Torre Serpentaria (Archivo I)
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Administración
23 participantes
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Torre Serpentaria (Archivo I)
17/10/11, 03:13 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.
Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
21/04/12, 01:02 am
Llegamos de nuevo a Serpentaria con mucho menos ánimo del que salimos de aquí poco antes. Lo que pasó en la sede nos hizo abandonarla mucho antes de lo que pretendíamos, y encima ha sido un mal trago para todos. No me gusta nada ver el ambiente que hay entre nosotros después de aquello. Me gustaría decir algo para relajar el ambiente, pero no se me ocurre. Eso seguro que se le da mejor a Noel. Para comensar me adelanto a la cocina pensando en planchar algunas pechugas de pollo con menestra. Mientras cocino, escucho a Noel rompiendo el silencio. Cuando termina de hablar, pienso duramente un momento la respuesta.
-No lo sé... Tienes razón en lo primero, si entramos, no nos alejamos demasiado de la entrada, y volvemos a salir es suficiente. Adentrar hay que adentrarse, muchas criaturas no toleran la luz... pero podemos usar hechizos para encontrar la salida, como por ejemplo... uno de rastreo, ¿podría servir? Por mí... estoy de acuerdo, vamos. Lo importante es ser precavidos, simplemente, y no separarnos. Iremos y volveremos sin que nadie se entere -termino sonriendo.
No las tengo todas conmigo porque sé que si nos adentramos demasiado o llamamos su atención puede ser peligroso, ¿pero qué puede salir mal por ir y volver sin entretenerse ni adentrarse?
-No lo sé... Tienes razón en lo primero, si entramos, no nos alejamos demasiado de la entrada, y volvemos a salir es suficiente. Adentrar hay que adentrarse, muchas criaturas no toleran la luz... pero podemos usar hechizos para encontrar la salida, como por ejemplo... uno de rastreo, ¿podría servir? Por mí... estoy de acuerdo, vamos. Lo importante es ser precavidos, simplemente, y no separarnos. Iremos y volveremos sin que nadie se entere -termino sonriendo.
No las tengo todas conmigo porque sé que si nos adentramos demasiado o llamamos su atención puede ser peligroso, ¿pero qué puede salir mal por ir y volver sin entretenerse ni adentrarse?
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
21/04/12, 01:52 am
Había ido todo el camino de vuelta cabizbajo, arrepintiéndome del enfado repentino que he tenido, tratando de analizar por qué me había puesto así, cuando nunca he pecado de buen temperamento. Al final se lo achaco todo a que esta mañana me había puesto tan contento con la noticia de Gael, que el cambio con lo de la sede me ha resultado brusco. Los ánimos del resto no andaban mejor, salvo Alicia que sonreía y no sé hasta qué punto le han afectado las palabras de los de la sede.
El silencio reinante se rompe en la cocina por Noel y Gael y el plan que proponen me anima de nuevo, trayendo de vuelta la buena sensación y la seguridad que había sentido esta mañana. Asiento para mostrarme de acuerdo a todo lo que van diciendo y luego añado con entusiasmo:
-Podemos utilizar un hechizo de olor sobre nosotros mismos, así podré seguir el rastro - << Los rastros >> me recuerdo a mí mismo. << El mágico también >>- y no habrá problema alguno a la hora de encontrar la salida. Aunque...-si sé algo de cuevas, es que todo lo que les falta a los seres que viven en ellas de vista, les sobra en el resto de sentidos-. Lo mejor, y lo peor al mismo tiempo, será que utilicemos un olor fétido, que no recuerde a nada demasiado comestible- todavía recuerdo el hedor del chico que se derritió frente a la puerta del torreón o el del muerto seboso y las cantidades ingentes de pus y otros líquidos sin determinar que vertía... << Esos valdrían... >>-. Ah, y burbujas de silencio... seguro que también nos podrían ser útiles-me doy cuenta de que estoy diciendo demasiados hechizos y me freno en alto-. ¿Es demasiada magia?-entre Alicia, Koval y yo podríamos lidiar con ellos y con los de Noel casi sin problemas, pero eso nos podría dejar vendidos si por algun imprevisto necesitamos más magia. Prefiero esperar a sus respuestas, a ver qué les parece y no dar nada por sentado antes de tiempo.
El silencio reinante se rompe en la cocina por Noel y Gael y el plan que proponen me anima de nuevo, trayendo de vuelta la buena sensación y la seguridad que había sentido esta mañana. Asiento para mostrarme de acuerdo a todo lo que van diciendo y luego añado con entusiasmo:
-Podemos utilizar un hechizo de olor sobre nosotros mismos, así podré seguir el rastro - << Los rastros >> me recuerdo a mí mismo. << El mágico también >>- y no habrá problema alguno a la hora de encontrar la salida. Aunque...-si sé algo de cuevas, es que todo lo que les falta a los seres que viven en ellas de vista, les sobra en el resto de sentidos-. Lo mejor, y lo peor al mismo tiempo, será que utilicemos un olor fétido, que no recuerde a nada demasiado comestible- todavía recuerdo el hedor del chico que se derritió frente a la puerta del torreón o el del muerto seboso y las cantidades ingentes de pus y otros líquidos sin determinar que vertía... << Esos valdrían... >>-. Ah, y burbujas de silencio... seguro que también nos podrían ser útiles-me doy cuenta de que estoy diciendo demasiados hechizos y me freno en alto-. ¿Es demasiada magia?-entre Alicia, Koval y yo podríamos lidiar con ellos y con los de Noel casi sin problemas, pero eso nos podría dejar vendidos si por algun imprevisto necesitamos más magia. Prefiero esperar a sus respuestas, a ver qué les parece y no dar nada por sentado antes de tiempo.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
21/04/12, 05:39 pm
Al llegar a Serpentaria Noel propuso un plan. Eso animó a los otros, y Azura hizo calculso mentales. Ella había finjido estar confiada, pero si tenía sus reservas con lo de los subterraneos. Si lo hacian escondidos... no, seguro que no pasaba nada,y si pasaba algo, podrían con ello. Así que se mostró de acuerdo. Giz comenzó a proponer todo tipo de medidas.
