Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
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- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
09/10/23, 10:00 pm
Räg respondió a su llamamiento y le hizo una oferta que no podía rechazar. ¡Claro que le ayudaría! Y, por descontado, por supuestísimo que le preguntaría cosas.
—Eso está hecho, ¡voy!
Saltó desde los muebles de la cocina y fue presto hacia el mjörní. Cuando se le subió a lo alto, se le ocurrió la primera cuestión. Y la segunda. Y la tercera. El chico no tenía ni idea del monstruo que acababa de despertar.
—¿Cómo son los árboles que dan sábanas? ¿Hay más tamaños en tu especie? ¡Cerca de mi colonia hay reptiles tan grandes como este torreón! Siempre intentan cazarnos pero somos muy cuidadosos. A veces pienso que ojalá fuera une Gigante como vosotres... Quizás si hubiera brotado del suelo cerca de vuestras colonias... ¿Vosotres también brotais del suelo?
Tawar le había disparado con velocidad aquel montón de cuestiones con la voz y la cara muy serias... y después se rió.
—Es broma, no tienes que responderme a todo, pero tengo preguntas y dudas infinitas sobre vosotres y podría pasarme horas preguntando. Me encanta veros hablar y moveros, aprendo un montón a diario.
—Eso está hecho, ¡voy!
Saltó desde los muebles de la cocina y fue presto hacia el mjörní. Cuando se le subió a lo alto, se le ocurrió la primera cuestión. Y la segunda. Y la tercera. El chico no tenía ni idea del monstruo que acababa de despertar.
—¿Cómo son los árboles que dan sábanas? ¿Hay más tamaños en tu especie? ¡Cerca de mi colonia hay reptiles tan grandes como este torreón! Siempre intentan cazarnos pero somos muy cuidadosos. A veces pienso que ojalá fuera une Gigante como vosotres... Quizás si hubiera brotado del suelo cerca de vuestras colonias... ¿Vosotres también brotais del suelo?
Tawar le había disparado con velocidad aquel montón de cuestiones con la voz y la cara muy serias... y después se rió.
—Es broma, no tienes que responderme a todo, pero tengo preguntas y dudas infinitas sobre vosotres y podría pasarme horas preguntando. Me encanta veros hablar y moveros, aprendo un montón a diario.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Sendar
12/10/23, 02:03 pm
Al final siguió barriendo solamente junto a Tawar, quien no tardó en subírsele encima. Siempre le invadía una sensación cálida al tener a le pequeñe repobladore acompañándole tan de cerca. Tawar era muy simpático y sentía que compartía bastante con elle, igual que le ocurría con Airi.
Le repobladore no tardó en realizar una ráfaga de preguntas y, aunque dijo que no hacía falta que las respondiera, Rägjynn había estado pensando en qué decirle sobre cada una de ellas mientras lo hacía, no importándole ni la cantidad ni la velocidad. Lo cierto era que el mjörní tenía bastante buena memoria y tampoco iba a ser él quien reprochase la curiosidad de otro. Se rio suavemente.
—Está bien, Tawar: te responderé lo mejor que pueda. A ver, uhm… —detuvo un momento su movimiento con la escoba para ordenar sus pensamientos y continuó al seguir hablando—. Las sábanas no salen de ningún árbol, sino de plantas… O sea, sé que los árboles son plantas, pero quiero decir plantas menos robustas y de vida más breve. Se cultivan para realizar tejidos. ¿No fabricáis vosotres ningún tipo de tejido? No sé de qué material concreto estarán hechas las del torreón, aunque se parecen bastante a las sábanas de algodón a las que estoy acostumbrado. El algodón se saca de una planta, por si no la hay en tu mundo, que tiene un fruto blanco con textura agradable.
Sentía que su explicación era insuficiente e inexacta, pero no podía decir que fuese un experto en botánica y tampoco quería saturar a le pequeñe con demasiada información. Continuó con las siguientes cuestiones que le había planteado.
—La verdad es que en Mjörne también hay reptiles de gran tamaño. Los… Jörd.
Con lo que le habían gustado aquellas serpientes marinas en el pasado se sintió extraño pronunciar un nombre que ahora le traía un recuerdo tan malo. No era culpa del animal –aunque había sido una experiencia peligrosa de todos modos, eso sí-, pero no podía evitar asociarlo a lo que más temía en ese momento; mucho más que a la ciudad. Tragó saliva y dejó de pensar en ello para simplemente explicarle un poco a Tawar acerca de aquellos fascinantes animales.
>>También son muy peligrosos para nosotros, sobre todo para los barcos… Y bueno, por supuesto hay mjörnís más altos que yo. Yo solo tengo quince años y aún creceré más. O eso espero —rio con un deje de nerviosismo que no tenía que ver con lo que estaba hablando en ese momento. Aunque la siguiente pregunta si le había causado cierta gracia—. Pero no, claro que no brotamos del suelo. Somos reptiles a fin de cuentas. Supongo que ya te lo imaginas ya que hay reptiles en tu mundo, pero nacemos de huevos que ponen nuestras madres. ¿Cómo es en vuestro caso exactamente?
La verdad es que no tenía claro de si se lo había preguntado en serio o no, pero por si acaso prefirió responder a la pregunta. A su vez, le producía mucha curiosidad entender cómo se reproduciría la especie de Tawar.
Le repobladore no tardó en realizar una ráfaga de preguntas y, aunque dijo que no hacía falta que las respondiera, Rägjynn había estado pensando en qué decirle sobre cada una de ellas mientras lo hacía, no importándole ni la cantidad ni la velocidad. Lo cierto era que el mjörní tenía bastante buena memoria y tampoco iba a ser él quien reprochase la curiosidad de otro. Se rio suavemente.
—Está bien, Tawar: te responderé lo mejor que pueda. A ver, uhm… —detuvo un momento su movimiento con la escoba para ordenar sus pensamientos y continuó al seguir hablando—. Las sábanas no salen de ningún árbol, sino de plantas… O sea, sé que los árboles son plantas, pero quiero decir plantas menos robustas y de vida más breve. Se cultivan para realizar tejidos. ¿No fabricáis vosotres ningún tipo de tejido? No sé de qué material concreto estarán hechas las del torreón, aunque se parecen bastante a las sábanas de algodón a las que estoy acostumbrado. El algodón se saca de una planta, por si no la hay en tu mundo, que tiene un fruto blanco con textura agradable.
Sentía que su explicación era insuficiente e inexacta, pero no podía decir que fuese un experto en botánica y tampoco quería saturar a le pequeñe con demasiada información. Continuó con las siguientes cuestiones que le había planteado.
—La verdad es que en Mjörne también hay reptiles de gran tamaño. Los… Jörd.
Con lo que le habían gustado aquellas serpientes marinas en el pasado se sintió extraño pronunciar un nombre que ahora le traía un recuerdo tan malo. No era culpa del animal –aunque había sido una experiencia peligrosa de todos modos, eso sí-, pero no podía evitar asociarlo a lo que más temía en ese momento; mucho más que a la ciudad. Tragó saliva y dejó de pensar en ello para simplemente explicarle un poco a Tawar acerca de aquellos fascinantes animales.
>>También son muy peligrosos para nosotros, sobre todo para los barcos… Y bueno, por supuesto hay mjörnís más altos que yo. Yo solo tengo quince años y aún creceré más. O eso espero —rio con un deje de nerviosismo que no tenía que ver con lo que estaba hablando en ese momento. Aunque la siguiente pregunta si le había causado cierta gracia—. Pero no, claro que no brotamos del suelo. Somos reptiles a fin de cuentas. Supongo que ya te lo imaginas ya que hay reptiles en tu mundo, pero nacemos de huevos que ponen nuestras madres. ¿Cómo es en vuestro caso exactamente?
La verdad es que no tenía claro de si se lo había preguntado en serio o no, pero por si acaso prefirió responder a la pregunta. A su vez, le producía mucha curiosidad entender cómo se reproduciría la especie de Tawar.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
13/10/23, 09:08 pm
¡Caracoles asados! Le repobladore no se esperaba que Räg se tomara en serio responder a todo lo que le había preguntado. Lo hizo con calma mientras limpiaban y ordenaban, aunque las labores de Tawar consistirían únicamente en ayudar a doblar, estirar o recolocar cualquier cosa más pequeña que elle.
Sí que tejían cosas en su colonia, pero no eran más que fibras que obtenían de la Flora. Aunque elle no conociera el algodón, estaba segure de que otras colonias sí lo conocerían.
—Seguro que se puede conseguir en mi tierra, si viene de plantas —rumió, pensative.
Saltó hacia abajo sin aviso y se agarró a lo alto del palo de la escoba. Trepó hasta agarrarse con sus seis extremidades y entonces empezó a "empujarlo" desde lo alto. ¡Seguro que su vaivén y su cola ayudarían al mjörní a deslizar el tallo por el suelo! Le costó sincronizarse con el ritmo del chico así que sería un poco curioso de ver inicialmente.
—¡También tenéis barcos! En mi colonia no los tenemos pero sí hay repobladores que los manejan. ¡Los vuestros deben ser enormes! ¿Y cuánto más dices que vas a crecer? ¡No vas a caber en el torreón, Räg! —se le escapó la exclamación, aunque luego cayó en la cuenta de que no podían ser tan grandes—. Bueno, en el torreón sí pero, ¿y en la cama? Creo que podríamos haceros una más grande a quienes no quepáis en un futuro —dijo, pensative otra vez. No dejaba de darle vueltas a todo lo que estaban comentando.
Sabía que los reptiles salían de huevos, pero se le hacía raro. ¿Qué harían con ellos? ¿Los cuidaría toda la tribu? Aunque... crianza aparte, había un asunto que le preocupaba bastante. Indagaría, pero primero tenía que responderle.
—Nosotres soltamos un polvillo cuando llega la época adecuada, como las esporas de algunas plantas. Cae en el suelo y poco a poco va desarrollándose otre repobladore hasta finalmente tiene que brotar por sí misme. Dependiendo de quiénes estén cerca, nos crían y educan unas u otras tribus. A mí por ejemplo me cuidaron repobladores de las montañas pero después me mudé a los bosques para ver a la Flora en todo su apogeo —le contó con nostalgia mientras su cola se balanceaba con calma. Fue un viaje digno de contar antes de irse a dormir.
