Torreón Sendar

Recuerdo del primer mensaje :

Magia:

La divisaron a lo lejos. Una enorme cueva vertical se alzaba desde la tierra, colosal, majestuosa e imponente sobre la calle, y con una vista espléndida sobre esta. Aceleró el paso por curiosidad y esperanza, porque que algo estuviera en mejor estado que las calles que habían atravesado... ya era mucho. Además, no quería seguir hablando de los Hijos de Bakaiar allí, fuera, al descubierto, como si pensar en ellos o mencionarles pudiera atraer al de antes.

Cuando llegaron, sonrió al reconocer un foso, porque le era familiar del hogar, y se maravilló aún más al ver la enorme superficie de madera que lo atravesaba y que conectaba con el edificio.
—No sé si esto es lo que buscábamos, pero tiene buena pinta.

No esperó a los demás. Se había fijado en unos inventos nuevos que sujetaban la madera del foso y que se introducían en la cueva, y quería investigar tanto eso, como el interior como todo lo que pudiera. Se adelantó al grupo y caminó por la lámina de madera con toda la curiosidad del mundo, hasta llegar a la lámina vertical. La reconoció, parecida a las de esa cueva donde despertaron, así que empujó con el hombro hasta que se movió. Y... una vez dentro, se quedó parado en la puerta. ¡Era enorme! ¡Y había un sinfín de cosas sin determinar!  
—¡Esto es alucinante! —exclamó mientras liberaba el camino para entrar.

Le temblaba la pierna derecha, pero de anticipación por querer explorarlo y entenderlo todo. Su mirada saltaba de un artefacto a otro, de una pared a otra, de un punto a otro. Y aún tenía que investigar los hierros que entraban y salían de la cueva y se anclaban a la lámina de madera del exterior. Necesitaba nombres para aquellas cosas nuevas. Ahora sería él quien preguntara a los demás.

La conversación que llamó su atención fue precisamente la que compartían Ulmara y Rua, tal vez porque hablaban de un problema que tenía la chica en común con los cercanos. Se terminó la fruta mientras hablaban, y se enjuagó la mano manchada de jugo en el caldero de agua para secársela luego contra su vestido. Cuando se dio la vuelta, vio bajar a Sarah, y al mismo tiempo se percató de que Ulmara la estaba llamando. No había escuchado algunas partes hacia el final de la conversación, así que no sabía si habían dicho algo de ella o si le hablaba por algún otro motivo.

La cercana rodeó la mesa para acercarse. Miró a los ojos a Rua y luego a Ulmara brevemente.
—Dime —dijo, al no estar segura de por qué la había llamado su compatriota.

Ulmara le dedicó una sonrisa a Iemai a la vez que le tendía las gafas de sol.

—Gracias a Rua, tenemos una solución temporal a nuestra ceguera diurna —le explicó. Al mencionar a la humana asintió levemente a modo de agradecimiento—. Ella también las necesita, pero podremos usarlas si la ocasión se tercia. Todavía falta un cordel para que no se nos resbalen pico abajo, pero eso será pan comido.

La sola idea era suficiente para encender el ánimo de la cercana, que deseaba salir de aquel edificio de piedra para ver en primera persona qué peligros y maravillas la esperaban fuera. No sabía si Iemai se sentía igual, pero aquello había que compartirlo.

—¿Tu brazo qué tal, por cierto?

Se permitió un segundo para saludar con la mano a Sara. Poco a poco, la planta baja se iba llenando y el entrenamiento se acercaba. Ulmara pedía internamente a Aramara que todo fuera bien y que, al final de los ejercicios, no hubiera más huesos rotos que los que ya traían de casa.

Resultó ser por lo que suponía. Iemai alargó la mano para tocar aquellas gafas, y las puso brevemente delante de sus ojos para comprobar el efecto. Atenuaban considerablemente el brillo de las cosas. A través de las ventanas se veía un día menos luminoso, aunque en la penumbra del torreón el efecto era excesivo.
—Es muy interesante —dijo mientras aún miraba a través de ellas. Luego se las quitó y las devolvió, sin saber muy bien si tendérselas a Rua o a Ulmara, así que detuvo la mano entre ellas dos—. Te lo agradezco —dijo entonces mirando a Rua—, pero probablemente no necesite pedírtelas. No creo que salga mucho del torreón —levantó ligeramente el brazo roto para dar a entender a qué se refería—, y ya bastante tendréis con repartíroslas entre dos. Además, no creo que sea por mucho tiempo, los ojos se acostumbran a la luz. —Al decir aquello miró a Ulmara. Se quedó callada un momento y añadió—: conocí a alguna gente que trabajaba de día.
Gente de la que no le podía hablar, por supuesto. Ella también se incluía en el lote.

