Burdel de dama Espasmo

01/08/11, 01:16 am

Recuerdo del primer mensaje :

Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.

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09/07/13, 12:51 am

Cain dejó que sus pensamientos lo engulleran todo el camino. No dijo palabra, se limitó a mirar hacia el frente, sin ver, con una expresión vacía en el rostro. Llegaron al burdel, que incluso a pesar de los hechizos apestaba a muerte, con los cadáveres apilados junto a la puerta. Despidió a su montura y entró justo detrás de Vacuum, que portaba el cuerpo de Elliot.

Las conversaciones acabaron cuando ellos entraron, pero ninguno respondió a las miradas interrogantes de sus amigos, ninguno dio más explicaciones que la carga que llevaban. Subieron arriba, donde Vacuum buscó una habitación vacía. Cain pasó por uno de sus almacenes y cogió algunas pociones, para luego seguir al hado al dormitorio donde velarían el cadáver de la dullahan.

El silencio tenso, pero reparador, siguió un rato más. Cain quería adecentar el cuerpo de Elliot, por lo que cerró la enorme herida con magia, y luego la maquilló bien para que no se viera cicatriz. Las heridas en cuerpos muertos eran aun más difíciles de curar. Usó hechizos de conservación, los pocos qeu conocía, ya que no estudiaba nigromancia, y alguno de limpieza. El resto lo hizo a mano. << Debería buscar algún vestido bonito para su funeral...>> Entonces cayó en la cuenta.

-Vac...- susurró- ¿Dónde vamos a enterrarla?

Preocuparse de aquellos detalles le ayudaba a aguantar el tipo. Así evadía el gran abismo negro que significaba la muerte de la pelirroja. Sabía que, si pensaba en ello más de la cuenta, si abría los ojos a lo que había sucedido, se derrumbaría. Y Cain no era de las personas que pudiesen permitirse derrumbarse. Se preocuparía del funeral de Elliot, de cuidar el cuerpo, el único recuerdo físico al que podía aferrarse.

09/07/13, 04:07 pm

Vac solo sabía que Nia ya se había ido en aquel momento. Le alivió saber que se había recuperado como para volver a la botica, pero recordó el estado en que había quedado el edificio y se imaginó cómo debía estar de ánimos. Ni siquiera le podían prestar mucha ayuda por el momento, tenían sus propios desperfectos que arreglar, como todo hijo de vecino.
–No, gracias, solo faltaría. Recogemos a los inquilinos y nos marchamos –respondió a Vac rechazando el ofrecimiento.

El hado no tardó en regresar de la cocina, pero esta vez con una expresión totalmente diferente a la de minutos antes, que hizo que se preocupase con tan solo verle. No llegó a abrir la boca para preguntar, Vac habló antes, dando una explicación apresurada y marchándose. Tan apresurada que, de hecho, apenas entendió alguna palabra suelta. «¿Elliot? ¿Qué de Elliot?» pensó, imaginándose todos los problemas que podían haber surgido. Noel y Wen bajaban justo en ese momento y fue Jack quien los puso al día. Estuvo de acuerdo con el vampiro, tal vez las hordas de la noche anterior habían sido mucho solo para ella y su dragón. La broma del periódico devolvió un poco la normalidad al ambiente y Gael hizo un gesto que quería decir que ya estaba en ello, antes de ir en busca de Yloh para preguntarle qué tal habían estado y ver a Pirita.

Estaban ya todos reunidos cerca de la entrada, con los gatos y el niño, pero haciendo tiempo para tener noticias de lo que había pasado a la dullahan. Después de un rato les vieron llegar, pero pasaron de largo escaleras arriba, con un bulto menudo envuelto. Era demasiado evidente lo que llevaban ahí, cubierto completamente, de la talla justa de una persona sin cabeza. Gael se quedó completamente paralizado, sintiendo un calor hormigueante bajo la piel. Sus pensamientos comenzaron a bullir y pudo girarse para verlos desaparecer en el piso de arriba. Hizo ademán de seguirlos pero se frenó en seco. Él no pintaba nada ahí, pero Elliot… «¿Cómo ha podido pasar? ¿Cómo? ¿A ella?». De alguna manera, por su carácter, por su fuerza… para él la dullahan era alguien invencible, nunca hubiera imaginado verla así, después de haber cuidado tanto de él. Había confiado su vida tantas veces a Elliot y a Vac, y ahora… «Ella necesitó ayuda... y no estábamos ahí. Joder, joder, mierda, ¿por qué tuviste que aislarte tanto?».

Se encontraba frotándose la frente con insistencia, tanto que casi le dolía. Escuchó en ese momento como alguien sugería que fuesen a dejar en el cuchitril a Yloh y las mascotas. Salió afuera automáticamente, esperando que el aire fresco le ayudase a despejarse. Después de los años vividos en Rocavarancolia tenían bastante asimilado que aquellas cosas podían pasar en cualquier momento. Lo admitía, claro que lo hacía, pero la muerte de Elliot le cogió tan desprevenido como la de aquel que no puede morir. Solo podía pensar en la chica pelirroja que se portaba tan bien con él, tuviera los defectos que tuviera, obviando cómo se había comportado con otras personas, especialmente en los últimos tiempos. Él sabía que en el fondo había una buena chica, aunque hubiera cambiado, y no podía dejar de lamentar el haberla dejado completamente sola en los últimos tiempos.

