Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Sendar
19/05/23, 12:32 am
La conversación no se complicó, en apariencia, y eso que eran temas difíciles de explicar. A Airi le gustó lo bien que expresó Ethan cómo se sentía la gente, asintiendo fervientemente cuando explicó que alguien podía no identificarse con nada concreto. Airi siempre había sentido ajenos los roles de una madre, y aunque todo el mundo le dijese que lo mejor que podía hacer era tener hijos y dedicarse a educar a los niños de la tribu, ni era lo que deseaba, ni era algo que se plantease siquiera. Al menos, si ocurría en algún momento, no pensaba dejar de lado sus aspiraciones, ni tomar roles de mando en la tribu. De la misma manera, las sutiles diferencias que eran de esperar entre hombres y mujeres, por serlo, le parecían una tontería, motivo por el que era de aquellos sanaís que elegían utilizar pronombres neutrales. Ahora, en aquel nuevo lenguaje, si quería usarlos debía referirse a sí misme de la forma en que Tawar lo hacía, lo que hacía que se perdieran muchísimos matices respecto a su idioma de origen. Eran poca gente y no le había extrañado que casi todos eligiesen pronombres de hombre o de mujer, pero ver que había a quien la neutralidad le resultaba extraña le hizo entender mejor por qué estaba teniendo lugar aquella conversación en primer lugar.
Mientras meditaba sobre lo que se había hablado, pudo retomar su charla con Aniol, que parecía confundido al respecto de su origen.
—Perdona por la interrupción. Lo que decías antes… no conozco esos sitios ni los ca… lo otro que has dicho. ¿A lo mejor estás pensando en un lugar diferente? Pero sí que es verdad que no hay nieve —añadió con una sonrisa. Había leído qué era en un libro, le encantaría verla en persona—. Podemos contarnos cómo son nuestras aldeas mientras limpiamos, si quieres —ofreció, deseando escuchar lo que el niño pudiera contarle.
Con la conversación terminada, varios del grupo se dispersaron, y Szczcenyak, en cambio, entró con el agua.
—Sí, sí, déjala por aquí, nos va a hacer falta mucha, seguramente. ¡Gracias! —le respondió Airi. El cubo que estaban usando para enjuagar los paños con los que limpiaban la cocina empezaba a estar bastante sucio.
Desde donde estaba oyó a Ethan pedirle a Szczenyak que escribiera su nombre, algo que Airi esperaba que fuese de ayuda para poder memorizarlo. Lo pronunciaba en su cabeza más o menos como lo había oído, pero no terminaba de sonar correcto. Quedaría pendiente de la respuesta e intentaría acercarse a mirar cómo se escribía si el otro accedía.
La petición –poco amable– de Connor tampoco se le pasó por alto. Era un trabajo desagradable, así que tomó nota mental de salir a ayudarle si cuando hubiera acabado en la cocina nadie más lo hacía. Aniol y Tawar, este en la medida de sus posibilidades, estaban haciendo un muy buen trabajo en la cocina, así que seguramente acabarían pronto y podrían centrarse en otras áreas del torreón.
Tiraron varios baldes de agua sucia tras limpiar la cocina, aunque la placa y el horno tendrían que esperar a que se hubiese apagado el fuego. Gracias al calor de este y a la actividad física las manos de Airi por fin recobraron su color. También era de agradecer tener la mente ocupada con la limpieza, pero ni eso ni las breves conversaciones con sus compañeros le libraban de pensar. Durante los momentos de abstracción solo podría rememorar todo lo que había ocurrido ese día y sentir cómo le inundaba el miedo hacia lo desconocido. No sabía cómo había podido mantener tanta entereza hasta ese punto, pero no le quedaba otra que continuar haciéndolo.
Durante el proceso de limpieza le explicaron qué eran aquellos hilos pegajosos que tuvieron que quitar de todas partes, y tuvo más de un encontronazo con esos insectos repugnantes que llamaban arañas, y que cedía a Tawar de buena gana. Se subió a una silla y quitó todas las que pudo de las que colgaban del techo y de las paredes, y el tiempo terminó por pasar volando. El Sol se veía ya bajo, pero aquella torre resultaba un poco más hogareña. Sentía cada parte de su cuerpo molida, pero le satisfacía haber podido trabajar sin parar. Tal vez lo pagaría mañana, pero no tendrían que dormir entre la inmundicia.
—No te vas a morir —le dijo a Aniol con una sonrisa tranquilizadora cuando se quejó del hambre. Su preocupación por la disponibilidad de comida trató de ocultarla tras aquella expresión, y continuó hablando cuando terminó de hacerlo Nohlem—. Aunque te duela un poco la tripa podrás aguantarlo. A veces hay que racionar mucho la comida o pasar varias horas sin comer, pero sí, mañana encontraremos algo para comer, ya lo verás.
Tawar empezó hablando de que en su tribu recolectaba alimentos, así que su conocimiento podría acabar siéndoles muy útil. Sin embargo, su propia explicación derivó de nuevo en el tema que habían estado hablando horas atrás. Lo único que deseaba Tawar era no faltar al respeto a nadie, así que contestó a su pregunta tras meditar brevemente.
—A mí me gusta la forma que usas tú para dirigirte a ti misme, se parece un poco a cómo lo hacía yo en mi idioma. Es extraño cómo en esta lengua el género afecta a tantas palabras… normalmente solo tenía que preocuparme de ello cuando me refería a alguien —comentó, con expresión pensativa, para luego dirigirse a todos—. Bueno, creo que prefiero que se me trate de elle, o de ella. Tampoco es algo tan importante —añadió con una media sonrisa.
Nohlem ya había dicho cómo prefería que se refiriesen a él, así que esperaba que todos los demás que se habían reunido allí dijesen sus preferencias para tomar nota mental de ellas. Que para Airi no fuesen tan importantes no quería decir que no lo fuesen para otros, así que se aseguraría de recordarlo.
Mientras meditaba sobre lo que se había hablado, pudo retomar su charla con Aniol, que parecía confundido al respecto de su origen.
—Perdona por la interrupción. Lo que decías antes… no conozco esos sitios ni los ca… lo otro que has dicho. ¿A lo mejor estás pensando en un lugar diferente? Pero sí que es verdad que no hay nieve —añadió con una sonrisa. Había leído qué era en un libro, le encantaría verla en persona—. Podemos contarnos cómo son nuestras aldeas mientras limpiamos, si quieres —ofreció, deseando escuchar lo que el niño pudiera contarle.
Con la conversación terminada, varios del grupo se dispersaron, y Szczcenyak, en cambio, entró con el agua.
—Sí, sí, déjala por aquí, nos va a hacer falta mucha, seguramente. ¡Gracias! —le respondió Airi. El cubo que estaban usando para enjuagar los paños con los que limpiaban la cocina empezaba a estar bastante sucio.
Desde donde estaba oyó a Ethan pedirle a Szczenyak que escribiera su nombre, algo que Airi esperaba que fuese de ayuda para poder memorizarlo. Lo pronunciaba en su cabeza más o menos como lo había oído, pero no terminaba de sonar correcto. Quedaría pendiente de la respuesta e intentaría acercarse a mirar cómo se escribía si el otro accedía.
La petición –poco amable– de Connor tampoco se le pasó por alto. Era un trabajo desagradable, así que tomó nota mental de salir a ayudarle si cuando hubiera acabado en la cocina nadie más lo hacía. Aniol y Tawar, este en la medida de sus posibilidades, estaban haciendo un muy buen trabajo en la cocina, así que seguramente acabarían pronto y podrían centrarse en otras áreas del torreón.
Tiraron varios baldes de agua sucia tras limpiar la cocina, aunque la placa y el horno tendrían que esperar a que se hubiese apagado el fuego. Gracias al calor de este y a la actividad física las manos de Airi por fin recobraron su color. También era de agradecer tener la mente ocupada con la limpieza, pero ni eso ni las breves conversaciones con sus compañeros le libraban de pensar. Durante los momentos de abstracción solo podría rememorar todo lo que había ocurrido ese día y sentir cómo le inundaba el miedo hacia lo desconocido. No sabía cómo había podido mantener tanta entereza hasta ese punto, pero no le quedaba otra que continuar haciéndolo.
Durante el proceso de limpieza le explicaron qué eran aquellos hilos pegajosos que tuvieron que quitar de todas partes, y tuvo más de un encontronazo con esos insectos repugnantes que llamaban arañas, y que cedía a Tawar de buena gana. Se subió a una silla y quitó todas las que pudo de las que colgaban del techo y de las paredes, y el tiempo terminó por pasar volando. El Sol se veía ya bajo, pero aquella torre resultaba un poco más hogareña. Sentía cada parte de su cuerpo molida, pero le satisfacía haber podido trabajar sin parar. Tal vez lo pagaría mañana, pero no tendrían que dormir entre la inmundicia.
—No te vas a morir —le dijo a Aniol con una sonrisa tranquilizadora cuando se quejó del hambre. Su preocupación por la disponibilidad de comida trató de ocultarla tras aquella expresión, y continuó hablando cuando terminó de hacerlo Nohlem—. Aunque te duela un poco la tripa podrás aguantarlo. A veces hay que racionar mucho la comida o pasar varias horas sin comer, pero sí, mañana encontraremos algo para comer, ya lo verás.
Tawar empezó hablando de que en su tribu recolectaba alimentos, así que su conocimiento podría acabar siéndoles muy útil. Sin embargo, su propia explicación derivó de nuevo en el tema que habían estado hablando horas atrás. Lo único que deseaba Tawar era no faltar al respeto a nadie, así que contestó a su pregunta tras meditar brevemente.
—A mí me gusta la forma que usas tú para dirigirte a ti misme, se parece un poco a cómo lo hacía yo en mi idioma. Es extraño cómo en esta lengua el género afecta a tantas palabras… normalmente solo tenía que preocuparme de ello cuando me refería a alguien —comentó, con expresión pensativa, para luego dirigirse a todos—. Bueno, creo que prefiero que se me trate de elle, o de ella. Tampoco es algo tan importante —añadió con una media sonrisa.
Nohlem ya había dicho cómo prefería que se refiriesen a él, así que esperaba que todos los demás que se habían reunido allí dijesen sus preferencias para tomar nota mental de ellas. Que para Airi no fuesen tan importantes no quería decir que no lo fuesen para otros, así que se aseguraría de recordarlo.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Sendar
19/05/23, 01:10 pm
Colmillo reflexionó sobre las palabras de Connor mientras dejaba el cubo de agua donde le había indicado Airi, todavía frunciendo un poco el hocico, pero descartándolo rápidamente como posiblemente verdad ya que, joder, los humanos eran jodidamente raros.
-Hostia. ¿Os cambiáis el color de todo el pelo? -preguntó bastante interesado-. Bueno, joder, supongo que para vosotros es fácil porque tenéis solo cuatro pelos, pero aún así, que movida. ¿De qué color es tu pelo entonces? ¿O te lo cambias porque no quieres que nadie lo sepa? Espera, mierda, joder, ¿es algo vergonzoso o algo? Lo siento -se apresuró a disculparse con sus orejas bajando por la incomodidad, esperando no haber metido la pata demasiado.
Las orejas del vittya volvieron a levantarse contentas, agradecido con Ethan por la interrupción y, probablemente, salvarle de la vergüenza.
-Sí, claro, toma -contestó apresurándose a acercarle la escoba pedida-. ¿Eh? ¡Ah! -exclamó, primero confundido y luego entendiendo, cuando Ethan le señaló la hoja y los lápices-. Sin problema, tío. Ya me he dado cuenta que vuestra especie elige nombres jodidamente simples. El tuyo era Ethan, ¿no? ¿Es tal cual o es un diminutivo de algo? -contestó mientras escribía su nombre con su habitual letra desordenada que tanto llevaba a su madre por el camino de la amargura.
Por un momento, Colmillo estuvo tentado a preguntar de nuevo si es que acaso eran motes y qué significaban, pero Connor ya le había dicho antes que eran sus nombres y, al menos él, no tenía ni puta idea de su significado.
-Ahí tienes -le dijo entregándole el papelito-. S-z-c-z-e-n-y-a-k. Szczenyak. No tengo problema en repetir la pronunciación tanto como jodidamente haga falta, así que no te cortes en pedirlo. Prefiero eso a insultos, ya sabes -terminó con una sonrisa amable, esperando que entendiera que no había ninguna hostilidad en sus palabras y mucho menos dirigida hacia él.
A Colmillo la idea de limpiar le entusiasmaba tanto como la de comer tierra, pero dado que era un trabajo que todos tenían que hacer en la caravana quisieran o no, estaba bastante acostumbrado a que si tocaba tocaba y no perdió el tiempo en unirse a sus nuevos compañeros en ello. Como parecía que aquella planta y las de arriba al menos estaban cubiertas por el momento, el vittya decidió unirse de nuevo a Connor en el exterior, rezando a todos los dioses que conocía, y a los que se inventó que tenían los otros mundos ya puestos, en que no estuvieran tan jodidamente repugnantes como se imaginaba. Y alguno de todos ellos debió escuchar sus súplicas, ya que no estaban en absoluto tan mal como se lo había imaginado.
-Me esperaba que estuvieran hechos una mierda, pero ni tan mal -comentó al unirse a Connor al trabajo.
Colmillo se dedicó al trabajo de limpieza sin problema, tanto el de las letrinas, como el apoyo que tanto Connor como él hicieron una vez terminaron fuera, pero para cuando la limpieza terminó y el vittya se hubo lavado las patas de nuevo, estaba lo suficientemente cansado y hambriento como para dejarse caer como un fardo sobre la primera silla que encontró.
-No creo, cachorro, no te preocupes -le contestó a Aniol con una sonrisa amable dejando a un lado su propia hambre y cansancio, no queriendo que el niño se sintiera peor de lo que ya se estaría sintiendo-. El dolor de tripa es una mierda, pero mañana tendremos comida y te olvidarás de que alguna vez te dolió. No te vas a morir -terminó sonriendo con cariño, pero de un momento a otro sus orejas subieron en alerta y miró hacia Connor, Ethan y Rick con los ojos como platos-. ¿Verdad?
“¿Pueden los humanos morir por pasar un día sin comer?” pensó con un poco de pánico. Si bien Airi y Nohlem le habían dicho a Aniol que no pasaba nada por pasar un día sin comer, ninguno de los dos era humano, lo que todavía no le quitaba la duda del todo al zawodny. Para su alivio, los otros humanos no parecían muy preocupados al respecto, por lo que Colmillo respiró con algo de tranquilidad sabiendo que ni ellos ni Aniol iban a morir en un futuro próximo.
La conversación siguiente le hizo fruncir el hocico un poco. “¿Género? ¿Qué es eso? ¿Se come?” se preguntó a sí mismo, dándose cuenta al momento que no, no se comía o no estarían teniendo el problema del hambre en ese momento.
-¡Oh! -exclamó al darse cuenta que la conversación parecía ir sobre si eran machos o hembras o si ¿no tenían sexo?-. Yo él, creo… -dijo con la boca pequeña, no entendiendo del todo ni la idea de los pronombres ni por qué sus órganos reproductores eran relevantes de alguna manera. “¿Airi acaba de decir que es hembra y a la vez no tiene sexo? ¿Qué coño? ¿¡Literal, qué coño!?”
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Re: Torreón Sendar
20/05/23, 08:08 pm
Fue ciertamente irónico, pero de aquel intercambio cultural lo que más le sorprendió no fue que un chico medio lobo le llamara ¨tío¨ o que su nombre tuviera 4 consonantes seguidas y de alguna manera fuera pronunciable. La extrañeza apareció cuando se escuchó así mismo tratar de repetirlo en alto y logró clavar una entonación tan brusca y hosca.
