El Cuchitril (Archivo I)
+10
Yber
Muffie
Leonart
Alicia
Evanna
LEC
Administración
Naeryan
Matt
Jack
14 participantes
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
El Cuchitril (Archivo I)
21/11/12, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
Observamos multitud de casas en la zona de la Plaza de los Colaespina y… lo cierto es que no resulta fácil encontrar un buen lugar, pues los edificios que sí cumplen con los requisitos que buscamos, después por dentro son inhabitables. Caso destacable aquel que parecía ser un candidato perfecto… hasta que me llevé un buen golpe en el culo en el suelto bajo el que pisaba. ¡Y las astillas tampoco perdonan! Y Gael se ríe… “¡No tiene gracia!”, pero no me oye en la burbuja que acaba de crear.
Me llama la atención un edificio grande que veo a un lado de la calle. No tardo nada en señalárselo y decirles de acercarnos a él, aunque algunos ya se habían fijado en él. Dentro del edificio, cuya puerta se conserva en un estado decente –aunque chirría como mil demonios–, encontramos un panorama que, de haber estado en mejor estado, podría jurar con las manos en el fuego que se trata de una posada. ¡Y eso significa muchas habitaciones! Además, es prácticamente toda de pierda. Mientras pienso esto, nos repartimos todos entre el salón, aunque yo no tardo en subir las escaleras para observar cómo está el piso de arriba. Este edificio está muy pero que muy bien, el suelo es mucho más resistente que el de otros edificios y los desperfectos que tiene se pueden arreglar. Las ocho habitaciones de las que consta el piso son más que suficiente para todos, aunque los muebles sí es necesario cambiarlos.
—¿¡Cómo va por ahí abajo?! –grito a los que se han quedado–. ¡Por aquí cumple con los requisitos mínimos de calidad, aunque mejor que por ahora ahuyentemos a los de sanidad!–observo mirando los insectos que recorren los muebles carcomidos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Cuchitril (Archivo I)
29/01/13, 08:47 pm
Cuando por fin logró levantarse del suelo, Wen decidió hacer lo que alguien debería haber hecho hacía ya muchas cervezas: quitarle el vaso y obligarle a irse a dormir. Aunque desde luego al draco no le parecía tan buena idea.
-¡No quiero dormir! Nadie se ha ido a dormir... -empezó a protestar aún riéndose mientras la vouivre intentaba arrastrarlo escaleras arriba.
Pero no era una tarea fácil para alguien del tamaño de Wen teniendo en cuenta que el draco se resistía a abandonar la fiesta. ¿Cómo iba a querer cuando todavía estaban todos allí, sin contar la extraña desaparición de los asrenianos, y todavía había cerveza sin beber?
La británica finalmente optó por transformarse para poder arrastrarlo así eficazmente. Noel aún así intentó zafarse, pero en cuanto la enorme serpiente comenzó a llevárselo poco pudo hacer debido al estado en el que se encontraba.
-¡Pero si yo estoy bien...! -empezó a decir en tono de protesta-. Bien borracho -añadió volviendo a echarse a reír a carcajadas.
Y así siguió hasta que llegaron a la habitación de Noel, quien estuvo a punto de abrir la de Giz por equivocación pero volvió sobre sus pasos partiéndose de risa debido a la desorientación. Una vez dentro ya no sintió ganas de seguir quejándose, lo cierto era que estaba agotado y al echarse sobre la cama todo el cansancio le sobrevino. Somnoliento como estaba, activó la runa para quitarse la ropa. Balbuceó algo sobre ponerse el pijama pero se quedó en nada cuando Wen lo cubrió con la manta y se quedó dormido prácticamente al instante, sin enterarse de que había hecho caer a la vouivre encima suyo.
A la mañana siguiente, probablemente ya al principio de la tarde, Noel comenzó a abrir pesadamente los ojos. Apenas fue capaz de abrirlos pues el fogonazo de claridad lo cegó y le provocó un pinchazo muy fuerte en la cabeza, la cual no recordaba que le hubiese dolido tanto en mucho tiempo. <<Me va a estallar la puta cabeza...>>, pensó mientras también empezaba a quejarse mentalmente de tener la boca tan seca. Aunque se sentía todavía agotado y lo último que le apetecía era levantarse, se dijo que cuanto antes lo hiciera antes podría hacer desaparecer esa infernal resaca. Pero fue entonces, cuando ya se había empezado a despertar después del atontamiento inicial, que se dio cuenta de que había alguien con él. Y estaba claro que no se trataba de Odin, que sería el único ser al que esperaría ver en su cama. Que le estallase la cabeza ya no le parecería tan malo en aquel momento.
El draco se quedó palido y abrió los ojos todo lo que le permitió su estado cuando vio a Wen abrazada a él. El pulso se le aceleró y pasó del blanco pálido al rojo al darse cuenta de que la chica estaba en ropa interior, y él también por lo que parecía. Durante lo que se le antojaron varios minutos, no pudo hacer otra cosa que quedarse inmóvil y mirar a la vouivre con cara de incredulidad. Temiendo que se despertase, permaneció sin moverse mientras su mente divagaba intentando recordar qué había sucedido la noche anterior. Lo primero que se le vino a la mente fue que se había caído sobre ella en medio del salón, lo cual no ayudó precisamente a tranquilizarlo. Recordó cosas sueltas de lo que había sucedido durante la fiesta, pero su cerebro no parecía dispuesto a funcionar correctamente y no consiguió hilar la cadena de acontecimientos. ¿Qué había pasado? ¿Acaso habían...? El simple pensamiento lo puso aún más nervioso y se revolvió ligeramente en la cama, inquieto. <<¿Y ahora qué hago?>>, pensó temiendo el momento en el que la chica se despertase pero siendo incapaz de quitarle los ojos de encima.
-¡No quiero dormir! Nadie se ha ido a dormir... -empezó a protestar aún riéndose mientras la vouivre intentaba arrastrarlo escaleras arriba.
Pero no era una tarea fácil para alguien del tamaño de Wen teniendo en cuenta que el draco se resistía a abandonar la fiesta. ¿Cómo iba a querer cuando todavía estaban todos allí, sin contar la extraña desaparición de los asrenianos, y todavía había cerveza sin beber?
La británica finalmente optó por transformarse para poder arrastrarlo así eficazmente. Noel aún así intentó zafarse, pero en cuanto la enorme serpiente comenzó a llevárselo poco pudo hacer debido al estado en el que se encontraba.
-¡Pero si yo estoy bien...! -empezó a decir en tono de protesta-. Bien borracho -añadió volviendo a echarse a reír a carcajadas.
Y así siguió hasta que llegaron a la habitación de Noel, quien estuvo a punto de abrir la de Giz por equivocación pero volvió sobre sus pasos partiéndose de risa debido a la desorientación. Una vez dentro ya no sintió ganas de seguir quejándose, lo cierto era que estaba agotado y al echarse sobre la cama todo el cansancio le sobrevino. Somnoliento como estaba, activó la runa para quitarse la ropa. Balbuceó algo sobre ponerse el pijama pero se quedó en nada cuando Wen lo cubrió con la manta y se quedó dormido prácticamente al instante, sin enterarse de que había hecho caer a la vouivre encima suyo.
A la mañana siguiente, probablemente ya al principio de la tarde, Noel comenzó a abrir pesadamente los ojos. Apenas fue capaz de abrirlos pues el fogonazo de claridad lo cegó y le provocó un pinchazo muy fuerte en la cabeza, la cual no recordaba que le hubiese dolido tanto en mucho tiempo. <<Me va a estallar la puta cabeza...>>, pensó mientras también empezaba a quejarse mentalmente de tener la boca tan seca. Aunque se sentía todavía agotado y lo último que le apetecía era levantarse, se dijo que cuanto antes lo hiciera antes podría hacer desaparecer esa infernal resaca. Pero fue entonces, cuando ya se había empezado a despertar después del atontamiento inicial, que se dio cuenta de que había alguien con él. Y estaba claro que no se trataba de Odin, que sería el único ser al que esperaría ver en su cama. Que le estallase la cabeza ya no le parecería tan malo en aquel momento.
El draco se quedó palido y abrió los ojos todo lo que le permitió su estado cuando vio a Wen abrazada a él. El pulso se le aceleró y pasó del blanco pálido al rojo al darse cuenta de que la chica estaba en ropa interior, y él también por lo que parecía. Durante lo que se le antojaron varios minutos, no pudo hacer otra cosa que quedarse inmóvil y mirar a la vouivre con cara de incredulidad. Temiendo que se despertase, permaneció sin moverse mientras su mente divagaba intentando recordar qué había sucedido la noche anterior. Lo primero que se le vino a la mente fue que se había caído sobre ella en medio del salón, lo cual no ayudó precisamente a tranquilizarlo. Recordó cosas sueltas de lo que había sucedido durante la fiesta, pero su cerebro no parecía dispuesto a funcionar correctamente y no consiguió hilar la cadena de acontecimientos. ¿Qué había pasado? ¿Acaso habían...? El simple pensamiento lo puso aún más nervioso y se revolvió ligeramente en la cama, inquieto. <<¿Y ahora qué hago?>>, pensó temiendo el momento en el que la chica se despertase pero siendo incapaz de quitarle los ojos de encima.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: El Cuchitril (Archivo I)
29/01/13, 09:57 pm
No pude evitar fingir un par de ladridos, con la lengua fuera, y alzar la "patita" hacia Gael, riendo a continuación. Fue todo risas, bebiendo y respondiendo con carcajadas y sonrisas al efecto que iba teniendo la bebida en mis amigos. Como era de esperar, Vac tocó algo subido en la barra. Después, incluso Gael y Noel volvieron a entonar otra canción, acompañada con una música un tanto chunga a la que sumé mis cubiertos y mi copa, pero que le pegaba a la fiesta por lo que decía. Giz acompañaba dando pequeños berridos al ritmo. Lo que no esperaba era que Nia pidiera turno, pero se sumó con una canción breve y, aun chocando mucho con el momento, gustó.
Mientras aplaudía, pensé en la música. <<Aquí unos cantan, otros tocan, otros ambas cosas... Podría pedirle clases al Violinista... Para innovar... Y que una guitarra me cargaría las cuerdas con las uñas... Hum... Si hay guitarras eléctricas, ¿habrá violines iguales? Y hablando de hablar con alguien, ¡Cain! Pero... ahora no, mañana mejor>>
Giz de pronto interrumpe mis pensamientos, ya que pasa por encima de nosotros levitando, hablando y riendo. Lo miro alucinando unos momentos y luego alzo la copa en su honor, riendo. Sus siguientes acciones logran que deje de reír, aunque la situación sea de lo más inesperada. Pero... teniendo en cuenta lo que pasó antes...
-Esos dos no vuelven.-río pícaramente, para después girar la silla y dejar el respaldo por delante, sentado al revés. Y sin nada más que hacer que eso, observar y reír. <<Para la próxima, a ver si sé algo de música, y aunque se desangren por las orejas, algo habré hecho>>
El alcohol sigue afectando a los demás, aunque yo ya haya aprendido a apartarme del olor a sangre cargadita de licor y no me afecta. Después de la subida de ambos asrenianos, Noel tropieza y derriba a Wen. Les habría ayudado, pero para cuando estoy de pie, la vouivre se las ha apañado para levantarle, así que vuelvo a mi sitio. Luego sigue la típica escena de ayudarle a subir para acostarse y vuelvo a prestar atención a la fiesta, que va concluyendo.
Con el final de la tercera botella me percato de que Wen no ha vuelto a bajar y miro al techo, sonriendo. Con concentrarme un poco logro distinguir ciertas dos fragancias y es cuando me froto las manos mientras me acerco a Cain y Erika, apoyando las manos en sus sillas mientras me quedo detrás de estas:
-Creo que me va a tocar mañana hacer el turno de vigilante de cierta vouivre...-comento, misterioso.-A no ser que alguien me secuestre...-añado, robándole un beso a la chica.
Al rato llegó el momento de ir cerrando el chiringuito y despedirse de los zombies que lo habitan.
-¿Se apañarán para llegar sanos y salvos a sus camas? Bueno, si de día vemos fuego, ya vendremos corriendo.-río a modo de despedida.-¡Buenas noches!
Una vez en el camino descarté la idea de irme al faro y pasear un rato, sustituyéndola por otra aún mejor y menos solitaria.
-¿Si te secuestro yo, el jefazo se dará cuenta?-le digo a la chica, pretendiendo que el aludido nos escuche.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
Mientras aplaudía, pensé en la música. <<Aquí unos cantan, otros tocan, otros ambas cosas... Podría pedirle clases al Violinista... Para innovar... Y que una guitarra me cargaría las cuerdas con las uñas... Hum... Si hay guitarras eléctricas, ¿habrá violines iguales? Y hablando de hablar con alguien, ¡Cain! Pero... ahora no, mañana mejor>>
Giz de pronto interrumpe mis pensamientos, ya que pasa por encima de nosotros levitando, hablando y riendo. Lo miro alucinando unos momentos y luego alzo la copa en su honor, riendo. Sus siguientes acciones logran que deje de reír, aunque la situación sea de lo más inesperada. Pero... teniendo en cuenta lo que pasó antes...