Regresaron al burdel poco después. Gael todavía apretaba los dientes inconscientemente, preocupado ahora por averiguar qué había pasado exactamente y reprimiendo un amplio abanico de sensaciones. Quería mantener la compostura a pesar de todo, como hacían los demás. No quería patalear como un crío ni dejarse llevar por los buenos recuerdos solamente. Cada vez que resonaban en su mente las palabras «está muerta» volvían a sonar extrañas y nuevas, pero cada vez las tenía más asimiladas. No volvería a abrazarlo ni volvería a escucharla enfadarse por tonterías. Ni lo bueno ni lo malo, nunca.

09/07/13, 05:56 pm

Ahora entiendo… entiendo lo que ya sabía. No, no es importante ver quien hay ahí, no es necesario retirar la manta para que me contemplen de nuevo los inexistentes ojos muertos. ¿Qué vi en mi duermevela? Ahora recuerdo, o al menos en parte… qué extraño, qué curioso. Pero lo más extraño es qué hacer ahora. ¿Debería llorar? ¿Salir a tomar el aire como Gael? No, solo puedo observar, observar a los demás lamentarse, agachar la cabeza… Sí, claro que conocía a Elliot, pero era como una completa desconocida. Bien cierto que no le deseaba mal, pero tampoco me importa especialmente. No, no puedo ni debo mentirme a mí ni a los demás. Estoy pensando fríamente, mi rostro no está entre los que muestran pena. Soy consciente, así como sé que tampoco puedo ofrecer consuelo, no se ofrecer palabras que no sean pasivas ahora…

Solo sé imitar un silencio que pesa como la no existencia, totalmente indiferente a cualquier emoción. Un silencio primitivo, interrumpido por un hálito, pero que seguirá después de la extinción. Un silencio de muerte.

09/07/13, 06:10 pm

Los rumores volaban por la ciudad, y el violinista no podía ignorarlos, menos si trataban de un dullahan, alguien de su casta, de su estirpe. Él tenía un deber que cumplir para con aquellos que compartían su transformación, no por obligación real, sino por honor propio.

Se presentó en el burdel tan pronto como le fue posible. Llamó a la puerta y en cuanto le abrieron dedicó una reverencia cortés a los presentes y un gesto de pésame. Como siempre, llevaba su libreta para comunicarse.

''Si son tan amables de llevarme ante el dueño de este lugar..''

Dio dos suaves toques en la puerta antes de entrar. Cain le dio paso, y le miró con extrañeza, con sospresa. ¿Cómo se había enterado tan rápido?

''Mi más sentido pésame. Siento presentarme en este momento tan difícil para ustedes, pero me parecía apropiado informarles de las tradiciones de los dullahan para los... enterramientos'' Se escribió en la libreta ''El clan al que la señorita pertenecía tiene un mausoleo en el cementerio. Puedo ocuparme de los preparativos del funerals i me lo permiten. Sino, les pido que me dejen ayudarles en todo lo que pueda''

09/07/13, 07:39 pm

La respuesta de Jack aclaró que algo pasaba con Elliot pero no el qué. El draco pensó que tal vez le había sucedido algo la noche anterior cosa que no sería rara teniendo en cuenta el caos destructivo que se había formado. Pensándolo en aquel momento, se dio cuenta de que no habían visto a la dullahan la noche anterior. Y por lo poco que sabía de Elliot le había parecido alguien que se hubiese unido a la "fiesta" sin pensárselo dos veces. Interrumpió sus pensamientos para despedirse de Dirke, que salía en ese momento del burdel, decidió que fuese lo que fuese se enterarían pronto y se limitó a sonreír con diversión ante el comentario del vampiro sobre limpiar las calles.

No tuvieron que esperar mucho más, sin embargo. Cain y Vac volvieron y lo hicieron acompañados de algo envuelto en telas negras. No hizo falta que dijesen nada ni preguntar; precisamente la ausencia de palabras, presente también en las cada vez más extintas conversaciones, dejaron patente qué era lo que había oculto bajo las telas.

O más bien quién. El draco observó con expresión grave a su alrededor. Vio a un apesadumbrado Gael alzar la vista hacia el lugar al que se habían dirigido invocador y hado, ambos con un rostro que no dejaba lugar a dudas. Escuchó el silencio que, en general, se había adueñado del burdel.

Para el sueco la muerte de la dullahan no significaba demasiado. Apenas la conocía, raramente había intercambiado palabras con ella y la última vez que la había visto no se había formado una opinión precisamente muy favorable de la chica. Había agradecido su ayuda la noche de su dolorosa transformación, pero consideraba que aquella deuda había sido más que saldada. Sabía más por lo que le habían contado otros que por haberse relacionado directamente con ella, lo cual conllevaba que también era mucho más consciente del alcance de lo que significaba para algunos de sus amigos que de lo que conllevaba su muerte en sí. Le preocupaba especialmente Vac, aunque también el fuego fatuo, Jack o Cain.

Y sin embargo, cuando rompió el silencio por primera vez no fue para ofrecer palabras de consuelo o de apoyo. No sabía si podía darlas, o siquiera si debía. Su voz le sonó discordante y fuera de lugar en aquel instante.
-Deberíamos llevar a Yloh y a los animales al cuchitril, no nos llevará más que un momento -dijo simplemente mientras comenzaba a cargar con la cabra de Giz y Odin, a quien recogió de encima del respaldo de un sillón.
No obtuvo respuesta salvo un asentimiento por parte de Adara, pero tanto Gael como ella hicieron lo mismo con sus respectivos gatos y, acompañados por Yloh, se pusieron en marcha.

