El Cuchitril (Archivo I)
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Yber
Muffie
Leonart
Alicia
Evanna
LEC
Administración
Naeryan
Matt
Jack
14 participantes
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
El Cuchitril (Archivo I)
21/11/12, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: El Cuchitril (Archivo I)
25/04/14, 11:27 pm
Ay, ay… Lo entiendo, Vacuum, pero has sido bastante torpe, no has estado muy acertado. Pero bueno, ahora mismo no lo íbamos a resolver. También… es normal que no se sienta cómodo, no le puedo hacer mucho. Bueno, no haremos mucho más ahora, pero al menos…
—Venga, va, este no es el mejor lugar —dudo que me preste demasiada atención, pero al menos no se resiste—, en el sofá estarás mejor, anda. —Logra que se encamine sin problemas, aunque no deja de conducirla en ningún momento. Retoma el discurso con voz aún más suave, solo Noel y Tania podrían oírle ahora—. Tan solo descansa por ahora, venga. Te voy a traer el agua. Si necesitas cualquier otra cosa, o hablar, solo dilo. —Pero por ahora solo quédate aquí y cálmate. Lo necesita, sin duda—. Yo estaré por aquí, ¿vale?
Supongo que haré tiempo… en la cocina mismo, ayudando con la comida. Siempre aprendo un par de cositas con nuestros cocineros y, además, puedo estar cerca de ella.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Cuchitril (Archivo I)
26/04/14, 12:43 am
No le dio tiempo a ir muy lejos cuando oyó que Vac se marchaba. Noel frunció ligeramente el ceño, no demasiado convencido con que aquello fuese lo mejor, pero por otra parte Tania en aquellos momentos estaba llorando y tampoco era una buena idea seguir hablando de ello. Aunque en su opinión bastaba con esperar un poco, la nublina podría desde ponerse nerviosa por la espera hasta malinterpretar el que se hubiera ido tan repentinamente. Pero el hado sabría lo que hacía.
No tardó en bajar de nuevo para continuar con su tarea en la cocina, donde se les unió sorpresivamente Adara. Entre bromas que le dedicó a la ángel negro, que no solía cocinar muy a menudo, pasó el tiempo hasta que terminaron de cocinar y se sentaron a comer.
La nublina se había calmado, finalmente, para cuando terminaron de comer. Ya no lloraba y se la veía bastante más tranquila en general, aunque seguramente aún le carcomerían muchas cosas. Es por eso que el draco, viendo que la chica no parecía tener intención de hablar por sí misma y nadie más dio muestras de estar dispuesto a preguntar, se decidió a ser él quien preguntase una vez más. Lo hizo en cuanto terminaron de recoger la mesa.
—Y bien, Tania… —comenzó tanteando el terreno mientras se sentaba en la misma silla que había estado ocupando hasta ese momento—. Tal vez podrías aprovechar para contarnos tus pensamientos al respecto de todo esto. —Hizo un gesto con la mano que podría interpretarse como que pretendía abarcar el cuchitril, pero en realidad el sentido que pretendía darle era mucho más amplio—. La ciudad en sí, el tipo de vida que llevamos… Si a menudo no es fácil para nosotros, con más motivo no lo será para ti. No tengas miedo de expresarte libremente, te escuchamos —finalizó esbozando una sonrisa y realizó un gesto de asentimiento a modo de invitación a que se lanzase.
No tardó en bajar de nuevo para continuar con su tarea en la cocina, donde se les unió sorpresivamente Adara. Entre bromas que le dedicó a la ángel negro, que no solía cocinar muy a menudo, pasó el tiempo hasta que terminaron de cocinar y se sentaron a comer.
La nublina se había calmado, finalmente, para cuando terminaron de comer. Ya no lloraba y se la veía bastante más tranquila en general, aunque seguramente aún le carcomerían muchas cosas. Es por eso que el draco, viendo que la chica no parecía tener intención de hablar por sí misma y nadie más dio muestras de estar dispuesto a preguntar, se decidió a ser él quien preguntase una vez más. Lo hizo en cuanto terminaron de recoger la mesa.
—Y bien, Tania… —comenzó tanteando el terreno mientras se sentaba en la misma silla que había estado ocupando hasta ese momento—. Tal vez podrías aprovechar para contarnos tus pensamientos al respecto de todo esto. —Hizo un gesto con la mano que podría interpretarse como que pretendía abarcar el cuchitril, pero en realidad el sentido que pretendía darle era mucho más amplio—. La ciudad en sí, el tipo de vida que llevamos… Si a menudo no es fácil para nosotros, con más motivo no lo será para ti. No tengas miedo de expresarte libremente, te escuchamos —finalizó esbozando una sonrisa y realizó un gesto de asentimiento a modo de invitación a que se lanzase.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: El Cuchitril (Archivo I)
26/04/14, 01:29 am
Tania
Accedió a ser conducida por Adara a un sitio más comodo para estar. Se pasó el resto del mediodia sentada, calmandose gradualmente. Quizás porque el hado ya no estaba presente. Aun así, no paró de pensar en él. Intentaba buscar explicaciones logicas a cosas a las que no lograba encontrarle pies ni cabeza. Reflexionó sobre lo que les dijo cuando estaba bajo los efectos de la droga. Reflexionó sobre lo que les diria, cuando el tiempo lo apreciara, que se explicase. Por el momento, parecian tener claro que no era lo que pensaba, lo cual fue un alivio. Por otra parte, necesitaba explicarles porque justo aquellas palabras hirientes salieron de su boca.
La hora se acercó despues de comer, en el que Noel cogio el toro por los cuernos (o, en este caso, a la nublina por los complejos) y le pidió de explicaciones. La nublina tragó saliva. Apenas habia probado bocado en la comida, y mucha hambre no es que tuviera. Pero estaba, más o menos, preparada para contestarles.
-Cuando llegue a la ciudad siempre pensé que seria de otro modo. Edificios altos engalardonados, gente muy distinguida, los dioses de rocavarancolia. Tal y como los imaginaba. Imaginad cual desilusion me entró al conocerla más a fondo.-tamborileó lentamente con los dedos sobre la mesa.-Y pronto la desilusion se trasnformó en miedo. Miedo por que me podria pasar. Miedo por decepcionar a la gente que me habia necesitado. En este caso tú.-dijo, mirando a Toima brevemente.
El ulterano hizo ademan de hablar pero la nublina le calló y siguió explicandose.
-Pero entonces llegue a conoceros. Aquí, en el cuchitril. Y vi que erais felices. Un grupo unido, fuera el motivo que lo uniese. Gente amable que te reciben con una sonrisa. Gente que te da los buenos dias y te pregunta que tal te ha ido el día aunque sepan que no hayas hecho nada interesante....-se mordió el labio ligeramente, mostrando algo de su frustracion interna aflorar.-Y entonces sentí que no os correspondia. Sentí que mi rol dentro de este grupo, este cuchitril, era el de un mueble más. No quiero ser pesimista de mis capacidades pero... No soy una transformada.-admitió con una triste sonrisa.-Quisiera serlo. Sinceramente. Quisiera haber luchado junto a vosotros en la criba y haber establecido esos lazos que teneis entre vosotros. No es miedo lo que siento por vosotros.-unas pequeñas lágrimas asomaron por las cuencas de sus ojos.-Es envidia. Os envidio. Asi de egoista y engreida he sido... Toda mi vida creciendo, oyendo las historias sobre rocavarancolia. Aun con la decepción de venir aquí y encontrar como era en verdad, vi en vosotros un grupo de gente extraordinaria. Y no porque seais unos guerreros, magos y monstruos excelentes. Es por como sois como personas. Con como es esta ciudad, y, aun así, no dejais que os afecte al grupo. Permaneceis unidos.-
Las lágrimas se resbalaron por su rostro, al principio contadas, pero pronto comenzó a ser un transito continuo por sus mejillas.
