Luna Alta
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Luna Alta
02/08/11, 06:35 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Barrio cercano a Rocavaragálago. Es una de las zonas de Rocavarancolia donde las calles están en mejor estado, generalmente con un aspecto casi lujoso. La mayoría de casas son grandes y están bien decoradas, en no pocos casos dignas de llamarse palacios, con pocas viviendas que sigan en ruinas. Cerca del centro del barrio se encuentra el famoso Palacete.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Luna Alta
02/03/15, 01:12 am
Gael
En ocasiones era hasta divertido. De las posibles respuestas a la amable petición de un cobro retrasado hasta el hastío, la que tenía delante era su favorita. A duras penas se aguantó la risa el muchacho cuando el moroso pasó a su lado y le dedicó una mirada aterrorizada. Lo contempló como si fuese un gusano, con una sonrisa sádica que se ajustaba al papel que tenía que interpretar si querían volver a casa con el saco de monedas que se habían ganado ya tiempo atrás.
Justo antes de recibir el pago, al salir por la puerta, fue también consciente de que habían tenido espectadores. No los reconoció de inmediato.
—Me pregunto si tampoco va a pagarle a tiempo a quien venga a arreglarle la ventana —comentó jocosamente, dándole un codazo a Noel mientras esperaban. Había hablado lo suficientemente alto para que lo oyese el nublino desde el interior.
Tras tener el dinero en sus manos descubrieron que los espectadores tenían intención de acercarse a ellos aún a pesar de lo que acababan de ver. En ese momento fue cuando los reconoció y tuvo que admitir que no sabía qué esperarse de aquel encuentro.
—Ohh —musitó—, con tan poco sentido del peligro como de costumbre. Tienen hasta mérito, ¿no te parece? —No creía que lo hubiesen escuchado, ya que solo se dirigía a Noel, pero tampoco le importaba demasiado si lo habían hecho.
Kin
Al enterarse de que su amigo iba a visitar una nueva zona de la ciudad no se lo pensó demasiado a la hora de ofrecerse como acompañante. Quería ojear la zona, y no quería dejar solo al kairós negociando con una veterana desconocida. También tenía curiosidad, sin más, por ver cómo se negociaba en aquel lugar. No tardó en tener delante de sí una inesperada y gratuita muestra de ello.
El raigaurum observó en silencio, la boca ligeramente abierta, esa escena que ocurría delante de su hocico. Su pasmo se vio interrumpido por una idea tan brillante que le pareció increíble que saliese de Archime.
—¿Estás loco de remate? —susurró, más alto de lo que debería—. ¿O ciego? ¿No has visto lo que acaba de…?
Por supuesto, era inútil. Había tratado de parar a su amigo, pero este había empezado a moverse antes que él y ya estaban hablándose.
Por supuesto, Kin se acordaba del alado. ¿Cómo iba a olvidarlo? Había seguido a Archi tratando de detenerlo y ahora tenía a aquellos dos brutos delante. No le gustó el tono que utilizaba el alado para presentarse, pero la mención a Giz despertó su curiosidad. A pesar de lo que acababan de presenciar, ninguno de ellos mostraba una actitud amenazante hacia los irrenses. De superioridad, tal vez, pero eso era otra historia.
—¿Buscáis a dama Puente? Es una vieja conocida. Cara, pero fiable, ¿seguro que podéis pagarle? —El niño azulado parecía tener ganas de reírse a su costa. En un instante su cuerpo se desplomó, quedando de rodillas, y ante ellos apareció otro diferente, flotando sobre el primero y envuelto en llamas azules. Kin abrió los ojos por la sorpresa, reconociéndolo por fin—. Yo soy el tipo en llamas, un placer veros de nuevo. Podéis llamarme Koval. —Desvió la mirada un instante hacia el chico inerte a sus pies y luego volvió a mirar a los irrenses, con una cara que parecía disculparse y estar divirtiéndose a su costa a la vez—. Fuego fatuo. No os preocupéis, este lleva muerto bastantes años.
«Por supuesto, lo que necesitaba oír. Me quedo mucho más tranquilo».
Kin se cruzó de brazos, su cara no era precisamente amistosa. Tenía un cadáver delante, así como a unos tipos con ganas de burlarse aún más de ellos –y sus sonrisas le daban ganas de partirles la nariz, pero algo, y por algo se refería a la escena que acababan de presenciar, le decía que sería poco efectivo–. «Sencillamente genial».
—Veo que habéis dejado el negocio de los dildos, ¿ya no renta? —dijo, en lugar de presentarse. No tenía intención de hacerlo, y mucho menos de decir su transformación, aun si sus cuernos la anunciaban a los cuatro vientos.
—La verdad es que nunca ha rentado —rio el fuego fatuo—. La ropa tampoco cundía mucho.
Por primera vez, Kin tuvo la sensación de que no se reían solamente de ellos, sino de algo más. Tras conocer las leyes de no intervención, la visita de aquellos chalados le inquietaba más que nunca, y ahora que los tenía delante de nuevo, no tenía ni idea de qué se les pasaba por la cabeza.
En ocasiones era hasta divertido. De las posibles respuestas a la amable petición de un cobro retrasado hasta el hastío, la que tenía delante era su favorita. A duras penas se aguantó la risa el muchacho cuando el moroso pasó a su lado y le dedicó una mirada aterrorizada. Lo contempló como si fuese un gusano, con una sonrisa sádica que se ajustaba al papel que tenía que interpretar si querían volver a casa con el saco de monedas que se habían ganado ya tiempo atrás.
Justo antes de recibir el pago, al salir por la puerta, fue también consciente de que habían tenido espectadores. No los reconoció de inmediato.
—Me pregunto si tampoco va a pagarle a tiempo a quien venga a arreglarle la ventana —comentó jocosamente, dándole un codazo a Noel mientras esperaban. Había hablado lo suficientemente alto para que lo oyese el nublino desde el interior.
Tras tener el dinero en sus manos descubrieron que los espectadores tenían intención de acercarse a ellos aún a pesar de lo que acababan de ver. En ese momento fue cuando los reconoció y tuvo que admitir que no sabía qué esperarse de aquel encuentro.
—Ohh —musitó—, con tan poco sentido del peligro como de costumbre. Tienen hasta mérito, ¿no te parece? —No creía que lo hubiesen escuchado, ya que solo se dirigía a Noel, pero tampoco le importaba demasiado si lo habían hecho.
Kin
Al enterarse de que su amigo iba a visitar una nueva zona de la ciudad no se lo pensó demasiado a la hora de ofrecerse como acompañante. Quería ojear la zona, y no quería dejar solo al kairós negociando con una veterana desconocida. También tenía curiosidad, sin más, por ver cómo se negociaba en aquel lugar. No tardó en tener delante de sí una inesperada y gratuita muestra de ello.
El raigaurum observó en silencio, la boca ligeramente abierta, esa escena que ocurría delante de su hocico. Su pasmo se vio interrumpido por una idea tan brillante que le pareció increíble que saliese de Archime.
—¿Estás loco de remate? —susurró, más alto de lo que debería—. ¿O ciego? ¿No has visto lo que acaba de…?
Por supuesto, era inútil. Había tratado de parar a su amigo, pero este había empezado a moverse antes que él y ya estaban hablándose.
Por supuesto, Kin se acordaba del alado. ¿Cómo iba a olvidarlo? Había seguido a Archi tratando de detenerlo y ahora tenía a aquellos dos brutos delante. No le gustó el tono que utilizaba el alado para presentarse, pero la mención a Giz despertó su curiosidad. A pesar de lo que acababan de presenciar, ninguno de ellos mostraba una actitud amenazante hacia los irrenses. De superioridad, tal vez, pero eso era otra historia.
—¿Buscáis a dama Puente? Es una vieja conocida. Cara, pero fiable, ¿seguro que podéis pagarle? —El niño azulado parecía tener ganas de reírse a su costa. En un instante su cuerpo se desplomó, quedando de rodillas, y ante ellos apareció otro diferente, flotando sobre el primero y envuelto en llamas azules. Kin abrió los ojos por la sorpresa, reconociéndolo por fin—. Yo soy el tipo en llamas, un placer veros de nuevo. Podéis llamarme Koval. —Desvió la mirada un instante hacia el chico inerte a sus pies y luego volvió a mirar a los irrenses, con una cara que parecía disculparse y estar divirtiéndose a su costa a la vez—. Fuego fatuo. No os preocupéis, este lleva muerto bastantes años.
«Por supuesto, lo que necesitaba oír. Me quedo mucho más tranquilo».
Kin se cruzó de brazos, su cara no era precisamente amistosa. Tenía un cadáver delante, así como a unos tipos con ganas de burlarse aún más de ellos –y sus sonrisas le daban ganas de partirles la nariz, pero algo, y por algo se refería a la escena que acababan de presenciar, le decía que sería poco efectivo–. «Sencillamente genial».
—Veo que habéis dejado el negocio de los dildos, ¿ya no renta? —dijo, en lugar de presentarse. No tenía intención de hacerlo, y mucho menos de decir su transformación, aun si sus cuernos la anunciaban a los cuatro vientos.
—La verdad es que nunca ha rentado —rio el fuego fatuo—. La ropa tampoco cundía mucho.
Por primera vez, Kin tuvo la sensación de que no se reían solamente de ellos, sino de algo más. Tras conocer las leyes de no intervención, la visita de aquellos chalados le inquietaba más que nunca, y ahora que los tenía delante de nuevo, no tenía ni idea de qué se les pasaba por la cabeza.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Luna Alta
02/03/15, 05:44 pm
Noel
Si el tal Krono Rádem, cuyo nombre original le había escuchado a Giz en un par de ocasiones pero no estaba seguro de recordarlo, mostraba una completa neutralidad hacia ambos, al raigaurum no parecía hacerle mucha gracia aquel reencuentro tan fortuito como, a su entender, divertido. Lo demostró no presentándose y en el hecho de que las primeras palabras que les dedicó fuesen una pulla. Tampoco podía culparlo, en realidad, teniendo en cuenta cuándo y cómo se habían visto por primera vez y tras dejar escapar una leve risotada con la respuesta de Gael, decidió dar la suya propia en un tono parecido al que había empleado el irrense.
—¿Ya habéis olvidado que dije que los agradecimientos por semejante espectáculo deberíais dárselos a un saco de arena y huesos? Si alguno se mudó a Serpentaria tiene que conocerlo ya. Todo aquel circo fue culpa suya, tiene un gusto pésimo para las bromas.
El draco movía la cola con diversión mientras sonreía jocosamente y se reía para sus adentros.
