadió en dirección al humano con una ligera sonrisa irónica mientras levantaba un pedrusco del suelo, indicando que al final no parecía haber mucha diferencia entre los dos trabajos. Que el poltergeist fuera susceptible al tema de su altura no le parecía divertido, pues el mismo era un experto en susceptibilidad desde que viera la Luna Roja, por eso se apunto mentalmente aquel dato para no meter la pata en el futuro.
Tras unos segundos de incertidumbre volvió a hablar, aunque fue bastante breve y conciso.
—Berserker, por cierto. —informó. Preferiría haberse ahorrado el dato de entrada, pero no le parecía educado callárselo después de que el moreno le hubiera dicho su transformación como parte de su presentación.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Las Dragoneras
04/07/18, 12:46 am
A Kin no le sorprendió que Noel ya conociera al menos a alguno de los otros dos. De hecho, hasta era raro que no conociese al otro. Se imaginaba que los de la Brecha conocían a todo el mundo, por algún motivo.
El conocido del draco, sin embargo, le pareció un tanto seco en cuanto habló de forma telepática —imaginó que no le era posible de otro modo, aunque decidió no preguntar por el motivo—. Se preguntó si tal vez Noel entendería mejor por qué estaba de mal humor el repoblador.
—Ni se me había pasado por la cabeza —le respondió, encogiéndose de hombros. No tenía pensado señalar lo obvio.
Cuando el ulterano se presentó e hizo alusión a sus cuernos lo dejó pensativo, aunque podrían haberse cruzado en cualquier lugar. Pero en cuanto mencionó los sacos de grano, Kin se dio cuenta de qué se podían conocer.
—Ah, ya veo. Trabajas en el granero, ¿no? Yo también, aunque por las tardes. Tal vez nos hayamos cruzado alguna vez.
El irrense tampoco tenía la costumbre de añadir su transformación a las presentaciones, y no era porque le importase que se supiera, ya que era evidente para cualquiera que la conociese. Pero ni Sekk diciendo la suya con retraso le hizo encontrar un momento idóneo para mencionarlo. Ni siquiera sabía en qué consistía ser un berserker, pero no solía ser muy adecuado pedir detalles durante una mera presentación.
—¿Cuánto lleváis a la ciudad? —preguntó a los que no conocía, ya que en el caso de Noel sabía aproximadamente la respuesta—. Porque nunca nos hemos cruzado por los refugios, y todavía vivo en la sede.
El conocido del draco, sin embargo, le pareció un tanto seco en cuanto habló de forma telepática —imaginó que no le era posible de otro modo, aunque decidió no preguntar por el motivo—. Se preguntó si tal vez Noel entendería mejor por qué estaba de mal humor el repoblador.
—Ni se me había pasado por la cabeza —le respondió, encogiéndose de hombros. No tenía pensado señalar lo obvio.
Cuando el ulterano se presentó e hizo alusión a sus cuernos lo dejó pensativo, aunque podrían haberse cruzado en cualquier lugar. Pero en cuanto mencionó los sacos de grano, Kin se dio cuenta de qué se podían conocer.
—Ah, ya veo. Trabajas en el granero, ¿no? Yo también, aunque por las tardes. Tal vez nos hayamos cruzado alguna vez.
El irrense tampoco tenía la costumbre de añadir su transformación a las presentaciones, y no era porque le importase que se supiera, ya que era evidente para cualquiera que la conociese. Pero ni Sekk diciendo la suya con retraso le hizo encontrar un momento idóneo para mencionarlo. Ni siquiera sabía en qué consistía ser un berserker, pero no solía ser muy adecuado pedir detalles durante una mera presentación.
—¿Cuánto lleváis a la ciudad? —preguntó a los que no conocía, ya que en el caso de Noel sabía aproximadamente la respuesta—. Porque nunca nos hemos cruzado por los refugios, y todavía vivo en la sede.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Las Dragoneras
04/07/18, 01:24 am
Noel contuvo la risa ante las palabras de Tap. Conocía al repoblador y no quería enfadarlo aún más, pero no podía evitar que le hiciera gracia el fervor con el que expresaba su desagrado. De todos modos podía entenderlo: él mismo se consideraba afortunado por haber coincidido con gente agradable hasta el momento y no le costaba creer que tanto el repoblador como el ulterano que se había presentado como Sekk no hubieran tenido experiencias demasiado agradables. El ulterano no había mencionado nada sobre otra gente, pero había dejado bastante claro que se estaba aburriendo, por lo que supuso que tampoco había tenido una compañía especialmente amigable.
—No hagas ni caso a esa gente, Tap. Si a estas alturas aún les sorprende ver a un repoblador como para tener que hacer notar la diferencia de tamaño, muy espabilados no serán —le dijo al poltergeist con una sonrisa de complicidad.
No estaba seguro de si el repoblador había coincido con tanta gente rancia de verdad o le ocurría lo que a todo el mundo: que el malhumor por la falta de sueño hablaba por él. Aun así prefirió no contradecirle, porque estaba claro que no era lo que necesitaba Tap en aquellos momentos.
Cuando Sekk mencionó cuál era su transformación el sueco volvió a centrar su atención en él, con curiosidad. Un recuerdo había acudido a su cabeza, pero espero a que Kin terminase de hacer un par de preguntas al ulterano y al repoblador antes de intervenir.
—¿Por casualidad eres de la Luna más reciente? Eres amigo de Rasqa, Kimbra e Irianna, ¿verdad? —Estaba casi seguro de ello, pero esperó a que el propio ulterano se lo confirmase antes de añadir nada más—. Ahora caigo en que me han hablado de ti alguna vez, aunque no sé mucho más aparte de que tenían un amigo berserker, tampoco te creas —aclaró.
En concreto habían sido Rasqa, que hablaba a menudo de sus amigos cuando coincidía con él, y Wen mencionando de pasada alguna conversación que había mantenido con la nebulomante en sus viajes de Krabelin.
>>No sabía que estabas trabajando en el granero, Kin —se dirigió después al irrense—. ¿Os explotan mucho allí?
Expandió la pregunta hacia Sekk también, ya que según había dicho el demonio raigaurum, él también trabajaba allí. Se preguntaba si él hubiera aceptado años atrás, cuanto todavía vivía en los refugios como el irrense y el ulterano, trabajar para el consejo. Posiblemente no. Era irónico, porque eso era lo que estaba haciendo en ese mismo momento.