-Esos dos no vuelven.-río pícaramente, para después girar la silla y dejar el respaldo por delante, sentado al revés. Y sin nada más que hacer que eso, observar y reír. <<Para la próxima, a ver si sé algo de música, y aunque se desangren por las orejas, algo habré hecho>>
El alcohol sigue afectando a los demás, aunque yo ya haya aprendido a apartarme del olor a sangre cargadita de licor y no me afecta. Después de la subida de ambos asrenianos, Noel tropieza y derriba a Wen. Les habría ayudado, pero para cuando estoy de pie, la vouivre se las ha apañado para levantarle, así que vuelvo a mi sitio. Luego sigue la típica escena de ayudarle a subir para acostarse y vuelvo a prestar atención a la fiesta, que va concluyendo.
Con el final de la tercera botella me percato de que Wen no ha vuelto a bajar y miro al techo, sonriendo. Con concentrarme un poco logro distinguir ciertas dos fragancias y es cuando me froto las manos mientras me acerco a Cain y Erika, apoyando las manos en sus sillas mientras me quedo detrás de estas:
-Creo que me va a tocar mañana hacer el turno de vigilante de cierta vouivre...-comento, misterioso.-A no ser que alguien me secuestre...-añado, robándole un beso a la chica.
Al rato llegó el momento de ir cerrando el chiringuito y despedirse de los zombies que lo habitan.
-¿Se apañarán para llegar sanos y salvos a sus camas? Bueno, si de día vemos fuego, ya vendremos corriendo.-río a modo de despedida.-¡Buenas noches!
Una vez en el camino descarté la idea de irme al faro y pasear un rato, sustituyéndola por otra aún mejor y menos solitaria.
-¿Si te secuestro yo, el jefazo se dará cuenta?-le digo a la chica, pretendiendo que el aludido nos escuche.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
- InvitadoInvitado
Re: El Cuchitril (Archivo I)
29/01/13, 11:57 pm
Nasher respondió con entusiasmo a todas las muestras de cariño de Giz, animado porque le estuviera siguiendo el juego. Rió como el que más, cantó con todos aunque no se supiese una sola letra, haciendo percusiones con lo que pillaba. Aplaudió cuando Giz se puso a hacer levitar a gente y trató de atraparlo en un par de ocasiones, aunque al final Giz acabó atrapándolo a él.
-Eh, no tires- dijo entre risas subiendo tras él después de despedirse de los demás con un gesto apresurado.
Ya en el piso de arriba se metieron en lo que a Nasher le pareció la primera habitación que encontraron abierta, y aunque Giz parecía convencido de que era la suya, tenía el presentimiento de que se había equivocado... Igualmente a los asrenianos les importó bien poco. Giz acabó por los suelos e invitó a Nasher a unirse.
-Tanto dará- respondió a la justificación. Le gustaban las camas blandas, pero había dormido en sitios peores
Rápidamente sujetó a Giz por las muñecas y en un juego de mordiscos, besos y cosquillas le fue desprendiendo de sus ropas. Las suyas fueron detrás. Recorrió la boca del goliat y los cuerpos de ambos se enredaron. Rodaron por el suelo hasta que el alcohol y el cansancio les hizo caer profundamente dormidos. Nasher abrió los ojos pesadamente cuando el sol estaba ya muy alto, tan solo para buscar a tientas el poncho de Giz y cubrirse con él. Luego volvió a dormirse.
-Eh, no tires- dijo entre risas subiendo tras él después de despedirse de los demás con un gesto apresurado.
Ya en el piso de arriba se metieron en lo que a Nasher le pareció la primera habitación que encontraron abierta, y aunque Giz parecía convencido de que era la suya, tenía el presentimiento de que se había equivocado... Igualmente a los asrenianos les importó bien poco. Giz acabó por los suelos e invitó a Nasher a unirse.
-Tanto dará- respondió a la justificación. Le gustaban las camas blandas, pero había dormido en sitios peores
Rápidamente sujetó a Giz por las muñecas y en un juego de mordiscos, besos y cosquillas le fue desprendiendo de sus ropas. Las suyas fueron detrás. Recorrió la boca del goliat y los cuerpos de ambos se enredaron. Rodaron por el suelo hasta que el alcohol y el cansancio les hizo caer profundamente dormidos. Nasher abrió los ojos pesadamente cuando el sol estaba ya muy alto, tan solo para buscar a tientas el poncho de Giz y cubrirse con él. Luego volvió a dormirse.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: El Cuchitril (Archivo I)
30/01/13, 01:26 am
Nia, Toima y Tania
La ulterana lucia una apacible sonrisa al oir los elogios de los demás. Todo el nerviosismo de antes habia desaparecido por completo. Y les habia gustado la canción. Quizás deberia aprender a tocar un instrumento... Deberia preguntarselo a Vac en otra ocasión. Por otra parte, la fiesta estaba acercandose a su final y los comensales más ebrios ya empezaban a ser pesados. Toima jugaba a girar un cuchillo con el dedo, aburrido, mientras seguia bebiendo. Wen se subio a Noel a cuestas lo que hizo que Nia alzase una ceja y comenzara a cabilar de nuevo, con esa forma tan particular que tenia, hablando en voz baja para si misma, pensando en voz alta. Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se dio cuenta que la nublina flotaba a pocos metros del suelo hasta que solto un chillido, llevandose las manos a la falda.
-¡Da igual! ¡No quiero ser pájaro tampoco!-dijo entre chillidos, roja como un amanecer.-¡Por favor bájame!-
Tan subitamente como empezó, el arseniano se detuvo, posando a la nublina sobre la mesa que trastabillo un poco hasta encontrar el equilibrio de nuevo. De un suspiro, aterrizo en su silla, deseando que la tierra se la tragase. Dirigio una mirada a Vacuum que pronto rompio, preguntandose si alguien habia sido capaz de ver debajo de la falda. Una mano enorme se posó en su hombro y al girarse vio a un ulterano sonriendo estupidamente como si le acabaran de hacer el hombre más feliz del mundo.
-¿Asi que te gusta volar, eh Tania?-
Antes de que pudiera contestar nada, las manos del ulterano bajaron hacia los lados de la chica, agarrandola por la cintura, dispuesto a levantar el peso pluma de la chica. Pero se detuvo en cuanto, como un rayo, la voz de Nia recorrio la sala.
-¡Eh Toima. Mira esto!-exclamó, llamandole la atención al ulterano que soltó a Tania quien cayó de un traspies al suelo y se giró en el sitio y apuntó sus vagos y ebrios ojos hacia la ulterana. Poco tiempo le dio a reaccionar cuando la mano de la chica que portaba un dosificador de algun liquido se acercaron a su cara y dispararon el líquido sobre esta. Muy molesto, el ulterano comenzó a manotear en el aire como si estuviera rodeado de moscas.
-¿¡Q-qué!?-le dio tiempo a exclamar antes de caer en redondo sobre la mesa, roncando sonoramente.
-¡Buenas noches Toima!-dijo la niña con una sonrisa. Casi parecia que lo habia matado, de no ser por los ronquidos.-Esta durmiendo.-Aclaró para los presentes.
La nublina se encaramó sobre el gigante dormido. Le dio dos toques en el carrillo antes de suspirar y girarse hacia Nia.
-¿Cúanto tiempo tenemos?-
La ulterana se cruzó de brazos activando por error más de aquel poderoso somnifero pero con la suerte de no dar a nadie.
-Yo diria que unas buenas nueve o diez horas... No sabria decir muy bien... Solo lo he probado con otros cetaceos, es la primera vez que lo pruebo en ulteranos.-respondio todo lo precisamente que pudo.
-Bueno, pongámonos a ello... no quiero estar cerca cuando despierte.-dijo la nublina, intentando coger al ulterano sin poder si quiera moverle de la silla. La ulterana sonrio y lanzó el hechizo de levitación para posarle en un sofá. Se aseguraron que no se tumbase sobre su pelo, echandolo por encima del reposabrazos del sofá. Nia se remangó el kimono y cogio una silla para sentarse detras del ulterano. La nublina se arrodilló al lado del ulterano y cogiendole de la mano, se disculpó con él. Nia no tardó en sacar dos instrumentos algo complejos de su morrón. Se abrian y cerraban como tijeras pero tanto el filo como la curvatura de este eran impropios de unas tijeras y parecian diseñadas para cortar un típico especifico de pelo. La nublina contempló las extrañas tijeras durante unos segundos antes de cogerlas de las manos de la niña. Sin más dilación, procedieron a cortar el pelo al ulterano. Las tijeras resonaban en la estancia. Estaban tan sumidas en su trabajo que apenas intercambiaban palabras salvo cuando la ulterana corregia a la nublina en que pelo cortar o cuando la nublina se equivocaba y cortaba de más. La ulterana normalmente miraba con cara de dolor el resultado y la nublina procedia a disculparse entonces con el inconsciente Toima.
-¡Mira que puntas!-dijo Nia cogiendo uno de los mechones del suelo y mostrandoselo a la nublina. El pelo enredado en si era sin duda más parecido al de un animal que al de una persona. Y la nublina sabia cuantos de esos nudos tenia el ulterano.-Debe de llevar la vida sin cuidar su pelo... Por lo menos se lo lava, pero eso no es suficiente.-se giró entonces los que se habian quedado a mirar como le cortaban el pelo al ulterano.-Por eso estamos tomando esta medida tan drastica... y de no ser por el somnifero no se dejaria.-explicó.
Los montones de pelo que se iban formando en el suelo iban lentamente moviendose, como empujados por algo diminuto. Si uno se fijaba podia verse al ermitaño que Nia antes habia tenido en su cabeza empujando laboriosamente el pelo grisaceo por el suelo, haciendolo un único montón. Cuando terminaron, la ulterana se quitó el sudor de su frente y la nublina suspiró apoyando sus manos en su cadera. Ambas se miraron y al instante se rieron. El ulterano habia peridido más de treinta centímetros de pelo y no habia rastro de sus tentáculos. El flequillo era lo que menos habia cambiado de su aspecto, siendo recortado solo las puntas, ahora exponian las cuencas vacias donde se supone que estarian sus ojos. Sin duda el cambio de imagen le habia salido favorable. La nublina se apresuró a por una escoba para barrer el pelo reunido en el suelo. El ermitaño trepó de vuelta hacia Nia quien lo recibio con una pequeña caricia con el índice. Lanzó un hechizo de levitación hacia el ulterano que quedó suspendido detrás de ella, como un muñeco roto y sin vida, pero roncando fuertemente.
-Me lo llevaré conmigo para quitaros los gritos de cabreo de por la mañana que con lo que habeis bebido hoy, seguro que os reventaria la cabeza.-comentó con una carcajada.-Os lo devolveré mañana a mediodia y más tranquilito. Ahi ya podreis alabar su nuevo cambio de imagen. Y ahora, me despido. Adios.-dijo, haciendo una reverencia pequeña cogiendo las esquinas de su kimono y agachando ligeramente la cabeza.
Habia visto a Wen y a Noel subir juntos, a Nasher y a Giz tambien. Quizás fue eso lo que le hizo girar la cabeza hacia atrás y mirar a Gael durante unos breves segundos. En seguida retomó su camino, con el enorme gigante colgando a la espalda.
La nublina ayudó a recoger todo el desastre que se habia organizado con la fiesta y se despidio de los que se fueron llendo a dormir o de vuelta a sus viviendas. Iba a ser la primera noche que dormia sola desde hacia mucho tiempo y como no tenia mucho sueño, se quedó sentada en un sillón, leyendo hasta que no pudo más y se subio a domir. La habitación estaba hecha un desastre. Las sabanas rasgadas, la madera de los muebles y de la puerta con marcas de arañazos. Buscó por todos lados y encontró a la lagarta bajo la cama, masticando lo que parecia el relleno de una de las almohadas.
-Asi que a alguien le han salido las uñas ya.-comentó con una risilla. Regañarla no serviria de nada asi que la cogio en brazos, se cambio a su pijama y se fue a domir, abrazada a la lagarta.
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A la siguiente mañana un ruido repetido parecido a una llamada a la puerta resonó por el cuchitril. No fue hasta que Terro corrio hacia la puerta y la abrio que pudieron ver de quien se trataba. El ulterano, luciendo su nuevo e inovador peinado estaba partiendose la caja, con lágrimas en los ojos. Sus muñecas daban signos de haber sido engrilletadas al igual que sus tobillos. Tenia un cartel colgado del cuello que decia lo siguiente.
"Como no me dejó de dar la tabarra y se resistia a estar tranquilito a que se le pasaran los efectos secundarios del somnifero he tenido que drogarle. La risilla tonta se le irá a la hora y media o asi.
He pensado que esta tarde podriais pasaros por la botica y asi me echais una mano, los que querais. Habrá merienda." a continuación habia un dibujo que se suponia que era ella con una cara feliz. El cartel continuaba diciendo:
"No os preocupeis por las cicatrices. Recordadle a ese bruto que no se rasque y se curaran con el tiempo. Os dejo un mapa dibujado de donde encontrar la botica. ¡Somos vecinos, queridos cuchitrileros!"