- No lo sé... si que podemos intetarlo, pero creo que si puedes seguir el rastro de la magia, al coger cualquiera de los hechizos, ya te estamos dando un rastro que seguir. Ademas, estoy segura de que alli abajo ya apesta suficiente, y no se si yo soy capaz de distinguir mucho entre malos olores.- razonó Azura.- Podemos manejar esa cantidad de hechizos, pero es mejor reservar magia para cualquier necesidad. Elijamos las protecciones imprescindibles, y llevemos amuletos hasta en las cejas, y asi nos cubrimos las espaldas.- terminó con una sonrisa.
Charlaron un rato más, hasta que Azura se dio cuenta de que empezaban a bostezar y todos fueron a dormir por decisión unanime.
- No lo sé... si que podemos intetarlo, pero creo que si puedes seguir el rastro de la magia, al coger cualquiera de los hechizos, ya te estamos dando un rastro que seguir. Ademas, estoy segura de que alli abajo ya apesta suficiente, y no se si yo soy capaz de distinguir mucho entre malos olores.- razonó Azura.- Podemos manejar esa cantidad de hechizos, pero es mejor reservar magia para cualquier necesidad. Elijamos las protecciones imprescindibles, y llevemos amuletos hasta en las cejas, y asi nos cubrimos las espaldas.- terminó con una sonrisa.
Charlaron un rato más, hasta que Azura se dio cuenta de que empezaban a bostezar y todos fueron a dormir por decisión unanime.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
21/04/12, 09:40 pm
Al día siguiente actuamos de acuerdo con el plan: por la mañana fuimos al entrenamiento con Adara y el señor káiser. Los ánimos se notaban un poco bajos en general. El señor káiser era difícil de leer, pero noté a Adara bastante mustia. Sentí una punzada de culpabilidad por lo que íbamos a hacer cuando la vi así, realmente debía haberle afectado la situación de ayer. Quise decirle algo pero no me atreví a sacar el tema. Al fin y al cabo íbamos a desobedecerla. Pero no pasaría nada, estaba convencido. Seguro que después se sentiría orgullosa de nosotros porque vería que todo lo que nos ha enseñado ha dado sus frutos. Con este pensamiento en mente me mentalicé todo lo que pude para nuestra salida. Sería la primera vez que haría lo que necesitaba mi nuevo cuerpo para obtener magia. Y no era algo que me agradase mucho. Gael no necesitaba hacer nada en especial para tener magia, sólo necesitaba estar ardiendo, lo cual era continuo. Alicia tampoco necesitaba nada, y la forma que tenía Giz de obtenerla era mucho más inofensiva y siempre podía disponer de magia viviendo con otros magos. Pero yo... yo tenía que hacer sufrir a seres inteligentes. Había pensado mucho en ello y sabía que sólo con asustarlos no bastaría, podría asustarlos al principio pero luego si quería una cantidad razonable de magia necesitaba hacerles daño para que sigueran gritando... Eso es lo que había sacado en claro leyendo libros que hablaban sobre Dracos de Estínfalo. << Vamos, Noel, llevas dos meses posponiéndolo, ya es hora de enfrentarse a lo que te ha tocado >>, pienso para tratar de infundirme ánimo a mí mismo.
Después de comer hicimos los preparativos para irnos. Dijimos a los otros habitantes de la torre que saldríamos y que volveríamos dentro de dos o tres horas, pues es lo que calculamos que necesitaríamos a lo sumo para realizar todo lo que queríamos hacer allá abajo.
-¿Todo listo? -pregunto a mis amigos-. Demostremos a la maestra y al señor káiser que somos los mejores alumnos que han tenido nunca... Incluso si somos los únicos -bromeo.
Gael dijo que podíamos utilizar la entrada que había en el barrio derruído, así que nos dirigimos hacia allí.
Sigue en los Subterráneos
Después de comer hicimos los preparativos para irnos. Dijimos a los otros habitantes de la torre que saldríamos y que volveríamos dentro de dos o tres horas, pues es lo que calculamos que necesitaríamos a lo sumo para realizar todo lo que queríamos hacer allá abajo.
-¿Todo listo? -pregunto a mis amigos-. Demostremos a la maestra y al señor káiser que somos los mejores alumnos que han tenido nunca... Incluso si somos los únicos -bromeo.
Gael dijo que podíamos utilizar la entrada que había en el barrio derruído, así que nos dirigimos hacia allí.
Sigue en los Subterráneos
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
01/05/12, 10:21 pm
Me adelanto volando a toda velocidad hasta la entrada de la torre de hechicería. Al llegar, y sin descender del aire, realizo en seguida el hechizo de rastreo sigo el rastro desde el aire, un rastro que se dirige hacia el noroeste, hacia el barrio derruido. Y de ahí... hacia abajo, a las profundidades de la ciudad. Mierda.
Cuando regreso a al torreón, los demás ya están ahí: Aníbal, Jack, el káiser y Caillech.
