Burdel de dama Espasmo

01/08/11, 01:16 am

Recuerdo del primer mensaje :

Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.

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08/01/13, 11:54 pm

Ya va siendo hora de levantarse, aunque sea pleno día...
-Buf...-mascullo contra la almohada.

Mientras me siento hago recuento y busco mi agenda mental, algo perdida. A ver... Vine de los subterráneos tras el primer ensayo sangriento... Luego me eché a dormir hasta la tarde del día siguiente y luego recuperé fuerzas pero nada de entrenar con Norou. Bien hasta aquí. Y hoy qué hago... >> Por lo pronto no tengo ganas de salir de la cama así que me quedo remoloneando, repasando el enfrentamiento contra la criatura e insistiéndome en mejorar la parte mágica. Y algo más intermedio: venenos. Ya sea para corroer o para clavarlos con las dagas y que ataquen desde dentro. Pero como no sé cómo funcionan...
-Despierta, idiota. ¡Cain!-exclamo, volviendo a sentarme y a planear mentalmente a saco, como siempre que se me ocurre algo.-Tengo que bajar y preguntarle... Pero mejor vayamos a lo fácil: si consigo venenos dañinos, los uso contra alguna criatura de la cual no pueda alimentarme y listo.
-¿M...Mande?-me sorprende una vocecita de pronto: Elunin recién despierto en el cuarto contiguo.-¿Con quién...
-Sólo. Pensaba.-me encojo de hombros, riendo.

Le veo levantarse y cambiarse pero reparo en sus ojeras y sus ojos rojos.
-Tienes muy mala cara, ¿qué pasó?
-Ma... mala noche... Alguien empezó a vacilar de haber timado a Dama Aroma y... y no recuerdo más.

Bajo el nivel de las risas y le doy un par de palmaditas en la espalda. Luego salimos al pasillo, yo envuelto en mi ya monótona protección, y bajamos a la cocina.
-Tomate alguna poción, anda, que pareces un muerto.
-Mira quién habla.-me responde riendo.

Saludamos al personal mientras cada cual se prepara lo suyo y cuando se despide, yo me quedo en uno de los sofás del salón, mirando fijamente las piezas de un tablero de ajedrez rocavarancolés, pensando que de aprender a fabricar los venenos, los podría hacer cerca de donde esté la bodega... Pero como es más fácil el tema venenoso... Primero me dedico a eso y ya iré buscando dónde y cómo realizar el otro proyecto.

Así pues, hago un movimiento con la ficha del vampiro como esperando a que alguien mueva las blancas a lo largo del día, y me encamino escaleras arriba, hasta que escucho que llama a Wen y decido dejarlo para más tarde, por lo que me voy a mi cuarto. Pero al rato escucho a los cuchitrileros y me asomo al pasillo a husmear, silencioso. Sonrío ante lo que dicen y cuando se disponen a salir, acelero y aparezco a su espalda:
-¿No creeríais que ibais a ir sin mí, no? Tengo cuatro monaditas de las que presumir.-exclamo riendo.
Sigue en el Torreón Maciel.

05/02/13, 08:19 pm

Wen se había pasado la vuelta al burdel rememorando los recuerdos de su infancia, sobretodo el desprecio de sus padres adoptivos. Una solitaria lágrima resbaló por su escamosa mejilla antes de volverse humana de nuevo, momento en el que se la limpió bruscamente. Con una sacudida a su vestido y la cabeza agachada refunfuñando por lo bajo, la vouivre entró en el burdel por la puerta principal. En la entrada, recostado en un sofá, encontró a Jack, con el que cruzó la mirada justo cuando este ponía una sonrisita picara.

- Ni se te ocurra abrir la boca o ahora mismo está serpiente te arrastrará a la calle y no sabes el solazo que pega. - determinó la vouivre mirando al vampiro con cara seria mientras lo pasaba de largo y subía a cambiarse a su habitación.

Una vez con ropa cómoda, pero adecuada para el trabajo, bajó de nuevo a la entrada, pasando por la cocina donde se hizo un simple sándwich, y se recostó en un sofá cerca de donde estaba Jack, a la espera de que se hiciera la hora de empezar su turno y pidiendo por unos cuantos culos a los que patear.

05/02/13, 11:12 pm

Amanecí en la penumbra del dormitorio de Erika, sin poder volver a conciliar el sueño. Me quedé un rato allí, acariciando su cabello y planeando el día. Lo primero era desayunar, así que salí y bajé en silencio, cambiando de idea por el camino para darme un señor baño frío. Necesitaba despejarme ya que aún no estaba acostumbrado al opio que probé anoche...

Con la cabeza más fresca, kimono y el pelo suelto, me encaminé a la cocina, agarré una botellita y, copa en.mano, me deje caer en un sofa a resguardo de.la luz. Y allí estuve un rato, jugando conmigo mismo al ajedrez hasta que Wen llegó. Y cómo no, recordé dónde la dejamos y sonreí en consecuencia pero brevemente, ya que primero sus gestos, luego sus palabras, me hicieron cambiar de idea. No sólo eso, la cara que se me quedó fue ojiplática. <<¿Qué he dicho? O... Qué he hecho... Maldita sea... Algo no fue bien.... Diantre...>> Me asomo a la escalera cuando pasa de largo y la sigo con la mirada hasta que desaparece, pensando qué hacer... Pero acabo negando la cabeza y me quedo en el sofá, expectante y pensativo <<¿Qué puede haber pasado... haber ido tan mal para llegar así? Gah...>>

