- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Primer sueño de Airi
29/10/24, 07:33 pm
Plop.
Plop, Plop.
El goteo del agua rompe el silencio en una oscuridad que se asienta conforme el sueño coge forma. Plop, plop. Dentro de una cueva se encuentra le sanaí con ropa de abrigo, tirade en el suelo y muy doloride. Plop, plop. La oscuridad se aclara ante sus ojos y deja ver las paredes cavernosas, húmedas, frías. Junto a elle hay un trineo de madera completamente destrozado, lleno de todas las provisiones que Airi pueda imaginarse en una situación así. Plop, plop. A su lado, yacen tres aarkos muertos, contorsionados, cubiertos de sangre. Están calientes aún, pero cada vez menos. Han corrido peor suerte que Airi, no han sobrevivido a lo que parece ser una caída, pero en la cueva no hay un lugar del que caer. Plop, plop. Aunque el techo es alto, no hay aberturas, y a juzgar por lo que abarca su vista, no está tampoco en la entrada a la caverna, la luz no entra por ningún lado, a pesar de que le sanaí puede verlo todo con dificultad, como en penumbra. Plop. Plop. Estalagmitas y estalagtitas en el suelo y en el techo adornan la caverna y crean ese repiqueteo húmedo y constante. También conforman lo que podría ser la mandíbula de un pez abisal vista desde dentro, una marabunta de colmillos irregulares.
Plop, plop.
Plop.
Solo hay un camino, una grieta amplia y natural que da a un pasillo estrecho e irregular. Desde el pasillo le llega el rumor del agua.
Plop, Plop.
El goteo del agua rompe el silencio en una oscuridad que se asienta conforme el sueño coge forma. Plop, plop. Dentro de una cueva se encuentra le sanaí con ropa de abrigo, tirade en el suelo y muy doloride. Plop, plop. La oscuridad se aclara ante sus ojos y deja ver las paredes cavernosas, húmedas, frías. Junto a elle hay un trineo de madera completamente destrozado, lleno de todas las provisiones que Airi pueda imaginarse en una situación así. Plop, plop. A su lado, yacen tres aarkos muertos, contorsionados, cubiertos de sangre. Están calientes aún, pero cada vez menos. Han corrido peor suerte que Airi, no han sobrevivido a lo que parece ser una caída, pero en la cueva no hay un lugar del que caer. Plop, plop. Aunque el techo es alto, no hay aberturas, y a juzgar por lo que abarca su vista, no está tampoco en la entrada a la caverna, la luz no entra por ningún lado, a pesar de que le sanaí puede verlo todo con dificultad, como en penumbra. Plop. Plop. Estalagmitas y estalagtitas en el suelo y en el techo adornan la caverna y crean ese repiqueteo húmedo y constante. También conforman lo que podría ser la mandíbula de un pez abisal vista desde dentro, una marabunta de colmillos irregulares.
Plop, plop.
Plop.
Solo hay un camino, una grieta amplia y natural que da a un pasillo estrecho e irregular. Desde el pasillo le llega el rumor del agua.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Primer sueño de Airi
31/10/24, 02:50 pm
El sonido es lo primero que capta su atención, no el frío extremo en las partes expuestas de su piel, no el dolor que recorre su cuerpo. Esas sensaciones llegarían después, como si su cuerpo despertase progresivamente de un sueño profundo. Los dedos de le sanaí se clavaron con fuerza en un suelo pedregoso, helado y húmedo al tratar de reunir fuerzas para incorporarse. La oscuridad lo engullía todo, pero poco a poco fue capaz de vislumbrar formas, objetos.
Un grito ahogado se escapa de sus labios cuando por fin identifica las siluetas peludas inertes a su lado.
—¡No…! —exclama con horror, abalanzándose hacia ellos. No los conocía de nada; aquel trineo no era suyo, los aarkos no eran parte de su tribu, y la ropa que llevaba era de otras tierras, pero ver tres vidas perdidas de esa manera no era algo que pudiese contemplar sin reaccionar.
