Burdel de Dama Espasmo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Elegante, era la palabra apropiada para el edificio. Cain no estaba seguro de que Dirke supiese realmente donde les había llevado, pero eso ya no importaba. El lugar parecía deshabitado, y desde hace bastante tiempo, a juzgar por su aspecto dejado. Pero ese aire decadente hacía del sitio un lugar...
-Mágico...- susurró Caín dejando su cesta en el suelo
Nada más llegar, los chicos se habían dejado caer en los divanes y cojines del suelo, agotados por la carrera.

-Aun no mucha Caín pero gracias- La presencia del nuevo me pone algo nervioso y cuando se ha presentado he sentido algo extraño… algo que me dice que no es de fiar :-Has mentido-le digo cuando pasa por mi lado pero sin darle mas importancia, parece ser que con los ojos vendados pued sentir cosas que antes no podía…

Llevo toda la mañana memorizando palabras y mi cabeza ya no da para más rocavarancolés por hoy, así que decido salir de la habitación y, con un poco de suerte, encontrar a alguien que me acompañe a la biblioteca. Seguro que el bibliotecario tiene libros en alemán...

Vuelvo a coger la tabla, que para que negarlo: a pesar de ser solo una tontería, me gusta bajar las escaleras sobre ella. Salto encima y me empujo con las manos, agachándome como ayer, y estirando los brazos para equilibrarme.
-¡Weeeeeeeeeeeeeeeeee!-Cuando veo que la tabla va a volver a atascarse como ayer en el último escalón, salto de ella hasta el suelo, evitándome otro porrazo innecesario. Es lo bueno de vivir entre relojes, luego resulta más sencillo recordar el momento exacto en el que suceden las cosas.

Tras eso, recojo la tabla y me acerco a la puerta. La luz que entra por ella me ha llamado la atención. Allí veo a Caín, Carmesi y un chico totalmente desconocido para mí.
-¡Hola! ¡Buenas días!-les saludo.

Me río en su cara:
-Mentir,¿yo? Lo has deducido por que se me escapó un pedo? O por el tic de mi labio inferior,o no,déjame adivinar,aunque jamás he hablado contigo pero me conoces como mi querido padre,jajajaja. Relájate,estás paranoico.

-Cain- se presenta- y el vendado es Norou. ¿Qué te trae por aquí?- Había algo en el chico... una sensación extraña... ¿Era miedo? ¿Desconfianza? No sabría decirlo, pero el comentario de Noroy le confirma que algo no va bien. Se sentó en un montón de cojines y le señaló un puff al recién llegado, invitándole a sentarse.- Hola peque- saluda a Dirke cuando llega

Me levanto y hago la cama. Me cambio de ropa, esta vez elijo un kimono blanco con flores azules. Oigo a Dirke gritar y bajo corriendo. Parece que esta vez no se ha caído...Mejor.
-Buenos días a todos-saludo. Me fijo en que hay un chico al que no conozco, parece nuevo, nunca le he visto por el burdel...
-¿Quién eres?- le pregunto.

Me siento relajadamente y le respondo:
-Resulta que en mi torreón solo hay comatosos y tortolitos,y me dije: Eh James,que tal si exploras un poco,seguro que hay mas personas en la ciudad y algo mas animadas. Asi que cojí mi mochila del ejercito canadiense (a la que alguien parece haber saqueado mis red bull) y me fui a dar una vuelta. Pero ví humo y decidí exlorar por aquí,no detecté peligro y llamé.
Veo a la recién llegada y digo:
-Soy James,encantado de conocerte...

Escucho en la parte superior algo parecido a un tambor, solo suena un instante y luego escucho unos pasos de una persona, delatada por el sonido de sus pasos y crujir del suelo, de baja estatura <<¿Dirke?>> después escucho su voz acompañada de un extraño olor a ave.. Después otra presencia se hace notar en la sala, es Kaila…me dirijo a sentarme en el suelo alejado del nuevo

Veo que se presentan todos y me quedo algo rezagado. <<¿Hablo o no hablo?>> No es que me sienta muy locuaz últimamente, así que me decido por lo segundo. Si luego el chico tiene curiosidad por mi nombre, ya le preguntará a alguien que le entienda.
Luego me giro hacia Caín, Kaila y Norou y me quedo empanado mirándolos a ambos mientras trato de recordar las palabras que estuve buscando ayer.
-Yo... yo... eh...-nada, que no me sale lo que tenía que decir.

