Torreón Sendar
+9
Cuervo
Red
Tak
Reifon
Evanna
Yber
Seth
PePo
Jack
13 participantes
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Torreón Sendar
17/04/19, 01:21 am
Recuerdo del primer mensaje :
La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.
Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
—No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.
No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!
—¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.
Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.
- Magia:
"Manual de magia para recién llegados":
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Levitación (transporte)
-Hechizo de impulso (físico)
-Corte (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Limpieza de ropa (menores)
-Cambio de color (menores)
"Hechizos para no morir pronto":
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Hechizos compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Térmico (físico)
-Luz mágica (menor)
La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.
Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
—No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.
No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!
—¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.
Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Sendar
23/11/20, 03:12 pm
La albina se mantuvo cerca de la entrada pendiente de la llegada, intentando mantener bajo control sus nervios. De poco le serviría haberle dicho a Fleur y Maila que debía mantearse firmes, si luego era ella la primera en desesperanzarse. Los minutos se le hacía eternos a Rua y con ello el dolor de su brazo iba aumentando. Su propia tensión no siéndole de mucha ayuda para lidiar con el dolor. Rua sujeto el brazo contra su cuerpo, dando gracias que Toni hubiera hecho un buen trabajo al agarrárselo firmemente con la madera.
El chico había decidido recoger un poco el enorme desastre de aquella sala, Rua lo veía como un buen método para mantener la mente distraída y las manos también. De ella poder usar ambos brazos con libertad probablemente también andaría inquieta.
Su mirada sin embargo no duro mucho tiempo mirando hacia el interior del torreón, volviendo a mirar afuera, la ventana no era especialmente espaciosa, pero al menos dejaba una imagen decente del camino por el que deberían de venir sus compañeros, con suerte con ayuda.
Y aun así falta hizo, por que tiempo después, Rua no fue capaz de contar el tiempo exacto, un grito desde fuera la alerto. Un simple vistazo por la venta, le hizo ponerse en movimiento, soltando un quejido de dolor cuando el brusco movimiento hizo que su brazo en cabestrillo se moviera de mala forma. <<Joder Rua...cuidado, solo faltaba que tú misma lo empeorases>> pensó la sueca, apretando los labios hasta que casi quedaron blancos mientras iba rápidamente a abrirles dando gracias que el puente se hubiera quedado bajado.
- ¡Venga, entrad! ¿Dónde están los macieleros?- pregunto Rua, apenas les abrió, quitándose del camino para que pudieran entrar rápidamente y se alejara de los peligros que habitaban allá afuera, asegurándose de cerrar tras ellos apenas el ultimo entrase. El lagarto se había marchado, pero no era seguro de todas formas. La ausencia de macieleros yendo con ellos le inquieto un poco, pero no quiso agobiarlos, si había vuelto es que debían haber encontrado algo, esperaba que fuera así y no hubieran llegado con las manos vacías.
El chico había decidido recoger un poco el enorme desastre de aquella sala, Rua lo veía como un buen método para mantener la mente distraída y las manos también. De ella poder usar ambos brazos con libertad probablemente también andaría inquieta.
Su mirada sin embargo no duro mucho tiempo mirando hacia el interior del torreón, volviendo a mirar afuera, la ventana no era especialmente espaciosa, pero al menos dejaba una imagen decente del camino por el que deberían de venir sus compañeros, con suerte con ayuda.
Y aun así falta hizo, por que tiempo después, Rua no fue capaz de contar el tiempo exacto, un grito desde fuera la alerto. Un simple vistazo por la venta, le hizo ponerse en movimiento, soltando un quejido de dolor cuando el brusco movimiento hizo que su brazo en cabestrillo se moviera de mala forma. <<Joder Rua...cuidado, solo faltaba que tú misma lo empeorases>> pensó la sueca, apretando los labios hasta que casi quedaron blancos mientras iba rápidamente a abrirles dando gracias que el puente se hubiera quedado bajado.
- ¡Venga, entrad! ¿Dónde están los macieleros?- pregunto Rua, apenas les abrió, quitándose del camino para que pudieran entrar rápidamente y se alejara de los peligros que habitaban allá afuera, asegurándose de cerrar tras ellos apenas el ultimo entrase. El lagarto se había marchado, pero no era seguro de todas formas. La ausencia de macieleros yendo con ellos le inquieto un poco, pero no quiso agobiarlos, si había vuelto es que debían haber encontrado algo, esperaba que fuera así y no hubieran llegado con las manos vacías.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Sendar
24/11/20, 04:16 pm
Ulmara tuvo tiempo de atemperar su carácter por el camino, entre otras cosas porque para ella parecía haber durado tres años. Se moría por llegar, por comprobar que el hechizo cargaba y que funcionaría con Fleur, que tal vez incluso podrían reutilizarlo para Rua y Kiki, pero esa impaciencia no le permitía correr más rápido. Ni a ella ni a sus compañeros, que probablemente se sentían igual. Una vez llegaron, ¡por fin!, zapateó con el pie hasta que bajó el puente. Ver que tanto la finlandesa como la sueca seguían en pie a pesar de sus heridas le infundió algo de aliento y esperanza, pero pronto se desvanecieron al ver que Fleur seguía tumbada y en graves condiciones.
—No tuvimos suerte en Maciel —le dijo a Rua—, pero fuimos a la Biblioteca y hemos encontrado algo. Creemos que tú eres la más indicada para cargarlo, ya que eres la que tiene más aguante mágico del grupo... --explicó, acelerada. Pidió a Sarah que le entregase el papel a la sueca—. ¿Algún cambio por aquí?
Era una pregunta y un eufemismo. Quería asegurarse de que Fleur no había empeorado ni se había encontrado con más complicaciones de salud, pero no quería expresarse de forma alarmista. Kiki y Rua, por suerte, parecían bien; en el sentido de que no se morirían en las próximas veinticuatro horas.
—No tuvimos suerte en Maciel —le dijo a Rua—, pero fuimos a la Biblioteca y hemos encontrado algo. Creemos que tú eres la más indicada para cargarlo, ya que eres la que tiene más aguante mágico del grupo... --explicó, acelerada. Pidió a Sarah que le entregase el papel a la sueca—. ¿Algún cambio por aquí?
Era una pregunta y un eufemismo. Quería asegurarse de que Fleur no había empeorado ni se había encontrado con más complicaciones de salud, pero no quería expresarse de forma alarmista. Kiki y Rua, por suerte, parecían bien; en el sentido de que no se morirían en las próximas veinticuatro horas.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Sendar
24/11/20, 06:24 pm
En un momento como aquel Fleur se dio cuenta de lo que necesitaba a sus compañeros cerca. Toni le arrancó una sonrisa dolorosa con sus ocurrencias y Rúa se acercó para decirle que era fuerte. Sus ojos se humedecieron de nuevo por la emoción. >>¿De verdad lo soy, o solo lo dice porque sabe que voy a morir?<<. Quería creer aquellas palabras pero la francesa era consciente de su gravedad, debía tener las costillas rotas y en la Tierra significaba una ambulancia y cuidados durante un tiempo. Pero ellos no eran adultos profesionales de la salud, y estaban atrapados en una ciudad ruinosa. Si el grupo volvía con las manos vacías... ¿se recuperaría alguna vez? ¿Cuáles eran sus posibilidades reales? Y además... no quería que nadie arriesgara la vida por ella si tenían que buscar en algún sitio peligroso.
Con un gesto leve asintió a las palabras de la sueca, había sobrevivido a cosas horribles, desgraciadamente también en su mundo natal. Pero eso no implicaba que se sintiera la más vulnerable la mayor del tiempo, y más ahora postrada en esa cama.
—Vale —le respondió a la hawaiana, aún con el colgante de Ulmara cerca de la nariz. Cómo había cambiado ese día, por la mañana despertó horrorizada por su sueño sin poder mirarla a la cara y ahora estaba tumbada y herida sin poder separarse de la aspereza de sus manos. ¿En qué punto las dejaba esa situación a ambas? ¿Quería que se marchara... o por el contrario tal y como parecía indicar su sueño... deseaba continuar aquel baile silencioso que se daba entre ambas?
La voz de Iemai llegó desde el exterior y Fleur tragó saliva con dificultad, cuando la ausencia de los macieleros fue evidente se le cayó el alma a los pies. Pero no toda esperanza fue perdida y parecía que las oraciones (que ya venían formuladas por más de una persona de entre aquellos muros) habían tenido respuesta. Existía un hechizo. Y aunque no estaba en condiciones para procesar toda su complejidad entendía que era uno muy poderoso, al menos para ellos. Esperó expectante a que Rúa confirmase su participación ya que ella era la más preparada para aquella tarea, no dudó ningún segundo de que se comprometería en seguida pero escucharlo de su boca la relajó.
—Yo... deberíamos intentarlo ya, por favor... —indicó a modo de petición cuando alguien señaló que el hechizo aún no había sido probado con anterioridad. Como si su cuerpo quisiera corroborar cuánto anhelaba dejar de sufrir a sus palabras le siguió una gran tos dificultosa, se estaba resintiendo desde dentro, y con fuerza.
Tras tomar la decisión la sueca se dispuso a cargar el hechizo, Fleur no recordaba con exactitud el tiempo que le llevó hacerlo ni aplicárselo después pues su mente se dispersaba continuamente, pero sí se le quedó grabado a fuego otra cosa. El silencio, y su fuerza aplastante mientras la chica se concentraba. Nunca algo le había chirriado y consolado tanto como aquel silencio y la conexión que sintió hacia todos, por su parte a penas se atrevió a respirar fuerte como si sus quejidos pudieran desperdiciarlo todo y su mirada no podía despegarse de los ojos de Rúa o los de Maila. Tampoco de Ulmara acompañados de una súplica mental. Si iba a rezar por ella, ese era el momento.
Finalmente el amuleto brilló y la francesa que temblaba como un pajarillo asustado por la incertidumbre notó algo tangible, una sensación indescriptible que fluía a través de su cuerpo de manera lenta y pesada. Supo instintivamente que se había activado algo pues poco a poco su cuerpo enviaba menos pulsos de dolor. La magia había entrado en ella. Fleur exhaló con la cabeza hacia atrás y tras asegurar que al menos se encontraba mejor para descansar se abandonó al sueño, no sin deshacerse de la sensación de impaciencia.