Todavía sentade en el suelo, toca el pelaje frío de los tres. Al hundir los dedos en este todavía puede sentir los restos de su calor coporal. No hay nada que hacer por ellos. Se mantiene en la misma postura durante un momento, escuchando el repiqueteo insistente del agua con la cabeza gacha. ¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba allí? No es capaz de recordar nada, como si el golpe le hubiese borrado la memoria de las últimas horas o días. ¿Estaba de vuelta en su mundo? ¿O en Rocavarancolia? ¿De dónde habían salido tres aarkos y cómo había acabado en esa situación?
A Airi todavía le esperaba otra sorpresa al darse cuenta de que no era de noche. Sobre su cabeza no hay cielo, sino más piedra, y pese a la ausencia de lunas o estrellas, es capaz de ver lo suficiente.
—Si no hemos caído de arriba… Si… ¿Qué está ocurriendo? —
Su expresión se congestiona por un pánico repentino que había tardado en manifestarse por lo lento que procesaba la situación, por lo absurdo de la misma. Ahora que por fin rompe el velo de su aturdimiento, empieza a darse cuenta de lo realmente grave que parece.
Algo los había herido una vez dentro de la cueva helada. No había sido una caída, y seguramente se había desmayado durante un tiempo. Sus pensamientos enseguida le llevan a otra cueva donde había quedado atrapade con sus compañeros, oscura y plagada de criaturas grotescas. Tal vez algo ronda por allí como lo había hecho el jabalí gigante. Tal vez, incluso, ni siquiera se encuentra sole allí dentro.
—¿Hay… alguien? —pregunta quedamente, incapaz de alzar la voz. Quiere llamar la atención de posibles aliados tanto como evitar la de posibles enemigos. No puede tener todo a la vez.
Se pone en pie con dificultad y empieza a revisar el trineo en busca de información, pero también de algo que le iluminase, o armas. Entre el equipaje hay algunos fardos que claramente contienen comida, pero lo que interesa a Airi son un cuchillo para carne, una cuerda y velas como las del torreón. Podría necesitar cualquiera de esas cosas más adelante, y no duda en meterse las velas en los bolsillos de la ropa de abrigo que lleva puesta y atarse la cuerda en torno al torso. El cuchillo se queda en su mano mientras manosea el equipaje en la oscuridad para asegurarse de que no deja nada útil atrás.
Un grito ahogado se escapa de sus labios cuando por fin identifica las siluetas peludas inertes a su lado.
—¡No…! —exclama con horror, abalanzándose hacia ellos. No los conocía de nada; aquel trineo no era suyo, los aarkos no eran parte de su tribu, y la ropa que llevaba era de otras tierras, pero ver tres vidas perdidas de esa manera no era algo que pudiese contemplar sin reaccionar.
Todavía sentade en el suelo, toca el pelaje frío de los tres. Al hundir los dedos en este todavía puede sentir los restos de su calor coporal. No hay nada que hacer por ellos. Se mantiene en la misma postura durante un momento, escuchando el repiqueteo insistente del agua con la cabeza gacha. ¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba allí? No es capaz de recordar nada, como si el golpe le hubiese borrado la memoria de las últimas horas o días. ¿Estaba de vuelta en su mundo? ¿O en Rocavarancolia? ¿De dónde habían salido tres aarkos y cómo había acabado en esa situación?
A Airi todavía le esperaba otra sorpresa al darse cuenta de que no era de noche. Sobre su cabeza no hay cielo, sino más piedra, y pese a la ausencia de lunas o estrellas, es capaz de ver lo suficiente.
—Si no hemos caído de arriba… Si… ¿Qué está ocurriendo? —
Su expresión se congestiona por un pánico repentino que había tardado en manifestarse por lo lento que procesaba la situación, por lo absurdo de la misma. Ahora que por fin rompe el velo de su aturdimiento, empieza a darse cuenta de lo realmente grave que parece.
Algo los había herido una vez dentro de la cueva helada. No había sido una caída, y seguramente se había desmayado durante un tiempo. Sus pensamientos enseguida le llevan a otra cueva donde había quedado atrapade con sus compañeros, oscura y plagada de criaturas grotescas. Tal vez algo ronda por allí como lo había hecho el jabalí gigante. Tal vez, incluso, ni siquiera se encuentra sole allí dentro.