Y es que en aquella locura de día donde los cambios se habían asimilado de forma brusca, se encontraba sorprendiendose de nuevo ante la diferencia del idioma. La calma de esos instantes le recordaba que ese no era su lenguaje natal y era una pena, pues aún su mente haciendo esfuerzos por olvidar cada detalle del mismo echaba en falta un acento que recordaba mucho más suave.
Ahora sonaba menos armonioso y pronunciaba mejor de lo que había hecho en su vida. Esos detalles le hicieron repetir el nombre en bajito, una y otra vez. Primero por la extrañeza de verse capaz y segundo por intentar pronunciarlo bien, que siendo sinceros, ni escrito la tarea era sencilla.
-Ethan si, tal cual. -Decidió esta vez ignorar la H muda, considerando que mencionarla una vez era un descuido pero dos era de ser estupido. -Es bastante corto, aunque no se si quiza te refieres a los apellidos? Que bueno, en ese caso sí es más largo, pero es innecesario vaya no son guays ni nada… -Aguardo en silencio, de nuevo incómodo ante la torpeza de la interacción y el desconocimiento sobre si tenía que aclarar algo más al respecto. -¡¡Que no quiero decir que no sean importantes!! ¡En mi mundo dan un poco de igual pero quizá en el tuyo no! o bueno quizá no tenéis o si?… ¿Tu nombre los incluye quiza es eso?.... Lo siento.
Estaba hablando tan deprisa que empezó a pisar sus propias palabras, terminando con el abrupto perdón resignado ante su nula capacidad social. Era mejor si se dedicaba a otro tipo de actividades como por ejemplo, enseñar. Así que en un intento de camuflar su propia vergüenza regresó junto a un felino que obviamente había notado la verdadera naturaleza de su comentario anterior.
-No es… Bueno sí, dabas un poco de pena. -Acabo confesando con una ligera sonrisa, queriendo quitarle peso al asunto con un carácter animado. -También te digo, nada insalvable. He visto casos peores y tu al menos tienes una buena excusa.
La siguiente hora se la dedicó en exclusiva a él. Regalando una paciencia infinita que se veía alimentada al ver como Nohlem de verdad estaba intentando aprender. Le repitió los mismos movimientos una y otra vez, sin molestia alguna en su voz y evitó ser intrusivo dejándole estar si no le volvía a preguntar al respecto. Tratando con cierto disimulo un tanto evidente, de pulir las zonas que le correspondían al gato para dejarlas ya del todo limpias.
Cuando todo estuvo medianamente barrido, aprovechó que Connor había regresado de limpiar las letrinas para cederle unos paños húmedos y pedirle de buenas que limpiara los armarios más altos. No porque quisiera librarse de la tarea, si no por evitar que nadie se subiera a una silla ya tan temprano. Visto las condiciones del lugar no se fiaba de que pudieran mantenerse estables ante tanto movimiento.
Fue un día largo, pero al menos la planta baja se había quedado ordenada y ya daba gusto verla. Ethan fue de los primeros que paró a descansar, ignorando la sensación de inutilidad en pos de permitirse relajar la pierna. Ahora descansaba sobre una de las sillas del comedor, queriendo dejar los sillones para el resto y masajeando con cuidado la zona. Por suerte o desgracia el dolor iba y venía, lo que le permitía tener momentos pasajeros de paz aún forzando el músculo durante tanto tiempo. De igual manera, dejarlo reposar sería la mejor opción si mañana quería ser una persona útil.
Cuando Aniol empezó a hablar se alegró viendo que en esa extraña convivencia, al menos la gran mayoría de ellos resultaban agradables y negó con sutileza cuando Colmillo le dedicó una mirada de profunda alarma, tratando de contener una torpe risa al verle tan apurado. Podría resultar incómodo, pero nadie se iba a morir, por ahora.
-Oye Aniol, lo he pensado y viendo como la grulla está contigo… -Se acercó un poco, sin llegar a levantarse de la silla. Simulando que aquello que le estaba contando debía ser un secreto valioso. - Creo que se ha encariñado, así que se va a querer quedar a tu lado. ¿Querrías adoptarla? La pobre no tiene ni nombre aún. -Decidió que ya que el resto de adultos le había dado consuelo, él podía ofrecerle alguna distracción.
Y a falta de otro hogar para el pajarito que hizo en las escaleras, el resto de integrantes bajaron. Por lo que aprovechó el momento para concederle al otro pequeñin un premio que ya estaba justificado. -Ah mira hablando de… Damian ven, acércate! Que te lo has ganado. -En cuanto este recortara distancias le ofrecería la figurita de origami, sosteniendola con cuidado para que el niño pudiera imitarlo. -Lo único, hay una condición ¿vale? Si te portas mal, Räg podrá quitártela hasta nuevo aviso, así que sabes tienes que seguir comportándote bien. -Su tono carecía de reproche alguno, le había perdonado hacía rato y esto era una forma de ayudar al lagarto más que de castigar al pequeño. Visto que el rubio le guardaba respeto, que mejor que intentar fomentarlo. -Es, al igual que la de Aniol, una grulla de la suerte así que si la cuidas bien, ella os cuidara de vuelta. ¿Por qué no… te sientas con él y pensais nombres juntos? Seguro que podéis ayudaros a buscar algunos muy chulos.
Todo fuera, porque los niños estuvieran entretenidos y oye, siendo los más pequeños del grupo no les vendría mal empezar a hacer migas.
Y es que en aquella locura de día donde los cambios se habían asimilado de forma brusca, se encontraba sorprendiendose de nuevo ante la diferencia del idioma. La calma de esos instantes le recordaba que ese no era su lenguaje natal y era una pena, pues aún su mente haciendo esfuerzos por olvidar cada detalle del mismo echaba en falta un acento que recordaba mucho más suave.
Ahora sonaba menos armonioso y pronunciaba mejor de lo que había hecho en su vida. Esos detalles le hicieron repetir el nombre en bajito, una y otra vez. Primero por la extrañeza de verse capaz y segundo por intentar pronunciarlo bien, que siendo sinceros, ni escrito la tarea era sencilla.
-Ethan si, tal cual. -Decidió esta vez ignorar la H muda, considerando que mencionarla una vez era un descuido pero dos era de ser estupido. -Es bastante corto, aunque no se si quiza te refieres a los apellidos? Que bueno, en ese caso sí es más largo, pero es innecesario vaya no son guays ni nada… -Aguardo en silencio, de nuevo incómodo ante la torpeza de la interacción y el desconocimiento sobre si tenía que aclarar algo más al respecto. -¡¡Que no quiero decir que no sean importantes!! ¡En mi mundo dan un poco de igual pero quizá en el tuyo no! o bueno quizá no tenéis o si?… ¿Tu nombre los incluye quiza es eso?.... Lo siento.
Estaba hablando tan deprisa que empezó a pisar sus propias palabras, terminando con el abrupto perdón resignado ante su nula capacidad social. Era mejor si se dedicaba a otro tipo de actividades como por ejemplo, enseñar. Así que en un intento de camuflar su propia vergüenza regresó junto a un felino que obviamente había notado la verdadera naturaleza de su comentario anterior.
-No es… Bueno sí, dabas un poco de pena. -Acabo confesando con una ligera sonrisa, queriendo quitarle peso al asunto con un carácter animado. -También te digo, nada insalvable. He visto casos peores y tu al menos tienes una buena excusa.
La siguiente hora se la dedicó en exclusiva a él. Regalando una paciencia infinita que se veía alimentada al ver como Nohlem de verdad estaba intentando aprender. Le repitió los mismos movimientos una y otra vez, sin molestia alguna en su voz y evitó ser intrusivo dejándole estar si no le volvía a preguntar al respecto. Tratando con cierto disimulo un tanto evidente, de pulir las zonas que le correspondían al gato para dejarlas ya del todo limpias.
Cuando todo estuvo medianamente barrido, aprovechó que Connor había regresado de limpiar las letrinas para cederle unos paños húmedos y pedirle de buenas que limpiara los armarios más altos. No porque quisiera librarse de la tarea, si no por evitar que nadie se subiera a una silla ya tan temprano. Visto las condiciones del lugar no se fiaba de que pudieran mantenerse estables ante tanto movimiento.
Fue un día largo, pero al menos la planta baja se había quedado ordenada y ya daba gusto verla. Ethan fue de los primeros que paró a descansar, ignorando la sensación de inutilidad en pos de permitirse relajar la pierna. Ahora descansaba sobre una de las sillas del comedor, queriendo dejar los sillones para el resto y masajeando con cuidado la zona. Por suerte o desgracia el dolor iba y venía, lo que le permitía tener momentos pasajeros de paz aún forzando el músculo durante tanto tiempo. De igual manera, dejarlo reposar sería la mejor opción si mañana quería ser una persona útil.
Cuando Aniol empezó a hablar se alegró viendo que en esa extraña convivencia, al menos la gran mayoría de ellos resultaban agradables y negó con sutileza cuando Colmillo le dedicó una mirada de profunda alarma, tratando de contener una torpe risa al verle tan apurado. Podría resultar incómodo, pero nadie se iba a morir, por ahora.
-Oye Aniol, lo he pensado y viendo como la grulla está contigo… -Se acercó un poco, sin llegar a levantarse de la silla. Simulando que aquello que le estaba contando debía ser un secreto valioso. - Creo que se ha encariñado, así que se va a querer quedar a tu lado. ¿Querrías adoptarla? La pobre no tiene ni nombre aún. -Decidió que ya que el resto de adultos le había dado consuelo, él podía ofrecerle alguna distracción.
Y a falta de otro hogar para el pajarito que hizo en las escaleras, el resto de integrantes bajaron. Por lo que aprovechó el momento para concederle al otro pequeñin un premio que ya estaba justificado. -Ah mira hablando de… Damian ven, acércate! Que te lo has ganado. -En cuanto este recortara distancias le ofrecería la figurita de origami, sosteniendola con cuidado para que el niño pudiera imitarlo. -Lo único, hay una condición ¿vale? Si te portas mal, Räg podrá quitártela hasta nuevo aviso, así que sabes tienes que seguir comportándote bien. -Su tono carecía de reproche alguno, le había perdonado hacía rato y esto era una forma de ayudar al lagarto más que de castigar al pequeño. Visto que el rubio le guardaba respeto, que mejor que intentar fomentarlo. -Es, al igual que la de Aniol, una grulla de la suerte así que si la cuidas bien, ella os cuidara de vuelta. ¿Por qué no… te sientas con él y pensais nombres juntos? Seguro que podéis ayudaros a buscar algunos muy chulos.
Todo fuera, porque los niños estuvieran entretenidos y oye, siendo los más pequeños del grupo no les vendría mal empezar a hacer migas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Sendar
20/05/23, 09:28 pm
Se sentía satisfecho con la actitud de Damian ante sus sugerencias y consejos y sonrió al niño cuando empleó su nombre acortado por primera vez.
—Ah, pues… Sí, podemos bajar pronto, aunque la verdad es que me gustaría ver qué más hay en estas plantas superiores, ¿no crees? Si te parece bien echamos un vistazo y tal vez podamos limpiar algo más por aquí arriba antes de bajar.
El mjörní aprovechó para explorar otras habitaciones de aquella planta: había más dormitorios de tamaño similar, que de momento decidieron limpiar solo un poco por encima o les llevaría todo el día. Escuchó voces en el piso inferior, por lo que supuso que también estarían preparando algún dormitorio de los que sabía que había allí. Al subir un piso más pudo comprobar que había una amplia sala bastante vacía, que sería fácil de barrer aunque llevaría algo de tiempo. Parecía llevar a la azotea de la que habían hablado algunos antes, pero aunque tuviera curiosidad tendría que explorarla en otro momento. En la primera planta pudo escuchar a Rick explicando a Kalna cómo limpiar: menos mal, parecía que la chica había entrado en razón finalmente. Les hizo saber que Damian y él se habían encargado en buena medida de las plantas superiores y fueron a echar un vistazo rápido a otros cuartos de esa planta.
>>Oh, aquí hay dos barreños grandes para asearse… —se giró hacia el humano—. Deberías darte un baño antes de dormir o ensuciarás las camas que hemos limpiado. Te ayudaré a calentar y subir agua para la bañera.
También encontró una cuerda y unas pinzas para la ropa en ambos aseos, que decidió colocar en el sitio que claramente estaba habilitado para poner a secar prendas, ya que de limpiar aquella zona parecían haberse encargado otras personas.
Y finalmente se reunieron en la planta baja, una vez el grupo hubo concluido que habían adecentado lo suficiente aquella torre para pasar la noche. Supo que ya se habían encargado de las letrinas, que se trataban efectivamente de los cubículos que había visto en el patio. Le alegró saber que no estaban tan sucias como podrían habérselas encontrado. El patio era otra parte del lugar que también le quedaba como materia pendiente para examinar más a fondo. Se enteró también de la recolección de insectos que había llevado a cabo Tawar y, al ver el contenido de la olla donde los había guardado, le rugió un poco el estómago. Pero no iba a comer nada por ese día: tanto por solidaridad con el resto como por precaución.
Le propio repobladore sacó un tema del que al parecer habían estado hablando antes los que se habían quedado abajo. Le resultaba una pregunta que jamás se habría hecho, pero era cierto que aquel idioma que ahora hablaban tenía una forma neutra de dirigirse a alguien y obviamente Tawar era el mayor ejemplo de ello mismo. Parecía que su especie carecía de sexo, lo cual no era extraño dada su anatomía si lo pensaba, por lo que para elle parecían ser conceptos complejos.
Aunque no había tenido claro en ningún momento el género de Airi, le sorprendió escucharle decir que también podían dirigirse a elle de esa manera. Elle o ella. No es que le supusiese ningún problema, pero la confusión también empezaba a llegarle al mjörní. ¿Es que su especie tenía otros sexos aparte de machos y hembras? No sabía si era educado preguntar algo así, pero estaba empezando a sentir verdadera curiosidad. Solo Nohlem no habían mostrado dudas hasta ese momento en cuanto a sus pronombres, descontando a Tawar que simplemente no comprendía el concepto de género, porque Szczenyak le daba la sensación de estar en una situación similar a la suya. Quizás fuese algo que solo los seres mamíferos de poco pelo comprendían… Pero como mínimo sabía que Nohlem no procedía del mismo lugar que el resto, lo cual le llevaría a realizar él su propia pregunta cuándo fuese posible.
—Yo soy él, aunque no me importaría en absoluto si usaseis otros pronombres conmigo por error. Alguna vez me han confundido con una chica debido a mi voz —les explicó—. ¿Es eso un problema en vuestras culturas? Pero… bueno, yo soy un chico también, en cualquier caso.
Asistió sonriente a como Ethan le daba finalmente su regalo a Damian. Coincidía con él: ahora sí se lo había ganado. El chico humano no había podido escuchar su conversación arriba, pero casi parecía que lo hubiese hecho. Le sorprendió un poco, no obstante, cuando le dio autoridad a él mismo para confiscárselo si así lo veía necesario. Este hecho le puso un poco nervioso de repente, porque aunque hacía lo mejor que podía para tratar de enseñar al niño a comportarse, no estaba seguro ni de si su criterio era el mejor o de si iba a ser capaz siquiera de llegar a hacer algo como lo que sugería Ethan.
—Oh… eh… Damian se lo ha ganado sin lugar a dudas mientras limpiábamos allí arriba —dijo simplemente dedicándole un gesto y una sonrisa de aprobación al mencionado—. Estoy seguro de que podrá conservarlo.
Le gustó también la sugerencia que hizo de que jugase con Aniol compartiendo aquellas figuritas de papel: le parecía una actividad muy acertada, y además Damian había expresado su deseo de hacerse amigo del otro niño.