Dejo la botella y la copa, mirando de vez en cuando a las escaleras por si volviera y, en una de esas, la detecto bajando, así que adopto una postura cotidiana para cuando baja del todo. Cocina, se prepara algo y se sienta cerca con cara de mala leche. Me aliso el bigote y la perilla, pensativo y como cogiendo valor, para luego levantarme e ir a la cocina, de donde cojo una silla. Esta la coloco en diagonal frente a ella, para poder hablarle a los ojos pero sin atosigarla, cosa imposible a su lado en el sofá. Luego hablo, con cuidado <<Vale que la amenaza fuese mentirijilla, pero... Algo le pasa y mejor no empeorarlo>>

-O-Oye, que siento lo de antes... No sé exactamente qué te pasa y de haber sabido que vendrías... así, no habría reaccionado de esa forma...-luego cambio el tono, pues lo que sigue lo digo más confiado.- Y no pareces estar bien, pero tampoco sé si preguntar qué ha ocurrido o callarme... No tienes muy buena cara...-finalizo, preocupado.

06/02/13, 02:38 am

El resto del día hasta después de la cena, Noel lo pasó junto a Vac. Después de abandonar la taberna pasaron por el mercado para comprar algo de comer. Decidieron pasar el día en los acantilados y se sentaron por allí para comer. A medida que avanzaba la tarde, Noel se puso de bastante mejor humor, bromeando y charlando con su hermano. Después de comer, a parte de las omnipresentes charlas, estuvieron practicando un rato en la bahía como si estuvieran ellos solos en los entrenamientos. A Noel le sentó bien el poder descargar parte de su frustración de esa manera y se divirtió. Algo más tarde, hablando de todo un poco se les ocurrió que podían ponerse a pescar para la cena. Obviamente no disponían de una caña, por lo que se dedicaron a explorar los barcos naufragados hasta dar con una que estuviera en un estado más o menos usable. Dedicaron otro rato a buscar gusanos y algún otro pequeño insecto que pudiera servirles de cebo y en cuanto tuvieron el "set" completo no tardaron en probarlo. Se turnaron para intentar pescar algo, con resultados bastante escasos como era esperable. Pero a lo largo del día consiguieron suficientes peces como para que pudieran darles una cena más o menos decente. Cuando ya había anochecido, prepararon una fogata y los asaron. Noel no solía comer mucho pescado desde que se habían mudado y agradecía el cambio. No es que supieran especialmente bien aquellos peces en concreto pero al draco le pasaron más que por vez. Se lo estaba pasando bien y estaba en medio de un breve ataque de risa cuando Vac le recordó que ya deberían volver. Noel asintió lentamente y se levantó del suelo arenoso. Según regresaban hacia el burdel, realizó un hechizo de limpieza sobre si mismo y sus ropas porque lo cierto era que entre unas cosas y otras se había ensuciado bastante.

Durante el camino no paraba de pensar en lo que iba a hacer a continuación. Por supuesto que había pensado en ello durante la tarde, pero la mayor parte del tiempo prefirió no pensar demasiado en el asunto. Realmente aún no tenía del todo claro que es lo que le iba a decir a Wen, salvo algún que otro esbozo. Agradeció de forma muda con alguna que otra leve sonrisa los intentos de Vac por infundirle ánimo y, sin que tuviera tiempo para pensar mucho más, por fin alcanzaron el burdel.

Una vez allí los recibió Norou, a quien Noel saludó con un "buenas noches" algo apresurado. Siguió al hado por el interior del edificio, caminando detrás de él con la mirada fija en sus botas. Hasta que llegaron a la que su hermano dijo ser la habitación de Wen. Noel agradeció brevemente a Vac y, tras un breve intercambio de palabras, el hado se perdió por los pasillos, dejándolo solo frente a aquella puerta que de repente se le antojaba muy interesante. Permaneció unos segundos observándola sin moverse hasta que su garra se movió por sí sóla y llamó a la puerta.

El breve instante que la chica tardó en salir a abrir le pareció eterno al draco, quien escuchaba los pasos de Wen en el interior con el corazón en un puño.
-Hola, Wen... -la saludó cuando ella le abrió la puerta.
La respuesta de la británica fue un cortante "¿qué es lo que quieres?" que no dejaba lugar a dudas de que seguía enfadada con él. El draco desvió la mirada un momento antes de volver a mirarla a los ojos.
-¿Puedo hablar contigo? -preguntó a continuación con expresión seria y tratando de que su nerviosismo no saliese demasiado a relucir.
La vouivre no le cerró la puerta en las narices, lo cual interpretó como que podía seguir hablando.
-Yo... verás... -empezó torpemente-. Creo que deberíamos aclarar lo que pasó esta mañana porque... bueno... me parece que... creo que me has malinterpretado y... también quería disculparme por lo que sea que te haya hecho pensar de ese modo -una leve sonrisa nerviosa se formó en su rostro antes de seguir hablando y Noel apoyó un brazo en el marco de la puerta-. S-soy un deasastre para estas cosas, lo siento, aunque creo que ya lo sabes -hizo una breve pausa y tragó saliva antes de continuar-. Y precisamente por eso a lo mejor te has debido de llevar una impresión equivocada esta mañana, mi ineptitud y la resaca no son dos cosas que deban juntarse como si tal cosa -sonrió de nuevo por la broma y dejó de hablar por el momento.