—No hagas ni caso a esa gente, Tap. Si a estas alturas aún les sorprende ver a un repoblador como para tener que hacer notar la diferencia de tamaño, muy espabilados no serán —le dijo al poltergeist con una sonrisa de complicidad.
No estaba seguro de si el repoblador había coincido con tanta gente rancia de verdad o le ocurría lo que a todo el mundo: que el malhumor por la falta de sueño hablaba por él. Aun así prefirió no contradecirle, porque estaba claro que no era lo que necesitaba Tap en aquellos momentos.
Cuando Sekk mencionó cuál era su transformación el sueco volvió a centrar su atención en él, con curiosidad. Un recuerdo había acudido a su cabeza, pero espero a que Kin terminase de hacer un par de preguntas al ulterano y al repoblador antes de intervenir.
—¿Por casualidad eres de la Luna más reciente? Eres amigo de Rasqa, Kimbra e Irianna, ¿verdad? —Estaba casi seguro de ello, pero esperó a que el propio ulterano se lo confirmase antes de añadir nada más—. Ahora caigo en que me han hablado de ti alguna vez, aunque no sé mucho más aparte de que tenían un amigo berserker, tampoco te creas —aclaró.
En concreto habían sido Rasqa, que hablaba a menudo de sus amigos cuando coincidía con él, y Wen mencionando de pasada alguna conversación que había mantenido con la nebulomante en sus viajes de Krabelin.
>>No sabía que estabas trabajando en el granero, Kin —se dirigió después al irrense—. ¿Os explotan mucho allí?
Expandió la pregunta hacia Sekk también, ya que según había dicho el demonio raigaurum, él también trabajaba allí. Se preguntaba si él hubiera aceptado años atrás, cuanto todavía vivía en los refugios como el irrense y el ulterano, trabajar para el consejo. Posiblemente no. Era irónico, porque eso era lo que estaba haciendo en ese mismo momento.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Las Dragoneras
04/07/18, 02:30 am
Saria lo escuchó sin dejar de trabajar, hacía flotar los pedruscos que darían forma a la torre con ligereza y los depositaba en su sitio con el cuidado de quien ve el mejor lugar para que no se caigan.
—¡Arquitecto! —exclamó—. ¡Qué bien! Rocavarancolia necesita más gente como tú, sí, que está que se cae.... No hay más que ver esto. —La ordesa soltó una carcajada cantarina.
Su pregunta la pillo desprevenida porque, efectivamente, había dado por hecho que sabría a qué se refería.
—Oh, es porque soy una mala sombra. Puedo ver las probabilidades de catástrofe allá donde me llega la vista. También puedo echar mal de ojo. Mira, fíjate en ese de allí —Saria señaló a un chico enorme, halterofílico por lo menos, puede que incluso guerrero—. Voy a mandarle un poco de mala baba a los pies, a ver si se trompieza. —Lara le lanzó un mal de ojo leve, suficiente para una anécdota graciosa, pero no para un accidente—. No siempre sale como yo quiero, la mala suerte tiene sus propios ritmos, yo solo la invito a torcerse un poco... ¡Ahí está!
Y casi a la vez que ella pronunciaba esas palabras, el muchacho enorme se tropezó con su propio pie izquierdo y trastabilló durante un segundo antes de reponerse. Nada grave, tal y como había predicho la mala sombra. <<Menos mal que no se ha caído>> suspiró aliviada, internamente. A veces no hacía falta apretar mucho para causar un gran desastre.
—¿Y lo tuyo cómo va? ¿Lo de ser demiurgo viene con planos de criaturas o eso es cosa tuya? —Saria tenía mucha curiosidad, no se le pasaba el haberle visto en clases de costura, pero quería asegurarse—. ¿Qué se siente?
Si se estaba tomando demasiadas confianzas, la mala sombra no lo sabía.
---------------------
La respuesta de Kin sirvió para quitarle parte de la tensión a Tap, que quedó francamente aliviado.
>>Menos mal —respondió a Kin. Luego añadió más para Noel—. La verdad es que sí, no te falta razón.
Tap no sintió la necesidad de explicar lo que era, ya era medio transparente y en cuanto se puso a trabajar, creyó que quedó claro que se dedicaba a poseer objetos. Para él no había mucho más que explicar.
>>Yo he visto ya tres lunas, incluída la mía —su voz había perdido cualquier traza mental de bordería. Tap no llevaba muy bien el recuento de días. En el Macetero funcionaban por estaciones y aquí la estación más importante era la salida de la Luna Roja—. En mi cosecha teníamos a otro como tú —le dijo al bersérker—. Era de los más majos de mi panal, perdón, torreón, aunque no he vuelto a hablar con él en años —para Tap aquello era de lo más común, por desgracia. Había pocos con los que volver a hablar. Se preguntó qué habría sido del ulterano—. Se llamaba Serokrai, ¿os suena a alguno?
—¡Arquitecto! —exclamó—. ¡Qué bien! Rocavarancolia necesita más gente como tú, sí, que está que se cae.... No hay más que ver esto. —La ordesa soltó una carcajada cantarina.
Su pregunta la pillo desprevenida porque, efectivamente, había dado por hecho que sabría a qué se refería.
—Oh, es porque soy una mala sombra. Puedo ver las probabilidades de catástrofe allá donde me llega la vista. También puedo echar mal de ojo. Mira, fíjate en ese de allí —Saria señaló a un chico enorme, halterofílico por lo menos, puede que incluso guerrero—. Voy a mandarle un poco de mala baba a los pies, a ver si se trompieza. —Lara le lanzó un mal de ojo leve, suficiente para una anécdota graciosa, pero no para un accidente—. No siempre sale como yo quiero, la mala suerte tiene sus propios ritmos, yo solo la invito a torcerse un poco... ¡Ahí está!
Y casi a la vez que ella pronunciaba esas palabras, el muchacho enorme se tropezó con su propio pie izquierdo y trastabilló durante un segundo antes de reponerse. Nada grave, tal y como había predicho la mala sombra. <<Menos mal que no se ha caído>> suspiró aliviada, internamente. A veces no hacía falta apretar mucho para causar un gran desastre.
—¿Y lo tuyo cómo va? ¿Lo de ser demiurgo viene con planos de criaturas o eso es cosa tuya? —Saria tenía mucha curiosidad, no se le pasaba el haberle visto en clases de costura, pero quería asegurarse—. ¿Qué se siente?
Si se estaba tomando demasiadas confianzas, la mala sombra no lo sabía.