A continuación era un mapa algo simple que indicaba el lugar donde encontrar la botica que se encontraba en el mismo barrio que ellos. El ulterano tomó asiento y, aun riendose, dijo entre carcajadas:
-¡Esa bruja...la voy a matar!-y a continuación rompio a reir de nuevo.
La ulterana lucia una apacible sonrisa al oir los elogios de los demás. Todo el nerviosismo de antes habia desaparecido por completo. Y les habia gustado la canción. Quizás deberia aprender a tocar un instrumento... Deberia preguntarselo a Vac en otra ocasión. Por otra parte, la fiesta estaba acercandose a su final y los comensales más ebrios ya empezaban a ser pesados. Toima jugaba a girar un cuchillo con el dedo, aburrido, mientras seguia bebiendo. Wen se subio a Noel a cuestas lo que hizo que Nia alzase una ceja y comenzara a cabilar de nuevo, con esa forma tan particular que tenia, hablando en voz baja para si misma, pensando en voz alta. Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se dio cuenta que la nublina flotaba a pocos metros del suelo hasta que solto un chillido, llevandose las manos a la falda.
-¡Da igual! ¡No quiero ser pájaro tampoco!-dijo entre chillidos, roja como un amanecer.-¡Por favor bájame!-
Tan subitamente como empezó, el arseniano se detuvo, posando a la nublina sobre la mesa que trastabillo un poco hasta encontrar el equilibrio de nuevo. De un suspiro, aterrizo en su silla, deseando que la tierra se la tragase. Dirigio una mirada a Vacuum que pronto rompio, preguntandose si alguien habia sido capaz de ver debajo de la falda. Una mano enorme se posó en su hombro y al girarse vio a un ulterano sonriendo estupidamente como si le acabaran de hacer el hombre más feliz del mundo.
-¿Asi que te gusta volar, eh Tania?-
Antes de que pudiera contestar nada, las manos del ulterano bajaron hacia los lados de la chica, agarrandola por la cintura, dispuesto a levantar el peso pluma de la chica. Pero se detuvo en cuanto, como un rayo, la voz de Nia recorrio la sala.
-¡Eh Toima. Mira esto!-exclamó, llamandole la atención al ulterano que soltó a Tania quien cayó de un traspies al suelo y se giró en el sitio y apuntó sus vagos y ebrios ojos hacia la ulterana. Poco tiempo le dio a reaccionar cuando la mano de la chica que portaba un dosificador de algun liquido se acercaron a su cara y dispararon el líquido sobre esta. Muy molesto, el ulterano comenzó a manotear en el aire como si estuviera rodeado de moscas.
-¿¡Q-qué!?-le dio tiempo a exclamar antes de caer en redondo sobre la mesa, roncando sonoramente.
-¡Buenas noches Toima!-dijo la niña con una sonrisa. Casi parecia que lo habia matado, de no ser por los ronquidos.-Esta durmiendo.-Aclaró para los presentes.
La nublina se encaramó sobre el gigante dormido. Le dio dos toques en el carrillo antes de suspirar y girarse hacia Nia.
-¿Cúanto tiempo tenemos?-
La ulterana se cruzó de brazos activando por error más de aquel poderoso somnifero pero con la suerte de no dar a nadie.
-Yo diria que unas buenas nueve o diez horas... No sabria decir muy bien... Solo lo he probado con otros cetaceos, es la primera vez que lo pruebo en ulteranos.-respondio todo lo precisamente que pudo.
-Bueno, pongámonos a ello... no quiero estar cerca cuando despierte.-dijo la nublina, intentando coger al ulterano sin poder si quiera moverle de la silla. La ulterana sonrio y lanzó el hechizo de levitación para posarle en un sofá. Se aseguraron que no se tumbase sobre su pelo, echandolo por encima del reposabrazos del sofá. Nia se remangó el kimono y cogio una silla para sentarse detras del ulterano. La nublina se arrodilló al lado del ulterano y cogiendole de la mano, se disculpó con él. Nia no tardó en sacar dos instrumentos algo complejos de su morrón. Se abrian y cerraban como tijeras pero tanto el filo como la curvatura de este eran impropios de unas tijeras y parecian diseñadas para cortar un típico especifico de pelo. La nublina contempló las extrañas tijeras durante unos segundos antes de cogerlas de las manos de la niña. Sin más dilación, procedieron a cortar el pelo al ulterano. Las tijeras resonaban en la estancia. Estaban tan sumidas en su trabajo que apenas intercambiaban palabras salvo cuando la ulterana corregia a la nublina en que pelo cortar o cuando la nublina se equivocaba y cortaba de más. La ulterana normalmente miraba con cara de dolor el resultado y la nublina procedia a disculparse entonces con el inconsciente Toima.
-¡Mira que puntas!-dijo Nia cogiendo uno de los mechones del suelo y mostrandoselo a la nublina. El pelo enredado en si era sin duda más parecido al de un animal que al de una persona. Y la nublina sabia cuantos de esos nudos tenia el ulterano.-Debe de llevar la vida sin cuidar su pelo... Por lo menos se lo lava, pero eso no es suficiente.-se giró entonces los que se habian quedado a mirar como le cortaban el pelo al ulterano.-Por eso estamos tomando esta medida tan drastica... y de no ser por el somnifero no se dejaria.-explicó.
Los montones de pelo que se iban formando en el suelo iban lentamente moviendose, como empujados por algo diminuto. Si uno se fijaba podia verse al ermitaño que Nia antes habia tenido en su cabeza empujando laboriosamente el pelo grisaceo por el suelo, haciendolo un único montón. Cuando terminaron, la ulterana se quitó el sudor de su frente y la nublina suspiró apoyando sus manos en su cadera. Ambas se miraron y al instante se rieron. El ulterano habia peridido más de treinta centímetros de pelo y no habia rastro de sus tentáculos. El flequillo era lo que menos habia cambiado de su aspecto, siendo recortado solo las puntas, ahora exponian las cuencas vacias donde se supone que estarian sus ojos. Sin duda el cambio de imagen le habia salido favorable. La nublina se apresuró a por una escoba para barrer el pelo reunido en el suelo. El ermitaño trepó de vuelta hacia Nia quien lo recibio con una pequeña caricia con el índice. Lanzó un hechizo de levitación hacia el ulterano que quedó suspendido detrás de ella, como un muñeco roto y sin vida, pero roncando fuertemente.
-Me lo llevaré conmigo para quitaros los gritos de cabreo de por la mañana que con lo que habeis bebido hoy, seguro que os reventaria la cabeza.-comentó con una carcajada.-Os lo devolveré mañana a mediodia y más tranquilito. Ahi ya podreis alabar su nuevo cambio de imagen. Y ahora, me despido. Adios.-dijo, haciendo una reverencia pequeña cogiendo las esquinas de su kimono y agachando ligeramente la cabeza.
Habia visto a Wen y a Noel subir juntos, a Nasher y a Giz tambien. Quizás fue eso lo que le hizo girar la cabeza hacia atrás y mirar a Gael durante unos breves segundos. En seguida retomó su camino, con el enorme gigante colgando a la espalda.
La nublina ayudó a recoger todo el desastre que se habia organizado con la fiesta y se despidio de los que se fueron llendo a dormir o de vuelta a sus viviendas. Iba a ser la primera noche que dormia sola desde hacia mucho tiempo y como no tenia mucho sueño, se quedó sentada en un sillón, leyendo hasta que no pudo más y se subio a domir. La habitación estaba hecha un desastre. Las sabanas rasgadas, la madera de los muebles y de la puerta con marcas de arañazos. Buscó por todos lados y encontró a la lagarta bajo la cama, masticando lo que parecia el relleno de una de las almohadas.
-Asi que a alguien le han salido las uñas ya.-comentó con una risilla. Regañarla no serviria de nada asi que la cogio en brazos, se cambio a su pijama y se fue a domir, abrazada a la lagarta.
;------------------------------
A la siguiente mañana un ruido repetido parecido a una llamada a la puerta resonó por el cuchitril. No fue hasta que Terro corrio hacia la puerta y la abrio que pudieron ver de quien se trataba. El ulterano, luciendo su nuevo e inovador peinado estaba partiendose la caja, con lágrimas en los ojos. Sus muñecas daban signos de haber sido engrilletadas al igual que sus tobillos. Tenia un cartel colgado del cuello que decia lo siguiente.
"Como no me dejó de dar la tabarra y se resistia a estar tranquilito a que se le pasaran los efectos secundarios del somnifero he tenido que drogarle. La risilla tonta se le irá a la hora y media o asi.
He pensado que esta tarde podriais pasaros por la botica y asi me echais una mano, los que querais. Habrá merienda." a continuación habia un dibujo que se suponia que era ella con una cara feliz. El cartel continuaba diciendo:
"No os preocupeis por las cicatrices. Recordadle a ese bruto que no se rasque y se curaran con el tiempo. Os dejo un mapa dibujado de donde encontrar la botica. ¡Somos vecinos, queridos cuchitrileros!"
A continuación era un mapa algo simple que indicaba el lugar donde encontrar la botica que se encontraba en el mismo barrio que ellos. El ulterano tomó asiento y, aun riendose, dijo entre carcajadas:
-¡Esa bruja...la voy a matar!-y a continuación rompio a reir de nuevo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
30/01/13, 02:25 am
Mantuvo la mente en blanco durante toda la canción, solo pensaba en terminar de cantarla una vez más, pero a viva voz y no en su cabeza como las últimas veces que la había tratado de recordar. A su lado oía a Noel dar palos de ciego con la percusión improvisada, y al final algún aplauso del atento público.
–¡Gracias! ¡Sois un público estupendo! Y ahora me jubilo de cantante, adiós –con una pequeña inclinación de cabeza a modo de agradecimiento se bajó de la barra. Asintió contento a la petición de Noel, contento de que le gustase, y llevó los cucharones que tenía en la mano de vuelta a su sitio. Qué vacío era cantar aquella canción sin desentonar al mismo tiempo que su hermano. Lejos de alegrarlo había acabado consiguiendo hacerlo sentirse un poco solo.
Al volver a donde estaban todos los demás Nia estaba preguntando si ahora podía cantar ella, y fue de los que asintió con la cabeza enérgicamente. Esperaba que al cederle el puesto todos pudieran ir olvidando la canción mal entonada que había interpretado. La náyade sacó una caja de música como acompañamiento y Gael suspiró aliviado al notar como sus oídos se limpiaban de la descoordinada cacerolada con aquella melodía. La voz de Nia inundó el cuchitril durante unos momentos en que todos guardaron silencio. Gael se mecía de un lado a otro con los ojos entrecerrados. Prácticamente no estaba escuchando la letra, pero le parecía que sonaba bien. Cuando Nia terminó de cantar y la música dejó de sonar, el fuego fatuo soltó un silbido y aplaudió. A su lado Tania y Toima hablaban del significado de la canción, mientras él se limitaba a mirarlos a todos con una sonrisa estática. La melodía y el alcohol habían conseguido que su mente se marchase muy lejos y no volviese en sí hasta que vio a Tania por los aires.
–¿Qué? ¿Quién? Ah, Giz, Tania no es una silla –murmuró al detectar al culpable de las maniobras de la nublina. Como era lógico el asreniano no le había oído, pero como justo en ese momento bajó a la muchacha, Gael asintió satisfecho y siguió meciéndose en el aire. Ahora lo que ocupaba su mente era el estado del cuchitril, y por eso ya no miraba para Giz cuando fue él mismo quien echó a volar.
«Montaña de platos, cerveza por el suelo, barra pisoteada… ¿no está esa cazuela abollada? Buf… ¿pero qué más dará? Ya se limpiará mañana». Gael se rascó la cabeza y bostezó. Al frotarse los ojos oyó un castañazo y miró rápidamente al origen del sonido, donde Noel había caído encima de Wen.
–Pero esperad a llegar a la habitación, digo yo –soltó no demasiado alto. Cuando instantes después Wen subía a Noel por las escaleras volvió a asentir complacido. El número de asistentes ya se notaba disminuido, y los siguientes en marcharse fueron los del burdel, a excepción de Wen. Gael los despidió en la puerta, y al volver a la mesa fue testigo de un curioso espectáculo. Nia afirmaba que el argos estaba dormido cuando él se acercaba.
–¿Qué vais a hacer? ¿Algún tipo de broma? –preguntó confuso pero empezando a sonreír pérfidamente. Tuvo que contener el gesto de empezar a frotarse las manos cuando explicaron que solamente se trataba de un corte de pelo. Se apoyó en la mesa y suspiro aburrido mientras las chicas cortaban y charlaban sobre las puntas abiertas y cosas que a Gael le daban exactamente lo mismo. Al terminar, Nia dijo que se llevaría al ulterano y Gael emitió un quejido-. Pero iba a ser divertido –protestó de forma infantil y sin poder reprimir un bostezo.
