Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
- Ver mensajes archivados:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/11/11, 10:38 pm
El italiano me devuelve el beso con ganas, saboreando mis labios y enredando los dedos en mi pelo, hasta que se separa con una mueca de asco. Le miro y comprendo que ha desecho el hechizo de inhibición del olfato, le debe de haber venido todo el hedor de golpe. Me empuja de nuevo adentro del burdel y me dice que nos vayamos a otro sitio. Echamos a andar por el pasillo hacia la habitación, y cuando llegamos, Cain se deja caer en la cama. Me acerco al balcón mientras el chico se desviste y se quita todos los amuletos que lleva encima. Pierdo la mirada en el cielo negro, buscando algún signo de la chica sin verlo. Las estrellas hace un tiempo que desaparecieron, y este vuelve a estar apagado. Cuando vuelvan a aparecer sera el preludio que anuncie a la Luna Roja... ¿en que se convertirán los nuevos cosechados?.
-Ya voy -digo girándome hacia Cain con una sonrisa tras oír su comentario.
Esta ya bajo las mantas, recostado contra los cojines de la cabecera de la cama, esperando a que me acerque con una sonrisa pícara. Me dispongo ha acercarme cuando Elliot irrumpe en la habitación. Parece estar bien, y me quedo parado viéndola acercarse a la cama, no me salen palabras. Su voz resuena en mi cabeza, y verla moverse por la habitación resulta ser un calmante para mi preocupación. La muchacha se encarama a la cama y abraza a Cain mientras transmito sus palabras en voz alta, sin pensar siquiera. Parece ser que ha estado en la biblioteca todo este tiempo, aprendiendo algo, aunque no dice el que. La miro interesado cuando se quita el vestido, anunciando que nos va a enseñar algo curioso. Se queda en ropa interior y una niebla negra baja de su cuello, cubriéndola mientras se quita el resto. Cuando termina, el humo se condensa, formando un juego de ropa interior de un tejido extraño, brillante y de aspecto duro. Le sienta realmente bien, y por unos instante me quiero dejar llevar, pero la preocupación de los últimos días, aunque halla desaparecido, ha dejado huella. Verla tan relajada, con su conjunto nuevo y encima de Cain, me ofusca un poco... ¿no se da cuenta de que nos ha tenido preocupados?.
Me acerco a la cama con paso felino y me encaramo, acercándome a su espalda mientras contesto a la segunda de sus preguntas, obviando la primera de ellas.
-Pues hemos estado cuidando el uno del otro, solos los dos -digo remarcando alguna de las palabras-. Nos has dejado abandonados estos días, y ahora íbamos a jugar un rato.
La agarro de la cintura y la alzo, poniéndola a un lado y quitándola de encima de Cain. me cuesta la misma vida soltarla, por mi cabeza solo pasan ideas de caricias en su piel, de leves mordiscos y de su suave aroma, pero hago el esfuerzo y las aparto de mi mente.
Me deslizo sobre Cain, recorriendo con mi boca su torso, dejando suaves besos sobre su piel. Subo por su cuello, mordisqueándole con suavidad y alcanzo su boca, perdiéndome en ella, jugando con su lengua, enredándola con la mía. Me siento sobre él,con una pierna a cada lado, y recorro su pecho, arañandolo suavemente con las uñas. Subo las manos, enredando mis dedos en su pelo, y le dirijo una mirada cómplice.
-Ya voy -digo girándome hacia Cain con una sonrisa tras oír su comentario.
Esta ya bajo las mantas, recostado contra los cojines de la cabecera de la cama, esperando a que me acerque con una sonrisa pícara. Me dispongo ha acercarme cuando Elliot irrumpe en la habitación. Parece estar bien, y me quedo parado viéndola acercarse a la cama, no me salen palabras. Su voz resuena en mi cabeza, y verla moverse por la habitación resulta ser un calmante para mi preocupación. La muchacha se encarama a la cama y abraza a Cain mientras transmito sus palabras en voz alta, sin pensar siquiera. Parece ser que ha estado en la biblioteca todo este tiempo, aprendiendo algo, aunque no dice el que. La miro interesado cuando se quita el vestido, anunciando que nos va a enseñar algo curioso. Se queda en ropa interior y una niebla negra baja de su cuello, cubriéndola mientras se quita el resto. Cuando termina, el humo se condensa, formando un juego de ropa interior de un tejido extraño, brillante y de aspecto duro. Le sienta realmente bien, y por unos instante me quiero dejar llevar, pero la preocupación de los últimos días, aunque halla desaparecido, ha dejado huella. Verla tan relajada, con su conjunto nuevo y encima de Cain, me ofusca un poco... ¿no se da cuenta de que nos ha tenido preocupados?.
Me acerco a la cama con paso felino y me encaramo, acercándome a su espalda mientras contesto a la segunda de sus preguntas, obviando la primera de ellas.
-Pues hemos estado cuidando el uno del otro, solos los dos -digo remarcando alguna de las palabras-. Nos has dejado abandonados estos días, y ahora íbamos a jugar un rato.
La agarro de la cintura y la alzo, poniéndola a un lado y quitándola de encima de Cain. me cuesta la misma vida soltarla, por mi cabeza solo pasan ideas de caricias en su piel, de leves mordiscos y de su suave aroma, pero hago el esfuerzo y las aparto de mi mente.
Me deslizo sobre Cain, recorriendo con mi boca su torso, dejando suaves besos sobre su piel. Subo por su cuello, mordisqueándole con suavidad y alcanzo su boca, perdiéndome en ella, jugando con su lengua, enredándola con la mía. Me siento sobre él,con una pierna a cada lado, y recorro su pecho, arañandolo suavemente con las uñas. Subo las manos, enredando mis dedos en su pelo, y le dirijo una mirada cómplice.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 04:52 pm
Elliot entró en el cuarto como quien no quiere la cosa, después de... ¿cuántos días llevaba fuera? Cain la miró incrédulo, y luego a Vacuum, que hacía de intérprete de los pensamientos de la chica. ¿Esa iba a ser toda la explicación? ¿Todo este tiempo preocupados por ella y al final solo había estado estudiando en la biblioteca? Cain frunció el ceño.
-Yo fui hace poco a la biblioteca y no...- empezó a decir, pero no le dio tiempo a terminar. Elliot se le subió encima, quitándose la ropa, dejando a la vista la pálida piel que tanto había añorado. Para colmo, hace aparecer un conjunt de lo que a simple vista parece vinilo. Cain está tentado de tocar alquel material brillante, de arrancarlo con los dientes y recorrer su cuerpo entero de nuevo... << Pero esto no puede quedar así... >> ¿Y si le hubiese pasado algo grave? Cain pensó en algún sistema de comunicación para casos como este...
Entonces Vacuum le quitó a Elliot de encima. Cain estuvo a punto de quejarse, pero en su lugar se echó a reír con el comentario de Vaccum.
-Es verdad... Elliot ha sido mala...- susurró entre risas maliciosas rodeó a Vacuum con los brazos atrayéndolo hacia él, recorriendo su mandíbula con la lengua hasta llegar a la oreja. Empezó a mordisquearle el lóbulo mientras sentía las manos del griego recorriendo su pecho. Tanteó su espalda, tamborileando en su columna, trazando eses con los dedos entre vértebra y vértebra mientras atrapaba los labios de Vacuum con los dientes antes de irrumpir en su boca devorándola con ansia, acariciandole el paladar con la púa del piercing y jugando con su lengua. Enredó sus piernas con las del griego obligándole a bajar y a pegarse más a él, y su miraba buscaba a Elliot esperando alguna reacción por su parte.
-Yo fui hace poco a la biblioteca y no...- empezó a decir, pero no le dio tiempo a terminar. Elliot se le subió encima, quitándose la ropa, dejando a la vista la pálida piel que tanto había añorado. Para colmo, hace aparecer un conjunt de lo que a simple vista parece vinilo. Cain está tentado de tocar alquel material brillante, de arrancarlo con los dientes y recorrer su cuerpo entero de nuevo... << Pero esto no puede quedar así... >> ¿Y si le hubiese pasado algo grave? Cain pensó en algún sistema de comunicación para casos como este...
Entonces Vacuum le quitó a Elliot de encima. Cain estuvo a punto de quejarse, pero en su lugar se echó a reír con el comentario de Vaccum.