—¿Hay… alguien? —pregunta quedamente, incapaz de alzar la voz. Quiere llamar la atención de posibles aliados tanto como evitar la de posibles enemigos. No puede tener todo a la vez.
Se pone en pie con dificultad y empieza a revisar el trineo en busca de información, pero también de algo que le iluminase, o armas. Entre el equipaje hay algunos fardos que claramente contienen comida, pero lo que interesa a Airi son un cuchillo para carne, una cuerda y velas como las del torreón. Podría necesitar cualquiera de esas cosas más adelante, y no duda en meterse las velas en los bolsillos de la ropa de abrigo que lleva puesta y atarse la cuerda en torno al torso. El cuchillo se queda en su mano mientras manosea el equipaje en la oscuridad para asegurarse de que no deja nada útil atrás.
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Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Primer sueño de Airi
31/10/24, 04:28 pm
Ni la ropa, ni los animales, ni el trineo son suyos, tampoco es suya la historia previa al accidente, sea cual sea. Dentro del equipaje encuentra, junto a todo aquello que crea necesitar, un mapa. Enrollado en un pergamino de gran tamaño, con los bordes dañados pero el interior intacto; parece falso, utilería, un mapa hecho para un juego o una fiesta. Al desplegarlo, si lo hace, caerán al suelo varios lapiceros desgastados y otras herramientas de dibujo. Igual que con el equipaje, el sueño le proveerá de aquellos utensilios que Airi crea necesarios para escribir o dibujar. Dentro del mapa encuentra un dibujo a mano y muy bien detallado de una zona de la cordillera de Ajaan, de vuelta en su mundo. Sabe que se trata de ese sistema montañoso porque hay unas letras en lo alto que lo nombran y que no coinciden con la caligrafía de Airi, a pesar de que elle puede reconocer que está escrito en rocavarancolés. En el anverso del pergamino encontrará un mapa más, a pequeña escala, de una sola habitación centrada dentro del papel, y de forma irregular, más o menos circular, con una única salida. Dentro de la habitación está escrita la palabra "Inicio" con la misma letra de la otra cara. En el pie de página hay un pequeño mensaje "Seas quien seas, continúa el mapa para salir".
Nadie responderá a su llamada salvo el reverberar de la cámara en la que se encuentra y un eco que se pierde en el pasillo: "¿Hay... Alguien? ¿Alguien? ¿Alguien?", así como el perseverante goteo del agua y su plop, plop.
Nadie responderá a su llamada salvo el reverberar de la cámara en la que se encuentra y un eco que se pierde en el pasillo: "¿Hay... Alguien? ¿Alguien? ¿Alguien?", así como el perseverante goteo del agua y su plop, plop.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Primer sueño de Airi
02/11/24, 01:42 am
La mano desesperada de Airi da con algo más: un papel grueso de gran tamaño y enrollado. Le sanaí lo extrae y lo examina en la oscuridad, incapaz de determinar si tiene algo escrito o no. Con un suspiro enciende una pequeña llama sobre sus manos para darse luz. No quiere empezar a gastar magia a lo loco, pero si quiere avanzar por la cueva es inevitable.
Al extenderlo no solo se da cuenta de que el pergamino está escrito, sino que en el interior de este hay guardados varios objetos que, al abrirlo, se le desparraman entre los restos del trineo. Airi se agacha a recogerlos y encuentra varios lapiceros similares a los que hay en Rocavarancolia y una miga espachurrada para borrar el grafito. Tras examinarlos durante un instante se guarda todo en los bolsillos y observa el contenido del pergamino con interés.
No identifica de inmediato lo que está viendo, hasta que un texto explicativo le refresca la memoria. Conoce ese valle de verlo en otros mapas, ¿pero con ese nivel de detalle? Tal vez alguna de las ciudades de Rakuan se había atrevido por fin a explorarlo a fondo y elle no se había enterado. Por otro lado, ¿qué hace ese mapa allí? Claramente el trineo y su ropa estaban preparados para una zona fría. Si estaba de vuelta en su mundo, solo podía estar en Ihria.
