Torreón Sendar
+9
Cuervo
Red
Tak
Reifon
Evanna
Yber
Seth
PePo
Jack
13 participantes
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Torreón Sendar
17/04/19, 01:21 am
Recuerdo del primer mensaje :
La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.
Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
—No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.
No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!
—¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.
Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.
- Magia:
"Manual de magia para recién llegados":
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Levitación (transporte)
-Hechizo de impulso (físico)
-Corte (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Limpieza de ropa (menores)
-Cambio de color (menores)
"Hechizos para no morir pronto":
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Hechizos compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Térmico (físico)
-Luz mágica (menor)
La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.
Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
—No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.
No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!
—¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.
Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
28/01/20, 01:38 pm
El nombrado se perdía cuando Nery's hablaba tantísimo. La cabeza se le iba a otras cosas más interesantes, como contar el número de piedras que daban forma a la pared del salón o imaginar cómo lo habrían construido, ya que le habían contado que esos edificios los levantaba la gente. Su desinterés era mayor aún cuando hablaba de cosas avanzadas o con desdén como si ellos no supieran algo sobre el tema. Que Pefka no supiera sobre sanación era una cosa, pero los levynos sí sabían, maldita sea, por poco que fuera en comparación con civilizaciones modernas. Pero no quiso entrar a debatir. Ya le había quedado claro que era una pérdida de tiempo y ya se encargaron los demás de replicarle.
A lo que también atendió de pasada fue a las edades de ellos. Le resultó llamativo, tanto el hecho de llamarlo "años" como las diferencias. ¿Cómo podían ser tan jóvenes? Él contaba veintitrés ciclos de Luna y el frivy muchísimos menos. En otro momento preguntaría. En otro momento sin el chico delante. Por mucho que tuviera palabras bonitas, no se fiaba de tanta superioridad y no le quitaría esa etiqueta todavía.
Después, comieron. A Pefka le chocaba mucho la comida líquida con sabor a cosas que apenas estaban presentes, flotando aquí y allá. Se sirvió un poco, pues aquello no iba a esquilmar las reservas de comida, y descubrió que era reconfortante. Le devolvió el calor a su cuerpo y sintió cómo este se preparaba para descansar, por fin, después del shock de la mañana. Les agradeció la comida por partida doble: por la satisfacción y por el descubrimiento de la sopa.
El resto del día los pasó como los anteriores. Y los siguientes igual. Descansando. Pensando. Entrenando. Mirando al cielo. Buscando respuestas a tantas preguntas o una señal de que en efecto las lunas estaban observándoles. Y así anochecía y así despertaba. Una y otra vez durante varios días. Fueron a por las cestas de nuevo al día siguiente avisados por los gritos de aquella criatura parlante, y pudieron coger provisiones de sobra sin problema por fin. Por lo que sabían, podían reducir el tiempo de las cestas a entre uno y dos días, pero necesitaban aún más pruebas... y lo confirmaron con el paso de los días. Iban y venían a diario, así que les sería mucho más fácil organizar partidas de aprovisionamiento.
Con la comida más o menos asegurada y una buena reserva que crecía en la cocina, Pefka ya se sentía con ganas de explorar más allá de la zona del refugio. No solo quería respuestas a las incógnitas sobre aquella ciudad, sino también buscar otro tipo de recursos. Se aburría como nunca antes entre las paredes del refugio y necesitaba hacer algo, lo que fuera, aparte de lo que ya hacían. Se estaba desesperando tanto que en los últimos días estaba pensando en desmontar las cestas que tenían. Los muebles eran necesarios así que estaban descartados. Pero incluso una noche soñó con desmontar el puente e investigar su funcionamiento, tal era su aburrimiento (pero también lo descartó). Podía bailar, sí, claro, pero echaba de menos la música y una hoguera en torno a la que brincar. Así que de momento se limitaba a estudiar las cestas y la mejor forma de sacar y manipular las varas sin quebrarlas.
Tenía una a su lado cuando despertó en el patio. Había soñado que su coraza se convertía en mimbre y cuando lo recordó se echó a reír. ¡Qué dirían las lunas! Era temprano, habría amanecido hacía poco, y tenía ganas de salir. Se estaba habituando a las salidas a por cestas y su rutina demandaba cumplimiento, más aún si podían desviarse un poco y explorar. Así que fue a hidratarse, hacer su breve calentamiento mañanero, lavarse otra vez (siguiendo la recomendación de sus compañeros) y después a preparar desayuno. Para él, pan caliente y carne especiada, igual que en casa, echado sobre sus pieles en el patio.
A lo que también atendió de pasada fue a las edades de ellos. Le resultó llamativo, tanto el hecho de llamarlo "años" como las diferencias. ¿Cómo podían ser tan jóvenes? Él contaba veintitrés ciclos de Luna y el frivy muchísimos menos. En otro momento preguntaría. En otro momento sin el chico delante. Por mucho que tuviera palabras bonitas, no se fiaba de tanta superioridad y no le quitaría esa etiqueta todavía.
Después, comieron. A Pefka le chocaba mucho la comida líquida con sabor a cosas que apenas estaban presentes, flotando aquí y allá. Se sirvió un poco, pues aquello no iba a esquilmar las reservas de comida, y descubrió que era reconfortante. Le devolvió el calor a su cuerpo y sintió cómo este se preparaba para descansar, por fin, después del shock de la mañana. Les agradeció la comida por partida doble: por la satisfacción y por el descubrimiento de la sopa.
El resto del día los pasó como los anteriores. Y los siguientes igual. Descansando. Pensando. Entrenando. Mirando al cielo. Buscando respuestas a tantas preguntas o una señal de que en efecto las lunas estaban observándoles. Y así anochecía y así despertaba. Una y otra vez durante varios días. Fueron a por las cestas de nuevo al día siguiente avisados por los gritos de aquella criatura parlante, y pudieron coger provisiones de sobra sin problema por fin. Por lo que sabían, podían reducir el tiempo de las cestas a entre uno y dos días, pero necesitaban aún más pruebas... y lo confirmaron con el paso de los días. Iban y venían a diario, así que les sería mucho más fácil organizar partidas de aprovisionamiento.
Con la comida más o menos asegurada y una buena reserva que crecía en la cocina, Pefka ya se sentía con ganas de explorar más allá de la zona del refugio. No solo quería respuestas a las incógnitas sobre aquella ciudad, sino también buscar otro tipo de recursos. Se aburría como nunca antes entre las paredes del refugio y necesitaba hacer algo, lo que fuera, aparte de lo que ya hacían. Se estaba desesperando tanto que en los últimos días estaba pensando en desmontar las cestas que tenían. Los muebles eran necesarios así que estaban descartados. Pero incluso una noche soñó con desmontar el puente e investigar su funcionamiento, tal era su aburrimiento (pero también lo descartó). Podía bailar, sí, claro, pero echaba de menos la música y una hoguera en torno a la que brincar. Así que de momento se limitaba a estudiar las cestas y la mejor forma de sacar y manipular las varas sin quebrarlas.
Tenía una a su lado cuando despertó en el patio. Había soñado que su coraza se convertía en mimbre y cuando lo recordó se echó a reír. ¡Qué dirían las lunas! Era temprano, habría amanecido hacía poco, y tenía ganas de salir. Se estaba habituando a las salidas a por cestas y su rutina demandaba cumplimiento, más aún si podían desviarse un poco y explorar. Así que fue a hidratarse, hacer su breve calentamiento mañanero, lavarse otra vez (siguiendo la recomendación de sus compañeros) y después a preparar desayuno. Para él, pan caliente y carne especiada, igual que en casa, echado sobre sus pieles en el patio.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Re: Torreón Sendar
28/01/20, 07:04 pm
-Ohhhh…..claro….OOOOOOOHHHHHHH – La mente de la humana empezaba a calmarse de nuevo. Su imagen de abusadorademenoresdeedadquetenianmasmusculoqueelhumanomayordeedadpromedio se desvaneció mientras su cerebro volvía a iniciarse y empezaba a atar cabos sueltos. Se apoyó en la mesa, al costado de Ulmara mientras se acomodaba la bufanda y su gorra y su ropa, tratando de recuperar su dignidad después de haber pasado la mayor parte del día con la cara roja. Carraspeó un poco y asintió a lo que Nery’s decía. - Ajap ajap ajap… Se supone que una tecnología suficientemente avanzada no se distingue mucho de la magia…al menos eso decían los libros de mi mundo, aunque no se mucho de magia claro. Pero básicamente en la Tierra estamos casi casi….casi iguales. Aunque lo del corazón es una proeza muy rara aun, pero hemos erradicado muchas enfermedades….y…..supongo que Nery’s se refiere a que su planeta orbita alrededor de una enana azul, y bueno eso explicaría porque un menor de edad hace las cosas que tú haces…peeeeeero todo eso puede esperar a después de comer…
Se giró respirando nuevamente más tranquila y continuó ayudando en lo que podía con la comida. En algún momento estuvo tentada a obligar a Iemai a que no fuerce su brazo, pero solo le pregunto como estaba antes de dejarla estar. Su cerebro estaba agotado y aquel día era posible que dejara pasar muchas cosas. Aun así después del almuerzo las cosas estuvieron mas tranquilas, y en esos tratos de ocio se obligó a no pensar en todo. Le carcomían muchas preguntas por dentro así que las ordeno todas en su mente mientras evaluaba lo que tenía pendiente. Durante la noche se tendió en su cama pensando. Después de un par de minutos solo se levantó con su almohada, y se la llevo arrastrándola como niña chiquita hasta llego a la habitación de Nery’s. No toco, solo entro y lanzo la almohada a la cama y se sentó allí también. Converso mucho con él esa noche, y curiosamente, sin siquiera haberlo pensado volvió las siguientes noches también.
Cuando despertó en la mañana y los siguientes días, la concentración de fluido sanguíneo en su rostro era alarmante, y durante las primeras horas desviaba la mirada de todos, pero poco a poco regresaba a su humor habitual. - Después de todo no pasará nada de nada….de nada….nop nop noooooop – se repetía. En uno de aquellos días se atrevió a salir. Más que por necesidad de comida, fue porque le corroía no saber que aconsejarles. Ya se había despedido varias veces con un “cuídense”, pero necesitaba información de la zona a la que iban sus amigos, para poder decirles de que temer o por donde escapar. Obviamente Pefka y los demás sabían mejor que ella por donde ir y no, y eran totalmente mil veces más aptos que ella para sobrevivir, pero ella necesitaba poder tener idea de lo que pasaba, aunque sea solo por el egoísmo de saber. Afortunadamente aquel día no pasó nada, pero cuando regreso con las manos cargadas, sonriendo sin pestañear, y los músculos cansados más por la tensión que de cargar peso, se prometió no salir tan frecuentemente.
Al despertar ese otro día no podía girarse, así que solo bufo y quito el brazo del frivy de encima suyo. Ni siquiera se levantó inmediatamente, solo se quedó unos momentos más antes de quitarse la almohada de debajo de la cabeza y golpear a su compañero, una vez, y otra, hasta que diera señales de estar consciente. Habían hablado mucho, pero mucho, pero un montón esos días, y sin embargo recordaba el día que se lastimó la mano y le dijo que no quería levantarse solo, así que lo golpeaba hasta que el despertara. Luego ya podía levantarse con la conciencia tranquila. Salió en pijama a la cocina a ver si alguien ya estaba despierto y si podía ayudar en algo antes del desayuno.
Se giró respirando nuevamente más tranquila y continuó ayudando en lo que podía con la comida. En algún momento estuvo tentada a obligar a Iemai a que no fuerce su brazo, pero solo le pregunto como estaba antes de dejarla estar. Su cerebro estaba agotado y aquel día era posible que dejara pasar muchas cosas. Aun así después del almuerzo las cosas estuvieron mas tranquilas, y en esos tratos de ocio se obligó a no pensar en todo. Le carcomían muchas preguntas por dentro así que las ordeno todas en su mente mientras evaluaba lo que tenía pendiente. Durante la noche se tendió en su cama pensando. Después de un par de minutos solo se levantó con su almohada, y se la llevo arrastrándola como niña chiquita hasta llego a la habitación de Nery’s. No toco, solo entro y lanzo la almohada a la cama y se sentó allí también. Converso mucho con él esa noche, y curiosamente, sin siquiera haberlo pensado volvió las siguientes noches también.
