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Torreón Sendar

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Jack
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Jack
Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
Jack: Vampiro de humo terrícola.
Atol/Skarog: Helión libense.
Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
Tawar: Repobladore de la montaña

Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.

Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco


Humor : Os falta bosque, gigantes

Torreón Sendar - Página 45 Empty Torreón Sendar

17/04/19, 01:21 am
Recuerdo del primer mensaje :

Magia:


La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.

Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.

No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!  
¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.

Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.


Última edición por Jack el 23/05/19, 01:37 pm, editado 1 vez

_________________________________________

No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground

Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

18/08/20, 02:59 pm
Cuando bajó Fleur y le preguntó, se encogió de hombros.
Pues un poco sí pero un poco no. Intento no pensar en todo lo malo... y centrarme en encontrar más información sobre la magia. Tiene que haber alguna razón... —y entonces apareció Nery's y le sonrió con sinceridad. Se había esforzado adrede con el desayuno y le venía bien que lo notaran—. Buenos días, gracias. Justo le estaba diciendo a Fleur que tengo ganas de ir a ese sitio, sí. Espero que os guste lo que preparé.

También habían bajado las cercanas y la amiga de Fleur. A veces le daba envidia que hubiera más de una persona de un mismo mundo natal porque podían entenderse mucho mejor si compartían culturas similares o experiencias similares. Él había nacido en una fuente, había sido esclavo de los hijos del dragón durante años y después se había liberado con los nombrados, y también había sobrevivido a duras penas a su rito de iniciación y había explorado el vasto mundo en el que vivían. ¿Qué experiencias previas a venir a ese mundo compartía con ellos? A veces se veía muy solo, y le daba miedo verse abandonado por las lunas si no era capaz de ganarse su don de la energía superior.
Yo quiero saber más de magia y averiguar cómo funciona, porque no creo haber hecho nada ofensivo para mi luna Kepryna, que ya me dio el don de la doma. No sé lo que nos encontraremos allí, prefiero no pensarlo demasiado —dijo en un tono que demostraba no tener muchas ganas de seguir hablando de eso concretamente. Tenía ánimo de ir, sí, sin duda, pero no quería ni imaginar qué aprenderían allí.

Cuando terminó su desayuno, se levantó a recoger y preguntó quiénes irían esa vez, añadiendo que sería comprensible si querían ir todos. Después fue a por sus armas y cuando el grupo estuvo listo salieron como tantas otras veces. En esta ocasión, sin embargo, tenían un objetivo claro y conocían la ruta.

Sigue en la Biblioteca Mágica
Lathspell

Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

19/08/20, 07:15 am
Aquel día la cabeza de Kiki solo tenia interés por la magia, era como darle un nuevo juguete a una niña, que quería descubrirlo todo, TODO. Ni siquiera se percato de que Nery´s no había hecho ningún hechizo, supuso que como gobernante en su mundo no necesitaba esa clase de poderes y no le dio mayor importancia. En el resto del día estuvo tentada a probar los demás hechizos uno tras otro hasta perfeccionarlos. Había bajado y subido varias veces, paseándose por el torreón dando saltos y había tratado de leerlos directamente, pero tuvo que ponerse a practicar más lentamente, aunque sin atreverse a lanzarlo sobre alguien más. Fue alrededor del sexto o séptimo hechizo que lo dejo. Se sentía cansada, espesa mentalmente, y probablemente mas torpe de lo habitual. No notaba cansancio muscular pero si una tensión en su ser que la hacía sentirse lenta y aunque ella querría descubrir sus límites lo antes posible, la idea de quedar exhausta y no poder salir por magia al siguiente día basto para convencerla.

En la mañana aún estaba con sueño y cansancio. Fue consciente que le dijo algo al frivy cuando este se despertó primero pero no podría saber que fue. Se retorció en la cama tratando de conciliar el sueño nuevamente cuando la idea de la salida la asalto. Salto de la cama dando un gritito y se apresuro a cambiarse, a buscar algunas pocas pertenencias y un par de trapos con los que envolver los libros que encontraran. Bajo las escaleras dando saltitos, sin peinarse, sin sueño, sin hambre y sin nada mas que pura expectativa.

- magia magia magia magia magia magia magia magia magia magia magia magia magia – fue canturreando mientras escuchaba las voces de los demás en la cocina. Entró asomando la cabeza primero y los saludo con un movimiento pequeño de la mano antes de acercarse a Nery´s – Hooola buenos días…. ¿vamos? ¿vamos? ¿vamos? ¿vamos? Yo también quiero traer todo lo que podamos o lo que nos dejen o como sea que en este mundo administren los conocimientos para los secuestrados…. heyy dame dame dameee

Extendió sus manos hacia el frivy y lo aparto riendo cuando este quiso besarla, y fue hacia su objetivo, tomo un poco de su comida y espero nerviosa e hiperactiva dando pequeñas mordiditas hasta que todos estuvieran listos para poder salir a buscar mas hechizos.
Evanna

Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

21/08/20, 02:46 pm
Rua no podía estar más incrédula por lo que había conseguido y la sensación de satisfacción se mezclaba con la preocupación ¿sería su teoría cierta entonces y pasaba algo con ella solo cuando toca a ciertos compañeros en particular? No sabía que pensar por intento atender a los intentos de los demás por hacer magia, viendo quienes los hacían y quiénes no. Hasta que Toni se le acerco, luciendo un tanto extraño. La sueca le miro confundido ante la sonrisa un tanto inusual del español y asintió hacia su pedido de hablar con él, cuando ni siquiera intento aprobar los hechizos.

Rua no fue de inmediato aun asi, necesitndo cerciorarse de que sus teorías eran ciertas o no. Vio a Maila pudiendo hacerlo, mas Pefka no obtuvo resultado alguno, lo mismo ocurrió con Ulmara. << Umara no puede y ella me toco y no le paso nada ¿tal no afecta a los que pueden hacer magia? >> solo teorizaba ni siquiera sabía si realmente ella “provocaba” algo en la gente cuando las tocaba.

No pudo quedarse más tiempo reconfirmar y ver que hacían el resto, ya que creyó que había pasado bastante tiempo allí observándolos y debía hablar con Toni. Seguramente se enteraría a lo largo del día quienes habían podido y quienes no. Dejo la hoja en la mesa pidiendo que nadie la acaparara todo el día porque ella también quería seguir estudiando los hechizos faltantes. Todo eso con una sonrisa radiante, subiendo a hablar con Toni, en el trayecto de subida, como si aún no pudiera creérselo, volvió realizar el hechizo de luz, con la misma facilidad de antes, sintiendo el cosquilleo en sus dedos. La ligera luz reflejándose en sus ojos rosados.

Encontró a Toni en la azotea, algo un tanto preocupante y se acercó a el para hablarle, mientras la bolita de luz en sus manos desaparecía. Estuvo hablando con el allí un buen rato, pues parecía querer desahogarse.

Cuando la charla con el chico español terminó y esperando que el chico estuviera algo más tranquilo y mejor de ánimos, Rua se propuso ir a aprender el hechizo térmico, siendo el primero que le intereso. El deseo de ver si podía hacerlo, hasta donde llegaba su capacidad y ese cansancio que Ulmara había mencionado y sobretodo la posibilidad de darse un baño caliente en condiciones, eran su mayor inspiración.

A lo largo de la tarde pudo estudiar el hechizo, térmico, haciendo sus intentos en el salón con un vaso de agua, mientras la gente y venia pasando la hoja que ella también había tenido tiempo de repasar. Fue asi que pudo descubrir que había más gente pudiendo hacer magia, como era el caso de Fleur, por ejemplo. Algunos eran más reservados que otros a la hora de mostrar si tenía o no capacidad.

Rua se mantuvo practicando el hechizo térmico una vez logro hacerlo sobre el vaso de agua, intentando ver cómo funcionaba eso de calentar o enfriar el agua, pero cuando sintió el agotamiento tras varios hechizos hechos, como si hubiera sigo drenada de energía decidido tomar un descanso. No sabía cuánto tiempo podía tardarse en estar mejor para aquello, peor al menos había conseguido algo de frutos sus intentos. Ahora al menos no iba a necesitar calentar al agua al fuego para hacerte un té calentito o un vaso bien fresquito de agua, todo fuera cuando controlara como se subía o bajaba la temperatura << Vamos a ir subiendo de nivel de poco la cantidad de agua…muy intensita estaba yo pensando que ya tendría un baño caliente a lo fácil >> pensó divertida pero más enérgica y satisfecha que nunca a pesar del cansancio y más motivada si cabe aun e ir a la excursión al día siguiente.

Se tomó un baño a la antigua, sin tener más remedio rellenando cubos y con agua medio tibia con el pensamiento firme de que eso no duraría muchos días más, o eso esperaba. Una vez en el cuarto y siendo que no tenía ronda de vigilancia al menos por es anoche durmió del tirón, siendo despertada en la mañana entre refunfuños por Pefka.

Toda despeinada pero más espabilada y enérgica de lo normal, Rua se levantó, se aseso lo mejor que pudo para estar bien frescas e visito y bajo a desayunar con el esto que ya andaba reunidos, no queriendo perder el tiempo luego.

Decir que todos andaba motivados por la salida a la biblioteca era quedarse corto, incluso Pefka, que había estado cabizbajo y malhumorado buena parte del día anterior estaba bastante enérgico con el pensamiento de ir. Tal vez allí habría algún mecanismo para que el pudiera hacer magia también, no lo sabría hasta ver que podía ofrecerles la biblioteca.

