El Cuchitril (Archivo I)
+10
Yber
Muffie
Leonart
Alicia
Evanna
LEC
Administración
Naeryan
Matt
Jack
14 participantes
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
El Cuchitril (Archivo I)
21/11/12, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 06:02 pm
Si Noel creía que ya nada podría sorprenderlo más aquella mañana, estaba totalmente equivocado. En cuanto la vouivre comenzó a hablar, de forma sarcástica y con evidente cabreo en su tono, el draco se giró de golpe para mirarla, conformando por enésima vez desde que se había despertado una expresión de total asombro e incredulidad. Permaneció en silencio, asistiendo a la escena que le resultaba tan inverosímil como si le hubieran dicho que la lluvia sube hacia arriba en vez de caer. Cuando la británica terminó de hablar intentó reaccionar, pero para cuando se levantó del sitio y llamó a Wen, ella ya estaba saliendo de un portazo.
¿Qué diablos acababa de pasar? Todavía con la misma cara de pasmo y la sensación de haber recibido varias patadas en el estómago, volvió a sentarse en la cama. Nada de aquello tenía ningún sentido. <<¿¿Pero yo qué he hecho??>>, se preguntó, furioso y confuso a partes iguales. Noel no entendía nada. En parte debido a que su cabeza todavía le palpitaba por causa de la resaca, en parte porque lo surrealista de la situación le impedía dar crédito a lo que había sucedido o tratar de entenderlo. Le dio un puñetazo a la pared, sin hacer caso alguno del dolor que sintió por ello y se levantó de golpe de nuevo, mareándose ligeramente por la brusquedad. Él no se había buscado aquella situación, ni siquiera sabía qué hacía Wen esa mañana en su cama, pero se las había arreglado para salir perjudicado aún así. <<Empiezo a pensar que tengo un don para cagarla>>, pensó mientras salía de la habitación dando también un portazo.
Cuando llegó abajo se acercó a la barra y saludó con un seco "hola" general a todos los que estaban allí porque "buenos días" habría sido una hipocresía. Se fijó en Giz y Nasher, porque había algo que le había llamado la atención en ellos aunque tardó unos segundos en descifrar qué era.
-O yo sigo borracho o Giz es Nasher y Nasher es Giz -dijo sin ningún rastro de humor en su voz.
El comentario le salió de forma automática y carente del tono jocoso que sin duda hubiera tenido de haberlo hecho en cualquier otro momento, y ni siquiera siguió pensando en ello. La expresión de su cara era malhumorada y seria. Nada más dejarse caer en la primera silla que encontró, oyó una risa que le taladró los oídos, intensificado el dolor debido al terrible dolor de cabeza que tenía y resultándole altamente irritante. Mientras hacía una mueca de dolor le lanzó un hechizo de insonorización a Toima, que era el dueño de dicha risa. Hacía mucho tiempo que no lanzaba un hechizo de este tipo sobre sus amigos.
-¿Y a ese que le pasa? -preguntó en un tono de voz cortante, mirando a los que se encontraban sentados a su lado y fijándose por primera vez en el extraño comportamiento del que hacía gala el ulterano-. En su caso lo de seguir borracho no me parece tan descabellado.
La ausencia del tono jocoso con el que habitualmente realizaba esta clase de comentarios resultaría extraña para cualquiera que conociese al draco. El chico solía esforzarse por actuar con normalidad aún cuando no se encontraba del mejor humor, pero en esta ocasión ni siquiera se planteó el intentarlo. Sus comentarios aquella mañana sonaban ácidos y cortantes. Noel suspiró y aceptó con un casi imperceptible "gracias" la infusión que le tendió el hado. Comenzó a bebérsela apresuradamente, tan sólo parando cuando era estrictamente necesario y se la acabó enseguida. Sin decir nada más a nadie se levantó y volvió a subir a su habitación a paso apresurado.
Odin rondaba por allí y el draco apenas le dedicó una breve mirada.
-¿Vienes a terminar de amargarme el día? -le espetó al gato sin miramientos.
Odin, sin embargo, esta vez no se movió de su sitio para arañarlo como hubiera sido lo normal, sino que se quedó en el rincón donde se encontraba, observándolo, casi parecía que con reprobación. Pero Noel no se estaba fijando en el felino, sólo le daba vueltas a lo sucedido, esperando que se le pasase definitivamente la resca para poder pensar adecuadamente.
¿Qué diablos acababa de pasar? Todavía con la misma cara de pasmo y la sensación de haber recibido varias patadas en el estómago, volvió a sentarse en la cama. Nada de aquello tenía ningún sentido. <<¿¿Pero yo qué he hecho??>>, se preguntó, furioso y confuso a partes iguales. Noel no entendía nada. En parte debido a que su cabeza todavía le palpitaba por causa de la resaca, en parte porque lo surrealista de la situación le impedía dar crédito a lo que había sucedido o tratar de entenderlo. Le dio un puñetazo a la pared, sin hacer caso alguno del dolor que sintió por ello y se levantó de golpe de nuevo, mareándose ligeramente por la brusquedad. Él no se había buscado aquella situación, ni siquiera sabía qué hacía Wen esa mañana en su cama, pero se las había arreglado para salir perjudicado aún así. <<Empiezo a pensar que tengo un don para cagarla>>, pensó mientras salía de la habitación dando también un portazo.
Cuando llegó abajo se acercó a la barra y saludó con un seco "hola" general a todos los que estaban allí porque "buenos días" habría sido una hipocresía. Se fijó en Giz y Nasher, porque había algo que le había llamado la atención en ellos aunque tardó unos segundos en descifrar qué era.
-O yo sigo borracho o Giz es Nasher y Nasher es Giz -dijo sin ningún rastro de humor en su voz.
El comentario le salió de forma automática y carente del tono jocoso que sin duda hubiera tenido de haberlo hecho en cualquier otro momento, y ni siquiera siguió pensando en ello. La expresión de su cara era malhumorada y seria. Nada más dejarse caer en la primera silla que encontró, oyó una risa que le taladró los oídos, intensificado el dolor debido al terrible dolor de cabeza que tenía y resultándole altamente irritante. Mientras hacía una mueca de dolor le lanzó un hechizo de insonorización a Toima, que era el dueño de dicha risa. Hacía mucho tiempo que no lanzaba un hechizo de este tipo sobre sus amigos.
-¿Y a ese que le pasa? -preguntó en un tono de voz cortante, mirando a los que se encontraban sentados a su lado y fijándose por primera vez en el extraño comportamiento del que hacía gala el ulterano-. En su caso lo de seguir borracho no me parece tan descabellado.
La ausencia del tono jocoso con el que habitualmente realizaba esta clase de comentarios resultaría extraña para cualquiera que conociese al draco. El chico solía esforzarse por actuar con normalidad aún cuando no se encontraba del mejor humor, pero en esta ocasión ni siquiera se planteó el intentarlo. Sus comentarios aquella mañana sonaban ácidos y cortantes. Noel suspiró y aceptó con un casi imperceptible "gracias" la infusión que le tendió el hado. Comenzó a bebérsela apresuradamente, tan sólo parando cuando era estrictamente necesario y se la acabó enseguida. Sin decir nada más a nadie se levantó y volvió a subir a su habitación a paso apresurado.
Odin rondaba por allí y el draco apenas le dedicó una breve mirada.
-¿Vienes a terminar de amargarme el día? -le espetó al gato sin miramientos.
Odin, sin embargo, esta vez no se movió de su sitio para arañarlo como hubiera sido lo normal, sino que se quedó en el rincón donde se encontraba, observándolo, casi parecía que con reprobación. Pero Noel no se estaba fijando en el felino, sólo le daba vueltas a lo sucedido, esperando que se le pasase definitivamente la resca para poder pensar adecuadamente.
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 06:21 pm
Una máscara flotante apareció a la vuelta de la calle. La siguió un viejy. Y luego otro. Y otro, y otro, y otro. Tres máscaras más y luego Miseria Nombre, acompañado por cuatro leinchy's. Eran esclavos recién tomados de Frivowaldanny, todos con cara de estar muy desorientados. Los viejy's llevaban todos sencillos pantalones y zapatos negros y camisas grises, mientras que los leinchy's iban con conjuntos más característicos de su mundo. Sus cuerpos perfectos estaban tapados por pantalones elásticos y cintas ajustadas a la altura del pecho, todo de blanco. Igual que sus zapatillas. El color contrastaba con la suciedad acumulada en las calles de la ciudad, pero por alguna razón no se habían manchado.
El ominario se adelantó a su comitiva (la cual quedó cerrada por las cuatro máscaras) y llamó a la puerta. Entró cuando le abrieron y se quedó de pie en la entrada.
-Vengo de parte del consejo para traer algunos beneficios de la toma de Frivowaldanny -anunció-. Son diez esclavos viejy's, bastante quejicas pero dóciles de todas formas. Les costará mucho acostumbrarse a no tener tele y salir de... esos recuerdos de su juventud en los que viven. Es su principal problema, por lo demás, son mano de obra de calidad. Y bueno... -el ominario hizo un gesto para que los cuatro leinchy's entraran- El rey os ofrece a escoger entre uno de estos frivy's jóvenes como concubinos.
Los cuatro leinchy's, de edades difícilmente identificables, debían tener unos veinticinco o treinta años cada uno. Dos varones y dos hembras. Una rubia platino con pelo levemente ondulado de estatura media, curvas algo pronunciadas y ojos verdes. Otra morena más delgada de pelo liso pero generoso busto, ojos azules, boca pequeña y labios rojos. Un joven algo fornido de pelo castaño anaranjado en una coleta, ojos naranjas y expresión levemente aniñada. Y finalmente, un varón con el pelo levemente más oscuro que el anterior, ojos amarillos, una barba muy delgada en torno a su angulosa mandíbula y algo más delgado.
El ominario se adelantó a su comitiva (la cual quedó cerrada por las cuatro máscaras) y llamó a la puerta. Entró cuando le abrieron y se quedó de pie en la entrada.
-Vengo de parte del consejo para traer algunos beneficios de la toma de Frivowaldanny -anunció-. Son diez esclavos viejy's, bastante quejicas pero dóciles de todas formas. Les costará mucho acostumbrarse a no tener tele y salir de... esos recuerdos de su juventud en los que viven. Es su principal problema, por lo demás, son mano de obra de calidad. Y bueno... -el ominario hizo un gesto para que los cuatro leinchy's entraran- El rey os ofrece a escoger entre uno de estos frivy's jóvenes como concubinos.
