Burdel de dama Espasmo

01/08/11, 01:16 am

Recuerdo del primer mensaje :

Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.

Empleados del burdel:

Referencias visuales:

Ver mensajes archivados:

01/11/13, 12:23 am

Desperté con la boca seca, algo desorientado. Fui abriendo los ojos lentamente, acostumbrándome a la oscuridad reinante. Entrelazada con mi cuerpo, Erika dormitaba plácidamente, con su respiración haciéndome cosquillas en la cara. Me abracé contra ella y volví a cerrar los ojos mientras le acariciaba la espalda. Ni idea de la hora que sería, pero no importaba. En cuanto al Burdel en sí, aún no había barullo fuera así que sería buena hora, y Cain sabía perfectamente lo hechos polvo que estaríamos. <<Y si no, pues me atrinchero dentro>> pensé divertido antes de volver a dormirme ligeramente...

Erika, por su parte, al cabo de un rato se despertó a causa de ciertos dedos caminando arriba y abajo por su espalda. Jack estaba en ese estado de duermevela al que acostumbraba al despertar tras noches como esa. Se le quedó mirando, aún medio dormida. La mano con que lo abrazaba se dirigió a su nuca, su cabello, luego su espalda. Sabía de Jack lo peligroso, violento que podía llegar a ser, y lo que disfrutaba matando. Y, sin embargo, ahora lo veía tan tranquilo, tan indefenso, suyo. Incluso así era peligroso, pero, aunque fuese innecesario, se rendiría ante ella con una palabra, un gesto. No tenía secretos para ella, sabía a lo que se dedicaba en los sótanos de la bodega, lo que había hecho en la misión en Nubla hacía tiempo ya... Aunque tramaba algo con Sinhdro en lo que ella estaba implicada, pero siempre respondía "es una sorpresa".

Lo sorprendente era que, a pesar de todo eso... Le quería. En la Tierra jamás se habría imaginado algo así, tampoco en tiempos de cosechada, pero eso ya era historia. Recuerdos que recordar de vez en cuando entre risas. Lo "malo" sólo era una parte de él, que, con la costumbre, no le disgustaba. Era como la parte oscura que tenían sus amigos. La parte restante le... en fin, le seguía gustando como siempre. O incluso más. Lo de no tener secretos era algo mínimo de su relación, realmente, ya que lo hablaban todo. Y cuando no podían hablar, normalmente porque estuviera fuera, siempre le traía algún detalle a la vuelta, aunque fuera una simple descripción oral de un paisaje. Y a veces le había regalado dicho paisaje yendo con ella al mundo en cuestión, preparando un picnic sorpresa o cualquier tontería por el estilo. Eran como la pareja perfecta que por la noche salían a devorar niños.

Todo lo "malo" se fundamentaba en que eran monstruos. Ella no tanto, claro, pero aunque no saliera de "caza" como él, le ayudaba con venenos o hechizos varios. Últimamente también habían estado entrenando lucha y magia juntos, espoleados por el problema de los mercenarios, aconsejados por Xiandra -quien no terminaba de convencer a Erika. Tampoco le importaba mancharse las manos si llevaba alguna presa rara al laboratorio de alquimia que habían construido en la Bodega para ella, en una zona privada. Aún no era muy ducha en el tema, pero los libros de la Biblioteca ayudaban bastante, estaba pensando en hablar con Nia, y Cain también era otra fuente cercana de conocimiento.

Lo que hacía en la Bodega lo habría hecho con o sin el edificio, ya que la idea de la bodega era sólo un proyecto de futuro. Si se aburrían o cansaban de la vida en el Burdel, que no sería para siempre, tendrían ingresos de sobra para empezar de cero. No tenían todo el tiempo del mundo y lo sabían, aunque no hablaban mucho del tema porque al vampiro no le hacía ninguna gracia, dadas las esperanzas de vida de ambos... Pero iban a aprovechar bien el tiempo juntos, vaya que sí. Pero no por ello se daría prisa en despertarle de su ligero sueño. Siguió acariciando su cabello y besando sus labios, sus párpados, hasta que la mano a su espalda volvió a abrazarla con fuerza. Cuando abrió los ojos, le calló con un ligero roce de labios.