Cuando despertó en la mañana y los siguientes días, la concentración de fluido sanguíneo en su rostro era alarmante, y durante las primeras horas desviaba la mirada de todos, pero poco a poco regresaba a su humor habitual. - Después de todo no pasará nada de nada….de nada….nop nop noooooop – se repetía. En uno de aquellos días se atrevió a salir. Más que por necesidad de comida, fue porque le corroía no saber que aconsejarles. Ya se había despedido varias veces con un “cuídense”, pero necesitaba información de la zona a la que iban sus amigos, para poder decirles de que temer o por donde escapar. Obviamente Pefka y los demás sabían mejor que ella por donde ir y no, y eran totalmente mil veces más aptos que ella para sobrevivir, pero ella necesitaba poder tener idea de lo que pasaba, aunque sea solo por el egoísmo de saber. Afortunadamente aquel día no pasó nada, pero cuando regreso con las manos cargadas, sonriendo sin pestañear, y los músculos cansados más por la tensión que de cargar peso, se prometió no salir tan frecuentemente.
Al despertar ese otro día no podía girarse, así que solo bufo y quito el brazo del frivy de encima suyo. Ni siquiera se levantó inmediatamente, solo se quedó unos momentos más antes de quitarse la almohada de debajo de la cabeza y golpear a su compañero, una vez, y otra, hasta que diera señales de estar consciente. Habían hablado mucho, pero mucho, pero un montón esos días, y sin embargo recordaba el día que se lastimó la mano y le dijo que no quería levantarse solo, así que lo golpeaba hasta que el despertara. Luego ya podía levantarse con la conciencia tranquila. Salió en pijama a la cocina a ver si alguien ya estaba despierto y si podía ayudar en algo antes del desayuno.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Sendar
28/01/20, 10:35 pm
Rua no intervino en lo mas mínimo en la conversación y explicación sobre los dragones, a pesar de ser ella misma la que le dio nombre a la criatura, por ponerle alguno. Su mente estaba dividida entre la conversación en si y todo lo que había ocurrido, así como en la poca comida que ahora poseían. Recordó la conversación que había iniciado rato antes sobre que racionar la comida adecuadamente entre todos le era buena idea, ver que al final su planteamiento se tenia que hacer realidad antes de lo previsto, no le satisfactorio mucho. Si, le gustaba que sus ideas tuvieran salida y frutos pero no por eso le agradaba el por que de aquello.
La mirada rosada de Rua paseo por sus compañeros mientras sus conversaciones escalaba, cambiaban, de un tema a otro, normalmente iniciados por Nery's, otras por Iemai , Ulmara o Kiki, o incluso por Toni. La charla sobre sexo le pareció cuanto menos curiosa, pero no se sentía con ánimos como para soltar algo picante al respecto, como habría hecho de normal << Hasta yo tengo la impresión que es de mal gusto, vaya mierda>> se sentía aun pensativa, dándole vuelta a sus situación actual.
No podía sentir mayor luto por la muerte de alguien que no conocía, pero no por eso no le abría mas los ojos ante la realidad que vivían. Tener la muerte tan cerca, no era algo a lo que estuviera acostumbrada por mas fuerte que pudiera sentirse o por mas rápido que lograra reponerse. Sobrevivir era la única opción y no iba a flaquear por eso, por mas inquieta o asustada que pudiera sentirse, odiaba mostrar sus debilidades. ¿Que ganaría tomando miedo a salir o a enfrentar las cosas? Nada. Absolutamente nada bueno al menos.
Por eso sentía que las conversaciones de los demás, eran un desvió, dando y recibiendo información repentina, pero también como un escape para no tener que pensar de nuevo en la secases de comida, en tener que salir, en enfrentar a mas monstruos, en la posibilidad de morir, y ella no se sintió tampoco con ganas de mencionarlo. Ni de buscar opciones, no al menos por ese día. Tenía el estomago vació, le empezaba a dar migraña las voces de unos y otros y se sentía frustrada. En general por todo. Porque todo era una autentica mierda de las proporciones del tamaño de la ciudad.
<<Si hasta encontrar comida es complicado, nos e como pretenden que encontremos la supuesta magia que existe en este sitio. Y de hacerlo, ya no hablar de usarla o que sirva de algo>> apenas ese pensamiento cruzo su mente, chasqueo la lengua fastidiada por el negativamente de sus pensamientos. Especialmente tras haberse dicho segundos antes que no debía cogerle miedos a enfrentar las cosas. Definitivamente tener hambre no ayudaba a pensar positivamente.
Sus ojos se posaron en las mochilas improvisadas que habrían creado en la ausencia del grupo, mientras veía por el rabillo del ojo a sus compañeros moverse para preparar la comida. <<Me puede qui por las agujetas y terminamos haciendo eso. Mas me vale conseguir ponerme en forma pronto...no quiero ser comida de ninguna mierda de este sitio>> Usar una arco no era una opción, las espadas pensaban demasiado, las dagas o cuchillos cortos le aprecian mondadientes contra los bichos vistos y descritos. Necesitaba algo diferente.
- Al menos, tenemos algo bueno de toda esta mierda....ahora tenemos bolsas para cargar la comida y tener las manos libres para lo que sea. Algo minimamente positivo entre tanta mierda. A cada cosa que nos enfrentemos mas aprenderemos- comento con voz suave, encogiéndose de hombros, dando su única intervención en la conversación desde hacia rato. Bien, había encontrado su punto neutro. No Iba a ser catastrófica al pensar que todo iba a ir mal solo por que si, pero tampoco ridículamente positiva sin sin objetividad sobre las opciones que tenían.
¿Estaba asustada? Si ¿Frustrada? Lo indecible. Pero coño que no iba a volverse una puñetera ameba mental y a dejarse morir, hundiéndose en la miseria de todo lo mas que les rodeaba. Si trabajar de modelo juvenil con claras carencias no la había matado, una ciudad con monstruos no iba hacerlo.
Rua se mantuvo calmada durante el resto del día, tras llenar su estomago su estado anímico mejoro considerablemente aun sabiendo que la comida escaseaba, que no volverían a salir inmediatamente por comida por el temor que había arraigado en el grupo. Ese día solo escucho charlas ajenas sumida en su mundo, en sus opciones y posibilidades de sobrevivir ahí fuera.
Correr era lo que los había salvado hasta ahora, por supuesto. Y eso no iba a dejar de hacerlo. Pero necesitaba poder defenderse de necesitarlo, herir, golpear, dañar. Cagarse en la madre que pario a los putos bichos de ese jodido mundo, aunque fuera por sacarse una mínima de la frustración sentida.
Por eso al día siguiente, cuando el entrenamiento volvió, mando al cuerno sus agujetas y aun sintiéndose un tanto adolorida, se metió de lleno en aquello, centrada, cavilando. Abandonando al grupo una vez terminó para meterse en la armería, llena de polvo y telaraña con el asco surcando su rostro, pero ignorando el sudor de su piel y la suciedad del lugar. <<Algo tiene que haber aquí para que alguien como yo pueda usarlo>>. Buena parte de la mañana se la paso en la armería, mirando cada arma que allí había, sopesándola en sus manos desnudas, buscando posibles protecciones que pudiera servirles sin entorpecerle.
La tarea la distrajo y la mantuvo atenta, concentrada. Rua era una una criatura social, le gustaba llamar la atención, estar rodeada de gente, se sabia arrogante, prepotente y presumida como la que mas, y no se sentía culpable por ello, pero no le hacia asco alguno a estar sola en sus cosas. Era una princesita guerrera con muy malas pulgas, como su madre Nora siempre la estaba llamando cuando ella sacaba las uñas. Uñas que pensaba cuidarse como fuera aunque por otro lado acabase de polvo y telarañas hasta las cejas en ese mierda de armería.
Su búsqueda dio frutos casi al final del día, cuando sus manos dieron con una ballesta bastante arcaica. No tenía idea de como usarla, siendo sincera con ella misma, pero no perdía nada probando. Era mas pesada que un arco, pero mas sencilla de sostener y de apuntar con ella, a primera vista. <<Imagino que también la potencia de sus lanzamientos sera mayor a la que yo misma daría tensando una arco>> pensó observando la ballesta satisfecha con su descubrimiento con una sonrisa en su rostro. Ese día no pudo hacer mas que eso, dado como empezaba a oscurece, así que una vez encontrado la mantuvo apartada pero a la vista en la armería y volvió arriba a prepararse la bañera y sacarse los siglos de polvo y telarañas que llevaba encima.
Los siguientes días Rua, tras entrenar con una espada corta, que era la otra arma que había estado aprendiendo a usar por si acaso, comer y meterse en alguna charla con el resto sobre lo que harían a partir de ahora. Se mantenía ya fuese en el salón, o en el patio cuando el sol no apretaba demasiado gracias a las nubes, lidiando con la ballesta e intentando ver como funcionaba, como tensar la cuerda y como se usaba el mecanismo. No subió consigo los virotes, que encontró en un saquito, no quería sacarle un ojo a alguien o así misma, no al menos accidentalmente claro. Primero encontraría como hacerla funcionar sin descalabrarse. Una cosa era estar loca, que eso no iba a negarselo ni a si misma, otra ser estúpida.
Si sus compañeros preguntan que hacia, aunque fuera obvio o se interesaban, Rua no dudaría demasiado en responder, o si veía que tenia una mínima idea de como usar la ballesta, también les consultaría sin vergüenza o apuro. También perdería los nervios en alguna ocasión, cuando una vez encontrase la forma de tensar la dichosa ballesta, notase que no era precisamente fácil y sencillo de hacer, dañaba sus manos e incluso si no tenia que usar tanta fuerza en sus brazos como en una arco, aun así era mas a lo que estaba acostumbrada incluso su usaba su pierna para apoyarlo en el suelo y tirar. Aun así no cejo en su empeño, en parte por tozudez, y en parte porque se negaba a quedarse sentadita esperando en el torreón, día, tras día, tras día. Ya había notado que quedarse esperando le era mucho mas angustiante que el salir, aun así sabía que no podría salir siempre, especialmente si compartir las gafas con Ulmara, cosa que no le molestaba realmente.
Y pocos días pasaron, con una salida fructífera por comida de por medio y una charla grupal sobre la posibilidad de explorar un poco, mas allá de deseo de ir por comida. No sabían mucho del sitio donde estaban y aunque fuese peligroso el vagabundeo, era mejor el conocimiento que estar en la inopia absoluta.
Por ello Rua se levanto enérgica, sabiendo que tenían pensado salir aquel día y una vez logro vestirse, bajar al pozo para lavarse la cara y espabilarse, se propuso desayunar algo ligero pero enérgico, encontrándose con que Kiki también había bajado, y claro también estaba ahí Pefka ya desayunando.
-Buenos días Pefka. Kiki, pensaba que hoy no lograrías salir de la montaña de músculos con la que duermes, a juzgar por como estabais. ¿Tuviste que batallar mucho hoy también? -pregunto Rua con una ceja alzada, con atrevimiento traviesa y malicia. El hecho de que ella y Nery's durmieran juntos, literalmente hablando, había sido algo bastante normal en los últimos días. Así como atisbar de vez en cuando a la chica luchando por salir de la prisión de brazos y piernas que a veces se volvía el frivy-¿Por que sigues durmiendo con el a todo esto? -añadió distraídamente en la cocina, mientras se proponía preparar algo de té y desayuno con lo que tenían. Una ensalada sencillisima de frutas estaría bien- Qué, chica, puedes hacer lo que quieras, solo es curiosidad, simplemente me pregunto por que pasas por eso, cuando cada mañana pareces punto de evolucionar en remolacha. -añadió con aire divertido, pero relajado. Estaba de buen humor esa mañana, algo sorprendente con lo poco avances que había ido teniendo con la ballesta que aun ni había disparado. Peor bueno, alguna vez tenia que tener un día bueno ¿no? Esperaba que le durara.