Cuando Nia y Toima salieron a la oscuridad de la calle, agitó el brazo con los ojos medio cerrados y se dispuso a subir a dormir por fin. Tania todavía quedaba recogiendo.
–No te esfuerces mucho… mañana te ayudamos, vete a dormir, anda.
Gael subió las escaleras, deseando abandonarse por fin al sueño, y llegó a la puerta de su habitación. «¿Cerrada? ¿No la dejé abierta?». Iba a girar el picaporte cuando un sonido en el interior le hizo pararse en seco. Había gente allí dentro, así que aguzó el oído y terminó por retroceder confundido. «¿Y ahora qué hago?». Se paseó por delante de todas las puertas buscando una entreabierta que estuviera vacía, pero como no había ninguna empezó a exasperarse. «Si supiera cuál está vacía, ahí mismo me metía… y en la de Tania no me puedo meter, quizá le daría algo». Al final optó por llamar a la puerta de Yloh, al cual había visto subir poco antes que él y esperaba no despertarlo.
–Oye Yloh, ¿me haces un favor? –El muchacho abrió con intriga y Gael se apoyó en la puerta haciendo que se abriese. Y como estaba abierta, entró–. Déjame un sitito por algún rincón… Hay gente en mi habitación, dos por lo menos, ni idea de quién. No molesto, doy luz pero también caliento la habitación. –La última palabra se vio interrumpida por un bostezo y el fuego fatuo se aovilló al lado de la puerta-. Asias –murmuró antes de caer rendido.
A la mañana siguiente cuando abrió el ojo vio una cama vacía a su lado. Parpadeó varias veces, molesto por la luz del sol y tomó conciencia poco a poco de dónde estaba y cómo había acabado allí. Tenía un martilleo desagradable en la sien y se frotó la zona dolorida hasta sentirse con fuerzas para salir de allí. Lo primero que hizo fue buscar a Yloh, que desayunaba en el piso inferior.
–¡Yloh! Perdona por meterme sin preguntar ayer. Tenías que haberme mandado a dormir al sótano, en serio –soltó una risa entre dientes, no podía hacer más con aquella molestia en la cabeza. Quería que el nublino se tomara su disculpa en serio, pero le costaba pensar con claridad. Como salido de la nada, Vac apareció tras la puerta de la cocina con una infusión que olía deliciosamente a remedio milagroso.
–¡Gracias mil! –Se la bebió casi de tirón. Aunque no se encontraba ni de lejos tan mal como la última vez, era de agradecer.
Un poco más allá, Terro permitió el paso a alguien. Todos se giraron a ver de quién se trataba, y en el umbral estaba Toima partiéndose de risa. Al recordar lo que había pasado la noche anterior, Gael se preguntó de qué se estaría riendo.
–¿Qué le has hecho a Nia? –preguntó sospechando que podría haberle devuelto la jugada, un poco preocupado. Pero el ulterano se les acercó y se sentó con ellos sin parar de maldecir y reír, y la nota que traía consigo lo explicaba todo.
«Locos, todos locos» pensó Gael meneando la cabeza al ver las heridas de las muñecas.
–¡Gracias! ¡Sois un público estupendo! Y ahora me jubilo de cantante, adiós –con una pequeña inclinación de cabeza a modo de agradecimiento se bajó de la barra. Asintió contento a la petición de Noel, contento de que le gustase, y llevó los cucharones que tenía en la mano de vuelta a su sitio. Qué vacío era cantar aquella canción sin desentonar al mismo tiempo que su hermano. Lejos de alegrarlo había acabado consiguiendo hacerlo sentirse un poco solo.
Al volver a donde estaban todos los demás Nia estaba preguntando si ahora podía cantar ella, y fue de los que asintió con la cabeza enérgicamente. Esperaba que al cederle el puesto todos pudieran ir olvidando la canción mal entonada que había interpretado. La náyade sacó una caja de música como acompañamiento y Gael suspiró aliviado al notar como sus oídos se limpiaban de la descoordinada cacerolada con aquella melodía. La voz de Nia inundó el cuchitril durante unos momentos en que todos guardaron silencio. Gael se mecía de un lado a otro con los ojos entrecerrados. Prácticamente no estaba escuchando la letra, pero le parecía que sonaba bien. Cuando Nia terminó de cantar y la música dejó de sonar, el fuego fatuo soltó un silbido y aplaudió. A su lado Tania y Toima hablaban del significado de la canción, mientras él se limitaba a mirarlos a todos con una sonrisa estática. La melodía y el alcohol habían conseguido que su mente se marchase muy lejos y no volviese en sí hasta que vio a Tania por los aires.
–¿Qué? ¿Quién? Ah, Giz, Tania no es una silla –murmuró al detectar al culpable de las maniobras de la nublina. Como era lógico el asreniano no le había oído, pero como justo en ese momento bajó a la muchacha, Gael asintió satisfecho y siguió meciéndose en el aire. Ahora lo que ocupaba su mente era el estado del cuchitril, y por eso ya no miraba para Giz cuando fue él mismo quien echó a volar.
«Montaña de platos, cerveza por el suelo, barra pisoteada… ¿no está esa cazuela abollada? Buf… ¿pero qué más dará? Ya se limpiará mañana». Gael se rascó la cabeza y bostezó. Al frotarse los ojos oyó un castañazo y miró rápidamente al origen del sonido, donde Noel había caído encima de Wen.
–Pero esperad a llegar a la habitación, digo yo –soltó no demasiado alto. Cuando instantes después Wen subía a Noel por las escaleras volvió a asentir complacido. El número de asistentes ya se notaba disminuido, y los siguientes en marcharse fueron los del burdel, a excepción de Wen. Gael los despidió en la puerta, y al volver a la mesa fue testigo de un curioso espectáculo. Nia afirmaba que el argos estaba dormido cuando él se acercaba.
–¿Qué vais a hacer? ¿Algún tipo de broma? –preguntó confuso pero empezando a sonreír pérfidamente. Tuvo que contener el gesto de empezar a frotarse las manos cuando explicaron que solamente se trataba de un corte de pelo. Se apoyó en la mesa y suspiro aburrido mientras las chicas cortaban y charlaban sobre las puntas abiertas y cosas que a Gael le daban exactamente lo mismo. Al terminar, Nia dijo que se llevaría al ulterano y Gael emitió un quejido-. Pero iba a ser divertido –protestó de forma infantil y sin poder reprimir un bostezo.
Cuando Nia y Toima salieron a la oscuridad de la calle, agitó el brazo con los ojos medio cerrados y se dispuso a subir a dormir por fin. Tania todavía quedaba recogiendo.
–No te esfuerces mucho… mañana te ayudamos, vete a dormir, anda.
Gael subió las escaleras, deseando abandonarse por fin al sueño, y llegó a la puerta de su habitación. «¿Cerrada? ¿No la dejé abierta?». Iba a girar el picaporte cuando un sonido en el interior le hizo pararse en seco. Había gente allí dentro, así que aguzó el oído y terminó por retroceder confundido. «¿Y ahora qué hago?». Se paseó por delante de todas las puertas buscando una entreabierta que estuviera vacía, pero como no había ninguna empezó a exasperarse. «Si supiera cuál está vacía, ahí mismo me metía… y en la de Tania no me puedo meter, quizá le daría algo». Al final optó por llamar a la puerta de Yloh, al cual había visto subir poco antes que él y esperaba no despertarlo.
–Oye Yloh, ¿me haces un favor? –El muchacho abrió con intriga y Gael se apoyó en la puerta haciendo que se abriese. Y como estaba abierta, entró–. Déjame un sitito por algún rincón… Hay gente en mi habitación, dos por lo menos, ni idea de quién. No molesto, doy luz pero también caliento la habitación. –La última palabra se vio interrumpida por un bostezo y el fuego fatuo se aovilló al lado de la puerta-. Asias –murmuró antes de caer rendido.
A la mañana siguiente cuando abrió el ojo vio una cama vacía a su lado. Parpadeó varias veces, molesto por la luz del sol y tomó conciencia poco a poco de dónde estaba y cómo había acabado allí. Tenía un martilleo desagradable en la sien y se frotó la zona dolorida hasta sentirse con fuerzas para salir de allí. Lo primero que hizo fue buscar a Yloh, que desayunaba en el piso inferior.
–¡Yloh! Perdona por meterme sin preguntar ayer. Tenías que haberme mandado a dormir al sótano, en serio –soltó una risa entre dientes, no podía hacer más con aquella molestia en la cabeza. Quería que el nublino se tomara su disculpa en serio, pero le costaba pensar con claridad. Como salido de la nada, Vac apareció tras la puerta de la cocina con una infusión que olía deliciosamente a remedio milagroso.
–¡Gracias mil! –Se la bebió casi de tirón. Aunque no se encontraba ni de lejos tan mal como la última vez, era de agradecer.
Un poco más allá, Terro permitió el paso a alguien. Todos se giraron a ver de quién se trataba, y en el umbral estaba Toima partiéndose de risa. Al recordar lo que había pasado la noche anterior, Gael se preguntó de qué se estaría riendo.
–¿Qué le has hecho a Nia? –preguntó sospechando que podría haberle devuelto la jugada, un poco preocupado. Pero el ulterano se les acercó y se sentó con ellos sin parar de maldecir y reír, y la nota que traía consigo lo explicaba todo.
«Locos, todos locos» pensó Gael meneando la cabeza al ver las heridas de las muñecas.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
30/01/13, 09:24 pm
Asisto defraudada a la respuesta de Matt: “Que yo sepa, no hay ciborgs, lo último que escuché de gran tecnología han sido aspiradoras que van solas". A continuación, este se echa a reír; menuda decepción.
—Bah, es marcharme yo de la Tierra y el ser humano se queda estancado. ¡Hasta yo he visto aspiradoras robotizadas! –exclamo evidentemente frustrada. Me tiro a la silla enfurruñada y saco la lengua ante el comentario de Noel–. Jo, yo quería mi cíborg asesino… –Entonces respondo a lo que me dice el ulterano–: espera, las baterías no son el problema. Quiero decir, un cíborg es un humano son partes de robot y esas cosas, pero no un robot, Tuima.
Oh, tengo una buena idea: alguna vez robaré un nublino para meterle chips y armas asesinas y tenerlo así. Me río ante la idea y susurro: “Es perfecto, perfecto.”
Entonces, una canción de sobras conocida me saca de mi ensimismamiento. Silbo a los dos intentos de artistas e improviso una melodía propia con la silla. Al final de la canción, cuando piden coros, me uno sin duda a su canto. ¡Oh! ¡Qué buenos somos! Si algún día nos dedicamos a esto, lo vamos a petar en los guateques.
“Cuenta una leyenda…”
—¡Conozco esta canción! –Y mientras grito salto de la silla y me subo al escenario. No es que me la sepa demasiado bien, pues el español no pasaba de chapurrearlo un poco; pero recuerdo que me gustaba lo suficiente como para llegar a entenderla.
Cuando terminamos de cantar, es Nia quien sale. Es una melodía bonita y, sin duda, su voz sobria es más suave que las nuestra. Uff, que sueñecito me está entrando… Pero aún me queda otro espectáculo más antes de terminar la noche, y es ni más ni menos que a Giz haciendo volar por los aires a Tania. Grito cosas sin mucho sentido, creo que algo como que se parece a mí, o así…
Una vez empiezan todos a subir, yo también doy por terminada la juerga. Me despido de los que vuelven a sus casas y me giro hacia Nia y Tania, quienes habían dormido a Toima.
—Si es que sabía yo que tenías un laboratorio de dronjas ahí debajo… –comento soltando una risotada–. En fin, yo me voy a dormir la mona, bonitas. ¡Recuerda… recuerda Tania que las chicas del cuchitril molamos… más.
Tal como entro en mi cuarto, me quito las ropas… Ains, no, ahí no está la runa. ¿Dónde está mi runa? Ah, aquí, sobre el antebrazo izquierdo. Me tiro en la cama y caigo rendida al instante.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
—La luz del sol… duele. Seguro que es culpa de Jack, nunca te puedes fiar de los vampiros –A pesar de mi rostro malhumorado, digo esto en broma a los del comedor. Cuando termino de bajar las escaleras, veo que ya están Yloh, el fuego fatuo y el hado bebiendo algún tipo de infusión–. Por la cara que haces, Gael, debe ser el remedio definitivo de la abuela contra el cáncer. Anda, dame un poco antes de que acabe con mis neuronas el gracioso que se ha instalado con un martillo en mi cabeza.
Al poco de salir de la cocina, veo a Toima entrando en el edificio profiriendo amenazas contra Nia con una sonrisa en el rostro. La hostia, verlo así acojona que no veas. Leo la nota en su cuello cuando se acerca y comento:
—Lo dicho, todo un laboratorio de drogas que se ha montado nuestra nueva vecinita. Tendremos que andarnos con cuidado, o esto se va a convertir en un suburbio lleno de drogadictos.