-Es por eso... Ayer... Cuando dije esas cosas horribles... No era sincera, pero tampoco las dije porque si. Estaba intentando volcar mi envidia en vosotros.-se enjugó los ojos y, sintio la necesidad de repetirse.-No por que monstruos sois, que poderes teneis... No, es porque tipo de personas os habeis convertido con el paso del tiempo. Y eso yo no he podido hacer nada al respecto.-
Estaba hablando posiblemente más de lo que habia hablado en toda su vida en el cuchitril. Y aquello le dejaba la garganta seca. Bebió de su vaso en la mesa.
-He tenido envidia desde siempre. Sobretodo de ti, Noel. C-Creo... Que no hace falta explicar p-porque...-dijo, enterrando su cara en la sudadera, sonrojada hasta las orejas. Aun así, lo puso en palabras, pues ya no creia necesario guardarse nada, sobretodo cuando esperaban que no lo hiciera.-Tienes a tu otro significante en Wen y eres posiblemente de los más cercanos a Vac de los presentes mientras que yo...-
-¿Qué coño importa Vac en todo esto?-brotó Toima, confuso.
Quiso cambiar de tema entonces. Solo mencionar a Vac la hacia sentirse angustiada y se le retorcian las tripas.
-Los demás tambien. Teneis vuestros negocios y estudios y una meta más o menos clara yo... Me encargo de no estorbaros en lo posible.-
-Tambien, tuve o, mejor dicho, he tenido miedo desde aquel día que nos encontramos lo que le hicieron a Yloh. Y-Yo... No queria estar más en la ciudad por un tiempo. Pero me lo callé. Logré interiorizarlo. Pero mucho antes habian atacado a Wen y... Sentí, por extraño que fuera, que estabamos todos en esto. Que no solo iban a por los débiles, como Yloh y yo misma. Habia sido muy egoista al pensar que no nos harian caso a nosotros. Hasta vosotros, con vuestros diversos poderes y magia os desafiaban y les teneis tanto miedo como yo... Aunque quizás... Quizás vosotros si que podeis hacer algo contra ellos...-sorbio educadamente, pues con las lagrimas un pequeño moqueo habia hecho acto de presencia en su nariz.-Estabamos juntos, de una forma u otra, en esto. Y, de nuevo, senti que estorbaba, que era una molestia. Apenas os he podido acompañar en misiones o he podido ayudar en algo más al cuchitril en si que con una escoba y fregona. No digo que no sea un trabajo importante, pero... quisiera sentirme útil... No mucho. Tan solo quisiera poder devolveros la amabilidad con la que me habeis tratado y, de alguna forma, llegar a protegeros con ella.-con esa última linea rompió a sollozar sonoramente.
-¡S-Sois importantes para mi! ¡Y-Y... No os cambiaria por nada del mundo!-
Esas fueron las últimas palabras, casi a gritos, que brotaron de su boca antes de soltar un chillido casi agudo en el que escondió la cabeza como una tortuga entre la ropa. No quedaba rastro del deshibidor en su cuerpo. Aquello habia sido pura fuerza de voluntad de la nublina, luchando contra su timidez y sus complejos ante la simple petición de que se sincerara del todo.
Aquello, por supuesto, no quitaba que muriese de verguenza tras decirlo y que quisiera cavar un agujero en el suelo y esconderse ahí.
El ulterano, devastado por las palabras de la nublina, contuvo las lágrimas una vez más y se mantuvo en silencio a duras penas.
Accedió a ser conducida por Adara a un sitio más comodo para estar. Se pasó el resto del mediodia sentada, calmandose gradualmente. Quizás porque el hado ya no estaba presente. Aun así, no paró de pensar en él. Intentaba buscar explicaciones logicas a cosas a las que no lograba encontrarle pies ni cabeza. Reflexionó sobre lo que les dijo cuando estaba bajo los efectos de la droga. Reflexionó sobre lo que les diria, cuando el tiempo lo apreciara, que se explicase. Por el momento, parecian tener claro que no era lo que pensaba, lo cual fue un alivio. Por otra parte, necesitaba explicarles porque justo aquellas palabras hirientes salieron de su boca.
La hora se acercó despues de comer, en el que Noel cogio el toro por los cuernos (o, en este caso, a la nublina por los complejos) y le pidió de explicaciones. La nublina tragó saliva. Apenas habia probado bocado en la comida, y mucha hambre no es que tuviera. Pero estaba, más o menos, preparada para contestarles.
-Cuando llegue a la ciudad siempre pensé que seria de otro modo. Edificios altos engalardonados, gente muy distinguida, los dioses de rocavarancolia. Tal y como los imaginaba. Imaginad cual desilusion me entró al conocerla más a fondo.-tamborileó lentamente con los dedos sobre la mesa.-Y pronto la desilusion se trasnformó en miedo. Miedo por que me podria pasar. Miedo por decepcionar a la gente que me habia necesitado. En este caso tú.-dijo, mirando a Toima brevemente.
El ulterano hizo ademan de hablar pero la nublina le calló y siguió explicandose.
-Pero entonces llegue a conoceros. Aquí, en el cuchitril. Y vi que erais felices. Un grupo unido, fuera el motivo que lo uniese. Gente amable que te reciben con una sonrisa. Gente que te da los buenos dias y te pregunta que tal te ha ido el día aunque sepan que no hayas hecho nada interesante....-se mordió el labio ligeramente, mostrando algo de su frustracion interna aflorar.-Y entonces sentí que no os correspondia. Sentí que mi rol dentro de este grupo, este cuchitril, era el de un mueble más. No quiero ser pesimista de mis capacidades pero... No soy una transformada.-admitió con una triste sonrisa.-Quisiera serlo. Sinceramente. Quisiera haber luchado junto a vosotros en la criba y haber establecido esos lazos que teneis entre vosotros. No es miedo lo que siento por vosotros.-unas pequeñas lágrimas asomaron por las cuencas de sus ojos.-Es envidia. Os envidio. Asi de egoista y engreida he sido... Toda mi vida creciendo, oyendo las historias sobre rocavarancolia. Aun con la decepción de venir aquí y encontrar como era en verdad, vi en vosotros un grupo de gente extraordinaria. Y no porque seais unos guerreros, magos y monstruos excelentes. Es por como sois como personas. Con como es esta ciudad, y, aun así, no dejais que os afecte al grupo. Permaneceis unidos.-
Las lágrimas se resbalaron por su rostro, al principio contadas, pero pronto comenzó a ser un transito continuo por sus mejillas.
-Es por eso... Ayer... Cuando dije esas cosas horribles... No era sincera, pero tampoco las dije porque si. Estaba intentando volcar mi envidia en vosotros.-se enjugó los ojos y, sintio la necesidad de repetirse.-No por que monstruos sois, que poderes teneis... No, es porque tipo de personas os habeis convertido con el paso del tiempo. Y eso yo no he podido hacer nada al respecto.-
Estaba hablando posiblemente más de lo que habia hablado en toda su vida en el cuchitril. Y aquello le dejaba la garganta seca. Bebió de su vaso en la mesa.
-He tenido envidia desde siempre. Sobretodo de ti, Noel. C-Creo... Que no hace falta explicar p-porque...-dijo, enterrando su cara en la sudadera, sonrojada hasta las orejas. Aun así, lo puso en palabras, pues ya no creia necesario guardarse nada, sobretodo cuando esperaban que no lo hiciera.-Tienes a tu otro significante en Wen y eres posiblemente de los más cercanos a Vac de los presentes mientras que yo...-
-¿Qué coño importa Vac en todo esto?-brotó Toima, confuso.