Había conseguido mantener más o menos la compostura hasta el momento, pero por dentro seguía hecho un amasijo de nervios. Trató de pensar en lo que le había dicho Vac para reafirmarse que estaba haciendo lo correcto y esperó, impaciente, la respuesta de la vouivre.

06/02/13, 07:02 pm

Wen no le dedicó ni una mirada al vampiro, ni siquiera cuando este terminó de hablar.

- Lo que pasa, Jack, es que hay personas que se creen superiores a los demás porque sí, sin motivo y yo, que soy tonta, creía que había dejado a ese tipo de gente en la Tierra. - expuso malhumorada.- ¿Pero qué digo? Yo misma era una de esas personas hipócritas que se creen superiores cuando no lo son. Claro que, al igual que yo cambié, pensé que los demás también. Estúpida. - terminó diciéndose para sí misma, sin darse cuenta que Jack seguía a su lado.- Voy a empezar mi turno.

Dejó a Jack ahí sentado y se limitó a hacer su trabajo durante toda la tarde sin dejar de pensar en lo que había pasado esa mañana. La verdad era que, a medida que lo iba pensando, cada vez se daba más cuenta de que quizás no había sido para tanto. “Ambos estábamos de resaca, quizás lo que interpreté como desprecio fue solo por dolor de cabeza.” Reflexionó, pero sin poder quitarse de la cabeza la cara de Noel de incredulidad, como si lo que hubiera pasado hubiera sido horrible. Reflexionando y dando vueltas a ese pensamiento pasó toda la tarde mientras pateaba algún que otro culo, cosa que le vino muy bien para desestresarse.

Cuando terminó su turno, la vouivre se limitó a cenar algo ligero y darse un largo baño en las termas, sin prestar mucha atención a su alrededor. Ya en su habitación, se preparó para leer un poco antes de irse a dormir. No sabía muy bien si al día siguiente iría al entrenamiento, pero todavía no quería pensar en ello. Con su pijama, el cual constaba de un pantalón largo algo holgado y una camiseta de tirantes, y una coleta se dispuso a leer algún libro interesante cuando tocaron su puerta.

- ¿quién es? - preguntó mientras abría la puerta, creyendo que sería alguien del burdel que necesitaba su ayuda o algo por el estilo, pero no se esperó que fuera Noel quien la saludara al otro lado de la puerta.- ¿qué es lo que quieres? - preguntó cabreada. Aunque había concluido esa tarde que quizás había exagerado, todavía no estaba segura y no iba a permitir que su orgullo fuera pisoteando sin confirmarlo todavía.- Venga, habla. - le espetó apoyando su hombro en el marco de la puerta, sin dejarle entrar, pero tampoco cerrándole la puerta en la cara.

Dejó hablar a Noel durante un rato y, cuando este paró de hablar, Wen pensó que lo mejor sería continuar la conversación dentro. No le hacía especial ilusión que el resto del burdel se enterara de sus problemas.

- Pasa. - le dijo secamente apartándose de la puerta y esperando que él la siguiera y la cerrara a su paso.

Una vez estuvieron dentro, la vouivre se sentó en la cama y ofreció con un movimiento brusco de mano la silla de su escritorio al draco para que se sentara, lo que los dejó considerablemente separados por culpa del poste que se encontraba en medio de la habitación y que se interponía entre ellos. Wen agradeció la posición de ambos que le dio más seguridad para hablar.

- Mira, Noel, lo he estado pensando y es muy posible que te malinterpretara, tienes razón. - comenzó a decir la vouivre.- Pero no me negarás que tu reacción fue exagerada. ¡Te comportaste como si hubieras cometido un crimen! - le espetó cruzándose de brazos y mirando al draco seriamente.

06/02/13, 07:26 pm

Cuando terminó de hablar, la vouivre finalmente lo dejó pasar dentro, cosa que el draco agradeció pues no es que se sintiera muy cómodo allí en medio del pasillo del burdel donde cualquiera podría oírlos si pasaba cerca. La chica le ofreció sentarse en una silla, cosa que aceptó y esperó a que ella hablase. La situación le recordó inevitablemente de nuevo a aquella otra noche en Serpentaria, sólo que ahora estaban sentados justo al contrario. Aunque al menos no lo había echado de allí, la brusquedad en los gestos de Wen hacían patente su enfado. Entonces por fin ella habló. Se sintió aliviado al oír que reconocía que tal vez le hubiera malinterpretado, pero al mismo tiempo su nerviosismo aumentó al entender que era ahora cuando le tocaba explicarse de verdad.