Cuando Airi voltea el pergamino su desconcierto se vuelve aún mayor. Podría ser un garabato sin sentido o un juego olvidado a medio trazar, pero las palabras que lo acompañan le hacen tragar saliva. «Tiene que ser casualidad… ¿verdad?» se pregunta. Mirando a su alrededor no le queda claro si el dibujo representa aquella estancia, pero se fija por primera vez en las estalactitas y un escalofrío le recorre la espalda simplemente por ver lo afiladas que parecen.
Le sanaí toma aire, buscando una calma que no siente en absoluto, y agarra una de las tablas que forman los patines del trineo con una mano, retorciéndola y forzándola hasta arrancarla. Elige guardarse el cuchillo junto a los lápices y llevar el trozo de madera en la mano, que además es más largo y le puede servir de apoyo, y se echa a andar hacia la única salida iluminándose con la bola de fuego mágica.
Al extenderlo no solo se da cuenta de que el pergamino está escrito, sino que en el interior de este hay guardados varios objetos que, al abrirlo, se le desparraman entre los restos del trineo. Airi se agacha a recogerlos y encuentra varios lapiceros similares a los que hay en Rocavarancolia y una miga espachurrada para borrar el grafito. Tras examinarlos durante un instante se guarda todo en los bolsillos y observa el contenido del pergamino con interés.
No identifica de inmediato lo que está viendo, hasta que un texto explicativo le refresca la memoria. Conoce ese valle de verlo en otros mapas, ¿pero con ese nivel de detalle? Tal vez alguna de las ciudades de Rakuan se había atrevido por fin a explorarlo a fondo y elle no se había enterado. Por otro lado, ¿qué hace ese mapa allí? Claramente el trineo y su ropa estaban preparados para una zona fría. Si estaba de vuelta en su mundo, solo podía estar en Ihria.
Cuando Airi voltea el pergamino su desconcierto se vuelve aún mayor. Podría ser un garabato sin sentido o un juego olvidado a medio trazar, pero las palabras que lo acompañan le hacen tragar saliva. «Tiene que ser casualidad… ¿verdad?» se pregunta. Mirando a su alrededor no le queda claro si el dibujo representa aquella estancia, pero se fija por primera vez en las estalactitas y un escalofrío le recorre la espalda simplemente por ver lo afiladas que parecen.
Le sanaí toma aire, buscando una calma que no siente en absoluto, y agarra una de las tablas que forman los patines del trineo con una mano, retorciéndola y forzándola hasta arrancarla. Elige guardarse el cuchillo junto a los lápices y llevar el trozo de madera en la mano, que además es más largo y le puede servir de apoyo, y se echa a andar hacia la única salida iluminándose con la bola de fuego mágica.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Primer sueño de Airi
02/11/24, 10:50 am
Plop, plop.
Plop, plop.
Plop.
El goteo del agua se aleja de Airi conforme se adentra en el pasadizo cavernoso, es estrecho, pero tiene el suficiente espacio para que pueda caminar encorvade. Respecto a su magia notará dos cosas: no se cansará por mucho conjuro que realice, primero, y lo segundo es que su hechizo de luz se desliga de ella. La bola de fuego sigue existiendo más allá de Airi y de su caudal mágico y, a la vez que el pasillo se retuerce y pierde la linealidad, la bola se mueve por sí sola para adaptarse al camino, siempre junto a Airi. Cuanto más avancen elle y su hechizo, más complicado será, hasta que ambas lleguen a una encrucijada mucho menos claustrofóbica, con paredes anchas y techo lo suficientemente alto para que Airi recobre su rectitud. En las paredes descubrirá unos dibujos rupestres de líneas curvas y horizontales que dan a dos caminos ante elle, derecha o izquierda. Todas las líneas están curvadas hacia abajo en la pared de la derecha, pero en la de la izquierda, cuanto más se acercan a la boca del camino, pasan a ser óvalos finísimos, siempre en horizontal. De ese mismo camino, le llega con más fuerza el rumor del agua. A pesar de que ha dejado atrás el goteo incansable de las estalagtitas, comprobará que las paredes exudan humedad, en especial, de nuevo, la del camino de la izquierda.