-Es verdad... Elliot ha sido mala...- susurró entre risas maliciosas rodeó a Vacuum con los brazos atrayéndolo hacia él, recorriendo su mandíbula con la lengua hasta llegar a la oreja. Empezó a mordisquearle el lóbulo mientras sentía las manos del griego recorriendo su pecho. Tanteó su espalda, tamborileando en su columna, trazando eses con los dedos entre vértebra y vértebra mientras atrapaba los labios de Vacuum con los dientes antes de irrumpir en su boca devorándola con ansia, acariciandole el paladar con la púa del piercing y jugando con su lengua. Enredó sus piernas con las del griego obligándole a bajar y a pegarse más a él, y su miraba buscaba a Elliot esperando alguna reacción por su parte.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 08:08 pm
Cuando entré en la habitación, el primero en verme fue Vacuum, que se quedó parado mirándome. Cain tenia una mezcla entre incredulidad y enfado en su expresión. Empezó a hablar y recordé que era imposible que me hubiese visto con el hechizo de invisibilidad que había lanzado sobre mi mientras estaba en la biblioteca. Una vez que me puse mi nueva ropa, pude ver el brillo de deseo en los ojos de los dos. Noté a Vacuum detras de mi y me giré un poco, escuchando sus palabras. El chico me agarró de la cintura y yo me abraze a él, creyendo que el "ibamos a jugar un rato" me incluia, pero Vacuum me soltó, dejándome a un lado para sentarse él sobre Cain. "Vengo aquí, despues de días sola, buscando sin descanso la forma de poder comunicarme con Cain para poderle decir lo mucho que le quiero sin tener que usar intermediarios, y asi me recibis" Digo en un fingido tono de indignación. El rubio comenzó a reirse con el comentario de Vacuum. "Con que esas tenemos, ¿no? Elliot ha sido mala y ahora vamos a montarnoslo sin ella... ¿ese es mi castigo? Pues muy bien..." Me siento en la cama, a su lado, con los brazos cruzados sobre el pecho. " Ale, seguid, follad como conejos si queréis... ¡castigadme!" La poca ropa que llevaba puesta se deshizo elevando volutas de humo negro en el aire y dejándome desnuda. "No pienso mendigar vuestro cariño." Pensé, más para convencerme a mi que a ellos pues no era tan facil pensarlo como llevarlo a cabo. Ellos se besaban y acariciaban, enredados, juntos, haciendo tambalear mi aplomo. Llevaba muchos dias sin ellos, y ahora me venían con estas... no sabía si resistiría demasiado tiempo al margen. Les necesitaba, mucho... pero mi orgullo luchaba fuerte por no ceder. Del saquito que llevaba, saqué el libro del violinista y lo puse delante, aunque sin leerlo realmente. Lo bueno de no tener ojos es que nadie sabe a donde miras. Recorría con la vista los caminos que trazaban las manos del rubio sobre la espalda de Vacuum, sus bocas unidas... Cain me miraba, pero yo permanecía hierática. Desprendían calor, un calor que yo ansiaba. "Bueno, ¿pensais seguir mucho rato asi?" Dije cerrando el libro de un golpe, cansada de la situación. "Porque me han dicho que hay juguetes muy graciosos metidos en los armarios esos, y quien sabe, quizá ellos me hagan mas compañía que vosotros..."
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 10:09 pm
Cain sonrío con malicia, siguiéndome el juego al instante. Su lengua recorre mi mandíbula hasta mi oreja, donde se detiene a mordisquear el lóbulo. Sus brazos me rodean, acercándome mas a el, mientras sus dientes muerden mis labios. Su lengua se abre paso en mi boca mientras los pensamientos de Elliot empiezan a entrar en mi cabeza, las emociones se mezclan en mi interior. Por un lado el creciente enfado de Elliot, y por el otro la malicia y el placer de Cain. Mi atención se desvía momentáneamente al cuerpo desnudo de Elliot, que ha dejado que su conjunto se deshaga. Me cuesta mucho no ceder el al impulso de tirar de ella hacia nosotros, pero no me parece normal que desaparezca y venga de repente como si no hubiera pasado nada, y ademas se enfada...
Recorro la boca de Cain con mas ganas aun, deleitándome en los calambres de su piercing en mi paladar. Mis manos recorren sus costados, afianzándose en su cintura y tirando de él hacia arriba, acercándolo mas a mi.
A su vez, el italiano enreda sus piernas en las mías y tira de mi hacia él, juntandonos mas aun, casi a punto de fundirnos en uno solo... El golpetazo del libro me saca de mi leve trance, y me hace volver a la realidad. La voz de Elliot resuena de nuevo en mi cabeza, cada vez mas enfadada, ¿por que no la podemos castigar?, ¿no puede admitir que ha hecho mal?. Los pensamientos se entremezclan en mi cabeza, inconexos. Me acerco a la muchacha sin mediar palabra, y recorro su piel con los dedos y con los labios. Los primeros tejen la magia, y los segundos depositan besos, ambos sobre su piel. El hechizo de sueño la deja inconsciente en unos instantes, y con delicadeza la meto bajo las sabanas tapándola para que no coja frío. Cuando termino la debilidad me invade, y dejo descansar mi frente sobre la del italiano. Mi respiración esta un poco entrecortada, he tirado de mi propia esencia vital para hacer el hechizo, solo ha sido un segundo, pero ha sido inesperado... mi magia me ha fallado en el último momento, y casi se rompe el hechizo.
-No se que ha pasado -murmuro contra la piel de Cain-, pero ese último hechizo me ha costado... ¿nos subimos a arriba a dormir? -le pregunto dándole un beso en su ojos sano.
Casi sin esperar respuesta me alzo de la cama, tirando de él, y antes de bajarme de ella, dejo un suave beso en el cuello de Elliot, seguro que cuando se despierte estará mas cabreada que un demonio, pero no tengo ni fuerzas para pensar en ello. << Debería haber avisado de donde estaba -pienso para mi.>>. Y repetirme esto una y otra vez me sirve de consuelo, hace que me tranquilice. Me bajo de la cama tambaleante, y envuelvo a Cain con una manta.
-Me adelanto para preparar el cuarto, no tardes -digo agarrando una vela tras apagar el resto y dejarle otra a Cain.
Subo las escaleras con mi mente divagando por los callejones neblinosos y plagados de sombras que forman ahora mis pensamientos. Una vez arriba, enciendo con la vela un poco de incienso, que extiende su dulce aroma por la enorme estancia. La habitación queda en una agradable penumbra que raya la oscuridad, un ambiente que me resulta agradable.
Me dejo caer boca abajo sobre la enorme cama, descansando la cabeza sobre las fragantes sabanas, aun con los pantalones puestos, y sin ganas apenas de moverme a falta de un estimulo que merezca la pena. Me quedo en silencio, esperando a que llegue el siciliano, disfrutando de la agradable oscuridad.
Recorro la boca de Cain con mas ganas aun, deleitándome en los calambres de su piercing en mi paladar. Mis manos recorren sus costados, afianzándose en su cintura y tirando de él hacia arriba, acercándolo mas a mi.
A su vez, el italiano enreda sus piernas en las mías y tira de mi hacia él, juntandonos mas aun, casi a punto de fundirnos en uno solo... El golpetazo del libro me saca de mi leve trance, y me hace volver a la realidad. La voz de Elliot resuena de nuevo en mi cabeza, cada vez mas enfadada, ¿por que no la podemos castigar?, ¿no puede admitir que ha hecho mal?. Los pensamientos se entremezclan en mi cabeza, inconexos. Me acerco a la muchacha sin mediar palabra, y recorro su piel con los dedos y con los labios. Los primeros tejen la magia, y los segundos depositan besos, ambos sobre su piel. El hechizo de sueño la deja inconsciente en unos instantes, y con delicadeza la meto bajo las sabanas tapándola para que no coja frío. Cuando termino la debilidad me invade, y dejo descansar mi frente sobre la del italiano. Mi respiración esta un poco entrecortada, he tirado de mi propia esencia vital para hacer el hechizo, solo ha sido un segundo, pero ha sido inesperado... mi magia me ha fallado en el último momento, y casi se rompe el hechizo.
-No se que ha pasado -murmuro contra la piel de Cain-, pero ese último hechizo me ha costado... ¿nos subimos a arriba a dormir? -le pregunto dándole un beso en su ojos sano.