-Lo-lo siento... -empezó a decir vacilante-. Tú también tienes razón al decir que reaccioné de una forma que podría resultar extraña, pero no es por lo que creías... -hizo una pausa antes de continuar-. Como ya he dicho soy horrible manejando situaciones así. Por otra parte lo que te dije era ni más ni menos que la verdad, es lo que recordaba que había pasado -carrespeó para aclararse la voz, se llevo una mano a la barba como hacía habitualmente cuando se ponía especialmente nervioso e hizo otra pausa para ordenar sus pensamientos. A partir de ese momento le iba a costar más llevar la conversación y lo sabía-. P-pero... mi reacción... bueno... Es que no me lo podía creer, ¿sabes? -la miro sonriendo levemente de forma nerviosa de nuevo-. Quiero decir... ¿Quién iba a querer acostarse conmigo por muy borracha que estuviera esa persona? -desvió ligeramente la mirada al decirlo y se revolvió incómodo en la silla. Se había formado otra leve sonrisa, esta vez con un deje de burla dedicado a él mismo-. Esta mañana me echaste en cara que si sentía repugnancia... Pues no sé como lo ves, pero yo soy el que tiene garras, cola y la piel de un extraño color dorado, por no mencionar el resto de cosas -adoptó una cara más seria tras reír brevemente, para tratar de transmitir que estaba hablando con seriedad-. Eso sin contar el hecho de que como ya sabéis todos, que bien que os guaseasteis de ello todo lo que quisisteis, soy virgen y por lo tanto nulo en el tema. La situación era demasiado inverosímil para mí -ahora que ya se había lanzado a hablar le costaba un poco menos decir cosas que en cualquier otra situación seguramente le presentarían un problema-. ¿Cómo pudiste pensar que me repugnabas? -cambió el tono a uno un poco más decidido-. Precisamente tú, además... -añadió en un tono de voz más bajo.

Noel dejó de hablar tras pronunciar la última frase, quizás había hablado demasiado. Enrojeció levemente y suspiró por lo bajo, esperando no haberla cagado como hacía siempre.

07/02/13, 12:58 pm

Cuando Noel le dijo que lo que había dicho esa mañana era justo lo que recordaba, a Wen llegó uno de los pensamientos de esa tarde. Mientras trabajaba, a su mente habían acudido algunos recuerdos de la noche, en especial, el momento en el que ella intentaba cubrir a Noel y este de un manotazo la tiraba a la cama donde ella se quedaba dormida. La vouivre iba a contarle lo que sabía, pero el draco siguió hablando. “¿Qué quién iba a querer acostarse con él?” Se preguntó a si misma incrédula. Noel seguía hablando sin darse cuenta que en la cara de Wen comenzaba a aparecer una sonrisa de burla, no porque se estuviera riendo de Noel, ni mucho menos, sino porque a la vouivre le hacía gracia la imagen que tenía el draco de sí mismo. “¿Repugnarme? ¿Por ser un draco virgen?” bufó para sí misma como si fuera el mejor chiste que le habían contado nunca.

- No me puedo creer que este diciendo eso, Noel, tienes la autoestima bajísima, no creerás de verdad que…- comenzó a decir la vouivre riéndose por las, a su parecer, tonterías que decía el draco, cuando este calló.

Al escuchar sus últimas palabras la vouivre se quedó callada y a su mente llegó un recuerdo de algunos días antes “Ellos no me desprecian. Ni siquiera ella, a pesar de todo.” Le había dicho Noel esa tarde al abismo. Hasta entonces, Wen no se había puesto a reflexionar por qué el abismo le había hablado de ella en especial, pero ahora las piezas comenzaban a encajar.

- ¿Qué? - preguntó levantándose de sopetón.- ¿Además qué? - siguió preguntando mientras se acercaba a él.- ¿precisamente yo qué? - terminó preguntando delante de él, apoyando sus manos en sus hombros y mirándolo fijamente a los ojos.- ¿Qué ibas a decir, Noel?

07/02/13, 03:05 pm

Noel levantó la mirada y observó con nerviosismo como Wen se acercaba a él. Cuando apoyó las manos sobre sus hombros y lo miró fijamente a los ojos después de preguntar sobre lo que había dicho, la mirada del draco se desplazó rápidamente por el rostro de la vouivre. Permaneció varios segundos que se le antojaron eternos en silencio. Durante ese tiempo el pulso se le aceleró cada vez más. La cabeza del sueco era un torrente confuso de pensamientos acerca de lo que debería hacer a continuación. Hasta aquel día creía que estaba convencido de que jamás le diría a Wen una sola palabra de las que ahora flotaban en su mente. ¿Para qué iba a hacerlo cuando estaba claro que sólo iba a conseguir liar las cosas? Pero las cosas se habían liado por si solas de todos modos... No, había sido por culpa de su inseguridad e incapacidad para lidiar con el tema que estaba ahora allí, tratando de arreglar un malentendido que nunca habría creído que pudiera producirse.

Se sintió en un callejón sin salida. Por una parte la voz de su cabeza que le llamaba inútil insistía en que no dijera nada; pero la lógica le decía que no decir nada o inventarse cualquier excusa tonta sólo iba a conseguir que se repitiera la situación de esa mañana. Finalmente se acordó de Vac diciéndole que tenía que ser sincero y suspiró mentalmente. ¿Qué podía perder ya si total las cosas acabarían mal hiciera lo que hiciera? Noel estaba harto. Harto de verse superado por todo. Y así fue como habló de nuevo, evitando pensar en nada más que en las propias palabras en sí y levantándose de la silla para poder colocarse de pie frente a ella. Ahora era él quien tenía sus manos sobre los hombros de ella y habló, por fin, con expresión seria.

-Porque además te quiero.
Parecía que el corazón se le iba a salir del pecho. Siguió mirándola unos segundos más con la misma expresión decidida antes de sonreír con afectación y reírse muy levemente con un suspiro de forma irónica.
-Soy inútil hasta para ser inútil -añadió más para si mismo que para Wen, volviendo a dedicarse una sonrisa de burla-. Pero supongo que ahora ya entenderás por completo mi reacción de esta mañana.
A pesar de todo, a pesar de toda la inseguridad y aunque todavía no se había acabado, en el fondo sintió que se había quitado un peso de encima.