>>> ¿Y vosotres? Los huevos son muy frágiles, ¿cómo los protegéis?
Sí que tejían cosas en su colonia, pero no eran más que fibras que obtenían de la Flora. Aunque elle no conociera el algodón, estaba segure de que otras colonias sí lo conocerían.
—Seguro que se puede conseguir en mi tierra, si viene de plantas —rumió, pensative.
Saltó hacia abajo sin aviso y se agarró a lo alto del palo de la escoba. Trepó hasta agarrarse con sus seis extremidades y entonces empezó a "empujarlo" desde lo alto. ¡Seguro que su vaivén y su cola ayudarían al mjörní a deslizar el tallo por el suelo! Le costó sincronizarse con el ritmo del chico así que sería un poco curioso de ver inicialmente.
—¡También tenéis barcos! En mi colonia no los tenemos pero sí hay repobladores que los manejan. ¡Los vuestros deben ser enormes! ¿Y cuánto más dices que vas a crecer? ¡No vas a caber en el torreón, Räg! —se le escapó la exclamación, aunque luego cayó en la cuenta de que no podían ser tan grandes—. Bueno, en el torreón sí pero, ¿y en la cama? Creo que podríamos haceros una más grande a quienes no quepáis en un futuro —dijo, pensative otra vez. No dejaba de darle vueltas a todo lo que estaban comentando.
Sabía que los reptiles salían de huevos, pero se le hacía raro. ¿Qué harían con ellos? ¿Los cuidaría toda la tribu? Aunque... crianza aparte, había un asunto que le preocupaba bastante. Indagaría, pero primero tenía que responderle.
—Nosotres soltamos un polvillo cuando llega la época adecuada, como las esporas de algunas plantas. Cae en el suelo y poco a poco va desarrollándose otre repobladore hasta finalmente tiene que brotar por sí misme. Dependiendo de quiénes estén cerca, nos crían y educan unas u otras tribus. A mí por ejemplo me cuidaron repobladores de las montañas pero después me mudé a los bosques para ver a la Flora en todo su apogeo —le contó con nostalgia mientras su cola se balanceaba con calma. Fue un viaje digno de contar antes de irse a dormir.
>>> ¿Y vosotres? Los huevos son muy frágiles, ¿cómo los protegéis?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Sendar
14/10/23, 04:45 pm
Le sorprendió saber que la civilización de Tawar también hacía uso de barcos y no pudo evitar preguntarse cómo serían y qué tamaño tendrían. Si estaban adaptados a una especie tan pequeña tenían que ser unas embarcaciones adorables, casi como si fuesen maquetas de gran tamaño.
No pudo evitar echarse a reír ante las exageradas estimaciones de le repobladore acerca de cuánto crecerían él o sus compañeros.
—¡No voy a crecer tanto! Y aún menos en tan poco tiempo —le aseguró entre risas—. Seguiré cabiendo en la cama. Y, bueno, no puedo decir que conozca con seguridad qué tamaño pueden alcanzar los demás, pero no creo que sea el caso tampoco.
La forma en la que Tawar se agarró a la escoba le cogió por sorpresa y tuvo que acostumbrarse a barrer de aquella forma, haciéndolo con mucho cuidado al principio pues no estaba muy seguro de que no fuese a enviarlo volando por error: parecía tan ligero que no quería arriesgarse. Aun con parte de su atención ocupada en eso, pudo escuchar la explicación a su pregunta acerca de cómo se reproducían les repobladores. Elle misme hizo la comparación con las plantas, por lo que cualquier comentario al respecto sería redundante, pero sin duda le quedaba aún más claro que su especie era alguna clase de híbrido entre planta y animal. Era verdaderamente fascinante.
—Guau, qué interesante —le dijo cuando finalizó su explicación—. No existe ninguna especie en Mjörne que haga algo parecido. Aunque cómo os cuidáis unes a otres sí me recuerda a como el Culto a la Sanación se encarga de los huérfanos como yo.
Se empezó a mover de planta para dirigirse hacia su siguiente objetivo de limpieza: adecentar el dormitorio.
>>Bueno, sí, los huevos son bastante frágiles y necesitan calor para que puedan eclosionar sin problemas. Normalmente, la madre que puso el huevo con ayuda de su pareja, o incluso más gente, se encargan de protegerlo y darle calor hasta que nazca el bebé. ¿Nunca has visto nacer a ningún reptil o ave? —preguntó con curiosidad—. Supongo que si son tan grandes y peligrosos tiene sentido que no os acerquéis… ¿Las aves y otros animales, además de los reptiles, también son gigantescos en tu mundo?
No pudo evitar echarse a reír ante las exageradas estimaciones de le repobladore acerca de cuánto crecerían él o sus compañeros.
—¡No voy a crecer tanto! Y aún menos en tan poco tiempo —le aseguró entre risas—. Seguiré cabiendo en la cama. Y, bueno, no puedo decir que conozca con seguridad qué tamaño pueden alcanzar los demás, pero no creo que sea el caso tampoco.
La forma en la que Tawar se agarró a la escoba le cogió por sorpresa y tuvo que acostumbrarse a barrer de aquella forma, haciéndolo con mucho cuidado al principio pues no estaba muy seguro de que no fuese a enviarlo volando por error: parecía tan ligero que no quería arriesgarse. Aun con parte de su atención ocupada en eso, pudo escuchar la explicación a su pregunta acerca de cómo se reproducían les repobladores. Elle misme hizo la comparación con las plantas, por lo que cualquier comentario al respecto sería redundante, pero sin duda le quedaba aún más claro que su especie era alguna clase de híbrido entre planta y animal. Era verdaderamente fascinante.
—Guau, qué interesante —le dijo cuando finalizó su explicación—. No existe ninguna especie en Mjörne que haga algo parecido. Aunque cómo os cuidáis unes a otres sí me recuerda a como el Culto a la Sanación se encarga de los huérfanos como yo.
Se empezó a mover de planta para dirigirse hacia su siguiente objetivo de limpieza: adecentar el dormitorio.
>>Bueno, sí, los huevos son bastante frágiles y necesitan calor para que puedan eclosionar sin problemas. Normalmente, la madre que puso el huevo con ayuda de su pareja, o incluso más gente, se encargan de protegerlo y darle calor hasta que nazca el bebé. ¿Nunca has visto nacer a ningún reptil o ave? —preguntó con curiosidad—. Supongo que si son tan grandes y peligrosos tiene sentido que no os acerquéis… ¿Las aves y otros animales, además de los reptiles, también son gigantescos en tu mundo?
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Sendar
14/10/23, 07:04 pm
Sin poder evitar estar con las manos vacías estuvo todo el trayecto de vuelta con una cesta en mano, apoyada en su hombro como si fuese una mochila. Se aseguraba de que nada cayese pero la ligera contundencia de la cesta le hacía feliz, eso se traducía en que seguramente era un buen botín el que estaba trasportando, para comer más y estar más grande tal y como Connor le dijo. Todo ventajas: llenaba el estómago y encima tendría un cuerpazo.
Las cenizas de la calle le hacían toser un poco de vez en cuando, estaba ligeramente molesto por ello y se preguntó de donde diablos salía tanto polvo negro. Esa sensación de tenerlo dentro de sus pulmones le recordó a esa vez que probó un cigarro del crestudo, que asco le dio. Se preguntó si los que fumaban eran inmunes a las cenizas del aire.
Todas esas preguntas en su cabeza lanzadas por la curiosidad y las conversaciones puntuales lo distraían lo suficiente como para no oír apenas los gritos que de vez en cuando aparecían de fondo. También se sentía mucho más seguro pegado al grupo, convencido que si trabajaban todos juntos nada ni nadie los molestaría.
—Frousen, hmmmmm. ¿Eso es una película? —preguntó a Ethan y Aniol por el camino justo antes de que el primero apoyase la mano en su hombro. Su sonrisa delató la ilusión que le hacía su propuesta—. ¡Ah, si! A mi me encanta cantar, lo vais a flipar cuando vaya a cantar. ¡Soy la poll- la ostia! —se corrigió al final, algo apurado de que Ethan haya escuchado un poco de esa primera palabra.
Y como si fuese un efecto contagioso, los silbidos de su compañeros impulsaron al circense a silbar un poco también su canción favorita. Intentó cantar esa primera vez cuando limpiaron el castillo pero nada rimaba, la canción no la podía cantar como siempre así que silbarla no le daba tanto coraje. ¿Quizás con los villancicos sería igual de frustrante si hacía falta cantarlos?
Ya por fin llegaron y en cuanto bajasen el puente, Damian se adelantaría un poco para dejar su cesta. Le pesaba un poco ya a mitad de camino y deseaba dejarla sobre la mesa, cosa que hizo y suspiró de alivio esperando ser discreto, no quería dar la imagen de que le costó llevarla, eso ni muerto.
—¡Ya estamos aquí Rag! —saludó a todos pero Rag era el que tuvo más cerca y se agarró al lagarto en un abrazo bien fuerte—. ¡Hola bich- Tawar! ¿Hemos tardado mucho Rag? ¡Hemos traido de todo un poquillo! ¡El sitio estaba lleno de ceniza, que ascazo coj- cojines!
Las cenizas de la calle le hacían toser un poco de vez en cuando, estaba ligeramente molesto por ello y se preguntó de donde diablos salía tanto polvo negro. Esa sensación de tenerlo dentro de sus pulmones le recordó a esa vez que probó un cigarro del crestudo, que asco le dio. Se preguntó si los que fumaban eran inmunes a las cenizas del aire.
Todas esas preguntas en su cabeza lanzadas por la curiosidad y las conversaciones puntuales lo distraían lo suficiente como para no oír apenas los gritos que de vez en cuando aparecían de fondo. También se sentía mucho más seguro pegado al grupo, convencido que si trabajaban todos juntos nada ni nadie los molestaría.