Los cuatro leinchy's, de edades difícilmente identificables, debían tener unos veinticinco o treinta años cada uno. Dos varones y dos hembras. Una rubia platino con pelo levemente ondulado de estatura media, curvas algo pronunciadas y ojos verdes. Otra morena más delgada de pelo liso pero generoso busto, ojos azules, boca pequeña y labios rojos. Un joven algo fornido de pelo castaño anaranjado en una coleta, ojos naranjas y expresión levemente aniñada. Y finalmente, un varón con el pelo levemente más oscuro que el anterior, ojos amarillos, una barba muy delgada en torno a su angulosa mandíbula y algo más delgado.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 08:39 pm
Vac había llegado pronto al Cuchitril, cuando todos aun dormían, y mientras esperaba a que se despertaran se había puesto a preparar el desayuno, ademas de una buena cantidad de la infusión para la resaca. Cuando había regresado al burdel, entrada la noche, había dejado a los cuchitrileros en diversos grados de embriagadez, por lo que estaba seguro de que lo agradecerian. Poco a poco sus amigos fueron haciendo acto de presencia. Gael se sobresalto cuando casi chocó con el al entrar en la cocina, y Vac, después de saludarles a él y a Yloh con una sonrisa, les ofreció una taza de infusión y les señalo el desayuno. Adara no tardó en unirseles, y cuando Terro abrió la puerta al oír que llamaban, Toima estaba al otro lado del umbral, riendo sin control y con una nota de Nia al cuello.
El griego negó mientras sonreía divertido, pero la diversión no uro demasiado. En ese momento Wen bajo del piso de arriba con pita de estar de muy mal humor, saludándoles casi con un gruñido. La británica cogió uno de los vasos de infusión y se lo bebió de un trago aunque aun estaba bastante caliente, tras lo cual se despidió con un “Tengo que trabajar” bastante seco y se fue. Vac no había reaccionado apenas, se había limitado a mirarla perplejo, acertando a hacer un gesto de despedida cuando salió por la puerta. No sabía que decir, pero supuso que mas tarde coincidiría con la vouivre en el burdel y podría hablar con ella. Aun no había tenido de comentar la extraña actitud de la chica con los demás, cuando Noel hizo acto de presencia en la cocina.
También se le veía cabreado, y sus comentarios, habitualmente cargados de sarcasmo y tonos jocosos, aquel día destacaban por su sequedad. Después de haber visto a Wen, la mente del hado había empezado a atar cabos, y aunque sospechaba de que iba el asunto, no sabía como preguntarle al draco delante de los demás sin parecer un entrometido. Sin embargo Noel no tardó en volverse a su cuarto, y el griego aprovecho la oportunidad.
-Voy a ver que mosca le ha picado -les dijo a los demás, con la vista clavada en las escaleras, tras lo cual salió de la cocina.
En el pasillo del piso de arriba, se encaminó hacia la habitación de Noel, pero antes de llegar se cruzó con una puerta destrozado. Creía recordar que era la habitación de Toima, así que, con curiosidad, empujo la puerta entornada con el dedo, abriéndola ligeramente. La estancia estaba en penumbra, pero se notaba que el cuarto estaba patas arriba, como si un ciclón de uñas y dientes se hubiera ensañado con los muebles. Estaba a punto de cerrar la puerta, cuando sus ojos detectaron a Tania dormida en la cama. La nublina parecía dormir profundamente, y al hado le pareció curioso que estuviera tan tranquila en medio de aquel caos. Estaba apunto de cerrar la puerta, con una leve sonrisa en el rostro, cuando una repentina corriente de aire hizo que la puerta se le escapara de los dedos.
El griego trastabillo hacia delante, estirándose y logrando detener la puerta justo en el último instante, evitando que chocara contra la pared y despertara a la muchacha. La corriente de aire había removido algunos papeles, y estaba seguro de que Tania la abría sentido aun estando dormida, así que se apresuro a cerrar la puerta con cuidado y se dirigió al cuarto de Noel.
Llamo a la puerta, y cuando obtuvo respuesta, entró a la estancia, cerrando la puerta tras él. El draco estaba sentado en la cama, con gesto frustrado, y desde una esquina le observaba Odin. El griego se acercó al gato y lo cogió en brazos, pensativo, tratando de encontrar la forma de abordar el tema. El felino le araño las manos con un bufido, pero después se acurruco contra su pecho y ronroneo mientras restregaba la cabeza bajo el mentón del chico.
-Oye -empezó-, evitare las preguntas estúpidas de si estas bien y esas chorradas e iré mas o menos al grano -aclaró-. ¿Qué es lo que ha pasado? -preguntó en tono preocupado.
Apenas había terminado de formular la pregunta, cuando la voz de Miseria llegó a través de la ventana, desde la puerta de entrada. El griego se acercó a la ventana a echar un vistazo y su cuerpo se tensó al ver los “obsequios” que el ominario les traía. La parte de su personalidad que a veces le causaba problemas, que le empujaba a desaparecer y a pasar tiempo a solas, y que a veces le alejaba de sus seres queridos, chocaba enormemente con los términos de la esclavitud. El griego era incapaz de rebajar a nadie a una condición que aborrecía para si mismo, así que siempre que surgía el tema, trataba de poner tierra de por medio.
-¿Qué te parecería una copa mañanera? -pregunto en un murmullo apenas audible, su voz reflejaba su incomodidad-. Yo te invito.
El griego negó mientras sonreía divertido, pero la diversión no uro demasiado. En ese momento Wen bajo del piso de arriba con pita de estar de muy mal humor, saludándoles casi con un gruñido. La británica cogió uno de los vasos de infusión y se lo bebió de un trago aunque aun estaba bastante caliente, tras lo cual se despidió con un “Tengo que trabajar” bastante seco y se fue. Vac no había reaccionado apenas, se había limitado a mirarla perplejo, acertando a hacer un gesto de despedida cuando salió por la puerta. No sabía que decir, pero supuso que mas tarde coincidiría con la vouivre en el burdel y podría hablar con ella. Aun no había tenido de comentar la extraña actitud de la chica con los demás, cuando Noel hizo acto de presencia en la cocina.
También se le veía cabreado, y sus comentarios, habitualmente cargados de sarcasmo y tonos jocosos, aquel día destacaban por su sequedad. Después de haber visto a Wen, la mente del hado había empezado a atar cabos, y aunque sospechaba de que iba el asunto, no sabía como preguntarle al draco delante de los demás sin parecer un entrometido. Sin embargo Noel no tardó en volverse a su cuarto, y el griego aprovecho la oportunidad.
-Voy a ver que mosca le ha picado -les dijo a los demás, con la vista clavada en las escaleras, tras lo cual salió de la cocina.
En el pasillo del piso de arriba, se encaminó hacia la habitación de Noel, pero antes de llegar se cruzó con una puerta destrozado. Creía recordar que era la habitación de Toima, así que, con curiosidad, empujo la puerta entornada con el dedo, abriéndola ligeramente. La estancia estaba en penumbra, pero se notaba que el cuarto estaba patas arriba, como si un ciclón de uñas y dientes se hubiera ensañado con los muebles. Estaba a punto de cerrar la puerta, cuando sus ojos detectaron a Tania dormida en la cama. La nublina parecía dormir profundamente, y al hado le pareció curioso que estuviera tan tranquila en medio de aquel caos. Estaba apunto de cerrar la puerta, con una leve sonrisa en el rostro, cuando una repentina corriente de aire hizo que la puerta se le escapara de los dedos.
El griego trastabillo hacia delante, estirándose y logrando detener la puerta justo en el último instante, evitando que chocara contra la pared y despertara a la muchacha. La corriente de aire había removido algunos papeles, y estaba seguro de que Tania la abría sentido aun estando dormida, así que se apresuro a cerrar la puerta con cuidado y se dirigió al cuarto de Noel.
Llamo a la puerta, y cuando obtuvo respuesta, entró a la estancia, cerrando la puerta tras él. El draco estaba sentado en la cama, con gesto frustrado, y desde una esquina le observaba Odin. El griego se acercó al gato y lo cogió en brazos, pensativo, tratando de encontrar la forma de abordar el tema. El felino le araño las manos con un bufido, pero después se acurruco contra su pecho y ronroneo mientras restregaba la cabeza bajo el mentón del chico.
-Oye -empezó-, evitare las preguntas estúpidas de si estas bien y esas chorradas e iré mas o menos al grano -aclaró-. ¿Qué es lo que ha pasado? -preguntó en tono preocupado.
Apenas había terminado de formular la pregunta, cuando la voz de Miseria llegó a través de la ventana, desde la puerta de entrada. El griego se acercó a la ventana a echar un vistazo y su cuerpo se tensó al ver los “obsequios” que el ominario les traía. La parte de su personalidad que a veces le causaba problemas, que le empujaba a desaparecer y a pasar tiempo a solas, y que a veces le alejaba de sus seres queridos, chocaba enormemente con los términos de la esclavitud. El griego era incapaz de rebajar a nadie a una condición que aborrecía para si mismo, así que siempre que surgía el tema, trataba de poner tierra de por medio.
-¿Qué te parecería una copa mañanera? -pregunto en un murmullo apenas audible, su voz reflejaba su incomodidad-. Yo te invito.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 08:50 pm
Cuando la resaca apenas empezaba a desaparecer, el draco no tuvo mucho tiempo más para pensar en nada, porque Vac apareció por la puerta. Noel lo miró un instante y lo saludó con un leve movimiento de mano, antes de volver a fijar la vista en algún punto de la pared como si fuera lo más interesante del mundo. Observó de reojo como el hado cogía a Odin y este intentaba arañarlo. Una vez el gato se hubo acomodado, Vac se acercó para hablarle. Noel volvió a mirar hacia su hermano y no tuvo ni tiempo de abrir la boca cuando alguien llamó a la puerta abajo. Ambos permanecieron en silencio prestando atención a lo que sucedía en la planta inferior. A través de la ventana, la voz de Miseria les llegó con claridad. Noel emitió un bufido cuando oyó a que había venido el ominario. ¿Más esclavos? Estaba harto de los esclavos. No tenía nada en contra de tener a Yloh y Tania con ellos, al fin y al cabo los trataban bien y para él eran dos amigos más. Pero no más. No quería saber nada del asunto. En otro momento se hubiera sentido egoísta por dejar que sus compañeros lidiasen solos con el tema, pero no esa mañana. La propuesta de Vac y su tono de voz le dejó claro al draco que su hermano no opinaba de forma muy diferente a él.
-De acuerdo. No sé si volver a beber es lo más inteligente que podría hacer ahora mismo, pero por una cerveza no pasará nada. A la mierda con todo. Larguémonos de aquí cuanto antes -respondió levantándose de la cama.
Acordaron salir por la ventana evitando que nadie les viera y eso es lo que hicieron. Tras dejar a Odin libre, ambos hermanos salieron del cuchitril volando.
Sigue en la Taberna.
-De acuerdo. No sé si volver a beber es lo más inteligente que podría hacer ahora mismo, pero por una cerveza no pasará nada. A la mierda con todo. Larguémonos de aquí cuanto antes -respondió levantándose de la cama.