Cuando despertó en cambio todo era diferente. Sus finas pestañas se abrieron y parpadeó unos segundos. La diferencia era abismal como para no advertirla al instante. Desconocía el tiempo que había estado dormida pero a juzgar por la luz natural más leve que entraba en Sendar diría que varias horas, y en ese tiempo el hechizo había surtido efecto. El dolor había mitigado y la herida profunda de su codo estaba sanada, aunque en su lugar permanecía sangre seca y un gran picazón. Con actitud precavida y mucha lentitud fue forzando sus brazos para hacer cada vez movimientos más abiertos y menos rígidos. No sintió el dolor punzante en el pecho e incluso en los pulmones al hacerlo.
—Chicos... ya está... —su fina voz se elevó un poco para llamarlos a todos, todavía con miedo de quebrarse en el proceso. Pero no ocurrió nada de eso, se encontraba firme y sana, puede que algo desestabilizada pero desde luego más recompuesta— es un milagro... —intentó incorporarse con los codos y se sorprendió al ver que podía hacerlo casi sin dificultad. Había sido duradero pero al final muy preciso, esperaba que no fuera una ilusión. Un milagro sí, pero aquella obra tenía firma y esta vez no pudo o quiso atribuírsela a su Dios. Sus compañeros tenían el mérito— yo... —ahora no podía hablar, tenía la boca seca y las palabras se rebelaron en su garganta, Fleur se llevó las manos a la cara, terriblemente emocionada— ...gracias, esto es... gracias, de corazón.
Con un gesto leve asintió a las palabras de la sueca, había sobrevivido a cosas horribles, desgraciadamente también en su mundo natal. Pero eso no implicaba que se sintiera la más vulnerable la mayor del tiempo, y más ahora postrada en esa cama.
—Vale —le respondió a la hawaiana, aún con el colgante de Ulmara cerca de la nariz. Cómo había cambiado ese día, por la mañana despertó horrorizada por su sueño sin poder mirarla a la cara y ahora estaba tumbada y herida sin poder separarse de la aspereza de sus manos. ¿En qué punto las dejaba esa situación a ambas? ¿Quería que se marchara... o por el contrario tal y como parecía indicar su sueño... deseaba continuar aquel baile silencioso que se daba entre ambas?
La voz de Iemai llegó desde el exterior y Fleur tragó saliva con dificultad, cuando la ausencia de los macieleros fue evidente se le cayó el alma a los pies. Pero no toda esperanza fue perdida y parecía que las oraciones (que ya venían formuladas por más de una persona de entre aquellos muros) habían tenido respuesta. Existía un hechizo. Y aunque no estaba en condiciones para procesar toda su complejidad entendía que era uno muy poderoso, al menos para ellos. Esperó expectante a que Rúa confirmase su participación ya que ella era la más preparada para aquella tarea, no dudó ningún segundo de que se comprometería en seguida pero escucharlo de su boca la relajó.
—Yo... deberíamos intentarlo ya, por favor... —indicó a modo de petición cuando alguien señaló que el hechizo aún no había sido probado con anterioridad. Como si su cuerpo quisiera corroborar cuánto anhelaba dejar de sufrir a sus palabras le siguió una gran tos dificultosa, se estaba resintiendo desde dentro, y con fuerza.
Tras tomar la decisión la sueca se dispuso a cargar el hechizo, Fleur no recordaba con exactitud el tiempo que le llevó hacerlo ni aplicárselo después pues su mente se dispersaba continuamente, pero sí se le quedó grabado a fuego otra cosa. El silencio, y su fuerza aplastante mientras la chica se concentraba. Nunca algo le había chirriado y consolado tanto como aquel silencio y la conexión que sintió hacia todos, por su parte a penas se atrevió a respirar fuerte como si sus quejidos pudieran desperdiciarlo todo y su mirada no podía despegarse de los ojos de Rúa o los de Maila. Tampoco de Ulmara acompañados de una súplica mental. Si iba a rezar por ella, ese era el momento.
Finalmente el amuleto brilló y la francesa que temblaba como un pajarillo asustado por la incertidumbre notó algo tangible, una sensación indescriptible que fluía a través de su cuerpo de manera lenta y pesada. Supo instintivamente que se había activado algo pues poco a poco su cuerpo enviaba menos pulsos de dolor. La magia había entrado en ella. Fleur exhaló con la cabeza hacia atrás y tras asegurar que al menos se encontraba mejor para descansar se abandonó al sueño, no sin deshacerse de la sensación de impaciencia.
—
Cuando despertó en cambio todo era diferente. Sus finas pestañas se abrieron y parpadeó unos segundos. La diferencia era abismal como para no advertirla al instante. Desconocía el tiempo que había estado dormida pero a juzgar por la luz natural más leve que entraba en Sendar diría que varias horas, y en ese tiempo el hechizo había surtido efecto. El dolor había mitigado y la herida profunda de su codo estaba sanada, aunque en su lugar permanecía sangre seca y un gran picazón. Con actitud precavida y mucha lentitud fue forzando sus brazos para hacer cada vez movimientos más abiertos y menos rígidos. No sintió el dolor punzante en el pecho e incluso en los pulmones al hacerlo.
—Chicos... ya está... —su fina voz se elevó un poco para llamarlos a todos, todavía con miedo de quebrarse en el proceso. Pero no ocurrió nada de eso, se encontraba firme y sana, puede que algo desestabilizada pero desde luego más recompuesta— es un milagro... —intentó incorporarse con los codos y se sorprendió al ver que podía hacerlo casi sin dificultad. Había sido duradero pero al final muy preciso, esperaba que no fuera una ilusión. Un milagro sí, pero aquella obra tenía firma y esta vez no pudo o quiso atribuírsela a su Dios. Sus compañeros tenían el mérito— yo... —ahora no podía hablar, tenía la boca seca y las palabras se rebelaron en su garganta, Fleur se llevó las manos a la cara, terriblemente emocionada— ...gracias, esto es... gracias, de corazón.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Sendar
25/11/20, 07:01 pm
El grupo por fin llegó y Maila dejó escapar un suspiro de alivio cuando Ulmara informó de que tenían algo útil. La hawaiana solo pudo esperar muy atenta a que Rua cargara aquel amuleto. Supo que había tenido efecto cuando Fleur dio una exhalación y se quedó profundamente dormida.
Tras agradecerles de mil formas distintas a los que habían salido lo que habían conseguido Maila se quedó mirando a su amiga detenidamente, el contorno de sus facciones, el color de su pelo. La leve agitación de su pecho con cada respiración. Y se preguntó qué habría pasado si no hubieran tenido tanta suerte, si les hubiera pasado algo allí fuera y no pudieran volver, o que hubieran vuelto pero sin encontrar nada . Se preguntó directamente y sin tapujos qué habría pasado con ella misma si Fleur hubiera muerto. Probablemente que ella misma lo hiciera por dentro. ¿Cuándo se había enamorado tan profundamente de ella? Porque si, no le daba miedo admitirlo. Era justamente eso lo que sentía. ¿Había sido el primer día que la vio en la arena cuando se había escapado del convento? ¿O había sido algo más gradual? En aquel momento le costaba saberlo. Fleur era tan diferente de otras chicas...
Rocavarancolia era un lugar lleno de peligros y crueldad. Una ciudad que solo dejaba hueco para el miedo y el horror. ¿Habría un pequeño hueco en todo aquello para el amor? Y hablando de eso... ¿Qué clase de amor tenían ellas dos? ¿Qué es lo que quería Fleur? Porque sabía que el sentimiento era recíproco. Maila se quedó pensativa aquellas horas que estuvo dormida su amiga, hablando de vez en cuando con sus compañeros, mirando constantemente a la francesa y sin dejar de repetirse la misma frase en la cabeza. Fleur merecía ser feliz y no todo ese sufrimiento. De eso ya había tenido suficiente en la Tierra.
Cuando Fleur se despertó Maila se levantó de la silla rápidamente y se dirigió ella con pasos igual de rápidos. La hawaiana la abrazó con cuidado de no hacerle daño y le dio cuatro o puede que cinco besos en la mejilla.
-Estás bien. Estás bien...- Le susurró antes de despegarse de ella para que pudiera hablar con sus salvadores.
Tras agradecerles de mil formas distintas a los que habían salido lo que habían conseguido Maila se quedó mirando a su amiga detenidamente, el contorno de sus facciones, el color de su pelo. La leve agitación de su pecho con cada respiración. Y se preguntó qué habría pasado si no hubieran tenido tanta suerte, si les hubiera pasado algo allí fuera y no pudieran volver, o que hubieran vuelto pero sin encontrar nada . Se preguntó directamente y sin tapujos qué habría pasado con ella misma si Fleur hubiera muerto. Probablemente que ella misma lo hiciera por dentro. ¿Cuándo se había enamorado tan profundamente de ella? Porque si, no le daba miedo admitirlo. Era justamente eso lo que sentía. ¿Había sido el primer día que la vio en la arena cuando se había escapado del convento? ¿O había sido algo más gradual? En aquel momento le costaba saberlo. Fleur era tan diferente de otras chicas...
Rocavarancolia era un lugar lleno de peligros y crueldad. Una ciudad que solo dejaba hueco para el miedo y el horror. ¿Habría un pequeño hueco en todo aquello para el amor? Y hablando de eso... ¿Qué clase de amor tenían ellas dos? ¿Qué es lo que quería Fleur? Porque sabía que el sentimiento era recíproco. Maila se quedó pensativa aquellas horas que estuvo dormida su amiga, hablando de vez en cuando con sus compañeros, mirando constantemente a la francesa y sin dejar de repetirse la misma frase en la cabeza. Fleur merecía ser feliz y no todo ese sufrimiento. De eso ya había tenido suficiente en la Tierra.
Cuando Fleur se despertó Maila se levantó de la silla rápidamente y se dirigió ella con pasos igual de rápidos. La hawaiana la abrazó con cuidado de no hacerle daño y le dio cuatro o puede que cinco besos en la mejilla.
-Estás bien. Estás bien...- Le susurró antes de despegarse de ella para que pudiera hablar con sus salvadores.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Torreón Sendar
26/11/20, 02:13 am
Se quedó ahí con la francesa, intentando darle ánimos con la presencia más que con sus palabras. Viéndola junto a Maila no podía evitar recordar meses atrás la reacción brusca de Fleur al mencionar su orientación y pensar que quizás la francesa sí que era lo que sospechaba, pero que tenía que darse cuenta poco a poco. Le quedaba mucho por vivir, mucho por explorar y reconocer. Le sonrió a Toni cuando se pasó por allí y bromeó. Le hubiera gustado bromear a el también pero todo lo que le rondaba la cabeza se lo impedía.
-Todo estará bien en cuanto vuelvan. -Reafirmo.