Plop, plop.
Plop.
El goteo del agua se aleja de Airi conforme se adentra en el pasadizo cavernoso, es estrecho, pero tiene el suficiente espacio para que pueda caminar encorvade. Respecto a su magia notará dos cosas: no se cansará por mucho conjuro que realice, primero, y lo segundo es que su hechizo de luz se desliga de ella. La bola de fuego sigue existiendo más allá de Airi y de su caudal mágico y, a la vez que el pasillo se retuerce y pierde la linealidad, la bola se mueve por sí sola para adaptarse al camino, siempre junto a Airi. Cuanto más avancen elle y su hechizo, más complicado será, hasta que ambas lleguen a una encrucijada mucho menos claustrofóbica, con paredes anchas y techo lo suficientemente alto para que Airi recobre su rectitud. En las paredes descubrirá unos dibujos rupestres de líneas curvas y horizontales que dan a dos caminos ante elle, derecha o izquierda. Todas las líneas están curvadas hacia abajo en la pared de la derecha, pero en la de la izquierda, cuanto más se acercan a la boca del camino, pasan a ser óvalos finísimos, siempre en horizontal. De ese mismo camino, le llega con más fuerza el rumor del agua. A pesar de que ha dejado atrás el goteo incansable de las estalagtitas, comprobará que las paredes exudan humedad, en especial, de nuevo, la del camino de la izquierda.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Primer sueño de Airi
07/11/24, 01:03 pm
A Airi no le gusta nada ver cómo se estrecha el paso a medida que se aproxima a la que parece la única salida, pero es el único túnel y por tanto su única esperanza. Pronto se da cuenta que, más que el miedo a que se estreche demasiado como para pasar, el miedo que le atenaza es preguntarse cómo ha pasado por ahí el trineo. Sus dudas le hacen retroceder y examinar el techo con más cuidado, usando la bola de fuego, pero llega a la misma conclusión exacta que antes: no ha podido caer desde arriba o algún túnel por el techo.
Ese misterio le paraliza durante un par de eternos minutos en los que se aferra al tozo de madera hasta que sus manos quedan blancas. Solo tiene una opción para intentar salir de allí, pero tomarla se siente como meterse en la boca de un liteo. Cuando por fin se pone en marcha tiene que parpadear fuerte varias veces para poder ver mejor a través de la cortina acuosa que se ha formado sobre sus ojos. Si al menos no estuviese completamente a su suerte, si hubiese alguien a su lado… Aunque es egoísta desearle a otro esa misma suerte.
Cuando le sanaí comienza su avance por el túnel se mantiene suplicando que no se estreche aún más, observando con sorpresa cómo la bola de fuego parece cobrar voluntad propia. Varios experimentos le demuestran que no tiene que mantener su concentración como siempre para mantenerla encendida, lo que es una grata sorpresa, pero una que solo agrega más desconcierto a la situación.
Cuando su espalda ya le pide un descanso de ir encorvada Airi es capaz de erguirse sin tocar el techo con la cabeza. Ha entrado en una zona un poco más amplia, donde descubre dibujos en las paredes. Pasa los dedos por ellos con suavidad, quizá intentando comprobar instintivamente si son frescos. Su interés en ellos se debe, sobre todo, al doble camino que se abre ante sus ojos. Si las líneas tienen algo que ver con esos caminos, no acaba de entenderlo.
Le sanaí deja el trozo de madera en el suelo y se arrodilla, sacando el pergamino y un lápiz. Independientemente de lo que dijesen las palabras del mapa, tener la oportunidad de marcar su camino es muy útil, por lo que añade la sala en la que se encuentra tras la anterior con sus dos salidas y, en pequeño, imita los dibujos de la pared.