Krono Rádem
Archime dedicó una mirada de cuatro segundos a Koval, reconociéndolo ahora en apariencia y voz, cuando abandonó el cuerpo que cayó inerte en el suelo, al cual desvió la vista a continuación. Probablemente aquello, al igual que el llamativo fuego azulado que lo envolvía, se tratase de un don de Luna Roja. De todas formas el kairós se aseguraría de buscar información sobre “draco de Estínfalo” y “fuego fatuo” en la biblioteca de Serpentaria aquella tarde.
—Sí lo recuerdo y he coincidido en alguna ocasión con Matt, el espectro y brujo de la arena al que te refieres, en la cocina de la Torre Serpentaria.
Aquella fue toda su aportación a la conversación que se llevaba a cabo paralelamente a lo que de verdad consideraba importante. Aunque no desdeñó por completo la información de que, al parecer, aquel extravagante encuentro había sido producto de una clase de broma. Una que no comprendía en lo más mínimo, pero era muy probable que faltasen datos y de todos modos no solía encontrarle mucha lógica a la mayoría de aquella clase de entretenimientos a pesar de que no parecía ser el caso de los demás.
—He sido debidamente informado acerca de las tarifas de dama Puente y dispongo de capital suficiente para contratar sus servicios —replicó a Koval entonces parpadeando rítmicamente dos veces.
El biomecánico vaciló unos instantes pero finalmente no añadió nada más, desviando su vista del fuego fatuo al draco y finalmente hacia el cadáver en el suelo de nuevo. Acababa de formular su pregunta y no creía que la hubiesen olvidado, por ello no le pareció adecuado insistir por el momento ya que no quería importunar a alguien siendo él mismo el solicitante de la ayuda.
Si el tal Krono Rádem, cuyo nombre original le había escuchado a Giz en un par de ocasiones pero no estaba seguro de recordarlo, mostraba una completa neutralidad hacia ambos, al raigaurum no parecía hacerle mucha gracia aquel reencuentro tan fortuito como, a su entender, divertido. Lo demostró no presentándose y en el hecho de que las primeras palabras que les dedicó fuesen una pulla. Tampoco podía culparlo, en realidad, teniendo en cuenta cuándo y cómo se habían visto por primera vez y tras dejar escapar una leve risotada con la respuesta de Gael, decidió dar la suya propia en un tono parecido al que había empleado el irrense.
—¿Ya habéis olvidado que dije que los agradecimientos por semejante espectáculo deberíais dárselos a un saco de arena y huesos? Si alguno se mudó a Serpentaria tiene que conocerlo ya. Todo aquel circo fue culpa suya, tiene un gusto pésimo para las bromas.
El draco movía la cola con diversión mientras sonreía jocosamente y se reía para sus adentros.
Krono Rádem
Archime dedicó una mirada de cuatro segundos a Koval, reconociéndolo ahora en apariencia y voz, cuando abandonó el cuerpo que cayó inerte en el suelo, al cual desvió la vista a continuación. Probablemente aquello, al igual que el llamativo fuego azulado que lo envolvía, se tratase de un don de Luna Roja. De todas formas el kairós se aseguraría de buscar información sobre “draco de Estínfalo” y “fuego fatuo” en la biblioteca de Serpentaria aquella tarde.
—Sí lo recuerdo y he coincidido en alguna ocasión con Matt, el espectro y brujo de la arena al que te refieres, en la cocina de la Torre Serpentaria.
Aquella fue toda su aportación a la conversación que se llevaba a cabo paralelamente a lo que de verdad consideraba importante. Aunque no desdeñó por completo la información de que, al parecer, aquel extravagante encuentro había sido producto de una clase de broma. Una que no comprendía en lo más mínimo, pero era muy probable que faltasen datos y de todos modos no solía encontrarle mucha lógica a la mayoría de aquella clase de entretenimientos a pesar de que no parecía ser el caso de los demás.
—He sido debidamente informado acerca de las tarifas de dama Puente y dispongo de capital suficiente para contratar sus servicios —replicó a Koval entonces parpadeando rítmicamente dos veces.
El biomecánico vaciló unos instantes pero finalmente no añadió nada más, desviando su vista del fuego fatuo al draco y finalmente hacia el cadáver en el suelo de nuevo. Acababa de formular su pregunta y no creía que la hubiesen olvidado, por ello no le pareció adecuado insistir por el momento ya que no quería importunar a alguien siendo él mismo el solicitante de la ayuda.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Luna Alta
02/03/15, 05:58 pm
Xalkoth
Probablemente los ahora presentes pudieron escuchar el zumbido que generan las alas de Xalk cuando este volaba. El clinger sobrevolaba luna alta a una altura no muy grande mientras tarareaba alguna canción que probablemente había escuchado a un ciudadano al azar ese mismo día, y estaba completamente distraído hasta que reconoció a los que se encontraban conversando en la calle: cl kairós, el cornudo, el de las plumas bonitas y el brillante azul bonito.
–¡Holaaaa! – saludó alegremente a los de abajo mientras agitaba una mano, olvidándose de que estaba volando y de mirar al frente, naturalmente eso resultó en un choque frontal contra la ventana del edificio abandonado más cercano sumado a un “¡Ay!” del insecto al atravesar el cristal.
Valek
El hechizo de localización me había llevado hasta Luna alta. Desconocía la razón por la que el clinger había decidido ir allí, pero tampoco me importaba. Pensaba encontrarlo y darle una paliza.
¿Por qué ir a por Xalk? Todo había empezado unas horas antes, cuando había vuelto a mi habitación en la sede y la había encontrado totalmente destrozada y patas arriba mientras el insecto se revolcaba entre mis muebles. La puerta tenía defensas pero no había previsto que decidiera quedarse durante horas (sí, horas) dándole palmaditas y arañando cual felino, minando lentamente sus defensas hasta que terminaron por caer. Había salido huyendo nada más verme y a partir de ahí lo había estado persiguiendo por la ciudad, y por fin lo acababa de encontrar.
Valek y Xalkoth
Los otros cuatro que nada tenían que ver con esto probablemente pudieron ver como el vampiro entraba en el edificio, a lo que siguieron ruidos que marcaban probablemente el inicio de una pelea… al menos hasta que se oyó gritar a Xalk.
–¡MIMOSSS!
–¿¡Pero QUE…!? – A eso le siguió el sonido de muebles rotos, cosas por los suelos y demás sonidos propios de alguien cayendo de un lado para otro. –¡Quitate de encima, que te quites!
Ur rato después Xalk salía tan tranquilo por la puerta principal, llevando ahora un amuleto colgado del cuello. Poco después el propio vampiro tambaleándose salió también, tenía media cara roja por la urticaria, que sumado a su palidez natural lo hacía aún más llamativo de lo que de debía ser. – Ya he tenido suficiente. – De su carcaj sacó una flecha que en la parte de atrás tenía mal dibujada una cara de insecto tachada. Había preparado esa flecha especialmente para el clinger, y si funcionaba bien acabaría con él ignorando su armadura natural. La colocó en un guantelete, apuntó y disparó. Lamentablemente mientras la flecha volaba lentamente hacia su destino el amuleto que llevaba Xalk al cuello empezó a emitir un destello tenue y… antes de impactar la flecha se desvió mágicamente e impactó inofensivamente en la pared más cercana. –¿Eh? –Xalkoth ni se había enterado, y se había quedado mirando asombrado al amuleto mientras de su boca salía un “brillaaaa”
–Tú no tienes magia, ¿de donde has sacado ese amulet… un segundo– Acababa de darse cuenta de que el objeto le era familiar. Rápidamente rebuscó entre sus bolsillos y todo encajó.
–¡MI AMULETO! ¡Maldita larva blindada! ¡Devuelvemelo!
La persecución siguió, con Xalk corriendo con los brazos extendidos hacia arriba… porque sí, y el vampiro detrás. Acabaron perdiéndose por una esquina.
¿Continuará?
Probablemente los ahora presentes pudieron escuchar el zumbido que generan las alas de Xalk cuando este volaba. El clinger sobrevolaba luna alta a una altura no muy grande mientras tarareaba alguna canción que probablemente había escuchado a un ciudadano al azar ese mismo día, y estaba completamente distraído hasta que reconoció a los que se encontraban conversando en la calle: cl kairós, el cornudo, el de las plumas bonitas y el brillante azul bonito.
–¡Holaaaa! – saludó alegremente a los de abajo mientras agitaba una mano, olvidándose de que estaba volando y de mirar al frente, naturalmente eso resultó en un choque frontal contra la ventana del edificio abandonado más cercano sumado a un “¡Ay!” del insecto al atravesar el cristal.
Valek
El hechizo de localización me había llevado hasta Luna alta. Desconocía la razón por la que el clinger había decidido ir allí, pero tampoco me importaba. Pensaba encontrarlo y darle una paliza.
¿Por qué ir a por Xalk? Todo había empezado unas horas antes, cuando había vuelto a mi habitación en la sede y la había encontrado totalmente destrozada y patas arriba mientras el insecto se revolcaba entre mis muebles. La puerta tenía defensas pero no había previsto que decidiera quedarse durante horas (sí, horas) dándole palmaditas y arañando cual felino, minando lentamente sus defensas hasta que terminaron por caer. Había salido huyendo nada más verme y a partir de ahí lo había estado persiguiendo por la ciudad, y por fin lo acababa de encontrar.
Valek y Xalkoth
Los otros cuatro que nada tenían que ver con esto probablemente pudieron ver como el vampiro entraba en el edificio, a lo que siguieron ruidos que marcaban probablemente el inicio de una pelea… al menos hasta que se oyó gritar a Xalk.
–¡MIMOSSS!
–¿¡Pero QUE…!? – A eso le siguió el sonido de muebles rotos, cosas por los suelos y demás sonidos propios de alguien cayendo de un lado para otro. –¡Quitate de encima, que te quites!
Ur rato después Xalk salía tan tranquilo por la puerta principal, llevando ahora un amuleto colgado del cuello. Poco después el propio vampiro tambaleándose salió también, tenía media cara roja por la urticaria, que sumado a su palidez natural lo hacía aún más llamativo de lo que de debía ser. – Ya he tenido suficiente. – De su carcaj sacó una flecha que en la parte de atrás tenía mal dibujada una cara de insecto tachada. Había preparado esa flecha especialmente para el clinger, y si funcionaba bien acabaría con él ignorando su armadura natural. La colocó en un guantelete, apuntó y disparó. Lamentablemente mientras la flecha volaba lentamente hacia su destino el amuleto que llevaba Xalk al cuello empezó a emitir un destello tenue y… antes de impactar la flecha se desvió mágicamente e impactó inofensivamente en la pared más cercana. –¿Eh? –Xalkoth ni se había enterado, y se había quedado mirando asombrado al amuleto mientras de su boca salía un “brillaaaa”
–Tú no tienes magia, ¿de donde has sacado ese amulet… un segundo– Acababa de darse cuenta de que el objeto le era familiar. Rápidamente rebuscó entre sus bolsillos y todo encajó.