—Bah, es marcharme yo de la Tierra y el ser humano se queda estancado. ¡Hasta yo he visto aspiradoras robotizadas! –exclamo evidentemente frustrada. Me tiro a la silla enfurruñada y saco la lengua ante el comentario de Noel–. Jo, yo quería mi cíborg asesino… –Entonces respondo a lo que me dice el ulterano–: espera, las baterías no son el problema. Quiero decir, un cíborg es un humano son partes de robot y esas cosas, pero no un robot, Tuima.
Oh, tengo una buena idea: alguna vez robaré un nublino para meterle chips y armas asesinas y tenerlo así. Me río ante la idea y susurro: “Es perfecto, perfecto.”
Entonces, una canción de sobras conocida me saca de mi ensimismamiento. Silbo a los dos intentos de artistas e improviso una melodía propia con la silla. Al final de la canción, cuando piden coros, me uno sin duda a su canto. ¡Oh! ¡Qué buenos somos! Si algún día nos dedicamos a esto, lo vamos a petar en los guateques.
“Cuenta una leyenda…”
—¡Conozco esta canción! –Y mientras grito salto de la silla y me subo al escenario. No es que me la sepa demasiado bien, pues el español no pasaba de chapurrearlo un poco; pero recuerdo que me gustaba lo suficiente como para llegar a entenderla.
Cuando terminamos de cantar, es Nia quien sale. Es una melodía bonita y, sin duda, su voz sobria es más suave que las nuestra. Uff, que sueñecito me está entrando… Pero aún me queda otro espectáculo más antes de terminar la noche, y es ni más ni menos que a Giz haciendo volar por los aires a Tania. Grito cosas sin mucho sentido, creo que algo como que se parece a mí, o así…
Una vez empiezan todos a subir, yo también doy por terminada la juerga. Me despido de los que vuelven a sus casas y me giro hacia Nia y Tania, quienes habían dormido a Toima.
—Si es que sabía yo que tenías un laboratorio de dronjas ahí debajo… –comento soltando una risotada–. En fin, yo me voy a dormir la mona, bonitas. ¡Recuerda… recuerda Tania que las chicas del cuchitril molamos… más.
Tal como entro en mi cuarto, me quito las ropas… Ains, no, ahí no está la runa. ¿Dónde está mi runa? Ah, aquí, sobre el antebrazo izquierdo. Me tiro en la cama y caigo rendida al instante.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
—La luz del sol… duele. Seguro que es culpa de Jack, nunca te puedes fiar de los vampiros –A pesar de mi rostro malhumorado, digo esto en broma a los del comedor. Cuando termino de bajar las escaleras, veo que ya están Yloh, el fuego fatuo y el hado bebiendo algún tipo de infusión–. Por la cara que haces, Gael, debe ser el remedio definitivo de la abuela contra el cáncer. Anda, dame un poco antes de que acabe con mis neuronas el gracioso que se ha instalado con un martillo en mi cabeza.
Al poco de salir de la cocina, veo a Toima entrando en el edificio profiriendo amenazas contra Nia con una sonrisa en el rostro. La hostia, verlo así acojona que no veas. Leo la nota en su cuello cuando se acerca y comento:
—Lo dicho, todo un laboratorio de drogas que se ha montado nuestra nueva vecinita. Tendremos que andarnos con cuidado, o esto se va a convertir en un suburbio lleno de drogadictos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
01/02/13, 01:21 am
-Por Nassandra...-fue lo primero que salió de Giz cuando el sol se hizo lo suficiente molesto para acabar de despertarlo. La espalda y la cabeza le dolían horrores y, en un principio, el asreniano no fue consciente de dónde o con quién estaba tumbado. Hasta que puso una de sus manos a tientas en el suelo que había hecho hoy las funciones de cama, plantó la otra sobre el pecho desnudo de alguien y la espesura que anegaba su memoria se fue aclarando. << ¿Nasher?>>.
Se incorporó con tal susto en el cuerpo que casi creyó comprender lo que eran los sudores fríos, a pesar de que él no sudaba. Se quedó sentado y fue pasando la vista por toda la habitación, desviando inconscientemente la mirada a Nasher de cuando en cuando, pasando por alto el hecho de que su poncho le tapaba la cara. La ausencia de cama fue esclarecedora y Giz enseguida supo dónde se había metido, aparte de en un berenjenal. << ¿Dónde habrá dormido el pobre Gael? ¿Y... nos habrá visto? >>. La simple idea volvió a asustarle.
Buscó algo con lo que taparse un poco, algo que resultaron ser los pantalones de Nasher, y se tumbó de nuevo en el suelo a su lado, bocarriba, con la mirada perdida en el techo. Respiró hondo varias veces y trató de centrar sus ideas a pesar de la resaca. Cuando vio que no le funcionaba, acabó por darle un par de golpecillos con la cabeza a Nasher, en el hombro.
-¿Nash?-preguntó en voz baja, esperando que estuviera mínimamente despierto-. ¿Nosotros... eso?-no sabía cómo preguntarlo, tenía el cerebro vocabulariamente vacío. Pero o mejor es que tampoco era capaz de asimilarlo.
Se incorporó con tal susto en el cuerpo que casi creyó comprender lo que eran los sudores fríos, a pesar de que él no sudaba. Se quedó sentado y fue pasando la vista por toda la habitación, desviando inconscientemente la mirada a Nasher de cuando en cuando, pasando por alto el hecho de que su poncho le tapaba la cara. La ausencia de cama fue esclarecedora y Giz enseguida supo dónde se había metido, aparte de en un berenjenal. << ¿Dónde habrá dormido el pobre Gael? ¿Y... nos habrá visto? >>. La simple idea volvió a asustarle.
Buscó algo con lo que taparse un poco, algo que resultaron ser los pantalones de Nasher, y se tumbó de nuevo en el suelo a su lado, bocarriba, con la mirada perdida en el techo. Respiró hondo varias veces y trató de centrar sus ideas a pesar de la resaca. Cuando vio que no le funcionaba, acabó por darle un par de golpecillos con la cabeza a Nasher, en el hombro.
-¿Nash?-preguntó en voz baja, esperando que estuviera mínimamente despierto-. ¿Nosotros... eso?-no sabía cómo preguntarlo, tenía el cerebro vocabulariamente vacío. Pero o mejor es que tampoco era capaz de asimilarlo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: El Cuchitril (Archivo I)
01/02/13, 11:40 am
-¿Hmm?
Nasher gruñó porque alguien le hubiese despertado. Le dolía la cabeza a pesar de que tampoco había bebido tanto, y la espalda le crujió escandalosamente cuando rodó sobre sí mismo para ver quién había osado importunar su sueño. << Estúpido suelo estúpido>> Al ver a Giz su expresiñon molesta cambió a una amplia sonrisa. Estiró los brazos y por el camino abrazó a su compañero utilizándolo para volver a hacer crujir su espalda.
-Buenos dias- dijo con voz ronca.
Ccarraspeó un poco para aclararse la garganta. Giz le preguntó tímidamente y él inmediatamente se echó a reir por lo bajo. ¿No se acordaba de nada? A Nasher eso le molestó y le hio gracia a partes iguales. Le molestaba que la noche que habían pasado juntos no hubiese calado lo suficiente en el goliat, hería su orgullo, pero aún podía picarlo un poco para compensar.
-¿No recuerdas nada?- preguntó con tono de sorpresa- Estuviste increíble, aun no me acabo de creer que fueses capaz de hacer esas cosas
En realidad él mismo no se acordaba muy bien de los pequeños detalles, pero aun tenía bastante cabeza comopara saber qué hicieron y qué no. Se puso en pie, quitándose el poncho de Giz para buscar su ropa.
-De todas formas eso ya no importa. Abajo huele bien ¿te apetece desayunar?- preguntó quitándole hierro al asunto. Encontró sus pantalones; los llevaba puestos Giz- Te quean bien- comentó divertido.
Acabó poniéndose los pantalones del otro y su poncho, a pesar de que los odiaba y cambió su piel para ponerla del mismo tono que la de Giz.
-Mira, ahora soy tú- dijo, riendo tanto que le empezaron a dar pinchazos en la cabeza.
Nasher gruñó porque alguien le hubiese despertado. Le dolía la cabeza a pesar de que tampoco había bebido tanto, y la espalda le crujió escandalosamente cuando rodó sobre sí mismo para ver quién había osado importunar su sueño. << Estúpido suelo estúpido>> Al ver a Giz su expresiñon molesta cambió a una amplia sonrisa. Estiró los brazos y por el camino abrazó a su compañero utilizándolo para volver a hacer crujir su espalda.
-Buenos dias- dijo con voz ronca.
Ccarraspeó un poco para aclararse la garganta. Giz le preguntó tímidamente y él inmediatamente se echó a reir por lo bajo. ¿No se acordaba de nada? A Nasher eso le molestó y le hio gracia a partes iguales. Le molestaba que la noche que habían pasado juntos no hubiese calado lo suficiente en el goliat, hería su orgullo, pero aún podía picarlo un poco para compensar.
-¿No recuerdas nada?- preguntó con tono de sorpresa- Estuviste increíble, aun no me acabo de creer que fueses capaz de hacer esas cosas
En realidad él mismo no se acordaba muy bien de los pequeños detalles, pero aun tenía bastante cabeza comopara saber qué hicieron y qué no. Se puso en pie, quitándose el poncho de Giz para buscar su ropa.
-De todas formas eso ya no importa. Abajo huele bien ¿te apetece desayunar?- preguntó quitándole hierro al asunto. Encontró sus pantalones; los llevaba puestos Giz- Te quean bien- comentó divertido.
Acabó poniéndose los pantalones del otro y su poncho, a pesar de que los odiaba y cambió su piel para ponerla del mismo tono que la de Giz.
-Mira, ahora soy tú- dijo, riendo tanto que le empezaron a dar pinchazos en la cabeza.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: El Cuchitril (Archivo I)
03/02/13, 11:34 pm
Wednesday sintió un pinchazo en la cabeza seguida de un profundo dolor casi antes de despertarse. Estaba claro que la fiesta de ayer se había desmadrado hasta el punto de terminar decantando en una borrachera importante. Se removió en la cama y se percató de que el colchón sobre el que estaba no era el suyo. Aunque desde que se había transformado ya no se levantaba tan alerta como antes, o al menos no también cuando estaba de resaca, seguía reconociendo las camas sobre las que despertaba y esa no le sonaba. La vouivre parpadeó rápidamente al sentir la claridad entrando de sopetón en sus pupilas mal acostumbradas. Al removerse de nuevo sintió un pecho bajo ella agitándose. Aun entre el sueño y la vigilia frunció el ceño. Hacía mucho tiempo que no dormía con nadie y la sola idea de que pudiera haber contratado los servicios de alguien del burdel en medio de una borrachera y por un capricho tonto le trastocó la mente, odiaba gastar dinero por cosas que no consideraba necesarias.
Apoyándose en el pecho del personaje sobre el que estaba se impulsó levemente para incorporarse. Tuvo que sostenerse la cabeza rápidamente por el mareo. Con la mano con la que sujetaba su frente, se revolvió el pelo y luego se lo peinó hacia atrás con los dedos para mirar por fin a su acompañante a través de sus pestañas por culpa de sus ojos entrecerrados y saludarlo como si la situación fuera la más normal del mundo con un leve y bajo “Buenos días” para luego mirar hacia la puerta, pero entonces se percató de quién era el que le acompañaba. Frunciendo el ceño volvió a girarse hacia Noel, que la miraba bastante perplejo.
- ¿Noel? ¿Qué hago aquí? - preguntó con pastosa. En un movimiento de cabeza suave por culpa del dolor, se percató de su desnudez y de la de su compañero.- Genial… No lo habremos hecho, ¿verdad? No es que me queje, pero es tu virginidad, no la mía.
Wen soltaba sus pensamientos sin hilarlos hasta que se quedó callada mirando al draco y esperando que él echara luz sobre la situación sin dejar de apoyar una mano en su pecho y otra en su frente.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/02/13, 03:08 pm
El tiempo pasó mientras Noel seguía intentando recordar lo que había sucedido la noche anterior. Le costaba mucho pensar con el dolor de cabeza que tenía y la situación en la que estaba. Pero había logrado acordarse de que Wen lo había llevado hasta su habitación para que se fuera a dormir mientras él protestaba y después de eso tan sólo recordaba haberse desvestido y quedarse inmediatamente dormido, o al menos eso creía. ¿Cómo habían acabado así, entonces? Le estaba dando vueltas a eso cuando notó movimiento a su lado.