−He seguido el rastro y puedo confirmar que se adentraron en los subterráneos a través del barrio derruido. Tenemos que estar atentos a cualquier cosa que pueda haber ahí abajo e ir siempre juntos. −Dichas las advertencias lógicas, me giro hacia Jack−. Tú serás quien nos guíe, pues ya has bajado alguna vez y ves mucho mejor que nosotros en esa oscuridad. Yo misma generaré luz con magia para que los demás podamos seguirte. No sabemos qué nos encontraremos ahí abajo, así que estad atentos.
No parece que nadie tenga que decir más, así que directamente nos encaminamos hacia el barrio derruido. Vamos lo más rápido que pueden ir los de tierra, pero aún así me parece que vamos a paso de tortuga. Supongo que lo mismo sucedería si fuera sola volando lo más rápido posible.
[Continúa en los subterráneos]
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
[EDIT: Después de lo sucedido en los subterráneos.]
El camino hasta Serpentaria se me hace largo. Aún estoy débil, con lo que el avance se me hace pesado, pero siempre intento estar a la cabeza del grupo. Permanezco en completo silencio y mi mente se sigue debatiendo entre pensamientos varios y contradictorios: durante un momento quiero enfadarme con ellos y recriminarles que no me han hecho caso, pero a la vez han podido sobrevivir todos en los torreones, igual debería disculparme por no confiar en ellos. Quiero abrazarles como hizo el de los ojos y emocionarme porque están bien, porque no les ha pasado nada, pero no puedo evitar pensar que todo esto se lo han buscado ellos mismos, que hubieran podido morir simplemente por querer bajar ahí sin estar preparados. Pero igual fui yo que no supe disuadirlos bien, que no conocía los peligros que podían acecharles ahí abajo. Igual podría haber razonado con ellos y convencerlos de ir desde buen principio. No lo sé, no sé nada.
Aún dándole vueltas, llegamos a la torre donde viven. Supongo que aquí estaría bien decirles algo, sea lo que sea. Seguro que los demás les llaman la atención con una regañina o se despiden efusivamente aconsejándolos, o... a saber qué.
En mi caso, no tengo ni idea de qué hacer, y eso aún hace que esté más decaída, y me frustra, y... No sé, me limito a permanecer de pie frente a la entrada del torreón espero que los demás pasen a mi lado y dejen a los cuatro habitantes entrar. Lo único que espero es que no vean las emociones reflejadas en mi cara, aunque sospecho que debe ser todo un mapa.
Cuando regreso a al torreón, los demás ya están ahí: Aníbal, Jack, el káiser y Caillech.
−He seguido el rastro y puedo confirmar que se adentraron en los subterráneos a través del barrio derruido. Tenemos que estar atentos a cualquier cosa que pueda haber ahí abajo e ir siempre juntos. −Dichas las advertencias lógicas, me giro hacia Jack−. Tú serás quien nos guíe, pues ya has bajado alguna vez y ves mucho mejor que nosotros en esa oscuridad. Yo misma generaré luz con magia para que los demás podamos seguirte. No sabemos qué nos encontraremos ahí abajo, así que estad atentos.
No parece que nadie tenga que decir más, así que directamente nos encaminamos hacia el barrio derruido. Vamos lo más rápido que pueden ir los de tierra, pero aún así me parece que vamos a paso de tortuga. Supongo que lo mismo sucedería si fuera sola volando lo más rápido posible.
[Continúa en los subterráneos]
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[EDIT: Después de lo sucedido en los subterráneos.]
El camino hasta Serpentaria se me hace largo. Aún estoy débil, con lo que el avance se me hace pesado, pero siempre intento estar a la cabeza del grupo. Permanezco en completo silencio y mi mente se sigue debatiendo entre pensamientos varios y contradictorios: durante un momento quiero enfadarme con ellos y recriminarles que no me han hecho caso, pero a la vez han podido sobrevivir todos en los torreones, igual debería disculparme por no confiar en ellos. Quiero abrazarles como hizo el de los ojos y emocionarme porque están bien, porque no les ha pasado nada, pero no puedo evitar pensar que todo esto se lo han buscado ellos mismos, que hubieran podido morir simplemente por querer bajar ahí sin estar preparados. Pero igual fui yo que no supe disuadirlos bien, que no conocía los peligros que podían acecharles ahí abajo. Igual podría haber razonado con ellos y convencerlos de ir desde buen principio. No lo sé, no sé nada.
Aún dándole vueltas, llegamos a la torre donde viven. Supongo que aquí estaría bien decirles algo, sea lo que sea. Seguro que los demás les llaman la atención con una regañina o se despiden efusivamente aconsejándolos, o... a saber qué.
En mi caso, no tengo ni idea de qué hacer, y eso aún hace que esté más decaída, y me frustra, y... No sé, me limito a permanecer de pie frente a la entrada del torreón espero que los demás pasen a mi lado y dejen a los cuatro habitantes entrar. Lo único que espero es que no vean las emociones reflejadas en mi cara, aunque sospecho que debe ser todo un mapa.
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
01/05/12, 10:37 pm
Llegamos a la torre donde viven. Me paro enfrente de la puerta y respiro hondo, calmándome. Cuento hasta diez para calmarme, pues tengo los nervios a flor de piel y no quiero que cuando les hable a los demás sea para meterles la bronca del siglo, por muy mal que nos lo hayan hecho pasar. Creo que el susto que se han llevado y la experiencia vivida sirven de enseñanza más que cualquiero otra nuestra.
"1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10..."
Me giro. Mi expresión es inescrutable.