Quiso cambiar de tema entonces. Solo mencionar a Vac la hacia sentirse angustiada y se le retorcian las tripas.
-Los demás tambien. Teneis vuestros negocios y estudios y una meta más o menos clara yo... Me encargo de no estorbaros en lo posible.-
-Tambien, tuve o, mejor dicho, he tenido miedo desde aquel día que nos encontramos lo que le hicieron a Yloh. Y-Yo... No queria estar más en la ciudad por un tiempo. Pero me lo callé. Logré interiorizarlo. Pero mucho antes habian atacado a Wen y... Sentí, por extraño que fuera, que estabamos todos en esto. Que no solo iban a por los débiles, como Yloh y yo misma. Habia sido muy egoista al pensar que no nos harian caso a nosotros. Hasta vosotros, con vuestros diversos poderes y magia os desafiaban y les teneis tanto miedo como yo... Aunque quizás... Quizás vosotros si que podeis hacer algo contra ellos...-sorbio educadamente, pues con las lagrimas un pequeño moqueo habia hecho acto de presencia en su nariz.-Estabamos juntos, de una forma u otra, en esto. Y, de nuevo, senti que estorbaba, que era una molestia. Apenas os he podido acompañar en misiones o he podido ayudar en algo más al cuchitril en si que con una escoba y fregona. No digo que no sea un trabajo importante, pero... quisiera sentirme útil... No mucho. Tan solo quisiera poder devolveros la amabilidad con la que me habeis tratado y, de alguna forma, llegar a protegeros con ella.-con esa última linea rompió a sollozar sonoramente.
-¡S-Sois importantes para mi! ¡Y-Y... No os cambiaria por nada del mundo!-
Esas fueron las últimas palabras, casi a gritos, que brotaron de su boca antes de soltar un chillido casi agudo en el que escondió la cabeza como una tortuga entre la ropa. No quedaba rastro del deshibidor en su cuerpo. Aquello habia sido pura fuerza de voluntad de la nublina, luchando contra su timidez y sus complejos ante la simple petición de que se sincerara del todo.
Aquello, por supuesto, no quitaba que muriese de verguenza tras decirlo y que quisiera cavar un agujero en el suelo y esconderse ahí.
El ulterano, devastado por las palabras de la nublina, contuvo las lágrimas una vez más y se mantuvo en silencio a duras penas.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
26/04/14, 02:22 am
El asreniano escuchó con atención a la nublina. Sus nuevas palabras fueron más esclarecedoras que las de esta mañana y por fin le quedó claro qué había llevado a Tania a decir lo que había dicho ayer. La desilusión con respecto a la ciudad, el miedo o la envidia fueron sentimientos que no le extrañaron cuando los escuchó de su boca. Le parecía lo más normal del mundo, más teniendo en cuenta cómo funcionaban Nubla y Rocavarancolia. A Giz le alegró ver lo fuerte que era Tania, a pesar de la enorme timidez que sufría. Aunque no lo reconociera, también le había emocionado un poquitín.
Quiso bromear durante su discurso. <<No te subestimes>>, había querido decir. <<Mantener a Toima a raya merece todo el mérito del mundo>>. Sin embargo no lo vio apropiado y se lo calló. Estuvo también a punto de levantarse y darle un abrazo, pero también lo acabó descartando por no saber si era del todo apropiado o si la agobiaría.
—Me alegro de que no te quieras ir, formas parte de esto como el que más—comentó en su lugar, con uno de sus escasos esbozos de sonrisa—. Y si crees que hay cualquier cosa que podamos hacer para ayudarte a sentirte más útil, o segura, solo tienes que pedírnoslo y lo haremos: piezas de armadura encantadas, cualquier criatura guardaespaldas (viva o muerta), una bolsa sin fondo, amuletos con magia anclada (...) —tras una enumeración no muy larga, Giz acabó poniendo el punto y final—. Lo que sea, incluso si solo te apetecen magdalenas.
Aquel ofrecimiento era la mejor manera que conocía el goliat de demostrarle a la nublina que ella también era importante para el resto.
Quiso bromear durante su discurso. <<No te subestimes>>, había querido decir. <<Mantener a Toima a raya merece todo el mérito del mundo>>. Sin embargo no lo vio apropiado y se lo calló. Estuvo también a punto de levantarse y darle un abrazo, pero también lo acabó descartando por no saber si era del todo apropiado o si la agobiaría.
—Me alegro de que no te quieras ir, formas parte de esto como el que más—comentó en su lugar, con uno de sus escasos esbozos de sonrisa—. Y si crees que hay cualquier cosa que podamos hacer para ayudarte a sentirte más útil, o segura, solo tienes que pedírnoslo y lo haremos: piezas de armadura encantadas, cualquier criatura guardaespaldas (viva o muerta), una bolsa sin fondo, amuletos con magia anclada (...) —tras una enumeración no muy larga, Giz acabó poniendo el punto y final—. Lo que sea, incluso si solo te apetecen magdalenas.
Aquel ofrecimiento era la mejor manera que conocía el goliat de demostrarle a la nublina que ella también era importante para el resto.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
26/04/14, 09:43 pm
Dejaron a Tania tranquila por el momento, porque además la cocina los reclamaba. Gael solo quería que se calmara, pero no se le daban bien palabras como las que había usado Adara, así que se retiro en silencio. La cocina se quedó pequeña con el añadido de la ángel negro, y espacio ya no sobraba nunca. A pesar de todo pudieron poner la bandeja a dorar enseguida y dedicar el tiempo sobrante a debatir sobre qué chuminada poner de entrante y hacerla.
Después de comer las cosas parecían haber vuelto ligeramente a la normalidad, y el fuego fatuo pensaba que era cuestión de tiempo que la chica se acostumbrase a decir más lo que pensaba, a no tener miedo de decir las cosas. Lo único que le preocupaba era cómo saldría parada de lo de Vac. Más que nada, porque el hecho de que Vac ni se hubiese enterado antes de esa noche dejaba claro la poca atención que le prestaba a Tania. No sabía qué podía terminar pasando ni iba a hacer apuestas sobre ello, pero para bien o para mal, las cosas terminarían volviendo a su cauce.
Puede que él no tuviese valor para volver sobre el tema, pero la introducción de Noel le pareció más que acertada. Asintió mirando a la nublina, como alentándola a responder con sinceridad. El resultado de aquella pregunta fue sorprendente, porque Tania –la normal, la que estaba allí en ese momento– nunca había hablado tanto seguido. Eran muchas cosas, demasiadas, escuchó con atención y grabó todas las palabras que iba diciendo, encajándolas con su comportamiento y palabras a lo largo del tiempo. Había cosas que le costaba entender, tal vez porque desde su punto de vista cada uno desempeñaba un papel que siempre era importante, independientemente de que fuese diferente del de los demás. Tania no era ninguna excepción. Poco a poco la nublina fue consiguiendo que le picasen los ojos, y debió frotárselos con disimulo. Al terminar el discurso le hormigueaban las extremidades y lo había dejado sin palabras.
―¿Cómo puedes decir eso? ―añadió después de Giz. Su voz se notaba un poco entrecortada―. Vaya si se te necesita aquí, si no, ¿por qué crees que nos puso tan nerviosos pensar que querías irte? ―Tomó aire, tratando de improvisar una síntesis de todo lo que deseaba decirle a la nublina―. Jamás deberías sentir envidia por ser lo que eres, ni creer que eres una molestia si nadie te ha demostrado que sea así. Puedes hacer muchísimas cosas, podrías hacer incluso muchas más, pero a veces es culpa nuestra, quizás, porque queremos protegerte de lo que pueda pasar. De verdad, no importa el papel que tengas, no debería importar. Eres valiosa aquí, y eso no va a cambiar. A tu manera ya nos proteges, Tania, no todo es dar toñas o traer dinero a casa… pero si alguna vez quieres hacer más por ti misma... solo dilo, ¿vale?
