Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
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- Red
Ficha de cosechado
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Especie: Ninguna conocida
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
24/11/11, 04:40 pm
Los pasos en la escalera me sacan de mi ensimismamiento. Extingo las llamas mientras observo con curiosidad a Cain y a su extraña acompañante. Parece que el chico a invocado un nuevo demonio, y resulta de lo mas adorable, aunque no te puedes dejar engañar por estas criaturas. Sin embargo, la reacción de la niña me pilla por sorpresa y no puedo evitar reírme con ganas, el ímpetu de la niña casi derriba la mesa, pero aun así ha resultado de lo mas cómico. No se me escapa la mirada que le dirige Cain y por unos segundos me extraña, parece como si... La imagen de Estrael, el demonio que le quito el ojo a Cain se ilumina en mi mente. Creo entender lo que esta pensando ahora mismo, pero a mis ojos esta niña no tiene pinta de parecerse a Estrael, ¿no hay también demonios que tratan bien a sus amos?, Fresser y Ziel son dos ejemplos, y yo creo que esta niña es otro ejemplo. Dejo a Feliks en su olla con carbones al rojo para que duerma tranquilo y le dirijo una mirada preocupada a Cain, espero que se le pase pronto. Atiendo a las palabras de Cain mientras me acerco a la mesa. Una vez en ella me inclino por encima de la mesa, y miro a Uzza a los ojos, a escasos centímetros, tratando de leer en ellos, de saber que ocultan sus largas pestañas. La demonio, de piel violácea, y pelo pelirrosa, es bastante mona, parece una niña pequeña, y eso solo la hace mas adorable. Sonrío, cogiendo la punta de un mecho de sus cabellocon los dedos, y observando el curioso color.
-Yo me llamo Vacuum, aunque puedes llamarme Vac, todos lo hacen -le digo a la niña poniéndome derecho y sentándome en el el suelo-... y no hay problema, puse el plato por si venían Elliot o Jack, pero a la primera no le da la gana de comer, y al segundo no le hace falta. Puedes comer con nosotros pequeña, si a Cain no le importa, claro esta -digo mirandole-, sería una lástima desperdiciar tanta comida -comento sonriendo.
Con un movimiento de las manos, hago que la comida se empiece a servir en los platos por si sola, creando figuras en el aire antes de descansar sobre los platos. Me encanta la magia, puedes hacer que todo sea mas divertido... espero que Cain coma tranquilo, ojala que la comida le relaje un poco...
-Así que eres un demonio de combate -comento mirando a la pequeña, tras empezar a comer un poco de arroz-... ¿y eres fuerte?, quizá podrías entrenar conmigo, seguro que aprendo cosas interesantes, me vendría bastante bien... -comento mirando a Cain, sería interesante aprender de un demonio, ya que, a pesar de su aspecto adorable, seguro que es muy fuerte.
-Yo me llamo Vacuum, aunque puedes llamarme Vac, todos lo hacen -le digo a la niña poniéndome derecho y sentándome en el el suelo-... y no hay problema, puse el plato por si venían Elliot o Jack, pero a la primera no le da la gana de comer, y al segundo no le hace falta. Puedes comer con nosotros pequeña, si a Cain no le importa, claro esta -digo mirandole-, sería una lástima desperdiciar tanta comida -comento sonriendo.
Con un movimiento de las manos, hago que la comida se empiece a servir en los platos por si sola, creando figuras en el aire antes de descansar sobre los platos. Me encanta la magia, puedes hacer que todo sea mas divertido... espero que Cain coma tranquilo, ojala que la comida le relaje un poco...
-Así que eres un demonio de combate -comento mirando a la pequeña, tras empezar a comer un poco de arroz-... ¿y eres fuerte?, quizá podrías entrenar conmigo, seguro que aprendo cosas interesantes, me vendría bastante bien... -comento mirando a Cain, sería interesante aprender de un demonio, ya que, a pesar de su aspecto adorable, seguro que es muy fuerte.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
24/11/11, 05:51 pm
Cain le hizo un gesto a Vacuum dándole a entender que no debía preocuparse y empezó a comer. Aún estaba un poco debilitado por el trozo de alma que acababa de llevarse la invocación de Uzza y la magia empleada para prepararla. La comida empezó a sentarle bien desde el primer bocado, sentía el calor bajarle por la garganta y como le volvía el color a las mejillas quitandole algo de su palidez habitual. Estaba todo delicioso, y comió con cada vez más avidez; la única pega era que el curry estaba demasiado picante, por lo que tuvo que recurrir al agua y al pan en un par de ocasiones.
-No estoy acostumbrado- rió, algo más relajado
Pero a Uzza sí parecía gustarle el picante. Comía con más avidez aún que su amo, casi sin masticar, y elegía los trozos de carne más crudos y sanguinolentos, por lo que en un par de ocasiones se encontró de lleno con la mirada asesina de su amo. << No tocar la comida del amo, es la regla...>> se dijo mentalmente. Cuando decidió que ya había comido suficiente se entretuvo quitándose los granos de arroz de la cara y a mirar a Vacuum. Su comentario anterior le había hecho sonrojarse de manera exagerada, pues no estaba acostumbrada a ese trato. Cuando se presentó, miró a Cain interrogante.
-Es mi marido- respondió Cain. Se le hacía verdaderamente raro hablar de Vacuum de esa forma, pero era así, estaban casados... Y de nuevo se perdió en sus pensamientos de cómo jamás se había imaginado a sí mismo casado con nadie... Unos grititos le hicieron volverse hacia Uzza, que se había llevado las manos a la boca y parecía a punto de estallar de emoción.
-¿De verdad? El amo y...- sus ojos magenta se encendieron y un torrente de perversas imágenes cruzaron su aparentemente infantil mente provocándole una risilla traviesa.
Cain alzó una ceja, algo molesto, y Uzza paró inmediatamente. Escuchó la pregunta de Vacuum y frunció el ceño. Se levantó en gesto solemne y fue hacia una cómoda de madera maciza y lo levantó sin hacer el menor esfuerzo
-Puedo ayudarte cuando quieras- aceptó con una sonrisa- Podría reducir esto a astillas, pero el amo se enfadaría con Uzza, y Uzza no quiere que el amo se enfade...- dijo haciendo un puchero en dirección a Cain que se limitó a suspirar.
-No estoy acostumbrado- rió, algo más relajado
Pero a Uzza sí parecía gustarle el picante. Comía con más avidez aún que su amo, casi sin masticar, y elegía los trozos de carne más crudos y sanguinolentos, por lo que en un par de ocasiones se encontró de lleno con la mirada asesina de su amo. << No tocar la comida del amo, es la regla...>> se dijo mentalmente. Cuando decidió que ya había comido suficiente se entretuvo quitándose los granos de arroz de la cara y a mirar a Vacuum. Su comentario anterior le había hecho sonrojarse de manera exagerada, pues no estaba acostumbrada a ese trato. Cuando se presentó, miró a Cain interrogante.
-Es mi marido- respondió Cain. Se le hacía verdaderamente raro hablar de Vacuum de esa forma, pero era así, estaban casados... Y de nuevo se perdió en sus pensamientos de cómo jamás se había imaginado a sí mismo casado con nadie... Unos grititos le hicieron volverse hacia Uzza, que se había llevado las manos a la boca y parecía a punto de estallar de emoción.
-¿De verdad? El amo y...- sus ojos magenta se encendieron y un torrente de perversas imágenes cruzaron su aparentemente infantil mente provocándole una risilla traviesa.
Cain alzó una ceja, algo molesto, y Uzza paró inmediatamente. Escuchó la pregunta de Vacuum y frunció el ceño. Se levantó en gesto solemne y fue hacia una cómoda de madera maciza y lo levantó sin hacer el menor esfuerzo
-Puedo ayudarte cuando quieras- aceptó con una sonrisa- Podría reducir esto a astillas, pero el amo se enfadaría con Uzza, y Uzza no quiere que el amo se enfade...- dijo haciendo un puchero en dirección a Cain que se limitó a suspirar.
- Red
Ficha de cosechado
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Habilidades: No tiene
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
25/11/11, 07:23 pm
Cain come con ganas y parece que le esta sentando bien la cena, el calor vuelve poco a poco sus mejillas y su rostro pierde la palidez , quedando esta sustituida por un color mas rosado y agradable. Uzza también come, con mas avidez incluso, y eso me hace reír, me encanta que les guste tanto la comida. Ceno en silencio, observándoles a ambos atento. Las reacciones de Cain ante la niña son un poco ariscas, y teniendo en cuenta lo que le paso con Estrael, no me extraña nada. Pero el echo de que haya bajado a la niña para que cene con nosotros, resulta una buena señal. La niña me mira curiosa mientras se quita los granos de arroz de la cara cuando acaba de comer. Antes se sonrojo un poco, pero tampoco le di tanta importancia. Mira a Cain interrogante y el italiano le dice que soy su marido antes de ensimismarse. Esa palabra suena muy extraña en mi cabeza, pero es la verdad. Unos grititos emocionados me hacen mirar hacia Uzza. La niña se ha llevado las mano a la boca y sus ojos magentas brillan emocionados, le dice algo a Cain antes de reír de forma traviesa, pero la mirada de Cain la hace callar. Sonrío suavemente cuando la niña se levanta con gesto solemne, se acerca a una cómoda de madera maciza, y la levanta sin aparente esfuerzo. La miro curioso, y su afirmación a mi petición me emociona. Río y termino de cenar sin añadir nada, aunque por dentro ardo de emoción. Me pongo en pie, estirándome como un gato, y me acerco a la cocina llevando los platos sucios. Friego, tarareando suavemente una canción sin letra, y cuando acabo regreso a la mesa con un poco de arroz con leche para Cain y Uzza. Dejo los cuenos frente a ellos y me acerco a Cain. Me inclino le robo un fresco beso de los labios, le dedico una sonrisa y me enderezo.