El trayecto, marcado por la falta de conversación, fue breve y enseguida regresaron al burdel. Miró de reojo las llamas azules del fuego fatuo, quien se mantenía distante, mientras suspiraba imperceptiblemente. El ambiente que se formababa cuando alguien cercano se iba era como una pesada roca que no se podía quitar de encima hasta que el propio tiempo se encargase de romperla. El draco podía sentir las de sus amigos oprimiéndolos y era sobre todo eso lo que hacía que él también tuviera una.

El silencio le hizo pensar, pensar en cómo había podido acabar alguien como Elliot así. Era muy improbable que hubiese fallecido a manos de alguna alimaña. No, estaba bastante claro que su ejecutor tuvo que ser otro transformado. Su negocio, el mismo que el de ellos, era peligroso. Siempre lo era. Y la dullahan llevaba metida en él el tiempo suficiente como para haber llegado a aquel punto. No era la primera vez que lo pensaba, pero la evidencia de las repercusiones que podía tener había pasado frente a sus ojos hacía escasos momentos.

Alguien llamó inesperadamente a la puerta y Wen fue a abrir. El draco saludó al violinista, algo sorprendido por verlo allí. Cuando les pidió ver a Cain y Jack acompañó al dullahan para llevarlo ante el invocador, el draco se fijó en Adara. Ella no parecía tan afectada como el resto, así que se acercó a ella, pero no la miró directamente sino que pasó de largo lentamente mientras volvía al lado de la vouivre.
-A nosotros no nos pasará lo mismo -dijo simplemente apenas alzando la voz como una respuesta a sus pensamientos interrumpidos por la llegada del violinista.

No mucho después, el draco recordó que faltaba alguien a quien todavía deberían avisar. Nia ya se había ido del burdel antes de que despertasen y nadie la había mencionado todavía.
-Deberíamos avisar a Nia -rompió el silencio por tercera vez, sintiéndose casi como un intruso en medio de aquella completa ausencia de palabras-. Yo me ofrezco a ir si lo preferís... -añadió dudoso.
<<Si preferís ahorraros el mal trago>>. Tal vez Gael fuese el más indicado para decírselo, pero sabía que no iba a resultar fácil, para ninguna de las dos partes, y por ese motivo se ofreció. Pero el fuego fatuo habló por primera vez desde que Vac y Cain habían vuelto, anunciando que iría él. El sueco dudó sobre si acompañarle, pero cuando la ángel negro manifestó su intención de ir, asintió y confirmó que se sumaba a aquel pequeño y agorero grupo.

Sigue en la Botica de la náyade.

10/07/13, 01:15 am

Había intentado no pensar en el asunto pero le había dado vueltas a lo mismo desde que Vac saliese corriendo. ¿Y si...? Muchos "¿y si...?", todos en torno a la chica. Y, en parte, a cómo me tomaría que algo así ocurriese. Porque estaba confiado de que la chica solo estaría herida o necesitaba ayuda...

Demasiado optimista, sin embargo. O eso confirmó la entrada de Vac con el cuerpo sin vida seguido de Cain, ambos en silencio y hacia el dormitorio. Los miré en el mismo silencio, sin parpadear, no recordaba haberme levantado de golpe. Una parte de mí me gritaba lo que había pasado, pero, joder, habíamos sido amigos. <<Sí, en efecto, habíamos. Desde que se "divorciaron" ya no fue lo mismo. Y menos desde que se fue a vivir sola. Y trabajaba como cazarrecompensas, corría peligro. Todos lo corremos en mayor o menor medida... Pero no estamos solos...>>

-Elliot está... Muerta...-dije en un susurro apenas audible; lo necesitaba.

Luego me dejé caer en el sofá con la mente en blanco, recordando todos los momentos con Elliot, como buscando algo. Pero solo encontré determinación para volver a levantarme <<Habrá vivido y muerto sola
pero tendrá una despedida digna de quien era...>>

Sin embargo, para cuando me disponía a subir con los otros dos, llamaron a la puerta y apareció el violinista preguntando por Cain, así que raudo le acompañé sin entrar. Me quedé en el pasillo, dando la espalda al dormitorio por respeto. Entre tanto salió Norou del tatami, en silencio, pero por la cara que traía no fue necesario explicarle nada.

Y tras un rato en el que creí que al violinista le habría dado tiempo a acabar lo que fuere que vino a hacer, casi llamé a la puerta. <<No, déjalos un rato más>> En su lugar volví al salón a sentarme junto a Erika. Si el violinista se había enterado tan rápidamente... ¿Lo sabría Dirke? Me excusé ante la chica y busqué al alemán hasta que di con él fuera del Burdel. Creo que me costó más decirle lo que había ocurrido que asimilarlo... Joder, si éramos una familia, Dirke era como nuestro hijo pequeño...

Finalmente volví al sofá. No volví a decir nada más. Ni hablaría hasta que los otros dos bajasen o dijesen algo... Porque, después de tanto tiempo en la ciudad, no sabía qué hacer con esto. ¿Subir y decirles algo? ¿Dejarles tiempo e intimidad? Entre medio de las preguntas se mezclaban recuerdos con añoranza así como pensamientos tipo "podría pasarnos a nosotros". Por suerte Erika me cogió de las manos al momento, como si estuviera pensando en lo mismo, así que decidí quedarme a su lado. Y esperar.