Aprovechando que su compatriota le había preguntado por su brazo, la cercana cambió de tema rápidamente.
—No me puedo quejar. Va a escocer, pero solo es un brazo, puedo prescindir de usarlo hasta que se empiece a curar.
Notó que algunas personas ya estaban recogiendo los restos de su desayuno y se preguntó varias cosas, que tuvo la necesidad de verbalizar.
»¿Qué se va a hacer ahora? ¿Habéis oído las bañeras de la comida hoy?

Poco a poco los cortes se hacían más precisos, aún así al terminar lo que quedó de la pobre fruta era un poliedro extraño, alejada de su forma natural.

¿Megahace cuanto que no supercomo una fruta sin trocear?

Su mente, aún en proceso de adaptarse a perder su rutina y toda la nueva situación, divagaba por sus recuerdos lejanos, aquellos en los que jugaba con Aery´s y trasteaban como querían con la más lujosa comida y bebida. Su mirada se perdió en la fruta un rato, con su zumo empezando a deslizarse por sus dedos. Simplemente estaba ahí quieto, con una expresión indescifrable en el rostro.

El contacto visual directo con Rua y el hecho de ser pillada mirándola de soslayo terminó por enrojecer a la francesa completamente, logró desviar la vista pero no antes de ver su sonrisa juguetona. >>¿Qué haces?<< se dijo así misma, sorprendiéndose por verse devolviendo una sonrisa estúpida aunque sin intenciones. Cuando ambas cercanas se acercaron a la muchacha comenzó a respirar mucho más tranquila, hasta entonces no sabía dónde meterse. ¿Pensaría quizás que iba enseñando demasiado para ser ella? Aunque se conocían de poco. ¿Simplemente le había gustado su ropa?. La imagen de la escocesa vestida como el primer día aturdió su mente y se obligó a sacudir la cabeza. Imposible, ella jamás podría vestir así, únicamente había adoptado un tono más deportivo dadas las circunstancias.

Y qué circunstancias. Fleur terminó de comer y tras recoger siguió a sus compañeros con rostro de querer desintegresarse en el momento. Un sentimiento inusual de demostrar que tenía cierta resistencia debido al baile afloró en ella, y al pensar en la sonrisa de Maila de aprobación cuando la había visto girar y girar se acercó a ella.
-Si nos ponen por parejas ponte conmigo, porfa.

El movimiento a su alrededor y el frio apoderándose de él lo sacaron de sus memorias y ensoñaciones. Y llevándose un mordisco de aquella extraña fruta a la boca se levantó para ir a cambiarse. No sin observar como claramente no estaba nada convencida de ir a hacer ejercicio. Se acerco un momento a Rua y a las cercanas antes de irse.

-Rua, megavoy a ir a cambiarme para la clase, ¿ultrapuedes ayudar a Killy a encontrar un buen sujetador deportivo o algo del palis e hiperasegurarte de que hiperno se escaquee porfis? Gracias. -Se le notaba algo espeso al hablar. Dándose la vuelta se dirigió a "su habitación" a cambiarse cuando se acordó del brazo de Iemai y volvió a voltearse. -Perdón Iemai, superno me atrevería a megahacer una rutina para ti hasta que un médico ultrame diese el visto bueno, y menos con lo poquis que tenemos para megaentablillarte bien el brazo. Pero superven a mirar, coger los conceptos es importante. Así cuando logremos solucionar de alguna manera tu fracturis te será mucho más fácil empezar.

Se volvió a dar la vuelta comenzando a andar y empezó a hablar con un tono más alegre y humorista.

-¿Quién hipersabe? Megaestamos en un mundo de magia ahoris. Hiperseguro que encontramos una poción "repara-huesos de Iemai" en alguna parte.


Un poco después que el resto Nery´s llegó al sótano patio, llevaba una camiseta de tirantes, unos pantalones cortos ajustados y unos playeros deportivos gastados. Se situó casi contra una pared y con una sonora palmada para tomar la palabra comenzó a hablar.

-Megaformad  una fila delante mía, superextended los brazos y aseguraos de superno tocaros entre vosotros.
>>Bien, como megavamos a empezar desde cero comenzaré por hablar de lo más básico.

-Las tres cosas como que más importantes a la hora de ejercitarse superson la comida, la constancia y hacer bien los ejercicios.