-¿Puedo decirte que te quiero?-bromeó, recordando la noche anterior. Le pilló desprevenido, por lo que rió suavemente.
-Mi reina ya sabe que puede decirle lo que guste a su...-pero un bostezo le sobrevino.
-¿A mi Jack? Pues le digo que...
-Te quiero.-dijeron a la vez, y lo remataron con un beso anhelante.
-Pues yo te digo... Que de aquí no me mueve nadie. ¿Día de cama? Ya puede venir Cain a echarnos que no me muevo. Y si hace falta, te secuestro. A no ser que quieras irte...
-Hm... ¿Tengo que elegir entre quedarme aquí, contigo, cómodamente arropada, o ir a desayunar, ordenar mis cosas, preparar el día de trabajo? Si lo pienso como un vampiro de negocios, gana lo segundo.
-Ja. Ja. Cambio de táctica: te quiero, quédate un rato más, anda, que quiero seguir comiéndote con los ojos. ¿Porfa?-casi suplicó.

Erika pensó en bromear con cierto par de ojos muy similares a los suyos ahora, pero <<¿Ha visto la película de Shrek acaso? Dejémoslo para otro momento>> decidió, divertida.
-No tienes remedio.-respondió riendo, poniendo punto ¿y final? a la cuestión.

Sigue entre mantas, cotillas

01/11/13, 01:24 am

El draco tuvo que reprimir otra carcajada ante las palabras de la vouivre, contenida en una sonrisa jocosa.
—Ah, sí, aquel día... —dijo como si lo hubiera olvidado—. Empezó muy mal pero terminó muy bien. Bueno, el principio de todo no estuvo tan mal, incluso aunque llevases más ropa que ahora —añadió sonriendo pícaramente antes de volver a sobrevenirle la risa y, con ella, el dolor de cabeza—. Creo que será mejor solucionar esto antes de nada —dijo haciendo una mueca y llevándose una mano a la cabeza—. Enseguida vuelvo.

Se levantó de la cama y dedicó unos segundos a descubrir el paradero de su ropa interior y ponérsela para a continuación activar la runa de anclaje de ropas. Salió de la habitación en dirección a la cocina y, aunque Vac no estaba allí, encontró lo que necesitaba sin haber tenido que pedirlo. Hizo el camino de vuelta llevando dos tazas con la infusión del hado y le tendió una a Wen mientras bebía la suya propia.
—A veces es útil y todo —bromeó—. Pero tengo que acordarme de que me dé la receta para la próxima vez.

Noel volvió a desvestirse y se metió de nuevo en la cama, abrazando a la británica una vez se hubieron terminado ambos la infusión. Volvió a acordarse del peculiar sueño que había presenciado gracias a Seon y por un instante se preguntó si debería contárselo a Wen. Enseguida decidió que no, recordando su actitud para con la soñadora durante su conversación en la taberna. Comprendía que la vouivre, precisamente por serlo, no se fiase de casi nadie, pero tal vez con el tiempo podría intentar convencerla de que la sinhadre no suponía ningún peligro. Al menos él quería creer que Seon mantendría su palabra indefinidamente.

Como cada vez que trasnochaban considerablemente, el sueco se resistía a abandonar la comodidad de la cama y lo cierto era que en aquella ocasión tampoco tenía ninguna obligación que llevar a cabo a lo largo del día. Además, por fin era capaz de relajarse adecuadamente cuando tocaba en lugar de convivir con una constante sensación de amenaza que lo volvía paranoico e irritable. Mientras observaba a Wen y pensaba lo que le había dicho nada más despertarse, se dedicó una sonrisa de burla al recordar una vez más lo desastroso que había sido al principio. Por suerte había conseguido dejar de lado la inseguridad tiempo atrás, principalmente gracias a la propia vouivre. Al igual que muchas otras cosas se las debía a ella, situaciones que no sabía como habrían acabado de no haber contado con su tranquilizadora presencia. El sueco sonrió ante sus pensamientos y se pegó aun más a Wen para besarla en el cuello.

—Respecto a lo que dijiste antes, yo creo que hay más diferencias, ¿verdad? —volvió a hablar en tono divertido—. Esta vez estoy bastante seguro de que sí sucedió algo anoche, por ejemplo... Pero me parece que no me acuerdo muy bien de los detalles, así que he pensado que tal vez serías tan amable de refrescarme la memoria —le dijo asintiendo levemente con fingida seriedad tanto en su tono como en su expresión. Hasta que no pudo contener más la sonrisa maliciosa que pugnaba por salir.

02/11/13, 12:39 am

La vouivre maldijo luego de reír por el comentario de Noel. El dolor de cabeza era patente y sabía que si no tomaba pronto la infusión de Vac su cabeza estallaría. La británica iba a ofrecerse a ir a buscar infusión “mágica”, pero el sueco se le adelantó y ella pudo recostarse a descansar hasta que Noel volvió con una taza para cada uno.