10/07/13, 01:48 am

Aunque a Wen le hubiera encantado pasarse todo el día metida en su habitación con Noel sabían que tenían que volver a la realidad. La vouivre llevó la bandeja en la que habían desayunado a la cocina y casi se tropezó con Vac que salía apresurado. Cuando hubo dejado la cocina limpia y recogida, usando más magia de la habitual dada su vagueza, salió al salón donde le explicaron el por qué el hado había salido tan apresuradamente. La británica no le dio demasiada importancia. A penas conocía a la dullahan, solamente por lo que había oído contar de ella, y solo la había visto dos veces en su vida: la primera, por el burdel antes de que se mudara, y la segunda, la noche que Gael y Noel cantaron en la taberna cuando le preguntó a Kaethe si ella creía que podía tragarse a su dragón de un solo bocado en modo serpiente.

No volvió a pensar en la salida de Vac hasta que lo vio aparecer por la puerta con un cuerpo entre los brazos, porque no había que ser un genio para adivinar que debajo de la sabana que llevaba se encontraba un cuerpo sin cabeza. Por un momento se quedó en shock, ya que nunca hubiera imaginado que pasara aquello. En cuanto el hado y el invocador desaparecieron por las escaleras, la vouivre lo hizo por la puerta de la cocina, donde enseguida se puso a calentar agua. Los sentimientos de la británica no habían cambiado demasiado después del shock, la pelirroja no le había caído ni bien ni mal, de hecho, nunca se habían dirigido la palabra; pero sabía lo que esa chica significaba para muchos de sus amigos, especialmente para Vac y Cain, que habían sido sus parejas, por lo que la chica siguió con su trabajo. Dejó calentando el agua mientras buscaba en uno de los armarios pociones tranquilizadoras y apaciguadoras, y hacía con ellas una mezcla especial que luego echó al agua.

Poco después de que volvieran sus amigos de dejar a los animales y a Yloh en el cuchitril alguien tocó la puerta. Wen se impresionó de la rapidez con la que el violinista se había enterado de lo sucedido e hizo un amago de acompañarle hasta la habitación donde estaban Cain y Vacuum con el cuerpo, pero Jack se le adelantó y ella aprovechó para volver a la cocina, donde el agua ya hervía. En seguida llenó una tetera a rebosar y colocó varias tazas en una bandeja y finalmente añadió el té al agua. “Té recién hecho para calentar el alma.” Parafraseó la británica a su madrina, Margaret. En ese momento apareció un frivy por la puerta ofreciéndole su ayuda y preguntándole por lo que ocurría. La vouivre aprovechó, no solo para contarle lo sucedido, sino para advertirle, diciéndole que se lo comunicara a sus compañeros, que si necesitaban algo no acudieran a Cain sino a ella, al menos de momento.

En cuanto todo estuvo listo, sacó la bandeja ayudada por el frivy al salón, donde también estaba Jau que parecía haberse enterado en ese mismo instante, y sirvió dos tazas de té que ofreció a Erika y al licántropo.

10/07/13, 02:27 am

Dirke se quedó en estado de shock al recibir la noticia de manos de Jack. Permaneció durante un buen rato como le había pillado la noticia, con sus raíces en el suelo y su mirada perdida al horizonte, bailando inconscientemente entre los edificios y las alimañas muertas. La noticia acababa de desinflar lo poco positivo que Dirke hubiera podido sacar en conclusión de la noche de Luna. El alemán no quería más noches como esa, ni como árbol ni como lo poco que quedaba en él de su antigua persona.

Perdió la concentración cuando creyó ver un oso de peluche apuñalado en la cabeza, huyendo de un par de colaespinas a lo lejos. No supo muy bien si había sido un delirio o qué, pero independientemente de su verdadera esencia, la imagen le hizo levantarse y entrar al burdel. En el salón encontró a viejos compañeros y nuevos desconocidos (con la bruja de Noel a medio camino entre ambas categorías) y ambos por igual le hicieron sentir cohibido. Le dolía la muerte de Elliot, claro, pero no dejaba de ser un dolor suave, de esos que se curan solos. E intentó excusarse en eso para afectarse lo menos posible. Las relaciones cojas eran como las transformaciones con propiedades regenerativas, solo que a nivel mental. Y la del alemán con ella había sido un poco del estilo: para Dirke, Elliot seguía siendo la chica que se parecía a Pipi Calzaslargas antes de perder la cabeza. Salvo por su peor genio y sus defectos al socializar. Ella misma se había aislado y se había dedicado a ser directa o indirectamente llamativa.

-Esto...-no supo muy bien por qué había abierto la boca, tal vez pensó que era un buen momento para decir cosas profundas y de consuelo-. Estas cosas pasan en las gentes solas-se calló inmediatamente, sabedor de no estar siendo correcto y, siguiendo con cierto protocolo olvidado, cayó en la cuenta de que tal vez su ausencia de ropa no pegara muy bien con el ambiente fúnebre actual-. Lo siento mucho-se excusó, no muy seguro de por cual de sus fallos en concreto o si simplemente se refería a la pérdida de la dullahan. Decidió no aclarar nada y que cada uno pensara lo que mejor le fuera.

Se sentó en un sofá, poniendo los pies manchados de tierra sobre la tapicería, y se tapó las vergüenzas. Por primera vez en bastante tiempo, se sentía incómodo.