Sigue en la Biblioteca
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

04/09/20, 01:36 pm
Fleur comprobó con simpatía que había provocado un poco de risa en Nery´s y le devolvió una sonrisa amable antes de intentar evitar que el frivy la tocara, no estaba muy acostumbrada a bromas de contacto físico así que se retiró entre gestos de timidez.
Gracias, muchas gracias de verdad —le diría con extremada educación a Biblios mientras se disponían a marcharse, ya habían reunido todos los libros seleccionados por cada uno y aun así a la francesa le saltaban dudas que no diría en voz alta por no molestar a aquel hombre. Antes de partir en dirección a Sendar y con la duda de si Qwara y Sarah estarían bien Fleur le dio las gracias al bibliotecario como dos veces más, pensando inocentemente que de encontrar algún peligro por las cercanías podrían resguardarse en aquel lugar al menos hasta que pasase la tormenta.


Por suerte en el viaje de vuelta no tuvieron ningún encuentro con Setenta y Siete, ni tampoco en las semanas venideras que para la joven pasaron demasiado deprisa. Fleur logró soportar el paso del tiempo en aquella ciudad extramamente loca enfrascándose en la traducción de los tomos seleccionados, una de las cosas que había echado de menos en el convento era el estudio riguroso de cosas que le gustaban y traducir hechizos para poder realizarlos más tarde sin duda entraba dentro de sus gustos. Así que fue una de las que más participó para encontrar la manera de descifrar lo que aquellos libros escondían encontrando patrones que se hacían más sencillos conforme se adaptaba a ellos. Costaba demasiado esfuerzo en muchas ocasiones pero Fleur incluso estuvo dispuesta a quedarse hasta altas horas de la noche para terminar rendida en uno de los sofás del salón.

Sin embargo no todo eran buenas noticias. A medida que los libros cayeron en el poder del grupo uno de ellos dio un vuelco a su situación y creyeron entender algo que traería de cabeza a la chica por mucho tiempo. La posibilidad de que al superar la prueba una horda de monstruos surgieran con la llegada del astro rojo, y ellos pudieran estar ahí para alimentarlos. El acontecimiento le resultó desastroso y bastante preocupante, además de hacerle preguntarse por qué dejarían que pasaran todo aquello si al final iban a ser devorados o asesinados por igual. Para la francesa no tenía sentido alguno pero se obligó a callar esas voces, nada tenía sentido en Rocavarancolia y de alguna manera debían prepararse por mucho temor que tuviera al desenlace. De manera que disgustada tuvo que hacer acopio de toda su voluntad para no caer en una espiral de horror y tristeza. Fleur fue mejorando bastante con el uso del arco hasta el punto del alcanzar los objetivos marcados con frecuencia y su rendimiento físico para correr se fue estabilizando. Pero para ella el descubrimiento más asombroso fue otro y no pudo sentirse más bendecida y afortunada, pronto descubrió que era de las más aventajadas con la magia junto con Kiki, aunque ninguna superaba a Rúa, quién parecía tener el mayor aguante de todos. Poco a poco fue aprendiendo varios de los hechizos, creando una pequeña adicción en ella por llegar hasta el límite de sus fuerzas y sabiendo que podía ser útil de la misma forma que otros eran superiores en muchas cosas a ella. Lo que el libro de historia contaba solo podía motivarla más a poder defenderse y con mucha práctica llegó a levitar como mucho a una persona.

Fleur encajó todos los cambios que venían con el paso de los días y las noches sin deshacerse de su fe. Más bien todo lo contrario, se apegó a ella como a un clavo ardiendo. Antes de dormir rezaba todas las noches, primero agradeciendo que ella tuviera el don de hacer la magia (tanta devoción al fin le había servido para algo) pero sobretodo oraba por sus compañeros uno por uno, realizando pequeñas plegarias para que por favor independientemente de en qué creyeran Él los protegiera a todos. Comenzó a creer que así era, porque por mucho tiempo no les pasó nada destacable, ni siquiera cuando escucharon un anuncio sobre el mundo de Nery´s y que ahora sabían de la existencia de la ciudad, o cuando encontraron ciudadanos de manera más directa, unos más agradables a la vista que otros. La realidad es que a diferencia del grupo de Maciel (con quiénes seguían manteniendo contacto) de momento todos permanecían con vida. Era demasiado arrogante pensar que la suerte no tenía nada que ver pero sin quererlo la francesa a veces bajaba la guardia y se adaptaba a la rutina.

Con la llegada de vientos más presentes y una primera estrella brillante a la que le precedieron pocas más la francesa también fue variando a la par que el clima. El miedo subyacente y momentos también calmados y divertidos fueron uniéndola no sólo a Rúa, también a un grupo que cada vez empezaba a considerarlo como prácticamente sus amigos. A esa sensación se le unió que expresarse le costaba cada vez menos y ser ella resultaba mucho más sencillo y acomodado ahora que podía hacerse escuchar sin desfallecer en el intento. Pero con quien experimentó una unión mucho más fuerte fue con Maila, los abrazos y gestos de cariño entre ellas aumentaron considerablemente y de manera latente fue deseando y guardando en su mente los ratos a solas que pasaban juntas en la azotea.


La noche anterior se había prometido intentar despertar temprano para, de una vez por todas, traducir los cinco hechizos que les faltaban. Pero el motivo por el que Fleur abrió sus ojos empañados en lágrimas a las primeras luces del alba fue uno bien distinto. De un sobresalto se incorporó en la cama y golpeó con el codo a la hawaiana sin pretenderlo.
¡No, no! ¡MAILA! —su grito resonó por una habitación aún durmiente mientras se llevaba las manos a la garganta extrañada, podía chillar y hablar. Ya no era un cisne. Ni estaba atrapada en ese bosque ardiente parecido al mismísimo infierno condenada a bailar por siempre. Con la mirada compungida por el horror comenzó a abrazarse a sí misma tras prevenir que su madre no se encontraba en la habitación con su mirada llena de odio. Había sido real, estaba segura de ello y no era capaz de procesar todos los estímulos— ¡La Luna... era roja! Y tú... y Rúa...—diría entre balbuceos incomprensibles sin poder consolarse y tranquilizarse del todo. ¿Había sido una pesadilla? ¿Por qué había soñado que se casaba con Maila y qué significaba?.

>>Por favor, dime qué me está pasando<<
Evanna

Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

04/09/20, 05:40 pm
No tardaron demasiado en decidir los libros faltantes, lo que fue una inmensa suerte, a Rua le aprecia una excelente idea tanto el libro de fundamentos de la magia como ese que habían traído Toni sobre la historia de esa ciudad. Ciertamente saber un poco más del lugar donde estaban podían ser algo bastante importante.

La despedida del ser de la biblioteca, le sorprendió un poco al inicio. Pues incluso su tono aprecia haberse relajado o algo así. Rua se despediría entre una mezcla de confusión y satisfacción. No es como si la opinión de los habitantes de la ciudad le importara en si. Pero saber que de alguna forma habían logrado devolverle sus propias palabras a uno de ellos, cuando ya se habían hecho un juicio que no era de su grupo, era bastante satisfactorio.

EL viaje de vuelta fue tranquilo, incluso cuando pasaron por aquella enorme brecha, esa tumba de huesos, cuya información esperaba vieira en el libro de historia, porque natural ciertamente no parecía. Ya en el torreón y tras dejar los libros organizaron un poco la comida que llevarían, de la que poseía ya que ese día no irían por las cestas, para llevárselas a los macieleros y de nuevo otro pequeño grupo se organizó para llevarles la comida tal y como habían prometido. Así como darles la promesa de hacer lo mismo con los apuntes de magia que habían obtenido de los libros en cuanto tuvieran algo con sentido, pues aun debían traducirlos.

Y en eso justamente se enfrasco Rua, con ayuda de Kiki y Fleur en la traducción de los hechizos que encontraron en ambos libros. Se ofrecieorn por mayor facildia,d una vez que notaorn que Ulmar ano tneia mucha paciencia al respecto cuando intento tambien ayudarles. Rua creo mejor que mas que acapara la amgia en si, al menos al principio, seria mas factible que lo que era traducirlo, solo lo hicieran poquitas persona,s por avanzar mas rápido.

--

Y así fue, Rua junto a Kiki por un lado y Fleur con el otro libro por el otro, iniciaron las traducciones lo mejor que podían. Ella y Kiki se turnaban el libro cuando alguna se agotaba, solo para luego, cuando se juntaban contarse la una a la otra lo que había descubierto para seguir juntas con las traducciones. Los apunes de magia iban creciendo, los hechizos con el pasar del tiempo fueron cobrando sentido e las primeras practicas fueron iniciando, todo poco a poco.

Seguían llevando comida los macieleros y conforme iban traduciendo algunos hechizos también le iban llevando algunos apuntes a estos, aunque fueran de a poco, conforme ellos mismos trabajaban, intentando mantenerlos al día lo mejor que podían.

Con el pasar del tiempo y las prácticas de magia iniciándose, fueron descubriendo aquello del cansancio del que Ulmara hablo en primer lugar y cuanto soportaba cada uno antes de acabar hecho una mierda. Y para sorpresa de la propia sueca la que más resistencia aprecia poseer a realizar hechizos sin agotarse, ella era misma, un tanto por encima de la propia Fleur o de Kiki y aun bastante más por encima de Maila o Ulmara.