Casi sin esperar respuesta me alzo de la cama, tirando de él, y antes de bajarme de ella, dejo un suave beso en el cuello de Elliot, seguro que cuando se despierte estará mas cabreada que un demonio, pero no tengo ni fuerzas para pensar en ello. << Debería haber avisado de donde estaba -pienso para mi.>>. Y repetirme esto una y otra vez me sirve de consuelo, hace que me tranquilice. Me bajo de la cama tambaleante, y envuelvo a Cain con una manta.
-Me adelanto para preparar el cuarto, no tardes -digo agarrando una vela tras apagar el resto y dejarle otra a Cain.
Subo las escaleras con mi mente divagando por los callejones neblinosos y plagados de sombras que forman ahora mis pensamientos. Una vez arriba, enciendo con la vela un poco de incienso, que extiende su dulce aroma por la enorme estancia. La habitación queda en una agradable penumbra que raya la oscuridad, un ambiente que me resulta agradable.
Me dejo caer boca abajo sobre la enorme cama, descansando la cabeza sobre las fragantes sabanas, aun con los pantalones puestos, y sin ganas apenas de moverme a falta de un estimulo que merezca la pena. Me quedo en silencio, esperando a que llegue el siciliano, disfrutando de la agradable oscuridad.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 10:40 pm
Un golpe rompe el hechizo y el trance en el que estaba cayendo Cain se desvanece por completo. Elliot estaba cabreada, muy cabreada. Cain correspondió a su gesto airado con un bufido, seguido de un gruñito suave cuando Vacuum se separó de él. Una corriente de aire frío le recorrió el cuerpo, y se abrazó a sí mismo mientras observaba como Vacuum trazaba el hechizo de sueño, y como era de esperar, Elliot cayó frita al instante. Se apartó un poco para dejarle sitio hasta acabar por levantarse del todo.
-Sí...- respondió a la proposición del griego- vamos...- ¿El hechizo le había costado? ¿Cómo era eso? Se suponía que tras la Luna no tendría que tener problemas con la magia, pero no le dio más vueltas en ese momento...
Vacuum le envolvió con una manta y se marchó haciendo eses. << No está bien...>> Fue a seguirle pero le echó un último vistazo a Elliot. Recorrió sus curvas con los dedos mientras plantaba un beso en su hombro, que sobresalía por las sábanas, y luego dibujó un símbolo en el aire. Una libélula transparente, tan ligera y etérea como el mismo aire apareció de la nada. Cain le sopló suavemente con una orden << Informame si despierta y avísame si le ocurre algo>>
Recorrió el pasillo descalzo y desnudo, con la manta cubriéndole apenas y con la mente oupada, si ser verdaderamente consciente de sus propios pasos. Tenía demasiadas ideas en la cabeza, las preocupaciones se le acumulaban... Y al ver a Vacuum desplomado sobre la cama estas se avivaron.
-Vac...- le llamó en un susurro- ¿Estas bien? ¿Quieres algo?- se subió a la cama dejando la manta de lado y estrechó a Vacuum, acomodándolo sobre su pecho y dándole besos para intentar animarlo.- ¿Por qué estamos siempre hechos mierda?- preguntó, más para sí mismo que para el griego. Suspiró y a su pesar sus labios se curvaron en una media sonrisa. Era raro ver a Vacuum tan... indefenso. Su boca buscó hambrienta la del otro, y mordía más que besaba. Sus manos se perdieron en la oscura piel del hado, ahondando las caricias para convertirlas en un masaje, valiéndose de pulsaciones de magia para relajar sus músculos, trazando y remarcando las líneas que ya se sabía de memoria.- ¿Quieres dormir ya?- le susurró pegando los labios a su oído.
-Sí...- respondió a la proposición del griego- vamos...- ¿El hechizo le había costado? ¿Cómo era eso? Se suponía que tras la Luna no tendría que tener problemas con la magia, pero no le dio más vueltas en ese momento...
Vacuum le envolvió con una manta y se marchó haciendo eses. << No está bien...>> Fue a seguirle pero le echó un último vistazo a Elliot. Recorrió sus curvas con los dedos mientras plantaba un beso en su hombro, que sobresalía por las sábanas, y luego dibujó un símbolo en el aire. Una libélula transparente, tan ligera y etérea como el mismo aire apareció de la nada. Cain le sopló suavemente con una orden << Informame si despierta y avísame si le ocurre algo>>
Recorrió el pasillo descalzo y desnudo, con la manta cubriéndole apenas y con la mente oupada, si ser verdaderamente consciente de sus propios pasos. Tenía demasiadas ideas en la cabeza, las preocupaciones se le acumulaban... Y al ver a Vacuum desplomado sobre la cama estas se avivaron.
-Vac...- le llamó en un susurro- ¿Estas bien? ¿Quieres algo?- se subió a la cama dejando la manta de lado y estrechó a Vacuum, acomodándolo sobre su pecho y dándole besos para intentar animarlo.- ¿Por qué estamos siempre hechos mierda?- preguntó, más para sí mismo que para el griego. Suspiró y a su pesar sus labios se curvaron en una media sonrisa. Era raro ver a Vacuum tan... indefenso. Su boca buscó hambrienta la del otro, y mordía más que besaba. Sus manos se perdieron en la oscura piel del hado, ahondando las caricias para convertirlas en un masaje, valiéndose de pulsaciones de magia para relajar sus músculos, trazando y remarcando las líneas que ya se sabía de memoria.- ¿Quieres dormir ya?- le susurró pegando los labios a su oído.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 11:54 pm
El golpe al cerrar el libro hace que los dos me miren, pero eso no es suficiente. Cain parece molesto, pero en ese momento no me importa. El está bien calentito debajo del griego y yo, mientras, estoy sola. Vacuum se separa de él, y viene hacia mi. Le acojo entre mis brazos con una sonrisa triunfal brillando en mis pensamientos. Comienza a cariciarme y a besar mi piel. Sus dedos crean cosquilleos en mi, pero estoy demasiado distraida como para darle importancia, solo puedo pensar en él. Me abrazo a Vaccum, pero comienzo a notar un sueño pesado abriendose camino en mi conciencia... "¿Que...?" pero no puedo pensar mas. Dejo de ver y de oir y me quedo completamente dormida.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/12/11, 04:16 pm
La voz de Cain en la oscuridad me sacó un poco de mi sopor. Sentí como se subía a la cama, y oí el susurro de la manta deslizándose por su cuerpo desnudo hasta el suelo. Sus brazos me rodearon, tirando de mi hacia él, y yo me dejé acomodar en su pecho, descansando la cabeza como si fuera la almohada mas mullida. Mis manos descansaban bajo su espalda, y mis dedos, trémulos, trazaban vagos dibujos sobre su piel. Una leve sonrisa surcó mi cara, mientras su aroma me inundaba por dentro. Sus besos eran como flores de fuego que inflamaban mi piel allí donde descansaban, y sus palabras, lejanas por mi sopor, resultaban suaves arrullos en la distancia.
-Ahora estoy bien -susurre contra su pecho con voz somnolienta, obviando su pregunta, no tenía respuesta para ella.
Le sentí sonreír, y mi boca recibió la suya con ganas a pesar del cansancio. Correspondí a sus mordiscos con lametones, recorriendo su labios con la lengua, y buscando la suya con ansia. Sus manos recorrían mi piel, enviando pulsaciones de mágicas que relajaban todo mi cuerpo, como el mejor de los masajes.
Me abracé mas a él, estrechándole entre mis brazos con fuerza a pesar del sueño, como si tratara de fundir nuestros cuerpos en uno solo. Sus labios en mi oído me hacen estremecerme y no puedo evitar soltar una pequeña risa, apenas audible.
-Aun no -dije en voz baja-, aun no quiero dormir -repetí con voz algo menos somnolienta-. ¿Qué sugieres que hagamos? -pregunté con una sonrisa, los ojos algo nublados.
Tiré de él y de mi hacia arriba, metiéndonos mas adentro de la cama, y regresando a la misma postura en el centro de las sabanas. Bese su cuello hambriento, y mordí su hombro con suavidad, marcando su piel con levemente con mis dientes, saboreando su aroma con ganas. No esperaba durar mucho despierto, ademas de que ambos estábamos cansados, pero podíamos jugar un poco antes de dormir...
-Ahora estoy bien -susurre contra su pecho con voz somnolienta, obviando su pregunta, no tenía respuesta para ella.
Le sentí sonreír, y mi boca recibió la suya con ganas a pesar del cansancio. Correspondí a sus mordiscos con lametones, recorriendo su labios con la lengua, y buscando la suya con ansia. Sus manos recorrían mi piel, enviando pulsaciones de mágicas que relajaban todo mi cuerpo, como el mejor de los masajes.