El tiempo pasó de manera agónica hasta que por fin llegaron, y él como todos quedó pasmado y casi al borde del colapso cuando no vio a ningún macielero. Por suerte habían traído algo más. Magia. Desconocida aunque con instrucciones de uso y de lo que hacía. Nery´s dudó muchísimo de usar aquello, más por no saber que podría pasar que por pensar que fuera algún tipo de trampa como surgió en la conversación. Pero la francesa aceptó con decisión que la usaran en ella y eso le basto para ceder y no protestar. Negó con la cabeza la Pregunta de Ulmara. -No parece que empeore. -Le dijo acercándose a la cercana. -Ni hemos escuchado nada afuera que pueda ser aquella cosa.
Mientras que Rua lo cargaba se podía sentir la tensión. El temor a que el miedo de todo el torreón se volviera realidad cargaba el aire y al ver en quien posaba sus ojos Fleur decidió retirarse y dejarla con aquellas en las que pensaba. Quiso por primera vez quizás rezar. ¿Pero a que? No creía en un supuesto dios misericordioso que permitiera aquellas cosas, el destino no había hecho más que hacerle pagar el precio último por todo lo que tenía y la Luna... Un escalofrío le recorrió y el estomago se le revolvió de nuevo. La Luna seguramente tan solo observaba, y solo le daría su favor a aquellos que se demostraran lo suficientemente dignos. Esperaba que el aguantar de la francesa fuera suficiente para ella.
Al usarse el hechizo contuvo el aliento. Se temía lo peor, que el destino volvería a hacerle pagar. Pero en cuanto la francesa se relajó y pareció que por fin el dolor se fue cuando cerró los ojos. No estaba seguro de si aquello era del todo bueno, y al final el frivy no se relajó en lo absoluto aquella tarde.
Estuvo un rato con Kiki en esa misma sala hasta que ella decidió volver a sus libros y la despidió con un par de besos. Pasó un largo rato sentado tenso en una de las camas de la sala, luchando en un tira y afloja contra la medicina estando ya prácticamente zombi debido a sus efectos.
Fueron un par de horas que simplemente estuvo ahí, quieto, esperando a que algo pasase, a que Fleur se levantara y les sonriera a todos. Pero no sucedía y cada vez la medicina se iba más y su ansiedad volvía.
Terminó por irse hasta el patio mientras los pensamientos le acechaban. ¿Qué pasaba si el sueño era una premonición? Si el hechizo no funcionaba... cogió el caldero lleno de agua levantándolo con fuerza y dejó que el agua helada cayera sobre su piel sintiendo como el frio lo envolvía súbitamente. No lucho contra él, dejo que entrara, que despertara sus sentidos de la medicina a la que se había enfrentado todo el día por primera vez desde hacía años, que aquel pequeño sufrimiento arrastrara sus emociones junto a los pequeños ríos de agua que se deslizaban hacia el suelo por su cuerpo. Miró a sus manos delante suya ahora con el cubo entre ellas, perdido en aquel remolino de emociones, hasta que una gano a las demás.
Levantó de nuevo el caldero con brusquedad esta vez para estamparlo contra el suelo de pura frustración y rabia contra sí mismo. Revivía las escenas de caos de aquella cosa destrozando a sus compañeros, revivía a la Luna paralizándole sin esfuerzo y dejándole a su merced. Y nada. El no había hecho nada. Tan solo mirar como todo ocurría. Su mano se cerró apretando la madera del cubo, paralizando el brazo por encima de su cabeza, quería hacerlo para soltar toda su rabia pero recordaba una de las promesas con Kiki. Se sentó en el pequeño charco que había creado en el patio, apretando los dientes y con el cubo entre las piernas dejando que la fuerza de sus manos se fuera en un agarre inútil, como queriendo rasgar la madera con sus dedos. Un par de lágrimas empezaron a caer mientras aguantaba el llanto y de un pequeño sollozo salió vaho de su aliento extendiéndose por el frio. Sin saber que hacer volvió a colocar el cubo, volvió llenarlo de frio para castigarse e intentar que todo se fuera volviendo a sentarse mientras luchaba contra el frio para volver empaparse. Mientras se debatía logro ver su reflejo distorsionado en el agua, se quedó congelado mirándolo hasta que notó algo. Su pelo había crecido ya hasta prácticamente cubrirle la nuca y por fin se dio cuenta de que llevaba bastante tiempo sin preocuparse demasiado por su aspecto. Se llevó una mano a él para comprobarlo, abordado esta vez por los recuerdos de incesantes tratamientos de belleza.
Allí se quedó con la piel erizada, trasteando con su propio pelo en pos de no pensar demasiado y usando el frio para no dormirse, hasta que pasó prácticamente una hora. Luego se levantó, secó aquel desastre y a sí mismo y se movió hacia su habitación a mantenerse ocupado.
En cuanto la voz de Fleur se alzó Nery´s apareció de una de las esquinas con una pequeña coleta atada con un lacito, con tan solo una camisa y un surco negro muy encima de una de sus cejas que indicaba donde se había golpeado aquella mañana. Era raro verle tan desabrigado. Sus ojos se abrieron de par en par brillantes por contener las lágrimas y tras Maila se acercó a ella sin decir ni una palabra y la abrazó con cuidado, rodeándola con sus brazos sin hacer casi presión.
-Menos mal, menos mal... -El frivy temblaba de la emoción y del miedo que había pasado. Se separó para que los demás hicieran lo suyo pero con una sonrisa cubierta de un par de lágrimas de alegría la saludo bromeando. -Buenos días pequeña.
-Todo estará bien en cuanto vuelvan. -Reafirmo.
El tiempo pasó de manera agónica hasta que por fin llegaron, y él como todos quedó pasmado y casi al borde del colapso cuando no vio a ningún macielero. Por suerte habían traído algo más. Magia. Desconocida aunque con instrucciones de uso y de lo que hacía. Nery´s dudó muchísimo de usar aquello, más por no saber que podría pasar que por pensar que fuera algún tipo de trampa como surgió en la conversación. Pero la francesa aceptó con decisión que la usaran en ella y eso le basto para ceder y no protestar. Negó con la cabeza la Pregunta de Ulmara. -No parece que empeore. -Le dijo acercándose a la cercana. -Ni hemos escuchado nada afuera que pueda ser aquella cosa.
Mientras que Rua lo cargaba se podía sentir la tensión. El temor a que el miedo de todo el torreón se volviera realidad cargaba el aire y al ver en quien posaba sus ojos Fleur decidió retirarse y dejarla con aquellas en las que pensaba. Quiso por primera vez quizás rezar. ¿Pero a que? No creía en un supuesto dios misericordioso que permitiera aquellas cosas, el destino no había hecho más que hacerle pagar el precio último por todo lo que tenía y la Luna... Un escalofrío le recorrió y el estomago se le revolvió de nuevo. La Luna seguramente tan solo observaba, y solo le daría su favor a aquellos que se demostraran lo suficientemente dignos. Esperaba que el aguantar de la francesa fuera suficiente para ella.
Al usarse el hechizo contuvo el aliento. Se temía lo peor, que el destino volvería a hacerle pagar. Pero en cuanto la francesa se relajó y pareció que por fin el dolor se fue cuando cerró los ojos. No estaba seguro de si aquello era del todo bueno, y al final el frivy no se relajó en lo absoluto aquella tarde.
Estuvo un rato con Kiki en esa misma sala hasta que ella decidió volver a sus libros y la despidió con un par de besos. Pasó un largo rato sentado tenso en una de las camas de la sala, luchando en un tira y afloja contra la medicina estando ya prácticamente zombi debido a sus efectos.
Fueron un par de horas que simplemente estuvo ahí, quieto, esperando a que algo pasase, a que Fleur se levantara y les sonriera a todos. Pero no sucedía y cada vez la medicina se iba más y su ansiedad volvía.
Terminó por irse hasta el patio mientras los pensamientos le acechaban. ¿Qué pasaba si el sueño era una premonición? Si el hechizo no funcionaba... cogió el caldero lleno de agua levantándolo con fuerza y dejó que el agua helada cayera sobre su piel sintiendo como el frio lo envolvía súbitamente. No lucho contra él, dejo que entrara, que despertara sus sentidos de la medicina a la que se había enfrentado todo el día por primera vez desde hacía años, que aquel pequeño sufrimiento arrastrara sus emociones junto a los pequeños ríos de agua que se deslizaban hacia el suelo por su cuerpo. Miró a sus manos delante suya ahora con el cubo entre ellas, perdido en aquel remolino de emociones, hasta que una gano a las demás.
Levantó de nuevo el caldero con brusquedad esta vez para estamparlo contra el suelo de pura frustración y rabia contra sí mismo. Revivía las escenas de caos de aquella cosa destrozando a sus compañeros, revivía a la Luna paralizándole sin esfuerzo y dejándole a su merced. Y nada. El no había hecho nada. Tan solo mirar como todo ocurría. Su mano se cerró apretando la madera del cubo, paralizando el brazo por encima de su cabeza, quería hacerlo para soltar toda su rabia pero recordaba una de las promesas con Kiki. Se sentó en el pequeño charco que había creado en el patio, apretando los dientes y con el cubo entre las piernas dejando que la fuerza de sus manos se fuera en un agarre inútil, como queriendo rasgar la madera con sus dedos. Un par de lágrimas empezaron a caer mientras aguantaba el llanto y de un pequeño sollozo salió vaho de su aliento extendiéndose por el frio. Sin saber que hacer volvió a colocar el cubo, volvió llenarlo de frio para castigarse e intentar que todo se fuera volviendo a sentarse mientras luchaba contra el frio para volver empaparse. Mientras se debatía logro ver su reflejo distorsionado en el agua, se quedó congelado mirándolo hasta que notó algo. Su pelo había crecido ya hasta prácticamente cubrirle la nuca y por fin se dio cuenta de que llevaba bastante tiempo sin preocuparse demasiado por su aspecto. Se llevó una mano a él para comprobarlo, abordado esta vez por los recuerdos de incesantes tratamientos de belleza.
Allí se quedó con la piel erizada, trasteando con su propio pelo en pos de no pensar demasiado y usando el frio para no dormirse, hasta que pasó prácticamente una hora. Luego se levantó, secó aquel desastre y a sí mismo y se movió hacia su habitación a mantenerse ocupado.
En cuanto la voz de Fleur se alzó Nery´s apareció de una de las esquinas con una pequeña coleta atada con un lacito, con tan solo una camisa y un surco negro muy encima de una de sus cejas que indicaba donde se había golpeado aquella mañana. Era raro verle tan desabrigado. Sus ojos se abrieron de par en par brillantes por contener las lágrimas y tras Maila se acercó a ella sin decir ni una palabra y la abrazó con cuidado, rodeándola con sus brazos sin hacer casi presión.