Incluso notaron, conforme iba traduciendo y practicando que había hechizos que ni siquiera Kiki o Feur eran capaces de sacar por más que lo intentara, como uno llamado campo de fuerza, que en una de las practicas que tenía intentaron hacer y solo Rua lo logro. Rua estaba por tanto sorprendida e incrédula de aquello, peor se sentía satisfecha y orgullosa de alguna forma, aunque algo temerosas muy en el fondo. Al fin de cuentas, se empezó a hacer evidente que esa cosa que provocaba en los demás cuando la tocaban directamente o ella los tocaba, no era imaginaciones ni de Toni ni de nadie. Todos en algún momento lo sufrieron, un ligero mareo, una especie de momento de confusión o desconexión que pasaba a veces cuando al tocaban, sin que hubiera algún patrón en especial, mas allá de que ocurría a veces independientemente de la persona.

Eso dejo claro a la sueca que el problema no era el resto, sino ella. Quiso preguntarle a Jara en una de las visitas a Maciel para llevarles comida y una nueva tanda de hechizos, dado que ya les habian mencionado que él era la pequeña repobladora, como ahora sabía lo que eran, la que más resistencia poseía al igual que ella, peor no se atrevió. No quería provocar alguna suerte de desconfianza sobre ella misma, de que le pasaba algo, que tenía alguna enfermedad o vete a tu a saber. Aquella preocupación se la guardo para sí misma. O al menos para el otro grupo, aunque si manifestó su temor y dudas con Fleur en una de esas veces que ella y la francesa compartieron un día loco, divertido y surrealista, ya que notaron que iban empezándose a llevar mejor con el tiempo.

Y no solo con Fleur, Rua también empezaba a sentir algo mas cómoda con sus compañeros, als asperezas que habían tenido especialmente al inicio se habían ido diluyendo, al menos la parte más fuerte. Seguía siendo evidente que tenían personalidades muy dispares y algún que otro roce muy ligero ocurría, pero no era algo que llegara la sangre al rio, sino cosas más bien puntuales, cosas más bien normales de tener que convivir. Había mucha gente con carácter en aquel edificio al fin de cuentas.

Rua siguió con sus practica con su ballesta al igual que intento practicar un poco más con ataques con su cuchillo, no perdiendo su rutina y notándose cada vez más hábil y ligera en lo que hacía. Y eso la hizo sentir mejor, especialmente cuando descubrieron algo bastante inquietante del libro de historia, que solo aumento las ganas de todos de aprender a defenderse y protegerse. La idea de que esa “Luna Roja” fuera una especie de simbología o llamado, a un día de sangre, un día de caza para los monstruos de esa ciudad para acabar con ellos una vez madurasen como si fueran tomates, no resultaba tranquilizadora. Y lo peor…tenía sentido, los llamabas “cosechados” al fin de cuentas ¿Qué hacías con una cosecha cuando maduraba? La cortabas, hacías una mermelada de ella o te la comías sin más. Y Rua se negaba a ser el festín albino de nadie.

La llegada de las estrellas por llamarlo de alguna forma, porque el cielo paso de ser un agujero negro inmenso a poseer estrellas de aquí y allá, tras que una especialmente visible apareciera una noche, la descoloco y la intranquilizo a partes iguales. ¿Cómo algo que consideraba normal en su mundo, un cielo estrellado, le daba tan mal rollo en este? Rua hubiera preferido que el cielo se quedara como estaba, así no sentiría como si la llegada de esa estúpida luna roja, fuese literal o no, se hiciera cada vez más cercana

--

Lo sentía, como si filosas garras hurgasen en su pecho, allá donde aquel cuchillo había sido clavado, como intentando sacar todo de ella. Gemidos de terror y angustia, de un una especie de angustia, algunas lágrimas ya se escapaban en medio de su ansiedad, cuando todo se oscureció…cuando vio el desprecio en su madre…cuando sintió aquellas garras urgando.

-Ma…ma…soy yo….mama…ISAK NO! – las últimas palabras de la sueca fueron gritadas mientras se incorporaba con el sudor resbalando por su sienes los ojos desenfocados y amplio, la últimas palabras de la voz de su hermano…proviniendo de aquel muñeco, resonado en sus oídos, cual eco repetitivo.

“Nada de lo que eres te pertenece, gallinita ciega. Ni siquiera la miel”

Rua con los sollozos saliendo, sin percatarse de donde estaba, sin mirar a nada, comenzado a tocarse buscando la textura peluda, presa un ataque de nervios, toco su pecho buscando la herida que aun sentía, aquellas uñas clavándose en su carne hurgando en su interior que aún era capaz de percibir.

“Nada de lo que eres te pertenece, gallinita ciega”

Esa era la voz de su hermano, de su pequeño hermano. Un muñeco, unas garras abriendo la profunda herida producida por su madre.

Rua sintió un escozor y un dolor agudo en sus manos y temblorosa se las miro, ciega y sorda a todo lo que le rodeaba. No sabría si le hablaban en esos segundos de terror. Solo miro sus manos, manos…no garras le alivio momentáneamente, que se encontraban manchadas de un poco de sangre…allá donde las uñas se habían clavado en la piel por la tensión, tan fuerte como para abrirla.

Y en la pseudo oscuridad del cuarto, con el amanecer ya entrando por las ventanas y el reflejo de sus últimas memorias, de aquella miel surgiendo de sus heridas…a Rua le pareció por un instante que la sangre que sus manos poseían, no era roja, sino dorada. Miel.

“Ni siquiera la miel”

Rua se abrazó a sí misma con su respiracion alterada.
Seth
Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental

Personajes :
Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre

Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena

Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

04/09/20, 08:06 pm
Finalmente el grupo reunió todos los libros necesarios y que eran capaces de llevar. Maila soltaría un “Gracias” algo seco. Agradecía que aquel espíritu hubiera rectificado un poco al menos, pero odiaba que la juzgaran antes de conocerla y de todas maneras en aquellos instantes tenía cosas más importantes en las que pensar. Como en volver al torreón sin ningún problema. Por suerte fue justo así como pasó y tras unos momentos de incertidumbre sobre si Qwara y Sarah se encontrarían bien la hawaiana respiró tranquila al verlas de una pieza.



El tiempo pasó, y a pesar de que en algún momento se encontraron con ciudadanos lo cierto es que las salidas fueron muy rutinarias . Maila dedicó todos esos meses a entrenar sin descanso, tanto a nivel físico como mágico. A la chica le había parecido fascinante todos los hechizos que lograron  traducir Fleur, Kiki y Rua y dedicó bastante tiempo a aprenderlos. Ella misma habría intentado traducir, y a pesar de que no era una negada ellas tres traducían mucho más rápido y no deseaba molestar aquellos importantes avances con su lentitud . Sin embargo el grupo descubrió muy pronto que no todos tenían la misma resistencia a la hora de conjurar, y que de hecho había algunos hechizos que no eran alcanzables para todos. La propia Maila era una de las que más se las veía y deseaba con la magia, mucho más que la francesa o la sueca, por eso había decidido entrenarse también físicamente. Había aprendido hechizos útiles, pero si de verdad quería sentirse segura cuando saliera allí fuera no podía depender exclusivamente de su capacidad mágica.

Finalmente había optado por el machete que llevaba tiempo usando, no creía que fuera buen momento para empezar a acostumbrarse a otra arma, y la verdad era que con aquella le iba bien. Era bastante manejable y tenía un buen alcance, aunque tampoco es que fuera a ir de cabeza contra el primer bicho que se les presentara. Por otro lado, su cardio había mejorado al menos un poco, nunca había sido malo de todas formas pero en Rocavarancolia cualquier mejoría era poca , así que seguía dándole bastante importancia en los días que no salía a explorar. Siempre procurando no reventarse si iba a volver a salir pronto. Su relación con sus compañeros fue a mejor si cabía, se sentía cómoda con ellos y sabía que podía contar con cualquiera del grupo de ser necesario. También mantuvieron el contacto con el grupo de Maciel, y la chica se alegró de ver que estaban bien y de que por el momento Setenta y Siete no daba indicios de presencia. Si hubo algo bueno y realmente especial fueron los muchos más ratos a solas con la francesa, y con cada uno de aquellos momentos la hawaiana se sentía en más sintonía con su amiga. Y puede que las mariposas de su estómago revolotearan con mayor fuerza.

Por otro lado el propio tiempo de la ciudad fue cambiando. Ráfagas de viento, días grises, estrellas en la noche... Lo que Maila había considerado una vez algo normal parecía un presagio de algo. Quizás algo que estaba por venir. Era curioso como lo fantástico era la norma en Rocavarancolia, y sin embargo lo que era cotidiano en la Tierra fuera lo extraordinario en aquella ciudad de pesadilla. Como si la Tierra y Rocavarancolia no fueran más que mitades de un todo. Como si fueran mundos reflejos. Todas esos temores sobre que algo estaba cambiando no hizo más que acentuarse con el descubrimiento del libro de Toni. La idea de ser devorada  por monstruos cuando llegara aquella Luna Roja le dotaba a esas nuevas estrellas en el cielo nocturno de un significado muy poderoso. Eran las mensajeras de la Luna, estaba segura de ello, y cuando la hawaiana las observaba desde la seguridad de la azotea casi podía oírlas susurrar: “Ya llega. Prepararos para el festín, monstruos... la cosecha ya casi está madura”. Se sentía engañada y estafada. Y más que nunca ardía en deseos de estamparle un puñetazo en la cara a Akeyo.

Aquella mañana Maila se despertó sobresaltada por unos gritos, provenientes de Fleur. La hawaiana  pegó un grito ahogado por el propio susto y se arrimó rápido a su amiga, visiblemente preocupada al ver su angustia a la vez que confundida por sus palabras.