- Para lo inoportuno que es el feo de tu hermano tiene buenas ideas para la resaca. - reconoció la vouivre siguiendo con la broma de la noche anterior.

Cuando se terminó la infusión, la británica se pegó al draco y comenzó a dibujarle con el dedo aleatoriamente runas de protección y otros dibujos sin significado. Estaba divagando recordando la noche anterior cuando notó como Noel se pegaba más a ella. La vouivre solo pudo reír pícaramente con sus palabras.

- ¿Sucedió? - preguntó dudosa, pero sin poder ocultar su sonrisa traviesa.- ¡Detalles! - exclamó.- Creo que tengo varios recuerdos sueltos, pero no estoy segura de si son de ayer o no. ¿Por qué no los probamos todos y luego decidimos cuales son los reales y cuáles no? - terminó con una risita y se lanzó a besar al draco.

Y así, la noche, comenzó de nuevo.

*****************************************************************

Cuando por fin decidieron volver al mundo real, la vouivre recordó su cita de la tarde. Hacía días que había sido la cosecha, lo que significaba que el mercado se había llenado con mercancía terrestre y, con ellos, los objetos que necesitaban Matt y ella.

Decidieron comer algo ligero, que prepararon entre ambos, por si su estomago todavía no se encontraba asentado del todo. La puerta principal no tardó en sonar anunciando la llegada del brujo de la arena y la vouivre informó con diversión y un guiño al draco que su sorpresa “cada vez está más cerca.”

Sigue en el Antiguo Mercado.

02/11/13, 01:40 am

—No esperaba una idea menos brillante por tu parte —fue todo lo que pudo decir el draco sonriendo con picardía al haber conseguido lo que quería antes de que Wen se lanzase a besarlo y él no dudase un instante en corresponderla.

--------------------
Muy a su pesar, hubo que abandonar la cama de todas formas cuando se hizo patente que se acercaba la hora de comer y, además, por lo visto la vouivre debía salir al mercado aquella tarde. No mucho después de comer, Noel ya sabía quien iba a llamar a la puerta antes de que sonase. No pudo evitar esbozar una mueca debido al suceso de la noche anterior, pero contuvo su expresión al saludar al brujo mientras ya se despedía de la vouivre para irse. Le dirigió una mirada de fingida reprobación ante el comentario acompañado de un guiño y echó a andar en dirección a casa. La verdad era que la curiosidad lo carcomía, pero no pensaba decirlo en voz alta.

Sigue en el Cuchitril.

02/11/13, 09:23 pm

Las horas pasaron... Yo necesitaba estirar las piernas y a la chica le estaba empezando a pedir comida el cuerpo, así que le dije que bajaría a por algo. Me despedí de Erika con un beso en la frente y bajé casi volando a la cocina, sólo con unos pantalones. Saludando a quien me encontrase, preparé algo de comida suave para la chica y me hice con una de las famosas pociones de Vac. Pero también preparé dos botellas con lo mismo y las dejé reposar.

Para cuando volví con la bandeja, Erika estaba apoyada contra la cabecera de la cama, arrebujada entre mantas y cojines.
-Mira como me cuida... Ay, me sigue doliendo la cabeza...-dijo riendo con una mueca.

Dejé la bandeja en su regazo y luego me senté a su lado, apoyando la cabeza en su hombro.
-Tómate eso y se te pasará, anda. ¿O voy a tener que quedarme a cuidarte?
-¡No es para tanto! Y tampoco necesito que me cuiden, no bebí tanto como otros.
-¿Te refieres a mí o a los otros dos tortolitos?-y tras eso nos reímos los dos.

Un rato después acabó de comer, nos aseamos y decidimos retomar el día. Yo saldría a ver qué fue de Pablo tras irse de la fiesta, y de paso al resto de novatos. Erika tenía cosas que hacer en el Mercado así que nos despedimos en la puerta. Iría primero a Serpentaria, luego me pasaría por cierta zona a la que quería llevar al vampiro, y después pasaría por la Sede... <<Ya deben de estar despiertos los resacosos estos. Deberían, vaya>> Pero sería sólo visitar, preguntar, dejar las pociones y adiós; no iba a molestar. <<Que anoche algunos estaban ciertamente achispados>> pensé, divertido.

Sigue en la Torre Serpentaria.