Me abracé mas a él, estrechándole entre mis brazos con fuerza a pesar del sueño, como si tratara de fundir nuestros cuerpos en uno solo. Sus labios en mi oído me hacen estremecerme y no puedo evitar soltar una pequeña risa, apenas audible.
-Aun no -dije en voz baja-, aun no quiero dormir -repetí con voz algo menos somnolienta-. ¿Qué sugieres que hagamos? -pregunté con una sonrisa, los ojos algo nublados.
Tiré de él y de mi hacia arriba, metiéndonos mas adentro de la cama, y regresando a la misma postura en el centro de las sabanas. Bese su cuello hambriento, y mordí su hombro con suavidad, marcando su piel con levemente con mis dientes, saboreando su aroma con ganas. No esperaba durar mucho despierto, ademas de que ambos estábamos cansados, pero podíamos jugar un poco antes de dormir...
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
03/12/11, 12:14 am
-Hmmmno sé...- respondió Cain estrechándolo contra sí mismo con más fuerza. Le dio un beso distraído en la cabeza y de pronto sintió unos dientes afilados clavarse en su piel sin llegar a hacerle daño- ¡Eh, no muerdas! - protestó entre risas dándole a Vacuum un leve tirón de pelo- ¿A que te muerdo yo a ti?- amenazó, y no tardó en cumplir con la amenaza. Ladeó la cabeza del griego y empezó a morderle la mandíbula bajando por su cuello, dejando señales invisibles en su piel, demasiado oscura para ser marcada. Eso provocó que los mordiscos fuesen más fieros, pero conservando el deje juguetón y hambriento. De vez en cuando, entre mordisco y mordisco se colaba un beso, y estos se fueron haciendo cada vez más frecuentes.
Bajó las manos por la espalda de Vacuum sin separar los labios de su cuello hasta llegar a las lumbares, repitiendo el proceso de pulsaciones que había usado para el resto de la espalda. Un oportuno diablillo le acercó un frasco de aceiteq ue desprendía un olor muy suave y dulce, Cain lo tomó y detuvo los besos y caricias momentáneamente para empaparse las manos con él, y volvió a retomar el masaje inmediatamente después, con más dedicación, con movimientos más lentos, presionando el los lugares adecuados para provocar escalofríos al griego. Volvió a sus besos anhelantes, separándose rápidamente tras mordida y lametón, provocando a Vacuum para que le siguiese el juego.
Bajó las manos por la espalda de Vacuum sin separar los labios de su cuello hasta llegar a las lumbares, repitiendo el proceso de pulsaciones que había usado para el resto de la espalda. Un oportuno diablillo le acercó un frasco de aceiteq ue desprendía un olor muy suave y dulce, Cain lo tomó y detuvo los besos y caricias momentáneamente para empaparse las manos con él, y volvió a retomar el masaje inmediatamente después, con más dedicación, con movimientos más lentos, presionando el los lugares adecuados para provocar escalofríos al griego. Volvió a sus besos anhelantes, separándose rápidamente tras mordida y lametón, provocando a Vacuum para que le siguiese el juego.
- Red
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
03/12/11, 02:37 pm
Cain replicó entre risas cuando le mordí, tirándome ligeramente del pelo para que parara. Me amenazó y cumplió la amenaza al momento. Sentí sus dientes marcar mi dura piel con suavidad, de forma casi imperceptible, que gano fuerza y fiereza al notar el italiano que no hacía apenas mella. Sus mordiscos recorrieron mi mandíbula y se deslizaron por mi cuello, siguiendo una linea que solo el parecía conocer. De vez en cuando, entre mordisco y mordisco, una fugaz caricia de sus labios estremecía mi piel allí donde descansaba, haciéndome temblar ligeramente. Yo no me quedé atrás, e ignorando su comentario de antes, seguí mordiendo su piel, deleitándome en su sabor, probandolo de vez en cuando con la lengua. Recorrí su cuello y su hombro, para subir luego a su oreja, entreteniéndome con su lóbulo. Mis manos recorrieron su espalda, subiendo una a hasta la nuca, donde mis dedos se enredaron en su cabello, y otra hasta el final de su espalda, donde tracé dibujos sin sentido con las uñas.
Las manos de Cain siguieron su camino por mi espalda, dejando leves pulsaciones mágicas en todo su largo, terminando su recorrido en mis lumbares. El masaje me hacía estremecerme de vez en cuando, y cuando uno de sus diablillos le acercó un botecito de aceite, sonreí con suavidad. Cain paró sus caricias y sus besos durante unos instante para impregnarse las manos de aceite, momento que yo aproveche para ensañarme con su clavícula, mordiéndola con suavidad e insistencia. Sus manos aceitadas volvieron a mi espalda, retomando el masaje de nuevo. El aceite, con ayuda del masaje y de las presiones mágicas, hizo que mis escalofríos ganaran en intensidad. El masaje gano en dedicación y lentitud alargando las sensaciones al máximo.
Recibí la boca del italiano con ansias renovadas, persiguiéndole cuando se retiraba tras cada lametón, tras cada mordida, atrapando su boca en besos anhelantes cuando huía, como si jugáramos al corre que te pillo. Me alcé un poco, empapando mis manos de aceite también, y las deslice entre nuestros cuerpos unidos, estimulando su piel. Recorro su pecho con los dedos, trazando la línea de su musculatura una a una. Mis manos se perdieron entre nuestros vientres, perfilando sus abdominales, y subieron de nuevo por sus costados,por sus brazos, que alcé sobre su cabeza, hasta unirse nuestras manos. Mis labios buscaron los suyos de nuevo, sin mordiscos ni lametones esta vez, y se fundieron con los suyos en un beso ahogado, peleando nuestras lenguas en el interior de nuestras bocas son ansia y hambre. Enredé mis piernas con las suyas y me aprete mas contra él, uniendo el calor de nuestros cuerpos en uno solo.
Las manos de Cain siguieron su camino por mi espalda, dejando leves pulsaciones mágicas en todo su largo, terminando su recorrido en mis lumbares. El masaje me hacía estremecerme de vez en cuando, y cuando uno de sus diablillos le acercó un botecito de aceite, sonreí con suavidad. Cain paró sus caricias y sus besos durante unos instante para impregnarse las manos de aceite, momento que yo aproveche para ensañarme con su clavícula, mordiéndola con suavidad e insistencia. Sus manos aceitadas volvieron a mi espalda, retomando el masaje de nuevo. El aceite, con ayuda del masaje y de las presiones mágicas, hizo que mis escalofríos ganaran en intensidad. El masaje gano en dedicación y lentitud alargando las sensaciones al máximo.
Recibí la boca del italiano con ansias renovadas, persiguiéndole cuando se retiraba tras cada lametón, tras cada mordida, atrapando su boca en besos anhelantes cuando huía, como si jugáramos al corre que te pillo. Me alcé un poco, empapando mis manos de aceite también, y las deslice entre nuestros cuerpos unidos, estimulando su piel. Recorro su pecho con los dedos, trazando la línea de su musculatura una a una. Mis manos se perdieron entre nuestros vientres, perfilando sus abdominales, y subieron de nuevo por sus costados,por sus brazos, que alcé sobre su cabeza, hasta unirse nuestras manos. Mis labios buscaron los suyos de nuevo, sin mordiscos ni lametones esta vez, y se fundieron con los suyos en un beso ahogado, peleando nuestras lenguas en el interior de nuestras bocas son ansia y hambre. Enredé mis piernas con las suyas y me aprete mas contra él, uniendo el calor de nuestros cuerpos en uno solo.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
04/12/11, 12:36 pm
Sus lenguas y labios jugaron durante largo rato mientras sus cuerpos se rozaban impregnados en aceite. Cain se estremecía con cada toque, con cada caricia de Vacuum que provocaba un creciente cosquilleo en su vientre. Le besó con ansia, con deseo, alargando el beso lo más posible hasta quedarse sin aliento, y esta pasión, sumada al calor que se apoderaba de él, le arancaba jadeos esporádicos. Trató de serenarse. Vacuum estaba cansado, y él también. A pesar de la excitación sentía los miembros pesados y cada movimiento ansioso se dificultaba. Los jadeos cesaron y Cain rompìó el beso, bajando por la mandíbula del griego hasta su cuello y su pecho y subiendo de nuevo hacia su oído.
