Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Sendar
26/05/23, 12:41 am
Le daba un poco de vergüenza sentirse animado por las palabras que le dedicaban a Aniol, ni que él fuese otro niño pequeño asustado, pero le sirvieron igual. Seguía incomodísimo con la idea de pasar hambre, pero ahora más que por la desagradable sensación en sí, por ser un recordatorio físico de la situación en la que estaba metido. Lejos de acostumbrarse a esa nueva realidad, estar a mundos de distancia de su hogar calaba cada vez más fuerte y hacía que el ansia en su estómago fuera más dolorosa, mental. Ni siquiera él, don distracciones, podía ajenizarse tanto. Ahora, la falta de modales de Damian y Connor le resultaron lo suficientemente llamativas como para centrarse en ponerles mala cara, en especial al segundo.
—Por el rosal de Mahliket… —iba a empezar a reñirle pero él mismo se corrigió. Vale que creyese que a los niños no había que tratarlos como idiotas ni que tenían que dejar de ser adultos delante suya, pero de ahí a llamar a uno “jodido cabronazo”… Resopló.
Definitivamente eran de la calle. Ethan por otro lado demostraba una vez más ser de otro nivel al hacer cosas tan delicadas. Era raro que supiera limpiar pero… bueno, había un lagarto, un lobo y dos personas (une de elles una planta) en la sala con pronombres neutros y culturas con tribus, ¿para qué seguir la lógica varmana?
—Hm-hm —continuó tras Ragayin—. Tienes buena mano.
La escena de los dos peques jugando con sus animalitos de papel le resultó entrañable, y si bien era un arma de doble filo que no bastaba para sacarse la espina de que no debería estar allí, ni él ni ellos, su felicidad inocente era el lado menos punzante. Kalna trajo de vuelta algo de luz sobre la situación que lo único que consiguió fue cegarle, no que entendiese las cosas mejor.
—¿Aliado con tu mundo? ¿Cómo… ¿Cómo si fueran naciones? —frunció el ceño. ¿Qué interés político tenía una alianza con un sitio así? ¡Si parecía un necrolimbo interconectado! Y ahí estaba otra vez esa palabra, pruebas. Vale que había hecho un trato drogado, pero recordaba pinceladas suficientes como para saber que no con esas implicaciones—. Sí. A mi me arrastró alguien de mi especie, y de verdad que creo que era un fantasma. Era blanca y apareció de la nada… —se cortó con un gesto, eso daba igual—, y tampoco me habló de ningún examen ni de “grandes poderes” —se sumó a Tawar. Vale que habían sido otras recompensas, pero a él se la habían traído floja, solo quería escaquearse de su madre—. Y lo siento pero esto —señaló a su alrededor con ambos brazos abiertos— no parece ningún sitio donde vaya a aparecer un profesor a enseñarnos magia.
Le costaba creer lo que Kalna estaba diciendo. No había sido ningún contrato, había sido un secuestro, independiente de que favorecieran a unos más que otros con información o motivaciones grandilocuentes. Prefería mil veces la versión de Tawar, aunque no dejase de perturbarle que incluyese depredadores. Ya habían visto el mar de huesos así que haberlos había, pero... Resopló. Augurios mal paridos, versión uno o versión dos, habría que seguir la lógica del superviviente.
—Yo sé tirar con arco —añadió levantando un poco la mano, mirando a su alrededor sin detenerse en nadie en específico por si había alguien más. Estaba orgulloso de su puntería, aunque no hondaría en el dato, no porque desconfiase de ellos, sino porque desconfiaba de sí mismo. Después de todo solo era un hobby, sus objetivos siempre habían sido inertes y prefería no tener que apuntar a una criatura viva—. Y usar armas de fuego…
Eso lo dijo con menos convicción, principalmente por no saber si habría tales medios en un sitio destartalado como ese.
—Por el rosal de Mahliket… —iba a empezar a reñirle pero él mismo se corrigió. Vale que creyese que a los niños no había que tratarlos como idiotas ni que tenían que dejar de ser adultos delante suya, pero de ahí a llamar a uno “jodido cabronazo”… Resopló.
Definitivamente eran de la calle. Ethan por otro lado demostraba una vez más ser de otro nivel al hacer cosas tan delicadas. Era raro que supiera limpiar pero… bueno, había un lagarto, un lobo y dos personas (une de elles una planta) en la sala con pronombres neutros y culturas con tribus, ¿para qué seguir la lógica varmana?
—Hm-hm —continuó tras Ragayin—. Tienes buena mano.
La escena de los dos peques jugando con sus animalitos de papel le resultó entrañable, y si bien era un arma de doble filo que no bastaba para sacarse la espina de que no debería estar allí, ni él ni ellos, su felicidad inocente era el lado menos punzante. Kalna trajo de vuelta algo de luz sobre la situación que lo único que consiguió fue cegarle, no que entendiese las cosas mejor.
—¿Aliado con tu mundo? ¿Cómo… ¿Cómo si fueran naciones? —frunció el ceño. ¿Qué interés político tenía una alianza con un sitio así? ¡Si parecía un necrolimbo interconectado! Y ahí estaba otra vez esa palabra, pruebas. Vale que había hecho un trato drogado, pero recordaba pinceladas suficientes como para saber que no con esas implicaciones—. Sí. A mi me arrastró alguien de mi especie, y de verdad que creo que era un fantasma. Era blanca y apareció de la nada… —se cortó con un gesto, eso daba igual—, y tampoco me habló de ningún examen ni de “grandes poderes” —se sumó a Tawar. Vale que habían sido otras recompensas, pero a él se la habían traído floja, solo quería escaquearse de su madre—. Y lo siento pero esto —señaló a su alrededor con ambos brazos abiertos— no parece ningún sitio donde vaya a aparecer un profesor a enseñarnos magia.
Le costaba creer lo que Kalna estaba diciendo. No había sido ningún contrato, había sido un secuestro, independiente de que favorecieran a unos más que otros con información o motivaciones grandilocuentes. Prefería mil veces la versión de Tawar, aunque no dejase de perturbarle que incluyese depredadores. Ya habían visto el mar de huesos así que haberlos había, pero... Resopló. Augurios mal paridos, versión uno o versión dos, habría que seguir la lógica del superviviente.
—Yo sé tirar con arco —añadió levantando un poco la mano, mirando a su alrededor sin detenerse en nadie en específico por si había alguien más. Estaba orgulloso de su puntería, aunque no hondaría en el dato, no porque desconfiase de ellos, sino porque desconfiaba de sí mismo. Después de todo solo era un hobby, sus objetivos siempre habían sido inertes y prefería no tener que apuntar a una criatura viva—. Y usar armas de fuego…
Eso lo dijo con menos convicción, principalmente por no saber si habría tales medios en un sitio destartalado como ese.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Sendar
26/05/23, 12:27 pm
Airi estaba confortable con la charla sobre cómo dirigirse a cada uno, por eso le extrañaba ver que algunos añadían un “creo” o expresaban duda al respecto. Solo era algo a recordar de cada uno para ser cortés en vez de dirigirse a ellos de una forma que no les resultase cómoda. Podía llegar a ser muy importante para cada individuo, y dirigirse siempre de forma incorrecta a alguien podía ser muy molesto. Por esa razón en su lengua había una forma neutra y cortés para dirigirse a desconocidos, aunque el matiz de cortesía con el elle no le quedaba claro si se perdía. Algunos no parecían ni ser conscientes de que se pudiese usar previamente. Era el caso de Kalna, a quien Airi le dedicó un movimiento de cabeza de agradecimiento cuando dijo que intentaría usarlo a pesar de todo.
Cuando Ethan se aseguró de que los dos niños tuviesen su juguete de papel Airi los siguió con la mirada sin perder la sonrisa. El chico tenía mucha mano para tratar con los niños, lo cual era un alivio, porque Damian parecía un caso complicado y lleno de energía. Lo demostró de sobra cuando se puso a dar voces con su figura en la mano.
—Los nombres son muy bonitos —les dijo a los niños—. Intentad no jugar a lo bruto con ellas para que duren mucho tiempo, parecen delicadas —añadió, sobre todo por Damian. Ethan parecía hacerlas rápido, pero lo bonito era conservarlas por su valor sentimental. Tal vez tener juguetes les sirviese para empezar a entenderse. «Son como el día y la noche, pero ojalá se lleven bien estos dos» pensó.
Kalna inició entonces una conversación que tenían pendiente desde que se habían encontrado en la fuente. Sus palabras volvieron a hacerle un nudo en el pecho, ya que no se parecía en nada a lo que Advay Yamir le había dicho a elle. Además le cogió por sorpresa conocer la alianza entre sus pueblos. «¿Quiere decir que Kalna cuenta con algún tipo de ventaja sobre los demás?» se preguntó con el ceño levemente fruncido. A Airi no podía pesarle más su falta de preparación para la supervivencia en ese momento, pero su enfermedad siempre había estado ahí, lastrándole.
Cada vez que revivía en su mente la conversación con el anciano, que por alguna razón recordaba distorsionada, pensaba en lo idiota que había sido. Ni siquiera le habían prometido nada concreto, y se había dejado embaucar. Le hablaron de posibilidades pero en su cabeza construyó con una rapidez insultante un futuro grandioso con el que nunca antes había soñado.
—Yo sí diría que fue un secuestro. El hombre que me trajo aquí me engañó, y por alguna razón no pensé con claridad nada de lo que me dijo. Después me dormí y aparecí aquí. No sé por qué quise venir… solo me prometió la posibilidad de aprender magia y libertad. —Suspiró. Ya no podían hacer nada al respecto, lamentarse sería tan inútil como hacerse un ovillo en una esquina del torreón.
Respecto a la otra pregunta de Kalna, Airi dudó, y especialmente tras escuchar a Nohlem («¿serán artefactos mágicos peligrosos esas armas con fuego?»). Él podría juzgarle con ojo crítico, pero decidió responder de todos modos.
—Yo sé usar un arco… en teoría —notó calor en sus mejillas al decirlo, para los estándares de su aldea sería una vergüenza mencionarlo—. Pero nunca he disparado a un blanco en movimiento. Me enseñó… un cazador. —Había estado a punto de decir el nombre de Lihkos, pero ya no podría escudarse tras él, no en un sitio donde nadie lo conocía.
Cuando Ethan se aseguró de que los dos niños tuviesen su juguete de papel Airi los siguió con la mirada sin perder la sonrisa. El chico tenía mucha mano para tratar con los niños, lo cual era un alivio, porque Damian parecía un caso complicado y lleno de energía. Lo demostró de sobra cuando se puso a dar voces con su figura en la mano.
—Los nombres son muy bonitos —les dijo a los niños—. Intentad no jugar a lo bruto con ellas para que duren mucho tiempo, parecen delicadas —añadió, sobre todo por Damian. Ethan parecía hacerlas rápido, pero lo bonito era conservarlas por su valor sentimental. Tal vez tener juguetes les sirviese para empezar a entenderse. «Son como el día y la noche, pero ojalá se lleven bien estos dos» pensó.
Kalna inició entonces una conversación que tenían pendiente desde que se habían encontrado en la fuente. Sus palabras volvieron a hacerle un nudo en el pecho, ya que no se parecía en nada a lo que Advay Yamir le había dicho a elle. Además le cogió por sorpresa conocer la alianza entre sus pueblos. «¿Quiere decir que Kalna cuenta con algún tipo de ventaja sobre los demás?» se preguntó con el ceño levemente fruncido. A Airi no podía pesarle más su falta de preparación para la supervivencia en ese momento, pero su enfermedad siempre había estado ahí, lastrándole.
Cada vez que revivía en su mente la conversación con el anciano, que por alguna razón recordaba distorsionada, pensaba en lo idiota que había sido. Ni siquiera le habían prometido nada concreto, y se había dejado embaucar. Le hablaron de posibilidades pero en su cabeza construyó con una rapidez insultante un futuro grandioso con el que nunca antes había soñado.
—Yo sí diría que fue un secuestro. El hombre que me trajo aquí me engañó, y por alguna razón no pensé con claridad nada de lo que me dijo. Después me dormí y aparecí aquí. No sé por qué quise venir… solo me prometió la posibilidad de aprender magia y libertad. —Suspiró. Ya no podían hacer nada al respecto, lamentarse sería tan inútil como hacerse un ovillo en una esquina del torreón.
Respecto a la otra pregunta de Kalna, Airi dudó, y especialmente tras escuchar a Nohlem («¿serán artefactos mágicos peligrosos esas armas con fuego?»). Él podría juzgarle con ojo crítico, pero decidió responder de todos modos.
—Yo sé usar un arco… en teoría —notó calor en sus mejillas al decirlo, para los estándares de su aldea sería una vergüenza mencionarlo—. Pero nunca he disparado a un blanco en movimiento. Me enseñó… un cazador. —Había estado a punto de decir el nombre de Lihkos, pero ya no podría escudarse tras él, no en un sitio donde nadie lo conocía.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Sendar
27/05/23, 01:52 pm
Ethan, Connor y Rick, de una manera u otra, habían sacado a Colmillo de su miedo a la corta vida de los humanos, y le aseguraron que no les pasaría nada si pasaban un día sin comer, lo que le dejó bastante más tranquilo y pensando que quizás ese tipo de aguante era una tendencia en todas las especies y no solo en algunas de ellas.
-¿¡Secuestro!? -exclamó confuso de que aquello pareciera ser la tendencia entre sus compañeros-. No, no, joder, a mi no me han secuestrado. ¿No creo? A mi me trajo la diosa Matka. Ella jodidamente apareció frente a mí y dijo que yo era especial, que me iba a llevar a un mundo más allá de Zemlya y ahí tendría una ¿misión? para demostrar que soy especial y hacer sentir orgullosa a mi familia -comenzó a explicar frunciendo el hocico intentando recordar las palabras de Matka-. ¡Sí! Ella dijo lo mismo, Rocavarantolia o como sea, lo llamó así. Dijo que solo podían venir los elegidos y yo… yo pensé que no… bueno, no pensé mucho, ¿vale? Nadie piensa mucho cuando la puta Matka se te aparece y te habla, pero dijo que mi familia no podía venir, así que pensé que era porque ¿solo estaría yo? No sé, joder -divagó siendo consciente de que realmente en el momento apenas había pensado en nada más allá de estar impresionado por la aparición de la diosa.