No tiene claro por dónde seguir. En la izquierda se oye agua, tal vez un río subterráneo. A la derecha las líneas le hacen pensar que tal vez se hunde aún más en la montaña, aunque no hay manera de saberlo. Decide ir hasta el agua subterránea a explorar si tal vez la erosión ha abierto algún tipo de salida. «Nunca es tarde para volver atrás» se dice, y recoge el mapa para continuar en esa dirección.
Ese misterio le paraliza durante un par de eternos minutos en los que se aferra al tozo de madera hasta que sus manos quedan blancas. Solo tiene una opción para intentar salir de allí, pero tomarla se siente como meterse en la boca de un liteo. Cuando por fin se pone en marcha tiene que parpadear fuerte varias veces para poder ver mejor a través de la cortina acuosa que se ha formado sobre sus ojos. Si al menos no estuviese completamente a su suerte, si hubiese alguien a su lado… Aunque es egoísta desearle a otro esa misma suerte.
Cuando le sanaí comienza su avance por el túnel se mantiene suplicando que no se estreche aún más, observando con sorpresa cómo la bola de fuego parece cobrar voluntad propia. Varios experimentos le demuestran que no tiene que mantener su concentración como siempre para mantenerla encendida, lo que es una grata sorpresa, pero una que solo agrega más desconcierto a la situación.
Cuando su espalda ya le pide un descanso de ir encorvada Airi es capaz de erguirse sin tocar el techo con la cabeza. Ha entrado en una zona un poco más amplia, donde descubre dibujos en las paredes. Pasa los dedos por ellos con suavidad, quizá intentando comprobar instintivamente si son frescos. Su interés en ellos se debe, sobre todo, al doble camino que se abre ante sus ojos. Si las líneas tienen algo que ver con esos caminos, no acaba de entenderlo.
Le sanaí deja el trozo de madera en el suelo y se arrodilla, sacando el pergamino y un lápiz. Independientemente de lo que dijesen las palabras del mapa, tener la oportunidad de marcar su camino es muy útil, por lo que añade la sala en la que se encuentra tras la anterior con sus dos salidas y, en pequeño, imita los dibujos de la pared.
No tiene claro por dónde seguir. En la izquierda se oye agua, tal vez un río subterráneo. A la derecha las líneas le hacen pensar que tal vez se hunde aún más en la montaña, aunque no hay manera de saberlo. Decide ir hasta el agua subterránea a explorar si tal vez la erosión ha abierto algún tipo de salida. «Nunca es tarde para volver atrás» se dice, y recoge el mapa para continuar en esa dirección.
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Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
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Re: Primer sueño de Airi
15/11/24, 03:56 pm
Una vez actualiza el mapa, Airi sentirá como el pergamino vibra levemente entre sus manos. Hay algo mágico en él, lo intuye, y le recuerda a la bola de fuego luminosa que le acompaña como un satélite.
Una vez se decide por un camino, se adentrará en una ruta cada vez más amplia, de paredes rugosas y supurantes, cubiertas de los mismos dibujos que había junto a la entrada. Estos dibujos van ganando definición conforme camina y podrá comprobar que se tratan de ojos, cientos de globos oculares que parecen moverse cuando la vista de Airi pasa por ellos de reojo. El rumor del agua cobra fuerza y le sanaí podrá intuír en él las notas de algo más, como la música de un instrumento diferente armonizando con el correr del agua: el llanto de alguien, desconsolado pero constante. A pesar de la amplitud del camino elegido, sigue siendo un camino de un único sentido. Airi puede continuar y acercarse al rumor y al sollozo, o puede volver hacia atrás.
Una vez se decide por un camino, se adentrará en una ruta cada vez más amplia, de paredes rugosas y supurantes, cubiertas de los mismos dibujos que había junto a la entrada. Estos dibujos van ganando definición conforme camina y podrá comprobar que se tratan de ojos, cientos de globos oculares que parecen moverse cuando la vista de Airi pasa por ellos de reojo. El rumor del agua cobra fuerza y le sanaí podrá intuír en él las notas de algo más, como la música de un instrumento diferente armonizando con el correr del agua: el llanto de alguien, desconsolado pero constante. A pesar de la amplitud del camino elegido, sigue siendo un camino de un único sentido. Airi puede continuar y acercarse al rumor y al sollozo, o puede volver hacia atrás.