Sentía que se le escapaba una sonrisa muy tonta para el momento en que estaban. Le habría dado un abrazo a la nublina en ese instante, pero por llevar no llevaba ni los guantes puestos y no quería sobresaltarla acercándose. Se frotó un ojo y después el otro.
Después de comer las cosas parecían haber vuelto ligeramente a la normalidad, y el fuego fatuo pensaba que era cuestión de tiempo que la chica se acostumbrase a decir más lo que pensaba, a no tener miedo de decir las cosas. Lo único que le preocupaba era cómo saldría parada de lo de Vac. Más que nada, porque el hecho de que Vac ni se hubiese enterado antes de esa noche dejaba claro la poca atención que le prestaba a Tania. No sabía qué podía terminar pasando ni iba a hacer apuestas sobre ello, pero para bien o para mal, las cosas terminarían volviendo a su cauce.
Puede que él no tuviese valor para volver sobre el tema, pero la introducción de Noel le pareció más que acertada. Asintió mirando a la nublina, como alentándola a responder con sinceridad. El resultado de aquella pregunta fue sorprendente, porque Tania –la normal, la que estaba allí en ese momento– nunca había hablado tanto seguido. Eran muchas cosas, demasiadas, escuchó con atención y grabó todas las palabras que iba diciendo, encajándolas con su comportamiento y palabras a lo largo del tiempo. Había cosas que le costaba entender, tal vez porque desde su punto de vista cada uno desempeñaba un papel que siempre era importante, independientemente de que fuese diferente del de los demás. Tania no era ninguna excepción. Poco a poco la nublina fue consiguiendo que le picasen los ojos, y debió frotárselos con disimulo. Al terminar el discurso le hormigueaban las extremidades y lo había dejado sin palabras.
―¿Cómo puedes decir eso? ―añadió después de Giz. Su voz se notaba un poco entrecortada―. Vaya si se te necesita aquí, si no, ¿por qué crees que nos puso tan nerviosos pensar que querías irte? ―Tomó aire, tratando de improvisar una síntesis de todo lo que deseaba decirle a la nublina―. Jamás deberías sentir envidia por ser lo que eres, ni creer que eres una molestia si nadie te ha demostrado que sea así. Puedes hacer muchísimas cosas, podrías hacer incluso muchas más, pero a veces es culpa nuestra, quizás, porque queremos protegerte de lo que pueda pasar. De verdad, no importa el papel que tengas, no debería importar. Eres valiosa aquí, y eso no va a cambiar. A tu manera ya nos proteges, Tania, no todo es dar toñas o traer dinero a casa… pero si alguna vez quieres hacer más por ti misma... solo dilo, ¿vale?
Sentía que se le escapaba una sonrisa muy tonta para el momento en que estaban. Le habría dado un abrazo a la nublina en ese instante, pero por llevar no llevaba ni los guantes puestos y no quería sobresaltarla acercándose. Se frotó un ojo y después el otro.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
28/04/14, 08:04 pm
Ay, Tania, Tania, Tania y Tania. ¡Ay! Jo, qué genial. Ay, qué bonito. Ay, que no puedes ser más mona. Jo, me estás haciendo llorar, maldita. Pero no me pienso ni esconder. ¡Ayyyyy! Joder, ya, coño. Estoy sonriendo como una tonta mientras lloro, ¡menudas pintas…! Quiero, pero no puedo ni decir nada. Ya, jo, ya.
—Tania… —Es todo lo que logra decir mientras se limpia las lágrimas—. Ay, ay, —creo que ni la ciudad me ha dejado de hacer sensible a estas cosas. Menuda tontaina soy, jo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
28/04/14, 08:29 pm
Nadie dijo nada mientras Tania hablaba. Y vaya si habló, mucho más de lo que nunca la habían oído en todo el tiempo que la conocían. Noel mantuvo la mirada en la nublina sin variar demasiado su expresión, concentrado en asimilar cada una de sus palabras. Desvió la mirada cuando la chica puso en voz alta su mayor inseguridad al respecto de formar parte del grupo. Irónicamente coincidía bastante con la suya. No pudo evitar entonces descentrarse un tanto y si alguien se hubiese fijado en el draco en ese instante lo vería cruzado de brazos en tensión y ensimismado.
Hasta que llegó a la parte en la que le mencionó a él expresamente y compuso una leve mueca de sorpresa. ¿Envidia? ¿Por qué alguien iba a sentir envidia de él en concreto? La explicación clarificó los motivos, pero aun así le costaba hacerse a la idea.
De todas formas, la nublina siguió hablando y sin duda sus palabras los conmovieron a todos. Algunos lloraban o parecían a punto de hacerlo. Noel hacía mucho tiempo que no lloraba y en esta ocasión no fue diferente, pero no por ello era inmune a lo que acababa de escuchar y esbozó una sonrisa cuando Tania terminó su discurso a gritos. Tanto Giz como Gael se encargaron de hacerle saber lo que sin duda todos pensaban, por lo que probablemente no era necesario añadir nada más. Por lo tanto hizo lo único que nadie había hecho hasta el momento y se levantó de la silla para darle un breve abrazo a la nublina, lo suficiente para que no se sintiese demasiado incómoda.
—Espero que a partir de ahora seas sincera a menudo —le dijo simplemente mientras tras separarse de ella.
No tenía nada más que añadir porque, tras haberla escuchado, para el sueco había quedado claro que la nublina no lo odiaba.
Hasta que llegó a la parte en la que le mencionó a él expresamente y compuso una leve mueca de sorpresa. ¿Envidia? ¿Por qué alguien iba a sentir envidia de él en concreto? La explicación clarificó los motivos, pero aun así le costaba hacerse a la idea.
De todas formas, la nublina siguió hablando y sin duda sus palabras los conmovieron a todos. Algunos lloraban o parecían a punto de hacerlo. Noel hacía mucho tiempo que no lloraba y en esta ocasión no fue diferente, pero no por ello era inmune a lo que acababa de escuchar y esbozó una sonrisa cuando Tania terminó su discurso a gritos. Tanto Giz como Gael se encargaron de hacerle saber lo que sin duda todos pensaban, por lo que probablemente no era necesario añadir nada más. Por lo tanto hizo lo único que nadie había hecho hasta el momento y se levantó de la silla para darle un breve abrazo a la nublina, lo suficiente para que no se sintiese demasiado incómoda.
—Espero que a partir de ahora seas sincera a menudo —le dijo simplemente mientras tras separarse de ella.
No tenía nada más que añadir porque, tras haberla escuchado, para el sueco había quedado claro que la nublina no lo odiaba.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
28/04/14, 09:06 pm
Toima y Tania
Cuando la nublina hubo terminado, el ulterano vaciló, sinceramente tocado por las palabras de la chica. Acortó las distancias en un puñado de pasos y la levantó en brazos, abrazandola. Las piernas de la nublina apenas llegaban a las rodillas del ulterano en ese estado.
Y si ya estaba bastante avergonzada de por si por como habia reaccionado ella y los demás cuchitrileros, aquello se llevó la palma.
-E-Esto es bastante vergonzoso, Toima.-dijo tras unos segundos.
-¿Eh? Oh... Perdona...-dijo el watahré antes de soltarla en la silla.
Ahí entrelazó sus manos timidamente y dirigió la mirada al suelo. Este dia, se habia pasado bastante en su norma.