-La comida megaes fundamental, prácticamente el setenta por ciento del trabajo. Da igual que meta ultrate pongas o como ultraquieras cambiar tu cuerpo, si hiperno comes de acuerdo a ello no servirá de nadis.

-La constancia se explica por si solis, si mantienes el ritmo que deseabas hiperllegarás a tu objetivo tarde o temprano y hiperte mantendrás a punto para cualquier ocasión.

-Hacer bien los ejercicios megapuede sonar como algo obvio y básico pero va mucho más allá de ello, megarealizar a la perfección una postura superevita posibles lesiones, ultraoptimiza la mejora del músculo e hiperconsigue que solo usemos el músculo o grupo muscular que deseamos evitando que el resto se cansen, permitiéndonos o bien usar el resto al cien por cien en los siguientes ejercicios o bien dejarles descansar para que se recuperen. -Decir esto último de carrerilla sin usar ningún supero o hiper, le había costado un poco, pero una vez más quería que lo entendiesen bien. -Esto también consiste en superno hacer más de lo que necesitas ni menos. Cada persona tiene unas capacidades y ritmos diferente al resto, superintentar forzarlos o intentar seguir los de otros es un gran error.

-Pues bien, cada mañana supercomenzaremos con una pieza de frutis o algo ligero, luego megavendremos aquí y megaharemos unos ejercicios de calentamiento y mejora de resistencia acabando con unos estiramientos dinámicos.

-Seguido de eso megasugiero dividirnos en dos grupos, uno donde superenseñará Pefka arquería y otro donde Ulmara y Qwara hiperenseñarán manejo de armas y artes marciales. Megadigamos que unos cuarenta minutos en cada uno y cambiamos, pero el tiempo mejor hipervayamos viendolo. -Se tomó una pequeña pausa para respirar y observarles a todos.

-Luego a megadesayunar y ulramegustaría decir que a pegarnos un bañis pero eso como que va a ser más complicado.

-En fin, a ello. -Nery´s comenzó a explicar unos pocos ejercicios sencillos para ese día, instándoles a copiarle para ver que les quedaba claro. En cuanto vio que todo el mundo lo pillaba prosiguió. -Bien, megavamos a hacer dos tandas seguidas de estos ejercicios, superestaré haciendo un ritmo lento para que todos superme podáis seguir y megacambiaremos cada treinta segundos, si los que hiperestáis acostumbrados a hacer ejercicio sentís que es poco simplemente aumentar el ritmo. ¿Bien? Todos en posición yyyyy, ¡empezamos!

(Los ejercicios serian algo así)

-Venga venga, uno dos, uno dos. -Nery´s no paraba de marcar el ritmo básico con su voz, animarles a todos y re-explicar al inicio de cada uno lo que hacer. -Venga solo un poco más. Yyyyy corte. Nada de sentarse, ultrasi queréis recuperar el aliento comenzar a andar suavemente. Venga, vamos a estirar para los grupos. -Una vez acabó de dar su clase y con todos ya acalorados y listos miró a Pefka, Ulmara y Qwara. -No hay que enfriarse. -Claramente no era la primera vez que dirigía a un grupo así y en efecto lo había hecho varias veces televisado por toda frivo.

-Claro, Fleur. ¿Así puede enseñarte como mover el cuerpo?- Le dijo a la francesa con segundas mientras le guiñaba un ojo. Sobretodo para ver la cara sonrojada que pondría. Después de todo lo sucedido con anterioridad se notaba aliviada, y la idea de hacer un poco de ejercicio la entusiasmaba.

Nery´s empezó a explicar lo que harían a continuación y Maila no podía estar más de acuerdo. La alimentación era muy importante, aunque teniendo en cuenta donde estaban no creía que pudieran ser constantes con la comida. En cuanto a los ejercicios le metió bastante velocidad, no es que fuera un prodigio físico ni mucho menos, pero estaba lo bastante en forma para permitirse una mayor dificultad.

- ¿Qué tal, Fleur? ¿Cómo te has visto? -. Le preguntó jadeando. <<Quizás he ido demasiado fuerte... ufff>> Pensó mientras se pasaba la mano por el pelo.-¡Eh, culturista!-. Le gritó al frivy.- ¿Eso es lo más duro que entrenáis en vuestro mundo? Pensaba qué erais más de levantar pesas gigantescas y pegar un grito viril cada vez que haceís una serie...- Comentó con un tono de broma.