La mirada rosada de Rua paseo por sus compañeros mientras sus conversaciones escalaba, cambiaban, de un tema a otro, normalmente iniciados por Nery's, otras por Iemai , Ulmara o Kiki, o incluso por Toni. La charla sobre sexo le pareció cuanto menos curiosa, pero no se sentía con ánimos como para soltar algo picante al respecto, como habría hecho de normal << Hasta yo tengo la impresión que es de mal gusto, vaya mierda>> se sentía aun pensativa, dándole vuelta a sus situación actual.
No podía sentir mayor luto por la muerte de alguien que no conocía, pero no por eso no le abría mas los ojos ante la realidad que vivían. Tener la muerte tan cerca, no era algo a lo que estuviera acostumbrada por mas fuerte que pudiera sentirse o por mas rápido que lograra reponerse. Sobrevivir era la única opción y no iba a flaquear por eso, por mas inquieta o asustada que pudiera sentirse, odiaba mostrar sus debilidades. ¿Que ganaría tomando miedo a salir o a enfrentar las cosas? Nada. Absolutamente nada bueno al menos.
Por eso sentía que las conversaciones de los demás, eran un desvió, dando y recibiendo información repentina, pero también como un escape para no tener que pensar de nuevo en la secases de comida, en tener que salir, en enfrentar a mas monstruos, en la posibilidad de morir, y ella no se sintió tampoco con ganas de mencionarlo. Ni de buscar opciones, no al menos por ese día. Tenía el estomago vació, le empezaba a dar migraña las voces de unos y otros y se sentía frustrada. En general por todo. Porque todo era una autentica mierda de las proporciones del tamaño de la ciudad.
<<Si hasta encontrar comida es complicado, nos e como pretenden que encontremos la supuesta magia que existe en este sitio. Y de hacerlo, ya no hablar de usarla o que sirva de algo>> apenas ese pensamiento cruzo su mente, chasqueo la lengua fastidiada por el negativamente de sus pensamientos. Especialmente tras haberse dicho segundos antes que no debía cogerle miedos a enfrentar las cosas. Definitivamente tener hambre no ayudaba a pensar positivamente.
Sus ojos se posaron en las mochilas improvisadas que habrían creado en la ausencia del grupo, mientras veía por el rabillo del ojo a sus compañeros moverse para preparar la comida. <<Me puede qui por las agujetas y terminamos haciendo eso. Mas me vale conseguir ponerme en forma pronto...no quiero ser comida de ninguna mierda de este sitio>> Usar una arco no era una opción, las espadas pensaban demasiado, las dagas o cuchillos cortos le aprecian mondadientes contra los bichos vistos y descritos. Necesitaba algo diferente.
- Al menos, tenemos algo bueno de toda esta mierda....ahora tenemos bolsas para cargar la comida y tener las manos libres para lo que sea. Algo minimamente positivo entre tanta mierda. A cada cosa que nos enfrentemos mas aprenderemos- comento con voz suave, encogiéndose de hombros, dando su única intervención en la conversación desde hacia rato. Bien, había encontrado su punto neutro. No Iba a ser catastrófica al pensar que todo iba a ir mal solo por que si, pero tampoco ridículamente positiva sin sin objetividad sobre las opciones que tenían.
¿Estaba asustada? Si ¿Frustrada? Lo indecible. Pero coño que no iba a volverse una puñetera ameba mental y a dejarse morir, hundiéndose en la miseria de todo lo mas que les rodeaba. Si trabajar de modelo juvenil con claras carencias no la había matado, una ciudad con monstruos no iba hacerlo.
Rua se mantuvo calmada durante el resto del día, tras llenar su estomago su estado anímico mejoro considerablemente aun sabiendo que la comida escaseaba, que no volverían a salir inmediatamente por comida por el temor que había arraigado en el grupo. Ese día solo escucho charlas ajenas sumida en su mundo, en sus opciones y posibilidades de sobrevivir ahí fuera.
Correr era lo que los había salvado hasta ahora, por supuesto. Y eso no iba a dejar de hacerlo. Pero necesitaba poder defenderse de necesitarlo, herir, golpear, dañar. Cagarse en la madre que pario a los putos bichos de ese jodido mundo, aunque fuera por sacarse una mínima de la frustración sentida.
Por eso al día siguiente, cuando el entrenamiento volvió, mando al cuerno sus agujetas y aun sintiéndose un tanto adolorida, se metió de lleno en aquello, centrada, cavilando. Abandonando al grupo una vez terminó para meterse en la armería, llena de polvo y telaraña con el asco surcando su rostro, pero ignorando el sudor de su piel y la suciedad del lugar. <<Algo tiene que haber aquí para que alguien como yo pueda usarlo>>. Buena parte de la mañana se la paso en la armería, mirando cada arma que allí había, sopesándola en sus manos desnudas, buscando posibles protecciones que pudiera servirles sin entorpecerle.
La tarea la distrajo y la mantuvo atenta, concentrada. Rua era una una criatura social, le gustaba llamar la atención, estar rodeada de gente, se sabia arrogante, prepotente y presumida como la que mas, y no se sentía culpable por ello, pero no le hacia asco alguno a estar sola en sus cosas. Era una princesita guerrera con muy malas pulgas, como su madre Nora siempre la estaba llamando cuando ella sacaba las uñas. Uñas que pensaba cuidarse como fuera aunque por otro lado acabase de polvo y telarañas hasta las cejas en ese mierda de armería.
Su búsqueda dio frutos casi al final del día, cuando sus manos dieron con una ballesta bastante arcaica. No tenía idea de como usarla, siendo sincera con ella misma, pero no perdía nada probando. Era mas pesada que un arco, pero mas sencilla de sostener y de apuntar con ella, a primera vista. <<Imagino que también la potencia de sus lanzamientos sera mayor a la que yo misma daría tensando una arco>> pensó observando la ballesta satisfecha con su descubrimiento con una sonrisa en su rostro. Ese día no pudo hacer mas que eso, dado como empezaba a oscurece, así que una vez encontrado la mantuvo apartada pero a la vista en la armería y volvió arriba a prepararse la bañera y sacarse los siglos de polvo y telarañas que llevaba encima.
Los siguientes días Rua, tras entrenar con una espada corta, que era la otra arma que había estado aprendiendo a usar por si acaso, comer y meterse en alguna charla con el resto sobre lo que harían a partir de ahora. Se mantenía ya fuese en el salón, o en el patio cuando el sol no apretaba demasiado gracias a las nubes, lidiando con la ballesta e intentando ver como funcionaba, como tensar la cuerda y como se usaba el mecanismo. No subió consigo los virotes, que encontró en un saquito, no quería sacarle un ojo a alguien o así misma, no al menos accidentalmente claro. Primero encontraría como hacerla funcionar sin descalabrarse. Una cosa era estar loca, que eso no iba a negarselo ni a si misma, otra ser estúpida.
Si sus compañeros preguntan que hacia, aunque fuera obvio o se interesaban, Rua no dudaría demasiado en responder, o si veía que tenia una mínima idea de como usar la ballesta, también les consultaría sin vergüenza o apuro. También perdería los nervios en alguna ocasión, cuando una vez encontrase la forma de tensar la dichosa ballesta, notase que no era precisamente fácil y sencillo de hacer, dañaba sus manos e incluso si no tenia que usar tanta fuerza en sus brazos como en una arco, aun así era mas a lo que estaba acostumbrada incluso su usaba su pierna para apoyarlo en el suelo y tirar. Aun así no cejo en su empeño, en parte por tozudez, y en parte porque se negaba a quedarse sentadita esperando en el torreón, día, tras día, tras día. Ya había notado que quedarse esperando le era mucho mas angustiante que el salir, aun así sabía que no podría salir siempre, especialmente si compartir las gafas con Ulmara, cosa que no le molestaba realmente.
Y pocos días pasaron, con una salida fructífera por comida de por medio y una charla grupal sobre la posibilidad de explorar un poco, mas allá de deseo de ir por comida. No sabían mucho del sitio donde estaban y aunque fuese peligroso el vagabundeo, era mejor el conocimiento que estar en la inopia absoluta.
Por ello Rua se levanto enérgica, sabiendo que tenían pensado salir aquel día y una vez logro vestirse, bajar al pozo para lavarse la cara y espabilarse, se propuso desayunar algo ligero pero enérgico, encontrándose con que Kiki también había bajado, y claro también estaba ahí Pefka ya desayunando.
-Buenos días Pefka. Kiki, pensaba que hoy no lograrías salir de la montaña de músculos con la que duermes, a juzgar por como estabais. ¿Tuviste que batallar mucho hoy también? -pregunto Rua con una ceja alzada, con atrevimiento traviesa y malicia. El hecho de que ella y Nery's durmieran juntos, literalmente hablando, había sido algo bastante normal en los últimos días. Así como atisbar de vez en cuando a la chica luchando por salir de la prisión de brazos y piernas que a veces se volvía el frivy-¿Por que sigues durmiendo con el a todo esto? -añadió distraídamente en la cocina, mientras se proponía preparar algo de té y desayuno con lo que tenían. Una ensalada sencillisima de frutas estaría bien- Qué, chica, puedes hacer lo que quieras, solo es curiosidad, simplemente me pregunto por que pasas por eso, cuando cada mañana pareces punto de evolucionar en remolacha. -añadió con aire divertido, pero relajado. Estaba de buen humor esa mañana, algo sorprendente con lo poco avances que había ido teniendo con la ballesta que aun ni había disparado. Peor bueno, alguna vez tenia que tener un día bueno ¿no? Esperaba que le durara.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 05:29 am
Con la explicación de Nery’s, la edad del susodicho quedó aclarada. Además, Ulmara le dio la razón en cuanto a que era mejor continuar la conversación en otro momento, tanto la de la edad, como la de la medicina o la muerte. La cercana se sentía cansada, como si hubiese corrido una maratón bosque adentro en alguna festividad, y no entendía por qué. Había corrido, sí, pero había tenido tiempo para reponerse y no había sido tanto como para sentirse tan baja de energía. Sin embargo, al final le echó la culpa a la poca comida que tenían; dejó que el día marchara sin contratiempos, a pesar de que notaba un runrún de fondo en su cabeza.
La relación de los cercanos con la muerte (y la no-muerte) les facilitaba llevarse ciertos golpes. La cantidad de lejanos vagando por la cercanía era una prueba fehaciente de que sus creencias funcionaban y, cuando un cercano daba un paso y un lejano no se alzaba, no cabía duda (para la mayoría) de que había atravesado más de un plano de golpe. Aquí era distinto. No se habían topado con ningún lejano, no había visto a nadie alzarse (ni en la plaza de la fuente ni el ataque de ese día), ni parecía que sus dioses cercanos quisieran permitirle el camino eterno al resto de especies con las que se sentaba a la mesa. No sabía la ubicación de este plano con respecto a los suyos, o con respecto a cualquier otro. Sentía intriga.
Esa noche dormiría poco, pero lo achacaba al horario adverso al que se debía adaptar. Al día siguiente permaneció en el torreón muy a su pesar por falta de gafas y sus compañeros la verían distante, como distraída; quizás Iemai sabía con quién hablaba en el fondo, con Aramara. No volvió a la realidad hasta que volvieron los excursionistas cargados de cestas. Aquella pequeña victoria, incluso si ella no había estado allí, le supo a gloria y la reactivó, lo que le permitió participar en el entrenamiento colectivo con ánimo renovado.
….