10/07/13, 06:41 pm

El griego sabía sin mirar que Cain estaba adecentando el cuerpo de la muchacha pero no le ayudó, no fue capaz, no quería verla de aquel modo. El silencio se prolongó un rato, solo roto por los movimientos del invocador junto al cuerpo de Elliot. Vac se había ensimismado mirando por la ventana abierta, la vista perdída en los brillos rojos que la luz del astro arrancaba a la ciudad, y solo la voz del italiano logró sacarlo de aquel trance. La pregunta que le planteó hizo que se diera cuenta de algo muy importante, algo que había obviado sin darse cuenta todo aquel tiempo. Trató de buscar una respuesta adecuada en su mente, algo que cuadrara con los gustos de la dullahan, pero no fue capaz.
-No lo se -dijo en el mismo tono de voz que el rubio-, trato de recordar si alguna vez me habló de algún sitio especial para ella, pero me falla la memoria -le dijo al italiano girándose hacia él-. Creo que he olvidado cosas de aquel entonces, no se si el hecho de no verla durante tanto tiempo o el que se distanciara voluntariamente a influido, pero... mierda -maldijo para si llevándose una mano a la frente, le empezaba a doler la cabeza.

Trató de serenarse y no dejarse llevar por aquellos sentimientos encontrados que le invadían. Quizás lo mas fácil fuera llorar, pero no le salían las lágrimas, y en parte le asustaba no ser capaz de extrañar tanto como debería a la pelirroja. El tiempo había abierto un abismo entre ellos y ella lo había ensanchado con su aislamiento.
-¿Tal vez en el cementerio? -sugirió no muy seguro, quería que la dullahan descansara, y enterrarla bajo aquel suelo no era la mejor idea- No se como afrontar... -pero no llegó a acabar la frase.

Alguien llamó a la puerta y el invocador abrió, dejando pasar al violinista con la sorpresa pintada en el rostro, ¿como era posible que se hubiera enterado tan deprisa? Las noticias en la ciudad volaban rápido, pero aun así se le antojaba extraño que el dullahan se hubiera presentado allí tan pronto. Le escuchó en silencio, aliviado de que les diera una opción para tratar aquel asunto adecuadamente. Si Elliot tenía un mausoleo reservado en el cementerio todo era mucho mas fácil, su alma descansaría al no estar bajo tierra y tendría un entierro digno de ella.
-Agradezco su ayuda, amigo, sin duda nos vendría bien y no veo ninguna razón para no aceptarla -le dijo con un sonrisa cansada, sin rastro alguno de alegría.

10/07/13, 08:23 pm

El violinista se marchó, prometiendo que todo estaría listo para el funeral cuando ellos llegasen con el cuerpo, y Cain lo despidió en la puerta de la habitación, quedándose abstraido, con la mirada fija en un punto indefinido del pasillo. Elliot estaba muerta y ellos tenían que enterrarla. En un mausoleo del que nunca habían oido hablar. En una ceremonia preparada con prisas, con un amor frío y apagado. Le resultaba todo forzado, extraño...

Subió al tercer piso para elegir el vestido con el que enterrarían a Elliot. Uno negro y sencillo, largo hasta los pies, al que añadió un talismán verde. Sacó la cabeza de su bolsa y peinó su melena larga y roja como el fuego. Cuando regresó a la habitación, Vacuum seguía mirando por la ventana. Cain dejó el vestido y el colgante en una silla, y la cabeza en la cama junto al cuerpo.

-Vístela- le pidió- Yo iré de nuevo a la casa para ver si puedo rescatar algo más.

Antes de salir se puso una túnica negra, sin adornos ni filigranas, y se colgó su daga de sacrificio del cinto. Necesitó unos minutos para reunir fuerzas y salir de la habitación. Todo había sido muy repentino, pero viendolo por el lado bueno, al menos a ella podrían enterrarla debidamente, que era más de lo que habían tenido todos los amigos que la ciudad le había arrebatado...

Sigue en la Plaza de los Colaespina.

10/07/13, 08:38 pm

Nia

Aun sollozando, Nia se dejó llevar por Gael. Tenia el espiritu quebrado, destruido. Aquello le superaba. Le llevaba atrás, cuando habia perdido a gente importante tambien. Se sentia fatal y no podia hacer más que llorar, sin poder sentirse mejor. Mientras que la sacaban de la silla y el fuego fatuo tiraba de ella para sacarla de las ruinas de la botica. Captó las palabras de Noel mientras salian de la botica. La niña se limpiaba las lágrimas mientras estas no paraban de aparecer. Captó la mirada del frivy y cuando ambos ojos se conectaron el frivy se despidio de ella con una sonrisa y un gesto amable, para intentar animarla, intentando que no se preocupase por ellos. Sin fuerzas para hacer o decir nada, salvo ser tirada como de una maleta se tratase, no pudo evitar preocuparse.