-Vamos a parar un poco... -propuso. Realmente no quería, claro que no quería, pero estaba agotado- Como continuemos me estoy viendo a uno de los dos durmiéndose a mitad- se echó a reír.
Aun así continuó con los besos un poco más y sus dedos tamborilearon por la espalda del griego escabulléndose hasta sus nalgas y masajeándolas entre las suaves risas del italiano. Sus manos subían y bajaban, y sus movimientos se volvían más lentos y amplios a medida que el sueño se iba apoderande de él. Acomodó a Vacuum sobre su pecho y entrecerró los ojos, fijando la vista al techo. Las velas se habían apagado, y aún así la habitación estaba en penumbra... Seguramente habría murciélagos flamígeros rondando el burdel... El aroma del aceite que impregnaba sus cuerpos se mezclaba con el de los distintos inciensos de la habitación... Pero curiosamente no resultaba pesado ni mareante... Era increíblemente relajante... Cain cerró los ojos
-Buenas noches Vac- dijo deteniéndo casi completamente sus caricias, a excepción del movimiento casi mecánico de sus dedos en los costados de Vacuum.
Antes de dormirse, dedicó un sobresaltado pensamiento a Elliot, pero al comprobar de que seguía a salvo en la cama se tranquilizó enseguida << No va a pasarle nada...>> se dijo mentalmente como para autoconvencerse << Aquí no puede pasarle nada...>> Y finalmente cayó en un sueño profundo.
-Vamos a parar un poco... -propuso. Realmente no quería, claro que no quería, pero estaba agotado- Como continuemos me estoy viendo a uno de los dos durmiéndose a mitad- se echó a reír.
Aun así continuó con los besos un poco más y sus dedos tamborilearon por la espalda del griego escabulléndose hasta sus nalgas y masajeándolas entre las suaves risas del italiano. Sus manos subían y bajaban, y sus movimientos se volvían más lentos y amplios a medida que el sueño se iba apoderande de él. Acomodó a Vacuum sobre su pecho y entrecerró los ojos, fijando la vista al techo. Las velas se habían apagado, y aún así la habitación estaba en penumbra... Seguramente habría murciélagos flamígeros rondando el burdel... El aroma del aceite que impregnaba sus cuerpos se mezclaba con el de los distintos inciensos de la habitación... Pero curiosamente no resultaba pesado ni mareante... Era increíblemente relajante... Cain cerró los ojos
-Buenas noches Vac- dijo deteniéndo casi completamente sus caricias, a excepción del movimiento casi mecánico de sus dedos en los costados de Vacuum.
Antes de dormirse, dedicó un sobresaltado pensamiento a Elliot, pero al comprobar de que seguía a salvo en la cama se tranquilizó enseguida << No va a pasarle nada...>> se dijo mentalmente como para autoconvencerse << Aquí no puede pasarle nada...>> Y finalmente cayó en un sueño profundo.
- Red
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
04/12/11, 05:29 pm
La boca de Cain correspondió a la mía con ganas, con ansia. Nuestros labios pelearon por abrirse mutuamente, nuestras lenguas lo hicieron por imponerse a la otra, pero en realidad era una batalla en la que poco importaba ganar. Nuestras mutuas caricias se hicieron cada vez mas ansiosas, a la par que nuestros movimientos se hicieron mas pesados. Los dedos de Cain provocaban escalofríos en todo mi cuerpo, similares a los que recorrían el del italiano. Las caricias ansiosas se hicieron apremiantes a pesar del cansancio. Nuestros cuerpos resbalaban con el aceite que los impregnaba, haciendo nuestros abrazos mas fuertes para evitar escaparnos de los brazos del otro. Leves jadeos ahogados se estrellaban contra mi boca desde la de Cain, mi propia respiración acelerada, reflejo de la de Cain, hacia subir y bajar mi pecho, que rozaba contra el del italiano. Pero el cansancio era cada vez mas palpable, y Cain rompió el beso para hablar. Sus labios bajaron por mi mandíbula y por mi cuello hasta el pecho, subiendo después hasta mi oído y susurrando palabras que aunque eran ciertas, resultaban poco deseables. Yo no quería parar, al igual que el, pero tenía razón, estábamos demasiado cansados para continuar.
-De acuerdo, mejor paramos -dije susurrando contra su cuello, pasando la lengua por el.
Los besos continuaron sin embargo durante un poco mas, mientras sus dedos se deslizaban por mi espalda y por mis nalgas, en un tamborileo cada vez mas lento. Las suaves risas de Cain, cada vez mas suaves, inundaron mis oídos. Mi cabeza se acomodó en su pecho y mi respiración se relajo, como efecto del aroma de los inciensos y el aceite, que desprendían una mezcla de aromas que resultaba sumamente agradable. Escuché a Cain y sonreía somnoliento.
-Buenas noche, peluche -murmure cerrando los ojos, y apretando un poco mis brazos entorno a su cintura.
Mi cabeza voló hacia Elliot, iba a estar muy cabreada cuando despertara. Suspire una ultima vez antes de caer prácticamente inconsciente, sin distinguir apenas entre desmayo y sueño.
-De acuerdo, mejor paramos -dije susurrando contra su cuello, pasando la lengua por el.
Los besos continuaron sin embargo durante un poco mas, mientras sus dedos se deslizaban por mi espalda y por mis nalgas, en un tamborileo cada vez mas lento. Las suaves risas de Cain, cada vez mas suaves, inundaron mis oídos. Mi cabeza se acomodó en su pecho y mi respiración se relajo, como efecto del aroma de los inciensos y el aceite, que desprendían una mezcla de aromas que resultaba sumamente agradable. Escuché a Cain y sonreía somnoliento.
-Buenas noche, peluche -murmure cerrando los ojos, y apretando un poco mis brazos entorno a su cintura.
Mi cabeza voló hacia Elliot, iba a estar muy cabreada cuando despertara. Suspire una ultima vez antes de caer prácticamente inconsciente, sin distinguir apenas entre desmayo y sueño.
- Elliot
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
04/12/11, 06:23 pm
Desperté un par de horas mas tarde, por un momento me pareció seguir en la biblioteca, rodeada de libros y durmiendo sola y con frío. En lo último no me equivocaba. Estaba sola, metida en la cama, sin ropa bajo las sábanas. Sin nadie a mi lado, la cama estaba congelada. ¿Como había acabado así? Recordé las ultimas horas, a los chicos juntos, las caricias de Vacuum y despues... despues me habia dormido... ¡Me había dormido! ¡El muy cabrón me había dormido! ¡No era suficiente con ni siquiera decir hola cuando entré a la habitación sino que ademas me hacía dormir! ¡Y sola! Sola... como si no hubiese tenido de sobra estando días y días sin ellos como para que ahora me hiciesen esto... Tenía ganas de llorar de pura impotencia, de rabia, de dolor y de frustracion. De poder haberlo hecho, habría gritado. Me levanté de un salto, temblando por el enfado. Cubrí todo mi cuerpo con el humo, formando un traje negro que no dejaba ver ni un milimetro de piel. "¡Malditos gilipollas! ¡Valientes idiotas!" Los insultos se arremolinaban en mis pensamientos seguidos por un fuego que me recorría por completo, pero que se deshacia antes de quemarme. No era el mismo que el que sentí cuando luché contra el niño, pero aun asi... Salí de la habitación, casi corriendo. ¿Donde se habrían metido? Se iban a enterar... tendrian su merecido... bajé al salón y a las termas, recorrí cuarto por cuarto hasta que llegué a uno de los de arriba. Sin hacer absolutamente nada de ruido, entré al cuarto y me deslicé hasta quedarme al lado de la cama, mirandoles mientras dormian abrazados. El traje negro me hacía practicamente invisible en la oscuridad. Había una mezcla de olores dulces que se confundían con el de los chicos. Por un segundo pense en irme de nuevo. En largarme de allí y dejarles otra vez. Pero ellos me habian dormido por la fuerza, ¿no debería despertarles yo igualmente? Agarré por el hombro a Vacuum, sacudiendolo con fuerza. Seguí moviendole, a él y a Cain. Quería que me entendiesen bien clarito asi que hice un hechizo para crear letras de fuego en el aire. No iba a hablarles. Me habian dormido para no escucharme, y no lo harían."¡Me habeis dormido! ¡Sola! Pedazo de cabrones... ¿Como habéis podido? ¿Porque...?" Las letras negras rajaban el aire con un sonido metalico, poco agradable, contagiandose de mis sentimientos, como si las llamas con las que estaban hechas, fuesen las mimas que me recorrían por dentro."Sois... sois..." Las palabras se deshicieron "No vais a hacerlo de nuevo. Nunca más en lo que os que da de vida... ¿Me habeis entendido? ¡Nunca mas!" Les miré con los brazos cruzados, sin moverme ni un milimetro. "Para estar sola conozco lugares mucho mejores" Me estaba doliendo, decirles esas cosas me estaba doliendo como si me acuchillasen por dentro, pero la rabia que sentía parecía actuar de anestesia contra ese dolor. "Me voy, no se a donde, no se cuando volveré, podeis finjir que sigo dormida si asi lo quereis, total, no va a haber diferencia." Me di la vuelta, y sin dejar tiempo siquiera a ver sus reacciones, salí del cuarto. Apenas conseguí dejar atrás la puerta del burdel, mis piernas me fallaron y cai al suelo, derrotada por dentro. La ira había desaparecido y ahora me sentía vacía. No había mas anestesia, cada palabra hacia los chicos había sido como un corte directo a mis entrañas y así lo sentía. No traté de levantarme, simplemente me hice un ovillo en el suelo y comencé a llorar sin lagrimas. Lloré y lloré, tanto tiempo como me fue necesario, arrepintiendome por una parte, y culpándoles por otra. ¿Porque lo habian hecho? ¿Para castigarme? Muy bien, lo habian conseguido... ¡Palmadita en la espalda para ellos! Hubiese preferido que me gritasen al entrar, habría preferido que me ignorasen, que me echasen... ¡Un puño en el estómago no me habría hecho sentir así de mal! Decidí levantarme e irme de allí antes de que a Cain o a Vacuum se les ocurriese salir y me viesen. Arastrando los pies me dirigí al unico sitio de la ciudad donde podría estar a solas... mas o menos.