04/11/13, 10:25 pm

"El que saco el hechizo vigorizador tiene mi absoluto respeto y admiración." Digo tras quitarme la resaca de encima de un plumazo. Tras medio comer en la cocina, Tsusu me entrega una carta de las hermanas Ganga diciendo que cuando lo desee me pase por su tienda para ver si es de mi agrado lo que han traído por lo que poniéndome mi bolsa sin fondo salgo de la torre en busca de Wen suponiendo que se encontrará en el burdel.

Saco de la bolsa al dragón y, montándome a horcajadas en él, alzo el vuelo en dirección al burdel. Al llegar al lugar desmonto dejando la montura fuera y toco a la puerta esperando a que mi portera favorita me abre la puerta. La puerta la abre uno de los empleados y, tras preguntar por Wen, me deja pasar para esperarla en el salón.

Llegan Wen y Noel a la vez por lo que saludando a los dos preguntando por su resaca por lo que al hablar un rato con los chicos le enseño a Wen intentando que Noel no lo notase la nota de las hermanas por lo que tras despedirnos de él nos dirigimos los dos al mercado.

Al salir por la puerta mi dragón arenoso sigue en su misma posición y, ante la negativa de la chica de ir volando lo hago introducirse en la bolsa sacando dos pequeñas figuras. Una era una especie de ave algo mas grande que un colibrí que revolotea a nuestro al rededor y otra era una de mis queridas figuras rastreadoras, los fennecs.

Sigue en el Antiguo Mercado.

05/11/13, 08:56 pm

Seon era una buena acompañante, dejándose sorprender por los pequeños detalles de la ciudad, y escuchando las historias con entusiasmo. El subsconsciente de Vac bullía de recuerdos, y una vez destapado, fluía sin ningún esfuerzo, más atento a los caprichos de su dueño que a los de la soñadora. Cuando se detuvieron frente a un pequeño establecimiento de dulces, el ambiente general cambió. No en su aspecto, olor o sabor, pero ella lo notaba: ésta era una parada importante. En vez de preguntar quién era Angelopoulus, que hubiera sido un magnifico nombre de sacerdote sinhadre, entró tras el chico aspirando el olor a dulce y el calor de los hornos. El hado ya no era tal: los años se echaron hacia atrás en él como si nunca hubiera pisado la ciudad de Rocavarancolia. Seon jugó a cambiar su aspecto también. El cabello a tirabuzones , negro como la pez, apenas guardaba un reflejo azulado como recuerdo de su color original y su piel se había vuelto del tono oliváceo de los griegos. La soñadora se toquetaba dos orejas con aspecto distraído.
- Buenos días, Vac. ¿Te apetecía algo para ti y tu amiga?- dijo el hombre tras el mostrador.

05/11/13, 10:13 pm

El agradable calor del interior de la tienda acarició el rostro del muchacho, y el olor de los dulces inundó sus pulmones llevándole años atrás en el tiempo. El punto de vista de Vac cambió al disminuir su altura, su piel se aclaró hasta retomar el tono pálido que tenía de niño, sus ojos volvieron a ser humanos y el peso de las alas a su espalda desapareció, aunque no perdió el equilibrio por ello, ventajas de estar en un sueño. Sin embargo diversas partes de su nuevo cuerpo le mandaron unos punzantes avisos de dolor, indicándole que estaba bastante magullado. El chico presentaba unos cuantos cortes y un par de cardenales de un incipiente color morado, sus vaqueros estaban desgarrados a la altura de las rodillas y tenía unos cuantos raspones en las manos. La verdad y la ilusión se mezclaban en su mente, y el chico había creado un recuerdo a partir de otro similar para incluir a la muchacha de piel olivácea que tenía a su lado. Se había peleado con otros chicos, si, pero aquella vez no había sido para defenderse a si mismo, en aquella ocasión había defendido a otra persona.

No recordaba los detalles, ni sabía porque había intervenido. No conocía a aquella chica, o su yo del sueño no lo hacía, él no tenía amigos, pero sin embargo había intervenido.
-Hola abuelo -murmuró hacía el cuello de su camisa, recurriendo al apelativo que usaba con aquel hombre-, esta es Seon -dijo algo sonrojado, al echarle un vistazo a la luz de la tienda se había percatado de que era bastante guapa y había apartado la mirada apresuradamente-. Unos chicos se estaban metiendo con ella... así que intervine -explicó por lo bajo, sabía que al señor Angelopoulus no le gustaba que se pelease, pero no lo podía evitar, parecía que los problemas siempre le perseguían, aunque era la primera vez en la que se implicaban terceras personas-. ¿Tal vez un chocolate caliente? -respondió con otra pregunta algo dubitativa a las palabras del anciano, deseando que este olvidara el incidente, algo bastante improbable ofreciendo la imagen que ofrecía.

