Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
- Ver mensajes archivados:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/03/14, 01:03 am
Noel le dedicó una mirada interrogante cuando lo llamó por su nombre, esperando a que continuase. Parecía ligeramente nerviosa, o esa es la impresión que se llevó el draco, por lo que fuese a decir. Y ello cogió por sorpresa al sueco. Al principio su expresión fue de completo desconcierto, extrañado ante lo que le estaba preguntando. Abrió los ojos de par en par cuando creyó saber qué es lo que estaba sugiriendo, pero se resistía a procesarlo.
—¿A... a qué te refieres? —Ahora quien sí se había puesto nervioso era él—. Tú ya me comprendes, mucho más de lo que podría haber pedido.
—¿A... a qué te refieres? —Ahora quien sí se había puesto nervioso era él—. Tú ya me comprendes, mucho más de lo que podría haber pedido.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/03/14, 01:12 am
Wen resopló. Sabía que eso no iba a ir bien.
- Si, si fuéramos humanos esto sería lo máximo a lo que podríamos aspirar y suficiente, además.- contestó.- Pero… yo sé que no siempre sientes que te comprendo. Te conozco, Noel. Tienes miedo de que sepa. Tienes miedo de que comprenda lo que realmente sucede en tu cabeza.- dijo comenzando a mostrar sus emociones en su voz.- Y yo odio eso. Quiero saber, quiero comprenderte, quiero poder apoyarte sin tener que sufrir la mirada de “no sabes ni la mitad”, porque quiero conocer esa mitad y la otra y todo.- hizo una pausa y resopló.- Necesito saber qué es eso que temes tanto mostrarme. No solo por mí, sino por los dos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/03/14, 03:28 pm
Noel escuchó a la vouivre con creciente nerviosismo. Ya no podía aferrarse a la idea de que tal vez ella estuviese hablando de algo distinto. Le confirmaba a cada frase nueva que pronunciaba que el alcance de lo que quería tenía la magnitud que se había negado, en principio, a aceptar. A media explicación se incorporó en la cama sin dejar de observarla con una expresión indescifrable. El sueco permanecía en tensión y su cola se balanceaba sobre la colcha erráticamente. No tenía miedo.
Estaba aterrado.
Aterrado por lo que implicaba aquello que le estaba pidiendo. Aterrado porque si accedía estaba seguro de que sucedería lo peor. Y aterrado porque se lo estaba pidiendo de tal forma que le costaba articular la desesperada negativa que había acudido instintivamente a sus labios.
—No sabes lo que estás pidiendo —articuló finalmente desviando la mirada—. No lo sabes, Wen... —repitió bajando el tono de voz. Después, permaneció en silencio durante segundos eternos, que bien podrían haber sido horas—. Si de verdad estás tan convencida —el sonido de su propia voz le resultó desagradable en medio del pesado silencio que había forzado—, si de verdad es lo que quieres... Tan solo déjame pedir que sea cuanto antes. —El sueco se había ido acercando poco a poco al borde de la cama y ahora miraba hacia la puerta del cuarto con expresión ausente y completamente seria. Aunque una parte de él habría querido retrasarlo lo máximo posible, la incertidumbre de cuándo llegaría su condena lo carcomería por dentro. Por eso era mejor que todo terminase cuanto antes.
Después de todo, tal vez se mereciese sentirse igual que sus víctimas. Porque para el draco aquello iba a ser, sin duda, una tortura.
Estaba aterrado.
Aterrado por lo que implicaba aquello que le estaba pidiendo. Aterrado porque si accedía estaba seguro de que sucedería lo peor. Y aterrado porque se lo estaba pidiendo de tal forma que le costaba articular la desesperada negativa que había acudido instintivamente a sus labios.
—No sabes lo que estás pidiendo —articuló finalmente desviando la mirada—. No lo sabes, Wen... —repitió bajando el tono de voz. Después, permaneció en silencio durante segundos eternos, que bien podrían haber sido horas—. Si de verdad estás tan convencida —el sonido de su propia voz le resultó desagradable en medio del pesado silencio que había forzado—, si de verdad es lo que quieres... Tan solo déjame pedir que sea cuanto antes. —El sueco se había ido acercando poco a poco al borde de la cama y ahora miraba hacia la puerta del cuarto con expresión ausente y completamente seria. Aunque una parte de él habría querido retrasarlo lo máximo posible, la incertidumbre de cuándo llegaría su condena lo carcomería por dentro. Por eso era mejor que todo terminase cuanto antes.
Después de todo, tal vez se mereciese sentirse igual que sus víctimas. Porque para el draco aquello iba a ser, sin duda, una tortura.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/03/14, 04:01 pm
Sabía que Noel tenía miedo, pero también sabía que no debía tenerlo. Ni el pensamiento más terrible de la criatura más temible de Rocavarancolia conseguiría que Wen le temiera o le odiara. Solo tenía que demostrárselo, a él y a sí misma. Y esa iba a ser la mejor forma.
- Pues muéstramelo.- contestó la vouivre.- Si no tengo ni idea, muéstramelo.
La británica no mostró su felicidad, pero si su alivio, cuando Noel finalmente accedió. Lo abrazó fuertemente y le susurró un “Todo saldrá bien.” Que esperó que aliviara su malestar. Unos minutos después, se levantó de la cama y fue hasta su mesa, donde había una tetera humeante junto a dos tazas.
- He preparado infusión de soñadora.- dijo dudosa.- El hechizo siempre me ha parecido algo… artificial. Ya sabes que soy partidaria de los tés e infusiones. Me quitarían el carnet de británica si no fuera así.
Entregó una taza a rebosar a Noel y luego se sirvió otra para sí con miel. Necesitaban dormir y, después de esa charla, posiblemente les costaría. “Un poco de ayuda nunca viene mal.”
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/03/14, 05:27 pm
Sueño de Noel y Wen
Una noche más tarde, después de un nuevo aviso y el doble de lo que costaba un sueño sencillo, Seon unió ambos subconscientes. El escenario inicial era un claro de hierba. No había nada alrededor, solo desierto de arena anaranjada perdiendose en el horizonte, y un cielo sin nubes ni sol de luz ambigua. La soñadora estaba sentada en el aire, con Karim sobre su regazo. La falda que llevaba caía como una cascada hasta el suelo y de mirarla fijamente, parecía que efectivamente fluyese como agua y se demarrase en la hierba.
Inicialmente, ninguno de los dos podría notar algo distinto a lo habitual en un sueño. Era, después de todo, estar juntos en una invención, incluso si parte de esta salía de sus ideas. Por ahora, las cosas con las que ambos soñarían de forma natural estaban bloqueadas por el recibimiento de Seon.
- Me hago una idea de lo que teniais en mente con esto, que tiene poco que ver con que os proporcione algo concreto. Os diré de todos modos lo que puedo hacer: puedo crearos una historia y un paisaje comun, a vuestro gusto, y puedo mezclar, tan ordenadamente como sea posible, las cosas que producis y daros un sueño que no será el que tendríais por separado, porque tendrá elementos de ambos. Probablemente sea un poco absurdo, y aun asi puede ser bastante desagradable. Ninguno de los dos pareceís muy dados a soñar con galletas. - Asintió a su respuesta, con un suspiro interno, y desdobló las piernas, apoyandose en aquel nivel invisible e incorporandose, antes de dejarse caer en la hierba, conejo de peluche al hombro.- Sea. No me vereis el resto de la noche, aunque evidentemente, no me puedo marchar del todo. Espero que todo vaya bien.
Tocó brevemente la mano de Noel antes de desaparecer. Un último detalle que solo le dejó a el como amigo, una breve sensacion alentadora, animandolo a relajarse. Las pesadillas de aquella noche, si no, bien podían ser las peores.
Una noche más tarde, después de un nuevo aviso y el doble de lo que costaba un sueño sencillo, Seon unió ambos subconscientes. El escenario inicial era un claro de hierba. No había nada alrededor, solo desierto de arena anaranjada perdiendose en el horizonte, y un cielo sin nubes ni sol de luz ambigua. La soñadora estaba sentada en el aire, con Karim sobre su regazo. La falda que llevaba caía como una cascada hasta el suelo y de mirarla fijamente, parecía que efectivamente fluyese como agua y se demarrase en la hierba.
Inicialmente, ninguno de los dos podría notar algo distinto a lo habitual en un sueño. Era, después de todo, estar juntos en una invención, incluso si parte de esta salía de sus ideas. Por ahora, las cosas con las que ambos soñarían de forma natural estaban bloqueadas por el recibimiento de Seon.
- Me hago una idea de lo que teniais en mente con esto, que tiene poco que ver con que os proporcione algo concreto. Os diré de todos modos lo que puedo hacer: puedo crearos una historia y un paisaje comun, a vuestro gusto, y puedo mezclar, tan ordenadamente como sea posible, las cosas que producis y daros un sueño que no será el que tendríais por separado, porque tendrá elementos de ambos. Probablemente sea un poco absurdo, y aun asi puede ser bastante desagradable. Ninguno de los dos pareceís muy dados a soñar con galletas. - Asintió a su respuesta, con un suspiro interno, y desdobló las piernas, apoyandose en aquel nivel invisible e incorporandose, antes de dejarse caer en la hierba, conejo de peluche al hombro.- Sea. No me vereis el resto de la noche, aunque evidentemente, no me puedo marchar del todo. Espero que todo vaya bien.
Tocó brevemente la mano de Noel antes de desaparecer. Un último detalle que solo le dejó a el como amigo, una breve sensacion alentadora, animandolo a relajarse. Las pesadillas de aquella noche, si no, bien podían ser las peores.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
28/03/14, 07:33 pm
Noel se dejó abrazar, pero lo único que hizo fue volver a mirarla con la misma expresión indescifrable que antes. El tiempo que pasó hasta que Wen le tendió la taza trasncurrió en una lenta agonía. No era capaz de quitarse de la cabeza la conversación que acababan de tener, lo que ello implicaba. Tan solo pudo asentir a lo que le dijo cuando le dio el brebaje que sin duda necesitaba, pasando por alto la broma que había hecho ella. No tenía ganas ningunas de reír, tan siquiera de sonreír.