>>Haces unas figuras muy bonitas, Ethan —le dijo al humano—. Estoy deseando saber qué nombre les ponéis —añadió para los más pequeños.
—Ah, pues… Sí, podemos bajar pronto, aunque la verdad es que me gustaría ver qué más hay en estas plantas superiores, ¿no crees? Si te parece bien echamos un vistazo y tal vez podamos limpiar algo más por aquí arriba antes de bajar.
El mjörní aprovechó para explorar otras habitaciones de aquella planta: había más dormitorios de tamaño similar, que de momento decidieron limpiar solo un poco por encima o les llevaría todo el día. Escuchó voces en el piso inferior, por lo que supuso que también estarían preparando algún dormitorio de los que sabía que había allí. Al subir un piso más pudo comprobar que había una amplia sala bastante vacía, que sería fácil de barrer aunque llevaría algo de tiempo. Parecía llevar a la azotea de la que habían hablado algunos antes, pero aunque tuviera curiosidad tendría que explorarla en otro momento. En la primera planta pudo escuchar a Rick explicando a Kalna cómo limpiar: menos mal, parecía que la chica había entrado en razón finalmente. Les hizo saber que Damian y él se habían encargado en buena medida de las plantas superiores y fueron a echar un vistazo rápido a otros cuartos de esa planta.
>>Oh, aquí hay dos barreños grandes para asearse… —se giró hacia el humano—. Deberías darte un baño antes de dormir o ensuciarás las camas que hemos limpiado. Te ayudaré a calentar y subir agua para la bañera.
También encontró una cuerda y unas pinzas para la ropa en ambos aseos, que decidió colocar en el sitio que claramente estaba habilitado para poner a secar prendas, ya que de limpiar aquella zona parecían haberse encargado otras personas.
Y finalmente se reunieron en la planta baja, una vez el grupo hubo concluido que habían adecentado lo suficiente aquella torre para pasar la noche. Supo que ya se habían encargado de las letrinas, que se trataban efectivamente de los cubículos que había visto en el patio. Le alegró saber que no estaban tan sucias como podrían habérselas encontrado. El patio era otra parte del lugar que también le quedaba como materia pendiente para examinar más a fondo. Se enteró también de la recolección de insectos que había llevado a cabo Tawar y, al ver el contenido de la olla donde los había guardado, le rugió un poco el estómago. Pero no iba a comer nada por ese día: tanto por solidaridad con el resto como por precaución.
Le propio repobladore sacó un tema del que al parecer habían estado hablando antes los que se habían quedado abajo. Le resultaba una pregunta que jamás se habría hecho, pero era cierto que aquel idioma que ahora hablaban tenía una forma neutra de dirigirse a alguien y obviamente Tawar era el mayor ejemplo de ello mismo. Parecía que su especie carecía de sexo, lo cual no era extraño dada su anatomía si lo pensaba, por lo que para elle parecían ser conceptos complejos.
Aunque no había tenido claro en ningún momento el género de Airi, le sorprendió escucharle decir que también podían dirigirse a elle de esa manera. Elle o ella. No es que le supusiese ningún problema, pero la confusión también empezaba a llegarle al mjörní. ¿Es que su especie tenía otros sexos aparte de machos y hembras? No sabía si era educado preguntar algo así, pero estaba empezando a sentir verdadera curiosidad. Solo Nohlem no habían mostrado dudas hasta ese momento en cuanto a sus pronombres, descontando a Tawar que simplemente no comprendía el concepto de género, porque Szczenyak le daba la sensación de estar en una situación similar a la suya. Quizás fuese algo que solo los seres mamíferos de poco pelo comprendían… Pero como mínimo sabía que Nohlem no procedía del mismo lugar que el resto, lo cual le llevaría a realizar él su propia pregunta cuándo fuese posible.
—Yo soy él, aunque no me importaría en absoluto si usaseis otros pronombres conmigo por error. Alguna vez me han confundido con una chica debido a mi voz —les explicó—. ¿Es eso un problema en vuestras culturas? Pero… bueno, yo soy un chico también, en cualquier caso.
Asistió sonriente a como Ethan le daba finalmente su regalo a Damian. Coincidía con él: ahora sí se lo había ganado. El chico humano no había podido escuchar su conversación arriba, pero casi parecía que lo hubiese hecho. Le sorprendió un poco, no obstante, cuando le dio autoridad a él mismo para confiscárselo si así lo veía necesario. Este hecho le puso un poco nervioso de repente, porque aunque hacía lo mejor que podía para tratar de enseñar al niño a comportarse, no estaba seguro ni de si su criterio era el mejor o de si iba a ser capaz siquiera de llegar a hacer algo como lo que sugería Ethan.
—Oh… eh… Damian se lo ha ganado sin lugar a dudas mientras limpiábamos allí arriba —dijo simplemente dedicándole un gesto y una sonrisa de aprobación al mencionado—. Estoy seguro de que podrá conservarlo.
Le gustó también la sugerencia que hizo de que jugase con Aniol compartiendo aquellas figuritas de papel: le parecía una actividad muy acertada, y además Damian había expresado su deseo de hacerse amigo del otro niño.
>>Haces unas figuras muy bonitas, Ethan —le dijo al humano—. Estoy deseando saber qué nombre les ponéis —añadió para los más pequeños.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Sendar
20/05/23, 09:40 pm
Damian, aunque estaba con ganas de bajar, se ilusionó muchísimo por seguir a Rag a las plantas superiores. Aun no las había visto y si encima su amigo subía se apuntaba hasta a un bombardeo.
—¡Claaaaaro! ¡Yo por mí de puta madre, vemos lo que nos queda y rematamos! —afirmó con la energía de un remolino, levantando el pulgar y guiñando uno de sus enormes ojos. Aunque no era tan fan de limpiar, no le molestaba teniendo apoyo de Rag y tampoco se demorarían mucho siendo dos.
Aprovecharon la incursión y examinaron lo que quedaba en aquella planta. ¡Más dormitorios! No se le escapó detalle de estos, examinándolos con curiosidad y emoción mientras limpiaban ya un poco por encima para aligerar. Ya en la planta superior el panorama era más amplio aun y Damian no podía creer lo grande que era todo aquello. ¿Cabrían los del circo? Era un paraíso en la tierra y deseaba compartirlo con su familia, ahí tendrían un sitio enorme para vivir juntos.
Rag se dirigió a Damián y el chico se giró para escucharlo. Lo que oyó, bueno, le hizo bajar un poco las comisuras. ¿Tenía que ser ahora? ¿Y por qué asumía su amigo que ensuciaría las sábanas?
—Pero… Pero no estoy sucio —esquivó la mirada. Si se lo hubiera pedido cualquier otro hubiera dado una negativa brutal pero aquel lagarto conseguía tocar la fibra sensible del chiquillo. Trinó los labios, acosado por la pereza que le daba e hizo el gesto de oler su axila, tampoco seria para tanto.
Y sí que lo era, no pudo arrugar él mismo más la nariz porque no podía. Llevaba días sin ducharse y se notaba a leguas de distancia por el polvo que llevaba encima y su pelo brillante y destartalado. Alzó las cejas, mirando al mjörní con algo de apuro.
—Sí, debería lavarme, tienes-eugh, razón —hasta él tenía sus límites para la cabezonería y la guarrería, tampoco quería enfadarlo y prometió portarse bien, aunque le doliese lavarse por culpa de un mandato—. La verdad es que me canta el sobaco, ya me ayudas luego con el agua... Aunque no hay prisa, ¿eh? Jeje —aclaró, deseaba que su amigo no fuese tan fatigas con la higiene de otro.
Después de aquello se dispusieron a bajar todas las plantas hasta llegar donde el grupo.
—¡¡HOOOLA SEÑORAS Y SEÑORES!! ¡Hemos vuelto! ¿Qué coño nos hemos perdido? —se presentó al poner un pie en la planta baja, saludando con brevedad con la mano. Damian estaba muy ajeno a la conversación que justo pillaron pero se fijó en que estaban acabando de limpiar y tal.
Tawar, el no-bicho, parecía estar hablando de sus movidas de bicho no-bicho, que no podía ser más de bicho. Alargó un poco la cara, creyendo que lo del mote a Tawar no era para tanto con ese discurso de que si Flora, que si recolectar alimento, sembrar semillas. Sonaba algo gracioso, así que no puso una cara de mala leche como tal, sobre todo cuando habló de “él” y “ella”. Eso último le estaba friendo un poco el cerebro. ¿De qué estaba hablando? El italiano se rascó la cabeza, alzando una ceja. No era tan complicado, son tíos y tías y ya. ¿Tawar no era chico o chica? ¿Era algo más, si lo hay? Nohlem se dijo de “él”, cosa muy lógica dado que es un hombre, ¿no? Con Rag tuvo dudas pero agradeció que él mismo lo aclarase. Sin embargo, la cara de Damián era un poema con lo que dijo Airi.
—Elle… —dijo para sí, pensando en ello. Dio unos pasitos, acercándose a ellos—. Quiero decir, yo soy un hombre, un tío. Soy… Soy él, un macho, no una hembra. ¡A ver, no lo entiendo por qué os complicáis tanto! No tengo tetas, así que no soy una tía, ¿no? ¡Tan fácil como eso! —se metió en la conversación, buscando respuestas y con una confusión genuina. Había cosas más importantes de la que preocuparse y esperaba “aclarar” el asunto.
Después de esa interrupción Ethan, el chico que se llevó una patada, lo llamó y el italiano apretó los labios confundido y algo incómodo. ¿No estaba enfadado? Lo que tuvo entre sus manos, sin embargo, lo hizo soltar un grito ahogado de la sorpresa—. ¡¿QUE?! ¡¿Para mí?! —se acercó corriendo, dando zapatazos y agarrando la figurita de origami en un gesto algo bruto que corrigió al notar la fragilidad del papel. Se lo había ganado tal y como Rag dijo y no quería que se la quitasen, era suya, como la de Aniol. Pocas veces sonreía con tanta timidez, mirando al chico con mucho nervio y, por ende, a quien le dio el regalo. Pensó en las palabras de Rag antes de decir nada—. Ummm… Perdón por lo de antes, no lo haré más ¡Gracias Ethan! —exclamó agradecido, mirando a la grulla de papel mordiendo su labio llegando sus comisuras de oreja a oreja.
Miró a Aniol, con una sonrisa limpia de remordimientos y totalmente bienintencionada, por lo menos lo que él pensaba que eran sus intenciones desde su perspectivas. Quería llevarse bien con el otro niño y quiso dar el primer paso, agarrándolo de la muñeca sin preguntar ni nada y llevándolo donde un par de sillas.
—¡Vamos a sentarnos aquí! —Damian dio un saltito para sentarse y no paraba de menear las piernas de las que colgaban las enormes botas—. ¡Quiero-quiero ehhhh ponerle nombre a la mía! ¿Le has puesto nombre? ¡Yo a la mía la llamare Rambo! ¡RAMBO! ¡Como John Rambo, pegando tiros! ¡PEW PEW PEW PUM PUM PAW! —se puso a hacer gestos de disparo con grulla en mano, yendo uno de esos falsos tiros a Aniol, varias veces.
—¡Claaaaaro! ¡Yo por mí de puta madre, vemos lo que nos queda y rematamos! —afirmó con la energía de un remolino, levantando el pulgar y guiñando uno de sus enormes ojos. Aunque no era tan fan de limpiar, no le molestaba teniendo apoyo de Rag y tampoco se demorarían mucho siendo dos.
Aprovecharon la incursión y examinaron lo que quedaba en aquella planta. ¡Más dormitorios! No se le escapó detalle de estos, examinándolos con curiosidad y emoción mientras limpiaban ya un poco por encima para aligerar. Ya en la planta superior el panorama era más amplio aun y Damian no podía creer lo grande que era todo aquello. ¿Cabrían los del circo? Era un paraíso en la tierra y deseaba compartirlo con su familia, ahí tendrían un sitio enorme para vivir juntos.
Rag se dirigió a Damián y el chico se giró para escucharlo. Lo que oyó, bueno, le hizo bajar un poco las comisuras. ¿Tenía que ser ahora? ¿Y por qué asumía su amigo que ensuciaría las sábanas?
—Pero… Pero no estoy sucio —esquivó la mirada. Si se lo hubiera pedido cualquier otro hubiera dado una negativa brutal pero aquel lagarto conseguía tocar la fibra sensible del chiquillo. Trinó los labios, acosado por la pereza que le daba e hizo el gesto de oler su axila, tampoco seria para tanto.
Y sí que lo era, no pudo arrugar él mismo más la nariz porque no podía. Llevaba días sin ducharse y se notaba a leguas de distancia por el polvo que llevaba encima y su pelo brillante y destartalado. Alzó las cejas, mirando al mjörní con algo de apuro.
—Sí, debería lavarme, tienes-eugh, razón —hasta él tenía sus límites para la cabezonería y la guarrería, tampoco quería enfadarlo y prometió portarse bien, aunque le doliese lavarse por culpa de un mandato—. La verdad es que me canta el sobaco, ya me ayudas luego con el agua... Aunque no hay prisa, ¿eh? Jeje —aclaró, deseaba que su amigo no fuese tan fatigas con la higiene de otro.
Después de aquello se dispusieron a bajar todas las plantas hasta llegar donde el grupo.
—¡¡HOOOLA SEÑORAS Y SEÑORES!! ¡Hemos vuelto! ¿Qué coño nos hemos perdido? —se presentó al poner un pie en la planta baja, saludando con brevedad con la mano. Damian estaba muy ajeno a la conversación que justo pillaron pero se fijó en que estaban acabando de limpiar y tal.
Tawar, el no-bicho, parecía estar hablando de sus movidas de bicho no-bicho, que no podía ser más de bicho. Alargó un poco la cara, creyendo que lo del mote a Tawar no era para tanto con ese discurso de que si Flora, que si recolectar alimento, sembrar semillas. Sonaba algo gracioso, así que no puso una cara de mala leche como tal, sobre todo cuando habló de “él” y “ella”. Eso último le estaba friendo un poco el cerebro. ¿De qué estaba hablando? El italiano se rascó la cabeza, alzando una ceja. No era tan complicado, son tíos y tías y ya. ¿Tawar no era chico o chica? ¿Era algo más, si lo hay? Nohlem se dijo de “él”, cosa muy lógica dado que es un hombre, ¿no? Con Rag tuvo dudas pero agradeció que él mismo lo aclarase. Sin embargo, la cara de Damián era un poema con lo que dijo Airi.
—Elle… —dijo para sí, pensando en ello. Dio unos pasitos, acercándose a ellos—. Quiero decir, yo soy un hombre, un tío. Soy… Soy él, un macho, no una hembra. ¡A ver, no lo entiendo por qué os complicáis tanto! No tengo tetas, así que no soy una tía, ¿no? ¡Tan fácil como eso! —se metió en la conversación, buscando respuestas y con una confusión genuina. Había cosas más importantes de la que preocuparse y esperaba “aclarar” el asunto.
Después de esa interrupción Ethan, el chico que se llevó una patada, lo llamó y el italiano apretó los labios confundido y algo incómodo. ¿No estaba enfadado? Lo que tuvo entre sus manos, sin embargo, lo hizo soltar un grito ahogado de la sorpresa—. ¡¿QUE?! ¡¿Para mí?! —se acercó corriendo, dando zapatazos y agarrando la figurita de origami en un gesto algo bruto que corrigió al notar la fragilidad del papel. Se lo había ganado tal y como Rag dijo y no quería que se la quitasen, era suya, como la de Aniol. Pocas veces sonreía con tanta timidez, mirando al chico con mucho nervio y, por ende, a quien le dio el regalo. Pensó en las palabras de Rag antes de decir nada—. Ummm… Perdón por lo de antes, no lo haré más ¡Gracias Ethan! —exclamó agradecido, mirando a la grulla de papel mordiendo su labio llegando sus comisuras de oreja a oreja.