–¡MI AMULETO! ¡Maldita larva blindada! ¡Devuelvemelo!
La persecución siguió, con Xalk corriendo con los brazos extendidos hacia arriba… porque sí, y el vampiro detrás. Acabaron perdiéndose por una esquina.
¿Continuará?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Luna Alta
03/03/15, 12:30 am
Gael sonrió ante la mención de Matt y miró a los irrenses, preguntándose si con eso bastaba para que se hiciesen una idea general de qué los había llevado a la puerta de su torreón. No dejaba de ser, visto desde fuera, algo evitable. En definitiva, no esperaba que eso sirviese como disculpa por la intromisión.
—Se podría decir que sentimos lo que pasó. No tenemos nada en contra de los cosechados, faltaría más. Ni contra los novatos, dicho sea de paso —añadió también tras pensárselo un segundo. Sonrió, en un intento de hacer el ambiente más amigable. «De estos dos —pensó el fuego fatuo— no va a depender, porque si normalmente son tan festivos como cada vez que los vemos…»—. Ah, y disculpa que haya dudado, Krono. Cuando yo estaba en tu lugar no tenía ni para chucherías —explicó, divertido.
Conocidos de Giz y de aquel tal Matt o no, a Kin aquella explicación le decía más bien poco. Por supuesto, era consciente de que en ningún momento les habían hecho daño allá en el torreón, pero sí humillado y provocado inseguridad y miedo, porque en el momento en que irrumpieron el refugio los hicieron conscientes de lo sencillo que podía ser traspasar las defensas de aquel.
—Claro, perfectamente comprensible —ironizó—. ¿Y qué habéis pensado hacer para la próxima…? —Lo interrumpió un zumbido. Le sonaba.
En el campo de visión del grupo apareció un clinger, de sobra conocido para Kin y cuya identidad Gael terminó de recordar de su visita a Maciel. No hubo tiempo para advertirle de su trayectoria, porque se estampó de inmediato contra una casa y lo perdieron de vista en su interior. Kin se cubrió la cara con una mano, avergonzado de tener a aquel insecto descerebrado como amigo, mientras Gael sonreía, desconcertado y divertido. El fuego fatuo ya había visto a quien se acercaba detrás, y le sorprendió descubrir que perseguía al novato.
—¡Esto promete! —le dijo a Noel, muerto de risa, mientras del edificio venían sonidos de reyerta—. ¿Es amigo vuestro, verdad? El clinger —preguntó, volviéndose hacia los irrenses.
Entre tanto, Kin hacía cábalas de lo que podía haber pasado. No le resultaba difícil imaginar alguna que otra situación, ya que se trataba de Xalk. Y de Valek. Valek no había tenido que aguantar a aquel clinger durante unos largos siete meses. Si Kin hubiese contado con una transformación y magia desde el primer día, probablemente se habría convertido en insecto frito antes de conseguir aprender a tolerarlo.
—Preferiría poder decir que no lo conozco de nada —respondió, todavía masajeándose la frente con la mano que había alzado antes.
Observaron pasivamente incluso el final de la pelea, cuando el vampiro decidió que valía la pena intentar dispararle. Ni aún en ese momento Kin se preocupó. «No te esfuerces — le dijo a Valek mentalmente—, ese cabrón ha nacido con suerte». Xalk no necesitó ni esforzarse para dar alarde de ello. Después, desaparecieron de su vista tan repentinamente como habían llegado. Kin estaba en silencio, pero el fuego fatuo no se cortó un pelo a la hora de empezar a reír.
—¡Los refugios deben ser muy divertidos estos días! —decía—. ¡Cuesta ver a Valek tan entregado!
—Se podría decir que sentimos lo que pasó. No tenemos nada en contra de los cosechados, faltaría más. Ni contra los novatos, dicho sea de paso —añadió también tras pensárselo un segundo. Sonrió, en un intento de hacer el ambiente más amigable. «De estos dos —pensó el fuego fatuo— no va a depender, porque si normalmente son tan festivos como cada vez que los vemos…»—. Ah, y disculpa que haya dudado, Krono. Cuando yo estaba en tu lugar no tenía ni para chucherías —explicó, divertido.
Conocidos de Giz y de aquel tal Matt o no, a Kin aquella explicación le decía más bien poco. Por supuesto, era consciente de que en ningún momento les habían hecho daño allá en el torreón, pero sí humillado y provocado inseguridad y miedo, porque en el momento en que irrumpieron el refugio los hicieron conscientes de lo sencillo que podía ser traspasar las defensas de aquel.
—Claro, perfectamente comprensible —ironizó—. ¿Y qué habéis pensado hacer para la próxima…? —Lo interrumpió un zumbido. Le sonaba.
En el campo de visión del grupo apareció un clinger, de sobra conocido para Kin y cuya identidad Gael terminó de recordar de su visita a Maciel. No hubo tiempo para advertirle de su trayectoria, porque se estampó de inmediato contra una casa y lo perdieron de vista en su interior. Kin se cubrió la cara con una mano, avergonzado de tener a aquel insecto descerebrado como amigo, mientras Gael sonreía, desconcertado y divertido. El fuego fatuo ya había visto a quien se acercaba detrás, y le sorprendió descubrir que perseguía al novato.
—¡Esto promete! —le dijo a Noel, muerto de risa, mientras del edificio venían sonidos de reyerta—. ¿Es amigo vuestro, verdad? El clinger —preguntó, volviéndose hacia los irrenses.
Entre tanto, Kin hacía cábalas de lo que podía haber pasado. No le resultaba difícil imaginar alguna que otra situación, ya que se trataba de Xalk. Y de Valek. Valek no había tenido que aguantar a aquel clinger durante unos largos siete meses. Si Kin hubiese contado con una transformación y magia desde el primer día, probablemente se habría convertido en insecto frito antes de conseguir aprender a tolerarlo.
—Preferiría poder decir que no lo conozco de nada —respondió, todavía masajeándose la frente con la mano que había alzado antes.
Observaron pasivamente incluso el final de la pelea, cuando el vampiro decidió que valía la pena intentar dispararle. Ni aún en ese momento Kin se preocupó. «No te esfuerces — le dijo a Valek mentalmente—, ese cabrón ha nacido con suerte». Xalk no necesitó ni esforzarse para dar alarde de ello. Después, desaparecieron de su vista tan repentinamente como habían llegado. Kin estaba en silencio, pero el fuego fatuo no se cortó un pelo a la hora de empezar a reír.
—¡Los refugios deben ser muy divertidos estos días! —decía—. ¡Cuesta ver a Valek tan entregado!
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Luna Alta
03/03/15, 07:36 pm
Noel
—Pues ya sabéis, las reclamaciones a él —le respondió a Krono con jocosidad cuando afirmó reconocer la descripción de Matt que había dado.
<<Aunque este tipo no parece muy interesado en la conversación precisamente>>. Algo sabía por Giz de que el tal Krono no era precisamente el alma de la fiesta, pero su absoluta monotonía y su registro que rozaba lo pedante superaban sus expectativas. Encima aseguraba que se podía permitir los servicios de la logomante tan solo tras unos meses como auténtico rocavarancolés. ¿De dónde habría sacado tanto dinero un novato? Bien pensado, lo más probable era que lo hubiese recogido en Irraria, al fin y al cabo Giz ya le había acompañado en una ocasión y la política en aquel mundo vinculado permitía algo como aquello perfectamente. <<Algunos parten con demasiada ventaja>>.
Su compañero le divertía más, no obstante, y se giró hacia él cuando volvió a hablar, pero fue entonces cuando una escena de lo más particular interrumpió por completo la conversación. Fue el primero en escuchar el zumbido de las alas del clinger que poco después les saludaba alegremente al pasar cerca de ellos, con resultados catastróficos para el insecto.
—Deberíais advertirle de lo peligroso de distraerse volando si todavía no lo dominas por completo —comentó tras Gael con evidente diversión, ignorando la muestra de vergüenza ajena del raigaurum.
Los sonidos que provenían del interior del edificio le hicieron preguntarse durante escasos segundos si tal vez deberían entrar, hasta que escuchó el grito del clinger y reconoció al dueño de la otra voz. El draco no podía parar de reír junto al fuego fatuo, que por suerte era el único de los presentes que lo estaba haciendo y por primera vez agradeció que los irrenses resultasen ser unos sosainas. Él, por su parte, continuó disfrutando del espectáculo con luces incluidas, que tenía toda la pinta de tratarse de una cadena de absurdas casualidades una tras otra.
—Vuestro amigo sabe escoger bien a sus víctimas —comentó cuando vio pasar al vampiro persiguiendo al clinger—. Valek tiene hasta mejor color y todo —añadió con sarcasmo.
Hizo una pausa mientras Gael comentaba el acontecimiento para observar a los protagonistas del momento sin dejar de reír, fijándose especialmente en el insecto ya que su mente había comenzado a realizar una asociación que despertó su curiosidad por la transformación de este.
—Ya sabía yo que me recordaba a algo. ¡Eh, Valek Aran! ¡Usa el rayo de hielo! —le gritó al vampiro antes de volver a prorrumpir en carcajadas.
Krono Rádem
Archime alzó la cabeza hacia Koval cuando este se disculpó, un tanto confuso.
—No me ha molestado.
El ingeniero consideraba que la duda del fuego fatuo era legítima ya que probablemente pocos podían permitirse acceder a un depósito de ahorros como el suyo debido a las circunstancias y, aunque era ilógico solicitar un servicio sin disponer de suficiente liquidez, no sería descabellado el que se tratase de una visita en aras de solicitar un presupuesto.
La aparición de Xalkoth no provocó ninguna reacción en el biomecánico salvo el hecho de que su vista siguió con la mirada la trayectoria del clinger e hizo un amago de acercarse al edificio para comprobar si se encontraba bien. Su vacilación duró más de lo que tardaron en escucharse los gritos y decidió que no era necesario. Su expresión neutra volvió a seguir los movimientos de la plaga cuando salió corriendo del edificio, reconociendo el tipo de amuleto que llevaba al cuello antes de que lo activase, y después se posó sobre la mejilla enrojecida del vampiro.
—En ocasiones, el errático modo de actuar de Xalkoth provoca situaciones problemáticas para otros y para sí mismo, pero su exoesqueleto cuenta con una gran dureza —explicó a modo de respuesta a la primera apreciación del draco sobre la plaga—. Le ha provocado urticaria a Valek Kel, tal vez debería instarle a una mayor precaución por su parte.
Dedicó una mirada parpadeante de tres segundos antes de volver a desviar la vista de Noel. Asistió al resto de la escena, tanto la proporcionada por Xalkoth y Valek Kel como a los comentarios del fuego fatuo y el draco sin comprender los de este último, en completo silencio. Comenzaba a incomodarse ante la falta de respuesta, no porque le molestase, sino porque no estaba seguro de si debía insistir y se rascaba la nuca con nerviosismo, indeciso.