Para cuando llegaron al burdel, Nia habia conseguido serenarse y al menos ya no lloraba largo y tendido. Sus ojos, normalmente dotados de un característico azul, ahora estaban empañados en un color rojizo. Su cara estaba más seca que de costumbre, de haber llorado y de estar limpiandose todo el rato y, cabizbaja, cruzó el umbral a aquel edificio. Su mente, llena de ideas y tristeza. La sentaron en el salón, con los demás. Apenas podia levantar la mirada del suelo. Estaba destrozada, pero aún así meditó si habia sido una buena idea dejar a los frivys solos en la botica. Su preocupación se extendió entonces hacia los cuchitrileros, que compartian el oficio con la dullahan. El fuego fatuo estaba cerca de ella. Abrió la boca para preguntarle sobre su inseguridad sobre si el oficio que habian decidido tomar era el más adecuado, pero sus palabras murieron en su garganta.
Vacia de todo sentimiento que no fuera el de una suma tristeza, la ulterana permaneció callada un buen rato, al borde de las lágrimas, reuniendo el valor y las fuerzas para elaborar la pregunta.
-No os va a pasar a vosotros, ¿verdad? No os ireis de esa forma ¿Verdad?-dijo, con un gran esfuerzo, con el tiempo.

11/07/13, 11:44 pm

El violinista terminó de concretar los detalles con ellos antes de marcharse, diciendo que cuando llegaran al cementerio todo estaría listo. Cain le despidió en la puerta de la habitación y luego subió a la tercera planta para buscar algo con lo que vestir a la dullahan. El hado se quedó solo en la habitación y volvió a acercarse a la ventana, sujetándose al alfeizar y perdiendo la mirada en el exterior. El italiano volvió al rato, y tras dejar un vestido y un colgante en una silla, y la cabeza de Elliot junto a su cuerpo, le hizo una petición al griego y salió de la habitación de nuevo, iba a ir a la casa de la muchacha a terminar de recoger. Vac se quedó inmóvil unos minutos, reuniendo el valor suficiente para girarse hacia la cama y vestir a la dullahan. Se le antojaba una tarea titánica, pero con un suspiro, terminó por volverse.

La piel de Elliot estaba helada, y mientras la cubría con el vestido el hado trataba de no dejarse llevar por sus pensamientos. Se centró en su tarea, poniendo todo el esmero en ella, cuidando los detalles y asegurándose de que el vestido no estuviera arrugado en ningun lugar. Cerró el broche del amuleto tras la nuca de la dullahan y lo extendió sobre su pecho, para después coger la cabeza con especial cuidado. Hacía mucho tiempo que no veía aquel rostro, mas incluso del que hacía que no veía a su propietaria. La expresión de Elliot era de calma, una expresión que era poco habitual en ella, pero que le favorecía bastante. Los nervios de Vac estaban a punto de quebrarse, así que colocó la cabeza con cuidado sobre el vientre de la muchacha, asegurándola entre sus manos cruzadas, y la cubrió por completo con la sabana negra después de limpiarla con un hechizo, a modo de sudario.

Aquellas cuatro paredes le hacían sentirse atrapado, y la situación no ayudaba, así que decidió irse a preparar para el funeral. Salió del cuarto asegurándose de nadie que no fuera él pudiera entrar y se metió en su propia habitación, cogiendo unas ropas negras sencillas, y bajando después a la planta baja. Llegó justo para oír las últimas palabras de Nia, y no tuvo que fijarse demasiado para ver que la náyade estaba muy afectada, casi mas que él, lo que no sabía como interpretar.
-No les pasara -le dijo en un susurro, poniendo la mano sobre el cabello claro de la muchacha-, no nos pasará. Ella eligió estar sola, pero nosotros nos tenemos los unos a los otros, ¿no es verdad? -preguntó, mirando a los ojos enrojecidos de la niña. Retiró unas lágrimas con sus dedos y cogió una de las tazas de té que Wen había preparado, acercándosela a la ulterana. -Te hará bien - le dijo antes de coger una para si y agradecérselo a la vouivre con un suave apretón en la mano que le tendía la taza.

Les dijo a los presentes que el entierro sería en un rato, anunció a los empleados que aquella noche el negocio estaría cerrado y después se sentó en las escaleras con el té entre las manos. No tenía ganas de hablar por el momento, y sus amigos respetaron eso. El griego se dejó calmar por la calidez de la infusión y se ensimismó, dejando pasar el tiempo. Le habría gustado permanecer así mas rato, aislado en aquella pequeña burbuja en la que se sentía a gusto, pero la hora del funeral se acercaba y la invitada de honor no podía llegar tarde. El chico se puso en pie y subió a buscar a Elliot, pasándose antes por su habitación y poniéndose un abrigo negro.

Hizo levitar el cuerpo de la dullahan cubierto con el sudario negro con un hechizo, deslizándola con cuidado por el aire frente a él. Sus amigos le esperaban en la planta baja, y le siguieron cuando salió por la puerta. Formaban una pequeña procesión en la que no había apenas conversación, y de esta manera pusieron rumbo al cementerio.

Continúa en el Cementerio.

15/07/13, 12:25 am

El vuelo, a pesar de que no hizo uso de mucha velocidad, no fue demasiado largo y no tardó en avistar el burdel. Conforme se fue acercando y ya que su posición aérea le permitía ver a la perfección la parte superior de los edificios, pudo ver a Vac sentado en el tejado del burdel, acompañado por Feliks.

Redujo la velocidad mientras se acercaba a su hermano hasta aterrizar suavemente a su lado; solía ser bastante descuidado con sus aterrizajes, pero no era un buen plan cargarse media techumbre. Observó unos segundos al hado, quien estaba bebiendo algo con la mirada perdida y se le notaba ausente, cansado.
-Espero que no te importe que me siente aquí aunque no haya pagado por usar el tejado del burdel -dijo a modo de saludo mientras ya se sentaba cerca de su hermano-. Tan sólo he venido porque quiero que sepas que si necesitas hablar con alguien a mí puedes darme toda la brasa que quieras, es lo justo ya que yo no me callo ni debajo del agua, ¿no crees? -empezó a hablar tras un breve silencio, al que le siguió otro-. Debe de ser duro.