Ulmara se levantó de la cama con el sol arañándole la cara. Tras el resplandor inicial, se sorprendió de captar matices nuevos en la habitación, detalles que habría visto mejor a la luz de una vela. No era un cambio drástico, ni reseñable, pero presentía que su cuerpo se estaba adaptando al nuevo plano (o eso le gustaba creer). Se sentó sobre el colchón, se estiró y se quitó las legañas de los párpados. Escudriñó el cuarto para comprobar si había camas vacías a pesar de que sabía la respuesta: nunca sería la primera en despertarse, no de momento.
Tras un largo bostezo, se peinó un poco las plumas y se levantó. No tardó mucho en cambiarse de ropa (se puso un chandal viejo y sus sandalias y no se preocupó por el estado de la ropa más allá de que todo estuviera limpio).
—Buen día —saludó a los que habitaran la planta baja (ella había vislumbrado a Pefka, a Kiki y a Rua como mínimo) .
Acto seguido salió al patio, extrajo un cubo de agua del pozo y se agachó para lavarse las manos y la cara. Utilizó su reflejo para acabar de peinarse las plumas que habían resistido a su intento anterior y sonrió convencida por su apariencia. No estaba a la altura de la Cercanía, pero sí a la altura de aquel lugar inmundo al que la habían traído. Se veía bien.
Buscó un rinconcito a la sombra para sentarse durante diez minutos. Se recostó contra la pared, cerró los ojos y rogó por su bienestar y el de sus compañeros. Ulmara estaba convencida de que, si quería que ellos dieran el paso como lo daría ella, debía pedir por ellos a sus dioses, que de otra forma los ignorarían.
La relación de los cercanos con la muerte (y la no-muerte) les facilitaba llevarse ciertos golpes. La cantidad de lejanos vagando por la cercanía era una prueba fehaciente de que sus creencias funcionaban y, cuando un cercano daba un paso y un lejano no se alzaba, no cabía duda (para la mayoría) de que había atravesado más de un plano de golpe. Aquí era distinto. No se habían topado con ningún lejano, no había visto a nadie alzarse (ni en la plaza de la fuente ni el ataque de ese día), ni parecía que sus dioses cercanos quisieran permitirle el camino eterno al resto de especies con las que se sentaba a la mesa. No sabía la ubicación de este plano con respecto a los suyos, o con respecto a cualquier otro. Sentía intriga.
Esa noche dormiría poco, pero lo achacaba al horario adverso al que se debía adaptar. Al día siguiente permaneció en el torreón muy a su pesar por falta de gafas y sus compañeros la verían distante, como distraída; quizás Iemai sabía con quién hablaba en el fondo, con Aramara. No volvió a la realidad hasta que volvieron los excursionistas cargados de cestas. Aquella pequeña victoria, incluso si ella no había estado allí, le supo a gloria y la reactivó, lo que le permitió participar en el entrenamiento colectivo con ánimo renovado.
….
Ulmara se levantó de la cama con el sol arañándole la cara. Tras el resplandor inicial, se sorprendió de captar matices nuevos en la habitación, detalles que habría visto mejor a la luz de una vela. No era un cambio drástico, ni reseñable, pero presentía que su cuerpo se estaba adaptando al nuevo plano (o eso le gustaba creer). Se sentó sobre el colchón, se estiró y se quitó las legañas de los párpados. Escudriñó el cuarto para comprobar si había camas vacías a pesar de que sabía la respuesta: nunca sería la primera en despertarse, no de momento.
Tras un largo bostezo, se peinó un poco las plumas y se levantó. No tardó mucho en cambiarse de ropa (se puso un chandal viejo y sus sandalias y no se preocupó por el estado de la ropa más allá de que todo estuviera limpio).
—Buen día —saludó a los que habitaran la planta baja (ella había vislumbrado a Pefka, a Kiki y a Rua como mínimo) .
Acto seguido salió al patio, extrajo un cubo de agua del pozo y se agachó para lavarse las manos y la cara. Utilizó su reflejo para acabar de peinarse las plumas que habían resistido a su intento anterior y sonrió convencida por su apariencia. No estaba a la altura de la Cercanía, pero sí a la altura de aquel lugar inmundo al que la habían traído. Se veía bien.
Buscó un rinconcito a la sombra para sentarse durante diez minutos. Se recostó contra la pared, cerró los ojos y rogó por su bienestar y el de sus compañeros. Ulmara estaba convencida de que, si quería que ellos dieran el paso como lo daría ella, debía pedir por ellos a sus dioses, que de otra forma los ignorarían.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 12:16 pm
Varios días después el reloj biológico de la francesa volvió a levantarla temprano, se desesperezó mientras contemplaba a Maila dormir como de costumbre a su lado y ocupando gran parte de la cama. Decidió darle un pequeño abrazo casi inexistente para no despertarla, aunque si no lo hacía por su cuenta en los próximos minutos se vería obligada a llamarla. El grupo quería salir, esta vez a explorar. Al día siguiente después de la muerte de aquel chico se habían hecho con provisiones de nuevo, y para su sorpresa... ninguna bestia cruzó el camino del grupo. Así que estaba más relajada, sí, menos tensa y percibía cierta energía positiva a su alrededor, pero no olvidaba el pellizco en su estómago.
Se encontró con el resto mientras algunos desayunaban tras adecentarse la cara y el pelo, aquella mañana lleva un jersey de color lavanda con un pequeño agujero en el codo izquierdo, pero no se notaba.
-Buenos días- diría a los presentes, y desde entonces a todo aquel que se reuniera más tarde. Guardó una pequeña sonrisa tras las provocaciones de Rua a Kiki y Nery´s, parecía de buen humor y cada vez su personalidad le chocaba menos. Esperó la respuesta de la chica pensando que en su lugar ella ya estaría roja como un tomate al tiempo que fijaba su atención en su pañuelo blanco, en cuanto Maila apareciera, se lo daría como un ritual para que lo llevara consigo cada vez que salía por esa puerta. Le gustaba pensar que le daba suerte.
Se encontró con el resto mientras algunos desayunaban tras adecentarse la cara y el pelo, aquella mañana lleva un jersey de color lavanda con un pequeño agujero en el codo izquierdo, pero no se notaba.
-Buenos días- diría a los presentes, y desde entonces a todo aquel que se reuniera más tarde. Guardó una pequeña sonrisa tras las provocaciones de Rua a Kiki y Nery´s, parecía de buen humor y cada vez su personalidad le chocaba menos. Esperó la respuesta de la chica pensando que en su lugar ella ya estaría roja como un tomate al tiempo que fijaba su atención en su pañuelo blanco, en cuanto Maila apareciera, se lo daría como un ritual para que lo llevara consigo cada vez que salía por esa puerta. Le gustaba pensar que le daba suerte.
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejos
Personajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 03:41 pm
Toni escuchó como los compañeros no hacían mucho caso a sus palabras, para él era un racionamiento jodidamente interesante el que había hecho. Pero también estaba acostumbrado a que se le hiciese poco caso en la Tierra así que no hizo mayor drama. Cuando el Frivy empezó a explicar las enfermedades de transmisión sexual en su mundo Toni no puedo más y se marchó al pozo, apoyó los brazos, y en estos su mejilla. No entendían porque hablaban de enfermedades, algo se había perdido.
Mientras estaba en el pozo, perdido entre los pensamientos, recordó sus libros, posiblemente lo único que le faltaba allí, junto con sus plantas. Ni su madre ni su padre estaban en sus pensamientos, cuando aparecian sus caras los desechaba inmediatamente, mas que cariño sentía un profundo dolor cuando los recordaba, no por querer volver, sino por no poder sentir la mas minima pena por su falta.
- Espera- Toni despegó la mejilla del antebrazo y se incorporó. La imagen de sus plantas en el patio de casa de sus padres le dio una idea. Si cogian las cestas de comida y las llenaban de tierra podrían hacer algo parecido a un huerto. Seguro que hay semillas o algo, los tubérculos que habían traído. Pensó que era mejor buscar tierra o la forma de madurar un poco esa idea y decirla cuando lo tuviera todo pensado.
En la comida, observaba los trozos de verdura que flotaban en la sopa.
Toni se llevó varios días pensando en su idea. Las destas eran de mimbre y si se llevaban en contacto con arena húmeda se pudrirían. Mejor cubrirlas con plástico o con alguna tela agujereada. La tela tambien se pudre pero es mucho mas lenta que el mimbre.
La próxima salida debe observar o preguntar si hay tierra, imagino que con sus propios excrementos se podrían abonar y preparar la tierra. Los tubérculos agarran bien.
Cuando Toni se despertó, la primer noche que dormía del tirón sin preocupaciones, bajo pegando saltos, les iba a comentar lo que había estado pensando a sus compañeros. APenas notaba las agujetas de los entrenamientos, se dió cuenta que si tenía la cabeza ocupada mientras entrenaba apenas se notaba que estaba haciendo deporte. Salvo cuando terminaba y quedaba completamente exhausto, cada vez menos.
Al llegar a la mesa vio a Pefka, a kiki y Rua . Se sentó y dando los buenos días dijo- Chicos que os parece si creamos un huerto o algo parecido, no evitará que salgamos a buscar comida pero si nos asegura algo de comida si nos es imposible traer comida suficiente.
Mientras estaba en el pozo, perdido entre los pensamientos, recordó sus libros, posiblemente lo único que le faltaba allí, junto con sus plantas. Ni su madre ni su padre estaban en sus pensamientos, cuando aparecian sus caras los desechaba inmediatamente, mas que cariño sentía un profundo dolor cuando los recordaba, no por querer volver, sino por no poder sentir la mas minima pena por su falta.
- Espera- Toni despegó la mejilla del antebrazo y se incorporó. La imagen de sus plantas en el patio de casa de sus padres le dio una idea. Si cogian las cestas de comida y las llenaban de tierra podrían hacer algo parecido a un huerto. Seguro que hay semillas o algo, los tubérculos que habían traído. Pensó que era mejor buscar tierra o la forma de madurar un poco esa idea y decirla cuando lo tuviera todo pensado.
En la comida, observaba los trozos de verdura que flotaban en la sopa.
Toni se llevó varios días pensando en su idea. Las destas eran de mimbre y si se llevaban en contacto con arena húmeda se pudrirían. Mejor cubrirlas con plástico o con alguna tela agujereada. La tela tambien se pudre pero es mucho mas lenta que el mimbre.
La próxima salida debe observar o preguntar si hay tierra, imagino que con sus propios excrementos se podrían abonar y preparar la tierra. Los tubérculos agarran bien.
Cuando Toni se despertó, la primer noche que dormía del tirón sin preocupaciones, bajo pegando saltos, les iba a comentar lo que había estado pensando a sus compañeros. APenas notaba las agujetas de los entrenamientos, se dió cuenta que si tenía la cabeza ocupada mientras entrenaba apenas se notaba que estaba haciendo deporte. Salvo cuando terminaba y quedaba completamente exhausto, cada vez menos.
Al llegar a la mesa vio a Pefka, a kiki y Rua . Se sentó y dando los buenos días dijo- Chicos que os parece si creamos un huerto o algo parecido, no evitará que salgamos a buscar comida pero si nos asegura algo de comida si nos es imposible traer comida suficiente.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 05:10 pm
Si algún día sobrevivía lo suficiente para regresar a la Tierra, tomó nota mental para recordar conseguir libros de psicología humana y ya de paso tratar de buscar lo mismo de otros mundos. Normalmente hubiera enrojecido hasta el punto de, amablemente y con una sonrisa, escapar y enterrarse debajo de muchas capas de ropa o mantas en una cama. Peeeeero ahora solo continuó divagando mientras buscaba una taza para servirse algo. Estaba calculando las respuestas más y menos apropiadas para la situación cuando una parte de su cerebro se autosaboeteó y se desconectó el mismo para que respondiera sin presiones.