<<Comatosos y tortolitos eh?>> Cain dio por válida la respuesta y dejó al nuevo con los demás y se fue a la cocina. Ese maldito pelirrojo seguía sin aparecer y aunque ya no le hiciese falta la llave le escamaba que le hubiese engañado así... Se llevó la mano inconscientemente al anticristo del cuello y se puso a juguetear con la cadena. A la comida le faltaba un buen rato, por lo que decidió ir a darse un baño.
-Estaré en las termas, Si oleis a quemado apagad el fuego- dijo antes de bajar al sótano

No se realmente que ocurrió el día anterior. Con la llave de la despensa sacie mi gula y decidí salir aprovechando la penumbra de la mañana y que no todos estaban despiertos. Anduve por los alrededores durante horas evitando ciertas zonas que cuanto más me adentraba un sudor frió me recorría toda la espalda y me hacia retroceder. Siempre había tenido un radar para los lugares peligrosos, como aquella vez en una feria que esta misma sensación me hizo retroceder a la hora de montar en una de las atracciones. En ese mismo trayecto, donde yo debía estar, una barra que la sustentaba se desprendió… Pues de echo esto me había sacado de apuros varias veces, así que había aprendido a confiar este extraño sentido de “supervivencia”.
El problema es el siguiente. De nuevo mis pasos me llevaron a aquel caserón de torres almenadas y cristaleras vidriadas de la otra vez, aquella vez que regrese con un libro, pues era de ese mismo lugar. Volví a curiosear de nuevo, los altos ventanales dejaban penetrar una vítrea y colorida luz que iluminaba la estancia principal dejando ver la decoración de esta. Muros gruesos de piedra oscura, cuadros de lienzos rasgados y tapices decorados con una gran esfera roja, armaduras extrañas que no se amoldaban al cuerpo humano, sillones polvorientos y una gran chimenea de mármol negro con una serpiente de piedra esmeralda que daba forma a la boca de esta. En el suelo, justo delante de una gran vitrina llena de antiguos manuscritos y pequeños frascos, una enorme agujero. Supuse que se debía al desprendimiento de una lámpara de araña que se podía ver desde esta planta. Supuse que aquello se trataba del sótano de la casa, lugar donde la otra vez llevado pro la curiosidad halle aquel libro que me era imposible de abrir. Pero aquella vez algo me impulsaba a volver a bajar como si hubiese dejado pasar algo por alto.
De nuevo en aquel húmedo y mal oliente sótano, gire sobre mi mismo para contemplar de nuevo el lugar. Grilletes que colgaban de las paredes, una enorme piedra rectangular en el centro de la sala y entorno a esta una serie d grabados que me eran imposible de identificar, y lo que mas me sorprendió aquélla vez, un enorme esqueleto dentro de una jaula, también bastante grande, que estaba empotrada contra la pared. Entonces fue cuando divise aquello que había pasado por alto, al ser mas temprano, la luz penetraba por el agujero de la planta superior y hacia brillar algo de entre aquel enorme esqueleto.
Aparte los restos del cadáver y alcancé lo que era una especie de colgante, aunque mas largo y grande de lo normal. La cadena era negro mate, de ahí que apenas brillase, y de esta colgaba un pedrusco traslucido rodeado por un aro en plata con inscripciones parecidas a las del suelo del sótano, que de echo tampoco podía descifrar.
Me gusto y pensé que si el propietario era aquél montón de enormes huesos, ya no le haría falta. Tras ponérmelo solo recuerdo que al salir por el agujero me corte la palma de la mano con un clavo que sobre salía de uno de los listones de madera del suelo, tras limpiar la sangre en el jersey manche el cristal y este se tiño de rojo… Lo próximo que recuerdo es que estoy frente a la puerta del Burdel cubierto de sangre que no es mía y Cain me esta mirando fijamente… no se que a ocurrido pero creo que me va a caer una buena bronca porque he perdido la llave de la despensa…

Como no me sale la frase que había ensayado antes, voy a por el diccionario y, revisando las palabras, escribo una nota sobre un tablón de madera con los dedos, manchados de carbón de la cocina.


Ato varias sábanas a la ventana de la habitación, asegurándolas bien, hasta que llegan casi al suelo. Cojo la tablilla y la tiro escaleras abajo, pensando que el ruido que hará al caer les alertará y así la verán. Luego, con un palo de madera, el diccionario y un cuchillo pequeño de la cocina, trepo hacia abajo por las sábanas y salto cuando veo que no queda apenas distancia entre el suelo y mis pies.

