Torreón Letargo (Archivo VI)
+16
Giniroryu
Zarket
Lobo_Negro
Hiss
Rocavarancolia Rol
Kanyum
Seth
Naeryan
Lathspell
Evanna
Kial
Manasard
Yber
Jikan11
Red
Muffie
20 participantes
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Torreón Letargo (Archivo VI)
22/11/15, 09:34 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
15/09/17, 08:43 pm
Guille no daba crédito a lo que ocurría miraba de lado a lado como en una partida de tenis, tenía cara de empanamiento. Derrepente, cuando Adru intercedió por Pam, su cara cambio como al que se enciende una bombilla.
-Ya lo sé!! Saliste en Madagascar, pero ahora estás más feo, veo que la fama no lo es todo, la cámara engaña mucho- miraba como si fuera la cosa más obvia del mundo- si, si, la de..-y comenzo a cantar mientras bailaba- yo quiero marcha marcha, yo quiero marcha. Tú quieres marcha marcha, tu quiereis marcha...
Rompiendo completamente el ambiente de tensión , cantando hasta que se quedó agusto, después mientras miraba a la gente con cara de pregunta y diciendo.
-¿A qué se si? ¿Tengo razón verdad? ¿La habéis visto? A mi no me engañas- hablando prácticamente solo.
-Ya lo sé!! Saliste en Madagascar, pero ahora estás más feo, veo que la fama no lo es todo, la cámara engaña mucho- miraba como si fuera la cosa más obvia del mundo- si, si, la de..-y comenzo a cantar mientras bailaba- yo quiero marcha marcha, yo quiero marcha. Tú quieres marcha marcha, tu quiereis marcha...
Rompiendo completamente el ambiente de tensión , cantando hasta que se quedó agusto, después mientras miraba a la gente con cara de pregunta y diciendo.
-¿A qué se si? ¿Tengo razón verdad? ¿La habéis visto? A mi no me engañas- hablando prácticamente solo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
15/09/17, 09:56 pm
Baste se acobarda en cuanto ve saltar a Pam, se asusta de la misma manera que uno se asusta de un perro ladrador; el ordés jamás ha visto a una mona tan asalvajada. Baste se obliga a serenarse y sonríe, con cierto miedo. Enseguida se encuentra con la mirada preocupada de Ellie y los ojos fulminantes de Aldhias. Hasta Lulú acaba por revelarse y asoma la cabeza por el marsupio para entender qué está pasando. El ordés les había hablado numerosas veces de los monos del queso de su mundo, pero en ninguna ocasión les ha dado a entender que fueran una especie inteligente, ni esclavizada.
Solo Aldhias se permite reír al escuchar a Adrune hablando de solambulismo. Baste no ha sabido reaccionar al ataque y se ha quedado callado, mientras que Ellie, preocupada, toma la delantera y se interpone entre el ordés y la habitación.
—Baste, al pasillo. No vuelvas a despegar el pico. Lulú, sal de ahí —el ordés sale refunfuñando. El repoblador salta del marsupio a la cabeza de Baste, después al hombro de Aldhias y, finalmente, al de la humana. Agita sus dos brazos superiores a modo de saludo y silba brevemente, mientras los examina—. Siento muchísimo la actitud de mi compañero, Pelusa —continúa Ellie en actitud conciliadora.
Aldhias da un par de pasos atrás y se apoya al umbral de la puerta, desde donde puede ver tanto a Baste como lo que sucede en la habitación. De vez en cuando intercambian susurros.
—Será lo mejor —responde la humana a Adrune—. Lulú es uno de nuestros mejores magos, si os parece bien, puede echar un vistazo a vuestro amigo a cambio de lo que ha pasado.
Ellie y el repoblador intercambian una mirada y el diminuto asiente.
—Me parece justo. Aunque no estoy seguro de que tenga nada tan poderoso… —les advierte con su voz de flautín.
En ese instante el niño se pone a cantar y atrae sin querer la atención de los cuatro sendarios. En esta ocasión, Ellie es la única en entender el chiste y no se encuentra en situación de sonreír. Aun así, trata de aportar su granito de arena y repite la canción mientras se acerca a la cama de Erevelin. El daeliciano se encoge de hombros mientras Baste farfulla en el pasillo, avergonzado por el trato recibido tanto por la mona como por su propio grupo.
—Te confundes —le explica la humana a Guille con cierta dulzura, ya sentada junto a la sinhadre durmiente. Ellie le da una palmadita en el hombro a su amiga y continúa hablando con el niño —. Baste es primo de ese lémur, un primo muy lejano, pero no aparece en la peli porque no actúa muy bien —añade, siguiendo el juego al pequeño y mandando un sutil mensaje tanto a Baste como a los habitantes de este torreón.
>>Ere, cariño, levántate, has vuelto a salir sonámbula.
Solo Aldhias se permite reír al escuchar a Adrune hablando de solambulismo. Baste no ha sabido reaccionar al ataque y se ha quedado callado, mientras que Ellie, preocupada, toma la delantera y se interpone entre el ordés y la habitación.
—Baste, al pasillo. No vuelvas a despegar el pico. Lulú, sal de ahí —el ordés sale refunfuñando. El repoblador salta del marsupio a la cabeza de Baste, después al hombro de Aldhias y, finalmente, al de la humana. Agita sus dos brazos superiores a modo de saludo y silba brevemente, mientras los examina—. Siento muchísimo la actitud de mi compañero, Pelusa —continúa Ellie en actitud conciliadora.
Aldhias da un par de pasos atrás y se apoya al umbral de la puerta, desde donde puede ver tanto a Baste como lo que sucede en la habitación. De vez en cuando intercambian susurros.
—Será lo mejor —responde la humana a Adrune—. Lulú es uno de nuestros mejores magos, si os parece bien, puede echar un vistazo a vuestro amigo a cambio de lo que ha pasado.
Ellie y el repoblador intercambian una mirada y el diminuto asiente.
—Me parece justo. Aunque no estoy seguro de que tenga nada tan poderoso… —les advierte con su voz de flautín.
En ese instante el niño se pone a cantar y atrae sin querer la atención de los cuatro sendarios. En esta ocasión, Ellie es la única en entender el chiste y no se encuentra en situación de sonreír. Aun así, trata de aportar su granito de arena y repite la canción mientras se acerca a la cama de Erevelin. El daeliciano se encoge de hombros mientras Baste farfulla en el pasillo, avergonzado por el trato recibido tanto por la mona como por su propio grupo.
—Te confundes —le explica la humana a Guille con cierta dulzura, ya sentada junto a la sinhadre durmiente. Ellie le da una palmadita en el hombro a su amiga y continúa hablando con el niño —. Baste es primo de ese lémur, un primo muy lejano, pero no aparece en la peli porque no actúa muy bien —añade, siguiendo el juego al pequeño y mandando un sutil mensaje tanto a Baste como a los habitantes de este torreón.
>>Ere, cariño, levántate, has vuelto a salir sonámbula.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
15/09/17, 10:43 pm
Le escocían los ojos por las lagrimas de rabia y se sintió molesta consigo misma por aquello. Se había prometidos dejar de llorar. ¿Cuantas veces había derramado lagrimas desde que estaba en la ciudad? Demasiadas para su gusto y para lo que estaba acostumbrada. Siempre había sido fría, conteniendo sus emociones en una cajita con candados, ¿porque cada vez costaba mas hacerlo? ¿Eso también era parte de ser? Pam hipo ligeramente, como siempre que lloraba y agradeció que Adru interviniera, pues tras la explosión parecía que las fuerzas hubiesen abandonado su cuerpo, dejándola agotada.
Aprovecho las palabras de Adru para limpiar sus lagrimas con ahincó. La respuestas de los acompañantes del ordes, que al fin entraron en su campo de visión, reconociendo a alguno de ellos como personas de mundos conocidos,la calmaron en cierto modo. Baste salio del cuarto y Pam sintió que volvía a respirar, no le tranquilizaba que siguiera en el torreón, pero tenerlo fuerza de su vista suponía un cierta calma. Eso y que incluso los compañeros del ordes no la tomaran contra ella, ayudo bastante. Sabia que había sido explosiva y un tanto irracional, una muy mala imagen para gente que eran tan cosechados como ellos mismos y que debían estar tan preocupados por una compañera como ellos lo estaban por Rox. Simplemente, al ver al ordes, no había podido evitarlo.
