Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Re: Torreón Sendar
27/04/23, 12:30 am
Connor y Kalna eran rápidos, y no estaban cojos que era un buen punto a tener en cuenta. Podrían haber regresado a la última planta y volver a bajar y aún se habrían cruzado con Ethan tratando de superar las escaleras. Era un tema, pero al menos él no tenía prisa ninguna. Las palabras del fisio resonaban en su cabeza recordando como durante las últimas semanas decidió ignorar los ejercicios, y vaya que sí se notaba. Pisaba los escalones de forma torpe, esforzándose principalmente en que un tropezón no le hiciera acabar de boca contra el suelo.
Cuando llegó a la planta baja estaba harto. Sin capacidad de disimular la lesión y con la frustración de verse menguado por la misma. Lo primero que hizo fue dirigirse a la cocina viendo que al parecer había reunión de gente mientras encendían los fuegos.
-Tenemos suficientes cuartos como para que quien quiera pueda descansar solo. Pero la gran mayoría son comunales, así que podéis ir pensando con quienes preferirías compartir si es el caso. Ah y dos baños ... pero bueno… nada muy útil. No sé porque todo lo de esta casa son harapos. Sobran toallas, ropa y trapos. -En un momento dado se dirigió específicamente a Serena, viendo que se las estaba ingeniando para tratar el corte. - Eso sí ningún botiquín, no hay forma de curar nada así que por favor tened cuidado... ¿Qué tal vas? Si sientes que va a peor por favor no dudes en decírnoslo para poder ayudar.
Se lo dijo con notable preocupación. Un corte por pequeño que fuera podría infectarse y más en un sitio tan polvoriento como ese. Estaba realmente alarmado ante la falta de recursos. Pero, como si ignorara su propia condición fue a tomar una de las escobas y se dirigió al salón. Al menos, cuando la apoyaba servía de un bastón temporal. Colocó la pequeña grulla sobre la mesa para que no se estropease y se puso a ello.
Ignoro el dolor como llevaba haciendo desde que le negó la ayuda a Kalna y empezó a barrer la sala común. Sinceramente, si paraba ahora se sentiría tan inutil que prefería lidiar con las punzadas que con la frustración. Tenía tan automatizado el limpiar desde que en su casa los días se llenaban de horas muertas, que la cojera apenas le resultaba un impedimento comparado con la cabezonería de poder hacer algo de provecho. Cuando terminara el salón seguiría en línea recta al comedor y después a la cocina. En su cabeza ya se estaba dibujando un mapa y una trayectoria a seguir. Dejar los cuartos habitables, limpiar los muebles con un paño, asegurarse de que las tinas estaban aptas para el uso, tratar de quitar toda la polvareda del suelo…
Cualquier cosa que pudiera tener su cabeza tan ocupada como para olvidar el absurdo de la situación que estaban viviendo.
Cuando llegó a la planta baja estaba harto. Sin capacidad de disimular la lesión y con la frustración de verse menguado por la misma. Lo primero que hizo fue dirigirse a la cocina viendo que al parecer había reunión de gente mientras encendían los fuegos.
-Tenemos suficientes cuartos como para que quien quiera pueda descansar solo. Pero la gran mayoría son comunales, así que podéis ir pensando con quienes preferirías compartir si es el caso. Ah y dos baños ... pero bueno… nada muy útil. No sé porque todo lo de esta casa son harapos. Sobran toallas, ropa y trapos. -En un momento dado se dirigió específicamente a Serena, viendo que se las estaba ingeniando para tratar el corte. - Eso sí ningún botiquín, no hay forma de curar nada así que por favor tened cuidado... ¿Qué tal vas? Si sientes que va a peor por favor no dudes en decírnoslo para poder ayudar.
Se lo dijo con notable preocupación. Un corte por pequeño que fuera podría infectarse y más en un sitio tan polvoriento como ese. Estaba realmente alarmado ante la falta de recursos. Pero, como si ignorara su propia condición fue a tomar una de las escobas y se dirigió al salón. Al menos, cuando la apoyaba servía de un bastón temporal. Colocó la pequeña grulla sobre la mesa para que no se estropease y se puso a ello.
Ignoro el dolor como llevaba haciendo desde que le negó la ayuda a Kalna y empezó a barrer la sala común. Sinceramente, si paraba ahora se sentiría tan inutil que prefería lidiar con las punzadas que con la frustración. Tenía tan automatizado el limpiar desde que en su casa los días se llenaban de horas muertas, que la cojera apenas le resultaba un impedimento comparado con la cabezonería de poder hacer algo de provecho. Cuando terminara el salón seguiría en línea recta al comedor y después a la cocina. En su cabeza ya se estaba dibujando un mapa y una trayectoria a seguir. Dejar los cuartos habitables, limpiar los muebles con un paño, asegurarse de que las tinas estaban aptas para el uso, tratar de quitar toda la polvareda del suelo…
Cualquier cosa que pudiera tener su cabeza tan ocupada como para olvidar el absurdo de la situación que estaban viviendo.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Sendar
27/04/23, 08:13 pm
Connor seguía sentado en el pedestal de la estatua, con la espalda apoyada en ésta. Observaba meditabundo el mechero mientras seguía fumando. Lo abría y cerraba de manera constante como si él fuera una máquina de alguna fábrica, sin conciencia y con la única misión de "abrir/cerrar". Lo había usado antes de encenderse el cigarrillo cuando el jodido niño repelente le había pedido que encendiera el fuego en la cocina y ahora no podía dejar de mirarlo. Aunque sus ojos estuvieran posados en aquel objeto lo cierto es que su cabeza estaba muy lejos de allí, en el día anterior cuando fue secuestrado por esa maldita bruja de mierda.
Había transcurrido como otro cualquiera. Levantarse, desayunar y ponerse a trabajar en cualquiera de las múltiples actividades de las que se hacían cargo los Wyverns, en la que le dijera Eva o alguno de sus superiores. Aquel día fue especialmente tranquilo, cubriendo uno de los puestos de mecánico en el taller del club. El único negocio de los que tenían que era legal, y que hacía de tapadilla para el resto no tan legales.
Pero la noche no había sido nada tranquila. Llena de fiesta, música, bebida y risas en la sede de la banda. Habían celebrado la entrada a un nuevo miembro, cosa que no era fácil, así que merecía una celebración igual de importante y llena de alegría. <<Joder, si no hubiera salido a tomar el aire...a lo mejor no me habría secuestrado esa cabrona.>> Pensó mientras cerraba con fuerza y por última vez el mechero, para luego guardárselo entre caladas al cigarrillo, su rostro transformado por la rabia. Hacia aquella ciudad, pero sobre todo a sí mismo por haber sido tan gilipollas y haber permitido que lo engañaran de esa manera. Ahora estaba perdido en aquel lugar. Completamente solo como no lo estaba desde que tenía diez años, cuando Eva lo sacó de las calles y lo integró dentro de aquella banda de moteros que él llamaba familia. Creía que nunca más volvería a sentirse así, solo y perdido. Odiaba esa puta sensación.
Un ruido lo distrajo y lo sacó de sus pensamientos. Connor hasta lo agradeció, ya que su jodida mente empezaba a decir de nuevo aquellos nombres prohibidos. Nombres que solían salir en situaciones como aquellas, cuando más vulnerable o nostálgico se sentía: Sean, Rhona, Yasser... El ruido provenía de aquel perro humanoide cuyo nombre todavía era incapaz de aprenderse, que acababa de entrar al patio con un cubo y gesto enfadado. Rápidamente el motero adoptó una actitud más fría y neutra, enmascarando los sentimientos que podía haber mostrado antes, desechándolos a un cajón de su mente que por desgracia no tenía candado y que seguramente volverían a escaparse en el futuro.
-¿Qué cojones ha pasado?- Le preguntó con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, curioso por el motivo de su enfado.- El enano de mierda no estará dando por culo de nuevo, ¿verdad?- Dijo con un ligero tono de molestia en su voz. Ya se esperaba todo de Damian.
No se le había olvidado cómo había conocido a ese ser canino en la mazmorra, ni lo violento que se había puesto con él para defender a Aniol. Ahora que se entendían y hablaban el mismo idioma, Connor esperaba que comprendiera los motivos de aquellas acciones. Si no lo hacía tampoco es que le importara demasiado, pero mientras tuviera que vivir con ellos prefería no tener malos rollos con nadie si no era necesario.
-¿Cómo decías que te llamabas?- Le preguntó dándole una de las últimas caladas que le quedaban al cigarrillo.
Había transcurrido como otro cualquiera. Levantarse, desayunar y ponerse a trabajar en cualquiera de las múltiples actividades de las que se hacían cargo los Wyverns, en la que le dijera Eva o alguno de sus superiores. Aquel día fue especialmente tranquilo, cubriendo uno de los puestos de mecánico en el taller del club. El único negocio de los que tenían que era legal, y que hacía de tapadilla para el resto no tan legales.
Pero la noche no había sido nada tranquila. Llena de fiesta, música, bebida y risas en la sede de la banda. Habían celebrado la entrada a un nuevo miembro, cosa que no era fácil, así que merecía una celebración igual de importante y llena de alegría. <<Joder, si no hubiera salido a tomar el aire...a lo mejor no me habría secuestrado esa cabrona.>> Pensó mientras cerraba con fuerza y por última vez el mechero, para luego guardárselo entre caladas al cigarrillo, su rostro transformado por la rabia. Hacia aquella ciudad, pero sobre todo a sí mismo por haber sido tan gilipollas y haber permitido que lo engañaran de esa manera. Ahora estaba perdido en aquel lugar. Completamente solo como no lo estaba desde que tenía diez años, cuando Eva lo sacó de las calles y lo integró dentro de aquella banda de moteros que él llamaba familia. Creía que nunca más volvería a sentirse así, solo y perdido. Odiaba esa puta sensación.
Un ruido lo distrajo y lo sacó de sus pensamientos. Connor hasta lo agradeció, ya que su jodida mente empezaba a decir de nuevo aquellos nombres prohibidos. Nombres que solían salir en situaciones como aquellas, cuando más vulnerable o nostálgico se sentía: Sean, Rhona, Yasser... El ruido provenía de aquel perro humanoide cuyo nombre todavía era incapaz de aprenderse, que acababa de entrar al patio con un cubo y gesto enfadado. Rápidamente el motero adoptó una actitud más fría y neutra, enmascarando los sentimientos que podía haber mostrado antes, desechándolos a un cajón de su mente que por desgracia no tenía candado y que seguramente volverían a escaparse en el futuro.
-¿Qué cojones ha pasado?- Le preguntó con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, curioso por el motivo de su enfado.- El enano de mierda no estará dando por culo de nuevo, ¿verdad?- Dijo con un ligero tono de molestia en su voz. Ya se esperaba todo de Damian.
No se le había olvidado cómo había conocido a ese ser canino en la mazmorra, ni lo violento que se había puesto con él para defender a Aniol. Ahora que se entendían y hablaban el mismo idioma, Connor esperaba que comprendiera los motivos de aquellas acciones. Si no lo hacía tampoco es que le importara demasiado, pero mientras tuviera que vivir con ellos prefería no tener malos rollos con nadie si no era necesario.
-¿Cómo decías que te llamabas?- Le preguntó dándole una de las últimas caladas que le quedaban al cigarrillo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
29/04/23, 11:12 pm
Estar rodeade de gigantes era como... casi como estar en una gran reunión sin orden ni turnos de palabra en su colonia. Era un caos. Le costaba centrarse solo en gigantes concretos porque además a veces mencionaban cosas interesantes. ¿Que la entrada era, de alguna forma incomprensible, un puente que podían alzar? Tenían razón en lo de cerrar el refugio, pero ¿qué era lo que pretendían? O si no, ¿Szczenyak era un "perro", tal y como le había llamado Serena? Sonaba peor que "peludito" como le llamaba Tawar, la verdad. O también... ¿Había armas allí dentro? ¿Para qué las iban a necesitar, y cómo iban a usarlas siquiera? Elle no tenía ni idea de soplar dardos o fabricar venenos, ¿acaso sabían elles? También le había llegado la enumeración sobre las cosas que había en el edificio pero... caray, sí que necesitaban cosas. Para vivir allí, Tawar se podía apañar con un huequito oscuro en cualquier sitio, preferiblemente mullidito, cercanía de agua y tierra para hundir los pies, y una buena cantidad de luz solar.