---------------------
La respuesta de Kin sirvió para quitarle parte de la tensión a Tap, que quedó francamente aliviado.
>>Menos mal —respondió a Kin. Luego añadió más para Noel—. La verdad es que sí, no te falta razón.
Tap no sintió la necesidad de explicar lo que era, ya era medio transparente y en cuanto se puso a trabajar, creyó que quedó claro que se dedicaba a poseer objetos. Para él no había mucho más que explicar.
>>Yo he visto ya tres lunas, incluída la mía —su voz había perdido cualquier traza mental de bordería. Tap no llevaba muy bien el recuento de días. En el Macetero funcionaban por estaciones y aquí la estación más importante era la salida de la Luna Roja—. En mi cosecha teníamos a otro como tú —le dijo al bersérker—. Era de los más majos de mi panal, perdón, torreón, aunque no he vuelto a hablar con él en años —para Tap aquello era de lo más común, por desgracia. Había pocos con los que volver a hablar. Se preguntó qué habría sido del ulterano—. Se llamaba Serokrai, ¿os suena a alguno?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Las Dragoneras
04/07/18, 07:02 pm
La apreciación de Saria le provocó un remalazo de orgullo mientras colocaba aquel bloque justo donde le había dicho la ordesa. El demiurgo luego lo fundió con el precedente los dos tal y como le habían instruido al empezar en las obras, ayudándose de los vigilantes que revoloteaban alrededor para asegurarse de que no quedaba ningún resquicio visible.
Asistió a la explicación y demostración de Saria de sus poderes con bastante interés. No había leído nada de aquella transformación, habiendo preferido enfocarse en las de sus compañeros, la suya y unas pocas elegidas por posible afinidad o especial peligro. Su mente, por supuesto, no tardó demasiado en encontrar diversas aristas al poder de los mala sombra. En particular le parecía una habilidad especialmente clarificadora en cuanto a la heterogeneidad de las transformaciones que realizaba la Luna Roja y, por tanto, especialmente fascinante.
—Lo de poder ver las probabilidades de catástrofe es una habilidad especialmente útil en la construcción, la verdad —en particular tenía claro que sería una socia invaluable si alguna vez mostraba interés en trabajar con él, en especial siendo Rocavarancolia como era. No se atrevía a proponérselo, pero lo cierto es que tenía ciertos deseos de que ella misma quisiera aplicar así su poder—. Y poder aumentar las probabilidades… indudablemente útil en un lugar como Rocavarancolia.
Lanor Gris no podía dejar de pensar que, quizás, algo así podría haber salvado a su grupo de algunos sucesos desagradables ocurridos en su criba.
—No, las habilidades de manualidades nos las tenemos que trabajar nosotros. La Luna Roja solo nos otorga todo lo relacionado con dar vida en sí, y la magia, claro —explicó mientras daba instrucciones a los constructores, subidos en unos andamios, para colocar más bloques encima del que acababa de unir. Había trenzado un hechizo de niebla mágica para ayudarse con las instrucciones, y pensaba seguir cualquier indicación que le diera Saria—. Cuando das vida… sientes dolor, aunque puede atenuarse mediante hechizos. Es peor cuando mueren —no solía tener reparos en decirlo, a pesar de la desconfianza que todavía le provocaban muchos rocavarancoleses. A pesar del secretismo general que había en torno a la demiurgia esa información en particular era bastante pública, y tenía la absoluta seguridad de que ningún rocavarancolés sería lo suficientemente estúpido para atacar a alguien sin informarse antes bien de su transformación. A diferencia de otros, por supuesto, el demiurgo ni podía ni quería mantener en secreto lo que era.
Entre tanto su bufanda, descansando plácidamente en sus hombros, tenía la cabeza levantada con cierta curiosidad, analizando todo aquello que había a su alrededor.
Asistió a la explicación y demostración de Saria de sus poderes con bastante interés. No había leído nada de aquella transformación, habiendo preferido enfocarse en las de sus compañeros, la suya y unas pocas elegidas por posible afinidad o especial peligro. Su mente, por supuesto, no tardó demasiado en encontrar diversas aristas al poder de los mala sombra. En particular le parecía una habilidad especialmente clarificadora en cuanto a la heterogeneidad de las transformaciones que realizaba la Luna Roja y, por tanto, especialmente fascinante.
—Lo de poder ver las probabilidades de catástrofe es una habilidad especialmente útil en la construcción, la verdad —en particular tenía claro que sería una socia invaluable si alguna vez mostraba interés en trabajar con él, en especial siendo Rocavarancolia como era. No se atrevía a proponérselo, pero lo cierto es que tenía ciertos deseos de que ella misma quisiera aplicar así su poder—. Y poder aumentar las probabilidades… indudablemente útil en un lugar como Rocavarancolia.
Lanor Gris no podía dejar de pensar que, quizás, algo así podría haber salvado a su grupo de algunos sucesos desagradables ocurridos en su criba.
—No, las habilidades de manualidades nos las tenemos que trabajar nosotros. La Luna Roja solo nos otorga todo lo relacionado con dar vida en sí, y la magia, claro —explicó mientras daba instrucciones a los constructores, subidos en unos andamios, para colocar más bloques encima del que acababa de unir. Había trenzado un hechizo de niebla mágica para ayudarse con las instrucciones, y pensaba seguir cualquier indicación que le diera Saria—. Cuando das vida… sientes dolor, aunque puede atenuarse mediante hechizos. Es peor cuando mueren —no solía tener reparos en decirlo, a pesar de la desconfianza que todavía le provocaban muchos rocavarancoleses. A pesar del secretismo general que había en torno a la demiurgia esa información en particular era bastante pública, y tenía la absoluta seguridad de que ningún rocavarancolés sería lo suficientemente estúpido para atacar a alguien sin informarse antes bien de su transformación. A diferencia de otros, por supuesto, el demiurgo ni podía ni quería mantener en secreto lo que era.
Entre tanto su bufanda, descansando plácidamente en sus hombros, tenía la cabeza levantada con cierta curiosidad, analizando todo aquello que había a su alrededor.
- Criaturas acompañantes de Lanor Gris:
-Acompañante: su bufanda, con dos botones a modo de ojos.
-Defensores (3): "mosquitos". El cuerpo es un pequeño cilindro de madera, ojos y patas idénticos al de la libélula y alas de papel parecidas. Donde estarían sus bocas hay una triada de alfileres puntiagudos y relativamente largos. Están ocultos en su ropa.