-Gracias -murmuró asomando desde detrás de Adru para ver al grupo, con los ojos algo rojos pero algo mas tranquila, al ver que el ordes, al que llamaba Baste, había salido- Y siento la explosión -no es como si le agradase la presencia de extraños, pero ahora al ver algunas de sus descripciones, recordaba las palabra de Mike el día que lo encontraron. Los miembro del grupo que menciono en su momento: Un daeliciano, una sinhadre, un ordes, un pequeño hombre insecto...no podían ser mas que ellos. Por un momento Pam fue a decir que ya sbaia quien eres por un compañero, pero la chica que aprecia humana y cuyo nombre no ubicaba en ese momento pidió al pequeño bicho planta, que aprecia llamarse Lulú, hacer magia y todo se borro momentáneamente dela mente de Pelusa que clavo sus grandes ojos lavandas en este. Evidentemente debían saber magia pues la sinhadre a la que llamaban Ere lo sabía, y mas avanzada que la de ellos sin duda.
-¿Podrías enseñár...?- empezó a preguntar Pam que se vio interrumpida por Guille que salto con algo que la dejo completamente en blanco, con tal desconcierto que Pam sintió que por un instante su cerebro dio una vuelta de campana por toda la habitación antes de volver a su cráneo. << No sabe leer el ambiente >> sentencio Pam tan agotada, que ni ganas de reclamar tenía, viendo como la chica humana se acercaba a su durmiente compañera y le hablaba dulcemente al niño.
Pam volvió su mirada hacia Lulú y con dificultad se levanto de la cama, apretando los labios cuando avanzo hasta Rox, sentadose junto a este, para mantenerse cerca del humano para cuando el ser que no conocía hiciera su magia.
-¿Podrías enseñarme los hechizos que sabes, por favor? ¿O decirnos donde los conseguisteis?-pregunto Pam de nuevo viendo a Lulú atentamente, habiendo llevado consigo sus hojas y carboncillo, por si acaso, viendo hacia Rox ahí postrado- El...fue mordido hace varios días y hemos intentado de todo, pero incluso si tenemos un hechizo de curación, no le hace apenas efecto – añadió volviendo su mirada hacia Lulú- Cualquier hechizo que pudieras enseñarnos podría sernos de utilidad, para ahora o para el futuro - añadio Pam, ala que no le importaba bajar la cabeza o perder parte de su orgullo o incluso decir “por favor” algo que realmente le costaba decir, al igual que decir “gracias” o “lo siento” pero si con eso conseguía que sus compañeros tuviesen una baza mas para sobrevivir a la ciudad lo haría. Ya estaba cansada de que fuesen incapaces de salvar a sus compañeros.
Aprovecho las palabras de Adru para limpiar sus lagrimas con ahincó. La respuestas de los acompañantes del ordes, que al fin entraron en su campo de visión, reconociendo a alguno de ellos como personas de mundos conocidos,la calmaron en cierto modo. Baste salio del cuarto y Pam sintió que volvía a respirar, no le tranquilizaba que siguiera en el torreón, pero tenerlo fuerza de su vista suponía un cierta calma. Eso y que incluso los compañeros del ordes no la tomaran contra ella, ayudo bastante. Sabia que había sido explosiva y un tanto irracional, una muy mala imagen para gente que eran tan cosechados como ellos mismos y que debían estar tan preocupados por una compañera como ellos lo estaban por Rox. Simplemente, al ver al ordes, no había podido evitarlo.
-Gracias -murmuró asomando desde detrás de Adru para ver al grupo, con los ojos algo rojos pero algo mas tranquila, al ver que el ordes, al que llamaba Baste, había salido- Y siento la explosión -no es como si le agradase la presencia de extraños, pero ahora al ver algunas de sus descripciones, recordaba las palabra de Mike el día que lo encontraron. Los miembro del grupo que menciono en su momento: Un daeliciano, una sinhadre, un ordes, un pequeño hombre insecto...no podían ser mas que ellos. Por un momento Pam fue a decir que ya sbaia quien eres por un compañero, pero la chica que aprecia humana y cuyo nombre no ubicaba en ese momento pidió al pequeño bicho planta, que aprecia llamarse Lulú, hacer magia y todo se borro momentáneamente dela mente de Pelusa que clavo sus grandes ojos lavandas en este. Evidentemente debían saber magia pues la sinhadre a la que llamaban Ere lo sabía, y mas avanzada que la de ellos sin duda.
-¿Podrías enseñár...?- empezó a preguntar Pam que se vio interrumpida por Guille que salto con algo que la dejo completamente en blanco, con tal desconcierto que Pam sintió que por un instante su cerebro dio una vuelta de campana por toda la habitación antes de volver a su cráneo. << No sabe leer el ambiente >> sentencio Pam tan agotada, que ni ganas de reclamar tenía, viendo como la chica humana se acercaba a su durmiente compañera y le hablaba dulcemente al niño.
Pam volvió su mirada hacia Lulú y con dificultad se levanto de la cama, apretando los labios cuando avanzo hasta Rox, sentadose junto a este, para mantenerse cerca del humano para cuando el ser que no conocía hiciera su magia.
-¿Podrías enseñarme los hechizos que sabes, por favor? ¿O decirnos donde los conseguisteis?-pregunto Pam de nuevo viendo a Lulú atentamente, habiendo llevado consigo sus hojas y carboncillo, por si acaso, viendo hacia Rox ahí postrado- El...fue mordido hace varios días y hemos intentado de todo, pero incluso si tenemos un hechizo de curación, no le hace apenas efecto – añadió volviendo su mirada hacia Lulú- Cualquier hechizo que pudieras enseñarnos podría sernos de utilidad, para ahora o para el futuro - añadio Pam, ala que no le importaba bajar la cabeza o perder parte de su orgullo o incluso decir “por favor” algo que realmente le costaba decir, al igual que decir “gracias” o “lo siento” pero si con eso conseguía que sus compañeros tuviesen una baza mas para sobrevivir a la ciudad lo haría. Ya estaba cansada de que fuesen incapaces de salvar a sus compañeros.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
16/09/17, 04:44 pm
Lulú salta a la cama de Rox y le pone una de sus cuatro manecillas en la frente. Lo ve muy mal, inayudable, pero por suerte sus ojos compuestos no lo expresan con tanta claridad como los del resto. Por si las moscas, el repoblador realiza el único hechizo que, tal vez, podría servir. No ocurre nada.
—Lo siento mucho... —le comunica a Pelusa—. ¿Qué le ha ocurrido? Si se puede saber. Y claro, te enseñaré todo lo que conocemos. Qué dones... Perdón. ¿Qué hechizos tenéis vosotros?
En otra de las camas, los vaivenes suaves de Ellie cumplen su función. Sin embargo, Erevelin se despierta como si acabase de morir en una pesadilla.
—¡Ellie! —Abraza a la humana—. Lo han perdido, Ellie, lo han perdido. —La sinhadre se separa un poco de Ellie y mira a su alrededor—. Hemos llegado tarde —le susurra con miedo de que nadie más la oiga.
La humana no sabe qué responderle y se gira con la esperanza de que Aldhias les estuviera prestando atención. Para su mala suerte, sigue hablando con Baste.
—Lo siento mucho... —le comunica a Pelusa—. ¿Qué le ha ocurrido? Si se puede saber. Y claro, te enseñaré todo lo que conocemos. Qué dones... Perdón. ¿Qué hechizos tenéis vosotros?
En otra de las camas, los vaivenes suaves de Ellie cumplen su función. Sin embargo, Erevelin se despierta como si acabase de morir en una pesadilla.
—¡Ellie! —Abraza a la humana—. Lo han perdido, Ellie, lo han perdido. —La sinhadre se separa un poco de Ellie y mira a su alrededor—. Hemos llegado tarde —le susurra con miedo de que nadie más la oiga.
La humana no sabe qué responderle y se gira con la esperanza de que Aldhias les estuviera prestando atención. Para su mala suerte, sigue hablando con Baste.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
16/09/17, 05:02 pm
La situación se resolvió enseguida, lo cual hizo que a Adru le inspirase cierta confianza aquel grupo incluso si había un ordés esclavizador entre ellos. Observó al pequeño ser con mucha curiosidad mientras salía del marsupio de Baste, ¿también era un cosechado? Su pregunta fue respondida al momento cuando la chica de pelo amarillo le explicó que se trataba de un poderoso mago.
—Haz lo que puedas, por favor —pidió al diminuto ser cuando este verbalizó sus dudas.
La conversación entre Guille y Ellie le resultó completamente desconcertante, pero aquello no era una novedad cuando se trataba del pequeño humano y no era el momento de preguntar por cosas de otros mundos que no sirviesen de ayuda. Su atención se centró por completo en los intentos de Lulú por curar a Rox.
La esperanza se desvaneció enseguida, pero se sentía muy agradecida a aquellos desconocidos por haber intentado ayudarlos y no tardó en asentir tras la petición de Pelusa.
—Neil te puede enseñar algún hechizo a cambio —señaló a su aurva y le instó a que se acercase, deseosa de poder ayudar en lo que fuera—. Es el único que puede hacer magia de los que estamos aquí ahora… Bueno, Rox también puede pero… —añadió con tristeza, no pudiendo evitar volver a posar su mirada sobre el coreano.