-Menos mal, menos mal... -El frivy temblaba de la emoción y del miedo que había pasado. Se separó para que los demás hicieran lo suyo pero con una sonrisa cubierta de un par de lágrimas de alegría la saludo bromeando. -Buenos días pequeña.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
29/11/20, 08:05 pm
En el interior del torreón se enfrentaron a una situación que los ponía entre la espada y la pared. No tenían un modo rápido de testar el hechizo, y este drenó la energía de Rua más allá de lo que era aconsejable para una persona herida. Pero se podía cargar, y eso le dio a Iemai más esperanzas de las que podía admitir que tenía. Ante todas las circunstancias, se posicionó claramente a favor de probar el amuleto directamente en Fleur, temiendo sonar temeraria pero sabiendo que no tenían demasiado tiempo para continuar dando rodeos. La chica no tenía buen aspecto.
Por supuesto, la opinión que más contaba en aquello era la de la propia Fleur, que no tardó en dar su consentimiento. Para Iemai no existía conflicto en la decisión que habían tomado, pero no se permitió mostrar lo segura que estaba de que todo saldría bien, ya que sus compañeros podrían pensar que carecía de sensibilidad, cuando no era el caso.
Cuando el amuleto se iluminó todos pudieron ver cómo Fleur se relajaba gradualmente hasta dormirse. Su respiración era ahora más regular y calmada, e Iemai sonrió sin poder evitarlo. Aquella calma familiar ponía en su pecho toda clase de sensaciones y recuerdos, buenos y malos.
—Todo va a salir bien —se permitió decir finalmente.
Iemai quiso dejar tranquilos a aquellos que decidieron velar el sueño de Fleur, y se obligó a pasar la tarde haciendo cosas útiles mientras esperaban. Limpiar, coladas, o ayudar a quienes habían salido heridos. Ella misma tampoco se encontraba en su mejor momento, pero podía moverse sin problemas. Tal vez se debía a la tensión, pero su cuerpo tendía a darle unos pinchazos horrorosos que, por momentos, le hacían preguntarse si tenía algún hueso roto de nuevo, si tal vez el empujón de la criatura de esa mañana le había hecho daño y, hasta relajarse, no lo había empezado a notar. Sin embargo, sucedía por momentos y luego remitía, así que Iemai trató de no darle demasiada importancia.
Cuando Fleur se despertó ya era tarde. Como todos los demás, Iemai corrió hacia la cama improvisada al enterarse de la noticia y observó a cierta distancia las sonrisas y las lágrimas de sus compañeros, sin ser consciente de que la expresión de su propia cara hacía juego con todas las demás. Se enjuagó los ojos rápidamente y pensó en lo doloroso que era darse cuenta de lo mucho que le habría dolido perder a Fleur. Se había jurado sobrevivir a aquel mundo a toda costa, pero, al final, había gente por la que merecía la pena arriesgarlo todo.
Tras aquel incidente habían ganado una herramienta de utilidad que tener lista en cualquier momento, y para Iemai era un alivio poder hacer uso de ella. Pronto todos sus compañeros heridos estuvieron completamente recuperados, y tuvieron que enfrentarse a un problema diferente: tenían que evitar que la criatura invisible volviese a entrar. Ella o cualquier otra.
Solo las troneras de los dormitorios podían cerrarse con las contraventanas, el resto si querían cerrarlas debían apuntalarlas y, ni tenían el material idóneo para hacer algo así, ni podían estar quitando y poniendo tablas todos los días. Iemai sugirió embadurnar todo el marco de la ventana con carbón periódicamente solo para estar alerta si un día las manchas de carbón llegaban adentro, pero eso no ayudaría con criaturas voladoras. Entre todos pensaron varias ideas para estar bajo aviso de nuevas invasiones y continuaron con las guardias nocturnas como hasta ese momento.
Cuando fueron a Maciel a avisarles de lo que les había sucedido estos les explicaron que los habitantes de un tercer torreón deseaban conocerlos, y que habían estado compartiendo información. Tener más aliados era una buena noticia, así que se decidió un día para encontrarse usando a los Macieleros de intermediario. Ese día finalmente había llegado, e Iemai se levantó con nerviosismo de la cama esa mañana, tan pronto como salió el sol.
Por supuesto, la opinión que más contaba en aquello era la de la propia Fleur, que no tardó en dar su consentimiento. Para Iemai no existía conflicto en la decisión que habían tomado, pero no se permitió mostrar lo segura que estaba de que todo saldría bien, ya que sus compañeros podrían pensar que carecía de sensibilidad, cuando no era el caso.
Cuando el amuleto se iluminó todos pudieron ver cómo Fleur se relajaba gradualmente hasta dormirse. Su respiración era ahora más regular y calmada, e Iemai sonrió sin poder evitarlo. Aquella calma familiar ponía en su pecho toda clase de sensaciones y recuerdos, buenos y malos.
—Todo va a salir bien —se permitió decir finalmente.
Iemai quiso dejar tranquilos a aquellos que decidieron velar el sueño de Fleur, y se obligó a pasar la tarde haciendo cosas útiles mientras esperaban. Limpiar, coladas, o ayudar a quienes habían salido heridos. Ella misma tampoco se encontraba en su mejor momento, pero podía moverse sin problemas. Tal vez se debía a la tensión, pero su cuerpo tendía a darle unos pinchazos horrorosos que, por momentos, le hacían preguntarse si tenía algún hueso roto de nuevo, si tal vez el empujón de la criatura de esa mañana le había hecho daño y, hasta relajarse, no lo había empezado a notar. Sin embargo, sucedía por momentos y luego remitía, así que Iemai trató de no darle demasiada importancia.
Cuando Fleur se despertó ya era tarde. Como todos los demás, Iemai corrió hacia la cama improvisada al enterarse de la noticia y observó a cierta distancia las sonrisas y las lágrimas de sus compañeros, sin ser consciente de que la expresión de su propia cara hacía juego con todas las demás. Se enjuagó los ojos rápidamente y pensó en lo doloroso que era darse cuenta de lo mucho que le habría dolido perder a Fleur. Se había jurado sobrevivir a aquel mundo a toda costa, pero, al final, había gente por la que merecía la pena arriesgarlo todo.
Tras aquel incidente habían ganado una herramienta de utilidad que tener lista en cualquier momento, y para Iemai era un alivio poder hacer uso de ella. Pronto todos sus compañeros heridos estuvieron completamente recuperados, y tuvieron que enfrentarse a un problema diferente: tenían que evitar que la criatura invisible volviese a entrar. Ella o cualquier otra.
Solo las troneras de los dormitorios podían cerrarse con las contraventanas, el resto si querían cerrarlas debían apuntalarlas y, ni tenían el material idóneo para hacer algo así, ni podían estar quitando y poniendo tablas todos los días. Iemai sugirió embadurnar todo el marco de la ventana con carbón periódicamente solo para estar alerta si un día las manchas de carbón llegaban adentro, pero eso no ayudaría con criaturas voladoras. Entre todos pensaron varias ideas para estar bajo aviso de nuevas invasiones y continuaron con las guardias nocturnas como hasta ese momento.
Cuando fueron a Maciel a avisarles de lo que les había sucedido estos les explicaron que los habitantes de un tercer torreón deseaban conocerlos, y que habían estado compartiendo información. Tener más aliados era una buena noticia, así que se decidió un día para encontrarse usando a los Macieleros de intermediario. Ese día finalmente había llegado, e Iemai se levantó con nerviosismo de la cama esa mañana, tan pronto como salió el sol.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
30/11/20, 01:12 pm
Los sollozos y las lágrimas de Fleur se incrementaron al ver que algunos de sus compañeros tenían los ojos empañados, y llegó a un pico emocional cuando se sintió arropada, tanto por los besos en la mejilla de Maila como por Nery´s. La situación tenía demasiadas implicaciones. Tras tanto tiempo sintiéndose sola... ¿por fin había logrado conectar con un grupo de personas? ¿Era importante para ellos de la misma manera que ellos lo eran para sí misma?. Eso parecía.
—Gracias... —volvió a decir, aferrándose de manera débil al abrazo del frivy y mirándolos a todos, en especial a Rúa, a quien le profesaba un gran respeto y con quien también había intimado de una manera diferente. La consideraba valiosa a varios niveles, no solo porque la viera como la más poderosa del torreón, si no porque en cierta forma su manera de ser la favorecía.
Los próximos días fueron realmente extraños. Una mezcla de incertidumbre y alivio. Tras descansar un poco el primer día tras el catastrófico suceso Fleur se internó en todas las tareas de manera precisa y muy activa. Se sentía agradecida, y que les debía mucho así que siempre que podía se encargaba de atribuirse todas las tareas domésticas que podía para aportar utilidad, por ello dejó un poco más de lado el tiro con arco. Por otra parte contaban con una amenaza invisible que no había sido eliminada (exploraron algunas ideas para advertir al menos de que entraba al torreón) pero también con una baza mágica bastante fuerte. El único requisito era que la sueca no fuera herida de gravedad ya que tras curarse así misma y a Kiki seguía siendo la única dotada para hacerlo. Por mucho que la francesa fuera de las que más aguante tenía sabía que no tenía oportunidad al ver que la chica quedaba realmente agotada tras cada sesión.
Sin embargo había algo que trajo de cabeza a Fleur durante ese tiempo. La primera noche tras curarse Maila quiso hablar con ella y algo cambió en la relación que tenían ambas. Seguía sin saber qué opinar y como comportarse al respecto pero ahora tenía más información sobre su amiga. Parecía que había una nueva puerta abierto pero... ¿quería cruzarla?. Tras esa conversación Fleur adoptó una actitud cambiante, mostrándose algo distante y confusa durante el día pero necesitando algo de contacto y complicidad por las noches cuando la mayoría dormía.
Aquel día se despertó temprano, a penas había dormido por los nervios pues se reunirían con el tercer grupo del que Maciel les había hablado.
—Buenos días —le diría a la hawaiana, sacudiendo con cuidado su hombro y con expresión algo más neutra de lo normal. Sus emociones estaban revueltas.
—Gracias... —volvió a decir, aferrándose de manera débil al abrazo del frivy y mirándolos a todos, en especial a Rúa, a quien le profesaba un gran respeto y con quien también había intimado de una manera diferente. La consideraba valiosa a varios niveles, no solo porque la viera como la más poderosa del torreón, si no porque en cierta forma su manera de ser la favorecía.