-Vigilante (6): esferas de madera con dos grandes alas de tela (el "esqueleto" de las alas es alambre) en la parte superior y un gran botón pegado en la parte inferior. Ayudan al demiurgo a vigilar dónde colocar las cosas.
-Constructores (2): discos anchos y cortos ensartados en un esqueleto de varas de metal sirven para crear un cuerpo segmentado anatómicamente humano. A partir de los codos hay una lámina de metal gruesa y resistente segmentada en dos gracias a una bisagra. Miden aproximadamente 170 cms
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Las Dragoneras
05/07/18, 05:04 pm
Lara esbozó una sonrisa amplia ante las apreciaciones del demiurgo. Los primeros meses tras la luna habían sido horribles para ella, se había sentido maldita por el poder que cargaba. Durante la cosecha casi solo tuvo ojos para sus hijos y jamás haría paces con la posibilidad de haberles ayudado a morir. Aun así, había encontrado aplicaciones al mal de ojo con las que sentía que le hacía un favor al mundo y cada día que pasaba se sentía mucho mejor dentro de su propia piel (y de su propio pelo, que era tanto o más). Incluso le había servido para ayudar a toda la ciudad (o eso creía ella), gracias al descubrimiento que hizo sobre la ola de mal fario que había.
—La verdad es que sí, soy afortunada —rio con su propio juego de palabras—. Y tú... ¿Entonces dices que das vida? —preguntó con cierta sorpresa, a pesar de que él ya se lo había aclarado. Saria se fijó en su bufanda y volvió la vista al andamio sobre el que trabajaban sus constructores—. ¿Vida vida? En plan, ¿como la nuestra? —Saria no había perdido el sentido de maravilla a pesar de los palos que había recibido, se podía ver en sus ojos amarillos, abiertos como platos—. Es fascinante...
No le sorprendió que aquel proceso doliera. Saria empezaba a entender que cada don que daba la Luna Roja traía un contrapunto que trabajar. Con su visión porcentual, aquello era más obvio si cabía. Desvió brevemente la mirada hacia los constructores.
—Diles que muevan ese bloque un pelín hacia fuera, solo un pelín —y luego volvió a centrarse en el demiurgo—. Entonces, cuando construyas casas, ¿podrás dotarlas de vida? —La mala sombra seguía fascinada. Levantó su mano calva y señaló a la bufanda—. ¿Podría tocarla? Si ambos queréis, claro.
—La verdad es que sí, soy afortunada —rio con su propio juego de palabras—. Y tú... ¿Entonces dices que das vida? —preguntó con cierta sorpresa, a pesar de que él ya se lo había aclarado. Saria se fijó en su bufanda y volvió la vista al andamio sobre el que trabajaban sus constructores—. ¿Vida vida? En plan, ¿como la nuestra? —Saria no había perdido el sentido de maravilla a pesar de los palos que había recibido, se podía ver en sus ojos amarillos, abiertos como platos—. Es fascinante...
No le sorprendió que aquel proceso doliera. Saria empezaba a entender que cada don que daba la Luna Roja traía un contrapunto que trabajar. Con su visión porcentual, aquello era más obvio si cabía. Desvió brevemente la mirada hacia los constructores.
—Diles que muevan ese bloque un pelín hacia fuera, solo un pelín —y luego volvió a centrarse en el demiurgo—. Entonces, cuando construyas casas, ¿podrás dotarlas de vida? —La mala sombra seguía fascinada. Levantó su mano calva y señaló a la bufanda—. ¿Podría tocarla? Si ambos queréis, claro.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Las Dragoneras
05/07/18, 07:55 pm
—Doy vida sí —confirmó el demiurgo, sintiéndose algo cohibido a la vez que orgulloso. La admiración que despertaba la demiurga era uno de los aspectos preferidos de su transformación. Lanor no era particularmente orgulloso, pero sí apreciaba la capacidad de maravillarse por algo, en especial en un lugar con tanta locura como Rocavarancolia—. Sí, cuando cree casas podré darles vida, si sus dueños lo quieren. Hay casas así en Rocavarancolia, de hecho, aunque las crearon individuos menos amables que los de mi tipo.
Lanor se calló por un momento, recordando aquella información en particular. Leer sobre demiurgos lo llevó a leer sobre su contraparte oscura. Y eso lo llevó a leer sobre ciertas casas en Rocavarancolia de las que prefería alejarse cuanto fuera posible.
Mientras daba indicaciones a los constructores contestó con un simple gesto. Su brazo se extendió hacia Saria, y por él bajó la bufanda que lo acompañaba a todos lados. Se colocó en el antebrazo y las manos, mirando a la mala sombra con una expresión particularmente curiosa. En especial considerando que era una prenda de vestir que había recibido vida gracias a la magia.
Lanor se calló por un momento, recordando aquella información en particular. Leer sobre demiurgos lo llevó a leer sobre su contraparte oscura. Y eso lo llevó a leer sobre ciertas casas en Rocavarancolia de las que prefería alejarse cuanto fuera posible.
Mientras daba indicaciones a los constructores contestó con un simple gesto. Su brazo se extendió hacia Saria, y por él bajó la bufanda que lo acompañaba a todos lados. Se colocó en el antebrazo y las manos, mirando a la mala sombra con una expresión particularmente curiosa. En especial considerando que era una prenda de vestir que había recibido vida gracias a la magia.
- Criaturas acompañantes de Lanor Gris:
-Acompañante: su bufanda, con dos botones a modo de ojos.
-Defensores (3): "mosquitos". El cuerpo es un pequeño cilindro de madera, ojos y patas idénticos al de la libélula y alas de papel parecidas. Donde estarían sus bocas hay una triada de alfileres puntiagudos y relativamente largos. Están ocultos en su ropa.
-Vigilante (6): esferas de madera con dos grandes alas de tela (el "esqueleto" de las alas es alambre) en la parte superior y un gran botón pegado en la parte inferior. Ayudan al demiurgo a vigilar dónde colocar las cosas.