La mente de Vac caminaba por dos realidades: en una sabía que todo era un sueño y que la muchacha a su lado era una soñadora, pero la escena que se desarrollaba ante sus ojos era tan importante para él que le había arrastrado en parte, haciéndole vivir su papel en aquella representación. En esa otra realidad el solo era un muchacho que se había peleado por enésima vez, aunque las razones eran diferentes en aquella ocasión.

05/11/13, 10:49 pm

Angelopoulus salió de detrás del mostrador y sujeto la cara del chico por la barbilla, obligándolo a girar el rostro para mirar uno de los golpes que había recibido.

- A ver,trae. Esto se va a hinchar, ¿eres consciente? Seon, guapa, siéntete en casa. Si pasas por la puertecilla de ahí, puedes coger el pastel que más te guste.
Seon había estado a punto de reírse ante la repentina timidez de Vac, pero decidió ayudarle a seguir con su historia e interpretó su parte: cierta incomodidad y vacilación, antes de que el gesto apremiante del hombre con su mano libre la decidiese a cruzar hacia el escaparate.

- Mas que chocolate caliente vas a necesitar una chuleta cruda en ese ojo.- dijo con un suspiro, apartándose por fin. Sirvió de todos modos tres tazas del líquido oscuro y las repartió sobre el mostrador. Fuera una mujer llamó.-Lo siento, señorita, estamos cerrando. Seon, ¿le darías la vuelta a ese cartel? El de abierto-cerrado, sí. –la soñadora, pillada en un mordisco a una tartaleta de frutas, asintió enérgicamente.- A ver, y tú, muchacho. Espera a que saque el botiquín. No me gusta que te pelees. Ya sabes que nunca me ha gustado. Lo justificas con que otros empiezan, pero te quedas más tiempo del necesario entre sus puños.- comenzó diciendo.- defender a una dama, sin embargo, me parece una de tus mejores excusas hasta el momento.- La Seon griega se sonrojó un poco y bajó la mirada a su tartaleta. –ay, yo no estoy para estos trotes. Ni para sustos. Un día me vendrás con la cabeza abierta. Plantarle cara a los abusones es un gesto muy noble y estoy seguro de que la muchacha te agradece la valentía, pero ¿era necesario llegar a las manos?

05/11/13, 11:44 pm

Vac se dejó hacer sin resistirse, alzando la cabeza y girándola a un lado cuando el anciano le tomó de la barbilla. Escuchó las palabras del señor Angelopoulus con una mezcla de añoranza y remordimiento, prestandole atención y arrepintiéndose de causarle tantos problemas. No le gustaba preocupar al hombre, pero siempre se las arreglaba para meterse en líos, y siempre era allí donde acudía cuando tenía problemas. El sonido de la puerta le puso en tensión al creer que podían ser los chicos con os que se había peleado, pero resulto ser una mujer, y el pastelero la despidió informandle de que estaba cerrado.
-No lo se, abuelo, de verdad que no lo se -murmuró, asiendo su taza y dando un pequeño sorbo. El líquido oscuro se deslizó por su garganta, reconfortandole un poco, pero seguía sintiéndose culpable.

>>De verdad que no lo busco, pero parece que los problemas me persiguen, ya lo sabes. No intentó justificarme, me conformo simplemente con que no creas que lo hago a posta. Ellos me buscan, y no estoy dispuesto a dejarme pisotear -en estas últimas palabras la dijo con el dejé de determinación propio de alguien que lo ha pasado mal, alguien demasiado orgulloso para agachar la cabeza ante las adversidades-. No quiero causarte problemas, abuelo... lo siento -murmuró, escondiendo la nariz en su copa, con una tono mas propio de su edad-. Ella parecía en apuros, así que no me pare a pensar. Conocía a los chicos en cuestión y no se puede dialogar con ellos -dijo con la convicción infantil del que se cree con la razón y no da crédito a otras opciones, obviando el hecho de que a él no se le daba bien dialogar con nadie.
Se sorbió la nariz mientras se dejaba curar, poniendo alguna que otra mueca cuando las atenciones del señor Angelopoulus hacían que le escocieran las magulladuras.

06/11/13, 12:09 am

-Los problemas te persiguen...calle abajo, y en grupos.- dijo.
- Pero tiene razón, señor, no eran chicos muy razonables. – intervino Seon para defenderlo. Angelopoulus cerró al fin el botiquín y se irguió.
- Os creo, os creo. Terminaos el chocolate, ya no le regaño más.