Los próximos días fueron realmente extraños. Una mezcla de incertidumbre y alivio. Tras descansar un poco el primer día tras el catastrófico suceso Fleur se internó en todas las tareas de manera precisa y muy activa. Se sentía agradecida, y que les debía mucho así que siempre que podía se encargaba de atribuirse todas las tareas domésticas que podía para aportar utilidad, por ello dejó un poco más de lado el tiro con arco. Por otra parte contaban con una amenaza invisible que no había sido eliminada (exploraron algunas ideas para advertir al menos de que entraba al torreón) pero también con una baza mágica bastante fuerte. El único requisito era que la sueca no fuera herida de gravedad ya que tras curarse así misma y a Kiki seguía siendo la única dotada para hacerlo. Por mucho que la francesa fuera de las que más aguante tenía sabía que no tenía oportunidad al ver que la chica quedaba realmente agotada tras cada sesión.
Sin embargo había algo que trajo de cabeza a Fleur durante ese tiempo. La primera noche tras curarse Maila quiso hablar con ella y algo cambió en la relación que tenían ambas. Seguía sin saber qué opinar y como comportarse al respecto pero ahora tenía más información sobre su amiga. Parecía que había una nueva puerta abierto pero... ¿quería cruzarla?. Tras esa conversación Fleur adoptó una actitud cambiante, mostrándose algo distante y confusa durante el día pero necesitando algo de contacto y complicidad por las noches cuando la mayoría dormía.
Aquel día se despertó temprano, a penas había dormido por los nervios pues se reunirían con el tercer grupo del que Maciel les había hablado.
—Buenos días —le diría a la hawaiana, sacudiendo con cuidado su hombro y con expresión algo más neutra de lo normal. Sus emociones estaban revueltas.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
30/11/20, 03:35 pm
Maila observó cómo Fleur interactuaba con los demás, y tampoco pudo evitar las lágrimas. Verla sana y salvo la llenaba de una inmensa paz y alivio y ver la reacción de los demás solo acentuó más aún la sensación de que estaban juntos en todo aquello.
Pasaron los días y Maila intentó ayudar en todo lo que fuera posible. Tareas domésticas como limpiar o cocinar, siempre siguiendo los pasos de Qwara que era la más versada en esto último. Pero tampoco dejó de lado las salidas a por comida. Tenía miedo de que si se quedaba mucho tiempo en el torreón nunca más se atreviera a volver a salir, y además necesitaba sentirse útil de esa manera. A pesar del peligro.
Pensaron varias ideas para que no entrara nada en el torreón, y aunque se sentía un poco más segura si le sumabas las guardias nocturnas tampoco era demasiado. A menudo se preguntaba qué pasaría si volviera otra vez aquel reptil, y ninguna de las veces encontraba un buen final para ese encuentro imaginario.
Lo más destacable que ocurrió en aquellos días para ella fue la nueva actitud de Fleur. La hawaiana sabía que se debía a la conversación que tuvieron el día del ataque. Pero eso no lo hacía más fácil. Y a pesar de que por las noches la francesa seguía mostrándose más cercana el hecho de que fuera al contrario durante el día la confundía mucho.
-Buenos días.- Dijo ella con un tono más alegre, aunque no lo suficiente para ser ella. Probablemente porque le estaba empezando a afectar el comportamiento de la francesa y la confusión que le provocaba. -¿Cómo has dormido? Lo digo porque hoy va a ser un día importante.- Dijo pensativa mientras miraba el techo de la habitación. Tenía ganas de conocer al nuevo grupo, pero también miedo. Quién sabía si entre ellos había otro loco como Setenta y Siete.
Pasaron los días y Maila intentó ayudar en todo lo que fuera posible. Tareas domésticas como limpiar o cocinar, siempre siguiendo los pasos de Qwara que era la más versada en esto último. Pero tampoco dejó de lado las salidas a por comida. Tenía miedo de que si se quedaba mucho tiempo en el torreón nunca más se atreviera a volver a salir, y además necesitaba sentirse útil de esa manera. A pesar del peligro.
Pensaron varias ideas para que no entrara nada en el torreón, y aunque se sentía un poco más segura si le sumabas las guardias nocturnas tampoco era demasiado. A menudo se preguntaba qué pasaría si volviera otra vez aquel reptil, y ninguna de las veces encontraba un buen final para ese encuentro imaginario.
Lo más destacable que ocurrió en aquellos días para ella fue la nueva actitud de Fleur. La hawaiana sabía que se debía a la conversación que tuvieron el día del ataque. Pero eso no lo hacía más fácil. Y a pesar de que por las noches la francesa seguía mostrándose más cercana el hecho de que fuera al contrario durante el día la confundía mucho.
-Buenos días.- Dijo ella con un tono más alegre, aunque no lo suficiente para ser ella. Probablemente porque le estaba empezando a afectar el comportamiento de la francesa y la confusión que le provocaba. -¿Cómo has dormido? Lo digo porque hoy va a ser un día importante.- Dijo pensativa mientras miraba el techo de la habitación. Tenía ganas de conocer al nuevo grupo, pero también miedo. Quién sabía si entre ellos había otro loco como Setenta y Siete.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Sendar
30/11/20, 07:36 pm
Rocavarancolia estaba acabando con Ulmara de una forma muy sutil. La cercana perdía la paciencia hasta tal punto que, cuando Fleur se durmió e intentó velar por su descanso, acabó por levantarse e irse de la habitación exasperada, en silencio. El papel dichoso había brillado y, en principio, no había ninguna señal de que Fleur estuviera en problemas (¡al contrario!), pero ella solo sentía que el resultado tardaba demasiado en llegar y se ponía nerviosa. Se distrajo en la armería, afilando armas, colocándolas en su sitio, subió a hacer su cama, lavó algo de ropa... Todo lo que sirviese para mantener a la desesperación a raya.
Se alegró muchísimo cuando Fleur despertó por fin y acudió junto al resto brevemente. Sin embargo, en el momento en el que se le empañaron los ojos volvió a huír de la escena y se marchó a la azotea. Le costó mucho no llorar en ese instante y funcionó parcialmente hasta la noche. Una vez dentro de su cama, cuando solo pensaba en dormirse, le vinieron escenas de ese mismo día a la cabeza: imágenes de las heridas de sus compañeros, el bibliotecario imbécil, Maciel vacío... Se apoderó de ella una congoja terrible que tan solo empeoró cuando cayó en algo desagradable: le había prometido a Fleur que rezaría por ella a su dios y a los suyos, pero se había olvidado de todas esas deidades a lo largo del día. No hubo muro capaz de contener el llanto. La cercana se tapó la cara con las sábanas y procuró no alertar a nadie, especialmente a quien le tocara la guardia.
Esa noche se sintió muy débil y, aunque los días siguientes aguantó mejor, hubo otras noches en las semanas siguientes en las que el llanto volvió a llamar a la puerta. A veces ocurría que se acordaba de cosas que había hecho mal, en otras rememoraba momentos terribles que había sufrido en la ciudad, o pensaba en su familia… Era sorprendente que, de repente, hubiera tantos motivos para sentirse mal atacándola de noche. Esto propició que durmiera mal y que, en ocasiones, tal vez fuera demasiado borde con sus compañeros recién despierta. Hubo un par de noches en las que pensó que tal vez era buena idea hablar con alguien sobre cómo se sentía, pero la idea le hacía sentir demasiado vulnerable; se expondría a juicios como los que había hecho ella de sus amigos, juicios que no la hacían sentir especialmente orgullosa ahora.
De día, por suerte, siempre había algo que hacer y su ánimo mejoraba visiblemente. Ulmara salió siempre que hizo falta, no faltó ni una sola vez. Ahora que tenían la baza de la runa curativa, el miedo a las calles se diluía un poco siempre que cuidaran de Rua. También continuó los entrenamientos grupales y el de Sarah, y trató de contribuír tanto como pudo en encontrar un modo de ser más precavidos con los monstruos allanatorres, aunque al final se dieron cuenta de que era relativamente imposible asegurar del todo el torreón. Demasiados huecos que cubrir, literal y metafóricamente.
…..
La mañana del viaje al tercer torreón llegó para Ulmara de forma abrupta, la cercana se despertó de una pesadilla más vívida que ningún otro sueño que hubiera tenido, con las palabras de una diosa avergonzada de ella reverberando aún en su cráneo. Estaba empapada de sudor y el corazón le iba a mil, reflejándose en sus manos temblorosas. Respiró hondo varias veces, diciéndose a sí misma que aquello no era real, y se secó el sudor con la sábana. Se levantó de la cama con un resorte y, sin saludar a nadie, caminó apresurada hasta el patio; obviando también a todos los que estaban en la cocina.
Allí se tomó su tiempo para lavarse la cara y se sentó en el suelo, contra la pared. Se aferró al colgante con todas sus puertas y se dejó engañar por la brisa triste de Rocavarancolia enfriando su rostro mojado. El olor a casa, acompañado de la sensación de humedad, le ayudó a calmarse tras varios minutos. Aun así, se quedaría allí un rato más.
<<Aramara, ¿cómo puedo saber si la del sueño eras tú? ¿Podrías mandarme una señal ahora que estoy despierta?>> le preguntó. Porque si de verdad era ella, tal vez debería dejar de rezarle. Tal vez...
Se alegró muchísimo cuando Fleur despertó por fin y acudió junto al resto brevemente. Sin embargo, en el momento en el que se le empañaron los ojos volvió a huír de la escena y se marchó a la azotea. Le costó mucho no llorar en ese instante y funcionó parcialmente hasta la noche. Una vez dentro de su cama, cuando solo pensaba en dormirse, le vinieron escenas de ese mismo día a la cabeza: imágenes de las heridas de sus compañeros, el bibliotecario imbécil, Maciel vacío... Se apoderó de ella una congoja terrible que tan solo empeoró cuando cayó en algo desagradable: le había prometido a Fleur que rezaría por ella a su dios y a los suyos, pero se había olvidado de todas esas deidades a lo largo del día. No hubo muro capaz de contener el llanto. La cercana se tapó la cara con las sábanas y procuró no alertar a nadie, especialmente a quien le tocara la guardia.
Esa noche se sintió muy débil y, aunque los días siguientes aguantó mejor, hubo otras noches en las semanas siguientes en las que el llanto volvió a llamar a la puerta. A veces ocurría que se acordaba de cosas que había hecho mal, en otras rememoraba momentos terribles que había sufrido en la ciudad, o pensaba en su familia… Era sorprendente que, de repente, hubiera tantos motivos para sentirse mal atacándola de noche. Esto propició que durmiera mal y que, en ocasiones, tal vez fuera demasiado borde con sus compañeros recién despierta. Hubo un par de noches en las que pensó que tal vez era buena idea hablar con alguien sobre cómo se sentía, pero la idea le hacía sentir demasiado vulnerable; se expondría a juicios como los que había hecho ella de sus amigos, juicios que no la hacían sentir especialmente orgullosa ahora.