-¡¿Qué ocurre?!-. Le preguntó mientras la empezaba a abrazar para consolarla.- Tranquila Fleur, ha sido una pesadilla.- Empezó a decir intuyendo que lo que le ocurría a Fleur era que había tenido un mal sueño. No le daría tiempo a decir nada más cuando otro grito la volvió a sobresaltar. Esta vez por parte de Rua.

<<¿Qué está pasando esta mañana?>> Se diría con una sombra de duda en su conciencia  sobre si todo aquello era muy normal. La hawaiana le preguntaría lo mismo a la sueca mientras no dejaba de acariciarle el hombro a su amiga.
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

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06/09/20, 12:22 am
Al final, Ulmara optó por traerse a Sendar los Cuentos y Poemas de Edgar Allan Poe. Llevaban todo lo que tenían y algo le decía que el libro y ella se habían caído bien. Tenía la remota esperanza de que esa página al azar que le habló de un miedo tan hondo fuese un mensaje de Aramara. El primero y el último hasta el momento. Una respuesta, el inicio de algo… Y, no por su libro, pero esa visita al territorio de Biblios fue el inicio de muchas cosas.



La magia la encandiló, pero las alegrías vinieron junto a las decepciones. La cercana tenía mano para la magia, pero muy poca. Se cansaba enseguida, aguantaba muy poco en comparación a otros, especialmente Rua, y sus limitaciones hacían que, hasta los hechizos  más interesantes sirviesen de poco en sus manos. Por si eso fuera poco, su paciencia cada vez menor influía en sus esfuerzos también por traducir. Empezó con muchas ganas de ayudar, pero cada palabra tenía muchas acepciones y muchas posibles pronunciaciones y el alfabeto era extraño y… Si no conseguía resultados rápido acababa molesta, cada día más y más rápido hasta que finalmente se dio por vencida. Ayudaba más si dejaba los libros en manos de Kiki, Fleur o Rua. A cambio, trató de participar en tantas salidas como pudo.

Los mapas les vinieron genial para conocer la ciudad. Ulmara se familiarizó poco a poco con las calles, las direcciones a tomar, los sitios a evitar… Las salidas eran cada vez más: había que comer, había que compartir comida e información y había que reponer el material de escritura. Tres motivos diferentes para abandonar el lugar seguro que tenían, más o menos. En estas salidas comenzaron a entender que la ciudad estaba viva, pero por algún motivo (la intervención) los ciudadanos o bien pasaban de ellos o bien los evitaban. Y mejor así, porque vieron a alguno que daba verdadero terror. Más terror que los sustos de algún que otro bicho extraño.

Era especialmente aterrador después del descubrimiento que hizo Toni al traducir su libro de historia: esos monstruos grotescos que se habían encontrado casualmente estaban esperando a la salida de la Luna Roja para hincarles el diente, o sacrificarlos de alguna manera. Por supuesto que eso no ayudó a los nervios de Ulmara, ni a su paciencia, y la cercana trató de solventar sus problemas con la magia esforzándose el doble en los entrenamientos, en las clases de arte marcial de Qwara o las de tiro de Pefka.

Las noches que no tenía guardia, antes de dormir, utilizaba todos los hechizos que podía para que el cansancio se la llevase a la cama. Se decía que era con la esperanza de mejorar el poco fondo mágico que tenía, pero tal vez solo quería dormir bien. Las noches de guardia, sin embargo, las pasaba con su nuevo amigo Poe y sus poemas y cuentos. A veces hablaba con Aramara y abría el libro con los ojos cerrados, con la esperanza de volver a encontrar respuestas a sus preguntas. No volvió a sentir lo que sintió en la biblioteca, pero se encariñó con el escritor y lamentó con él las muertes que describía. Y pensó en su padre. Y en los lejanos que no eran ni espectros, ni fantasmas, ni espíritus de ningún tipo.

De cara a los demás, trataba de mantener su fachada de normalidad para transmitirles que todo estaba bien, aunque a veces, como cuando se enfadó traduciendo, se le marcaban las grietas. Aun así, sentía que por fin se hacía la confianza, quizás más lento de lo que había esperado, pero justo a tiempo para que sobreviviesen juntos a aquella cacería siniestra que les esperaba. Ahora conocía mejor los límites de Pefka y sabía cuándo tocaba callarse para no asustarlo; entendía algunos de los silencios de Fleur (o eso creía) y sabía que era tan fuerte como Maila, aunque más callada; también había mejorado su relación con el frivy, ahora que entendía un pelín mejor sus procesos mentales; acompañaba a Qwara en la cocina a veces, solo para verla desenvolverse con tanta precisión y charlar de lo diferente que era su porción de Tierra con respecto con respecto a los demás; la excentricidad de Kiki, el dramatismo de Toni y la resolución de Rua…

En definitiva, Ulmara se acostumbraba a su nuevo hogar y a sus nuevos compañeros de casa. Solo había una cosa que sentía que jamás comprendería del todo: la relación entre Kiki y Nery’s; y también había algo que le preocupaba: la salud de Iemai. Con ella se había sentido más unida desde el primer día, aunque también la conocía poco a poco como al resto, y sentía en el pico que le pasaba algo, pero no adivinaba el qué. Y tampoco se sentía capaz de juzgarla como solía, porque la propia Ulmara se sentía peor que nunca. ¿Y quién podía estar bien sabiendo el destino que les esperaba? Era una locura.


…..

La última guardia de la noche le tocó con Qwara, con quien charló hasta que el sueño empezó a tirar de ella. Entonces le preguntó si le importaba que leyera un poco y, ante su respuesta positiva, se fue a un rincón, conjuró una luz mágica y se zambulló en las palabras de aquel señor terrestre, envuelta en una manta para combatir el nuevo frío. Inmersa como estaba, los gritos de no una, sino dos personas diferentes, le hicieron cerrar el libro de golpe y ponerse en pie como un resorte.

¡Huevos! —gritó ella, por el susto.

Respiró hondo, estudió la situación y, al ver que Maila atendía a Fleur, la cercana recortó distancia hasta la cama de la sueca.

Rua, no sé qué ha pasado, pero ha sido una pesadilla —empezó. <<Ni tus madres ni tu hermano están aquí>> se lo calló al entender el daño que podría hacer, más que reconfortarla.

Le acarició la espalda antes de percatarse de la sangre en sus manos. Era poca y la fuente de donde provenía, pequeña.

¿Me dejas que te ayude con eso? Sé que no soy tan buena como tú, pero esas heridas… —había intentado hacer una broma a la vez que tendía una mano para coger las de Rua y, en ese instante en que la tocó directamente, volvió a sentir aquella extrañeza que ocurría a veces con la humana. Por suerte recuperó enseguida el carril de pensamiento—. Con esas heridas puedo hasta yo.


Curar rasguños era de lo mejor que podía hacer ella con sus poderes, una miseria comparado justamente con la persona a la que le ofrecía aquel hechizo sanador.

_________________________________________

No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

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06/09/20, 07:09 pm
El regreso al torreón no tuvo complicaciones. Iemai ya iba lo suficientemente nerviosa, casi temblando,  tras haber abandonado el edificio, como para que se les hubiese presentado delante algún monstruo, del tipo que fuese. Solo poner de nuevo el pie en el torreón y ver que no había pasado nada en su ausencia consiguió calmarla, aunque no del todo. La cercana nunca sentía que pudiese relajarse por completo.

No ayudó a su estado de ánimo que continuase viendo siluetas fugaces por el rabillo del ojo. No sucedía a menudo, pero tendía a pasarle más cuando decidía salir, y ya no sabía si realmente eran espiados, su mente le jugaba una mala pasada, o un poco de ambas cosas. Las primeras veces que le volvió a pasar se lo comentó a sus compañeros, pero al ver que nunca encontraban nada al buscar en las cercanías, Iemai comenzó a dejar de decirlo. Guardarse sus miedos para sí misma no le hacía ningún bien, pero estaba acostumbrada a vivir de ese modo.

El contenido de los libros fue lo que obsesionó a todo el torreón tras la visita a la biblioteca. Iemai, en contra de lo que le habría gustado, solo era un obstáculo a la hora de traducir. Su vista de cerca no mejoraba, si acaso empeoraba con el paso del tiempo, y eso no la ayudaba a la hora de mejorar su velocidad de lectura. A pesar de todo no perdió ocasión de echarle una mano a los traductores con sus modestos conocimientos de magia; al menos la había visto en funcionamiento muchas veces, de algo tenía que servir.

También le dedicó tiempo al resto de libros, a su ritmo y cuando estaban disponibles. El de la ciudad les fue muy útil para guiarse por las calles, aunque la versión de la ciudad que figuraba en él todavía tenía todos sus edificios en pie y no había una grieta enorme cruzándola de lado a lado. El de historia, en cambio, era críptico y complicado de interpretar. Iemai no siempre coincidía con las interpretaciones de sus compañeros, pero tampoco tenía bases para llevarles la contraria. A todos les había asustado asumir que eran una especie de sacrificio, pero Iemai suponía que descubrirían la verdad tarde o temprano.

Tal como les había dicho Biblios, al empezar a salir más empezaron a ver que la ciudad no estaba tan deshabitada como creían, pero no por ello recibieron ninguna clase de ayuda. La mayor parte del tiempo conseguían evitar zonas peligrosas y con alimañas, y eso se debía solo a lo precavidos que eran. Iemai no salía tanto como otros, pero empezó a ayudar a traer cestas y, siempre que iban a explorar alguna zona nueva de la ciudad, se apuntaba tras pensárselo cuidadosamente hasta el último momento.