Observó todavía inmóvil como la vouivre se incorporaba y se llevaba la mano a la cabeza y al pelo. Quiso responderle al saludo de buenos días pero no salió ningún sonido de su boca entreabierta que conformaba junto a su mirada la expresión de perplejidad con la que la estaba mirando. Wen por fin pareció reaccionar a la situación. Pensó en responder "yo también quisiera saberlo" a su primera pregunta, pero ella siguió hablando. Y lo que dijo era probablemente una de las últimas cosas que esperaba oír. Le llevó unos cuantos segundos descifrarlo, durante los cuales el único movimiento procedente de su cuerpo fue de sus ojos, que se abrieron considerablemente pese al estado del draco. ¿Había dicho que no se quejaba? Sí, lo había dicho como si fuese lo más normal del mundo. Noel enrojeció y movió la cabeza por fin para desviar la mirada después de haber permanecido en casi exactamente la misma posición durante una cantidad de minutos considerable desde que se había despertado. Con el corazón desbocado nuevamente, trató de recuperar la compostura, tarea en realidad imposible porque no la había tenido en ningún momento desde que se despertó. Pero lo intentó. Al fin y al cabo ella seguía esperando que le respondiese. Maldijo internamente a Cain por haber provocado que desde el día anterior su virginidad fuese un tema de dominio público que ya se había mencionado mucho más de lo que le habría gustado. <<Deja de divagar y céntrate en responder tratando de no parecer aún más estúpido de lo que ya has dejado patente que eres>>, se dijo a sí mismo a modo de bofetada mental. Y eso fue lo que hizo, se recompuso todo lo que pudo antes de empezar a hablar, intentando sonar coherente y lógico. Si alguien le hubiera dicho en ese momento "la intención es lo que cuenta" habría descrito a la perfección el resultado de dicho propósito.
-No lo sé -fue lo único que le salió en un principio, con la voz desgastada por la resaca. Tragó saliva antes de seguir, con bastante dificultad-. Qui-quiero decir, que no sé como hemos acabado así porque lo último que recuerdo es haberme quedado dormido en cuanto me trajiste a la habitación- se apresuró a añadir de forma un tanto atropellada-. A-a lo mejor te sentaste un momento en la cama o algo y te quedaste dormida por el cansancio- aventuró tratando de buscar alguna explicación que no implicase volver a mencionar la posibilidad de que hubiesen hecho algo, ignorando que no se alejaba mucho de lo que había sucedido realmente.
Considerando que ya había hablado más que suficiente, se incorporó en la cama y se sentó en el borde, quedándose durante unos instantes de espaldas a Wen. Momento que aprovechó para dejar formarse en su rostro de nuevo una expresión de incredulidad. Se pasó una garra por la cabeza en un gesto nervioso y a continuación se tiró de las plumas de la barba como solía hacer. Un casi imperceptible "ay" escapó de sus labios cuando se arrancó inconscientemente una pequeña cantidad de plumón al tirar con demasiada fuerza por puro nerviosismo. Fue entonces cuando reaccionó y activó la runa, recuperando así la ropa que había llevado puesta durante la noche. También se percató de que se oía bastante jaleo en el piso de abajo y supuso que ya debían estar todos despiertos. Tratando de aparentar normalidad, aunque todavía tenía los nervios de punta, volvió a hablar. Para ello giró ligeramente la cabeza por encima del hombro, tan sólo lo suficiente como para mirar en dirección a la británica por el rabillo del ojo.
-¿Bajamos a la cocina? Me ha parecido oír a Vac ahí abajo, tal vez haya hecho esa infusión suya que ahora mismo, a mí por lo menos, me vendría muy bien. Me da la impresión de que me va a explotar la cabeza en cualquier momento... y tú seguramente te sientas de forma parecida.
No era ninguna mentira que quería deshacerse de la resaca cuanto antes, pero realmente lo que más deseaba en ese momento era evitar seguir hablando del tema, al menos por ahora, ya que no podía ni pensar con claridad.
Observó todavía inmóvil como la vouivre se incorporaba y se llevaba la mano a la cabeza y al pelo. Quiso responderle al saludo de buenos días pero no salió ningún sonido de su boca entreabierta que conformaba junto a su mirada la expresión de perplejidad con la que la estaba mirando. Wen por fin pareció reaccionar a la situación. Pensó en responder "yo también quisiera saberlo" a su primera pregunta, pero ella siguió hablando. Y lo que dijo era probablemente una de las últimas cosas que esperaba oír. Le llevó unos cuantos segundos descifrarlo, durante los cuales el único movimiento procedente de su cuerpo fue de sus ojos, que se abrieron considerablemente pese al estado del draco. ¿Había dicho que no se quejaba? Sí, lo había dicho como si fuese lo más normal del mundo. Noel enrojeció y movió la cabeza por fin para desviar la mirada después de haber permanecido en casi exactamente la misma posición durante una cantidad de minutos considerable desde que se había despertado. Con el corazón desbocado nuevamente, trató de recuperar la compostura, tarea en realidad imposible porque no la había tenido en ningún momento desde que se despertó. Pero lo intentó. Al fin y al cabo ella seguía esperando que le respondiese. Maldijo internamente a Cain por haber provocado que desde el día anterior su virginidad fuese un tema de dominio público que ya se había mencionado mucho más de lo que le habría gustado. <<Deja de divagar y céntrate en responder tratando de no parecer aún más estúpido de lo que ya has dejado patente que eres>>, se dijo a sí mismo a modo de bofetada mental. Y eso fue lo que hizo, se recompuso todo lo que pudo antes de empezar a hablar, intentando sonar coherente y lógico. Si alguien le hubiera dicho en ese momento "la intención es lo que cuenta" habría descrito a la perfección el resultado de dicho propósito.
-No lo sé -fue lo único que le salió en un principio, con la voz desgastada por la resaca. Tragó saliva antes de seguir, con bastante dificultad-. Qui-quiero decir, que no sé como hemos acabado así porque lo último que recuerdo es haberme quedado dormido en cuanto me trajiste a la habitación- se apresuró a añadir de forma un tanto atropellada-. A-a lo mejor te sentaste un momento en la cama o algo y te quedaste dormida por el cansancio- aventuró tratando de buscar alguna explicación que no implicase volver a mencionar la posibilidad de que hubiesen hecho algo, ignorando que no se alejaba mucho de lo que había sucedido realmente.
Considerando que ya había hablado más que suficiente, se incorporó en la cama y se sentó en el borde, quedándose durante unos instantes de espaldas a Wen. Momento que aprovechó para dejar formarse en su rostro de nuevo una expresión de incredulidad. Se pasó una garra por la cabeza en un gesto nervioso y a continuación se tiró de las plumas de la barba como solía hacer. Un casi imperceptible "ay" escapó de sus labios cuando se arrancó inconscientemente una pequeña cantidad de plumón al tirar con demasiada fuerza por puro nerviosismo. Fue entonces cuando reaccionó y activó la runa, recuperando así la ropa que había llevado puesta durante la noche. También se percató de que se oía bastante jaleo en el piso de abajo y supuso que ya debían estar todos despiertos. Tratando de aparentar normalidad, aunque todavía tenía los nervios de punta, volvió a hablar. Para ello giró ligeramente la cabeza por encima del hombro, tan sólo lo suficiente como para mirar en dirección a la británica por el rabillo del ojo.
-¿Bajamos a la cocina? Me ha parecido oír a Vac ahí abajo, tal vez haya hecho esa infusión suya que ahora mismo, a mí por lo menos, me vendría muy bien. Me da la impresión de que me va a explotar la cabeza en cualquier momento... y tú seguramente te sientas de forma parecida.
No era ninguna mentira que quería deshacerse de la resaca cuanto antes, pero realmente lo que más deseaba en ese momento era evitar seguir hablando del tema, al menos por ahora, ya que no podía ni pensar con claridad.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
04/02/13, 04:42 pm
Después de devolverle el abrazo y darle los buenos días, Giz resopló y trató de esbozar lo que parecía ser un borrador de sonrisa que no sabía cómo finalizar. Realmente sí que lo recordaba, la memoria le había vuelto entre el dolor de cabeza al poco de estar despierto. Pero al asreniano simplemente le costaba procesar que fuera cierto lo que ocurrió y quería asegurarse de que no se le habían cruzado los recuerdos de manera extraña. Pero si había tenido dudas, la actitud de Nasher y sus palabras las habían disipado del todo.
-Sí, sí. Sí-se calló y se quedó como pillado unos segundos, mirando a la pared-. Sí que me acuerdo. Pero... Pero ¿Increíble?-las imágenes que le venían a la cabeza eran más torpemente borrachas-. ¿Estás seguro? Bueno...-Nasher habló de bajar a desayunar y Giz sintió como si se quitara un peso de encima-. Va, vamos-atajó rápido de más.
Se quedó sentado en el suelo, observando embelesado y con relativa tranquilidad como Nasher se vestía con su ropa e imitaba después su color de piel.
-Te falta la gola-comentó con expresión casi alegre mientras abría y cerraba la suya-. Pero por lo demás, me has clavado.
Se levantó del suelo con pesadez, dispuesto a bajar, pero antes de ponerse en marcha realizó un par de hechizos de limpieza y de buen olor sobre la habitación, para compensar su pequeño fallo orientativo de ayer y evitar posibles situaciones vergonzosas. De camino a la puerta, se sorprendió a sí mismo agarrando a Nasher por la cintura. Retiró las manos enseguida que se dio cuenta y no tardó mucho más en echar de menos su poncho y el efecto placebo de falsa seguridad que le procuraba encogerse debajo.
Entró en la cocina caminando casi escondido tras Nasher y se encontró allí a practicamente todo el mundo. Incluso Vac, a quien no tardó en agradecerle una de sus famosas infusiones contra la resaca. Por suerte, estaban todos arremolinados alrededor de Toima, el cual reía sin parar, y eso lo hizo sentir algo más relajado. Giz se acercó lo suficiente al argos para leer la nota que colgaba de él y observó la escena tantos minutos como pudo antes de acercarse al fuego fatuo.
-Eh... Gael... Siento lo de tu habitación y... bueno... la he limpiado antes de salir, por si... eh... ¿dónde has dormido?-cambió sutilmente de tema-. Podías coger mi habitación sin problemas aunque está la cabra pero supongo que no te daría muchos problemas de haber dormido allí o no sé ese animal es un poco aleatorio y...-había acabado hablando tan deprisa que había perdido las comas y el aliento. Cogió una bocanada de aire e intentó finalizar lo menos torpemente posible-. Bueno, eso... que lo siento mucho-se rascó la cabeza y, por vigésima vez en menos de un par de horas, volvió a pensar en lo agradable que debía de ser conocer al abismo.
-Sí, sí. Sí-se calló y se quedó como pillado unos segundos, mirando a la pared-. Sí que me acuerdo. Pero... Pero ¿Increíble?-las imágenes que le venían a la cabeza eran más torpemente borrachas-. ¿Estás seguro? Bueno...-Nasher habló de bajar a desayunar y Giz sintió como si se quitara un peso de encima-. Va, vamos-atajó rápido de más.
Se quedó sentado en el suelo, observando embelesado y con relativa tranquilidad como Nasher se vestía con su ropa e imitaba después su color de piel.
-Te falta la gola-comentó con expresión casi alegre mientras abría y cerraba la suya-. Pero por lo demás, me has clavado.
Se levantó del suelo con pesadez, dispuesto a bajar, pero antes de ponerse en marcha realizó un par de hechizos de limpieza y de buen olor sobre la habitación, para compensar su pequeño fallo orientativo de ayer y evitar posibles situaciones vergonzosas. De camino a la puerta, se sorprendió a sí mismo agarrando a Nasher por la cintura. Retiró las manos enseguida que se dio cuenta y no tardó mucho más en echar de menos su poncho y el efecto placebo de falsa seguridad que le procuraba encogerse debajo.
Entró en la cocina caminando casi escondido tras Nasher y se encontró allí a practicamente todo el mundo. Incluso Vac, a quien no tardó en agradecerle una de sus famosas infusiones contra la resaca. Por suerte, estaban todos arremolinados alrededor de Toima, el cual reía sin parar, y eso lo hizo sentir algo más relajado. Giz se acercó lo suficiente al argos para leer la nota que colgaba de él y observó la escena tantos minutos como pudo antes de acercarse al fuego fatuo.
-Eh... Gael... Siento lo de tu habitación y... bueno... la he limpiado antes de salir, por si... eh... ¿dónde has dormido?-cambió sutilmente de tema-. Podías coger mi habitación sin problemas aunque está la cabra pero supongo que no te daría muchos problemas de haber dormido allí o no sé ese animal es un poco aleatorio y...-había acabado hablando tan deprisa que había perdido las comas y el aliento. Cogió una bocanada de aire e intentó finalizar lo menos torpemente posible-. Bueno, eso... que lo siento mucho-se rascó la cabeza y, por vigésima vez en menos de un par de horas, volvió a pensar en lo agradable que debía de ser conocer al abismo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 04:53 pm
A medida que Noel iba intentando explicarse, lo único que Wen leía en él era la negación continua de que fuera posible que ellos se hubieran acostado, como si la sola idea le repugnara. El draco se incorporó de la cama con una brusquedad que a Wen le pareció fruto de su repulsión a que ella le tocara, ya que había mantenido hasta entonces la mano sobre su pecho.
Si Noel no se hubiera mantenido de espaldas, podría haber visto a la perfección como la boca de Wen se iba abriendo cada vez más formando una perfecta expresión de incredulidad, que se iba acentuando a medida que el draco se iba revolviendo el pelo nervioso, se vestía y hablaba sin apenas mirarla. “Me repudia. La simple idea de haberse acostado conmigo le repugna tanto que, aunque no lo recuerda, no hace más que negarlo.” Pensó profundamente ofendida y se levantó rápidamente furiosa activando sus runas en el proceso.