Acordaron salir por la ventana evitando que nadie les viera y eso es lo que hicieron. Tras dejar a Odin libre, ambos hermanos salieron del cuchitril volando.
Sigue en la Taberna.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 10:09 pm
Un portazo en el piso superior me saca del estado de reposo mental que me encuentro mientras tomo la infusión del hado. ¿Quién se dedica a hacer estos ruidos con lo mal que estamos? A quien veo descender es a Wen, pero tan solo fijarme en la expresión de su rostro callo las palabras que le iba a decir. La chica se toma rápido su infusión y se marcha con la excusa de trabajar, aunque esa no es toda la verdad. Algo ha pasado, eso está claro. Y, por como baja Noel, creo que ya adivino de qué puede ir el problema. Callo y me centro en la bebida, no es el mejor momento para asaltarle a preguntas; a cambio, veo acertada la decisión de Vac e incluso le animo a ello cuando lo menciona.
Al poco que ellos subieran, llaman a la puerta. Me levanto de la silla y, a una orden mía, el gólem abre la puerta. Detrás del umbral reconozco el rostro de Miseria, a quien acompañan un bien surtido de hombres y mujeres, los más jóvenes vestidos de forma bastante llamativa. El rey nos los ofrece… no sé si lo dice por parecer más autoritario o si realmente es así, pero rechazarlos entonces puede ser incluso peligroso. Esto puede complicar el asunto, así que tendré que abordarlo con tacto.
—No podemos más que sentirnos honrados por los presentes que se nos ofrecen. –La aún presente resaca y el no estar habituada a hablar así hace que palabras salgan con dificultad–. Aun así, me veo obligada a declinarlos. –Esta última frase sale después de unos segundos de meditar cómo decirla. Agh, creo que se nota mi inseguridad–. Los motivos son únicamente prácticos, pues no tengo medios para mantener a nadie más y, creo, un trabajador mal alimentado resulta más un estorbo que una ayuda.
No es que tenga algo en contra del esclavismo, las palabras que pronuncio son sinceras con mi forma de pensar, solo que pasadas por un filtro de cortesía que no estoy habituada a usar. Nunca fui mala con las palabras, pero esto no se me da bien hablar así y diría que se ha notado.
Al poco que ellos subieran, llaman a la puerta. Me levanto de la silla y, a una orden mía, el gólem abre la puerta. Detrás del umbral reconozco el rostro de Miseria, a quien acompañan un bien surtido de hombres y mujeres, los más jóvenes vestidos de forma bastante llamativa. El rey nos los ofrece… no sé si lo dice por parecer más autoritario o si realmente es así, pero rechazarlos entonces puede ser incluso peligroso. Esto puede complicar el asunto, así que tendré que abordarlo con tacto.
—No podemos más que sentirnos honrados por los presentes que se nos ofrecen. –La aún presente resaca y el no estar habituada a hablar así hace que palabras salgan con dificultad–. Aun así, me veo obligada a declinarlos. –Esta última frase sale después de unos segundos de meditar cómo decirla. Agh, creo que se nota mi inseguridad–. Los motivos son únicamente prácticos, pues no tengo medios para mantener a nadie más y, creo, un trabajador mal alimentado resulta más un estorbo que una ayuda.
No es que tenga algo en contra del esclavismo, las palabras que pronuncio son sinceras con mi forma de pensar, solo que pasadas por un filtro de cortesía que no estoy habituada a usar. Nunca fui mala con las palabras, pero esto no se me da bien hablar así y diría que se ha notado.
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 11:24 pm
Miseria alzó una ceja.
-Bueno, podéis venderlos o sacrificarlos. Bueno, dado que acaban de entrar doscientos en la ciudad, no creo que sean fáciles de vender, pero... -el ominario estaba perplejo- Tampoco se pueden devolver a su mundo, no sólo sería difícil integrarlos, sino que además sus líderes nos tomarían menos en serio -hizo una mueca de desagrado al comentar esto-. En fin, comprendo que esto sea difícil antes de tener tierras de las que sacarse un suministro seguro, porque robar en las reservas de los mundos vinculados es cansado, pero pronto empezarán a llegar más riquezas... De todas formas, siempre es más fácil sacrificarlos o al menos quedarse sólo algunos. ¿Estáis seguros de declinar la oferta? Ni si quiera habéis elegido a ninguno de los jóvenes estos -hizo con una pequeña expresión de tristeza un gesto teatral con ambas manos para señalar a los cuatro leinchy's.
-Bueno, podéis venderlos o sacrificarlos. Bueno, dado que acaban de entrar doscientos en la ciudad, no creo que sean fáciles de vender, pero... -el ominario estaba perplejo- Tampoco se pueden devolver a su mundo, no sólo sería difícil integrarlos, sino que además sus líderes nos tomarían menos en serio -hizo una mueca de desagrado al comentar esto-. En fin, comprendo que esto sea difícil antes de tener tierras de las que sacarse un suministro seguro, porque robar en las reservas de los mundos vinculados es cansado, pero pronto empezarán a llegar más riquezas... De todas formas, siempre es más fácil sacrificarlos o al menos quedarse sólo algunos. ¿Estáis seguros de declinar la oferta? Ni si quiera habéis elegido a ninguno de los jóvenes estos -hizo con una pequeña expresión de tristeza un gesto teatral con ambas manos para señalar a los cuatro leinchy's.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 11:53 pm
–A mí también empieza a darme miedo –respondió riendo entre dientes a Adara cuando hizo un comentario acerca de la botica de Nia. Le dio un último sorbo a la bebida de Vac y suspiró aliviado. Acababa de beberlo y ya casi le parecía sentirse mejor. Cuando fue a buscar algo más consistente que echarse al estómago aparecieron bajando las escaleras Giz y Nasher. Aunque en un principio le pareció que había dos Giz, uno de ellos vestido extraño, y se sacudió la cabeza pensando que el alcohol ya le había matado demasiadas neuronas.
Mientras empezaba a tragar su desayuno Giz se le acercó con nerviosismo. Gael ni siquiera reparó en su actitud, y se metió otro bocado en la boca mientras el asreniano le pedía disculpas.
–¡Ah! ¿Así que erais vofotrof? –Tragó ruidosamente–. Es que no lo sabía, ehm… Yloh me acogió –explicó sonriendo en dirección al nublino–. Pero da igual, hombre, hasta hace nada estas habitaciones eran de las ratas, ¿qué más da en cuál durmamos? –No se estaba dando verdadera cuenta del apuro que pasaba el asreniano, apenas le había dado importancia la noche anterior, somnoliento como estaba, y no estaba dispuesto a preocuparse ese día tampoco–. Ea, ahora a desayunar –añadió despreocupadamente señalando las sobras de la cena.
«Y pensar que Giz parecía una mosquita muerta… Oh, es verdad, y ayer Wen y Noel…» recordó de pronto. Justo en ese momento sonó un portazo arriba y una malhumorada Wen bajó las escaleras para beber la infusión y marcharse apresuradamente. Gael se quedó tan desconcertado que no supo qué pensar. Poco después sonó otro portazo que precedió a la llegada de Noel. El fuego fatuo se limitó a mirarlo con expectación, por si daba alguna explicación, aunque lo dudaba. Su típico buen humor se había sustituido por apatía, estaba claro que algo había pasado. Se notaba que no estaba el horno para bollos, por como actuó con Toima, algo que estaba seguro de que en circunstancias normales le habría hecho morir de risa. Quería preguntarle, pero decidió esperar a que se enfriase un poco el tema y pudiera cogerlo a él solo, porque no tenía ni idea de quién sabía y quién no lo de Wen. En ese momento se limitó a señalar la nota que el ulterano había traído pegada, sin un amago de sonrisa. Le ponía nervioso ver así a su amigo.
Al volver Noel a su habitación casi sin decir palabra, Gael se quedó jugueteando con los restos de su desayuno sin saber qué hacer. Dedicó demasiado tiempo a planear cómo hablar con el draco, porque Vac se le acabó adelantando.
–Eh… pero… –balbució de forma casi inaudible. Se retorció los dedos y asintió, fastidiado por no tener la iniciativa suficiente para hablar con Noel, y por temer siempre tanto equivocarse. De mala gana recogió el plato y cuando estaba en la cocina escuchó llamar a la puerta. Se apresuró a ver quién había venido y se quedó muy sorprendido al ver un considerable grupo de personas vestidas de blanco junto a uno de los del consejo. Este explicó de forma rápida y concisa qué estaban haciendo allí y Gael casi se queda boquiabierto. «¿Pero qué coño…?» pensó a falta de palabras que describieran mejor la situación. Se puso a la altura de sus compañeros, que se habían acercado a la puerta, y escuchó la respuesta que Adara le dio.
Al parecer tenían tantos esclavos que no sabían bien qué hacer con ellos. Esto parecía más una forma de deshacerse de excedentes que de rectificar en su petición, por muy generoso que pareciese. Porque será todo un lujo tener esclavos, pero como bien había dicho Adara, había que darles de comer y un sitio donde dormir, y no les sobraba espacio ni comida. Después de oír las explicaciones del hombre necesitó mostrarse de acuerdo con la ángel negro, ligeramente molesto por cómo trataba de vender a los cuatro más jóvenes. Pero no se le ocurrían más argumentos que el primero, que allí no cabía más gente ni había comida para todos. La frase "muertos no sirven de nada" era a él a quién menos se podía aplicar.
–Sigo pensando que son más útiles vivos, pero no podemos permitirnos más gente aquí –dijo mirando a Adara para demostrarle que opinaba como ella.
Mientras empezaba a tragar su desayuno Giz se le acercó con nerviosismo. Gael ni siquiera reparó en su actitud, y se metió otro bocado en la boca mientras el asreniano le pedía disculpas.
–¡Ah! ¿Así que erais vofotrof? –Tragó ruidosamente–. Es que no lo sabía, ehm… Yloh me acogió –explicó sonriendo en dirección al nublino–. Pero da igual, hombre, hasta hace nada estas habitaciones eran de las ratas, ¿qué más da en cuál durmamos? –No se estaba dando verdadera cuenta del apuro que pasaba el asreniano, apenas le había dado importancia la noche anterior, somnoliento como estaba, y no estaba dispuesto a preocuparse ese día tampoco–. Ea, ahora a desayunar –añadió despreocupadamente señalando las sobras de la cena.
«Y pensar que Giz parecía una mosquita muerta… Oh, es verdad, y ayer Wen y Noel…» recordó de pronto. Justo en ese momento sonó un portazo arriba y una malhumorada Wen bajó las escaleras para beber la infusión y marcharse apresuradamente. Gael se quedó tan desconcertado que no supo qué pensar. Poco después sonó otro portazo que precedió a la llegada de Noel. El fuego fatuo se limitó a mirarlo con expectación, por si daba alguna explicación, aunque lo dudaba. Su típico buen humor se había sustituido por apatía, estaba claro que algo había pasado. Se notaba que no estaba el horno para bollos, por como actuó con Toima, algo que estaba seguro de que en circunstancias normales le habría hecho morir de risa. Quería preguntarle, pero decidió esperar a que se enfriase un poco el tema y pudiera cogerlo a él solo, porque no tenía ni idea de quién sabía y quién no lo de Wen. En ese momento se limitó a señalar la nota que el ulterano había traído pegada, sin un amago de sonrisa. Le ponía nervioso ver así a su amigo.