Por un momento, Colmillo pensó en hablarles de las palabras de su nana, pero se contuvo porque aunque todavía le tenían confuso y quizás ellos pudieran encontrarle algo más de sentido, todavía no tenía la confianza para divulgar algo tan personal como la profundidad del don de su nana.
-Yo también sé usar el arco un poco. Bueno,... muy poco -contestó frunciendo el hocico ante su inutilidad con el arma-. La mayoría de mi familia sabe cazar, pero no todos lo practican. Los cazadores oficiales de la caravana son algunos de mis cuñados y sobrinos. Son muy buenos y alguna vez han intentado enseñarme, pero… je, no es mi cosa -comentó mientras sus orejas y cola caían avergonzado por no haber tomado más en serio las lecciones de sus cuñados en su momento.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Re: Torreón Sendar
28/05/23, 02:00 pm
-Podéis tratarme de él.
Acompañó sus pronombres junto al resto como un formalismo respetuoso pues dudaba que los suyos causarán mucha confusión. En general y a pesar de las dudas todos cumplieron sin apenas sorpresas. Airi y Tawar fueron los únicos que se tuvo que apuntar mentalmente al ser neutros, pero más allá de que aquel nuevo idioma añadiera pronombres a cualquier adjetivo no debería de tener fallo alguno.
La conversación siguió y la alegría de ver a los pequeños jugando con sus animalitos vino acompañada de un leve rubor en sus mejillas cuando Räg y Nohlem decidieron halagar su hobby. Fueron unos comentarios breves que sirvieron para arrancarle una sonrisa tímida de quien no está acostumbrado a recibirlos. Aunque la situación familiar y entrañable fue a morir rapido pues había otros temas a tratar menos agradables que él decidir un nombre para las grullas.
El londinense escuchó en completo silencio aquel intercambio de testimonios. Quedaba claro que llegado el momento todos habían experimentado la misma conversación solo que con diferentes matices. Les manipulaban con alternativas según lo que quisieran oír o según lo susceptibles que fueran dependiendo de su cultura.
Solo tenía dos interrogantes al respecto: La primera era la alianza extraña del mundo de Kalna. Pues o bien a pesar de ello le habían dado la misma información que al resto o la joven se estaba guardando datos privilegiados. La segunda cuestión en cambio…
-La chica que secuestró a los de mi mundo comentó que no podía mentir. -Era de lo poco de aquella reunión que recordaba con viveza, quizá por lo presente que tenía a su hermano en aquellas palabras. -Es verdad que no hay nada que apoye lo que dijo pero, a mi al menos me resulta innecesario aclarar algo así cuando nos iban a drogar de igual manera. -Mientras hablaba jugueteaba con uno de los lápices que se había adjudicado, tratando de camuflar el nerviosismo que le despertaba tener que revivir esos recuerdos. Si no se agarraba a esa idea tendría que asumir que el mausoleo iba a estar desprovisto de cuidados y ahora mismo era incapaz de lidiar con ese pensamiento. -También nombró esta ciudad y puedo afirmar que hablo de magia o algo así. Aunque, lo más preocupante y que tiene sentido con lo que dijeron en la plaza… Es que me confirmó que hasta dentro de un año no vamos a poder regresar a nuestro hogar.
Sus propias palabras le calaron como una jarra de agua fría. Quizá por el impacto de realidad que suponía expresarlas en voz alta. Ya no por él, pues en su hogar lo único que esperaba su regreso era una tumba fría, si no por lo cruel que le resultaba aquella situación para los demás. Solo unos cuantos se veían mayores y aún con esas seguían siendo demasiado jóvenes. ¿Que clase de mentes enfermas solo secuestraban niños para dejarlos en una ciudad en ruinas?
La sensación de pesadez le llevó a buscar una distracción. Distracción que encontró levantándose para ir a la cocina, empezando a llenar algunos vasos con agua que iría dejando en la mesa a disposición de todos. Al menos beber podría saciar parte del apetito y en su caso le alejaría del pozo de emociones en las que se estaba empezando a ahogar.
-Yo no sé de armas. Vaya, de donde vengo están completamente prohibidas. -Se ahorró el mencionar que en otros países era lo contrario, seguramente Connor sirviera de ejemplo para demostrar aquello. -Pero aprendo rápido, y no me importaría ir delante.
Cuando dejo el ultimo vaso y levanto la vista no pudo evitar fruncir el ceño momentáneamente. Las ventanas de por si pequeñas dejaban entrever una oscuridad inquietante al otro lado, solo acompañado por unas luces danzantes cuyo origen no alcazaba de identificar. Sinceramente, era espeluznante y tampoco le apetecía que aquel contexto y una conversación que iba por derroteros pesimistas pudiera quitarle el sueño a nadie.
-Creo que igualmente será mejor que nos vayamos pronto a descansar. Cuanto antes nos despertemos mañana, antes podremos conseguir la comida y creo que entre todos podremos cocinar algo riquísimo!
Cargo las palabras de un positivismo que del que él mismo carecía. Con un tono cálido y una sonrisa que escondía sus propias inseguridades. Si podía mantener esa fachada y aportar algo de seguridad a los más pequeños, ahí que se dejaría el pescuezo intentándolo.
Acompañó sus pronombres junto al resto como un formalismo respetuoso pues dudaba que los suyos causarán mucha confusión. En general y a pesar de las dudas todos cumplieron sin apenas sorpresas. Airi y Tawar fueron los únicos que se tuvo que apuntar mentalmente al ser neutros, pero más allá de que aquel nuevo idioma añadiera pronombres a cualquier adjetivo no debería de tener fallo alguno.
La conversación siguió y la alegría de ver a los pequeños jugando con sus animalitos vino acompañada de un leve rubor en sus mejillas cuando Räg y Nohlem decidieron halagar su hobby. Fueron unos comentarios breves que sirvieron para arrancarle una sonrisa tímida de quien no está acostumbrado a recibirlos. Aunque la situación familiar y entrañable fue a morir rapido pues había otros temas a tratar menos agradables que él decidir un nombre para las grullas.
El londinense escuchó en completo silencio aquel intercambio de testimonios. Quedaba claro que llegado el momento todos habían experimentado la misma conversación solo que con diferentes matices. Les manipulaban con alternativas según lo que quisieran oír o según lo susceptibles que fueran dependiendo de su cultura.
Solo tenía dos interrogantes al respecto: La primera era la alianza extraña del mundo de Kalna. Pues o bien a pesar de ello le habían dado la misma información que al resto o la joven se estaba guardando datos privilegiados. La segunda cuestión en cambio…
-La chica que secuestró a los de mi mundo comentó que no podía mentir. -Era de lo poco de aquella reunión que recordaba con viveza, quizá por lo presente que tenía a su hermano en aquellas palabras. -Es verdad que no hay nada que apoye lo que dijo pero, a mi al menos me resulta innecesario aclarar algo así cuando nos iban a drogar de igual manera. -Mientras hablaba jugueteaba con uno de los lápices que se había adjudicado, tratando de camuflar el nerviosismo que le despertaba tener que revivir esos recuerdos. Si no se agarraba a esa idea tendría que asumir que el mausoleo iba a estar desprovisto de cuidados y ahora mismo era incapaz de lidiar con ese pensamiento. -También nombró esta ciudad y puedo afirmar que hablo de magia o algo así. Aunque, lo más preocupante y que tiene sentido con lo que dijeron en la plaza… Es que me confirmó que hasta dentro de un año no vamos a poder regresar a nuestro hogar.
Sus propias palabras le calaron como una jarra de agua fría. Quizá por el impacto de realidad que suponía expresarlas en voz alta. Ya no por él, pues en su hogar lo único que esperaba su regreso era una tumba fría, si no por lo cruel que le resultaba aquella situación para los demás. Solo unos cuantos se veían mayores y aún con esas seguían siendo demasiado jóvenes. ¿Que clase de mentes enfermas solo secuestraban niños para dejarlos en una ciudad en ruinas?
La sensación de pesadez le llevó a buscar una distracción. Distracción que encontró levantándose para ir a la cocina, empezando a llenar algunos vasos con agua que iría dejando en la mesa a disposición de todos. Al menos beber podría saciar parte del apetito y en su caso le alejaría del pozo de emociones en las que se estaba empezando a ahogar.
-Yo no sé de armas. Vaya, de donde vengo están completamente prohibidas. -Se ahorró el mencionar que en otros países era lo contrario, seguramente Connor sirviera de ejemplo para demostrar aquello. -Pero aprendo rápido, y no me importaría ir delante.
Cuando dejo el ultimo vaso y levanto la vista no pudo evitar fruncir el ceño momentáneamente. Las ventanas de por si pequeñas dejaban entrever una oscuridad inquietante al otro lado, solo acompañado por unas luces danzantes cuyo origen no alcazaba de identificar. Sinceramente, era espeluznante y tampoco le apetecía que aquel contexto y una conversación que iba por derroteros pesimistas pudiera quitarle el sueño a nadie.
-Creo que igualmente será mejor que nos vayamos pronto a descansar. Cuanto antes nos despertemos mañana, antes podremos conseguir la comida y creo que entre todos podremos cocinar algo riquísimo!
Cargo las palabras de un positivismo que del que él mismo carecía. Con un tono cálido y una sonrisa que escondía sus propias inseguridades. Si podía mantener esa fachada y aportar algo de seguridad a los más pequeños, ahí que se dejaría el pescuezo intentándolo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Sendar
29/05/23, 12:03 am
A Rägjynn le quedó bastante claro que la mayoría entendían el género como lo hacían los mjörnís, aunque por las reacciones de algunas personas, estas parecían darle efectivamente mucha más importancia. Bueno, era bastante sencillo de recordar, especialmente habiendo tan pocas chicas en el grupo y siendo Airi y Tawar les uniques que utilizaban otros pronombres aparte del masculino y femenino, por lo que ya no temía ofender a nadie sin querer con aquel tema en particular.
La escena que protagonizaron Aniol y Damian le resultó muy entrañable, y se sintió feliz de ver al segundo dispuesto a jugar con el primero, pareciendo que de verdad estaba disfrutando de poder compartir aquellos juguetes de papel que les había regalado Ethan. Aunque ciertamente Airi tenía razón y eran delicadas: esperaba que Damian la tratase con cuidado, porque de Aniol no tenía muchas dudas acerca de que lo haría.
Una de las cuestiones que tenía en la cabeza la despejó la propia Kalna haciendo mención a su mundo y el cómo este se encontraba, al parecer, en algún tipo de alianza con el lugar en el que se encontraban. Tenía ahora bastante claro quiénes eran de mundos diferentes y, aunque le hubiese gustado preguntar sobre cómo eran cada uno, había sin duda temas más urgentes que tratar, como el que sacó la propia chica.
Räg evitó hablar acerca de Giz de nuevo. Él ya no sabía muy bien qué pensar acerca del encuentro con el extraño reptil, y tampoco quería hacerlo. Sentía que iba a empezar a marearse como le diera vueltas a aquello y explicar por qué había aceptado irse. Simplemente no podía. Sabía que en realidad había un factor incierto en aquella ecuación, que quizás tuviera que ver con esa droga de la que hablaba Ethan y que el mjörní suponía que se trataba de algún tipo de hechizo de sugestión, pero… No. Permaneció callado, mordiéndose el interior de una de sus mejillas con nerviosismo mientas cada uno contaba cómo había sido en su caso y esperando que nadie le preguntase directamente o se extrañase de que no expusiese su caso particular. De todos modos ya habían mencionado aquel tema de pasada antes, por lo que no debería parecerles sospechoso… ¿no?
Las discrepancias entre las historias de cada uno eran, cuanto menos, curiosas, pero empezaba a resultar claro que las personas que los habían llevado allí empleaban tácticas diferentes para convencer a unos y otros. Aunque, sin duda, lo que más llamaba la atención era la diferencia entre la información que les habían dado. Tras la historia de Kalna, no obstante, se había decidido a compartir lo que él creía saber respecto al lugar donde se encontraban, esperando también que de ese modo resultase poco obvio que había omitido el otro asunto.
—Creo que yo debería contaros una cosa que me lleva rondando la cabeza desde que llegué aquí —dijo cuando encontró un hueco para hablar—. Me parce que este lugar tampoco es desconocido para Mjörne, mi mundo —miró brevemente a Kalna, dando a entender que quería seguir por el mismo hilo que ella—. Pero no es nada parecido a lo que ha dicho ella… Mjörne estuvo a punto de ser destruido por completo en una invasión por parte de otro mundo que conocía magia extremadamente poderosa, durante una guerra hace cientos de años. Tengo motivos para pensar que este es ese mundo, aunque no lo puedo asegurar porque se desconoce el nombre, y prácticamente todo sobre el mismo en la actualidad: se perdieron casi todos los documentos que hubiesen podido contener detalles precisos al respecto —el mjörní miró hacia el suelo, pensativo, tratando de organizar sus pensamientos dispersos al respecto. Al darse cuenta de cómo podía sonar lo que acababa de decir alzó la cabeza de golpe y realizó algunos aspavientos—. ¡Ah, pero no penséis que es necesariamente algo muy malo! Quiero decir… los mjörnís del pasado eran… Eran horribles. Es muy posible que ellos mismos hubiesen iniciado el conflicto y fuesen una amenaza que obligó a ese otro mundo a tomar medidas tan drásticas. Al menos, muchos historiadores es lo que creen.
Había evitado a propósito especificar más el por qué había calificado a sus antepasados como “horribles” a falta de otros términos que también quiso omitir. Seguía pensando que como mínimo Kalna pertenecía a un ejército, y la conversación que podía derivar de dar más detalles era algo que quería evitar a toda costa.