08/02/13, 01:23 pm

Noel la miró durante algunos segundos antes de levantarse, poner sus manos en sus hombros como ella había hecho antes y contestarle. La quería. Eso es lo que le había dicho. No un “te aprecio mucho” o “eres mi mejor amiga.” No, le había dicho que la quería. Wen se quedó unos segundos en shock. Aunque su subconsciente había dado con algo parecido como resultado al recordar el abismo, en su interior no pensaba que fuera verdad ni que fuera a decírselo. “Me quiere…” se dijo impresionada. “Pero, ¿cómo? ¿Por qué?” se preguntó desconcertada, frunciendo el ceño. La británica siempre se había tenido como una persona a la que era imposible querer y el sueco le acababa de decir que eso era mentira. No podía creer que alguien como Noel, tan alegre y risueño, podía querer a alguien como ella, tan seria y borde. No cabía en su cabeza que alguien pudiera quererla más allá de lo maternal, fraternal o amistoso, incluso eso le parecía descabellado, pero así era y así se lo acababa de confirmar el draco. Existía alguien en el conjunto de todos los mundos que la quería de verdad.

Durante una milésima de segundo que vio a Noel reír, pensó iba a echarse a llorar al creer que todo era una cruel mentira. Esa sensación la desarmó por completo. “¿Yo? ¿Llorar?” se preguntó asustada, apartándose de un salto de Noel con los ojos totalmente abiertos y una expresión de terror en el rostro. “Esto no puede terminar así.” Se dijo agachando la cabeza. No podía dejar que su fortaleza se esfumara tan fácilmente. “Querer es darle a otra persona el poder de destruirte.” Se dijo, autoconvenciendose de que no debía caer. Le había costado mucho llegar hasta ahí como para tirarlo todo a la basura de aquella manera tan tonta.

Pero entonces levantó la cabeza y miró a Noel. Parecía derrotado, abatido, como si las últimas luces del mundo se hubieran esfumado. Tan grande, tan fuerte y de apariencia tan frágil en ese momento. A Wen le embargó la necesidad de protegerlo. “¡Qué tontería! Como si yo pudiera proteger a casi dos metros de draco de estínfalo.” Se dijo negando mentalmente, aunque, por lo visto, así era.

De repente, quiso caer, deseó caer, necesitaba darse esa oportunidad. Por Noel, pero sobre todo, por ella misma. Toda una vida llena de amarguras se merecía unos instantes de felicidad, aunque solo fueran efímeros y terminaran decantando en dolor. Rocavarancolia era un lugar lleno de riesgos y este era uno más de ellos. Y ella quería correrlo.

“No gana el que no arriesga.” se dijo antes de esbozar una sonrisa, saltar al cuello de Noel y besarlo como nunca en su vida había hecho, para luego abrazarlo fuertemente mientras una lagrima se resbalaba por su mejilla, fruto de una felicidad que ni siquiera era capaz de explicar, y se dibujaba en su rostro, quizás, la sonrisa más sincera, amplia y bonita que jamás había puesto.

08/02/13, 02:45 pm

A Noel se le cayó el alma a los pies cuando notó como Wen se deshacía de su contacto apartándose bruscamente de él, fruto de su primera reacción a sus palabras. Y cuando vio el rostro de la vouivre, en el que se había formado una expresión de terror que el draco interpretó como rechazo hacia lo que acababa de decir, el ánimo del chico terminó de derrumbarse por completo. La sensación fue parecida a la que experimentó esa misma mañana pero más dolorosa. Desvió la mirada hacia el suelo, siendo incapaz de seguir contemplando a la chica. <<Soy imbécil>>, fue su primer pensamiento tras un breve lapso de tiempo. ¿Por qué se sentía así si ya sabía de antemano cual iba a ser el resultado? ¿Acaso no había estado evitando todo este tiempo la situación porque sabía que no iba a conseguir nada? ¿Por qué entonces estaba ahora allí de pie, inmóvil y con el estómago encogido, sin ganas de nada? En el fondo, por mucho que se lo negase constantemente, siempre había albergado una remota esperanza que pugnaba por salir, y a la cual intentaba acallar volviendo a enterrarla en lo más profundo de su subconsciente. Se suponía que lo había hecho precisamente para no verse tal y como estaba ahora. Y no había servido para nada.

"¿Has visto lo inútil que eres, quién iba a querer a un inútil como tú?", se reía sarcásticamente en el interior de su mente. <<Un inútil sádico, vengativo, hipócrita y egoísta, además>>, añadió sonriendo también irónicamente para sus adentros, utilizando una vez más aquellas palabras que tanto se repetían desde que había escuchado al abismo.