—Pues ya sabéis, las reclamaciones a él —le respondió a Krono con jocosidad cuando afirmó reconocer la descripción de Matt que había dado.
<<Aunque este tipo no parece muy interesado en la conversación precisamente>>. Algo sabía por Giz de que el tal Krono no era precisamente el alma de la fiesta, pero su absoluta monotonía y su registro que rozaba lo pedante superaban sus expectativas. Encima aseguraba que se podía permitir los servicios de la logomante tan solo tras unos meses como auténtico rocavarancolés. ¿De dónde habría sacado tanto dinero un novato? Bien pensado, lo más probable era que lo hubiese recogido en Irraria, al fin y al cabo Giz ya le había acompañado en una ocasión y la política en aquel mundo vinculado permitía algo como aquello perfectamente. <<Algunos parten con demasiada ventaja>>.
Su compañero le divertía más, no obstante, y se giró hacia él cuando volvió a hablar, pero fue entonces cuando una escena de lo más particular interrumpió por completo la conversación. Fue el primero en escuchar el zumbido de las alas del clinger que poco después les saludaba alegremente al pasar cerca de ellos, con resultados catastróficos para el insecto.
—Deberíais advertirle de lo peligroso de distraerse volando si todavía no lo dominas por completo —comentó tras Gael con evidente diversión, ignorando la muestra de vergüenza ajena del raigaurum.
Los sonidos que provenían del interior del edificio le hicieron preguntarse durante escasos segundos si tal vez deberían entrar, hasta que escuchó el grito del clinger y reconoció al dueño de la otra voz. El draco no podía parar de reír junto al fuego fatuo, que por suerte era el único de los presentes que lo estaba haciendo y por primera vez agradeció que los irrenses resultasen ser unos sosainas. Él, por su parte, continuó disfrutando del espectáculo con luces incluidas, que tenía toda la pinta de tratarse de una cadena de absurdas casualidades una tras otra.
—Vuestro amigo sabe escoger bien a sus víctimas —comentó cuando vio pasar al vampiro persiguiendo al clinger—. Valek tiene hasta mejor color y todo —añadió con sarcasmo.
Hizo una pausa mientras Gael comentaba el acontecimiento para observar a los protagonistas del momento sin dejar de reír, fijándose especialmente en el insecto ya que su mente había comenzado a realizar una asociación que despertó su curiosidad por la transformación de este.
—Ya sabía yo que me recordaba a algo. ¡Eh, Valek Aran! ¡Usa el rayo de hielo! —le gritó al vampiro antes de volver a prorrumpir en carcajadas.
Krono Rádem
Archime alzó la cabeza hacia Koval cuando este se disculpó, un tanto confuso.
—No me ha molestado.
El ingeniero consideraba que la duda del fuego fatuo era legítima ya que probablemente pocos podían permitirse acceder a un depósito de ahorros como el suyo debido a las circunstancias y, aunque era ilógico solicitar un servicio sin disponer de suficiente liquidez, no sería descabellado el que se tratase de una visita en aras de solicitar un presupuesto.
La aparición de Xalkoth no provocó ninguna reacción en el biomecánico salvo el hecho de que su vista siguió con la mirada la trayectoria del clinger e hizo un amago de acercarse al edificio para comprobar si se encontraba bien. Su vacilación duró más de lo que tardaron en escucharse los gritos y decidió que no era necesario. Su expresión neutra volvió a seguir los movimientos de la plaga cuando salió corriendo del edificio, reconociendo el tipo de amuleto que llevaba al cuello antes de que lo activase, y después se posó sobre la mejilla enrojecida del vampiro.
—En ocasiones, el errático modo de actuar de Xalkoth provoca situaciones problemáticas para otros y para sí mismo, pero su exoesqueleto cuenta con una gran dureza —explicó a modo de respuesta a la primera apreciación del draco sobre la plaga—. Le ha provocado urticaria a Valek Kel, tal vez debería instarle a una mayor precaución por su parte.
Dedicó una mirada parpadeante de tres segundos antes de volver a desviar la vista de Noel. Asistió al resto de la escena, tanto la proporcionada por Xalkoth y Valek Kel como a los comentarios del fuego fatuo y el draco sin comprender los de este último, en completo silencio. Comenzaba a incomodarse ante la falta de respuesta, no porque le molestase, sino porque no estaba seguro de si debía insistir y se rascaba la nuca con nerviosismo, indeciso.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Luna Alta
05/03/15, 07:02 pm
Gael empezó a forzarse a dejar de reír, pero le costaba, porque Noel no paraba de echar más leña al fuego. Lo último que le dijo a Valek tardó en comprenderlo, pero después de escucharle hablar de juegos tantas veces, creyó que lo había cogido. Miró a Noel como disculpándose cuando consiguió dejar de carcajearse y se centró de nuevo en los dos irrenses. En ese momento, el raigaurum le respondía a Krono.
—Como si fuese a hacerte caso —le dijo, meneando la cabeza—. Lo sabe de sobra. Es su cerebro de insecto lo que no le deja recordarlo a tiempo.
Kin se sintió incómodo al tener clavada la mirada del fuego fatuo tras haber dejado de reír. La impresión que tenía de aquellos dos tipos era simple, parecían unos vividores a los que no parecía importarles demasiado nada que no fuesen ellos mismos. Tal vez no eran malos, no en el sentido de pretender hacerles daño –salvo, claro estaba, que les debiese dinero algún día–, pero le producían cierto rechazo. Tal vez, en el fondo, se debía a la envidia. Quién sabía cuánto tiempo llevaban por Rocavarancolia. Parecían completamente adaptados, fuertes e independientes. Y un poco payasos de más también, pero eso era harina de otro costal.
—Bueno, ¿y la casa donde está? —atajó. Con las presentaciones y la interrupción, todos habían olvidado que el objetivo por el que se habían acercado poco tenía que ver con hablar de viejos tiempos.
—¡Ah, cierto! No está muy lejos y nos queda de camino —«aunque ese camino no lo habríamos hecho andando»—. Seguidnos, os acercamos a la puerta, que es más sencillo. —El fuego fatuo miró a Noel, como para asegurarse de que no era inconveniente para él tampoco.
—Está bien. —Kin suspiró. Creía que por fin iban a perderlos de vista. Pero ya que seguían ahí, y antes de que empezasen a lloverles pullas de nuevo, sacó él mismo tema de conversación. Entre tanto, Gael había regresado al cadáver—. Y por cierto, ¿se puede saber a qué os dedicáis entonces? ¿Cobro de morosos? ¿Cuánto lleváis en la ciudad? —Siempre se preguntaba lo mismo. Cuántos años más que él llevaba la gente de su alrededor transformada, o cuánto tardaría en poder abandonar la sede, o qué trabajos se pedían en Rocavarancolia. Le preocupaba su futuro, en definitiva. «¿Y por qué la antorcha se esconde en un cadáver?». Eso, por otro lado, le daba cierto reparo preguntarlo.
—Como si fuese a hacerte caso —le dijo, meneando la cabeza—. Lo sabe de sobra. Es su cerebro de insecto lo que no le deja recordarlo a tiempo.
Kin se sintió incómodo al tener clavada la mirada del fuego fatuo tras haber dejado de reír. La impresión que tenía de aquellos dos tipos era simple, parecían unos vividores a los que no parecía importarles demasiado nada que no fuesen ellos mismos. Tal vez no eran malos, no en el sentido de pretender hacerles daño –salvo, claro estaba, que les debiese dinero algún día–, pero le producían cierto rechazo. Tal vez, en el fondo, se debía a la envidia. Quién sabía cuánto tiempo llevaban por Rocavarancolia. Parecían completamente adaptados, fuertes e independientes. Y un poco payasos de más también, pero eso era harina de otro costal.
—Bueno, ¿y la casa donde está? —atajó. Con las presentaciones y la interrupción, todos habían olvidado que el objetivo por el que se habían acercado poco tenía que ver con hablar de viejos tiempos.
—¡Ah, cierto! No está muy lejos y nos queda de camino —«aunque ese camino no lo habríamos hecho andando»—. Seguidnos, os acercamos a la puerta, que es más sencillo. —El fuego fatuo miró a Noel, como para asegurarse de que no era inconveniente para él tampoco.
—Está bien. —Kin suspiró. Creía que por fin iban a perderlos de vista. Pero ya que seguían ahí, y antes de que empezasen a lloverles pullas de nuevo, sacó él mismo tema de conversación. Entre tanto, Gael había regresado al cadáver—. Y por cierto, ¿se puede saber a qué os dedicáis entonces? ¿Cobro de morosos? ¿Cuánto lleváis en la ciudad? —Siempre se preguntaba lo mismo. Cuántos años más que él llevaba la gente de su alrededor transformada, o cuánto tardaría en poder abandonar la sede, o qué trabajos se pedían en Rocavarancolia. Le preocupaba su futuro, en definitiva. «¿Y por qué la antorcha se esconde en un cadáver?». Eso, por otro lado, le daba cierto reparo preguntarlo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
05/03/15, 11:40 pm
Noel
El draco volvió a dejar escapar una risotada ante los comentarios Krono acerca del clinger y la respuesta del irrense más alto.
—Diría que me pica la curiosidad, pero creo que es demasiado malo —dijo, de todos modos, sarcásticamente—. Parece un tipo divertido, vuestro amigo clinger. Aunque supongo que si te pasa como a Valek pierde un poco de gracia —comentó en tono desenfadado, aunque interiormente había añadido la coletilla de <<al contrario que vosotros>> a la primera frase, con diversión.
Al escuchar al raigaurum insistiendo sobre el motivo inicial que había sido el detonante de aquel encuentro, el draco se obligó a mantener la seriedad; todo lo que era posible en él en un ambiente relajado y con el ánimo intacto, y asintió quedamente a Gael cuando le dedicó una mirada interrogante mientras echaba a andar con las manos en los bosillos.
El sueco no se esperaba que fuese el raigaurum quien sacase tema de conversación, pero no le extrañó el tema elegido debido a lo que acababan de presenciar. Curvo su boca en una media sonrisa mientras se giraba hacia él para responderle.
—Se cumplirán cuatro años en Samhein. Unos tres y medio desde mi primera Luna Roja; y él uno más —añadió inclinando la cabeza en dirección al cadáver poseído por el español para señalarlo—. Somos mercenarios, cazarrecompensas si lo prefieres. Se nos conoce como “mercenarios de la Brecha” estos días —añadió tras pensarlo unos instantes. Darse a conocer nunca venía mal y, además, aquellos novatos afirmaban disponer de dinero suficiente como para permitirse los servicios de dama Puente—. Trabajamos para el que nos pague, siempre que se trate de un encargo que entre dentro de nuestra… especialidad —dijo con una sonrisa sarcástica—. Aunque hoy trabajábamos para nosotros mismos, por decirlo de alguna manera —concluyó sin perder la expresión, dejando que Gael añadiese algo más si quería.