Con su brazo ya perfectamente recuperado, Iemai se unió a los entrenamientos matinales, aunque solo fuese para mantenerse en forma y despertar por las mañanas. No sabía manejar ningún arma, pero empezó a salir llevando una lanza ligera, aunque no dudaría en dejarla atrás para salir corriendo. Para ella siempre serían sus piernas lo que la conseguirían mantener con vida, y no armas que ni siquiera sabía blandir con destreza.

Con el paso del tiempo no solo ellos fueron cambiando, Rocavarancolia también lo hizo. El clima se volvió más frío, las estrellas comenzaron a regresar al cielo… todos ellos eran síntomas de que se acercaba la Luna Roja que tanta importancia tenía en aquella ciudad. También sucedió algo que avivó aún más la incertidumbre que sentían: un par de pregones que se escucharon mágicamente por toda la ciudad. Iemai mostró genuina sorpresa y preocupación por el cierre de aquel portal y los cambios que se habían producido en otros mundos, por todas las cosas que implicaban o creía que implicaban. Al grupo no le cabía duda de que hablaban de otros mundos al poder reconocer al menos uno de ellos. Para Nery’s aquellas debían de haber sido noticias muy chocantes.

En las guardias nocturnas Iemai empezó a dedicarse a observar el regreso de las estrellas, que, aunque no fuese muy notable, hacían la ciudad un poco menos terrorífica por la noche. Las había echado de menos, aun si no las había visto a menudo. Para ella un cielo negro como el carbón no era antinatural, pero prefería mil veces verlo plagado de estrellas titilantes. De alguna manera aquella imagen le daba esperanza.


Aquella mañana se despertó con el ruido de voces alarmadas, algo que la hizo a Iemai incorporarse de golpe. Enseguida comprendió que no pasaba nada grave, pero su corazón ya latía a toda velocidad. Eran Rua y Fleur quienes se habían asustado por alguna clase de pesadilla, pero las pesadillas no eran algo raro en sus circunstancias. Iemai no quería ser quien quedase como una borde al decirlo, de modo que lo que hizo fue salir de la cama y bajar las escaleras para encender la cocina. Cuanto antes tuviesen fuego antes podrían prepararles un desayuno que las ayudase a sentirse mejor. El frío matinal parecía cortarle la piel a medida que bajaba las escaleras solo con su ropa de dormir.
Reifon
Reifon

Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :
Spoiler:

Armas :
Spoiler:

Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*

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07/09/20, 01:07 am
No le molestó cuando Fleur se aparto del contacto. Ya había convivido lo suficiente con ella  como para esperar que pasara aunque no pudo evitar sentir un leve pinchazo de dolor por la manera en que le recordaba a su hermana. La sensación de que lo esquivara no le era agradable.


_______________________


Ya por fin en aquel lugar que le hacía sentir algo seguro respiró calmado. Ante el trabajo de traducción sabía de sobra que no era el más indicado. Tenía memoria pero ninguna experiencia tratando con otros idiomas además de que no podía usar magia, cosa que reafirmaría con el tiempo, así que se centró en mejorar sus habilidades marciales y su físico.

Poco a poco sus cargas con el escudo y la lanza se volvían más precisas y devastadoras y su manejo para parar defenderse y bloquear con el escudo se afinaban. Y gracias a no tener que dedicarse a la magia tenía tiempo para seguir mejorando con el sable y el arco, aunque con este último no llegaba a acertar tanto como quería. No se le daba mal pero tampoco bien.

Alguno de los días le pidió a Rua que la dejase tocarla para comprobar lo que pasaba y aunque tardo en pasar después de muchos intentos notó como se aturdía. Describió la sensación como cuando Ulmara le encajaba un buen golpe en el escudo y le dejaba el brazo adormecido. Y siguiendo con cosas raras tras haber cruzado la cicatriz hacía comprobaciones periódicas en la azotea, hasta que al final llevó a gente(insertar link al inciso cuando se cree) arriba para decirles que ya no tenía miedo a las alturas y quejarse de que no tenía sentido.

Poco a poco cada vez se ampliaba esa comodidad alrededor de sus compañeros. Se acostumbraba a esa visión que tuvo al volver de Maciel la primera vez, ese aire de familiaridad que solo se hacía cada vez más profundo. Cada sala de aquel torreón se iba llenando de sus propias historias. Charlas intrascendentes, su segundo cumpleaños en el cual le pidió a Qwara algún postre, risas, levantamientos de cejas, cariños, los bailes con Pefka de vez en cuando, un par de estrepitosos fallos intentando el cocinar porque se ponía demasiado nervioso con quemar las cosas o tenerlas poco hechas, aquellos momentos de soledad en la que ahora era habitación tanto suya como de Kiki, charlas en la terraza, entrenamientos en el patio y planta baja, baños por fin más fáciles de que fueran calientes... Como quien no quiere la cosa el tiempo pasaba, su acento cada vez salía menos y cada vez el frivy sonreía más tiempo con sus compañeros. Y pensaba en que ojalá esas vacaciones durasen para siempre.

Con Kiki lo que en principio pareció ir a toda velocidad se quedó calmadamente en aquellos gestos de cariño y las eventuales noches para ellos dos solos, en las que al contrario de los que otros del grupo pudieran pensar no pasaba nada más allá de los besos aunque no porque el frivy no tuviera ganas. Ella le explicó su visión sobre el sexo y como y porque prefería esperar así que Nery´s nunca insistía pese a que en mucho más de una ocasión tenía que apartar la cadera o acababa llamándola por su nombre completo a modo de suplica cuando no podía más por la cercanía. Pero gracias a esto poco a poco cada vez tenía más ilusión por aquella primera vez entre ellos.
Por otra parte cada vez que preguntaba que eran siempre le dejaba con la duda y la palabra novios ni cruzaba sus lados. Al principio no le dio mayor importancia pero con el tiempo y la explicación sobre la visión terrestre del sexo se preguntaba si le debía fidelidad a ella o no.
Lo que no esperaba de sí mismo para nada era celos. Y lo que esperaba aún menos era sentirlo por libros sobre cómo hacer que una energía desconocida se moldease a través de palabras y gestos. La finlandesa se centraba mucho en las traducciones y en la magia y al cabo de un tiempo se sintió desplazado. Pensaba para sí que era ridículo, que parecía como un niño queriendo atención y aún con todo acababa cediendo y aunque no iba a molestar sí que se echaba en sus piernas o abrazado a ella cuando no podía más y quería estar un rato con ella incluso si de mientras estaba con los libros.
Sea como fuere no parecía que aquella relación fuese a acabarse pronto.

Algunas salidas fueron duras. Alguna trampa o criatura que esquivar o incluso monstruos de pesadilla de los que huir sin mirar atrás. Pero todos estaban sanos y salvos, incluidos los de Maciel. Nunca se perdía una salida para llevarles comida y conocimientos y poco a poco entablaba relación con ellos, más comedida pero ahí estaba.

Cuando por fin se sacaron cosas de aquel libro de historia el ánimo se volvió funesto por un tiempo. Parecía que lo que les esperaba era una carnicería en la que sobrevivir sería un desafío aún mayor del esperado. Nery´s mencionó entonces que no solo deberían prepararse si no buscar al resto de cosechados y formar un buen grupo curtido con el que defenderse. Redobló sus esfuerzos en el entrenamiento con la idea de no dejar que nada pasara de su escudo.

El pregón fue como si un hierro frio lo hubiera atravesado de parte a parte. Era demasiado poca información y eso fue lo que más le sacó de quicio. Nery´s caminó en círculos durante gran parte del día mirando al suelo y preguntándose qué narices había pasado y todos podrían oírle repetir continuamente. -Ultradebería estar allí.

La salida de la emisaria fue algo que le dejó boquiabierto. No paraba de decir que "¡El cielo no funciona así!" entre emocionado y curioso. Le fascinó como empezaron a asomarse tímidamente otras pocas junto a ella.

El tiempo pasaba y mientras salía a por comida una fría rafaga mucho más violenta de lo por las mañanas solía darse acarició a todo el grupo. Nery´s con los ojos muy abiertos los miró a todos sorprendido y con un deje de emoción en la mirada. El tiempo comenzó a cambiar y para su desgracia hacía más frio y estaba más nublado cuanto más pasaba el tiempo. En ese par de días anteriores se lo pudo ver más abrazado a Kiki que de costumbre por el frio.


_______________________


Abrió los ojos de par en par e hincho sus pulmones con aire bruscamente al verse des paralizado, aunque a su alrededor la pesadilla no había terminado. Se alejó de Kiki bruscamente y se levantó hiperventilando y totalmente desorientado intentando acercarse a la salida. Para él el agua de mar le llegaba hasta las rodillas según avanzaba impulsado simplemente por aquella energía inconmensurable que aún sentía como le recorría el cuerpo. Escuchó un gritó acercándose y vió a Aury´s en frente suya estamparse contra el escaso agua y oyó sus huesos rompiéndose contra el suelo. El agua alrededor del choque empezó a tornarse negra.

No pudo más. Cayó de rodillas al suelo y pegando su frente en este se tapó los oídos con toda la fuerza que pudo. Y gritó. Un grito lleno de frustración, dolor, ira, miedo y asco. Recordaba el dolor y recordaba el placer. No pudo evitar  erguirse un poco y vomitar de nuevo al recordar aquello, totalmente asqueado.