El despertar de Erevelin, sus palabras, no resultaron mucho más esclarecedoras que las incoherencias que musitaba mientras caminaba sonámbula. La edeel se sobresaltó ante este repentino acontecimiento y se acercó a la cama donde se encontraba su compatriota.
—Hola, Erevelin, ahora podemos presentarnos mejor… Soy Adrune y Neil es mi aurva —señaló al chico que se encontraba reunido con Pelusa y Lulú—. ¿Estás bien? ¿Estabas teniendo una pesadilla, verdad?
Las pesadillas en aquel lugar parecían ser incluso peores que las normales, y se colaban en los sueños de incluso alguien como ella que no recordaba haber experimentado sueños tan espantosos en Sinhdro.
—Haz lo que puedas, por favor —pidió al diminuto ser cuando este verbalizó sus dudas.
La conversación entre Guille y Ellie le resultó completamente desconcertante, pero aquello no era una novedad cuando se trataba del pequeño humano y no era el momento de preguntar por cosas de otros mundos que no sirviesen de ayuda. Su atención se centró por completo en los intentos de Lulú por curar a Rox.
La esperanza se desvaneció enseguida, pero se sentía muy agradecida a aquellos desconocidos por haber intentado ayudarlos y no tardó en asentir tras la petición de Pelusa.
—Neil te puede enseñar algún hechizo a cambio —señaló a su aurva y le instó a que se acercase, deseosa de poder ayudar en lo que fuera—. Es el único que puede hacer magia de los que estamos aquí ahora… Bueno, Rox también puede pero… —añadió con tristeza, no pudiendo evitar volver a posar su mirada sobre el coreano.
El despertar de Erevelin, sus palabras, no resultaron mucho más esclarecedoras que las incoherencias que musitaba mientras caminaba sonámbula. La edeel se sobresaltó ante este repentino acontecimiento y se acercó a la cama donde se encontraba su compatriota.
—Hola, Erevelin, ahora podemos presentarnos mejor… Soy Adrune y Neil es mi aurva —señaló al chico que se encontraba reunido con Pelusa y Lulú—. ¿Estás bien? ¿Estabas teniendo una pesadilla, verdad?
Las pesadillas en aquel lugar parecían ser incluso peores que las normales, y se colaban en los sueños de incluso alguien como ella que no recordaba haber experimentado sueños tan espantosos en Sinhdro.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
16/09/17, 05:45 pm
Lulú espera a la llegada del chico llamado Neil. Una vez le respondan sus dudas, enseñará al sinhadre no todos los que conoce, pero sí tres conjuros muy útiles: levitación, moldeo de materia orgánica y el hechizo de vigorización.
Erevelin enmudece ante las preguntas de Adrune, se la ve visiblemente asustada. Ellie le acaricia la barbilla en un intento de calmarla, de hacerle ver que está en un lugar seguro, y la chica sonámbula parece entender a la humana.
—Sí... Había un bosque extraño, la luz pasaba a traves de los troncos y las hojas y había un señor muy malo y poderoso en una cabaña —habla muy deprisa y en voz muy baja, deja mucha información sin revelar—. Qué bien que hayáis venido juntos —mientras habla, mira directamente a los ojos de la aurva—, ¿os he asustado? —pregunta de repente y agacha la cabeza—. Siento si dije algo raro mientras dormía...
Erevelin enmudece ante las preguntas de Adrune, se la ve visiblemente asustada. Ellie le acaricia la barbilla en un intento de calmarla, de hacerle ver que está en un lugar seguro, y la chica sonámbula parece entender a la humana.
—Sí... Había un bosque extraño, la luz pasaba a traves de los troncos y las hojas y había un señor muy malo y poderoso en una cabaña —habla muy deprisa y en voz muy baja, deja mucha información sin revelar—. Qué bien que hayáis venido juntos —mientras habla, mira directamente a los ojos de la aurva—, ¿os he asustado? —pregunta de repente y agacha la cabeza—. Siento si dije algo raro mientras dormía...
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
16/09/17, 06:54 pm
Se sintió aliviada de escuchar que Lulú les daría alguno de los hechizos que poseían y la mona del queso estuvo claramente pendiente de los gestos y palabras para apuntarlos en sus apuntes, al igual que Neil los escuchaba, ella prefería apuntarlos por si luego al sinhadre se le pasaba algo a la hora de contárselo a los demás, así como que ella pudiera estudiarlos luego. Nunca cesaría en el empeño de intentar hacer magia, fallase cuanto fallase.
Cuando Lulú terminó, miró a Rox, consciente que este le habían lanzado uno de los hechizos que acababa de enseñarles, probablemente el vigorizante, sin resultado alguno. El malestar se acento en Pam, junto con la inquietud. ¿Que magia necesitaban para curarle?¿Tal vez no necesitaba magia sino algún tipo de brebaje especial? No podían saberlo.
-No, esta bien, es lo menos que podemos hacer. También podría ayudaros de algún modo- añadió Pam viendo a Lulú, comenzando a explicarle que hacia poco mas de una semana salieron a ver si encontraban algo nuevo- Nos encontramos a un cosechado llamado Verael cuyos compañeros habían muerto y había caído en una trampa, al parecer cogió algún tipo de joya de color rojo de alguna edificio cerca de la casa de los dulces y esta provoco que su cuerpo semi mutara en el de una criatura medio humanoide, algún tipo de bestia. Realmente parecía sufrir un increíble dolor.- añadió Pam recordando lo, pues aunque había desconfiado de el desde el inicio- Nos ataco, parecía como si poco a poco perdiese la racionalidad, como si se estuviese convirtiendo en un monstruo lentamente y mordió a Rox en el hombro. Estaba lucido pero le costaba, peor creemos que su mordisco infecto a Rox o le envenenó, no lo sabemos- dijo viendo a su amigo ahí postrado con cierto pesadumbre por la situación, recordando la posterior intervención del hombre escorpión cuyo recuerdo hacia que Pam desconfiase aun mas de los habitantes de la ciudad. No se lo guardo, contó a Lulú sobre el hombre escorpión, lo que les hizo, dijo y como los encerró en la casa en llamas de la que tuvieron que escapar, e aunque le costo, sobre la perdida de Ain y Drake.
-No se cuanto contacto habréis tenido con los habitantes de la ciudad, pero los nuestros no han sido especialmente agradables -admitió Pam con el ceño fruncido, captando como desde la cama cercana junto a Rox, Erevelin parecía al fin despertar, esta de vez de verdad, como si la peor de las pesadillas hubiesen transcurridos en aquellos minutos. Sus palabras, al igual que cuando estaba sonámbula no tenía mucho sentido para Pam. ¿Un bosque? No había visto ni un misero árbol desde que pisaron ese sitio, por lo que no debería haber soñado con la ciudad. Le intrigaba, pero mas le intrigaba todo lo que había dicho cuando estaba aun sonámbula.
-Puede que la pregunta te resulte extraña pero...¿me conoces? ¿Sabes mi nombre?- pregunto Pam mirando a Erevelin para buscar atraer un poco su atención hacia ella- No se si recordaras lo que dijiste, pero mientras estabas sonámbula me llamaste por mi nombre, así como mencionaste otras tantas cosas -indico mirándola con atención, evidentemente nunca se habían conocido y ni Mike ni Hiss pudieron hablarle de ella cuando estuvo con el grupo, porque a ellos los conocieron mas tarde.
Cuando Lulú terminó, miró a Rox, consciente que este le habían lanzado uno de los hechizos que acababa de enseñarles, probablemente el vigorizante, sin resultado alguno. El malestar se acento en Pam, junto con la inquietud. ¿Que magia necesitaban para curarle?¿Tal vez no necesitaba magia sino algún tipo de brebaje especial? No podían saberlo.
-No, esta bien, es lo menos que podemos hacer. También podría ayudaros de algún modo- añadió Pam viendo a Lulú, comenzando a explicarle que hacia poco mas de una semana salieron a ver si encontraban algo nuevo- Nos encontramos a un cosechado llamado Verael cuyos compañeros habían muerto y había caído en una trampa, al parecer cogió algún tipo de joya de color rojo de alguna edificio cerca de la casa de los dulces y esta provoco que su cuerpo semi mutara en el de una criatura medio humanoide, algún tipo de bestia. Realmente parecía sufrir un increíble dolor.- añadió Pam recordando lo, pues aunque había desconfiado de el desde el inicio- Nos ataco, parecía como si poco a poco perdiese la racionalidad, como si se estuviese convirtiendo en un monstruo lentamente y mordió a Rox en el hombro. Estaba lucido pero le costaba, peor creemos que su mordisco infecto a Rox o le envenenó, no lo sabemos- dijo viendo a su amigo ahí postrado con cierto pesadumbre por la situación, recordando la posterior intervención del hombre escorpión cuyo recuerdo hacia que Pam desconfiase aun mas de los habitantes de la ciudad. No se lo guardo, contó a Lulú sobre el hombre escorpión, lo que les hizo, dijo y como los encerró en la casa en llamas de la que tuvieron que escapar, e aunque le costo, sobre la perdida de Ain y Drake.