Con la ayuda de la infusión, el draco se sumió rápidamente en un sueño más tranquilo de lo que hubiera podido ser posible sin la misma. Aún así cuando se despertó a la mañana siguiente lo hizo con una sensación muy desagradable. No recordaba qué había soñado, pero había sido angustioso y desquiciante.
Y llegó la noche siguiente, tras un día anodino que no contribuyó a que el sueco distrajese su mente con otras cosas. Tampoco hubiera podido, probablemente. Quiso decirle algo a Wen antes de que conciliasen el sueño, por medios mágicos una vez más ya que de otro modo no sería posible, pero no pudo.
Noel apenas fue capaz de descifrar las palabras de Seon. El sonido de su voz se le antojaba un murmullo, un simple añadido que encajaba con el ambiente que la soñadora había creado en aquel instante. Tampoco se inmutó apenas cuando ella trató de transmitirle ánimos con aquel leve apretón de manos, la vio sin mirar antes de que desapareciera y, con ella, el escenario que mantenía a raya lo que habitaba en el subconsciente de ambos.
Al principio no había nada. Tan solo negrura silenciosa e inofensiva. La calma que precedía a la tormenta. Y el sueco seguía sin decir nada, como si temiera que el simple sonido de su voz desencadenase alguna catástrofe. Y Seon tenía razón, las pesadillas de aquella noche podrían ser las peores. Porque el draco no podía evitar pensar en todo lo que temía mostrarle a Wen. Por más que quisiera ocultarlo no podría, precisamente porque no se lo quitaba de la cabeza. Con cuanta más desesperación intentase ocultarlo, más claramente se mostraría. Sabía que era precisamente lo que iba a suceder, y por eso todo su ser temblaba de profundo miedo y desesperación. Notó como Wen lo cogía de la mano y le dedicó una breve mirada. Por un instante se sintió tentado a deshacer el contacto, como si creyese que no se lo merecía, pero no fue capaz.
Las primeras imágenes no tardaron en aparecer. Ninguno de los dos se sorprendería al verlos a ellos allí. Al ver a aquellos que odiaban más que a ningún otro, matando impasiblemente a todos y cada uno de sus amigos. Se trataba de una pesadilla que sabían que compartían sin necesidad de emplear el poder de un soñador para ello.
El draco pudo verse a sí mismo muriendo a manos de uno de ellos, pero esa imagen no era suya. Tan solo le dedicó una breve mirada a la escena mientras alguna clase de pensamiento al respecto se formaba en su mente. La sensación que Wen pudiera notar era imprecisa e indescifrable, solo el propio draco sabía qué se le estaba pasando por la cabeza en ese momento. Pero después le tocó el turno a ella y Noel recreó por enésima vez en su mente cómo sus peores enemigos mataban a la persona que más quería sin que él pudiera hacer nada por evitarlo.
Y lo que sí pudo sentir la británica entonces con una intesidad aplastante fueron el odio y la ira. En la mente de Noel bullía claramente y sin restricción alguna un sentimiento de pura rabia que era aquello que a menudo amenazaba con desbordarlo y nublarle el juicio por completo. No había sido una omnipresencia en su cabeza hasta que ellos habían aparecido, pero incluso sin la presencia de los mercenarios de Gar las consecuencias de aquella constante amenaza estaban ahí. Siempre habían estado ahí, pero al principio era un borrón, un simple brote que todavía debía germinar.
Pero Noel había torturado a muchos. Matado a otros tantos. Provocado sufrimiento una y otra vez. Y disfrutaba con ello. Porque los gritos, otro elemento que siempre se encontraba presente en sus sueños, le hacían sentir bien. Eran el sustento de su poder y era lo que el draco de Estínfalo en el que se había convertido necesitaba y demandaba. Y a menudo él se lo concedía. Se abandonaba por completo a la satisfacción que le proporcionaba saberse el causante de aquellos desgarradores sonidos que lo alimentaban de magia y vitalidad. Aquella satisfacción, aquel placer por la desgracia de otros. Su naturaleza sádica, en definitiva. Aquello también se encontraba completamente visible y claro en su mente.
A menudo soñaba con ello. A veces eran irreconocibles, simples víctimas a las que no era necesario ponerles cara porque tan solo eran presas. Otras veces los torturaba a ellos, a los mercenarios de Gar. Para él no era ninguna pesadilla, sino todo lo contrario.
Pero a veces se veía a sí mismo torturando a Gael. A Giz. A Adara. A Toima. También a Jack. A su propio hermano. Y ella no era una excepción, por supuesto. Wen pudo ver claramente a un Noel ajeno al que tenía a su lado riéndose como un desquiciado y disfrutando de causarle daño de varias formas distintas. El auténtico no pudo mantener la mirada más que un instante, conociendo de sobra aquella pesadilla, al tiempo que sentía como una arcada tras otra acudía a su garganta y se llevaba una mano a la boca, mientras la otra permanecía aferrada a la de Wen, con la mirada completamente fija en el vacío. Si se hubiese despertado justo en aquel momento probablemente habría vomitado.
Era completamente repulsivo. Y se sentía tan asqueado de sí mismo por ello que casi le provocaba daño físico. Aquellas escenas formaban parte de sus peores pesadillas desde que conocía el alcance de lo que era, en qué se había convertido, desde que lo comprobó en aquella primera visita a los subterráneos.
<<Basta...>>. Fue la primera palabra con significado que había acudido a su mente desde que comenzó todo.
Y tras toda aquella amalgama de sensaciones ominosas y despreciables había algo aún más escalofriante.
Tras aquel velo de furia, placer mórbido y odio acechaba la demencia. La locura que el draco temía que se apoderase de él si perdía el control y se abandonaba por completo a aquellos sentimientos tan terribles como intensos. Se manifestaba en su mente como una negrura insondable, un punto sin retorno que parecía cada vez más cerca a cada mirada que le dedicaba. El brote había germinado hacía bastante tiempo.
<<Basta>>.
Con la ayuda de la infusión, el draco se sumió rápidamente en un sueño más tranquilo de lo que hubiera podido ser posible sin la misma. Aún así cuando se despertó a la mañana siguiente lo hizo con una sensación muy desagradable. No recordaba qué había soñado, pero había sido angustioso y desquiciante.
Y llegó la noche siguiente, tras un día anodino que no contribuyó a que el sueco distrajese su mente con otras cosas. Tampoco hubiera podido, probablemente. Quiso decirle algo a Wen antes de que conciliasen el sueño, por medios mágicos una vez más ya que de otro modo no sería posible, pero no pudo.
Noel apenas fue capaz de descifrar las palabras de Seon. El sonido de su voz se le antojaba un murmullo, un simple añadido que encajaba con el ambiente que la soñadora había creado en aquel instante. Tampoco se inmutó apenas cuando ella trató de transmitirle ánimos con aquel leve apretón de manos, la vio sin mirar antes de que desapareciera y, con ella, el escenario que mantenía a raya lo que habitaba en el subconsciente de ambos.
Al principio no había nada. Tan solo negrura silenciosa e inofensiva. La calma que precedía a la tormenta. Y el sueco seguía sin decir nada, como si temiera que el simple sonido de su voz desencadenase alguna catástrofe. Y Seon tenía razón, las pesadillas de aquella noche podrían ser las peores. Porque el draco no podía evitar pensar en todo lo que temía mostrarle a Wen. Por más que quisiera ocultarlo no podría, precisamente porque no se lo quitaba de la cabeza. Con cuanta más desesperación intentase ocultarlo, más claramente se mostraría. Sabía que era precisamente lo que iba a suceder, y por eso todo su ser temblaba de profundo miedo y desesperación. Notó como Wen lo cogía de la mano y le dedicó una breve mirada. Por un instante se sintió tentado a deshacer el contacto, como si creyese que no se lo merecía, pero no fue capaz.
Las primeras imágenes no tardaron en aparecer. Ninguno de los dos se sorprendería al verlos a ellos allí. Al ver a aquellos que odiaban más que a ningún otro, matando impasiblemente a todos y cada uno de sus amigos. Se trataba de una pesadilla que sabían que compartían sin necesidad de emplear el poder de un soñador para ello.
El draco pudo verse a sí mismo muriendo a manos de uno de ellos, pero esa imagen no era suya. Tan solo le dedicó una breve mirada a la escena mientras alguna clase de pensamiento al respecto se formaba en su mente. La sensación que Wen pudiera notar era imprecisa e indescifrable, solo el propio draco sabía qué se le estaba pasando por la cabeza en ese momento. Pero después le tocó el turno a ella y Noel recreó por enésima vez en su mente cómo sus peores enemigos mataban a la persona que más quería sin que él pudiera hacer nada por evitarlo.
Y lo que sí pudo sentir la británica entonces con una intesidad aplastante fueron el odio y la ira. En la mente de Noel bullía claramente y sin restricción alguna un sentimiento de pura rabia que era aquello que a menudo amenazaba con desbordarlo y nublarle el juicio por completo. No había sido una omnipresencia en su cabeza hasta que ellos habían aparecido, pero incluso sin la presencia de los mercenarios de Gar las consecuencias de aquella constante amenaza estaban ahí. Siempre habían estado ahí, pero al principio era un borrón, un simple brote que todavía debía germinar.
Pero Noel había torturado a muchos. Matado a otros tantos. Provocado sufrimiento una y otra vez. Y disfrutaba con ello. Porque los gritos, otro elemento que siempre se encontraba presente en sus sueños, le hacían sentir bien. Eran el sustento de su poder y era lo que el draco de Estínfalo en el que se había convertido necesitaba y demandaba. Y a menudo él se lo concedía. Se abandonaba por completo a la satisfacción que le proporcionaba saberse el causante de aquellos desgarradores sonidos que lo alimentaban de magia y vitalidad. Aquella satisfacción, aquel placer por la desgracia de otros. Su naturaleza sádica, en definitiva. Aquello también se encontraba completamente visible y claro en su mente.
A menudo soñaba con ello. A veces eran irreconocibles, simples víctimas a las que no era necesario ponerles cara porque tan solo eran presas. Otras veces los torturaba a ellos, a los mercenarios de Gar. Para él no era ninguna pesadilla, sino todo lo contrario.