-Creo que no hace falta que os diga el susto que nos habéis metido...casi os matan ahi abajo. Mira que os lo dije, NO ENTRÉIS. Los subterráneos son un lugar muy peligroso hasta para los más veteranos. un solo descuido y estás muerto o sirviendo de comida a un bicho que os mantiene vivos solo para seguir comiéndoos, sintiendo un dolor atroz sin que os venga el consuelo de la muerte. Y no, no exagero, aunque creo que lo habéis podido comprobar vosotros mismos. Lo de ahi abajo no es normal para nada. Quiero que nos prometáis que no haréis nunca más una tontería semejante. Si vais a bajar, hacedlo sólo en compañía de gente poderosa y cargados de energía y talismanes mágicos hasta los topes. Pero no os confiéis...ni por un solo momento, ni que acabéis de tumbar a un bicho de tres metros de alto, porque a continuación vendrá uno de cinco. ¿Entendido?
Después de la reprimenda, me acerco a ellos y les abrazo a todos y cada uno.
-Maldita sea, creía que íbais a morir...maldita sea, que creía que ya estabais criando malvas...
"1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10..."
Me giro. Mi expresión es inescrutable.
-Creo que no hace falta que os diga el susto que nos habéis metido...casi os matan ahi abajo. Mira que os lo dije, NO ENTRÉIS. Los subterráneos son un lugar muy peligroso hasta para los más veteranos. un solo descuido y estás muerto o sirviendo de comida a un bicho que os mantiene vivos solo para seguir comiéndoos, sintiendo un dolor atroz sin que os venga el consuelo de la muerte. Y no, no exagero, aunque creo que lo habéis podido comprobar vosotros mismos. Lo de ahi abajo no es normal para nada. Quiero que nos prometáis que no haréis nunca más una tontería semejante. Si vais a bajar, hacedlo sólo en compañía de gente poderosa y cargados de energía y talismanes mágicos hasta los topes. Pero no os confiéis...ni por un solo momento, ni que acabéis de tumbar a un bicho de tres metros de alto, porque a continuación vendrá uno de cinco. ¿Entendido?
Después de la reprimenda, me acerco a ellos y les abrazo a todos y cada uno.
-Maldita sea, creía que íbais a morir...maldita sea, que creía que ya estabais criando malvas...
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
01/05/12, 11:57 pm
El camino de regreso lo cubro en demasiado poco tiempo, no en forma de humo sino corriendo con el pelo al aire, despeinado: estoy a tope de energía y, como siempre, hiperactivo. Pero claro, no sé si van a Serpentaria o a la Sede, así que en varias ocasiones me freno y les espero, sin ser capaz de aguantar la energía que me invade y me hace volver a adelantarme...
Pero al final llegamos a la Torre Serpentaria y por lo que noto, el ambiente está tenso... cargado... Y vaya que si lo está: Aníbal les suelta un discurso que, desde mi punto de vista, no tiene sentido. ¿Acaso cree que son tontos? Adara también está tocadilla... No dice nada pero solo hay que mirarla a la cara... ¿Y yo? ¿Debiera estar preocupado? Debería, sin duda, pero... Se estaban desenvolviendo bien ellos solos, nosotros solo hemos ayudado a rematar... A ver...
-Creo...-empiezo, dubitativo.-Creo que echaros la bronca no servirá de nada. Ya sois mayorcitos y mejor escarmiento que el bicho ese no hay. Además, cuando hemos llegado, la situación no era tan grave, ¿no?-inquiro, mirando a los jóvenes.-Y hay que recordar que Koval es de la primera cosecha, diantre. Eso tiene que contar algo, digo yo.-digo, fulminando a Aníbal con la mirada, luego relajo el tono y la postura y miro a los cuatro de nuevo.-No pienso echaros una bronca, solo os pediré que tengáis cuidado. Pero no como padre, como amigo, maldita sea. O eso o avisad de a dónde vais. Por lo menos que sepamos dónde buscaros y no perder tiempo buscando rastros...-les digo tranquilamente, dando una vuelta completa alrededor de ellos y acabando en Noel, al que le sacudo las plumas de la cabeza con cariño, y después miro a Gael.-Cuando tengas un cuerpo con pelo, no pienses que te vas a librar.
Y a todo esto no me he dado cuenta de que sigo manchado de sangre por casi toda la ropa, manos incluidas. Sangre seca, sí, ya que si estuviera húmeda me habría dado cuenta al tener ese gesto con Noel. Pero no me he percatado de ello. Es de noche y aún siento la sangre caliente...
Pero al final llegamos a la Torre Serpentaria y por lo que noto, el ambiente está tenso... cargado... Y vaya que si lo está: Aníbal les suelta un discurso que, desde mi punto de vista, no tiene sentido. ¿Acaso cree que son tontos? Adara también está tocadilla... No dice nada pero solo hay que mirarla a la cara... ¿Y yo? ¿Debiera estar preocupado? Debería, sin duda, pero... Se estaban desenvolviendo bien ellos solos, nosotros solo hemos ayudado a rematar... A ver...
-Creo...-empiezo, dubitativo.-Creo que echaros la bronca no servirá de nada. Ya sois mayorcitos y mejor escarmiento que el bicho ese no hay. Además, cuando hemos llegado, la situación no era tan grave, ¿no?-inquiro, mirando a los jóvenes.-Y hay que recordar que Koval es de la primera cosecha, diantre. Eso tiene que contar algo, digo yo.-digo, fulminando a Aníbal con la mirada, luego relajo el tono y la postura y miro a los cuatro de nuevo.-No pienso echaros una bronca, solo os pediré que tengáis cuidado. Pero no como padre, como amigo, maldita sea. O eso o avisad de a dónde vais. Por lo menos que sepamos dónde buscaros y no perder tiempo buscando rastros...-les digo tranquilamente, dando una vuelta completa alrededor de ellos y acabando en Noel, al que le sacudo las plumas de la cabeza con cariño, y después miro a Gael.-Cuando tengas un cuerpo con pelo, no pienses que te vas a librar.