—Frousen, hmmmmm. ¿Eso es una película? —preguntó a Ethan y Aniol por el camino justo antes de que el primero apoyase la mano en su hombro. Su sonrisa delató la ilusión que le hacía su propuesta—. ¡Ah, si! A mi me encanta cantar, lo vais a flipar cuando vaya a cantar. ¡Soy la poll- la ostia! —se corrigió al final, algo apurado de que Ethan haya escuchado un poco de esa primera palabra.
Y como si fuese un efecto contagioso, los silbidos de su compañeros impulsaron al circense a silbar un poco también su canción favorita. Intentó cantar esa primera vez cuando limpiaron el castillo pero nada rimaba, la canción no la podía cantar como siempre así que silbarla no le daba tanto coraje. ¿Quizás con los villancicos sería igual de frustrante si hacía falta cantarlos?
Ya por fin llegaron y en cuanto bajasen el puente, Damian se adelantaría un poco para dejar su cesta. Le pesaba un poco ya a mitad de camino y deseaba dejarla sobre la mesa, cosa que hizo y suspiró de alivio esperando ser discreto, no quería dar la imagen de que le costó llevarla, eso ni muerto.
—¡Ya estamos aquí Rag! —saludó a todos pero Rag era el que tuvo más cerca y se agarró al lagarto en un abrazo bien fuerte—. ¡Hola bich- Tawar! ¿Hemos tardado mucho Rag? ¡Hemos traido de todo un poquillo! ¡El sitio estaba lleno de ceniza, que ascazo coj- cojines!
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
15/10/23, 01:43 pm
Connor suspiró frustrado cuando vio el contenido vacío de las cestas, y por vacío quería decir de puñeteros cigarrillos. Obviamente la comida era mucho más importante pero, ¿cómo cojones iba a aguantar tanto tiempo sin que le dieran una maldita cajetilla? Los habían secuestrado a todos desde mundos distintos, seguro que podían conseguirles unas cuántas... Aquellos pensamientos algo implorantes acabaron muriendo en su mente cuando Connor se obligó a serenarse un poco. <<No sé por qué cojones espero algo de estos cabrones...>>. Pensó enfadado.
Podía escuchar a Aniol hablar de villancicos con Ethan y Damian. Y desde luego era una distracción mejor que la que presentaba la propia ciudad. El ambiente estaba caldeado de cenizas en el aire, que habrían hecho que le costara respirar incluso a los fumadores más adictos de los Wyverns. Y esa era la parte buena. Porque aquellos putos lamentos... La primera vez que fueron a esa zona ya habían sido bastante perturbadores, y contrario a lo que había creído, seguía sin acostumbrarse a ellos. ¿Seguro que tenía facilidad para adaptarse? Estaba acostumbrado a los gritos de dolor por su vida delictiva, y no le era para nada raro escuchar lamentos ajenos cuando tenía problemas con alguien y tenía que apretarle las tuercas a base de golpes. Incluso El Wendigo, aquella carta del tarot de Szcheniak, afirmaba ser capaz de adaptarse. Pero aquello era diferente... Todo en aquella ciudad lo era. Y sinceramente no se veía capaz normalizar nunca cada sorpresa al girar la esquina. <<¿Qué cojones está pasando allí?>> Se preguntó el motero con el ceño fruncido, mientras observaba en la dirección de dónde provenían aquellos lamentos agónicos.
Una voz le arrancó de esos pensamientos, y Connor se giró mientras escuchaba a Nohlem, con un bufido, ya que le habían hecho gracia sus palabras. Vale sí, reírse de la desgracia de otros podía no estar bien visto. Pero a Connor le importaba más bien una auténtica mierda eso, y además necesitaba distraerse un poco también de aquellos gritos.
-Un día más y estaré pidiéndoles que me dejen probar la mierda que hayan tomado...- Dijo en voz baja y malhumorada. Sin embargo solo le dio tiempo a escuchar el siguiente comentario del felino, pues un grito volvió a resonar en aquel lugar. Enterrando cualquier intento de normalizar aquella situación, o de evitar ese malestar que se te metía en las entrañas y no desaparecía hasta que dejabas de escuchar esos gritos. <<Pero qué cojones pasa allí?>> Volvió a preguntarse el motero antes de coger una de las cestas y seguir a los demás.- Si, vámonos de una puta vez.-
El camino de vuelta fue tranquilo, y Connor se dedicó a observar todo a su alrededor. Desde posibles peligros hasta a sus propios compañeros. Los cuales algunos silbaban y otros estaban en silencio como él. Ya había pasado un rato desde que había comido, así que volvía a sentirse estresado y molesto con la puta vida. Finalmente llegarían al torreón sanos y salvos.
-¿Todo bien por aquí, joder?- Le preguntaría a Räg, que estaba siendo abrazado por Damian en ese momento, mientras él dejaba la cesta que había portado en la mesa junto con la maza.- No quiero hablar muy alto, pero parece que la nueva bañera es tranquila de cojones comparada con la anterior. Solo estaban esos putos gritos de fondo, otra vez.- Les informó a los de dentro con tono cansado y algo cansino.
Podía escuchar a Aniol hablar de villancicos con Ethan y Damian. Y desde luego era una distracción mejor que la que presentaba la propia ciudad. El ambiente estaba caldeado de cenizas en el aire, que habrían hecho que le costara respirar incluso a los fumadores más adictos de los Wyverns. Y esa era la parte buena. Porque aquellos putos lamentos... La primera vez que fueron a esa zona ya habían sido bastante perturbadores, y contrario a lo que había creído, seguía sin acostumbrarse a ellos. ¿Seguro que tenía facilidad para adaptarse? Estaba acostumbrado a los gritos de dolor por su vida delictiva, y no le era para nada raro escuchar lamentos ajenos cuando tenía problemas con alguien y tenía que apretarle las tuercas a base de golpes. Incluso El Wendigo, aquella carta del tarot de Szcheniak, afirmaba ser capaz de adaptarse. Pero aquello era diferente... Todo en aquella ciudad lo era. Y sinceramente no se veía capaz normalizar nunca cada sorpresa al girar la esquina. <<¿Qué cojones está pasando allí?>> Se preguntó el motero con el ceño fruncido, mientras observaba en la dirección de dónde provenían aquellos lamentos agónicos.
Una voz le arrancó de esos pensamientos, y Connor se giró mientras escuchaba a Nohlem, con un bufido, ya que le habían hecho gracia sus palabras. Vale sí, reírse de la desgracia de otros podía no estar bien visto. Pero a Connor le importaba más bien una auténtica mierda eso, y además necesitaba distraerse un poco también de aquellos gritos.
-Un día más y estaré pidiéndoles que me dejen probar la mierda que hayan tomado...- Dijo en voz baja y malhumorada. Sin embargo solo le dio tiempo a escuchar el siguiente comentario del felino, pues un grito volvió a resonar en aquel lugar. Enterrando cualquier intento de normalizar aquella situación, o de evitar ese malestar que se te metía en las entrañas y no desaparecía hasta que dejabas de escuchar esos gritos. <<Pero qué cojones pasa allí?>> Volvió a preguntarse el motero antes de coger una de las cestas y seguir a los demás.- Si, vámonos de una puta vez.-
El camino de vuelta fue tranquilo, y Connor se dedicó a observar todo a su alrededor. Desde posibles peligros hasta a sus propios compañeros. Los cuales algunos silbaban y otros estaban en silencio como él. Ya había pasado un rato desde que había comido, así que volvía a sentirse estresado y molesto con la puta vida. Finalmente llegarían al torreón sanos y salvos.
-¿Todo bien por aquí, joder?- Le preguntaría a Räg, que estaba siendo abrazado por Damian en ese momento, mientras él dejaba la cesta que había portado en la mesa junto con la maza.- No quiero hablar muy alto, pero parece que la nueva bañera es tranquila de cojones comparada con la anterior. Solo estaban esos putos gritos de fondo, otra vez.- Les informó a los de dentro con tono cansado y algo cansino.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
15/10/23, 04:10 pm
Por un lado sintió alivio ante las expectativas de crecimiento del chico... pero por otro se llevó cierta desilusión. ¿No había Más Gigantes dentro de les Gigantes? ¿Solo tendrían el tamaño de jóvenes como Aniol y Damian, y después el progreso hacia la adultez un poco más? «Entonces no sois taaaan Gigantes...»
También pudo satisfacer sus dudas ante los cuidados y la crianza. En efecto, nunca había visto cómo funcionaba la puesta de huevos de los reptiles de su tierra. Le habían aterrado tanto los adultos que no se había interesado ni aventurado tan lejos de la colonia como para preguntar o presenciarlo por su cuenta. Pero le gustó saber que en el caso de les mjörnís cuidaban entre elles de sus huevos hasta el nacimiento de sus bebés.
—Es casi como tener a un grupo de repobladores encima del suelo donde está formándose otre repobladore... ¡y entonces recibirle y cuidarle al brotar! ¡Qué bonito! Me gusta. Me sentí algo perdide cuando broté yo hasta que di con elles. Quizá habría sido más acogedor ver caras familiares nada más salir del suelo... —suspiró, de nuevo presa de la nostalgia—. Y sí, todo es gigantesco en nuestra tierra y da mucho miedo, por eso nunca he visto algo así. En comparación, nosotres somos diminutes y hay algunas especies pequeñas de insectos que son los que podemos cazar... pero incluso estos últimos tienen sus variantes enormes. No sé si podría llevaros a mi casa, la verdad. Podríais pisar la colonia sin daros cuenta y los depredadores os verían demasiado rápido...
Siguieron charlando de sus dudas y curiosidades mientras limpiaban, según avanzaba la mañana, hasta que escucharon al grupo llamar desde el exterior. Fueron a recibirles, Tawar de nuevo en el hombro de Räg. Movía la cola con inquietud, deseando que estuvieran todes bien. El barrio al que habían ido le desagradaba ya que le recordaba a las zonas que había calcinado el último incendio, y por tanto le preocupaba mucho más que el otro donde les habían atacado los roedores gigantes. No era racional, pero no podía evitar la relación "fuego = peligro". Y aun así, las palabras del grandullón le tranquilizaron de golpe. Si les Gigantes que más fieros le parecían podían hablar así de una expedición por la ciudad... no le costaría creerles.