Lo que sí le quedaba más claro según les atendía era que conocían medios de sobra para manipular y controlar el fuego, y que lo utilizaban con gusto tanto para iluminarse como para preparar alimentos. Casi como algunes de elles en las colonias de los bosques, vaya, solo que recurrían al fuego en ocasiones muy puntuales. Confiaba lo justo en les Gigantes Amables que le rodeaban, y aún menos de lo justo en sus habilidades en general y en particular con respecto al fuego, pero parecían convencides a la hora de recurrir a este y manejaban con seguridad útiles como antorchas y "mecheros", una suerte de artefacto que creaba chispas.
Al menos, pensaba, otres del grupo habían traído cubos de agua y había sabido entonces que fuera había un pozo. ¡Un pozo! Podrían protegerse con el agua si les iba mal la experiencia con el fuego y, más importante, hidratarse como se debía. Así que, además de centrarse en unos Gigantes concretos, decidió centrarse también en conseguir una poca.
—Aniol, te creo, gracias. Y Serena o alguien de vosotres, ¿os importa si cogéis agua para mí en algún recipiente como el que está usando Serena? Necesito darle un buen trago y remojarme. Tendré frío después pero confío en vosotres y en que no me quemaré si me arrimo a la leña para calentarme.
Eso último lo decía también para convencerse a sí misme, pues no lo tenía tan claro. Y aun así, necesitaba beber de una vez pero no iba a ser capaz de coger esos recipientes tan grandes que había en la cocina. Por lo menos confiaba cada vez en más de elles, y Aniol le encandilaba. Ojalá pudiera ir a su mundo y conocer a ese otro tipo de repobladores que moraban en sus bosques. Pero también le gustaba que le llamara "hada" y sonreía con orgullo cada vez que lo hacía.
Lo que sí le quedaba más claro según les atendía era que conocían medios de sobra para manipular y controlar el fuego, y que lo utilizaban con gusto tanto para iluminarse como para preparar alimentos. Casi como algunes de elles en las colonias de los bosques, vaya, solo que recurrían al fuego en ocasiones muy puntuales. Confiaba lo justo en les Gigantes Amables que le rodeaban, y aún menos de lo justo en sus habilidades en general y en particular con respecto al fuego, pero parecían convencides a la hora de recurrir a este y manejaban con seguridad útiles como antorchas y "mecheros", una suerte de artefacto que creaba chispas.
Al menos, pensaba, otres del grupo habían traído cubos de agua y había sabido entonces que fuera había un pozo. ¡Un pozo! Podrían protegerse con el agua si les iba mal la experiencia con el fuego y, más importante, hidratarse como se debía. Así que, además de centrarse en unos Gigantes concretos, decidió centrarse también en conseguir una poca.
—Aniol, te creo, gracias. Y Serena o alguien de vosotres, ¿os importa si cogéis agua para mí en algún recipiente como el que está usando Serena? Necesito darle un buen trago y remojarme. Tendré frío después pero confío en vosotres y en que no me quemaré si me arrimo a la leña para calentarme.
Eso último lo decía también para convencerse a sí misme, pues no lo tenía tan claro. Y aun así, necesitaba beber de una vez pero no iba a ser capaz de coger esos recipientes tan grandes que había en la cocina. Por lo menos confiaba cada vez en más de elles, y Aniol le encandilaba. Ojalá pudiera ir a su mundo y conocer a ese otro tipo de repobladores que moraban en sus bosques. Pero también le gustaba que le llamara "hada" y sonreía con orgullo cada vez que lo hacía.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Sendar
30/04/23, 11:41 am
En un principio tanto Rag como Airi no hablaban de la misma persona en la que Damian pensaba. En su cerebro hizo ya el click de que no todos eran recogidos por la misma persona, ¿se dividirían la tarea? No parecían malos, a comparación de como otros en el torreón describían a Akeyo, por ejemplo. No les han hecho daño, solo los están ayudando a obtener poderes chulos, ¿no?
—Jeje, puedo hacer muchas cosas —dijo obviamente halagado por la curiosidad de ambos, con los colores subidos—. Los malabares son faaaciles, tiene truco pero es una cosa que está tirada de hacer. ¡Luego os enseño! —y no mentía, se le daba muy bien incluso con objetos de distinto peso.
Damian acabó de llevar casi todos los troncos, con sus manos y brazos algo sucios por tocarlos. Simplemente se sacudió las manos, escuchando de Airi que encontraron una, ¿cosa para hacer fuego? Entendía los mecheros y las antorchas pero lo que tenía la persona con cuernos en sus manos no. Apoyó sus brazos en jarra, suspirando sonoramente.
Lo que sí notó es que la cocina cada vez estaba más llena de gente. ¿Que pintaba la de pelo rojo ahí? Se bastaban solos, que se fuese. Le caía un poco de aquella manera por el espectáculo del corte en el pie, la veía muy torpe para ser tan mayor. No haciendo mucho caso observó como encendían el fuego con aquella cacharra que le sorprendió como funcionaba finalmente, sonriendo mucho al ver las primeras llamas y susurrando un “como mola, uuuu”.
El perro también asomó el hocico… y el listillo... y la loca… y Ethan. El circense estaba muy, muy apurado, los que faltaban. ¿Por qué tanta gente? Prefirió ignorarlos aposta, no quería más fregados con adultos. El que parecía asustado un poco por la cara del fuego era el bichito. Le hizo gracia por la lastimita que le generaba, tan pequeño y asustadizo. El otro, el niño gordito, se puso a hablar con la cosilla esa enana pero no se esperó que lo llamase por su nombre, girando su cabeza hacia Aniol.
—Si… Eeees lo que hace el fuego, ¿no Agnol? —no sabía qué contestar, si eso darle la razón tampoco decía nada extraño. El fuego es fuego, no había demasiado misterio. Su cara de poker era monumental, rompiéndola en un semblante algo tímido mezclado con incomodidad y mirando al fuego—. El fuego quema pero está calentito, bichito —le habló al ser pequeño, en una forma de dirigirle la palabra. Aniol habló por lo bajo, diciendo cosas de que es un hada lo que tenía en su cabeza—. ¿Un hada? ¿Temerose? Okay… seguro que no es como nosotros el bicho ese, se acojona muy rápido —dijo con unos susurros no susurros, audibles para cualquiera. No le quitaba ojo a Aniol en los momentos de silencio, le generaba mucha curiosidad aquel niño.
Finalmente el perro y la pelirroja dijeron algo sabio, girando su cabezota hacia ellos—. ¡Si porfa! ¡Quiero comida, vamos, vamos! —exclamó a Serena, ella le recordó que tenía hambre.
—Jeje, puedo hacer muchas cosas —dijo obviamente halagado por la curiosidad de ambos, con los colores subidos—. Los malabares son faaaciles, tiene truco pero es una cosa que está tirada de hacer. ¡Luego os enseño! —y no mentía, se le daba muy bien incluso con objetos de distinto peso.
Damian acabó de llevar casi todos los troncos, con sus manos y brazos algo sucios por tocarlos. Simplemente se sacudió las manos, escuchando de Airi que encontraron una, ¿cosa para hacer fuego? Entendía los mecheros y las antorchas pero lo que tenía la persona con cuernos en sus manos no. Apoyó sus brazos en jarra, suspirando sonoramente.
Lo que sí notó es que la cocina cada vez estaba más llena de gente. ¿Que pintaba la de pelo rojo ahí? Se bastaban solos, que se fuese. Le caía un poco de aquella manera por el espectáculo del corte en el pie, la veía muy torpe para ser tan mayor. No haciendo mucho caso observó como encendían el fuego con aquella cacharra que le sorprendió como funcionaba finalmente, sonriendo mucho al ver las primeras llamas y susurrando un “como mola, uuuu”.
El perro también asomó el hocico… y el listillo... y la loca… y Ethan. El circense estaba muy, muy apurado, los que faltaban. ¿Por qué tanta gente? Prefirió ignorarlos aposta, no quería más fregados con adultos. El que parecía asustado un poco por la cara del fuego era el bichito. Le hizo gracia por la lastimita que le generaba, tan pequeño y asustadizo. El otro, el niño gordito, se puso a hablar con la cosilla esa enana pero no se esperó que lo llamase por su nombre, girando su cabeza hacia Aniol.
—Si… Eeees lo que hace el fuego, ¿no Agnol? —no sabía qué contestar, si eso darle la razón tampoco decía nada extraño. El fuego es fuego, no había demasiado misterio. Su cara de poker era monumental, rompiéndola en un semblante algo tímido mezclado con incomodidad y mirando al fuego—. El fuego quema pero está calentito, bichito —le habló al ser pequeño, en una forma de dirigirle la palabra. Aniol habló por lo bajo, diciendo cosas de que es un hada lo que tenía en su cabeza—. ¿Un hada? ¿Temerose? Okay… seguro que no es como nosotros el bicho ese, se acojona muy rápido —dijo con unos susurros no susurros, audibles para cualquiera. No le quitaba ojo a Aniol en los momentos de silencio, le generaba mucha curiosidad aquel niño.
Finalmente el perro y la pelirroja dijeron algo sabio, girando su cabezota hacia ellos—. ¡Si porfa! ¡Quiero comida, vamos, vamos! —exclamó a Serena, ella le recordó que tenía hambre.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Sendar
30/04/23, 01:10 pm
Serena tomó el pañuelo, agradeciendo el gesto. -No hay de qué- respondió con una ligera sonrisa. Visto lo visto era lo más probable que se ocupara ella misma de la herida, así que no le pilló de sorpresa. Después el perro humanoide les preguntó por el puente de la entrada. Rick se cruzó de brazos, meditando las posibilidades: -En esta planta no he visto nada, aunque supongo que en el sótano o en el piso de arriba debería de haber algún mecanismo para subirlo.- Compartía su preocupación, habían tenido mucha suerte por el camino como para gafarla ahora en un lugar seguro.
El grupo de exploración les informó en más detalle de qué había en el resto de pisos. -Ya veo. Como si estuviéramos en un campamento de verano.- bromeó tras la explicación de Ethan. -(Aunque mucho más jodido y turbio)- terminó pensando. Kalna confirmó por una parte que abajo estaba el mecanismo para elevar el puente y por otra que tenían armas, aunque por cómo lo dijo el neoyorquino arqueó una ceja confuso. Técnicamente lo habían escuchado todos, ¿pero se lo había dicho solo a Serena? Estaba bien que lo supieran (suponía), ¿pero de todos los que había allí se lo decía a la única herida teniendo a gente como Connor que seguramente tenía algo de experiencia? Le parecía curioso, aunque desconocía el motivo exacto.
Serena aprovechó que la mayoría había vuelto para empezar a comentar uno de los temas más importantes que faltaban por tratar. -Buena idea, aunque esperad un momento.- dijo antes de dirigirse a la habitación en la que seguían Nohlem y Abel. Si iban a hablar sobre qué hacer lo mejor sería que todos estuvieran allí. Se acercó hasta la entrada y dio un par de golpes en el marco a modo de llamada antes de avisarles: ¿Va todo bien? Perdón si os interrumpo, pero es mejor que salgáis un momento. Vamos a ver qué hacer a partir de ahora.-
Una vez los dos volvieron con Rick, ya sí estarían listos para debatir el mejor plan. Damian ya había dado su punto de vista con mucha claridad. -Calma, calma, todos la queremos- dijo al pequeño en un intento de que se quedara algo más tranquilo. Dicho eso, se mesó el mentón mientras daba un par de pasos contemplando las dificultades de esa posibilidad: -Aunque el problema es que solo sabemos hacia donde fue una de las bañeras. El resto no se si alguien se fijaría y de la otra solo sabemos que pasó el barranco. Sin haber visto un puente ni un sitio más concreto donde pueda estar la comida no se yo si habría suerte de encontrarla hoy.- Miró al resto del grupo, tampoco quería parecer que estuviera siendo pesimista: -Es solo mi punto de vista, claro. Si lo veis distinto no tengo inconveniente de salir, aunque creo que lo mejor para hoy sería terminar de acondicionar el refugio.-
El grupo de exploración les informó en más detalle de qué había en el resto de pisos. -Ya veo. Como si estuviéramos en un campamento de verano.- bromeó tras la explicación de Ethan. -(Aunque mucho más jodido y turbio)- terminó pensando. Kalna confirmó por una parte que abajo estaba el mecanismo para elevar el puente y por otra que tenían armas, aunque por cómo lo dijo el neoyorquino arqueó una ceja confuso. Técnicamente lo habían escuchado todos, ¿pero se lo había dicho solo a Serena? Estaba bien que lo supieran (suponía), ¿pero de todos los que había allí se lo decía a la única herida teniendo a gente como Connor que seguramente tenía algo de experiencia? Le parecía curioso, aunque desconocía el motivo exacto.