De día, por suerte, siempre había algo que hacer y su ánimo mejoraba visiblemente. Ulmara salió siempre que hizo falta, no faltó ni una sola vez. Ahora que tenían la baza de la runa curativa, el miedo a las calles se diluía un poco siempre que cuidaran de Rua. También continuó los entrenamientos grupales y el de Sarah, y trató de contribuír tanto como pudo en encontrar un modo de ser más precavidos con los monstruos allanatorres, aunque al final se dieron cuenta de que era relativamente imposible asegurar del todo el torreón. Demasiados huecos que cubrir, literal y metafóricamente.
…..
La mañana del viaje al tercer torreón llegó para Ulmara de forma abrupta, la cercana se despertó de una pesadilla más vívida que ningún otro sueño que hubiera tenido, con las palabras de una diosa avergonzada de ella reverberando aún en su cráneo. Estaba empapada de sudor y el corazón le iba a mil, reflejándose en sus manos temblorosas. Respiró hondo varias veces, diciéndose a sí misma que aquello no era real, y se secó el sudor con la sábana. Se levantó de la cama con un resorte y, sin saludar a nadie, caminó apresurada hasta el patio; obviando también a todos los que estaban en la cocina.
Allí se tomó su tiempo para lavarse la cara y se sentó en el suelo, contra la pared. Se aferró al colgante con todas sus puertas y se dejó engañar por la brisa triste de Rocavarancolia enfriando su rostro mojado. El olor a casa, acompañado de la sensación de humedad, le ayudó a calmarse tras varios minutos. Aun así, se quedaría allí un rato más.
<<Aramara, ¿cómo puedo saber si la del sueño eras tú? ¿Podrías mandarme una señal ahora que estoy despierta?>> le preguntó. Porque si de verdad era ella, tal vez debería dejar de rezarle. Tal vez...
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Sendar
30/11/20, 08:33 pm
Sarah entrego rápidamente el papel a Rua, intento más que nada ser útil, se centro en ayudar y acompañar, una vez que vió que Fleur se recuperaba, al igual que el resto, se permitió descansar.
Los días pasaron, Sarah se acostumbro a mostrarse más a menudo. El miedo y la rabia, se paliaron y cada vez era más fácil de llevar, y nuevas realidades florecía en ella.
Aún así, había días que su interior ganaba había días que no se mostraba, permanecía encerrada en su cuarto y salia a comer cuando nadie estaba. Cuando volvía a aparecer se mostraba afable, buscaba juntarse con Iemai y Ulmara, ya que se sentía agusto con las dos cada una por un motivo diferente. Aunque buscó interesarse y generar interacciones con más compañeros del torreón.
Se despertó preparara para salír, volvía a querer salir sin dudarlo, cualquier escusa era buena aun así la salida de hoy parecía importante. Se junto a los demás y espero a que estuvieran preparados.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Sendar
30/11/20, 09:22 pm
En ese momento lo único que quería el frivy era seguir abrazando a la humana, seguir teniendo la certeza de que no se iría a ninguna parte, de que aquello había sido un susto y todo estaba bien.
Mientras los demás se acercaban el dio un paso atrás con una duda surgiéndole en la cabeza. ¿Hasta qué punto era ella lo que le preocupaba y no su hermana? Su propia mente no le dejaba ver aquellos momentos de luz sin empañarlo.
Miró a la cajetilla en su bolso. Estaba dudando de sí mismo, dudando de si era útil o de poder haber salido de su pasado. Al fin y al cabo no había podido hacer más que mirar atontado como todo se iba despedazada frente a sus ojos, tan solo tambaleándose e incapaz de reaccionar por culpa de las pastillas.
Los pinchazos de culpa tanto por no haber hecho nada como por quizás estar siendo deshonesto para con Fleur dolían muchísimo en aquel día en el que estaba tan sensible. Incluso con lágrimas de alegría cayendo por ella no se decidía. Y por primera vez en su vida Nery´s se preguntó quién era él mismo.
Al alzar la cabeza volvió a mirar como tantas otras veces a aquel grupo allí reunido y se encontró viéndolo... ¿Precioso? Era la única manera que lo sabía describir. Solo sabía con certeza que se encontraba feliz allí en medio pese a todo que quería más bailes y charlas y comidas junto a ellos. ¿Sería ese él? Necesitaba pensar.
Por lo pronto y sin poder contenerse mucho más volvió a acercarse a Fleur de nuevo cuando la cosa se calmo, dándole un nuevo abrazo. Volviendo a asegurarse de que la humana estaba allí y no era un sueño que se volvería pesadilla de nuevo en un instante.
Aquel día pudieron ver como Nery´s se quedaba dormido en la mesa de la cocina por alivio.
Pasaron los días, surgieron planes de contingencia, entrenaron... A Nery´s simplemente se le veía más ausente en su propio mundo que de costumbre y ya no era raro encontrarle sentado encima del borde de la terraza, mirando de frente a la ciudad y con su caja de medicina entre las manos. También Fleur vería que desde entonces aquella mirada que le dirigía en vez de ser tan solo una de carga sentimental extraña ahora era una de alegría con una sonrisa usualmente.
La noticia de que Maciel se había encontrado otro torreón y uno que parecía amistoso hizo que sus ojos brillaran con curiosidad. Quizás eso era lo que necesitaba pensó. Más situaciones diferentes para ver quién era, para saber realmente como se sentía. Estaba realmente entusiasmando y se veía de sobra en sus palabras, voz y gestos.
Aquel día se había levantado especialmente temprano, a la misma hora que iemai, como un niño que se iba de excursión y le dirigió una sonrisa a esta con la expectación pintada en la cara. Había dejado a Kiki en la cama bien tapada tras un beso en la frente y había ido todo lo silencioso que había podido hasta el cuarto donde estaban sus cosas y que a veces él y la humana usaban para intimidad. Allí tras dudar un poco decidió ponerse sus joyas tras tanto tiempo, así como quizás retocarse un poquito las ojeras. El fogonazo de luz volvió a molestarle como si mirar a las piedras preciosas lo hubiera activado. No sabía que pasaba, se lo atribuía principalmente a algo de la pesadilla y lo amontonaba en las cosas raras que estaban pasando como que si tocabas a Rua quizás tu mente se vaciara por unos segundos.
-Buenos días. -Escucharían Fleur, Maila y Sarah e Iemai si ya había bajado. Era un tono alegre y agitado, casi a punto de estallar de la emoción. Pasó de largo hasta el patio con un "ahora vuelvo" y allí se encontró a Ulmara. Al principio iba a saludarla pero noto que le pasaba algo, parecía estar intentando calmarse.
Aquella estúpida burbuja de entusiasmo explotó posándole un poco los pies en la tierra.
-Ey. -Le diría con suavidad. -¿Estás bien? -Ciertamente Ulmara había estado mas borde aquellos días que de costumbre pero Nery´s lo había achacado al ataque del reptil. Ahora se cuestionaba aquello.
Le puso una mano en el hombro con cuidado de no molestarla mucho.
Mientras los demás se acercaban el dio un paso atrás con una duda surgiéndole en la cabeza. ¿Hasta qué punto era ella lo que le preocupaba y no su hermana? Su propia mente no le dejaba ver aquellos momentos de luz sin empañarlo.
Miró a la cajetilla en su bolso. Estaba dudando de sí mismo, dudando de si era útil o de poder haber salido de su pasado. Al fin y al cabo no había podido hacer más que mirar atontado como todo se iba despedazada frente a sus ojos, tan solo tambaleándose e incapaz de reaccionar por culpa de las pastillas.
Los pinchazos de culpa tanto por no haber hecho nada como por quizás estar siendo deshonesto para con Fleur dolían muchísimo en aquel día en el que estaba tan sensible. Incluso con lágrimas de alegría cayendo por ella no se decidía. Y por primera vez en su vida Nery´s se preguntó quién era él mismo.
Más allá del orgullo inculcado por su hermana.
Más allá del personaje frío e impasible como uno de los Como´s.
Más allá del líder drocarbury llevando a hombros la conquista de Rocavarancolia.
Más allá de los traumas de su pasado.
¿Quién era aquel leinchy parado en medio de esa gente?
Más allá del personaje frío e impasible como uno de los Como´s.
Más allá del líder drocarbury llevando a hombros la conquista de Rocavarancolia.
Más allá de los traumas de su pasado.
¿Quién era aquel leinchy parado en medio de esa gente?
Al alzar la cabeza volvió a mirar como tantas otras veces a aquel grupo allí reunido y se encontró viéndolo... ¿Precioso? Era la única manera que lo sabía describir. Solo sabía con certeza que se encontraba feliz allí en medio pese a todo que quería más bailes y charlas y comidas junto a ellos. ¿Sería ese él? Necesitaba pensar.
Por lo pronto y sin poder contenerse mucho más volvió a acercarse a Fleur de nuevo cuando la cosa se calmo, dándole un nuevo abrazo. Volviendo a asegurarse de que la humana estaba allí y no era un sueño que se volvería pesadilla de nuevo en un instante.
Aquel día pudieron ver como Nery´s se quedaba dormido en la mesa de la cocina por alivio.
Pasaron los días, surgieron planes de contingencia, entrenaron... A Nery´s simplemente se le veía más ausente en su propio mundo que de costumbre y ya no era raro encontrarle sentado encima del borde de la terraza, mirando de frente a la ciudad y con su caja de medicina entre las manos. También Fleur vería que desde entonces aquella mirada que le dirigía en vez de ser tan solo una de carga sentimental extraña ahora era una de alegría con una sonrisa usualmente.
La noticia de que Maciel se había encontrado otro torreón y uno que parecía amistoso hizo que sus ojos brillaran con curiosidad. Quizás eso era lo que necesitaba pensó. Más situaciones diferentes para ver quién era, para saber realmente como se sentía. Estaba realmente entusiasmando y se veía de sobra en sus palabras, voz y gestos.
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Aquel día se había levantado especialmente temprano, a la misma hora que iemai, como un niño que se iba de excursión y le dirigió una sonrisa a esta con la expectación pintada en la cara. Había dejado a Kiki en la cama bien tapada tras un beso en la frente y había ido todo lo silencioso que había podido hasta el cuarto donde estaban sus cosas y que a veces él y la humana usaban para intimidad. Allí tras dudar un poco decidió ponerse sus joyas tras tanto tiempo, así como quizás retocarse un poquito las ojeras. El fogonazo de luz volvió a molestarle como si mirar a las piedras preciosas lo hubiera activado. No sabía que pasaba, se lo atribuía principalmente a algo de la pesadilla y lo amontonaba en las cosas raras que estaban pasando como que si tocabas a Rua quizás tu mente se vaciara por unos segundos.