Le llamó la atención la forma en que Damian se corrigió al hablar, pero le alegró ver que había omitido "bicho" y el taco para cambiarlo por su nombre y lo segundo por algo menos vulgar. No diría nada, pero se imaginaba que les mayores habrían tenido que ver, y sonreía al mirarles mientras entraban y dejaban las cosas.
—¡Bienvenides, bendecides por la Flora! ¡Qué alegría traes, Damian! Asumo que ha ido todo estupendamente —saludó y se rió, contagiade por el chico que se había abrazado a Räg—. A mí tampoco me gusta el recuerdo al fuego que me trae ese barrio, pero menos mal que siempre está la cosa tan tranquila como dices, Connor.
También pudo satisfacer sus dudas ante los cuidados y la crianza. En efecto, nunca había visto cómo funcionaba la puesta de huevos de los reptiles de su tierra. Le habían aterrado tanto los adultos que no se había interesado ni aventurado tan lejos de la colonia como para preguntar o presenciarlo por su cuenta. Pero le gustó saber que en el caso de les mjörnís cuidaban entre elles de sus huevos hasta el nacimiento de sus bebés.
—Es casi como tener a un grupo de repobladores encima del suelo donde está formándose otre repobladore... ¡y entonces recibirle y cuidarle al brotar! ¡Qué bonito! Me gusta. Me sentí algo perdide cuando broté yo hasta que di con elles. Quizá habría sido más acogedor ver caras familiares nada más salir del suelo... —suspiró, de nuevo presa de la nostalgia—. Y sí, todo es gigantesco en nuestra tierra y da mucho miedo, por eso nunca he visto algo así. En comparación, nosotres somos diminutes y hay algunas especies pequeñas de insectos que son los que podemos cazar... pero incluso estos últimos tienen sus variantes enormes. No sé si podría llevaros a mi casa, la verdad. Podríais pisar la colonia sin daros cuenta y los depredadores os verían demasiado rápido...
Siguieron charlando de sus dudas y curiosidades mientras limpiaban, según avanzaba la mañana, hasta que escucharon al grupo llamar desde el exterior. Fueron a recibirles, Tawar de nuevo en el hombro de Räg. Movía la cola con inquietud, deseando que estuvieran todes bien. El barrio al que habían ido le desagradaba ya que le recordaba a las zonas que había calcinado el último incendio, y por tanto le preocupaba mucho más que el otro donde les habían atacado los roedores gigantes. No era racional, pero no podía evitar la relación "fuego = peligro". Y aun así, las palabras del grandullón le tranquilizaron de golpe. Si les Gigantes que más fieros le parecían podían hablar así de una expedición por la ciudad... no le costaría creerles.
Le llamó la atención la forma en que Damian se corrigió al hablar, pero le alegró ver que había omitido "bicho" y el taco para cambiarlo por su nombre y lo segundo por algo menos vulgar. No diría nada, pero se imaginaba que les mayores habrían tenido que ver, y sonreía al mirarles mientras entraban y dejaban las cosas.
—¡Bienvenides, bendecides por la Flora! ¡Qué alegría traes, Damian! Asumo que ha ido todo estupendamente —saludó y se rió, contagiade por el chico que se había abrazado a Räg—. A mí tampoco me gusta el recuerdo al fuego que me trae ese barrio, pero menos mal que siempre está la cosa tan tranquila como dices, Connor.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
15/10/23, 07:20 pm
Sonrió con calidez ante la forma de expresar de Tawar cómo había interpretado elle el nacimiento de un mjörní.
—Nunca lo habría expresado así, pero me gusta tu forma de verlo. Sí que tiene que ser desconcertante nacer sin que haya nadie alrededor… Bueno, supongo, no es que pueda recordar nada del momento en el que nací…
Una breve bajada de tensión le advirtió de que no era buena idea continuar hablando sobre ese tema. Räg se sobresaltó a sí mismo con lo que era apenas un amasijo abstracto de pensamiento intrusivo que venía de lo más profundo del cajón desastre de su mente. Se obligó a centrarse en la voz de le repobladore. ¿Qué era lo que le había inquietado tanto de una conversación como esa? Nunca se había sentido particularmente mal por el hecho de ser huérfano, ni le importaba hablar sobre ello.
—Ah… Sí, claro, si todos vuestros depredadores son enormes es lógico que tengáis que tener mucho cuidado —empezó a responder con algo de torpeza, pero recuperando enseguida el hilo de la conversación—. Debe de ser difícil, ¡pero si habéis logrado prosperar como especie quiere decir que os las apañáis muy bien a pesar de todo!
La idea de poder visitar un mundo tan fascinante como el de Tawar se le antojaba muy apetecible, pero no solo se trataba de los posibles problemas que había expuesto le repobladore: simplemente no sabían si era posible, para empezar. Contuvo un suspiro, pero no llegó a decir nada al respecto salvo asentir, pues escuchó en ese momento que el grupo regresaba. Se asomó rápidamente a una ventana.
—¡Son ellos! Vamos a bajar el puente.
El mjörní dejó rápidamente la sábana que tenía en las manos sobre la cama y descendió dos pisos para manipular el mecanismo.
Una vez de vuelta ante la puerta del torreón echó un vistazo rápido con preocupación, pero enseguida le recibió un fuerte abrazo de Damian, el cual correspondió sonriendo contento: las palabras del niño evidenciaban que no había sucedido nada malo.
—¡Qué va: habéis sido muy rápidos! —respondió al niño—. Gracias por vuestro esfuerzo —. A continuación asintió a la pregunta de Connor—. Todo bien aquí. Parece que en vuestro caso también… exceptuando el tema de la ceniza y esos gritos espeluznantes, claro —se permitió bromear un poco ya que no había nada que lamentar.
—Nunca lo habría expresado así, pero me gusta tu forma de verlo. Sí que tiene que ser desconcertante nacer sin que haya nadie alrededor… Bueno, supongo, no es que pueda recordar nada del momento en el que nací…
Una breve bajada de tensión le advirtió de que no era buena idea continuar hablando sobre ese tema. Räg se sobresaltó a sí mismo con lo que era apenas un amasijo abstracto de pensamiento intrusivo que venía de lo más profundo del cajón desastre de su mente. Se obligó a centrarse en la voz de le repobladore. ¿Qué era lo que le había inquietado tanto de una conversación como esa? Nunca se había sentido particularmente mal por el hecho de ser huérfano, ni le importaba hablar sobre ello.
—Ah… Sí, claro, si todos vuestros depredadores son enormes es lógico que tengáis que tener mucho cuidado —empezó a responder con algo de torpeza, pero recuperando enseguida el hilo de la conversación—. Debe de ser difícil, ¡pero si habéis logrado prosperar como especie quiere decir que os las apañáis muy bien a pesar de todo!
La idea de poder visitar un mundo tan fascinante como el de Tawar se le antojaba muy apetecible, pero no solo se trataba de los posibles problemas que había expuesto le repobladore: simplemente no sabían si era posible, para empezar. Contuvo un suspiro, pero no llegó a decir nada al respecto salvo asentir, pues escuchó en ese momento que el grupo regresaba. Se asomó rápidamente a una ventana.
—¡Son ellos! Vamos a bajar el puente.
El mjörní dejó rápidamente la sábana que tenía en las manos sobre la cama y descendió dos pisos para manipular el mecanismo.
Una vez de vuelta ante la puerta del torreón echó un vistazo rápido con preocupación, pero enseguida le recibió un fuerte abrazo de Damian, el cual correspondió sonriendo contento: las palabras del niño evidenciaban que no había sucedido nada malo.
—¡Qué va: habéis sido muy rápidos! —respondió al niño—. Gracias por vuestro esfuerzo —. A continuación asintió a la pregunta de Connor—. Todo bien aquí. Parece que en vuestro caso también… exceptuando el tema de la ceniza y esos gritos espeluznantes, claro —se permitió bromear un poco ya que no había nada que lamentar.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
16/10/23, 05:33 pm
El resto del grupo parecía tan entusiasmado por quedarse en aquel lugar como él mismo y pronto las cestas estuvieron repartidas y el grupo emprendió la vuelta.
Si bien Colmillo estaba encantado de que, a diferencia de la primera salida, no hubieran tenido ningún incidente, vagamente se preguntó si realmente la posibilidad de enfrentarse a los bichos con pinchos era peor que tener que escuchar aquellos aullidos y gemidos de dolor. "Como si no tuviera material suficiente para putas pesadillas" pensó mientras no dejaba de lanzar la vista atrás, contínuamente esperando ver alguna amenaza que les estuviera persiguiendo, pero deseando con todo lo que tenía que no fuera así.
Cuanto más se alejaban del lugar y los aullidos se iban perdiendo en la lejanía, Colmillo iba espaciando sus miradas hacia sus espaldas, hasta que ya apenas lo hacía, lo que le permitió fijarse en Airi a su lado. Y por un momento pensó en ofrecer su ayuda, ya que al ver que usaba la vara para llevar la cesta le dio la sensación de que quizás no podía del todo con ella, pero luego se avergonzó un poco al darse cuenta de que él tampoco sería capaz de llevar las dos cestas a la vez. En absoluto tenía la fuerza que parecía sobrarles a Kalna y Connor. Y además en realidad Airi parecía estárselas arreglando bastante bien.
Aunque la vuelta no se le hizo más larga que la ida, Colmillo no pudo evitar soltar de golpe y alivio todo el aire que ni se había dado cuenta que había estado reteniendo al ver de nuevo el torreón, el cual parecía haberse convertido rápidamente en un sinónimo de seguridad.
Al entrar, el vittya saludó rápidamente a Räg y Tawar, todavía con la mente algo entumecida por los siniestros sonidos de aquel lugar, y no perdió el tiempo en dejar su cesta sobre la mesa de la cocina para poder comenzar a sacar comida y clasificarla.