- Quien sabe…juro solemnemente que si consigo una respuesta decente a esa segunda pregunta te la diré… – le contesto aun somnolienta a Rua. Cuando vio que llegaba más gente, tomo un par de tazas más y se las alcanzó a Fleur con una sonrisa antes de empezar a servirse la suya. - Quizás en algún momento mis habilidades de escapista profesional no descubiertas se vean obligadas a aflorar y ya no me cueste tanto escapar, pero por ahora lo contare como ejercicio matutino….y antes de llegue alguien más a oírte o se te ocurra una broma con eso del “ejercicio matutino”…nop, no ha pasado nada ni pasará… – Le aclaró a Rua con unas risitas. Siendo sincera, ella tampoco hubiera dejado pasar la oportunidad de decir alguna broma o frase con una situación similar, asi que no la culpaba. - Y ojala él no te oiga porque es capaz de empezar una guerra de comentarios subidos de todos para saber qué mundo es más avanzado en eso… – Terminó antes de empezar a beber su taza para poder ir a quitarse el pijama y vestirse decentemente.
- Buenos días…eh… – Respondió a Toni cuando este bajo, pero no respondió inmediatamente a su pregunta. Era una de las dudas que aún estaban en el tintero de preguntas para Nery’s, así que no era mal momento del todo para aclararlo. -No es mala idea…peeeero, aún no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí, sugiero preguntarle al señornoblequeyasabiadeestemundo, porque si sembramos algo de cosecha muy larga probablemente ya no los necesitemos cuando terminemos esta clase de prueba..
- Quien sabe…juro solemnemente que si consigo una respuesta decente a esa segunda pregunta te la diré… – le contesto aun somnolienta a Rua. Cuando vio que llegaba más gente, tomo un par de tazas más y se las alcanzó a Fleur con una sonrisa antes de empezar a servirse la suya. - Quizás en algún momento mis habilidades de escapista profesional no descubiertas se vean obligadas a aflorar y ya no me cueste tanto escapar, pero por ahora lo contare como ejercicio matutino….y antes de llegue alguien más a oírte o se te ocurra una broma con eso del “ejercicio matutino”…nop, no ha pasado nada ni pasará… – Le aclaró a Rua con unas risitas. Siendo sincera, ella tampoco hubiera dejado pasar la oportunidad de decir alguna broma o frase con una situación similar, asi que no la culpaba. - Y ojala él no te oiga porque es capaz de empezar una guerra de comentarios subidos de todos para saber qué mundo es más avanzado en eso… – Terminó antes de empezar a beber su taza para poder ir a quitarse el pijama y vestirse decentemente.
- Buenos días…eh… – Respondió a Toni cuando este bajo, pero no respondió inmediatamente a su pregunta. Era una de las dudas que aún estaban en el tintero de preguntas para Nery’s, así que no era mal momento del todo para aclararlo. -No es mala idea…peeeero, aún no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí, sugiero preguntarle al señornoblequeyasabiadeestemundo, porque si sembramos algo de cosecha muy larga probablemente ya no los necesitemos cuando terminemos esta clase de prueba..
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejosPersonajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 05:19 pm
- ¿Prueba, que prueba? Pero si la cosa es que no podemos cultivar nada porque no sabemos cuando vamos a quedarnos, no podemos hacer nada. Esto es el sitio más seguro que hemos encontrado.
Toni le molestó que una idea suya tuviera que ser preguntado a Nerys, ¿quién era él? No era más que el mismo o que los que le devolvían la mirada en ese instante.
Toni se cabreo mucho, más que nunca. Respiró muy ondo y solo fue capaz de decir - Vale, pero lo debatiremos entre todos, no solo se lo pienso preguntar a Nerys...
- ¿A vosotros qué os parece? ¿Qué pensais?- Dijo girando la cara con entusiasmo y mirando a Rua.
Toni le molestó que una idea suya tuviera que ser preguntado a Nerys, ¿quién era él? No era más que el mismo o que los que le devolvían la mirada en ese instante.
Toni se cabreo mucho, más que nunca. Respiró muy ondo y solo fue capaz de decir - Vale, pero lo debatiremos entre todos, no solo se lo pienso preguntar a Nerys...
- ¿A vosotros qué os parece? ¿Qué pensais?- Dijo girando la cara con entusiasmo y mirando a Rua.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 08:47 pm
La cercana no pudo hacer mucho por ayudar con la sopa, salvo dar la idea de hacer algo parecido a puré y cortar los trozos de tubérculos una vez limpios, cosa que insistió en hacer a falta de destreza para pelar. Fueron generosos con el agua, porque sabían que era más sensato tomar sopa aguada dos veces al día que no espesa y una sola.
Entre tanto la conversación continuaba. Nery’s describía los avances médicos de su mundo, se preguntaron si aquello se parecía a la magia… Claramente estaban tratando de evitar el silencio, manteniendo la mente ocupada con palabras, e Iemai no iba a juzgarlos por eso.
Tras la comida, que aunque no era muy satisfactoria les sentó bien, llegó una tarde gris y vacía. Iemai sentía que las preocupaciones pesaban sobre todos y resultó difícil entablar conversación cuando el grupo se hubo dispersado. A ella ni siquiera se le daba bien. Por eso mismo el tiempo pasaba con una lentitud viscosa mientras la cercana miraba con angustia a través de las troneras, a falta de algo que ocupase su mente.
La suerte empezó a sonreírles en los días siguientes, si es que conseguir alimento sin demasiados problemas se podía considerar una suerte. Al menos en sus circunstancias así era, e Iemai sintió que podía relajarse un poco con respecto al racionamiento de alimentos, aunque seguía sin descartar que las bañeras dejasen de pasar en algún momento, como si solo fuesen una concesión para los recién llegados.
En realidad, Iemai no se sentía segura en absoluto. ¿Pero qué otra cosa podía hacer aparte de intentar todo lo posible por salir adelante? Tanto ella como sus compañeros tenían la misma prioridad, y sin embargo había algo que necesitaban además de sobrevivir: respuestas. Iemai no se sentía cómoda con la idea de arriesgarse, pero no todos ellos se sentían así, algunos pensaban que permanecer allí encerrados no era la solución a aquel rompecabezas. Incluso Iemai reconocía que necesitaban investigar la magia para salir adelante, y no podrían si no hablaban con otros cosechados o se topaban recursos en la ciudad. Libros, talismanes, lo que fuera.
La cercana salió de la cama cuando el resto empezaron a levantarse. Ya se había acostumbrado a la nueva rutina matutina, y aunque era un consuelo pobre, no estar obligada a levantarse cuando otros quisieran casi parecía un lujo.
Se deslizó en la cocina prácticamente detrás de Toni y buscó entre las cestas su nueva fruta favorita. No eran las únicas en la cocina, pero había escuchado ya las voces de Rua y Kiki mientras bajaba, sin llegar a averiguar de qué hablaban. De hecho, fue Toni quien hizo que cambiasen de tema de conversación con una sugerencia que dejó pensativa a Iemai.
—A mí no me parece mala idea, ¿pero has pensado en cómo hacerlo? —respondió con cautela. Era evidente que a Toni le había molestado que todo se tuviese que consultar con Nery’s, y ella solo iba a agregar más pegas—. No sé mucho de cultivos —como sí su padre en lo que parecía ya otra vida—, pero esa tierra está demasiado pisada y arenosa debajo de las piedras y no tenemos herramientas para labrarla, aunque consigamos sacar las piedras. Puede que haga falta cuidar durante meses de esa tierra antes de que nazca nada ahí, pero podría estar bien como proyecto a largo plazo.
»Sinceramente, no creo que Nery’s sepa algo sobre cuánto tiempo estaremos aquí o ya lo habría dicho. Él fue tan engañado como el resto —agregó dándole un poco de apoyo al humano—. Pero si algo nos sobra aquí encerrados es tiempo. Ni siquiera sería tan importante que al final no nos haga falta el huerto.
Entre tanto la conversación continuaba. Nery’s describía los avances médicos de su mundo, se preguntaron si aquello se parecía a la magia… Claramente estaban tratando de evitar el silencio, manteniendo la mente ocupada con palabras, e Iemai no iba a juzgarlos por eso.
Tras la comida, que aunque no era muy satisfactoria les sentó bien, llegó una tarde gris y vacía. Iemai sentía que las preocupaciones pesaban sobre todos y resultó difícil entablar conversación cuando el grupo se hubo dispersado. A ella ni siquiera se le daba bien. Por eso mismo el tiempo pasaba con una lentitud viscosa mientras la cercana miraba con angustia a través de las troneras, a falta de algo que ocupase su mente.
La suerte empezó a sonreírles en los días siguientes, si es que conseguir alimento sin demasiados problemas se podía considerar una suerte. Al menos en sus circunstancias así era, e Iemai sintió que podía relajarse un poco con respecto al racionamiento de alimentos, aunque seguía sin descartar que las bañeras dejasen de pasar en algún momento, como si solo fuesen una concesión para los recién llegados.
En realidad, Iemai no se sentía segura en absoluto. ¿Pero qué otra cosa podía hacer aparte de intentar todo lo posible por salir adelante? Tanto ella como sus compañeros tenían la misma prioridad, y sin embargo había algo que necesitaban además de sobrevivir: respuestas. Iemai no se sentía cómoda con la idea de arriesgarse, pero no todos ellos se sentían así, algunos pensaban que permanecer allí encerrados no era la solución a aquel rompecabezas. Incluso Iemai reconocía que necesitaban investigar la magia para salir adelante, y no podrían si no hablaban con otros cosechados o se topaban recursos en la ciudad. Libros, talismanes, lo que fuera.
La cercana salió de la cama cuando el resto empezaron a levantarse. Ya se había acostumbrado a la nueva rutina matutina, y aunque era un consuelo pobre, no estar obligada a levantarse cuando otros quisieran casi parecía un lujo.
Se deslizó en la cocina prácticamente detrás de Toni y buscó entre las cestas su nueva fruta favorita. No eran las únicas en la cocina, pero había escuchado ya las voces de Rua y Kiki mientras bajaba, sin llegar a averiguar de qué hablaban. De hecho, fue Toni quien hizo que cambiasen de tema de conversación con una sugerencia que dejó pensativa a Iemai.
—A mí no me parece mala idea, ¿pero has pensado en cómo hacerlo? —respondió con cautela. Era evidente que a Toni le había molestado que todo se tuviese que consultar con Nery’s, y ella solo iba a agregar más pegas—. No sé mucho de cultivos —como sí su padre en lo que parecía ya otra vida—, pero esa tierra está demasiado pisada y arenosa debajo de las piedras y no tenemos herramientas para labrarla, aunque consigamos sacar las piedras. Puede que haga falta cuidar durante meses de esa tierra antes de que nazca nada ahí, pero podría estar bien como proyecto a largo plazo.
»Sinceramente, no creo que Nery’s sepa algo sobre cuánto tiempo estaremos aquí o ya lo habría dicho. Él fue tan engañado como el resto —agregó dándole un poco de apoyo al humano—. Pero si algo nos sobra aquí encerrados es tiempo. Ni siquiera sería tan importante que al final no nos haga falta el huerto.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 10:03 pm
Mientras corta distraídamente la fruta en pequeños trozos y preparaba su té, espero la somnolienta pregunta de Kiki que no tardo en llegar. Vio por el rabillo del ojo a Fleur, que también había bajado ya y le sonrió ligeramente antes de posar sus ojos en Kiki que por fin le respondió.
Rua se rio ante su conclusión, que era básicamente que no tenia ni idea. Bien, estaba bien saberlo. Pobrecilla se estaba dejando sin querer, o bueno queriendo, usar de almohada abrazable.
-Cielo, si aprendes el arte ninja de escapar de los pulpos, sin tener que liarte a ostia limpia con ellos, por favor, enseñámelo- pidió con una sonrisa maliciosa, mientras echaba los cubitos de frutas en un bol y pensaba si aderezarlo con la miel que había encontrado en las cestas en aquella ocasión, mientras escuchaba el tono algo mas bajo de Kiki, estando mas que de acuerdo con ella que si Nery's se enteraba de su interacción intentaría sacar charla al respecto. Como con todo vaya- Y probablemente de ser así, dirá que el realizo todas y cada una de las practicas existente en su mundo. Cuanto poco.- aseguro encogiéndose de hombros ya teniendo ligera idea de la forma de pensar del frivy, decidiendo al final en no usar la miel en su desayuno. Demasiado empalagosa tan temprano, antes de ver a la chica salir para cambiarse y notar que el resto ya empezaba bajar, con mas o menos mejor humor.