Pero a veces se veía a sí mismo torturando a Gael. A Giz. A Adara. A Toima. También a Jack. A su propio hermano. Y ella no era una excepción, por supuesto. Wen pudo ver claramente a un Noel ajeno al que tenía a su lado riéndose como un desquiciado y disfrutando de causarle daño de varias formas distintas. El auténtico no pudo mantener la mirada más que un instante, conociendo de sobra aquella pesadilla, al tiempo que sentía como una arcada tras otra acudía a su garganta y se llevaba una mano a la boca, mientras la otra permanecía aferrada a la de Wen, con la mirada completamente fija en el vacío. Si se hubiese despertado justo en aquel momento probablemente habría vomitado.
Era completamente repulsivo. Y se sentía tan asqueado de sí mismo por ello que casi le provocaba daño físico. Aquellas escenas formaban parte de sus peores pesadillas desde que conocía el alcance de lo que era, en qué se había convertido, desde que lo comprobó en aquella primera visita a los subterráneos.
<<Basta...>>. Fue la primera palabra con significado que había acudido a su mente desde que comenzó todo.
Y tras toda aquella amalgama de sensaciones ominosas y despreciables había algo aún más escalofriante.
Tras aquel velo de furia, placer mórbido y odio acechaba la demencia. La locura que el draco temía que se apoderase de él si perdía el control y se abandonaba por completo a aquellos sentimientos tan terribles como intensos. Se manifestaba en su mente como una negrura insondable, un punto sin retorno que parecía cada vez más cerca a cada mirada que le dedicaba. El brote había germinado hacía bastante tiempo.
<<Basta>>.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
31/03/14, 02:07 am
El día siguiente llegó y, con él, la noche. Tuvo que echar mano de magia para poder conciliar el sueño ya que estaba muy nerviosa. En silencio, la pareja se fue a dormir, pero eso no evitó que Wen le abrazara con fuerza cuando se recostó en la cama. “Por favor, que salga bien.” Pedía en su interior. Necesitaba que saliera bien.
Sintiendo la hierba bajo sus pies desnudos escuchó vagamente a la soñadora. No podía concentrarse, nerviosa por lo que iba a suceder. Pero entonces ella se marchó y la nada les saludó. Wen se aferró a la mano de Noel con la clara determinación de no soltársela en ningún momento. Y entonces la primera imagen vino y Wen pensó que de nuevo estaba en una de sus pesadillas. Los mercenarios de Gar matando indiscriminadamente a todas sus amistades. Para su desgracia, algo habitual en los sueños de ambos. Imágenes de ambos se mezclaban en esa pesadilla. En una esquina podía ver a Noel cayendo al suelo sin vida con sus ojos muertos mirándola, y en la otra podía verse a sí misma suplicando por su vida y pidiéndole a gritos al draco que la ayudara. Y la sensación de impotencia. Esa desagradable y odiosa sensación de impotencia. Y odio e ira, que, aunque no eran suyos, se sentían tan reales como todo lo anterior.
En ese momento, Wen sintió una necesidad mayor que cualquier otra que hubiera sentido en su vida de torturar. De hacer sufrir y gritar. De sembrar el deseo de ir al infierno, pues este sería más apacible que su mera presencia. Porque lo que quería no era matar, no, era oír el lamento, la desesperación, la agonía, el sufrimiento más puro desgarrando una garganta. Y disfrutar de ello. Oh, sí, disfrutar como nunca había disfrutado de nada en la vida.
Y entonces, el odio, el asco, pero no por lo que había sentido, sino hacia sí misma. Porque entonces comenzó a ver pasar uno por uno a todos sus amigos y estos iban siendo torturados. Porque esas sensaciones no eran suyas, sino de Noel, y él era quien levantaba la mano contra sus seres queridos. Y contra ella. No iba a ser la excepción. Wen podía ver como Noel la hacía gritar, chillar y pedir clemencia. Pero eso no era lo peor. No, no lo era. Aquellas desagradables escenas eran una minucia en comparación con lo que Wen acababa de vislumbrar y en donde recaía la tremenda repulsión y de donde procedían las potentes arcadas. Era placer. El sórdido y morboso placer que por su condición sentía ante los gritos de agonía, aunque estos fueran de las personas que más quería en el mundo. Porque esas sensaciones no eran suyas, sino de Noel, y era a él a quien le volvían loco. Y esa locura los rodeó como si de una gran sombra negra se tratara. No era la niebla londinense, clara y agradable. Era humo. Humo espeso, negro, contaminando todo a su paso.
Wen llevó la mano de Noel hacia su corazón, que latía rápidamente. Con su brazo libre rodeó todo lo que pudo de la cintura del draco y se aferró a él como si la vida le fuera en ello, como si nunca fuera suficiente. Y puso todos sus esfuerzos en que ese humo contaminante se disipara.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
31/03/14, 03:40 am
<<Basta>>.
Una única palabra se repetía en su cabeza, a medida que las sensaciones brotaban de su subconsciente y Noel se ahogaba en ellas.
<<Basta>>.
Era todo en lo que era capaz de pensar en aquellos instantes. Se ahogaba porque sabía que Wen estaba sintiendo lo mismo que él, accediendo a la terrible oscuridad que acechaba en todos los rincones de su mente, esperando su turno para emponzoñarla por completo.
El draco, en su obsesión, ni siquiera fue consciente de lo que el gesto de la vouivre, su abrazo, el contacto que siempre lograba tranquilizarlo, significaba. Lo único que podía hacer en aquellos instantes era mirarla con una expresión que reflejaba toda la angustia y la desesperación que cada vez crecían más y más en él. Obcecado como estaba en ahogarse en su propio desaliento, no se fijó en que su contacto había conseguido, efectivamente, alejar a la locura de él. Como siempre hacía.
No obstante, fue también en ese preciso momento, por primera vez desde que había comenzado aquella pesadilla, que la chica pudo sentir la calidez de una emoción agradable entre toda la vorágine de negativismo y atrocidad. Cuando la miró al colocar la vouvire una de sus manos en su pecho, Wen pudo notar la presencia del amor que sentía por ella. Una sensación igual de vívida que las que se habían mostrado hasta el momento, pero la única de las que se encontraban tan arraigadas en su cabeza como para poder ponerles nombre que no resultaba dañina ni desasosegante.
Excepto porque desde la prespectiva de Noel en aquellos instantes, sí lo era.
El amor se convirtió en deseo, tan intenso como el primero, y lo siguiente que tomó forma, casi acompañándolo, fue la completa certeza del draco de que Wen no podría sino sentir repugnancia hacia aquella imperante necesidad que tenía de ella. Por todo lo que había visto de él, por toda la atrocidad de la que ahora era plenamente consciente que anidaba en cada rincón de su mente corrompida por el repugnante ser en el que se había convertido. No, siempre había sido así, solo que la Luna se lo había mostrado, le había obligado a sacarlo a la luz.
<<Basta>>.
Porque siempre había sido un desperdicio. Un completo inútil. Una molestia con la que lidiar. Nunca hacía nada a derechas. Nunca era suficiente. Jamás lo era.
<<¡Basta!>>
No aportaba nada a aquellos a los que él necesitaba. No era más que un lastre, carente de ningún valor. Solo era una fuente de problemas para los que lo rodeban.
<<¡Basta!>>
Siempre había temido perderla. Cualquiera era mejor opción que él, después de todo. De hecho ni siquiera comprendía por qué le había aceptado en un principio. No obstante, él la necesitaba. Para continuar cuerdo, para no precipitarse por completo hacia la negrura.
<<¡BASTA!>>
Y estaba seguro de que ya la había perdido. Ahora ella sabía como era en realidad.
Aquel había sido el auténtico motivo del terror que lo había embargado cuando ella le había pedido asomarse a las profundidades de su mente. Porque ahora ella sentiría lo mismo que él sentía por sí mismo.
Y lo que él sentía por sí mismo era un desprecio absoluto, una repulsión tan categórica que parecía sólida, que en cualquier momento podría aplastarlo por completo bajo su peso y eliminar cualquier rastro de felicidad que todavía se atreviese a conservar.
—¡BASTA!
Finalmente pronunció la palabra en voz alta. Se había deshecho del contacto de Wen bruscamente tras haber comenzado a temblar descontroladamente mientras una sensación tras otra lo herían como si fuesen cuchilladas. No era capaz de mirarla, había gritado hacia el vacío con la mirada desquiciada y perdida en el mismo.
Pero ya no podía soportarlo más. Necesitaba que se acabase en aquel mismo instante, no podía permitir que ella continuase siendo testigo del horror arraigado en su cabeza.
—¡Despiértame! —Continuó gritando hacia la nada, con un tono entre implorante y mandatorio—. ¡Seon, despiértame ahora mismo!
Y se despertó. Se despertó bañado en sudor y todavía ahogándose en angustia. Se levantó bruscamente de la cama y, tras dirigirle a la vouivre la misma mirada de absoluto temor que ya había compuesto en su subconsciente, Noel salió del cuarto sin decir nada ni volver la vista atrás para después, en una apresurada carrera, recorrer los pasillos del burdel en dirección a la salida del mismo. No podía permanecer allí, no podía enfrentarse al odio que ahora, con toda certeza, ella le profesaría.
Apenas había empezado a amanecer cuando el draco abrió la puerta de salida y alzó el vuelo.
Sigue en el Barrio Quemado.
Una única palabra se repetía en su cabeza, a medida que las sensaciones brotaban de su subconsciente y Noel se ahogaba en ellas.
<<Basta>>.
Era todo en lo que era capaz de pensar en aquellos instantes. Se ahogaba porque sabía que Wen estaba sintiendo lo mismo que él, accediendo a la terrible oscuridad que acechaba en todos los rincones de su mente, esperando su turno para emponzoñarla por completo.
El draco, en su obsesión, ni siquiera fue consciente de lo que el gesto de la vouivre, su abrazo, el contacto que siempre lograba tranquilizarlo, significaba. Lo único que podía hacer en aquellos instantes era mirarla con una expresión que reflejaba toda la angustia y la desesperación que cada vez crecían más y más en él. Obcecado como estaba en ahogarse en su propio desaliento, no se fijó en que su contacto había conseguido, efectivamente, alejar a la locura de él. Como siempre hacía.