-Me voy a subir a entrenar arriba, que te diga Cain donde encontrarme si te apetece entrenar -digo antes de subir por las escaleras-, estaré en el dojo.
Cada fibra de mi ser tiembla de emoción ante la posibilidad de combatir con alguien fuerte, con alguien con el que no me tenga que contener, con alguien que me pueda golpear de verdad. Una vez en el dojo me dedico a proteger todas las paredes, el suelo, y el techo, con potentes hechizos de protección, para que no se deterioren por el entrenamiento que espero que tenga lugar. Aplico el mismo hechizo en mis alas, para que no se desgarren y me pongo a estirar en el centro de la habitación. Luego me cruzo de piernas y espero, flotando por encima del suelo por la emoción. La adrenalina bulle bajo mi piel, y mis músculos en tensión, se notan en mi pecho desnudo. Una sonrisa ausente afila mi cara, y mis ojos brillan expectantes, ojala que aparezca, ojala que entrene conmigo, necesito algo de movimiento...
-Me voy a subir a entrenar arriba, que te diga Cain donde encontrarme si te apetece entrenar -digo antes de subir por las escaleras-, estaré en el dojo.
Cada fibra de mi ser tiembla de emoción ante la posibilidad de combatir con alguien fuerte, con alguien con el que no me tenga que contener, con alguien que me pueda golpear de verdad. Una vez en el dojo me dedico a proteger todas las paredes, el suelo, y el techo, con potentes hechizos de protección, para que no se deterioren por el entrenamiento que espero que tenga lugar. Aplico el mismo hechizo en mis alas, para que no se desgarren y me pongo a estirar en el centro de la habitación. Luego me cruzo de piernas y espero, flotando por encima del suelo por la emoción. La adrenalina bulle bajo mi piel, y mis músculos en tensión, se notan en mi pecho desnudo. Una sonrisa ausente afila mi cara, y mis ojos brillan expectantes, ojala que aparezca, ojala que entrene conmigo, necesito algo de movimiento...
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
26/11/11, 12:06 am
Cain se relame cuando ve llegar a Vacuum con el cuenco de arroz con leche. Ya se había acostumbrado a su dosis de dulce diaria, y si tuviera que volver a su época de cosechado en la que el azúcar era un lujo casi inexistente habría caído en depresión. Comió paseando la mirada por lo poco que quedaba ya de la cena, lo que el griego todavía no había recogido, y por el burdel... Estaba increíblemente limpio gracias al trabajo de sus diablillos, y tenía por fin el aspecto de un hogar y no de un refugio de guerra... nada de cuerpos magullados repartidos por el suelo, nada de vendas, restos de hierbas curativas y manchas de sangre, lo único que permanecía eran los libros de hechizos y los talismanes de emergencia en la entrada, aunque ya no les hiciesen tanta falta como antes. Acabó con el arroz con leche más rápidamente de lo que esperaba, y cuando Vacuum le besó, le sujetó de la nuca para alargar el beso lo más posible, ignorando el gritito de emoción que Uzza había dejado escapar
-Te advierto que yo no pienso ir a curarte las heridas, así que si Uzza te mata no es mi problema...- le dijo con una sonrisa mientra le veía subir las escaleras
La niña demonio miró a su amo interrogante y este asintió, dándole a entender que podía ir a entrenar con Vacuum.
-¡Bieeeeeeen! ¡Gracias, amo!- exclamó entusiasmada dando varios saltitos antes de salir disparada hasta la sala donde el hado infernal le estaba esperando. No necesitó las indicaciones de Cain para encontrarle, su esencia era lo bastante fuerte como para delatarse por sí misma. Al entrar en el improvisado dojo sintió la magia llenando las paredes y trató de descifrar los hechizos utilizados, la magia de aquella ciudad era extraña...
Imitó la postura de Vacuum sentándose también en el aire y le dedicó una gran sonrisa. Uzza también estaba nerviosa, le gustaba el amo que le había tocado, y sobretodo le gustaba su compañero... Se veía capaz de aguantar su ritmo... Ahora solo quedaba comprobar si iba a aguantar realmente....
-Hmmm... no sé muy bien cómo lo haceis aquí, pero empiezo yo... A la de una, a la de dos, ya la de t...- Uzza desapareció.
Una fuerza brutal empujó a Vacuum desde atrás estampándolo contra la pared que tenía enfrente. La demonio se había movido a tal velocidad que había desaparecido de la vista... para volver a aparecer justo detrás del griego y patearlo.
-¡Sorpresa!- gritó entre risas. No había ni pizca de maldad en su tono ni en sus acciones, simplemente se tomaba todo aquello como un juego. Sin dejarle tiempo para reaccionar, volvió a moverse, corriendo hacia Vacuum con el puño preparado para darle un puñetazo en la cara.
-Te advierto que yo no pienso ir a curarte las heridas, así que si Uzza te mata no es mi problema...- le dijo con una sonrisa mientra le veía subir las escaleras
La niña demonio miró a su amo interrogante y este asintió, dándole a entender que podía ir a entrenar con Vacuum.
-¡Bieeeeeeen! ¡Gracias, amo!- exclamó entusiasmada dando varios saltitos antes de salir disparada hasta la sala donde el hado infernal le estaba esperando. No necesitó las indicaciones de Cain para encontrarle, su esencia era lo bastante fuerte como para delatarse por sí misma. Al entrar en el improvisado dojo sintió la magia llenando las paredes y trató de descifrar los hechizos utilizados, la magia de aquella ciudad era extraña...
Imitó la postura de Vacuum sentándose también en el aire y le dedicó una gran sonrisa. Uzza también estaba nerviosa, le gustaba el amo que le había tocado, y sobretodo le gustaba su compañero... Se veía capaz de aguantar su ritmo... Ahora solo quedaba comprobar si iba a aguantar realmente....
-Hmmm... no sé muy bien cómo lo haceis aquí, pero empiezo yo... A la de una, a la de dos, ya la de t...- Uzza desapareció.
Una fuerza brutal empujó a Vacuum desde atrás estampándolo contra la pared que tenía enfrente. La demonio se había movido a tal velocidad que había desaparecido de la vista... para volver a aparecer justo detrás del griego y patearlo.
-¡Sorpresa!- gritó entre risas. No había ni pizca de maldad en su tono ni en sus acciones, simplemente se tomaba todo aquello como un juego. Sin dejarle tiempo para reaccionar, volvió a moverse, corriendo hacia Vacuum con el puño preparado para darle un puñetazo en la cara.
- Red
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Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
26/11/11, 02:06 am
La niña entro en la habitación dando saltitos, emocionada, la sonrisa de su cara dejaba claro su entusiasmo. Mira a su alrededor, atenta a algo, supongo que a las hechizos que he implantado en las paredes y superficies de la habitación. Me imita, sentándose con las piernas cruzadas en el aire y me dedica una sonrisa resplandeciente. Se la nota nerviosa, y la emoción del combate se palpa en el aire. La escucho con una sonrisa atenta, atendiendo a sus palabras y siguiendo sus movimientos con los ojos.
Pero es rápida, y aún sin terminar de contar, desaparece en el aire. Solo fue un parpadeo, pero al instante siguiente, siento una fuerza tremenda golpearme en la espalda, lanzándome hacia adelante y estampándose de cara contra la pared de enfrente, en la que habría acabado empotrado si no estuviera hechizada. Reboto, cayendo hacia atrás y dando con el cuerpo en el suelo. La niña aparece de nuevo con un "¡SORPRESA!" y una sonrisa de pura emoción en los labios. Me patea, lanzándome hacia el centro del tatami con fuerza, donde me incorporo con celeridad.
-Increíble -logro decir, mi expresión es de puro gozo, a de un niño que ha encontrado un juego divertido, sin evitarlo se me escapa una carcajada emocionada.
La adrenalina bulle en mis venas, el fuego de la lucha arde bajo mi piel, abrasando mi sangre y tensando todo mi cuerpo, preparado para atacar. Todo a mi alrededor se ha ralentizado, cada segundo parecen diez, cada diez parecen cien. Soy capaz de ver hasta el detalle mas mínimo, mis sentidos trabajando al máximo... Veo los músculos de Uzza, tensos bajo su piel antes incluso de que salte, y cuando se proyecta hacia adelante no puedo evitar que una enorme sonrisa se afile en mi cara.
-Allá vamos de nuevo -murmuro relamiendome la sangre que escapa de la comisura de mi boca mientras mis ojos brillan como dos focos verde esmeralda.
Me desvío un poco hacia la derecha, mientras el puño de Uzza roza mi rostro. Alzo las mano, cogiéndola por el antebrazo extendido y tirando de el, la volteo sobre mi cabeza, estampandola contra el suelo. Aun sin soltarla, y sin respiro entre movimientos, aleteo un poco, alzándome del suelo, y golpeándola contra el techo, antes de girar sobre mi mismo y lanzarla contra una de las paredes. Aterrizo en el suelo, con las rodillas flexionadas y atento a sus movimientos, esto va a durar, y seguro que cobro yo mas,pero no le quita ni un ápice a a emoción.
-Vamos pequeña -le insto con una sonrisa, flexionando los dedos y limpiando por completo la sangre de mis labios con la lengua-, esta habitación aun no ha retumbado suficiente -río con ojos brillantes.