-No se cuanto contacto habréis tenido con los habitantes de la ciudad, pero los nuestros no han sido especialmente agradables -admitió Pam con el ceño fruncido, captando como desde la cama cercana junto a Rox, Erevelin parecía al fin despertar, esta de vez de verdad, como si la peor de las pesadillas hubiesen transcurridos en aquellos minutos. Sus palabras, al igual que cuando estaba sonámbula no tenía mucho sentido para Pam. ¿Un bosque? No había visto ni un misero árbol desde que pisaron ese sitio, por lo que no debería haber soñado con la ciudad. Le intrigaba, pero mas le intrigaba todo lo que había dicho cuando estaba aun sonámbula.
-Puede que la pregunta te resulte extraña pero...¿me conoces? ¿Sabes mi nombre?- pregunto Pam mirando a Erevelin para buscar atraer un poco su atención hacia ella- No se si recordaras lo que dijiste, pero mientras estabas sonámbula me llamaste por mi nombre, así como mencionaste otras tantas cosas -indico mirándola con atención, evidentemente nunca se habían conocido y ni Mike ni Hiss pudieron hablarle de ella cuando estuvo con el grupo, porque a ellos los conocieron mas tarde.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
16/09/17, 07:15 pm
Guille agradeció que Ellie le entendiera pero era obvio que era el lemur de Madagascar, durante unos segundos estuvo meditando, debido a las caras de los otros, si su intervención fue todo lo oportuna que podía ser, pero pasados unos segundos se le pasó.
Al darse cuenta que no sabía que decir en la conversación de la magia, pues sus intentos en ese campo no habían dado ningún fruto más que alguna risa, se quedó callado un rato, y al poco salió de la habitación disimuladamente a hablar con el ordes.
-Hola, Julien...- dijo cuando le vio.
Al darse cuenta que no sabía que decir en la conversación de la magia, pues sus intentos en ese campo no habían dado ningún fruto más que alguna risa, se quedó callado un rato, y al poco salió de la habitación disimuladamente a hablar con el ordes.
-Hola, Julien...- dijo cuando le vio.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
17/09/17, 07:48 pm
Lulú suspira.
—A nosotros tampoco nos ha ido bien. Esta ciudad no es buena para nadie —el repoblador acaricia la frente del coreano—. Te obliga a tomar decisiones entre las peores opciones posibles y al final todo lo que puedes hacer es buscar el mal menor —responde a Pam durante el intercambio de hechizos con Neil—. Os deseo que esto acabe de la manera más benigna posible —una muerte dulce. Está sugiriendo a la mona que lo mate mientras duerme, que lo envenene... Que no espere y le deje sufrir hasta que ocurra lo inevitable.
Cuando acaba de enseñarles el último hechizo, el repoblador vuelve a saltar de cama en cama hasta llegar a sus compañeras y trepa sobre Ellie.
—Ya te vale, Ere... —le reprende—. La próxima vez que te ilumine la Flora, más te vale echar raíces.
—Déjala, Mudito —le pide Ellie—. Ahora no es el momento.
Erevelin agacha la mirada y no vuelve a alzarla hasta que se dirige Pelusa a ella.
—Yo... —titubea—. No lo sé. A lo mejor lo he soñado.
Fuera, Baste mira con hastío la escena hasta que se le acerca el enano. El ordés no es una persona dada a los cabreos, pero esta vez se descubre a sí mismo de un irritable que asusta.
—Piensa bien con quién te metes, mocoso —Baste aprovecha que es un crío para meterse con él. Se acerca y clava sus enormes ojos azules en los de Guille—. Soy muy peligroso.
—Bueno, sí, peligrosísimo —Aldhias tira del hombro al ordés y se situa entre él y el niño—. Es tan malo que una vez nos pidió permiso antes de meter la mano en la sopa —le cuenta al niño, para suavizar la situación—. ¿Me hablas de ese Julien? Quiero saber más del primo de nuestro colega pelón.
—A nosotros tampoco nos ha ido bien. Esta ciudad no es buena para nadie —el repoblador acaricia la frente del coreano—. Te obliga a tomar decisiones entre las peores opciones posibles y al final todo lo que puedes hacer es buscar el mal menor —responde a Pam durante el intercambio de hechizos con Neil—. Os deseo que esto acabe de la manera más benigna posible —una muerte dulce. Está sugiriendo a la mona que lo mate mientras duerme, que lo envenene... Que no espere y le deje sufrir hasta que ocurra lo inevitable.
Cuando acaba de enseñarles el último hechizo, el repoblador vuelve a saltar de cama en cama hasta llegar a sus compañeras y trepa sobre Ellie.
—Ya te vale, Ere... —le reprende—. La próxima vez que te ilumine la Flora, más te vale echar raíces.
—Déjala, Mudito —le pide Ellie—. Ahora no es el momento.
Erevelin agacha la mirada y no vuelve a alzarla hasta que se dirige Pelusa a ella.
—Yo... —titubea—. No lo sé. A lo mejor lo he soñado.
Fuera, Baste mira con hastío la escena hasta que se le acerca el enano. El ordés no es una persona dada a los cabreos, pero esta vez se descubre a sí mismo de un irritable que asusta.
—Piensa bien con quién te metes, mocoso —Baste aprovecha que es un crío para meterse con él. Se acerca y clava sus enormes ojos azules en los de Guille—. Soy muy peligroso.
—Bueno, sí, peligrosísimo —Aldhias tira del hombro al ordés y se situa entre él y el niño—. Es tan malo que una vez nos pidió permiso antes de meter la mano en la sopa —le cuenta al niño, para suavizar la situación—. ¿Me hablas de ese Julien? Quiero saber más del primo de nuestro colega pelón.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
18/09/17, 03:40 pm
Deseó que la pesadilla de Erevelin no se hiciese realidad como ya había ocurrido otras veces, pero tampoco dijo nada al respecto pues no sabía si aquel grupo también sufría habitualmente de aquellos horribles sueños medio proféticos.
—Bueno… No hemos tenido buenas experiencias últimamente y con Rox así… No sabíamos muy bien qué pensar —le respondió, no obstante, a la pregunta que sí podía comentar—. Dijiste muchas cosas raras; pero no pasa nada, nos dimos cuenta de que estabas so… Dormida —se corrigió al recordar que creía que todavía no recordaba bien aquella palabra—. ¿Tu aurva no está aquí? Digo… Por lo que dijiste de que Neil y yo hemos venido juntos.
La otra edeel no supo responder a la pregunta de Pelusa que tanto les había extrañado cuando se dieron cuenta, pero si de verdad lo había soñado eso quería decir que las pesadillas de aquella chica también podrían hacerse realidad.
—Tened mucho cuidado. No os acerquéis a ningún bosque. Por si acaso —añadió de forma un tanto desconectada de la conversación presente sin poder evitarlo.
Adru ignoraba que aquel consejo llegaba demasiado tarde y a la persona equivocada.
—Bueno… No hemos tenido buenas experiencias últimamente y con Rox así… No sabíamos muy bien qué pensar —le respondió, no obstante, a la pregunta que sí podía comentar—. Dijiste muchas cosas raras; pero no pasa nada, nos dimos cuenta de que estabas so… Dormida —se corrigió al recordar que creía que todavía no recordaba bien aquella palabra—. ¿Tu aurva no está aquí? Digo… Por lo que dijiste de que Neil y yo hemos venido juntos.
La otra edeel no supo responder a la pregunta de Pelusa que tanto les había extrañado cuando se dieron cuenta, pero si de verdad lo había soñado eso quería decir que las pesadillas de aquella chica también podrían hacerse realidad.
—Tened mucho cuidado. No os acerquéis a ningún bosque. Por si acaso —añadió de forma un tanto desconectada de la conversación presente sin poder evitarlo.
Adru ignoraba que aquel consejo llegaba demasiado tarde y a la persona equivocada.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
18/09/17, 11:25 pm
Le mira, intentado contener la risa.
-Yo también soy muy peligroso- sanco la lengua y moviendo la cabeza, como si fuera un perro poseído. Terminado con una carcajada.
-Pues le tendrías que conocer es tu amigo, pues es un Lemur que en su ciudad era un rey muy engreído-sin saber que significaba esa palabra pero la uso porque pensaba que le hacía quedar mejor- se creía superior al resto de gente, pero le llevaron a un lugar con distintos animales, donde tuvo que aprender a ser más majo, pero no se le daba muy bien.