Perdido como estaba en las profundidades de su propia depresión, no vio como Wen esbozaba una sonrisa y por lo tanto el movimiento lo cogió por sorpresa. Sucedió tan repentinamente que al principio, cuando la vouivre saltó hacia él no fue capaz de reaccionar. Sin que le diese tiempo a pensar que estaba pasando, ella lo besó. Noel permaneció rígido los primeros instantes, incrédulo de lo que estaba pasando; parecía que su mente se resistía a intentar comprender la situación. Había abierto mucho los ojos y el pulso se le había acelerado de nuevo. Y entonces por fin reaccionó. Cerró los ojos, rodeó a la británica con sus brazos e intentó corresponder al beso lo mejor que pudo. Nunca había besado a nadie y se sintió muy torpe al principio, pero ya no le importaba. Tan sólo quería disfrutar del momento, el cual se le antojaba casi irreal en aquel instante. Cuando finalmente sus labios se separaron, Wen lo abrazó con fuerza y él hizo lo mismo. La cara del draco había cambiado por completo y ahora sonreía. No sonreía con ironía, ni con jocosidad, ni con ninguno de los numerosos matices que solía imprimirle a su expresión habitualmente. Tan sólo sonreía porque era feliz. Y sonrió aún más al ver la expresión de ella, casi un reflejo de la suya propia. Al cabo de unos segundos la separó ligeramente de si mismo para mirarla a los ojos.
-Te quiero -las palabras volvieron a salir sin pensarlo, simplemente parecía que encajaban como si se tratase de algún puzle.
El draco volvió a abrazarla, apoyando la cabeza levemente en el cuello de Wen.
-¿Podemos repetir? -preguntó de pronto, sonriendo ahora sí con cierta picardía y con un tono que denotaba una confianza que hasta el momento le parecía imposible sentir en aquella situación; por lo que al darse cuenta de ello se le escapó una breve carcajada nerviosa y se sonrojó ligeramente.
<<Noel, eres estúpido>>, se dijo por enésima vez aquel día. Pero esta vez la connotación era muy diferente.

08/02/13, 08:58 pm

Wen volvió a sonreir cuando Noel le volvió a decir que la quería. En su interior, podía sentir a su yo del pasado que le miraba con incredulidad al verla así. Cuando el draco volvió a abrazarla y la vouivre se sintió llena. “yo también te quiero.” Pensó antes de decirlo, pero la pregunta del sueco hizo que lo olvidara para, en su lugar, soltar una sonora carcajada. La británica negó con una sonrisa en la boca y volvió a besarle, esta vez de forma más suave, saboreando el momento.

- No tienes que pedirlo, solo hazlo. - dijo la vouivre al separarse del draco.

Noel dijo de irse por lo tarde que era, pero Wen tenía tal movimiento interno por su yo de antes y por su yo de ese momento, que no quiso permitirlo.

- Noel, espera. - le paró.- ¿Cómo nos comportaremos mañana? Es decir… aggg,… las relaciones se me dan fatal y menos de este tipo, que nunca las he tenido. Lo siento, soy nueva en esto. - expuso mientras se retorcía las manos un tanto nerviosa, pero sin que se le notara en la cara.

08/02/13, 11:40 pm

Noel se rió junto con Wen. Aunque la risa de la vouivre le resultó dolorosa, como siempre, no le importó lo más mínimo. Estaba acostumbrado a escuchar risas aisladas y a ignorar el dolor. En cualquier caso la risa pasó a un segundo plano cuando volvieron a besarse. En esa ocasión fue menos precipitado y Noel lo disfrutó incluso más que la primera.
-Lo tendré en cuenta para la próxima vez -dijo con una sonrisa divertida en respuesta al comentario de Wen, como si de verdad necesitase que se lo dijera.

El draco consideró que quizás sería mejor que se fuera por mucho que le gustaría quedarse, probablemente Wen estaría cansada de trabajar y al día siguiente sí que tenían que levantarse temprano para asistir a los entrenamientos. Y así se lo expresó a la vouivre mientras hacía ademán de dirigirse hacia la puerta. Pero se paró y se dio la vuelta cuando ella lo llamó. Aún no se había planteado la pregunta que le expuso Wen y no supo muy bien que contestar en un principio.
-Vaya, no había pensado en eso aún... Pues creo que estamos apañados porque evidentemente a mí sí que se me da fatal -añadió con un ligero suspiro-. Deberíamos decírselo a los demás, ¿no? -dijo con aire pensativo-. A menos que prefieras que no les digamos nada por ahora a esos cotillas -añadió riéndose-. Tampoco creo que tengamos que comportarnos de ninguna manera en especial, no sé, iremos a los entrenamientos como todos los días y haremos lo mismo que siempre. Siento no poder dar una respuesta más reveladora -se encogió de hombros sonriendo desenfadadamente para dar a entender que no tenía mucha idea-. Pero que sepas que pienso volver mañana por aquí, sea como sea -añadió colocándole un brazo sobre los hombros y mirándola a los ojos sonriendo pícaramente una vez más.

Después de charlar y bromear un rato más sobre el tema, a pesar de que no le apetecía irse, Noel se obligó a decidir que tenía que hacerlo. Aunque no pensaba marcharse sin más, no era su estilo.
-Bueno, ahora sí que debería irme ya... -comenzó a despedirse-. Pero antes...
Sin previo aviso y sonriendo divertido, levantó a la vouivre y le dio un breve beso mientras decía "dijiste que no pidiera permiso" para después dejarla sentada en su cama y salir corriendo hacia la puerta como si tuviera que huir.
-Buenas noches, Wen -se giró todavía sonriendo jocosamente y comenzando a abrir la puerta. Pero antes de marcharse volvió a hablar-. Por cierto... Deberías sonreír más a menudo, tienes una sonrisa preciosa -dijo con un poco de apuro antes de cerrar la puerta tras de sí.
Salió del burdel sonriendo estúpidamente y despidiéndose de forma distraída de Norou.