15/07/13, 01:14 am

Vac llegó al burdel en poco tiempo, y entró en su habitación por el balcón, sin ganas de cruzarse con nadie. Cogió una botella de licor de fuego de un pequeño armario, y salió de nuevo a la calle, ascendiendo hasta el tejado y sentándose junto Feliks, que le observó en silencio con una mirada cargada de pena. El ave era consciente de lo que había pasado, e intuía el estado anímico de su compañero, por lo que se acercó un poco mas a él, ofreciéndole su costado de apoyo. El hado le agradeció el gesto con una suave caricia y se sirvió una copa de aquel licor ardiente, perdiéndo la mirada en la ciudad bañada en luz rojiza después del primer trago. Estaba cansado, mas de lo que creía, y aunque aquella mañana se había sentido completamente reparado por el largo sueño y la poción reconstituyente, las últimas horas se habían llevado todas sus fuerzas. La muerte de Elliot le había agotado mas que la batalla del día anterior, y aunque necesitaba dormir, no se veía capaz de conciliar el sueño, no al menos de forma natural.

Oyó mas que vio a su hermano aterrizar en el tejado, a pocos pasos del lugar. Vac continuó ausente sin decir nada hasta que el draco habló mientras tomaba asiento, arrancándole una pequeña sonrisa con su comentario. Estaba anocheciendo, y la escasa luz solar estaba desapareciendo, devolviendo su dominio a la luz del astro rojo que pendía del cielo. Noel volvió a hablar, pero antes de que el griego pudiera contestarle, un movimiento a los pies del edfició llamo su atención. Dos criaturas echas de arena observaban a los dos hermanos desde la calle, dos creaciones de Matt presumiblemente. El hado no les veía bien desde aquella distancia, así que realizó un rápido hechizo de levitación y los subió hasta su posición. Eran dos fenecs de arena, y cada uno de los dos se acercó a uno de los hermanos, como si anduvieran buscándoles. El griego acarició la barbilla del suyo distraído mientras el otro olisqueaba al sueco, golpeando su rodilla con una de sus patas.
-Lo es -dijo, respondiendo a su pregunta en voz baja-, o eso creo, no estoy muy seguro. Creo que no me ha afectado tanto como debería, o tanto como si esto hubiera pasado hace dos años. Se había alejado de todos, se había aislado y desentendido de sus amigos, prefirió la soledad y eso fue lo que la mató -aseguró, mas para si mismo que para su hermano-. El hecho de no sentirme tan mal como debería casi me afecta mas que la propia muerte de Elliot, y eso me preocupa... estoy cansado -concluyó, dando un trago largo y ofreciéndole la botella al draco.

15/07/13, 01:42 am

Antes de que Vac pudiese responderle, los interrumpió el rumor de la arena, un sonido al que sueco estaba más que acostumbrado debido a Terro, el cual recordó que había acabado completamente destrozado la noche anterior. Cuando el hado los subió, pudieron ver de que se trataban sin lugar a duda de creaciones de Matt y en cuanto estuvieron sobre el tejado cada uno empezó a corretear alrededor de uno de ellos. El brujo de arena había pasado la noche en el desierto, se podía imaginar la sorpresa de volver al día siguiente y encontrarse las calles llenas de cadáveres, por lo que no le costó deducir el motivo por el que había enviado a aquellos seres, especialmente teniendo en cuenta que había oído más en las cercanías.

El sueco observó unos instantes como el fenec lo olisqueaba y sonrió levemente cuando le puso una pata sobre la rodilla. Había que reconocer que estaban bien hechos. Miro hacia el horizonte, había empezado a anochecer hacía poco y corría una brisa. Su hermano, al fin, le respondió. Aceptó la botella cuando se la tendió, recogiéndola sin mirarlo directamente y le dio un trago. Lo fuerte que estaba lo cogió un poco por sorpresa, pero no hizo ningún comentario al respecto y tan sólo la dejó posada en el tejado entre ambos.

-No creo que haya una respuesta a cuánto debería afectarte -comenzó a hablar encogiendo las rodillas y apoyando los brazos en ellas después de dar unos golpecitos en la cabeza del zorro arenoso-. Tú mismo lo has dicho, se había alejado. Al perder el contacto sólo permanece el recuerdo y con el tiempo la brecha entre una y otra cosa se ensancha cada vez más. No creo que no sentirse peor sea censurable, lo importa es que no te vas a olvidar de ella. Alguna vez me he sentido como tú, porque he dejado atrás mi vida anterior y a las personas que la formaban con tanta facilidad que llegue incluso a tener miedo. Ya ni siquiera echo de menos a mis padres, pero no me he olvidado de ellos... -se revolvió un poco incómodo, inseguro sobre su elección de palabras e hizo una pausa antes de continuar-. Pero si estás cansado tal vez sea mejor que te deje descansar, excepto que prefieras que sigamos hablando. Yo soy todo oídos, ya sabes.

Para cuando terminó de hablar, los rastreadores de Matt dejaron de corretear a su alrededor y bajaron del tejado de un salto, deshaciéndose un poco en el proceso al impactar la arena contra el suelo, y se perdieron en las cada vez más oscuras calles.