-Constructores (2): discos anchos y cortos ensartados en un esqueleto de varas de metal sirven para crear un cuerpo segmentado anatómicamente humano. A partir de los codos hay una lámina de metal gruesa y resistente segmentada en dos gracias a una bisagra. Miden aproximadamente 170 cms
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Las Dragoneras
05/07/18, 10:31 pm
—Seguramente nos hayamos cruzado, si —le respondió al irrense con una media sonrisa, apartando un nuevo pedrusco a un lado. Lo cierto es que el ulterano no recordaba donde había visto a Kin, pues los últimos meses se había relacionado con muy poca gente, pero saber que trabajaban en el mismo sitio parecía dejar bastante claro que lo conocía de allí—. Y como bien dices formo parte de la última cosecha —añadió, dirigiéndose ahora hacia el sueco—. ¿Tu perteneces a ese grupo de mercenarios de los que he oído hablar a mis amigos? —inquirió, buscando con la mirada una botella de agua. Solo había escuchado alguna cosa de pasada, pero le había llamado la atención (y dado cierta envidia en realidad) que sus compañeros se relacionaran con tanta facilidad con los ciudadanos mas veteranos.
Mientras daba un buen trago para refrescarse, el draco planteó una nueva pregunta que provocó un encogimiento de hombros por parte del intara.
—Para mi es un trabajo como cualquier otro —respondió con sinceridad tras secarse la boca con el dorso de la mano—. En Ulterania mi hogar era un barco-ciudad y en el día a día de un marinero hay pocas vacaciones. —aclaró riendo, ofreciendo la botella a sus compañeros de faena.
El ulterano estaba empezando a disfrutar de la conversación cuando el poltergeist hizo alusión a un amigo suyo con el que Sekk compartía transformación. En un principio el rubio prestó atención, interesado, pero cuando Malahierba mencionó el nombre del otro berserker el rostro del intara se torció.
—Creo que he oído hablar de él, pero... —murmuró tras unos segundos, recordando lo rumores que le habían impulsado a dormir en Nubla por las noches. Había sido en la taberna, una noche cualquiera que a aquellas alturas no habría sabido señalar en un calendario, y aunque no había podido confirmar los hechos por tratarse de un novato sin recursos había oído que un berserker llamado Serokrai había sido ejecutado por perder el control debido a la falta de sueño.
Sin saber que decir el ulterano miro a los demás con gesto indeciso. ¿Acaso lo que había oído eran rumores sin fundamento o es que el repoblador no estaba al tanto? ¿Estaría alguno de los otros dos al corriente?
Mientras daba un buen trago para refrescarse, el draco planteó una nueva pregunta que provocó un encogimiento de hombros por parte del intara.
—Para mi es un trabajo como cualquier otro —respondió con sinceridad tras secarse la boca con el dorso de la mano—. En Ulterania mi hogar era un barco-ciudad y en el día a día de un marinero hay pocas vacaciones. —aclaró riendo, ofreciendo la botella a sus compañeros de faena.
El ulterano estaba empezando a disfrutar de la conversación cuando el poltergeist hizo alusión a un amigo suyo con el que Sekk compartía transformación. En un principio el rubio prestó atención, interesado, pero cuando Malahierba mencionó el nombre del otro berserker el rostro del intara se torció.
—Creo que he oído hablar de él, pero... —murmuró tras unos segundos, recordando lo rumores que le habían impulsado a dormir en Nubla por las noches. Había sido en la taberna, una noche cualquiera que a aquellas alturas no habría sabido señalar en un calendario, y aunque no había podido confirmar los hechos por tratarse de un novato sin recursos había oído que un berserker llamado Serokrai había sido ejecutado por perder el control debido a la falta de sueño.
Sin saber que decir el ulterano miro a los demás con gesto indeciso. ¿Acaso lo que había oído eran rumores sin fundamento o es que el repoblador no estaba al tanto? ¿Estaría alguno de los otros dos al corriente?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Las Dragoneras
06/07/18, 12:09 am
La conversación hizo pensar a Kin que conocía poco a la última remesa de transformados. Solo conocía a los que vivían en la sede porque era inevitable, y no se le había pasado por la cabeza que alguien con una transformación tan física no estuviese en la sede, por eso no había sabido ubicar al ulterano. Se preguntó si al menos alguna de las dos ulteranas que conocía se habría topado con él.
—Entonces has visto una más que yo —le dijo a Tap respecto a su antigüedad en la ciudad. De aquella forma también añadía información a su propia presentación. Luego se dirigió a Noel—. Empecé no hace mucho, y no es nada del otro mundo. Creo que podía ser peor. Podría tener las mismas condiciones que Kud. —Lanzó la pulla mirando de reojo a Noel. Por su tono era evidente que esperaba que el draco se lo tomase como una broma, aun si no estaba hablando muy bien de una amiga suya.
La mención del barco-ciudad llamó mucho la atención del irrense. No había conocido ningún mar en el que no fuese impensable vivir, y quería saber más al respecto, pero no quería interrumpir la conversación sobre aquel berserker del que estaban hablando para satisfacer su curiosidad. Decidió seguir trabajando sin dejar de atender a la conversación, aunque no participase, por si se presentaba una ocasión.
—Entonces has visto una más que yo —le dijo a Tap respecto a su antigüedad en la ciudad. De aquella forma también añadía información a su propia presentación. Luego se dirigió a Noel—. Empecé no hace mucho, y no es nada del otro mundo. Creo que podía ser peor. Podría tener las mismas condiciones que Kud. —Lanzó la pulla mirando de reojo a Noel. Por su tono era evidente que esperaba que el draco se lo tomase como una broma, aun si no estaba hablando muy bien de una amiga suya.
La mención del barco-ciudad llamó mucho la atención del irrense. No había conocido ningún mar en el que no fuese impensable vivir, y quería saber más al respecto, pero no quería interrumpir la conversación sobre aquel berserker del que estaban hablando para satisfacer su curiosidad. Decidió seguir trabajando sin dejar de atender a la conversación, aunque no participase, por si se presentaba una ocasión.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Las Dragoneras
06/07/18, 12:44 am
La respuesta de Kin le arrancó una breve carcajada.
—No tenía ni idea porque últimamente no me paso demasiado por la botica, pero creo que me lo puedo imaginar… Desde luego Nia sería la última persona, al menos de entre las que llevan un tiempo parecido a mí en la ciudad, para la que querría trabajar.
No añadió nada más porque tampoco era plan poner a la náyade a caer de un burro con gente que apenas o ni siquiera la conocía, pero lo cierto era que el sueco todavía no había olvidado el lío en el que les había metido en Ulterania sin motivo ni el desprecio que había mostrado hacia Wen y él durante aquel viaje. Mantenía una relación cordial con la ulterana cuando tenía que tratar con ella, pero prefería evitar que fuese en más ocasiones de las estrictamente necesarias.
—Sí, así es —le confirmó a Sekk—. Vaya, eso de vivir en un barco suena demasiado genial. Seguro que tenía sus cosas malas, como todo, ¿pero qué niño no ha querido alguna vez en su vida ser un pirata?