-Buenos días. -Escucharían Fleur, Maila y Sarah e Iemai si ya había bajado. Era un tono alegre y agitado, casi a punto de estallar de la emoción. Pasó de largo hasta el patio con un "ahora vuelvo" y allí se encontró a Ulmara. Al principio iba a saludarla pero noto que le pasaba algo, parecía estar intentando calmarse.
Aquella estúpida burbuja de entusiasmo explotó posándole un poco los pies en la tierra.
-Ey. -Le diría con suavidad. -¿Estás bien? -Ciertamente Ulmara había estado mas borde aquellos días que de costumbre pero Nery´s lo había achacado al ataque del reptil. Ahora se cuestionaba aquello.
Le puso una mano en el hombro con cuidado de no molestarla mucho.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Sendar
02/12/20, 06:04 pm
Ulmara no se percató de la llegada de Nery's hasta que no lo escuchó y abrió los ojos con expresión confusa, como si durante un instante no supiese dónde se encontraba. Soltó con tristeza el colgante, abandonando el olor a casa, y guardó silencio, preguntándose si la llegada de Nery's era una señal de Aramara o una señal para olvidarse de ella. ¿Y si no significaba nada? Agradeció en silencio la mano en el hombro y se secó la cara con la manga del pijama, aprovechando para enjugarse los ojos disimuladamente.
—Sí, sí, estoy bien —mintió, con la voz rota delatando que no lo estaba. Le costó, pero consiguió aguantar las ganas de llorar y su voz volvió a su firmeza habitual—. He tenido una noche rara, pero no ha pasado nada de lo que preocuparse —volvió a mentir, ya que era mucho más fácil que aceptar cómo se sentía—. ¿Te importa si vuelvo dentro? Todavía tengo que cambiarme y desayunar, nos espera un buen día por delante.
Esa era su esperanza, al menos. Salir del torreón era lo que mejor le sentaba a la cercana, pero en esta ocasión también conocerían a más cosechados, con los que parecía que podrían cooperar también. ¿Podía salir mal algo así? Deseaba que no, aunque sabía que sí.
—Sí, sí, estoy bien —mintió, con la voz rota delatando que no lo estaba. Le costó, pero consiguió aguantar las ganas de llorar y su voz volvió a su firmeza habitual—. He tenido una noche rara, pero no ha pasado nada de lo que preocuparse —volvió a mentir, ya que era mucho más fácil que aceptar cómo se sentía—. ¿Te importa si vuelvo dentro? Todavía tengo que cambiarme y desayunar, nos espera un buen día por delante.
Esa era su esperanza, al menos. Salir del torreón era lo que mejor le sentaba a la cercana, pero en esta ocasión también conocerían a más cosechados, con los que parecía que podrían cooperar también. ¿Podía salir mal algo así? Deseaba que no, aunque sabía que sí.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
02/12/20, 09:02 pm
Iemai se levantó con un nudo en la garganta después de haber estado entre despierta y dormida durante un rato largo. Notó la ausencia de varias personas ya entre las camas contiguas, y se apresuró a vestirse y bajar a desayunar. El sol ya se había alzado lo suficiente para iluminar el interior del torreón, y no podían retrasarse demasiado con la salida si querían aprovechar las horas de luz. Ella todavía no tenía claro si debería salir del torreón o no, pero se cansaba de estar allí, y quería conocer a sus nuevos aliados. Cuanta más gente se incorporase a su círculo, más optimista sería la cercana respecto a su futuro en aquella ciudad.
Cuando llegó abajo calentó un cazo de leche anaranjada (la única que no le sentaba mal) para ella y cualquiera que fuese a querer algo caliente. Los días habían continuado haciéndose cada vez más fríos y, aunque acababa de salir de la cama y no se le había enfriado aún el cuerpo, el cambio de ropa la había hecho castañear los dientes. Mientras esperaba, soltó un suspiro y se arrebujó más en la chaqueta que se acababa de poner.
—¿Quiénes van a salir y quiénes van a quedarse? —preguntaría a cualquier que estuviese en la cocina o pasase por allí en aquel momento.
Cuando llegó abajo calentó un cazo de leche anaranjada (la única que no le sentaba mal) para ella y cualquiera que fuese a querer algo caliente. Los días habían continuado haciéndose cada vez más fríos y, aunque acababa de salir de la cama y no se le había enfriado aún el cuerpo, el cambio de ropa la había hecho castañear los dientes. Mientras esperaba, soltó un suspiro y se arrebujó más en la chaqueta que se acababa de poner.
—¿Quiénes van a salir y quiénes van a quedarse? —preguntaría a cualquier que estuviese en la cocina o pasase por allí en aquel momento.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Sendar
02/12/20, 11:07 pm
Observaba con preocupación a Ulmara. «Desde luego que mal miente... Pero eso es "ella" también. Todo esto. ¿Será una parte de mi la que está cómodo con ella o todo yo? La verdad... a quien le importa.» Aquella expresión de preocupación se tornó de nuevo en una sonrisa, como era habitual. Pero esta vez era diferente, mucho más pequeña y cercana, mucho más confidente, comedida y sincera.
-Para nada. -Le contestó con suavidad y moviendo la mano para esta vez revolverle un poco las plumas de la cabeza. En ese momento la energía volvió a su voz en aquel tono animado que era más usual. -Bueno voy a hacerme el desayuno así que ¿qué quieres tú? Te lo hago y así estamos ahorramos tiempo para partir. ¿Qué me dices? -Cambió su pose a una un poco excéntrica, con la mano de los anillos en la cadera resaltándolos, el cuerpo algo ladeado y la rodilla algo doblada. El estaba claramente ya preparado, incluso con las fundas de las armas listas, se le llevaban notando las ganas por este día desde hacía casi una semana.
-Para nada. -Le contestó con suavidad y moviendo la mano para esta vez revolverle un poco las plumas de la cabeza. En ese momento la energía volvió a su voz en aquel tono animado que era más usual. -Bueno voy a hacerme el desayuno así que ¿qué quieres tú? Te lo hago y así estamos ahorramos tiempo para partir. ¿Qué me dices? -Cambió su pose a una un poco excéntrica, con la mano de los anillos en la cadera resaltándolos, el cuerpo algo ladeado y la rodilla algo doblada. El estaba claramente ya preparado, incluso con las fundas de las armas listas, se le llevaban notando las ganas por este día desde hacía casi una semana.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
03/12/20, 01:24 am
—Regular —admitió rechazando un poco el contacto visual en contraposición a la noche anterior, que no había podido despegarse del contacto de la hawaiana, incluso se había quedado dormida entre sus brazos. Sin embargo su cuerpo se tensaba como cables de acero cuando llegaba la luz del día y el jaleo propio de la mañana— pero no tiene importancia —Fleur sabía que debía preguntarle de vuelta a Maila cómo había pasado la noche, pero lo dejó correr. Como también dejó estar lo rara que había despertado Ulmara, puede que no quisiera que le preguntaran y para ser sincera en ese momento tampoco quería preguntarle.
Vestida de manera adecuada, más aseada y terminándose una pieza de fruta respondió a Iemai en la cocina.
—Yo voy —allí estaba de nuevo la división y el hacer hincapié en no decir "nosotras vamos" por mucho que supiera de antemano que Maila también deseaba salir— deberíamos marchar pronto —sugirió. ¿Ella, apremiando? Diablos, sí que estaba rara, se dijo, mientras clavaba la mirada perdida en algún punto de la pared y tocaba su colgante al mismo tiempo. A veces lo notaba demasiado frío, como si tuviera vida propia y no quisiera que lo portara en su cuello. Pero por supuesto debía ser el clima y no su propia imaginación.
Vestida de manera adecuada, más aseada y terminándose una pieza de fruta respondió a Iemai en la cocina.
—Yo voy —allí estaba de nuevo la división y el hacer hincapié en no decir "nosotras vamos" por mucho que supiera de antemano que Maila también deseaba salir— deberíamos marchar pronto —sugirió. ¿Ella, apremiando? Diablos, sí que estaba rara, se dijo, mientras clavaba la mirada perdida en algún punto de la pared y tocaba su colgante al mismo tiempo. A veces lo notaba demasiado frío, como si tuviera vida propia y no quisiera que lo portara en su cuello. Pero por supuesto debía ser el clima y no su propia imaginación.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
03/12/20, 05:40 pm
El retorno al torreón y el momento de aplicarle el hechizo dibujado pasaron con mucha tensión para el Hijo de Lunas, pero guardó silencio todo el tiempo. Esperó con cualquier distracción lo más tranquila posible mientras la magia hacía su efecto y por fin recibieron la buena noticia. Esta era doble, por cierto, porque significaba que tendrían una baza aún mayor de cara a curar futuras heridas.
Esa noche se retiró con alivio a su cama. Seguía tenso por todo lo que había pasado, y el miedo a perder a sus amigos aún acechando sobre su cabeza. Bueno, realmente... no sabía si todos se consideraban amigos entre sí, pero con lo mucho que se habían volcado en ayudarse y aprender entre todos desde hacía un tiempo... y después del día que habían tenido... Él sí quería considerarles así. Sin embargo, esto suponía un "dilema" de cara al futuro: quizás en otro momento no tendrían tanta suerte y podrían perder a alguien. Al principio había querido entrenar en grupo para ayudarse en equipo para tener más posibilidades de supervivencia, un poco egoísta pero comprensible entre desconocidos. Ahora, sin embargo, se sentía más unido a ellos y quería protegerles sin más motivo que mantenerse todos con vida.
El resto de días pasaron como casi siempre, pero con algunos cambios. Le gustó la idea del carbón para prevenir en caso de más invasiones, por ejemplo, y durante sus ratos libres y algunas guardias nocturnas se enfrascó en los libros de magia por ver si podían seguir aprendiendo, aunque más aún con su bestiario. Tuvo que pelearse mucho más con los apuntes de traducción para entender algo, pero descubrió pronto que tenía cierta facilidad para ello... y hasta pudo notar errores en los apuntes de los demás. Corregía sus notas, pero no les diría nada. Gracias a estos ratos, pudo tomar sus propios apuntes de sus traducciones del bestiario, como que las ratas con espinas podían lanzarlas como proyectiles, o que las babas de algunas criaturas podían ser corrosivas. Rocavarancolia podía ser una ciudad de monstruos, pero para Pefka aquellas bestias eran bastante "normales". Nada que ver con las de otros mundos, como la Tierra por poner un ejemplo, donde sus depredadores no parecían tan horribles en comparación. Pero le daba igual, pues quería visitar los mundos de origen de sus compañeros de todas maneras. Ojalá.