No obstante, fue también en ese preciso momento, por primera vez desde que había comenzado aquella pesadilla, que la chica pudo sentir la calidez de una emoción agradable entre toda la vorágine de negativismo y atrocidad. Cuando la miró al colocar la vouvire una de sus manos en su pecho, Wen pudo notar la presencia del amor que sentía por ella. Una sensación igual de vívida que las que se habían mostrado hasta el momento, pero la única de las que se encontraban tan arraigadas en su cabeza como para poder ponerles nombre que no resultaba dañina ni desasosegante.
Excepto porque desde la prespectiva de Noel en aquellos instantes, sí lo era.
El amor se convirtió en deseo, tan intenso como el primero, y lo siguiente que tomó forma, casi acompañándolo, fue la completa certeza del draco de que Wen no podría sino sentir repugnancia hacia aquella imperante necesidad que tenía de ella. Por todo lo que había visto de él, por toda la atrocidad de la que ahora era plenamente consciente que anidaba en cada rincón de su mente corrompida por el repugnante ser en el que se había convertido. No, siempre había sido así, solo que la Luna se lo había mostrado, le había obligado a sacarlo a la luz.
<<Basta>>.
Porque siempre había sido un desperdicio. Un completo inútil. Una molestia con la que lidiar. Nunca hacía nada a derechas. Nunca era suficiente. Jamás lo era.
<<¡Basta!>>
No aportaba nada a aquellos a los que él necesitaba. No era más que un lastre, carente de ningún valor. Solo era una fuente de problemas para los que lo rodeban.
<<¡Basta!>>
Siempre había temido perderla. Cualquiera era mejor opción que él, después de todo. De hecho ni siquiera comprendía por qué le había aceptado en un principio. No obstante, él la necesitaba. Para continuar cuerdo, para no precipitarse por completo hacia la negrura.
<<¡BASTA!>>
Y estaba seguro de que ya la había perdido. Ahora ella sabía como era en realidad.
Aquel había sido el auténtico motivo del terror que lo había embargado cuando ella le había pedido asomarse a las profundidades de su mente. Porque ahora ella sentiría lo mismo que él sentía por sí mismo.
Y lo que él sentía por sí mismo era un desprecio absoluto, una repulsión tan categórica que parecía sólida, que en cualquier momento podría aplastarlo por completo bajo su peso y eliminar cualquier rastro de felicidad que todavía se atreviese a conservar.
—¡BASTA!
Finalmente pronunció la palabra en voz alta. Se había deshecho del contacto de Wen bruscamente tras haber comenzado a temblar descontroladamente mientras una sensación tras otra lo herían como si fuesen cuchilladas. No era capaz de mirarla, había gritado hacia el vacío con la mirada desquiciada y perdida en el mismo.
Pero ya no podía soportarlo más. Necesitaba que se acabase en aquel mismo instante, no podía permitir que ella continuase siendo testigo del horror arraigado en su cabeza.
—¡Despiértame! —Continuó gritando hacia la nada, con un tono entre implorante y mandatorio—. ¡Seon, despiértame ahora mismo!
Y se despertó. Se despertó bañado en sudor y todavía ahogándose en angustia. Se levantó bruscamente de la cama y, tras dirigirle a la vouivre la misma mirada de absoluto temor que ya había compuesto en su subconsciente, Noel salió del cuarto sin decir nada ni volver la vista atrás para después, en una apresurada carrera, recorrer los pasillos del burdel en dirección a la salida del mismo. No podía permanecer allí, no podía enfrentarse al odio que ahora, con toda certeza, ella le profesaría.
Apenas había empezado a amanecer cuando el draco abrió la puerta de salida y alzó el vuelo.
Sigue en el Barrio Quemado.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
31/03/14, 11:13 pm
La desesperación y la angustia que inundaban la cara de Noel hizo que la vouivre se asustara, pero no por ella, sino por él. Y aunque la locura se alejaba de ellos, Wen no dejó al draco en ningún momento.
Y entonces lo sintió. Cálido, suave, placentero, acogedor, familiar. Una sensación que opacaba al resto. Aunque no era suya, la conocía muy bien. Amor. Fuerte y profundamente arraigado. Y, a pesar de eso, la sensación desapareció para dar rápidamente con el deseo. Un deseo tórrido y desenfrenado que le nubló la vista. Pero este también duró poco, pues pronto fue opacado por otra sensación, una bastante extraña. No solo sabía que no era suya, sino que además se trataba de una presunción de algo que ella debía sentir.
Y todo comenzó a alterarse. Varias sensaciones unidas y entrelazadas entre sí, con distintas intensidades, iban siendo bombardeadas contra ella. Esa nueva sensación, que no era suya, sino de Noel, le estaba haciendo daño. Porque la sentía como si fuera suya y porque sabía que era algo que él sentía. Y ese dolor mezclado con el resto de las sensaciones hizo que su mente hiciera eco a la del draco. “Basta.” Imploró. Se aferró más aun a Noel, cerró con fuerza los ojos y volvió a implorar. “Basta.” Y de repente su pensamiento se hizo sonido, pero la voz tampoco era la suya, sino la de Noel. Y perdió el contacto y, con él, la conexión, porque en cuanto Noel la soltó se encontró teniendo únicamente sus sensaciones y la más fuerte era la de abandono, soledad. Noel la había soltado y sus miedos habían aprovechado para pesarle mil veces más de lo que le habían pesado nunca. Intentó volver a coger la mano del draco, pero su cuerpo estaba paralizado y, desesperada, le entraron ganas de gritar, de chillar hasta que no le quedara aliento. Y, en ese momento,…
Despertó. Y no pensó en otra cosa que no fuera perseguir a Noel, pero al bajar de la cama tropezó. Se había despertado tan de repente que su cuerpo todavía estaba dormido, pero no pensaba perderlo de vista. Corriendo como no había corrido en su vida salió por la puerta del burdel. Con toda la rapidez de la que fue capaz de disponer realizó un hechizo de localización y siguió el rastro convertida en serpiente, pues era su forma más rápida.
Siguen en El Barrio Quemado
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/04/14, 03:02 am
El primer día tras la primera ronda sólo hice una cosa: descansar. En los siguientes la cosa cambió. Seguiría descansando, recuperando fuerzas, pero de otra manera. Una de esas fue la de dormir cazando.
Dormir cazando no era un imposible si contábamos con la magia de los soñadores y algo de imaginación. Tampoco eran estos realmente necesarios, el último ingrediente era el único realmente indispensable. Para la receta perfecta, hacía falta también algo como varias presas, jóvenes a ser posible, que aún estuvieran vivas durante la preparación. Otro ingrediente era el permiso de Cain y la promesa de dejarlo todo tal y como estaba antes. Este paso permitía realizar la receta en su lugar idóneo: una de las pozas pequeñas de las termas.
Una vez listos los ingredientes, tuve que vaciar la poza y traer a mis presas, aún dormiditas y maniatadas, además de varias copas y botellas de vino. Había "alquilado" la poza bien temprano, lejos del horario de apertura, pues prefería estar solo. Bueno, todo lo solo que se podía estar junto a una varmana, un sinhadre y un idrino, además de la sangre que ya cubría parte de la poza. Seriamente, podría patentar la receta. Dormir cazando o el arte de dormir, retozar, beber y disfrutar con y de tus esclavos, ideal para vampiros y trasgos. Podría incluso construir un par de pozas para tal fin en la Bodega... ¿Qué decía? ¿Rivalizar con la Casa de los Dulces? Imposible. ¡Centrémonos!
Volviendo a la receta, una vez todos los comensales estuvieran en la poza —adecuadamente vestidos para la ocasión, por supuesto—, se procedía a preparar las tres copas de vino y a despertar a los invitados. Es común despertarse bruscamente si en el mundo onírico sientes que te caes, y más aún si te golpeas en el proceso. Si a ese cóctel le añadimos algo de dolor físico, el resultado es aún mejor. Hay que tener en cuenta, siempre, que con este tipo de recetas los invitados tienen que ser cruelmente sorprendidos y, a posteriori, asustados, aterrorizados, lo máximo posible. La sangre agitada sabe mil veces mejor que la relajada, no sé si será por la adrenalina, pero en mi caso era así. Como se puede imaginar, a nadie sienta bien despertar herido por dos colmillos en zonas que dispararían el instinto de supervivencia. Menos aún, abrir los ojos y verse con sangre a la altura de la cintura, con otros presos aún inconscientes, todos ellos maniatados y sin posibilidad alguna de escape. En el extremo del círculo, una criatura desconocida, despertando a los demás de la misma horrible forma. Los invitados, en su sufrimiento, han de saber en todo momento que te pertenecen, que son sencillamente porque tú les permites ser y que sólo tú decidirás cuándo dejarán de ser. Ese era el objetivo, y no otro.
No obstante, no por nada a la receta se la denominaría "Dormir cazando". Una vez los invitados estuvieran bien despiertos y conscientes de su situación (se recomienda aderezar el plato con suculentas descripciones del tormento que les espera, así como comentarios y acciones de índole erótico), llegaba el momento del ingrediente final, sorpresa, que haría las delicias del delirio compartido: opio.
Nuevamente, el cóctel no sería tan perfecto, literal, para un título como Dormir cazando, ya que ese acto de dormir era más una ensoñación, un vaivén entre la consciencia e inconsciencia, catapultando al depredador de un estado a otro según daba cuenta de sus víctimas. Otra recomendación, si me lo permiten: no hay prisa. Con los convenientes cuidados mágicos, la sesión puede alargarse varias horas sin problema. Además, siempre es recomendable dejar al más joven vivo e intacto mientras los demás expiren. La contemplación de semejante horror producirá un jugo explosivo al paladar, aún más cálido que el de aquellos que le precedieron, ya devorados y constituyendo un todo en la poza. ¿Recomendación para proceder con el joven? Consideradlo un postre exquisito de los que uno disfruta hasta la última gota.