Ahí se quedó, encogido sobre si mismo mientras lloraba y temblaba. Si alguien que se acercara se fijaba lo suficiente notaría una mancha liquida en el calzoncillo.

_________________________________________

Equilibrio:
Aes
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
Siwani
Aniol: Humano (Polonia)


Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.

Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D

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07/09/20, 04:40 pm
La cabeza de Fleur danzaba de adelante hacia atrás sin pausa mientras su amiga la abrazaba. Pero aquello solo empeoraba un poco las cosas puesto que parte del problema era la cercanía de la propia Maila. Se moría de vergüenza, ¿cómo podía explicarles lo que había vivido? ¿Que había querido casarse con ella y Rúa le robaba el puesto?. No había sido solo la pesadilla más horrible y vívida que había experimentado, se trataba de una gran revelación, sobre sí misma. Su tía y Madre llevaban razón, algo anidaba en el fondo de su pecho. Algo que no podía controlar y pulsaba por salir.

Yo... era real... —balbuceó, intentando no parecer más ridícula y ordenar sus pensamientos. Aún continuaba sollozando y restregándose los ojos pero poco a poco su cuerpo se fue destensando hasta el punto que por un momento su mirada triste se quedó vacía mirando la alteración de la sueca, quién sufría por algo parecido. Rompió su silencio poco después— la he visto, he visto la Luna Roja de las que nos hablaban... y me ha parecido más terrible de lo que pensaba —sin embargo había un importante detalle en su lenguaje corporal, Fleur mantenía los hombros erguidos queriendo deshacerse del contacto de Maila, tampoco era capaz de mirarla a la cara sin decir la verdad. Y sentía asco hacia ella, por tener el poder de provocar algo que había olvidado en Francia con aquel beso en los cuartos de baños por el que la desterraron de la dinastía Camus. Tosió un poco con la mirada clavada en el suelo como si hubiera cometido un delito antes de volver a reunir valor para quién quisiera escucharla— siento mucho... haberos... despertado.

No estaba bien y su cuerpo solo le pedía desaparecer bajo las sábanas por un día entero. Pero Fleur reaccionó con torpeza cuando vio a Nery´s caer al suelo. De inmediato se asustó, ahora sabía cosas del frivy que antes no.
¡Nerys! —por poco no cayó de bruces con el lío de las sábanas en su tobillo y lo desorientada que se encontraba, pero Fleur logró mantener la compostura y acercarse con cuidado. Deseaba ayudarle, pero la parte más egoísta de sí misma también la obligaba a centrarse en los demás para olvidar su propia carga, puede que eso fuera lo que hicieran todas las monjas al fin y al cabo, entregar sus vidas deprimentes a una causa mayor para olvidar que existían. Pero ella existía con mucha fuerza en ese momento y ni siquiera el ataque que el chico sufría en el suelo se llevaba todo el ruido sordo de sus pensamientos más oscuros— tranquilo... —reparó en la mancha de su ropa interior pero no pudo realizar el hechizo de limpieza con soltura.

Era consciente de que no estaba siendo justa, lo correcto era darle explicaciones a Maila, seguro que estaba muy preocupada detrás suya. >>Pero ha entrado en mi vida como una tormenta sin consecuencias. Hasta ahora<<

_________________________________________

"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."

"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
Evanna
Evanna

Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :

Armas :

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07/09/20, 05:46 pm
La información empezó a llegar a la mente de Rua de forma inconstante, en forma de voces y sonidos que no terminaban de darle realmente datos reales. Sentía la cama bajo su cuerpo, mientras su respiraciones seguía algo errática, peor poco a poco su mente intento centrarse en la realidad en las conocidas voces, algunas alteradas de aquellas personas con las que había convivido.

Pero la que sonó más clara para la suec,a fue la voz de Ulmara, sus ojos algo hinchados por haber estado sollozando a miraron sin verla por un segundo, parpadeando un par de veces antes de enfocarla. Un sueño. Había dicho un sueño ¿Cómo podía ser eso un sueño? ¿Cuándo aún sentía los remanentes de alguien escarbando en su pecho? ¿Cuándo el dolor y el llanto, había sido tan real incluso a pesar de lo surrealista que había vivido? Rua había soñado y había tenido pesadillas miles de veces, pero ninguna la había sentido tan real como aquella. Como si realmente se hubiera transportado y hubiera vivido ese instante, como en otra vida donde sus madres, sus queridas madres no al reconocía, donde su madre Nora la mataba con una expresión de asco.

La sueca sollozo ligeramente, no teniendo muy claro si el dolor que sentía en el pecho, era la sensación que se iba desvaneciendo lentamente de algo hurgando en el, o algo más emocional.

Nuevas palabras de Ulmara la devolvieron al presente, viendo sus manos manchadas de sangre. << Sangre roja…es…roja. Es roja, ¿verdad? No es una ilusión óptica ¿cierto? >> pensó sintiendo como una suerte de alivio y realidad volvía a ella.

- Esta bien…lo siento por despertaros, Ulmara, gracias- dijo dejando que la cercana tratara sus heridas, pero sintiendo aun una ligera angustia taladran dado su vientre hablo de nuevo, apenas consiente del todo más que de la chica frente a ella, el resto de la habitación aún se sentía medio distante- Ulmara, sé que sonara sin sentido, pero ¿de qué color es mi sangre? – ella la veía roja, debía ser roja. Aquello solo había sido un maldito pesadillo, extrañamente real dentro de todo lo surrealista. La sueca se mordió el labio, sacudiendo la cabeza y tragando

- Se…sé que fue un sueño, pero aún me siento raro tras este, como si …garras hurgaran en una herida en mi pecho, intentando…tomar algo de mí- añadió en un murmullo tembloroso mirando este, donde no había nada, ni siquiera la herida del cuchillo. La sensación ya andaba desapareciendo como si nunca hubiera estado ahí, aunque la recordase vivamente aun, junto con los últimos retazos de la voz de “Isak”, de aquel muñeco susurrando aquella últimas e inquietantes palabras.

Porque ella no era un oso, su sangre no era como la miel, sus madres la querían, la recordaban y Isak no era un puto muñeco. Esa era su realidad. Junto con aquella habitación, aquel lugar junto a sus compañeros, aquellas heridas en sus manos. La habitación e volvió más clara y tangible para la sueca. Vio a Fleur que aprecia estar junto a Nerys que lucía realmente mal, incluso parecía haber vomitado. La sueca se puso algo nerviosa.

- No, lo siento, luego…luego os cuento lo que soñé…necesito hacerlo, necesito aclarar mi mente - dijo mirando a Ulmara con una cansada sonrisa ligera ante su intento de bromear sobre sus dotes- Tu curación va a venirme bien, me escuece…y no quiero seguir viendo mi sangre -añadió posando sus ojos en Nerys- ¿Qué ocurrió con él? – pregunto intentando distraerse de sí misma, aunque fuese un momento. Sabia que tendría que soltarlo en algún momento, su sueño, por más íntimo que lo sintiera, aunque fuera para sacarse de la mente cualquier duda, o para que la convenciera de que realmente solo fue un sueño, muy vivido, pero eso anda más. No podía ser nada más que eso.

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Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad

Spoiler:
Jack
Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia



Personajes :
Jack: Vampiro de humo terrícola.
Atol/Skarog: Helión libense.
Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
Tawar: Repobladore de la montaña

Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.

Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco


Humor : Os falta bosque, gigantes

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08/09/20, 10:15 pm
Menudo ciudadano era el tal Biblios, la verdad. Si la Biblioteca fuera suya, pensó el nombrado, sería un enorme privilegio y un tremendísimo honor custodiar aquellos libros, aquel archivo del saber de generaciones y generaciones que habían pasado por la ciudad, y se mostraría entusiasmado con cualquiera que deseara navegar por sus estanterías y zambullirse en las páginas. De verdad, acabó ignorando al hombre y acompañó a los demás. Sus intereses estaban puestos en aprender sobre la magia y por qué no podía realizarla, y también en conseguir información al respecto de las criaturas de la ciudad.

Y así volvieron después al torreón, cargados de libros y material para tomar notas. El día procedió como otro cualquiera... excepto por el detalle de la tarea que se les venía encima y que todos parecieron abrazar con gusto.

//////

Con el ir y venir con más asiduidad y con mucho más alcance que sus viejas salidas a por provisiones, tuvieron que darle la razón a Biblios. La ciudad no estaba abandonada, no, y en más de una salida vieron de lejos a criaturas de lo más peculiares, tanto horribles como "agradables a la vista". En todos los casos, se evitaban mutuamente. Los pregones que cruzaban la ciudad de vez en cuando también confirmaban que había vida inteligente allí, además de ellos y quienes dieran el discurso. No había entendido mucho de lo que habían dicho, la verdad, más allá de que se habían referido a algunos mundos y cambios en las relaciones entre ellos y Rocavarancolia. Esperaba que no se metieran mucho con su hogar, y ardía en deseos de escuchar algo relacionado directamente con ellos o con esa maldita Luna Roja.

Una noche de pronto vieron llegar una estrella que nunca había estado ahí. ¿Vendrían más detrás de esa? ¿Vendrían las lunas detrás? Quizás. Pefka se pedió entonces las guardias más largas desde aquel misterio para vigilar a la estrella solitaria. La llamaría así, Solitaria, pero dejó de serlo cuando llegaron más, muchas más. Aún así, no le costaría ubicar a la Solitaria en el cielo cuando mirara hacia arriba.