Sigue en el Cementerio.
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
04/12/11, 09:59 pm
Un aviso despertó a Cain, pero apenas le dio tiempo a incorporarse antes de que Elliot entrase por la puerta. Se les quedó mirando, ya vestida, silenciosa en la oscuridad y empezó a zarandear a Vacuum
-¡ Pero qué haces, loca!!- le gritó Cain.
Sabía que Elliot iba a reaccionar mal, pero en ningun momento se imaginó eso, y su incredulidad se disparó cuando la chica empezó a dibujar furiosas palabras en el aire, acompañadas de chirridos. Los dientes del italiano chirriaron también según las iba leyendo, y habría jurado que se oían por encima del crepitar del fuego negro. Les estaba insultando, les estaba insultando en serio, y encima en sus palabras se leía la amenaza. Cain apretó los puños agarrándose a las sábanas. Estaba furioso. Cuando Elliot se echó a llorar en el suelo ni siquiera sintió pena, no se le encogió el estómago como cuando los veía llorar normalmente, no compartía su sufrimiento. No estaba viendo sufrir a la chica que amaba, lo único que veía era a una niña caprichosa con una pataleta.
Elliot se había largado sin decir a donde, sin preocuparse mínimamente por ellos, sin pensar en que tal vez hubiese dos completos gilipollas esperando su regreso. No, claro que no, había vuelto cuando su cuerpo lo había pedido y por supuesto había vuelto sin ninguna explicación que calmase la conciencia de los susodichos gilipollas... ¿y de verdad esperaba que la recibiesen con los brazos abiertos? ¿Esperaba acaso que moviensen el rabo al verla llegar como perros? Cain sonrió, pero su sonrisa fue amarga y siniestra. Le resultaba patéticamente divertido que la chica se indignase de aquella forma después de lo bien que se lo había pasado ''castigando'' a Vacuum en otra ocasión... << Y ahora que se vuelve en tu contra no te gusta tanto...>>
La vio levantarse y él hizo lo mismo. No había dado la orden de partida a la libélula, por lo tanto esta siguió a Elliot fuera del burdel. Eso le permitiría a Cain vestirse y coger un par de amuletos...
-Voy a seguirle- le dijo a Vacuum- Le quitaré la tontería aunque sea hostias.- Hizo aparecer una libélula como la otra, esta vez roja y fácilmente visible.- Ella te indicará donde estoy si quieres seguirme.
Bajó corriendo a la entrada cogiendo una pluma por el camino. Se dibujó un círculo en cada mano clavando la pluma con saña en su piel hasta que la sangre la imprengó, entonces, dio una palmada. Al separar las manos un imponente león blanco con cuernos de carnero, del tamaño de un caballo apareció bajo él. Cain le indicó el camino y el león echó a correr por las calles de la ciudad.
-¿Crees que te vas a salir con la tuya, Reina del Drama? Yo también sé tener rabietas...
Sigue en el Cementerio.
-¡ Pero qué haces, loca!!- le gritó Cain.
Sabía que Elliot iba a reaccionar mal, pero en ningun momento se imaginó eso, y su incredulidad se disparó cuando la chica empezó a dibujar furiosas palabras en el aire, acompañadas de chirridos. Los dientes del italiano chirriaron también según las iba leyendo, y habría jurado que se oían por encima del crepitar del fuego negro. Les estaba insultando, les estaba insultando en serio, y encima en sus palabras se leía la amenaza. Cain apretó los puños agarrándose a las sábanas. Estaba furioso. Cuando Elliot se echó a llorar en el suelo ni siquiera sintió pena, no se le encogió el estómago como cuando los veía llorar normalmente, no compartía su sufrimiento. No estaba viendo sufrir a la chica que amaba, lo único que veía era a una niña caprichosa con una pataleta.
Elliot se había largado sin decir a donde, sin preocuparse mínimamente por ellos, sin pensar en que tal vez hubiese dos completos gilipollas esperando su regreso. No, claro que no, había vuelto cuando su cuerpo lo había pedido y por supuesto había vuelto sin ninguna explicación que calmase la conciencia de los susodichos gilipollas... ¿y de verdad esperaba que la recibiesen con los brazos abiertos? ¿Esperaba acaso que moviensen el rabo al verla llegar como perros? Cain sonrió, pero su sonrisa fue amarga y siniestra. Le resultaba patéticamente divertido que la chica se indignase de aquella forma después de lo bien que se lo había pasado ''castigando'' a Vacuum en otra ocasión... << Y ahora que se vuelve en tu contra no te gusta tanto...>>
La vio levantarse y él hizo lo mismo. No había dado la orden de partida a la libélula, por lo tanto esta siguió a Elliot fuera del burdel. Eso le permitiría a Cain vestirse y coger un par de amuletos...
-Voy a seguirle- le dijo a Vacuum- Le quitaré la tontería aunque sea hostias.- Hizo aparecer una libélula como la otra, esta vez roja y fácilmente visible.- Ella te indicará donde estoy si quieres seguirme.
Bajó corriendo a la entrada cogiendo una pluma por el camino. Se dibujó un círculo en cada mano clavando la pluma con saña en su piel hasta que la sangre la imprengó, entonces, dio una palmada. Al separar las manos un imponente león blanco con cuernos de carnero, del tamaño de un caballo apareció bajo él. Cain le indicó el camino y el león echó a correr por las calles de la ciudad.
-¿Crees que te vas a salir con la tuya, Reina del Drama? Yo también sé tener rabietas...
Sigue en el Cementerio.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
04/12/11, 11:29 pm
Un zarandeo violento me despierta a medias, y la voz de Cain termina de despejarme del todo. Un sonido chirriante me hace volver la cabeza, y unas palabras de fuego, que cortan el aire me hacen pasar por alto la imagen importante del cuadro. Elliot esta alado de la cama, con un traje negro que no deja ver un centímetro de su piel.
-¿Pero qué... ? -logro murmurar perplejo, antes de callarme, ahí esta el cabreo que predije.
No leo la mayor parte de las palabras que escribe, mi vista mas pendiente del lenguaje corporal de la chica, pero siento la rabia contenida de Cain debajo de mi cuerpo, al cual aun estoy medio abrazado. Soy capaz de leer un montón de emociones en el cuerpo de Elliot, emociones sobre las que no se que decir, no soy capaz de entenderla, por que se pone así después de un castigo. Yo fui una vez blanco de un castigo y no me puse así, no fui tan cabezota, no alargue la tensión mas. La chica sale de la habitación cuando el último de los chirrido se desvanece en el aire. Aun siento la tensión del italiano bajo mi cuerpo, una tensión que no me hace ningún bien. Le abrazo con fuerza, tratando de distraerlo, sujeto sus puños crispados, abriéndolos a la fuerza y estrechando sus manos. Apoyo la frente en su cuello y beso su cuello para tranquilizarlo. Todo mi ser me pide seguir a Elliot, de seguirla y dejarla las cosas claras, pero si lo hago, se que esto acabara mal.