Llegados a semejante punto de delirio enfebrecido, se recomienda mantener siempre una pequeña porción de sentido común, latente, esperando a que le llegue su turno de despertar al resto del ser. Esa diminuta criatura debería ir despertando lentamente, poco a poco, para volver al mundo real. No es nada elegante ser descubierto con tres víctimas totalmente desmadejadas, en semejante lugar y en semejante estado. Por suerte, habrá esclavos que se encargarán de despertar al personal si se les ordena. Por otro lado, si el comensal principal tiene práctica, podrá ocuparse de sí mismo con naturalidad, como es el caso. Y con esa misma naturalidad, limpiará todo lo que haya que limpiar, se deshará de los invitados de la mejor forma posible y, finalmente, tras asearse, irá a descansar de verdad. La mente emponzoñada no descansa como la Luna manda cuando se haya influida por semejante festín de la carne. ¿Pero se han dado cuenta de lo que viene ahora? Aún con recuerdos del opio en el subconsciente, el vampiro o trasgo dormirá a rienda suelta, soñando, efectivamente, con la mejor caza de sus largas vidas...
Y, de golpe, me desperté. Esperaba encontrarme a Erika al lado, dadas las sensaciones que me embargaban, pero estaba solo. Entonces, algunas imágenes de lo que pasó la noche anterior acudieron a mi mente, entremezcladas con algo que parecía un sueño. Qué carajo me habían vendido. Ni eso era opio, ni ese idrino enano llevaba sangre en las venas, aquello era puro éxtasis. <<Qué demonios he soñado. Era... ¿algo de un recetario? ¿En serio? Tengo que repetirlo... En cuanto acabe lo que toca ahora. ¡Segunda ronda, allá vamos!>>
Dormir cazando no era un imposible si contábamos con la magia de los soñadores y algo de imaginación. Tampoco eran estos realmente necesarios, el último ingrediente era el único realmente indispensable. Para la receta perfecta, hacía falta también algo como varias presas, jóvenes a ser posible, que aún estuvieran vivas durante la preparación. Otro ingrediente era el permiso de Cain y la promesa de dejarlo todo tal y como estaba antes. Este paso permitía realizar la receta en su lugar idóneo: una de las pozas pequeñas de las termas.
Una vez listos los ingredientes, tuve que vaciar la poza y traer a mis presas, aún dormiditas y maniatadas, además de varias copas y botellas de vino. Había "alquilado" la poza bien temprano, lejos del horario de apertura, pues prefería estar solo. Bueno, todo lo solo que se podía estar junto a una varmana, un sinhadre y un idrino, además de la sangre que ya cubría parte de la poza. Seriamente, podría patentar la receta. Dormir cazando o el arte de dormir, retozar, beber y disfrutar con y de tus esclavos, ideal para vampiros y trasgos. Podría incluso construir un par de pozas para tal fin en la Bodega... ¿Qué decía? ¿Rivalizar con la Casa de los Dulces? Imposible. ¡Centrémonos!
Volviendo a la receta, una vez todos los comensales estuvieran en la poza —adecuadamente vestidos para la ocasión, por supuesto—, se procedía a preparar las tres copas de vino y a despertar a los invitados. Es común despertarse bruscamente si en el mundo onírico sientes que te caes, y más aún si te golpeas en el proceso. Si a ese cóctel le añadimos algo de dolor físico, el resultado es aún mejor. Hay que tener en cuenta, siempre, que con este tipo de recetas los invitados tienen que ser cruelmente sorprendidos y, a posteriori, asustados, aterrorizados, lo máximo posible. La sangre agitada sabe mil veces mejor que la relajada, no sé si será por la adrenalina, pero en mi caso era así. Como se puede imaginar, a nadie sienta bien despertar herido por dos colmillos en zonas que dispararían el instinto de supervivencia. Menos aún, abrir los ojos y verse con sangre a la altura de la cintura, con otros presos aún inconscientes, todos ellos maniatados y sin posibilidad alguna de escape. En el extremo del círculo, una criatura desconocida, despertando a los demás de la misma horrible forma. Los invitados, en su sufrimiento, han de saber en todo momento que te pertenecen, que son sencillamente porque tú les permites ser y que sólo tú decidirás cuándo dejarán de ser. Ese era el objetivo, y no otro.
No obstante, no por nada a la receta se la denominaría "Dormir cazando". Una vez los invitados estuvieran bien despiertos y conscientes de su situación (se recomienda aderezar el plato con suculentas descripciones del tormento que les espera, así como comentarios y acciones de índole erótico), llegaba el momento del ingrediente final, sorpresa, que haría las delicias del delirio compartido: opio.
Nuevamente, el cóctel no sería tan perfecto, literal, para un título como Dormir cazando, ya que ese acto de dormir era más una ensoñación, un vaivén entre la consciencia e inconsciencia, catapultando al depredador de un estado a otro según daba cuenta de sus víctimas. Otra recomendación, si me lo permiten: no hay prisa. Con los convenientes cuidados mágicos, la sesión puede alargarse varias horas sin problema. Además, siempre es recomendable dejar al más joven vivo e intacto mientras los demás expiren. La contemplación de semejante horror producirá un jugo explosivo al paladar, aún más cálido que el de aquellos que le precedieron, ya devorados y constituyendo un todo en la poza. ¿Recomendación para proceder con el joven? Consideradlo un postre exquisito de los que uno disfruta hasta la última gota.
Llegados a semejante punto de delirio enfebrecido, se recomienda mantener siempre una pequeña porción de sentido común, latente, esperando a que le llegue su turno de despertar al resto del ser. Esa diminuta criatura debería ir despertando lentamente, poco a poco, para volver al mundo real. No es nada elegante ser descubierto con tres víctimas totalmente desmadejadas, en semejante lugar y en semejante estado. Por suerte, habrá esclavos que se encargarán de despertar al personal si se les ordena. Por otro lado, si el comensal principal tiene práctica, podrá ocuparse de sí mismo con naturalidad, como es el caso. Y con esa misma naturalidad, limpiará todo lo que haya que limpiar, se deshará de los invitados de la mejor forma posible y, finalmente, tras asearse, irá a descansar de verdad. La mente emponzoñada no descansa como la Luna manda cuando se haya influida por semejante festín de la carne. ¿Pero se han dado cuenta de lo que viene ahora? Aún con recuerdos del opio en el subconsciente, el vampiro o trasgo dormirá a rienda suelta, soñando, efectivamente, con la mejor caza de sus largas vidas...
Y, de golpe, me desperté. Esperaba encontrarme a Erika al lado, dadas las sensaciones que me embargaban, pero estaba solo. Entonces, algunas imágenes de lo que pasó la noche anterior acudieron a mi mente, entremezcladas con algo que parecía un sueño. Qué carajo me habían vendido. Ni eso era opio, ni ese idrino enano llevaba sangre en las venas, aquello era puro éxtasis. <<Qué demonios he soñado. Era... ¿algo de un recetario? ¿En serio? Tengo que repetirlo... En cuanto acabe lo que toca ahora. ¡Segunda ronda, allá vamos!>>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
20/05/14, 03:15 am
Tras encontrar a Erika en el palco de Cain, nos adelantamos de camino a casa. Habíamos hablado poco durante cada fase y había que ponerse al día. Al menos esta no había sido tan físicamente dolorosa como la anterior —sobre todo por el combate con Norou— así que no le había dado tantos motivos como para preocuparse. Sin embargo, el de Giz estaba reciente, pero como siempre que pasaba, me vino bien hablar del tema.
—Imagino que habréis hablado sobre eso...—y tras ver mi asentimiento,—¿Y qué tal? ¿Lo habéis arreglado o...?
—Sí. Me disculpé nada más acabar, ya lo visteis todos... Luego lo hablamos un poco y lo zanjamos más o menos... Le debo una a Nasher por mediar un poco, eso sí.
Me miró con esas miradas suyas de "¿pero?" y suspiré.
—Pero eso fue tras el combate. Durante este, justo antes de lanzar el hechizo, luego mientras veía los resultados y después al ver la cara de Giz...—en un susurro—. me gustó. Es el tipo de cosas que me gustan, ya lo sabes... Pero en cuanto vi su cara se me pasó; duró unos segundos, pero menos mal que no se me notó... Aunque seguramente lo notaste.
—Habría que conocerte bien para haberlo notado, sí. Pero es lo que eres, te mueve la sangre, qué se le va a hacer. Y no era el mismo Giz, era una criatura suya. No te atormentes por eso.
—Ya, ya lo sé. Ese nivel de veros a todos como barriles hace muchas lunas que quedó atrás—dije riendo—. Quizá contigo la cosa cambia de forma distinta que al resto...—bromeé.
—Pues aunque yo no me haya presentado, puedo vencerte, así que cuidado con los colmillos.
—El grandullón casi me los parte en varias ocasiones... Ese sí que estuvo bien. No duró nada pero estuvo bien.
—Dilo por ti—gruñó.
Hice una mueca al recordar que lo pasó mal y me apresuré a arreglarlo.
—Eh, eh, Norou y yo lo sentimos, ya lo hablamos el otro día... Ambos sabíamos lo que hacíamos, de verdad... Ya viste al pobre de Noel, que salió con un ala partida y magullado; yo al menos salí entero... Podría haberme partido algo, total, me crecería otra vez, pero no, salí entero... —respondí, susurrando casi al final.
—Sí, lo sé, es solo que no me esperaba nada de eso... Ya os he visto entrenar, pero... Ni se te ocurra sugerir que te arranquen un brazo, ¿me oyes?
—Contra mí no le haría falta llegar a tanto. Además, en casa solo nos ves tú y los demás, allí tenía que darlo todo porque estaba casi toda la ciudad...—mira que había empezado animado, pero en la última frase fui acabando en otro susurro.
—Ya... ¿Sabes? Dijeron incluso que unos cosechados se habían acercado pero les asustaron a... ¿Jack? No será por eso otra vez... ¿Jack? Vale, no hables, pero recuerda de lo que hablamos, te hará bien... ¿Seguimos en casa?
—Mejor.
Sí, toda la ciudad... No todos eran guerreros. Ni magos, ni de lejos expertos en alguna de las categorías, aunque algunos sí. Había de todo. Y todos se apañaban como podían. Yo era cazador, pero ahora era más jefe de la Bodega que otra cosa. No había sido estupidez la culpable de haber perdido en el Torneo. Norou diría que había sido falta de disciplina, mucha, y ego, demasiado. Una cosa era cazar en los Subterráneos y otra enfrentarse a gente con experiencia —por mínima que fuera. Los cuchitrileros la tenían, eran mercenarios y tenían hasta su propia competencia; yo cazaba bajo tierra y en mundos vinculados, alimañas, seres sin magia... No era comparable. Y para colmo en los últimos meses me dedicaba más a los negocios... Algo así había aventurado Erika en el descanso tras la primera fase, aunque no lo había dicho todo. Tenía que verlo yo y acababa de hacerlo.