El clima también empezó a alterarse y enfriarse, y algunas veces tuvo que salir con las pieles a la calle o taparse con ellas por las noches, y también las prestaría a quien las necesitase. Hubo días en los que hacía viento, algo más que inusitado, y hasta el cielo se cubría de nubes grises. Estaba claro que algo estaba a punto de pasar, entre eso y las estrellas, o quizá algo estaba a punto de llegar a la ciudad, y en cualquier caso se confirmaría la hipótesis. Pefka apostaba que las lunas, tanto las suyas como la Roja, llegarían después de esa comitiva de malos presagios y estrellas brillantes, pero no daría un solo dedo por ninguna teoría hasta no verlo con su propio ojo. A saber si el libro de Toni no era otro libro de cuentos de miedo disfrazado de libro de historia.

El ambiente de trabajo en equipo y volcarse en la magia y en ayudarse con todo lo que pudieran mejorar y avanzar les hizo unir lazos y reforzar la confianza. Pefka seguiría entrenando, y fue testigo de la mejoría de algunos como Maila con su machete, Rua con su ballesta y cuchillo, o Nery's con su lanza y escudo. También estuvo saliendo como siempre, con quien se apuntase, y ayudando y colaborando con los demás en lo que pudiera y supiera que podía ser útil. Por eso se lanzó a las salidas a por más material de escritura o papel a la Biblioteca, así como a por comida para sí mismos o a llevar provisiones y apuntes a los del otro grupo. Todo con tal de que el grupo de magia pudiera dedicarse en cuerpo y alma a su labor sin interrupciones ni otros deberes. A ellos también parecía haberles unido más el descubrimiento de lo que aparentemente les esperaba, pero el nombrado era de lo más escéptico en cuanto a ese asunto. Pefka no se creyó algo así, pues confiaba plenamente en sus lunas incluso cuando no le han otorgado la energía superior. No intentó convencerles, no obstante, pues cabía la posibilidad de que el libro de Toni dijera la verdad y entonces necesitarían toda la suerte y habilidad que pudieran, así que todo refuerzo de lazos, magia y destreza física les vendría bien.

En cuanto a sí mismo, la magia y los libros, se rindió poco después de ver por activa y por pasiva que las diosas no le habían otorgado aún la energía superior. Pasó unos días comiéndose la cabeza e intentando discernir el por qué, ayudándose del libro de fundamentos y de sus compañeros, pero no hubo forma. Al final, dejó el asunto de lado y se limitó a cotillear los apuntes de las traductoras. Se volcó en sus cosas, aunque el reblandecimiento de su coraza le traía de cabeza de vez en cuando y podían verle yendo muy a menudo al baño (para explorar cómo avanzaba su coraza). Le quitaba tiempo de su rutina, su aprender de cocina o entrenar en el patio con los demás, y también de revisar ese otro libro que había pedido traer... Y sinceramente esperaba no tener que cruzarse nunca con esas criaturas que aparecían en el bestiario que había conseguido en la Biblioteca. Aquello no eran bestias, aquello eran monstruosidades diseñadas para matar, algunas incluso parecían haber sido literalmente creadas porque los dibujos las mostraban como "hechas" a cachos de otras bestias. Incluso Karane y sus congéneres más poderosos se verían en problemas con algunas de las monstruosidades del libro. Pero al menos sabía identificar los riesgos de dichas criaturas si se topaban con alguna que saliera en sus páginas. Además, por cierto, tomaba apuntes de todas las que vieran por la ciudad, y también tenía su propia pila de apuntes con dibujos de lo que había podido ver desde lejos. Esto le recordaba a su labor en Krabelin y le hacía mucha ilusión, aunque a veces pudiera significar esquivar bestias asesinas que podían destriparlos.

De libros también sabían bastante las chicas, o las traductoras. Ulmara no tenía paciencia al traducir así que se encargaron otras como Rua, Kiki y Fleur, y Pefka admiraba su labor y de vez en cuando cotilleaba los apuntes que se acumulan donde trabajaban. Eso sí, no osaba molestarles con nada, ni respirar cerca. Y le llamó mucho la atención que quienes podían hacer magia en su grupo fueran ellas, precisamente, y solo ellas. Podía tener cierto sentido, la verdad, pues las tres lunas eran "ellas", en femenino. No se cumplía con lo que sabían del otro grupo, sin embargo, y menos si contaba con Setenta y Siete, ese misterio de más de dos metros que campaba por ahí y con el que aún no se habían cruzado.

Así mismo, por ejemplo, pudieron ver que Rua era la más capaz para la magia del grupo. Conseguía los hechizos más poderosos y se cansaba más tarde por lo que comentaban sus compañeros, quienes también habían confirmado que en efecto la magia les agotaba. Alguna vez Pefka notó ese ya tan popular decaimiento al estar cerca de ella, sobre todo cuando la chica le ayudó con los gestos de algunos hechizos (sin éxito, cómo no). También, el nombrado tenía más que asumido que la ciudad les observaba así que no hizo nada al respecto de las visiones de Iemai. La cercana dejó de avisar de lo que veía, también, pero no por ello Pefka dejó de creer en que lo que decía la chica era bien cierto. También hablaba de vez en cuando con su paisana, Ulmara, a quien preguntó sobre el libro que leía en sus guardias. En cuanto escuchó que era un libro de cuentos de miedo, sin embargo, se disculpó por haber preguntado y por haberla interrumpido. Sí que lamentó las noticias del mundo de Nery's, e intentó animar al frivy con una vaga promesa de que podría volver cuando fueran libres, pues se sentía más cercano a él desde que bailaban juntos. ¿Podría alguno de ellos volver a sus mundos, siquiera?

Se fue a dormir con esa pregunta en la cabeza más de una vez, y se despertaba aún pensando en ello. Aquel día, sin embargo, le despertaron gritos. Fleur, Nery's y Rua habían tenido una pesadilla cada cual, pero parecían bastante fuertes. Como había tardado más en atenderles, avisó de que traería té caliente para ellos para recomponerse un poco, y bajó a trompicones a la cocina a prepararlo, pero otra persona también había tenido la idea y se la encontró allí.
Buenos días, Iemai. Menudo despertar, los pobres —se lamentó, y luego añadió algo más mientras procedía a preparar cortes de fruta—. Y joder, si llego a saber que tendríamos este cambio de temperatura... me habría traído más pieles de casa

En cuanto tuviera el fuego libre, lo aprovecharía para preparar carne.

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No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

09/09/20, 01:49 am
Qwara había decidido quedarse en el torreón durante aquella salida por una mezcla de pragmatismo y cansancio. Por un lado no le parecía bien que solo se quedara Sarah vigilando, pues en caso de haber problemas era mejor estar acompañado, y por otro no había dormido bien aquella noche. Las noticias que habían traído del torreón Maciel le habían dejado mal cuerpo, pues saber lo que habían padecido sus habitantes era desalentador, y enterarse además de que ahora aquel condenado lagarto era más peligroso le quitaba el sueño a cualquiera.

La sudafricana permaneció vigilante en las almenas durante toda la expedición de sus compañeros, oteando las calles en soledad, y no volvió a sentir tranquilidad hasta que avistó a los suyos en la distancia y confirmó que estaban todos bien.

-------------

A partir de ese día el tiempo en el torreón empezó a pasar más rápido para la muchacha, como si el minutero del reloj nunca recorriera toda la esfera antes de caer la noche, y a medida que la rutina se apoderaba de su vida la relación con sus compañeros fue evolucionando en distintos grados de confianza. La convivencia a veces no era la mejor, pues ya había quedado más que patente que bajo aquel techo se reunían personalidades bastante fuertes, pero en el fondo todos cooperaban para que el barco se mantuviera a flote y cada uno ponía su granito de arena en aquella empresa.

En el tema de la magia Qwara había resultado ser una completa inútil, pues no era capaz de hilar ni el sortilegio más sencillo, pero lejos de desanimarse había seguido intentándolo con la esperanza de que en alguna ocasión cambiara algo. O al menos había sido así al principio. Con el paso de las semanas sus intentos habían empezado a espaciarse y la decepción, finalmente, había terminado alcanzándola. Intentó ocultarlo por todos los medios y, en cierta forma, lo había conseguido, pero cuando Toni les reveló lo que creía haber averiguado en las páginas de su libro su decepción se transformó en algo peor.

Si el miedo a la “cacería” que se desataría la noche de la Luna Roja no era suficiente para minar la moral de cualquiera, a la sudafricana se le sumó también el temor a ser de poca utilidad durante la misma. Parecía lógico pensar que los que tenían magia serían la defensa principal del grupo y saber que no estaba entre los elegidos la deprimía, pero tras lamentarse un tiempo empezó a darse cuenta de que esa línea de pensamiento estaba equivocada. Ella no era la única que no servía para lanzar hechizos, pues no todos en el torreón tenían ese don, y a pesar de todo sus compañeros seguían adelante con resolución dejando la suya propia por los suelos. No podía seguir así, eso estaba claro, y de la noche a la mañana se forzó a plantearse las cosas de otra manera.

A raíz de esa revelación personal sus esfuerzos en los entrenamientos diarios se redoblaron y Qwara continuó progresando, centrándose mucho más que antes en sus prácticas en solitario cuando el resto estaba ocupado con sus propios asuntos. Se marcó como objetivo personal, también, asegurarse de que la alimentación de los sendarios (y de los macieleros en extensión) era la adecuada, y además de ocuparse de los fogones casi todos los días se encargaba a sí mismo de dejarles menús por escrito en las cestas de comida a sus compañeros del otro torreón.