>>Yo soy aprendiz de artista marcial y sé manejar el jō… Puedo… tengo nociones de defensa personal, aunque no sé cómo de útiles podrían resultar —desde luego no quería pensar en tener que enfrentarse a ninguna persona, y con los supuestos depredadores de los que se había hablado no iban a ser útiles las técnicas que sabía—. Pero las únicas armas que se fabrican en Mjörne son de práctica, de madera. Yo uhm… no creo que sea capaz de manejar otra cosa.
Se vio en la necesidad de aclararlo aunque no profundizase en ello al menos por el momento. Tenía muy claro que no iba a tocar ninguna de las armas de filo o proyectiles como la espada que ya había subido Kalna. Temía el momento en el que tuviese que inspeccionar el sótano y comprobar por sí mismo qué más había allí abajo.
La escena que protagonizaron Aniol y Damian le resultó muy entrañable, y se sintió feliz de ver al segundo dispuesto a jugar con el primero, pareciendo que de verdad estaba disfrutando de poder compartir aquellos juguetes de papel que les había regalado Ethan. Aunque ciertamente Airi tenía razón y eran delicadas: esperaba que Damian la tratase con cuidado, porque de Aniol no tenía muchas dudas acerca de que lo haría.
Una de las cuestiones que tenía en la cabeza la despejó la propia Kalna haciendo mención a su mundo y el cómo este se encontraba, al parecer, en algún tipo de alianza con el lugar en el que se encontraban. Tenía ahora bastante claro quiénes eran de mundos diferentes y, aunque le hubiese gustado preguntar sobre cómo eran cada uno, había sin duda temas más urgentes que tratar, como el que sacó la propia chica.
Räg evitó hablar acerca de Giz de nuevo. Él ya no sabía muy bien qué pensar acerca del encuentro con el extraño reptil, y tampoco quería hacerlo. Sentía que iba a empezar a marearse como le diera vueltas a aquello y explicar por qué había aceptado irse. Simplemente no podía. Sabía que en realidad había un factor incierto en aquella ecuación, que quizás tuviera que ver con esa droga de la que hablaba Ethan y que el mjörní suponía que se trataba de algún tipo de hechizo de sugestión, pero… No. Permaneció callado, mordiéndose el interior de una de sus mejillas con nerviosismo mientas cada uno contaba cómo había sido en su caso y esperando que nadie le preguntase directamente o se extrañase de que no expusiese su caso particular. De todos modos ya habían mencionado aquel tema de pasada antes, por lo que no debería parecerles sospechoso… ¿no?
Las discrepancias entre las historias de cada uno eran, cuanto menos, curiosas, pero empezaba a resultar claro que las personas que los habían llevado allí empleaban tácticas diferentes para convencer a unos y otros. Aunque, sin duda, lo que más llamaba la atención era la diferencia entre la información que les habían dado. Tras la historia de Kalna, no obstante, se había decidido a compartir lo que él creía saber respecto al lugar donde se encontraban, esperando también que de ese modo resultase poco obvio que había omitido el otro asunto.
—Creo que yo debería contaros una cosa que me lleva rondando la cabeza desde que llegué aquí —dijo cuando encontró un hueco para hablar—. Me parce que este lugar tampoco es desconocido para Mjörne, mi mundo —miró brevemente a Kalna, dando a entender que quería seguir por el mismo hilo que ella—. Pero no es nada parecido a lo que ha dicho ella… Mjörne estuvo a punto de ser destruido por completo en una invasión por parte de otro mundo que conocía magia extremadamente poderosa, durante una guerra hace cientos de años. Tengo motivos para pensar que este es ese mundo, aunque no lo puedo asegurar porque se desconoce el nombre, y prácticamente todo sobre el mismo en la actualidad: se perdieron casi todos los documentos que hubiesen podido contener detalles precisos al respecto —el mjörní miró hacia el suelo, pensativo, tratando de organizar sus pensamientos dispersos al respecto. Al darse cuenta de cómo podía sonar lo que acababa de decir alzó la cabeza de golpe y realizó algunos aspavientos—. ¡Ah, pero no penséis que es necesariamente algo muy malo! Quiero decir… los mjörnís del pasado eran… Eran horribles. Es muy posible que ellos mismos hubiesen iniciado el conflicto y fuesen una amenaza que obligó a ese otro mundo a tomar medidas tan drásticas. Al menos, muchos historiadores es lo que creen.
Había evitado a propósito especificar más el por qué había calificado a sus antepasados como “horribles” a falta de otros términos que también quiso omitir. Seguía pensando que como mínimo Kalna pertenecía a un ejército, y la conversación que podía derivar de dar más detalles era algo que quería evitar a toda costa.
>>Yo soy aprendiz de artista marcial y sé manejar el jō… Puedo… tengo nociones de defensa personal, aunque no sé cómo de útiles podrían resultar —desde luego no quería pensar en tener que enfrentarse a ninguna persona, y con los supuestos depredadores de los que se había hablado no iban a ser útiles las técnicas que sabía—. Pero las únicas armas que se fabrican en Mjörne son de práctica, de madera. Yo uhm… no creo que sea capaz de manejar otra cosa.
Se vio en la necesidad de aclararlo aunque no profundizase en ello al menos por el momento. Tenía muy claro que no iba a tocar ninguna de las armas de filo o proyectiles como la espada que ya había subido Kalna. Temía el momento en el que tuviese que inspeccionar el sótano y comprobar por sí mismo qué más había allí abajo.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Sendar
29/05/23, 07:43 pm
El chico italiano, ahí sentado al lado de Aniol, no paraba de acribillarlo a disparos imaginarios que pasaban a ser explosiones. Tenía una sonrisa juguetona, entre risillas divertidas cuando el otro niño se oponía a ser disparado y, obviamente, rematándolo con más disparos.
—¡A mi me gusta Rambo! ¡Es valiente, como Rambo! —le enseñó la Grulla ya un poquito arrugada por el fuerte agarre de su dueño. Sin embargo, el nombre de la otra grulla como que no caló en el cerebro de Damian—. Aaaaaaa… Eeeestá bien, si es una princesa —mintió pero muy mal, sonriendo forzosamente. ¿Por qué la grulla de Aniol era una tía? No pegaba nada. Lo siguiente que le dijo, sin embargo, no lo terminó de pillar del todo, girando la cabeza pero alegre por las grullas—. ¡SI! ¡Se llevarán de puta madre, como nosotros!
Con eso sonrió ampliamente, él creía en todo momento que estaba clavando eso de llevarse bien con el otro niño. Miró a Airi y a Rag, buscando en ellos una pizca de orgullo y dando a entender con su mirada de ilusión que lo estaba intentando de verdad, satisfecho con los resultados. Airi parecía complacida por los nombres, aunque señalo que la grulla estaba recibiendo suficiente castigo y Damian, algo culpable, la arregló un poco, vigilando no crear pliegues nuevos en el papel al aplanarlo.
Como estaban sentados al lado de la mesa, el italiano intentó enterarse de algunas cosas como pudo. La de la cara pintada parecía saber cosas, datos que Damian no comprendía. Era algo de que en su mundo había una alianza y no se enteró de otra cosa que no fuese lo de recibir poderes, eso si que le interesaba, alzando la cabeza y apoyándose en la mesa, estando de pie en la silla y observando a todos.
Uno tras otro reaccionaron a ello. Tawar parecía muy alterado por lo de ser secuestrado y Damian alzó las cejas, asintiendo y con la boca apretada, ensanchando la nariz. No escuchó demasiado de su discurso pero lo de no verlo como un secuestro, eso si que era verdad. Casi ninguno estaba a su favor, cosa que le puso de los nervios. Todos empezaron a compartir su punto de vista, soltando parrafadas complejas. Damian quería entenderlo pero muchas cosas escapaban a su entendimiento, solo pensaba en lo que estaba a punto de decir.
—¡Yo vine con Akeyo! ¡Me quedé frito y ella me hizo el favor de traerme aquí! Em… Yo, ¡yo no entiendo nada de lo que decís, de mundos y misiones y…! Akeyo solo me dijo que yo era un chico muy habilidoso y que sacaría todo lo bueno de mí aquí —fruncía el ceño de la confusión, había bajado un poco la voz en esa última frase—. ¡No os comáis tanto el tarro, venimos a ganar poderes aquí y nos piramos! ¡Y punto!
La cabezonería se la guardaba para él realmente, le salía humo de escucharlos a todos. Eran demasiados detalles en tan poco tiempo para un niño que no tuvo otro mundo más allá de su caravana y circo. No le dejaban salir tan a su antojo, muchas veces tenía el deseo de explorar, ir más allá de aquellas ciudades y ver más que carreteras desde la ventana. Pero todo le abrumaba, ¿era eso lo que quería, escuchar detalles de otros lugares? Todo era muy extraño.
También hablaron de luchar y la mujer que le acollejó anteriormente declaró saber pelear. No le extrañaba, era una tremenda mole. Algunos habían confesado ser capaces con un arco, armas de fuego, incluso Rag sabía artes marciales.
—¡Yo puedo pelear!—no quería ser menos, apretando sus pequeñas manos—. ¡Le doy palizas a algunos del circo, ADULTOS, puedo defenderme! —apretó la mandíbula, exhalando aire por la nariz con decisión. No lo dijo por nadie, o por defenderse, simplemente eran palabras que quería decir por incluirse en un despliegue de orgullo. Y si había armas por ahí, como la espada de la gorila, vaya que si pillaría una.
Sin embargo Ethan, para la desgracia de Damián, mencionó la comida de la que se intentaba olvidar. Como un tsunami, todo el hambre regresó y las tripas del italiano rugían como un león.
—¡AY NO, CÁLLATE! ¡¡NNNGHHAAAAAAGGGG!! ¡QUE HAMBREEEEEEEE! ¡Mañana os lo pido por favor cabrones, vamos a por algo que me muerooooo! —exclamó e imploró en un berrinche de impotencia, quería llevarse algo a la boca con mucha urgencia—. ¡¿Seguro que no hay nada por ahí?! ¡Me comía hasta al puto chucho, por dios, no como nada desde antes de ayer! —dos días. Tenía comprobado que dos días sin comer eran su límite y ya estaba llegando.
—¡A mi me gusta Rambo! ¡Es valiente, como Rambo! —le enseñó la Grulla ya un poquito arrugada por el fuerte agarre de su dueño. Sin embargo, el nombre de la otra grulla como que no caló en el cerebro de Damian—. Aaaaaaa… Eeeestá bien, si es una princesa —mintió pero muy mal, sonriendo forzosamente. ¿Por qué la grulla de Aniol era una tía? No pegaba nada. Lo siguiente que le dijo, sin embargo, no lo terminó de pillar del todo, girando la cabeza pero alegre por las grullas—. ¡SI! ¡Se llevarán de puta madre, como nosotros!
Con eso sonrió ampliamente, él creía en todo momento que estaba clavando eso de llevarse bien con el otro niño. Miró a Airi y a Rag, buscando en ellos una pizca de orgullo y dando a entender con su mirada de ilusión que lo estaba intentando de verdad, satisfecho con los resultados. Airi parecía complacida por los nombres, aunque señalo que la grulla estaba recibiendo suficiente castigo y Damian, algo culpable, la arregló un poco, vigilando no crear pliegues nuevos en el papel al aplanarlo.
Como estaban sentados al lado de la mesa, el italiano intentó enterarse de algunas cosas como pudo. La de la cara pintada parecía saber cosas, datos que Damian no comprendía. Era algo de que en su mundo había una alianza y no se enteró de otra cosa que no fuese lo de recibir poderes, eso si que le interesaba, alzando la cabeza y apoyándose en la mesa, estando de pie en la silla y observando a todos.
Uno tras otro reaccionaron a ello. Tawar parecía muy alterado por lo de ser secuestrado y Damian alzó las cejas, asintiendo y con la boca apretada, ensanchando la nariz. No escuchó demasiado de su discurso pero lo de no verlo como un secuestro, eso si que era verdad. Casi ninguno estaba a su favor, cosa que le puso de los nervios. Todos empezaron a compartir su punto de vista, soltando parrafadas complejas. Damian quería entenderlo pero muchas cosas escapaban a su entendimiento, solo pensaba en lo que estaba a punto de decir.
—¡Yo vine con Akeyo! ¡Me quedé frito y ella me hizo el favor de traerme aquí! Em… Yo, ¡yo no entiendo nada de lo que decís, de mundos y misiones y…! Akeyo solo me dijo que yo era un chico muy habilidoso y que sacaría todo lo bueno de mí aquí —fruncía el ceño de la confusión, había bajado un poco la voz en esa última frase—. ¡No os comáis tanto el tarro, venimos a ganar poderes aquí y nos piramos! ¡Y punto!
La cabezonería se la guardaba para él realmente, le salía humo de escucharlos a todos. Eran demasiados detalles en tan poco tiempo para un niño que no tuvo otro mundo más allá de su caravana y circo. No le dejaban salir tan a su antojo, muchas veces tenía el deseo de explorar, ir más allá de aquellas ciudades y ver más que carreteras desde la ventana. Pero todo le abrumaba, ¿era eso lo que quería, escuchar detalles de otros lugares? Todo era muy extraño.
También hablaron de luchar y la mujer que le acollejó anteriormente declaró saber pelear. No le extrañaba, era una tremenda mole. Algunos habían confesado ser capaces con un arco, armas de fuego, incluso Rag sabía artes marciales.
—¡Yo puedo pelear!—no quería ser menos, apretando sus pequeñas manos—. ¡Le doy palizas a algunos del circo, ADULTOS, puedo defenderme! —apretó la mandíbula, exhalando aire por la nariz con decisión. No lo dijo por nadie, o por defenderse, simplemente eran palabras que quería decir por incluirse en un despliegue de orgullo. Y si había armas por ahí, como la espada de la gorila, vaya que si pillaría una.