No llores por no poder ver tu pierna,
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Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
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Re: Primer sueño de Airi
17/11/24, 06:52 pm
Antes de poder recoger el pergamino Airi nota algo extraño en él, como si vibrase, o como si estuviese vivo. La sensación le pone la piel de gallina, pero por mucho que lo examina no ve nada más que los mismos dibujos que traía y su torpe adición. El pensamiento de que está rodeade de magia extraña cruza su mente, pero no sabe qué hacer con él, porque no se corresponde a nada de lo que conoce de Sanai o de Rocavarancolia.
Tal como había planeado se adentra en la ruta de la que parece provenir el murmullo del agua y empieza a caminar por esta. Ver que los dibujos continúan le hace pensar en agregarlos al papel, pero enseguida se da cuenta de que son demasiados como para algo así. Continúan apareciendo con cada paso, tomando una forma cada vez más similar a un ojo. En un inicio esa señal ominosa le hace pensar que el túnel ha tenido que ser transitado en el pasado por otras personas para estar plagado de dibujos, que tiene que tener salida.
Hasta que nota el primer movimiento por el rabillo del ojo.
Cuando Airi se gira todo parece en su sitio, igual que hace un instante. Pero al dar otro paso vuelve a notarlo. Los dibujos se mueven.
La sensación de ser el centro de decenas de miradas no desaparece, paralizando a le sanaí en medio del túnel mal iluminado. Su instinto le pide no dar la espalda a ningún ojo, su miedo le pide cerrar los suyos y no ver, no ser consciente de su entorno. El corazón amenaza con salírsele del pecho, pero solo es capaz de razonar que tiene que ser algún tipo de efecto óptico.
Es gracias a detener su avance que por fin puede discernir un sonido nuevo entre el fluir insistente del agua. No lo identifica al momento, pero pronto entiende de qué se trata. Los sollozos le encogen el corazón y, tal vez por la posibilidad de no estar sole allí, es capaz de retomar la marcha. Lo hace, aun así, con pasos ligeros y silenciosos, aferrándose al trozo de madera como si fuese un salvavidas. Una parte de elle es consciente de que en aquel lugar las cosas no son lo que parecen, y su mayor miedo es encontrarse una criatura desconocida o peligrosa más adelante.
Tal como había planeado se adentra en la ruta de la que parece provenir el murmullo del agua y empieza a caminar por esta. Ver que los dibujos continúan le hace pensar en agregarlos al papel, pero enseguida se da cuenta de que son demasiados como para algo así. Continúan apareciendo con cada paso, tomando una forma cada vez más similar a un ojo. En un inicio esa señal ominosa le hace pensar que el túnel ha tenido que ser transitado en el pasado por otras personas para estar plagado de dibujos, que tiene que tener salida.
Hasta que nota el primer movimiento por el rabillo del ojo.
Cuando Airi se gira todo parece en su sitio, igual que hace un instante. Pero al dar otro paso vuelve a notarlo. Los dibujos se mueven.
La sensación de ser el centro de decenas de miradas no desaparece, paralizando a le sanaí en medio del túnel mal iluminado. Su instinto le pide no dar la espalda a ningún ojo, su miedo le pide cerrar los suyos y no ver, no ser consciente de su entorno. El corazón amenaza con salírsele del pecho, pero solo es capaz de razonar que tiene que ser algún tipo de efecto óptico.
Es gracias a detener su avance que por fin puede discernir un sonido nuevo entre el fluir insistente del agua. No lo identifica al momento, pero pronto entiende de qué se trata. Los sollozos le encogen el corazón y, tal vez por la posibilidad de no estar sole allí, es capaz de retomar la marcha. Lo hace, aun así, con pasos ligeros y silenciosos, aferrándose al trozo de madera como si fuese un salvavidas. Una parte de elle es consciente de que en aquel lugar las cosas no son lo que parecen, y su mayor miedo es encontrarse una criatura desconocida o peligrosa más adelante.
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