La morena también aprovechó sus propios ratos libres para memorizar el libro de mapas de la ciudad en la medida de sus capacidades, tratando de quedarse sobre todo con las calles más importantes y con las que serían las mejores rutas de huida en caso de que el grupo necesitara salir corriendo desde cualquier parte. Para cuando apareció la primera estrella Qwara ya era capaz de desenvolverse en las inmediaciones de Sendar sin ayuda, pero cuando las temperaturas empezaron a descender su radio de orientación había aumentado más aún y se sentía bastante confiada incluso en los viajes hasta Maciel.

Las evidencias de vida en aquella ciudad más allá de los cosechados y los miembros del Consejo les llegaron primero en forma de pregones y más tarde en fugaces encuentros con ciudadanos. Aquellos rocavarancoleses en el mejor de los casos parecían poco dispuestos a contarles nada, pero en el peor de ellos resultaban aterradores y reforzaban en parte la creencia de que la Luna solo les traería desgracia.

-------------

Qwara había montado guardia junto a Ulmara durante buena parte de la noche, charlando con ella de cosas intrascendentes mientras dejaban pasar el rato, pero cuando el alba empezó a clarear la sudafricana le comentó a su compañera que pensaba cerrar los ojos un ratito. La cercana no puso objeciones, afortunadamente, y en cambio eligió enfrascarse en su libro de Poe por millonésima vez mientras la humana dormitaba un poco recostada contra la pared de piedra.

La morena tuvo tiempo de soñar con cuervos que auguraban cosas malas y con latidos de corazón que retumbaban bajo el suelo acusadores, pero cuando el grito de Fleur le trajo de vuelta a la vigilia le dió la impresión de que había cerrado los ojos hacía apenas unos segundos.
¿P-pero qué… ? —murmuró con un hilo de voz, apoyándose en una silla para incorporarse mientras a su alrededor los despertares turbulentos se sucedían uno detrás de otro.

Necesito unos segundos para comprender lo que estaba ocurriendo, pues aún tenía telarañas del suelo enredadas en sus pensamientos, pero cuando por fin lo logró algunos de sus compañeros ya se habían movilizado para ayudar. Tras la francesa, Rúa y Nery’s habían escapado a duras penas de sus pesadillas particulares, y ahora los tres se encontraban en distintos estados de shock. Era el frivy, quizás, el que peor pinta tenía, pues se había echado al suelo y había vomitado sobre el piso tras soltar un grito desgarrador.
¿Estás bien? Solo ha sido un sueño... —se unió a las atenciones de Fleur, la cual se había acercado tambaleante a pesar de su estado.

Conteniendo una arcada por el penetrante olor la morena se agachó junto al CoMo para ayudarle a levantarse, poniendo una mano sobre su hombro con suavidad para no asustarlo aún más. Estaba temblando.
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.

Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

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09/09/20, 11:57 pm
Iemai no tardó en encender la cocina de leña y poner a calentar un cazo con agua al que echó algunas hierbas y una olla con leche. Las infusiones que podían hacer con las hierbas que venían en las cestas no eran más que agua ligeramente picante, pero sería mejor que la leche para quienes tuviesen el estómago cerrado después de haber dormido mal. La cercana simplemente pensaba que el mero hecho de llevarse algo caliente al estómago ayudaría.

Cuando Pefka bajó la pilló vertiendo el líquido en los recipientes. Iemai se giró para ver a quién pertenecían los pasos y saludó al hijo de lunas.
No es raro tener malos sueños estando en una situación así. —Suspiró. Ella también tenía pesadillas recurrentes y dolorosas, que la hacían despertarse sudando. Se sentía sometida a un estrés inmenso y su instinto de supervivencia estaba siempre demasiado alerta—. Por suerte tenemos ropa suficiente aquí. Mientras solo sea un poco de frío podremos con ello —le respondió cuando se quejó del frío.

Pefka se encargó de cortar fruta mientras los fogones estaban ocupados, así que cuando las cacerolas empezaron a emitir algunas diminutas burbujas Iemai se dirigió de nuevo a las escaleras.
Si empiezan a hervir quítalas, por favor —le dijo antes de subir.

Ya arriba volvió a entrar en la habitación y echó un vistazo a su alrededor antes de hablar. Quienes habían tenido una mala noche tenían muy mal aspecto.
El desayuno está listo —diría, alzando la voz lo justo y necesario—. Si alguien todavía no quiere bajar puedo subirle algo caliente para beber. Infusión o leche.
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

10/09/20, 01:16 am
Ulmara la miró con preocupación, con sus ojos fijos en los irises extraños de la albina. La veía tan débil, tan vulnerable y tan familiar que se le descompuso el alma durante un instante, antes de que respirara hondo y le hablase con cierta suavidad.

Tu sangre es roja, Rua, y lo que sea que haya pasado en la pesadilla se ha quedado en ella cuando despertaste, eso te lo prometo. —Curó las heridas de la humana pasando sus manos sobre su piel cuidadosamente. Habría limpiado también la sangre con magia, pero solo tenían un hechizo para limpiar ropa, que además ella no podía utilizar—. Ya está. Y no pidáis perdón —dijo con cierta seriedad, casi severa, tanto para ella como para Fleur. En cuestión de segundos Nery's se había despertado también, visiblemente afectado, y acabó vomitando. Sin querer miró de nuevo a Fleur, mientras se levantaba a ayudarlo. Volvió a respirar hondo—. Otra pesadilla, supongo —respondió a la sueca.

El estado general del torreón no era muy halagüeño esa mañana. Tres personas se habían despertado a la vez con un malestar horrible producido por pesadillas y Ulmara solo pudo preguntarse cuándo le tocaría a ella. ¿Cómo lo llevaría? ¿Se quedaría en shock, sin palabras? ¿Lloraría? ¿Vomitaría? ¿Qué tipo de debilidad mostraría? ¿Podría contener todo el caos de dudas que se la comía por dentro o explotaría como una burbuja? Habían descubierto que los iban a cazar y, si la dichosa Luna Roja no llegaba pronto, Ulmara se preguntaba si no acabarían rindiéndose todos.

Volvió a coger aire, esta vez aferrada con todas sus fuerzas al colgante que llevaba al cuello, cambiando el olor a vómito por el intenso aroma que inundaba su puesto vigía durante las noches de niebla más espesa. Mientras Fleur y Qwara acompañaban al frivy, ella decidió que era la más indicada para limpiar el vómito, debido justo a su colgante.

Gracias, Iemai —le dijo a su compatriota mientras se levantaba de la cama de Rua y buscaba en los baúles un trapo viejo, una prenda que supiese que nadie utilizaba—. Voy a limpiar esto primero —dijo señalando el vómito con una mano y alzando con la otra su colgante para explicarles por qué—, aunque me vendrá bien alguien capaz de limpiar la ropa con el conjuro —acabó. No tenía muchas ganas de limpiar después el vómito del trapo a mano, pero tampoco tenían magia para limpiar el vómito directamente del suelo, así que había que usar estos trucos.

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No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Reifon
Reifon

Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :
Spoiler:

Armas :
Spoiler:

Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

11/09/20, 04:22 pm
-¿F-Fleur? ¿Estás ahí? -Dijo en voz demasiado alta. Le costaba distinguir su voz entre los gritos y a penas se escuchaba a sí mismo. Seguía sin abrir los ojos con las manos pegadas a los oídos y cuando Qwara puso la mano en su hombro el miedo se apoderó de él recordando lo que le acababa de pasar hacia apenas unos segundos y soltó un grito asustado, apartándose bruscamente y tirándose hacia un lado. Su hombro chocó con brusquedad con la piedra y empezó a arrastrarse hasta dar con una pared, donde se encogería sobre si mismo sumido en su propia pesadilla.

Buscaba desesperado una y otra vez algo en sus piernas como si intentara meter sus manos en unos bolsillos inexistentes.

_________________________________________

Equilibrio:
Jack
Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia

Personajes :
Jack: Vampiro de humo terrícola.
Atol/Skarog: Helión libense.
Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
Tawar: Repobladore de la montaña

Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.

Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco


Humor : Os falta bosque, gigantes

Torreón Sendar - Página 45 Empty Re: Torreón Sendar

13/09/20, 07:17 pm
El nombrado asintió. También él había despertado temblando en mitad de varias noches, muchas más de las que solía experimentar en su mundo natal. Siempre incluían persecuciones mortales, derrumbamientos a su paso por la ciudad o incluso había presenciado la batalla entre sus lunas y la Luna Roja. No era de extrañar con todo lo que tenían que lidiar allí. Ya no era solo tener que sobrevivir en un mundo extraño sino la incertidumbre del despertar, de la mañana siguiente, de lo que podría pasar en cualquier momento.
No, no es raro, doy fe —asintió con una sonrisa cansada—. Y sí, claro, mientras se mantenga estable no pasa nada. Y si no siempre podemos intentar cazar algo peludo —se rió, pero aunque lo decía en serio esperaba no tener que llegar a eso. No sabía si los demás serían capaces... y no sabía si él lo sería, siquiera, si se daban de bruces con algo superior a todos.

Cuando la cercana le dejó instrucciones, asintió con la cabeza y siguió a lo suyo. Después, cuando llegó el momento, hizo lo que le había dicho y aprovechó el fuego para poner carne y pan. Escuchaba los murmullos de arriba y sinceramente esperaba que bajasen, pues lo mejor que podían hacer ahora para olvidar las pesadillas era distraerse y pasar tiempo con el resto del grupo. Eso sí, podían no tener muchas ganas ahora mismo de socializar, y por eso tampoco subió. Prefería esperar junto a los fogones.

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