Aprovechando la cercanía del Burdel, cogí a la muchacha en brazos por sorpresa.
—¿Qué te ha dado?—inquirió entre risas.
—Ya he entendido lo que no querías decirme. Lo de la ciudad y mis amigos y yo. Estaba demasiado encerrado en ser negativo, en que había perdido y blabla. Tengo potencial pero últimamente he entrenado mucho menos por la Bodega, si hasta Xiandra me lo echaba en cara en los entrenamientos, pero me encerraba en que era por picarme. Así que asunto zanjado.
—¿Seguro? Me alegro, me alegro. ¿Pero no crees que falta algo?
—Síiii. No se me ha olvidado... Y no me pegues, pero volví a pensar lo mismo tras esta fase... ¡Pero arreglado! No hay nadie superior, solo gente tonta que cree que los hay.
—Eso no es lo que quiero escuchar. Esfuérzate más.
—Ya, ya... A ver, mis amigos son mis amigos, eso no va a cambiar. Pero me cuesta no ver a cada uno como especialista en algo. Mira nuestro Gael lo que hace con sus cuerpos, o Giz con sus bestias, y ambos con su magia. A Noel y Adara tenía ganas de enfrentarme sin magia por algún motivo, ¿no crees? o incluso a pelea libre... Pero no sin armas, que esos dos hacen pupa. O Dirke, que ha llegado a la tercera, ¿acaso no es el mejor hombre árbol que conocemos? A elegante no le gana nadie a Melodes, por ejemplo...
—El otro día pensabas cosas muy feas. Lo dabas todo por perdido, ¿te suena? ¿Qué crees que pensarían ellos si te oyeran? Y no me vuelvas a decir que querías ganar para demostrarle a tu pupilo que vales para algo. O a mí. A mí no tienes que demostrarme nada, ya lo sabes.
—Se enfadarían, seguramente... Ya lo sé, eso no lo pensaba en serio... Hasta lo pensé con Norou, se dio cuenta... Ya... A ver, nadie es superior a nadie en nada, no entre mis amigos al menos. Pero cada uno tiene sus puntos fuertes y sus puntos flacos. Sí, me habría gustado ganar, pero lejos de tanto pensamiento negativo me lo he pasado bien y he aprendido bastante. Aunque tú lo hayas pasado mal en alguna ocasión, que lo siento...
—Eso da igual. De verdad, fueron cosas del momento. No todos los días te escupe fuego un descendiente de dragón o lo que fuera aquello.
—No lo escupió, lo barrió Giz—precisé riendo—. En lo que sí son superiores es en ser buena gente, y eso no me lo puedes negar. Ahora, superior a ti en hacerme ver la luz no hay nadie.
—Y eso no te lo voy a negar. Aunque ahora hizo menos falta, esto lo sacaste tú solo. Mira, ya hemos llegado. ¿Me bajarás o me subirás así a la habitación?
—Depende de si me dejas que te secuestre un ratito más.
Hogar dulce hogar, por fin. Paramos por la cocina para picar algo y subimos a su dormitorio. Miré la cama con recelo y la chica leyó el cansancio en mi cara.
—Anda, ven, miralo por el lado bueno: esta semana no tienes que descansar y preparar la siguiente fase.
—Voy, pero si me prometes no hablar más del Torneo.
—Hecho.
Fue rozar la almohada y ya peligró mi consciencia. El contraste de temperaturas, delicioso como siempre, invitaba más al sueño.
—Ah, antes de que te duermas... Hay un fallo en mi razonamiento.
Ahí fruncí el entrecejo y la miré dubitativo. ¿De qué estaba hablando? Ella, por su parte, respondió igual de seria que como había empezado.
—¿Recuerdas en nuestra cosecha qué dijiste sobre cierto juego?—eso fue más que suficiente para saber por dónde iba su pensamiento—. Pues ahí, pese a la amplia y variada competencia, eres el ganador—remató, riendo entre besos, pero de pronto se separó y añadió—Aunque a veces vienen clientes que me harían dudar...
—¿Pues sabes qué te digo? Duda todo lo que quieras, no me importa no ser el mejor en eso, sino que tú eres lo mejor. Y tanto mejor, peor, superior, inferior, ¿por qué no nos dejamos de tanta palabrita y pasamos a los hechos?
—¿No tenías sueño, listillo?
********************************************************************************************************
Al día siguiente... ¿Fue al siguiente? Sí, claro que sí. No podía esperar más, no quería que mis planes fastidiasen los de otros. Y mucho menos los de otros que compitieran en la siguiente fase. Erika sabía que había planeado algo y no podía caberle duda de ello pues se me notaba en las sonrisas tontas al preguntarme. Sólo le aseguré que lo que fuera que fuese a hacer estaba negociado de antemano. No era verdad del todo, pero tampoco era mentira en su totalidad. Además, el hecho de estar negociado significaba que ambas partes ganaban algo. Otro tema era que el trato fuese igualitario, ¿pero acaso importaba? Podría serlo o no, todo dependía de la otra parte implicada. Y si Elunin había entregado bien el mensaje, que lo habría hecho, mi cliente estaría en breves en la Bodega. Yo estaría esperándole, por supuesto.
Sigue en la Bodega
—Imagino que habréis hablado sobre eso...—y tras ver mi asentimiento,—¿Y qué tal? ¿Lo habéis arreglado o...?
—Sí. Me disculpé nada más acabar, ya lo visteis todos... Luego lo hablamos un poco y lo zanjamos más o menos... Le debo una a Nasher por mediar un poco, eso sí.
Me miró con esas miradas suyas de "¿pero?" y suspiré.
—Pero eso fue tras el combate. Durante este, justo antes de lanzar el hechizo, luego mientras veía los resultados y después al ver la cara de Giz...—en un susurro—. me gustó. Es el tipo de cosas que me gustan, ya lo sabes... Pero en cuanto vi su cara se me pasó; duró unos segundos, pero menos mal que no se me notó... Aunque seguramente lo notaste.
—Habría que conocerte bien para haberlo notado, sí. Pero es lo que eres, te mueve la sangre, qué se le va a hacer. Y no era el mismo Giz, era una criatura suya. No te atormentes por eso.
—Ya, ya lo sé. Ese nivel de veros a todos como barriles hace muchas lunas que quedó atrás—dije riendo—. Quizá contigo la cosa cambia de forma distinta que al resto...—bromeé.
—Pues aunque yo no me haya presentado, puedo vencerte, así que cuidado con los colmillos.
—El grandullón casi me los parte en varias ocasiones... Ese sí que estuvo bien. No duró nada pero estuvo bien.
—Dilo por ti—gruñó.
Hice una mueca al recordar que lo pasó mal y me apresuré a arreglarlo.
—Eh, eh, Norou y yo lo sentimos, ya lo hablamos el otro día... Ambos sabíamos lo que hacíamos, de verdad... Ya viste al pobre de Noel, que salió con un ala partida y magullado; yo al menos salí entero... Podría haberme partido algo, total, me crecería otra vez, pero no, salí entero... —respondí, susurrando casi al final.
—Sí, lo sé, es solo que no me esperaba nada de eso... Ya os he visto entrenar, pero... Ni se te ocurra sugerir que te arranquen un brazo, ¿me oyes?
—Contra mí no le haría falta llegar a tanto. Además, en casa solo nos ves tú y los demás, allí tenía que darlo todo porque estaba casi toda la ciudad...—mira que había empezado animado, pero en la última frase fui acabando en otro susurro.
—Ya... ¿Sabes? Dijeron incluso que unos cosechados se habían acercado pero les asustaron a... ¿Jack? No será por eso otra vez... ¿Jack? Vale, no hables, pero recuerda de lo que hablamos, te hará bien... ¿Seguimos en casa?
—Mejor.
Sí, toda la ciudad... No todos eran guerreros. Ni magos, ni de lejos expertos en alguna de las categorías, aunque algunos sí. Había de todo. Y todos se apañaban como podían. Yo era cazador, pero ahora era más jefe de la Bodega que otra cosa. No había sido estupidez la culpable de haber perdido en el Torneo. Norou diría que había sido falta de disciplina, mucha, y ego, demasiado. Una cosa era cazar en los Subterráneos y otra enfrentarse a gente con experiencia —por mínima que fuera. Los cuchitrileros la tenían, eran mercenarios y tenían hasta su propia competencia; yo cazaba bajo tierra y en mundos vinculados, alimañas, seres sin magia... No era comparable. Y para colmo en los últimos meses me dedicaba más a los negocios... Algo así había aventurado Erika en el descanso tras la primera fase, aunque no lo había dicho todo. Tenía que verlo yo y acababa de hacerlo.
Aprovechando la cercanía del Burdel, cogí a la muchacha en brazos por sorpresa.
—¿Qué te ha dado?—inquirió entre risas.
—Ya he entendido lo que no querías decirme. Lo de la ciudad y mis amigos y yo. Estaba demasiado encerrado en ser negativo, en que había perdido y blabla. Tengo potencial pero últimamente he entrenado mucho menos por la Bodega, si hasta Xiandra me lo echaba en cara en los entrenamientos, pero me encerraba en que era por picarme. Así que asunto zanjado.
—¿Seguro? Me alegro, me alegro. ¿Pero no crees que falta algo?
—Síiii. No se me ha olvidado... Y no me pegues, pero volví a pensar lo mismo tras esta fase... ¡Pero arreglado! No hay nadie superior, solo gente tonta que cree que los hay.
—Eso no es lo que quiero escuchar. Esfuérzate más.
—Ya, ya... A ver, mis amigos son mis amigos, eso no va a cambiar. Pero me cuesta no ver a cada uno como especialista en algo. Mira nuestro Gael lo que hace con sus cuerpos, o Giz con sus bestias, y ambos con su magia. A Noel y Adara tenía ganas de enfrentarme sin magia por algún motivo, ¿no crees? o incluso a pelea libre... Pero no sin armas, que esos dos hacen pupa. O Dirke, que ha llegado a la tercera, ¿acaso no es el mejor hombre árbol que conocemos? A elegante no le gana nadie a Melodes, por ejemplo...