La soñadora bebió sin quitarle la mirada de encima a Vac, interesada por cómo se desarrollaba la escena. Angelopoulus pasó a relatarles su día, sacando otra ronda de dulces. Así, volvió a su papel de oyente atenta, riéndose con las bromas intercaladas por el anciano y aparentemente encantada con las anécdotas de éste, que luego derivaron a otras peleas y sustos que le había dado Vac. No tocó ningun tema realmente personal, como no lo hubiera hecho el verdadero señor Angelopoulus, pero si buscó hacerles pasar un buen rato y que olvidasen lo sucedido. Cuando ya se despedían, puso una mano sobre el hombro de Vac.

- El orgullo está muy bien, chico, pero no olvides que nadie te pisotea si tú no te sientes pisado. En fin, te dejo con tu amiga, ¿por qué no la acompañas a casa? Ya es muy tarde.

06/11/13, 12:47 am

El chico le dirigió una mirada agradecida a la soñadora cuando esta salió en su defensa, para después prestar de nuevo atención a las palabras del señor Angelopoulus. Sonrió ante sus historias, devorando los dulces que el anciano puso en el mostrador para ellos. No sabía porque aquel hombre era tan amable con él, pero siempre había sido así, ya incluso antes de que su madre muriera. Ella le había traído por primera vez a aquella pequeña tienda cuando aun era demasiado pequeño para corretear solo, y el señor Angelopoulus lo había tratado como a un nieto desde entonces. Cuando a su madre se la llevó aquella terrible enfermedad, el viejo pastelero se había convertido en su puerto seguro, en la persona en quien confiar cuando todos le fallaban. Su tía, la hermana de su madre, también lo quería, pero vivía en el extranjero y no la tenía a su lado siempre que la necesitaba. Cuando las anécdotas que el abuelo estaba contando empezaron a apuntar a los sustos que el muchacho le había dado, Vac se hundió en su silla y desvió la mirada avergonzado, tratando de pasar desapercibido.

La soñadora parecía estar pasándolo bien, y sin duda interpretaba bien su papel; incluso el señor Angelopoulus se comportaba exactamente igual que como lo recordaba, pero toda representación tiene que terminar, y al cabo de un rato se pusieron en pie para despedirse del anciano.
-Gracias abuelo -le agradeció el chico dándole un fuerte abrazo, los ojos levemente enturbiados.
Tras prometerle que iría a verle mañana, el griego asió de nuevo el picaporte y salió de la tienda tras la soñadora, perdiéndose de nuevo en las nocturnas calles atenienses.

Vac caminó en silencio un rato, asimilando sus recuerdos, y tras unos minutos de paseo contemplativo, ambos rocavarancoleses terminaron en una plazoleta vacía en cuyo centro se alzaba una fuente de piedra clara. La luz de la luna terrestre, muy distinta del astro rojo, iluminaba el lugar. El griego se sentó en el borde de la fuente y cogió un poco de agua con el cuenco de las manos, observando el reflejo del cielo en su superficie.
-Gracias de verdad por esto, Seon -le agradeció a la shinadre, dejando resbalar el agua entre sus dedos mientras notaba que su mente tiraba de él hacia la consciencia-. Estoy seguro de que me van a sentar muy bien estas horas de descanso, quizás vuelva a pedirte algo de ayuda si no estas muy ocupada -comentó con una media sonrisa, poniéndose en pie.

Antes de que la muchacha pudiera decir nada, Vac se inclinó y le robó un beso fugaz cargado de agradecimiento, dando un rápido paso atrás para evitar represalias.
-Te sienta bien el tono de piel oliváceo, soñadora, eres toda una belleza griega -se despidió con una sonrisa picara mientras la escena empezaba a difuminarse ante sus ojos.

06/11/13, 01:24 am

Sentada en el borde de la fuente, sonrió ante las palabras de Vac.
- Quizás te haga precio de amigo. Por ahora, serías el primero en llenar mis horarios.- dijo divertida. A decir verdad, no tenía ni idea de cómo iban los precios en Rocavarancolia. Tenía que buscar a Melodes para preguntarle cuanto le parecía apropiado cobrar.
- No ha sido nada, yo también lo he pasado muy b..- se quedó callada con el beso por sorpresa. Apenas era el roce de unos labios, y lejos de molestarse, le rió el piropo. – Gracias, yo te prefiero sin moratones.
Con estas palabras, se esfumó en el aire.