Serena aprovechó que la mayoría había vuelto para empezar a comentar uno de los temas más importantes que faltaban por tratar. -Buena idea, aunque esperad un momento.- dijo antes de dirigirse a la habitación en la que seguían Nohlem y Abel. Si iban a hablar sobre qué hacer lo mejor sería que todos estuvieran allí. Se acercó hasta la entrada y dio un par de golpes en el marco a modo de llamada antes de avisarles: ¿Va todo bien? Perdón si os interrumpo, pero es mejor que salgáis un momento. Vamos a ver qué hacer a partir de ahora.-
Una vez los dos volvieron con Rick, ya sí estarían listos para debatir el mejor plan. Damian ya había dado su punto de vista con mucha claridad. -Calma, calma, todos la queremos- dijo al pequeño en un intento de que se quedara algo más tranquilo. Dicho eso, se mesó el mentón mientras daba un par de pasos contemplando las dificultades de esa posibilidad: -Aunque el problema es que solo sabemos hacia donde fue una de las bañeras. El resto no se si alguien se fijaría y de la otra solo sabemos que pasó el barranco. Sin haber visto un puente ni un sitio más concreto donde pueda estar la comida no se yo si habría suerte de encontrarla hoy.- Miró al resto del grupo, tampoco quería parecer que estuviera siendo pesimista: -Es solo mi punto de vista, claro. Si lo veis distinto no tengo inconveniente de salir, aunque creo que lo mejor para hoy sería terminar de acondicionar el refugio.-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
30/04/23, 08:31 pm
El ambiente había mejorado rápidamente desde que habían bajado y cambiado de tema. Aun así, Airi observaba a Damian con cierta cautela, con disposición a detenerlo si volvía a tener algún arrebato como los insultos a Szczenyak o la patada a Ethan. Al menos parecía que tocar el tema de su hogar no lo había deprimido, y tenía muchas ganas de ver la actuación que les había prometido, algo que le hizo saber antes de que la planta baja volviese a llenarse de gente. De momento, por desgracia, tenían cosas más serias de las que hacerse cargo.
Ser capaces de encender el fuego había sido una pequeña victoria. La leña no estaba húmeda ni verde, así que con la ayuda del aceite y el chisquero fue sencillo hacerla prender. Airi no encontraba tan rudimentarias aquellas herramientas, pero sí echaba de menos otras mejores, y suponía que era parecido en el caso de Rägjynn, que no había usado un encendedor antes pero sí la magia. Cuando las cosas se calmaran necesitaba que le explicara mucho sobre la magia que se hacía en su lugar de origen.
El fuego aún no calentaba, pero al menos así tenían tiempo de convencer a Tawar de que el hogar era inofensivo. Mientras los niños hablaban con él, pudieron responder a la pregunta que les acababa de hacer Serena.
—Fue una travesura de Damian —dijo, mirando de reojo al niño para asegurarse de que estaba entretenido—. No os preocupéis, ya está todo zanjado, más o menos. —Su tono de voz daba a entender que era mejor preguntar los detalles en otro momento. La mención al agua, en cambio, había hecho que su cara se iluminase. Con lo seca que parecía aquella ciudad era una bendición que contasen con un pozo. Cada vez tenía más claro que aquel tenía que ser uno de los refugios prometidos. No los habían abandonado a su suerte por completo.
»Es un alivio que tengamos agua fresca cerca —dijo con una gran sonrisa, mirando a Serena y al resto de personas involucradas en la conversación. Aquello interesaba especialmente a Tawar, que no tardó en pedir ayuda para conseguir una poca. Airi buscó con la mirada el cubo que alguien había metido antes dentro de la torre y le hizo una señal con la mano a Serena para que no se moviera.
—No fuerces el pie —dijo, arrastrándolo de inmediato a donde estaban los niños y el repoblador.
La gente que se reunía en la cocina tenía interés por hablar, como era lógico, sobre qué hacer a continuación. Airi había escuchado que las armas, como la espada de Kalna, venían de la planta escaleras abajo, algo que suponía que estaba ahí con el propósito de que pudiesen procurarse su propia comida. Que el puente se pudiese elevar también era una buena noticia; aunque no habían visto ningún animal peligroso durante su paseo, la existencia del puente en sí misma ya era una invitación a mantenerlo levantado. Ethan también les dio una descripción más detallada de lo que habían encontrado escaleras arriba, y realmente era un alivio saber que tenían los recursos mínimos necesarios. «Solo faltaría…» Damian le quitó la palabra de sus propios pensamientos cuando empezó a pedir comida. A aquellas alturas seguir a las bañeras sería difícil, pero tampoco sabían cuándo volverían a aparecer. Lo más seguro sería salir de caza al día siguiente, pero… ¿sabrían hacerlo? Esperaba que al menos alguien estuviese entrenado en la búsqueda de alimentos. En su caso, Lihkos apenas le había enseñado la teoría, y a modo de entretenimiento, sin mucha experiencia práctica.
—¿Se veían las bañeras todavía desde el piso de arriba? —preguntó, dirigiéndose a Ethan, ya que Kalna había bajado y Connor estaba en el patio. Imaginaba que la respuesta era negativa o ya habrían hecho alguna mención al respecto. Por otro lado, de ser así estaba totalmente de acuerdo con Rick—. No pasa nada por pasar hoy un poco de hambre. Lo mejor es pensar un plan para mañana… Vengan o no esas bañeras. Si tenemos armas podemos cazar, y si no sabemos a dónde ir podemos intentar buscar lugares de interés desde arriba —añadió señalando el techo con un dedo—. Si vemos… una arboleda, por ejemplo. Necesitamos encontrar dónde viven los animales en esta ciudad.
Prefería ignorar la existencia de aquellos gusanos anómalos mientras hablaban de animales. ¿Qué pasaba si todos los animales eran así de aterradores? No quería ni pensarlo.
Ser capaces de encender el fuego había sido una pequeña victoria. La leña no estaba húmeda ni verde, así que con la ayuda del aceite y el chisquero fue sencillo hacerla prender. Airi no encontraba tan rudimentarias aquellas herramientas, pero sí echaba de menos otras mejores, y suponía que era parecido en el caso de Rägjynn, que no había usado un encendedor antes pero sí la magia. Cuando las cosas se calmaran necesitaba que le explicara mucho sobre la magia que se hacía en su lugar de origen.
El fuego aún no calentaba, pero al menos así tenían tiempo de convencer a Tawar de que el hogar era inofensivo. Mientras los niños hablaban con él, pudieron responder a la pregunta que les acababa de hacer Serena.
—Fue una travesura de Damian —dijo, mirando de reojo al niño para asegurarse de que estaba entretenido—. No os preocupéis, ya está todo zanjado, más o menos. —Su tono de voz daba a entender que era mejor preguntar los detalles en otro momento. La mención al agua, en cambio, había hecho que su cara se iluminase. Con lo seca que parecía aquella ciudad era una bendición que contasen con un pozo. Cada vez tenía más claro que aquel tenía que ser uno de los refugios prometidos. No los habían abandonado a su suerte por completo.
»Es un alivio que tengamos agua fresca cerca —dijo con una gran sonrisa, mirando a Serena y al resto de personas involucradas en la conversación. Aquello interesaba especialmente a Tawar, que no tardó en pedir ayuda para conseguir una poca. Airi buscó con la mirada el cubo que alguien había metido antes dentro de la torre y le hizo una señal con la mano a Serena para que no se moviera.
—No fuerces el pie —dijo, arrastrándolo de inmediato a donde estaban los niños y el repoblador.
La gente que se reunía en la cocina tenía interés por hablar, como era lógico, sobre qué hacer a continuación. Airi había escuchado que las armas, como la espada de Kalna, venían de la planta escaleras abajo, algo que suponía que estaba ahí con el propósito de que pudiesen procurarse su propia comida. Que el puente se pudiese elevar también era una buena noticia; aunque no habían visto ningún animal peligroso durante su paseo, la existencia del puente en sí misma ya era una invitación a mantenerlo levantado. Ethan también les dio una descripción más detallada de lo que habían encontrado escaleras arriba, y realmente era un alivio saber que tenían los recursos mínimos necesarios. «Solo faltaría…» Damian le quitó la palabra de sus propios pensamientos cuando empezó a pedir comida. A aquellas alturas seguir a las bañeras sería difícil, pero tampoco sabían cuándo volverían a aparecer. Lo más seguro sería salir de caza al día siguiente, pero… ¿sabrían hacerlo? Esperaba que al menos alguien estuviese entrenado en la búsqueda de alimentos. En su caso, Lihkos apenas le había enseñado la teoría, y a modo de entretenimiento, sin mucha experiencia práctica.
—¿Se veían las bañeras todavía desde el piso de arriba? —preguntó, dirigiéndose a Ethan, ya que Kalna había bajado y Connor estaba en el patio. Imaginaba que la respuesta era negativa o ya habrían hecho alguna mención al respecto. Por otro lado, de ser así estaba totalmente de acuerdo con Rick—. No pasa nada por pasar hoy un poco de hambre. Lo mejor es pensar un plan para mañana… Vengan o no esas bañeras. Si tenemos armas podemos cazar, y si no sabemos a dónde ir podemos intentar buscar lugares de interés desde arriba —añadió señalando el techo con un dedo—. Si vemos… una arboleda, por ejemplo. Necesitamos encontrar dónde viven los animales en esta ciudad.
Prefería ignorar la existencia de aquellos gusanos anómalos mientras hablaban de animales. ¿Qué pasaba si todos los animales eran así de aterradores? No quería ni pensarlo.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Sendar
30/04/23, 09:08 pm
Nohlem recogió la mano que el moreno no había llegado a estrechar con elegancia, escondiéndola simplemente tras su espalda. No sabía si le había ignorado a posta o era una cuestión de diferencias culturales (¿quizás saludaban distinto?), pero tampoco le daría por pensarlo mucho.
—Pues… Un placer Abel —le quitó peso a sus disculpas con un gesto breve y una sonrisa. Su consciencia estaba demasiado tranquila como para captar ningún doble sentido de su parte, ni qué decir como para sentirse culpable—. Hm-hm… —afirmó simplemente, perdiendo la vista en algún punto de aquel feo suelo, sin dejar de pensar que él al menos tenía a los de su especie.
Captó que el chico decía algo, pero no qué. No le preguntó, sin quitarse de encima el runrun de que algo no iba bien con él de base, pero se esforzaría en ser el buen caballero que le habían enseñado a ser y no pensar mal de él. Al menos no delante suya, por karma. Iba a despegarse de la pared con intención de marcharse ya cuando Abel volvió a hablar.
—Pues… lo cierto es que no lo tengo claro. Parece ser que nos vamos a quedar aquí al menos esta noche, si el dueño… si es que existe, no aparece —lanzó un vistazo significativo a su alrededor: era evidente que no le hacía particular ilusión—. Solo espero que sacudan el polvo antes de dormir aquí.
Por supuesto que no se incluyó en la frase. Se impulsó con la cintura para separarse del frío ladrillo y empezó a andar despacio hacia la salida.
—Voy a averiguar que planes tenemos. Descansa un rato si lo necesitas, A- —casi se estampa con Rick, que entró justo para decirles aquello—. Ah, mira tú por donde.
Fuera de la habitación la gente se estaba poniendo en marcha con cosas útiles, y en contraposición la mujer intimidante descansaba en un sillón. Por el oro y la actitud estaba claro que era de alta cuna, mientras que los demás, bueno… excepto a Rick, que ahí-ahí, se les notaba. Seguramente por eso también se hubiera presentado con el nombre de su madre, alguien importante fijo. ¿A lo mejor la alcaldesa? Se tragaría el miedo que le daba ponerse cómodo en aquel edificio potroso y se sentaría en el sillón próximo; su status bastaba para que se animara a socializar.
—¿Te importa si te acompaño? —le sonrió según se sentaba—. Disculpa, ¿tu nombre era…? Solo me quedé con que eras hija de… ¿Máriden? Lo siento si lo he dicho mal, me están costando un poco los nombres.
Bien vista a una altura más accesible, ignorando rasgos raros o que llevase los ojos como si se hubiera peleado con un desollinador la chica también era bonita. Solo tenía que hacerse a las peculiaridades y sus cuestionables decisiones estilísticas. De hecho, sus ojos… ¡sus pupilas eran normales!
—Ah, perdón pero, ¿tú también eres humana?
Pudiera responder o no, el relevo de la conversación lo tomó Rick en algo más apremiante. Frunció el ceño ante lo que el humano estaba dejando caer, a peor cuando la personita con cuernos remató sus sospechas. ¿No iban a comer? ¿Durante un día entero? Pero, ¿la gente no se moría por eso? Ya bastante mala era su situación para añadirle aquello. Su expresión se fue arrugando cuanto más hablaba: ¿cazar… animales? ¿Con espadas y lanzas y piedras o lo que fuera que hubiese abajo? Porque algo le decía que de haber armas de fuego la mujer habría subido con ellas, y no había sido el caso.