Krono Rádem
La única respuesta externa del biomecánico a la apreciación del draco fueron cuatro parpadeos rítmicos antes de girarse hacia Kin para responderle.
—Es posible que su impulsividad sea una traba, pero tal vez insistir supla dicha circunstancia.
No añadió nada más y se sumió en sus pensamientos, tratando de buscar una solución para los problemas que provocaba Xalkoth y descartando la mayor parte por excesivas o inviables. Al mismo tiempo, escuchó como el demonio raigaurum resolvió su dilema mental insistiendo en pedir indicaciones por él y lo observó con agradecimiento. Aunque en su espectro expresivo ello quería decir que le dedicó la misma mirada neutra y parpadeante que de costumbre. Asintió de la misma manera al fuego fatuo cuando les indicó que les siguieran y caminó en silencio hasta que el otro irrense les realizó unas preguntas de índole personal a sus guías. No obstante, el kairós las calificó como de suficiente interés ya que aportarían datos acerca de Rocavarancolia y por ello atendió a la conversación mientras paralelamente seguía pensando en el dilema del clinger y, al mismo tiempo, memorizaba el camino a seguir para llegar al negocio de la logomante.
El tipo de empleo descrito por el draco era impensable en Irraria pero lógico en un lugar como Rocavarancolia. Era probable que no fuesen los únicos que se dedicasen a realizar trabajos que implicaban riesgo para la integridad física, y por ello el ingeniero estaba convencido de que el tipo de negocio que llevaba un tiempo planificando podría salir adelante, aun si fuese necesario enfocarlo de una forma diferente a la irrense. Otro dato de interés era la existencia de clientes morosos y el hecho de disponer a quién recurrir en un caso como aquel. Probablemente inesperado para Kin, el programador tenía una pregunta en mente desde que Noel le respondió.
—¿Giz trabaja con vosotros además de como genemante?
El draco volvió a dejar escapar una risotada ante los comentarios Krono acerca del clinger y la respuesta del irrense más alto.
—Diría que me pica la curiosidad, pero creo que es demasiado malo —dijo, de todos modos, sarcásticamente—. Parece un tipo divertido, vuestro amigo clinger. Aunque supongo que si te pasa como a Valek pierde un poco de gracia —comentó en tono desenfadado, aunque interiormente había añadido la coletilla de <<al contrario que vosotros>> a la primera frase, con diversión.
Al escuchar al raigaurum insistiendo sobre el motivo inicial que había sido el detonante de aquel encuentro, el draco se obligó a mantener la seriedad; todo lo que era posible en él en un ambiente relajado y con el ánimo intacto, y asintió quedamente a Gael cuando le dedicó una mirada interrogante mientras echaba a andar con las manos en los bosillos.
El sueco no se esperaba que fuese el raigaurum quien sacase tema de conversación, pero no le extrañó el tema elegido debido a lo que acababan de presenciar. Curvo su boca en una media sonrisa mientras se giraba hacia él para responderle.
—Se cumplirán cuatro años en Samhein. Unos tres y medio desde mi primera Luna Roja; y él uno más —añadió inclinando la cabeza en dirección al cadáver poseído por el español para señalarlo—. Somos mercenarios, cazarrecompensas si lo prefieres. Se nos conoce como “mercenarios de la Brecha” estos días —añadió tras pensarlo unos instantes. Darse a conocer nunca venía mal y, además, aquellos novatos afirmaban disponer de dinero suficiente como para permitirse los servicios de dama Puente—. Trabajamos para el que nos pague, siempre que se trate de un encargo que entre dentro de nuestra… especialidad —dijo con una sonrisa sarcástica—. Aunque hoy trabajábamos para nosotros mismos, por decirlo de alguna manera —concluyó sin perder la expresión, dejando que Gael añadiese algo más si quería.
Krono Rádem
La única respuesta externa del biomecánico a la apreciación del draco fueron cuatro parpadeos rítmicos antes de girarse hacia Kin para responderle.
—Es posible que su impulsividad sea una traba, pero tal vez insistir supla dicha circunstancia.
No añadió nada más y se sumió en sus pensamientos, tratando de buscar una solución para los problemas que provocaba Xalkoth y descartando la mayor parte por excesivas o inviables. Al mismo tiempo, escuchó como el demonio raigaurum resolvió su dilema mental insistiendo en pedir indicaciones por él y lo observó con agradecimiento. Aunque en su espectro expresivo ello quería decir que le dedicó la misma mirada neutra y parpadeante que de costumbre. Asintió de la misma manera al fuego fatuo cuando les indicó que les siguieran y caminó en silencio hasta que el otro irrense les realizó unas preguntas de índole personal a sus guías. No obstante, el kairós las calificó como de suficiente interés ya que aportarían datos acerca de Rocavarancolia y por ello atendió a la conversación mientras paralelamente seguía pensando en el dilema del clinger y, al mismo tiempo, memorizaba el camino a seguir para llegar al negocio de la logomante.
El tipo de empleo descrito por el draco era impensable en Irraria pero lógico en un lugar como Rocavarancolia. Era probable que no fuesen los únicos que se dedicasen a realizar trabajos que implicaban riesgo para la integridad física, y por ello el ingeniero estaba convencido de que el tipo de negocio que llevaba un tiempo planificando podría salir adelante, aun si fuese necesario enfocarlo de una forma diferente a la irrense. Otro dato de interés era la existencia de clientes morosos y el hecho de disponer a quién recurrir en un caso como aquel. Probablemente inesperado para Kin, el programador tenía una pregunta en mente desde que Noel le respondió.
—¿Giz trabaja con vosotros además de como genemante?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Luna Alta
06/03/15, 12:27 am
Noel hablaba mientras caminaban, y entre tanto, Gael se había abstraído mirando a los novatos. La transformación de Krono le llamaba la atención y no podía esperar a consultar de qué se trataba. La del otro era tan evidente que lo único que quería preguntarle era “¿cuántos rayos te han caído encima?”. Todavía recordaba la transformación de Lugh. «Ugh, exactamente. Solo hay que quitarle la L. Espera… ¿irá incluído el malhumor en esa transformación?». Pensando en sus tonterías, casi olvidó la conversación.
—Somos un grupito variado en cuanto a transformaciones, así que se podría decir que somos bastante versátiles —aportó de buen humor.
«Están empezando a parecer un espacio publicitario» pensó Kin.
—¿Es un buen trabajo? —Tenía sus dudas al respecto, pero lo cierto era que no podía descartar ninguna idea sin más.
—¿Te interesa? —La sonrisa del fuego fatuo se hizo más amplia—Claro que es bueno. Y duro. Y a veces mal pagado. —Miraba a Noel, y dejaba claro que se reía de alguna broma interna inaccesible para el raigaurum. Gael notó su mirada y se apiadó de él—. Los comienzos fueron duros —fue todo lo que explicó. Ahora que tenían cierta fama no daba buena imagen mencionar de buenas a primeras que habían vivido prácticamente en la miseria durante una larga temporada.
Cuando escuchó la pregunta de Krono, el fuego fatuo se volvió hacia él, con curiosidad.
—Sí, ¿por qué lo preguntas?
—Somos un grupito variado en cuanto a transformaciones, así que se podría decir que somos bastante versátiles —aportó de buen humor.
«Están empezando a parecer un espacio publicitario» pensó Kin.
—¿Es un buen trabajo? —Tenía sus dudas al respecto, pero lo cierto era que no podía descartar ninguna idea sin más.
—¿Te interesa? —La sonrisa del fuego fatuo se hizo más amplia—Claro que es bueno. Y duro. Y a veces mal pagado. —Miraba a Noel, y dejaba claro que se reía de alguna broma interna inaccesible para el raigaurum. Gael notó su mirada y se apiadó de él—. Los comienzos fueron duros —fue todo lo que explicó. Ahora que tenían cierta fama no daba buena imagen mencionar de buenas a primeras que habían vivido prácticamente en la miseria durante una larga temporada.
Cuando escuchó la pregunta de Krono, el fuego fatuo se volvió hacia él, con curiosidad.
—Sí, ¿por qué lo preguntas?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
06/03/15, 09:04 pm
Krono Rádem
Se giró hacia Gael para responder a la pregunta que le devolvió.
—He leído acerca de su transformación y sus dones parecían idóneos para el tipo de encargos que describís dado el uso extensivo que se lleva a cabo en Rocavarancolia de la magia como medida de protección y seguridad. Se trata de un campo sobre el que debo informarme adecuadamente sin más demora. Además, me interesan las posibilidades que ofrece compatibilizar dos empleos tal y como hace Giz, puesto que debo estudiar minuciosamente el mercado antes de tomar una decisión relevante.
Noel
Noel se limitó a dedicar una sonrisa sarcástica al fuego fatuo cuando hizo referencia a los tiempos en los que malvivían, malcomían y varios llegaron a aborrecer la carne por una buena temporada. Tal y como decía el español, había sido duro; pero la independencia que les dio el abandonar los refugios del Consejo, el sueco al menos no la hubiese cambiado por las comodidades que allí tenían. Tuvo que contener un comentario sarcástico cuando el raigaurum mostró interés por el negocio. Uno que guardaba relación con otro cierto grupo de mercenarios muertos a sus manos. No creía que aquel novato reticente apreciase un chiste que llevaba una amenaza implícita incluso aunque se tratase únicamente de una broma.
Sentía curiosidad por la índole de la pregunta de Krono, pero su expresión cambió a una de asombro contenido con la que miró a Gael mientras el irrense hablaba, bastante más de lo que lo había hecho hasta el momento y con aquella forma tan suya de expresarse. Parecía un robot al que le hubiesen pulsado el botón adecuado.
—Se me hace raro oír hablar a alguien que se acaba de transformar sobre abrir su propio negocio, pero con lo que has dicho creo que sobra cualquier consejo sobre no precipitarse y demás —concluyó conteniendo una leve risa en una exhalación—. ¿Y qué tipo de negocio tienes en mente?
Krono Rádem
La apreciación del draco no requería réplica de ningún tipo y el kairós había continuado caminando tras haber desviado la vista hacia él sin decir nada. No obstante, hubo de desviar nuevamente su atención hacia él ya que le realizó una pregunta directa.
—Una clínica y taller de implantes biomecánicos —respondió sucintamente.
A aquello no creía que tuviera nada más que añadir si no deseaban profundizar más en ello.
Se giró hacia Gael para responder a la pregunta que le devolvió.