-Yo también soy muy peligroso- sanco la lengua y moviendo la cabeza, como si fuera un perro poseído. Terminado con una carcajada.
-Pues le tendrías que conocer es tu amigo, pues es un Lemur que en su ciudad era un rey muy engreído-sin saber que significaba esa palabra pero la uso porque pensaba que le hacía quedar mejor- se creía superior al resto de gente, pero le llevaron a un lugar con distintos animales, donde tuvo que aprender a ser más majo, pero no se le daba muy bien.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
20/09/17, 04:56 pm
La cara de Milo se retorció en un gesto de dolor cuando Rutilante le clavó su cuerno en el antebrazo, pero contuvo el aliento con estoicismo para no emitir ningún quejido y empezó a recitar en voz alta el ensalmo que el nublino le fue dictando mentalmente mientras su sangre goteaba sobre el círculo. En cuanto terminó, el unicornio retiró su asta ensangrentada y recuperó su forma original. Le tendió a continuación el frasco de hierbas y un pergamino que se sacó del bolsillo.
—Gracias. —murmuró el norteño con voz entrecortada, dejando que su interlocutor aplicara el hechizo de restauración sobre la cornada.
El moreno contrastó los pasos con los del pergamino con suma atención, dándoles el visto bueno, y aprovechó el utensilio de escritura que le había prestado para añadir a las instrucciones un par de anotaciones aclaratorias. Le fascinó la aparente facilidad con la que se cerró su herida y reconoció la utilidad de aquel sortilegio, pero antes de que pudiera comentar nada al respecto un destello de luz lo cegó por completo.
—Maldita sea. —gruñó el chico, parpadeando profusamente para recuperar la visión. Rutilante y su cabaña habían desaparecido sin dejar rastro.
Milo estaba solo, perdido en aquel bosque fantasmal, pero la vida de Rox pendía de un hilo y era prioritario que regresara al torreón cuanto antes. Con expresión decidida el irrense se guardó el tarro y el pergamino en su petate y echó un vistazo a su alrededor, ignorando la sensación mareante que producía la vegetación. No tardó en vislumbrar lo que parecía una calle en la distancia, así que se encaminó hacia allí dispuesto a abandonar aquella espesura perturbadora.
El norteño se había convencido de que el resto del grupo que había salido a por una cura para Rox estaba bien, buscándole aún en aquel bosque semitransparente, pero antes de ir a su encuentro debía llevar las hierbas curativas al torreón. A pesar de todo estaba preocupado por ellos, pues aunque confiaba en sus capacidades temía que se encontraran con algún monstruos, por eso apretó el paso en cuanto confirmó que estaba cerca de Letargo.
—Vamos. —se ánimo, echando a correr de forma muy poco precavida cuando avistó su hogar en la distancia.
Milo llegó a las puertas del torreón resollando, sin saber que su cansancio se debía principalmente al trato que había sellado con Rutilante. La maldición que el unicornio había lanzado sobre él había drenado por completo sus reservas mágicas y le había dejado fatigado, por eso aquella pequeña carrera le había dejado sin aliento.
—¡Abrid la puerta! —pidió de forma imperiosa, alzando la voz con cierta dificultad. El aire se le escapa entre los dientes con un silbido desagradable.
Drusar fue el que le franqueó el paso minutos después y en su mirada brillaba una pregunta que no necesito formular.
—Me separé de ellos en una especie de bosque transparente, pero seguro que están bien. Yo encontré un remedio para Rox y creí que lo mejor era traérselo cuanto antes, pero en cuanto lo haya probado saldré a buscarles—le explicó al asreniano en cuanto se reunió con él en el salón—. ¿Puedes ayudarme con los preparativos? —le preguntó a continuación, encaminándose hacia la cocina cuando obtuvo una respuesta afirmativa.
Mientras el agua se calentaba al fuego el drunei le informó de que tenían visita y le habló un poco de los sendarios. En otras circunstancias habría ido a presentarse de forma adecuada, pero en aquella ocasión se limitó a pedirle a Drusar que subiera antes para informar a sus compañeros de que todo iba relativamente bien. En cuanto el liquido empezó hervir el moreno retiró el cazo del fogón y añadió un pellizco generoso de las hierbas que le había dado Rutilante, dejando que la mezcla infusionara mientras recuperaba el aliento.
—Esto ya esta. —murmuró, llenando una taza hasta arriba y enfilando las escaleras con decisión.
Gracias a las explicaciones del asreniano los extraños no le sorprendieron, pero se limitó a saludar de forma escueta alegando que lo que tenía que hacer era de suma importancia.
—Bebete esto, Rox —le dijo al coreano en cuanto llegó al borde de su cama, dirigiéndoles a sus compañeros letarguinos una mirada de circunstancias. El rubio no dio señales de estar consciente, pero aún tenía pulso—. Te curara —añadió, incorporando al medio australiano con la ayuda del drunei y vertiendo con cuidado la infusión en su boca abierta—. Vais a ver como funciona. —era prácticamente un ruego. Cuando la taza estuvo vacía volvieron a recostar al humano sobre su cama y esperaron.
Milo está visiblemente nervioso, su preocupación dividida entre Rox y los letarguinos que aún siguen fuera. Si alguien le dirige la palabra no responderá de forma inmediata.
—Gracias. —murmuró el norteño con voz entrecortada, dejando que su interlocutor aplicara el hechizo de restauración sobre la cornada.
El moreno contrastó los pasos con los del pergamino con suma atención, dándoles el visto bueno, y aprovechó el utensilio de escritura que le había prestado para añadir a las instrucciones un par de anotaciones aclaratorias. Le fascinó la aparente facilidad con la que se cerró su herida y reconoció la utilidad de aquel sortilegio, pero antes de que pudiera comentar nada al respecto un destello de luz lo cegó por completo.
—Maldita sea. —gruñó el chico, parpadeando profusamente para recuperar la visión. Rutilante y su cabaña habían desaparecido sin dejar rastro.
Milo estaba solo, perdido en aquel bosque fantasmal, pero la vida de Rox pendía de un hilo y era prioritario que regresara al torreón cuanto antes. Con expresión decidida el irrense se guardó el tarro y el pergamino en su petate y echó un vistazo a su alrededor, ignorando la sensación mareante que producía la vegetación. No tardó en vislumbrar lo que parecía una calle en la distancia, así que se encaminó hacia allí dispuesto a abandonar aquella espesura perturbadora.
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El norteño se había convencido de que el resto del grupo que había salido a por una cura para Rox estaba bien, buscándole aún en aquel bosque semitransparente, pero antes de ir a su encuentro debía llevar las hierbas curativas al torreón. A pesar de todo estaba preocupado por ellos, pues aunque confiaba en sus capacidades temía que se encontraran con algún monstruos, por eso apretó el paso en cuanto confirmó que estaba cerca de Letargo.
—Vamos. —se ánimo, echando a correr de forma muy poco precavida cuando avistó su hogar en la distancia.
Milo llegó a las puertas del torreón resollando, sin saber que su cansancio se debía principalmente al trato que había sellado con Rutilante. La maldición que el unicornio había lanzado sobre él había drenado por completo sus reservas mágicas y le había dejado fatigado, por eso aquella pequeña carrera le había dejado sin aliento.
—¡Abrid la puerta! —pidió de forma imperiosa, alzando la voz con cierta dificultad. El aire se le escapa entre los dientes con un silbido desagradable.
Drusar fue el que le franqueó el paso minutos después y en su mirada brillaba una pregunta que no necesito formular.
—Me separé de ellos en una especie de bosque transparente, pero seguro que están bien. Yo encontré un remedio para Rox y creí que lo mejor era traérselo cuanto antes, pero en cuanto lo haya probado saldré a buscarles—le explicó al asreniano en cuanto se reunió con él en el salón—. ¿Puedes ayudarme con los preparativos? —le preguntó a continuación, encaminándose hacia la cocina cuando obtuvo una respuesta afirmativa.
Mientras el agua se calentaba al fuego el drunei le informó de que tenían visita y le habló un poco de los sendarios. En otras circunstancias habría ido a presentarse de forma adecuada, pero en aquella ocasión se limitó a pedirle a Drusar que subiera antes para informar a sus compañeros de que todo iba relativamente bien. En cuanto el liquido empezó hervir el moreno retiró el cazo del fogón y añadió un pellizco generoso de las hierbas que le había dado Rutilante, dejando que la mezcla infusionara mientras recuperaba el aliento.
—Esto ya esta. —murmuró, llenando una taza hasta arriba y enfilando las escaleras con decisión.