El sueco estaba seguro de que el ulterano tendría un montón de historias interesantes que contar, pero su atención se desvió entonces por completo a Tap de nuevo. Había dicho algo que le había extrañado.
—¿No sabes lo que ocurrió, Tap? —le dirigió una mirada seria y un tanto sorprendida al poltergeist—. Serokrai… Murió hace unos meses. Bueno, para ser precisos fue ejecutado por el consejo. Parece ser que se descontroló. De hecho, mató a Aeris Faraday en pleno ataque de furia. Aeris era un brujo del cobre, no sé si os suena… Era de la cosecha anterior a la mía. Algunos de mis amigos compartieron cosecha con él, así que cuando oímos acerca de su muerte quisimos comprobar los rumores. Además… Serokrai era primo de Toima. Toima no podía ni verlo, por alguna razón que aún se me escapa, pero al menos quisimos saber si era cierto lo que decían. Bueno, seguro que te acuerdas del espectáculo que os montó nuestro descerebrado particular en vuestra noche de Luna, ¿verdad? —Le preguntó a Tap componiendo una expresión irónica, pero todavía manteniendo bastante seriedad. Estaban hablando de la muerte de alguien, a fin de cuentas—. Supongo que su descontrol tiene que ver con lo que sea que está ocurriendo: la última vez que lo vi fue luchando en el torneo de hace un par de años y parecía perfectamente capaz de manejar su transformación ya entonces.
Se dio cuenta poco después de que tal vez al otro ulterano berserker que sí seguía con vida y estaba presente, aquella historia podría inquietarle bastante. De todos modos, Tap merecía saber lo que le había ocurrido a su antiguo compañero, más si era uno de los pocos que parecía recordar con buenos ojos.
—No tenía ni idea porque últimamente no me paso demasiado por la botica, pero creo que me lo puedo imaginar… Desde luego Nia sería la última persona, al menos de entre las que llevan un tiempo parecido a mí en la ciudad, para la que querría trabajar.
No añadió nada más porque tampoco era plan poner a la náyade a caer de un burro con gente que apenas o ni siquiera la conocía, pero lo cierto era que el sueco todavía no había olvidado el lío en el que les había metido en Ulterania sin motivo ni el desprecio que había mostrado hacia Wen y él durante aquel viaje. Mantenía una relación cordial con la ulterana cuando tenía que tratar con ella, pero prefería evitar que fuese en más ocasiones de las estrictamente necesarias.
—Sí, así es —le confirmó a Sekk—. Vaya, eso de vivir en un barco suena demasiado genial. Seguro que tenía sus cosas malas, como todo, ¿pero qué niño no ha querido alguna vez en su vida ser un pirata?
El sueco estaba seguro de que el ulterano tendría un montón de historias interesantes que contar, pero su atención se desvió entonces por completo a Tap de nuevo. Había dicho algo que le había extrañado.
—¿No sabes lo que ocurrió, Tap? —le dirigió una mirada seria y un tanto sorprendida al poltergeist—. Serokrai… Murió hace unos meses. Bueno, para ser precisos fue ejecutado por el consejo. Parece ser que se descontroló. De hecho, mató a Aeris Faraday en pleno ataque de furia. Aeris era un brujo del cobre, no sé si os suena… Era de la cosecha anterior a la mía. Algunos de mis amigos compartieron cosecha con él, así que cuando oímos acerca de su muerte quisimos comprobar los rumores. Además… Serokrai era primo de Toima. Toima no podía ni verlo, por alguna razón que aún se me escapa, pero al menos quisimos saber si era cierto lo que decían. Bueno, seguro que te acuerdas del espectáculo que os montó nuestro descerebrado particular en vuestra noche de Luna, ¿verdad? —Le preguntó a Tap componiendo una expresión irónica, pero todavía manteniendo bastante seriedad. Estaban hablando de la muerte de alguien, a fin de cuentas—. Supongo que su descontrol tiene que ver con lo que sea que está ocurriendo: la última vez que lo vi fue luchando en el torneo de hace un par de años y parecía perfectamente capaz de manejar su transformación ya entonces.
Se dio cuenta poco después de que tal vez al otro ulterano berserker que sí seguía con vida y estaba presente, aquella historia podría inquietarle bastante. De todos modos, Tap merecía saber lo que le había ocurrido a su antiguo compañero, más si era uno de los pocos que parecía recordar con buenos ojos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Las Dragoneras
07/07/18, 01:26 pm
—Oh… Entiendo —Saria supo enseguida a qué casas se refería y deseó que Lanor no se acabara convirtiendo en uno de esos—. Si alguna vez necesito un local —algo que podía ocurrir más pronto que tarde—, te llamaré.
Saria le dedicó una sonrisa a la bufanda conforme reptaba por su brazo. No acababa de asimilar que una prenda de ropa tuviera vida, vida de verdad, y que pudiera morir. <<¿Cuán doloroso debe ser eso?>> pensó, y supo que Lanor debía de ser alguien muy fuerte para aguantar algo así. Saria ya había dado vida una vez y la había visto morir; no quería repetir. Descartó esas ideas y acarició lo que parecía ser la cabeza de la bufanda con suavidad.
—¿Tienen nombre ella o los constructores?
De vez en cuando desviaba la mirada a un lugar u a otro, comprobando que los porcentajes siguieran en orden.
—————
Tap escuchaba en silencio, planteándose cómo de grande sería ese barco-ciudad y si podría poseerlo para navegar con él. Cuando Sekk dejó la frase sobre Serok inacabada, el poltergeist frunció el ceño, o lo que quiera que significase eso cuando uno posee una piedra. Las palabras de Noel le hicieron abandonar el pedrusco y lo dejaron más callado si cabe.
>>No me sorprende —logró decir pasados unos segundos—. Ese gigante nunca supo estarse quieto —hablaba en un tono tan neutro que no hacía justicia a cómo se sentía interiormente.
Indudablemente, había perdido la relación con él. Tap no se sintió querido, ni cómodo, entre la mayoría de sus excompañeros de criba. Eso lo había llevado a alejarse de todos, incluídos aquellos que tampoco le hirieron tanto durante esos meses. Tap no había visto a Serokrai en años y ahora lo lamentaba. Se preguntó si había perdido a más de ellos sin saberlo; se preguntó si tal vez aun pudiese retomar la relación con los que todavía vivían. Sin embargo, todo fue muy fugaz.