-Gracias... Gra... Gracias...-
Fue lo único que supo decir. Unas pequeñas lágrimas de alegria brotaron de sus ojos: Las últimas que tenia planeado derramar aquel dia. Se tapó la boca mientras lloraba, no dejando escapar ningun sollozo más. No sabia que más decir para agradecerselo. Eran, sin duda, las mejores personas que habia conocido en su vida y no querria perderlas por nada del mundo.
Cuando la nublina hubo terminado, el ulterano vaciló, sinceramente tocado por las palabras de la chica. Acortó las distancias en un puñado de pasos y la levantó en brazos, abrazandola. Las piernas de la nublina apenas llegaban a las rodillas del ulterano en ese estado.
Y si ya estaba bastante avergonzada de por si por como habia reaccionado ella y los demás cuchitrileros, aquello se llevó la palma.
-E-Esto es bastante vergonzoso, Toima.-dijo tras unos segundos.
-¿Eh? Oh... Perdona...-dijo el watahré antes de soltarla en la silla.
Ahí entrelazó sus manos timidamente y dirigió la mirada al suelo. Este dia, se habia pasado bastante en su norma.
-Gracias... Gra... Gracias...-
Fue lo único que supo decir. Unas pequeñas lágrimas de alegria brotaron de sus ojos: Las últimas que tenia planeado derramar aquel dia. Se tapó la boca mientras lloraba, no dejando escapar ningun sollozo más. No sabia que más decir para agradecerselo. Eran, sin duda, las mejores personas que habia conocido en su vida y no querria perderlas por nada del mundo.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
03/05/14, 07:25 pm
Habían pasado tres días desde el incidente de la nublina con la droga de Nia, tres días desde que la muchacha dijera aquellas cosas tan preocupantes y encima se le declarara. Vac no había dejado de darle vueltas al asunto, preocupado por la reacción que pudiera tener Tania cuando lo volviera a ver, e inseguro ante la situación. Había hablado con su hermano horas después de que volviera al burdel a trabajar, y este le había puesto al día sobre las confesiones que había hecho la nublina después de comer, lo que le había dejado mas tranquilo, al menos en lo que a ese tema se refería. Era bueno saber que no les tenía miedo y que no quería irse, pero ahora el que temía enfrentarse a ella era él, por muy absurdo que sonara aquello.
Retraso el momento todo lo que pudo, pero viendo que así solo lo estaba empeorando, el hado se encaminó hacía el Cuchitril la tarde del tercer día, cuando apenas quedaban unas horas de luz. Hizo el trayecto a pie mientras se fumaba un cigarrillo, aclarando sus ideas antes de hablar con la muchacha, y cuando llegó al edificio, golpeó la puerta con su llamada habitual.
—¿Está Tania por aquí? —le preguntó a Noel en cuanto su hermano abrió la puerta, después de saludarle—, tengo que hablar con ella.
El hado la esperó en el salón, sentado en la barra mientras observaba el fuego de la chimenea con gesto ausente. No sabía que le iba a decir, pero esperaba no incomodar con su presencia a la muchacha.
Retraso el momento todo lo que pudo, pero viendo que así solo lo estaba empeorando, el hado se encaminó hacía el Cuchitril la tarde del tercer día, cuando apenas quedaban unas horas de luz. Hizo el trayecto a pie mientras se fumaba un cigarrillo, aclarando sus ideas antes de hablar con la muchacha, y cuando llegó al edificio, golpeó la puerta con su llamada habitual.
—¿Está Tania por aquí? —le preguntó a Noel en cuanto su hermano abrió la puerta, después de saludarle—, tengo que hablar con ella.
El hado la esperó en el salón, sentado en la barra mientras observaba el fuego de la chimenea con gesto ausente. No sabía que le iba a decir, pero esperaba no incomodar con su presencia a la muchacha.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
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Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
03/05/14, 09:41 pm
Tania
Habian pasado tres dias desde entonces. Y, aunque casi podia sentir que se podria haber sacado algo positivo de la experiencia con la droga, no tenia muy claro de que por ello compensara todo lo mal que se habia sentido y la verguenza por la que habia pasado. Sin contar los efectos secundarios de la transformación.
Se habia cambiado el pelo a su color natural. Habia guardado parte de la joyeria pero habia incorporado las sudaderas del ulterano a su vestuario casual. En aquella ocasión, llevaba un vestido y por encima una de las sudaderas.
Noel la habia llamado. Vac se habia presentado entonces en el cuchitril, con intención de querer hablar con ella. No era posible empezar a describir los nervios y sofoco que comenzó a sentir la nublina entonces. Le temblaban las piernas y manos y se sentia muy inestable. Y, sin embargo, no hizo esperar demasiado al hado.
Cuando bajó las escaleras, se quedó parado en los últimos escalones, terriblemente avergonzada y miedosa por tener que afrontarle directamente.
-H-Hola... V-Vac...-logró soltar tímidamente.
Estaba casi convencida de que querria hablar el griego. Aun así, si decidia hablar de aquello en el mismo cuchitril, donde cualquiera pudiera oirles, preferiria que lo tratasen en un lugar más privado. Si iba a ser rechazada, por lo menos querria que solo se enterase ella misma.
Habian pasado tres dias desde entonces. Y, aunque casi podia sentir que se podria haber sacado algo positivo de la experiencia con la droga, no tenia muy claro de que por ello compensara todo lo mal que se habia sentido y la verguenza por la que habia pasado. Sin contar los efectos secundarios de la transformación.
Se habia cambiado el pelo a su color natural. Habia guardado parte de la joyeria pero habia incorporado las sudaderas del ulterano a su vestuario casual. En aquella ocasión, llevaba un vestido y por encima una de las sudaderas.
Noel la habia llamado. Vac se habia presentado entonces en el cuchitril, con intención de querer hablar con ella. No era posible empezar a describir los nervios y sofoco que comenzó a sentir la nublina entonces. Le temblaban las piernas y manos y se sentia muy inestable. Y, sin embargo, no hizo esperar demasiado al hado.
Cuando bajó las escaleras, se quedó parado en los últimos escalones, terriblemente avergonzada y miedosa por tener que afrontarle directamente.
-H-Hola... V-Vac...-logró soltar tímidamente.
Estaba casi convencida de que querria hablar el griego. Aun así, si decidia hablar de aquello en el mismo cuchitril, donde cualquiera pudiera oirles, preferiria que lo tratasen en un lugar más privado. Si iba a ser rechazada, por lo menos querria que solo se enterase ella misma.
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Nombre: Doe
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● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
03/05/14, 11:56 pm
La nublina no tardó en bajar, vestida con una de las sudaderas enormes de Toima. Se había quitado el tinte del pelo y volvía a llevar su ropa habitual, y aunque el cambio de estilo no la había sentado mal, el chico no comentó nada. Le saludo en voz baja, cohibida, y el griego reprimió un gesto de incomodidad, molesto consigo mismo por poner nervioso a la chica.
—Hola Tania —respondió al saludo con una media sonrisa—. ¿Tienes un momento?, quería hablar contigo de... bueno, ya sabes de que —murmuró, pasándose la mano por la nunca con gesto incomodo.
La muchacha accedió, y de mutuo acuerdo salieron del Cuchitril, buscando algún sitio mas privado. El griego caminó junto a la nublina en silencio, recorriendo el mismo camino que la última vez, y por defecto, terminaron muy cerca del muro derruido que le había servido de banco hacía tres noches. Vac eligió otro sitio para sentarse, evitándole mas bochorno a la nublina, y tras unos segundos de silencio, habló.
—¿Como estas? —se interesó, tanteando el terreno con cuidado— Noel me contó que lo habías arreglado con el resto...
—Hola Tania —respondió al saludo con una media sonrisa—. ¿Tienes un momento?, quería hablar contigo de... bueno, ya sabes de que —murmuró, pasándose la mano por la nunca con gesto incomodo.