Sin embargo Ethan, para la desgracia de Damián, mencionó la comida de la que se intentaba olvidar. Como un tsunami, todo el hambre regresó y las tripas del italiano rugían como un león.
—¡AY NO, CÁLLATE! ¡¡NNNGHHAAAAAAGGGG!! ¡QUE HAMBREEEEEEEE! ¡Mañana os lo pido por favor cabrones, vamos a por algo que me muerooooo! —exclamó e imploró en un berrinche de impotencia, quería llevarse algo a la boca con mucha urgencia—. ¡¿Seguro que no hay nada por ahí?! ¡Me comía hasta al puto chucho, por dios, no como nada desde antes de ayer! —dos días. Tenía comprobado que dos días sin comer eran su límite y ya estaba llegando.
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manualPersonajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: Torreón Sendar
31/05/23, 05:57 pm
A Serena no le sorprendió que Abel también eligiera una de las habitaciones individuales de la planta baja, sobre todo teniendo en cuenta la conversación que habían mantenido hacía unos minutos. Se encontraba un poco mejor tras haber descubierto que no era la única que se sentía sola y asustada desde que había llegado. Y no estaba segura del motivo que le había llevado a sincerarse con Abel, pero el miedo en los ojos del chico le parecía demasiado familiar como para desconfiar de él. Quizá era esa la razón por la que decidió seguir hablando con él y ayudarle a limpiar su habitación.
—No sé, no consigo entender nada de lo que está pasando. ¿De verdad crees que nos traerían aquí para dejarnos morir? Además… Yo no puedo decir que me hayan secuestrado, la verdad es que todo lo que me dijo esa mujer sonaba demasiado prometedor como para negarme. Aunque lo cierto es que no llevamos aquí ni un día y lo único que tengo claro es que nada de eso era verdad y que ahora no sé cómo volver a casa.
El silencio se adueñó de la habitación durante los siguientes minutos, permitiendo que cada uno se perdiera en sus propios pensamientos. Serena intentaba encontrar una respuesta a lo que estaba ocurriendo, pero cada vez estaba más confundida. Terminaron de limpiar la habitación sin volver a hablar; lo cierto era que tampoco tenían nada que compartir más allá del hecho de ser las dos personas más asustadas y aisladas del grupo. Pero aun así, y sabiendo que no conocía de nada a Abel, no esperaba que saliera de él la pregunta que planteó en un susurro.
—Pues ahora que lo dices… Entre tú y yo, ninguno me parece de fiar. Y no me refiero a que sean lagartos, gatos, perros o plantas, sino a que están demasiado tranquilos teniendo en cuenta la situación. —Serena se tomó unos segundos para pensar en el grupo e intentar recordar alguna actitud más sospechosa de lo normal—. Aunque es verdad que algunos están actuando de forma bastante sospechosa, ¿no? Kalna o Ethan, sin ir más lejos, van por ahí como si nada importara y no paran de dar órdenes. O Nohlem, que se ha metido con los dos y parece que ha conseguido que quede en el olvido. ¡O a lo mejor es Tawar y piensa que no va a levantar sospechas porque es una planta! ¡O alguno de los niños!
La mente de Serena se había disparado en un montón de teorías sobre quién podía estar mintiéndoles, pero tenía claro que no iba a ser fácil encontrar al sospechoso cuando todo el grupo le daba algún motivo por el que dudar.
—No sé, no consigo entender nada de lo que está pasando. ¿De verdad crees que nos traerían aquí para dejarnos morir? Además… Yo no puedo decir que me hayan secuestrado, la verdad es que todo lo que me dijo esa mujer sonaba demasiado prometedor como para negarme. Aunque lo cierto es que no llevamos aquí ni un día y lo único que tengo claro es que nada de eso era verdad y que ahora no sé cómo volver a casa.
El silencio se adueñó de la habitación durante los siguientes minutos, permitiendo que cada uno se perdiera en sus propios pensamientos. Serena intentaba encontrar una respuesta a lo que estaba ocurriendo, pero cada vez estaba más confundida. Terminaron de limpiar la habitación sin volver a hablar; lo cierto era que tampoco tenían nada que compartir más allá del hecho de ser las dos personas más asustadas y aisladas del grupo. Pero aun así, y sabiendo que no conocía de nada a Abel, no esperaba que saliera de él la pregunta que planteó en un susurro.
—Pues ahora que lo dices… Entre tú y yo, ninguno me parece de fiar. Y no me refiero a que sean lagartos, gatos, perros o plantas, sino a que están demasiado tranquilos teniendo en cuenta la situación. —Serena se tomó unos segundos para pensar en el grupo e intentar recordar alguna actitud más sospechosa de lo normal—. Aunque es verdad que algunos están actuando de forma bastante sospechosa, ¿no? Kalna o Ethan, sin ir más lejos, van por ahí como si nada importara y no paran de dar órdenes. O Nohlem, que se ha metido con los dos y parece que ha conseguido que quede en el olvido. ¡O a lo mejor es Tawar y piensa que no va a levantar sospechas porque es una planta! ¡O alguno de los niños!
La mente de Serena se había disparado en un montón de teorías sobre quién podía estar mintiéndoles, pero tenía claro que no iba a ser fácil encontrar al sospechoso cuando todo el grupo le daba algún motivo por el que dudar.
No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Sendar
31/05/23, 11:23 pm
El hecho de que Serena también se plantease las mismas dudas no hacía más que confirmar sus miedos y probar que su teoría era viable. Todo lo que decía esta acerca del resto del grupo tenía cierto sentido y por su mente ya rondaba el nombre de dos personas cuyo comportamiento resultaba especialmente extraño, pero al mismo tiempo se sentía incapaz de pensar tan mal de nadie. De hecho, escuchaba como el resto del grupo hablaba en el salón, justo al lado de ellos, y sentía terror de que alguien pudiese escuchar semejantes ideas. Sin embargo, Serena y él estaban de acuerdo con que había que ser precavidos y analizar bien la situación.
- La verdad es que quiero pensar que no es así – suspiró con tono angustiado – Pero si veo algo sospechoso te lo diré – concluyó con cierta inseguridad. En realidad, tampoco conocía a Serena de absolutamente nada y bien podría ser ella la que estuviese haciendo el papelón de su vida. Aun así, su emotividad la hacían parecer por ahora a ojos de Abel la más genuina del grupo.
Fuera de la habitación, se escuchaban cada vez más y más voces, y quedaba claro que estaban todos ahí menos ellos dos, por lo que ambos se sintieron obligados a dejar la conversación y a salir de la habitación. Abel se acercó al grupo en silencio y se unió a estos manteniendo una distancia prudencial, ya que no quería interrumpir la conversación y además se sentía muy avergonzado de estar dudando de todos ellos. Es más, no podía dejar de darle vueltas a su charla con Serena sobre el posible traidor, y aunque le dolía tener que malpensar de nadie, esta era una buena oportunidad para escuchar y analizar bien todo lo que tenían que decir.
Incapaz de mirar a nadie directamente, fijaba la mirada en el suelo mientras el resto hablaba, alternándola solo en contadas ocasiones para mirar a Serena con culpabilidad. Solo alzó la la vista al grupo, cuando Damian se puso a gritar sobre el hambre que tenía, sacándolo de sus pensamientos y alterándole visiblemente. No estaba acostumbrado a estar en una conversación con tanta gente y menos con un niño que se agitase tan repentinamente.
Volvió a mirar al suelo y comenzó a hacer sus respiraciones de la manera más disimulada posible para tranquilizarse. Así, logró calmarse lo suficiente como para empezar a mirar al grupo más a menudo y prestar más atención a lo que decían.
No podía aportar nada con respecto a sus habilidades de combate, menos aún después del show del cuchillo, por lo que prefería escucharlos y mantenerse al margen. Esperaba así que, cuanto más los conociese, surgiesen más razones para confiar en ellos y menos para no hacerlo.
- La verdad es que quiero pensar que no es así – suspiró con tono angustiado – Pero si veo algo sospechoso te lo diré – concluyó con cierta inseguridad. En realidad, tampoco conocía a Serena de absolutamente nada y bien podría ser ella la que estuviese haciendo el papelón de su vida. Aun así, su emotividad la hacían parecer por ahora a ojos de Abel la más genuina del grupo.
Fuera de la habitación, se escuchaban cada vez más y más voces, y quedaba claro que estaban todos ahí menos ellos dos, por lo que ambos se sintieron obligados a dejar la conversación y a salir de la habitación. Abel se acercó al grupo en silencio y se unió a estos manteniendo una distancia prudencial, ya que no quería interrumpir la conversación y además se sentía muy avergonzado de estar dudando de todos ellos. Es más, no podía dejar de darle vueltas a su charla con Serena sobre el posible traidor, y aunque le dolía tener que malpensar de nadie, esta era una buena oportunidad para escuchar y analizar bien todo lo que tenían que decir.
Incapaz de mirar a nadie directamente, fijaba la mirada en el suelo mientras el resto hablaba, alternándola solo en contadas ocasiones para mirar a Serena con culpabilidad. Solo alzó la la vista al grupo, cuando Damian se puso a gritar sobre el hambre que tenía, sacándolo de sus pensamientos y alterándole visiblemente. No estaba acostumbrado a estar en una conversación con tanta gente y menos con un niño que se agitase tan repentinamente.
Volvió a mirar al suelo y comenzó a hacer sus respiraciones de la manera más disimulada posible para tranquilizarse. Así, logró calmarse lo suficiente como para empezar a mirar al grupo más a menudo y prestar más atención a lo que decían.
No podía aportar nada con respecto a sus habilidades de combate, menos aún después del show del cuchillo, por lo que prefería escucharlos y mantenerse al margen. Esperaba así que, cuanto más los conociese, surgiesen más razones para confiar en ellos y menos para no hacerlo.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
02/06/23, 09:33 am
Connor siguió el curso de la conversación en silencio. Estaba cansado, muy cansado. Y no físicamente, más bien de seguir aguantando la compostura ante aquella gente. No tenía sueño, pero lo único que quería era tirarse de cabeza en una cama para no escuchar a nadie más y dejar que la preocupación lo matara mientras comía techo. Además el hambre estaba haciendo mella en él, lo que le estaba poniendo de un humor cuanto menos irritable poco a poco. Cuando Kalna dio aquella información Connor dejó de jugar con su mechero abriéndolo y cerrándolo, y la miró con el ceño fruncido.
Teniendo en cuenta que estaba en otro mundo no debería haberle sorprendido que éste estuviera aliado con otro, pero lo hizo igualmente. <<¿Qué tendrán de especial Kalna y los suyos para que esta ciudad de hijos de puta haga tratos con ellos?>>. Pensó con los ojos entrecerrados...<<Seguramente serán igual de hijoputas>>. Llegó el motero a esa conclusión. Räg también aportó información sobre la ciudad y una guerra pasada con su mundo. Aunque quiso señalar que sus antepasados tampoco es que hubieran sido jodidas hermanitas de la caridad. Todos esos datos solo lograban confundirlo más aún.
Pronto quedó claro que a cada uno lo habían traído por distintos motivos y personas diferentes. La que lo había secuestrado, Akeyo, en nada se parecía al fantasma del que hablaba Nohlem por ejemplo o al tal Ramas de Tawar. Pero de lo que Connor estaba seguro es de que todos habían sido engañados. Rocavaran- como cojones se llamara no era lo que les habían prometido.
-Da igual lo que nos dijeran, joder.- Aportó el motero mirando a los que creían que no habían sido secuestrados.- Esos cabrones de mierda nos han secuestrado a todos, no tengáis ninguna duda de eso...- Comentó encogiéndose de hombros y volviendo a su mechero. ¿Cómo podían seguir pensando algunos de los más mayores que no habían sido raptados y que habían sido elegidos? ¿Elegidos para qué? No... aquello era un maldito secuestro en toda regla. Puede que Akeyo dijera la verdad en algunas cosas, pero desde luego omitió grandes partes de información, y eso era motivo más que suficiente para darle de hostias. Una y otra y otra vez. Era consciente de que Aniol y Damian estaban ahí, y que podían asustarse si empezaban a creerse de una vez que estaban en un problema, pero el motero lo veía más que necesario.<< Cuánto antes se den cuenta de que esto no es un puto juego, mejor para ellos>>.
Cuando salió el tema de las armas Connor se incorporó un poco en la silla, atento a las respuestas de sus compañeros. No se esperó que hubieran tantos que supieran manejar alguna clase de arma, pero desde luego eso era algo jodidamente bueno.
-Sé me dan bien las putas armas de fuego, y sé defenderme en una pelea.- Aportó el motero para luego observar a Nohlem... ¿Quién lo iba a decir? Aquel tío que parecía en toda regla un puto ricachón era bueno con esa clase de armas... le recordaba demasiado a alguien de su pasado.- Pero no creo que las pistolas y las escopetas sirvan de mucho contra los gusanos gigantes de los cojones, ni que nos dejen llevar esas mierdas por ahí.- Comentó con sorna y sarcasmo, pero con cierto tono de amargura.
Después no pudo más que asentir ante el comentario de Ethan de que deberían descansar. Necesitaba estar solo en aquellos momentos o al menos no hablar con nadie, por lo que le dio la razón al británico y subió a una de las plantas superiores. Tan pronto cómo entró en una de las habitaciones se acostó bocarriba en una cama.
Connor intentaría descansar aquella noche, pero le sería totalmente imposible. El recuerdo constante de lo acontecido en las últimas horas lo acompañaría en la oscuridad. Y la sola posibilidad de que no pudiera volver a ver a su familia lo torturaría constantemente.<<Un año...un puto año y estaré de vuelta... Esperadme cabrones>>.