Noel no cabía en sí de felicidad. Había pasado de tener un despertar inverosímil que terminó resultando un tanto... violento, a estar cabreado; después tuvo una tarde divertida con Vac, para posteriormente convertirse en un amasijo de nervios, deprimirse y finalmente culminar en la felicidad que ahora sentía y que en cierto modo le seguía costando creer. Pero el draco estaba tan acostumbrado a experimentar todo tipo de sensaciones en poco tiempo que tan sólo dedicó un instante a pensar en ello antes de encogerse mentalmente de hombros y deshechar la idea. Parecía que algunas cosas nunca cambiaban a pesar de todo.

10/02/13, 03:13 am

Después de aquel trago matutino con Noel, Vac había pasado el resto del día con su hermano. Habían comprado algo para comer en el mercado, y después habían ido a los acantilados. Habían conversado y bromeado mientras comían, y después habían entrenado un rato, antes de ponerse a explorar entre los barcos naufragados en busca de materiales para pescar. Al cabo de un rato habían reunido un equipo de pesca aceptable, y usando como cebo algunos de los restos de la comida se habían procurado una buena cena a base de pescado a la brasa. Una vez saciados, habían continuado contándose anécdotas mientras esperaban a que el turno de Wen. Noel estaba en medio de un ataque de risa cuando Vac se dio cuenta de que ya era la hora y se lo recordó al draco.

Después de dejar el equipo de pesca a buen recaudo en un buen escondite, para futuras salidas a los acantilados, los dos chicos se pusieron en marcha hacia el burdel. Vac siguió el ejemplo de su hermano y aplicó un hechizo de limpieza sobre si mismo y sus ropas, adecentándose lo mejor que pudo.

Cuando llegaron al burdel saludaron a Norou y Vac guió a su hermano por los pasillos del edificio hasta la puerta del dormitorio de Wen. Una vez allí intercambiaron unas pocas palabras antes de despedirse. Vac notaba el nerviosismo de Noel desde que habían dejado los acantilados, apenas habían hablado desde entonces y ya habían llegado a su destino.

-Bueno, hermanito, mucha suerte -le dijo antes de irse, para perderse después en los pasillos del burdel.

Vac se dirigió a su cuarto y cogió algo de ropa limpia para bajar a las termas a relajarse un rato. Una vez allí, saludó a los clientes habituales y se encaminó a la zona mas privada de las termas, donde se limpió primero sentado en un pequeño taburete, y se relajó después un rato en la poza. Al cabo de un rato, salió del agua y se secó con una toalla, poniéndose la ropa limpia; unos pantalones grises a cuadros, una camisa oscura y las Converse negras. Sin no saber muy bien que hacer, el hado subió al piso de arriba y, tras servirse una copa, se mezcló con la clientela y los empleados, saludando de vez en cuando a algún cliente y conversando con los empleados cuando no estaban ocupados.

La mente de Vac estaba puesta en su hermano, en que abría pasado con Wen y en si todo habría salido bien, y así fue pasando el tiempo. Ya era tarde y el salón se había quedado vacío, cuando Vac vio a Noel bajar las escaleras. El hado estaba solo, sentado en un sillón sumido en sus pensamientos, pero el draco pareció no verle. Tenía una mirada embobada, y antes de que a Vac le diera tiempo a decirle algo, el sueco salió del edificio.

Vac se apresuró a coger una cazadora, y tras despedirse de Norou y decirle a Feliks que le siguiera de cerca, echó a correr en pos de Noel. No tardó en encontrarlo cerca del burdel, de camino al cuchitril. Su rostro parecía radiante, iluminado por una sonrisa algo atontada, así que el hado se esperó buenas noticias.

-Hey, Señor Empanado -le aviso antes de ponerse a su altura-, ¿qué tal fue todo? -le preguntó con una sonrisa burlona mientras seguían camino hacia el Cuchitril.

Continúa en El Cuchitril.

12/02/13, 04:28 am

A cada minuto que pasaba, Wen se iba dando cuenta de cómo Noel se iba soltando, más relajado y natural. “Es como si se hubiera comportando conmigo así toda la vida.” Sonrió para sí la vouivre, antes de contestarle.

- Comportémonos como siempre. - dijo sin más, pero luego añadió con una sonrisa picara.- Bueno, tengo una idea y creo que te encantará. ¿Qué te parece si apostamos a ver quien lo adivina antes? - le propuso la británica, conocedora del gusto que tenía el sueco por las apuestas.

Tras cavilarlo durante un tiempo y descartar a Vac, Gael y Jack de las apuestas por razones obvias y para hacerla más interesante, Noel apostó porque la primera en enterarse sería Nia y luego Nasher, y Wen dijo que serían Matt y Adara. Una vez concretada la apuesta y quedando el premio en el aire, se dedicaron a bromear y charlar hasta que Noel decidió irse para dejarla descansar, no sin antes darle un bonito espectáculo de beso y huida bastante gracioso para la vouivre, que le hizo carcajearse en la cama cuando este ya había desaparecido. “¿Mi sonrisa? Qué idiota…” pensó sonriendo mientras se metía en la cama.

14/02/13, 04:37 pm

Después de despedirse de Noel en la puerta del Cuchitril, Vac había regresado al burdel volando sobre Feliks, estaba bastante cansado y le apetecía dormir. En cuanto llegó dejó al fénix en su nido y se metió en su cuarto, desvistiéndose y metiéndose en la cama rápidamente, quedando dormido casi al instante. Durmió profundamente el resto de la noche, sin sueños ni sobresaltos nocturnos, cosa que su cuerpo y mente agradecieron.