—Un segundo, un segundo, ¿no vamos a comer hoy? No ha pasado tanto tiempo, ¿no? ¿No podríamos salir a buscar las bañeras? Quizás haya otra cerca que no hayamos visto… —era consciente de que las probabilidades estaban en su contra, y lo que era peor, tampoco le gustaba el plan de salir, pero si lograban convencer a algún tonto a que fuera y tenían la suerte de conseguir comida… mira.
—Pues… Un placer Abel —le quitó peso a sus disculpas con un gesto breve y una sonrisa. Su consciencia estaba demasiado tranquila como para captar ningún doble sentido de su parte, ni qué decir como para sentirse culpable—. Hm-hm… —afirmó simplemente, perdiendo la vista en algún punto de aquel feo suelo, sin dejar de pensar que él al menos tenía a los de su especie.
Captó que el chico decía algo, pero no qué. No le preguntó, sin quitarse de encima el runrun de que algo no iba bien con él de base, pero se esforzaría en ser el buen caballero que le habían enseñado a ser y no pensar mal de él. Al menos no delante suya, por karma. Iba a despegarse de la pared con intención de marcharse ya cuando Abel volvió a hablar.
—Pues… lo cierto es que no lo tengo claro. Parece ser que nos vamos a quedar aquí al menos esta noche, si el dueño… si es que existe, no aparece —lanzó un vistazo significativo a su alrededor: era evidente que no le hacía particular ilusión—. Solo espero que sacudan el polvo antes de dormir aquí.
Por supuesto que no se incluyó en la frase. Se impulsó con la cintura para separarse del frío ladrillo y empezó a andar despacio hacia la salida.
—Voy a averiguar que planes tenemos. Descansa un rato si lo necesitas, A- —casi se estampa con Rick, que entró justo para decirles aquello—. Ah, mira tú por donde.
Fuera de la habitación la gente se estaba poniendo en marcha con cosas útiles, y en contraposición la mujer intimidante descansaba en un sillón. Por el oro y la actitud estaba claro que era de alta cuna, mientras que los demás, bueno… excepto a Rick, que ahí-ahí, se les notaba. Seguramente por eso también se hubiera presentado con el nombre de su madre, alguien importante fijo. ¿A lo mejor la alcaldesa? Se tragaría el miedo que le daba ponerse cómodo en aquel edificio potroso y se sentaría en el sillón próximo; su status bastaba para que se animara a socializar.
—¿Te importa si te acompaño? —le sonrió según se sentaba—. Disculpa, ¿tu nombre era…? Solo me quedé con que eras hija de… ¿Máriden? Lo siento si lo he dicho mal, me están costando un poco los nombres.
Bien vista a una altura más accesible, ignorando rasgos raros o que llevase los ojos como si se hubiera peleado con un desollinador la chica también era bonita. Solo tenía que hacerse a las peculiaridades y sus cuestionables decisiones estilísticas. De hecho, sus ojos… ¡sus pupilas eran normales!
—Ah, perdón pero, ¿tú también eres humana?
Pudiera responder o no, el relevo de la conversación lo tomó Rick en algo más apremiante. Frunció el ceño ante lo que el humano estaba dejando caer, a peor cuando la personita con cuernos remató sus sospechas. ¿No iban a comer? ¿Durante un día entero? Pero, ¿la gente no se moría por eso? Ya bastante mala era su situación para añadirle aquello. Su expresión se fue arrugando cuanto más hablaba: ¿cazar… animales? ¿Con espadas y lanzas y piedras o lo que fuera que hubiese abajo? Porque algo le decía que de haber armas de fuego la mujer habría subido con ellas, y no había sido el caso.
—Un segundo, un segundo, ¿no vamos a comer hoy? No ha pasado tanto tiempo, ¿no? ¿No podríamos salir a buscar las bañeras? Quizás haya otra cerca que no hayamos visto… —era consciente de que las probabilidades estaban en su contra, y lo que era peor, tampoco le gustaba el plan de salir, pero si lograban convencer a algún tonto a que fuera y tenían la suerte de conseguir comida… mira.
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
30/04/23, 11:48 pm
Poco a poco empezó a reunirse todo el mundo en la planta baja y a compartir la información que tenían. Szczenyak preguntó acerca de algo para lo que tampoco tenía respuesta, pero por suerte Kalna sí. La verdad es que era muy sensato que se preocupasen primero de estar más protegidos, pero Räg no había tenido tiempo ni de pensar en aquello: apenas había podido explorar nada del edificio al haberse hecho cargo de tratar con Damian junto con Airi. Por suerte se pudo hacer una idea de qué era lo que había gracias al resto y, para su horror, la espada que había cogido Kalna parecía no ser en absoluto el único arma que se encontraba dentro de aquellas paredes. Para el mjörní la presencia de aquellos utensilios que solo tenían un propósito no significaba nada bueno en demasiados sentidos y ni siquiera procesó el hecho de que Kalna parecía habérselo comunicado únicamente a Serena.
Al menos no todo eran malas noticias y, sin duda, habían encontrado otras cosas mucho más tranquilizadoras y esenciales en la torre, como por ejemplo el pozo que debía ser el agua que había olido Tawar. Era un alivio saber que contaban con uno y Rägjynn se dio cuenta en ese momento que volvía a tener la garganta completamente seca. El fuego que Airi había conseguido encender finalmente contribuía a ello, pero sabía que no era la principal fuente.
Prefirió centrarse en la organización que habían sugerido varios de sus compañeros, ya que de todas formas nadie más que él parecía dar signos de estar preocupado por el descubrimiento de las armas.
—A mí no me importa compartir un cuarto… Quizás sea más seguro si dormimos todos en el mismo —opinó tras la información que dio Ethan—. A lo mejor deberíamos elegir dónde vamos a dormir y empezar a limpiar por ahí… Parece que todo tiene bastante polvo.
A Räg le extrañó que se planteasen siquiera la posibilidad de salir en busca de la comida ese mismo día, pues no sabía cómo iban a seguir el rastro de los barreños voladores sin magia, pero varios ya habían dicho que no les parecía buena idea. Aunque no es que le extrañase que un niño como Damian lo pidiese, quien estaba algo más aplacado ahora y parecía estar tratando de hacer buenas migas con Aniol, hecho que también le producía cierto alivio.
Cuando Airi dio su opinión intervino Nohlem, quien había aparecido junto a Abel hacía poco y Rägjynn se decidió a intervenir tras él.
—Uhm… la verdad es que yo estoy de acuerdo con Airi y Rick… No tenemos forma de saber dónde está la comida y hay mucho trabajo que hacer para poder pasar la noche aquí sin estar rodeados de suciedad… Creo que no sería nada bueno que respiremos en un ambiente tan lleno de polvo, nos podríamos poner enfermos —Se rascó la nuca con cierta inseguridad. No quería imponer nada, pero para él estaba bastante claro el asunto—. Si no os importa, ¿podría beber yo también? —pidió mirando a su alrededor, pues no tenía claro ya quién había descubierto el pozo—. Tawar, ¿por casualidad tú eres capaz de saber si el agua es potable antes de probarla? —Le preguntó a le repobladore con curiosidad. Si podía olerla desde tanta distancia, a lo mejor también podía hacer algo así.
Al menos no todo eran malas noticias y, sin duda, habían encontrado otras cosas mucho más tranquilizadoras y esenciales en la torre, como por ejemplo el pozo que debía ser el agua que había olido Tawar. Era un alivio saber que contaban con uno y Rägjynn se dio cuenta en ese momento que volvía a tener la garganta completamente seca. El fuego que Airi había conseguido encender finalmente contribuía a ello, pero sabía que no era la principal fuente.
Prefirió centrarse en la organización que habían sugerido varios de sus compañeros, ya que de todas formas nadie más que él parecía dar signos de estar preocupado por el descubrimiento de las armas.
—A mí no me importa compartir un cuarto… Quizás sea más seguro si dormimos todos en el mismo —opinó tras la información que dio Ethan—. A lo mejor deberíamos elegir dónde vamos a dormir y empezar a limpiar por ahí… Parece que todo tiene bastante polvo.
A Räg le extrañó que se planteasen siquiera la posibilidad de salir en busca de la comida ese mismo día, pues no sabía cómo iban a seguir el rastro de los barreños voladores sin magia, pero varios ya habían dicho que no les parecía buena idea. Aunque no es que le extrañase que un niño como Damian lo pidiese, quien estaba algo más aplacado ahora y parecía estar tratando de hacer buenas migas con Aniol, hecho que también le producía cierto alivio.
Cuando Airi dio su opinión intervino Nohlem, quien había aparecido junto a Abel hacía poco y Rägjynn se decidió a intervenir tras él.
—Uhm… la verdad es que yo estoy de acuerdo con Airi y Rick… No tenemos forma de saber dónde está la comida y hay mucho trabajo que hacer para poder pasar la noche aquí sin estar rodeados de suciedad… Creo que no sería nada bueno que respiremos en un ambiente tan lleno de polvo, nos podríamos poner enfermos —Se rascó la nuca con cierta inseguridad. No quería imponer nada, pero para él estaba bastante claro el asunto—. Si no os importa, ¿podría beber yo también? —pidió mirando a su alrededor, pues no tenía claro ya quién había descubierto el pozo—. Tawar, ¿por casualidad tú eres capaz de saber si el agua es potable antes de probarla? —Le preguntó a le repobladore con curiosidad. Si podía olerla desde tanta distancia, a lo mejor también podía hacer algo así.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
01/05/23, 03:00 pm
De un momento a otro, la actitud relajada y cómoda de Colmillo cambió por completo. En cuanto la palabra “perro” fue dicha, la sonrisa se le borró de la cara, las orejas le giraron hacia atrás y el pelo se le erizó. El vittya estaba ya bastante harto de esta mierda.
-Tengo un puto nombre -gruñó enfadado, luego se dio media vuelta todavía con el cubo en las manos y salió del torreón hacia el patio murmurando todo el camino-. Joder con estos putos seres y sus putos insultos gratuitos y sin provocación. Eso me pasa por ser jodidamente amable con la gente. ¿"Se gana más siendo amable que siendo hostil"? Y una mierda, Nana, y una puta mierda del tamaño de un rogis.
Al principio, Colmillo había pensado que Damián era una excepción, ya que además de sus palabras horribles su comportamiento también era más errático que la de otros de su misma especie, pero claramente los ataques sin justificación eran una tendencia para ellos o, al menos, así parecía.
-Ni siquiera soy un perro, joder, no me parezco en nada a un puto perro -siguió murmurando mientras salía por la puerta en dirección al pozo a ver si con suerte conseguía ahogarse o algo, cuando la voz de Connor le paró de golpe.
Colmillo ya había olvidado que el enorme chico había salido al patio en cuanto habían bajado de explorar el torreón, pero tampoco era como si la intención de zawodny hubiera sido estar solo. Lo único que había buscado era huir de los ataques antes de que se lanzara a una pelea él solo o peor, terminara llorando de la frustración.
-Parece ser que el puto enano de mierda no es el único que me da por el culo de este grupo de los cojones -empezó, en una mezcla de enfado, frustración y estrés-. Porque la capulla esa, la jodida Serena, también ha decidido insultarme gratuitamente sin que yo hiciera puto nada. Y ya es el segundo de tu puta especie que me ataca sin que yo le haya hecho nada. ¡Lo único que hice fue ser jodidamente amable con ella y ayudarle con su puta herida del pie! ¿¡Y qué gano a cambio!? ¡Que me puto insulten sin conocerme de nada! ¡Y además de la forma más jodidamente confusa posible! ¡No soy un puto perro! ¡No me parezco en nada a un puto perro! ¡Tengo sangre de los Salvajes del Páramo, por el amor de Matka! -exclamó con la rabia subiéndole y todo el pelo, las orejas y la cola erizados, pero se desinfló cuando su mirada se volvió a cruzar con Connor dándose cuenta de con quién estaba pagando sus frustraciones-. Joder, perdona. Tú no me has hecho nada, solo has preguntado y yo te he soltado toda la mierda de golpe. Perdona es que... Joder, echo de menos a mi familia.
Colmillo, con la cola y las orejas bajas y las energías drenadas por la descarga de frustración que acababa de tener, se dejó caer en el suelo al lado de Connor, suspirando de cansancio.