Teniendo en cuenta que estaba en otro mundo no debería haberle sorprendido que éste estuviera aliado con otro, pero lo hizo igualmente. <<¿Qué tendrán de especial Kalna y los suyos para que esta ciudad de hijos de puta haga tratos con ellos?>>. Pensó con los ojos entrecerrados...<<Seguramente serán igual de hijoputas>>. Llegó el motero a esa conclusión. Räg también aportó información sobre la ciudad y una guerra pasada con su mundo. Aunque quiso señalar que sus antepasados tampoco es que hubieran sido jodidas hermanitas de la caridad. Todos esos datos solo lograban confundirlo más aún.
Pronto quedó claro que a cada uno lo habían traído por distintos motivos y personas diferentes. La que lo había secuestrado, Akeyo, en nada se parecía al fantasma del que hablaba Nohlem por ejemplo o al tal Ramas de Tawar. Pero de lo que Connor estaba seguro es de que todos habían sido engañados. Rocavaran- como cojones se llamara no era lo que les habían prometido.
-Da igual lo que nos dijeran, joder.- Aportó el motero mirando a los que creían que no habían sido secuestrados.- Esos cabrones de mierda nos han secuestrado a todos, no tengáis ninguna duda de eso...- Comentó encogiéndose de hombros y volviendo a su mechero. ¿Cómo podían seguir pensando algunos de los más mayores que no habían sido raptados y que habían sido elegidos? ¿Elegidos para qué? No... aquello era un maldito secuestro en toda regla. Puede que Akeyo dijera la verdad en algunas cosas, pero desde luego omitió grandes partes de información, y eso era motivo más que suficiente para darle de hostias. Una y otra y otra vez. Era consciente de que Aniol y Damian estaban ahí, y que podían asustarse si empezaban a creerse de una vez que estaban en un problema, pero el motero lo veía más que necesario.<< Cuánto antes se den cuenta de que esto no es un puto juego, mejor para ellos>>.
Cuando salió el tema de las armas Connor se incorporó un poco en la silla, atento a las respuestas de sus compañeros. No se esperó que hubieran tantos que supieran manejar alguna clase de arma, pero desde luego eso era algo jodidamente bueno.
-Sé me dan bien las putas armas de fuego, y sé defenderme en una pelea.- Aportó el motero para luego observar a Nohlem... ¿Quién lo iba a decir? Aquel tío que parecía en toda regla un puto ricachón era bueno con esa clase de armas... le recordaba demasiado a alguien de su pasado.- Pero no creo que las pistolas y las escopetas sirvan de mucho contra los gusanos gigantes de los cojones, ni que nos dejen llevar esas mierdas por ahí.- Comentó con sorna y sarcasmo, pero con cierto tono de amargura.
Después no pudo más que asentir ante el comentario de Ethan de que deberían descansar. Necesitaba estar solo en aquellos momentos o al menos no hablar con nadie, por lo que le dio la razón al británico y subió a una de las plantas superiores. Tan pronto cómo entró en una de las habitaciones se acostó bocarriba en una cama.
Connor intentaría descansar aquella noche, pero le sería totalmente imposible. El recuerdo constante de lo acontecido en las últimas horas lo acompañaría en la oscuridad. Y la sola posibilidad de que no pudiera volver a ver a su familia lo torturaría constantemente.<<Un año...un puto año y estaré de vuelta... Esperadme cabrones>>.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
04/06/23, 12:44 pm
La conversación cambió cuando Kalna volvió a sacar el tema que ya habían empezado en la fuente horas antes. Por supuesto Rick prestó atención a la explicación de la libense, insistía en que estaban allí por unas pruebas y que además ya conocía el lugar donde estaban. En cuanto el resto empezó a dar detalles entendió algo. -(Vale, creo que mejor vuelvo a sacar la libreta)- pensó mientras lo hacía atendiendo al resto y apuntando algún que otro detalle. Los testimonios de los presentes eran distintos entre sí, tanto por quién los había traído como por el motivo que les había llevado a aceptar la oferta. ¿Pero cual era el motivo correcto?¿Había uno siquiera?
Se golpeó pensativo el mentón con el lápiz antes de dar su versión: -En mi caso Akeyo me prometió un caso y respuestas, algo de que lo que busco está en mi interior y cosas así.- sonaba mucho a cliché de historias, pero es lo que más parecía repetirse en el resto de explicaciones del grupo. -También me dejó claro que estaríamos un año sin poder volver y, no se si a vosotros también, pero sí que recuerdo un humo verdoso cuando estuve hablando con ella. Si de verdad nos han drogado no me extrañaría que fuera eso.- El neoyorquino se incorporó un poco en la silla y miró a todos terminando con Kalna, ya que era la que más parecía saber del tema, exponiendo con calma lo que había sacado en claro de todo: -Teniendo en cuenta todo lo que nos han dicho, no parece que estén mintiendo en cuanto a lo de que somos "especiales" y por eso nos han traído, pero los motivos se me hacen extraños. ¿Si de verdad son pruebas para darnos magia, por qué no decir eso simplemente en vez de mentirnos?- De momento no era más que una hipótesis, tal vez con el tiempo encontraran más pistas al respecto.
La segunda pregunta de la chica le hizo cruzarse de brazos una vez guardó, esta vez parecía de forma definitiva, la libreta. Que hubiera aprendido a manejar un arma no significaba que estuviera a gusto con la idea de tener que usarla contra algo o alguien, más cuando nunca lo había hecho. Vale, había algunos allí que tenían experiencia, ¿pero de verdad sus captores pensaban que los niños también iban a luchar? Miró con una ligera sonrisa a Nohlem cuando mencionó las armas de fuego, de Connor más o menos se lo esperaba. -Lo mismo digo, llevo tiempo practicando con pistolas y no tengo mala puntería- dijo con confianza, para pasar a un tono desenfadado justo después en dirección a lo que había dicho el motero: -Me da que nos vamos a quedar con las ganas de saberlo, no me imagino que tengamos algo así abajo. Por desgracia es lo único que sabía manejar, pero puedo aprender lo que sea con un poco de ayuda.-
Si bien le hizo gracia la intensidad de Damian por demostrar sus capacidades (imaginaba que estaba exagerando. Bueno, esperaba que estuviera exagerando), el nulo filtro que parecía tener le sacó un suspiro de resignación en cuanto dijo "chucho" de nuevo. Definitivamente, iban a necesitar mucho tiempo para que dejara de ser tan cafre, aunque no lo hiciera con maldad. Le daba algo de pena que Aniol se ofendiera, pero poco podían hacer cuando ya habían avisado al otro chico. -Tienes los bichos que Tawar ha ido guardando. Si no, es justo como ha dicho Ethan. Mañana conseguiremos comida, tenlo por seguro.- intentó animarlo y, de paso, al resto también. No negaba que él también estaba notando como su barriga se estaba quejando, pero iba a tener que aguantar quisiera o no.
Poco después, con la creciente oscuridad de la noche, decidieron irse a dormir. Rick fue a descansar a la primera habitación que había limpiado, buscando entre los baúles algún pijama que le estuviera bien y que no estuviera sucio (o al menos lo menos posible). Acostado, mirando al techo en la completa oscuridad, la marabunta de pensamientos le impedía dormir. Todas las preguntas desde que había llegado, todo lo extraños que había ocurrido desde que se encontró con Akeyo, la preocupación por Bob y el resto de amigos y conocidos que había dejado en La Tierra sin avisar... -Vaya año nos espera...- se dijo algo alicaído por la incertidumbre.
Se golpeó pensativo el mentón con el lápiz antes de dar su versión: -En mi caso Akeyo me prometió un caso y respuestas, algo de que lo que busco está en mi interior y cosas así.- sonaba mucho a cliché de historias, pero es lo que más parecía repetirse en el resto de explicaciones del grupo. -También me dejó claro que estaríamos un año sin poder volver y, no se si a vosotros también, pero sí que recuerdo un humo verdoso cuando estuve hablando con ella. Si de verdad nos han drogado no me extrañaría que fuera eso.- El neoyorquino se incorporó un poco en la silla y miró a todos terminando con Kalna, ya que era la que más parecía saber del tema, exponiendo con calma lo que había sacado en claro de todo: -Teniendo en cuenta todo lo que nos han dicho, no parece que estén mintiendo en cuanto a lo de que somos "especiales" y por eso nos han traído, pero los motivos se me hacen extraños. ¿Si de verdad son pruebas para darnos magia, por qué no decir eso simplemente en vez de mentirnos?- De momento no era más que una hipótesis, tal vez con el tiempo encontraran más pistas al respecto.
La segunda pregunta de la chica le hizo cruzarse de brazos una vez guardó, esta vez parecía de forma definitiva, la libreta. Que hubiera aprendido a manejar un arma no significaba que estuviera a gusto con la idea de tener que usarla contra algo o alguien, más cuando nunca lo había hecho. Vale, había algunos allí que tenían experiencia, ¿pero de verdad sus captores pensaban que los niños también iban a luchar? Miró con una ligera sonrisa a Nohlem cuando mencionó las armas de fuego, de Connor más o menos se lo esperaba. -Lo mismo digo, llevo tiempo practicando con pistolas y no tengo mala puntería- dijo con confianza, para pasar a un tono desenfadado justo después en dirección a lo que había dicho el motero: -Me da que nos vamos a quedar con las ganas de saberlo, no me imagino que tengamos algo así abajo. Por desgracia es lo único que sabía manejar, pero puedo aprender lo que sea con un poco de ayuda.-
Si bien le hizo gracia la intensidad de Damian por demostrar sus capacidades (imaginaba que estaba exagerando. Bueno, esperaba que estuviera exagerando), el nulo filtro que parecía tener le sacó un suspiro de resignación en cuanto dijo "chucho" de nuevo. Definitivamente, iban a necesitar mucho tiempo para que dejara de ser tan cafre, aunque no lo hiciera con maldad. Le daba algo de pena que Aniol se ofendiera, pero poco podían hacer cuando ya habían avisado al otro chico. -Tienes los bichos que Tawar ha ido guardando. Si no, es justo como ha dicho Ethan. Mañana conseguiremos comida, tenlo por seguro.- intentó animarlo y, de paso, al resto también. No negaba que él también estaba notando como su barriga se estaba quejando, pero iba a tener que aguantar quisiera o no.
Poco después, con la creciente oscuridad de la noche, decidieron irse a dormir. Rick fue a descansar a la primera habitación que había limpiado, buscando entre los baúles algún pijama que le estuviera bien y que no estuviera sucio (o al menos lo menos posible). Acostado, mirando al techo en la completa oscuridad, la marabunta de pensamientos le impedía dormir. Todas las preguntas desde que había llegado, todo lo extraños que había ocurrido desde que se encontró con Akeyo, la preocupación por Bob y el resto de amigos y conocidos que había dejado en La Tierra sin avisar... -Vaya año nos espera...- se dijo algo alicaído por la incertidumbre.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
04/06/23, 06:03 pm
Las respuestas a lo que ella sabía fueron muy variadas, pero casi lo que más le sorprendió fue la inocencia de Tawar respecto a que todo aquello iba solo de esconderse de depredadores. Claro que con el tamaño que tenía podía ser algo lógico en su mundo, pero…¿de verdad creía que iba a ser tan fácil que les dieran magia? ¿Sin demostrar que eran dignos?
Asintió ante la pregunta de Nohlem. Puede que el aspecto de Rocavarancolia fuera poco vistoso, pero sus habitantes sabían hacer maravillas y magia. Tenían un ejército al que podría unirse una vez fuera digna y… claro que no iba a ir ningún profesor el primer día, primero tenían que pasar las pruebas que mandase el Consejo. No esperaba que ninguno de los presentes, viendo lo poco que sabían de Rocavarancolia, entendiera que no era solo ruinas y engaños, así que tampoco intentaría discutirlo.
Al menos algunos sabían usar arcos o armas de fuego. ¿En sus mundos la infantería no usaba las armas tradicionales? En Libo aquello estaba reservado a los vehículos armados, así que su destreza con armas de fuego era nula…pero tampoco es que fuera a servirle.
—Abajo no vi ningún arma de fuego, no —. No iba a poder pelear con que siendo hombres no debieran pelear, porque ya había visto lo que pasaba. Se conformaba con que al menos dejasen que dirigiera las salidas, viendo que era de las que más experiencia tenían.
Le dedicó una breve mirada a Ethan cuando mencionó que no le importaba ir delante, pero sin llegar a decir nada. Comprendía su orgullo y no iba a afeárselo, pero… «No es la mejor idea estando cojo». Esperaba poder hablarlo con él antes de salir al día siguiente a por comida. No iba a decirle que se quedase si de verdad quería salir, pero a lo mejor podía decirle que se quedase en medio del grupo, para evitar ir el primero si les atacaban.
Las palabras de Räg fueron lo que más llamó la atención de Kalna. Hablaba de guerra, de que casi destruyeron su mundo. Esa era la Rocavarancolia que le sonaba, poderosa y fuerte. Puede que estuvieran en un cuchitril, pero por fuerza ahí fuera tenía que haber algo mejor: no se esperaba a la embajadora de Libo viviendo por debajo de lo que le correspondía.
Ocultó una risita ante el intento (o lo que creía un intento) de sobrecompensación del chiquillo escuálido diciendo que le daba palizas a adultos. No se lo creía, viendo que parecía un palillo. De Connor sí se creía que supiera pelear: tenía pinta de ser fuerte.
—A mi no me secuestró nadie. No hubo humo verde, ni drogas. Nos invitan a cenar al palacio de la Reina Madre y nos traen aquí de plena voluntad.
Parecía que al resto sí les habían ocultado cosas, y no entendía por qué. ¿Era porque Libo era aliado de Rocavarancolia y por eso les podían decir más? No lo entendía del todo, pero imaginaba que lo sabrían más adelante.
Al final decidieron irse a dormir. Eligió el último cuarto de la planta de abajo para ella, que tenía una pequeña ventana. Dejó allí sus cosas y rebuscó entre los armarios si había algo de ropa mínimamente decente. Era toda tan horrible y vieja como las sábanas, por lo que simplemente decidió quedarse con su ropa hasta que le entrase sueño. Quiso evitar el cuarto, por lo que pasó la mayor parte de la noche despierta en el salón. No quería meterse en aquella cama, no quería vivir en un sitio feo y horrible y no quería tener que hacer más tareas domésticas en el resto de su vida. Y le había tocado tener que hacer todo eso.