La muchacha accedió, y de mutuo acuerdo salieron del Cuchitril, buscando algún sitio mas privado. El griego caminó junto a la nublina en silencio, recorriendo el mismo camino que la última vez, y por defecto, terminaron muy cerca del muro derruido que le había servido de banco hacía tres noches. Vac eligió otro sitio para sentarse, evitándole mas bochorno a la nublina, y tras unos segundos de silencio, habló.
—¿Como estas? —se interesó, tanteando el terreno con cuidado— Noel me contó que lo habías arreglado con el resto...
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Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/05/14, 12:18 am
Tania
La nublina se limitó a asentir con un rubor en respuesta a la oferta del griego. Este les guió a un lugar cercano del cuchitril, pero lo suficientemente apartado para tener privacidad. Por una parte se alegró internamente de que pudieran discutir aquello bajo esas circunstancias. Por otra parte se asusto. Fue como si le hubeira leido la mente, lo cual era estúpido así que deberia haberlo esteriorizado de algún modo, por bizarro que pareciera.
No pudo evitar notar la cercania del sitio en el que, dias atrás, se habia declarado al hado, presa de la droga y habia hecho tantas otras cosas vergonzosas que con tan solo recordarlas se moria de la verguenza.
El primero en hablar fue él, pues ella estaba demasiado ocupada mirado al suelo ruborizada y casi al borde de las lágrimas. Se avergonzaba cuanto más consciente era de lo que pasaba a su alrededor y, sobretodo, sentia impotente por no poder interiorizarlo aquello y poder aparentar algo más de calma. Pero era superior a cualquier otra cosa a lo que se habia enfrentado en su vida.
Los ojos de la nublina fueron subiendo lentamente a medida que el hado hablaba. Cuando terminó, Tania rezó que, fuera lo que fuera, fuese rápido. Sin embargo no queria imponer su voluntad egoistamente sobre el chico. Deberia de serle una verdadera molestia tener que lidiar con ella y su ineptitud, ya ni a hablar de sus sentimientos no correspondidos.
Finalmente, logró mirarle a la cara, haciendo un esfuerzo que fue para la nublina escandaloso. Y respondió.
-S-Si... Más o menos lo tengo todo atado y... en su lugar.-luego murmuró, más bajo.-Solo quedas tú.-
Queria abrirse directamente. Queria decirle que lo sentia y no solo lo de sus sentimientos. Querria disculparse por como se comportó, por el compromiso en el que le puso y por las molestias que le habia causado. Que, sin embargo, queria seguir tratando con él, aun si no pudiese él quererla como ella hacia. Un amigo o compañero. Le daba igual. Queria profundizar en las razones por las cuales pensaba así de él, porque le tenia en tal alta estima. Pero simplemente los pensamientos no se hacian palabras y, con aquella impotencia, volvió al ciclo de verguenza.
Por irónico que le pareciera, una dósis normal de la droga aquella en estos momentos le vendria bastante bien para aclarar el desaguisado. Aunque fuera una idea estúpida. Querria poder hacerlo.
La nublina se limitó a asentir con un rubor en respuesta a la oferta del griego. Este les guió a un lugar cercano del cuchitril, pero lo suficientemente apartado para tener privacidad. Por una parte se alegró internamente de que pudieran discutir aquello bajo esas circunstancias. Por otra parte se asusto. Fue como si le hubeira leido la mente, lo cual era estúpido así que deberia haberlo esteriorizado de algún modo, por bizarro que pareciera.
No pudo evitar notar la cercania del sitio en el que, dias atrás, se habia declarado al hado, presa de la droga y habia hecho tantas otras cosas vergonzosas que con tan solo recordarlas se moria de la verguenza.
El primero en hablar fue él, pues ella estaba demasiado ocupada mirado al suelo ruborizada y casi al borde de las lágrimas. Se avergonzaba cuanto más consciente era de lo que pasaba a su alrededor y, sobretodo, sentia impotente por no poder interiorizarlo aquello y poder aparentar algo más de calma. Pero era superior a cualquier otra cosa a lo que se habia enfrentado en su vida.
Los ojos de la nublina fueron subiendo lentamente a medida que el hado hablaba. Cuando terminó, Tania rezó que, fuera lo que fuera, fuese rápido. Sin embargo no queria imponer su voluntad egoistamente sobre el chico. Deberia de serle una verdadera molestia tener que lidiar con ella y su ineptitud, ya ni a hablar de sus sentimientos no correspondidos.
Finalmente, logró mirarle a la cara, haciendo un esfuerzo que fue para la nublina escandaloso. Y respondió.
-S-Si... Más o menos lo tengo todo atado y... en su lugar.-luego murmuró, más bajo.-Solo quedas tú.-
Queria abrirse directamente. Queria decirle que lo sentia y no solo lo de sus sentimientos. Querria disculparse por como se comportó, por el compromiso en el que le puso y por las molestias que le habia causado. Que, sin embargo, queria seguir tratando con él, aun si no pudiese él quererla como ella hacia. Un amigo o compañero. Le daba igual. Queria profundizar en las razones por las cuales pensaba así de él, porque le tenia en tal alta estima. Pero simplemente los pensamientos no se hacian palabras y, con aquella impotencia, volvió al ciclo de verguenza.
Por irónico que le pareciera, una dósis normal de la droga aquella en estos momentos le vendria bastante bien para aclarar el desaguisado. Aunque fuera una idea estúpida. Querria poder hacerlo.
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Re: El Cuchitril (Archivo I)
10/05/14, 07:49 pm
El griego escuchó las palabras de la nublina, consciente de que a la muchacha le costaba mirarle a la cara. Vac no estaba cómodo, pues odiaba ser el causante de las turbaciones de Tania, y aquella situación se le hacia cuesta arriba. Se levantó nervioso y sacó un cigarro de su bolsillo, prendiéndole con un gesto descuidado y volviendo la mirada hacia su interlocutora.
—¿Te incomoda mi presencia? —era una pregunta retórica, pues estaba bastante claro— Siento que sea así, no debe ser fácil para ti hablar conmigo después de lo de la otra noche... tampoco lo es para mi —añadió, apartando la mirada y echándose el pelo hacia atrás en un gesto inconsciente.
Creía que tenía las ideas muy claras cuando había aparecido por el Cuchitril buscando a la nublina, pero ahora no las tenía todas consigo. No sabía que decirle a Tania, no quería hacerle daño ni nada por el estilo, pero tampoco podía corresponder sus sentimientos. La apreciaba y la quería, pero como amiga y compañera, nunca había contemplado otra posibilidad. Era una chica increíble, aquello era innegable a sus ojos, pero su naturaleza de trasformado era demasiado compleja para ella; no estaba al corriente de todo lo que implicaba ser bendecido por el astro rojo, y a ojos del hado la comprensión mutua era un factor importante en una pareja.
—No quiero que tengas miedo de hablar conmigo, de verdad —volvió a hablar, sentándose de nuevo a su lado—. Quiero que aclaremos esto, y te adelanto que digas lo que digas no te voy a odiar, no me voy a alejar ni nada por el estilo, simplemente se sincera.
—¿Te incomoda mi presencia? —era una pregunta retórica, pues estaba bastante claro— Siento que sea así, no debe ser fácil para ti hablar conmigo después de lo de la otra noche... tampoco lo es para mi —añadió, apartando la mirada y echándose el pelo hacia atrás en un gesto inconsciente.