-Esto es una puta mierda jodidamente grande -declaró dejando caer su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Durante unos segundos, el vittya se mantuvo ahí respirando hondo para recobrar la compostura, frunciendo un poco el hocico por el olor algo desagradable del humo de Connor, pero sin querer moverse aún así-. Szczenyak, ese es mi nombre. Y tú eras Connor, ¿no? -preguntó abriendo por fin los ojos y mirando con curiosidad el palito que se estaba llevando a los labios-. Eso es... ¿una cachimba pequeña? Porque siento decírtelo, tío, pero te la han dado defectuosa, huele a mierda de dorogo quemada.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
02/05/23, 01:03 am
Aniol tenía un hambre que se moría en el sitio. Pero no podía importarle menos por mucho que le crujiera la tripa porque Tawar se encontraba sobre su cabecita y eso era reconfortante, casi como si estuviera bendecido por los espíritus de los bosques. Era todo lo que había soñado, estar rodeado de criaturas mágicas y místicas. Por eso le sentó tan mal ciertos comentarios y el niño ni siquiera hizo caso del fuego, o de que la cocina aún siendo rudimentaria serviría para preparar comida tal y como sus padres le habían enseñado. Un tema que en otra circunstancia le habría encantado.
Se giró, aún con le repobladore aferrado a sus cuernos, y miró detenidamente a Damian. Su comportamiento era tan molesto, le recordaba al vecino grandote que se metía con él por creer todavía en la magia de la navidad. Por suerte el italiano era mucho más pequeño y escuálido que él y no temió en acercarse muy cerca con expresión compungida y severa, como cuando Nelka le reñía.
—Por favor —con un dedo dio un pequeño toquecito en el hombro a Damian para llamar su atención. Sintió algo de desagrado al tocar tanto hueso pero logró disimularlo— Deja de llamarle bicho, ya ha dicho su nombre de hada —su molestia aumentaba, y se mezclaba con la sensación de hambruna y desesperación que estaba notando. La montaña rusa de emociones que había experimentado desde que llegó a la ciudad a penas unas horas le desbordaba y cada vez que se sentía a gusto alguien volvía a hacer que su cabeza se calentara como una tetera hirviendo. Sin duda el churumbel debía estar en la lista de niños malos del Señor Santa por no portarse bien.
Pero el asunto no terminó ahí, pues Aniol vio marcharse muy enfadado al canino grande porque la chica pelirroja con cara de vinagre le había llamado perro. La joven que decía llamarse Serena no estaba entre sus personas favoritas a decir verdad.
—Perdún —interrumpió a los mayores, colocándose en medio de su conversación de adultos de lo que tenían o no que hacer. Suspiró pesadamente antes de hablar con los puños apretados y escondidos bajo su mono de reno—. Sé que estáis hablando de algo importante, pero mi mamá dice que para vivir juntos es importante no hablar mal a la gente, algo así llamado como “faltas de respecto” —dudó un segundo, atemorizado por tanta gente a su alrededor—. Nu… sé como se llama —indicó en dirección al patio, por donde el vittya había desaparecido, ya que nadie fue en su búsqueda—. Pero creo que ni chucho, ni perro y-y-y perdún… —guardó silencio con las mejillas coloradas de indignación y queriendo parecer más mayor, pero en el último segundo no pudo evitar mirar a Ethan, para luego dirigirse al repoblador con voz más suave—. Tranquile Tawar… yo te buscaré agüita para que des un sorbo, o los que quieras.
Vale, él tampoco estaba acostumbrado a las formas tan extrañas de las criaturas de cuento. Pero no había que tener muchas luces para notar cuando estas se molestaban o entristecían y todos parecían estar obviando aquel hecho aposta. Así solo iban a recibir carbón bajo el árbol.
Se giró, aún con le repobladore aferrado a sus cuernos, y miró detenidamente a Damian. Su comportamiento era tan molesto, le recordaba al vecino grandote que se metía con él por creer todavía en la magia de la navidad. Por suerte el italiano era mucho más pequeño y escuálido que él y no temió en acercarse muy cerca con expresión compungida y severa, como cuando Nelka le reñía.
—Por favor —con un dedo dio un pequeño toquecito en el hombro a Damian para llamar su atención. Sintió algo de desagrado al tocar tanto hueso pero logró disimularlo— Deja de llamarle bicho, ya ha dicho su nombre de hada —su molestia aumentaba, y se mezclaba con la sensación de hambruna y desesperación que estaba notando. La montaña rusa de emociones que había experimentado desde que llegó a la ciudad a penas unas horas le desbordaba y cada vez que se sentía a gusto alguien volvía a hacer que su cabeza se calentara como una tetera hirviendo. Sin duda el churumbel debía estar en la lista de niños malos del Señor Santa por no portarse bien.
Pero el asunto no terminó ahí, pues Aniol vio marcharse muy enfadado al canino grande porque la chica pelirroja con cara de vinagre le había llamado perro. La joven que decía llamarse Serena no estaba entre sus personas favoritas a decir verdad.
—Perdún —interrumpió a los mayores, colocándose en medio de su conversación de adultos de lo que tenían o no que hacer. Suspiró pesadamente antes de hablar con los puños apretados y escondidos bajo su mono de reno—. Sé que estáis hablando de algo importante, pero mi mamá dice que para vivir juntos es importante no hablar mal a la gente, algo así llamado como “faltas de respecto” —dudó un segundo, atemorizado por tanta gente a su alrededor—. Nu… sé como se llama —indicó en dirección al patio, por donde el vittya había desaparecido, ya que nadie fue en su búsqueda—. Pero creo que ni chucho, ni perro y-y-y perdún… —guardó silencio con las mejillas coloradas de indignación y queriendo parecer más mayor, pero en el último segundo no pudo evitar mirar a Ethan, para luego dirigirse al repoblador con voz más suave—. Tranquile Tawar… yo te buscaré agüita para que des un sorbo, o los que quieras.
Vale, él tampoco estaba acostumbrado a las formas tan extrañas de las criaturas de cuento. Pero no había que tener muchas luces para notar cuando estas se molestaban o entristecían y todos parecían estar obviando aquel hecho aposta. Así solo iban a recibir carbón bajo el árbol.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Sendar
02/05/23, 11:30 pm
Nohlem parecía estar tan perdido como él, puesto que tampoco sabía muy bien cual era el siguiente paso a seguir, así que ambos salieron de la habitación. Antes de hacerlo, Abel aprovechó que su pelo ya estaba prácticamente seco para recogerlo en su habitual coleta baja. A pesar de su todavía enfermiza apariencia, ese cambio estético conseguía normalizar un poco su todavía enfermizo aspecto, logrando que pareciese menos antinatural.
En el salón se hallaba la mayoría del grupo, pero al lado de la puerta de la habitación estaba Rick, quien parecía haber ido a comprobar cómo iban. Abel se sentía algo apurado, deseaba pasar desapercibido, pero al mismo tiempo también le alegraba la amabilidad del muchacho. Otra vez se volvía a preocupar por él, lo que le animaba a pensar que no todo lo que les estaba ocurriendo era tan funesto. Además, este había propuesto decidir conjuntamente los siguientes pasos que seguir y Abel había salido de la habitación con el objetivo de encontrar alguna forma con la que poder aportar, por muy pequeña que fuese.
Algunos se decantaban por ir a por la comida, pero Abel sentía que la opinión mayoritaria era la de acomodar el refugio. De hecho, Ethan ya se había puesto a limpiar. Abel no acababa de sentirse bien del todo como para comer en esos momentos, por lo que no le importaba demasiado esperarse a ir a buscar la comida en otro momento y organizar su nueva casa ahora. Además, no se veía capaz de afrontar los posibles peligros que los podían acechar y ya se veía otra vez zarandeando de manera patética un arma en el aire. Por lo tanto, se apartó silenciosamente para rebuscar en los cajones de la cocina algo con lo que limpiar.
Encontró varios trapos que podían ser útiles. Dispuesto a limpiar el polvo, cogió uno de estos y volvió al grupo para informarles de sus intenciones y también para ofrecerles material de limpieza. A partir de la propuesta de Räg, había decidido que quería limpiar la habitación pequeña de la que había venido, y si el resto lo veía bien y no suponía ninguna molestia, además tenía interés por convertirla en su habitación. Por supuesto, esto último no se atrevería a decirlo hasta haber oído las preferencias del resto.
Sin embargo, antes de poder articular una frase hubo algo que llamó poderosamente su atención: se estaba debatiendo la potabilidad del agua. Concretamente, el agua que él ya había bebido. Era cierto que solo había sido un trago, pero también lo era que un trago de la fuente de la plaza había sido suficiente para ponerle el cerebro patas arriba, cambiarle su idioma y revolverle todos los pensamientos.
- Yo… No lo había pensado. Y he bebido...– dijo señalando el cubo del que había cogido el agua y empezándose a sentir peor. Avergonzado, era incapaz de distinguir de si se trataba de un efecto de esta, de somatización o si simplemente se sentía idiota. No habían pasado ni cinco minutos desde que había salido de la habitación y ya había vuelto a pifiarla. – Por favor… ¿Podrías confirmar si es seguro beberla?- le pidió a Tawar, apoyando la propuesta de Räg.
Desconocía si el diabillo podría cumplir o no con lo que le habían pedido tanto Räg como él, pero decidió agarrarse a ese clavo ardiente. No obstante, enseguida se arrepintió un poco de haber dicho nada, ya que empezó a dudar de que este le fuese a contestar de forma agradable. Después de todo, durante sus primeras interacciones lo había acusado literalmente de ser un monstruo.
En el salón se hallaba la mayoría del grupo, pero al lado de la puerta de la habitación estaba Rick, quien parecía haber ido a comprobar cómo iban. Abel se sentía algo apurado, deseaba pasar desapercibido, pero al mismo tiempo también le alegraba la amabilidad del muchacho. Otra vez se volvía a preocupar por él, lo que le animaba a pensar que no todo lo que les estaba ocurriendo era tan funesto. Además, este había propuesto decidir conjuntamente los siguientes pasos que seguir y Abel había salido de la habitación con el objetivo de encontrar alguna forma con la que poder aportar, por muy pequeña que fuese.
Algunos se decantaban por ir a por la comida, pero Abel sentía que la opinión mayoritaria era la de acomodar el refugio. De hecho, Ethan ya se había puesto a limpiar. Abel no acababa de sentirse bien del todo como para comer en esos momentos, por lo que no le importaba demasiado esperarse a ir a buscar la comida en otro momento y organizar su nueva casa ahora. Además, no se veía capaz de afrontar los posibles peligros que los podían acechar y ya se veía otra vez zarandeando de manera patética un arma en el aire. Por lo tanto, se apartó silenciosamente para rebuscar en los cajones de la cocina algo con lo que limpiar.
Encontró varios trapos que podían ser útiles. Dispuesto a limpiar el polvo, cogió uno de estos y volvió al grupo para informarles de sus intenciones y también para ofrecerles material de limpieza. A partir de la propuesta de Räg, había decidido que quería limpiar la habitación pequeña de la que había venido, y si el resto lo veía bien y no suponía ninguna molestia, además tenía interés por convertirla en su habitación. Por supuesto, esto último no se atrevería a decirlo hasta haber oído las preferencias del resto.
Sin embargo, antes de poder articular una frase hubo algo que llamó poderosamente su atención: se estaba debatiendo la potabilidad del agua. Concretamente, el agua que él ya había bebido. Era cierto que solo había sido un trago, pero también lo era que un trago de la fuente de la plaza había sido suficiente para ponerle el cerebro patas arriba, cambiarle su idioma y revolverle todos los pensamientos.
- Yo… No lo había pensado. Y he bebido...– dijo señalando el cubo del que había cogido el agua y empezándose a sentir peor. Avergonzado, era incapaz de distinguir de si se trataba de un efecto de esta, de somatización o si simplemente se sentía idiota. No habían pasado ni cinco minutos desde que había salido de la habitación y ya había vuelto a pifiarla. – Por favor… ¿Podrías confirmar si es seguro beberla?- le pidió a Tawar, apoyando la propuesta de Räg.
Desconocía si el diabillo podría cumplir o no con lo que le habían pedido tanto Räg como él, pero decidió agarrarse a ese clavo ardiente. No obstante, enseguida se arrepintió un poco de haber dicho nada, ya que empezó a dudar de que este le fuese a contestar de forma agradable. Después de todo, durante sus primeras interacciones lo había acusado literalmente de ser un monstruo.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
03/05/23, 05:28 pm
Al menos Ethan se había puesto a limpiar, porque estaba empezando a impacientarse con eso. No pensaba vivir entre la mugre, y le costaba entender por qué todos aquellos chicos habían tardado tanto en ponerse a hacer algo tan básico. ¡Si ella ya había hecho su trabajo asegurándose de que no hubiera peligro!