Tomó asiento en la mesa con su té y su bol de frutas, escuchando como Toni iniciaba un intento de conversación sin muy buen talante y que parecía empeorar por momentos ante la afirmación que había hecho Kiki antes de irse, de que debían tal vez preguntar sobre el tiempo que estarían en ese lugar a Nery's. Rua entendía en parte la frustración de Toni. Su única fuente de información era el frivy, no tenían forma alguna de contrarrestarla. Ademas estaba el detalle, de que una vez comenzaba hablar, costaba muchísimo callarlo.
A Rua, en su orgullo y ego, acostumbrada a llamar siempre la atención, que otro se la quitase no le ponía muy de buenas. Pero había decidido no empeorar su humor tan pronto, con lo bien que se había levantando, así que sacudió la sensación con un gesto displicente, viendo la mirada emocionada de Toni sobre el resto y específicamente sobre ella, mientras Iemai daba una respuesta bastante realista sobre el hecho de crear una huerta.
-Teniendo en cuenta como el tiempo en el mundo de Nery's, difiere tantísimo del mundo de cada uno de nosotros y probablemente también lo haga con el de este lugar, dudo que tenga mucha idea. Estaría bien encontrar algo que nos diga eso, la verdad. Ya ni hablar de como mierda van lo de las estaciones aquí, si es que tienen algo como eso -respondió Rua con un trozo de fruta en su tenedor, apoyando la barbilla en el dorso de su otra mano, relajada en mesa- Pero ¿por que no? No lo considero perdida de tiempo sin haberlo mínimo intentado. Aunque Iemai tiene razón, la tierra no parece especialmente muy acta para cultivos...pero si hasta en el desierto crecen plantas, quien sabe, tal vez obremos un milagro a nuestro favor, por una puñetera vez, para variar. -se encogió Rua de hombros, metiéndose el trozo de fruta en la boca, masticándola distraídamente, deslizando una mirada medio perezosa por los habitantes despiertos, o semi despiertos, del torreón.
-Por cierto ¿hoy al final saldremos a explorar como habíamos dicho, no?- pregunto Rua, recordando que había quedado en eso en los días pasados, tras haberles ido bien la búsqueda de comida de la ultima vez, sin mayores incidentes. Estaba con ánimos de salir, no de enfrentarse a monstruos a asesinos, eso nunca, claro. Pero si de ver que encontrasen algo interesante o descubrieran algo mas que pudiera serles de utilidad en esa mierda de sitio-Pretendo salir en esta ocasión, aunque aun tengo que prepararme un poco, hace bastante sol hoy. - añadió pensativa mas para ella que para el resto. Ya se había vestido para salir y llevaba unos pantalones largos, ajustados como si fuesen leggins, sus botines para correr y una camiseta de manga larga que alguna vez en su vida fue azul oscuro y que le quedaba ancha por la clavícula y hombros, dejándolos descubiertos.
Solo le faltaba ponerse un poco de protector solar en las zonas mas descubiertas y claro coger su segunda arma, la espada corta, que llevaría en la cintura y su ballesta ya tensada, con alguno de los virotes que tenía en una pequeña bolsa y que también se ataría con una cuerda en la cintura. No había disparado nunca, eso si, pero al menos ya sabia al dedillo tensar la ballesta correctamente, y por propio sentido común una vez pusiera el virote la llevaría siempre hacia el suelo, por si acaso. Incluso se había conseguido un par de protectores para las manos, guantes en realidad, bastante hechos polvos pero que dejaba libre sus uñas, protegiendo las palmas de sus manos y buena parte de sus dedos.
- Así que...¿Alguna dirección en especial? Suponiendo que evitaremos el acantilado y la otra zona- añadió sin querer indagar demasiado en el fiasco de la segunda salida por comida que tuvieron, por que a algunos aun parecía afectarles.
Rua se rio ante su conclusión, que era básicamente que no tenia ni idea. Bien, estaba bien saberlo. Pobrecilla se estaba dejando sin querer, o bueno queriendo, usar de almohada abrazable.
-Cielo, si aprendes el arte ninja de escapar de los pulpos, sin tener que liarte a ostia limpia con ellos, por favor, enseñámelo- pidió con una sonrisa maliciosa, mientras echaba los cubitos de frutas en un bol y pensaba si aderezarlo con la miel que había encontrado en las cestas en aquella ocasión, mientras escuchaba el tono algo mas bajo de Kiki, estando mas que de acuerdo con ella que si Nery's se enteraba de su interacción intentaría sacar charla al respecto. Como con todo vaya- Y probablemente de ser así, dirá que el realizo todas y cada una de las practicas existente en su mundo. Cuanto poco.- aseguro encogiéndose de hombros ya teniendo ligera idea de la forma de pensar del frivy, decidiendo al final en no usar la miel en su desayuno. Demasiado empalagosa tan temprano, antes de ver a la chica salir para cambiarse y notar que el resto ya empezaba bajar, con mas o menos mejor humor.
Tomó asiento en la mesa con su té y su bol de frutas, escuchando como Toni iniciaba un intento de conversación sin muy buen talante y que parecía empeorar por momentos ante la afirmación que había hecho Kiki antes de irse, de que debían tal vez preguntar sobre el tiempo que estarían en ese lugar a Nery's. Rua entendía en parte la frustración de Toni. Su única fuente de información era el frivy, no tenían forma alguna de contrarrestarla. Ademas estaba el detalle, de que una vez comenzaba hablar, costaba muchísimo callarlo.
A Rua, en su orgullo y ego, acostumbrada a llamar siempre la atención, que otro se la quitase no le ponía muy de buenas. Pero había decidido no empeorar su humor tan pronto, con lo bien que se había levantando, así que sacudió la sensación con un gesto displicente, viendo la mirada emocionada de Toni sobre el resto y específicamente sobre ella, mientras Iemai daba una respuesta bastante realista sobre el hecho de crear una huerta.
-Teniendo en cuenta como el tiempo en el mundo de Nery's, difiere tantísimo del mundo de cada uno de nosotros y probablemente también lo haga con el de este lugar, dudo que tenga mucha idea. Estaría bien encontrar algo que nos diga eso, la verdad. Ya ni hablar de como mierda van lo de las estaciones aquí, si es que tienen algo como eso -respondió Rua con un trozo de fruta en su tenedor, apoyando la barbilla en el dorso de su otra mano, relajada en mesa- Pero ¿por que no? No lo considero perdida de tiempo sin haberlo mínimo intentado. Aunque Iemai tiene razón, la tierra no parece especialmente muy acta para cultivos...pero si hasta en el desierto crecen plantas, quien sabe, tal vez obremos un milagro a nuestro favor, por una puñetera vez, para variar. -se encogió Rua de hombros, metiéndose el trozo de fruta en la boca, masticándola distraídamente, deslizando una mirada medio perezosa por los habitantes despiertos, o semi despiertos, del torreón.
-Por cierto ¿hoy al final saldremos a explorar como habíamos dicho, no?- pregunto Rua, recordando que había quedado en eso en los días pasados, tras haberles ido bien la búsqueda de comida de la ultima vez, sin mayores incidentes. Estaba con ánimos de salir, no de enfrentarse a monstruos a asesinos, eso nunca, claro. Pero si de ver que encontrasen algo interesante o descubrieran algo mas que pudiera serles de utilidad en esa mierda de sitio-Pretendo salir en esta ocasión, aunque aun tengo que prepararme un poco, hace bastante sol hoy. - añadió pensativa mas para ella que para el resto. Ya se había vestido para salir y llevaba unos pantalones largos, ajustados como si fuesen leggins, sus botines para correr y una camiseta de manga larga que alguna vez en su vida fue azul oscuro y que le quedaba ancha por la clavícula y hombros, dejándolos descubiertos.
Solo le faltaba ponerse un poco de protector solar en las zonas mas descubiertas y claro coger su segunda arma, la espada corta, que llevaría en la cintura y su ballesta ya tensada, con alguno de los virotes que tenía en una pequeña bolsa y que también se ataría con una cuerda en la cintura. No había disparado nunca, eso si, pero al menos ya sabia al dedillo tensar la ballesta correctamente, y por propio sentido común una vez pusiera el virote la llevaría siempre hacia el suelo, por si acaso. Incluso se había conseguido un par de protectores para las manos, guantes en realidad, bastante hechos polvos pero que dejaba libre sus uñas, protegiendo las palmas de sus manos y buena parte de sus dedos.
- Así que...¿Alguna dirección en especial? Suponiendo que evitaremos el acantilado y la otra zona- añadió sin querer indagar demasiado en el fiasco de la segunda salida por comida que tuvieron, por que a algunos aun parecía afectarles.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejosPersonajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: Torreón Sendar
29/01/20, 10:21 pm
Toni se sobresaltó al escuchar la voz de Iemai pero agradeció el apoyo. Rua parecía que lo apoyaba también. Solo necesitaba eso, un par de personas que creyeran en el y sería capaz de defender la idea ante todos y pese a todos.
- Pues a ver, había pensado que si conseguimos arena podemos tratarla con nuestros excrementos. No es seguro que funcione, pero no perdemos nada por intentarlo. Agua tenemos y podemos coger algo que sea rápido. Es decir, la fruta no es rápida pero los tubérculos como patatas y cosas así si son más rápidas- le hizo mucha ilusión que alguien mostrara algo de interés.
- Podemos dividir el trabajo en el huerto y a parte de conseguir comida nos servirá para no pensar demasiado en la permanente posibilidad de una muerte pronta.
Cuando Rua mencionó la posibilidad de ir al exterior del torreón Toni dijo- A mi me gustaría salir para ver si hay alguna planta o arena o algo que nos pueda servir para el huerto. Es peligroso pero si he podido sobrevivir al bicho ese que mató al chico ese la otra vez creo que puedo salir airoso una segunda.
- Pues a ver, había pensado que si conseguimos arena podemos tratarla con nuestros excrementos. No es seguro que funcione, pero no perdemos nada por intentarlo. Agua tenemos y podemos coger algo que sea rápido. Es decir, la fruta no es rápida pero los tubérculos como patatas y cosas así si son más rápidas- le hizo mucha ilusión que alguien mostrara algo de interés.
- Podemos dividir el trabajo en el huerto y a parte de conseguir comida nos servirá para no pensar demasiado en la permanente posibilidad de una muerte pronta.
Cuando Rua mencionó la posibilidad de ir al exterior del torreón Toni dijo- A mi me gustaría salir para ver si hay alguna planta o arena o algo que nos pueda servir para el huerto. Es peligroso pero si he podido sobrevivir al bicho ese que mató al chico ese la otra vez creo que puedo salir airoso una segunda.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Sendar
30/01/20, 05:23 am
-Megacreo que no es enana... pero tampoco lo sé muy bien. -Se encogió de hombros y luego respondió con una afirmativa a Rua antes de rendirse a la sopa y al pasar el día, el cual fue una montaña rusa de emociones para él.
Casi no se pudo creer cuando al día siguiente trajeron comida sin ningún problema, lo que lo hizo sospechar más del siguiente pero... nada. Parecía que el caos inicial se había calmado algo y él no se iba a quejar.
Con comida en abundancia gracias a las mochilas los entrenamientos reanudaron rápido y en ellos cada día que pasaba el sonido que provocaba su espada de madera contra el muñeco de prácticas retumbaban más y más por el torreón. Fuerza pura que iba mezclándose lentamente con técnica y todo porque la ciudad se lo había dejado claro.
Las dudas no estaban permitidas.
El cambio más notable en su humor fue por las mañanas, pues tener a Kiki ahí hacía que no mostrara esa faceta más ausente y asocial suya al despertarse, levantándose con su buen humor general.