Creía que tenía las ideas muy claras cuando había aparecido por el Cuchitril buscando a la nublina, pero ahora no las tenía todas consigo. No sabía que decirle a Tania, no quería hacerle daño ni nada por el estilo, pero tampoco podía corresponder sus sentimientos. La apreciaba y la quería, pero como amiga y compañera, nunca había contemplado otra posibilidad. Era una chica increíble, aquello era innegable a sus ojos, pero su naturaleza de trasformado era demasiado compleja para ella; no estaba al corriente de todo lo que implicaba ser bendecido por el astro rojo, y a ojos del hado la comprensión mutua era un factor importante en una pareja.
—No quiero que tengas miedo de hablar conmigo, de verdad —volvió a hablar, sentándose de nuevo a su lado—. Quiero que aclaremos esto, y te adelanto que digas lo que digas no te voy a odiar, no me voy a alejar ni nada por el estilo, simplemente se sincera.
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Re: El Cuchitril (Archivo I)
11/05/14, 03:40 am
Tania
-No más de lo que me incomoda haberte hecho pasar por esto.-dijo, en un brote de sinceridad. Se ruborizó de nuevo. El griego se sumio unos instantes en sus pensamientos, cosa que hizo que la nublina hiciera lo mismo, examinandose a si misma, a como podia afrontarle, como podria abrirse con las demás cosas que no dijo durante la droga.
Sin embargo, él fue quien volvió a hablar. Aparentemente, fue para nada, pues la nublina se sumió en un incómodo silencio tras sus palabras. Habia seguido pensando, y pensando bien en que decir. Para que la única conclusión que tenia, era que no habia manera, estrategia o lógica para ponerlo en palabras y sonar coherente. Estúpida y creida es como deberia sonar y, por mucha verguenza que le diera tener que volver a sonar así, lo hizo.
-Vac... Yo...-arrancó, mientras peleó contra la necesidad de llorar. Se agarró firmemente a los plieges de la sudadera, tanto que sus nudillos se tornaron blancuzcos.-Poco más... puedo decirte... Salvo lo que ya te dije y... No recuerdo que respondieses.-
No era que necesitase en si saber lo que pensaba el griego sino que más bien necesitaba oirlo de sus últimas palabras, como la confirmación de la hora de la muerte de un médico. Era algo que era obvio para ella y que necesitaba, de una vez por todas, ser aclarado.
-V-Vac... Me has gustado d-desde... Mucho y yo...-lagrimas empezaron a caer por su rostro.-Q-Quizás es porque soy nublina o... o... porque... No pinto nada en esta ciudad... pero por un momento, m-me... Me hice a la idea de que podria llegar a tener algo asi. Algo que en Nubla no me podria ni empezar a imaginar, no por otro motivo que la soledad que tuve ahí... Y... Siento que debo disculparme c-contigo...-se enjugó las lágrimas torpemente, exhalando aire. Le temblaban las manos, así como todo el cuerpo.-P-Porque... He sido muy estúpida y... egoista... Y crei que...-no podia exponerlo con palabras. Ni aun al final, cuando se estaba desmoronando. No sabia de que fuerzas estaba tirando en aquellos instantes para no huir de aquella situación.
Estaba roja de pies a cabeza, llorando y terriblemente avergonzada de si misma y de sus acciones. Y, si algo le empujaba a continuar con aquello, era la promesa de un desenlace. La liberación de la incertidumbre que, como un cancer, le provocaba más dolor que cualquier otra cosa le hubiera afectado en la vida.
-No más de lo que me incomoda haberte hecho pasar por esto.-dijo, en un brote de sinceridad. Se ruborizó de nuevo. El griego se sumio unos instantes en sus pensamientos, cosa que hizo que la nublina hiciera lo mismo, examinandose a si misma, a como podia afrontarle, como podria abrirse con las demás cosas que no dijo durante la droga.
Sin embargo, él fue quien volvió a hablar. Aparentemente, fue para nada, pues la nublina se sumió en un incómodo silencio tras sus palabras. Habia seguido pensando, y pensando bien en que decir. Para que la única conclusión que tenia, era que no habia manera, estrategia o lógica para ponerlo en palabras y sonar coherente. Estúpida y creida es como deberia sonar y, por mucha verguenza que le diera tener que volver a sonar así, lo hizo.
-Vac... Yo...-arrancó, mientras peleó contra la necesidad de llorar. Se agarró firmemente a los plieges de la sudadera, tanto que sus nudillos se tornaron blancuzcos.-Poco más... puedo decirte... Salvo lo que ya te dije y... No recuerdo que respondieses.-
No era que necesitase en si saber lo que pensaba el griego sino que más bien necesitaba oirlo de sus últimas palabras, como la confirmación de la hora de la muerte de un médico. Era algo que era obvio para ella y que necesitaba, de una vez por todas, ser aclarado.
-V-Vac... Me has gustado d-desde... Mucho y yo...-lagrimas empezaron a caer por su rostro.-Q-Quizás es porque soy nublina o... o... porque... No pinto nada en esta ciudad... pero por un momento, m-me... Me hice a la idea de que podria llegar a tener algo asi. Algo que en Nubla no me podria ni empezar a imaginar, no por otro motivo que la soledad que tuve ahí... Y... Siento que debo disculparme c-contigo...-se enjugó las lágrimas torpemente, exhalando aire. Le temblaban las manos, así como todo el cuerpo.-P-Porque... He sido muy estúpida y... egoista... Y crei que...-no podia exponerlo con palabras. Ni aun al final, cuando se estaba desmoronando. No sabia de que fuerzas estaba tirando en aquellos instantes para no huir de aquella situación.
Estaba roja de pies a cabeza, llorando y terriblemente avergonzada de si misma y de sus acciones. Y, si algo le empujaba a continuar con aquello, era la promesa de un desenlace. La liberación de la incertidumbre que, como un cancer, le provocaba más dolor que cualquier otra cosa le hubiera afectado en la vida.
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Re: El Cuchitril (Archivo I)
17/05/14, 08:29 pm
Las lágrimas empaparon el rostro de Tania a medida que esta hablaba, tratando de explicar algo que a ojos del griego no tenía explicación. El amor era algo caprichoso, algo voluble que podía hacerte feliz o desdichado, independientemente de lo que tuvieses preconcebido acerca del tema. La muchacha no tenía que pedir perdón por algo así, pues nadie tenía la culpa, pero a Vac tratar de hacerle comprender eso se le antojaba una tarea titánica.
—No te respondí en su momento porque sinceramente no me lo esperaba, me pillo un poco de sopetón —dijo en voz baja, observando la punta de su dedos—, y tampoco quería hablar contigo del tema si no eras dueña de ti misma —añadió—. No te voy a engañar, yo no había pensado en ti de esta forma, pero tampoco creía que yo pudiera provocarle esos sentimientos a nadie, Tania, no soy... recomendable, aunque no se si esta es la palabra que busco.
Alzó la mirada hacia el rostro de la nublina y, con cuidado, le retiro las lágrimas de las mejillas usando la manga de su camisa como pañuelo improvisado. Le dolía ser el causante del malestar de la chica, y verla llorar no hacía la situación mas llevadera.
—No llores, por favor, y no pidas perdón. No eres ni estúpida ni caprichosa, y de cualquier modo la culpa es mia por no haberme dado cuenta antes.
Quería abrazarla, pero se le antojaba un movimiento demasiado invasivo, y por el momento se contuvo.
—No te respondí en su momento porque sinceramente no me lo esperaba, me pillo un poco de sopetón —dijo en voz baja, observando la punta de su dedos—, y tampoco quería hablar contigo del tema si no eras dueña de ti misma —añadió—. No te voy a engañar, yo no había pensado en ti de esta forma, pero tampoco creía que yo pudiera provocarle esos sentimientos a nadie, Tania, no soy... recomendable, aunque no se si esta es la palabra que busco.