Sigue en Luna Alta

06/11/13, 02:09 am

Toima

El sonido de las garas y escamas claqueteando contra el pavimento irrumpió en la calle contigua al burdel. El ulterano parecia muy ofuscado y no traia precisamente buena cara. Se detuvo enfrente a la puerta del Burdel y le dió al edificio una extraña mirada como si estuviese contemplando la cosa más bizarra del mundo antes de finalmente descabalgar. Acarició el morro a la lagarta y le palmeó los cuartos indicándola así que se sentara. La lagarta, obediente, reposó en el sitio. El ulterano, por su parte, cortó las distancias entre la puerta y donde se habia bajado hasta finalmente postrarse ante la fachada del burdel. Sin dudarlo dos veces, llamó a la puerta con el puño, quizás con demasiada fuerza pero sobretodo, con impaciencia. A los pocos segundos, volvió a llamar, insistente. Quizas habrian pasado ocho segundos, pero para el albino se le hizo eterna la espera, así que estaba puesto a llamar una tercera vez, ya casi a puñetazos, cuando la puerta se abrió. Toima no dedicó más palabras que "Vengo a buscar a Vac" y como una tormenta, irrumpió sin pensarlo en el edifcio. La lagarta que no habia comprendido muy bien las órdenes de su amo hizo ademán de entrar tambien tras él, pero Toima la mandó esperar fuera y entonces volvió a su sitio.
Tardó aún menos en localizarle en la cocina y, casi a zancadas, se dirigió a esta, sin prestar especial atención a lo que captaban sus ojos en las demás salas. Localizó a Vac y le llamó la atención palmeandole el hombro.
-Tengo que hablar contigo.-dijo y sus ojos se volvieron locos, buscando posibles fisgones para luego añadir.-En privado.-aclaró.

07/11/13, 07:56 pm

La suave música jazz que había puesto antes de dormirse recibió al hado cuando despertó. Vac tenía una amplia sonrisa en el rostro y se sentía totalmente descansado, algo que no lograba desde hacía varios meses. Saltó de la cama y cogió algo de ropa limpia, saliendo al pasillo y bajando a las termas tarareando suavemente. Allí se limpió completamente y se vistió: unos vaqueros desgastados, una camiseta de tirantes blanca y una camisa de cuadros de tonos rojos y negros. Completo su atuendo con las Converse negras y subió de nuevo a su habitación aun con el pelo húmedo. La música seguía sonando en su cuarto, y con ella de fondo dedicó una hora a poner el lugar, quitando el polvo y ordenando las cosas que tenía tiradas por el suelo principalmente. Cuando todo estuvo listo, apagó el gramófono y salió por segunda vez al pasillo, bajando esta vez a la cocina.

Estaba de tan buen humor que le era casi imposible estarse quiero, así que se arremangó y se puso a cocinar, preparando un poco de pasta italiana. Mientras atendía los fogones oyó la llamada en la puerta, llamada con cierta urgencia que uno de los frivy's se apresuró a atender. El pobre empleado apenas si pudo decir un par de palabras que cayeron en saco roto cuando Toima entró por la puerta, al parecer estaba buscándole. El hado no se molestó en llamarlo, el propio argos no tardó en verlo, y cuando se dirigió hacia él y le dijo que tenían que hablar en privado, el griego se giró hacia el chico que había abierto al ulterano, que aguardaba junto a la puerta.
-Asegúrate de que nadie entre en la cocina durante un rato, por favor -le pidió, a lo que el frivy respondió con un asentimiento, saliendo de la cocina y cerrando la puerta tras él.

El griego tejió una burbuja de silencio en la estancia por si las moscas, y volvió a atender el fuego, cuidándose de que no se le pasara la pasta. Estaba preparando una salsa boloñesa y no era plan de dejar la comida a medias, alí podrían conversar de lo que fuera, y podrían comer algo de paso.
-Aquí no nos molestara nadie, compañero -le dijo al ulterano-, la habitación esta insonorizada. ¿Qué es lo que te pasa? -le preguntó directamente, alzando la vista de su tarea intrigado.

(Esto es pura paja, shit *le acerca una antorcha*.)