>>¿Qué? Me he perdido… ¡Ah! —la emoción volvió poco a poco a su voz telepática—. ¡Sí! El de los ojos, ¿no? —logró mantenerse en el hilo de la conversación—. Menos mal que ese año la Luna fue un gran caos, o lo recordaría más y me caería peor —soltó una carcajada agria. No quería volver a la conversación sobre el bersérker muerto, por lo que trató de reconducirla—. ¿Vosotros lo conocéis? A Toima. Parece ser un gigante que da mucho que contar.
Saria le dedicó una sonrisa a la bufanda conforme reptaba por su brazo. No acababa de asimilar que una prenda de ropa tuviera vida, vida de verdad, y que pudiera morir. <<¿Cuán doloroso debe ser eso?>> pensó, y supo que Lanor debía de ser alguien muy fuerte para aguantar algo así. Saria ya había dado vida una vez y la había visto morir; no quería repetir. Descartó esas ideas y acarició lo que parecía ser la cabeza de la bufanda con suavidad.
—¿Tienen nombre ella o los constructores?
De vez en cuando desviaba la mirada a un lugar u a otro, comprobando que los porcentajes siguieran en orden.
—————
Tap escuchaba en silencio, planteándose cómo de grande sería ese barco-ciudad y si podría poseerlo para navegar con él. Cuando Sekk dejó la frase sobre Serok inacabada, el poltergeist frunció el ceño, o lo que quiera que significase eso cuando uno posee una piedra. Las palabras de Noel le hicieron abandonar el pedrusco y lo dejaron más callado si cabe.
>>No me sorprende —logró decir pasados unos segundos—. Ese gigante nunca supo estarse quieto —hablaba en un tono tan neutro que no hacía justicia a cómo se sentía interiormente.
Indudablemente, había perdido la relación con él. Tap no se sintió querido, ni cómodo, entre la mayoría de sus excompañeros de criba. Eso lo había llevado a alejarse de todos, incluídos aquellos que tampoco le hirieron tanto durante esos meses. Tap no había visto a Serokrai en años y ahora lo lamentaba. Se preguntó si había perdido a más de ellos sin saberlo; se preguntó si tal vez aun pudiese retomar la relación con los que todavía vivían. Sin embargo, todo fue muy fugaz.
>>¿Qué? Me he perdido… ¡Ah! —la emoción volvió poco a poco a su voz telepática—. ¡Sí! El de los ojos, ¿no? —logró mantenerse en el hilo de la conversación—. Menos mal que ese año la Luna fue un gran caos, o lo recordaría más y me caería peor —soltó una carcajada agria. No quería volver a la conversación sobre el bersérker muerto, por lo que trató de reconducirla—. ¿Vosotros lo conocéis? A Toima. Parece ser un gigante que da mucho que contar.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Las Dragoneras
08/07/18, 12:10 am
Noel le confirmó que los rumores que había oído eran ciertos, pero ser verdaderamente consciente de lo que había hecho su compañero de transformación estando enajenado y las consecuencias que había acarreado le dejó intranquilo. Él mismo había perdido los papeles en su primera Luna y no recordaba nada de lo que había estado haciendo, pero le habían contado que había matado a Sigrún mientras no era dueño de si mismo, hecho que le atormentaba en sueños desde entonces. Según Irianna había sido en defensa propia, pues el islandés había atacado primero y había confesado el asesinato de su amiga libense, pero en el fondo Sekk sabía que no habría actuado de forma diferente aunque el humano simplemente hubiera ido a ayudarle.
—Puedo ser la falta de sueño, si, y por eso yo he dejado de intentar dormir en la ciudad. —comentó con una sonrisa que no reflejaba nada de felicidad, la mirada fija en sus manos y en la piedra que acarreaba en aquel momento.
Malahierba, sin ganas de seguir hablando del destino de su amigo, desvió la conversación hacia otros temas, cosa que el berserker agradeció. La alusión al caos que se genero durante su primera Luna le arrancó una mueca, pues él prefería no pensar en la suya y en las lagunas que arrastraba desde aquel día, pero por suerte el poltergesit les hizo una pregunta a Kin y a él que no tenía nada que ver con astros rojos.
—Creo que no tengo el placer —respondió—, aunque sinceramente apenas conozco a nadie. No he sido muy sociable durante los últimos meses por razones evidentes... —aclaró, esbozando una sonrisa de disculpa.
—Puedo ser la falta de sueño, si, y por eso yo he dejado de intentar dormir en la ciudad. —comentó con una sonrisa que no reflejaba nada de felicidad, la mirada fija en sus manos y en la piedra que acarreaba en aquel momento.
Malahierba, sin ganas de seguir hablando del destino de su amigo, desvió la conversación hacia otros temas, cosa que el berserker agradeció. La alusión al caos que se genero durante su primera Luna le arrancó una mueca, pues él prefería no pensar en la suya y en las lagunas que arrastraba desde aquel día, pero por suerte el poltergesit les hizo una pregunta a Kin y a él que no tenía nada que ver con astros rojos.
—Creo que no tengo el placer —respondió—, aunque sinceramente apenas conozco a nadie. No he sido muy sociable durante los últimos meses por razones evidentes... —aclaró, esbozando una sonrisa de disculpa.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Las Dragoneras
09/07/18, 12:17 am
Cuando empezaron a hablar del argos del grupo de la Brecha la conversación le interesó un poco más. Al menos, en ese caso, Kin sí sabía a quién se referían. Lo problemático que era aquel tipo le hacía preguntarse si era una lástima o una bendición que todavía no lo hubiese visto delante. No podía negar que tenía curiosidad, llegados a aquel punto.
Cuando Tap les preguntó si le conocían el irrense aprovechó para parar un instante de trabajar y comprobar la calibración de sus brazos. La respuesta del berserker le hizo preguntarse qué clase de Luna habría vivido. Sabía que había transformaciones más fastidiadas cuando no se está aún acostumbrado, y aunque él había considerado la suya de las peores, ahora sabía que no lo era.
—Por lo poco que sé, creo que este es uno de esos casos donde tampoco pasa nada por no haberte encontrado con él —le dijo. Luego se dirigió a Noel para explicarse—. No le guardo rencor a estas alturas, ni siquiera le conozco, pero habéis sido vosotros mismos los que me habéis dicho que no se lleva bien con los novatos. —Se dirigió entonces a Tap y Sekk de nuevo—. Aunque nunca traté con él personalmente, uno de nuestra criba tuvo problemas con él hace tiempo. Pero también hay que decir que mi amigo es gilipollas y tenía la mitad de la culpa en lo que pasó. —El raigaurum se encogió de hombros y volvió a ponerse manos a la obra. A esas alturas aquel suceso solo era una anécdota más.