-Joder, especias. Mi cesta favorita -murmuró mientras sacaba los susodichos paquetitos, encantado con la apetitosa mezcla de olores, incluso esforzándose para diferenciar unos de otros-. Aquí hay algo de mi mundo fijo.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Sendar
16/10/23, 07:45 pm
Mantuvo su mente distraída con su canción, sin sacrificar el estar atento al paisaje o a cualquier cosa que se pudiera mover entre los rotos y las esquinas de las calles vacías. A fin de cuentas una cosa era abstraerse de sus nervios y otra aislarse de la realidad. Las palabras no rimaban, así que como si de un puzzle se tratase las sacudió y reordenó, buscando sinónimos que encajasen en el esqueleto de la melodía, un trabajo inútil cuando su atención estaba en todo y nada a la vez. Al final se limitó a oír silbar a otros, aguardando pacientemente su turno para hacerlo con cualquier tonada de su mundo sin que se solapasen como cuatro radios encendidas a la vez. Los gritos cada vez más distantes, el viejo silencio y la seguridad del torreón un pasito más cerca no le hacían confiar, más bien querer andar más rápido.
La puerta se le antojó tan ruidosa que cuando el mecanismo empezó a sonar Nohlem no despegó la vista de detrás suya. Harían falta muchos más días de calma chicha para que olvidase el monstruo que habían visto en ese mismo lugar. Entró prácticamente de espaldas, como si por tener un par de ojos atentos nada se atreviese a salir a la luz. Por lo menos así fue.
—Hogar, cutre hogar —resopló quitándose el arco y el carcaj del hombro, dejándolos colgados del respaldo de una silla. Había resultado casi tan útil como él—. No hemos visto nada. Literalmente nada —informó. No sabía si esa noticia le gustaba o no.
Se acercó a Schecheniak (cada vez estaba un poquito más cerca de decir bien su nombre, estaba seguro) para ayudarle a sacar cosas y saciar su curiosidad por el contenido esta vez. Sus orejas se agacharon ligeramente ante lo dicho por Connor, con una levísima mueca de desagrado, y es que Nohlem creía demasiado en el poder de las palabras. Congratularse estaba bien, pero era simple cuestión de tiempo que algo malo pasase. Un sitio calcinado en el que nada crece, sin un mísero árbol, fuera muerto o no, a todo lo que daban sus ojos, con llantos anclados en el tiempo… era la pesadilla varmana perfecta. Suspiró por la nariz, como si al expulsar el aire pudiera expulsar también sus males.
—También hay más melocotones —rió con sorna, suavemente, al sacar dos piezas de la dichosa fruta—. Santos, no sé que pasa que ahora los huelo antes que el resto de frutas —pilló uno de los paquetes que había dejado Colmillo para acercárselo al morro, limpiando así del olor dulzón que ya tan manido tenía—. Hmmm, ¡mejor!
La puerta se le antojó tan ruidosa que cuando el mecanismo empezó a sonar Nohlem no despegó la vista de detrás suya. Harían falta muchos más días de calma chicha para que olvidase el monstruo que habían visto en ese mismo lugar. Entró prácticamente de espaldas, como si por tener un par de ojos atentos nada se atreviese a salir a la luz. Por lo menos así fue.
—Hogar, cutre hogar —resopló quitándose el arco y el carcaj del hombro, dejándolos colgados del respaldo de una silla. Había resultado casi tan útil como él—. No hemos visto nada. Literalmente nada —informó. No sabía si esa noticia le gustaba o no.
Se acercó a Schecheniak (cada vez estaba un poquito más cerca de decir bien su nombre, estaba seguro) para ayudarle a sacar cosas y saciar su curiosidad por el contenido esta vez. Sus orejas se agacharon ligeramente ante lo dicho por Connor, con una levísima mueca de desagrado, y es que Nohlem creía demasiado en el poder de las palabras. Congratularse estaba bien, pero era simple cuestión de tiempo que algo malo pasase. Un sitio calcinado en el que nada crece, sin un mísero árbol, fuera muerto o no, a todo lo que daban sus ojos, con llantos anclados en el tiempo… era la pesadilla varmana perfecta. Suspiró por la nariz, como si al expulsar el aire pudiera expulsar también sus males.
—También hay más melocotones —rió con sorna, suavemente, al sacar dos piezas de la dichosa fruta—. Santos, no sé que pasa que ahora los huelo antes que el resto de frutas —pilló uno de los paquetes que había dejado Colmillo para acercárselo al morro, limpiando así del olor dulzón que ya tan manido tenía—. Hmmm, ¡mejor!
- ♪♫♬:
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
16/10/23, 09:51 pm
El resto fue tomando las demás cestas y mientras tanto Kalna le pasó el mapa. Rick lo tomó al momento y fue ojeando los añadidos mientras terminaban de prepararse. No muy numerosos, pero eran importantes aún así. Cualquier avance era bienvenido en ese momento.
Durante el camino de vuelta el neoyorquino estuvo concentrado en el papel que tenía delante, mirando a su alrededor por si podía añadir alguna calle que se pudiera haber escapado o continuar alguna de las que ya había apuntado la libense. Entre eso, el tarareo mental y el coro de silbidos de villancicos y canciones Disney que venía de más adelante en el grupo, consiguió dejar en segundo plano los gritos que les acompañaron hasta que salieron de aquel extraño barrio. En cuanto dejó de oírlos en la lejanía suspiro algo más tranquilo, siguiendo en su labor. Para cuando se fueron acercando al torreón, el mapa no había cambiado demasiado desde que se lo había dado. El camino que habían tomado fue casi el mismo que a la ida, así que solo consiguió añadir unas cuantas calles sueltas y alguna que otra bifurcación.
Aunque estar observando las ruinas le permitió fijarse en cierto detalles entre los escombros. En algunas casas por las que pasaban todavía podía verse, en algunas mejor que en otras, lo que parecían escudos de armas en el marco tallados en lo que habría sido el marco de la entrada en el pasado. Algunos elementos estaban desdibujados de la piedra, pero en los pocos que Rick vio parecía que siempre se repetía un círculo. Podía estar flanqueado con gárgolas, espadas o lo que fuera, pero el círculo estaba en el centro en todo momento. Por curiosidad, se acercaba sin separarse en el grupo cada vez que pasaban por uno y en uno de los últimos encontró una posible respuesta a su repetición. El escudo conservaba un rastro de pintura y el orbe central estaba en rojo, con alguna mancha más oscura desperdigada. -(¿Podría ser la Luna Roja de la que hablaban? Desde luego si marcan el tiempo con ella parece lo suficientemente importante para que la pongan aquí)- teorizó mientras caminaban.
En cuanto estuvieron delante del torreón llamaron y no tardaron en entrar. Saludó a Räg y a Tawar en cuanto los vio y antes de unirse a la conversación fue a dejar su cesta en la cocina y el sable a un lado que no molestara para ir a bajarlo luego a la armería. Que Damian estuviera midiendo sus palabras le dejó perplejo. Fuera el mjörní, Ethan, Nohlem o cualquier otro el que lo hubiera conseguido, desde luego tenía toda su admiración. -(Ya creía que iba a ser una causa perdida que parara de soltar tacos)- pensó divertido.
-Pues sí, todo bien- respondió tanto a le repobladore como a Rägjynn. Mirando a éste último, de brazos cruzados y con una leve sonrisa tranquila siguió: -Estará más lejos y es innegable que da mal rollo, pero de momento es mucho más seguro que el otro punto.- El chico esperaba que se mantuviera así y, aunque aún era pronto para estar seguros, empezaba a confiar en ello. Escuchó como Szczenyak y Nohlem iban revisando los suministros que tenían y se le arrugó un poco la cara en cuanto escuchó la palabra melocotón. -No hay manera de que nos libremos de ellos, ¿eh?- bromeó en voz baja echando un vistazo hacia la cocina, con un pequeñísmo tinte de hastío en la voz que en el fondo era verdadero.
Durante el camino de vuelta el neoyorquino estuvo concentrado en el papel que tenía delante, mirando a su alrededor por si podía añadir alguna calle que se pudiera haber escapado o continuar alguna de las que ya había apuntado la libense. Entre eso, el tarareo mental y el coro de silbidos de villancicos y canciones Disney que venía de más adelante en el grupo, consiguió dejar en segundo plano los gritos que les acompañaron hasta que salieron de aquel extraño barrio. En cuanto dejó de oírlos en la lejanía suspiro algo más tranquilo, siguiendo en su labor. Para cuando se fueron acercando al torreón, el mapa no había cambiado demasiado desde que se lo había dado. El camino que habían tomado fue casi el mismo que a la ida, así que solo consiguió añadir unas cuantas calles sueltas y alguna que otra bifurcación.
Aunque estar observando las ruinas le permitió fijarse en cierto detalles entre los escombros. En algunas casas por las que pasaban todavía podía verse, en algunas mejor que en otras, lo que parecían escudos de armas en el marco tallados en lo que habría sido el marco de la entrada en el pasado. Algunos elementos estaban desdibujados de la piedra, pero en los pocos que Rick vio parecía que siempre se repetía un círculo. Podía estar flanqueado con gárgolas, espadas o lo que fuera, pero el círculo estaba en el centro en todo momento. Por curiosidad, se acercaba sin separarse en el grupo cada vez que pasaban por uno y en uno de los últimos encontró una posible respuesta a su repetición. El escudo conservaba un rastro de pintura y el orbe central estaba en rojo, con alguna mancha más oscura desperdigada. -(¿Podría ser la Luna Roja de la que hablaban? Desde luego si marcan el tiempo con ella parece lo suficientemente importante para que la pongan aquí)- teorizó mientras caminaban.
En cuanto estuvieron delante del torreón llamaron y no tardaron en entrar. Saludó a Räg y a Tawar en cuanto los vio y antes de unirse a la conversación fue a dejar su cesta en la cocina y el sable a un lado que no molestara para ir a bajarlo luego a la armería. Que Damian estuviera midiendo sus palabras le dejó perplejo. Fuera el mjörní, Ethan, Nohlem o cualquier otro el que lo hubiera conseguido, desde luego tenía toda su admiración. -(Ya creía que iba a ser una causa perdida que parara de soltar tacos)- pensó divertido.