Nery´s ni siquiera estaba respirando un poco más acelerado, algo de aquel nivel no era ni de lejos suficiente para un frivy promedio, menos para él.

Un vistazo rápido a todo el mundo para acabar de marcar en su cabeza como seguir al día siguiente fue interrumpido por las palabras de una humani. Se acercó a ella.

-¿Pesas? ¿Viril? ¿Hiperque es esto la era medieval? -La luz de sus ojos brilló en claro entusiasmo, por muy broma que fuera había sido como echarle un desafío. Una sonrisa prepotente levantó sus labios. -Nosotros no superentrenamos para ser amasijos horriblis de músculos, hiperlo hacemos para esto. -Con una mano se levantó la camisa lentamente y con el dedo de la misma perfiló sus abdominales. -Pero bueno, ya que megaparece que ultrate has quedado con ganas de más, ¿qué tal una pequeña demostración?

Se alejó de ella sin darle la espalda, simplemente buscando espacio en la sala. -Dado que megale tenéis miedo a la desnudez y al contacto hiperlo dejaré en algo más... fluido.

La danza-ejercicio empezó, Nery´s coordinaba su cuerpo a la perfección y marcaba todos los movimientos con fuerza y fluidez, su pelo se movía tapándole a veces los ojos, pero nunca su sonrisa siempre sexy y arrebatadora.

(He aquí la danza)

Cuando Ulmara llamo a Iemai para informarle sobre el asunto de las gafas, Rua miro también a esta atentamente por un momento, sus ojos no tardando en desviarse hacia su brazo herido. ¿Sanaría en aquel lugar sin medicamentos? ¿Y que había del dolor? Porque le extrañaría muchísimo que no le doliese, aunque Iemai no parecía mostrarlo demasiado de ser así.

Vio que miraba a través de ella al igual que lo hizo Ulmara antes y la tendió hacia ambas. Rua finalmente las tomo y la enganchó en su escote, donde estaba originalmente, porque ninguna de las dos podría darle usos por el momento hasta ponerles la cuerda. Personalmente le daba igual que las oferta de las gafas se hubiera extendido también a Iemai, sabía cuan molesto podía ser el tener una sensibilidad a la luz, así que las compadecía.

-Ya digo, a mi me da igual si la usáis ambas, no tengo problema alguno- añadió sin darle demasiado importancia realmente. Solo lamentaba aun un poco lo de tener que ponerle una cuerda, pero bueno aunque fuera un puñalada trapera al estilo, al menos eso incrementaría su tiempo de vida- Mientras no le este dando uso llevándolas puestas, podéis pedírmelas cuando queráis...o cogerlas sin mas mientras me aviséis. Mas que nada para no volverme luego loca creyendo que las perdí -se encogió ligeramente de hombros, antes de soltar un ligero bostezo despreocupado.

Escuchó la pregunta de Iemai sobre las cestas, misma que ella había hecho rato antes, pero aparentemente nadie había oído ni visto nada. <<Tal vez no pasen todos los días, tendríamos que hablar luego de ello>> pensó Rua, pues estaba claro no seria en ese momento visto como todos empezaban a terminar de desayunar y Nery's se les acercaba para empezar a dar inicio al calentamiento. Rua comenzó a levantarse con ganas de moverse un poco, pero se interrumpió a si misma cuando Nery's se dirigió a ella. La sueca parpadeo lentamente, con una mezcla de incredulidad y fastidio. ¿Le habían visto cara de niñera?¿Porqué le pedía eso a ella habiendo tanta gente en la mesa? ¿Le estaba dando ordenes con buenas palabras o estaba soñandolo?

-¿Por que narices me pides eso a mi?- cuestiono sin dudarlo, mirándolo con extrañeza, mas este ya andaba hablando con Iemai y no debió escucharle. Rua contó hasta diez mentalmente.

<< ¿¿Y de donde pretende que encuentre yo un sujetador deportivo útil, que sostenga bien las tetas en su sitio, en esta mierda de baúles? ¡No soy maga!? >> pensó Rua estrechando mas su mirada cuando lo vio alejarse tras hablarle a  Iemai, sin siquiera esperar a recibir su respuesta u opinión a tal petición. Eso le enervo por completo. Se mordisqueo el piercing conteniendo su lengua <<No jodas el ambiente tan temprano, no jodas el ambiente tan temprano...¿¡que coño!? No mates gente tan temprano, no mates gente tan temprano...>> se repito en su mente, viéndolo marcharse con todo el buen humor del mundo.. No dudo en sacarle ambos dedos medio rabiosa, intentando transmitirle toda la mala uva contenida con ese gesto.