—El otro día pensabas cosas muy feas. Lo dabas todo por perdido, ¿te suena? ¿Qué crees que pensarían ellos si te oyeran? Y no me vuelvas a decir que querías ganar para demostrarle a tu pupilo que vales para algo. O a mí. A mí no tienes que demostrarme nada, ya lo sabes.
—Se enfadarían, seguramente... Ya lo sé, eso no lo pensaba en serio... Hasta lo pensé con Norou, se dio cuenta... Ya... A ver, nadie es superior a nadie en nada, no entre mis amigos al menos. Pero cada uno tiene sus puntos fuertes y sus puntos flacos. Sí, me habría gustado ganar, pero lejos de tanto pensamiento negativo me lo he pasado bien y he aprendido bastante. Aunque tú lo hayas pasado mal en alguna ocasión, que lo siento...
—Eso da igual. De verdad, fueron cosas del momento. No todos los días te escupe fuego un descendiente de dragón o lo que fuera aquello.
—No lo escupió, lo barrió Giz—precisé riendo—. En lo que sí son superiores es en ser buena gente, y eso no me lo puedes negar. Ahora, superior a ti en hacerme ver la luz no hay nadie.
—Y eso no te lo voy a negar. Aunque ahora hizo menos falta, esto lo sacaste tú solo. Mira, ya hemos llegado. ¿Me bajarás o me subirás así a la habitación?
—Depende de si me dejas que te secuestre un ratito más.
Hogar dulce hogar, por fin. Paramos por la cocina para picar algo y subimos a su dormitorio. Miré la cama con recelo y la chica leyó el cansancio en mi cara.
—Anda, ven, miralo por el lado bueno: esta semana no tienes que descansar y preparar la siguiente fase.
—Voy, pero si me prometes no hablar más del Torneo.
—Hecho.
Fue rozar la almohada y ya peligró mi consciencia. El contraste de temperaturas, delicioso como siempre, invitaba más al sueño.
—Ah, antes de que te duermas... Hay un fallo en mi razonamiento.
Ahí fruncí el entrecejo y la miré dubitativo. ¿De qué estaba hablando? Ella, por su parte, respondió igual de seria que como había empezado.
—¿Recuerdas en nuestra cosecha qué dijiste sobre cierto juego?—eso fue más que suficiente para saber por dónde iba su pensamiento—. Pues ahí, pese a la amplia y variada competencia, eres el ganador—remató, riendo entre besos, pero de pronto se separó y añadió—Aunque a veces vienen clientes que me harían dudar...
—¿Pues sabes qué te digo? Duda todo lo que quieras, no me importa no ser el mejor en eso, sino que tú eres lo mejor. Y tanto mejor, peor, superior, inferior, ¿por qué no nos dejamos de tanta palabrita y pasamos a los hechos?
—¿No tenías sueño, listillo?
********************************************************************************************************
Al día siguiente... ¿Fue al siguiente? Sí, claro que sí. No podía esperar más, no quería que mis planes fastidiasen los de otros. Y mucho menos los de otros que compitieran en la siguiente fase. Erika sabía que había planeado algo y no podía caberle duda de ello pues se me notaba en las sonrisas tontas al preguntarme. Sólo le aseguré que lo que fuera que fuese a hacer estaba negociado de antemano. No era verdad del todo, pero tampoco era mentira en su totalidad. Además, el hecho de estar negociado significaba que ambas partes ganaban algo. Otro tema era que el trato fuese igualitario, ¿pero acaso importaba? Podría serlo o no, todo dependía de la otra parte implicada. Y si Elunin había entregado bien el mensaje, que lo habría hecho, mi cliente estaría en breves en la Bodega. Yo estaría esperándole, por supuesto.
Sigue en la Bodega
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
06/06/14, 08:51 pm
—Eso esta hecho —respondió el hado con una sonrisa, cualquier excusa para hacer música era buena.
Camino en silencio junto al varmano, dejandole tiempo para que se fuera haciendo a la idea, no había que ser muy perspicaz para darse cuenta de que estaba nervioso. Era algo comprensible, no estaba al tanto de lo que le esperaba una vez llegaran al burdel, y el trayecto se le debía estar haciendo eterno.
Su destino apareció al doblar una esquina, alzándose al final de la calle en todos su esplendor. Ya había empezado a atardecer y las luces no tardarían en encenderse, faros dispuestos a atraer clientes que buscasen una compañía agradable... o no tan agradable, cada cual tenía sus gustos.
—Tranquilízate, chico —le dijo al brujo, posando una mano en su hombro para trasmitirle confianza—, no va a ser tan malo como crees —le aseguró cuando ya llegaban a la entrada—. ¿Listo? —preguntó, pero no espero su respuesta y abrió la puerta.
Norou les salió al paso en el recibidor, precedido por la fragancia que solía impregnar el edificio, una mezcla de incienso y perfume.
—Bienvenido al burdel de Dama Espasmo, Wheem —dijo el griego con aire ceremonioso, invitándole a entrar con un gesto. La teatralidad era importante.
Camino en silencio junto al varmano, dejandole tiempo para que se fuera haciendo a la idea, no había que ser muy perspicaz para darse cuenta de que estaba nervioso. Era algo comprensible, no estaba al tanto de lo que le esperaba una vez llegaran al burdel, y el trayecto se le debía estar haciendo eterno.
Su destino apareció al doblar una esquina, alzándose al final de la calle en todos su esplendor. Ya había empezado a atardecer y las luces no tardarían en encenderse, faros dispuestos a atraer clientes que buscasen una compañía agradable... o no tan agradable, cada cual tenía sus gustos.
—Tranquilízate, chico —le dijo al brujo, posando una mano en su hombro para trasmitirle confianza—, no va a ser tan malo como crees —le aseguró cuando ya llegaban a la entrada—. ¿Listo? —preguntó, pero no espero su respuesta y abrió la puerta.
Norou les salió al paso en el recibidor, precedido por la fragancia que solía impregnar el edificio, una mezcla de incienso y perfume.
—Bienvenido al burdel de Dama Espasmo, Wheem —dijo el griego con aire ceremonioso, invitándole a entrar con un gesto. La teatralidad era importante.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
04/07/14, 09:44 pm
Wheem mentiría si dijera que era la primera vez que estaba en un burdel, pero desde luego nunca había estado en uno tan... bonito. En Gar había oído y visto a clientes habituales y esporádicos de ese local, y en cuanto cruzase el umbral de la puerta, serían sus clientes.
Tomó aire y dio dos pasos al frente, entrando definitivamente. Casi no le dio tiempo a respirar aliviado y disfrutar del aroma y la decoración, una mirada dorada se coló en su campo de visión, seguida de una sonrisa perversa.
-Bienvenido sin duda.
Sí había visto a Cain en más ocasiones, pero en pocas. El invocador no solía salir demasiado. Inspeccionaba a Wheem con ojo crítico, las manos ocultas en las mangas de seda de una túnica de escote de pico.
-Tenemos que darle las gracias a quien sea que te desplumó, sin duda eres una pieza interesante- dijo con malicia.
-No creas que voy a poner buena cara- bufó el varmano, poniéndose a la defensiva- En cuanto reuna el dinero suficiente me largaré, no estoy aquí por gusto.
-Ya veremos...
Cain le guiñó su único ojo a Vacuum y le hizo una seña a Wheem para que le siguiese. La sala principal estaba casi desierta, siendo aún demasiado temprano para abrir. Vio a un chico de pelo azul leyendo en un rincón y a una idrina jugando a damas mágicas consigo misma. Cuando se percató en el varmano, la chica le dedicó una sonrisa tranquilizadora.
-Este será tu dormitorio.-dijo el invocador abriendo la puerta de una habitación del primer piso.
En cuanto entró, un golpe de viento le revolvió el pelo. El balcón estaba abierto, y la habitación estaba levemente iluminada por el tenue sol que entraba de fuera. Cain dio una palmada y las antorchas se prendieron. Los muebles eran de madera oscura, con algunos detalles y filigranas tallados, claramente inspirados en el arte de su mundo. Había algunas plantas decorativas que Wheem esperaba no tener que regar, escasos libros que posiblemente habrían puesto por hacer bonito, algunos óleos eróticos y un detalle que de verdad le gustó; un tocadiscos. Se acercó con una media sonrisa en los labios y lo puso en marcha en cuanto vio que ya tenía un vinilo colocado.
-No está mal.- susurró para sí.
-Ya la irás acondicionando a tu gusto- comentó Cain a su espalda. Wheem se giró y lo encontró sentado en la cama, sobre la colcha de terciopelo rojo, y no tuvo que pensar mucho para saber dónde había estado poniendo su ojo dorado.
-¿Qué miras?- preguntó estúpidamente.
-Estaba pensando... en qué precio debería ponerte- comenzó Cain- Ya tenemos a una joya exótica para cubrir agujeros, así que... realmente tu precio dependerá de tu habilidad. Y tengo cierta curiosidad.
Según iba hablando, iba abriéndose la túnica. Wheem siguió la trayectoria de la tela según se deslizaba por los hombros del invocador, dejando la blanca piel expuesta, y unas formas absurdamente suaves para un hombre maduro. Cain se puso en pie y la túnica resbaló hasta el suelo. Wheem se puso tenso, agarrándose inconscientemente al respaldo del sofá donde Cain terminó acorralándolo.
-¿Qué te ocurre, varmano? No me digas que te has puesto nervioso...- se burló Cain, y su voz emponzoñada le provocó un escalofrío.
-Nah...
Wheem nunca lo reconocería, pero sí estaba nervioso. No era ningún inexperto, pero algo en ese hombre le intimidaba, nublaba sus sentidos y su capacidad de pensar. Cada movimiento, cada palabra, hacía que todo su cuerpo temblase y quisiese hacerse pequeño hasta desaparecer, y al mismo tiempo...
<< Es absurdo, este tío no es un íncubo>>
Cain se pasó lentamente la lengua por los labios, y Wheem dejó escapar un ruidito ridículo parecido a un ''meep'' cuando se inclinó sobre él y empezó a desabrocharle la camisa.