Gracias a las explicaciones del asreniano los extraños no le sorprendieron, pero se limitó a saludar de forma escueta alegando que lo que tenía que hacer era de suma importancia.
—Bebete esto, Rox —le dijo al coreano en cuanto llegó al borde de su cama, dirigiéndoles a sus compañeros letarguinos una mirada de circunstancias. El rubio no dio señales de estar consciente, pero aún tenía pulso—. Te curara —añadió, incorporando al medio australiano con la ayuda del drunei y vertiendo con cuidado la infusión en su boca abierta—. Vais a ver como funciona. —era prácticamente un ruego. Cuando la taza estuvo vacía volvieron a recostar al humano sobre su cama y esperaron.
Milo está visiblemente nervioso, su preocupación dividida entre Rox y los letarguinos que aún siguen fuera. Si alguien le dirige la palabra no responderá de forma inmediata.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
21/09/17, 05:07 pm
La mona del queso miro a la sinhadre con suspicacia, porque la frase de que había soñado resultaba incomprensible. Aunque era cierto que ya había tenido casos de sueños de sus compañeros donde se mostraban escenario que los soñantes era imposible que conocieran. ¿Pero a este punto?
<< Desde hace tiempo ya sospecho que los sueños que tenemos no son nada normales, ya no solo que parecen mas bien pesadillas, sino que parecen una prueba de fuerza o de valor, para superar nuestros miedos. ¿Pero también se puede obtener información de alguien a través de estos? nO tiene sentido sino que sepa mi nombre >> pensaba Pam aun confundida con eso, existía un factor mágico en todo aquello, no podía ser de otra forma, pero igualmente no explicaba como era posible que solo supiera quien era ella mientras dormía y no fuese capaz de recordarla despierta. << ¿Están jugando con su cabeza o algo? >> añadió frunciendo ligeramente el ceño. Tenía la creencia de que con la magia se podría hacer cualquier cosa, al no conocer sus limitaciones, pero aquello estaba muy cerca de lo absurdo.
Concentrada en todo aquello de lo que no tenia una explicación, no se percato del monto en el que llamaron nuevamente a la puerta hasta que vio aparecer a Drusar informando que Milo había llegado solo. La mención del bosque le hizo parpadear y mirar en dirección a la sinhadre recordando el sueño de esta. << No...no puede ser, debe ser una casualidad >> es decir, la chica aprecia por allí, sabia su nombre, hablaba de un bosque y ahora Milo volvía con algo que podría ayudar a Rox y había perdido a los demás en un bosque salido aparentemente de la nada. Vale que Pam creyera en las coincidencias, pues eran parte de la misma suerte, pero aun así le preocupaba que hubiesen tantas cosas relacionadas de pronto.
Mordiéndose el labio inferior no gustándole demasiado todo aquello, vio subir a Milo apresurado para darle una especie de brebaje a Rox. ¿Donde habría conseguido aquello? << Un bosque invisible...posiblemente haya plantas curativas o algo así allí dentro ¿pero como podría saber cual le serviría? Esto es muy raro >> pensó mirando extrañada a Milo, con misma suspicacia con la que minutos antes había mirado a sinhadre. No sabía siquiera que era lo que le pasaba a Rox, sabia que podría ser a cauda de la mordedura de Varael, pero como no sabián porque provocaba aquella reacción, difícilmente podrían encontrar un cura sin información alguna. ¿Como demonios había encontrado Milo tan rápido? << De vedad que esto no me gusta nada >> esperaba que al menos Rox se curase, pero el hecho de que Milo no explicase con exactitud donde había encontrado aquel, lo que sea, que le estaba dando a Rox le hacía desconfiar. No de Milo o sus acciones, sino de la situación en si misma. Pam había aprendido a no fiarse fácilmente.
-Espero que funcione -murmuró Pam con sinceridad. Aparto fugazmente su mirada de Rox para posarla en otro grupo, mirándolos con suspicacia y curiosidad ante todo lo que había escuchado hasta el momento. Sus conjeturas solo siendo eso, quebraderos de cabeza. Entre eso y que el resto aun seguía por la ciudad dando vueltas solo provocaba mas incomodidad en la mona del queso << Hoy esta siendo un día muy largo y lleno de sorpresas >> pensó soltando un suspiro y dándose un suave masaje en las sienes.
<< Desde hace tiempo ya sospecho que los sueños que tenemos no son nada normales, ya no solo que parecen mas bien pesadillas, sino que parecen una prueba de fuerza o de valor, para superar nuestros miedos. ¿Pero también se puede obtener información de alguien a través de estos? nO tiene sentido sino que sepa mi nombre >> pensaba Pam aun confundida con eso, existía un factor mágico en todo aquello, no podía ser de otra forma, pero igualmente no explicaba como era posible que solo supiera quien era ella mientras dormía y no fuese capaz de recordarla despierta. << ¿Están jugando con su cabeza o algo? >> añadió frunciendo ligeramente el ceño. Tenía la creencia de que con la magia se podría hacer cualquier cosa, al no conocer sus limitaciones, pero aquello estaba muy cerca de lo absurdo.
Concentrada en todo aquello de lo que no tenia una explicación, no se percato del monto en el que llamaron nuevamente a la puerta hasta que vio aparecer a Drusar informando que Milo había llegado solo. La mención del bosque le hizo parpadear y mirar en dirección a la sinhadre recordando el sueño de esta. << No...no puede ser, debe ser una casualidad >> es decir, la chica aprecia por allí, sabia su nombre, hablaba de un bosque y ahora Milo volvía con algo que podría ayudar a Rox y había perdido a los demás en un bosque salido aparentemente de la nada. Vale que Pam creyera en las coincidencias, pues eran parte de la misma suerte, pero aun así le preocupaba que hubiesen tantas cosas relacionadas de pronto.
Mordiéndose el labio inferior no gustándole demasiado todo aquello, vio subir a Milo apresurado para darle una especie de brebaje a Rox. ¿Donde habría conseguido aquello? << Un bosque invisible...posiblemente haya plantas curativas o algo así allí dentro ¿pero como podría saber cual le serviría? Esto es muy raro >> pensó mirando extrañada a Milo, con misma suspicacia con la que minutos antes había mirado a sinhadre. No sabía siquiera que era lo que le pasaba a Rox, sabia que podría ser a cauda de la mordedura de Varael, pero como no sabián porque provocaba aquella reacción, difícilmente podrían encontrar un cura sin información alguna. ¿Como demonios había encontrado Milo tan rápido? << De vedad que esto no me gusta nada >> esperaba que al menos Rox se curase, pero el hecho de que Milo no explicase con exactitud donde había encontrado aquel, lo que sea, que le estaba dando a Rox le hacía desconfiar. No de Milo o sus acciones, sino de la situación en si misma. Pam había aprendido a no fiarse fácilmente.
-Espero que funcione -murmuró Pam con sinceridad. Aparto fugazmente su mirada de Rox para posarla en otro grupo, mirándolos con suspicacia y curiosidad ante todo lo que había escuchado hasta el momento. Sus conjeturas solo siendo eso, quebraderos de cabeza. Entre eso y que el resto aun seguía por la ciudad dando vueltas solo provocaba mas incomodidad en la mona del queso << Hoy esta siendo un día muy largo y lleno de sorpresas >> pensó soltando un suspiro y dándose un suave masaje en las sienes.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
21/09/17, 05:35 pm
Baste le devuelve al niño una mirada de pocos amigos y respira hondo, obligándose a sí mismo a no cometer ninguna estupidez. Para el ordés, ese niño estaría mejor sin dientes, sin ojos y con todos los huesos del cuerpo roto; mucho más de lo que le desea a la mona asalvajada. Sin embargo, sabe que no es cívico y todavía desconoce que sería capaz de hacerlo él mismo. Todo lo que hace es echarse atrás, más aún, y refunfuñar de forma contínua mientras Aldhias escucha con atención al crío. Las burlas no tardarán en llegar.
Dentro, Erevelin sonrie a Adru.
—Sanaréis —le dice. Parece un deseo— con cada mala experiencia nos conocemos mejor, la ciudad y nosotros —la niña suspira y mira la ventana, aunque desde su cama apenas puede ver el cielo—. Soy aprendiz de sacerdotisa, Adrune, una edeel completa.
Suena la puerta y tanto dentro como fuera del pasillo los sendarios se convierten en un silencio conjunto. Un asreniano baja a abrir y otro chico con brazo de metal acaba subiendo con un bebedizo. Erevelin fija su mirada en Rox y vuelve a sonreír, le gusta que las cosas salgan como deben.
—Vámonos ya, Ellie. Lulú, Baste te espera fuera —vuelve a prestar atención a Adru y añade—. Se dice sonámbula, con N, pero solámbula es más divertido.
—Gracias por cuidar de ella —termina Ellie—, espero que nos volvamos a ver cuando todo esté mejor.