Pero es rápida, y aún sin terminar de contar, desaparece en el aire. Solo fue un parpadeo, pero al instante siguiente, siento una fuerza tremenda golpearme en la espalda, lanzándome hacia adelante y estampándose de cara contra la pared de enfrente, en la que habría acabado empotrado si no estuviera hechizada. Reboto, cayendo hacia atrás y dando con el cuerpo en el suelo. La niña aparece de nuevo con un "¡SORPRESA!" y una sonrisa de pura emoción en los labios. Me patea, lanzándome hacia el centro del tatami con fuerza, donde me incorporo con celeridad.
-Increíble -logro decir, mi expresión es de puro gozo, a de un niño que ha encontrado un juego divertido, sin evitarlo se me escapa una carcajada emocionada.
La adrenalina bulle en mis venas, el fuego de la lucha arde bajo mi piel, abrasando mi sangre y tensando todo mi cuerpo, preparado para atacar. Todo a mi alrededor se ha ralentizado, cada segundo parecen diez, cada diez parecen cien. Soy capaz de ver hasta el detalle mas mínimo, mis sentidos trabajando al máximo... Veo los músculos de Uzza, tensos bajo su piel antes incluso de que salte, y cuando se proyecta hacia adelante no puedo evitar que una enorme sonrisa se afile en mi cara.
-Allá vamos de nuevo -murmuro relamiendome la sangre que escapa de la comisura de mi boca mientras mis ojos brillan como dos focos verde esmeralda.
Me desvío un poco hacia la derecha, mientras el puño de Uzza roza mi rostro. Alzo las mano, cogiéndola por el antebrazo extendido y tirando de el, la volteo sobre mi cabeza, estampandola contra el suelo. Aun sin soltarla, y sin respiro entre movimientos, aleteo un poco, alzándome del suelo, y golpeándola contra el techo, antes de girar sobre mi mismo y lanzarla contra una de las paredes. Aterrizo en el suelo, con las rodillas flexionadas y atento a sus movimientos, esto va a durar, y seguro que cobro yo mas,pero no le quita ni un ápice a a emoción.
-Vamos pequeña -le insto con una sonrisa, flexionando los dedos y limpiando por completo la sangre de mis labios con la lengua-, esta habitación aun no ha retumbado suficiente -río con ojos brillantes.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
26/11/11, 03:05 am
¿No se puede dormir aquí o qué? Para un día que duermo de noche... Primero ese raro olor con Cain, luego con él y Vac y ahora con Vac pegando porrazos... ¿Qué pasará? De todas formas quiero ver quién es el nuevo, o nueva, o lo que sea. Salto de la cama y me visto la ropa doblada al pie de esta, con rapidez, para luego pasar al cuarto de desuello en el que yace el cuerpo vacío del pequeño dragón, sin esqueleto, músculos, nada, solo la "carcasa". Y todo lo comestible en mi nevera personal, lo bajaré a la cocina, quizá se les ocurra algún plato draconiano. <<<Próximamente cazaré otro para Gael, mejor, pues si mal no recuerdo ambos torreones están cerca>>> Abro la nevera y cojo el cubo para echar en este toda la carne congelada, después abro en silencio la puerta y me acerco a la habitación donde está Vac y el extraño olor. Cuando llego, parpadeo varias veces pero no digo nada, simplemente observo la pelea <<<Más os vale que sea un entrenamiento>>> El "ser", llamémoslo de momento así, es de piel violeta, la cabeza la coronan dos cuernos dorados y pelo rosa. <<<¿De dónde habrá salido?>>> Me quedo mirando a ambos, repartiéndose mamporros como si fuesen críos jugando a las palmas, pero ni de lejos lucharía yo de esa manera. <<<Es más, ni loco entro yo ahí, mejor alejarse de la puerta no vaya a salir uno volando y a caerme encima>>> pienso riendo y sigo mi camino hacia la cocina, pasando por el salón para saludar a Cain
-Buenas noches.-acompañado de un saludo con la mano libre y una sonrisa.-Servicio de comida a domicilio.-digo bromeando, luego en serio.- Es carne de dragón, de unos que hay cerca de Luna Alta, bastante pequeños en comparación con el típico dragón. Y si su sangre estaba deliciosa, su carne ha de estarlo. Ya me contaréis.
Y sin esperar respuesta, para que no se descongele la carne, voy raudo y la dejo en la nevera de la cocina. Me lavo las manos mientras veo a Cain dejando su cuenco de la cena <<<¿Arroz con qué? ¿Eso es leche? Hum... no lo he probado nunca y dudo que lo haga... en fin...>>> Un buenas noches me saca del pozo y me despido a mi vez sonriendo, para después cada cual irse escaleras arriba, él a su dormitorio y yo a la puerta del cuarto donde siguen Vac y la otra criatura. Me apoyo en el marco de la puerta y me los quedo mirando, sin musitar palabra alguna para no distraerles, en perfecto silencio. Quizá luego me toque reparar alguna pared o el techo, pero se puede hacer fácilmente. Y no, decidido: yo no lucharía así, de esa forma tan brusca y tan directa, no de momento y sin magia aún menos. Como último recurso sí, sin duda, pero mientras tenga mi magia y armas, en absoluto. Pero de pronto la criatura vuela hacia la pared de mi derecha y me volatilizo por mera precaución de la puerta, saliendo de mis pensamientos. A saber cuánto tiempo llevo aquí, estoy entumecido... Ni que llevase horas, diantre. Me acerco a mi dormitorio y vuelvo a adoptar mi forma pero, como siempre, cuando paso cerca del dormitorio de Erika me siento raro... <<<¿Por qué no despierta? Diantre...¿Será que no coincido con ella? No puede ser... Vivir vive, de eso no hay duda>>> Y cuando me doy cuenta estoy sentado al lado de su cama, en el suelo, mirándola dormir plácidamente <<<Al menos no parece que tenga pesadillas...>>> Se me han quitado las ganas de salir a pasear como suelo por la fría noche, solo quiero hacer una cosa: acurrucarme a su lado en busca de su calidez, de su tacto, del aroma que emana de todo su ser, de su sangre, sí.
-Duerme, o despierta, pero no te asustes si despiertas y no temas a los sueños, estoy a tu lado...-susurro mientras le acaricio el pelo, frustrado e impotente, pues quiero que despierte pero no quiero despertarla...
Caigo en la cuenta de que en unas horas amanecerá y con cuidado salgo de bajo las mantas para luego cerrar y cubrir el balcón con las mantas de mi dormitorio. Una vez solucionado el problema del sol vuelvo a la cama y me acurruco frente a ella, sin dejar de acariciarle el cabello con total delicadeza sin que se borre la abatida mueca de mi rostro, convenciéndome de que todo es parte de su transformación, que necesita dormir mucho, sí, ha de ser eso...
-Buenas noches.-acompañado de un saludo con la mano libre y una sonrisa.-Servicio de comida a domicilio.-digo bromeando, luego en serio.- Es carne de dragón, de unos que hay cerca de Luna Alta, bastante pequeños en comparación con el típico dragón. Y si su sangre estaba deliciosa, su carne ha de estarlo. Ya me contaréis.
Y sin esperar respuesta, para que no se descongele la carne, voy raudo y la dejo en la nevera de la cocina. Me lavo las manos mientras veo a Cain dejando su cuenco de la cena <<<¿Arroz con qué? ¿Eso es leche? Hum... no lo he probado nunca y dudo que lo haga... en fin...>>> Un buenas noches me saca del pozo y me despido a mi vez sonriendo, para después cada cual irse escaleras arriba, él a su dormitorio y yo a la puerta del cuarto donde siguen Vac y la otra criatura. Me apoyo en el marco de la puerta y me los quedo mirando, sin musitar palabra alguna para no distraerles, en perfecto silencio. Quizá luego me toque reparar alguna pared o el techo, pero se puede hacer fácilmente. Y no, decidido: yo no lucharía así, de esa forma tan brusca y tan directa, no de momento y sin magia aún menos. Como último recurso sí, sin duda, pero mientras tenga mi magia y armas, en absoluto. Pero de pronto la criatura vuela hacia la pared de mi derecha y me volatilizo por mera precaución de la puerta, saliendo de mis pensamientos. A saber cuánto tiempo llevo aquí, estoy entumecido... Ni que llevase horas, diantre. Me acerco a mi dormitorio y vuelvo a adoptar mi forma pero, como siempre, cuando paso cerca del dormitorio de Erika me siento raro... <<<¿Por qué no despierta? Diantre...¿Será que no coincido con ella? No puede ser... Vivir vive, de eso no hay duda>>> Y cuando me doy cuenta estoy sentado al lado de su cama, en el suelo, mirándola dormir plácidamente <<<Al menos no parece que tenga pesadillas...>>> Se me han quitado las ganas de salir a pasear como suelo por la fría noche, solo quiero hacer una cosa: acurrucarme a su lado en busca de su calidez, de su tacto, del aroma que emana de todo su ser, de su sangre, sí.
-Duerme, o despierta, pero no te asustes si despiertas y no temas a los sueños, estoy a tu lado...-susurro mientras le acaricio el pelo, frustrado e impotente, pues quiero que despierte pero no quiero despertarla...
Caigo en la cuenta de que en unas horas amanecerá y con cuidado salgo de bajo las mantas para luego cerrar y cubrir el balcón con las mantas de mi dormitorio. Una vez solucionado el problema del sol vuelvo a la cama y me acurruco frente a ella, sin dejar de acariciarle el cabello con total delicadeza sin que se borre la abatida mueca de mi rostro, convenciéndome de que todo es parte de su transformación, que necesita dormir mucho, sí, ha de ser eso...