Ni siquiera podía arrebujarse en el sofá en una postura más cómoda, porque le daba asco y reparo apoyarse en él más de la cuenta. El chico de los oros se sentó junto a ella, y aunque no pudo evitar que sus pupilas se afilasen cuando pronunció mal el nombre de su madre tampoco le culpaba. Ella no se había quedado con el nombre de él, y sus formas eran tan correctas que no podía siquiera ofenderse.
—Hija de Mánide —respondió, sonriendo. Por fin alguien con clase —. Me llamo Kalna, ¿tú? Tampoco me quedé con tu nombre, lo siento.
Fue a responder que no era humana, pero Rick se adelantó tratando de poner orden. Claro, al fin y al cabo la limpieza era cosa de hombres, era normal que uno de ellos quisiera organizarlo; ella no sabría ni por donde empezar.
—Desde arriba no se veían ya las bañeras. Seguirlas hoy sería imposible… y además todo alrededor es ruina, no creo tampoco que pudieramos comprar nada.
Ni siquiera se había planteado que no tenían nada de dinero, estaba tan acostumbrada a tenerlo que no era ni siquiera algo que le cruzara la cabeza.
Y estaba igual de nerviosa que el chico del morro bonito. No había pasado nunca tanto tiempo sin comer, y aunque sabía que no era posible conseguir comida algo dentro de ella seguía queriendo salir a intentarlo. Ni siquiera tenían sobras para hacerse unos bocadillos como hacían los plebeyos.
Cuando se organizó la limpieza, Kalna ni siquiera prestó atención. Era obvio que aquello no iba con ella, sino con el resto de hombres del torreón. No sabía si el noble ayudaría o no, algo que realmente le daba igual mientras el resto hiciera su parte. Siguió sentada en el sofá, abstraída. Pensar en comida solo había hecho que tuviera más hambre.
Ni siquiera podía arrebujarse en el sofá en una postura más cómoda, porque le daba asco y reparo apoyarse en él más de la cuenta. El chico de los oros se sentó junto a ella, y aunque no pudo evitar que sus pupilas se afilasen cuando pronunció mal el nombre de su madre tampoco le culpaba. Ella no se había quedado con el nombre de él, y sus formas eran tan correctas que no podía siquiera ofenderse.
—Hija de Mánide —respondió, sonriendo. Por fin alguien con clase —. Me llamo Kalna, ¿tú? Tampoco me quedé con tu nombre, lo siento.
Fue a responder que no era humana, pero Rick se adelantó tratando de poner orden. Claro, al fin y al cabo la limpieza era cosa de hombres, era normal que uno de ellos quisiera organizarlo; ella no sabría ni por donde empezar.
—Desde arriba no se veían ya las bañeras. Seguirlas hoy sería imposible… y además todo alrededor es ruina, no creo tampoco que pudieramos comprar nada.
Ni siquiera se había planteado que no tenían nada de dinero, estaba tan acostumbrada a tenerlo que no era ni siquiera algo que le cruzara la cabeza.
Y estaba igual de nerviosa que el chico del morro bonito. No había pasado nunca tanto tiempo sin comer, y aunque sabía que no era posible conseguir comida algo dentro de ella seguía queriendo salir a intentarlo. Ni siquiera tenían sobras para hacerse unos bocadillos como hacían los plebeyos.
Cuando se organizó la limpieza, Kalna ni siquiera prestó atención. Era obvio que aquello no iba con ella, sino con el resto de hombres del torreón. No sabía si el noble ayudaría o no, algo que realmente le daba igual mientras el resto hiciera su parte. Siguió sentada en el sofá, abstraída. Pensar en comida solo había hecho que tuviera más hambre.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
03/05/23, 07:58 pm
Al menos con todos ya agrupados en la planta baja la comunicación empezaba a fluir en buenos términos. Estaba a favor de quedarse limpiando el sitio, pues salir ahora sin rumbo fijo solo supondría arriesgarse a lo que sea que hubiera fuera. Seguía sumido en la idea de que si tenían armas y no botiquines era porque se tendrían que pegar contra algo o alguien y no le apetecía comprobarlo tan rápido.
Entre aquella relajada charla el chico perro subió la voz a modo de protesta, desconocía cuál había sido esta vez la discusión pero después de que se alejara habló Aniol y parte de sus dudas se resolvieron. Ah claro, alguien le nombró chucho en alto. Podía entender de sobra el símil, pues el mismo no podía evitar ese tipo de comparaciones… Pero anda que decirlo en voz alta… Que fuera el chiquito quien de manera educada los corrigiera le saco una sonrisa de completo orgullo. Le alegraba de grata manera ver lo bien educado que estaba el niño y más después de haber sufrido en persona a su antítesis rubia.
Pero hablando de gente ¨medio animal¨ Ethan ya estaba limpiando parte del salón, acumulando el polvo en una de las esquinas mientras Rick trataba de organizar al grupo y… dos personas decidían descansar cómodamente en los respectivos sillones. El chico gato y la bruta, que casualmente eran los que más se habían esmerado en ir elegantes.
Tenía que ser algún tipo de broma, lejos de ofrecer ninguna ayuda se estaban incluso quejando por la falta de alimentos. No quería juzgar en base a primeras impresiones, pero a simple vista le daban un extraño aire a ricachón. Extraño al resultar que la muchacha claramente sabía usar armas, aunque la interrogante del porqué alguien en esa época querría aprender a usar una espada la dejaría para más adelante. Ahora tenía otros asuntos que resolver.
Así que a un paso desigual se acercó a ambos. Usando la escoba como un bastón temporal y apoyando ambas manos sobre la misma en una actitud relajada, donde dejaba la pierna herida flexionada detrás de la otra. - Holaaaa, no quiero interrumpir pero me preguntaba si podrías echarme una mano. Me molesta un poco la pierna. -Sonrió con toda la educación del mundo, suavizando la voz para intentar no provocar otro conflicto. Ya estaba empezando a notar que a varios del grupo les ofendía si detectaban una mínima orden en el tono. -Y claro subir las escaleras me es difícil… ¿Así que creo que sería mejor dividirnos? Con que nos quedemos un par aquí abajo el resto podéis encargaros de dejar aseadas las habitaciones que queramos usar. -Podría parecer una sugerencia, pero no había que ser muy avispado para entender que no lo era.
En cuanto formuló la pregunta se giró hacia Rick a quien a diferencia de los otros dos, sí le regaló una sonrisa sincera. Después del bruto del pelirosa era uno de los que mejor le estaba cayendo y al menos era otro humano, que le daba cierta familiaridad agradecida.
-Y no te preocupes, tu punto de vista es completamente razonable. Creo que limpiar es la mejor opción que tenemos por el momento.
Decidió apoyarlo en alto, porque para su desgracia, Ethan ya había experimentado que era el que te juzgaran por ofrecer un mínimo de organización. Al menos quería darle cierto ánimo para que entendiera que estaba bien que quisiera proponer alternativas lógicas.
Entre aquella relajada charla el chico perro subió la voz a modo de protesta, desconocía cuál había sido esta vez la discusión pero después de que se alejara habló Aniol y parte de sus dudas se resolvieron. Ah claro, alguien le nombró chucho en alto. Podía entender de sobra el símil, pues el mismo no podía evitar ese tipo de comparaciones… Pero anda que decirlo en voz alta… Que fuera el chiquito quien de manera educada los corrigiera le saco una sonrisa de completo orgullo. Le alegraba de grata manera ver lo bien educado que estaba el niño y más después de haber sufrido en persona a su antítesis rubia.
Pero hablando de gente ¨medio animal¨ Ethan ya estaba limpiando parte del salón, acumulando el polvo en una de las esquinas mientras Rick trataba de organizar al grupo y… dos personas decidían descansar cómodamente en los respectivos sillones. El chico gato y la bruta, que casualmente eran los que más se habían esmerado en ir elegantes.
Tenía que ser algún tipo de broma, lejos de ofrecer ninguna ayuda se estaban incluso quejando por la falta de alimentos. No quería juzgar en base a primeras impresiones, pero a simple vista le daban un extraño aire a ricachón. Extraño al resultar que la muchacha claramente sabía usar armas, aunque la interrogante del porqué alguien en esa época querría aprender a usar una espada la dejaría para más adelante. Ahora tenía otros asuntos que resolver.
Así que a un paso desigual se acercó a ambos. Usando la escoba como un bastón temporal y apoyando ambas manos sobre la misma en una actitud relajada, donde dejaba la pierna herida flexionada detrás de la otra. - Holaaaa, no quiero interrumpir pero me preguntaba si podrías echarme una mano. Me molesta un poco la pierna. -Sonrió con toda la educación del mundo, suavizando la voz para intentar no provocar otro conflicto. Ya estaba empezando a notar que a varios del grupo les ofendía si detectaban una mínima orden en el tono. -Y claro subir las escaleras me es difícil… ¿Así que creo que sería mejor dividirnos? Con que nos quedemos un par aquí abajo el resto podéis encargaros de dejar aseadas las habitaciones que queramos usar. -Podría parecer una sugerencia, pero no había que ser muy avispado para entender que no lo era.
En cuanto formuló la pregunta se giró hacia Rick a quien a diferencia de los otros dos, sí le regaló una sonrisa sincera. Después del bruto del pelirosa era uno de los que mejor le estaba cayendo y al menos era otro humano, que le daba cierta familiaridad agradecida.
-Y no te preocupes, tu punto de vista es completamente razonable. Creo que limpiar es la mejor opción que tenemos por el momento.
Decidió apoyarlo en alto, porque para su desgracia, Ethan ya había experimentado que era el que te juzgaran por ofrecer un mínimo de organización. Al menos quería darle cierto ánimo para que entendiera que estaba bien que quisiera proponer alternativas lógicas.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
04/05/23, 03:16 pm
Connor observó con atención la frustración y el estrés del ser canino. No podía negar que le hacía algo de gracia aquella situación, con todos aquellos insultos de por medio. Quizás porque le recordaban demasiado a algunos miembros de su banda. El motero anotó en su cabeza evitar llamarle "perro" delante suya. No solía tener en cuenta los sentimientos o deseos de la gente que no formara parte del club, más bien los mandaba a tomar por culo, pero si iba a pasar un tiempo con aquellas personas que menos que llevarse mínimamente bien. Sobre todo porque no ponía la mano en el fuego por ninguno, en lo que a plena confianza se refería.
-Los de mi especie pueden ser unos verdaderos hijos de la gran puta.- Le contestó como respuesta a que Serena era la segunda humana que lo insultaba. Guardándose para sí mismo que él podría haber pecado de llamarle por ese apodo en otro momento. No pudo evitar pensar en que sus palabras llevaban mucha razón. Durante toda su vida solo había hecho eso, encontrarse con hijos de puta. Y desde los diez formaba parte de una banda en la que todos lo eran, incluido él mismo. Pero la familia era la familia, y solo guardaba odio para quien no formara parte de ella.
Cuando el cánido se puso más enfadado con el vello erizado, Connor se puso algo alerta e inconscientemente su mano que descansaba en su muslo se cerró en un puño. Pronto pareció ser un malentendido ya que la rabia del perro era más bien general y no directamente hacia él. El motero no lo tuvo entonces en cuenta, entendía que aquello era todo una mierda y simplemente siguió fumando mientras observaba cómo se sentaba en el suelo cerca suya. Mencionó a su familia, y aquello le hizo pensar en la propia. Connor soltó un suspiro de frustración sin darse cuenta, mientras observaba el cielo como si hubiera algo importante allí arriba. Las respiraciones de ¿Schecheniak? eran el único sonido del patio, aunque podía escuchar al resto hablar dentro. Se habría sentido más cómodo estando solo como hacía unos instantes, pero se sorprendió al sentir que no estaba tan incómodo como habría creído en un principio con el cánido. Quizás era porque tenían formas parecidas de hablar, o porque seguía pensando en el club y eso lo hacía vulnerable. Blando. <<Serás gilipollas...>> Se dijo así mismo antes de recuperar un poco la compostura y esconder sus emociones bajo toneladas de hormigón.
-Tienes razón, esto es una puta mierda de cojones.- Soltó con el ceño fruncido.- Y me llamo Connor, si. Por suerte para ti mi puto nombre es más fácil que el tuyo, joder.- Dijo de mejor humor con un bufido, antes de volver a la divertida tarea de seguir fumando como un poseso. Cuando le preguntó por ello no pudo evitar mostrar una ligera sonrisa.- Es un cigarrillo, hostias. Y está claro que tu olfato es una mierda, porque esto de aquí es de lo mejor que puedes comprar en la puta calle.- Dijo con tono orgulloso, aunque se podía leer con facilidad que no le había molestado el comentario y le divertía la situación. Sobre todo que en MundoPerro existieran las cachimbas. Como para confirmar que sus cigarrillos eran de calidad volvió a exhalar humo, asegurándose de que esta vez le llegara incluso más al hocico de su compañero.- En mi mundo casi todos son adictos a esta mierda.- Explicó el motero, y con mundo se refería al club de los Wyverns.