Miró a Aniol, con una sonrisa limpia de remordimientos y totalmente bienintencionada, por lo menos lo que él pensaba que eran sus intenciones desde su perspectivas. Quería llevarse bien con el otro niño y quiso dar el primer paso, agarrándolo de la muñeca sin preguntar ni nada y llevándolo donde un par de sillas.
—¡Vamos a sentarnos aquí! —Damian dio un saltito para sentarse y no paraba de menear las piernas de las que colgaban las enormes botas—. ¡Quiero-quiero ehhhh ponerle nombre a la mía! ¿Le has puesto nombre? ¡Yo a la mía la llamare Rambo! ¡RAMBO! ¡Como John Rambo, pegando tiros! ¡PEW PEW PEW PUM PUM PAW! —se puso a hacer gestos de disparo con grulla en mano, yendo uno de esos falsos tiros a Aniol, varias veces.
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manual
Personajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: Torreón Sendar
21/05/23, 07:36 pm
Serena continuó limpiando la habitación durante los siguientes minutos. Sabía que estaba alargando aquella tarea porque no se sentía con suficiente fuerza como para salir de nuevo con el resto del grupo, por lo que cuando se aseguró de haber quitado el polvo a cada esquina de la habitación se dejó caer devastada sobre el colchón. Elevó el pie herido en el aire y lo observó arrugando la nariz. La tela de la chaqueta que había utilizado como vendaje se había empapado de sangre seca y cuando se atrevió a quitársela le costó varios intentos separar la tela húmeda de su piel. Metió el pie durante unos segundos en el cubo de agua y se tranquilizó al observar que la piel volvía a adquirir una tonalidad normal. El corte no era tan profundo como le había parecido en un primer momento, pero tampoco podía ignorar los pinchazos de dolor que sentía cada vez que lo apoyaba en el suelo. Quizá, con un poco de suerte, en un par de días ya no se tendría que preocupar por la herida. Se tumbó en la cama tras volver a vendarse el pie con el trapo que le había dado Rick, permitiéndose unos minutos para pensar en todo lo que había ocurrido desde que se había despertado en aquella mazmorra, pero una voz la sacó de sus pensamientos haciendo que su corazón se disparara y se incorporara de un salto en la cama.
—Menudo susto me has dado, ¿cuánto tiempo llevas ahí? Y no, no ha pasado nada —mintió tras distinguir a Abel en la puerta de la habitación. Sin embargo, el silencio del chico y sus profundos ojos hicieron que se desmoronara—. Bueno, ¿sabes qué? Claro que pasa. No sé qué narices pinto aquí ni cuándo voy a poder volver a mi casa. No sé a ti, pero a mí me prometieron un mundo lleno de magia y lo único que he encontrado es una ciudad cutre y un puñado de gente rara a la que le molesta cada palabra que digo. He intentado ser útil, de verdad, pero lo único que he conseguido es abrirme el pie y caer mal a todo el mundo. —Hizo una pausa para coger aire, sin dejar de mirar el rostro inexpresivo de Abel—. Igual deberías apartarte de mí, porque parece que no puedo parar de meter la pata. Aunque siendo sincera, ¿no crees que aquí está pasando algo raro? Quiero decir, que no sabemos qué ha pasado ni dónde estamos, pero todos actúan como si fuera alguna clase de juego macabro que no les preocupa en absoluto, ¿no crees?
Serena dejó de hablar y volvió a analizar la mirada de Abel. Estaba segura de que el chico estaba igual de asustado que ella, igual era eso lo que hacía que se pudiera sincerar en su presencia. Aun así, seguiría tratando de ser prudente incluso con él, todo lo que estaba ocurriendo era demasiado siniestro como para confiar en alguien tan pronto.
—Por cierto, ¿no habrás visto unos zapatos que pueda utilizar, verdad?
—Menudo susto me has dado, ¿cuánto tiempo llevas ahí? Y no, no ha pasado nada —mintió tras distinguir a Abel en la puerta de la habitación. Sin embargo, el silencio del chico y sus profundos ojos hicieron que se desmoronara—. Bueno, ¿sabes qué? Claro que pasa. No sé qué narices pinto aquí ni cuándo voy a poder volver a mi casa. No sé a ti, pero a mí me prometieron un mundo lleno de magia y lo único que he encontrado es una ciudad cutre y un puñado de gente rara a la que le molesta cada palabra que digo. He intentado ser útil, de verdad, pero lo único que he conseguido es abrirme el pie y caer mal a todo el mundo. —Hizo una pausa para coger aire, sin dejar de mirar el rostro inexpresivo de Abel—. Igual deberías apartarte de mí, porque parece que no puedo parar de meter la pata. Aunque siendo sincera, ¿no crees que aquí está pasando algo raro? Quiero decir, que no sabemos qué ha pasado ni dónde estamos, pero todos actúan como si fuera alguna clase de juego macabro que no les preocupa en absoluto, ¿no crees?
Serena dejó de hablar y volvió a analizar la mirada de Abel. Estaba segura de que el chico estaba igual de asustado que ella, igual era eso lo que hacía que se pudiera sincerar en su presencia. Aun así, seguiría tratando de ser prudente incluso con él, todo lo que estaba ocurriendo era demasiado siniestro como para confiar en alguien tan pronto.
—Por cierto, ¿no habrás visto unos zapatos que pueda utilizar, verdad?
No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Sendar
21/05/23, 11:01 pm
Los dos habían sido un desastre desde que pisaron Rocavarancolia, así que entendía perfectamente a la chica. Además, la ciudad había resultado ser de todo menos acogedora, y al igual que a ella, esos pensamientos no paraban de quemarle en el cerebro.
- Yo… - hizo una pausa para pensar bien como quería expresarse al responder - … la verdad es que estoy bien aquí contigo. – Después de todo, aunque era cierto que Abel quería ayudar, se sentía agobiado de estar en un grupo tan cargado de gente mucho tiempo, más aún siendo que era incapaz de no comparar su debilidad emocional con la fortaleza que estaban mostrando el resto. Por el contrario, y tras haberla escuchado, creía poder empatizar y conectar con Serena, quien le hacía sentir así un poco menos solo entre todo el caos.
Desgraciadamente, no había encontrado ningún zapato mientras limpiaba, y los suyos eran demasiado grandes para que le pudiesen servir a Serena, así que decidió ayudarla de la única manera que se le ocurría: limpiando la habitación mientras ella aliviaba su dolor en el cubo de agua y se desahogaba con él.
Estuvo tres cuartos de hora limpiando la habitación de Serena, mientras que esta no paraba de quejarse tanto sobre la ciudad como sobre el resto de sus compañeros. Al principio, Abel la escuchaba atentamente sin decir una palabra, pero poco a poco fue notando que la chica se había abierto a él, por lo que perdió el miedo a contestar y comenzó a dar su opinión con más frecuencia.
- Sí, a mí también se me hace raro. Todos se muestran más fuertes que nosotros. - Se paró en seco, sin querer se había permitido incluirla en el saco y no sabía cómo le podían sentar sus palabras a una chica con tanto carácter – Em… Sobre todo más que yo – corrigió con rapidez para arreglar la incómoda situación.
A pesar de sus escasas habilidades sociales, la charla siguió con fluidez incluso cuando Serena terminó de descansar y decidieron ponerse a limpiar la habitación de Abel, cosa que este agradeció sobremanera. Entonces, el tema de conversación se fue calmando y ambos empezaron a debatir sobre teorías y elucubraciones acerca de aspectos tales como la naturaleza del mundo en el que se encontraban o las razones por las que los habían traído ahí.
- Creo que les da igual si morimos – dijo recordando que nadie les había proporcionado protección alguna y que tampoco les habían avisado sobre los gusanos monstruosos que se escondían en la gran grieta – A lo mejor es eso justo lo que quieren – susurró con cierta intranquilidad en sus palabras.
Fue cuando estaban hablando de sus secuestradores que se dio cuenta de algo muy importante; les habían dejado totalmente solos y libres de hacer lo que quisiesen. Si tal y como Kalna había explicado antes todo esto era una prueba, ¿Cómo les estaban supervisando?
Su ansiedad tomó el control y notó como dos oscuras posibilidades se peleaban por salir de su garganta. La primera era que alguien les estuviese vigilando permanentemente desde un lugar invisible para el grupo, lo cual era tan lógico como intimidante. Aun así, la segunda le resultaba mucho más preocupante, sobre todo porque su hipótesis cuadraba con la tranquilidad que percibía en algunas personas del grupo. A Abel le costó mucho expresar su miedo, dado que no le gustaba hablar mal de nadie y mucho menos cuando en verdad veía con buenos ojos casi todos los presentes en el Torreón.
- ¿Crees que todos son de fiar? – alcanzó a decir en voz baja, no sin antes comprobar que la puerta de la habitación estaba cerrada. No solo estaba asustado por la posibilidad de que alguien les estuviese mintiendo, sino que además le angustiaba hablar mal de aquellos de quienes en verdad querría ser compañero de aventuras.
- Yo… - hizo una pausa para pensar bien como quería expresarse al responder - … la verdad es que estoy bien aquí contigo. – Después de todo, aunque era cierto que Abel quería ayudar, se sentía agobiado de estar en un grupo tan cargado de gente mucho tiempo, más aún siendo que era incapaz de no comparar su debilidad emocional con la fortaleza que estaban mostrando el resto. Por el contrario, y tras haberla escuchado, creía poder empatizar y conectar con Serena, quien le hacía sentir así un poco menos solo entre todo el caos.
Desgraciadamente, no había encontrado ningún zapato mientras limpiaba, y los suyos eran demasiado grandes para que le pudiesen servir a Serena, así que decidió ayudarla de la única manera que se le ocurría: limpiando la habitación mientras ella aliviaba su dolor en el cubo de agua y se desahogaba con él.
Estuvo tres cuartos de hora limpiando la habitación de Serena, mientras que esta no paraba de quejarse tanto sobre la ciudad como sobre el resto de sus compañeros. Al principio, Abel la escuchaba atentamente sin decir una palabra, pero poco a poco fue notando que la chica se había abierto a él, por lo que perdió el miedo a contestar y comenzó a dar su opinión con más frecuencia.
- Sí, a mí también se me hace raro. Todos se muestran más fuertes que nosotros. - Se paró en seco, sin querer se había permitido incluirla en el saco y no sabía cómo le podían sentar sus palabras a una chica con tanto carácter – Em… Sobre todo más que yo – corrigió con rapidez para arreglar la incómoda situación.
A pesar de sus escasas habilidades sociales, la charla siguió con fluidez incluso cuando Serena terminó de descansar y decidieron ponerse a limpiar la habitación de Abel, cosa que este agradeció sobremanera. Entonces, el tema de conversación se fue calmando y ambos empezaron a debatir sobre teorías y elucubraciones acerca de aspectos tales como la naturaleza del mundo en el que se encontraban o las razones por las que los habían traído ahí.
- Creo que les da igual si morimos – dijo recordando que nadie les había proporcionado protección alguna y que tampoco les habían avisado sobre los gusanos monstruosos que se escondían en la gran grieta – A lo mejor es eso justo lo que quieren – susurró con cierta intranquilidad en sus palabras.
Fue cuando estaban hablando de sus secuestradores que se dio cuenta de algo muy importante; les habían dejado totalmente solos y libres de hacer lo que quisiesen. Si tal y como Kalna había explicado antes todo esto era una prueba, ¿Cómo les estaban supervisando?
Su ansiedad tomó el control y notó como dos oscuras posibilidades se peleaban por salir de su garganta. La primera era que alguien les estuviese vigilando permanentemente desde un lugar invisible para el grupo, lo cual era tan lógico como intimidante. Aun así, la segunda le resultaba mucho más preocupante, sobre todo porque su hipótesis cuadraba con la tranquilidad que percibía en algunas personas del grupo. A Abel le costó mucho expresar su miedo, dado que no le gustaba hablar mal de nadie y mucho menos cuando en verdad veía con buenos ojos casi todos los presentes en el Torreón.
- ¿Crees que todos son de fiar? – alcanzó a decir en voz baja, no sin antes comprobar que la puerta de la habitación estaba cerrada. No solo estaba asustado por la posibilidad de que alguien les estuviese mintiendo, sino que además le angustiaba hablar mal de aquellos de quienes en verdad querría ser compañero de aventuras.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
22/05/23, 02:00 pm
La mayor parte de la tarde estuvo dedicada a la limpieza exhaustiva del lugar y con la ayuda de Szczenyak irían eliminando toda la suciedad de las letrinas. No había podido evitar sonreír cuando antes el cánido creyó que preguntarle por su color de pelo podía ser vergonzoso, y el motero despejó esas dudas y le contestaría sobre su color natural. Ahora Connor se esmeraba en concentrarse en su tarea, pero seguía sintiéndose algo nostálgico por lo mucho que le recordaba todo aquello a su época como novato del club. La cantidad de retretes atascados de los que tuvo que encargarse...
Cuando terminaron en el patio, se dedicó a ayudar allí donde hiciera más falta, como en los armarios más altos cuando Ethan se lo pidió. Fueron unas horas de esfuerzo y cansancio, pero Connor las agradeció. Necesitaba despejar la mente y olvidar por unas horas la locura de allí fuera. Olvidar esos putos gusanos gigantes, que estaba en otro planeta y limitarse a trabajar. Fue complicado pero por momentos logró evadirse lo suficiente para que la preocupación fuera una leve molestia.
Finalmente terminaron y ahora se encontraban en el salón. El sol ya estaba bajo y pronto anochecería. Connor cogió una silla y le dio la vuelta, para luego sentarse apoyando ambos brazos y parte del pecho en el respaldo con un quejido de cansancio. Frunció el ceño al ver a Aniol quejarse de la comida y sintió una punzada de debilidad en el pecho que no le gustó lo más mínimo. Él conocía lo que era el hambre, no saber cuándo sería la próxima vez que te llevarías algo a la boca. No quería eso para sí mismo otra vez, y la verdad es que lo deseaba menos para Aniol y Damian, sobre todo viendo el escuálido cuerpo del italiano... <<¿Qué clase de hijos de puta meten a niños en esto?>> Se preguntó el motero, y seguramente no sería la última vez que lo hiciera. Por otro lado que Szczenyak dudara sobre si los humanos aguantaban más de un día sin comida le hizo gracia, tenía sentido que no lo supiera, pero era divertido igualmente.
-Los humanos somos un poco más duros que eso, joder.- Le contestaría con una leve sonrisa, para luego dirigirse a Aniol algo más serio.- No te preocupes por la puta comida, mañana ya estarás comiendo como un jodido cabronazo.- Le contestó al niño con convicción, aunque al ver su cara ceñuda se dio rápidamente cuenta de su error. Joder, acababa de llamarle cabronazo sin querer a un crío de no más de once años.- Bueno, estarás comiendo como un niño. Como un niño.- Rectificó rápidamente con el ceño fruncido y algo incómodo.
Después escuchó con atención las respuestas de los demás, cuando se empezó a hablar de cómo querían que se dirigieran a ellos, dándole bastante curiosidad la explicación que dio Tawar un poco sobre su cultura. Anotaría mentalmente cómo se identificaban cada uno de ellos, para evitar confusiones en el futuro. Aunque en la banda todos se trataran como "él" o "ella" y Connor no fuera el más experto sobre el asunto, nunca le costó trabajo entenderlo tampoco. Podía comprender que a un niño como Damian sí le fuera difícil, pero de momento tampoco pensaba corregirlo. Solo quería que dejara de gritar como una puta cabra, joder.