—He leído acerca de su transformación y sus dones parecían idóneos para el tipo de encargos que describís dado el uso extensivo que se lleva a cabo en Rocavarancolia de la magia como medida de protección y seguridad. Se trata de un campo sobre el que debo informarme adecuadamente sin más demora. Además, me interesan las posibilidades que ofrece compatibilizar dos empleos tal y como hace Giz, puesto que debo estudiar minuciosamente el mercado antes de tomar una decisión relevante.
Noel
Noel se limitó a dedicar una sonrisa sarcástica al fuego fatuo cuando hizo referencia a los tiempos en los que malvivían, malcomían y varios llegaron a aborrecer la carne por una buena temporada. Tal y como decía el español, había sido duro; pero la independencia que les dio el abandonar los refugios del Consejo, el sueco al menos no la hubiese cambiado por las comodidades que allí tenían. Tuvo que contener un comentario sarcástico cuando el raigaurum mostró interés por el negocio. Uno que guardaba relación con otro cierto grupo de mercenarios muertos a sus manos. No creía que aquel novato reticente apreciase un chiste que llevaba una amenaza implícita incluso aunque se tratase únicamente de una broma.
Sentía curiosidad por la índole de la pregunta de Krono, pero su expresión cambió a una de asombro contenido con la que miró a Gael mientras el irrense hablaba, bastante más de lo que lo había hecho hasta el momento y con aquella forma tan suya de expresarse. Parecía un robot al que le hubiesen pulsado el botón adecuado.
—Se me hace raro oír hablar a alguien que se acaba de transformar sobre abrir su propio negocio, pero con lo que has dicho creo que sobra cualquier consejo sobre no precipitarse y demás —concluyó conteniendo una leve risa en una exhalación—. ¿Y qué tipo de negocio tienes en mente?
Krono Rádem
La apreciación del draco no requería réplica de ningún tipo y el kairós había continuado caminando tras haber desviado la vista hacia él sin decir nada. No obstante, hubo de desviar nuevamente su atención hacia él ya que le realizó una pregunta directa.
—Una clínica y taller de implantes biomecánicos —respondió sucintamente.
A aquello no creía que tuviera nada más que añadir si no deseaban profundizar más en ello.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Luna Alta
07/03/15, 02:31 am
Gael fue consciente por primera vez de hasta qué punto Krono podía hablar como un robot, usando un vocabulario un tanto rebuscado para estar comunicándose espontáneamente. Miró a Noel brevemente para ver qué cara ponía, pero no quiso que se notara que le había hecho gracia, así que disimuló e ignoró el hecho. Solo que casi se le escapó lo que quería decir el irrense, distraído por sus propias palabras.
—Tienes suerte en una cosa, y es que el mercado en Rocavarancolia es bastante simple —aportó. Al responder el kairós a la pregunta de Noel, Gael sonrió—. Desde luego es original. Conozco por lo menos a… unos pocos a los que les falta algún pedazo. Vale la pena que lo intentes, creo —lo animó. Se le ocurrió bromear con que podían “tratar de generarle más clientes” durante sus trabajos, pero pensó que probablemente aquel tipo de humor no era muy adecuado para novatos. «Es más, ¿desde cuándo es adecuado para mí?» pensó. Tanto daba.
Mientras, Kin se había abstraído un poco. Seguía caminando, encorvado y con las manos en los bolsillos. «¿Piensa tener dos trabajos a la vez? Este nunca aprende».
—Nos conocemos. Tanto tú como yo sabemos que vas a querer hacer más cosas de las que puedes llevar a la vez —le dijo a Archi. Luego, a modo de explicación, añadió para los demás—: Tiende a olvidar que dormir es cosa de mortales.
Gael rio.
—Solía pecar de eso mismo.
—Créeme. No así.
—Tienes suerte en una cosa, y es que el mercado en Rocavarancolia es bastante simple —aportó. Al responder el kairós a la pregunta de Noel, Gael sonrió—. Desde luego es original. Conozco por lo menos a… unos pocos a los que les falta algún pedazo. Vale la pena que lo intentes, creo —lo animó. Se le ocurrió bromear con que podían “tratar de generarle más clientes” durante sus trabajos, pero pensó que probablemente aquel tipo de humor no era muy adecuado para novatos. «Es más, ¿desde cuándo es adecuado para mí?» pensó. Tanto daba.
Mientras, Kin se había abstraído un poco. Seguía caminando, encorvado y con las manos en los bolsillos. «¿Piensa tener dos trabajos a la vez? Este nunca aprende».
—Nos conocemos. Tanto tú como yo sabemos que vas a querer hacer más cosas de las que puedes llevar a la vez —le dijo a Archi. Luego, a modo de explicación, añadió para los demás—: Tiende a olvidar que dormir es cosa de mortales.
Gael rio.
—Solía pecar de eso mismo.
—Créeme. No así.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
07/03/15, 05:41 pm
Noel
Lo usual era que los novatos se mostrasen completamente inseguros sobre su futuro en la ciudad y frustrados porque no se les ocurría nada a lo que pudieran dedicarse. En opinión de Noel se agobiaban demasiado pronto con el asunto, pero Krono Rádem no encajaba en ese perfil ya que parecía tener las cosas muy claras. No estaba tan seguro de que fuese un negocio muy rentable a pesar de que las lesiones eran el pan de cada día en la ciudad, pero el kairós parecía saber lo que se hacía. O quizás el hecho de que pareciese una autómata daba esa impresión. Como fuera, no contradijo a Gael cuando este animó al irrense a intentarlo ya que, en cualquier caso, no era su problema.
—Al menos una cosa es segura y es que no tienes competencia, lo cual viene bien tanto económicamente como para que haya menos posibilidades de que contraten a alguien como nosotros queriendo eliminarte del “mercado” —dijo, en cambio, con cierta jocosidad—. Pero si alguna vez necesitáis protección, de todos modos, siendo amigos de Giz seguro que podemos llegar a un acuerdo.
Dejó escapar una risotada cuando el raigaurum apeló al insano ritmo de vida de su compañero.
—Creo que me recuerda a Giz en más de un aspecto. Don Lagartone lleva tiempo siendo bastante peor que tú con eso de abusar de la magia para poder trabajar más —le dijo al fuego fatuo cuando confesó que él también tuvo su época—. No le permitas abusar, puede parecer la panacea al principio pero tiene consecuencias a largo plazo —aconsejó al raigaurum, pues resultaba evidente quien tenía más sensatez de los dos en lo que a cuidar de uno mismo se refería, en tono más serio, aunque sin perder la sonrisa.
La casa de Dama Puente ya se podía ver unos cuantos metros por delante de ellos.
Krono Rádem
Escuchó en silencio los comentarios de ambos veteranos, reteniendo toda la información nueva en su cabeza con el fin de obtener el mayor número de datos posibles que le sirviesen a la hora de planificar sus aspiraciones de futuro. Asintió al fuego fatuo, pues él estaba seguro de que sí valía la pena intentarlo y por tanto no le parecía necesario añadir nada más, y permaneció pensativo con la aportación del draco. El kairós cuando había hablado de seguridad tenía en mente sobre todo posibles robos o actos vandálicos, pero la posibilidad de que alguien podría querer acabar con su vida se encontraba demasiado alejada de la mentalidad irrense de “competencia” y por ello todavía no había contemplado algo como aquello. Aunque sí se había planteado la posibilidad de que alguien hubiese abierto un negocio similar al que se empezaba a gestar en su mente y pensaba averiguarlo como parte de su estudio de mercado. Noel acababa de decirle que no, pero el biomecánico planeaba realizar sus propias averiguaciones de todas formas por si acaso.
—Lo tendré en cuenta —dijo ante la oferta de protección, a pesar de que no creía que fuese a requerir sus servicios.
Dirigió su mirada hacia Kin cuando le recriminó el querer abarcar demasiadas cosas al mismo tiempo y no la despegó de él durante los comentarios de los veteranos.
—No se trata de eso —le aseguró—. Tan solo considero opciones para rentabilizar lo máximo posible mis capacidades.
Transcurrieron varios segundos durante los cuales pareció que no iba a añadir nada más, pero finalmente volvió a hablar.
—Sí que duermo, es necesario tras el desgaste mágico —explicó, casi como si fuese imprescindible un motivo de peso para querer dormir pudiendo elegir no hacerlo. En el fondo, para Archime prácticamente era así a pesar de que conocía los beneficios del sueño.
Lo usual era que los novatos se mostrasen completamente inseguros sobre su futuro en la ciudad y frustrados porque no se les ocurría nada a lo que pudieran dedicarse. En opinión de Noel se agobiaban demasiado pronto con el asunto, pero Krono Rádem no encajaba en ese perfil ya que parecía tener las cosas muy claras. No estaba tan seguro de que fuese un negocio muy rentable a pesar de que las lesiones eran el pan de cada día en la ciudad, pero el kairós parecía saber lo que se hacía. O quizás el hecho de que pareciese una autómata daba esa impresión. Como fuera, no contradijo a Gael cuando este animó al irrense a intentarlo ya que, en cualquier caso, no era su problema.
—Al menos una cosa es segura y es que no tienes competencia, lo cual viene bien tanto económicamente como para que haya menos posibilidades de que contraten a alguien como nosotros queriendo eliminarte del “mercado” —dijo, en cambio, con cierta jocosidad—. Pero si alguna vez necesitáis protección, de todos modos, siendo amigos de Giz seguro que podemos llegar a un acuerdo.
Dejó escapar una risotada cuando el raigaurum apeló al insano ritmo de vida de su compañero.
—Creo que me recuerda a Giz en más de un aspecto. Don Lagartone lleva tiempo siendo bastante peor que tú con eso de abusar de la magia para poder trabajar más —le dijo al fuego fatuo cuando confesó que él también tuvo su época—. No le permitas abusar, puede parecer la panacea al principio pero tiene consecuencias a largo plazo —aconsejó al raigaurum, pues resultaba evidente quien tenía más sensatez de los dos en lo que a cuidar de uno mismo se refería, en tono más serio, aunque sin perder la sonrisa.
La casa de Dama Puente ya se podía ver unos cuantos metros por delante de ellos.
Krono Rádem
Escuchó en silencio los comentarios de ambos veteranos, reteniendo toda la información nueva en su cabeza con el fin de obtener el mayor número de datos posibles que le sirviesen a la hora de planificar sus aspiraciones de futuro. Asintió al fuego fatuo, pues él estaba seguro de que sí valía la pena intentarlo y por tanto no le parecía necesario añadir nada más, y permaneció pensativo con la aportación del draco. El kairós cuando había hablado de seguridad tenía en mente sobre todo posibles robos o actos vandálicos, pero la posibilidad de que alguien podría querer acabar con su vida se encontraba demasiado alejada de la mentalidad irrense de “competencia” y por ello todavía no había contemplado algo como aquello. Aunque sí se había planteado la posibilidad de que alguien hubiese abierto un negocio similar al que se empezaba a gestar en su mente y pensaba averiguarlo como parte de su estudio de mercado. Noel acababa de decirle que no, pero el biomecánico planeaba realizar sus propias averiguaciones de todas formas por si acaso.