Me coloco bien la gorra y me pongo las gafas de aviador antes de echar a correr, depositando todas mis esperanzas de llegar a la biblioteca en mis pequeños pies.

(Sigue en la plaza de los colaespinas).

A Cain no le da tiempo a bajar a las termas, antes ve a Gilbert en la puerta, cubierto de sangre. Se le cae el alma a los pies y se olvida totalmente de la bronca que se había prometido echarle nada más verle. Le agarra del brazo, y al hacerlo, siente una fuerte sensación de rechazo. Se separa unos pasos, respira hondo y vuelve a cogerle del brazo, llevándoselo a las termas con él. <<Hay que quitarle rápido toda esa sangre>>

Abro los lentamente, me quedo quieta en la cama. Me estiro y me incorporo lentamente. Ha sido una buena noche, sin pesadillas, estoy de buen humor.
Me levanto de la cama y empiezo a hacerla.
Oigo a la gente hablar en el salón, decido bajar yo también. Junto con algunos de mis compañeros hay un chico nuevo que no conozco:
-¡Buenas!- Bajo las escaleras lentamente.

“”Jack aparece por las escaleras entrando, Hace un gesto a los que están en la habitación para que no delaten su presencia, va agachado, acechante cuan depredador mientras se va desliando el látigo de su cintura, va directo a Norou el cual parece no percatarse de su presencia <<Ya eres mío suicida…>> cogió impulso con el látigo y lanzo un certero golpe a Norou “” De repente Caín dice que va a las termas y nos avisa de que vigilemos la comida pero llaman a la puerta y va abrir el olor a sangre me inunda:-¿Pasa algo malo?-alcanzo a decir cuando Caín y el que apesta a sangre pasa por mi lado, todo parece ir bien y me relajo .Ahora todo está en silencio salvo una pequeña conversación que están manteniendo el nuevo y Erika que repentinamente se corta, luego escucho algo que corta el aire y todo mis sentidos se ponen alerta girándome a la fuente del sonido, después siento que algo me impacta fuertemente en el hombro, lo reconozco enseguida, con un rápido movimiento consigo agarrar la punta del látigo de Jack antes de que consiga cargar otro golpe: -Buenos días Jack*digo sonriendo agarrando el látigo*Me has sorprendido ni si quería he escuchado tus pasos, sigamos arriba por favor, esto parece interesante…- No veo a Jack pero sé con certeza que ahora mismo está sonriendo, me levanto y vamos al dojo.

-Gracias - susurre a su oído. Intentar recordar algo de lo ocurrido me agotaba cien veces mas de lo que ya estaba. Me sentía sucio y pesado, no podía con mi cuerpo y gracias a Cain aun podía tenerme en pie. Bajamos a duras penas a la termas, Cain me dejo caer contra la pared, estaba casi en trance no daba testimonio de que había ocurrido y solo podía contemplarme allí cubierto de sangre, y era frustrante no recordar nada. Con un soplo de energía hice amago de tirarme a las termas, pero algo me detuvo.

EDITADO

Cain corrió a sacar a Gilbert de la terma. Maldijo una y mil veces al pelirrojo de nuevo por habersi ido sin avisar, por actuar sin pensar. Le quitó la ropa sucia y empapada de sangre y la dejó en un rincón. Le echó un cubo de agua por encima y frotó bien cualquier resto de suciedad de donde fuera que hubiese pasado la noche, luego lo dejó en la terma un rato mientras le buscaba ropa limpia. Parecía ido, ausente... Lo llevó a su habitación para que descansase. Al ver el cabecero de la cama tuvo una idea; sacó las esposas que tenía guardadas del otro día y encadenó al pelirrojo a la cama
-Así no volverás a irte sin avisar- le dijo con voz amenazante- Luego te subo la comida- y regresó a la sala central

Leo lo que ha escrito Dirke en el tablón y suspiro. Ojalá no le pase nada. Caín se va a las termas con un chico, que está lleno de sangre. Jack viene y ataca al chico de los ojos vendados, pero estoy pensando en mis cosas y no les presto atención.
-¿Vamos a la biblioteca a buscar a Dirke?- pregunto. Estoy preocupada por él.
Sin esperar a que me contesten cojo el cuchillo del otro día y me encamino hacia la puerta. Voy a salir fuera, vengan conmigo o no.