-Yo soy "él", también.- Le respondió a Tawar y a todos observando brevemente a aquella mezcla entre planta y lagarto. Connor seguiría un poco a su aire observando a los demás, jugando con su mechero y viendo de vez en cuando a Aniol y Damian ponerles nombres a sus grullas.
Cuando terminaron en el patio, se dedicó a ayudar allí donde hiciera más falta, como en los armarios más altos cuando Ethan se lo pidió. Fueron unas horas de esfuerzo y cansancio, pero Connor las agradeció. Necesitaba despejar la mente y olvidar por unas horas la locura de allí fuera. Olvidar esos putos gusanos gigantes, que estaba en otro planeta y limitarse a trabajar. Fue complicado pero por momentos logró evadirse lo suficiente para que la preocupación fuera una leve molestia.
Finalmente terminaron y ahora se encontraban en el salón. El sol ya estaba bajo y pronto anochecería. Connor cogió una silla y le dio la vuelta, para luego sentarse apoyando ambos brazos y parte del pecho en el respaldo con un quejido de cansancio. Frunció el ceño al ver a Aniol quejarse de la comida y sintió una punzada de debilidad en el pecho que no le gustó lo más mínimo. Él conocía lo que era el hambre, no saber cuándo sería la próxima vez que te llevarías algo a la boca. No quería eso para sí mismo otra vez, y la verdad es que lo deseaba menos para Aniol y Damian, sobre todo viendo el escuálido cuerpo del italiano... <<¿Qué clase de hijos de puta meten a niños en esto?>> Se preguntó el motero, y seguramente no sería la última vez que lo hiciera. Por otro lado que Szczenyak dudara sobre si los humanos aguantaban más de un día sin comida le hizo gracia, tenía sentido que no lo supiera, pero era divertido igualmente.
-Los humanos somos un poco más duros que eso, joder.- Le contestaría con una leve sonrisa, para luego dirigirse a Aniol algo más serio.- No te preocupes por la puta comida, mañana ya estarás comiendo como un jodido cabronazo.- Le contestó al niño con convicción, aunque al ver su cara ceñuda se dio rápidamente cuenta de su error. Joder, acababa de llamarle cabronazo sin querer a un crío de no más de once años.- Bueno, estarás comiendo como un niño. Como un niño.- Rectificó rápidamente con el ceño fruncido y algo incómodo.
Después escuchó con atención las respuestas de los demás, cuando se empezó a hablar de cómo querían que se dirigieran a ellos, dándole bastante curiosidad la explicación que dio Tawar un poco sobre su cultura. Anotaría mentalmente cómo se identificaban cada uno de ellos, para evitar confusiones en el futuro. Aunque en la banda todos se trataran como "él" o "ella" y Connor no fuera el más experto sobre el asunto, nunca le costó trabajo entenderlo tampoco. Podía comprender que a un niño como Damian sí le fuera difícil, pero de momento tampoco pensaba corregirlo. Solo quería que dejara de gritar como una puta cabra, joder.
-Yo soy "él", también.- Le respondió a Tawar y a todos observando brevemente a aquella mezcla entre planta y lagarto. Connor seguiría un poco a su aire observando a los demás, jugando con su mechero y viendo de vez en cuando a Aniol y Damian ponerles nombres a sus grullas.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
23/05/23, 10:36 am
Aniol pudo resoplar más tranquilo. El elfito Nohlem y Airi fueron muy amables con él al dejar claro que no moriría tan pronto por falta de alimentos. El niño les devolvió una sonrisa de vuelta algo cansada, pero no fue tan amplia como cuando el Señor Perro Grande le llamó “cachorro”. Cada vez que escuchaba esa palabra de su boca se ponía de puntillas por la ilusión y reía un poquito. Quizá porque aunque no usando la misma sus padres se dirigían a él en ciertos términos parecidos que le recordaban a su hogar.
Connor fue más brusco. El polaco se quedó mirándole algo ceñudo y confuso, le daba muchísimo miedo como para corregir sus palabrotas. Además… ¡No era un jodido Cabronazo! Significase lo que significase.
Aprovechó el desconcierto para centrarse en la conversación de mayores y aunque no comprendía los matices podía hacerse una idea y aportar su granito de arena. Una de sus hermanas siempre hablaba de esos temas que a priori le parecían aburridos.
—Creo que el idioma de las hadas es así… —dijo, justificando a Tawar a pesar de que le repobladore no necesitaba defensa alguna—. A mí siempre me han dicho que soy un niño… entonces eso es que soy un niño… ¿Creo?
Por suerte Ethan siempre llegaba a tiempo cuando sus pensamientos viajaban hacia otros derroteros y se ponía un poco triste por recordar la sombra de sus hermanas en cada esquina. Si supieran donde estaba se echarían las manos a la cabeza. Hacía menos de veinticuatro horas se encontraba en su salón, calentito y lleno de ilusión por ver al hijo del carnicero. Y ahora estaba allí, con gente desconocida que olía mal. Como Damian.
—¿Se ha encariñado conmigo? —repitió tras el británico, imitando su mismo tono confidente y escondiendo una risita dulce—. Creo que soy demasiado pequeño para adoptar y ser padre, Ethan —murmuró, expresando de pronto una seriedad inusual—. Pero… ¡La protegeré! ¡Y más si da suerte! Yo siempre he querido tener un amuleto de esos que prepara mi madre pero ella siempre me dice que es peligroso jugar con esas cosas.
Cuando el otro churumbel se acercó Aniol le contempló un poco indiferente al principio, pero Ethan les propuso algo y Damian lo arrastró inevitablemente por la muñeca para que se sentaran juntos. Se quejó un poquito al principio pero al llegar a su destino ya se estaba riendo. Vale, le hacía un poco de gracia que fuera tan brutito. ¡Pero eso no cambiaba que hubiera llamado bicho a un ser mágico!
—¡No me dispares a mi! —esgrimió, siguiendo el juego de Damian cuando este no cesaba de decir PIUM PIUM y apuntaba en su dirección. Aunque tenía que reprimir muecas cada vez que percibía el tufillo desagradable que desprendía… lo cierto es que era muy risueño y sus ánimos se contagiaban— ¿Rambo no es un nombre mu raro para una grulla? —su tono de voz no denotaba juicio ninguno, tan solo reflexión. Acunó su propia figurita de papel en sus manos para protegerla—. La mía es una grulla princesa, así que se llama Anastasia —miró a Damian, un poco tímido por si no le gustaba. Luego acercó su figura a la del niño—. Podrían ser amigos… la una del otro, si quieres.
Connor fue más brusco. El polaco se quedó mirándole algo ceñudo y confuso, le daba muchísimo miedo como para corregir sus palabrotas. Además… ¡No era un jodido Cabronazo! Significase lo que significase.
Aprovechó el desconcierto para centrarse en la conversación de mayores y aunque no comprendía los matices podía hacerse una idea y aportar su granito de arena. Una de sus hermanas siempre hablaba de esos temas que a priori le parecían aburridos.
—Creo que el idioma de las hadas es así… —dijo, justificando a Tawar a pesar de que le repobladore no necesitaba defensa alguna—. A mí siempre me han dicho que soy un niño… entonces eso es que soy un niño… ¿Creo?
Por suerte Ethan siempre llegaba a tiempo cuando sus pensamientos viajaban hacia otros derroteros y se ponía un poco triste por recordar la sombra de sus hermanas en cada esquina. Si supieran donde estaba se echarían las manos a la cabeza. Hacía menos de veinticuatro horas se encontraba en su salón, calentito y lleno de ilusión por ver al hijo del carnicero. Y ahora estaba allí, con gente desconocida que olía mal. Como Damian.
—¿Se ha encariñado conmigo? —repitió tras el británico, imitando su mismo tono confidente y escondiendo una risita dulce—. Creo que soy demasiado pequeño para adoptar y ser padre, Ethan —murmuró, expresando de pronto una seriedad inusual—. Pero… ¡La protegeré! ¡Y más si da suerte! Yo siempre he querido tener un amuleto de esos que prepara mi madre pero ella siempre me dice que es peligroso jugar con esas cosas.
Cuando el otro churumbel se acercó Aniol le contempló un poco indiferente al principio, pero Ethan les propuso algo y Damian lo arrastró inevitablemente por la muñeca para que se sentaran juntos. Se quejó un poquito al principio pero al llegar a su destino ya se estaba riendo. Vale, le hacía un poco de gracia que fuera tan brutito. ¡Pero eso no cambiaba que hubiera llamado bicho a un ser mágico!
—¡No me dispares a mi! —esgrimió, siguiendo el juego de Damian cuando este no cesaba de decir PIUM PIUM y apuntaba en su dirección. Aunque tenía que reprimir muecas cada vez que percibía el tufillo desagradable que desprendía… lo cierto es que era muy risueño y sus ánimos se contagiaban— ¿Rambo no es un nombre mu raro para una grulla? —su tono de voz no denotaba juicio ninguno, tan solo reflexión. Acunó su propia figurita de papel en sus manos para protegerla—. La mía es una grulla princesa, así que se llama Anastasia —miró a Damian, un poco tímido por si no le gustaba. Luego acercó su figura a la del niño—. Podrían ser amigos… la una del otro, si quieres.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
24/05/23, 12:34 pm
-Perfecto, pues manos a la obra- dijo con una pequeña sonrisa con la respuesta de Kalna. Hacía un rato no tenía claro si la chica accedería a ayudar, pero lo habían conseguido. Rick recogió el paño y acercó el cubo, listo para seguir con la limpieza. Mientras iba preparando para limpiar el colchón, contestó a la otra pregunta: -Pues... es bastante probable que haya por lo que hemos visto abajo, pero con todo limpio habrá menos. Me conformo con que esto no sea como Australia.- En el instante siguiente a aquella ocurrencia se dio cuenta de que no iba a pillar a lo que se refería. Por contexto tal vez podría entenderlo, pero si no ya le explicaría si preguntaba.
Tras ello, los dos comenzaron con la limpieza de la primera planta. Al principio fueron algo lento para que Kalna pudiera habituarse y para que el neoyorquino le solucionase dudas y le ayudase, pero conforme iba pasando el tiempo pudieron aligerar un poco el ritmo. Aquella habitación la dejaron como nueva, aunque con la cantidad de cuartos que había en esa planta decidieron darle un repaso más ligero. -(No vamos a utilizar todas, al fin y al cabo)- justificó mentalmente. Además, más tarde Räg bajó para explicarles lo que habían hecho con la limpieza del piso de arriba, más o menos como ellos dos.
A lo que sí prestaron más atención sin embargo fue a los baños, que sin duda iban a usar. El cambio llevó a que Rick explicara ciertas diferencias en la limpieza del sitio y, aparte, le permitió ver dos detalles importantes: el primero es que no había agua que llegara hasta las bañeras, así que iban a estar jodidos a la hora de ducharse; y el segundo es que no había ningún váter a la vista. En el breve momento que estuvo frente a la puerta del patio, cuando casi se come el cubo de Serena, le pareció ver una construcción al fondo del mismo. No tenía ni idea si aquello sería el sustituto o era una especie de cobertizo pero esperaba que fuera lo primero porque la idea de salir fuera solo para eso no era la mejor.
Después de la jornada de limpieza, decidieron encontrarse todos de nuevo en el salón. Rick acercó una de las sillas al resto de sillones para descansar. Se había dado cuenta durante la limpieza que comenzaba a oscurecer y, sin tener fuentes de luz más fiables que antorchas o velas, decidió sacar de su gabardina la libreta para ir apuntando las ideas esperando a que llegara el resto. -Claro, como no- se quejó en cuanto la abrió. Las páginas hasta ahora llenas de detalles de casos o investigaciones propias ahora no eran más que jeroglíficos que hasta hace unas horas sabía leer. Sabía que era inglés y recordaba algunos detalles en ciertas páginas, pero no sabía decir qué era cada palabra. Resignado con aquello, se limitó en ir apuntando en una hoja nueva lo que sabía desde que había llegado a Rocavarancolia: los nombres del resto, el objetivo que les habían impuesto, la camisa ensangrentada... Cualquier detalle mínimamente curioso acabaría en la libreta. Le habían prometido un caso, el más grande hasta ahora, y por supuesto que lo resolvería.
La conversación estaba empezando, así que Rick se apuró a terminar los últimos detalles. Se unió mientras tanto a tranquilizar a Aniol: -Lo bueno es que las bañeras parece que avisan mientras pasan, así que mañana no las perderemos. No se si hará falta madrugar, pero seguro que tendremos comida- Terminó a la vez que apuntaba el último nombre, así que guardó la libreta y dedicó una mirada llena de convicción al niño. La preocupación de Colmillo por el tema fue lo siguiente, a lo que Rick completó la negación de Connor: -Tranquilo, se puede aguantar. No es que sea lo más cómodo del mundo, pero no pasará nada porque no comamos hoy.-
En cuanto a la siguiente conversación, Rick fue recordando los pronombres de cada uno cuando los decían. Le entró curiosidad sobre todo por la explicación de Rägjynn y Airi, además de por supuesto el detalle de los tatuajes en el mundo de Tawar. Era fascinante la cantidad de cosas que podían variar de un mundo a otro, le encantaría saber más de ellos. Después de la confusión de Damian, que le sacó una ligera risilla sin malicia, respondió con los suyos: -Igual que Connor, soy él.-
El neoyorquino miraría con curiosidad a los dos niños y el regalo que les había hecho Ethan a cada uno. No tenía ni idea de origami como para afirmarlo, pero desde luego al chico se le daba muy bien. La reacción tan dispar de Damian y Aniol, junto a los nombres de sus grullas, le sacaron una sonrisa, hasta una risilla baja incluso. Eran la noche y el día los dos y verlos tan emocionados con el regalo le llenó de ánimo. A pesar de los encontronazos en la fuente y la mazmorra, de momento el grupo no parecía que fueran a tener problemas de convivencia, lo cual era todo un alivio. Tal vez podrían aguantar el tiempo sin muchos problemas, pero una preocupación latente le recordaba al chico que solo llevaban un día, no tenían ni idea de qué más podía haber en esa ciudad.
Tras ello, los dos comenzaron con la limpieza de la primera planta. Al principio fueron algo lento para que Kalna pudiera habituarse y para que el neoyorquino le solucionase dudas y le ayudase, pero conforme iba pasando el tiempo pudieron aligerar un poco el ritmo. Aquella habitación la dejaron como nueva, aunque con la cantidad de cuartos que había en esa planta decidieron darle un repaso más ligero. -(No vamos a utilizar todas, al fin y al cabo)- justificó mentalmente. Además, más tarde Räg bajó para explicarles lo que habían hecho con la limpieza del piso de arriba, más o menos como ellos dos.
A lo que sí prestaron más atención sin embargo fue a los baños, que sin duda iban a usar. El cambio llevó a que Rick explicara ciertas diferencias en la limpieza del sitio y, aparte, le permitió ver dos detalles importantes: el primero es que no había agua que llegara hasta las bañeras, así que iban a estar jodidos a la hora de ducharse; y el segundo es que no había ningún váter a la vista. En el breve momento que estuvo frente a la puerta del patio, cuando casi se come el cubo de Serena, le pareció ver una construcción al fondo del mismo. No tenía ni idea si aquello sería el sustituto o era una especie de cobertizo pero esperaba que fuera lo primero porque la idea de salir fuera solo para eso no era la mejor.