- Tranquilo, Noel. - comenzó a decir con un palpable enfado y un sarcasmo más que evidente.- Me voy sin molestarte más, no quisiera que los dos segundos de más que tardara en irme fueran los causantes de que te pusieras a vomitar. -dijo ya frente al draco.- Ya me has dejado claro que te repugno y que ni loco te acostarías conmigo. ¿Y si ayer pasó, qué, eh, Noel? ¿Lo negarás continuamente para autoconvencerte? Espero que no nos hayamos acostado, porque odio gastar mi energía y, mucho menos, mi cuerpo en gente que no lo merece. - concluyó con un portazo al salir de la habitación del draco.
Bajó las escaleras a paso acelerado mientras realizaba un hechizo de limpieza en ella y en su ropa. Rápidamente, entró en la cocina como si nada, gruñendo un “Buenos días” y deseando que no hubieran escuchado el portazo, cogió un vaso de la infusión de Vac y se lo bebió de trago a pesar de estar todavía bastante caliente.
- Me voy, tengo que trabajar. - sentenció evitando así preguntas incomodas y salió rápidamente de la cocina y el cuchitril convertida en serpiente. Aunque volando seguía siendo más lenta que corriendo o arrastrándose, la libertad que sentía al hacerlo era justo lo que necesitaba en ese momento.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 06:02 pm
Si Noel creía que ya nada podría sorprenderlo más aquella mañana, estaba totalmente equivocado. En cuanto la vouivre comenzó a hablar, de forma sarcástica y con evidente cabreo en su tono, el draco se giró de golpe para mirarla, conformando por enésima vez desde que se había despertado una expresión de total asombro e incredulidad. Permaneció en silencio, asistiendo a la escena que le resultaba tan inverosímil como si le hubieran dicho que la lluvia sube hacia arriba en vez de caer. Cuando la británica terminó de hablar intentó reaccionar, pero para cuando se levantó del sitio y llamó a Wen, ella ya estaba saliendo de un portazo.
¿Qué diablos acababa de pasar? Todavía con la misma cara de pasmo y la sensación de haber recibido varias patadas en el estómago, volvió a sentarse en la cama. Nada de aquello tenía ningún sentido. <<¿¿Pero yo qué he hecho??>>, se preguntó, furioso y confuso a partes iguales. Noel no entendía nada. En parte debido a que su cabeza todavía le palpitaba por causa de la resaca, en parte porque lo surrealista de la situación le impedía dar crédito a lo que había sucedido o tratar de entenderlo. Le dio un puñetazo a la pared, sin hacer caso alguno del dolor que sintió por ello y se levantó de golpe de nuevo, mareándose ligeramente por la brusquedad. Él no se había buscado aquella situación, ni siquiera sabía qué hacía Wen esa mañana en su cama, pero se las había arreglado para salir perjudicado aún así. <<Empiezo a pensar que tengo un don para cagarla>>, pensó mientras salía de la habitación dando también un portazo.
Cuando llegó abajo se acercó a la barra y saludó con un seco "hola" general a todos los que estaban allí porque "buenos días" habría sido una hipocresía. Se fijó en Giz y Nasher, porque había algo que le había llamado la atención en ellos aunque tardó unos segundos en descifrar qué era.
-O yo sigo borracho o Giz es Nasher y Nasher es Giz -dijo sin ningún rastro de humor en su voz.
El comentario le salió de forma automática y carente del tono jocoso que sin duda hubiera tenido de haberlo hecho en cualquier otro momento, y ni siquiera siguió pensando en ello. La expresión de su cara era malhumorada y seria. Nada más dejarse caer en la primera silla que encontró, oyó una risa que le taladró los oídos, intensificado el dolor debido al terrible dolor de cabeza que tenía y resultándole altamente irritante. Mientras hacía una mueca de dolor le lanzó un hechizo de insonorización a Toima, que era el dueño de dicha risa. Hacía mucho tiempo que no lanzaba un hechizo de este tipo sobre sus amigos.
-¿Y a ese que le pasa? -preguntó en un tono de voz cortante, mirando a los que se encontraban sentados a su lado y fijándose por primera vez en el extraño comportamiento del que hacía gala el ulterano-. En su caso lo de seguir borracho no me parece tan descabellado.
La ausencia del tono jocoso con el que habitualmente realizaba esta clase de comentarios resultaría extraña para cualquiera que conociese al draco. El chico solía esforzarse por actuar con normalidad aún cuando no se encontraba del mejor humor, pero en esta ocasión ni siquiera se planteó el intentarlo. Sus comentarios aquella mañana sonaban ácidos y cortantes. Noel suspiró y aceptó con un casi imperceptible "gracias" la infusión que le tendió el hado. Comenzó a bebérsela apresuradamente, tan sólo parando cuando era estrictamente necesario y se la acabó enseguida. Sin decir nada más a nadie se levantó y volvió a subir a su habitación a paso apresurado.
Odin rondaba por allí y el draco apenas le dedicó una breve mirada.
-¿Vienes a terminar de amargarme el día? -le espetó al gato sin miramientos.
Odin, sin embargo, esta vez no se movió de su sitio para arañarlo como hubiera sido lo normal, sino que se quedó en el rincón donde se encontraba, observándolo, casi parecía que con reprobación. Pero Noel no se estaba fijando en el felino, sólo le daba vueltas a lo sucedido, esperando que se le pasase definitivamente la resca para poder pensar adecuadamente.
¿Qué diablos acababa de pasar? Todavía con la misma cara de pasmo y la sensación de haber recibido varias patadas en el estómago, volvió a sentarse en la cama. Nada de aquello tenía ningún sentido. <<¿¿Pero yo qué he hecho??>>, se preguntó, furioso y confuso a partes iguales. Noel no entendía nada. En parte debido a que su cabeza todavía le palpitaba por causa de la resaca, en parte porque lo surrealista de la situación le impedía dar crédito a lo que había sucedido o tratar de entenderlo. Le dio un puñetazo a la pared, sin hacer caso alguno del dolor que sintió por ello y se levantó de golpe de nuevo, mareándose ligeramente por la brusquedad. Él no se había buscado aquella situación, ni siquiera sabía qué hacía Wen esa mañana en su cama, pero se las había arreglado para salir perjudicado aún así. <<Empiezo a pensar que tengo un don para cagarla>>, pensó mientras salía de la habitación dando también un portazo.
Cuando llegó abajo se acercó a la barra y saludó con un seco "hola" general a todos los que estaban allí porque "buenos días" habría sido una hipocresía. Se fijó en Giz y Nasher, porque había algo que le había llamado la atención en ellos aunque tardó unos segundos en descifrar qué era.
-O yo sigo borracho o Giz es Nasher y Nasher es Giz -dijo sin ningún rastro de humor en su voz.
El comentario le salió de forma automática y carente del tono jocoso que sin duda hubiera tenido de haberlo hecho en cualquier otro momento, y ni siquiera siguió pensando en ello. La expresión de su cara era malhumorada y seria. Nada más dejarse caer en la primera silla que encontró, oyó una risa que le taladró los oídos, intensificado el dolor debido al terrible dolor de cabeza que tenía y resultándole altamente irritante. Mientras hacía una mueca de dolor le lanzó un hechizo de insonorización a Toima, que era el dueño de dicha risa. Hacía mucho tiempo que no lanzaba un hechizo de este tipo sobre sus amigos.
-¿Y a ese que le pasa? -preguntó en un tono de voz cortante, mirando a los que se encontraban sentados a su lado y fijándose por primera vez en el extraño comportamiento del que hacía gala el ulterano-. En su caso lo de seguir borracho no me parece tan descabellado.
La ausencia del tono jocoso con el que habitualmente realizaba esta clase de comentarios resultaría extraña para cualquiera que conociese al draco. El chico solía esforzarse por actuar con normalidad aún cuando no se encontraba del mejor humor, pero en esta ocasión ni siquiera se planteó el intentarlo. Sus comentarios aquella mañana sonaban ácidos y cortantes. Noel suspiró y aceptó con un casi imperceptible "gracias" la infusión que le tendió el hado. Comenzó a bebérsela apresuradamente, tan sólo parando cuando era estrictamente necesario y se la acabó enseguida. Sin decir nada más a nadie se levantó y volvió a subir a su habitación a paso apresurado.
Odin rondaba por allí y el draco apenas le dedicó una breve mirada.
-¿Vienes a terminar de amargarme el día? -le espetó al gato sin miramientos.
Odin, sin embargo, esta vez no se movió de su sitio para arañarlo como hubiera sido lo normal, sino que se quedó en el rincón donde se encontraba, observándolo, casi parecía que con reprobación. Pero Noel no se estaba fijando en el felino, sólo le daba vueltas a lo sucedido, esperando que se le pasase definitivamente la resca para poder pensar adecuadamente.
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 06:21 pm
Una máscara flotante apareció a la vuelta de la calle. La siguió un viejy. Y luego otro. Y otro, y otro, y otro. Tres máscaras más y luego Miseria Nombre, acompañado por cuatro leinchy's. Eran esclavos recién tomados de Frivowaldanny, todos con cara de estar muy desorientados. Los viejy's llevaban todos sencillos pantalones y zapatos negros y camisas grises, mientras que los leinchy's iban con conjuntos más característicos de su mundo. Sus cuerpos perfectos estaban tapados por pantalones elásticos y cintas ajustadas a la altura del pecho, todo de blanco. Igual que sus zapatillas. El color contrastaba con la suciedad acumulada en las calles de la ciudad, pero por alguna razón no se habían manchado.
El ominario se adelantó a su comitiva (la cual quedó cerrada por las cuatro máscaras) y llamó a la puerta. Entró cuando le abrieron y se quedó de pie en la entrada.
-Vengo de parte del consejo para traer algunos beneficios de la toma de Frivowaldanny -anunció-. Son diez esclavos viejy's, bastante quejicas pero dóciles de todas formas. Les costará mucho acostumbrarse a no tener tele y salir de... esos recuerdos de su juventud en los que viven. Es su principal problema, por lo demás, son mano de obra de calidad. Y bueno... -el ominario hizo un gesto para que los cuatro leinchy's entraran- El rey os ofrece a escoger entre uno de estos frivy's jóvenes como concubinos.
Los cuatro leinchy's, de edades difícilmente identificables, debían tener unos veinticinco o treinta años cada uno. Dos varones y dos hembras. Una rubia platino con pelo levemente ondulado de estatura media, curvas algo pronunciadas y ojos verdes. Otra morena más delgada de pelo liso pero generoso busto, ojos azules, boca pequeña y labios rojos. Un joven algo fornido de pelo castaño anaranjado en una coleta, ojos naranjas y expresión levemente aniñada. Y finalmente, un varón con el pelo levemente más oscuro que el anterior, ojos amarillos, una barba muy delgada en torno a su angulosa mandíbula y algo más delgado.
El ominario se adelantó a su comitiva (la cual quedó cerrada por las cuatro máscaras) y llamó a la puerta. Entró cuando le abrieron y se quedó de pie en la entrada.
-Vengo de parte del consejo para traer algunos beneficios de la toma de Frivowaldanny -anunció-. Son diez esclavos viejy's, bastante quejicas pero dóciles de todas formas. Les costará mucho acostumbrarse a no tener tele y salir de... esos recuerdos de su juventud en los que viven. Es su principal problema, por lo demás, son mano de obra de calidad. Y bueno... -el ominario hizo un gesto para que los cuatro leinchy's entraran- El rey os ofrece a escoger entre uno de estos frivy's jóvenes como concubinos.
Los cuatro leinchy's, de edades difícilmente identificables, debían tener unos veinticinco o treinta años cada uno. Dos varones y dos hembras. Una rubia platino con pelo levemente ondulado de estatura media, curvas algo pronunciadas y ojos verdes. Otra morena más delgada de pelo liso pero generoso busto, ojos azules, boca pequeña y labios rojos. Un joven algo fornido de pelo castaño anaranjado en una coleta, ojos naranjas y expresión levemente aniñada. Y finalmente, un varón con el pelo levemente más oscuro que el anterior, ojos amarillos, una barba muy delgada en torno a su angulosa mandíbula y algo más delgado.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 08:39 pm
Vac había llegado pronto al Cuchitril, cuando todos aun dormían, y mientras esperaba a que se despertaran se había puesto a preparar el desayuno, ademas de una buena cantidad de la infusión para la resaca. Cuando había regresado al burdel, entrada la noche, había dejado a los cuchitrileros en diversos grados de embriagadez, por lo que estaba seguro de que lo agradecerian. Poco a poco sus amigos fueron haciendo acto de presencia. Gael se sobresalto cuando casi chocó con el al entrar en la cocina, y Vac, después de saludarles a él y a Yloh con una sonrisa, les ofreció una taza de infusión y les señalo el desayuno. Adara no tardó en unirseles, y cuando Terro abrió la puerta al oír que llamaban, Toima estaba al otro lado del umbral, riendo sin control y con una nota de Nia al cuello.