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/11/11, 01:52 pm
Uzza encaja los golpes casi sin resentirse, buscando el momento para liberarse. Cuando por fin la suelta se recupera rápidamente y gira en el aire, usando la pared contra la que se iba a estrellar para impulsarse hacia Vacuum, sin perder en ningún momento el brillo en sus ojos y su amplia sonrisa de felicidad. En lugar de embestir al hado, se apoyó en sus hombros para dar una voltereta sobre él y aterrizar a su espalda, dándole una fuerte coz que habría partido por la mitad la espalda de cualquier persona normal... Pero Vacuum no era una persona normal, Vacuum aguantaba todos sus golpes, no hacía gestos de dolor ni le pedía tregua, no se enfadaba con ella si se pasaba. Uzza daba saltitos de emoción y pronto empezó a reír descontroladamente. La adrenalina le zumbaba en los oídos y todo parecía más claro, más nítido. Hacía mucho que nadie la invocaba y empezar de una forma tan divertida después de tanto tiempo era realmente refrescante. Fue hasta Vacuum y le dió la mano para ayudarle a levantarse, pero el griego no tardó en volver al suelo cuando la chica usó su misma técnica contra él, una vez tras otra. Uzza se sentó sobre el pecho de Vacuum inmovilizándolo.
-¿Te estás aburriendo? ¿A que no? ¿A que no?- dijo con voz cantarina. Luego ladeó la cabeza y le propinó un puñetazo que hizo sangrar la boca del chico- ¿A que no? Va, di algo... - le limpió la sangre de la boca con un dedo y la lamió, esperando la respuesta.
Fuer a del dojo Cain trataba de dormir, pero con el ruido que estaban haciendo los otros dos hacía rato que se había rendido. Leía un libro de pociones tomando alguna notas , había algunas que ya podía hacer... Se levantó y revisó los preparados de hierbas que había puesto a macerar para poderlos utilizar en breves
-Esto ya está casi...- murmuró para sí cogiendo uno de los preparados y llevándoselo a la cocina con su libro y algunos de sus materiales. Ya que no podía dormir almenos haría algo productivo...
-¿Te estás aburriendo? ¿A que no? ¿A que no?- dijo con voz cantarina. Luego ladeó la cabeza y le propinó un puñetazo que hizo sangrar la boca del chico- ¿A que no? Va, di algo... - le limpió la sangre de la boca con un dedo y la lamió, esperando la respuesta.
Fuer a del dojo Cain trataba de dormir, pero con el ruido que estaban haciendo los otros dos hacía rato que se había rendido. Leía un libro de pociones tomando alguna notas , había algunas que ya podía hacer... Se levantó y revisó los preparados de hierbas que había puesto a macerar para poderlos utilizar en breves
-Esto ya está casi...- murmuró para sí cogiendo uno de los preparados y llevándoselo a la cocina con su libro y algunos de sus materiales. Ya que no podía dormir almenos haría algo productivo...
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/11/11, 03:16 pm
La muchacha, sirviéndose de la pared contra la que la he lanzado, se catapulta, apoyando los pies en la pared, hacia mí a gran velocidad. Apenas la veo surcar el aire que nos separa, pero en vez de embestir, se apoya en mis hombros, tomándome por sorpresa, y dando una voltereta, aterriza sobre mi espalda con un impacto descomunal, lanzándome hacia adelante y aterrizando en el suelo. Ese golpe habría dejado paralítico a cualquiera, pero yo no soy cualquiera. Sonriendo me impulso con los brazos para darme la vuelta, aun tumbado. La risa de Uzza retumba en mis oídos, aunque el impacto no me ha dejado paralítico,me ha quitado algo de aliento. a niña se acerca con ojos brillantes y e tiende la mano para ayudarme a levantarme. Yo, iluso, la acepto, y me veo volando como ella hace unos instantes, siendo golpeado contra suelo y techo una y otra vez...
-Esta... niña... es... una... cabrona... -digo entre golpe y golpe, sin borrar la sonrisa de mi cara.
Uzza me suelta, lanzándome contra el suelo y se sienta en mi pecho, inmovilizándome. Mi pecho sube y baja, dando la impresión de la niña va a caballito. No puedo evitar reírme con ganas al asimilar lo absurdo de mis pensamientos. La niña me pregunta que si no me aburro, y repite una y otra vez la pregunta, antes de asestarme un puñetazo que me hace sangrar la boca, aunque no consigue borrar la sonrisa de mi cara. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien peleando, entrenando con otra persona. La adrenalina aun bulle bajo mi piel, y ya me estoy tensando para liberarme cuando siento su dedo en los labios y como se lleva la sangre a la boca tras hacer un comentario...
-No lo hag... tarde -le digo con resignación, mientras la miro fijamente.
Al principio no pasa nada, pero poco a poco, sus ojos magentas se enturbian y la presa de sus piernas entorno a mi pecho pierde fuerza. La agarro por la cintura, suspirando, y la alzo un poco, arrastrándome con ella entre las manos a una de las paredes de la habitación. Apoyo la espalda contra la superficie, y dejo a Uzza sentada en mi regazo.
-Me lo he pasado muy bien, pequeña, te aseguro que no me he aburrido nada de nada -le digo mientras poco a poco va durmiéndose, aunque aun aguanta-... pero la próxima vez nada de beber mi sangre, a menos que quieras dormir un rato, claro esta -comento sonriendo.
Poco a poco, Uzza cierra los ojos, acompasando su respiración, aun con su sonrisa intacta en los labios, o eso creo ver.
-Duerme bien, enana -le deseo, dándole un pequeño beso de buenas noches en la mejilla y poniéndome en pie, con la niña demonio entre los brazos.
Salgo del dojo volando a poca altura de suelo, mas por no zarandear mucho a Uzza que por otra cosa, sigo el rastro de Cain hasta la cocina, y tumbo a Uzza en la mesa despejada.
-Se quedo dormida al probar un poco de mi sangre -explico limpiando la que queda en mis labios con la lengua-... me lo he pasado muy bien -añado con una sonrisa-, pero creo que sera mejor que descanse un rato, hasta que se recupere del efecto calmante. ¿Donde van tus demonios cuando desaparecen? -le pregunto, retirando el pelo de la frente de la niña con suavidad, para mirar luego a Cain expectante.
Parece que esta haciendo algún tipo de poción, ¿que sera?...
-Esta... niña... es... una... cabrona... -digo entre golpe y golpe, sin borrar la sonrisa de mi cara.
Uzza me suelta, lanzándome contra el suelo y se sienta en mi pecho, inmovilizándome. Mi pecho sube y baja, dando la impresión de la niña va a caballito. No puedo evitar reírme con ganas al asimilar lo absurdo de mis pensamientos. La niña me pregunta que si no me aburro, y repite una y otra vez la pregunta, antes de asestarme un puñetazo que me hace sangrar la boca, aunque no consigue borrar la sonrisa de mi cara. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien peleando, entrenando con otra persona. La adrenalina aun bulle bajo mi piel, y ya me estoy tensando para liberarme cuando siento su dedo en los labios y como se lleva la sangre a la boca tras hacer un comentario...
-No lo hag... tarde -le digo con resignación, mientras la miro fijamente.
Al principio no pasa nada, pero poco a poco, sus ojos magentas se enturbian y la presa de sus piernas entorno a mi pecho pierde fuerza. La agarro por la cintura, suspirando, y la alzo un poco, arrastrándome con ella entre las manos a una de las paredes de la habitación. Apoyo la espalda contra la superficie, y dejo a Uzza sentada en mi regazo.
-Me lo he pasado muy bien, pequeña, te aseguro que no me he aburrido nada de nada -le digo mientras poco a poco va durmiéndose, aunque aun aguanta-... pero la próxima vez nada de beber mi sangre, a menos que quieras dormir un rato, claro esta -comento sonriendo.
Poco a poco, Uzza cierra los ojos, acompasando su respiración, aun con su sonrisa intacta en los labios, o eso creo ver.
-Duerme bien, enana -le deseo, dándole un pequeño beso de buenas noches en la mejilla y poniéndome en pie, con la niña demonio entre los brazos.
Salgo del dojo volando a poca altura de suelo, mas por no zarandear mucho a Uzza que por otra cosa, sigo el rastro de Cain hasta la cocina, y tumbo a Uzza en la mesa despejada.
-Se quedo dormida al probar un poco de mi sangre -explico limpiando la que queda en mis labios con la lengua-... me lo he pasado muy bien -añado con una sonrisa-, pero creo que sera mejor que descanse un rato, hasta que se recupere del efecto calmante. ¿Donde van tus demonios cuando desaparecen? -le pregunto, retirando el pelo de la frente de la niña con suavidad, para mirar luego a Cain expectante.
Parece que esta haciendo algún tipo de poción, ¿que sera?...
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
28/11/11, 10:52 pm
Cain estaba terminando de filtrar una de sus pociones cuando Vacuum entró con Uzza en brazos. Frunció el ceño, ya le parecía extraño que hubiesen acabado los golpes tan repentinamente. Cogió a la niña de los brazos de Vacuum y murmuró el hechizo de partida.