Después de la jornada de limpieza, decidieron encontrarse todos de nuevo en el salón. Rick acercó una de las sillas al resto de sillones para descansar. Se había dado cuenta durante la limpieza que comenzaba a oscurecer y, sin tener fuentes de luz más fiables que antorchas o velas, decidió sacar de su gabardina la libreta para ir apuntando las ideas esperando a que llegara el resto. -Claro, como no- se quejó en cuanto la abrió. Las páginas hasta ahora llenas de detalles de casos o investigaciones propias ahora no eran más que jeroglíficos que hasta hace unas horas sabía leer. Sabía que era inglés y recordaba algunos detalles en ciertas páginas, pero no sabía decir qué era cada palabra. Resignado con aquello, se limitó en ir apuntando en una hoja nueva lo que sabía desde que había llegado a Rocavarancolia: los nombres del resto, el objetivo que les habían impuesto, la camisa ensangrentada... Cualquier detalle mínimamente curioso acabaría en la libreta. Le habían prometido un caso, el más grande hasta ahora, y por supuesto que lo resolvería.
La conversación estaba empezando, así que Rick se apuró a terminar los últimos detalles. Se unió mientras tanto a tranquilizar a Aniol: -Lo bueno es que las bañeras parece que avisan mientras pasan, así que mañana no las perderemos. No se si hará falta madrugar, pero seguro que tendremos comida- Terminó a la vez que apuntaba el último nombre, así que guardó la libreta y dedicó una mirada llena de convicción al niño. La preocupación de Colmillo por el tema fue lo siguiente, a lo que Rick completó la negación de Connor: -Tranquilo, se puede aguantar. No es que sea lo más cómodo del mundo, pero no pasará nada porque no comamos hoy.-
En cuanto a la siguiente conversación, Rick fue recordando los pronombres de cada uno cuando los decían. Le entró curiosidad sobre todo por la explicación de Rägjynn y Airi, además de por supuesto el detalle de los tatuajes en el mundo de Tawar. Era fascinante la cantidad de cosas que podían variar de un mundo a otro, le encantaría saber más de ellos. Después de la confusión de Damian, que le sacó una ligera risilla sin malicia, respondió con los suyos: -Igual que Connor, soy él.-
El neoyorquino miraría con curiosidad a los dos niños y el regalo que les había hecho Ethan a cada uno. No tenía ni idea de origami como para afirmarlo, pero desde luego al chico se le daba muy bien. La reacción tan dispar de Damian y Aniol, junto a los nombres de sus grullas, le sacaron una sonrisa, hasta una risilla baja incluso. Eran la noche y el día los dos y verlos tan emocionados con el regalo le llenó de ánimo. A pesar de los encontronazos en la fuente y la mazmorra, de momento el grupo no parecía que fueran a tener problemas de convivencia, lo cual era todo un alivio. Tal vez podrían aguantar el tiempo sin muchos problemas, pero una preocupación latente le recordaba al chico que solo llevaban un día, no tenían ni idea de qué más podía haber en esa ciudad.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
24/05/23, 04:33 pm
Kalna no sabía qué era Australia y, viendo que el humano lo acababa de relacionar con bichos, tampoco quería saberlo.
Seguía increíblemente frustrada porque le estuvieran obligando a limpiar, a hacer el trabajo más indigno para una mujer de su clase, pero allí estaba, intentando hacerlo lo mejor posible porque no quería dormir sobre sábanas arrugadas y porque era incapaz de no hacer las cosas perfectamente. Además Rick estaba ayudándola y tampoco quería que decidiera irse y dejarle sola porque era demasiado inútil para saber limpiar. Por suerte para ella decidieron que el resto de cuartos irían algo más rápido, por lo que tenía que pasar menos tiempo haciendo aquella tarea que no le correspondía.
Daba gracias de llevar las uñas perfectamente cortas y haber optado por las de oro, porque esas se las podía quitar y las suyas propias hubieran roto con todo aquello. Al fin y al cabo, la comodidad era importante a la hora de luchar, pero aquel primer día había querido dejar claro quién era… y había salido un poco mal, visto con quienes había terminado. Cómo se podía tener tan mala suerte.
Los baños ya fueron la gota que colmaba el vaso. Sin luz, sin agua corriente (al menos que estuviera o no caliente era secundario, pues a penas lo sentía) y sin váteres. Aquellas no eran condiciones para vivir. ¿No se suponía que había ido a superar las pruebas y volver con magia? ¿A qué venía lo de tener que vivir en esas condiciones horribles? Apretó los labios, sin saber si estaba cabreada con la ciudad, con sus compañeros masculinistas o con ella misma por dejarse caer tan bajo como para limpiar.
Se sentó en uno de los sillones, asegurándose de que estuviera limpio (no fuera a ser que acabase llena de polvo como la otra vez) y miró a sus compañeros mientras iban diciendo los pronombres esos que le eran más o menos obvios… Salvo la persona de los cuernos, Airi, que parecía usar el elle ese que tenía el idioma nuevo, o el ella. ¿Podría ser un andrógino? Eran los únicos en Libo que hacían cosas raras con los pronombres, y no siempre… El lagarto también había dicho que le daba igual, aunque era un chico. Aquello sí que no lo entendía, pero tampoco iba a decir nada.
—Ella —dijo, como si fuera algo obvio. Más que nada porque acababa de decir hacía relativamente poco que era una mujer —. No sé muy bien cómo va eso del elle, en Libo no lo tenemos en nuestro idioma…pero intentaré usarlo.
Esperaba saber usarlo bien, porque si Airi era una andrógino no quería ofenderle, desde luego.
Ignoró a posta la conversación sobre pasar hambre, porque a más pensaba en ello más le rugían las tripas. Era militar y sabía de sobra que no se moriría por no comer un día, pero también era alguien a quien nunca le había faltado comida en el plato y le era inconcebible pasar un día sin tener nada que llevarse a la boca.
—Por cierto. Antes del discurso dijisteis que os habían secuestrado y que…No sabíais muy bien por qué estás aquí —les miró a todos. A lo mejor a alguno le habían contado algo, pero era la impresión con la que se había quedado—. Estamos en Rocavarancolia. Está aliada con mi mundo, y se supone que nos traen de distintos sitios para enseñarnos magia y darnos grandes poderes si somos dignos de ello. El Consejo nos pondrá a pruebas y tenemos que superarlas, claro.
Se le hacía muy obvio decir aquello, pero si iban a tener que colaborar tenían que saberlo. No entendía por qué no les habían dicho aquello si se suponía que todos debían saber lo mismo, pero tampoco iba a cuestionar los designios del Consejo. Había sido elegida, y eso valía.
»¿Alguno a parte de mí sabe luchar? Nos hará falta para superar las pruebas —No se habría imaginado nunca preguntando eso a un montón de hombres, pero allí estaba. No iba a tener problemas en hacer muchas sola, estaba claro en su mente, pero si el Consejo les ponía alguna prueba complicada no le vendría mal algo de apoyo. Especialmente para evitar que el crío gritón no se metiera en más follones.
Seguía increíblemente frustrada porque le estuvieran obligando a limpiar, a hacer el trabajo más indigno para una mujer de su clase, pero allí estaba, intentando hacerlo lo mejor posible porque no quería dormir sobre sábanas arrugadas y porque era incapaz de no hacer las cosas perfectamente. Además Rick estaba ayudándola y tampoco quería que decidiera irse y dejarle sola porque era demasiado inútil para saber limpiar. Por suerte para ella decidieron que el resto de cuartos irían algo más rápido, por lo que tenía que pasar menos tiempo haciendo aquella tarea que no le correspondía.
Daba gracias de llevar las uñas perfectamente cortas y haber optado por las de oro, porque esas se las podía quitar y las suyas propias hubieran roto con todo aquello. Al fin y al cabo, la comodidad era importante a la hora de luchar, pero aquel primer día había querido dejar claro quién era… y había salido un poco mal, visto con quienes había terminado. Cómo se podía tener tan mala suerte.
Los baños ya fueron la gota que colmaba el vaso. Sin luz, sin agua corriente (al menos que estuviera o no caliente era secundario, pues a penas lo sentía) y sin váteres. Aquellas no eran condiciones para vivir. ¿No se suponía que había ido a superar las pruebas y volver con magia? ¿A qué venía lo de tener que vivir en esas condiciones horribles? Apretó los labios, sin saber si estaba cabreada con la ciudad, con sus compañeros masculinistas o con ella misma por dejarse caer tan bajo como para limpiar.
Se sentó en uno de los sillones, asegurándose de que estuviera limpio (no fuera a ser que acabase llena de polvo como la otra vez) y miró a sus compañeros mientras iban diciendo los pronombres esos que le eran más o menos obvios… Salvo la persona de los cuernos, Airi, que parecía usar el elle ese que tenía el idioma nuevo, o el ella. ¿Podría ser un andrógino? Eran los únicos en Libo que hacían cosas raras con los pronombres, y no siempre… El lagarto también había dicho que le daba igual, aunque era un chico. Aquello sí que no lo entendía, pero tampoco iba a decir nada.
—Ella —dijo, como si fuera algo obvio. Más que nada porque acababa de decir hacía relativamente poco que era una mujer —. No sé muy bien cómo va eso del elle, en Libo no lo tenemos en nuestro idioma…pero intentaré usarlo.
Esperaba saber usarlo bien, porque si Airi era una andrógino no quería ofenderle, desde luego.
Ignoró a posta la conversación sobre pasar hambre, porque a más pensaba en ello más le rugían las tripas. Era militar y sabía de sobra que no se moriría por no comer un día, pero también era alguien a quien nunca le había faltado comida en el plato y le era inconcebible pasar un día sin tener nada que llevarse a la boca.
—Por cierto. Antes del discurso dijisteis que os habían secuestrado y que…No sabíais muy bien por qué estás aquí —les miró a todos. A lo mejor a alguno le habían contado algo, pero era la impresión con la que se había quedado—. Estamos en Rocavarancolia. Está aliada con mi mundo, y se supone que nos traen de distintos sitios para enseñarnos magia y darnos grandes poderes si somos dignos de ello. El Consejo nos pondrá a pruebas y tenemos que superarlas, claro.
Se le hacía muy obvio decir aquello, pero si iban a tener que colaborar tenían que saberlo. No entendía por qué no les habían dicho aquello si se suponía que todos debían saber lo mismo, pero tampoco iba a cuestionar los designios del Consejo. Había sido elegida, y eso valía.
»¿Alguno a parte de mí sabe luchar? Nos hará falta para superar las pruebas —No se habría imaginado nunca preguntando eso a un montón de hombres, pero allí estaba. No iba a tener problemas en hacer muchas sola, estaba claro en su mente, pero si el Consejo les ponía alguna prueba complicada no le vendría mal algo de apoyo. Especialmente para evitar que el crío gritón no se metiera en más follones.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
26/05/23, 12:04 am
Tawar guardó silencio mientras se sucedían las intervenciones de sus compañeres. Iba tonando nota mental de las palabras que usaban para referirse a elles mismes, llamadas "pronombres", y al mismo tiempo se emocionó por estar aprendiendo tanto de tantas culturas en tan breve espacio de tiempo. Haber ido a ese mundo merecía la pena sin lugar a dudas, solo por vivir aquella experiencia. Además, quizás era eso a lo que el enviado de la Flora se refería cuando le prometió recibir ciertos dones. ¿Podía servir de algo conocer mejor y comprender la cultura, la vida, los mundos, etc, de les Gigantes Amables, además de enriquecerse elle misme con su conocimiento? ¿Podrían ayudar a la Flora, quizás, cuando acabara el rito que debían pasar allí? ¿Podía, quizás, afectar en algún grado a su colonia todo lo que estaba aprendiendo allí? ¡Y cuánto aprendería, si solo llevaban un día juntes!
—Creo que os tengo a todes... ¡Qué interesante es todo esto, voy a aprender mucho con vosotres! Si nuestra cultura no le ha dado importancia, quizás sea como la tuya, Airi —dijo primero, con energía, y luego fue derivando a un murmullo pensativo—. Aunque no sé por qué, no sé qué circunstancias o condiciones hacen falta... me viene grande imaginarlo. ¿Quizás sea porque solo nos encargamos de cuidar y proteger la Flora? —aventuró en voz alta. No tenía ni idea, eran cosas que nunca se había cuestionado.
Después, sin embargo, le sacaron de sus pensamientos las palabras de Kalna. Abrió los ojos como dos océanos, o como dos "platos" de los que había visto en la cocina, y la escuchó muy sorprendide. Al terminar ella, o al menos, al parar de hablar, se lanzó sin pensarlo. Estaba muy asustade. ¿De qué boñigas estaba hablando? Había cambiado la posición, incluso, y en lugar de sentade en el borde de la encimera ahora se escondía detrás de un cazo, el de las arañas.
—¿Cómo que OS SECUESTRARON? ¡A mí me trajo Ramas, un enviado de la Flora! ¡Y no me dijo nada de pruebas ni de luchar! Pensaba que lo del discurso, lo de sobrevivir, implicaba abastecernos de comida y mantenernos escondides de depredadores, ¡nada más!
—Creo que os tengo a todes... ¡Qué interesante es todo esto, voy a aprender mucho con vosotres! Si nuestra cultura no le ha dado importancia, quizás sea como la tuya, Airi —dijo primero, con energía, y luego fue derivando a un murmullo pensativo—. Aunque no sé por qué, no sé qué circunstancias o condiciones hacen falta... me viene grande imaginarlo. ¿Quizás sea porque solo nos encargamos de cuidar y proteger la Flora? —aventuró en voz alta. No tenía ni idea, eran cosas que nunca se había cuestionado.
Después, sin embargo, le sacaron de sus pensamientos las palabras de Kalna. Abrió los ojos como dos océanos, o como dos "platos" de los que había visto en la cocina, y la escuchó muy sorprendide. Al terminar ella, o al menos, al parar de hablar, se lanzó sin pensarlo. Estaba muy asustade. ¿De qué boñigas estaba hablando? Había cambiado la posición, incluso, y en lugar de sentade en el borde de la encimera ahora se escondía detrás de un cazo, el de las arañas.
—¿Cómo que OS SECUESTRARON? ¡A mí me trajo Ramas, un enviado de la Flora! ¡Y no me dijo nada de pruebas ni de luchar! Pensaba que lo del discurso, lo de sobrevivir, implicaba abastecernos de comida y mantenernos escondides de depredadores, ¡nada más!
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Sendar
26/05/23, 12:41 am
Le daba un poco de vergüenza sentirse animado por las palabras que le dedicaban a Aniol, ni que él fuese otro niño pequeño asustado, pero le sirvieron igual. Seguía incomodísimo con la idea de pasar hambre, pero ahora más que por la desagradable sensación en sí, por ser un recordatorio físico de la situación en la que estaba metido. Lejos de acostumbrarse a esa nueva realidad, estar a mundos de distancia de su hogar calaba cada vez más fuerte y hacía que el ansia en su estómago fuera más dolorosa, mental. Ni siquiera él, don distracciones, podía ajenizarse tanto. Ahora, la falta de modales de Damian y Connor le resultaron lo suficientemente llamativas como para centrarse en ponerles mala cara, en especial al segundo.
—Por el rosal de Mahliket… —iba a empezar a reñirle pero él mismo se corrigió. Vale que creyese que a los niños no había que tratarlos como idiotas ni que tenían que dejar de ser adultos delante suya, pero de ahí a llamar a uno “jodido cabronazo”… Resopló.
Definitivamente eran de la calle. Ethan por otro lado demostraba una vez más ser de otro nivel al hacer cosas tan delicadas. Era raro que supiera limpiar pero… bueno, había un lagarto, un lobo y dos personas (une de elles una planta) en la sala con pronombres neutros y culturas con tribus, ¿para qué seguir la lógica varmana?
—Hm-hm —continuó tras Ragayin—. Tienes buena mano.
La escena de los dos peques jugando con sus animalitos de papel le resultó entrañable, y si bien era un arma de doble filo que no bastaba para sacarse la espina de que no debería estar allí, ni él ni ellos, su felicidad inocente era el lado menos punzante. Kalna trajo de vuelta algo de luz sobre la situación que lo único que consiguió fue cegarle, no que entendiese las cosas mejor.