Asintió ante la pregunta de Nohlem. Puede que el aspecto de Rocavarancolia fuera poco vistoso, pero sus habitantes sabían hacer maravillas y magia. Tenían un ejército al que podría unirse una vez fuera digna y… claro que no iba a ir ningún profesor el primer día, primero tenían que pasar las pruebas que mandase el Consejo. No esperaba que ninguno de los presentes, viendo lo poco que sabían de Rocavarancolia, entendiera que no era solo ruinas y engaños, así que tampoco intentaría discutirlo.
Al menos algunos sabían usar arcos o armas de fuego. ¿En sus mundos la infantería no usaba las armas tradicionales? En Libo aquello estaba reservado a los vehículos armados, así que su destreza con armas de fuego era nula…pero tampoco es que fuera a servirle.
—Abajo no vi ningún arma de fuego, no —. No iba a poder pelear con que siendo hombres no debieran pelear, porque ya había visto lo que pasaba. Se conformaba con que al menos dejasen que dirigiera las salidas, viendo que era de las que más experiencia tenían.
Le dedicó una breve mirada a Ethan cuando mencionó que no le importaba ir delante, pero sin llegar a decir nada. Comprendía su orgullo y no iba a afeárselo, pero… «No es la mejor idea estando cojo». Esperaba poder hablarlo con él antes de salir al día siguiente a por comida. No iba a decirle que se quedase si de verdad quería salir, pero a lo mejor podía decirle que se quedase en medio del grupo, para evitar ir el primero si les atacaban.
Las palabras de Räg fueron lo que más llamó la atención de Kalna. Hablaba de guerra, de que casi destruyeron su mundo. Esa era la Rocavarancolia que le sonaba, poderosa y fuerte. Puede que estuvieran en un cuchitril, pero por fuerza ahí fuera tenía que haber algo mejor: no se esperaba a la embajadora de Libo viviendo por debajo de lo que le correspondía.
Ocultó una risita ante el intento (o lo que creía un intento) de sobrecompensación del chiquillo escuálido diciendo que le daba palizas a adultos. No se lo creía, viendo que parecía un palillo. De Connor sí se creía que supiera pelear: tenía pinta de ser fuerte.
—A mi no me secuestró nadie. No hubo humo verde, ni drogas. Nos invitan a cenar al palacio de la Reina Madre y nos traen aquí de plena voluntad.
Parecía que al resto sí les habían ocultado cosas, y no entendía por qué. ¿Era porque Libo era aliado de Rocavarancolia y por eso les podían decir más? No lo entendía del todo, pero imaginaba que lo sabrían más adelante.
Al final decidieron irse a dormir. Eligió el último cuarto de la planta de abajo para ella, que tenía una pequeña ventana. Dejó allí sus cosas y rebuscó entre los armarios si había algo de ropa mínimamente decente. Era toda tan horrible y vieja como las sábanas, por lo que simplemente decidió quedarse con su ropa hasta que le entrase sueño. Quiso evitar el cuarto, por lo que pasó la mayor parte de la noche despierta en el salón. No quería meterse en aquella cama, no quería vivir en un sitio feo y horrible y no quería tener que hacer más tareas domésticas en el resto de su vida. Y le había tocado tener que hacer todo eso.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Sendar
06/06/23, 05:57 pm
La gente empezó a compartir su distintas experiencias, algunas confusas como la de Airi y la suya propia, otras mucho más trascendentales como la de Echenchenyac, pero independiente del relato al final estaba en la misma línea de opinión de Connor: les habían secuestrado, punto, fuera fantasma, una mujer amable o una diosa. No obstante para Nohlem toda conversación murió cuando Ethan mencionó que tendrían que estar allí un año, y su rostro no tardó en reflejar lo mal que estaba calando aquello en él. No contento con eso Rick no hizo otra cosa que confirmarlo. Habían hablado de tiempo pero nada definido, meses si acaso, pero… ¿un año? ¿420 días?
Bajó la vista al suelo, con la mirada perdida y los ojos demasiado abiertos, de pupilas grandes. Por un segundo se le olvidó respirar. Un año. La clase de historia de Ragayín sobre su mundo le habría interesado muchísimo en otro momento, pero ahora bastaba un pestañeo para que se perdiese cualquier cosa que dijeran como si hubieran acelerado en el tiempo sin él abordo. Un año. Se estaba mareando. Algo sobre caravanas y arcos. Más gente que sabía de armas de fuego, y armas de fuego que por alguna razón no iban a funcionar contra insectos gigantes (“¿qué clase de defensas cutres son esas?”). Se mordió el labio. Un año. Damian gritando. Un puto año.
Nohlem apartó la mano de su boca, la cual en algún momento había colocado ahí y la alargó hacia su chaqueta. No habían terminado de hablar cuando se puso en pie, todo lo discreto que se podía ser en un corrillo. No se quedaría a oír más. No podía, ni esforzándose para atender.
—Disculpadme.
Y sin explicación alguna, con las voces del crío solapando la suya y su chaqueta bajo el brazo, Nohlem marchó escaleras arriba sin dejar de mirar al suelo. Era humillante lo mucho que quería llorar, pero por supuesto no iba a hacerlo en público. Sinceramente siquiera en privado era algo que se permitiese. No era propio de alguien como él, no era algo que le hubieran enseñado, era patético, una pérdida de tiempo que no solucionaba nada. Y aún así, cuando se encontró a solas en una habitación demasiado vacía y excedente en camas, sentado en el borde de aquella que más apartada estaba, de espaldas a la puerta y arropado por la oscuridad, al varmano se le humedecieron las mejillas en silencio.
El lado bueno es que el dolor del hambre había remitido, una mera anécdota comparada con la insoportable presión en su pecho. No quería hacer ruido, y si tenía la mala suerte de que alguien se asomaba a su cuarto se recompondría hasta que su tono fuera convincente e inocuo para pedir soledad. Quería volver con su familia, saber que demonios le había pasado a su hermana, pero sobre todo quería no estar ahí.
Esa noche no dormiría, demasiado aterrado e inquieto como para hacerlo incluso cuando el cansancio era de lo más fuerte que había sentido en años. Estaba incluso peor que las veces que su madre le decía que la había decepcionado. Y bueno, esta vez por seguro lo había hecho.
Bajó la vista al suelo, con la mirada perdida y los ojos demasiado abiertos, de pupilas grandes. Por un segundo se le olvidó respirar. Un año. La clase de historia de Ragayín sobre su mundo le habría interesado muchísimo en otro momento, pero ahora bastaba un pestañeo para que se perdiese cualquier cosa que dijeran como si hubieran acelerado en el tiempo sin él abordo. Un año. Se estaba mareando. Algo sobre caravanas y arcos. Más gente que sabía de armas de fuego, y armas de fuego que por alguna razón no iban a funcionar contra insectos gigantes (“¿qué clase de defensas cutres son esas?”). Se mordió el labio. Un año. Damian gritando. Un puto año.
Nohlem apartó la mano de su boca, la cual en algún momento había colocado ahí y la alargó hacia su chaqueta. No habían terminado de hablar cuando se puso en pie, todo lo discreto que se podía ser en un corrillo. No se quedaría a oír más. No podía, ni esforzándose para atender.
—Disculpadme.
Y sin explicación alguna, con las voces del crío solapando la suya y su chaqueta bajo el brazo, Nohlem marchó escaleras arriba sin dejar de mirar al suelo. Era humillante lo mucho que quería llorar, pero por supuesto no iba a hacerlo en público. Sinceramente siquiera en privado era algo que se permitiese. No era propio de alguien como él, no era algo que le hubieran enseñado, era patético, una pérdida de tiempo que no solucionaba nada. Y aún así, cuando se encontró a solas en una habitación demasiado vacía y excedente en camas, sentado en el borde de aquella que más apartada estaba, de espaldas a la puerta y arropado por la oscuridad, al varmano se le humedecieron las mejillas en silencio.
El lado bueno es que el dolor del hambre había remitido, una mera anécdota comparada con la insoportable presión en su pecho. No quería hacer ruido, y si tenía la mala suerte de que alguien se asomaba a su cuarto se recompondría hasta que su tono fuera convincente e inocuo para pedir soledad. Quería volver con su familia, saber que demonios le había pasado a su hermana, pero sobre todo quería no estar ahí.
Esa noche no dormiría, demasiado aterrado e inquieto como para hacerlo incluso cuando el cansancio era de lo más fuerte que había sentido en años. Estaba incluso peor que las veces que su madre le decía que la había decepcionado. Y bueno, esta vez por seguro lo había hecho.
- ♪♫♬:
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
06/06/23, 09:50 pm
La conversación derivó en lo que habría sido una reunión típica de los guerreros de la Telaraña. Estaban hablando de armas, de técnicas de combate, de cosas que sabían hacer o enseñarse entre elles... y a cada intervención, Tawar se sentía aún más diminute. No solo no sabía manejar ninguna de esas cosas ni hacer venenos como sus congéneres sino que seguramente serían casi tan grandes como una docena de sus vecines de colonia. Y no solo no iba a poder usar nada de eso sino que ¡no quería! No había ido a ningún sitio desconocido a luchar, a pelear... nada de eso. Elle solo sabía correr, brincar, trepar, planear si tenía las ropas adecuadas para ello o enterrarse en la tierra hasta que pasara la amenaza... ¡y en aquel sitio el suelo era de piedra! ¿Qué esperaban Ramas y la Flora que pudiera hacer elle allí, en ese mundo tan peligros y homicida como había explicado Räg? ¿Cómo iba a aguantar un año, fuera la cantidad de tiempo que significara eso en aquel mundo, sin poder defenderse como el resto? «No me protegerán siempre, no podrán siempre ni van a querer cargar conmigo siempre, son Amables pero no se van a sacrificar por mí ni tendrían por qué... voy a ser un lastre. Un lastre»
No siguió conversando. En vistas de la situación, le importaba bien poco cómo habían llegado allí, si era con o sin consentimiento o con qué motivos, y en cuanto se repartieron para dormir se fue con su grupo. Vio por segunda vez esos lechos enormes pero le imponían así que se hizo un ovillo con un paño en uno de los muebles y ahí se quedó mirando al techo. ¿Qué más le daba todo lo que habían hablado hasta ahora? ¿Las diferencias culturales, los géneros, los nombres, todo lo que había aprendido en un solo día...? ¿De qué servía, si iba a durar menos que sus arañas de la olla? ¿Y en qué tipo de peligros esperaban para pensar en armarse, siquiera? Si eran como los depredadores de su mundo, solo les harían cosquillas. ¿Merecía la pena, quizás, alejarse del grupo, buscar el bosque o alguna zona verde y sobrevivir allí como pudiera, sin cargar a nadie? No es que pesara mucho y era fácil buscarse alimento solo para elle, pero no quería que sufrieran algún daño por su culpa (ni sufrirlo elle misme, por supuesto). «Qué va... yo seré una carga por querer sobrevivir y salir a explorar, pero también tienen especímenes jóvenes, como Aniol y Damian... ¿Qué harán con ellos? ¿Se sentirán ellos así? ¿Podré ayudar a cuidarles?» Le daba mucho miedo la corriente en la que estaba pensando, pero no podía vencer a su instinto (ni quería). A fin de cuentas, todo era parte de la Flora y se enorgullecía de poder ayudar y proteger a sus retoñes, pero siempre habían sido plantas, no seres pensantes con personalidades opuestas y a quienes les daba vértigo mirar desde abajo. No sabía qué podía aportar, pero definitivamente no quería volver a pensar en ser una carga o en alejarse del grupo, más aún si existía la más remota posibilidad de ser de ayuda en algún momento. «Tendría que comentarlo con el resto... pero de eso se encargará mi Tawar de mañana» Además, le caían bien y le dolería ser incapaz de colaborar con sus Gigantes Amables o incluso entorpecerles... «He dicho que man... mañana, por la Flora, basta ya» ¡Ya! Los pensamientos se le colaban como picaduras de avispa, incesantes. Solo quería dormir. Acabó tapándose la cabeza con el trapo y se esforzó en recordar todo lo que había aprendido sobre las hadas de la Tierra. ¿Si ellas protegían los bosques y a sus peque-gigantes en un mundo de Gigantes, por qué no elle?