-Cuando despierte no va a estar nada contenta- dijo y miró a Vacuum aún con el ceño fruncido- Has dejado fuera de combate a mi mejor guerrera... -realmente era su única guerrera, sin contar con Ertrael, al que solo sacaría en ocasiones especiales. Bajó el fuego donde hervían unas hiervas junto con algo de polvo de Vac mientras meditaba su pregunta- Vuelven a su mundo... a su dimensión. No sé exactamente qué hacen allí, pero supongo que podría preguntarle a Balan o a Dantalian... -Era una buena pregunta, jamás se había parado a pensar en qué hacían sus demonios mientras no le servían a él, y se avergonzó de ello... ¿cómo podía ser tan egoísta? Aunque realmente no quería encariñarse o inmiscuirse demasiado en los asuntos de sus demonios, salvo de los que criaría él, como Fresser. Se quedó pensativo, sumido en sus pensamientos mientras le daba vueltas a un brebaje- Sí, lo consultaré- y zanjó el tema.
Enfrió el preparado que estaba removiendo antes de filtrarlo y meterlo en varios frasquitos que etiquetó cuidadosamente. Luego mezcló el caldo de hiervas y polvo de sueño con una harina especial que había dejado preparada del día anterior y lo extendió en un plato ovalado. Se metió los frasquitos en los bolsillos y le hizo un gesto a Vacuum para que lo siguiera al balcón donde estaban los cubos con el preparado de cantarella. Allí puso el plato protegiéndolo con un hechizo para que no robaran el contenido y le echó un vistazo a los cubos.
-Yo creo que esto está casi... Sí, ya puedo filtrarlo. Es un veneno muy poético, los coleccionistas y excéntricos me darán una buena suma por él...- comentó observando el repulsivo contenido de los cubos con una sonrisa que solo podía tener alguien con un hechizo de inibición del olfato y un ojo de menos...- Y eso- señaló el plato con la extraña masa aguada- es para hacer píldoras de pesadillas. No sé muy bien para qué las voy a usar pero son una venganza divertida... Hay una forma de hacer que en cada píldora haya una pesadilla concreta, pero escapa a mis posibilidades...- miró a Vacuum insinuante. Era evidente que le pedía ayuda, si el chico podía dormir a la gente con su sangre y con su olor, bien podría tener alguna facilidad para la magia de sueño...
-Cuando despierte no va a estar nada contenta- dijo y miró a Vacuum aún con el ceño fruncido- Has dejado fuera de combate a mi mejor guerrera... -realmente era su única guerrera, sin contar con Ertrael, al que solo sacaría en ocasiones especiales. Bajó el fuego donde hervían unas hiervas junto con algo de polvo de Vac mientras meditaba su pregunta- Vuelven a su mundo... a su dimensión. No sé exactamente qué hacen allí, pero supongo que podría preguntarle a Balan o a Dantalian... -Era una buena pregunta, jamás se había parado a pensar en qué hacían sus demonios mientras no le servían a él, y se avergonzó de ello... ¿cómo podía ser tan egoísta? Aunque realmente no quería encariñarse o inmiscuirse demasiado en los asuntos de sus demonios, salvo de los que criaría él, como Fresser. Se quedó pensativo, sumido en sus pensamientos mientras le daba vueltas a un brebaje- Sí, lo consultaré- y zanjó el tema.
Enfrió el preparado que estaba removiendo antes de filtrarlo y meterlo en varios frasquitos que etiquetó cuidadosamente. Luego mezcló el caldo de hiervas y polvo de sueño con una harina especial que había dejado preparada del día anterior y lo extendió en un plato ovalado. Se metió los frasquitos en los bolsillos y le hizo un gesto a Vacuum para que lo siguiera al balcón donde estaban los cubos con el preparado de cantarella. Allí puso el plato protegiéndolo con un hechizo para que no robaran el contenido y le echó un vistazo a los cubos.
-Yo creo que esto está casi... Sí, ya puedo filtrarlo. Es un veneno muy poético, los coleccionistas y excéntricos me darán una buena suma por él...- comentó observando el repulsivo contenido de los cubos con una sonrisa que solo podía tener alguien con un hechizo de inibición del olfato y un ojo de menos...- Y eso- señaló el plato con la extraña masa aguada- es para hacer píldoras de pesadillas. No sé muy bien para qué las voy a usar pero son una venganza divertida... Hay una forma de hacer que en cada píldora haya una pesadilla concreta, pero escapa a mis posibilidades...- miró a Vacuum insinuante. Era evidente que le pedía ayuda, si el chico podía dormir a la gente con su sangre y con su olor, bien podría tener alguna facilidad para la magia de sueño...
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
29/11/11, 12:57 pm
Cain recoge a Uzza de mis brazos y murmura un hechizo que la hace desparecer, mandándola a donde quiera que vaya. Comenta algo con el ceño fruncido, pero en realidad no ha sido como el ha dicho.
-Se dejo ella sola fuera de combate, bebió un poco de mi sangre -le repito, se lo he dicho antes pero parece no haberme oído, y observo como medita la respuesta a mi pregunta mientras trastea en la cocina.
Oigo su respuesta ambigua, parece que no sabe exactamente la respuesta y tras un debate interno, dice que preguntara a uno de sus demonios, dando por zanjada la conversación. Me acodo en la mesa, mirando como remueve el contenido de las ollas. Desde la Luna Roja se le nota mas cambiado, no habrá cambiado físicamente, pero de eso ya se ha encargado su magia y el mismo. Se le ve muy delgado, y las ojeras que cubre con su maquillaje siguen ahí. Necesita descansar una temporada y recuperar fuerzas, y como tarde mucho mas en hacerlo, le obligare por la fuerza, no estoy dispuesto a que continúe así, consumiéndose de esa manera, necesita unas pequeñas vacaciones, tal vez unos días de descanso, sin invocaciones y comiendo en condiciones, ya se lo comentare. Observo como enfría el contenido de una de las ollas, y lo filtra para separarlo en distintos frascos que etiqueta cuidadosamente. Luego retira la otra olla del fuego, añadiendo a su contenido algo de polvo de mis alas, y mezclandolo todo con una especie de harina.
-¿Que es eso? -pregunto, viendo como lo extiende sobre un plato, pero no me responde, solo me hace un gesto para que le siga escaleras arriba.
Me lleva hasta un balcón donde reposan unos cubos que desprenden un olor nauseabundo. El italiano hace un comentario con una sonrisa en el rostro, seguro que no huele nada.
-Tan poético que me hace llorar -suelto sarcástico, retirando las lágrimas que brotan a mis ojos por el intenso hedor con el dorso de la mano-. Si alguna vez necesitas ayuda con plantas, avísame, me aprendí el enorme herbolario que saque de la biblioteca, y pase bastante en el patio de Letargo. De todos modos, si no te importa, tampoco me disgustaría aprender sobre alquimia y esas cosas, así que si me enseñas perfecto le digo, no se lo que le parecerá, pero bueno.
Le escucho hablar sobre la pasta que ha extendido sobre el plato, que ha protegido para que no se la lleven los pájaros, supongo, y que tiene una curiosa utilidad. Al parecer escapan a su domino los hechizos necesarios, y no se me escapa su mirada sugerente.
-Yo te ayudo, se me da bastante bien la magia de sueño -digo con un suspiro, ¿como no le voy a ayudar?, solo lo tiene que pedir.
Tiro de el hacia mi y le beso con ganas, perdiéndome en su boca y olvidando por un instante el hedor que nos rodea. Sin embargo, la tardanza de Elliot me sigue preocupando, ¿donde diablos se habrá metido?.
-¿Quieres probar ahora, o prefieres ir a dormir y esperar a mañana? -le pregunto apoyando mi frente en la suya, sin dejar de rodear su cintura con los brazos.
-Se dejo ella sola fuera de combate, bebió un poco de mi sangre -le repito, se lo he dicho antes pero parece no haberme oído, y observo como medita la respuesta a mi pregunta mientras trastea en la cocina.
Oigo su respuesta ambigua, parece que no sabe exactamente la respuesta y tras un debate interno, dice que preguntara a uno de sus demonios, dando por zanjada la conversación. Me acodo en la mesa, mirando como remueve el contenido de las ollas. Desde la Luna Roja se le nota mas cambiado, no habrá cambiado físicamente, pero de eso ya se ha encargado su magia y el mismo. Se le ve muy delgado, y las ojeras que cubre con su maquillaje siguen ahí. Necesita descansar una temporada y recuperar fuerzas, y como tarde mucho mas en hacerlo, le obligare por la fuerza, no estoy dispuesto a que continúe así, consumiéndose de esa manera, necesita unas pequeñas vacaciones, tal vez unos días de descanso, sin invocaciones y comiendo en condiciones, ya se lo comentare. Observo como enfría el contenido de una de las ollas, y lo filtra para separarlo en distintos frascos que etiqueta cuidadosamente. Luego retira la otra olla del fuego, añadiendo a su contenido algo de polvo de mis alas, y mezclandolo todo con una especie de harina.
-¿Que es eso? -pregunto, viendo como lo extiende sobre un plato, pero no me responde, solo me hace un gesto para que le siga escaleras arriba.
Me lleva hasta un balcón donde reposan unos cubos que desprenden un olor nauseabundo. El italiano hace un comentario con una sonrisa en el rostro, seguro que no huele nada.
-Tan poético que me hace llorar -suelto sarcástico, retirando las lágrimas que brotan a mis ojos por el intenso hedor con el dorso de la mano-. Si alguna vez necesitas ayuda con plantas, avísame, me aprendí el enorme herbolario que saque de la biblioteca, y pase bastante en el patio de Letargo. De todos modos, si no te importa, tampoco me disgustaría aprender sobre alquimia y esas cosas, así que si me enseñas perfecto le digo, no se lo que le parecerá, pero bueno.
Le escucho hablar sobre la pasta que ha extendido sobre el plato, que ha protegido para que no se la lleven los pájaros, supongo, y que tiene una curiosa utilidad. Al parecer escapan a su domino los hechizos necesarios, y no se me escapa su mirada sugerente.