-Pues sí, todo bien- respondió tanto a le repobladore como a Rägjynn. Mirando a éste último, de brazos cruzados y con una leve sonrisa tranquila siguió: -Estará más lejos y es innegable que da mal rollo, pero de momento es mucho más seguro que el otro punto.- El chico esperaba que se mantuviera así y, aunque aún era pronto para estar seguros, empezaba a confiar en ello. Escuchó como Szczenyak y Nohlem iban revisando los suministros que tenían y se le arrugó un poco la cara en cuanto escuchó la palabra melocotón. -No hay manera de que nos libremos de ellos, ¿eh?- bromeó en voz baja echando un vistazo hacia la cocina, con un pequeñísmo tinte de hastío en la voz que en el fondo era verdadero.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
17/10/23, 01:42 pm
¿Quién no había oído hablar del PTSD? Películas donde ex militares sufrían ataques de pánico ante fuegos artificiales o globos explotando, arranques de ira, depresión, montajes espectaculares donde ambas escenas se fundían en una… Muy cinemático y vistoso para una realidad que a veces se tomaba la molestia de ser más sutil e igual de hiriente. Ethan ya había vivido ese tipo de arranques, perder la noción de la realidad tras unos recuerdos lúcidos, pero a veces no hacía falta un gran acontecimiento para que estos revivieran, a veces una mala noche, un poco de estrés o la mala fortuna de un silencio alargado servía para llamarlos con la lentitud y la calma de quien veía avanzar al lobo hacía su madriguera.
Pisadas suaves en las que uno solo encontraba el peligro por experiencia. Siguió silbando cuando el primer ruido llegó como un eco lejano de advertencia, el runrún de gritos que daban pasó a un sonido insistente y repetitivo, un pitido que se sumía perfectamente como si fuera un decorado más de aquella obra teatral tan macabra.
La alarma de un coche que había sido disparada.
No había fogonazos de luz, ni choques estridentes, solo el repiqueteo malsonante y oxidado de algo que no estaba funcionando correctamente. Golpeaba en la parte trasera de su cabeza, como un martilleo constante que volvía complicado el seguir tarareando, al poco, cuando fue ganando sonoridad tuvo que parar. Por suerte tener la atención absorbida le impedía que el exterior pudiera preocupar tanto como había hecho a la ida, ahora solo se concentraba en una cosa y era en respirar correctamente.
Inspirar por la nariz y exhalar por una boca apenas abierta para no delatar como se encontraba. Tratando de recuperar la calma para que las pulsaciones de su corazón volvieran a un ritmo normal. Lo sabía, su lado racional lo sabía, se lo repetía tantas veces como fuera posible, un bucle interno que se repetía igual que aquel contra el que quería competir.
¨No es real, estás bien porque no es real, lo sabes. No es real, estas bien.¨
El control llegó tan despacio como la lentitud con la que se movía por culpa de una pierna que cada vez quería colaborar menos. Iba de los últimos, un margen idóneo para buscar distracciones. Los pequeños eran la más cercana y la más cálida, compañía que agradecía en el silencio con el que curaba sus males. Si le dirigían la mirada les dedicaba sonrisas afables, una tranquilidad falsa pues los ruidos del exterior estaban enmudecidos ante una alarma horrorosamente fuerte.
El torreón fue como un hogar añorado, el reencuentro con la única seguridad que tenían en ese sitio. Entró de los últimos con una cojera leve y el leve picor en su sien, el sonido volvía a estar de fondo por ello trató de ignorarlo para disfrutar de la cotidianidad de la escena.
Saludo a Rag al pasar, apenas una mano alzada y se dirigió hacía la comida. Seguir el flujo de las conversaciones era confuso así que prefirió quedarse aislado mientras iba colocando los alimentos que sus compañeros sacaban de las cestas. Escuchaba y a la vez no, perdido entre dos mundos con la energía positiva de quien sabía que era algo pasajero, que pronto su mente volvería a guardar silencio y sus latidos serían de nuevo armoniosos. Hasta entonces, haría lo posible por seguir actuando con normalidad, por mantenerse cuerdo en una batalla que podía ganar sólo con tranquilidad y paciencia.
Pisadas suaves en las que uno solo encontraba el peligro por experiencia. Siguió silbando cuando el primer ruido llegó como un eco lejano de advertencia, el runrún de gritos que daban pasó a un sonido insistente y repetitivo, un pitido que se sumía perfectamente como si fuera un decorado más de aquella obra teatral tan macabra.
La alarma de un coche que había sido disparada.
No había fogonazos de luz, ni choques estridentes, solo el repiqueteo malsonante y oxidado de algo que no estaba funcionando correctamente. Golpeaba en la parte trasera de su cabeza, como un martilleo constante que volvía complicado el seguir tarareando, al poco, cuando fue ganando sonoridad tuvo que parar. Por suerte tener la atención absorbida le impedía que el exterior pudiera preocupar tanto como había hecho a la ida, ahora solo se concentraba en una cosa y era en respirar correctamente.
Inspirar por la nariz y exhalar por una boca apenas abierta para no delatar como se encontraba. Tratando de recuperar la calma para que las pulsaciones de su corazón volvieran a un ritmo normal. Lo sabía, su lado racional lo sabía, se lo repetía tantas veces como fuera posible, un bucle interno que se repetía igual que aquel contra el que quería competir.
¨No es real, estás bien porque no es real, lo sabes. No es real, estas bien.¨
El control llegó tan despacio como la lentitud con la que se movía por culpa de una pierna que cada vez quería colaborar menos. Iba de los últimos, un margen idóneo para buscar distracciones. Los pequeños eran la más cercana y la más cálida, compañía que agradecía en el silencio con el que curaba sus males. Si le dirigían la mirada les dedicaba sonrisas afables, una tranquilidad falsa pues los ruidos del exterior estaban enmudecidos ante una alarma horrorosamente fuerte.
El torreón fue como un hogar añorado, el reencuentro con la única seguridad que tenían en ese sitio. Entró de los últimos con una cojera leve y el leve picor en su sien, el sonido volvía a estar de fondo por ello trató de ignorarlo para disfrutar de la cotidianidad de la escena.
Saludo a Rag al pasar, apenas una mano alzada y se dirigió hacía la comida. Seguir el flujo de las conversaciones era confuso así que prefirió quedarse aislado mientras iba colocando los alimentos que sus compañeros sacaban de las cestas. Escuchaba y a la vez no, perdido entre dos mundos con la energía positiva de quien sabía que era algo pasajero, que pronto su mente volvería a guardar silencio y sus latidos serían de nuevo armoniosos. Hasta entonces, haría lo posible por seguir actuando con normalidad, por mantenerse cuerdo en una batalla que podía ganar sólo con tranquilidad y paciencia.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
18/10/23, 01:51 pm
A medida que se alejaban del barrio y tenían la suerte de no encontrarse ningún animal, Airi consiguió relajarse un poco. Aunque no podía olvidar los lamentos tenebrosos, las canciones improvisadas por parte de sus compañeros le trajeron recuerdos de su propia tribu, donde la música era esencial para amenizar los viajes largos o las tardes aburridas.
Al desconocer las melodías no pudo unirse, y tampoco quiso interrumpir con conversaciones, por lo que divagaba en su cabeza mientras observaba con cautela el entorno. Le daba seguridad pensar que aquella ruta pudiese estar libre de animales, y que solo necesitaban aprender más sobre la fauna local. Esa podía ser una de las pruebas que les habían puesto, ya que le recordaba a las moralejas de los libros de aventuras: el camino que parecía más fácil estaba plagado de monstruos y el más largo y siniestro era, en realidad, la respuesta correcta.
Cuando vieron el torreón en la distancia y cuando ya vio bajándose el puente Airi sintió que volvía a la normalidad. Aquella rutina era algo a lo que aún tenía que acostumbrarse, y el miedo no iba a desaparecer, pero por ahora habían llegado con comida un día más y no tenían que pensar en salir de inmediato de su refugio.
Airi devolvió los saludos de bienvenida con una sonrisa mientras apoyaba su cesta con todas las demás.
—Hemos vuelto a tener suerte —dijo, junto con sus compañeros. Solo por eso ya habían tardado poco, aunque el paseo hubiese sido largo.
En vez de mirar el contenido de las cestas, que más o menos podía imaginarse, decidió bajar su vara a la armería, y ofrecería hacer lo mismo con el arma de cualquiera que estuviese ocupado con otra cosa.
No quería entretenerse mucho abajo, pero al estar allí recordó lo que quería hacer esa mañana. Se dirigió al arcón lleno de cristales extraños y, usando su camiseta para llevarlos, tomó un puñado generoso con cuidado de no cortarse. A diferencia de los cristales que conocía bien, aquellos tenían aristas afiladas. Solo por eso ya le quedaba claro que no eran de manufactura sanaí, pero no se tranquilizaría hasta examinarlos.
Buscó una mesa libre donde dejar todos los cristales y cogió uno solo en la mano, marchándose con él hacia la tronera más próxima.
—Perdonad que deje esto por aquí, tengo que comprobar una cosa. Y tened cuidado, que están afilados —dijo al pasar.
Cuando examinó el cristal a través de la luz, vio más claro lo que creía haber notado bajo su superficie: parecían tener algún tipo de circuito. Había surcos bajo su superficie, lo que le daba a entender que seguramente tenía más de un elemento en su composición. ¿Para qué? Eso sí que no podía determinarlo. Incluso si fuesen cristales similares a los que usaba su pueblo, no tenían el artefacto que los hiciera funcionar pero… ¿podía ser encontrarlo otro tipo de prueba para ellos?
Al desconocer las melodías no pudo unirse, y tampoco quiso interrumpir con conversaciones, por lo que divagaba en su cabeza mientras observaba con cautela el entorno. Le daba seguridad pensar que aquella ruta pudiese estar libre de animales, y que solo necesitaban aprender más sobre la fauna local. Esa podía ser una de las pruebas que les habían puesto, ya que le recordaba a las moralejas de los libros de aventuras: el camino que parecía más fácil estaba plagado de monstruos y el más largo y siniestro era, en realidad, la respuesta correcta.
Cuando vieron el torreón en la distancia y cuando ya vio bajándose el puente Airi sintió que volvía a la normalidad. Aquella rutina era algo a lo que aún tenía que acostumbrarse, y el miedo no iba a desaparecer, pero por ahora habían llegado con comida un día más y no tenían que pensar en salir de inmediato de su refugio.