—Lo tendré en cuenta —dijo ante la oferta de protección, a pesar de que no creía que fuese a requerir sus servicios.
Dirigió su mirada hacia Kin cuando le recriminó el querer abarcar demasiadas cosas al mismo tiempo y no la despegó de él durante los comentarios de los veteranos.
—No se trata de eso —le aseguró—. Tan solo considero opciones para rentabilizar lo máximo posible mis capacidades.
Transcurrieron varios segundos durante los cuales pareció que no iba a añadir nada más, pero finalmente volvió a hablar.
—Sí que duermo, es necesario tras el desgaste mágico —explicó, casi como si fuese imprescindible un motivo de peso para querer dormir pudiendo elegir no hacerlo. En el fondo, para Archime prácticamente era así a pesar de que conocía los beneficios del sueño.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Luna Alta
08/03/15, 07:34 pm
A Gael no le quedó más remedio que reir, dándole la razón tanto al raigaurum como a Noel, y al primero únicamente porque su tono tajante parecía haberle querido decir que si se consideraba una persona normal no podía llegar al mismo nivel que su amigo. El fuego fatuo se alegraba de haber aprendido a gestionar mejor su tiempo, de todos modos, aunque eso lo obligase a avanzar más lentamente en todo lo que se proponía. Un buen ejemplo era cómo todos los preparativos para el viaje a la Tierra, junto con los trabajos, le estaban quitando tiempo de utilizar el taller, pero ya dispondría de él tras la noche de cosecha.
El fuego fatuo asintió con vehemencia cuando Noel advirtió de los peligros de abusar de los hechizos de vela. Por ser, no era ni conveniente abusar del café, mucho menos de aquello. Entre tanto, Kin se encogía de hombros ante la salida del kairós.
—Tú sabrás lo que haces. —A pesar de la indiferencia que demostraba se podía intuir un «ya aprenderás cuando escarmientes» velado, que denotaba que algo sí que le preocupaba.
—Ah, ya hemos llegado —dijo Gael en ese momento. Señalaba hacia una casa a algunos metros de donde estaban—. Ahí vive dama Puente.
Se plantaron en la puerta en pocos pasos e, intuyendo la despedida, Gael se decidió a hablarle al raigaurum antes de fuese tarde. Lamentablemente, para el kairós no tenía información semejante.
—Por cierto, tú… ¿un raigaurum, verdad? Tu transformación sí la conozco. ¿Conoces a Lugh? Trabaja en el castillo.
—Sí —respondió secamente.
—Ya veo… Entonces nada. Te iba a decir que podías hablar con él si te interesaba cómo se gana la vida o por algún consejo.
—La verdad es que ni siquiera sé cómo se gana la vida. —Eso sí le había llamado la atención, ¿qué podía hacer un raigaurum en aquella ciudad?
—Pues… de pila —sonrió, divertido, pero dejó de hacerlo enseguida. Tal vez el irrense lo entendería más como una burla que como la broma que era. El otro emitió un gruñido de entendimiento. No le había molestado el comentario, sino que más bien le desagradaba enormemente la idea.
El fuego fatuo asintió con vehemencia cuando Noel advirtió de los peligros de abusar de los hechizos de vela. Por ser, no era ni conveniente abusar del café, mucho menos de aquello. Entre tanto, Kin se encogía de hombros ante la salida del kairós.
—Tú sabrás lo que haces. —A pesar de la indiferencia que demostraba se podía intuir un «ya aprenderás cuando escarmientes» velado, que denotaba que algo sí que le preocupaba.
—Ah, ya hemos llegado —dijo Gael en ese momento. Señalaba hacia una casa a algunos metros de donde estaban—. Ahí vive dama Puente.
Se plantaron en la puerta en pocos pasos e, intuyendo la despedida, Gael se decidió a hablarle al raigaurum antes de fuese tarde. Lamentablemente, para el kairós no tenía información semejante.
—Por cierto, tú… ¿un raigaurum, verdad? Tu transformación sí la conozco. ¿Conoces a Lugh? Trabaja en el castillo.
—Sí —respondió secamente.
—Ya veo… Entonces nada. Te iba a decir que podías hablar con él si te interesaba cómo se gana la vida o por algún consejo.
—La verdad es que ni siquiera sé cómo se gana la vida. —Eso sí le había llamado la atención, ¿qué podía hacer un raigaurum en aquella ciudad?
—Pues… de pila —sonrió, divertido, pero dejó de hacerlo enseguida. Tal vez el irrense lo entendería más como una burla que como la broma que era. El otro emitió un gruñido de entendimiento. No le había molestado el comentario, sino que más bien le desagradaba enormemente la idea.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
08/03/15, 10:13 pm
Noel
Noel reprimió la risa una vez más ante la escueta conversación entre los irrenses y se limitó a sonreír con diversión intercambiando una mirada con Gael. Este les indicó que ya habían llegado a su destino y el draco detuvo sus pasos y se giró para encararlos, suponiendo que ya había llegado el momento de despedirse pues si algo le había quedado claro acerca de aquellos novatos era que no pretendían alargar aquel encuentro. El fuego fatuo, no obstante, añadió algo más que pareció captar el interés del raigaurum y el draco se cruzó de brazos mientras esperaba.
—Tengo entendido que mal no vive —aportó tras el gruñido de desencanto del raigaurum—. Siempre puedes intentar quitarle el puesto, al fin y al cabo siendo irrense tienes ventaja sobre Lugh porque eso te convierte en pila alcalina auto-recargable. Claro que tener ese empleo significa trabajar activamente para el Consejo.
Dejó la cuestión en el aire. Él no trabajaría ni loco para el Consejo fuera de su obligación como cosechador, donde no tenía elección alguna y era plenamente consciente de ello, pero tal vez el raigaurum no fuese de su misma opinión.
Sigue en el Cuchitril.
Krono Rádem
Mientras su mirada se deslizaba por la fachada del edificio que Koval había señalado como el que buscaban, asistió con interés a la conversación que mantenía el resto acerca de las posibilidades de Kin de aprovechar sus dones para ganarse la vida y sintió curiosidad por qué clase de infraestructuras empleaban en Rocavarancolia que requiriesen de energía eléctrica. Había asumido que la magia sustituía por completo a la tecnología, con las limitaciones que ello conllevaba en ocasiones, pero al parecer no era del todo cierto.
—Es probable que yo pueda encontrar utilidad a tus dones si necesitas un empleo temporal —le dijo a su amigo cuando halló un hueco en la conversación—. Voy a requerir de una fuente de energía para el aparejo. Creo que sería sustituible por magia de forma rentable a largo plazo, pero en los comienzos tu ayuda solventaría algunos obstáculos.
A continuación desvió nuevamente la mirada del grupo hacia la casa de Dama Puente. El kairós no pretendía presionar en ningún momento, pero su ansía por entrar resultaba evidente para cualquier observador con mayor capacidad que el propio Archime para leer el lenguaje corporal.
Sigue en la explanada de los portales.
Noel reprimió la risa una vez más ante la escueta conversación entre los irrenses y se limitó a sonreír con diversión intercambiando una mirada con Gael. Este les indicó que ya habían llegado a su destino y el draco detuvo sus pasos y se giró para encararlos, suponiendo que ya había llegado el momento de despedirse pues si algo le había quedado claro acerca de aquellos novatos era que no pretendían alargar aquel encuentro. El fuego fatuo, no obstante, añadió algo más que pareció captar el interés del raigaurum y el draco se cruzó de brazos mientras esperaba.
—Tengo entendido que mal no vive —aportó tras el gruñido de desencanto del raigaurum—. Siempre puedes intentar quitarle el puesto, al fin y al cabo siendo irrense tienes ventaja sobre Lugh porque eso te convierte en pila alcalina auto-recargable. Claro que tener ese empleo significa trabajar activamente para el Consejo.
Dejó la cuestión en el aire. Él no trabajaría ni loco para el Consejo fuera de su obligación como cosechador, donde no tenía elección alguna y era plenamente consciente de ello, pero tal vez el raigaurum no fuese de su misma opinión.
Sigue en el Cuchitril.
Krono Rádem
Mientras su mirada se deslizaba por la fachada del edificio que Koval había señalado como el que buscaban, asistió con interés a la conversación que mantenía el resto acerca de las posibilidades de Kin de aprovechar sus dones para ganarse la vida y sintió curiosidad por qué clase de infraestructuras empleaban en Rocavarancolia que requiriesen de energía eléctrica. Había asumido que la magia sustituía por completo a la tecnología, con las limitaciones que ello conllevaba en ocasiones, pero al parecer no era del todo cierto.
—Es probable que yo pueda encontrar utilidad a tus dones si necesitas un empleo temporal —le dijo a su amigo cuando halló un hueco en la conversación—. Voy a requerir de una fuente de energía para el aparejo. Creo que sería sustituible por magia de forma rentable a largo plazo, pero en los comienzos tu ayuda solventaría algunos obstáculos.
A continuación desvió nuevamente la mirada del grupo hacia la casa de Dama Puente. El kairós no pretendía presionar en ningún momento, pero su ansía por entrar resultaba evidente para cualquier observador con mayor capacidad que el propio Archime para leer el lenguaje corporal.
Sigue en la explanada de los portales.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Luna Alta
09/03/15, 12:26 am
Mientras Noel hablaba, Kin se guardó las ganas de replicar, porque no se merecían una salida borde, pero se moría de ganas por aclararles el motivo por el que almacenar energía era tan "sumamente divertido" y por qué lo evitaba constantemente. Por otro lado, tampoco le apetecía trabajar para el consejo, y en eso sí que parecía estar de acuerdo con el draco.
Archi intervino entonces con su propia propuesta. Habría preferido que la dijese en otro momento y lugar, sin aquellos tipos delante. Se debía a que no podía negarse, pero no quería admitir los motivos delante de nadie. Aquellos dos, sin embargo, ya debían de saberlo de sobra.
—Sabes que te debo dinero. Lo haré. —Haría lo que fuese necesario con tal de pagar aquella deuda.
—Bien, pues entonces nosotros ya nos vamos —dijo el fuego fatuo, consciente de que había sido su interrupción la que los había retrasado de reunirse con dama Puente—. Suerte en los negocios.
Kin esperó un par de segundos más, hasta que fue evidente que el kairós no iba a dar las gracias a sus guías, y lo maldijo por ello, porque no había sido él quien había tenido la idea de preguntar.
—Gracias por traernos hasta aquí. —Estaba a punto de darse la vuelta para ir hacia la puerta, pero recordó otra cosa—. Mi nombre es Kin, por cierto. Nos vemos. —Al final, tras varios minutos de charla informal, se dio cuenta de que no había motivos para recelar por dar un nombre. Aunque tarde, prefería reparar aquella falta de cortesía después de comprobar que, aunque extraños, aquellos dos eran rocavarancoleses corrientes, o todo lo corrientes que podían ser los rocavarancoleses.