Cuando Tap les preguntó si le conocían el irrense aprovechó para parar un instante de trabajar y comprobar la calibración de sus brazos. La respuesta del berserker le hizo preguntarse qué clase de Luna habría vivido. Sabía que había transformaciones más fastidiadas cuando no se está aún acostumbrado, y aunque él había considerado la suya de las peores, ahora sabía que no lo era.
—Por lo poco que sé, creo que este es uno de esos casos donde tampoco pasa nada por no haberte encontrado con él —le dijo. Luego se dirigió a Noel para explicarse—. No le guardo rencor a estas alturas, ni siquiera le conozco, pero habéis sido vosotros mismos los que me habéis dicho que no se lleva bien con los novatos. —Se dirigió entonces a Tap y Sekk de nuevo—. Aunque nunca traté con él personalmente, uno de nuestra criba tuvo problemas con él hace tiempo. Pero también hay que decir que mi amigo es gilipollas y tenía la mitad de la culpa en lo que pasó. —El raigaurum se encogió de hombros y volvió a ponerse manos a la obra. A esas alturas aquel suceso solo era una anécdota más.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Las Dragoneras
10/07/18, 04:43 pm
El demiurgo sintió un poco de calor ante las palabras de la mala sombra. Era vergüenza y orgullo, una primera potencial clienta y un foco tanto de miedo como de ánimo para aplicarse más en sus estudios de arquitectura. Lanor temía que, cuando llegara el momento, no estar suficientemente preparado para realizar su trabajo, pero también sabía que no se sentiría realmente capaz hasta que terminara con éxito su primer edificio.
Negó con la cabeza ante su pregunta, sin saber bien cómo explicar aquello, o tan siquiera si debía o quería hacerlo. Luego siguió con las tareas, haciendo caso a todas las peticiones de Saria acerca de las posiciones que debían tener los bloques antes de unirlos a los inferiores usando su magia.
Negó con la cabeza ante su pregunta, sin saber bien cómo explicar aquello, o tan siquiera si debía o quería hacerlo. Luego siguió con las tareas, haciendo caso a todas las peticiones de Saria acerca de las posiciones que debían tener los bloques antes de unirlos a los inferiores usando su magia.
- Criaturas acompañantes de Lanor Gris:
-Acompañante: su bufanda, con dos botones a modo de ojos.
-Defensores (3): "mosquitos". El cuerpo es un pequeño cilindro de madera, ojos y patas idénticos al de la libélula y alas de papel parecidas. Donde estarían sus bocas hay una triada de alfileres puntiagudos y relativamente largos. Están ocultos en su ropa.
-Vigilante (6): esferas de madera con dos grandes alas de tela (el "esqueleto" de las alas es alambre) en la parte superior y un gran botón pegado en la parte inferior. Ayudan al demiurgo a vigilar dónde colocar las cosas.
-Constructores (2): discos anchos y cortos ensartados en un esqueleto de varas de metal sirven para crear un cuerpo segmentado anatómicamente humano. A partir de los codos hay una lámina de metal gruesa y resistente segmentada en dos gracias a una bisagra. Miden aproximadamente 170 cms
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Las Dragoneras
10/07/18, 06:57 pm
—Demasiado... —añadió en un tono entre divertido y agotado después de la apreciación de Tap.
Pero, aunque sabía la respuesta a su pregunta prefirió dejar que respondiesen ellos mismos, pues tampoco creía conveniente seguir soltando bilis sin más sobre el argos. Se encogió de hombros cuando Kin se dirigió a él medio excusándose.
>>No me extrañaría que toda la ciudad acabase guardándole rencor un día de estos. Espero que vuestro amigo el vánara tenga más capacidad para aprender de sus errores que nuestro propio problema andante.
Una vez más, prefirió no añadir más y esperaba que cambiasen de tema pronto porque aunque desahogarse un poco le venía bien, ya había dado la vuelta y empezaba a querer suspirar sonoramente pensando en todos los problemas que, lejos de solucionarse, se acumulaban por causa de Toima.
Ya que al poltergeist no había parecido afectarle demasiado la noticia de la muerte de Serokrai, decidió dejar aquel tema también y se dirigió entonces hacia Sekk, que había mencionado algo que llamó su atención.
—¿Te vas todos los días a algún mundo vinculado a dormir? La verdad es que ni se me había pasado la cabeza esa posibilidad, estoy demasiado acostumbrado a que en esta ciudad ocurran sucesos paranormales. O puede ser la falta de sueño también que mi cabeza no rinde.
Estaba claro que el berserker temía descontrolarse por lo que había dicho y no quería infundirle inseguridad, pero no podía evitar pensar que habían ocurrido ya varias desgracias en la explanada de los portales… Incluida la de Nasher.
Pero, aunque sabía la respuesta a su pregunta prefirió dejar que respondiesen ellos mismos, pues tampoco creía conveniente seguir soltando bilis sin más sobre el argos. Se encogió de hombros cuando Kin se dirigió a él medio excusándose.
>>No me extrañaría que toda la ciudad acabase guardándole rencor un día de estos. Espero que vuestro amigo el vánara tenga más capacidad para aprender de sus errores que nuestro propio problema andante.
Una vez más, prefirió no añadir más y esperaba que cambiasen de tema pronto porque aunque desahogarse un poco le venía bien, ya había dado la vuelta y empezaba a querer suspirar sonoramente pensando en todos los problemas que, lejos de solucionarse, se acumulaban por causa de Toima.
Ya que al poltergeist no había parecido afectarle demasiado la noticia de la muerte de Serokrai, decidió dejar aquel tema también y se dirigió entonces hacia Sekk, que había mencionado algo que llamó su atención.
—¿Te vas todos los días a algún mundo vinculado a dormir? La verdad es que ni se me había pasado la cabeza esa posibilidad, estoy demasiado acostumbrado a que en esta ciudad ocurran sucesos paranormales. O puede ser la falta de sueño también que mi cabeza no rinde.
Estaba claro que el berserker temía descontrolarse por lo que había dicho y no quería infundirle inseguridad, pero no podía evitar pensar que habían ocurrido ya varias desgracias en la explanada de los portales… Incluida la de Nasher.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.