Y a todo esto no me he dado cuenta de que sigo manchado de sangre por casi toda la ropa, manos incluidas. Sangre seca, sí, ya que si estuviera húmeda me habría dado cuenta al tener ese gesto con Noel. Pero no me he percatado de ello. Es de noche y aún siento la sangre caliente...
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
02/05/12, 01:04 am
Toima se sentia algo patético asi que tras soltar a Gael se recompuso lo más dignamente que pudo y se puso de pie.
-Como sea... tenemos que salir de aquí...-
Los ojos comenzaron a escanear el lugar. Logró grabarse la cara de Noel a fuego. ¿Habia sido algo que habia dicho o hecho? No, no era aquello. Habia sido algo que habia ocurrido antes, cuando estaban los chicos solos. ¿Que diablos habia ocurrido antes ahi abajo?
Pronto fueron hacia la salida. Jack habia montado una carniceria de hombres bestia. Al parcer el hambre habia podido con él. La mayoria de los cosechados de la anterior generación a la suya eran terribles.
Salieron de los subterraneos y pusieron rumbo a la torre serpentaria. Toima queria asegurarse de que estarian bien asentados en la torre antes de volver a la sede. Se acordó de como se habia comportado con Tania. Deberia disculparse. No, algo más, deberia explicarse. Todos estos pensamientos se cruzaron por la mente del ulterano que, para cuando se dio cuenta, ya estaban en la puerta de la torre serpentaria y su punta de espejo. Toima se preguntaba como seria una torre de hechiceros por dentro. Afinó la visión cuando estaban entrando y dio un brinco por lo que notó.
-Pero... ¿cuanta gente vive aquí?-dijo sorprendido por la cantidad de movimientos que notaba que provenian de pisos superiores. Además los habia de todos los tamaños.
Antes de que se hubieran asentado, el guerrero del brazo mecánico, cuyo nombre desconocia pero que viva con él en la sede, se puso a soltarles un discurso. Toima se guardó el "¿Quién eres tú para hablarle a mis amigos así?" porque ya se habia humillado bastante. A continuación, Jack respondio al discurso del guerrero, expresando su desacuerdo e incluso su disgusto por este. Toima estaba secretamente de acuerdo con el vampiro pero no dijo nada.
-Yo soy de cabeza dura y no tan dado a las palabras como vosotros, así que, para no insultarme, no voy a soltar ningun discursito. Creo que a experiencia de lo ocurrido es lo que deberia quedar de este día y, obrar en el futuro con ello en mente.-
De nuevo, se fijó en Noel que estaba sumido en tristeza. El ulterano de verdad queria ir al chico y preguntarle que era lo que le pasaba, pero, por muchas ganas de ser empático que tenia, no acudian palabras de ayuda o alivio para nadie, pues nunca se las habian dado. Ël siempre habia tragado con toda la mierda que le habian echado encima. La mirada del ulterano se posó en varios de los presentes. Tras un tiempo, observandoles decidio que Adara seria a quien recurria, pues habia desarrollado más confianza con ella que con ningun otro cosechado antiguo, y además habian vivido en el mismo torreón durante dos meses.
Su cara era un reflejo de angustia y preocupaciones. Ella tambien se habia preocupado por los chicos aunque no lo habia exteriorizado tanto como el ulterano. Asi que se decidio y avanzó hacia ella.
-Adara ¿tienes un momento?-dijo en un tono de voz bajo mientras se rascaba la cabeza. Cuando la chica le prestó atención, para ver que queria el ulterano comenzó a hablar, casi en un susurro, bastante preocupado.
-¿Te has fijado en la cara de Noel al salir?-dijo con el semblante muy serio.-Porque yo si. A ese chico le ha pasado algo. Algo gordo, ahí abajo.-dijo señalando el suelo con un gesto.-He pensado que podia hablar con él para averiguar que diablos paso pero me da a mi que voy a fallar estrepitosamente en ello. No...-tragó saliva.-No se me da bien encontrar las palabras para consolar a la gente... Asi que... ¿Podrias averiguar que ocurrio? Después de todo, le estuvistes dando las clases de vuelo y creo que eres, junto con Gael de la que más se fia...-
El ulterano carraspeo y esperó su respuesta. Tambien deberia hablar con Gael más tarde, para que le explicara que habia sido exactamente lo que habia pasado en los subterraneos.
-Como sea... tenemos que salir de aquí...-
Los ojos comenzaron a escanear el lugar. Logró grabarse la cara de Noel a fuego. ¿Habia sido algo que habia dicho o hecho? No, no era aquello. Habia sido algo que habia ocurrido antes, cuando estaban los chicos solos. ¿Que diablos habia ocurrido antes ahi abajo?
Pronto fueron hacia la salida. Jack habia montado una carniceria de hombres bestia. Al parcer el hambre habia podido con él. La mayoria de los cosechados de la anterior generación a la suya eran terribles.
Salieron de los subterraneos y pusieron rumbo a la torre serpentaria. Toima queria asegurarse de que estarian bien asentados en la torre antes de volver a la sede. Se acordó de como se habia comportado con Tania. Deberia disculparse. No, algo más, deberia explicarse. Todos estos pensamientos se cruzaron por la mente del ulterano que, para cuando se dio cuenta, ya estaban en la puerta de la torre serpentaria y su punta de espejo. Toima se preguntaba como seria una torre de hechiceros por dentro. Afinó la visión cuando estaban entrando y dio un brinco por lo que notó.