Por otro lado, como novedades menos importantes tuvieron la desaparición del bibliotecario en algunas de sus visitas, seguramente por los malos modales de Ulmara en aquella ocasión, y también lo mucho que se notaba que debían proteger a Rua en sus salidas. Su baza de la curación en profundidad se acabaría si a la chica le pasara algo, y aunque no debían depender demasiado de la magia sí que debían mantener sus puntos fuertes a salvo. Y aun así... seguía dándole vueltas a por qué él no merecía el don de las lunas y en cambio sí los demás. Casi nadie había podido hacer nada realmente relevante a ojos de las diosas como para que les otorgaran esa capacidad, así que no lo entendía.
Otra novedad aún más destacable, en cambio, fue el descubrimiento de un tercer torreón con su respectivo grupo de cosechados como ellos. La noticia se la dieron los de Maciel en uno de sus encuentros y de inmediato se plantearon organizar una salida para verse con ellos. Se notaba la ilusión de conocer a más gente como ellos y por supuesto poder aprender lo que pudieran del otro grupo, pero al nombrado le crispaba pensar en una reunión tan grande. Su propio grupo, los de Maciel, el otro torreón... Se angustiaba de solo pensarlo, así que decidió quedarse en su refugio cuando tuviera lugar el encuentro.
No lo había hablado con nadie hasta que llegó el día de la excursión, y lo dijo durante el desayuno cuando bajó y se reunió con el resto. Ese día se había despertado más tarde, y por eso preparó té, pan y carne especiada solo para él cuando se reunió con el resto. Traía mala cara, pues había dormido mal y después de haberse hidratado seguía notando con mucha frustración que su coraza seguía blanda.
—Buenos días... Estáis hablando de ir a conocer a los del otro torreón, ¿no? Yo prefiero quedarme, no... no me llevo bien con tanta cantidad de gente y no soy tan sociable como ustedes, ya les conoceré en otro momento.
Se había llegado a plantear no contar el verdadero motivo, pero tenía cierta certeza de que le entenderían. Y si no, siempre tenía las excusas de que había pasado mala noche (preocupado y tenso con pesadillas por si sufrían un ataque en el encuentro) y que quería seguir estudiando su libro y quizás los apuntes de magia... Bueno, tampoco lo había comentado con nadie, pero quizá se habrían dado cuenta. Hablaría de ello después si se daba la ocasión.
Esa noche se retiró con alivio a su cama. Seguía tenso por todo lo que había pasado, y el miedo a perder a sus amigos aún acechando sobre su cabeza. Bueno, realmente... no sabía si todos se consideraban amigos entre sí, pero con lo mucho que se habían volcado en ayudarse y aprender entre todos desde hacía un tiempo... y después del día que habían tenido... Él sí quería considerarles así. Sin embargo, esto suponía un "dilema" de cara al futuro: quizás en otro momento no tendrían tanta suerte y podrían perder a alguien. Al principio había querido entrenar en grupo para ayudarse en equipo para tener más posibilidades de supervivencia, un poco egoísta pero comprensible entre desconocidos. Ahora, sin embargo, se sentía más unido a ellos y quería protegerles sin más motivo que mantenerse todos con vida.
El resto de días pasaron como casi siempre, pero con algunos cambios. Le gustó la idea del carbón para prevenir en caso de más invasiones, por ejemplo, y durante sus ratos libres y algunas guardias nocturnas se enfrascó en los libros de magia por ver si podían seguir aprendiendo, aunque más aún con su bestiario. Tuvo que pelearse mucho más con los apuntes de traducción para entender algo, pero descubrió pronto que tenía cierta facilidad para ello... y hasta pudo notar errores en los apuntes de los demás. Corregía sus notas, pero no les diría nada. Gracias a estos ratos, pudo tomar sus propios apuntes de sus traducciones del bestiario, como que las ratas con espinas podían lanzarlas como proyectiles, o que las babas de algunas criaturas podían ser corrosivas. Rocavarancolia podía ser una ciudad de monstruos, pero para Pefka aquellas bestias eran bastante "normales". Nada que ver con las de otros mundos, como la Tierra por poner un ejemplo, donde sus depredadores no parecían tan horribles en comparación. Pero le daba igual, pues quería visitar los mundos de origen de sus compañeros de todas maneras. Ojalá.
Por otro lado, como novedades menos importantes tuvieron la desaparición del bibliotecario en algunas de sus visitas, seguramente por los malos modales de Ulmara en aquella ocasión, y también lo mucho que se notaba que debían proteger a Rua en sus salidas. Su baza de la curación en profundidad se acabaría si a la chica le pasara algo, y aunque no debían depender demasiado de la magia sí que debían mantener sus puntos fuertes a salvo. Y aun así... seguía dándole vueltas a por qué él no merecía el don de las lunas y en cambio sí los demás. Casi nadie había podido hacer nada realmente relevante a ojos de las diosas como para que les otorgaran esa capacidad, así que no lo entendía.
Otra novedad aún más destacable, en cambio, fue el descubrimiento de un tercer torreón con su respectivo grupo de cosechados como ellos. La noticia se la dieron los de Maciel en uno de sus encuentros y de inmediato se plantearon organizar una salida para verse con ellos. Se notaba la ilusión de conocer a más gente como ellos y por supuesto poder aprender lo que pudieran del otro grupo, pero al nombrado le crispaba pensar en una reunión tan grande. Su propio grupo, los de Maciel, el otro torreón... Se angustiaba de solo pensarlo, así que decidió quedarse en su refugio cuando tuviera lugar el encuentro.
No lo había hablado con nadie hasta que llegó el día de la excursión, y lo dijo durante el desayuno cuando bajó y se reunió con el resto. Ese día se había despertado más tarde, y por eso preparó té, pan y carne especiada solo para él cuando se reunió con el resto. Traía mala cara, pues había dormido mal y después de haberse hidratado seguía notando con mucha frustración que su coraza seguía blanda.
—Buenos días... Estáis hablando de ir a conocer a los del otro torreón, ¿no? Yo prefiero quedarme, no... no me llevo bien con tanta cantidad de gente y no soy tan sociable como ustedes, ya les conoceré en otro momento.
Se había llegado a plantear no contar el verdadero motivo, pero tenía cierta certeza de que le entenderían. Y si no, siempre tenía las excusas de que había pasado mala noche (preocupado y tenso con pesadillas por si sufrían un ataque en el encuentro) y que quería seguir estudiando su libro y quizás los apuntes de magia... Bueno, tampoco lo había comentado con nadie, pero quizá se habrían dado cuenta. Hablaría de ello después si se daba la ocasión.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Sendar
03/12/20, 07:31 pm
A Maila no se le escapó cómo la francesa la esquivaba con la mirada o cómo no le devolvía la pregunta. A raíz de aquella conversación habían cambiado algunas cosas. Y aunque no lo sabía a ciencia cierta podía intuir qué le ocurría. Una parte de ella deseaba expresarle lo que sentía ante su nueva actitud, pero su parte más orgullosa estaba saliendo más a la superficie poco a poco. Y le decía que no cediera, a pesar de que fuera más doloroso. Y luego estaban las noches, donde todo era mucho más perfecto con Fleur y dónde no podía evitar olvidar lo que hacía durante el día. Estaba hecha un lío. Tras asearse y prepararse para salir bajó las escaleras. No necesitaba todos aquellos pensamientos ahora. Hoy era un día importante.
-Me apunto.- Dijo levantando la mano mientras se preparaba algo para comer. Tras ver que ya Nery´s le preguntaba sobre su estado a Ulmara decidió no hacer lo mismo. Creía que una multitud preguntándole cómo estaba podría agobiarla. Por otro lado escuchó al krabelinense mientras cogía una manzana -Siempre es bueno tenerte ahí fuera Pefka, pero como quieras.- Comentó amablemente a su negativa de salir al encuentro.- Si, seguro que volvemos a vernos varias veces. Pero... deberíamos tener cuidado con ellos...- Les dijo, y acto seguido se arrepintió un poco de mostrar sus dudas en voz alta, pero ya que lo había dicho mejor expresarse como debía.- Quiero decir, no sabemos cómo son. Tengamos cuidado por si hay un... un loco parecido a Setenta y Siete entre ellos...¡Que no creo que se así! Pero por si acaso...- Tras terminar de hablar le dio un bocado a la manzana, como si pudiera borrar lo que acababa de decir.
Sabía que todos estaban muy ilusionados con el encuentro, ella incluida. Porque parecía que la ciudad ya no era tan peligrosa como antes si contaban con aliados. Pero no podía evitar pensar en el grupo de Maciel, y en todo el tiempo que estuvieron viviendo con un asesino, creyendo que era un aliado. Por muy antinatural que le resultara desconfiar de otro cosechado en aquella ciudad quizás era hora de ir tomando precauciones.
-Me apunto.- Dijo levantando la mano mientras se preparaba algo para comer. Tras ver que ya Nery´s le preguntaba sobre su estado a Ulmara decidió no hacer lo mismo. Creía que una multitud preguntándole cómo estaba podría agobiarla. Por otro lado escuchó al krabelinense mientras cogía una manzana -Siempre es bueno tenerte ahí fuera Pefka, pero como quieras.- Comentó amablemente a su negativa de salir al encuentro.- Si, seguro que volvemos a vernos varias veces. Pero... deberíamos tener cuidado con ellos...- Les dijo, y acto seguido se arrepintió un poco de mostrar sus dudas en voz alta, pero ya que lo había dicho mejor expresarse como debía.- Quiero decir, no sabemos cómo son. Tengamos cuidado por si hay un... un loco parecido a Setenta y Siete entre ellos...¡Que no creo que se así! Pero por si acaso...- Tras terminar de hablar le dio un bocado a la manzana, como si pudiera borrar lo que acababa de decir.
Sabía que todos estaban muy ilusionados con el encuentro, ella incluida. Porque parecía que la ciudad ya no era tan peligrosa como antes si contaban con aliados. Pero no podía evitar pensar en el grupo de Maciel, y en todo el tiempo que estuvieron viviendo con un asesino, creyendo que era un aliado. Por muy antinatural que le resultara desconfiar de otro cosechado en aquella ciudad quizás era hora de ir tomando precauciones.
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