07/11/13, 09:59 pm

Toima

El griego accedió a hablar con él en privado y cuando Toima se dispuso a salir con él afuera del edificio para hablar en un lugar menos público, el griego decidió "crearlo". Mandó a un sirviente que mantuviera a gente alejada de la cocina por un rato y usó un hechizo que Toima no tardó en identificar como uno de los que aislaban sonido. Aquello provocó un gruñido por lo bajo del ulterano, que le costó admitir que aquella era una mejor opción, aunque todavia quedaban las energias raras que flotaban por el edificio, pero decidió ignorarlas e ir al grano del asunto. Cogiendo una silla se sentó y descansó sus brazos sobre las rodillas, abrazando los lados de su cabeza.
-He tenido una bronca general con los del cuchitril y ya no lo aguanto más...-dijo, directo sin vacilar. Al cabo de unos segundos se dió cuenta de lo malinterpretable que habia sido esa última linea así que profundizó en su significado.-Quieren saber cosas... Las cosas que hice... Y yo no quiero que lo sepan y por eso se han enfadado conmigo, pero mi conciencia no está tranquila.-su rostro se volvia amargo mientras hacia fuerza con la mandibula.-Nunca me plantee lo que hice en el pasado, como si no fuera consciente, solo que si lo era y recuerdo muy bien... todo.-

Se estaba desviando del tema, todo aquello ni afectaba a Vac ni tenia porque interesarle así que directamente saltó a lo que deberia importarle.
-Tengo asuntos pendientes en Ulterania. Necesito tu ayuda.-dijo al fin.-Con el proposito de que no quede nada de mi sin atar allí y como último adios a aquella vida. Solo que...-se frotó la cara mientras pensaba la manera de expresarlo correctame.-... será peligroso. Más peligroso que andar por la jungla y estoy seguro que yo solo la cago de alguna manera y perjudico a la ciudad y lo que me faltaria es que por mi paz mental tengais que pagar todos a manos del consejo...-

Se aclaró la voz.
-Por eso necesito tu ayuda. No tengo nadie más con quien contar; No contaria con nadie más. Sino me ayudas, tendré que hacerlo solo y me llevaria demasiado tiempo, a lo mejor volveria hecho un viejo cuando ya no os acordeis de mi.-rió ante su broma pero muy forzadamente.-Eso, si es que lograse llevarlo a cabo bien. Sino, no volveriais a oir de mi y ya no molestaria a nadie más.-

-¿Puedo contar contigo para esto, compañero?-terminó diciendo, no acostumbrado a apelar al hado de esa manera. Ni al hado ni a nadie en su vida.

08/11/13, 05:47 pm

No se le paso por alto el gruñido del ulterano ante el hechizo de silencio, pero le ignoro deliberadamente, ya estaba acostumbrado a sus paranoias mágicas y no tenía sentido desviarse del tema importante en aquel momento, el problema que tenía el argos. Siguió cocinando mientras Toima se sentaba en una silla y contaba la historia, alzando las cejas ante lo de la bronca con los del Cuchitril y cuando se cortó a mitad de una explicación, pero no le interrumpió y decidió esperar a que concluyera para opinar. La cocina no tardó en inundarse del aroma de la salsa boloñesa, pero el hado apenas le prestó atención, absorto como estaba en las palabras del albino. En un momento dado el watarhé empezó a soltar tonterías sobre que se olvidarían de él y no les causaría problemas si no lograba llevar a cabo su misión solo, y aunque el griego estuvo tentado de darle una colleja, se contuvo una vez mas y esperó, preparando un par de plato de pasta.
-No tienes ni que preguntarlo, Toima -respondió, tendiéndole uno de los platos y sentándose enfrente de él-. La palabra "compañero" engloba muchas cosas, lo sabes, o deberías, aunque no la uses demasiado. Me tienes para lo que haga falta, igual que a los del Cuchitril, pero antes de salir de excursión me vas a tener que responder a un par de preguntas, o al menos intentarlo -dijo.

Necesitaba saber que estaba pasando, y a ser posible también quería entender los motivos del argos. Toima siempre había sido hosco, y paseaba su malhumor como si fuera una medalla, pero de un tiempo a esta parte se estaba comportando muy raro. Desde la salida de caza a Ulterania concretamente, parecía que algo le reconcomía por dentro. Comió en silencio unos segundos, poniéndo en orden sus ideas, y habló de nuevo.
-Primero quiero saber que te preocupa de tu pasado, se que no quieres hablar de ello pero me preocupas, Toima -comenzó-. También estaría bien que arreglaras las cosas con los del Cuchitril antes de partir, ellos se preocupan tanto como yo y también son tus amigos... creo que incluso deberías ponerles al corriente de esto de Ulterania, aunque eso ya es decisión tuya, yo te apoyare igual. Y lo último: como vuelvas a decir una chorrada como la de antes de que te olvidaríamos y nos causarías menos problemas si te esfumaras aunque sea en broma, te parto la cara -concluyó mirándolo fijamente, sin rastro de burla en su expresión.

Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Burdel de dama Espasmo

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)