Al volver Noel a su habitación casi sin decir palabra, Gael se quedó jugueteando con los restos de su desayuno sin saber qué hacer. Dedicó demasiado tiempo a planear cómo hablar con el draco, porque Vac se le acabó adelantando.
–Eh… pero… –balbució de forma casi inaudible. Se retorció los dedos y asintió, fastidiado por no tener la iniciativa suficiente para hablar con Noel, y por temer siempre tanto equivocarse. De mala gana recogió el plato y cuando estaba en la cocina escuchó llamar a la puerta. Se apresuró a ver quién había venido y se quedó muy sorprendido al ver un considerable grupo de personas vestidas de blanco junto a uno de los del consejo. Este explicó de forma rápida y concisa qué estaban haciendo allí y Gael casi se queda boquiabierto. «¿Pero qué coño…?» pensó a falta de palabras que describieran mejor la situación. Se puso a la altura de sus compañeros, que se habían acercado a la puerta, y escuchó la respuesta que Adara le dio.
Al parecer tenían tantos esclavos que no sabían bien qué hacer con ellos. Esto parecía más una forma de deshacerse de excedentes que de rectificar en su petición, por muy generoso que pareciese. Porque será todo un lujo tener esclavos, pero como bien había dicho Adara, había que darles de comer y un sitio donde dormir, y no les sobraba espacio ni comida. Después de oír las explicaciones del hombre necesitó mostrarse de acuerdo con la ángel negro, ligeramente molesto por cómo trataba de vender a los cuatro más jóvenes. Pero no se le ocurrían más argumentos que el primero, que allí no cabía más gente ni había comida para todos. La frase "muertos no sirven de nada" era a él a quién menos se podía aplicar.
–Sigo pensando que son más útiles vivos, pero no podemos permitirnos más gente aquí –dijo mirando a Adara para demostrarle que opinaba como ella.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
06/02/13, 12:57 am
Su respuesta da que pensar. No hay necesidad de tener a nadie más por aquí, pero si lo miramos por otro lado, ¿a manos de quién irían a parar? No podemos saber si será mejor o peor, si los tratarán como simples compañeros, si los torturarán hasta morir, si… ¿Nadie los quiere? Pues bien, sé de alguien que querría un par… y de otra que podría ahorrarles mucho a los demás. Alzo la cabeza después de la afirmación de Gael. También me atrevería también a decir que los demás no quieren a ninguno.
—Dámelos –digo de pronto encarándome a Miseria–. A los viejy's y al leinchy más corpulento. Venid todos conmigo. Afuera. –Salgo delante de ellos y, cuando están todos fuera, prosigo–. Allí, todos entrad todos en ese edificio –ordeno mientras les señalo uno de los más cercanos.
Sin fijarme en si alguien me sigue o no, cierro la puerta de la construcción detrás de mí.
—Todos de rodillas –digo intentando que no se filtre nada más que autoritarismo por mi voz. Parece que mis palabras logran el efecto deseado, así que cuando todos están como he ordenado los inmovilizo con un hechizo*. Algunos se agitan débilmente, intranquilos al notar que no pueden mover las extremidades–. Culpadme, culpad a la ciudad o a la debilidad de vuestro mundo, me da igual. No voy a negar que yo saco algo de todo esto, pero también puede ser lo mejor para vosotros. –O al menos nunca sabré que he estado equivocada.
El primer y el segundo viejy mueren a la vez. Desde ese momento, voy haciendo mi propia criba de seres, matando deprisa a los que veo más débiles y fijándome en las reacciones del resto. Los hay que lloran en silencio, que gritan horrorizados, que vomitan, huelo orín en uno de los muertos, gritan, lloran y vuelven a gritar y vomitar, derraman sangre y orinan vómito por las bocas que lloran su horror asqueroso de gritos sangrantes, silenciosos, muertos.
Dos restan.
No sé si son los que más han aguantado, no sé si son débiles o fuertes, no les conozco… no, pero ellos han quedado. Uno es el leinchy, delgado, pelo castaño anaranjado atado en una coleta y ojos naranjas. La otra es una viejy de aspecto desaliñado, pelo de un gris oscuro –intuyo que antaño era negro–, ojos amarillos y con un cuerpo aún no demasiado marcado por el envejecimiento repentino de su especie.
—En pie –ordeno cuando termina el efecto del hechizo.
Al instante se alzan. Sucios y con las facciones enrojecidas de llorar, salen de la casa delante de mí y los encamino de vuelta al cuchitril. Antes de entrar hablo con Miseria, quien quedó fuera:
—Dile al rey que agradecemos su obsequio. –No digo más ni rebusco mis palabras, ni aunque quisiera podría. Entro en el cuchitril casi sin darle opción a responder.
*[FdR: Hechizo de inmovilización, no de parálisis]
—Dámelos –digo de pronto encarándome a Miseria–. A los viejy's y al leinchy más corpulento. Venid todos conmigo. Afuera. –Salgo delante de ellos y, cuando están todos fuera, prosigo–. Allí, todos entrad todos en ese edificio –ordeno mientras les señalo uno de los más cercanos.
Sin fijarme en si alguien me sigue o no, cierro la puerta de la construcción detrás de mí.
—Todos de rodillas –digo intentando que no se filtre nada más que autoritarismo por mi voz. Parece que mis palabras logran el efecto deseado, así que cuando todos están como he ordenado los inmovilizo con un hechizo*. Algunos se agitan débilmente, intranquilos al notar que no pueden mover las extremidades–. Culpadme, culpad a la ciudad o a la debilidad de vuestro mundo, me da igual. No voy a negar que yo saco algo de todo esto, pero también puede ser lo mejor para vosotros. –O al menos nunca sabré que he estado equivocada.
El primer y el segundo viejy mueren a la vez. Desde ese momento, voy haciendo mi propia criba de seres, matando deprisa a los que veo más débiles y fijándome en las reacciones del resto. Los hay que lloran en silencio, que gritan horrorizados, que vomitan, huelo orín en uno de los muertos, gritan, lloran y vuelven a gritar y vomitar, derraman sangre y orinan vómito por las bocas que lloran su horror asqueroso de gritos sangrantes, silenciosos, muertos.
Dos restan.
No sé si son los que más han aguantado, no sé si son débiles o fuertes, no les conozco… no, pero ellos han quedado. Uno es el leinchy, delgado, pelo castaño anaranjado atado en una coleta y ojos naranjas. La otra es una viejy de aspecto desaliñado, pelo de un gris oscuro –intuyo que antaño era negro–, ojos amarillos y con un cuerpo aún no demasiado marcado por el envejecimiento repentino de su especie.
—En pie –ordeno cuando termina el efecto del hechizo.
Al instante se alzan. Sucios y con las facciones enrojecidas de llorar, salen de la casa delante de mí y los encamino de vuelta al cuchitril. Antes de entrar hablo con Miseria, quien quedó fuera:
—Dile al rey que agradecemos su obsequio. –No digo más ni rebusco mis palabras, ni aunque quisiera podría. Entro en el cuchitril casi sin darle opción a responder.
*[FdR: Hechizo de inmovilización, no de parálisis]
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
06/02/13, 01:37 am
-Interesante -comentó Miseria con una sonrisa. Sentía las suaves oleadas de miedo a lo más allá de la muerte con expresión de satisfacción, incluso se permitió cerrar los ojos por un instante. Los frivy's no eran muy buenos planteándose aquella clase de cosas pero por lo menos las temían con intensidad.
-Bueno, entonces ya cuadran todos los números -comentó con gesto de alivio-. Me alegra ver que les hayáis encontrado una utilidad y espero que os sean lo más rentables posibles. Ah, por cierto. No va a ser muy necesario por el miedo que debe estar sufriendo pero creo que a la viejy le vendrá bien una de estas revistas suyas para distraerse un poco. Es que si no, se ponen muy intratables.
Misería sacó el colorido número de la trigésimo cuarta edición anual de la revista "Superde fiesta flisponchy'x". Era lo bastante grueso para entretener a la mujer por una buena temporada.
-Es cuestión de flexibilidad mental; los mayores de esta especie tienen muy poca -aconsejó el ominario-. El joven puede que sea más quejica si se le pasa el miedo pero aprenderá mejor.
Torció la boca un poco al darse cuenta de que se estaba entreteniendo y golpeó el adoquinado de la calle con su espada roma para recuperar la formación de la comitiva. Hizo una reverencia para despedirse y siguió avanzando por la calle en dirección al burdel.
-Bueno, entonces ya cuadran todos los números -comentó con gesto de alivio-. Me alegra ver que les hayáis encontrado una utilidad y espero que os sean lo más rentables posibles. Ah, por cierto. No va a ser muy necesario por el miedo que debe estar sufriendo pero creo que a la viejy le vendrá bien una de estas revistas suyas para distraerse un poco. Es que si no, se ponen muy intratables.
Misería sacó el colorido número de la trigésimo cuarta edición anual de la revista "Superde fiesta flisponchy'x". Era lo bastante grueso para entretener a la mujer por una buena temporada.
-Es cuestión de flexibilidad mental; los mayores de esta especie tienen muy poca -aconsejó el ominario-. El joven puede que sea más quejica si se le pasa el miedo pero aprenderá mejor.
Torció la boca un poco al darse cuenta de que se estaba entreteniendo y golpeó el adoquinado de la calle con su espada roma para recuperar la formación de la comitiva. Hizo una reverencia para despedirse y siguió avanzando por la calle en dirección al burdel.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Cuchitril (Archivo I)
06/02/13, 03:37 pm
El súbito cambio de idea de Adara le cogió desprevenido. La miró extrañado, pero no encontró su mirada cuando la buscó. Salió afuera con un buen grupo de esclavos y Gael no pudo más que mirarla boquiabierto. Desde el cuchitril vio cómo entraba en una casa cercana y cerraba la puerta detrás de ella. Ya se había hecho una idea de lo que iba a pasar a continuación y cuando empezó solo notó un escalofrío que le recorrió la columna, haciendo que se envarase. Esos gritos silenciados traían consigo recuerdos de Varanublia durante los instantes que duran. Cuando todo acabó solo dos esclavos siguieron a Adara, su aspecto era de haber pasado auténtico terror. Y ella… con las alas sucias, inmutable, logró que Gael retrocediera un poco cuando pasó por delante de él. Fijó su mirada al suelo unos segundos, abriendo y cerrando los puños de forma inconsciente, y después buscó la de Adara, queriendo asegurarse de que ella estaba en lo correcto. No había vacilación por su parte.