Airi devolvió los saludos de bienvenida con una sonrisa mientras apoyaba su cesta con todas las demás.
—Hemos vuelto a tener suerte —dijo, junto con sus compañeros. Solo por eso ya habían tardado poco, aunque el paseo hubiese sido largo.
En vez de mirar el contenido de las cestas, que más o menos podía imaginarse, decidió bajar su vara a la armería, y ofrecería hacer lo mismo con el arma de cualquiera que estuviese ocupado con otra cosa.
No quería entretenerse mucho abajo, pero al estar allí recordó lo que quería hacer esa mañana. Se dirigió al arcón lleno de cristales extraños y, usando su camiseta para llevarlos, tomó un puñado generoso con cuidado de no cortarse. A diferencia de los cristales que conocía bien, aquellos tenían aristas afiladas. Solo por eso ya le quedaba claro que no eran de manufactura sanaí, pero no se tranquilizaría hasta examinarlos.
Buscó una mesa libre donde dejar todos los cristales y cogió uno solo en la mano, marchándose con él hacia la tronera más próxima.
—Perdonad que deje esto por aquí, tengo que comprobar una cosa. Y tened cuidado, que están afilados —dijo al pasar.
Cuando examinó el cristal a través de la luz, vio más claro lo que creía haber notado bajo su superficie: parecían tener algún tipo de circuito. Había surcos bajo su superficie, lo que le daba a entender que seguramente tenía más de un elemento en su composición. ¿Para qué? Eso sí que no podía determinarlo. Incluso si fuesen cristales similares a los que usaba su pueblo, no tenían el artefacto que los hiciera funcionar pero… ¿podía ser encontrarlo otro tipo de prueba para ellos?
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
18/10/23, 10:29 pm
Sus pasos firmes no tardaron en adecuarse a la marcha militar que sonaba en su cabeza, con el cuerpo lleno del ímpetu de unos tambores fantasma que casi hacían olvidar que tenía un dedo roto y que no iba a luchar gloriosamente por el Imperio ni por ella misma. De hecho, era mejor si no les atacaba nada y podían volver a casa sin mayores problemas, y por eso iba mirando cada encrucijada y cada callejón, por si acaso había alguna alimaña o alguna prueba esperando. A veces miraba también las paredes, como si el monstruo de sombra fuese a deslizarse por alguna.
Otros sí habían optado por silbar, cantar o tararear en alto, y no pudo evitar prestar atención a una música que sonaba muy distinta a lo que ella conocía. Todos sus mundos eran muy diversos, y lo lógico era que la música lo fuera también, pero una cosa era la teoría y otra cosa el escucharla en directo. A lo mejor en otras circunstancias hubiera querido saber más, pero moviéndose entre los gritos fantasmas del barrio no era el mejor momento para pedirles un recital.
A medida que los gritos quedaban atrás, no pudo evitar fijarse en Rick parándose delante de más de una fachada, algo que ella no comprendía demasiado. No eran bonitas, no tenían una decoración espectacular, aunque al menos esas tenían escudos de armas. «¿Tan feas son las casas en la Tierra para que esto le llame la atención?».
Llegaron al torreón sin incidencias, y que aquel punto fuera seguro por el momento era una buena noticia, también para Räg y Tawar, que habían ido a recibirles. Considerando que ya habían asegurado que estaban bien, limitó su interacción a un saludo antes de ir con Nohlem y Szczcenyak a ir sacando las cosas de las cestas. Había empezado a reconocer algunas cosas de otros mundos que sus compañeros habían enseñado lo que eran, y apretó ligerísimamente los labios cuando mencionaron más melocotones. Generalmente le daba igual qué comer, pero su paciencia con aquella fruta estaba rozando el límite, y más después de la declaración de esa mañana.
Hablando de la cual, no pudo evitar lanzarle a Ethan una mirada de “tenemos que hablar”, aunque no pensaba decirle nada delante de tanto público. Ya hablarían en privado, y es que el humano iba a tener que explicarle de qué iba todo aquello.
Airi había traído algo, y una vez hubieron colocado todo lo de las cestas se acercó a mirar. Eran una especie de cristales de colores, y como bien había dicho le chique estaban bastante afilados. Con mucho cuidado de no cortarse, cogió uno de un color carmesí y lo observó con curiosidad. No eran especialmente bonitos, ni parecían ser valiosos, pero si quitaba sus joyas y las de Nohlem, aquello era la cosa más bella que había visto desde que había llegado a la ciudad.
Otros sí habían optado por silbar, cantar o tararear en alto, y no pudo evitar prestar atención a una música que sonaba muy distinta a lo que ella conocía. Todos sus mundos eran muy diversos, y lo lógico era que la música lo fuera también, pero una cosa era la teoría y otra cosa el escucharla en directo. A lo mejor en otras circunstancias hubiera querido saber más, pero moviéndose entre los gritos fantasmas del barrio no era el mejor momento para pedirles un recital.
A medida que los gritos quedaban atrás, no pudo evitar fijarse en Rick parándose delante de más de una fachada, algo que ella no comprendía demasiado. No eran bonitas, no tenían una decoración espectacular, aunque al menos esas tenían escudos de armas. «¿Tan feas son las casas en la Tierra para que esto le llame la atención?».
Llegaron al torreón sin incidencias, y que aquel punto fuera seguro por el momento era una buena noticia, también para Räg y Tawar, que habían ido a recibirles. Considerando que ya habían asegurado que estaban bien, limitó su interacción a un saludo antes de ir con Nohlem y Szczcenyak a ir sacando las cosas de las cestas. Había empezado a reconocer algunas cosas de otros mundos que sus compañeros habían enseñado lo que eran, y apretó ligerísimamente los labios cuando mencionaron más melocotones. Generalmente le daba igual qué comer, pero su paciencia con aquella fruta estaba rozando el límite, y más después de la declaración de esa mañana.
Hablando de la cual, no pudo evitar lanzarle a Ethan una mirada de “tenemos que hablar”, aunque no pensaba decirle nada delante de tanto público. Ya hablarían en privado, y es que el humano iba a tener que explicarle de qué iba todo aquello.
Airi había traído algo, y una vez hubieron colocado todo lo de las cestas se acercó a mirar. Eran una especie de cristales de colores, y como bien había dicho le chique estaban bastante afilados. Con mucho cuidado de no cortarse, cogió uno de un color carmesí y lo observó con curiosidad. No eran especialmente bonitos, ni parecían ser valiosos, pero si quitaba sus joyas y las de Nohlem, aquello era la cosa más bella que había visto desde que había llegado a la ciudad.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
19/10/23, 08:09 pm
Connor asintió con la cabeza cuando Räg le contestó que no había ocurrido nada en ausencia del grupo. Pronto, el resto fue dejando las cestas en la mesa o analizando su contenido, ya fuera por curiosidad o buscando algo en específico como parecía ser el caso de Scheneiak. Connor se limitó a observar algo más por encima, mientras suspiraba algo estresado. Aunque no lo pareciera se sentía aliviado de que no hubieran tenido ningún problema fuera, pero la ausencia de cigarrillos se le hacía tan jodidamente cuesta arriba que su cara era agria y malhumorada de nuevo. Acababa de desayunar hacía poco, pero sentía la necesidad de hacerlo otra vez aunque solo fuera para enterrar durante una hora aquella necesidad tan acuciante de nicotina.
-Oh joder, no pienso comerme de nuevo esa mierda.- Contestó gruñón sobre el tema de los melocotones. Sin embargo, y antes de que empezara a echar pestes sobre la jodida fruta y ese puto humor que parecían tener sus secuestradores, su atención se vio desviada por lo que acababa de depositar Airi en una mesa.
¿Eso eran cristales? ¿Y por qué cojones eso parecía interesarle tanto? Con el deseo de saciar esa curiosidad, y ya puestos de distraer un poco su mente de la adicción, el motero se acercó a la mesa donde estaban depositados y lo observó cuidadosamente. Si, era un normal, corriente y puto cristal... Connor se giró hacia le sanaí con el ceño fruncido debido a la confusión, mientras le veía analizar uno a la luz de una de las troneras.
-Eh, Airi... ¿Qué cojones estás buscando?- Le preguntó con interés mientras empezaba a mover la muñeca de la mano que agarraba el pedazo afilado.- Es un cristal de los de toda la puta vi...- Empezó a decir con sorna, antes de sentir un dolor muy familiar para él y ahogaba un pequeño quejido más de sorpresa que de dolor. El cristal se le acababa de resbalar de entre los dedos, lo justo para hacerle un corte en uno de ellos.- Me cago en mi pu...- No había tenido tiempo todavía de maldecir por ser tan jodidamente gilipollas cuando una luz roja emanó de su puño, o más bien del cristal que aún tenía en la mano. El motero se quedó sin habla y con los ojos muy abiertos, mientras ahora sí y gracias a la luz, podía ver que en su interior había una serie de surcos.- Eh.... vale... ¿Qué cojones es esta PUTA MIERDA?- Le preguntaría a todos y a nadie.
Por si acaso soltó el cristal con velocidad, dejándolo caer junto al resto en la mesa. Aunque no por eso dejó de brillar. Instintivamente Connor daría un par de pasos hacia atrás, no fuera que acabara de activar una puta bomba o alguna mierda parecida. ¿Acaso lo había hecho él? Había empezado a brillar en cuanto se cortó...
-Oh joder, no pienso comerme de nuevo esa mierda.- Contestó gruñón sobre el tema de los melocotones. Sin embargo, y antes de que empezara a echar pestes sobre la jodida fruta y ese puto humor que parecían tener sus secuestradores, su atención se vio desviada por lo que acababa de depositar Airi en una mesa.
¿Eso eran cristales? ¿Y por qué cojones eso parecía interesarle tanto? Con el deseo de saciar esa curiosidad, y ya puestos de distraer un poco su mente de la adicción, el motero se acercó a la mesa donde estaban depositados y lo observó cuidadosamente. Si, era un normal, corriente y puto cristal... Connor se giró hacia le sanaí con el ceño fruncido debido a la confusión, mientras le veía analizar uno a la luz de una de las troneras.