Kiki le despertó como empezaba a ser habitual, con sus golpecitos que se le antojaban mini masajes mañaneros. Aunque el siempre le sonreía y le decía: -Gracias. -Completamente sincero.
Se sentó en la cama medio tapado para estirarse pero el frio lo hizo meterse de nuevo entre las sabanas a hacerlo en lo que ella vería un montón de bultos debajo de las mantas moviéndose. Sabía que iban a explorar así que decidió vestirse antes de bajar. La verdad es que no podía cambiar mucho de vestuario debido a que pocas cosas le valían pero se las apañaba. Bajó con unos vaqueros verde militar bastante bien conservados y una camiseta de manga larga. Su equipo ya estaba preparado delante del portón.
-Buenos díaaaaa-Su saludo alto a todo el mundo se volvió un gran bostezo que cubrió con la mano. -¿Huerto? ¿Un huerto? -Preguntó, estaba completamente perdido con la conversación mientras se dirigía a desayunar algo. Por el camino pellizcó de manera cariñosa una mejilla de Kiki al pasar a su lado.
Estuvo a punto de decir Veriel de forma contundente pero no quería caldear el ambiente, aunque le molestó bastante. -Bueno si supersabéis porque no, lo malo... Kiki, ¿las plantas megapueden crecer igual de rápido y/o bien sin abono? Y bueno creo que podríamos ir a la zona con edificios extraños y muchos símbolos a megaver que hay que nos pilla cerquis, pero no vi ninguna planta o tierra mejor para cultivar que en todas estas malditas ruinas sin vida cuando pasamos. -Escogió una fruta que se pelaba tirando muy fuerte de unos bultos para ir sacandola y empezó a comerla estremeciéndose encantado por la acidez. -¿Sabeis? Hiperdeberíamos hacer un desayuno conjunto también, como si, eso. -Señalo al bol de Rua. -Una macedonia o algo así.
Casi no se pudo creer cuando al día siguiente trajeron comida sin ningún problema, lo que lo hizo sospechar más del siguiente pero... nada. Parecía que el caos inicial se había calmado algo y él no se iba a quejar.
Con comida en abundancia gracias a las mochilas los entrenamientos reanudaron rápido y en ellos cada día que pasaba el sonido que provocaba su espada de madera contra el muñeco de prácticas retumbaban más y más por el torreón. Fuerza pura que iba mezclándose lentamente con técnica y todo porque la ciudad se lo había dejado claro.
Las dudas no estaban permitidas.
El cambio más notable en su humor fue por las mañanas, pues tener a Kiki ahí hacía que no mostrara esa faceta más ausente y asocial suya al despertarse, levantándose con su buen humor general.
Kiki le despertó como empezaba a ser habitual, con sus golpecitos que se le antojaban mini masajes mañaneros. Aunque el siempre le sonreía y le decía: -Gracias. -Completamente sincero.
Se sentó en la cama medio tapado para estirarse pero el frio lo hizo meterse de nuevo entre las sabanas a hacerlo en lo que ella vería un montón de bultos debajo de las mantas moviéndose. Sabía que iban a explorar así que decidió vestirse antes de bajar. La verdad es que no podía cambiar mucho de vestuario debido a que pocas cosas le valían pero se las apañaba. Bajó con unos vaqueros verde militar bastante bien conservados y una camiseta de manga larga. Su equipo ya estaba preparado delante del portón.
-Buenos díaaaaa-Su saludo alto a todo el mundo se volvió un gran bostezo que cubrió con la mano. -¿Huerto? ¿Un huerto? -Preguntó, estaba completamente perdido con la conversación mientras se dirigía a desayunar algo. Por el camino pellizcó de manera cariñosa una mejilla de Kiki al pasar a su lado.
Estuvo a punto de decir Veriel de forma contundente pero no quería caldear el ambiente, aunque le molestó bastante. -Bueno si supersabéis porque no, lo malo... Kiki, ¿las plantas megapueden crecer igual de rápido y/o bien sin abono? Y bueno creo que podríamos ir a la zona con edificios extraños y muchos símbolos a megaver que hay que nos pilla cerquis, pero no vi ninguna planta o tierra mejor para cultivar que en todas estas malditas ruinas sin vida cuando pasamos. -Escogió una fruta que se pelaba tirando muy fuerte de unos bultos para ir sacandola y empezó a comerla estremeciéndose encantado por la acidez. -¿Sabeis? Hiperdeberíamos hacer un desayuno conjunto también, como si, eso. -Señalo al bol de Rua. -Una macedonia o algo así.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
30/01/20, 02:48 pm
Cuando empezó a aparecer gente por la cocina, el nombrado se estiró en su lecho de pieles y fue a saludar. Le seguían pareciendo incómodas las sillas, pero tampoco quería sentarse en el suelo con la gente alrededor así que se resignó a quedare de pie. Apenas dijo un "buenos días" y siguió con su filete en la mano. A bocados. Pero había cogido un plato para que no chorreara el aceite, consejo de sus compañeros.
Un poco después, empezaron a hablar de un huerto. Lo había pensado alguna vez, pero no lo había planteado porque no sabía nada útil al respecto. En cambio, Toni sí parecía saber, así que se acercó al grupo que lo estaba comentando.
—Si tenéis idea, yo lo haría. Total, no tenemos tampoco nada mejor que hacer en esta monotonía de refugio, así que yo me apunto. —Se notaba que se aburría y cualquier actividad nueva sería bien recibida.
Pero otros también hablaron de salir a explorar. Era otra cosa que tenía en mente y que le parecía más urgente, así que empezó a devorar el filete con rapidez. Solo tenía una duda.
—¿Tenemos suficiente para descartas las cestas de hoy o recogemos las provisiones con las bolsas y exploramos después? —En efecto, daba por hecho que iban a salir, y añadió un agradecimiento al final—: Gracias por las bolsas, por cierto.
Un poco después, empezaron a hablar de un huerto. Lo había pensado alguna vez, pero no lo había planteado porque no sabía nada útil al respecto. En cambio, Toni sí parecía saber, así que se acercó al grupo que lo estaba comentando.
—Si tenéis idea, yo lo haría. Total, no tenemos tampoco nada mejor que hacer en esta monotonía de refugio, así que yo me apunto. —Se notaba que se aburría y cualquier actividad nueva sería bien recibida.
Pero otros también hablaron de salir a explorar. Era otra cosa que tenía en mente y que le parecía más urgente, así que empezó a devorar el filete con rapidez. Solo tenía una duda.
—¿Tenemos suficiente para descartas las cestas de hoy o recogemos las provisiones con las bolsas y exploramos después? —En efecto, daba por hecho que iban a salir, y añadió un agradecimiento al final—: Gracias por las bolsas, por cierto.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
30/01/20, 03:52 pm
Rua añadió una serie de ideas que también constituían retos a la hora de plantar, como no controlar el clima ni, añadió para sí la cercana, el tipo de verduras que venían en las cestas. Entre todos solo habían sabido poner nombre a un porcentaje bajísimo de las cosas con las que los alimentaban, lo que también quería decir que iban a cometer muchos errores a la hora de cultivarlas.
—Lo mejor que podemos hacer es investigar, hacer pruebas y ver qué es lo que funciona y lo que no —dijo tras Rua. Pensaba en qué armas del sótano podrían usarse para ablandar la tierra, y en qué verduras de las cestas podrían volver a brotar, aunque tenían que solucionar antes lo de la tierra, y Toni tenía algunas ideas interesantes para que aquello funcionase—. Sería mejor evitar la arena, no es mejor que la tierra que hay aquí. Pero si encontrásemos tierra lo más oscura posible y la trajésemos ya tendríamos la mitad del trabajo hecho —repuso, admitiendo que, aunque iba a ser duro, tenía sentido cargarla hasta allí para enriquecer la del patio—. También tendríamos que evitar usar estiércol tan cerca de la boca del pozo, pero podemos reservar todos los restos de verduras crudas y las cáscaras de huevos para hacer abono con ellos. Es lo que hacía mi padre, y además no olía tan mal. —En Islasanta, y durante bastantes años, Anaide había continuado plantando coles y especias en tiestos dentro de la habitación que compartían, de modo que siempre tuviesen algo con qué hacer una sopa los días que no se podían permitir comprar alimentos. Precisamente por eso la cercana se mostraba favorable a la idea del pequeño huerto.
Algunos ya estaban hablando de la salida que harían ese día, entre otras cosas. La cercana, al no ir, sentía que no tenía demasiado derecho a opinar, y prefirió continuar hablando sobre el huerto. Al ver que algunos, como Nery’s, no tenían mucha idea de cómo crecía una planta, se sintió un poco más segura de sí misma opinando sobre el tema.
—Tenemos que intentar conseguir semillas de coles, que es de lo que se da mejor en tierra poco profunda. ¿Creéis que pueden volver a brotarle raíces a las que vienen en las cestas si se ponen en agua o tierra? Como algunas plantas lo hacen… —Tendrían que sacrificar comida para experimentar, pero si podían permitírselo en algún momento, era ese, mientras los rocavarancoleses siguiesen mandándoles cestas a diario.
—Lo mejor que podemos hacer es investigar, hacer pruebas y ver qué es lo que funciona y lo que no —dijo tras Rua. Pensaba en qué armas del sótano podrían usarse para ablandar la tierra, y en qué verduras de las cestas podrían volver a brotar, aunque tenían que solucionar antes lo de la tierra, y Toni tenía algunas ideas interesantes para que aquello funcionase—. Sería mejor evitar la arena, no es mejor que la tierra que hay aquí. Pero si encontrásemos tierra lo más oscura posible y la trajésemos ya tendríamos la mitad del trabajo hecho —repuso, admitiendo que, aunque iba a ser duro, tenía sentido cargarla hasta allí para enriquecer la del patio—. También tendríamos que evitar usar estiércol tan cerca de la boca del pozo, pero podemos reservar todos los restos de verduras crudas y las cáscaras de huevos para hacer abono con ellos. Es lo que hacía mi padre, y además no olía tan mal. —En Islasanta, y durante bastantes años, Anaide había continuado plantando coles y especias en tiestos dentro de la habitación que compartían, de modo que siempre tuviesen algo con qué hacer una sopa los días que no se podían permitir comprar alimentos. Precisamente por eso la cercana se mostraba favorable a la idea del pequeño huerto.
Algunos ya estaban hablando de la salida que harían ese día, entre otras cosas. La cercana, al no ir, sentía que no tenía demasiado derecho a opinar, y prefirió continuar hablando sobre el huerto. Al ver que algunos, como Nery’s, no tenían mucha idea de cómo crecía una planta, se sintió un poco más segura de sí misma opinando sobre el tema.
—Tenemos que intentar conseguir semillas de coles, que es de lo que se da mejor en tierra poco profunda. ¿Creéis que pueden volver a brotarle raíces a las que vienen en las cestas si se ponen en agua o tierra? Como algunas plantas lo hacen… —Tendrían que sacrificar comida para experimentar, pero si podían permitírselo en algún momento, era ese, mientras los rocavarancoleses siguiesen mandándoles cestas a diario.
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejosPersonajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: Torreón Sendar
30/01/20, 04:01 pm
Cuando Toni escucho la voz del frivy solo pensó en un campo de amapolas. Respira Toni respira, pensó antes de contestar.
- Le preguntas a Kiki, ¿no se supone que tú lo sabes todo?- abrió los brazos señalando el sitio donde estaban- Ilustranos con tu sabiduría.
- Solo es una idea, llevo días dándole vueltas y lo pongo en conocimiento de todos por si tenéis una idea para hacerlo de la mejor manera posible.
Miró a Kiki mientras decía- ¿no tenemos nada que perder no? Puedes dar tu opinión con la info que tenemos, ya sabemos que este nos ocultó información, pero dudo que tenga más. Vamos es que la tiene y ya le planto el huerto en la cabeza.