Miseria ya se había ido y habían aceptado la revista sin prestarle mucha atención. Gael tenía más interés en saber para qué eran los dos frivy’s restantes.
–Adara… -comenzó vacilante–, ¿qué vamos a hacer con estos dos?
Después de que le respondiera se quedó un rato pensativo, moviéndose inquieto por el salón, sin mirar a los frivy’s más que de reojo.
–Voy a ir –dijo de pronto. Le había costado decidirse–. Atraerán carroñeros a la zona y todavía puedo aprovecharlos.
Con una sábana vieja bajo el brazo y los guantes puestos entró en el edificio abandonado. No quiso prestar atención a la escena, pero inevitablemente se le escapó un pequeño respingo. Los olores inundaron sus fosas nasales persistentemente. Olía a sangre, orina y miedo. El fuego fatuo detestaba el olor de la muerte, pero no era algo opcional en su trabajo. Sin perder el tiempo extendió la sábana y se acuclilló ante el primer cadáver, que tenía la cabeza prácticamente separada del cuerpo. Los examinó a todos y tan solo decidió quedarse con dos de ellos, los que tenían el cuerpo en mejor estado. Antes de deshacerse de los sobrantes probó a poseerlos por si quedaba algo de energía que robarles.
Primero pensó en cremar los cuerpos, pero dándose cuenta de que ya era irrelevante lo que pasara con ellos, y hubieran sido el alimento de las primeras alimañas que los encontraran, los llevó levitando a la plaza de los colaespinas y abandonó allí los cuerpos sin mirarlos siquiera. Al volver ya sí se encargó de la sangre y los olores y volvió al cuchitril con la sábana atada levitando detrás de él. Desapareció por la trampilla del sótano y allí desató el nudo para quedarse mirando los cuerpos a la vez que se iba subiendo y volviendo a bajar las mangas de la camiseta, con expresión ausente.
«Es una forma de compasión. Yo no habría tenido el valor de hacer algo así, para mí era más fácil darle la espalda al problema». Se agachó y examinó el corte de las cabezas. Bastante limpio, aunque costaría recomponerlo. Ya que no iba a ser fácil, pensó que por lo menos podría intentar cambiar partes del cuerpo por las de bestias, empezar a hacer quimeras de gran tamaño. La idea le devolvió un poco el color a la cara por la emoción. Con el dinero que tenía guardado podría comprarse por fin material especializado, y podría conseguir bestias o alimañas en la ciudad o en algún mundo. Dándole vueltas al asunto como estaba, se sorprendió a sí mismo colgando los cuerpos bocabajo para que terminaran de desangrarse. Le golpeó una sensación extraña al redescubrir que lo que estaba colgando bocabajo no eran animales, sino personas. Frunció el ceño parándose en seco y sacudió la cabeza. Aquella obviedad le había resultado extraña durante un instante, pero negó con la cabeza recordándose una vez más que la carne solo es carne. Pero no podía negar que le inquietaba ver rasgos humanos en los cuerpos que manipulaba.
Al estar todo listo subió de nuevo por la trampilla y al parecer ya tocaba irse a ver Nia a su botica. Ya que iban a tener que ayudar con a saber qué cosas cogió el cuerpo del chico y ya sí dijo que estaba listo para marcharse.
Miseria ya se había ido y habían aceptado la revista sin prestarle mucha atención. Gael tenía más interés en saber para qué eran los dos frivy’s restantes.
–Adara… -comenzó vacilante–, ¿qué vamos a hacer con estos dos?
Después de que le respondiera se quedó un rato pensativo, moviéndose inquieto por el salón, sin mirar a los frivy’s más que de reojo.
–Voy a ir –dijo de pronto. Le había costado decidirse–. Atraerán carroñeros a la zona y todavía puedo aprovecharlos.
Con una sábana vieja bajo el brazo y los guantes puestos entró en el edificio abandonado. No quiso prestar atención a la escena, pero inevitablemente se le escapó un pequeño respingo. Los olores inundaron sus fosas nasales persistentemente. Olía a sangre, orina y miedo. El fuego fatuo detestaba el olor de la muerte, pero no era algo opcional en su trabajo. Sin perder el tiempo extendió la sábana y se acuclilló ante el primer cadáver, que tenía la cabeza prácticamente separada del cuerpo. Los examinó a todos y tan solo decidió quedarse con dos de ellos, los que tenían el cuerpo en mejor estado. Antes de deshacerse de los sobrantes probó a poseerlos por si quedaba algo de energía que robarles.
Primero pensó en cremar los cuerpos, pero dándose cuenta de que ya era irrelevante lo que pasara con ellos, y hubieran sido el alimento de las primeras alimañas que los encontraran, los llevó levitando a la plaza de los colaespinas y abandonó allí los cuerpos sin mirarlos siquiera. Al volver ya sí se encargó de la sangre y los olores y volvió al cuchitril con la sábana atada levitando detrás de él. Desapareció por la trampilla del sótano y allí desató el nudo para quedarse mirando los cuerpos a la vez que se iba subiendo y volviendo a bajar las mangas de la camiseta, con expresión ausente.
«Es una forma de compasión. Yo no habría tenido el valor de hacer algo así, para mí era más fácil darle la espalda al problema». Se agachó y examinó el corte de las cabezas. Bastante limpio, aunque costaría recomponerlo. Ya que no iba a ser fácil, pensó que por lo menos podría intentar cambiar partes del cuerpo por las de bestias, empezar a hacer quimeras de gran tamaño. La idea le devolvió un poco el color a la cara por la emoción. Con el dinero que tenía guardado podría comprarse por fin material especializado, y podría conseguir bestias o alimañas en la ciudad o en algún mundo. Dándole vueltas al asunto como estaba, se sorprendió a sí mismo colgando los cuerpos bocabajo para que terminaran de desangrarse. Le golpeó una sensación extraña al redescubrir que lo que estaba colgando bocabajo no eran animales, sino personas. Frunció el ceño parándose en seco y sacudió la cabeza. Aquella obviedad le había resultado extraña durante un instante, pero negó con la cabeza recordándose una vez más que la carne solo es carne. Pero no podía negar que le inquietaba ver rasgos humanos en los cuerpos que manipulaba.
Al estar todo listo subió de nuevo por la trampilla y al parecer ya tocaba irse a ver Nia a su botica. Ya que iban a tener que ayudar con a saber qué cosas cogió el cuerpo del chico y ya sí dijo que estaba listo para marcharse.
- InvitadoInvitado
Re: El Cuchitril (Archivo I)
06/02/13, 11:41 pm
-No sueñas, es un magnífico disfraz hecho en el portentoso tiempo de... dos minutos- respondió Nasher- Pero mi compañero debería mejorar su disfraz de mi- dijo mirando a Giz de reojo
Se sentó con los demás y apuró su vaso de mejunge mágico. El dolor de cabeza de le fue rápidamente y al poco estaba fresco como una rosa y desayunando con ganas. Aun así no se le escapó el ambiente general; vio bajar a Wen y la dejó ir sin hacer preguntas, pues conocía lo suficiente a la terrícola como para no meterse donde no le llamaban, pero la actitud de Noel le llamó la atención, sobretodo porque tenía el olor de Wen encima. << No cuadra, la gente debería estar feliz después de dormir con alguien...>> Debía ser por otra cosa.
Para terminar de mejorar el ambiente, llegó un tipo del Consejo ofreciendo esclavos. Nasher no supo lo que era un esclavo hasta bastante después de transformarse, como muchas otras cosas. No le hacía especial gracia y respaldó mentalmente las respuestas de Adara y Gael (No se los ofrecían a él, así que no tenía voz ni voto en todo aquello) pero el final no fue tan bonito como le hubiese gustado. Allí todo tenía que complicarse, todo tenía que acabar mal, si no para unos, para los otros, y era evidente que de cualquier forma perderían los esclavos. No se movió un milímetro de su silla cuando Adara se los llevó, ni cuando volvió cubierta de sangre, ni cuando entró Gael con el saco apestando a cadaver.
-Creeeeeo que no es la mejor situación para digerir el desayuno, y no creo que a tu amigo le haga gracia que le organice el funeral, así que...
Se puso en pie de un salto y se quitó el poncho para devolvérselo a Giz. Recuperó su tono de piel de siempre y le dio un beso de despedida al goliat.
-Tengo que estudiar y esas cosas. Llámame más a menudo, y prometo venir por aquí de vez en cuando...- dijo, y con un gesto a los demás salió de vuelta a la Sede.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
Se sentó con los demás y apuró su vaso de mejunge mágico. El dolor de cabeza de le fue rápidamente y al poco estaba fresco como una rosa y desayunando con ganas. Aun así no se le escapó el ambiente general; vio bajar a Wen y la dejó ir sin hacer preguntas, pues conocía lo suficiente a la terrícola como para no meterse donde no le llamaban, pero la actitud de Noel le llamó la atención, sobretodo porque tenía el olor de Wen encima. << No cuadra, la gente debería estar feliz después de dormir con alguien...>> Debía ser por otra cosa.
Para terminar de mejorar el ambiente, llegó un tipo del Consejo ofreciendo esclavos. Nasher no supo lo que era un esclavo hasta bastante después de transformarse, como muchas otras cosas. No le hacía especial gracia y respaldó mentalmente las respuestas de Adara y Gael (No se los ofrecían a él, así que no tenía voz ni voto en todo aquello) pero el final no fue tan bonito como le hubiese gustado. Allí todo tenía que complicarse, todo tenía que acabar mal, si no para unos, para los otros, y era evidente que de cualquier forma perderían los esclavos. No se movió un milímetro de su silla cuando Adara se los llevó, ni cuando volvió cubierta de sangre, ni cuando entró Gael con el saco apestando a cadaver.
-Creeeeeo que no es la mejor situación para digerir el desayuno, y no creo que a tu amigo le haga gracia que le organice el funeral, así que...
Se puso en pie de un salto y se quitó el poncho para devolvérselo a Giz. Recuperó su tono de piel de siempre y le dio un beso de despedida al goliat.
-Tengo que estudiar y esas cosas. Llámame más a menudo, y prometo venir por aquí de vez en cuando...- dijo, y con un gesto a los demás salió de vuelta a la Sede.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
08/02/13, 04:04 am
Tania y Toima
La nublina estaba soñando. Soñaba con un largo viaje, una aventura, y muchos recuerdos apasionantes. Se despertó con el sol dándole en la cara. Un crujido de madera a su espalda la hizo abrir un ojo y mirar por el rabillo de este para ver como la puerta terminaba de cerrarse.
-¿Toima?-murmuró algo confundida. Se incorporó en la cama y vio como la lagarta se estaba entreteniendo mascando la almohada. La nublina la reprendio y se la arrebató de la boca, con cierto forcejeo. -Ya has destrozado bastante. Fus, fus.-la dijo, echandola de la cama con un gesto.