Apenas había salido el sol cuando el hado se encontraba dándose un buen baño en las termas, dispuesto a ayudar a Nia en la botica, pero antes tendría que desayunar. Se secó con una toalla y se vistió con uno pantalones cortos de tela negra a la altura de las rodillas, una camiseta roja de manga corta y sus Converse, para subir después a la cocina. Por el camino saludo a varios empleados, parándose a conversar con algunos y a bromear con otros. Vac era de palabra fácil y cogía confianza con la gente bastante deprisa, por lo que los nuevos empleados no tardaban en saber que podían acudir a él si tenían algún problema, algo que los veteranos ya sabían de sobra.

Una vez en la cocina preparó café y se puso a hacer unas magdalenas, en las que invirtió una media hora aproximadamente, y dejo una buena cantidad de estas en una fuente para quien tuviera hambre, ademas de una cafetera llena. También preparó un poco de té pensando en Wen, la que no tardó en aparecer por las escaleras. Mientas la británica terminaba de llegar a la cocina, el griego la sirvió una taza de té fuerte con un poco de miel y le acercó la taza por encima de la mesa mientras él mismo se sentaba en un taburete frente a ella.

El hado cogió una magdalena, ofreciéndole la fuente a Wen sin decir nada, y dio un sorbo a su taza de café, con una amplia sonrisa en el rostro y sin apartar la vista de la vouivre.

-Buenos días -saludó por fin, sin borrar la sonrisa y sin añadir mas.

14/02/13, 06:37 pm

Los rayos del sol que entraban por la ventana rozaron la cara de Wen despertándola. Aun medio dormida y con cara de pocos amigos, se arrastró por el burdel como buenamente pudo hasta que llegó a las termas, tirándose a una poza en plancha sin quitarse la ropa y sin apenas ser consciente de ello. Por suerte, ese pequeño espectáculo, culpa del insomnio producido por la excitación del momento nocturno, pasó inadvertido por la mayoría de inquilinos del burdel y Wen, entonces, pudo transformarse en serpiente con tranquilidad y darse un largo baño.

Una vez, despejada, limpia y vestida para entrenar, fue a la cocina donde encontró a Vac con un rico desayuno preparado: magdalenas y té. “La hora del té.” Pensó para sí misma con una sonrisa al darse cuenta de que era lo mismo que solía tomar con Maggie cuando pasaba las tardes con ella. Cogió su taza de té y la tapó con un platito donde puso la magdalena que le había ofrecido Vac y comenzó a desmenuzarla con los dedos, comiéndose las partes que menos le gustaban de la magdalena dejándose las que le gustaban para el final. La vouivre levantó la cabeza con intención de darle los buenos días al hado cuando este se los dio con una sonrisa. Una amplia sonrisa que Wen no tardó en identificar.

- Lo sabes.- determinó la británica tranquilamente, como si hablara del tiempo y sin dejar de comer trocitos de magdalena.- No me extraña, al fin y al cabo, es tu hermano. Además, precisamente por eso es por lo que te descartamos en la apuesta. - siguió diciendo. Tranquilamente, Wen le dio un largo sorbo al té y, cuando volvió a dejar la taza sobre la mesa, miró fijamente a Vac y preguntó.- ¿Algo que comentar?

Después de un ameno desayuno con Vac, Wen se dirigió, como todos los días, a la bahía donde entrenó con los demás. Durante el entrenamiento se nombró a Nia y entonces la británica se enteró de que la ulterana ya tenía su botica y decidió ir con todos esa tarde a ayudarla.

De nuevo en el burdel, mientras comía, recordó su muda de piel y como la había abandonado en un cajón sin saber qué hacer con ella y varías ideas le vinieron a la cabeza, así como el recuerdo de algunas propiedades de su piel, por lo que decidió cortar los trozos con los que no se podría trabajar y que, seguramente en un futuro, acabarían en la basura para darles un mejor uso. “Espero que Nia sepa darle su uso.” Pensó mientras se encaminaba hacia la botica.

Sigue en la botica de la náyade

23/02/13, 10:34 pm

El camino hacia, primero el cuchitril y después el burdel, transcurrió en el más absoluto silencio. Tan sólo cuando alcanzaron la vieja posada, Toima, que parecía ser el único que no había enmudecido, y Noel intercambiaron unas pocas palabras para acordar que el argos subiese para dejar a Adara en su cama antes de dirigirse a su destino. Giz y Nasher decidieron quedarse en el cuchitril y Nia se había excusado y vuelto a la botica. El draco pensó, mientras observaba como la náyade se alejaba, que tal vez sería buena idea ir a comprobar más tarde como estaba.

Llamaron a la puerta y Wen salió a recibirlos. Noel la saludó y le pidió que avisase a los demás mientras el resto del grupo pasaba a la entrada del edificio. Esperaron, todavía sin mediar palabra, a que llegasen todos. Una vez más supo que la responsabilidad de dar a conocer la noticia recaía en él.
-Vac y Wen quizás os hayan contado que Nasher vino para alertarnos sobre la desaparición de Aníbal -comenzó a hablar en tono monocorde y expresión seria e hizo una pausa antes de seguir hablando, mirando a los habitantes del burdel alternativamente-. Ha muerto -la voz se le quebró de forma casi imperceptible al pronunciar las dos simples palabras-. Su rastro finalizaba al borde del abismo. No sé si alguno de vosotros conoce ese lugar -finalizó, esperando respuesta y, probablemente, alguna petición de conocer más detalles.

Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Burdel de dama Espasmo

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