-Claro que si, vamos a cumplirle la petición a su majestad, por que no...para que esperar a ver si me interesa hacerlo o no, que perdida de valioso aliento- murmuro con todo el sarcasmo que pudo reunir, antes de chasquear suavemente la lengua y buscar a Kiki con la mirada, cual halcón a su presa.  La vio apunto de escabullirse también, escaleras arriba, claro indicio de que no quería ni oír hablar del ejercicio que harían tal y como Nery's había dado a entender. Si no le interesaba al punto de intentar escaparse sin mas ¿para que obligarle a hacerlo?- Tch...lo que sea...nos vemos ahora- dijo dirigiéndose a Iemai y Ulmara, para seguir a Kiki hasta la habitación conjunta sin mediar tiempo, cruzándose de brazos cuando la encontró a punto de sumergirse en su cama, aparentemente.

No se iba andar con las ramas.

-No se porque no quieres hacer el ejercicio, pero sinceramente me da igual lo que hagas. Es tu cuerpo – dijo Rua intentando no ser muy borde, pues la chica no tenia culpa de nada. Pero que se le iba a hacer, estaba en su personalidad el ser muy directa, incluso cuando no iba a malas- Pero antes de negarte en rotundo o el que tenga que obligarte, un sin sentido a mi parecer y que no pienso hacer, deberías tener en cuenta algo- dijo adentrándose en cuarto y buscando algo en su baúl de la ropa que había ido recolectando a ver si había algo que le sirviera para que se lo pusiera

- Eres la única aquí que tiene un mínimo de conocimientos sobre medicina o el como curar heridas,...pero tu resistencia física es, honestamente, una mierda. Sin ofender, pero es la verdad.- dijo sin medias tintas pues ya lo había visto cuando salieron corriendo del lagarto y tuvo que ser cargad aparte del trayecto por Nery's porque se les moría asfixiada- No se si tienes alguna dolencia que te impida hacer ejercicio, si es así, pues que se joda el rubio platinado, no lo haces y ya...pero sino es así, te sugiero intentar mejorar esa resistencia tuya si pretendes cuidarnos a nosotros de las heridas que nos hagamos o no aguantaras. Lo mismo si alguna vez sales y tienes que correr como una condenada, tendrás que poner de tu parte para darle a tu cuerpo las herramientas necesarias para salvarte el culo. No siempre vas a tener un Nery's que te ayude...- dijo Rua volviendo sus ojos hacia ella, sacando de baúl un top algo hecho polvo, sin mangas y con unos finos tirantes, pero que al menos estaba bastante apretadillo así que podría sostener su pecho medianamente decente, y se lo dejo en la cama antes de dirigirse a la salida.

-Pareces lista tía...así que seguro sabrás llegar a la conclusión que mas te convenga. Ponte eso si decide unirte y sino, déjalo en el baúl de nuevo. Y esa es mi recomendación del día, así que ale...me piro para abajo- dicho eso Rua salio del cuarto para bajar de nuevo encontrándose a Nery's, ya vestido y con iniciativa de iniciar aquel precalentamiento. No se fijo si Kiki se unió o no al grupo que se formó para la mini clase del frivy', mas centrada en estirarse un poco antes de iniciar la actividad mientras escuchaba las palabras de Nery's.

Hablaba realmente como un entrenador personal, así que a Rua no le sonó tan distante pues también había tenido uno. Había preferido el método del ejercicio y comer saludable para mantener su peso y figura, a simplemente restringirse de casi todo como había hecho algunas de sus compañeras de oficio. El resultado había sido similar, ambas habían perdido peso, pero mientras Rua estaba fuerte  y saludable, muchas de sus compañeras de trabajo lucían bastante mal en comparación.

Esperó, atenta a que terminase sus palabras, estando bastante de acuerdo en alguno de los puntos. Una vez el calentamiento inicio siguió los pasos de Nery's hasta el final, respirando con fuerza pero aun con energías. No fue tan fuerte como otras que había hecho en el pasado pero si bastante intenso, aun así tuvo tomar varias profundas bocanada de aire para calmar los rápidos latidos de su corazón, que parecía a su vez bombear por el resto de su cuerpo. Conocía la sensación y no le era desagradable, ya sudar si lo era, por lo que se quito el sudor de la frente antes de agenciarse un buen vamos de agua, escuchando el comentario de Maila hacia Nery's. Rua soltó una risa socarrona al ver al platinado subirse la camiseta para mostrar sus abdominales, antes de realizar frente a ellos la rutina de ejercicio que según el, hacia normalmente.