La lagarta parecio no escucharla o era verdad que no entendia nada de lo que le decia pero pronto algo captó su atención bajo la cama y se deslizó bajo esta. La nublina suspiró y se puso de pie. Se estiró y soltó un pequeño gemido al hacerlo. ¿Cuánto habia estado durmiendo? Debia de haberse acostado muy tarde por la noche. Se puso de pie y cambio a su ropa habitual. Sobre su mesilla parcialmente destrozada ahora quedaba su diadema con el lazo. Fue a abrir la puerta para bajar cuando esta se separó de sus gonzones y Tania tuvo que hacerse a un lado para no ser aplastada por la puerta. Se quedó impactada durante unos instantes y se dio cuenta de la causa de aquello: Los gozones estaban mordisqueados tambien. Y eran de metal. La lagarta debia de tener una muy poderosa mandíbula ya desde joven.
Bajo las escaleras algo torpemente, conmocionada por todas las sorpresas que tenia su mañana cuando escuchó una risa familiar en el piso de abajo. Recorrió el último tramo de escalera y se asomó al salón. Aparte de la gente reunida, podia destacar al ulterano desternillandose en su sillón. Dio los buenos dias a todos y vaciló unos instantes antes de acercarse al ulterano y apreciar la nota que llevaba colgada en el cuello. Reparó tambien en las heridas de las muñecas. Mientras se acercaba la risa del ulterano se fue esfumando y su ceño se fue frunciendo.
-¡Tú!-dijo mientras se ponia de pie torpemente y daba zancadas en la dirección de la chica.
-¡Lo siento!-exclamó muerta de miedo, como reacción, haciendose una bola y cerrando los ojos fuertemente, a la espera de un castigo. Sin embargo, Toima no pegó a Tania ni nada del estilo. Sus manos fueron directas a sus lados y comenzó a desatar un infierno de cosquillas para la chica que no pudo evitar sino caer derrotada al suelo y retorcerse mientras se reia en voz alta, avergonzandose por ello. Debatiendo entre la risa y el tono de enfado el ulterano pudo decir unas palabras mientras llevaba a cabo su venganza.
-¡Tu! ¡Ratilla de pelo corto traicionera! ¡Aliada de la bruja! ¡Mujer malhechora!-y otros muchos títulos influenciados por la drogada mente del ulterano.
El ritual de cosquillas continuó hasta que el ulterano creyó oportuno, que no fue pronto. Se recostó de nuevo en el sillón y dejó escapar una gran risotada. La nublina, tendida en el suelo con el pelo revuelto, habia tenido una mañana demasiada movidita. Sonrojada hasta los pies se guardó unas lágrimas logró ponerse de pie, tambaleandose pues las piernas le temblaban y no respondian bien. Logró sentarse al lado del ulterano, intentando recolocarse el pelo.
-¿Me perdonas?-dijo de pronto.
-¿Eh?-soltó el ulterano en respuesta.-Ah si, si. Pero esta me la pagas.-añadió tras seguirlo de una enorme carcajada mientras la cara de la nublina palidecía de nuevo.
Poco a poco, los sentidos del ulterano volvían a él. Ya no todo le parecía tan exageradamente gracioso y comenzó a recapacitar y a preocuparse con Noel que no había tenido el mejor de sus despertares, al igual que Wen.
-Eh... ¿alguien ha visto a Vacuum o a Noel bajar?-soltó de pronto. El nombre de Vacuum iluminó la cara de la nublina unos instantes al barajarle como autor de su visita por la mañana. Nadie contestó pues el sonido de la puerta retumbó en el cuchitril.
Llego Miseria con una cohorte de esclavos. Por como hablaba ante ellos, al tratarlos como mera mercancía hizo que a Tania se le helara la sangre. Ese comportamiento. Era ese el comportamiento típico de los habitantes de Rocavarancolia. Y, sin embargo, el cuchitril y los amigos de este eran completamente diferentes. No tardó en darse cuenta de lo que iba a hacer Adara con ellos y se quedó de piedra al verla volver. Tardaría mucho en poder olvidar esos gritos. Mientras tanto Toima, que no había soltado carcajada alguna desde que el ominario había hecho acto de presencia, se quitó la nota y lanzó miradas de disgusto a toda aquella situación. Trato de seres como mercancía. Claro que lo que había hecho Adara había sido lo más compasivo. Él hubiera hecho lo mismo.
Cuando el ominario emprendió su camino de vuelta, el ulterano se puso de pie y, estirándose dio unas palmadas en la espalda a la asustada nublina. Esta dio un respingo y le dedicó una mirada cargada de miedo al ulterano quien frunció el ceño y le susurró al oído para intentar calmarla.
-Tu no eres como ellos. Eres mi amiga y lo eres de todos los que estamos aquí. Ninguno de nosotros permitiremos que te pasase algo así, ¿vale?-el lento movimiento de cabeza que hizo fue interpretado por Toima por un "si" y se sintió algo más tranquilo de saber que la nublina tendría aquello claro. Cogiéndola del hombro porque estaba claramente asustada se giró ante los demás.-¿Qué plan hay para hoy entonces?-preguntó a nadie en concreto.
La nublina estaba soñando. Soñaba con un largo viaje, una aventura, y muchos recuerdos apasionantes. Se despertó con el sol dándole en la cara. Un crujido de madera a su espalda la hizo abrir un ojo y mirar por el rabillo de este para ver como la puerta terminaba de cerrarse.
-¿Toima?-murmuró algo confundida. Se incorporó en la cama y vio como la lagarta se estaba entreteniendo mascando la almohada. La nublina la reprendio y se la arrebató de la boca, con cierto forcejeo. -Ya has destrozado bastante. Fus, fus.-la dijo, echandola de la cama con un gesto.
La lagarta parecio no escucharla o era verdad que no entendia nada de lo que le decia pero pronto algo captó su atención bajo la cama y se deslizó bajo esta. La nublina suspiró y se puso de pie. Se estiró y soltó un pequeño gemido al hacerlo. ¿Cuánto habia estado durmiendo? Debia de haberse acostado muy tarde por la noche. Se puso de pie y cambio a su ropa habitual. Sobre su mesilla parcialmente destrozada ahora quedaba su diadema con el lazo. Fue a abrir la puerta para bajar cuando esta se separó de sus gonzones y Tania tuvo que hacerse a un lado para no ser aplastada por la puerta. Se quedó impactada durante unos instantes y se dio cuenta de la causa de aquello: Los gozones estaban mordisqueados tambien. Y eran de metal. La lagarta debia de tener una muy poderosa mandíbula ya desde joven.
Bajo las escaleras algo torpemente, conmocionada por todas las sorpresas que tenia su mañana cuando escuchó una risa familiar en el piso de abajo. Recorrió el último tramo de escalera y se asomó al salón. Aparte de la gente reunida, podia destacar al ulterano desternillandose en su sillón. Dio los buenos dias a todos y vaciló unos instantes antes de acercarse al ulterano y apreciar la nota que llevaba colgada en el cuello. Reparó tambien en las heridas de las muñecas. Mientras se acercaba la risa del ulterano se fue esfumando y su ceño se fue frunciendo.
-¡Tú!-dijo mientras se ponia de pie torpemente y daba zancadas en la dirección de la chica.
-¡Lo siento!-exclamó muerta de miedo, como reacción, haciendose una bola y cerrando los ojos fuertemente, a la espera de un castigo. Sin embargo, Toima no pegó a Tania ni nada del estilo. Sus manos fueron directas a sus lados y comenzó a desatar un infierno de cosquillas para la chica que no pudo evitar sino caer derrotada al suelo y retorcerse mientras se reia en voz alta, avergonzandose por ello. Debatiendo entre la risa y el tono de enfado el ulterano pudo decir unas palabras mientras llevaba a cabo su venganza.
-¡Tu! ¡Ratilla de pelo corto traicionera! ¡Aliada de la bruja! ¡Mujer malhechora!-y otros muchos títulos influenciados por la drogada mente del ulterano.
El ritual de cosquillas continuó hasta que el ulterano creyó oportuno, que no fue pronto. Se recostó de nuevo en el sillón y dejó escapar una gran risotada. La nublina, tendida en el suelo con el pelo revuelto, habia tenido una mañana demasiada movidita. Sonrojada hasta los pies se guardó unas lágrimas logró ponerse de pie, tambaleandose pues las piernas le temblaban y no respondian bien. Logró sentarse al lado del ulterano, intentando recolocarse el pelo.
-¿Me perdonas?-dijo de pronto.
-¿Eh?-soltó el ulterano en respuesta.-Ah si, si. Pero esta me la pagas.-añadió tras seguirlo de una enorme carcajada mientras la cara de la nublina palidecía de nuevo.
Poco a poco, los sentidos del ulterano volvían a él. Ya no todo le parecía tan exageradamente gracioso y comenzó a recapacitar y a preocuparse con Noel que no había tenido el mejor de sus despertares, al igual que Wen.
-Eh... ¿alguien ha visto a Vacuum o a Noel bajar?-soltó de pronto. El nombre de Vacuum iluminó la cara de la nublina unos instantes al barajarle como autor de su visita por la mañana. Nadie contestó pues el sonido de la puerta retumbó en el cuchitril.
Llego Miseria con una cohorte de esclavos. Por como hablaba ante ellos, al tratarlos como mera mercancía hizo que a Tania se le helara la sangre. Ese comportamiento. Era ese el comportamiento típico de los habitantes de Rocavarancolia. Y, sin embargo, el cuchitril y los amigos de este eran completamente diferentes. No tardó en darse cuenta de lo que iba a hacer Adara con ellos y se quedó de piedra al verla volver. Tardaría mucho en poder olvidar esos gritos. Mientras tanto Toima, que no había soltado carcajada alguna desde que el ominario había hecho acto de presencia, se quitó la nota y lanzó miradas de disgusto a toda aquella situación. Trato de seres como mercancía. Claro que lo que había hecho Adara había sido lo más compasivo. Él hubiera hecho lo mismo.
Cuando el ominario emprendió su camino de vuelta, el ulterano se puso de pie y, estirándose dio unas palmadas en la espalda a la asustada nublina. Esta dio un respingo y le dedicó una mirada cargada de miedo al ulterano quien frunció el ceño y le susurró al oído para intentar calmarla.