-No la sigas, déjala que piense, déjala que razone... -empiezo, pero parece no escucharme, y se levanta de repente, apartándose de mi lado.
Se viste sin que acierte a decir nada, y sale de la habitación tras cuatro palabras, haciendo aparecer a una libélula roja por si quiere seguirle.
No tiene que seguirla, no tiene que complicar mas las cosas, no sera bueno para ninguno de los dos. Logro ponerme en pie, con dificultad, no se que me pasa pero estoy bastante débil. Consigo ponerme unos pantalones negros y sin mas vestimenta encime me acerco a la ventana. Hace unos instantes he oído un enorme rugido, ¿que habrá invocado Cain para perseguir a la chica?.
-Vamos -mascullo con voz apremiante hacia la libélula-... llévame con el...
Salto del balcón y aleteo haciendo un gran esfuerzo, tras la estela de la libélula, debo de alcanzarle antes de que el alcance a Elliot.
Sigue en el Barrio Derruido.
-¿Pero qué... ? -logro murmurar perplejo, antes de callarme, ahí esta el cabreo que predije.
No leo la mayor parte de las palabras que escribe, mi vista mas pendiente del lenguaje corporal de la chica, pero siento la rabia contenida de Cain debajo de mi cuerpo, al cual aun estoy medio abrazado. Soy capaz de leer un montón de emociones en el cuerpo de Elliot, emociones sobre las que no se que decir, no soy capaz de entenderla, por que se pone así después de un castigo. Yo fui una vez blanco de un castigo y no me puse así, no fui tan cabezota, no alargue la tensión mas. La chica sale de la habitación cuando el último de los chirrido se desvanece en el aire. Aun siento la tensión del italiano bajo mi cuerpo, una tensión que no me hace ningún bien. Le abrazo con fuerza, tratando de distraerlo, sujeto sus puños crispados, abriéndolos a la fuerza y estrechando sus manos. Apoyo la frente en su cuello y beso su cuello para tranquilizarlo. Todo mi ser me pide seguir a Elliot, de seguirla y dejarla las cosas claras, pero si lo hago, se que esto acabara mal.
-No la sigas, déjala que piense, déjala que razone... -empiezo, pero parece no escucharme, y se levanta de repente, apartándose de mi lado.
Se viste sin que acierte a decir nada, y sale de la habitación tras cuatro palabras, haciendo aparecer a una libélula roja por si quiere seguirle.
No tiene que seguirla, no tiene que complicar mas las cosas, no sera bueno para ninguno de los dos. Logro ponerme en pie, con dificultad, no se que me pasa pero estoy bastante débil. Consigo ponerme unos pantalones negros y sin mas vestimenta encime me acerco a la ventana. Hace unos instantes he oído un enorme rugido, ¿que habrá invocado Cain para perseguir a la chica?.
-Vamos -mascullo con voz apremiante hacia la libélula-... llévame con el...
Salto del balcón y aleteo haciendo un gran esfuerzo, tras la estela de la libélula, debo de alcanzarle antes de que el alcance a Elliot.
Sigue en el Barrio Derruido.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
09/12/11, 04:27 pm
No sé ni cuantos días llevo entrando y saliendo del Burdel, amontonando pieles puestas luego a secar y de vez en cuando carne en la nevera para los demás. Y lo peor es que estoy completamente solo: ni rastro de Cain, Vac o Elliot; y los durmientes siguen durmiendo... <<< Quizá debería echarme a dormir como ellos, durante una laaaarga temporada... >>> ¡Nunca! Sacudo la cabeza en la cama alejando esta idea estúpida y me siento en el borde, amparado en la fría oscuridad de mi dormitorio. ¿Qué más darán los días? Lo importante ahora son mis pieles y dormir cuando salga el sol, pero como me he pasado dias enteros trabajando... no recuerdo... Da igual, diantre. ¿Conseguiré algo por un buen montón de pieles de hiena, colaespina, dragones enanos, aquel león escupefuego del túnel y otras tantas criaturas de la ciudad? ¿Por qué no me iban a dar algo? Las hay de todos los tamaños y colores, las de dragón conservan sus escamas y aún brillan. Pero no puedo ir con todo esto al mercado, en plena noche...Podrían atacarme o ocurrirme cualquier cosa, ¡incluso robarme! Necesito un transporte... Pero aquel gigante de los túneles no cabía por el agujero... ¿Habrá otra salida? Debe haberla, solo tendría que explorar más a fondo. Hecho. Ya tengo plan para otro día. ¿Y ahora? Podría seguir practicando la magia de sangre, ya voy mejorando.
-¿A que voy mejorando, ratita?-pregunto al colaespina que cuelga del techo en el cuarto contiguo, mientras me levanto y me acerco.-Claro que voy mejorando.
Aún muerto me sirve. Tomo el pesado libro de magia de Dama Liviana, lo abro por el hechizo maldito por su complejidad y empiezo a murmurar y a hacer los movimientos necesarios, sintiendo la magia fluir por mi cuerpo a medida que el hechizo avanza, pero sin llegar a buen puerto. <<< Probemos con sangre. Magia de sangre a base de sangre >>> En mi nevera tengo una botella de sangre de la taberna, ganada por el trabajo ocasional y porque la he rellenado yo (no siempre necesito alimentarme en la taberna y voy "ahorrando"). Doy un trago, delicioso, que me hace relamerme y limpiar las gotas que se resbalan por la botella a lametones. <<< Probemos ahora >>> Vuelvo a iniciar el hechizo y ahora la magia fluye rauda y repentina, causando una herida considerable en el cuello del colaespina, <<< de la que manaría sangre de no ser porque está bastante desangrada desde anoche >>> pienso sonriendo, por esto y sobre todo por el hechizo logrado. Y como he bebido antes del hechizo, ahora no tego sed. Genial. <<< Y ahora a seguir practicando para perfeccionar su lanzamiento, que es muy lento y debo lograrlo sin mirar al libro ni tardar mucho más de un minuto >>> ¿Otro trago?
-Luego a la noche echaré te echaré a tus congéneres las colaespinas, como premio por su deliciosa sangre, jaja.-río tras lograr de nuevo el hechizo. Me gusta esta magia, poder herir a mis enemigos a distancia. Y cuando pueda alimentarme de ellos a distancia también... Bestial...
-¿A que voy mejorando, ratita?-pregunto al colaespina que cuelga del techo en el cuarto contiguo, mientras me levanto y me acerco.-Claro que voy mejorando.
Aún muerto me sirve. Tomo el pesado libro de magia de Dama Liviana, lo abro por el hechizo maldito por su complejidad y empiezo a murmurar y a hacer los movimientos necesarios, sintiendo la magia fluir por mi cuerpo a medida que el hechizo avanza, pero sin llegar a buen puerto. <<< Probemos con sangre. Magia de sangre a base de sangre >>> En mi nevera tengo una botella de sangre de la taberna, ganada por el trabajo ocasional y porque la he rellenado yo (no siempre necesito alimentarme en la taberna y voy "ahorrando"). Doy un trago, delicioso, que me hace relamerme y limpiar las gotas que se resbalan por la botella a lametones. <<< Probemos ahora >>> Vuelvo a iniciar el hechizo y ahora la magia fluye rauda y repentina, causando una herida considerable en el cuello del colaespina, <<< de la que manaría sangre de no ser porque está bastante desangrada desde anoche >>> pienso sonriendo, por esto y sobre todo por el hechizo logrado. Y como he bebido antes del hechizo, ahora no tego sed. Genial. <<< Y ahora a seguir practicando para perfeccionar su lanzamiento, que es muy lento y debo lograrlo sin mirar al libro ni tardar mucho más de un minuto >>> ¿Otro trago?
-Luego a la noche echaré te echaré a tus congéneres las colaespinas, como premio por su deliciosa sangre, jaja.-río tras lograr de nuevo el hechizo. Me gusta esta magia, poder herir a mis enemigos a distancia. Y cuando pueda alimentarme de ellos a distancia también... Bestial...