No siguió conversando. En vistas de la situación, le importaba bien poco cómo habían llegado allí, si era con o sin consentimiento o con qué motivos, y en cuanto se repartieron para dormir se fue con su grupo. Vio por segunda vez esos lechos enormes pero le imponían así que se hizo un ovillo con un paño en uno de los muebles y ahí se quedó mirando al techo. ¿Qué más le daba todo lo que habían hablado hasta ahora? ¿Las diferencias culturales, los géneros, los nombres, todo lo que había aprendido en un solo día...? ¿De qué servía, si iba a durar menos que sus arañas de la olla? ¿Y en qué tipo de peligros esperaban para pensar en armarse, siquiera? Si eran como los depredadores de su mundo, solo les harían cosquillas. ¿Merecía la pena, quizás, alejarse del grupo, buscar el bosque o alguna zona verde y sobrevivir allí como pudiera, sin cargar a nadie? No es que pesara mucho y era fácil buscarse alimento solo para elle, pero no quería que sufrieran algún daño por su culpa (ni sufrirlo elle misme, por supuesto). «Qué va... yo seré una carga por querer sobrevivir y salir a explorar, pero también tienen especímenes jóvenes, como Aniol y Damian... ¿Qué harán con ellos? ¿Se sentirán ellos así? ¿Podré ayudar a cuidarles?» Le daba mucho miedo la corriente en la que estaba pensando, pero no podía vencer a su instinto (ni quería). A fin de cuentas, todo era parte de la Flora y se enorgullecía de poder ayudar y proteger a sus retoñes, pero siempre habían sido plantas, no seres pensantes con personalidades opuestas y a quienes les daba vértigo mirar desde abajo. No sabía qué podía aportar, pero definitivamente no quería volver a pensar en ser una carga o en alejarse del grupo, más aún si existía la más remota posibilidad de ser de ayuda en algún momento. «Tendría que comentarlo con el resto... pero de eso se encargará mi Tawar de mañana» Además, le caían bien y le dolería ser incapaz de colaborar con sus Gigantes Amables o incluso entorpecerles... «He dicho que man... mañana, por la Flora, basta ya» ¡Ya! Los pensamientos se le colaban como picaduras de avispa, incesantes. Solo quería dormir. Acabó tapándose la cabeza con el trapo y se esforzó en recordar todo lo que había aprendido sobre las hadas de la Tierra. ¿Si ellas protegían los bosques y a sus peque-gigantes en un mundo de Gigantes, por qué no elle?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
07/06/23, 01:01 pm
Las historias de unos se alineaban mejor con las teorías de Airi que las de otros. Lo que decía Szczenyak sonaba como una locura, y no acababa de entenderlo. En su cabeza un dios y un espíritu eran la misma cosa, y si le había “hablado” uno de ellos probablemente todo había sido una alucinación en su cabeza. «¿Le engañaron quizá con una alucinación? ¿Sería posible con magia? Sin artefactos de por medio, con esa magia que me describió el anciano… podría» pensó. Tal vez era su caso también, ¿por qué si no accedería tan rápido a algo que ni siquiera le habían explicado apropiadamente?
Aquella conversación no era plato de buen gusto, y antes de que Ethan mencionara que no podrían volver a su hogar hasta dentro de un año, ya se había estado preguntando cómo se tomarían los más pequeños todo lo que se estaba hablando. Habían conseguido distraerse con la limpieza y ahora con las grullas, e incluso había visto a Damian alisar la suya con cuidado, lo que se ganó una gran sonrisa de aprobación por su parte. Pero darse cuenta del engaño y saber que no verían a sus familias en tanto tiempo podía caer como una losa sobre ellos.
A Airi, en parte, le perturbaba más el misterioso poder que tenía Rocavarancolia según Räg, o la teoría de la droga de Rick. Estaba acostumbrada a perder de vista a media tribu durante largos períodos de tiempo, y aunque esta sería una ausencia más larga y forzosa, lo que realmente le dolía era pensar que le estarían buscando sin encontrar nada. Dudaba que el anciano hubiera tenido la decencia de dejar una nota, por muy bien que le hubiese hablado solo era un secuestrador. Si creían que había muerto, Lihkos, su madre, su hermana… todos sufrirían mucho.
—Rick tiene razón, creo. Mi secuestrador fumaba de una pipa que también emitía humo verde —admitió. Era más factible que la magia mental, después de todo. No quiso decir mucho más al respecto, y aunque sentía mareo al ahondar en todo lo que había evitado a lo largo del día, intentó que no se le notase.
Le habría gustado hacer más preguntas a Räg acerca de su historia, y pensaba hacerlas en otro momento, pero la conversación había derivado rápidamente hacia las habilidades de cada uno. Por lo que parecía, unos cuantos tenían alguna que podría resultar útil, al menos las que no tenían que ver con las armas de fuego, porque no tenía ni idea de dónde podían sacarlas. Kalna ya había confirmado que no disponían de nada de eso. «Antes de que termine el día debería ir a ver qué es lo que sí hay» se recordó. Había muchas partes del torreón que todavía no había visto.
El ambiente se había enrarecido por lo obvio, y algunos no abrían la boca o incluso se habían marchado, como era el caso de Nohlem. Damian, aun así, tenía la energía de siempre, pero la mención una vez más del “puto chucho” le hizo dedicarle una mirada de reproche.
—Damian… —lo llamó a modo de advertencia, y luego suspiró—. Mañana es otro día, y ya sabemos que tenemos bastantes horas de luz tenemos para intentar buscar algo que comer. Algo encontraremos, seguro.
Solo quería dar algún tipo de mensaje positivo, aunque fuese un tanto vacío. Ese día solo habían encontrado gusanos gigantes entre las ruinas, su mejor opción era que volviesen a ofrecerles comida sus secuestradores.
La noche cayó no mucho más tarde, llegando de forma rápida y sin apenas amarillear el horizonte. Si bien el cielo estaba cubierto por nubes densas, Airi nunca había visto un anochecer tan deprimente, aunque hacía juego con su estado de ánimo. Tras explorar cada planta del torreón escogió una cama en la habitación que usarían la mayoría de los que no les importaba compartir. La noche que había caído sobre aquel lugar era oscura como la boca del lobo, y Airi sabía que echaría en falta oír las respiraciones de los niños a su lado. Compartir cuarto era la mejor manera de controlar el vértigo que le daba todo aquello, aunque dormir como tal fuese a resultar imposible.
El agotamiento le obligaba a cerrar los ojos, pero solo a veces lograba alcanzar un estado de duermevela plagado de sueños incómodos, llenos de sonidos e imágenes entremezclados de todas las cosas nuevas que había experimentado ese día. A medida que avanzó la noche ya no pudo ni optar a eso. El enfriamiento de sus articulaciones tras toda la actividad de aquella tarde dio paso a un dolor que conocía muy bien, y con aquella incomodidad solo podía dar vueltas y vueltas en la cama, mientras escuchaba en el exterior inquietantes sonidos que se mezclaban con la melodía que silbaba el viento.
Aquella conversación no era plato de buen gusto, y antes de que Ethan mencionara que no podrían volver a su hogar hasta dentro de un año, ya se había estado preguntando cómo se tomarían los más pequeños todo lo que se estaba hablando. Habían conseguido distraerse con la limpieza y ahora con las grullas, e incluso había visto a Damian alisar la suya con cuidado, lo que se ganó una gran sonrisa de aprobación por su parte. Pero darse cuenta del engaño y saber que no verían a sus familias en tanto tiempo podía caer como una losa sobre ellos.
A Airi, en parte, le perturbaba más el misterioso poder que tenía Rocavarancolia según Räg, o la teoría de la droga de Rick. Estaba acostumbrada a perder de vista a media tribu durante largos períodos de tiempo, y aunque esta sería una ausencia más larga y forzosa, lo que realmente le dolía era pensar que le estarían buscando sin encontrar nada. Dudaba que el anciano hubiera tenido la decencia de dejar una nota, por muy bien que le hubiese hablado solo era un secuestrador. Si creían que había muerto, Lihkos, su madre, su hermana… todos sufrirían mucho.
—Rick tiene razón, creo. Mi secuestrador fumaba de una pipa que también emitía humo verde —admitió. Era más factible que la magia mental, después de todo. No quiso decir mucho más al respecto, y aunque sentía mareo al ahondar en todo lo que había evitado a lo largo del día, intentó que no se le notase.
Le habría gustado hacer más preguntas a Räg acerca de su historia, y pensaba hacerlas en otro momento, pero la conversación había derivado rápidamente hacia las habilidades de cada uno. Por lo que parecía, unos cuantos tenían alguna que podría resultar útil, al menos las que no tenían que ver con las armas de fuego, porque no tenía ni idea de dónde podían sacarlas. Kalna ya había confirmado que no disponían de nada de eso. «Antes de que termine el día debería ir a ver qué es lo que sí hay» se recordó. Había muchas partes del torreón que todavía no había visto.
El ambiente se había enrarecido por lo obvio, y algunos no abrían la boca o incluso se habían marchado, como era el caso de Nohlem. Damian, aun así, tenía la energía de siempre, pero la mención una vez más del “puto chucho” le hizo dedicarle una mirada de reproche.
—Damian… —lo llamó a modo de advertencia, y luego suspiró—. Mañana es otro día, y ya sabemos que tenemos bastantes horas de luz tenemos para intentar buscar algo que comer. Algo encontraremos, seguro.
Solo quería dar algún tipo de mensaje positivo, aunque fuese un tanto vacío. Ese día solo habían encontrado gusanos gigantes entre las ruinas, su mejor opción era que volviesen a ofrecerles comida sus secuestradores.
La noche cayó no mucho más tarde, llegando de forma rápida y sin apenas amarillear el horizonte. Si bien el cielo estaba cubierto por nubes densas, Airi nunca había visto un anochecer tan deprimente, aunque hacía juego con su estado de ánimo. Tras explorar cada planta del torreón escogió una cama en la habitación que usarían la mayoría de los que no les importaba compartir. La noche que había caído sobre aquel lugar era oscura como la boca del lobo, y Airi sabía que echaría en falta oír las respiraciones de los niños a su lado. Compartir cuarto era la mejor manera de controlar el vértigo que le daba todo aquello, aunque dormir como tal fuese a resultar imposible.
El agotamiento le obligaba a cerrar los ojos, pero solo a veces lograba alcanzar un estado de duermevela plagado de sueños incómodos, llenos de sonidos e imágenes entremezclados de todas las cosas nuevas que había experimentado ese día. A medida que avanzó la noche ya no pudo ni optar a eso. El enfriamiento de sus articulaciones tras toda la actividad de aquella tarde dio paso a un dolor que conocía muy bien, y con aquella incomodidad solo podía dar vueltas y vueltas en la cama, mientras escuchaba en el exterior inquietantes sonidos que se mezclaban con la melodía que silbaba el viento.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
08/06/23, 05:59 pm
Colmillo negó para sí mismo. “No, joder, no. No ha sido un puto secuestro. Me trajo Matka. Soy jodidamente especial y haré sentir orgullosa a mi familia, porque me trajo Matka y tengo una misión” se repitió mentalmente haciendo oídos sordos a las palabras de Connor, pero no tardaron en aparecer un millar de pensamientos intrusivos.
“¿Pero por qué yo? ¿Por qué no alguno de mis hermanos o sobrinos? ¿Por qué no Nana? ¿Por qué no cualquier otro jodido vittya? ¿Y por qué toda esta gente? ¿Por qué dos putos críos? ¡Se supone que tenemos que luchar y yo a penas se encocar bien una puta flecha! ¿Qué tengo yo? ¿Qué tienen estos? ¿Qué tenemos que quieran los dioses, los fantasmas, los secuestradores o sus putas madres?”
Szczenyak se encontraba tan ensimismado en su pánico interno que casi se pierde la historia sobre invasiones entre mundos de Räg, pero ciertamente deseó habérselo perdido. Eso y la sentencia de Ethan. “Un año…” pensó con horror. “¿Un puto año aquí? ¿En esta mierda de lugar? ¿En un mundo capaz de casi aniquilar a otro? ¿Con esta gente jodidamente hostil y el puto crío agresivo?” pensó con todo el pelo erizado y la ira subiéndole, pero se desinfló en el siguiente momento en cuanto el siguiente pensamiento cruzó su mente “¿Un año entero solo? ¿Sin mi familia?”
Aunque su mente registró el nuevo insulto de Damián, la angustia de Colmillo era tan grande que le dio completamente igual. El niño podría darle una paliza si le apetecía que en ese momento el vittya solo podría pensar en que al menos de esa manera quizás podía apartar de él el absoluto sentimiento de soledad que le había envuelto.
Sin mirar a nadie y abrumado por la angustia, el zawodny salió al patio a paso rápido, donde no perdió tiempo en comenzar a gruñir rabioso y a pegarle patadas a todo mientras brama un insulto tras otro. Tras darle una patada a la estatua y arrepentirse al momento, terminó sentado en el suelo, lloriqueando por el dolor, la tristeza y la rabia. Y porque, tal y como había predicho su nana, todas las estrellas del cielo estaban apagadas.
“No, no, no, no, joder, no” pensó aferrándose con fuerza a su collar.
Con el pánico que solo una catástrofe como aquella podía generar, Colmillo buscó frenéticamente la estrella que su nana le había dicho que era su yaya y que siempre le daba consuelo, pero no la encontró. Ni esa, ni ninguna.
A pesar de que su mente le repitió una y otra vez que su nana le había advertido, no se tranquilizó del todo ni dejó de mirar el cielo hasta que recordó aquella tarde.
-La grieta llena de huesos… -se dijo en un susurro.
Ahí estaban. Todas las estrellas de ese horrible mundo habían caído del cielo y se habían reunido en ese repugnante lugar custodiadas por asquerosos gusanos gigantes.
-Este puto mundo es un lugar de mierda en el que morir -se dijo echando un último vistazo al cielo, antes de volver a entrar al torreón.
Toda aquella angustia, dolor, rabia y pánico le habían drenado las energías y ni siquiera quería pensar en el hambre y lo realmente tangible que parecía estar la posibilidad de morir.
A pesar del cansancio, aquella noche no durmió. No solo porque, aparentemente a diferencia del resto del grupo, su horario de sueño comenzaba más tarde, sino porque además la sola idea de tumbarse en una de esas camas como si aceptara de buena gana que aquel año iba a pasarlo ahí se le hacía agobiante.
Al día siguiente, los primeros en despertar lo encontrarían despatarrado en el sofá, inquieto por las pesadillas, porque aunque el cansancio y el agotamiento habían terminado pasándole factura con las primeras luces del día, aquello no significaba su sueño iba a ser pacífico.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
09/06/23, 01:29 am
Perfecto, el ambiente estaba tan cargado que todo el mundo estaba huyendo a refugiarse en sus cuartos. Ethan podía comprender el agobio generalizado, las noticias eran nefastas y si la suya ya era catastrófica, la de Rag era la guinda que le hacía falta a aquel pastel de mierda. El problema era que, no podía evitar sentirse responsable por la situación. Una punzada de culpabilidad le apuñalaba con cada persona que veía abandonar el salón, viéndose como principal culpable de haberles generado una primera noche aún más desastrosa. Y es que nadie le estaba pidiendo tomar el papel de cuidador, pero ahí estaba él, fingiendo que podía cumplirlo para simplemente lidiar con cada nuevo fracaso a la hora de intentarlo. Estaba horrorosamente perdido, lamentando cada error, malentendido o liada que había cometido a lo largo del día.