Aunque mas que rutina era mas bien un tipo de danza enérgica a un ritmo medianamente acelerado o eso pensó hasta que proceso lo que estaba viendo. Rua parpadeo lentamente ante lo que estaba siendo bailando frente a sus pobres ojos. Y no había música, pero casi podía escuchar el ritmo en su oídos.

<<¿¡Pero que cojones estoy viendo!?>> no era exactamente un coreografía terrestre pero tenía algunos parecidos a muchas de ellas, mas concretamente a cierto tipo de ellas; y era perturbador ver a Nery's, todo alto y musculado, bailándola. <<¿No acaba de decir que la iba a hacer mas fluida porque no nos gustaba la desnudez y el contacto físico? ¿Que suele hacerla desnudo acaso o como va esto?>> se preguntó alzando una ceja ante semejante imagen, mientras su mente por fin aceptar la visión frente a ella. Podia bailar lo que quisiera, pero no se lo esperaba teniendo en cuenta lo que les había enseñado minutos antes.

Teniendo en cuenta como se movía podía medio entender el porque del físico que tenía. Sobretodo si lo hacia con aun mas potencia y rapidez, mas algún otro ejercicio que hiciera. Rua le miró detenidamente pensativa por unos momentos aprovechándose ese breve descanso para recuperar el aliento antes de que tuvieran que iniciar con la siguiente parte, donde entrenarían ya fuese con Qwara y Ulmara o con Pefka.

-Tengo una pequeña curiosidad sobre algo, tanto musculo por aquí y por allá...¿son puramente estéticos, de exhibición...o están entrenados y trabajados para darles un uso mas practico? Lo digo por si tienes, por ejemplo, la fuerza física que tus músculos parecen indicar que tienes, o no. -preguntó Rua mirándolo por un momento antes de dirigir su mirada hacia donde se encontraba Qwara en una comparativa mental.

La sudafricana había dicho que sabia de artes marciales y evidentemente era musculosa, no a un grado exagerado, pero que había trabajado su cuerpo era bastante obvio. Se podía ver en sus brazos, en sus piernas y en su espalda, que era bastante mas ancha que la suya propia, algo no muy difícil tampoco. En ese sentido, le era mas confiable que el frivy, al menos por el momento. Y tras lo mostrado contra el kelpie, aquello se afianzaba. Seguía pensando que estaba loca de atar, pero al menos los tenía muy buen puestos, eso estaba claro.

—Gracias —le dijo a Rua cuando insistió en que podía tomarlas prestadas. No iba a hacerlo, pero sabía ser agradecida y no era buena idea repetir que no las iba a necesitar.

Fue Nery’s quien los puso a todos en marcha una vez hubieron acabado de desayunar. Se acercó a ellas y, tras hablarle a Rua sobre Kiki, se dirigió a la propia Iemai.
—No te preocupes por mí, sé que es mejor que no mueva el brazo demasiado —le respondió. Lo que dijo de las pociones mágicas mientras se alejaba la hizo esbozar una sonrisa cansada—. Ojalá fuese tan fácil.

Tenía curiosidad por aquella rutina que mencionaba. Pensó en estiramientos y carreras, porque a ella sola no se le ocurriría mucho más que hacer. Quizá por eso descubrir las verdaderas intenciones del frivy consiguió hacerla reír. Con ganas, y por primera vez en mucho tiempo. Fue cuando Nery’s se dejó llevar por la provocación de Maila cuando dejó de poder contenerse. Ver a varias personas aleteando como ultures a punto de ahogarse en una charca ya era cómico, pero los movimientos provocativos del frivy pronto lo superaron.

—Lo siento —diría mientras se frotaba los ojos si alguien la miraba. Estaba sentada en el suelo del patio a cierta distancia del grupo, pero cualquiera de ellos habría podido escucharla reír. No era su intención interrumpir las lecciones.

Cuando el frivy terminó su rutina de calentamiento la sudafricana tampoco tenía alterada la respiración, pero sabía que era un buen comienzo para gente poco acostumbrada a hacer ejercicio. El día anterior apenas había participado en la conversación durante la comida, pues se encontraba bastante cansada y algo dolorida tras el encuentro con el kelpie, pero sí que había creído que organizar aquellos entrenamientos matutinos era una buena idea para mejorar la supervivencia del grupo y había madrugado para estar lista. En general no tenía pegas con respecto a la forma de trabajo sugerida por Nery’s, pues su discurso en el patio era un buen resumen de lo que ella consideraba una vida saludable: una alimentación equilibrada y una rutina de ejercicio diaria con la que te sintieras cómodo. La razón por la que según él entrenaban en su planeta, sin embargo, no le convencía demasiado.