. . .
Estando debajo de Cain, entre sus jadeos y risas suaves y perversas, lo decidió. Y un par de horas después, cuando despertó entre las sábanas rojas de su cama, despeinado y sudoroso, cubierto de saliva y otros fluidos, volvió a confirmarlo. << Voy a seguir a este cabrón hasta el fin del mundo>>
Tomó aire y dio dos pasos al frente, entrando definitivamente. Casi no le dio tiempo a respirar aliviado y disfrutar del aroma y la decoración, una mirada dorada se coló en su campo de visión, seguida de una sonrisa perversa.
-Bienvenido sin duda.
Sí había visto a Cain en más ocasiones, pero en pocas. El invocador no solía salir demasiado. Inspeccionaba a Wheem con ojo crítico, las manos ocultas en las mangas de seda de una túnica de escote de pico.
-Tenemos que darle las gracias a quien sea que te desplumó, sin duda eres una pieza interesante- dijo con malicia.
-No creas que voy a poner buena cara- bufó el varmano, poniéndose a la defensiva- En cuanto reuna el dinero suficiente me largaré, no estoy aquí por gusto.
-Ya veremos...
Cain le guiñó su único ojo a Vacuum y le hizo una seña a Wheem para que le siguiese. La sala principal estaba casi desierta, siendo aún demasiado temprano para abrir. Vio a un chico de pelo azul leyendo en un rincón y a una idrina jugando a damas mágicas consigo misma. Cuando se percató en el varmano, la chica le dedicó una sonrisa tranquilizadora.
-Este será tu dormitorio.-dijo el invocador abriendo la puerta de una habitación del primer piso.
En cuanto entró, un golpe de viento le revolvió el pelo. El balcón estaba abierto, y la habitación estaba levemente iluminada por el tenue sol que entraba de fuera. Cain dio una palmada y las antorchas se prendieron. Los muebles eran de madera oscura, con algunos detalles y filigranas tallados, claramente inspirados en el arte de su mundo. Había algunas plantas decorativas que Wheem esperaba no tener que regar, escasos libros que posiblemente habrían puesto por hacer bonito, algunos óleos eróticos y un detalle que de verdad le gustó; un tocadiscos. Se acercó con una media sonrisa en los labios y lo puso en marcha en cuanto vio que ya tenía un vinilo colocado.
-No está mal.- susurró para sí.
-Ya la irás acondicionando a tu gusto- comentó Cain a su espalda. Wheem se giró y lo encontró sentado en la cama, sobre la colcha de terciopelo rojo, y no tuvo que pensar mucho para saber dónde había estado poniendo su ojo dorado.
-¿Qué miras?- preguntó estúpidamente.
-Estaba pensando... en qué precio debería ponerte- comenzó Cain- Ya tenemos a una joya exótica para cubrir agujeros, así que... realmente tu precio dependerá de tu habilidad. Y tengo cierta curiosidad.
Según iba hablando, iba abriéndose la túnica. Wheem siguió la trayectoria de la tela según se deslizaba por los hombros del invocador, dejando la blanca piel expuesta, y unas formas absurdamente suaves para un hombre maduro. Cain se puso en pie y la túnica resbaló hasta el suelo. Wheem se puso tenso, agarrándose inconscientemente al respaldo del sofá donde Cain terminó acorralándolo.
-¿Qué te ocurre, varmano? No me digas que te has puesto nervioso...- se burló Cain, y su voz emponzoñada le provocó un escalofrío.
-Nah...
Wheem nunca lo reconocería, pero sí estaba nervioso. No era ningún inexperto, pero algo en ese hombre le intimidaba, nublaba sus sentidos y su capacidad de pensar. Cada movimiento, cada palabra, hacía que todo su cuerpo temblase y quisiese hacerse pequeño hasta desaparecer, y al mismo tiempo...
<< Es absurdo, este tío no es un íncubo>>
Cain se pasó lentamente la lengua por los labios, y Wheem dejó escapar un ruidito ridículo parecido a un ''meep'' cuando se inclinó sobre él y empezó a desabrocharle la camisa.
. . .
Estando debajo de Cain, entre sus jadeos y risas suaves y perversas, lo decidió. Y un par de horas después, cuando despertó entre las sábanas rojas de su cama, despeinado y sudoroso, cubierto de saliva y otros fluidos, volvió a confirmarlo. << Voy a seguir a este cabrón hasta el fin del mundo>>
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
04/07/14, 11:08 pm
Al día siguiente Noel salió para su visita habitual nocturna a Wen llevando consigo en una bolsa unas magdalenas que habían horneado esa tarde en el cuchitril. El sueco había decidido hacer unas pocas más de las que solían con el propósito de llevarle algunas a la vouivre. Para su sorpresa no tardó en verla, antes de entrar en el edificio y de hecho unos metros antes de alcanzar siquiera su puerta, pues la británica se encontraba sentada en el tejado del burdel.
El draco alzó el vuelo y en escasos segundos aterrizó con cuidado, ya que no quería correr el riesgo de hacer saltar alguna teja del burdel, al lado de la chica.
—¿Te apetece la compañía de un draco de Estínfalo un tanto sádico y que seguramente te acose un poquito? —le preguntó esbozando una sonrisa sarcástica para después añadir con su mejor expresión de falsa inocencia—: te ha traído magdalenas —le dijo mientras se las mostraba, como si ello justificase todo lo anterior.
El draco alzó el vuelo y en escasos segundos aterrizó con cuidado, ya que no quería correr el riesgo de hacer saltar alguna teja del burdel, al lado de la chica.
—¿Te apetece la compañía de un draco de Estínfalo un tanto sádico y que seguramente te acose un poquito? —le preguntó esbozando una sonrisa sarcástica para después añadir con su mejor expresión de falsa inocencia—: te ha traído magdalenas —le dijo mientras se las mostraba, como si ello justificase todo lo anterior.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
05/07/14, 10:01 am
En cuanto terminó su turno, Wen se hizo unos sándwich con los restos de ensalada de pollo que había hecho al medio día y, añadiéndole a la comida, una botella de té frio, voló hacia el tejado del burdel. A veces le gustaba estar al aire libre sin motivo aparente. Nunca fue muy fan de estar encerrada entre cuatro paredes.
Aunque había avisado en el burdel de que le dijeran a Noel donde estaba cuando llegara, sabía que cabía la posibilidad de que Noel la viera antes de llegar a la puerta del burdel, por lo que no se extrañó al verlo alzar el vuelo ya a distancia. La vouivre sonrió cuando el draco aterrizó a su lado y le ofreció uno de los sándwich que había preparado.
- Tengo entendido que no es acoso si está permitido.- le saludó sonriendo.- Además, me gusta compartir tiempo con dracos que hacen magdalenas y tu eres el único que conozco.- Dio un mordisco a su sándwich y luego un trago a la botella.- He estado pensando en nuestra conversación de ayer, lo de ir a la Tierra y eso, y dándole vueltas,… ¿Cómo crees que hubieran sido las cosas si hubiéramos compartido criba? ¿Crees que habríamos acabado igual?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
05/07/14, 03:57 pm
Alargó un brazo para recoger el sándwich que le tendía mientras se sentaba a su lado y dejaba la bolsa con las magdalenas posada en el tejado.
—Está claro que el hecho de que sea el único de la ciudad no tiene nada que ver —comentó sarcásticamente.
A continuación le dio un mordisco al sándwich mientras escuchaba a Wen, que sacó un tema de conversación que lo cogió un poco por sorpresa. No era algo que se hubiese planteado nunca antes y cuando la chica terminó de hablar le dedicó una mirada pensativa unos segundos antes de responder.
>>Si hubiésemos compartido criba… —repitió rascándose primero la cabeza y luego la barba—. Estoy seguro de que si te gusta tal y como soy ahora, por algún motivo que desconozco, no te habría gustado como era antes —dijo finalmente dejando escapar una leve risa—. El crío incauto que llegó a esta ciudad con catorce años y que a pesar de no servir para nada era feliz dedicándose a hacer el imbécil tiene bastante poco que ver con lo que soy ahora. O al menos en gran parte… —Dejó escapar una leve exhalación—. A lo mejor te resultaría incluso insufrible —añadió sonriendo y encogiéndose de hombros—. Aunque quizás dependa de a quien le preguntes. Giz supongo que no diría eso, pero Circe por ejemplo seguro que no guarda recuerdos muy agradables de mí durante la criba. —Volvió a echarse a reír mientras miraba a la vouivre.
—Está claro que el hecho de que sea el único de la ciudad no tiene nada que ver —comentó sarcásticamente.
A continuación le dio un mordisco al sándwich mientras escuchaba a Wen, que sacó un tema de conversación que lo cogió un poco por sorpresa. No era algo que se hubiese planteado nunca antes y cuando la chica terminó de hablar le dedicó una mirada pensativa unos segundos antes de responder.
>>Si hubiésemos compartido criba… —repitió rascándose primero la cabeza y luego la barba—. Estoy seguro de que si te gusta tal y como soy ahora, por algún motivo que desconozco, no te habría gustado como era antes —dijo finalmente dejando escapar una leve risa—. El crío incauto que llegó a esta ciudad con catorce años y que a pesar de no servir para nada era feliz dedicándose a hacer el imbécil tiene bastante poco que ver con lo que soy ahora. O al menos en gran parte… —Dejó escapar una leve exhalación—. A lo mejor te resultaría incluso insufrible —añadió sonriendo y encogiéndose de hombros—. Aunque quizás dependa de a quien le preguntes. Giz supongo que no diría eso, pero Circe por ejemplo seguro que no guarda recuerdos muy agradables de mí durante la criba. —Volvió a echarse a reír mientras miraba a la vouivre.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
05/07/14, 11:00 pm
Wen rió con la descripción de Noel de si mismo hacía unos años.
- No creo eso realmente.- le dijo dándole un golpe en el hombro.- Estoy absolutamente segura de que eras un niño adorable, un chaval encantador. El problema sería que yo no me daría cuenta de eso. Puedes preguntarle a Nasher, a Matt, a Kae o a Tsusu. Era una niñata de lo más borde y… era una completa hija de puta, para que mentir. Absolutamente insoportable. La verdad es que no puedo creer que siguieran hablándome.
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