-Yo te ayudo, se me da bastante bien la magia de sueño -digo con un suspiro, ¿como no le voy a ayudar?, solo lo tiene que pedir.
Tiro de el hacia mi y le beso con ganas, perdiéndome en su boca y olvidando por un instante el hedor que nos rodea. Sin embargo, la tardanza de Elliot me sigue preocupando, ¿donde diablos se habrá metido?.
-¿Quieres probar ahora, o prefieres ir a dormir y esperar a mañana? -le pregunto apoyando mi frente en la suya, sin dejar de rodear su cintura con los brazos.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
29/11/11, 05:29 pm
Cain sonrió cuando Vacuum accedió a su petición, sabía que no iba a negarle ayuda, pero aún así le hacía feliz. Él tampoco tendría ningún problema en ayudarle con la alquimia, incluso cuando aún no la dominaba por completo. Antes de poder hacérselo saber, Vacuum le besó y él recibió el beso entreabriendo los labios para buscar su lengua, saboreando la boca del otro y lamiendo sus labios. Llevó las manos a la cabeza dle griego para enterrar los dedos en su pelo y deshizo el hechizo inhibidor para poder aspirar su olor... y ahí fue cuando el aroma de las vísceras en descomposición mezcladas con el arsénico le dió de lleno. Con una mueca de asco empujó a Vacuum de nuevo dentro dle burdel.
-Vámonos a otro sitio- apuró, tratando de alejarse lo más pobible del balcón. Había usado ese hechizo todas las veces que había subido a comprobar el estado del preparado, de forma que casi había olvidado lo mal que olía.
Cuando llegaron a la habitación, Cain se dejó caer en la cama. Se deshizo de los zapatos, de la ropa, de sus colgantes y anillos... Estaba realmente cansado, por la invocación sobretodo, y no había podido dormir demasiado debido al alboroto que había montado su propio demonio y Vacuum en la sala de entrenamiento. SE miró las manos temblorosas y las escondió bajo las mantas, quedándose con su único ojo clavado en el techo. Luego giró la mirada hacia Vacuum.
-¿A qué esperas? -le dijo con una sonrisa pícara, acomodándose sobre la montaña de cojines que coronaba el cabecero de la cama- A este paso me voy a morir de frío.- le apremió.
-Vámonos a otro sitio- apuró, tratando de alejarse lo más pobible del balcón. Había usado ese hechizo todas las veces que había subido a comprobar el estado del preparado, de forma que casi había olvidado lo mal que olía.
Cuando llegaron a la habitación, Cain se dejó caer en la cama. Se deshizo de los zapatos, de la ropa, de sus colgantes y anillos... Estaba realmente cansado, por la invocación sobretodo, y no había podido dormir demasiado debido al alboroto que había montado su propio demonio y Vacuum en la sala de entrenamiento. SE miró las manos temblorosas y las escondió bajo las mantas, quedándose con su único ojo clavado en el techo. Luego giró la mirada hacia Vacuum.
-¿A qué esperas? -le dijo con una sonrisa pícara, acomodándose sobre la montaña de cojines que coronaba el cabecero de la cama- A este paso me voy a morir de frío.- le apremió.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
29/11/11, 06:31 pm
Volé tan deprisa como pude, aunque me di cuenta que no era tan rápido como otras veces... No le di demasiada importancia... seguramente tantos dias sin usar la magia y sin apenas moverme habían atrofiado un poco mis capacidades. Me fijé en mi vestido. Aun tenía desgarrones en el pecho, allí donde las garras del niño me habían herido. Dudé si contarle a los chicos lo que había ocurrido o no... no quería que se preocupasen, no quería que pensasen que soy debil... pero no podia mentirles. Bueno... siempre podía suavizar un poco los hechos. Aterricé delante de la puerta del burdel, donde hice un hechizo para acabar de arreglar el vestido. Así la lucha no parecería tan grave. Miré la puerta, donde había una especie de diablo delante. ¿Que ahcía ese bicho ahí? La alarma se encendió en mi interior. Me acerqué allí rapidamete, preparada para atacar si era necesario... pero, para mi sorpresa, el bicho se levantó con un gesto apático y abrió la puerta. Al fijarme en ella, pude ver un circulo con varios nombres grabados... ah... con que eso era... teniamos portero... ¡Que nivel! Reí. Entré sin dejar de mirar al bichejo, que cerró la puerta tras de mi. Una vez dentro, me relajé. Estaba en casa de nuevo. No había nadie en el salón, y no se oia ruido... ¿Habrían salido? Primero bajé a mirar si estaban en las termas, pero allí no había nadie. Luego fui al cuarto. Oi la voz de Cain incluso antes de llegar, haciendo que me estremeciese. Realmente había pasado mucho tiempo sin ellos y eso no me gustaba. No me había dado cuenta de cuanto les había echado de menos hasta que me deslicé dentro del cuarto sin apenas hacer ruido. Al otro lado, Cain estaba metido en la cama, sonriendo. Su ropa estaba tirada por el suelo y Vacuum estaba al otro lado de la habitación. "Volví, ¿me habeis echado de menos?" le pregunté a Vacuum mientras me acercaba a la cama. Me tumbé sobre las mantas, al lado del rubio y le abracé por encima de ellas. "He.... he estado en la biblioteca... he descubierto un par de cosas y..." dejé que mis pensamientos volasen sin acabar la frase. Aun no quería hablarles de mis descubrimientos en telepatía. prefería estar segura de que podría usarla. "¿Que habeis hecho vosotros? Os he echado mucho, mucho de menos..." Miré a Cain. Parecía estar muy cansado. Mis manos recorrienron su mandibula obligandole a girar la cara hacia mi para verle mejor. No me acostumbraba aun a verle con el parche. Era extraño, pero... no desentonaba del todo con él. Le quedaba bien. Incluso eso le quedaba bien. "¿Quereis ver algo divertido que he aprendido estos dias?" Prengunté... sabía que Cain no podía escucharme, pero seguía hablandoles en plural. Me quité el vestido, quedándome en ropa interior. Haqbía leido en el libro que me dejó el violinista que el humo negro podía convertirse casi en cualquier tipo de ropa. En la biblioteca había conseguido hacerme unos guantes, pero lo que me proponía ahora era algo mas complicado. La niebla negra bajó por mi cuerpo, cubriendolo unos segundos, mientras me quitaba la ropa que llevaba puesta. Luego el humo comenzó a condensarse, formando un tejido negro, de aspecto brillante y duro, aunque realmente era suave al tacto. No era nada demasiado complicado. Es mas era bien liso y sencillito, pero quedaba bien... y era comodo. Infinitamente mas comodo que la ropa normal. "¿¡A que es guay!? ¿Os gusta?" Reí.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/11/11, 10:38 pm
El italiano me devuelve el beso con ganas, saboreando mis labios y enredando los dedos en mi pelo, hasta que se separa con una mueca de asco. Le miro y comprendo que ha desecho el hechizo de inhibición del olfato, le debe de haber venido todo el hedor de golpe. Me empuja de nuevo adentro del burdel y me dice que nos vayamos a otro sitio. Echamos a andar por el pasillo hacia la habitación, y cuando llegamos, Cain se deja caer en la cama. Me acerco al balcón mientras el chico se desviste y se quita todos los amuletos que lleva encima. Pierdo la mirada en el cielo negro, buscando algún signo de la chica sin verlo. Las estrellas hace un tiempo que desaparecieron, y este vuelve a estar apagado. Cuando vuelvan a aparecer sera el preludio que anuncie a la Luna Roja... ¿en que se convertirán los nuevos cosechados?.
-Ya voy -digo girándome hacia Cain con una sonrisa tras oír su comentario.
Esta ya bajo las mantas, recostado contra los cojines de la cabecera de la cama, esperando a que me acerque con una sonrisa pícara. Me dispongo ha acercarme cuando Elliot irrumpe en la habitación. Parece estar bien, y me quedo parado viéndola acercarse a la cama, no me salen palabras. Su voz resuena en mi cabeza, y verla moverse por la habitación resulta ser un calmante para mi preocupación. La muchacha se encarama a la cama y abraza a Cain mientras transmito sus palabras en voz alta, sin pensar siquiera. Parece ser que ha estado en la biblioteca todo este tiempo, aprendiendo algo, aunque no dice el que. La miro interesado cuando se quita el vestido, anunciando que nos va a enseñar algo curioso. Se queda en ropa interior y una niebla negra baja de su cuello, cubriéndola mientras se quita el resto. Cuando termina, el humo se condensa, formando un juego de ropa interior de un tejido extraño, brillante y de aspecto duro. Le sienta realmente bien, y por unos instante me quiero dejar llevar, pero la preocupación de los últimos días, aunque halla desaparecido, ha dejado huella. Verla tan relajada, con su conjunto nuevo y encima de Cain, me ofusca un poco... ¿no se da cuenta de que nos ha tenido preocupados?.
Me acerco a la cama con paso felino y me encaramo, acercándome a su espalda mientras contesto a la segunda de sus preguntas, obviando la primera de ellas.
-Pues hemos estado cuidando el uno del otro, solos los dos -digo remarcando alguna de las palabras-. Nos has dejado abandonados estos días, y ahora íbamos a jugar un rato.
La agarro de la cintura y la alzo, poniéndola a un lado y quitándola de encima de Cain. me cuesta la misma vida soltarla, por mi cabeza solo pasan ideas de caricias en su piel, de leves mordiscos y de su suave aroma, pero hago el esfuerzo y las aparto de mi mente.