Damian volvía a gritar, alguien hablaba de fondo y otra persona se excusaba. Con cada nueva interacción Ethan iba perdiendo más energía, siendo que si no se iba era por esperar a que ambos niños tuvieran un cuarto asignado. Luchaba por mantener una sonrisa que cada vez se veía más cansada, forzando la misma con una naturalidad pasmosa. Al fin y al cabo fingir un semblante tranquilo era el único don que podía aportar, ese y el de hacer inútiles figuritas de papel.
Contuvo un suspiro viendo marchar a los últimos, planteándose escenarios ficticios donde hubiera estado Jasper ocupando su lugar. Su hermano ya habría organizado algún plan, sabría cómo tratar incluso con las personas más difíciles y sin duda alguna tendría una solución positiva ante la cantidad de problemas. Era alguien capaz de encontrar luz incluso en los momentos más oscuros y desde luego que no hubiera permitido que la gente se fuera a dormir estando tan deprimidos o asustados.
Ethan en cambio… podía ofrecerse a subir varios cubos de agua. Sentirse un poquito más útil haciendo una tarea simple y banal, con la única esperanza de que esos pequeños detalles pudieran compensar el hecho de estar ahí.
Quizá fue un error desde el inicio, quizá él nunca estuvo destinado a ser esa imagen idílica que Akeyo le había vendido. El resto habían perdido mucho con el secuestro, tenían vidas aparte y seres queridos que esperaban su regreso. Tenían motivos para querer aguantar hasta la salida de esa extraña luna roja.
¿Pero él? ¿Él que tenía? Nada.
Claramente había sido un reemplazo de última hora. Uno que se encontraron al localizar a Jasper demasiado tarde y que dio la casualidad de simplemente estar ahí. Quizá pensaron que al compartir genética sería igual de útil o de funcional, pero nada más lejos de la realidad.
Era tan lamentable que si quiera podía sentirse tan mal como el resto por el hecho de estar retenidos. Pues aún siendo un choque constante, tampoco tenía nada que echar en falta. Su casa estaba vacía, sus días eran jodidamente solitarios y la única familia que tenía coincidía con su persona en que había muerto el hermano equivocado.
¿Qué le daba miedo ese sitio? Sí. ¿Se sentía tan mal esa noche como cualquiera de las que vivía en su piso? Pues también. Las pinceladas emocionales eran diferentes pero el golpe seguía siendo igual de duro. El shock, la incertidumbre y el temor ocupaban ahora un primer plano… Pero la desgana y el cansancio siempre habían estado presentes, por mucho que las barriera bajo la alfombra durante el día.
Una vez la bañera estaba lista dejó a Rag y Airi en su faena nocturna de bañar al pequeño, pues con el bajón interno que estaba sufriendo se sentía demasiado molestia como para quedarse y demasiado agotado como para seguir manteniendo una fachada alegre.
Sin saber muy bien qué cuartos estaban ocupados, abrió el primero que vio, antorcha en mano para iluminar algo. Dejando en la ingenua confianza de la privacidad que su sonrisa acabará de desaparecer para ceder el paso a un rostro bastante más apenado. Sin darse cuenta hasta que un carraspeo le alertó, de que ya había alguien descansando en su interior. Para su suerte el pelo rosado delató quien era y si tenía que escoger prefería a Connor sobre cualquier otra persona en esos instantes.
-Perdón, no sabía que estaba ocupada. ¿Te importa si me quedo?
Poco sabía el pelirrosa al dejarlo estar, los inconvenientes que acarrearía tenerlo de vecino.
Damian volvía a gritar, alguien hablaba de fondo y otra persona se excusaba. Con cada nueva interacción Ethan iba perdiendo más energía, siendo que si no se iba era por esperar a que ambos niños tuvieran un cuarto asignado. Luchaba por mantener una sonrisa que cada vez se veía más cansada, forzando la misma con una naturalidad pasmosa. Al fin y al cabo fingir un semblante tranquilo era el único don que podía aportar, ese y el de hacer inútiles figuritas de papel.
Contuvo un suspiro viendo marchar a los últimos, planteándose escenarios ficticios donde hubiera estado Jasper ocupando su lugar. Su hermano ya habría organizado algún plan, sabría cómo tratar incluso con las personas más difíciles y sin duda alguna tendría una solución positiva ante la cantidad de problemas. Era alguien capaz de encontrar luz incluso en los momentos más oscuros y desde luego que no hubiera permitido que la gente se fuera a dormir estando tan deprimidos o asustados.
Ethan en cambio… podía ofrecerse a subir varios cubos de agua. Sentirse un poquito más útil haciendo una tarea simple y banal, con la única esperanza de que esos pequeños detalles pudieran compensar el hecho de estar ahí.
Quizá fue un error desde el inicio, quizá él nunca estuvo destinado a ser esa imagen idílica que Akeyo le había vendido. El resto habían perdido mucho con el secuestro, tenían vidas aparte y seres queridos que esperaban su regreso. Tenían motivos para querer aguantar hasta la salida de esa extraña luna roja.
¿Pero él? ¿Él que tenía? Nada.
Claramente había sido un reemplazo de última hora. Uno que se encontraron al localizar a Jasper demasiado tarde y que dio la casualidad de simplemente estar ahí. Quizá pensaron que al compartir genética sería igual de útil o de funcional, pero nada más lejos de la realidad.
Era tan lamentable que si quiera podía sentirse tan mal como el resto por el hecho de estar retenidos. Pues aún siendo un choque constante, tampoco tenía nada que echar en falta. Su casa estaba vacía, sus días eran jodidamente solitarios y la única familia que tenía coincidía con su persona en que había muerto el hermano equivocado.
¿Qué le daba miedo ese sitio? Sí. ¿Se sentía tan mal esa noche como cualquiera de las que vivía en su piso? Pues también. Las pinceladas emocionales eran diferentes pero el golpe seguía siendo igual de duro. El shock, la incertidumbre y el temor ocupaban ahora un primer plano… Pero la desgana y el cansancio siempre habían estado presentes, por mucho que las barriera bajo la alfombra durante el día.
Una vez la bañera estaba lista dejó a Rag y Airi en su faena nocturna de bañar al pequeño, pues con el bajón interno que estaba sufriendo se sentía demasiado molestia como para quedarse y demasiado agotado como para seguir manteniendo una fachada alegre.
Sin saber muy bien qué cuartos estaban ocupados, abrió el primero que vio, antorcha en mano para iluminar algo. Dejando en la ingenua confianza de la privacidad que su sonrisa acabará de desaparecer para ceder el paso a un rostro bastante más apenado. Sin darse cuenta hasta que un carraspeo le alertó, de que ya había alguien descansando en su interior. Para su suerte el pelo rosado delató quien era y si tenía que escoger prefería a Connor sobre cualquier otra persona en esos instantes.
-Perdón, no sabía que estaba ocupada. ¿Te importa si me quedo?
Poco sabía el pelirrosa al dejarlo estar, los inconvenientes que acarrearía tenerlo de vecino.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
09/06/23, 01:34 am
Si no regañó a Damian fue porque ya lo hizo Airi, pero aun así le dedicó una mirada de reproche suave al niño, queriendo comunicarle que se acordase de lo que habían estado hablando aquella tarde mientras limpiaban.
—Es… es verdad, yo también recuerdo el humo verde —fue todo lo que aportó a la conversación acerca de los supuestos secuestros o no.
<<¿Armas de fuego?>>. El mjörní no sabía exactamente a qué se referían, pero sonaba fatal en su cabeza. Su curiosidad innata le hizo sopesar preguntar cómo eran, pero sospechaba que en realidad no quería saber acerca de ellas y probablemente fuese un alivio que no hubiese ninguna en el edificio.
Cuando se habló acerca de la comida y Rick recordó que Tawar había reunido algunos insectos volvió a sentir la punzada del hambre y se le pasó por la cabeza el fugaz pensamiento de pedirle a le repboladore si podía coger uno. Nadie más parecía querer hacerlo, por la razón que fuese, por lo que solo se quedó en un pensamiento egoísta del que avergonzarse. Quiso ser positivo también con el asunto de conseguir comida al día siguiente y ya planeaba estar atento desde muy temprano por si salían de nuevo aquellos barreños voladores.
Hablando de barreños, una vez algunas personas comenzaron a levantarse y dirigirse a diversos cuartos, Rägjynn se acercó a Damian para recordarle que tenía que bañarse antes de dormir y quizás si esperaban se haría tarde.
Una vez ese asunto estuvo resuelto con la cooperación de varias personas, lo siguiente fue elegir un camastro en el que dormir. O al menos, intentarlo. Por supuesto acompañó al niño a la habitación que habían elegido y limpiado a fondo y le alegró ver que varios decidieron hacerles compañía. Entre ellos estaba Tawar, para quien cualquier cama resultaba excesivamente grande y se hizo un rinconcito con un trapo. Se preguntaba si le repobladore estaría cómodo de esa forma y anotó mentalmente que debería preguntarle al día siguiente acerca de su forma habitual de dormir por si podían hacer algo al respecto.
Räg eligió una cama cerca de la de Damian, habiéndose cambiado sus ropas por una especie de camisola muy larga y amplia de color azul cielo que parecía adecuada para dormir y se acostó con una maraña de pensamientos que le imposibilitaba convertir en sueño el cansancio que sin duda sentía después de todo lo que habían hecho durante aquel agotador día. A él quizás no le preocupase tanto como a otros el no poder regresar en un año a Mjörne, precisamente porque no tenía nada claro que fuese a poder hacerlo. ¿Cómo iba a explicarlo? ¿Cómo iba a seguir viviendo como sanguinario sin que nadie se enterase? No se veía siquiera capaz de no confesarlo, en el fondo, pero desde luego no quería que se lo llevasen a la Isla de los Sanguinarios.
Pero en su cabeza aparecieron Skjë y Alys, y supo que sí que tenía una razón para volver aunque fuese de incógnito… Esperaba que Giz les hubiese contado algo que los dejase tranquilos y que supiesen que iba a estar fuera durante tanto tiempo. La preocupación que él sentía probablemente fuese poca cosa en comparación con la que debían estar sintiendo ellos. Realmente sí que debían haberlo sugestionado con ese humo verde… O a lo mejor no. A lo mejor solo quería huir como el cobarde que era.
Los ojos se le empañaron y volvió a repetir el gesto brusco de llevarse una mano a estos para limpiar… lo que por suerte seguía sin ser sangre. El mjöní suspiró por lo bajo y dio una vuelta en la cama. Iba a ser una noche muy larga.
—Es… es verdad, yo también recuerdo el humo verde —fue todo lo que aportó a la conversación acerca de los supuestos secuestros o no.
<<¿Armas de fuego?>>. El mjörní no sabía exactamente a qué se referían, pero sonaba fatal en su cabeza. Su curiosidad innata le hizo sopesar preguntar cómo eran, pero sospechaba que en realidad no quería saber acerca de ellas y probablemente fuese un alivio que no hubiese ninguna en el edificio.
Cuando se habló acerca de la comida y Rick recordó que Tawar había reunido algunos insectos volvió a sentir la punzada del hambre y se le pasó por la cabeza el fugaz pensamiento de pedirle a le repboladore si podía coger uno. Nadie más parecía querer hacerlo, por la razón que fuese, por lo que solo se quedó en un pensamiento egoísta del que avergonzarse. Quiso ser positivo también con el asunto de conseguir comida al día siguiente y ya planeaba estar atento desde muy temprano por si salían de nuevo aquellos barreños voladores.
Hablando de barreños, una vez algunas personas comenzaron a levantarse y dirigirse a diversos cuartos, Rägjynn se acercó a Damian para recordarle que tenía que bañarse antes de dormir y quizás si esperaban se haría tarde.
Una vez ese asunto estuvo resuelto con la cooperación de varias personas, lo siguiente fue elegir un camastro en el que dormir. O al menos, intentarlo. Por supuesto acompañó al niño a la habitación que habían elegido y limpiado a fondo y le alegró ver que varios decidieron hacerles compañía. Entre ellos estaba Tawar, para quien cualquier cama resultaba excesivamente grande y se hizo un rinconcito con un trapo. Se preguntaba si le repobladore estaría cómodo de esa forma y anotó mentalmente que debería preguntarle al día siguiente acerca de su forma habitual de dormir por si podían hacer algo al respecto.
Räg eligió una cama cerca de la de Damian, habiéndose cambiado sus ropas por una especie de camisola muy larga y amplia de color azul cielo que parecía adecuada para dormir y se acostó con una maraña de pensamientos que le imposibilitaba convertir en sueño el cansancio que sin duda sentía después de todo lo que habían hecho durante aquel agotador día. A él quizás no le preocupase tanto como a otros el no poder regresar en un año a Mjörne, precisamente porque no tenía nada claro que fuese a poder hacerlo. ¿Cómo iba a explicarlo? ¿Cómo iba a seguir viviendo como sanguinario sin que nadie se enterase? No se veía siquiera capaz de no confesarlo, en el fondo, pero desde luego no quería que se lo llevasen a la Isla de los Sanguinarios.
Pero en su cabeza aparecieron Skjë y Alys, y supo que sí que tenía una razón para volver aunque fuese de incógnito… Esperaba que Giz les hubiese contado algo que los dejase tranquilos y que supiesen que iba a estar fuera durante tanto tiempo. La preocupación que él sentía probablemente fuese poca cosa en comparación con la que debían estar sintiendo ellos. Realmente sí que debían haberlo sugestionado con ese humo verde… O a lo mejor no. A lo mejor solo quería huir como el cobarde que era.
Los ojos se le empañaron y volvió a repetir el gesto brusco de llevarse una mano a estos para limpiar… lo que por suerte seguía sin ser sangre. El mjöní suspiró por lo bajo y dio una vuelta en la cama. Iba a ser una noche muy larga.
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