El repoblador salta al suelo y corre a seis patas. Tras un intercambio de palabras con el ordés, el rostro de Baste se destensa como solo le ocurre con el repoblador. Aldhias aun habla con Guille.
—Por lo que cuentas, esa peli se parece mucho a lo que nos ha pasado. Hablaré con el primo de Julien y le sacaré detalles del rodaje para cuando nos volvamos a ver —Aldhias le guiña el ojo a Guillermo y echa a andar de camino a la salida.
Baste lo sigue en silencio, con Lulú al marsupio, y le saca la lengua al niño al cruzarse con él.
En cuanto llegan al marco de la puerta la sinhadre y la humana, Ere le da un toquecito en el hombro a Guille y le pide que se acerque. La sinhadre se agacha y le susurra:
—Guarda el regalo de Hyun, todavía te sirve, y cuida mucho a Eitne, tendréis que ser pacientes con él.
La comitiva se despide de los habitantes de Letargo y salen del torreón, esta vez todos con los pies en el suelo.
Dentro, Erevelin sonrie a Adru.
—Sanaréis —le dice. Parece un deseo— con cada mala experiencia nos conocemos mejor, la ciudad y nosotros —la niña suspira y mira la ventana, aunque desde su cama apenas puede ver el cielo—. Soy aprendiz de sacerdotisa, Adrune, una edeel completa.
Suena la puerta y tanto dentro como fuera del pasillo los sendarios se convierten en un silencio conjunto. Un asreniano baja a abrir y otro chico con brazo de metal acaba subiendo con un bebedizo. Erevelin fija su mirada en Rox y vuelve a sonreír, le gusta que las cosas salgan como deben.
—Vámonos ya, Ellie. Lulú, Baste te espera fuera —vuelve a prestar atención a Adru y añade—. Se dice sonámbula, con N, pero solámbula es más divertido.
—Gracias por cuidar de ella —termina Ellie—, espero que nos volvamos a ver cuando todo esté mejor.
El repoblador salta al suelo y corre a seis patas. Tras un intercambio de palabras con el ordés, el rostro de Baste se destensa como solo le ocurre con el repoblador. Aldhias aun habla con Guille.
—Por lo que cuentas, esa peli se parece mucho a lo que nos ha pasado. Hablaré con el primo de Julien y le sacaré detalles del rodaje para cuando nos volvamos a ver —Aldhias le guiña el ojo a Guillermo y echa a andar de camino a la salida.
Baste lo sigue en silencio, con Lulú al marsupio, y le saca la lengua al niño al cruzarse con él.
En cuanto llegan al marco de la puerta la sinhadre y la humana, Ere le da un toquecito en el hombro a Guille y le pide que se acerque. La sinhadre se agacha y le susurra:
—Guarda el regalo de Hyun, todavía te sirve, y cuida mucho a Eitne, tendréis que ser pacientes con él.
La comitiva se despide de los habitantes de Letargo y salen del torreón, esta vez todos con los pies en el suelo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
21/09/17, 08:15 pm
La sinhadre abrió la boca en un mudo gesto de comprensión ante la explicación de Erevelin.
—Oh, vaya…
Adru no sabía que más añadir, en realidad. Su padre a veces, antes de su unión con Neil, se metía con ella diciéndole que a ver si iba a resultar que era una edeel completa con los ojos tan oscuros que tenía. La niña no quería, le parecía aburrido tener que ser sacerdotisa, y su padre lo sabía. Pero no quería decirle a Erevelin que ser una edeel completa sonaba aburrido, probablemente no se lo tomaría muy bien y no quería llevarse mal con la otra sinhadre, le parecía simpática aunque dijese cosas muy extrañas.
>>Tienes razón, todos nos pondremos bien —asintió, no obstante, al deseo que expresó la aprendiz de sacerdotisa y, una vez más, desviando su mirada hacia Rox.
La llamada de Milo los cogió a todos desprevenidos y Adru era incapaz de mantenerse quieta mientras esperaba a que alguien subiese al cuarto, paseándose de forma inquieta por toda la habitación. El que subió primero no fue el irrense ni ninguno de los que habían salido, no obstante, sino Drusar que traía buenas noticias. La edeel no se planteó que Milo pudiera estar equivocado respecto al remedio, aunque sí se preguntaba cómo lo había conseguido tan rápido. No era momento de los detalles, sin embargo y, aunque le preocupó que el asreniano les explicó que al parecer el irrense se había separado del resto en un bosque raro, su corazón latía acelerado ansiosa por comprobar cuánto tardaría en mejorar el estado del coreano.
—Funcionará —respondió a Pelusa con confianza.
Pronto se despidieron de los otros cosechados. En otras circunstancias les habría pedido que se quedasen un poco más, pero su cabeza estaba en otra parte y ni siquiera pensó en ello.
—Sí, por favor, volved otro día: a lo mejor tenemos hechizos nuevos para intercambiar entonces —respondió a Ellie ignorando que, de hecho, era el caso.
La espera la estaba matando. Hacía escasos minutos que el otro grupo se había ido y la edeel no había cesado en su constante ir y venir en el interior del cuarto, probablemente poniendo nervioso a varios de los presentes y, como mínimo, a su aurva.
—¿Cuánto tardará en hacer efecto? ¿Hay que dárselo más veces? —le preguntó a Milo incapaz de seguir callada.
—Oh, vaya…
Adru no sabía que más añadir, en realidad. Su padre a veces, antes de su unión con Neil, se metía con ella diciéndole que a ver si iba a resultar que era una edeel completa con los ojos tan oscuros que tenía. La niña no quería, le parecía aburrido tener que ser sacerdotisa, y su padre lo sabía. Pero no quería decirle a Erevelin que ser una edeel completa sonaba aburrido, probablemente no se lo tomaría muy bien y no quería llevarse mal con la otra sinhadre, le parecía simpática aunque dijese cosas muy extrañas.
>>Tienes razón, todos nos pondremos bien —asintió, no obstante, al deseo que expresó la aprendiz de sacerdotisa y, una vez más, desviando su mirada hacia Rox.
La llamada de Milo los cogió a todos desprevenidos y Adru era incapaz de mantenerse quieta mientras esperaba a que alguien subiese al cuarto, paseándose de forma inquieta por toda la habitación. El que subió primero no fue el irrense ni ninguno de los que habían salido, no obstante, sino Drusar que traía buenas noticias. La edeel no se planteó que Milo pudiera estar equivocado respecto al remedio, aunque sí se preguntaba cómo lo había conseguido tan rápido. No era momento de los detalles, sin embargo y, aunque le preocupó que el asreniano les explicó que al parecer el irrense se había separado del resto en un bosque raro, su corazón latía acelerado ansiosa por comprobar cuánto tardaría en mejorar el estado del coreano.
—Funcionará —respondió a Pelusa con confianza.
Pronto se despidieron de los otros cosechados. En otras circunstancias les habría pedido que se quedasen un poco más, pero su cabeza estaba en otra parte y ni siquiera pensó en ello.
—Sí, por favor, volved otro día: a lo mejor tenemos hechizos nuevos para intercambiar entonces —respondió a Ellie ignorando que, de hecho, era el caso.
La espera la estaba matando. Hacía escasos minutos que el otro grupo se había ido y la edeel no había cesado en su constante ir y venir en el interior del cuarto, probablemente poniendo nervioso a varios de los presentes y, como mínimo, a su aurva.
—¿Cuánto tardará en hacer efecto? ¿Hay que dárselo más veces? —le preguntó a Milo incapaz de seguir callada.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
22/09/17, 03:05 pm
Tras la paz que le había proporcionado el contacto (aparentemente) humano, el coreano pudo conciliar el sueño durante un pequeño intervalo de tiempo. Las voces a su alrededor eran inocuas, conciliadoras, como un ruido de fondo agradable que facilitase e incitase a descansar. Dormir y no despertar había dejado de ser tan terrorífico como lo había sido al principio y, puede que a raíz del agotamiento, Rox aceptaba la idea.
El movimiento que le empujó hacia delante resultó ficticio. De haber creído en el cielo, el coreano habría jurado que se trataba de su alma abandonando el cuerpo. No fue hasta que algo caliente tocó y bajó por su garganta, más real que todas las sensaciones anteriores, cuando Rox empezó a recuperar consciencia. Seguía vivo, despierto aunque su cuerpo no lo estuviera, y su burbuja aislante estaba sufriendo leves y lentas interferencias.
Primero fueron las voces, más nítidas que antes. Reconoció la de Adru, así como algunas palabras sueltas. Su respiración dejó de ser dolorosa y pesada.