Connor acabó incorporándose, cansado de aquella postura, y se acercó al pozo para sentarse en el borde. Miró con curiosidad descarada a Szczenyak, ahora lo podía ver más de frente, antes de volver a hablar.
-¿Qué mierda es un dorogo? Y ya que estamos...¿todos los de tu especie sois iguales?- Preguntó de forma seca, pero con genuina curiosidad. Le interesaba saber más de un mundo como el del cánido. Y la verdad, era más fácil hablar de eso que de cosas relacionadas con él. Le hacían recordar su hogar, y eso dolía más de lo que quería admitir. Además, no quería que la conversación pudiera desviarse y el perro acabara preguntándole por su familia. No pensaba hablar de ella con un desconocido.
-Los de mi especie pueden ser unos verdaderos hijos de la gran puta.- Le contestó como respuesta a que Serena era la segunda humana que lo insultaba. Guardándose para sí mismo que él podría haber pecado de llamarle por ese apodo en otro momento. No pudo evitar pensar en que sus palabras llevaban mucha razón. Durante toda su vida solo había hecho eso, encontrarse con hijos de puta. Y desde los diez formaba parte de una banda en la que todos lo eran, incluido él mismo. Pero la familia era la familia, y solo guardaba odio para quien no formara parte de ella.
Cuando el cánido se puso más enfadado con el vello erizado, Connor se puso algo alerta e inconscientemente su mano que descansaba en su muslo se cerró en un puño. Pronto pareció ser un malentendido ya que la rabia del perro era más bien general y no directamente hacia él. El motero no lo tuvo entonces en cuenta, entendía que aquello era todo una mierda y simplemente siguió fumando mientras observaba cómo se sentaba en el suelo cerca suya. Mencionó a su familia, y aquello le hizo pensar en la propia. Connor soltó un suspiro de frustración sin darse cuenta, mientras observaba el cielo como si hubiera algo importante allí arriba. Las respiraciones de ¿Schecheniak? eran el único sonido del patio, aunque podía escuchar al resto hablar dentro. Se habría sentido más cómodo estando solo como hacía unos instantes, pero se sorprendió al sentir que no estaba tan incómodo como habría creído en un principio con el cánido. Quizás era porque tenían formas parecidas de hablar, o porque seguía pensando en el club y eso lo hacía vulnerable. Blando. <<Serás gilipollas...>> Se dijo así mismo antes de recuperar un poco la compostura y esconder sus emociones bajo toneladas de hormigón.
-Tienes razón, esto es una puta mierda de cojones.- Soltó con el ceño fruncido.- Y me llamo Connor, si. Por suerte para ti mi puto nombre es más fácil que el tuyo, joder.- Dijo de mejor humor con un bufido, antes de volver a la divertida tarea de seguir fumando como un poseso. Cuando le preguntó por ello no pudo evitar mostrar una ligera sonrisa.- Es un cigarrillo, hostias. Y está claro que tu olfato es una mierda, porque esto de aquí es de lo mejor que puedes comprar en la puta calle.- Dijo con tono orgulloso, aunque se podía leer con facilidad que no le había molestado el comentario y le divertía la situación. Sobre todo que en MundoPerro existieran las cachimbas. Como para confirmar que sus cigarrillos eran de calidad volvió a exhalar humo, asegurándose de que esta vez le llegara incluso más al hocico de su compañero.- En mi mundo casi todos son adictos a esta mierda.- Explicó el motero, y con mundo se refería al club de los Wyverns.
Connor acabó incorporándose, cansado de aquella postura, y se acercó al pozo para sentarse en el borde. Miró con curiosidad descarada a Szczenyak, ahora lo podía ver más de frente, antes de volver a hablar.
-¿Qué mierda es un dorogo? Y ya que estamos...¿todos los de tu especie sois iguales?- Preguntó de forma seca, pero con genuina curiosidad. Le interesaba saber más de un mundo como el del cánido. Y la verdad, era más fácil hablar de eso que de cosas relacionadas con él. Le hacían recordar su hogar, y eso dolía más de lo que quería admitir. Además, no quería que la conversación pudiera desviarse y el perro acabara preguntándole por su familia. No pensaba hablar de ella con un desconocido.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
06/05/23, 12:27 am
Sus Gigantes Amables le ayudaron a tener un poco de agua, solo que no únicamente una poca sino un cubo entero. No dudó ni un momento en trepar hacia abajo por las ropas de Aniol, quien le ayudó a acercarse, y dirigirse al recipiente... y zambullirse. Había escuchado una serie de comentarios justo antes, justito, así que asomó rápido la cabeza acompañado de un soplido de agua, como la estructura de la que habían bebido después de despertar.
—¡A mí esta me parece potable! No está sucia ni viscosa ni huele mal, ni tiene bichos muertos ni nada por el estilo.
No le importó que Abel se sumara a la pregunta o que Damián le llamara "bicho", pero sí que le preocupaba que se ofendieran entre elles. No le preocupaba porque de momento estaban siendo bastante agradables en general y podía entender la sorpresa o la confusión, así que se limitó a sonreír a les gigantes mientras les respondía.
Después, y por fin, se sumergió una segunda vez y después trepó hasta el borde, donde se sentó. A continuación, introdujo los pies y dejó que las finísimas raíces se despertaran. Le encantaba la sensación ya que le provocaba un cosquilleo agradable. Sin embargo, el agua también parecía despertar la suciedad de sus extremidades, la cual se mezclaba con el agua... y entonces cayó en la cuenta de lo que estaban hablando. Les había fastidiado.
—¿Pero quizás queráis cambiar este agua cuando acabe? Necesitaba remojar los pies—les dijo mientras les enseñaba uno, repleto de diminutas raíces recubiertas de perlas de agua que se movían hacia abajo, como queriendo volver al cubo. No se paró a pensar en que algo así podría sorprenderles y lo devolvió a su sitio como si nada—, pero os la he ensuciado, lo siento. Para compensar, puedo cocinaros insectos, si queréis. Estáis hablando de comida y con eso puedo ayudar... aunque necesitaríamos cazar un buen montón—les ofreció finalmente. Incluso empezó a contar números con sus cuatro manos pero se arrepintió cuando gastó la mayoría de ellos—. No, quizás... ¿varios montones? Hum... no creo que encuentre tantos, apenas vi en el camino hacia aquí...
Es más, si se dedicaban a comer insectos... probablemente los extinguirían. ¿Cuánta comida podrían necesitar? ¿Tanta como los depredadores de su mundo? ¿Necesitarían comer más por ser más inteligentes que una bestia? ¿Serían carnívores o herbívores? ¿Qué podría haber en esas bañeras que pudiera saciar a un grupo tan grande de gigantes? Eso tenía que verlo.
—¡A mí esta me parece potable! No está sucia ni viscosa ni huele mal, ni tiene bichos muertos ni nada por el estilo.
No le importó que Abel se sumara a la pregunta o que Damián le llamara "bicho", pero sí que le preocupaba que se ofendieran entre elles. No le preocupaba porque de momento estaban siendo bastante agradables en general y podía entender la sorpresa o la confusión, así que se limitó a sonreír a les gigantes mientras les respondía.
Después, y por fin, se sumergió una segunda vez y después trepó hasta el borde, donde se sentó. A continuación, introdujo los pies y dejó que las finísimas raíces se despertaran. Le encantaba la sensación ya que le provocaba un cosquilleo agradable. Sin embargo, el agua también parecía despertar la suciedad de sus extremidades, la cual se mezclaba con el agua... y entonces cayó en la cuenta de lo que estaban hablando. Les había fastidiado.
—¿Pero quizás queráis cambiar este agua cuando acabe? Necesitaba remojar los pies—les dijo mientras les enseñaba uno, repleto de diminutas raíces recubiertas de perlas de agua que se movían hacia abajo, como queriendo volver al cubo. No se paró a pensar en que algo así podría sorprenderles y lo devolvió a su sitio como si nada—, pero os la he ensuciado, lo siento. Para compensar, puedo cocinaros insectos, si queréis. Estáis hablando de comida y con eso puedo ayudar... aunque necesitaríamos cazar un buen montón—les ofreció finalmente. Incluso empezó a contar números con sus cuatro manos pero se arrepintió cuando gastó la mayoría de ellos—. No, quizás... ¿varios montones? Hum... no creo que encuentre tantos, apenas vi en el camino hacia aquí...
Es más, si se dedicaban a comer insectos... probablemente los extinguirían. ¿Cuánta comida podrían necesitar? ¿Tanta como los depredadores de su mundo? ¿Necesitarían comer más por ser más inteligentes que una bestia? ¿Serían carnívores o herbívores? ¿Qué podría haber en esas bañeras que pudiera saciar a un grupo tan grande de gigantes? Eso tenía que verlo.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Sendar
06/05/23, 12:53 pm
El perro, ante el nombre que era una verdad como un piano, se picó muchísimo. Serena se lo dijo esta vez, aunque no fuese un “chucho” de él mismo. El italiano estuvo aguantando la risa ante la graciosa reacción del animal a dos patas, no estaban diciendo ninguna mentira era un perro pulgoso, maloliente y baboso.
Mientras estaba con las mejillas hinchadas y los labios cerrados en una risa contenida, Aniol le dirigió la palabra de nuevo y ahí se puso serio. Esta vez no notó ningún tono amistoso, sintiendo un desagradable toque en el hombro cortesía de aquel rechoncho niño. Damian expresó en su rostro un enfado leve y mucha confusión, no dijo nada malo, esa vez no. Era un bicho, estaba claro, era una verdad tan grande como que el chucho era un puto perro. Quería decir un millar de cosas a quien tenía delante, poner excusas y, de paso, insultarlo por todo lo alto con el repertorio que por su cabeza estaba pasando. Sin embargo, con la cara colorada de aguantarse, giró la cabeza y apartó la mirada gruñendo por lo bajo.
—Vaaale —aceptó con el ceño fruncido y asintiendo levemente. La persona con la que menos bronca quería era aquel niño, el primer niño que le ha dirigido la palabra y, quizás, el primer niño con el que tendría la oportunidad de relacionarse. Como se le acercó, la forma que le tocó el hombro… Todo era desagradable, volviendo a otros asuntos y dejando al gordito para más tarde, frotándose el hombro. Ya luego hablaría con él.
Ante su reclamo de comida, aquel listillo de ojos raros le pidió calma. Puso una cara algo larga ante ello, pero atendiendo igual. Él solo no haría mucho así que prefirió actuar en equipo con todos. Habló de esas “bañeras” voladoras y por donde tiró cada una, Damian solo quería perseguirlas pero Airi, para su desgracia, apoyó la decisión de Rick prefiriendo pasar hambre. Ese comentario hizo que el italiano mirase al portador de cuernos con una cara que era un poema en sí mismo.
El gato dijo algo que lo hizo ponerse de su lado, él también tendría hambre y lo que dijo fue inteligente, habría más comida seguro.
—¡Habrá más comida seguro! ¡Nos dará tiempo ir detrás de esas bañeras voladoras, si salimos ahora las pillaremos si corremos! —apoyó al medio felino, incluyéndose en la conversación con más hambre que el perro de un ciego. Hacía aspavientos mientras se explicaba, juntando los dedos de sus manos en uno de ellos—. ¿¡No podemos hacer-!?
Ahí intervino Rayín, callando para saber su opinión, quizás la sabiduría de su amigo reptil fuese útil. Bajó la cabeza en cuanto apoyó la decisión de esperar,. ¿Por que, lagarto morado? A Damian le rugían las tripas sonoramente, no sabía si podía aguantar y Agnol soltó un discurso que no entendió, estirando su boca confuso. El “bicho” dijo algo de cocinar insectos pero… no, se imaginaba muy, muy poca comida para siquiera dar importancia a su opinión. La loca del coño, para irónica sorpresa del italiano, no dejaba de decir cosas en contra así que la ignoró tambien.
Parecía ser el caso de que estaba ganando lo de quedarse y el italiano estaba triste, mucho. No se atrevía demasiado a salir solo con esos bichos pululando por grietas y a saber que cosas más asquerosas. Necesitaba distraerse, hacer algo para calmar el hambre, siempre se ponía a recoger cosas o ayudar en el circo cuando la comida escaseaba, era una forma de disimular al cuerpo que el estómago lo tenía vacío. Por suerte, el chico que pateó ofreció una tarea que era limpiar un poco. Luciano siempre le mandaba limpiar, era el momento de mostrar sus “dotes” de limpieza y ayudar un poco, demostrar su utilidad.