El griego negó mientras sonreía divertido, pero la diversión no uro demasiado. En ese momento Wen bajo del piso de arriba con pita de estar de muy mal humor, saludándoles casi con un gruñido. La británica cogió uno de los vasos de infusión y se lo bebió de un trago aunque aun estaba bastante caliente, tras lo cual se despidió con un “Tengo que trabajar” bastante seco y se fue. Vac no había reaccionado apenas, se había limitado a mirarla perplejo, acertando a hacer un gesto de despedida cuando salió por la puerta. No sabía que decir, pero supuso que mas tarde coincidiría con la vouivre en el burdel y podría hablar con ella. Aun no había tenido de comentar la extraña actitud de la chica con los demás, cuando Noel hizo acto de presencia en la cocina.
También se le veía cabreado, y sus comentarios, habitualmente cargados de sarcasmo y tonos jocosos, aquel día destacaban por su sequedad. Después de haber visto a Wen, la mente del hado había empezado a atar cabos, y aunque sospechaba de que iba el asunto, no sabía como preguntarle al draco delante de los demás sin parecer un entrometido. Sin embargo Noel no tardó en volverse a su cuarto, y el griego aprovecho la oportunidad.
-Voy a ver que mosca le ha picado -les dijo a los demás, con la vista clavada en las escaleras, tras lo cual salió de la cocina.
En el pasillo del piso de arriba, se encaminó hacia la habitación de Noel, pero antes de llegar se cruzó con una puerta destrozado. Creía recordar que era la habitación de Toima, así que, con curiosidad, empujo la puerta entornada con el dedo, abriéndola ligeramente. La estancia estaba en penumbra, pero se notaba que el cuarto estaba patas arriba, como si un ciclón de uñas y dientes se hubiera ensañado con los muebles. Estaba a punto de cerrar la puerta, cuando sus ojos detectaron a Tania dormida en la cama. La nublina parecía dormir profundamente, y al hado le pareció curioso que estuviera tan tranquila en medio de aquel caos. Estaba apunto de cerrar la puerta, con una leve sonrisa en el rostro, cuando una repentina corriente de aire hizo que la puerta se le escapara de los dedos.
El griego trastabillo hacia delante, estirándose y logrando detener la puerta justo en el último instante, evitando que chocara contra la pared y despertara a la muchacha. La corriente de aire había removido algunos papeles, y estaba seguro de que Tania la abría sentido aun estando dormida, así que se apresuro a cerrar la puerta con cuidado y se dirigió al cuarto de Noel.
Llamo a la puerta, y cuando obtuvo respuesta, entró a la estancia, cerrando la puerta tras él. El draco estaba sentado en la cama, con gesto frustrado, y desde una esquina le observaba Odin. El griego se acercó al gato y lo cogió en brazos, pensativo, tratando de encontrar la forma de abordar el tema. El felino le araño las manos con un bufido, pero después se acurruco contra su pecho y ronroneo mientras restregaba la cabeza bajo el mentón del chico.
-Oye -empezó-, evitare las preguntas estúpidas de si estas bien y esas chorradas e iré mas o menos al grano -aclaró-. ¿Qué es lo que ha pasado? -preguntó en tono preocupado.
Apenas había terminado de formular la pregunta, cuando la voz de Miseria llegó a través de la ventana, desde la puerta de entrada. El griego se acercó a la ventana a echar un vistazo y su cuerpo se tensó al ver los “obsequios” que el ominario les traía. La parte de su personalidad que a veces le causaba problemas, que le empujaba a desaparecer y a pasar tiempo a solas, y que a veces le alejaba de sus seres queridos, chocaba enormemente con los términos de la esclavitud. El griego era incapaz de rebajar a nadie a una condición que aborrecía para si mismo, así que siempre que surgía el tema, trataba de poner tierra de por medio.
-¿Qué te parecería una copa mañanera? -pregunto en un murmullo apenas audible, su voz reflejaba su incomodidad-. Yo te invito.
El griego negó mientras sonreía divertido, pero la diversión no uro demasiado. En ese momento Wen bajo del piso de arriba con pita de estar de muy mal humor, saludándoles casi con un gruñido. La británica cogió uno de los vasos de infusión y se lo bebió de un trago aunque aun estaba bastante caliente, tras lo cual se despidió con un “Tengo que trabajar” bastante seco y se fue. Vac no había reaccionado apenas, se había limitado a mirarla perplejo, acertando a hacer un gesto de despedida cuando salió por la puerta. No sabía que decir, pero supuso que mas tarde coincidiría con la vouivre en el burdel y podría hablar con ella. Aun no había tenido de comentar la extraña actitud de la chica con los demás, cuando Noel hizo acto de presencia en la cocina.
También se le veía cabreado, y sus comentarios, habitualmente cargados de sarcasmo y tonos jocosos, aquel día destacaban por su sequedad. Después de haber visto a Wen, la mente del hado había empezado a atar cabos, y aunque sospechaba de que iba el asunto, no sabía como preguntarle al draco delante de los demás sin parecer un entrometido. Sin embargo Noel no tardó en volverse a su cuarto, y el griego aprovecho la oportunidad.
-Voy a ver que mosca le ha picado -les dijo a los demás, con la vista clavada en las escaleras, tras lo cual salió de la cocina.
En el pasillo del piso de arriba, se encaminó hacia la habitación de Noel, pero antes de llegar se cruzó con una puerta destrozado. Creía recordar que era la habitación de Toima, así que, con curiosidad, empujo la puerta entornada con el dedo, abriéndola ligeramente. La estancia estaba en penumbra, pero se notaba que el cuarto estaba patas arriba, como si un ciclón de uñas y dientes se hubiera ensañado con los muebles. Estaba a punto de cerrar la puerta, cuando sus ojos detectaron a Tania dormida en la cama. La nublina parecía dormir profundamente, y al hado le pareció curioso que estuviera tan tranquila en medio de aquel caos. Estaba apunto de cerrar la puerta, con una leve sonrisa en el rostro, cuando una repentina corriente de aire hizo que la puerta se le escapara de los dedos.
El griego trastabillo hacia delante, estirándose y logrando detener la puerta justo en el último instante, evitando que chocara contra la pared y despertara a la muchacha. La corriente de aire había removido algunos papeles, y estaba seguro de que Tania la abría sentido aun estando dormida, así que se apresuro a cerrar la puerta con cuidado y se dirigió al cuarto de Noel.
Llamo a la puerta, y cuando obtuvo respuesta, entró a la estancia, cerrando la puerta tras él. El draco estaba sentado en la cama, con gesto frustrado, y desde una esquina le observaba Odin. El griego se acercó al gato y lo cogió en brazos, pensativo, tratando de encontrar la forma de abordar el tema. El felino le araño las manos con un bufido, pero después se acurruco contra su pecho y ronroneo mientras restregaba la cabeza bajo el mentón del chico.
-Oye -empezó-, evitare las preguntas estúpidas de si estas bien y esas chorradas e iré mas o menos al grano -aclaró-. ¿Qué es lo que ha pasado? -preguntó en tono preocupado.
Apenas había terminado de formular la pregunta, cuando la voz de Miseria llegó a través de la ventana, desde la puerta de entrada. El griego se acercó a la ventana a echar un vistazo y su cuerpo se tensó al ver los “obsequios” que el ominario les traía. La parte de su personalidad que a veces le causaba problemas, que le empujaba a desaparecer y a pasar tiempo a solas, y que a veces le alejaba de sus seres queridos, chocaba enormemente con los términos de la esclavitud. El griego era incapaz de rebajar a nadie a una condición que aborrecía para si mismo, así que siempre que surgía el tema, trataba de poner tierra de por medio.
-¿Qué te parecería una copa mañanera? -pregunto en un murmullo apenas audible, su voz reflejaba su incomodidad-. Yo te invito.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 08:50 pm
Cuando la resaca apenas empezaba a desaparecer, el draco no tuvo mucho tiempo más para pensar en nada, porque Vac apareció por la puerta. Noel lo miró un instante y lo saludó con un leve movimiento de mano, antes de volver a fijar la vista en algún punto de la pared como si fuera lo más interesante del mundo. Observó de reojo como el hado cogía a Odin y este intentaba arañarlo. Una vez el gato se hubo acomodado, Vac se acercó para hablarle. Noel volvió a mirar hacia su hermano y no tuvo ni tiempo de abrir la boca cuando alguien llamó a la puerta abajo. Ambos permanecieron en silencio prestando atención a lo que sucedía en la planta inferior. A través de la ventana, la voz de Miseria les llegó con claridad. Noel emitió un bufido cuando oyó a que había venido el ominario. ¿Más esclavos? Estaba harto de los esclavos. No tenía nada en contra de tener a Yloh y Tania con ellos, al fin y al cabo los trataban bien y para él eran dos amigos más. Pero no más. No quería saber nada del asunto. En otro momento se hubiera sentido egoísta por dejar que sus compañeros lidiasen solos con el tema, pero no esa mañana. La propuesta de Vac y su tono de voz le dejó claro al draco que su hermano no opinaba de forma muy diferente a él.
-De acuerdo. No sé si volver a beber es lo más inteligente que podría hacer ahora mismo, pero por una cerveza no pasará nada. A la mierda con todo. Larguémonos de aquí cuanto antes -respondió levantándose de la cama.
Acordaron salir por la ventana evitando que nadie les viera y eso es lo que hicieron. Tras dejar a Odin libre, ambos hermanos salieron del cuchitril volando.
Sigue en la Taberna.
-De acuerdo. No sé si volver a beber es lo más inteligente que podría hacer ahora mismo, pero por una cerveza no pasará nada. A la mierda con todo. Larguémonos de aquí cuanto antes -respondió levantándose de la cama.
Acordaron salir por la ventana evitando que nadie les viera y eso es lo que hicieron. Tras dejar a Odin libre, ambos hermanos salieron del cuchitril volando.
Sigue en la Taberna.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril (Archivo I)
05/02/13, 10:09 pm
Un portazo en el piso superior me saca del estado de reposo mental que me encuentro mientras tomo la infusión del hado. ¿Quién se dedica a hacer estos ruidos con lo mal que estamos? A quien veo descender es a Wen, pero tan solo fijarme en la expresión de su rostro callo las palabras que le iba a decir. La chica se toma rápido su infusión y se marcha con la excusa de trabajar, aunque esa no es toda la verdad. Algo ha pasado, eso está claro. Y, por como baja Noel, creo que ya adivino de qué puede ir el problema. Callo y me centro en la bebida, no es el mejor momento para asaltarle a preguntas; a cambio, veo acertada la decisión de Vac e incluso le animo a ello cuando lo menciona.
Al poco que ellos subieran, llaman a la puerta. Me levanto de la silla y, a una orden mía, el gólem abre la puerta. Detrás del umbral reconozco el rostro de Miseria, a quien acompañan un bien surtido de hombres y mujeres, los más jóvenes vestidos de forma bastante llamativa. El rey nos los ofrece… no sé si lo dice por parecer más autoritario o si realmente es así, pero rechazarlos entonces puede ser incluso peligroso. Esto puede complicar el asunto, así que tendré que abordarlo con tacto.
—No podemos más que sentirnos honrados por los presentes que se nos ofrecen. –La aún presente resaca y el no estar habituada a hablar así hace que palabras salgan con dificultad–. Aun así, me veo obligada a declinarlos. –Esta última frase sale después de unos segundos de meditar cómo decirla. Agh, creo que se nota mi inseguridad–. Los motivos son únicamente prácticos, pues no tengo medios para mantener a nadie más y, creo, un trabajador mal alimentado resulta más un estorbo que una ayuda.
No es que tenga algo en contra del esclavismo, las palabras que pronuncio son sinceras con mi forma de pensar, solo que pasadas por un filtro de cortesía que no estoy habituada a usar. Nunca fui mala con las palabras, pero esto no se me da bien hablar así y diría que se ha notado.
Al poco que ellos subieran, llaman a la puerta. Me levanto de la silla y, a una orden mía, el gólem abre la puerta. Detrás del umbral reconozco el rostro de Miseria, a quien acompañan un bien surtido de hombres y mujeres, los más jóvenes vestidos de forma bastante llamativa. El rey nos los ofrece… no sé si lo dice por parecer más autoritario o si realmente es así, pero rechazarlos entonces puede ser incluso peligroso. Esto puede complicar el asunto, así que tendré que abordarlo con tacto.
—No podemos más que sentirnos honrados por los presentes que se nos ofrecen. –La aún presente resaca y el no estar habituada a hablar así hace que palabras salgan con dificultad–. Aun así, me veo obligada a declinarlos. –Esta última frase sale después de unos segundos de meditar cómo decirla. Agh, creo que se nota mi inseguridad–. Los motivos son únicamente prácticos, pues no tengo medios para mantener a nadie más y, creo, un trabajador mal alimentado resulta más un estorbo que una ayuda.
No es que tenga algo en contra del esclavismo, las palabras que pronuncio son sinceras con mi forma de pensar, solo que pasadas por un filtro de cortesía que no estoy habituada a usar. Nunca fui mala con las palabras, pero esto no se me da bien hablar así y diría que se ha notado.
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