Alzó la mirada hacia el rostro de la nublina y, con cuidado, le retiro las lágrimas de las mejillas usando la manga de su camisa como pañuelo improvisado. Le dolía ser el causante del malestar de la chica, y verla llorar no hacía la situación mas llevadera.
—No llores, por favor, y no pidas perdón. No eres ni estúpida ni caprichosa, y de cualquier modo la culpa es mia por no haberme dado cuenta antes.
Quería abrazarla, pero se le antojaba un movimiento demasiado invasivo, y por el momento se contuvo.
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Re: El Cuchitril (Archivo I)
17/05/14, 09:48 pm
Tania
Por fin lo oia,de sus palabras. No le correspondia. El cuerpo se sintió ligero. Pero no ligero como en una sensación positiva. Mejor dicho, se sentia vacia. Sentia que su mente dejaba su cuerpo por unos instantes y que su cuerpo se quedaba atrás, y que la mínima ráfaga de viento podría llevarsela lejor. Y en parte lo deseaba.
La nublina estaba completamente lívida, pero, poco a poco, el color de su piel volvió a la normalidad. Poco a poco fue recuperando la consciencia y, lo primero que hizo, fue reprimir gran parte de las emociones que el ser rechazada le causaba. Y siguió llorando. Solo que aquellas lágrimas eran de honesta pena.
Se le hizo un nudo en el estómago, pero pudo seguir dando la cara en la conversación. El hado le limpiaba las lágrimas mientras hablaba y, un gesto que, pudiera pasar por tierno o amable, en aquel momento se le antojó frío, como si se tratase de algún tipo de premio de consolación. La nublina le detuvo las manos al poco y, con suavidad las apartó de su cara.
-N-No digas eso.-fue lo que arrancó a decir.-Recomendable o no. Tú y tu hermano teneis una autoestima un tanto particular y-y... Aunque yo no sea quien para hablar... Estoy seguro de que n-no soy la ú-única que...-ahí calló.
Se quedó cabizbaja unos instantes y, muy discretamente, sorbio tristemente con la nariz. Volvió a alzar la cara, mientras nuevas lágrimas surgian de sus ojos.-Hagamos un trato. Deja de pensar mal de tí y yo haré conmigo lo mismo. ¿Qué te parece?-dijo, mientras dejaba escapar un pequeño resoplido, parecido a una risa.
Y escuchó su respuesta. Entonces, se forzó a sonreir, pues el hado parecia genuinamente consternado, cuando no tenia ni un ápice de culpa, aunque que se hubiera dado cuenta antes hubiese ayudado bastante.
-B-Bueno...-dijo entonces, tímidamente, mientras contenia las lágrimas, en pos de hacer un final de aquel tema, así como la situación en la que se encontraban.-... ¿A-Amigos?-le preguntó torpemente, tendiendole la mano para que se la estrechara.
Por fin lo oia,de sus palabras. No le correspondia. El cuerpo se sintió ligero. Pero no ligero como en una sensación positiva. Mejor dicho, se sentia vacia. Sentia que su mente dejaba su cuerpo por unos instantes y que su cuerpo se quedaba atrás, y que la mínima ráfaga de viento podría llevarsela lejor. Y en parte lo deseaba.
La nublina estaba completamente lívida, pero, poco a poco, el color de su piel volvió a la normalidad. Poco a poco fue recuperando la consciencia y, lo primero que hizo, fue reprimir gran parte de las emociones que el ser rechazada le causaba. Y siguió llorando. Solo que aquellas lágrimas eran de honesta pena.
Se le hizo un nudo en el estómago, pero pudo seguir dando la cara en la conversación. El hado le limpiaba las lágrimas mientras hablaba y, un gesto que, pudiera pasar por tierno o amable, en aquel momento se le antojó frío, como si se tratase de algún tipo de premio de consolación. La nublina le detuvo las manos al poco y, con suavidad las apartó de su cara.
-N-No digas eso.-fue lo que arrancó a decir.-Recomendable o no. Tú y tu hermano teneis una autoestima un tanto particular y-y... Aunque yo no sea quien para hablar... Estoy seguro de que n-no soy la ú-única que...-ahí calló.
Se quedó cabizbaja unos instantes y, muy discretamente, sorbio tristemente con la nariz. Volvió a alzar la cara, mientras nuevas lágrimas surgian de sus ojos.-Hagamos un trato. Deja de pensar mal de tí y yo haré conmigo lo mismo. ¿Qué te parece?-dijo, mientras dejaba escapar un pequeño resoplido, parecido a una risa.
Y escuchó su respuesta. Entonces, se forzó a sonreir, pues el hado parecia genuinamente consternado, cuando no tenia ni un ápice de culpa, aunque que se hubiera dado cuenta antes hubiese ayudado bastante.
-B-Bueno...-dijo entonces, tímidamente, mientras contenia las lágrimas, en pos de hacer un final de aquel tema, así como la situación en la que se encontraban.-... ¿A-Amigos?-le preguntó torpemente, tendiendole la mano para que se la estrechara.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
18/05/14, 01:03 am
Era posible que lo de la autoestima fuera cosa de familia, pues aunque no lo demostrara, Vac llegaba a comerse la cabeza tanto como Noel, pero no hizo ningun comentario al respecto. Notó cuando la muchacha le apartó las manos de su rostro, que aquel gesto le había incomodado, por eso la dejó espacio y escuchó atentamente sus palabras.
—De acuerdo —accedió, aunque sabía que no podría cumplirlo, era incapaz de dejar de pensar mal de si mismo siendo lo que era.
Las lágrimas pugnaban por brotar de nuevo del los ojos de Tania, pero la muchacha se mantuvo entera, y trato de finalizar aquella situación de forma diplomática.
—Amigos —confirmó el griego, estrechando su mano con suavidad y dedicándole una media sonrisa.
No había felicidad tras ella, era una mascara impecable destinada a concluir aquella conversación de la mejor forma posible, dejando así que la nublina pudiera alejarse de él. En aquel momento Vac se odiaba a si mismo, detestaba su persona y tenía tantas ganas como Tania de desaparecer de allí.
—Te acompaño de vuelta —se ofreció, poniéndose de pie y caminando junto a la muchacha de vuelta al Cuchitril.
No volvieron a hablar hasta que alcanzaron su destino, pues no había mucho que decir, y una vez en la puerta el griego rehusó entrar, ya que no tenia ganas hablar con nadie mas.
—Nos vemos pronto, Tania —se despidió en voz baja, dejando que las sombras ocultaran una sonrisa triste.
Se alejó sin rumbo fijo, absorto en sus pensamientos mientras se perdía en la noche.
—De acuerdo —accedió, aunque sabía que no podría cumplirlo, era incapaz de dejar de pensar mal de si mismo siendo lo que era.
Las lágrimas pugnaban por brotar de nuevo del los ojos de Tania, pero la muchacha se mantuvo entera, y trato de finalizar aquella situación de forma diplomática.
—Amigos —confirmó el griego, estrechando su mano con suavidad y dedicándole una media sonrisa.
No había felicidad tras ella, era una mascara impecable destinada a concluir aquella conversación de la mejor forma posible, dejando así que la nublina pudiera alejarse de él. En aquel momento Vac se odiaba a si mismo, detestaba su persona y tenía tantas ganas como Tania de desaparecer de allí.
—Te acompaño de vuelta —se ofreció, poniéndose de pie y caminando junto a la muchacha de vuelta al Cuchitril.
No volvieron a hablar hasta que alcanzaron su destino, pues no había mucho que decir, y una vez en la puerta el griego rehusó entrar, ya que no tenia ganas hablar con nadie mas.
—Nos vemos pronto, Tania —se despidió en voz baja, dejando que las sombras ocultaran una sonrisa triste.
Se alejó sin rumbo fijo, absorto en sus pensamientos mientras se perdía en la noche.
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