Había sido Maila la que le había pinchado al respecto y la respuesta del pelo platino no había tardado en llegar.
—Menuda estupidez… —masculló para sí misma cuando el chico empezó a bailar, poniendo los ojos en blanco antes de darle la espalda. Era innegable que el muchacho se sabía mover y sus capacidades físicas eran más que evidente, pero a Qwara lucir palmito le parecía un motivo ridículo y superficial por el cual querer estar en forma.

No era quien para juzgar los motivos de nadie, no obstante, así que siguió estirando mientras el fortachón se exhibía frente al grupo.
—Ní falta que hace —le respondió a Iemai cuando está pidió disculpas por reírse, apoyándose en la pared a su lado mientras se sujetaba la puntera de su zapatilla izquierda con la pierna flexionada—. Reírse es muy bueno para los abdominales. —le dijo en confianza, guiñandole un ojo burlón mientras se señalaba el abdomen intencionadamente.

A pesar de su tono despreocupado buscó a Ulmara y a Pefka con la mirada, intentando ponerse de acuerdo con ellos para empezar con la siguiente lección. Nery’s tenía razón con lo de que debían evitar enfriarse entre ejercicios.

Se interesó por el enteramiento, pero cuando vio a Nery´s no pudo evitar escapar una sutil risa de sorpresa, ese chaval no paraba de sorprenderla. Decidió unirse a quien estuviera calentando sin hacer una clase de fitness. Y deseo que esto fuera solo el calentamiento. Incluso siguió durante unos minutos la clase, pero le recordaban demasiado a las clases de educación física, o de zumba que había dado alguna, todo lo que le recordaba a la tierra de alguna manera le devolvía una sensación vacía y absurda.  

Así que aprovecho uno de los momentos de risas para subir a por un coletero para que el pelo no la molestara, subiendo escuchó los sollozos y murmullos de alguien desde una habitación. No sabía que hacer pero finalmente se acercó,  se dio cuenta que era Kiki, para Sarah era uno de los miembros más útiles, por su inteligencia y sus conocimientos en medicina. Entrando por la puerta, haciendo pasar una pequeña corriente de aire que la acompaño y casi sin hacer ruido comenzó a hablar.

-Hola- dijo Sarah con tono tranquilo y dulce- ¿que estas escribiendo? ¿Tú también te estas escapando de la clase de educación física?

Cuando acabara de hablar con Kiki, volvería al entrenamiento y se uniría de nuevo al calentamiento, y a la clase de Ulmara de manejo de armas, querá aprender a usar la lanza. Al finalizar en entrenamiento. Se acercaría Ulmara para hablar con ella.

Al parar, se rió con Iemai y el resto que lo hicieran. –Nah, sin música supertiene que ser como que muy extrañis. –Una pequeña respiración y su aliento volvió al ritmo normal tras aquella exhibición explosiva.

Ante la pregunta por pura memoria muscular se llevó la mano a la barbila en pose pensativa. –Hmmmm. Bueno la verdad es que hiperes más por estética que otra cosa. Después de todo todo el trabajo más duro se lo dejamos a las máquinas, pero superson bastante necesarios si megaquieres aguantar por las noches en mi mundo. Si megaquieres aguantar a seis o siete frivys en la misma noche o los que sean, a la vez o por separado,  más te vale ultrahaber desarrollado unos buenos músculos y una buena resistencia. –Lo dijo con naturalidad aunque tenía ganas de ver las reacciones a aquello por parte de seres con miedo a la desnudez.

–Todos megaentrenamos dos horas al inicio de las mañanas antes del segundo desayuno y de empezar a trabajar y ultrate puedo asegurar que tenemos la fuerza que parecemos tener. Supersi quieres megate cojo en cuello como a Kiki el primer día. –Sonrió bromeando.

–Eso superme recuerda que megadebería hablar con ella luego de entrenar, gracias por megaintentarlo cuando te lo dije Rua, ultrapensé que… bueno da igual. –Nery´s alzó la mano y con un gesto rápido acarició brevemente la cabeza de la humana. –Venga, a entrenar.