Me deslizo sobre Cain, recorriendo con mi boca su torso, dejando suaves besos sobre su piel. Subo por su cuello, mordisqueándole con suavidad y alcanzo su boca, perdiéndome en ella, jugando con su lengua, enredándola con la mía. Me siento sobre él,con una pierna a cada lado, y recorro su pecho, arañandolo suavemente con las uñas. Subo las manos, enredando mis dedos en su pelo, y le dirijo una mirada cómplice.
-Ya voy -digo girándome hacia Cain con una sonrisa tras oír su comentario.
Esta ya bajo las mantas, recostado contra los cojines de la cabecera de la cama, esperando a que me acerque con una sonrisa pícara. Me dispongo ha acercarme cuando Elliot irrumpe en la habitación. Parece estar bien, y me quedo parado viéndola acercarse a la cama, no me salen palabras. Su voz resuena en mi cabeza, y verla moverse por la habitación resulta ser un calmante para mi preocupación. La muchacha se encarama a la cama y abraza a Cain mientras transmito sus palabras en voz alta, sin pensar siquiera. Parece ser que ha estado en la biblioteca todo este tiempo, aprendiendo algo, aunque no dice el que. La miro interesado cuando se quita el vestido, anunciando que nos va a enseñar algo curioso. Se queda en ropa interior y una niebla negra baja de su cuello, cubriéndola mientras se quita el resto. Cuando termina, el humo se condensa, formando un juego de ropa interior de un tejido extraño, brillante y de aspecto duro. Le sienta realmente bien, y por unos instante me quiero dejar llevar, pero la preocupación de los últimos días, aunque halla desaparecido, ha dejado huella. Verla tan relajada, con su conjunto nuevo y encima de Cain, me ofusca un poco... ¿no se da cuenta de que nos ha tenido preocupados?.
Me acerco a la cama con paso felino y me encaramo, acercándome a su espalda mientras contesto a la segunda de sus preguntas, obviando la primera de ellas.
-Pues hemos estado cuidando el uno del otro, solos los dos -digo remarcando alguna de las palabras-. Nos has dejado abandonados estos días, y ahora íbamos a jugar un rato.
La agarro de la cintura y la alzo, poniéndola a un lado y quitándola de encima de Cain. me cuesta la misma vida soltarla, por mi cabeza solo pasan ideas de caricias en su piel, de leves mordiscos y de su suave aroma, pero hago el esfuerzo y las aparto de mi mente.
Me deslizo sobre Cain, recorriendo con mi boca su torso, dejando suaves besos sobre su piel. Subo por su cuello, mordisqueándole con suavidad y alcanzo su boca, perdiéndome en ella, jugando con su lengua, enredándola con la mía. Me siento sobre él,con una pierna a cada lado, y recorro su pecho, arañandolo suavemente con las uñas. Subo las manos, enredando mis dedos en su pelo, y le dirijo una mirada cómplice.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 04:52 pm
Elliot entró en el cuarto como quien no quiere la cosa, después de... ¿cuántos días llevaba fuera? Cain la miró incrédulo, y luego a Vacuum, que hacía de intérprete de los pensamientos de la chica. ¿Esa iba a ser toda la explicación? ¿Todo este tiempo preocupados por ella y al final solo había estado estudiando en la biblioteca? Cain frunció el ceño.
-Yo fui hace poco a la biblioteca y no...- empezó a decir, pero no le dio tiempo a terminar. Elliot se le subió encima, quitándose la ropa, dejando a la vista la pálida piel que tanto había añorado. Para colmo, hace aparecer un conjunt de lo que a simple vista parece vinilo. Cain está tentado de tocar alquel material brillante, de arrancarlo con los dientes y recorrer su cuerpo entero de nuevo... << Pero esto no puede quedar así... >> ¿Y si le hubiese pasado algo grave? Cain pensó en algún sistema de comunicación para casos como este...
Entonces Vacuum le quitó a Elliot de encima. Cain estuvo a punto de quejarse, pero en su lugar se echó a reír con el comentario de Vaccum.
-Es verdad... Elliot ha sido mala...- susurró entre risas maliciosas rodeó a Vacuum con los brazos atrayéndolo hacia él, recorriendo su mandíbula con la lengua hasta llegar a la oreja. Empezó a mordisquearle el lóbulo mientras sentía las manos del griego recorriendo su pecho. Tanteó su espalda, tamborileando en su columna, trazando eses con los dedos entre vértebra y vértebra mientras atrapaba los labios de Vacuum con los dientes antes de irrumpir en su boca devorándola con ansia, acariciandole el paladar con la púa del piercing y jugando con su lengua. Enredó sus piernas con las del griego obligándole a bajar y a pegarse más a él, y su miraba buscaba a Elliot esperando alguna reacción por su parte.
-Yo fui hace poco a la biblioteca y no...- empezó a decir, pero no le dio tiempo a terminar. Elliot se le subió encima, quitándose la ropa, dejando a la vista la pálida piel que tanto había añorado. Para colmo, hace aparecer un conjunt de lo que a simple vista parece vinilo. Cain está tentado de tocar alquel material brillante, de arrancarlo con los dientes y recorrer su cuerpo entero de nuevo... << Pero esto no puede quedar así... >> ¿Y si le hubiese pasado algo grave? Cain pensó en algún sistema de comunicación para casos como este...
Entonces Vacuum le quitó a Elliot de encima. Cain estuvo a punto de quejarse, pero en su lugar se echó a reír con el comentario de Vaccum.
-Es verdad... Elliot ha sido mala...- susurró entre risas maliciosas rodeó a Vacuum con los brazos atrayéndolo hacia él, recorriendo su mandíbula con la lengua hasta llegar a la oreja. Empezó a mordisquearle el lóbulo mientras sentía las manos del griego recorriendo su pecho. Tanteó su espalda, tamborileando en su columna, trazando eses con los dedos entre vértebra y vértebra mientras atrapaba los labios de Vacuum con los dientes antes de irrumpir en su boca devorándola con ansia, acariciandole el paladar con la púa del piercing y jugando con su lengua. Enredó sus piernas con las del griego obligándole a bajar y a pegarse más a él, y su miraba buscaba a Elliot esperando alguna reacción por su parte.
- Elliot
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Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 08:08 pm
Cuando entré en la habitación, el primero en verme fue Vacuum, que se quedó parado mirándome. Cain tenia una mezcla entre incredulidad y enfado en su expresión. Empezó a hablar y recordé que era imposible que me hubiese visto con el hechizo de invisibilidad que había lanzado sobre mi mientras estaba en la biblioteca. Una vez que me puse mi nueva ropa, pude ver el brillo de deseo en los ojos de los dos. Noté a Vacuum detras de mi y me giré un poco, escuchando sus palabras. El chico me agarró de la cintura y yo me abraze a él, creyendo que el "ibamos a jugar un rato" me incluia, pero Vacuum me soltó, dejándome a un lado para sentarse él sobre Cain. "Vengo aquí, despues de días sola, buscando sin descanso la forma de poder comunicarme con Cain para poderle decir lo mucho que le quiero sin tener que usar intermediarios, y asi me recibis" Digo en un fingido tono de indignación. El rubio comenzó a reirse con el comentario de Vacuum. "Con que esas tenemos, ¿no? Elliot ha sido mala y ahora vamos a montarnoslo sin ella... ¿ese es mi castigo? Pues muy bien..." Me siento en la cama, a su lado, con los brazos cruzados sobre el pecho. " Ale, seguid, follad como conejos si queréis... ¡castigadme!" La poca ropa que llevaba puesta se deshizo elevando volutas de humo negro en el aire y dejándome desnuda. "No pienso mendigar vuestro cariño." Pensé, más para convencerme a mi que a ellos pues no era tan facil pensarlo como llevarlo a cabo. Ellos se besaban y acariciaban, enredados, juntos, haciendo tambalear mi aplomo. Llevaba muchos dias sin ellos, y ahora me venían con estas... no sabía si resistiría demasiado tiempo al margen. Les necesitaba, mucho... pero mi orgullo luchaba fuerte por no ceder. Del saquito que llevaba, saqué el libro del violinista y lo puse delante, aunque sin leerlo realmente. Lo bueno de no tener ojos es que nadie sabe a donde miras. Recorría con la vista los caminos que trazaban las manos del rubio sobre la espalda de Vacuum, sus bocas unidas... Cain me miraba, pero yo permanecía hierática. Desprendían calor, un calor que yo ansiaba. "Bueno, ¿pensais seguir mucho rato asi?" Dije cerrando el libro de un golpe, cansada de la situación. "Porque me han dicho que hay juguetes muy graciosos metidos en los armarios esos, y quien sabe, quizá ellos me hagan mas compañía que vosotros..."
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
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● Remilo: Brujo del cobre irrense.
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 10:09 pm
Cain sonrío con malicia, siguiéndome el juego al instante. Su lengua recorre mi mandíbula hasta mi oreja, donde se detiene a mordisquear el lóbulo. Sus brazos me rodean, acercándome mas a el, mientras sus dientes muerden mis labios. Su lengua se abre paso en mi boca mientras los pensamientos de Elliot empiezan a entrar en mi cabeza, las emociones se mezclan en mi interior. Por un lado el creciente enfado de Elliot, y por el otro la malicia y el placer de Cain. Mi atención se desvía momentáneamente al cuerpo desnudo de Elliot, que ha dejado que su conjunto se deshaga. Me cuesta mucho no ceder el al impulso de tirar de ella hacia nosotros, pero no me parece normal que desaparezca y venga de repente como si no hubiera pasado nada, y ademas se enfada...
Recorro la boca de Cain con mas ganas aun, deleitándome en los calambres de su piercing en mi paladar. Mis manos recorren sus costados, afianzándose en su cintura y tirando de él hacia arriba, acercándolo mas a mi.