—¿Aliado con tu mundo? ¿Cómo… ¿Cómo si fueran naciones? —frunció el ceño. ¿Qué interés político tenía una alianza con un sitio así? ¡Si parecía un necrolimbo interconectado! Y ahí estaba otra vez esa palabra, pruebas. Vale que había hecho un trato drogado, pero recordaba pinceladas suficientes como para saber que no con esas implicaciones—. Sí. A mi me arrastró alguien de mi especie, y de verdad que creo que era un fantasma. Era blanca y apareció de la nada… —se cortó con un gesto, eso daba igual—, y tampoco me habló de ningún examen ni de “grandes poderes” —se sumó a Tawar. Vale que habían sido otras recompensas, pero a él se la habían traído floja, solo quería escaquearse de su madre—. Y lo siento pero esto —señaló a su alrededor con ambos brazos abiertos— no parece ningún sitio donde vaya a aparecer un profesor a enseñarnos magia.
Le costaba creer lo que Kalna estaba diciendo. No había sido ningún contrato, había sido un secuestro, independiente de que favorecieran a unos más que otros con información o motivaciones grandilocuentes. Prefería mil veces la versión de Tawar, aunque no dejase de perturbarle que incluyese depredadores. Ya habían visto el mar de huesos así que haberlos había, pero... Resopló. Augurios mal paridos, versión uno o versión dos, habría que seguir la lógica del superviviente.
—Yo sé tirar con arco —añadió levantando un poco la mano, mirando a su alrededor sin detenerse en nadie en específico por si había alguien más. Estaba orgulloso de su puntería, aunque no hondaría en el dato, no porque desconfiase de ellos, sino porque desconfiaba de sí mismo. Después de todo solo era un hobby, sus objetivos siempre habían sido inertes y prefería no tener que apuntar a una criatura viva—. Y usar armas de fuego…
Eso lo dijo con menos convicción, principalmente por no saber si habría tales medios en un sitio destartalado como ese.
—Por el rosal de Mahliket… —iba a empezar a reñirle pero él mismo se corrigió. Vale que creyese que a los niños no había que tratarlos como idiotas ni que tenían que dejar de ser adultos delante suya, pero de ahí a llamar a uno “jodido cabronazo”… Resopló.
Definitivamente eran de la calle. Ethan por otro lado demostraba una vez más ser de otro nivel al hacer cosas tan delicadas. Era raro que supiera limpiar pero… bueno, había un lagarto, un lobo y dos personas (une de elles una planta) en la sala con pronombres neutros y culturas con tribus, ¿para qué seguir la lógica varmana?
—Hm-hm —continuó tras Ragayin—. Tienes buena mano.
La escena de los dos peques jugando con sus animalitos de papel le resultó entrañable, y si bien era un arma de doble filo que no bastaba para sacarse la espina de que no debería estar allí, ni él ni ellos, su felicidad inocente era el lado menos punzante. Kalna trajo de vuelta algo de luz sobre la situación que lo único que consiguió fue cegarle, no que entendiese las cosas mejor.
—¿Aliado con tu mundo? ¿Cómo… ¿Cómo si fueran naciones? —frunció el ceño. ¿Qué interés político tenía una alianza con un sitio así? ¡Si parecía un necrolimbo interconectado! Y ahí estaba otra vez esa palabra, pruebas. Vale que había hecho un trato drogado, pero recordaba pinceladas suficientes como para saber que no con esas implicaciones—. Sí. A mi me arrastró alguien de mi especie, y de verdad que creo que era un fantasma. Era blanca y apareció de la nada… —se cortó con un gesto, eso daba igual—, y tampoco me habló de ningún examen ni de “grandes poderes” —se sumó a Tawar. Vale que habían sido otras recompensas, pero a él se la habían traído floja, solo quería escaquearse de su madre—. Y lo siento pero esto —señaló a su alrededor con ambos brazos abiertos— no parece ningún sitio donde vaya a aparecer un profesor a enseñarnos magia.
Le costaba creer lo que Kalna estaba diciendo. No había sido ningún contrato, había sido un secuestro, independiente de que favorecieran a unos más que otros con información o motivaciones grandilocuentes. Prefería mil veces la versión de Tawar, aunque no dejase de perturbarle que incluyese depredadores. Ya habían visto el mar de huesos así que haberlos había, pero... Resopló. Augurios mal paridos, versión uno o versión dos, habría que seguir la lógica del superviviente.
—Yo sé tirar con arco —añadió levantando un poco la mano, mirando a su alrededor sin detenerse en nadie en específico por si había alguien más. Estaba orgulloso de su puntería, aunque no hondaría en el dato, no porque desconfiase de ellos, sino porque desconfiaba de sí mismo. Después de todo solo era un hobby, sus objetivos siempre habían sido inertes y prefería no tener que apuntar a una criatura viva—. Y usar armas de fuego…
Eso lo dijo con menos convicción, principalmente por no saber si habría tales medios en un sitio destartalado como ese.
- ♪♫♬:
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
26/05/23, 12:27 pm
Airi estaba confortable con la charla sobre cómo dirigirse a cada uno, por eso le extrañaba ver que algunos añadían un “creo” o expresaban duda al respecto. Solo era algo a recordar de cada uno para ser cortés en vez de dirigirse a ellos de una forma que no les resultase cómoda. Podía llegar a ser muy importante para cada individuo, y dirigirse siempre de forma incorrecta a alguien podía ser muy molesto. Por esa razón en su lengua había una forma neutra y cortés para dirigirse a desconocidos, aunque el matiz de cortesía con el elle no le quedaba claro si se perdía. Algunos no parecían ni ser conscientes de que se pudiese usar previamente. Era el caso de Kalna, a quien Airi le dedicó un movimiento de cabeza de agradecimiento cuando dijo que intentaría usarlo a pesar de todo.
Cuando Ethan se aseguró de que los dos niños tuviesen su juguete de papel Airi los siguió con la mirada sin perder la sonrisa. El chico tenía mucha mano para tratar con los niños, lo cual era un alivio, porque Damian parecía un caso complicado y lleno de energía. Lo demostró de sobra cuando se puso a dar voces con su figura en la mano.
—Los nombres son muy bonitos —les dijo a los niños—. Intentad no jugar a lo bruto con ellas para que duren mucho tiempo, parecen delicadas —añadió, sobre todo por Damian. Ethan parecía hacerlas rápido, pero lo bonito era conservarlas por su valor sentimental. Tal vez tener juguetes les sirviese para empezar a entenderse. «Son como el día y la noche, pero ojalá se lleven bien estos dos» pensó.
Kalna inició entonces una conversación que tenían pendiente desde que se habían encontrado en la fuente. Sus palabras volvieron a hacerle un nudo en el pecho, ya que no se parecía en nada a lo que Advay Yamir le había dicho a elle. Además le cogió por sorpresa conocer la alianza entre sus pueblos. «¿Quiere decir que Kalna cuenta con algún tipo de ventaja sobre los demás?» se preguntó con el ceño levemente fruncido. A Airi no podía pesarle más su falta de preparación para la supervivencia en ese momento, pero su enfermedad siempre había estado ahí, lastrándole.
Cada vez que revivía en su mente la conversación con el anciano, que por alguna razón recordaba distorsionada, pensaba en lo idiota que había sido. Ni siquiera le habían prometido nada concreto, y se había dejado embaucar. Le hablaron de posibilidades pero en su cabeza construyó con una rapidez insultante un futuro grandioso con el que nunca antes había soñado.
—Yo sí diría que fue un secuestro. El hombre que me trajo aquí me engañó, y por alguna razón no pensé con claridad nada de lo que me dijo. Después me dormí y aparecí aquí. No sé por qué quise venir… solo me prometió la posibilidad de aprender magia y libertad. —Suspiró. Ya no podían hacer nada al respecto, lamentarse sería tan inútil como hacerse un ovillo en una esquina del torreón.
Respecto a la otra pregunta de Kalna, Airi dudó, y especialmente tras escuchar a Nohlem («¿serán artefactos mágicos peligrosos esas armas con fuego?»). Él podría juzgarle con ojo crítico, pero decidió responder de todos modos.
—Yo sé usar un arco… en teoría —notó calor en sus mejillas al decirlo, para los estándares de su aldea sería una vergüenza mencionarlo—. Pero nunca he disparado a un blanco en movimiento. Me enseñó… un cazador. —Había estado a punto de decir el nombre de Lihkos, pero ya no podría escudarse tras él, no en un sitio donde nadie lo conocía.
Cuando Ethan se aseguró de que los dos niños tuviesen su juguete de papel Airi los siguió con la mirada sin perder la sonrisa. El chico tenía mucha mano para tratar con los niños, lo cual era un alivio, porque Damian parecía un caso complicado y lleno de energía. Lo demostró de sobra cuando se puso a dar voces con su figura en la mano.
—Los nombres son muy bonitos —les dijo a los niños—. Intentad no jugar a lo bruto con ellas para que duren mucho tiempo, parecen delicadas —añadió, sobre todo por Damian. Ethan parecía hacerlas rápido, pero lo bonito era conservarlas por su valor sentimental. Tal vez tener juguetes les sirviese para empezar a entenderse. «Son como el día y la noche, pero ojalá se lleven bien estos dos» pensó.
Kalna inició entonces una conversación que tenían pendiente desde que se habían encontrado en la fuente. Sus palabras volvieron a hacerle un nudo en el pecho, ya que no se parecía en nada a lo que Advay Yamir le había dicho a elle. Además le cogió por sorpresa conocer la alianza entre sus pueblos. «¿Quiere decir que Kalna cuenta con algún tipo de ventaja sobre los demás?» se preguntó con el ceño levemente fruncido. A Airi no podía pesarle más su falta de preparación para la supervivencia en ese momento, pero su enfermedad siempre había estado ahí, lastrándole.
Cada vez que revivía en su mente la conversación con el anciano, que por alguna razón recordaba distorsionada, pensaba en lo idiota que había sido. Ni siquiera le habían prometido nada concreto, y se había dejado embaucar. Le hablaron de posibilidades pero en su cabeza construyó con una rapidez insultante un futuro grandioso con el que nunca antes había soñado.
—Yo sí diría que fue un secuestro. El hombre que me trajo aquí me engañó, y por alguna razón no pensé con claridad nada de lo que me dijo. Después me dormí y aparecí aquí. No sé por qué quise venir… solo me prometió la posibilidad de aprender magia y libertad. —Suspiró. Ya no podían hacer nada al respecto, lamentarse sería tan inútil como hacerse un ovillo en una esquina del torreón.
Respecto a la otra pregunta de Kalna, Airi dudó, y especialmente tras escuchar a Nohlem («¿serán artefactos mágicos peligrosos esas armas con fuego?»). Él podría juzgarle con ojo crítico, pero decidió responder de todos modos.
—Yo sé usar un arco… en teoría —notó calor en sus mejillas al decirlo, para los estándares de su aldea sería una vergüenza mencionarlo—. Pero nunca he disparado a un blanco en movimiento. Me enseñó… un cazador. —Había estado a punto de decir el nombre de Lihkos, pero ya no podría escudarse tras él, no en un sitio donde nadie lo conocía.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
27/05/23, 01:52 pm
Ethan, Connor y Rick, de una manera u otra, habían sacado a Colmillo de su miedo a la corta vida de los humanos, y le aseguraron que no les pasaría nada si pasaban un día sin comer, lo que le dejó bastante más tranquilo y pensando que quizás ese tipo de aguante era una tendencia en todas las especies y no solo en algunas de ellas.
-¿¡Secuestro!? -exclamó confuso de que aquello pareciera ser la tendencia entre sus compañeros-. No, no, joder, a mi no me han secuestrado. ¿No creo? A mi me trajo la diosa Matka. Ella jodidamente apareció frente a mí y dijo que yo era especial, que me iba a llevar a un mundo más allá de Zemlya y ahí tendría una ¿misión? para demostrar que soy especial y hacer sentir orgullosa a mi familia -comenzó a explicar frunciendo el hocico intentando recordar las palabras de Matka-. ¡Sí! Ella dijo lo mismo, Rocavarantolia o como sea, lo llamó así. Dijo que solo podían venir los elegidos y yo… yo pensé que no… bueno, no pensé mucho, ¿vale? Nadie piensa mucho cuando la puta Matka se te aparece y te habla, pero dijo que mi familia no podía venir, así que pensé que era porque ¿solo estaría yo? No sé, joder -divagó siendo consciente de que realmente en el momento apenas había pensado en nada más allá de estar impresionado por la aparición de la diosa.
Por un momento, Colmillo pensó en hablarles de las palabras de su nana, pero se contuvo porque aunque todavía le tenían confuso y quizás ellos pudieran encontrarle algo más de sentido, todavía no tenía la confianza para divulgar algo tan personal como la profundidad del don de su nana.
-Yo también sé usar el arco un poco. Bueno,... muy poco -contestó frunciendo el hocico ante su inutilidad con el arma-. La mayoría de mi familia sabe cazar, pero no todos lo practican. Los cazadores oficiales de la caravana son algunos de mis cuñados y sobrinos. Son muy buenos y alguna vez han intentado enseñarme, pero… je, no es mi cosa -comentó mientras sus orejas y cola caían avergonzado por no haber tomado más en serio las lecciones de sus cuñados en su momento.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
28/05/23, 02:00 pm
-Podéis tratarme de él.
Acompañó sus pronombres junto al resto como un formalismo respetuoso pues dudaba que los suyos causarán mucha confusión. En general y a pesar de las dudas todos cumplieron sin apenas sorpresas. Airi y Tawar fueron los únicos que se tuvo que apuntar mentalmente al ser neutros, pero más allá de que aquel nuevo idioma añadiera pronombres a cualquier adjetivo no debería de tener fallo alguno.
La conversación siguió y la alegría de ver a los pequeños jugando con sus animalitos vino acompañada de un leve rubor en sus mejillas cuando Räg y Nohlem decidieron halagar su hobby. Fueron unos comentarios breves que sirvieron para arrancarle una sonrisa tímida de quien no está acostumbrado a recibirlos. Aunque la situación familiar y entrañable fue a morir rapido pues había otros temas a tratar menos agradables que él decidir un nombre para las grullas.
El londinense escuchó en completo silencio aquel intercambio de testimonios. Quedaba claro que llegado el momento todos habían experimentado la misma conversación solo que con diferentes matices. Les manipulaban con alternativas según lo que quisieran oír o según lo susceptibles que fueran dependiendo de su cultura.
Solo tenía dos interrogantes al respecto: La primera era la alianza extraña del mundo de Kalna. Pues o bien a pesar de ello le habían dado la misma información que al resto o la joven se estaba guardando datos privilegiados. La segunda cuestión en cambio…
-La chica que secuestró a los de mi mundo comentó que no podía mentir. -Era de lo poco de aquella reunión que recordaba con viveza, quizá por lo presente que tenía a su hermano en aquellas palabras. -Es verdad que no hay nada que apoye lo que dijo pero, a mi al menos me resulta innecesario aclarar algo así cuando nos iban a drogar de igual manera. -Mientras hablaba jugueteaba con uno de los lápices que se había adjudicado, tratando de camuflar el nerviosismo que le despertaba tener que revivir esos recuerdos. Si no se agarraba a esa idea tendría que asumir que el mausoleo iba a estar desprovisto de cuidados y ahora mismo era incapaz de lidiar con ese pensamiento. -También nombró esta ciudad y puedo afirmar que hablo de magia o algo así. Aunque, lo más preocupante y que tiene sentido con lo que dijeron en la plaza… Es que me confirmó que hasta dentro de un año no vamos a poder regresar a nuestro hogar.