15/07/13, 02:23 am

Los fenecs saltaron del tejado y se perdieron entre las calles cuando el draco terminó de hablar. Sus palabras habían tranquilizado en parte al griego, aunque en su interior seguía sin saber que pensar. Alargó la mano hasta la botella y dio otro trago, dejándose calentar por el licor y sacándo un cigarro de su bolsillo. Los dejó a mano de su hermano, aunque suponía que el sueco no los tocaría, y encendió el suyo, inhalando el humo plateado y aclarando sus ideas mientras lo exhalaba.
-La relación con Elliot se rompió, no es lo mismo que pasó con tus padres. Es cierto que ellos te han olvidado, condiciones del contrato que firmamos antes de venir aquí, pero te querían, y tu a ellos... o eso creo -dijo con una sonrisa-. Extrañar no es malo, si al menos tu lo haces significará que lo que os unía era real -murmuro, dando otra calada-. Quizás este es un buen momento para que te hable de tus otros padres -comentó pensativo, mas para si que para Noel-, apenas sabes nada de ellos, y no me extraña que en un principio los odiaras por lo que te hicieron, pero ahora tienes que saber.

Vac habló durante un rato, rebelando a Noel como eran los padres de ambos. Le habló de la dulzura de su madre, de su amabilidad y de la tristeza que la dominaba a veces, la tristeza que terminó por llevársela y que ahora creía saber a que se debía. El nacimiento del draco y su adopción forzada afectaron a la mujer a lo largo de los años, minando su fuerza hasta el punto de enfermar y consumirla. Su padre era el responsable de todo esto, un hombre desapegado emocionalmente de su hijo, presumiblemente obligo a su madre a abandonar al segundo cuando nació. Vac nunca se llevó bien con él, y cuando su esposa murió la cosa empeoro, razón por la que el hado se aficionó a escaparse de casa.
-No pretendo que sientas pena ni nada por el estilo, solo quiero que sepas. Padre no merece mas que despreció por tu parte, no tengo ninguna objeción -afirmó-, pero madre te quería, hermanito, y estoy seguro de que ella nunca quiso separarse de ti. Yo la extraño mucho, no puedo evitarlo, y creo que nunca dejare de hacerlo; sin embargo con Elliot no se si me sucederá eso, porque ya había empezado a olvidar antes de que muriera -dijo con una sonrisa apagada, vacía de alegría.

15/07/13, 03:12 am

Noel escuchó atentamente las palabras de Vac y le miró cuando comenzó a contarle cosas sobre los padres de ambos. El draco no había vuelto a preguntarle nada al hado después del día en el que Giz les dio la noticia y hablasen posteriormente. Había visto cosas en la mente de Vac, le había transmitido algunas sensaciones, y Noel juzgó oportuno no hacer preguntas. Si algo tenía claro es que era un tema que a su hermano no le traía buenos recuerdos y, aunque también formase parte de su propio pasado de algún modo, no se sentía con derecho a reclamar nada. Había permanecido ajeno a todo aquello hasta hacía menos de un año y si no llega a ser por una cadena de casualidades así seguiría.

No conocía aquellas personas de las que hablaba y se sintió extraño manteniendo aquella conversación. Por supuesto le interesaba y de no ser porque había decidido no importunar al hado con el tema, sin duda habría preguntado antes por aquello que ahora le contaba. Ya lo había dicho en su momento, pero era raro pensar en que alguien cuya existencia le había sido completamente desconocida a lo largo de dieciséis años hubiese podido sufrir por su ausencia. La explicación y el razonamiento eran fáciles de comprender, pero no el sentimiento. Dio otro trago a la botella antes de hablar, ignorando los cigarrillos.

-No puedo odiar a alguien a quien ni siquiera conozco, sería una estupidez. Por mucho que me haya abandonado, no tuve una mala vida, y por eso supongo que no soy capaz de sentir rencor por este motivo hacia una persona que tan sólo sé que existe a través de ti. Es demasiado raro todo -se rió levemente mientras se recostaba ligeramente-. Pero lamento que hayas tenido que aguantar tú solo a un gilipollas así, por lo que supongo que sí se podría decir que siento desprecio debido a lo que cuentas, en definitiva. Si hubiese estado allí, seguro que le habríamos trolleado juntos y al menos ya tendría un motivo para querer desentenderse de ambos -añadió con una sonrisa jocosa.

>>Se ve que querías mucho a tu madre... Nuestra madre, perdón, no me acostumbro. Y me temo que nunca podré compartir tus sentimientos hacia ella, tampoco. Pero no creo que debamos lamentarnos por eso. No creo que debas lamentarte por extrañar menos a unos que a otros, simplemente el lazo que se crea con cada persona es diferente. O a lo mejor tienes un hermano demasiado despreocupado y que no dice más que tonterías -suspiró levemente-. Sea como sea, estoy seguro de que no te olvidarás de ella, y eso es lo más importante, mucho más que el echar o no de menos. Yo desde luego prefiero que si desaparezco os acordéis de lo imbécil que era y os riáis a mi costa antes que poneros tristes -esbozó una sonrisa burlona y le dio el que decidió sería el último trago a aquel licor al que estaba empezando a cogerle el gusto- ¿Qué veneno estamos ingiriendo, por cierto?

Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Burdel de dama Espasmo

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