A su vez, el italiano enreda sus piernas en las mías y tira de mi hacia él, juntandonos mas aun, casi a punto de fundirnos en uno solo... El golpetazo del libro me saca de mi leve trance, y me hace volver a la realidad. La voz de Elliot resuena de nuevo en mi cabeza, cada vez mas enfadada, ¿por que no la podemos castigar?, ¿no puede admitir que ha hecho mal?. Los pensamientos se entremezclan en mi cabeza, inconexos. Me acerco a la muchacha sin mediar palabra, y recorro su piel con los dedos y con los labios. Los primeros tejen la magia, y los segundos depositan besos, ambos sobre su piel. El hechizo de sueño la deja inconsciente en unos instantes, y con delicadeza la meto bajo las sabanas tapándola para que no coja frío. Cuando termino la debilidad me invade, y dejo descansar mi frente sobre la del italiano. Mi respiración esta un poco entrecortada, he tirado de mi propia esencia vital para hacer el hechizo, solo ha sido un segundo, pero ha sido inesperado... mi magia me ha fallado en el último momento, y casi se rompe el hechizo.
-No se que ha pasado -murmuro contra la piel de Cain-, pero ese último hechizo me ha costado... ¿nos subimos a arriba a dormir? -le pregunto dándole un beso en su ojos sano.
Casi sin esperar respuesta me alzo de la cama, tirando de él, y antes de bajarme de ella, dejo un suave beso en el cuello de Elliot, seguro que cuando se despierte estará mas cabreada que un demonio, pero no tengo ni fuerzas para pensar en ello. << Debería haber avisado de donde estaba -pienso para mi.>>. Y repetirme esto una y otra vez me sirve de consuelo, hace que me tranquilice. Me bajo de la cama tambaleante, y envuelvo a Cain con una manta.
-Me adelanto para preparar el cuarto, no tardes -digo agarrando una vela tras apagar el resto y dejarle otra a Cain.
Subo las escaleras con mi mente divagando por los callejones neblinosos y plagados de sombras que forman ahora mis pensamientos. Una vez arriba, enciendo con la vela un poco de incienso, que extiende su dulce aroma por la enorme estancia. La habitación queda en una agradable penumbra que raya la oscuridad, un ambiente que me resulta agradable.
Me dejo caer boca abajo sobre la enorme cama, descansando la cabeza sobre las fragantes sabanas, aun con los pantalones puestos, y sin ganas apenas de moverme a falta de un estimulo que merezca la pena. Me quedo en silencio, esperando a que llegue el siciliano, disfrutando de la agradable oscuridad.
Recorro la boca de Cain con mas ganas aun, deleitándome en los calambres de su piercing en mi paladar. Mis manos recorren sus costados, afianzándose en su cintura y tirando de él hacia arriba, acercándolo mas a mi.
A su vez, el italiano enreda sus piernas en las mías y tira de mi hacia él, juntandonos mas aun, casi a punto de fundirnos en uno solo... El golpetazo del libro me saca de mi leve trance, y me hace volver a la realidad. La voz de Elliot resuena de nuevo en mi cabeza, cada vez mas enfadada, ¿por que no la podemos castigar?, ¿no puede admitir que ha hecho mal?. Los pensamientos se entremezclan en mi cabeza, inconexos. Me acerco a la muchacha sin mediar palabra, y recorro su piel con los dedos y con los labios. Los primeros tejen la magia, y los segundos depositan besos, ambos sobre su piel. El hechizo de sueño la deja inconsciente en unos instantes, y con delicadeza la meto bajo las sabanas tapándola para que no coja frío. Cuando termino la debilidad me invade, y dejo descansar mi frente sobre la del italiano. Mi respiración esta un poco entrecortada, he tirado de mi propia esencia vital para hacer el hechizo, solo ha sido un segundo, pero ha sido inesperado... mi magia me ha fallado en el último momento, y casi se rompe el hechizo.
-No se que ha pasado -murmuro contra la piel de Cain-, pero ese último hechizo me ha costado... ¿nos subimos a arriba a dormir? -le pregunto dándole un beso en su ojos sano.
Casi sin esperar respuesta me alzo de la cama, tirando de él, y antes de bajarme de ella, dejo un suave beso en el cuello de Elliot, seguro que cuando se despierte estará mas cabreada que un demonio, pero no tengo ni fuerzas para pensar en ello. << Debería haber avisado de donde estaba -pienso para mi.>>. Y repetirme esto una y otra vez me sirve de consuelo, hace que me tranquilice. Me bajo de la cama tambaleante, y envuelvo a Cain con una manta.
-Me adelanto para preparar el cuarto, no tardes -digo agarrando una vela tras apagar el resto y dejarle otra a Cain.
Subo las escaleras con mi mente divagando por los callejones neblinosos y plagados de sombras que forman ahora mis pensamientos. Una vez arriba, enciendo con la vela un poco de incienso, que extiende su dulce aroma por la enorme estancia. La habitación queda en una agradable penumbra que raya la oscuridad, un ambiente que me resulta agradable.
Me dejo caer boca abajo sobre la enorme cama, descansando la cabeza sobre las fragantes sabanas, aun con los pantalones puestos, y sin ganas apenas de moverme a falta de un estimulo que merezca la pena. Me quedo en silencio, esperando a que llegue el siciliano, disfrutando de la agradable oscuridad.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/12/11, 10:40 pm
Un golpe rompe el hechizo y el trance en el que estaba cayendo Cain se desvanece por completo. Elliot estaba cabreada, muy cabreada. Cain correspondió a su gesto airado con un bufido, seguido de un gruñito suave cuando Vacuum se separó de él. Una corriente de aire frío le recorrió el cuerpo, y se abrazó a sí mismo mientras observaba como Vacuum trazaba el hechizo de sueño, y como era de esperar, Elliot cayó frita al instante. Se apartó un poco para dejarle sitio hasta acabar por levantarse del todo.
-Sí...- respondió a la proposición del griego- vamos...- ¿El hechizo le había costado? ¿Cómo era eso? Se suponía que tras la Luna no tendría que tener problemas con la magia, pero no le dio más vueltas en ese momento...
Vacuum le envolvió con una manta y se marchó haciendo eses. << No está bien...>> Fue a seguirle pero le echó un último vistazo a Elliot. Recorrió sus curvas con los dedos mientras plantaba un beso en su hombro, que sobresalía por las sábanas, y luego dibujó un símbolo en el aire. Una libélula transparente, tan ligera y etérea como el mismo aire apareció de la nada. Cain le sopló suavemente con una orden << Informame si despierta y avísame si le ocurre algo>>
Recorrió el pasillo descalzo y desnudo, con la manta cubriéndole apenas y con la mente oupada, si ser verdaderamente consciente de sus propios pasos. Tenía demasiadas ideas en la cabeza, las preocupaciones se le acumulaban... Y al ver a Vacuum desplomado sobre la cama estas se avivaron.
-Vac...- le llamó en un susurro- ¿Estas bien? ¿Quieres algo?- se subió a la cama dejando la manta de lado y estrechó a Vacuum, acomodándolo sobre su pecho y dándole besos para intentar animarlo.- ¿Por qué estamos siempre hechos mierda?- preguntó, más para sí mismo que para el griego. Suspiró y a su pesar sus labios se curvaron en una media sonrisa. Era raro ver a Vacuum tan... indefenso. Su boca buscó hambrienta la del otro, y mordía más que besaba. Sus manos se perdieron en la oscura piel del hado, ahondando las caricias para convertirlas en un masaje, valiéndose de pulsaciones de magia para relajar sus músculos, trazando y remarcando las líneas que ya se sabía de memoria.- ¿Quieres dormir ya?- le susurró pegando los labios a su oído.
-Sí...- respondió a la proposición del griego- vamos...- ¿El hechizo le había costado? ¿Cómo era eso? Se suponía que tras la Luna no tendría que tener problemas con la magia, pero no le dio más vueltas en ese momento...
Vacuum le envolvió con una manta y se marchó haciendo eses. << No está bien...>> Fue a seguirle pero le echó un último vistazo a Elliot. Recorrió sus curvas con los dedos mientras plantaba un beso en su hombro, que sobresalía por las sábanas, y luego dibujó un símbolo en el aire. Una libélula transparente, tan ligera y etérea como el mismo aire apareció de la nada. Cain le sopló suavemente con una orden << Informame si despierta y avísame si le ocurre algo>>
Recorrió el pasillo descalzo y desnudo, con la manta cubriéndole apenas y con la mente oupada, si ser verdaderamente consciente de sus propios pasos. Tenía demasiadas ideas en la cabeza, las preocupaciones se le acumulaban... Y al ver a Vacuum desplomado sobre la cama estas se avivaron.
-Vac...- le llamó en un susurro- ¿Estas bien? ¿Quieres algo?- se subió a la cama dejando la manta de lado y estrechó a Vacuum, acomodándolo sobre su pecho y dándole besos para intentar animarlo.- ¿Por qué estamos siempre hechos mierda?- preguntó, más para sí mismo que para el griego. Suspiró y a su pesar sus labios se curvaron en una media sonrisa. Era raro ver a Vacuum tan... indefenso. Su boca buscó hambrienta la del otro, y mordía más que besaba. Sus manos se perdieron en la oscura piel del hado, ahondando las caricias para convertirlas en un masaje, valiéndose de pulsaciones de magia para relajar sus músculos, trazando y remarcando las líneas que ya se sabía de memoria.- ¿Quieres dormir ya?- le susurró pegando los labios a su oído.
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