Sus propias palabras le calaron como una jarra de agua fría. Quizá por el impacto de realidad que suponía expresarlas en voz alta. Ya no por él, pues en su hogar lo único que esperaba su regreso era una tumba fría, si no por lo cruel que le resultaba aquella situación para los demás. Solo unos cuantos se veían mayores y aún con esas seguían siendo demasiado jóvenes. ¿Que clase de mentes enfermas solo secuestraban niños para dejarlos en una ciudad en ruinas?
La sensación de pesadez le llevó a buscar una distracción. Distracción que encontró levantándose para ir a la cocina, empezando a llenar algunos vasos con agua que iría dejando en la mesa a disposición de todos. Al menos beber podría saciar parte del apetito y en su caso le alejaría del pozo de emociones en las que se estaba empezando a ahogar.
-Yo no sé de armas. Vaya, de donde vengo están completamente prohibidas. -Se ahorró el mencionar que en otros países era lo contrario, seguramente Connor sirviera de ejemplo para demostrar aquello. -Pero aprendo rápido, y no me importaría ir delante.
Cuando dejo el ultimo vaso y levanto la vista no pudo evitar fruncir el ceño momentáneamente. Las ventanas de por si pequeñas dejaban entrever una oscuridad inquietante al otro lado, solo acompañado por unas luces danzantes cuyo origen no alcazaba de identificar. Sinceramente, era espeluznante y tampoco le apetecía que aquel contexto y una conversación que iba por derroteros pesimistas pudiera quitarle el sueño a nadie.
-Creo que igualmente será mejor que nos vayamos pronto a descansar. Cuanto antes nos despertemos mañana, antes podremos conseguir la comida y creo que entre todos podremos cocinar algo riquísimo!
Cargo las palabras de un positivismo que del que él mismo carecía. Con un tono cálido y una sonrisa que escondía sus propias inseguridades. Si podía mantener esa fachada y aportar algo de seguridad a los más pequeños, ahí que se dejaría el pescuezo intentándolo.
Acompañó sus pronombres junto al resto como un formalismo respetuoso pues dudaba que los suyos causarán mucha confusión. En general y a pesar de las dudas todos cumplieron sin apenas sorpresas. Airi y Tawar fueron los únicos que se tuvo que apuntar mentalmente al ser neutros, pero más allá de que aquel nuevo idioma añadiera pronombres a cualquier adjetivo no debería de tener fallo alguno.
La conversación siguió y la alegría de ver a los pequeños jugando con sus animalitos vino acompañada de un leve rubor en sus mejillas cuando Räg y Nohlem decidieron halagar su hobby. Fueron unos comentarios breves que sirvieron para arrancarle una sonrisa tímida de quien no está acostumbrado a recibirlos. Aunque la situación familiar y entrañable fue a morir rapido pues había otros temas a tratar menos agradables que él decidir un nombre para las grullas.
El londinense escuchó en completo silencio aquel intercambio de testimonios. Quedaba claro que llegado el momento todos habían experimentado la misma conversación solo que con diferentes matices. Les manipulaban con alternativas según lo que quisieran oír o según lo susceptibles que fueran dependiendo de su cultura.
Solo tenía dos interrogantes al respecto: La primera era la alianza extraña del mundo de Kalna. Pues o bien a pesar de ello le habían dado la misma información que al resto o la joven se estaba guardando datos privilegiados. La segunda cuestión en cambio…
-La chica que secuestró a los de mi mundo comentó que no podía mentir. -Era de lo poco de aquella reunión que recordaba con viveza, quizá por lo presente que tenía a su hermano en aquellas palabras. -Es verdad que no hay nada que apoye lo que dijo pero, a mi al menos me resulta innecesario aclarar algo así cuando nos iban a drogar de igual manera. -Mientras hablaba jugueteaba con uno de los lápices que se había adjudicado, tratando de camuflar el nerviosismo que le despertaba tener que revivir esos recuerdos. Si no se agarraba a esa idea tendría que asumir que el mausoleo iba a estar desprovisto de cuidados y ahora mismo era incapaz de lidiar con ese pensamiento. -También nombró esta ciudad y puedo afirmar que hablo de magia o algo así. Aunque, lo más preocupante y que tiene sentido con lo que dijeron en la plaza… Es que me confirmó que hasta dentro de un año no vamos a poder regresar a nuestro hogar.
Sus propias palabras le calaron como una jarra de agua fría. Quizá por el impacto de realidad que suponía expresarlas en voz alta. Ya no por él, pues en su hogar lo único que esperaba su regreso era una tumba fría, si no por lo cruel que le resultaba aquella situación para los demás. Solo unos cuantos se veían mayores y aún con esas seguían siendo demasiado jóvenes. ¿Que clase de mentes enfermas solo secuestraban niños para dejarlos en una ciudad en ruinas?
La sensación de pesadez le llevó a buscar una distracción. Distracción que encontró levantándose para ir a la cocina, empezando a llenar algunos vasos con agua que iría dejando en la mesa a disposición de todos. Al menos beber podría saciar parte del apetito y en su caso le alejaría del pozo de emociones en las que se estaba empezando a ahogar.
-Yo no sé de armas. Vaya, de donde vengo están completamente prohibidas. -Se ahorró el mencionar que en otros países era lo contrario, seguramente Connor sirviera de ejemplo para demostrar aquello. -Pero aprendo rápido, y no me importaría ir delante.
Cuando dejo el ultimo vaso y levanto la vista no pudo evitar fruncir el ceño momentáneamente. Las ventanas de por si pequeñas dejaban entrever una oscuridad inquietante al otro lado, solo acompañado por unas luces danzantes cuyo origen no alcazaba de identificar. Sinceramente, era espeluznante y tampoco le apetecía que aquel contexto y una conversación que iba por derroteros pesimistas pudiera quitarle el sueño a nadie.
-Creo que igualmente será mejor que nos vayamos pronto a descansar. Cuanto antes nos despertemos mañana, antes podremos conseguir la comida y creo que entre todos podremos cocinar algo riquísimo!
Cargo las palabras de un positivismo que del que él mismo carecía. Con un tono cálido y una sonrisa que escondía sus propias inseguridades. Si podía mantener esa fachada y aportar algo de seguridad a los más pequeños, ahí que se dejaría el pescuezo intentándolo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
29/05/23, 12:03 am
A Rägjynn le quedó bastante claro que la mayoría entendían el género como lo hacían los mjörnís, aunque por las reacciones de algunas personas, estas parecían darle efectivamente mucha más importancia. Bueno, era bastante sencillo de recordar, especialmente habiendo tan pocas chicas en el grupo y siendo Airi y Tawar les uniques que utilizaban otros pronombres aparte del masculino y femenino, por lo que ya no temía ofender a nadie sin querer con aquel tema en particular.
La escena que protagonizaron Aniol y Damian le resultó muy entrañable, y se sintió feliz de ver al segundo dispuesto a jugar con el primero, pareciendo que de verdad estaba disfrutando de poder compartir aquellos juguetes de papel que les había regalado Ethan. Aunque ciertamente Airi tenía razón y eran delicadas: esperaba que Damian la tratase con cuidado, porque de Aniol no tenía muchas dudas acerca de que lo haría.
Una de las cuestiones que tenía en la cabeza la despejó la propia Kalna haciendo mención a su mundo y el cómo este se encontraba, al parecer, en algún tipo de alianza con el lugar en el que se encontraban. Tenía ahora bastante claro quiénes eran de mundos diferentes y, aunque le hubiese gustado preguntar sobre cómo eran cada uno, había sin duda temas más urgentes que tratar, como el que sacó la propia chica.
Räg evitó hablar acerca de Giz de nuevo. Él ya no sabía muy bien qué pensar acerca del encuentro con el extraño reptil, y tampoco quería hacerlo. Sentía que iba a empezar a marearse como le diera vueltas a aquello y explicar por qué había aceptado irse. Simplemente no podía. Sabía que en realidad había un factor incierto en aquella ecuación, que quizás tuviera que ver con esa droga de la que hablaba Ethan y que el mjörní suponía que se trataba de algún tipo de hechizo de sugestión, pero… No. Permaneció callado, mordiéndose el interior de una de sus mejillas con nerviosismo mientas cada uno contaba cómo había sido en su caso y esperando que nadie le preguntase directamente o se extrañase de que no expusiese su caso particular. De todos modos ya habían mencionado aquel tema de pasada antes, por lo que no debería parecerles sospechoso… ¿no?
Las discrepancias entre las historias de cada uno eran, cuanto menos, curiosas, pero empezaba a resultar claro que las personas que los habían llevado allí empleaban tácticas diferentes para convencer a unos y otros. Aunque, sin duda, lo que más llamaba la atención era la diferencia entre la información que les habían dado. Tras la historia de Kalna, no obstante, se había decidido a compartir lo que él creía saber respecto al lugar donde se encontraban, esperando también que de ese modo resultase poco obvio que había omitido el otro asunto.
—Creo que yo debería contaros una cosa que me lleva rondando la cabeza desde que llegué aquí —dijo cuando encontró un hueco para hablar—. Me parce que este lugar tampoco es desconocido para Mjörne, mi mundo —miró brevemente a Kalna, dando a entender que quería seguir por el mismo hilo que ella—. Pero no es nada parecido a lo que ha dicho ella… Mjörne estuvo a punto de ser destruido por completo en una invasión por parte de otro mundo que conocía magia extremadamente poderosa, durante una guerra hace cientos de años. Tengo motivos para pensar que este es ese mundo, aunque no lo puedo asegurar porque se desconoce el nombre, y prácticamente todo sobre el mismo en la actualidad: se perdieron casi todos los documentos que hubiesen podido contener detalles precisos al respecto —el mjörní miró hacia el suelo, pensativo, tratando de organizar sus pensamientos dispersos al respecto. Al darse cuenta de cómo podía sonar lo que acababa de decir alzó la cabeza de golpe y realizó algunos aspavientos—. ¡Ah, pero no penséis que es necesariamente algo muy malo! Quiero decir… los mjörnís del pasado eran… Eran horribles. Es muy posible que ellos mismos hubiesen iniciado el conflicto y fuesen una amenaza que obligó a ese otro mundo a tomar medidas tan drásticas. Al menos, muchos historiadores es lo que creen.
Había evitado a propósito especificar más el por qué había calificado a sus antepasados como “horribles” a falta de otros términos que también quiso omitir. Seguía pensando que como mínimo Kalna pertenecía a un ejército, y la conversación que podía derivar de dar más detalles era algo que quería evitar a toda costa.
>>Yo soy aprendiz de artista marcial y sé manejar el jō… Puedo… tengo nociones de defensa personal, aunque no sé cómo de útiles podrían resultar —desde luego no quería pensar en tener que enfrentarse a ninguna persona, y con los supuestos depredadores de los que se había hablado no iban a ser útiles las técnicas que sabía—. Pero las únicas armas que se fabrican en Mjörne son de práctica, de madera. Yo uhm… no creo que sea capaz de manejar otra cosa.
Se vio en la necesidad de aclararlo aunque no profundizase en ello al menos por el momento. Tenía muy claro que no iba a tocar ninguna de las armas de filo o proyectiles como la espada que ya había subido Kalna. Temía el momento en el que tuviese que inspeccionar el sótano y comprobar por sí mismo qué más había allí abajo.
La escena que protagonizaron Aniol y Damian le resultó muy entrañable, y se sintió feliz de ver al segundo dispuesto a jugar con el primero, pareciendo que de verdad estaba disfrutando de poder compartir aquellos juguetes de papel que les había regalado Ethan. Aunque ciertamente Airi tenía razón y eran delicadas: esperaba que Damian la tratase con cuidado, porque de Aniol no tenía muchas dudas acerca de que lo haría.
Una de las cuestiones que tenía en la cabeza la despejó la propia Kalna haciendo mención a su mundo y el cómo este se encontraba, al parecer, en algún tipo de alianza con el lugar en el que se encontraban. Tenía ahora bastante claro quiénes eran de mundos diferentes y, aunque le hubiese gustado preguntar sobre cómo eran cada uno, había sin duda temas más urgentes que tratar, como el que sacó la propia chica.
Räg evitó hablar acerca de Giz de nuevo. Él ya no sabía muy bien qué pensar acerca del encuentro con el extraño reptil, y tampoco quería hacerlo. Sentía que iba a empezar a marearse como le diera vueltas a aquello y explicar por qué había aceptado irse. Simplemente no podía. Sabía que en realidad había un factor incierto en aquella ecuación, que quizás tuviera que ver con esa droga de la que hablaba Ethan y que el mjörní suponía que se trataba de algún tipo de hechizo de sugestión, pero… No. Permaneció callado, mordiéndose el interior de una de sus mejillas con nerviosismo mientas cada uno contaba cómo había sido en su caso y esperando que nadie le preguntase directamente o se extrañase de que no expusiese su caso particular. De todos modos ya habían mencionado aquel tema de pasada antes, por lo que no debería parecerles sospechoso… ¿no?
Las discrepancias entre las historias de cada uno eran, cuanto menos, curiosas, pero empezaba a resultar claro que las personas que los habían llevado allí empleaban tácticas diferentes para convencer a unos y otros. Aunque, sin duda, lo que más llamaba la atención era la diferencia entre la información que les habían dado. Tras la historia de Kalna, no obstante, se había decidido a compartir lo que él creía saber respecto al lugar donde se encontraban, esperando también que de ese modo resultase poco obvio que había omitido el otro asunto.
—Creo que yo debería contaros una cosa que me lleva rondando la cabeza desde que llegué aquí —dijo cuando encontró un hueco para hablar—. Me parce que este lugar tampoco es desconocido para Mjörne, mi mundo —miró brevemente a Kalna, dando a entender que quería seguir por el mismo hilo que ella—. Pero no es nada parecido a lo que ha dicho ella… Mjörne estuvo a punto de ser destruido por completo en una invasión por parte de otro mundo que conocía magia extremadamente poderosa, durante una guerra hace cientos de años. Tengo motivos para pensar que este es ese mundo, aunque no lo puedo asegurar porque se desconoce el nombre, y prácticamente todo sobre el mismo en la actualidad: se perdieron casi todos los documentos que hubiesen podido contener detalles precisos al respecto —el mjörní miró hacia el suelo, pensativo, tratando de organizar sus pensamientos dispersos al respecto. Al darse cuenta de cómo podía sonar lo que acababa de decir alzó la cabeza de golpe y realizó algunos aspavientos—. ¡Ah, pero no penséis que es necesariamente algo muy malo! Quiero decir… los mjörnís del pasado eran… Eran horribles. Es muy posible que ellos mismos hubiesen iniciado el conflicto y fuesen una amenaza que obligó a ese otro mundo a tomar medidas tan drásticas. Al menos, muchos historiadores es lo que creen.
Había evitado a propósito especificar más el por qué había calificado a sus antepasados como “horribles” a falta de otros términos que también quiso omitir. Seguía pensando que como mínimo Kalna pertenecía a un ejército, y la conversación que podía derivar de dar más detalles era algo que quería evitar a toda costa.
>>Yo soy aprendiz de artista marcial y sé manejar el jō… Puedo… tengo nociones de defensa personal, aunque no sé cómo de útiles podrían resultar —desde luego no quería pensar en tener que enfrentarse a ninguna persona, y con los supuestos depredadores de los que se había hablado no iban a ser útiles las técnicas que sabía—. Pero las únicas armas que se fabrican en Mjörne son de práctica, de madera. Yo uhm… no creo que sea capaz de manejar otra cosa.
Se vio en la necesidad de aclararlo aunque no profundizase en ello al menos por el momento. Tenía muy claro que no iba a tocar ninguna de las armas de filo o proyectiles como la espada que ya había subido Kalna. Temía el momento en el que tuviese que inspeccionar el sótano y comprobar por sí mismo qué más había allí abajo.
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