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
09/12/11, 09:07 pm
Llegamos al burdel al cabo de un rato, el sol ha subido un buen cacho, ya es media mañana mas o menos. Me acerco a la puerta tarareando suavemente, no ha pasado nada destacable durante el camino, nadie me ha atacado y el can no ha tenido que protegerme... suena absurdo, yo no necesito que me protejan. Miro a mi alrededor, buscando no se el que y me giro hacia el can.
-Muchas gracias por acompañarme, amigo -le agradezco-. Ya puedes volver a tu casa -dije, y el can se desvaneció en el aire, tal y como llego.
Un demonio guardián que aun no había visto me abrió la puerta, parecía que le había interrumpido en su lectura del periódico.
-Gracias por abrirme, caballero -le dije con una media sonrisa-. No le entretendré, siga son su lectura, y gracias de nuevo -le dije antes de adentrarme en el edificio.
Pensé en pasarme por la cocina, pero en realidad no tenía hambre, así que me encamine al cuarto. Mientras subía por las escaleras me percate de la ausencia de movimiento del burdel, muchos dormían, y Jack también debía de dormir, el sol estaba alto y la luz se desperdigaba ya por los pasillos. Al llegar a la puerta del cuarto me detuve, no me apetecía dormir allí, no tenía fuerzas para entrar en la habitación donde había dormido a Elliot. Seguí mi caminar y subía hasta el tercer piso. El cuarto de la matrona estaba prácticamente a oscuras, aun se percibía el olor del incienso en el aire. Me deje caer en la cama boca abajo, hundiendo la nariz en las almohadas y en las sabanas, donde aun perduraban el olor del italiano del aceite. No tarde apenas un minuto e caer inconsciente, en un sueño pesado que tiro de mi hacia la oscuridad...
-Muchas gracias por acompañarme, amigo -le agradezco-. Ya puedes volver a tu casa -dije, y el can se desvaneció en el aire, tal y como llego.
Un demonio guardián que aun no había visto me abrió la puerta, parecía que le había interrumpido en su lectura del periódico.
-Gracias por abrirme, caballero -le dije con una media sonrisa-. No le entretendré, siga son su lectura, y gracias de nuevo -le dije antes de adentrarme en el edificio.
Pensé en pasarme por la cocina, pero en realidad no tenía hambre, así que me encamine al cuarto. Mientras subía por las escaleras me percate de la ausencia de movimiento del burdel, muchos dormían, y Jack también debía de dormir, el sol estaba alto y la luz se desperdigaba ya por los pasillos. Al llegar a la puerta del cuarto me detuve, no me apetecía dormir allí, no tenía fuerzas para entrar en la habitación donde había dormido a Elliot. Seguí mi caminar y subía hasta el tercer piso. El cuarto de la matrona estaba prácticamente a oscuras, aun se percibía el olor del incienso en el aire. Me deje caer en la cama boca abajo, hundiendo la nariz en las almohadas y en las sabanas, donde aun perduraban el olor del italiano del aceite. No tarde apenas un minuto e caer inconsciente, en un sueño pesado que tiro de mi hacia la oscuridad...
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
10/12/11, 01:56 am
El demonio que vigilaba la puerta les vio llegar desde lejos y les abrió incluso antes de que el león alcanzase la entrada. Cain ayudó a Elliot a bajar y despidió a la que había sido su montura durante dos días. Mantenerlo tanto tiempo en ese mundo sin haberlo vinculado antes le había agotado, pero creía que aún podía aguantar, al menos para preparar algo de comer.
Dentro todo estaba en silencio, no se veía ni un alma así que Cain supuso que tanto Vacuum como Jack debían estar durmiendo.
-Vac debe estar arriba- le dijo a Elliot dirigiéndose a la cocina- Ve a quitarte esa sangre, yo haré algo de comer...
Debería cambiarse de ropa también, pero ya lo haría luego. Se lavó las manos y se puso a cocinar. Hizo una ensalada rápida y rebozó en sésamo unas tiras de carne que tenía ya preparadas para luego pasarlas por la freidora. Las mantuvo con un hechizo de calor y dejó a un duendecillo vigilando el horno, donde había puesto a gratinar unas tostas con queso y orégano. Subió a la habitación y buscó ropa limpia... Un kimono de andar por casa serviría, y el suelo estaba lo bastante limpio como para ir descalzo. Sustituyó el parche por una suave cinta de seda y se recogió el pelo en una coleta antes de bajar de nuevo a la cocina y poner la comida en una bandeja acompañada de un vino muy suave típico de allí. Había cocinado para tres, y aunque sabía de sobra que Elliot se negaría a comer él mismo se negaba a dejar las costumbres. Le había costado dejar de hacer comida para Jack, pero él no es que no comiera, sino que simplemente había cambiado de dieta....
-Estoy arriba, sube cuando acabes- le gritó a Elliot asomándose a la escalera que daba a las termas.
Como había subido antes sabía que no iba a encontra a Vacuum en el dormitorio, y solo había otro sitio donde se pudiese haber ido a dormir. La habitación del tercer piso estaba a oscuras, pues todas las cortinas estaban echadas. Cain se las vio y deseó para llegar hasta la cama sin tirar lo que llevaba en la bandeja y caerse él detras, pero al final logró llegar sin demasiadas complicaciones. Dejó la bandeja en la mesilla y le dio un suave beso en la frente.
-Despierta bello durmiente. Te traigo la comida, y a la niña descarriada que he rescatado por el camino...- se alejó para descorrer las cortinas lo suficiente como para poder ver sin problemas, pero dejando la estancia aún en penumbra- Tambien traje esto.- le dio el libro que había traido de la biblioteca y que había subido en la bandeja, junto con la comida- No es lo que se dice muy detallado, pero tiene lo justo y necesario...- se sentó en la cama junto a él y apoyó la cabeza en su hombro. Estaba cansado, estaba realmente cansado, pero quería asegurarse de que Vacuum se tranquilizaba y de que Elliot no volvía a escabullirse...
Dentro todo estaba en silencio, no se veía ni un alma así que Cain supuso que tanto Vacuum como Jack debían estar durmiendo.
-Vac debe estar arriba- le dijo a Elliot dirigiéndose a la cocina- Ve a quitarte esa sangre, yo haré algo de comer...
Debería cambiarse de ropa también, pero ya lo haría luego. Se lavó las manos y se puso a cocinar. Hizo una ensalada rápida y rebozó en sésamo unas tiras de carne que tenía ya preparadas para luego pasarlas por la freidora. Las mantuvo con un hechizo de calor y dejó a un duendecillo vigilando el horno, donde había puesto a gratinar unas tostas con queso y orégano. Subió a la habitación y buscó ropa limpia... Un kimono de andar por casa serviría, y el suelo estaba lo bastante limpio como para ir descalzo. Sustituyó el parche por una suave cinta de seda y se recogió el pelo en una coleta antes de bajar de nuevo a la cocina y poner la comida en una bandeja acompañada de un vino muy suave típico de allí. Había cocinado para tres, y aunque sabía de sobra que Elliot se negaría a comer él mismo se negaba a dejar las costumbres. Le había costado dejar de hacer comida para Jack, pero él no es que no comiera, sino que simplemente había cambiado de dieta....
-Estoy arriba, sube cuando acabes- le gritó a Elliot asomándose a la escalera que daba a las termas.
Como había subido antes sabía que no iba a encontra a Vacuum en el dormitorio, y solo había otro sitio donde se pudiese haber ido a dormir. La habitación del tercer piso estaba a oscuras, pues todas las cortinas estaban echadas. Cain se las vio y deseó para llegar hasta la cama sin tirar lo que llevaba en la bandeja y caerse él detras, pero al final logró llegar sin demasiadas complicaciones. Dejó la bandeja en la mesilla y le dio un suave beso en la frente.
-Despierta bello durmiente. Te traigo la comida, y a la niña descarriada que he rescatado por el camino...- se alejó para descorrer las cortinas lo suficiente como para poder ver sin problemas, pero dejando la estancia aún en penumbra- Tambien traje esto.- le dio el libro que había traido de la biblioteca y que había subido en la bandeja, junto con la comida- No es lo que se dice muy detallado, pero tiene lo justo y necesario...- se sentó en la cama junto a él y apoyó la cabeza en su hombro. Estaba cansado, estaba realmente cansado, pero quería asegurarse de que Vacuum se tranquilizaba y de que Elliot no volvía a escabullirse...
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