-Tu no eres como ellos. Eres mi amiga y lo eres de todos los que estamos aquí. Ninguno de nosotros permitiremos que te pasase algo así, ¿vale?-el lento movimiento de cabeza que hizo fue interpretado por Toima por un "si" y se sintió algo más tranquilo de saber que la nublina tendría aquello claro. Cogiéndola del hombro porque estaba claramente asustada se giró ante los demás.-¿Qué plan hay para hoy entonces?-preguntó a nadie en concreto.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
08/02/13, 03:43 pm
A pesar de que el malestar de la resaca había desaparecido con la infusión, Giz estuvo buena parte de la mañana de mente ausente. Tal vez por evitar temas o preguntas incómodas, después de que Gael le quitara importancia a lo de su habitación, se dedicó a hacer inventario mental de todo lo que tendría que hacer en la próxima visita a Miloslava. <<Tengo que seguir probando suerte con el nublino, acabar las comprobaciones de temperatura con el gato de Gael, echar un vistazo a varios embriones...>>. De vez en cuando, inconscientemente, echaba un vistazo a Nasher, que hablaba con unos y otros y a quien Giz se le antojaba que le quedaba bastante bien el poncho.
<<Estaría bien que le llevara algún libro a Miloslava>>, probablemente acabara desviándose primero a la biblioteca. Sin embargo, saciar las necesidades lectoras y la curiosidad de Miloslava era un precio pequeño, en comparación a lo bien que se estaba tomando su secuestro. Hizo flotar una tostada hacia su boca mientras discernía sobre qué querría leer la rusa en esta ocasión. <<¿Historia? ¿Magia? ¿Alguna novela?>>.
Un ruido de fuera lo trajo de nuevo a la realidad, realidad por la que habían pasado un rato antes Wen y Noel de un humor extraño, a pesar de que Giz no lo notara apenas. El asreniano tardó en descubrir que el ruido había sido producido por la puerta, de hecho no lo supo hasta que entró el ominario con un ofrecimiento moralmente irregular. En un primer momento, la idea no le pareció tan mal como parecía cuajar en general en sus amigos, o como habría cuajado en el propio Giz unos meses antes, pero cuando mencionaron que eran frivys perdió casi todo su interés y volvió a abstraerse.
Lo que no acabó de ver venir fue la reacción de Adara, que lo pilló desprevenido y le quitó las pocas ganas que tenía de untar otra tostada en mermelada; pero tampoco podía culparla... Si los frivys emitieran magia, el propio Giz se habría guardado uno para él. Únicamente desvió la mirada del espectáculo, intentando hacer oídos sordos a los llantos.
Nasher no tardó en pronunciarse y se acercó a Giz para devolverle el poncho. El goliat sabía lo poco que le gustaban estas cosas y no dijo nada. Se limitó a coger el poncho y devolverle el beso tímidamente. Agachó la cabeza, esperando que la gente siguiera pendiente de Miseria y acabó llevándose las manos a los pantalones, tras darse cuenta de que no eran los suyos.
Cuando el ominario se fue, el asreniano alzó por fin la vista casi con curiosidad hacia los frivys que habían quedado vivos. No fue consciente de lo despreocupadamente neutral que se había tomado la matanza repentina hasta que no vio la reacción de Tania.
-A visitar a Nia-respondió distraídamente a Toima, después de que este tranquilizara a la nublina y se interesara por qué harían hoy.
Sigue en la Botica de la náyade.
<<Estaría bien que le llevara algún libro a Miloslava>>, probablemente acabara desviándose primero a la biblioteca. Sin embargo, saciar las necesidades lectoras y la curiosidad de Miloslava era un precio pequeño, en comparación a lo bien que se estaba tomando su secuestro. Hizo flotar una tostada hacia su boca mientras discernía sobre qué querría leer la rusa en esta ocasión. <<¿Historia? ¿Magia? ¿Alguna novela?>>.
Un ruido de fuera lo trajo de nuevo a la realidad, realidad por la que habían pasado un rato antes Wen y Noel de un humor extraño, a pesar de que Giz no lo notara apenas. El asreniano tardó en descubrir que el ruido había sido producido por la puerta, de hecho no lo supo hasta que entró el ominario con un ofrecimiento moralmente irregular. En un primer momento, la idea no le pareció tan mal como parecía cuajar en general en sus amigos, o como habría cuajado en el propio Giz unos meses antes, pero cuando mencionaron que eran frivys perdió casi todo su interés y volvió a abstraerse.
Lo que no acabó de ver venir fue la reacción de Adara, que lo pilló desprevenido y le quitó las pocas ganas que tenía de untar otra tostada en mermelada; pero tampoco podía culparla... Si los frivys emitieran magia, el propio Giz se habría guardado uno para él. Únicamente desvió la mirada del espectáculo, intentando hacer oídos sordos a los llantos.
Nasher no tardó en pronunciarse y se acercó a Giz para devolverle el poncho. El goliat sabía lo poco que le gustaban estas cosas y no dijo nada. Se limitó a coger el poncho y devolverle el beso tímidamente. Agachó la cabeza, esperando que la gente siguiera pendiente de Miseria y acabó llevándose las manos a los pantalones, tras darse cuenta de que no eran los suyos.
Cuando el ominario se fue, el asreniano alzó por fin la vista casi con curiosidad hacia los frivys que habían quedado vivos. No fue consciente de lo despreocupadamente neutral que se había tomado la matanza repentina hasta que no vio la reacción de Tania.
-A visitar a Nia-respondió distraídamente a Toima, después de que este tranquilizara a la nublina y se interesara por qué harían hoy.
Sigue en la Botica de la náyade.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
10/02/13, 01:24 pm
Apenas había comenzado a alejarse del burdel cuando oyó pasos tras de sí. Se dio la vuelta rápidamente mientras Vac lo saludaba de una forma bastante acertada, pues debería haberle oído llegar bastante antes, pero estaba tan ensimismado que no se había dado cuenta hasta poco antes de que su hermano le hablase. Noel le echó un vistazo a Feliks, que los seguía de cerca antes de responder a la pregunta del hado. El draco pensó que si llega a tratarse de algún engendro lo habría pillado totalmente desprevenido. Sí, empanado era sin duda una buena forma de describirlo en aquel momento.
-Coño, ¿de dónde sales tú? -le espetó a Vac riendo levemente, ignorando que había pasado muy cerca de él a la salida del burdel. Hizo una pausa antes de continuar hablando para responder a su pregunta-. ¿Qué qué tal fue? Pues... -inevitablemente se le volvió a formar una sonrisa antes de seguir hablando-. Ni siquiera sé si me lo creo todavía, ¿me puedes asegurar que no estoy soñando? -bromeó mientras seguían camino del Cuchitril. Si no fuera tan evidente que la realidad no era un sueño, las palabras del draco habrían sonado más escépticas-. Ella me besó -dijo con un tono que parecía llevar implícito un "¿te lo pudes creer? Porque yo no"-. Tengo que agradecerte el haberme ayudado a decidirme, Vac -continuó tras una breve pausa-. Creo que hablar contigo me infundió un poco de confianza, y sin duda la necesitaba.
Mientras tanto ya habían llegado al Cuchitril y se encontraban conversando en la puerta. Noel todavía seguía en el mismo estado de felicidad que hacía un rato. <<Hoy no duermo>>, pensó sin ningún rastro de fastidio por el hecho.
-Coño, ¿de dónde sales tú? -le espetó a Vac riendo levemente, ignorando que había pasado muy cerca de él a la salida del burdel. Hizo una pausa antes de continuar hablando para responder a su pregunta-. ¿Qué qué tal fue? Pues... -inevitablemente se le volvió a formar una sonrisa antes de seguir hablando-. Ni siquiera sé si me lo creo todavía, ¿me puedes asegurar que no estoy soñando? -bromeó mientras seguían camino del Cuchitril. Si no fuera tan evidente que la realidad no era un sueño, las palabras del draco habrían sonado más escépticas-. Ella me besó -dijo con un tono que parecía llevar implícito un "¿te lo pudes creer? Porque yo no"-. Tengo que agradecerte el haberme ayudado a decidirme, Vac -continuó tras una breve pausa-. Creo que hablar contigo me infundió un poco de confianza, y sin duda la necesitaba.
Mientras tanto ya habían llegado al Cuchitril y se encontraban conversando en la puerta. Noel todavía seguía en el mismo estado de felicidad que hacía un rato. <<Hoy no duermo>>, pensó sin ningún rastro de fastidio por el hecho.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
13/02/13, 11:31 pm
Vac acompaño a Noel el resto del camino, escuchándole atentamente sin decir nada, pero con una sonrisa alegre en el rostro. Cuando el draco le pregunto si podía asegurarle que no estaba soñando, el griego estuvo tentado de propinarle un buen pellizco, pero se contuvo a tiempo, dejando que continuara hablando. Cuando mencionó el beso, Vac hizo un gesto de victoria silencioso, alzando el puño, para bajarle después y darle un leve coscorrón al sueco por su tono, pero siguió escuchando atentamente a su hermano.
-No hay nada que agradecer -le dijo con una media sonrisa burlona cuando termino de hablar-, aquí tienes a tu hermano mayor para llevarte por el mal camino cuando quieras -aclaró con una sonrisa mas amplia.
Habían llegado a la puerta del cuchitril y se habían quedado en la entrada conversando, sin llamar aun, por si estaban todos durmiendo. De todas formas el hado tampoco quería que los demás se enteraran de la nueva relación por accidente, se lo tenían que contar Wen y Noel, y si al final se enteraban antes de tiempo, no quería ser el el culpable.
-Tal vez sea un poco pronto, pero ¿ya habéis decidido contárselo a los demás? -se intereso, bajando instintivamente un poco la voz.
Estaba a punto de abrirle la puerta a su hermano sin hacer ruido, pero prefirió esperar a su respuesta.
-No hay nada que agradecer -le dijo con una media sonrisa burlona cuando termino de hablar-, aquí tienes a tu hermano mayor para llevarte por el mal camino cuando quieras -aclaró con una sonrisa mas amplia.
Habían llegado a la puerta del cuchitril y se habían quedado en la entrada conversando, sin llamar aun, por si estaban todos durmiendo. De todas formas el hado tampoco quería que los demás se enteraran de la nueva relación por accidente, se lo tenían que contar Wen y Noel, y si al final se enteraban antes de tiempo, no quería ser el el culpable.
-Tal vez sea un poco pronto, pero ¿ya habéis decidido contárselo a los demás? -se intereso, bajando instintivamente un poco la voz.
Estaba a punto de abrirle la puerta a su hermano sin hacer ruido, pero prefirió esperar a su respuesta.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Cuchitril (Archivo I)
13/02/13, 11:35 pm
De vuelta en el cuchitril, lo primero que hizo fue comprobar si Noel había vuelto, pero se encontró la habitación todavía con la puerta entreabierta, como la habían dejado. No tenía ni idea de cuándo volvería el draco, y él tenía que salir sin falta a por material para las quimeras, así que dejó la revista sobre la cama y buscó papel para dejar una nota a modo de marcapáginas justo en la hoja en la que salía aquel chico idéntico al letarguino.
«Échale un ojo a esta maravilla, no tiene desperdicio. ¿Y qué opinas del chaval de esta página? ¿No te parece que es uno de los que vimos en Letargo?».