-Eh, Airi... ¿Qué cojones estás buscando?- Le preguntó con interés mientras empezaba a mover la muñeca de la mano que agarraba el pedazo afilado.- Es un cristal de los de toda la puta vi...- Empezó a decir con sorna, antes de sentir un dolor muy familiar para él y ahogaba un pequeño quejido más de sorpresa que de dolor. El cristal se le acababa de resbalar de entre los dedos, lo justo para hacerle un corte en uno de ellos.- Me cago en mi pu...- No había tenido tiempo todavía de maldecir por ser tan jodidamente gilipollas cuando una luz roja emanó de su puño, o más bien del cristal que aún tenía en la mano. El motero se quedó sin habla y con los ojos muy abiertos, mientras ahora sí y gracias a la luz, podía ver que en su interior había una serie de surcos.- Eh.... vale... ¿Qué cojones es esta PUTA MIERDA?- Le preguntaría a todos y a nadie.
Por si acaso soltó el cristal con velocidad, dejándolo caer junto al resto en la mesa. Aunque no por eso dejó de brillar. Instintivamente Connor daría un par de pasos hacia atrás, no fuera que acabara de activar una puta bomba o alguna mierda parecida. ¿Acaso lo había hecho él? Había empezado a brillar en cuanto se cortó...
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
20/10/23, 07:05 pm
Se rio con los comentarios acerca de los melocotones de Nohlem y Rick, acercándose también para curiosear qué había en las provisiones esa vez, aparte de la citada fruta. Ya habían comprobado que, aunque muchas cosas se repetían, no parecía que les fuesen a dar exactamente lo mismo siempre. Szczenyak y el varmano parecían interesados en las especias, mientras que el mjörní comprobó con alivio que seguía habiendo tarros con insectos. Por alguna razón tampoco parecía faltar nunca aquella extraña miel que había puesto mal del estómago a cualquiera que la hubiese probado, incluido el mismo. Nada más de aquella comida parecía tener ese efecto en ninguno de los presentes, ¿por qué incluir algo que claramente no podían comer?
Empezaba a notar que algunos de los que habían salido habían vuelto bastante callados, a pesar de que no había ocurrido nada, pero sus divagaciones a ese respecto y su inspección de la comida fueron interrumpidas por una nueva distracción: Airi subió de la planta baja con una buena cantidad de cristales de colorines, afirmando que quería comprobar algo y advirtiéndoles sobre su filo.
Al igual que el texano, no tardó en acercarse a la mesa donde le sanaí había comenzado su misterioso trabajo, con una inmensa curiosidad pintada claramente en su expresión.
—Son bon… ¡Connor! ¿Estás bien? —el humano parecía haber subestimado la advertencia de Airi y no tardó en cortarse con uno de aquellos cristales. Pero de pronto ocurrió algo inesperado que captó demasiado su atención incluso para obviar durante un momento que su compañero se había hecho un corte— ¿¿Oh?? —No pudo evitar exclamar tras Connor, y tuvo que reprimir el coger otro cristal para evitar cortarse también al ver como brillaba—. Son… ¿Son artefactos mágicos? ¿Qué lo ha hecho brillar? —se dirigió a Airi con cara de asombro antes de volver su vista al humano—. Ah, perdona, Connor… ¿Te duele el corte? Voy a por un trapo para que te tapes y limpies la herida…
A toda prisa se dirigió a hacer lo que acababa de decir, pero sin poder evitar mirar de reojo cada poco al posible artefacto mágico que Airi había descubierto.
Empezaba a notar que algunos de los que habían salido habían vuelto bastante callados, a pesar de que no había ocurrido nada, pero sus divagaciones a ese respecto y su inspección de la comida fueron interrumpidas por una nueva distracción: Airi subió de la planta baja con una buena cantidad de cristales de colorines, afirmando que quería comprobar algo y advirtiéndoles sobre su filo.
Al igual que el texano, no tardó en acercarse a la mesa donde le sanaí había comenzado su misterioso trabajo, con una inmensa curiosidad pintada claramente en su expresión.
—Son bon… ¡Connor! ¿Estás bien? —el humano parecía haber subestimado la advertencia de Airi y no tardó en cortarse con uno de aquellos cristales. Pero de pronto ocurrió algo inesperado que captó demasiado su atención incluso para obviar durante un momento que su compañero se había hecho un corte— ¿¿Oh?? —No pudo evitar exclamar tras Connor, y tuvo que reprimir el coger otro cristal para evitar cortarse también al ver como brillaba—. Son… ¿Son artefactos mágicos? ¿Qué lo ha hecho brillar? —se dirigió a Airi con cara de asombro antes de volver su vista al humano—. Ah, perdona, Connor… ¿Te duele el corte? Voy a por un trapo para que te tapes y limpies la herida…
A toda prisa se dirigió a hacer lo que acababa de decir, pero sin poder evitar mirar de reojo cada poco al posible artefacto mágico que Airi había descubierto.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Sendar
20/10/23, 08:36 pm
En respuesta a los halagos de Rag cuando destacó la rapidez con la que habían vuelto, Damian le sonrió con calidez y mucho orgullo por haber hecho un buen trabajo. Asintió a Tawar con la misma felicidad.
—¡Yo no he visto a nadie, entonces no hay nadie! Sera el viento o yo que sé, una vez me cagué cuando la ventana de la caravana hizo como silbidos. ¡Que canguelo jod- jopetas! —dijo recordando esos tiempos en los que la fina rendija de la ventana hacía ruido y le perdió el miedo cuando supo lo que era—. ¡Peor es la pu- la ceniza de los co-! ¡COÑO!
De la frustración de frenar las palabrotas, le salió otra de rebote e inmediatamente se tapó la boca mortificado por lo que había dicho. Miró a Ethan y a Nohlem con una expresión culpable, lo tenía ya bien metido en el coco que esas palabras “feas” eran motivo para que se rebotase alguno de los dos en su contra. Se encogió de hombros, con un poquillo de culpabilidad para proseguir a lo suyo.
Para distraerse de ese patinazo, el italiano se acercó al perro a dos patas, a Shshcena. ¿Por qué tenía un nombre tan jodidamente difícil? Mejor un nombre como Toby, Max, Coco, Rocky. Se rió un poco por lo bajo por su propia ocurrencia, cosa que se le quitaría rápido cuando se enfocó más en las cestas.
—¡Oh huevos! ¡Ricoooo! ¡Huevoooo! —alzó la mirada al verlos suculentos y blancos en el lateral de la cesta. Se apartó de la cesta—. Melocoto- Melocoto- Melocoooootonees. Melo coomo, melo coomo. —pero no sin antes cantar esa misma canción de la mañana por el camino, que ricos estaban los melocotones.
Airi, para sorpresa del niño, trajo lo que parecían ser cristalitos de colorines. Molaban muchisimo.
—¡Ooooo! ¡Que guapo!
El mismo Damian iba a pillar uno pero algunos se le adelantaron, Kalna y Connor. El último pareció haberse cortado, sí que estaban afilados. Bueno, se hubiera quedado en un cortecillo más pero algo raro y muy, muy chulo le pasó al cristal.
—¡Ostias que brilla! —eso le dejó boquiabierto, mirando esa luz roja. ¿Cómo lo había hecho? ¿Es magia? Rag empezó a hablar del tema y sí, era algo mágico seguro— ¿Se puede hacer otra vez? ¿A ver?
Sin permiso, total había bastantes, pilló uno con mucho cuidado para no cortarse. Agarró uno de color amarillo, un amarillo muy chillón bastante guay. Se quedaría mirando un rato el cristal, ¿cómo se enciende?
—Éste no enciende —sacó el labio inferior, gruñendo por lo bajo.
—¡Yo no he visto a nadie, entonces no hay nadie! Sera el viento o yo que sé, una vez me cagué cuando la ventana de la caravana hizo como silbidos. ¡Que canguelo jod- jopetas! —dijo recordando esos tiempos en los que la fina rendija de la ventana hacía ruido y le perdió el miedo cuando supo lo que era—. ¡Peor es la pu- la ceniza de los co-! ¡COÑO!
De la frustración de frenar las palabrotas, le salió otra de rebote e inmediatamente se tapó la boca mortificado por lo que había dicho. Miró a Ethan y a Nohlem con una expresión culpable, lo tenía ya bien metido en el coco que esas palabras “feas” eran motivo para que se rebotase alguno de los dos en su contra. Se encogió de hombros, con un poquillo de culpabilidad para proseguir a lo suyo.
Para distraerse de ese patinazo, el italiano se acercó al perro a dos patas, a Shshcena. ¿Por qué tenía un nombre tan jodidamente difícil? Mejor un nombre como Toby, Max, Coco, Rocky. Se rió un poco por lo bajo por su propia ocurrencia, cosa que se le quitaría rápido cuando se enfocó más en las cestas.
—¡Oh huevos! ¡Ricoooo! ¡Huevoooo! —alzó la mirada al verlos suculentos y blancos en el lateral de la cesta. Se apartó de la cesta—. Melocoto- Melocoto- Melocoooootonees. Melo coomo, melo coomo. —pero no sin antes cantar esa misma canción de la mañana por el camino, que ricos estaban los melocotones.
Airi, para sorpresa del niño, trajo lo que parecían ser cristalitos de colorines. Molaban muchisimo.
—¡Ooooo! ¡Que guapo!
El mismo Damian iba a pillar uno pero algunos se le adelantaron, Kalna y Connor. El último pareció haberse cortado, sí que estaban afilados. Bueno, se hubiera quedado en un cortecillo más pero algo raro y muy, muy chulo le pasó al cristal.
—¡Ostias que brilla! —eso le dejó boquiabierto, mirando esa luz roja. ¿Cómo lo había hecho? ¿Es magia? Rag empezó a hablar del tema y sí, era algo mágico seguro— ¿Se puede hacer otra vez? ¿A ver?
Sin permiso, total había bastantes, pilló uno con mucho cuidado para no cortarse. Agarró uno de color amarillo, un amarillo muy chillón bastante guay. Se quedaría mirando un rato el cristal, ¿cómo se enciende?
—Éste no enciende —sacó el labio inferior, gruñendo por lo bajo.
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