Luego, un cosquilleo por todo el cuerpo, como si miles de hormigas le subieran desde la punta de los dedos hasta el cuello. Viendo una oportunidad y alentado por aquello, probó a moverse. Su cerebro mandó la orden con cierto letargo, pero el resultado fue positivo: pequeños golpes, cortos pero visibles, hacían que su pie derecho se sacudiese. Después hizo lo mismo con las manos, la cabeza y la mandíbula. No reproducía fielmente los comandos, pero aquello era muchísimo mejor de lo que esperaba.
Finalmente, abrió los ojos. Como si eso se tratase del botón de encendido, sus limitados movimientos dejaron de ser tan espasmódicos. Milo y Drusar estaban en su campo de visión, expectantes. Pestañeó con fuerza, desubicado, mojándose los labios y haciendo un ruido gutural para asegurarse de que sus cuerdas vocales no estaban oxidadas antes de hablar.
—¿Qué...? —dejó la pregunta en el aire. Las primeras fuerzas no le daban para mucho más, pero oír su propia voz, sin jadeos de por medio, le llenaba el pecho de alegría.
El movimiento que le empujó hacia delante resultó ficticio. De haber creído en el cielo, el coreano habría jurado que se trataba de su alma abandonando el cuerpo. No fue hasta que algo caliente tocó y bajó por su garganta, más real que todas las sensaciones anteriores, cuando Rox empezó a recuperar consciencia. Seguía vivo, despierto aunque su cuerpo no lo estuviera, y su burbuja aislante estaba sufriendo leves y lentas interferencias.
Primero fueron las voces, más nítidas que antes. Reconoció la de Adru, así como algunas palabras sueltas. Su respiración dejó de ser dolorosa y pesada.
Luego, un cosquilleo por todo el cuerpo, como si miles de hormigas le subieran desde la punta de los dedos hasta el cuello. Viendo una oportunidad y alentado por aquello, probó a moverse. Su cerebro mandó la orden con cierto letargo, pero el resultado fue positivo: pequeños golpes, cortos pero visibles, hacían que su pie derecho se sacudiese. Después hizo lo mismo con las manos, la cabeza y la mandíbula. No reproducía fielmente los comandos, pero aquello era muchísimo mejor de lo que esperaba.
Finalmente, abrió los ojos. Como si eso se tratase del botón de encendido, sus limitados movimientos dejaron de ser tan espasmódicos. Milo y Drusar estaban en su campo de visión, expectantes. Pestañeó con fuerza, desubicado, mojándose los labios y haciendo un ruido gutural para asegurarse de que sus cuerdas vocales no estaban oxidadas antes de hablar.
—¿Qué...? —dejó la pregunta en el aire. Las primeras fuerzas no le daban para mucho más, pero oír su propia voz, sin jadeos de por medio, le llenaba el pecho de alegría.
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
22/09/17, 06:56 pm
Milo estaba tan inquieto como sus compañeros, pero permaneció inmóvil en su sitio, retorciendo entre los dedos el bajo de su camiseta. Confiaba en la palabra de Rutilante, pero a pesar de todo algo en su interior le decía que el rocavarancoles no era trigo limpio. En aquella situación solo podía esperar, pero si el antídoto no hacía efecto pronto se prometió que iría en busca del unicornio y le haría tragar su cuerno. Apenas si acertó a despedirse de los sendarios cuando partieron, deseándoles un trayecto seguro hasta su torreón antes de volver a ensimismarse. Fue la voz de Adru la que interrumpió su tren de pensamientos minutos después.
—No debería tardar demasiado —le contestó, dirigiéndole una mirada cargada de confianza. Fue en ese preciso instante cuando el rubio comenzó a moverse—. ¿Rox... ? —lo llamó, irguiéndose en el sitio con la expectación y el nerviosismo pintados en el rostro.
Fue algo progresivo, pero poco a poco el medio australiano empezó a dar señales de que estaba recuperando la movilidad, provando de una en una distintas partes de su cuerpo. Cuando por fin habló el norteño se dejó caer de nuevo en su asiento con un suspiro de alivio, privado momentáneamente de todas sus fuerzas. Ahora que su amigo había esquivado a la muerte solo era cuestión de tiempo que volviera a estar bien, pero haber estado tan cerca de perder a otro compañero había sido una experiencia agotadora.
—Bienvenido de nuevo, dormilón. —acertó a decir con una media sonrisa, dándole un leve capirotazo entre los ojos antes de hacer sitio a los demás.
A pesar de todo aquella victoria no era tan dulce como cabría esperar. Sus compañeros seguían allí fuera, buscándole, y cuanto más tiempo pasara mas probabilidades habría de que algo les atacara.
—Ahora que he comprobado que la infusión funciona vosotros podéis encargaros del resto, yo en cambio debo ir a buscar a los demás —informó, poniéndose en pie con resolución. Dejó el tarro de hierbas en la mesita, a la vista de sus amigos—. Dadle una nueva taza dentro de unas horas, ¿de acuerdo? Nosotros regresaremos cuanto antes. —añadió, enfilando la puerta detrás de Drusar.
Antes de llegar al pasillo, sin embargo, el irrense recordó que había obtenido otra cosa de su acuerdo con Rutilante y se llevó la mano al petate. Con un gesto casi reverente sacó el pergamino que le había entregado el unicornio y le echó un rápido vistazo, acercándose entonces a la mona del queso para tendérselo con un ademán fluido.
—Toma Pelusa, un nuevo hechizo para el repertorio. Lo encontré en el mismo lugar que esas hierbas y estoy bastante seguro que es un sortilegio de curación mucho más potente que el que ya tenemos. —la informó, guiñándole el ojo antes de abandonar la habitación.
Milo no había preparado una historia convincente aún y se apoyó en lo urgente de la salida para escaquearse de dar explicaciones. Una vez abajo esperó en la puerta de entrada a que el drunei se armara, tamborileando con los dedos sobre su prótesis metálica mientras observaba con una fijeza inusual la ruta hacia las mazmorras, y en cuanto el asreniano estuvo preparado se encaminaron juntos hacia la calle. El irrense recordaba la ruta que habían tomado para llegar al bosque fantasma y confiaba que en que sus amigos estuvieran por aquella zona.
—No debería tardar demasiado —le contestó, dirigiéndole una mirada cargada de confianza. Fue en ese preciso instante cuando el rubio comenzó a moverse—. ¿Rox... ? —lo llamó, irguiéndose en el sitio con la expectación y el nerviosismo pintados en el rostro.
Fue algo progresivo, pero poco a poco el medio australiano empezó a dar señales de que estaba recuperando la movilidad, provando de una en una distintas partes de su cuerpo. Cuando por fin habló el norteño se dejó caer de nuevo en su asiento con un suspiro de alivio, privado momentáneamente de todas sus fuerzas. Ahora que su amigo había esquivado a la muerte solo era cuestión de tiempo que volviera a estar bien, pero haber estado tan cerca de perder a otro compañero había sido una experiencia agotadora.
—Bienvenido de nuevo, dormilón. —acertó a decir con una media sonrisa, dándole un leve capirotazo entre los ojos antes de hacer sitio a los demás.
A pesar de todo aquella victoria no era tan dulce como cabría esperar. Sus compañeros seguían allí fuera, buscándole, y cuanto más tiempo pasara mas probabilidades habría de que algo les atacara.
—Ahora que he comprobado que la infusión funciona vosotros podéis encargaros del resto, yo en cambio debo ir a buscar a los demás —informó, poniéndose en pie con resolución. Dejó el tarro de hierbas en la mesita, a la vista de sus amigos—. Dadle una nueva taza dentro de unas horas, ¿de acuerdo? Nosotros regresaremos cuanto antes. —añadió, enfilando la puerta detrás de Drusar.
Antes de llegar al pasillo, sin embargo, el irrense recordó que había obtenido otra cosa de su acuerdo con Rutilante y se llevó la mano al petate. Con un gesto casi reverente sacó el pergamino que le había entregado el unicornio y le echó un rápido vistazo, acercándose entonces a la mona del queso para tendérselo con un ademán fluido.
—Toma Pelusa, un nuevo hechizo para el repertorio. Lo encontré en el mismo lugar que esas hierbas y estoy bastante seguro que es un sortilegio de curación mucho más potente que el que ya tenemos. —la informó, guiñándole el ojo antes de abandonar la habitación.
Milo no había preparado una historia convincente aún y se apoyó en lo urgente de la salida para escaquearse de dar explicaciones. Una vez abajo esperó en la puerta de entrada a que el drunei se armara, tamborileando con los dedos sobre su prótesis metálica mientras observaba con una fijeza inusual la ruta hacia las mazmorras, y en cuanto el asreniano estuvo preparado se encaminaron juntos hacia la calle. El irrense recordaba la ruta que habían tomado para llegar al bosque fantasma y confiaba que en que sus amigos estuvieran por aquella zona.
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