—¡Vale! ¡Me encargo de-de-de arriba! ¡Una habitación! ¡La limpio hasta dejarla más limpia que lo más limpio que hayáis visto nunca limpio! —después de ese improvisado trabalenguas pilló un trapo y tomo “prestado” el cubo del que bebió Abel, no pesaba demasiado y fue escopeteado a las escaleras. La primera planta le traía amargas vibras por el escenario de antes así que se fue a la segunda con toda la intención de ver el panorama también. Entró a una habitación que le hizo inspirar de sorpresa al ver que era muy grande para sus estándares. Con bastantes camastros y ventanales decentes, se encariñó de ella
>>Vaya mansión. Joooooder… qué casoplón —dejó el cubo en el suelo, mojó el trapo remojándolo con energía y se dispuso a quitar polvo de todos los lados posibles—. ¡Déjame cantar! ¡Con la guitarra en la mano! ¡Soy italiano! ¡Hola Italia, espaguetis al dente! ¡Y un partidista como presidente! ¡Con la radio del coche siempre en la mano derecha!... —mientras limpiaba, cantorreaba a todo pulmón entre enormes gallos y falsetes involuntarios una canción que no pegaba nada con aquel idioma tan raro que salía de su bocaza.
Mientras estaba con las mejillas hinchadas y los labios cerrados en una risa contenida, Aniol le dirigió la palabra de nuevo y ahí se puso serio. Esta vez no notó ningún tono amistoso, sintiendo un desagradable toque en el hombro cortesía de aquel rechoncho niño. Damian expresó en su rostro un enfado leve y mucha confusión, no dijo nada malo, esa vez no. Era un bicho, estaba claro, era una verdad tan grande como que el chucho era un puto perro. Quería decir un millar de cosas a quien tenía delante, poner excusas y, de paso, insultarlo por todo lo alto con el repertorio que por su cabeza estaba pasando. Sin embargo, con la cara colorada de aguantarse, giró la cabeza y apartó la mirada gruñendo por lo bajo.
—Vaaale —aceptó con el ceño fruncido y asintiendo levemente. La persona con la que menos bronca quería era aquel niño, el primer niño que le ha dirigido la palabra y, quizás, el primer niño con el que tendría la oportunidad de relacionarse. Como se le acercó, la forma que le tocó el hombro… Todo era desagradable, volviendo a otros asuntos y dejando al gordito para más tarde, frotándose el hombro. Ya luego hablaría con él.
Ante su reclamo de comida, aquel listillo de ojos raros le pidió calma. Puso una cara algo larga ante ello, pero atendiendo igual. Él solo no haría mucho así que prefirió actuar en equipo con todos. Habló de esas “bañeras” voladoras y por donde tiró cada una, Damian solo quería perseguirlas pero Airi, para su desgracia, apoyó la decisión de Rick prefiriendo pasar hambre. Ese comentario hizo que el italiano mirase al portador de cuernos con una cara que era un poema en sí mismo.
El gato dijo algo que lo hizo ponerse de su lado, él también tendría hambre y lo que dijo fue inteligente, habría más comida seguro.
—¡Habrá más comida seguro! ¡Nos dará tiempo ir detrás de esas bañeras voladoras, si salimos ahora las pillaremos si corremos! —apoyó al medio felino, incluyéndose en la conversación con más hambre que el perro de un ciego. Hacía aspavientos mientras se explicaba, juntando los dedos de sus manos en uno de ellos—. ¿¡No podemos hacer-!?
Ahí intervino Rayín, callando para saber su opinión, quizás la sabiduría de su amigo reptil fuese útil. Bajó la cabeza en cuanto apoyó la decisión de esperar,. ¿Por que, lagarto morado? A Damian le rugían las tripas sonoramente, no sabía si podía aguantar y Agnol soltó un discurso que no entendió, estirando su boca confuso. El “bicho” dijo algo de cocinar insectos pero… no, se imaginaba muy, muy poca comida para siquiera dar importancia a su opinión. La loca del coño, para irónica sorpresa del italiano, no dejaba de decir cosas en contra así que la ignoró tambien.
Parecía ser el caso de que estaba ganando lo de quedarse y el italiano estaba triste, mucho. No se atrevía demasiado a salir solo con esos bichos pululando por grietas y a saber que cosas más asquerosas. Necesitaba distraerse, hacer algo para calmar el hambre, siempre se ponía a recoger cosas o ayudar en el circo cuando la comida escaseaba, era una forma de disimular al cuerpo que el estómago lo tenía vacío. Por suerte, el chico que pateó ofreció una tarea que era limpiar un poco. Luciano siempre le mandaba limpiar, era el momento de mostrar sus “dotes” de limpieza y ayudar un poco, demostrar su utilidad.
—¡Vale! ¡Me encargo de-de-de arriba! ¡Una habitación! ¡La limpio hasta dejarla más limpia que lo más limpio que hayáis visto nunca limpio! —después de ese improvisado trabalenguas pilló un trapo y tomo “prestado” el cubo del que bebió Abel, no pesaba demasiado y fue escopeteado a las escaleras. La primera planta le traía amargas vibras por el escenario de antes así que se fue a la segunda con toda la intención de ver el panorama también. Entró a una habitación que le hizo inspirar de sorpresa al ver que era muy grande para sus estándares. Con bastantes camastros y ventanales decentes, se encariñó de ella
>>Vaya mansión. Joooooder… qué casoplón —dejó el cubo en el suelo, mojó el trapo remojándolo con energía y se dispuso a quitar polvo de todos los lados posibles—. ¡Déjame cantar! ¡Con la guitarra en la mano! ¡Soy italiano! ¡Hola Italia, espaguetis al dente! ¡Y un partidista como presidente! ¡Con la radio del coche siempre en la mano derecha!... —mientras limpiaba, cantorreaba a todo pulmón entre enormes gallos y falsetes involuntarios una canción que no pegaba nada con aquel idioma tan raro que salía de su bocaza.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
06/05/23, 02:16 pm
Lo primero de todo fue que, poco después de empezar a discutir lo que iban a hacer, Szczenyak se marchó cabreado. -(Me lo apunto, nunca decirle perro)- pensó mientras lo veía irse al patio. Entendía que a los humanos (ni idea si le pasaba al resto) les estaba costando hacer esa a la idea de los "aliens" y más cuando se parecían a animales tan comunes en La Tierra, además que el nombre del cánido no es que fuera sencillo. Pero compararlo con animales no era muy bonito aún así. Hasta el pequeño Aniol entendía aquello, defendiendo la comprensión entre los distintos seres del grupo.
Dejando esa reflexión de lado y esperando que no se encontrara demasiado mal, el resto del grupo parecía decantarse por la idea de limpiar y ya al día siguiente buscar comida. Sí, hubo quien quería buscar la comida, pero tanto Räg como Kalna terminaron de dejar claro que sería demasiado arriesgado. A Rick le daba algo de pena el otro niño, se notaba que le hacía falta comer, pero no podían hacer más hasta el día siguiente. -En cuanto sea por la mañana podemos ir a buscarla. Imagino que desde arriba se podrá ver las bañeras- ofreció como alternativa a los nervios de comer del chiquillo y Nohlem. No tenía muy claro si cazar como había propuesto Airi iba a ser una opción, más que nada porque a saber qué había por allí, pero si algunos sabían y se animaba no vendría mal para complementar. También el lagarto preguntó por agua, que eso por suerte ya lo tenían cubierto. Un detalle al menos. -Claro, sírvete sin problema. Si te hace falta más hay un pozo fuera, así que al menos no nos moriremos de sed- le respondió a Rägjynn amablemente.
Hablando de beber, justo él sacó el tema de si era potable. El neoyorquino se cruzó de brazos pensándolo brevemente. La posibilidad existía, pero el agua no tenía mal aspecto y ya algunos la habían usado. Por suerte, cualquier duda que pudieran tener se desvaneció cuando Tawar se metió dentro de uno de los cubos. Rick se acercó por si acaso el pequeño camaleón-planta se había caído y no sabía nadar, pero estaba todo controlado. Lo que le sorprendió cuando se asomó al cubo fueron las finas raíces que surgían de los pies de le repobladore. -Ostras...- dijo por lo bajo observando la curiosa fisionomía de su especie. -Se agradece el gesto, pero sí, estaría complicado. Seguro que con las bañeras tenemos suficiente.- respondió con algo de cortesía, aunque esperando en el fondo de que no quisiera intentarlo aún así. No era raro que en otros mundos comieran bichos, hasta en muchas partes de La Tierra se hacía, pero a Rick no le hacía especial gracia la idea.
Terminaron por volver a repartirse las partes a limpiar de cada uno. -Estoy contigo. Somos bastantes, así que terminaremos pronto si nos dividimos- respondió a Ethan devolviéndole la sonrisa. -Si te hace falta una mano puedo quedarme por aquí, aunque tengo curiosidad por ver alguna de las habitaciones de arriba- No le importaba quedarse allí, el chico le caía bastante bien y se haría amena la tarea, aunque tenía ganas de ver el resto del torreón. De subir tenía claro que no iría a donde se acababa de ir Damian, más que nada porque quería conservar los tímpanos. Si desde el salón se le escuchaba ni de coña iba a estar en la misma habitación. Fuera la decisión que fuera, Rick iría a por un cubo y trapos para limpiar, dispuesto a empezar. Esperaba que tanto Kalna como Nohlem participaran también, que solo se hubieran sentado para debatir el plan de actuación.
Dejando esa reflexión de lado y esperando que no se encontrara demasiado mal, el resto del grupo parecía decantarse por la idea de limpiar y ya al día siguiente buscar comida. Sí, hubo quien quería buscar la comida, pero tanto Räg como Kalna terminaron de dejar claro que sería demasiado arriesgado. A Rick le daba algo de pena el otro niño, se notaba que le hacía falta comer, pero no podían hacer más hasta el día siguiente. -En cuanto sea por la mañana podemos ir a buscarla. Imagino que desde arriba se podrá ver las bañeras- ofreció como alternativa a los nervios de comer del chiquillo y Nohlem. No tenía muy claro si cazar como había propuesto Airi iba a ser una opción, más que nada porque a saber qué había por allí, pero si algunos sabían y se animaba no vendría mal para complementar. También el lagarto preguntó por agua, que eso por suerte ya lo tenían cubierto. Un detalle al menos. -Claro, sírvete sin problema. Si te hace falta más hay un pozo fuera, así que al menos no nos moriremos de sed- le respondió a Rägjynn amablemente.
Hablando de beber, justo él sacó el tema de si era potable. El neoyorquino se cruzó de brazos pensándolo brevemente. La posibilidad existía, pero el agua no tenía mal aspecto y ya algunos la habían usado. Por suerte, cualquier duda que pudieran tener se desvaneció cuando Tawar se metió dentro de uno de los cubos. Rick se acercó por si acaso el pequeño camaleón-planta se había caído y no sabía nadar, pero estaba todo controlado. Lo que le sorprendió cuando se asomó al cubo fueron las finas raíces que surgían de los pies de le repobladore. -Ostras...- dijo por lo bajo observando la curiosa fisionomía de su especie. -Se agradece el gesto, pero sí, estaría complicado. Seguro que con las bañeras tenemos suficiente.- respondió con algo de cortesía, aunque esperando en el fondo de que no quisiera intentarlo aún así. No era raro que en otros mundos comieran bichos, hasta en muchas partes de La Tierra se hacía, pero a Rick no le hacía especial gracia la idea.
Terminaron por volver a repartirse las partes a limpiar de cada uno. -Estoy contigo. Somos bastantes, así que terminaremos pronto si nos dividimos- respondió a Ethan devolviéndole la sonrisa. -Si te hace falta una mano puedo quedarme por aquí, aunque tengo curiosidad por ver alguna de las habitaciones de arriba- No le importaba quedarse allí, el chico le caía bastante bien y se haría amena la tarea, aunque tenía ganas de ver el resto del torreón. De subir tenía claro que no iría a donde se acababa de ir Damian, más que nada porque quería conservar los tímpanos. Si desde el salón se le escuchaba ni de coña iba a estar en la misma habitación. Fuera la decisión que fuera, Rick iría a por un cubo y trapos para limpiar, dispuesto a empezar. Esperaba que tanto Kalna como Nohlem participaran también, que solo se hubieran sentado para debatir el plan de actuación.
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