Qwara se apoyó en la pared cerca de donde estaba Iemai para decirle con humor que podía reírse si quería. Quizá Nery’s no pensase lo mismo, pero la cercana no pudo evitar sonreírle tras su comentario.
—El problema es que si pretendo entrenar a base de reírme, no hemos caído en el mejor sitio para eso —bromeó con acidez, aunque mucha menos de la que habría usado normalmente. Haberse echado a reír había conseguido ponerla de buen humor.

El frivy tampoco pareció molesto por su reacción, y a Iemai le agradó que no le importase. Venía de un mundo sumamente diferente, de tener poder y ser alguien importante, pero al menos no se comportaba como un cretino. Narcisista y nudista, pero no cretino.

Nery’s mencionó que tenía que hablar con Kiki para que se uniese, pero no era la única ausente. Aunque miró incluso hacia el interior del torreón, Iemai tampoco veía a Sarah, y no le extrañaba demasiado. Parecía una chica bastante taciturna.

—Ah, es el turno de Ulmara —pensó en voz alta cuando su congénere tomó las riendas. Tal vez eso haría que Qwara pensase que se dirigía a ella, así que añadió—: Nunca he recibido entrenamiento militar, pero creo que esto va a ser interesante.
Aunque Iemai quizá iba a echar de menos observar los ejercicios de antes.

La respuesta ácida de Iemai le arrancó una sonrisa, pero decidió dejar las bromas para más tarde y se acercó de nuevo al grupo para prestar atención a la lección de su compatriota. Por suerte solo tenían que correr, algo que a la morena le encantaba, y aprovechó la carrera para pensar en la clase que tenía que darles ella a continuación. Tras ponerse de acuerdo con Ulmara y Pefka habían decidido que fuera la sudafricana la que impartiera la primera lección de defensa personal del grupo, responsabilidad que le ponía algo nerviosa por no estar acostumbrada a enseñar. A Qwara nunca le había interesado instruir a nadie y por eso no tenía experiencia en ello, pero intentó recordar las primeras clases que había recibido de krav maga para seguir las mismas pautas en cuanto le llegara el turno.
—No se si algo de esto nos servirá contra los monstruos que hay ahí fuera, pero pensad que es una forma de ganar tiempo para salir corriendo, porque al final eso es lo único que nos permitirá salvar el culo llegado el momento —dijo en primer lugar mientras la mayoría recuperaba el aliento tras la carrera, dejando claro desde el principio su opinión respecto a enfrentarse cara a cara con los engendros de la ciudad. —. En fin… en el krav maga y en cualquier otro arte marcial lo más importante es tener una buena postura base, una posición en la que estemos estables y podamos atacar o defendernos sin perder el equilibrio… —empezo a continuación, metiéndose de lleno en la lección mientras ilustraba sus palabras con sus propios movimientos.

Durante la siguiente media hora Qwara les instruyó de forma muy básica en nociones de lucha, enseñándoles la forma correcta de golpear, la mejor manera de cubrirse y lo importante que era controlar tu espacio y el de tu rival. Con la ayuda de Nery’s por ser el de mayor envergadura les dejó claro que no era necesario ser más grande para ganar un enfrentamiento.
—Si yo paso por debajo de su golpe e invado su zona pierde la ventaja de su alcance, ¿lo véis? —preguntó en cierto momento, agachándose para esquivar un puñetazo del frivy justo antes de recortar distancias a una velocidad endemoniada para posicionarse junto al torso del CoMo's—. Aquí sus ataques no tienen fuerza y los míos sí —añadió, lanzando tres rápidos toques a sus costillas que aunque carecían de peso de forma intencionada dejaban claro que podían hacer muchísimo daño—. Además no ser un blanco fijo es muy importante, pues no hay que facilitarle el trabajo al rival, pero tampoco es necesario malgastar energías haciendo aspavientos innecesarios —continuó, echándose hacia atrás igual de rápido mientras mantenía las distancias con su compañero—. Si sois capaces de visualizar el espacio que ocupáis en todo momento no tendréis que hacer grandes esfuerzos como saltar a un lado o correr en círculos para evitar ser golpeados. —aclaró, empleando sus manos y antebrazos para desviar los puños de Nerys apenas un centímetros de forma que solo encontraran aire.

Ese y otros pocos ejemplos fue lo que empleo para enriquecer sus explicaciones, animándolos a juntarse de dos en dos para poner en práctica las técnicas que les estaba enseñando. Solo pretendía ser una primera toma de contacto, nada demasiado serio, pero la morena se pasearía entre ellos corrigiendo posturas y movimientos durante un rato más antes de rotar con Pefka.