-Pero... ¿cuanta gente vive aquí?-dijo sorprendido por la cantidad de movimientos que notaba que provenian de pisos superiores. Además los habia de todos los tamaños.
Antes de que se hubieran asentado, el guerrero del brazo mecánico, cuyo nombre desconocia pero que viva con él en la sede, se puso a soltarles un discurso. Toima se guardó el "¿Quién eres tú para hablarle a mis amigos así?" porque ya se habia humillado bastante. A continuación, Jack respondio al discurso del guerrero, expresando su desacuerdo e incluso su disgusto por este. Toima estaba secretamente de acuerdo con el vampiro pero no dijo nada.
-Yo soy de cabeza dura y no tan dado a las palabras como vosotros, así que, para no insultarme, no voy a soltar ningun discursito. Creo que a experiencia de lo ocurrido es lo que deberia quedar de este día y, obrar en el futuro con ello en mente.-
De nuevo, se fijó en Noel que estaba sumido en tristeza. El ulterano de verdad queria ir al chico y preguntarle que era lo que le pasaba, pero, por muchas ganas de ser empático que tenia, no acudian palabras de ayuda o alivio para nadie, pues nunca se las habian dado. Ël siempre habia tragado con toda la mierda que le habian echado encima. La mirada del ulterano se posó en varios de los presentes. Tras un tiempo, observandoles decidio que Adara seria a quien recurria, pues habia desarrollado más confianza con ella que con ningun otro cosechado antiguo, y además habian vivido en el mismo torreón durante dos meses.
Su cara era un reflejo de angustia y preocupaciones. Ella tambien se habia preocupado por los chicos aunque no lo habia exteriorizado tanto como el ulterano. Asi que se decidio y avanzó hacia ella.
-Adara ¿tienes un momento?-dijo en un tono de voz bajo mientras se rascaba la cabeza. Cuando la chica le prestó atención, para ver que queria el ulterano comenzó a hablar, casi en un susurro, bastante preocupado.
-¿Te has fijado en la cara de Noel al salir?-dijo con el semblante muy serio.-Porque yo si. A ese chico le ha pasado algo. Algo gordo, ahí abajo.-dijo señalando el suelo con un gesto.-He pensado que podia hablar con él para averiguar que diablos paso pero me da a mi que voy a fallar estrepitosamente en ello. No...-tragó saliva.-No se me da bien encontrar las palabras para consolar a la gente... Asi que... ¿Podrias averiguar que ocurrio? Después de todo, le estuvistes dando las clases de vuelo y creo que eres, junto con Gael de la que más se fia...-
El ulterano carraspeo y esperó su respuesta. Tambien deberia hablar con Gael más tarde, para que le explicara que habia sido exactamente lo que habia pasado en los subterraneos.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
02/05/12, 06:49 pm
Seguimos todo el camino hasta la torre en silencio. Aunque no puedo parar de pensar en lo que nos dirán, me doy cuenta de lo curioso que es que al salir a la noche de la ciudad me sienta tan aliviado, cuando no había nada que temiera más cuando era un cosechado. La verdad es que no me esperaba que los subterráneos pudiesen albergar la clase de criaturas que nos encontramos allí. Cuando nos enfrentamos a la última estábamos agotados y fue muy peligroso, pero lo que más miedo me da ahora al pensarlo fue lo primero con lo que nos topamos. Las rémoras podrían drenar nuestra magia hasta reducirla a nada... no quiero ni imaginarme cómo sería eso.
Estaba tan embobado con el sonido de los pasos de todos y mis pensamientos que cuando me quise dar cuenta ya estábamos ante Serpentaria. La primera cara en la que vuelvo a fijarme es en la de Adara. ¿Por qué no dice nada? Tiene una expresión extraña, pero no me da tiempo a descifrarla, porque Aníbal se planta delante de nosotros. Abandono el vlakai ahora que ya estamos delante de la torre justo a tiempo para escuchar con mis propias orejas cómo nos echa una bronca de órdago. Al principio se me pone cara de escepticismo, pero según habla trato de disimularla. Sé que no obramos como deberíamos, y me doy cuenta de que los hemos preocupado. Lo idóneo habría sido convencerlos y bajar todos juntos, me doy cuenta... pero creo que más o menos podíamos hacernos cargo, aunque las cosas acabasen torciéndose un cuanto.
Para mi sorpresa, la bronca de Aníbal termina igual que la del Kaiser, lo que me coge por sorpresa. No tenía ni idea de que nos hubiera cogido tanto aprecio en los últimos meses, y me ablando un poco, tragándome el orgullo y, de paso, el tono con el que iba a replicarle
-Vamos... no es para tanto sobrevivir a los subterráneos -murmuro.
Entonces Jack toma la palabra. Estoy de acuerdo con lo que dice, y también me hace sentir mal haberle hecho temer por nuestras vidas. Después de que se haya quedado sin revolverme el pelo le sonrío levemente y agacho la cabeza mirando al suelo. Escucho al Kaiser hablar, él es más breve que los demás, pero me queda claro lo que quiere decir. Realmente sí hemos aprendio mucho hoy, no solo a sobrevivir, sino una lección de humildad.
Miro brevemente a mis compañeros para ver cómo se sienten. El que más me preocupa es Noel, lleva raro desde que obtuvo su magia. También vuelvo a mirar a Adara y veo que está hablando con el ulterano. Querría hablar con ella, me preocupa lo que se le pase por la cabeza... ni siquiera nos ha hablado. Cuando el Kaier se retira me acerco a ella tímidamente y llamo su atención.