Gael solo sonrió al escuchar el nombre y luego comenzó a conjurar el hechizo de vuelo. Tenían algo de prisa, a fin de cuentas, porque todo el cuchitril estaría esperando la comida en el plato a su hora. Pensaba en que siempre le divertía conocer a los novatos. En sus primeros meses como transformados se los veía perdidos –o no tan perdidos, aunque Krono era un caso excepcional–, enfadados con el mundo, o todo a la vez. Pero al final, se adaptaban, y reencontrarse con ellos de vez en cuando era como una caja de sorpresas.
Archi intervino entonces con su propia propuesta. Habría preferido que la dijese en otro momento y lugar, sin aquellos tipos delante. Se debía a que no podía negarse, pero no quería admitir los motivos delante de nadie. Aquellos dos, sin embargo, ya debían de saberlo de sobra.
—Sabes que te debo dinero. Lo haré. —Haría lo que fuese necesario con tal de pagar aquella deuda.
—Bien, pues entonces nosotros ya nos vamos —dijo el fuego fatuo, consciente de que había sido su interrupción la que los había retrasado de reunirse con dama Puente—. Suerte en los negocios.
Kin esperó un par de segundos más, hasta que fue evidente que el kairós no iba a dar las gracias a sus guías, y lo maldijo por ello, porque no había sido él quien había tenido la idea de preguntar.
—Gracias por traernos hasta aquí. —Estaba a punto de darse la vuelta para ir hacia la puerta, pero recordó otra cosa—. Mi nombre es Kin, por cierto. Nos vemos. —Al final, tras varios minutos de charla informal, se dio cuenta de que no había motivos para recelar por dar un nombre. Aunque tarde, prefería reparar aquella falta de cortesía después de comprobar que, aunque extraños, aquellos dos eran rocavarancoleses corrientes, o todo lo corrientes que podían ser los rocavarancoleses.
Gael solo sonrió al escuchar el nombre y luego comenzó a conjurar el hechizo de vuelo. Tenían algo de prisa, a fin de cuentas, porque todo el cuchitril estaría esperando la comida en el plato a su hora. Pensaba en que siempre le divertía conocer a los novatos. En sus primeros meses como transformados se los veía perdidos –o no tan perdidos, aunque Krono era un caso excepcional–, enfadados con el mundo, o todo a la vez. Pero al final, se adaptaban, y reencontrarse con ellos de vez en cuando era como una caja de sorpresas.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Luna Alta
02/09/15, 04:12 am
Según le había dicho tras ver el mapa, el palacete que Lemus había visto desde la montaña no quedaba demasiado lejos, no había que atravesar ni la cicatriz para llegar a este lo cual era un alivio. A pesar de la de veces que habían pasado por allí a Samika seguía sin parecerle tranquilizador.
No tomare el camino de la otra vez para ir a la montaña, ya que solo seria alargarlo, sino que recorrieron las calles cercanas. Samika prestaba especial atención a los sonidos, a tener siempre a sus compañeros cerca en donde pisaba, siempre con el bastón por delante. No quería sorpresas de mal gusto.
Los edificios medios derruidos y las calles en mal estado fueron dando aso a edificios enormes que Lemus se encargo de describirle, textualmente: "como una de esas casona que tenia la gente que cagaba oro". Explicación que posteriormente Samika ya se encargo de traducir de una forma menos escatologica, y mas real, a Ergot, ya que como era normal en el, cuestiono aquella frase. Aquellas casas parecían estar en un mejor estado que las de alrededor, aunque descuidadas en su gran mayoría.
La existencia de estas le daba un toque majestuoso a la ruinosa ciudad, destacando como un cristal brillante entre carbón, y Samika se lamento de no poder ver sus fachadas. Al menos la presencia de dichos edificios dejaba claro que no estaban muy lejos del palacete.
-Con tantas casas abandonadas me empiezo a plantear donde vive la gente de este lugar- comento Samika, prefiriendo pensar en los habitantes como gente y no como monstruos, siguiendo su camino en la búsqueda del palacete y cuyo mapa llevaba alguno de sus compañeros. La perspectiva de poder vivir en una de esas enormes casas, igual que si fuese una marquesa, le resultaba tanto atrayente como soñador. Y una forma muy tonta de escapar de la cruda y cruel realidad descubierta tras la ultima conversación con los letarguinos.
Samika suspiro, alejando aquellos pensamientos de su mente y poniendo de nuevo su atención en el camino. No podía despistarse allí afuera. Nunca.
No tomare el camino de la otra vez para ir a la montaña, ya que solo seria alargarlo, sino que recorrieron las calles cercanas. Samika prestaba especial atención a los sonidos, a tener siempre a sus compañeros cerca en donde pisaba, siempre con el bastón por delante. No quería sorpresas de mal gusto.
Los edificios medios derruidos y las calles en mal estado fueron dando aso a edificios enormes que Lemus se encargo de describirle, textualmente: "como una de esas casona que tenia la gente que cagaba oro". Explicación que posteriormente Samika ya se encargo de traducir de una forma menos escatologica, y mas real, a Ergot, ya que como era normal en el, cuestiono aquella frase. Aquellas casas parecían estar en un mejor estado que las de alrededor, aunque descuidadas en su gran mayoría.
La existencia de estas le daba un toque majestuoso a la ruinosa ciudad, destacando como un cristal brillante entre carbón, y Samika se lamento de no poder ver sus fachadas. Al menos la presencia de dichos edificios dejaba claro que no estaban muy lejos del palacete.
-Con tantas casas abandonadas me empiezo a plantear donde vive la gente de este lugar- comento Samika, prefiriendo pensar en los habitantes como gente y no como monstruos, siguiendo su camino en la búsqueda del palacete y cuyo mapa llevaba alguno de sus compañeros. La perspectiva de poder vivir en una de esas enormes casas, igual que si fuese una marquesa, le resultaba tanto atrayente como soñador. Y una forma muy tonta de escapar de la cruda y cruel realidad descubierta tras la ultima conversación con los letarguinos.
Samika suspiro, alejando aquellos pensamientos de su mente y poniendo de nuevo su atención en el camino. No podía despistarse allí afuera. Nunca.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- InvitadoInvitado
Re: Luna Alta
02/09/15, 09:55 pm
Esa vez no habría que pasar por la fosa de huesos. De hecho, iban a explorar una zona totalmente nueva, y eso traía además de emoción bastante miedo. No sabían cuán segura sería, no si encontrarían monstruos o trampas. Por si acaso, Twixy's trató de estar alerta. Y le costó.
Una vez pasaron el laberinto de callejuelas roñosas y el paisaje de edificios derruidos al que ya estaban acostumbrados, entraron en una zona más interesante. Las casas también estaban en bastante mal estado, en su mayoría, pero las que se conservaban bien eran realmente... bonitas. Twixy's nunca había visto edificios así, con fachadas tan elaboradas, aquellas formas elegantes. De hecho preferiría vivir en algún sitio de esos en lugar de en el torreón. << Superpodríamos decorarlo y vivir en una casa total que te rompes>> pensó. Describió un par en voz alta para Samika, como buenamente pudo, y gracias al comentario de Lemus aprendió que esas eran las casas que tenía la gente de dinero en su mundo. ¿Significaba que estaban en el que sería el barrio chic de Rocavarancolia? << ¡Qué ilu!>>
Una vez pasaron el laberinto de callejuelas roñosas y el paisaje de edificios derruidos al que ya estaban acostumbrados, entraron en una zona más interesante. Las casas también estaban en bastante mal estado, en su mayoría, pero las que se conservaban bien eran realmente... bonitas. Twixy's nunca había visto edificios así, con fachadas tan elaboradas, aquellas formas elegantes. De hecho preferiría vivir en algún sitio de esos en lugar de en el torreón. << Superpodríamos decorarlo y vivir en una casa total que te rompes>> pensó. Describió un par en voz alta para Samika, como buenamente pudo, y gracias al comentario de Lemus aprendió que esas eran las casas que tenía la gente de dinero en su mundo. ¿Significaba que estaban en el que sería el barrio chic de Rocavarancolia? << ¡Qué ilu!>>
Re: Luna Alta
02/09/15, 11:01 pm
Una vez más volvían a explorar la ciudad, y aquella vez tocaba lo que parecía ser el barrio rico de la misma. Aunque la arquitectura de las casas del lugar llamaba la atención de Kirés no podía decirse que estuviera tan emocionado con ellas como otros de su mismo grupo. La cantidad de detalles innecesarios le llamó la atención, eso sí, sobre todo por el contraste con los propios edificios de su mundo, donde la funcionalidad era lo primero y la belleza quedaba en un plano secundario.
A pesar de todo su atención se centraba en todo lo demás por si alguna amenaza les salía al paso. Demasiadas veces les habían pillado por sorpresa ya, y el enderth estaba harto de ello. “Por una vez me gustaría detectar a los enemigos antes de que estos nos vieran, y no al revés.
–Probablemente el número de habitantes es tan inferior al número total de edificios que simplemente por eso no vemos a nadie –respondió al comentario de Samika –Pero gente hay, ya hemos visto a unos pocos al menos.
Dicho aquello el enderth decidió trepar las ruinas del edificio más cercano para poder tener una visión mejor de lo que les rodeaba. La mitad del ascenso lo cubrió de un salto que logró ayudándose de sus alas, y el resto fue simple escalada. Quizás no podía compararse a los clingers en aquello, pero kirés era un escalador excelente para los estándares de su raza, y probablemente para los de la mayoría de las especies de su torreón, si no todas. Al menos hasta ahora era el único que lo hacía.
Sigue en el Palacete.
A pesar de todo su atención se centraba en todo lo demás por si alguna amenaza les salía al paso. Demasiadas veces les habían pillado por sorpresa ya, y el enderth estaba harto de ello. “Por una vez me gustaría detectar a los enemigos antes de que estos nos vieran, y no al revés.
–Probablemente el número de habitantes es tan inferior al número total de edificios que simplemente por eso no vemos a nadie –respondió al comentario de Samika –Pero gente hay, ya hemos visto a unos pocos al menos.
Dicho aquello el enderth decidió trepar las ruinas del edificio más cercano para poder tener una visión mejor de lo que les rodeaba. La mitad del ascenso lo cubrió de un salto que logró ayudándose de sus alas, y el resto fue simple escalada. Quizás no podía compararse a los clingers en aquello, pero kirés era un escalador excelente para los estándares de su raza, y probablemente para los de la mayoría de las especies de su torreón, si no todas. Al menos hasta ahora era el único que lo hacía.
Sigue en el Palacete.
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