En el momento que lo dijo se dió cuenta que el tono no era el adecuado, ni el tono ni las palabras, pero total, estando en la situación donde estaban qué más da. Le estaban apoyando por primera vez en su vida y eso le había creado un calor en el vientre que le había dado el valor para enfrentarse a Nerys - Perdón- dijo respirando hondo- no quise decir eso, estoy un poco nervioso- intento no mirar a Nerys- Yo he propuesto la idea del huerto, podemos mirar como hacerlo entre todos.
- Y Nerys, por favor, si tienes más información de este maravilloso lugar dilo, porque me niego un poco a que todo lo que propongamos el resto tenga que pasar por tu filtro. Entiendeme, es algo incomodo.
Cuando Iemai comenzó a proponer ideas Toni pensó en darle un beso en la frente pero inmediatamente se dio cuenta que seria mala idea.
- Sí, no se si tienes intención de salir pero podemos encargarnos de buscar la tierra que dices nosotros. A ver, no tengo mucha idea de abonos, la verdad. Pero podemos investigar, no perdemos nada. Igual algo de comida pero no encuentro otra forma.
- Le preguntas a Kiki, ¿no se supone que tú lo sabes todo?- abrió los brazos señalando el sitio donde estaban- Ilustranos con tu sabiduría.
- Solo es una idea, llevo días dándole vueltas y lo pongo en conocimiento de todos por si tenéis una idea para hacerlo de la mejor manera posible.
Miró a Kiki mientras decía- ¿no tenemos nada que perder no? Puedes dar tu opinión con la info que tenemos, ya sabemos que este nos ocultó información, pero dudo que tenga más. Vamos es que la tiene y ya le planto el huerto en la cabeza.
En el momento que lo dijo se dió cuenta que el tono no era el adecuado, ni el tono ni las palabras, pero total, estando en la situación donde estaban qué más da. Le estaban apoyando por primera vez en su vida y eso le había creado un calor en el vientre que le había dado el valor para enfrentarse a Nerys - Perdón- dijo respirando hondo- no quise decir eso, estoy un poco nervioso- intento no mirar a Nerys- Yo he propuesto la idea del huerto, podemos mirar como hacerlo entre todos.
- Y Nerys, por favor, si tienes más información de este maravilloso lugar dilo, porque me niego un poco a que todo lo que propongamos el resto tenga que pasar por tu filtro. Entiendeme, es algo incomodo.
Cuando Iemai comenzó a proponer ideas Toni pensó en darle un beso en la frente pero inmediatamente se dio cuenta que seria mala idea.
- Sí, no se si tienes intención de salir pero podemos encargarnos de buscar la tierra que dices nosotros. A ver, no tengo mucha idea de abonos, la verdad. Pero podemos investigar, no perdemos nada. Igual algo de comida pero no encuentro otra forma.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Sendar
30/01/20, 05:42 pm
-Depende de la planta y el ambiente y….- Le contesto a Nery’s despacio antes de quedarse semicongelada.
En la Tierra la habían llamado, cerebrito, sabelotodo, nerd, aburrida, empollona, matada, y aproximadamente unas 14 palabras más tratando de hacerla sentir mal en muchas circunstancias diversas, por eso en la mente de Kyllikki solo había un largo, laaaargo suspiro cuando termino de oír a Toni. Aunque no le habían dicho nada de aquello, estaba a punto de poner los ojos en blanco pensando en irse a cualquier lado, como solía hacerlo en su mundo, escapando de cualquier confrontación, pero cuando su vista paso por Nery’s, a quien pensaba que se pondría a discutir, y lo vio bostezando descaradamente, una chispa se prendió dentro y se le vino la idea de que no estaba en casa, no tenía donde huir, ni porque huir, ni se pasaría quien sabe cuánto tiempo recluida en una habitación rumiando posibles conversaciones o respuestas que normalmente solían llegar a su cabeza tiempo después. No sabía siquiera si estaba defendiendo un punto, o al frivy o qué, pero gracias a las innumerables horas hablando sola en su cabeza, tenía siempre algunos argumentos. Así que aunque jamás, jamás, lo había hecho, aunque nunca pero nunca había discutido antes, Kiki tomo aire para responder.
- Primero…nop, n-no hay nada que perder, y no me estaba poniendo en contra de tu idea…Segundo…sip, solo di m-mi opinión con lo que sabemos, él mintió, nos mintieron para traernos aquí, seguramente nos iban a mentir más si nos decían más cosas, pero la información no solo es lo que te dicen, sino lo que puedas sacar en claro – Se levantó aun sin acabar su taza y acomodo la silla donde estaba sentada antes de continuar mientras enrojecía levemente. - Lo único que mencioné fue que el proceso para conseguir alimentos sustentables de la agricultura no es de dos semanas o dos meses, al menos no como para suplantar a lo que nos dan en las cestas por ahora, bien podemos estar mucho mucho tiempo aquí antes de que nos den la magia que nos prometieron, o pase lo que esos seres esperen que pase, o quizás suceda tan pronto que no tengamos tiempo de ver si funciona o no el huerto…-Levanto una mano por si alguien quería interrumpirla para que la dejen seguir. Estaban ocurriendo miniexplosiones y gritos dentro de ella pero no quería detenerse.- Y….no me estoy negando a ayudar, los ayudare, es más espero que tu idea de frutos, literalmente, y que cuando pase eso , no vengas a restregármelo en la cara, porque si falla yo no seré tan mezquina de alegrarme por eso… – Empezó a caminar para salir de la cocina dándole un pequeño golpe en el abdomen a Nery’s, esta vez si era un ”Ahora te toca”, pero se detuvo en la puerta, con tu té ya frío en la taza solo para aclarar algo. - Y como soy humana también, y yo misma podría pensarlo…No, no estoy defendiendo al grandulón, porque él puede defenderse muy bien solo…pero si, prefiero creerle a él que andar a ciegas y con esperanza en un maldito mundo nuevo.
Después de eso se iría con pasos lentos hacia el sótano. El interior de la humana era un caos de gritos y gatos arañando, su corazón empezó a latir como si quisiera explotar y su cara a ponerse roja al nivel máximo, su garganta se secó, así que no podría responder, pero no correría ni regresaría si es que alguien la llamaba, solo seguiría camino al sótano y se haría bolita respirando pesadamente varios minutos antes de ponerse a buscar cualquier cosa con tal de calmarse un poco y dejar que su mente dejara de darle vueltas una y otra vez a lo que había dicho.
En la Tierra la habían llamado, cerebrito, sabelotodo, nerd, aburrida, empollona, matada, y aproximadamente unas 14 palabras más tratando de hacerla sentir mal en muchas circunstancias diversas, por eso en la mente de Kyllikki solo había un largo, laaaargo suspiro cuando termino de oír a Toni. Aunque no le habían dicho nada de aquello, estaba a punto de poner los ojos en blanco pensando en irse a cualquier lado, como solía hacerlo en su mundo, escapando de cualquier confrontación, pero cuando su vista paso por Nery’s, a quien pensaba que se pondría a discutir, y lo vio bostezando descaradamente, una chispa se prendió dentro y se le vino la idea de que no estaba en casa, no tenía donde huir, ni porque huir, ni se pasaría quien sabe cuánto tiempo recluida en una habitación rumiando posibles conversaciones o respuestas que normalmente solían llegar a su cabeza tiempo después. No sabía siquiera si estaba defendiendo un punto, o al frivy o qué, pero gracias a las innumerables horas hablando sola en su cabeza, tenía siempre algunos argumentos. Así que aunque jamás, jamás, lo había hecho, aunque nunca pero nunca había discutido antes, Kiki tomo aire para responder.
- Primero…nop, n-no hay nada que perder, y no me estaba poniendo en contra de tu idea…Segundo…sip, solo di m-mi opinión con lo que sabemos, él mintió, nos mintieron para traernos aquí, seguramente nos iban a mentir más si nos decían más cosas, pero la información no solo es lo que te dicen, sino lo que puedas sacar en claro – Se levantó aun sin acabar su taza y acomodo la silla donde estaba sentada antes de continuar mientras enrojecía levemente. - Lo único que mencioné fue que el proceso para conseguir alimentos sustentables de la agricultura no es de dos semanas o dos meses, al menos no como para suplantar a lo que nos dan en las cestas por ahora, bien podemos estar mucho mucho tiempo aquí antes de que nos den la magia que nos prometieron, o pase lo que esos seres esperen que pase, o quizás suceda tan pronto que no tengamos tiempo de ver si funciona o no el huerto…-Levanto una mano por si alguien quería interrumpirla para que la dejen seguir. Estaban ocurriendo miniexplosiones y gritos dentro de ella pero no quería detenerse.- Y….no me estoy negando a ayudar, los ayudare, es más espero que tu idea de frutos, literalmente, y que cuando pase eso , no vengas a restregármelo en la cara, porque si falla yo no seré tan mezquina de alegrarme por eso… – Empezó a caminar para salir de la cocina dándole un pequeño golpe en el abdomen a Nery’s, esta vez si era un ”Ahora te toca”, pero se detuvo en la puerta, con tu té ya frío en la taza solo para aclarar algo. - Y como soy humana también, y yo misma podría pensarlo…No, no estoy defendiendo al grandulón, porque él puede defenderse muy bien solo…pero si, prefiero creerle a él que andar a ciegas y con esperanza en un maldito mundo nuevo.
Después de eso se iría con pasos lentos hacia el sótano. El interior de la humana era un caos de gritos y gatos arañando, su corazón empezó a latir como si quisiera explotar y su cara a ponerse roja al nivel máximo, su garganta se secó, así que no podría responder, pero no correría ni regresaría si es que alguien la llamaba, solo seguiría camino al sótano y se haría bolita respirando pesadamente varios minutos antes de ponerse a buscar cualquier cosa con tal de calmarse un poco y dejar que su mente dejara de darle vueltas una y otra vez a lo que había dicho.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Sendar
30/01/20, 06:08 pm
Sentada a la sombra, le llegaron un sinfin de voces, pero ninguna era la que quería oír: una voz nueva y desconocida que, sin querer, imaginaba como el crepitar de una llama oscura que ardía en su cráneo. Aramara no respondió y, aunque estaba familiarizada al silencio de los dioses, la cercana culpó a sus compañeros por la interferencia. Oyó sobre el huerto y sobre la tierra y sobre las cestas y sobre Frivowaldanny, hasta que, de nuevo sin querer, su mente se llenó de una cacofonía desagradable de respuestas que no les daría, de afirmaciones y negaciones a las diferentes partes del diálogo que se cocía dentro de la cocina; pensamientos que se guardaría para sí misma y que le impedían compartir con la diosa mensajera.
En un arranque egoísta deseó que se callaran, pero finalmente optó por levantarse, abandonar el patio y buscar una habitación vacía en los pisos de arriba. Cerró la puerta, la atrancó con el esqueleto de una cama y su colchón y se sentó en una esquina, lejos de la ventana y de la luz que entraba a través de ella.
>>Hola, Aramara. Espero que me estés escuchando aunque esté tan lejos de casa. Sé que siempre empiezo de la misma forma, pero hay algo que me escama en este lugar y la idea de que mis mensajes no te lleguen me reconcome, espero que no te importe si peco de repetitiva. Estaba pensando en lo del otro día y…
Si alguien intentaba entrar, Ulmara le pediría por favor que la dejara a solas.
En un arranque egoísta deseó que se callaran, pero finalmente optó por levantarse, abandonar el patio y buscar una habitación vacía en los pisos de arriba. Cerró la puerta, la atrancó con el esqueleto de una cama y su colchón y se sentó en una esquina, lejos de la ventana y de la luz que entraba a través de ella.
>>Hola, Aramara. Espero que me estés escuchando aunque esté tan lejos de casa. Sé que siempre empiezo de la misma forma, pero hay algo que me escama en este lugar y la idea de que mis mensajes no te lleguen me reconcome, espero que no te importe si peco de repetitiva. Estaba pensando en lo del otro día y…
Si alguien intentaba entrar, Ulmara le pediría por favor que la dejara a solas.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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