-Adara... -empiezo, agachando la cabeza inconscientemente- nosotros... no os hicimos caso, pero... ¿no nos vas a decir nada? -la miro con preocupación-. ¿Podrás perdonarnos algún día? -murmuro-. No lo hicimos porque despreciemoso vuestros consejos... es solo que... debíamos aprender a hacer algo por nuestra cuenta. No queríamos llegar a ser una carga hoy.
"Y las cosas se torcieron", pienso. Pero prefiero no decirlo para no echar más leña al fuego.
Estaba tan embobado con el sonido de los pasos de todos y mis pensamientos que cuando me quise dar cuenta ya estábamos ante Serpentaria. La primera cara en la que vuelvo a fijarme es en la de Adara. ¿Por qué no dice nada? Tiene una expresión extraña, pero no me da tiempo a descifrarla, porque Aníbal se planta delante de nosotros. Abandono el vlakai ahora que ya estamos delante de la torre justo a tiempo para escuchar con mis propias orejas cómo nos echa una bronca de órdago. Al principio se me pone cara de escepticismo, pero según habla trato de disimularla. Sé que no obramos como deberíamos, y me doy cuenta de que los hemos preocupado. Lo idóneo habría sido convencerlos y bajar todos juntos, me doy cuenta... pero creo que más o menos podíamos hacernos cargo, aunque las cosas acabasen torciéndose un cuanto.
Para mi sorpresa, la bronca de Aníbal termina igual que la del Kaiser, lo que me coge por sorpresa. No tenía ni idea de que nos hubiera cogido tanto aprecio en los últimos meses, y me ablando un poco, tragándome el orgullo y, de paso, el tono con el que iba a replicarle
-Vamos... no es para tanto sobrevivir a los subterráneos -murmuro.
Entonces Jack toma la palabra. Estoy de acuerdo con lo que dice, y también me hace sentir mal haberle hecho temer por nuestras vidas. Después de que se haya quedado sin revolverme el pelo le sonrío levemente y agacho la cabeza mirando al suelo. Escucho al Kaiser hablar, él es más breve que los demás, pero me queda claro lo que quiere decir. Realmente sí hemos aprendio mucho hoy, no solo a sobrevivir, sino una lección de humildad.
Miro brevemente a mis compañeros para ver cómo se sienten. El que más me preocupa es Noel, lleva raro desde que obtuvo su magia. También vuelvo a mirar a Adara y veo que está hablando con el ulterano. Querría hablar con ella, me preocupa lo que se le pase por la cabeza... ni siquiera nos ha hablado. Cuando el Kaier se retira me acerco a ella tímidamente y llamo su atención.
-Adara... -empiezo, agachando la cabeza inconscientemente- nosotros... no os hicimos caso, pero... ¿no nos vas a decir nada? -la miro con preocupación-. ¿Podrás perdonarnos algún día? -murmuro-. No lo hicimos porque despreciemoso vuestros consejos... es solo que... debíamos aprender a hacer algo por nuestra cuenta. No queríamos llegar a ser una carga hoy.
"Y las cosas se torcieron", pienso. Pero prefiero no decirlo para no echar más leña al fuego.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
02/05/12, 07:43 pm
El káiser me pregunta si tengo un momento, hecho que me saca de mi ensimismamiento, casi le podría abrazar por darme algo más en qué pensar. Ya tendré tiempo de hacerlo en otro momento, ahora no es hora de quedarme pensando en lo que no sé. Escucho lo que me dice el de los ojos con atención y me fijo en Noel. Cierto que no parece estar bien, pero...
−Creo que ahora no es momento, deberíamos dejarle reflexionar, que se conozca a sí mismo y a lo que es ahora. Pero tranquilo, no tardaré mucho en hablar con él.
El chico está preocupado, es evidente, pero tampoco parece que le disguste lo que le he dicho. Una vez se retira, Gael me llama y, aunque no lo diga directamente, parece pedir disculpas por haber ido solos a los subterráneos.
−Gael, no es cuestión de hacerme o no caso −le respondo mientras sonrío afectuosa−. Sois libres de decidir qué queréis hacer, y en parte creo que es culpa mía todo lo que ha pasado. Si os he de perdonar, yo también pido vuestro perdón. Parece que os subestimé, aunque al final creo que necesitabais nuestra ayuda. Cómo no sé de quién es la culpa, creo que es mejor que lo dejemos en tablas. −Acto seguido le guiño el ojo y, un poco más animada, me giro hacia los demás y digo en general−: Nos teníais preocupados, amigos, pero todos habéis aprendido de esto. Pensad en lo que ha pasado hoy y mañana venid al entrenamiento con más ganas que nunca, os voy a exprimir como nunca.
Creo que he derramado alguna lágrima.
Da igual.
−Creo que ahora no es momento, deberíamos dejarle reflexionar, que se conozca a sí mismo y a lo que es ahora. Pero tranquilo, no tardaré mucho en hablar con él.
El chico está preocupado, es evidente, pero tampoco parece que le disguste lo que le he dicho. Una vez se retira, Gael me llama y, aunque no lo diga directamente, parece pedir disculpas por haber ido solos a los subterráneos.
−Gael, no es cuestión de hacerme o no caso −le respondo mientras sonrío afectuosa−. Sois libres de decidir qué queréis hacer, y en parte creo que es culpa mía todo lo que ha pasado. Si os he de perdonar, yo también pido vuestro perdón. Parece que os subestimé, aunque al final creo que necesitabais nuestra ayuda. Cómo no sé de quién es la culpa, creo que es mejor que lo dejemos en tablas. −Acto seguido le guiño el ojo y, un poco más animada, me giro hacia los demás y digo en general−: Nos teníais preocupados, amigos, pero todos habéis aprendido de esto. Pensad en lo que ha pasado hoy y mañana venid al entrenamiento con más ganas que nunca, os voy a exprimir como nunca.