Dudó un instante, pensando en si debía o no escribir algo más, pero no. Una nota no era lo idóneo para preguntarle dónde había estado y cómo se encontraba, mucho menos para mostrar interés por lo que había pasado. Firmó con su nombre el papel y pensó que mejor así, era un detalle para animarse y nada más.
Al volver abajo se asomó a la cocina. No hacía mucho que habían merendado, en realidad, pero el trabajo le había dado hambre.
–Volvemos a la rutina. –Suspiró. Iba a tocar cenar carne de nuevo. Por lo menos habían sobrado especias, sal y aceite. Se prepararon bistecs adobados y después de cenar cada uno se dedicó a lo suyo. Gael bajó al sótano, dejando sobre la mesa la aguja y los hilos que había conseguido en el mercado. Extendió la sábana vieja y ensangrentada que había utilizado por la mañana y empezó a poner encima todos los experimentos fallidos y sobrantes que tenía, la mayoría roedores de pequeño o medio tamaño. Les echó un vistazo por encima a los cuerpos de los frivy's, y por último ató los extremos de la sábana y se la echó al hombro. Solo le faltó coger su espada, corta y ligera, del almacén. Una vez atada a la cintura, salió por la puerta al frío de la noche.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
«Échale un ojo a esta maravilla, no tiene desperdicio. ¿Y qué opinas del chaval de esta página? ¿No te parece que es uno de los que vimos en Letargo?».
Dudó un instante, pensando en si debía o no escribir algo más, pero no. Una nota no era lo idóneo para preguntarle dónde había estado y cómo se encontraba, mucho menos para mostrar interés por lo que había pasado. Firmó con su nombre el papel y pensó que mejor así, era un detalle para animarse y nada más.
Al volver abajo se asomó a la cocina. No hacía mucho que habían merendado, en realidad, pero el trabajo le había dado hambre.
–Volvemos a la rutina. –Suspiró. Iba a tocar cenar carne de nuevo. Por lo menos habían sobrado especias, sal y aceite. Se prepararon bistecs adobados y después de cenar cada uno se dedicó a lo suyo. Gael bajó al sótano, dejando sobre la mesa la aguja y los hilos que había conseguido en el mercado. Extendió la sábana vieja y ensangrentada que había utilizado por la mañana y empezó a poner encima todos los experimentos fallidos y sobrantes que tenía, la mayoría roedores de pequeño o medio tamaño. Les echó un vistazo por encima a los cuerpos de los frivy's, y por último ató los extremos de la sábana y se la echó al hombro. Solo le faltó coger su espada, corta y ligera, del almacén. Una vez atada a la cintura, salió por la puerta al frío de la noche.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
14/02/13, 12:16 am
Noel se rió ante los comentarios de su hermano, aunque como era tarde procuró contenerse, seguramente el resto del Cuchitril estaría durmiendo. Ya se iba a despedir de Vac cuando este le preguntó algo que le hizo sonreír con jocosidad.
-Pues lo cierto es que sí que hablamos sobre eso pero... Al final decidimos hacer una apuesta -le contó al hado con diversión-. Cada uno apostó por quien se enteraría primero de que estábamos juntos sin decir nada. Por supuesto a ti te hemos excluído, y también a Gael y Jack por otros motivos...
Siguieron hablando durante un rato del tema y bromeando con el asunto hasta que Noel decidió que sería mejor que entrase ya en casa, al fin y al cabo a veces se olvidaban de bajar la voz y podían estar molestando al resto. Sin embargo antes de despedirse del hado, le preguntó si sabía que habían podido estar haciendo los demás durante la tarde. Así fue como se enteró de lo que ponía en la nota que Toima llevaba colgada aquella mañana y a la cual no le había hecho ni caso debido a su cabreo. Aunque le hizo gracia el resumen de Vac sobre el corte de pelo del ulterano y su posterior encadenamiento, se sintió mal por el tema de la botica de la náyade.
-Vaya... mañana tendré que ir a ayudar a Nia sin falta -se lamentó.
Una vez su hermano se hubo marchado, Noel entró en el Cuchitril procurando no hacer ruido. Como sospechaba, todo estaba silencioso y probablemente estarían dormidos. Se metió en su habitación y se puso el pantalón de pijama. Odin salió escopetado de debajo de la mesa, sobresaltando ligeramente a Noel, quien pasó a mirar al gato con el ceño fruncido pues el minino no se hizo esperar en propinarle un arañazo en la pierna como era su costumbre.
-Ya estabas tardando hoy -le dijo al gato en voz baja mientras lo recogía del suelo y lo acariciaba-. Pero bueno, hoy me lo merezco que ni te he dado de comer, espero que se hayan encargado los demás -añadió con cierto aire de culpabilidad.
Se fijó entonces en un objeto desconocido que se encontraba sobre su cama. ¿Una revista gruesa? Sin duda era lo que parecía... Vio la nota de Gael sobresaliendo en medio de las hojas y enseguida sintió curiosidad por su contenido. Se sentó para echarle un vistazo y según pasaba las páginas le iba dando más y más la risa. ¿Qué diablos eran aquellos tipos? El chico que mencionaba la nota sin duda se parecía mucho a aquel chaval tan torpe que se entrenaba con los demás en el patio de Letargo. Sin duda esta revista provenía de su mundo, fuera cual este fuese. Se lamentó por no poder entender lo que ponía, que a buen seguro no tendría desperdicio alguno, pero lo cierto era que la ridiculez de las imágenes bastaba para compensar su ilegibilidad. Tuvo que reprimir varias carcajadas y tratar de reírse en silencio, de vez en cuando con escaso éxito.
Noel se metió en cama para intentar dormir una vez consiguió dejar de reír, aunque todavía se sentía eufórico y sabía que le iba a costar lo suyo. No podía dejar de pensar en lo que había sucedido durante el día. El draco aún no se creía lo que había sucedido hacía unas horas en el burdel. No hacía tanto tiempo había estado pensando allí mismo, en su cama, en lo imbécil que era por no ser capaz de ignorar lo que sentía por Wen sabiendo que jamás se atrevería decírselo. El sueco nunca habría imaginado que las cosas podrían salir tal y como habían ocurrido aquel día. <<Y al final todo sucedió por un malentendido...>>, pensó con cierta ironía.
Pasaron los minutos y, como vio que ni se dormía ni realmente tenía sueño alguno, era tontería seguir tirado en la cama. Se levantó, sobresaltando a Odin, a quien miró con cara de "te aguantas que tú me hiciste lo mismo cuando entré" y pensó qué podía hacer. Recordó que le había dicho a Nia la noche anterior que le escribiría unas recetas y se dijo que podría ser buena idea ponerse a ello. Al fin y al cabo todavía le debía ir a ayudarla con su botica. Sacó el material de escritura y, bajo la luz de unas cuantas velas, empezó a escribir. Como tenía que hacerlo con bastante lentitud para que la letra fuera clara posiblemente le llevaría un buen rato.
-Pues lo cierto es que sí que hablamos sobre eso pero... Al final decidimos hacer una apuesta -le contó al hado con diversión-. Cada uno apostó por quien se enteraría primero de que estábamos juntos sin decir nada. Por supuesto a ti te hemos excluído, y también a Gael y Jack por otros motivos...
Siguieron hablando durante un rato del tema y bromeando con el asunto hasta que Noel decidió que sería mejor que entrase ya en casa, al fin y al cabo a veces se olvidaban de bajar la voz y podían estar molestando al resto. Sin embargo antes de despedirse del hado, le preguntó si sabía que habían podido estar haciendo los demás durante la tarde. Así fue como se enteró de lo que ponía en la nota que Toima llevaba colgada aquella mañana y a la cual no le había hecho ni caso debido a su cabreo. Aunque le hizo gracia el resumen de Vac sobre el corte de pelo del ulterano y su posterior encadenamiento, se sintió mal por el tema de la botica de la náyade.
-Vaya... mañana tendré que ir a ayudar a Nia sin falta -se lamentó.
Una vez su hermano se hubo marchado, Noel entró en el Cuchitril procurando no hacer ruido. Como sospechaba, todo estaba silencioso y probablemente estarían dormidos. Se metió en su habitación y se puso el pantalón de pijama. Odin salió escopetado de debajo de la mesa, sobresaltando ligeramente a Noel, quien pasó a mirar al gato con el ceño fruncido pues el minino no se hizo esperar en propinarle un arañazo en la pierna como era su costumbre.
-Ya estabas tardando hoy -le dijo al gato en voz baja mientras lo recogía del suelo y lo acariciaba-. Pero bueno, hoy me lo merezco que ni te he dado de comer, espero que se hayan encargado los demás -añadió con cierto aire de culpabilidad.
Se fijó entonces en un objeto desconocido que se encontraba sobre su cama. ¿Una revista gruesa? Sin duda era lo que parecía... Vio la nota de Gael sobresaliendo en medio de las hojas y enseguida sintió curiosidad por su contenido. Se sentó para echarle un vistazo y según pasaba las páginas le iba dando más y más la risa. ¿Qué diablos eran aquellos tipos? El chico que mencionaba la nota sin duda se parecía mucho a aquel chaval tan torpe que se entrenaba con los demás en el patio de Letargo. Sin duda esta revista provenía de su mundo, fuera cual este fuese. Se lamentó por no poder entender lo que ponía, que a buen seguro no tendría desperdicio alguno, pero lo cierto era que la ridiculez de las imágenes bastaba para compensar su ilegibilidad. Tuvo que reprimir varias carcajadas y tratar de reírse en silencio, de vez en cuando con escaso éxito.
Noel se metió en cama para intentar dormir una vez consiguió dejar de reír, aunque todavía se sentía eufórico y sabía que le iba a costar lo suyo. No podía dejar de pensar en lo que había sucedido durante el día. El draco aún no se creía lo que había sucedido hacía unas horas en el burdel. No hacía tanto tiempo había estado pensando allí mismo, en su cama, en lo imbécil que era por no ser capaz de ignorar lo que sentía por Wen sabiendo que jamás se atrevería decírselo. El sueco nunca habría imaginado que las cosas podrían salir tal y como habían ocurrido aquel día. <<Y al final todo sucedió por un malentendido...>>, pensó con cierta ironía.
Pasaron los minutos y, como vio que ni se dormía ni realmente tenía sueño alguno, era tontería seguir tirado en la cama. Se levantó, sobresaltando a Odin, a quien miró con cara de "te aguantas que tú me hiciste lo mismo cuando entré" y pensó qué podía hacer. Recordó que le había dicho a Nia la noche anterior que le escribiría unas recetas y se dijo que podría ser buena idea ponerse a ello. Al fin y al cabo todavía le debía ir a ayudarla con su botica. Sacó el material de escritura y, bajo la luz de unas cuantas velas, empezó a escribir. Como tenía que hacerlo con bastante lentitud para que la letra fuera clara posiblemente le llevaría un buen rato.
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