Creo que he derramado alguna lágrima.
Da igual.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
02/05/12, 09:16 pm
Azura llegó aún algo conmocionada a su hogar. Pudo escuchar más o menos las broncas y muestras de afecto y preocupación de Adara, Aníbal, Jack y el Kaiser. Ninguno fue especialmente duro. Solo había sido la preocupación.
-No pasa nada, estamos bien.- dijo con voz monocorde al abrazo de Aníbal.
Se despidieron al fin de los demás y Azura subió con paso mecánico a la habitación, donde se desplomó sobre la cama. Mientras las cosas regresaban a ella, pudo reflexionar. Al principio, solo eran imágenes inconexas que tenía tiempo de analizar: Noel riéndose, el olor a carne quemada después de su primer golpe al monstruo, los cuerpos de humanoides desperdigados y cubiertos de sangre de Jack…
Noel se había reído. De placer. Le gustó aquello a lo que había ido. Azura se giró hasta quedar mirando el techo. Su cara fue en lo que más pensó. Antes que revivir ningún otro enfrentamiento en los subterráneos, Azura pensó en Noel y su reacción al herir a los humanoides. Era porque, por encima del bloqueo mental en el que estaba inmersa, Azura establecía algún paralelismo con la transformación repentina en el carácter de su amigo, y lo que ella veía en si misma. Ahora tenía tiempo de pensarlo. ¿Qué opinaba? Y más importante, ¿qué cara pondría la próxima vez que encarase a Noel? Una idea siniestra se le cruzó. ¿Qué pensaría si Noel hiciese eso a su réplica roja? La respuesta era tan obvia que no podía asustarse por pensar así. Había tenido dos meses para acostumbrarse a esa clase de pensamientos. Pero no le avergonzaba menos. La respuesta es que no solo lo disfrutaría, corearía para que le arrancase cachito a cachito cada trozo que era igual al suyo, comenzando por esos ojos de mirada estúpida. Azura, que supuestamente era la parte feliz, al conservar no solo los amigos, sino la moneda, había volcado la vergüenza de desear tantas cosas contrarias a si misma en duplicar el odio por Pyro. Por encima de lo que les venía dado por ser lo que eran, Azura se había convencido firmemente que Pyro era lo que le robaba la identidad, lo que le hacía ser menos ella. Se había convencido de que si ella no existiese, todo sería igual que antes. Pero ella había leído el mismo libro que Noel. Sabía que aunque la matase, dejándose llevar y perdiendo toda la humanidad de la que una vez había hecho gala, ella renacería con una sucia y cochina sonrisa en el rostro. Así que solo se había amargado volcándose en un odio que se alimentaba de sí mismo.
Pero, debajo de lo de Pyro, soy yo. Igual a siempre.- pensó en voz alta mordiéndose la cara interior de las mejillas con fuerza.
Eso llevaba a una conclusión: que Noel también era el mismo, sádico o no.
Luego, ¿Qué sentido tiene que pase el resto de mi vida atormentada por ser lo que soy? ¡no puedo! Y si no me avergüenzo, si no que lo acepto, por qué no dejarme llevar? Estoy…
>>- … Tan harta de sufrir por sentirme despreciable. Es rídiculo, Noel, y no nos hemos dado ni cuenta. Esto es lo que somos. Más allá de aceptarlo, si lo que te hace feliz es el dolor, o la muerte, o la sangre… y en mi caso, cuando la única víctima de eso sería Pyro, a la que odio tanto que no podría sentirme culpable fuera del cargo moral de acabar con una vida… ¡y que carajo! Ni siquiera la mataría. Porque renace como la mala hierba. La voy a matar… a matar tantas veces como pueda. No sé aun como haré. Pero hay algo más, voy a ir a Nubla, como el Kaiser o Jack. Necesito… querría a alguien. Un asistente o el eufemismo que ellos usen. Quiero sentir a alguien en mi bando. – terminó. Había ido a hablar con Noel. Había comenzado consolando, y había procedido a contarle sus conclusiones. Había algo más que había influído en sus palabras. En su deseo de matar. De matar de verdad.
Azura se había girado en la cama cuando ya terminaba su reflexión, sin llegar mucho más lejos de querer aceptar lo que era, cuando vio la nota. Era SU letra, en rojo sangre.
“ Es mía. Mía. Mia y mía.
Soy la única que merece vivir. Tira una moneda al aire para comprobarlo si quieres. Ah, no, que no puedes :D”
Su moneda ya no estaba en el cajón. Y a partir de ahí habían llegado el resto de las conclusiones.
-Tiene mi moneda.- le dijo a su amigo emplumado. Y se echó a llorar de rabia.
Se fue a dormir tras aquella conversación. Tuvo un sueño maravilloso, en el que Noel mataba a Pyro y ella podía pintarse la cara con su sangre roja y reírse por lo ironico del color.
-No pasa nada, estamos bien.- dijo con voz monocorde al abrazo de Aníbal.
Se despidieron al fin de los demás y Azura subió con paso mecánico a la habitación, donde se desplomó sobre la cama. Mientras las cosas regresaban a ella, pudo reflexionar. Al principio, solo eran imágenes inconexas que tenía tiempo de analizar: Noel riéndose, el olor a carne quemada después de su primer golpe al monstruo, los cuerpos de humanoides desperdigados y cubiertos de sangre de Jack…
Noel se había reído. De placer. Le gustó aquello a lo que había ido. Azura se giró hasta quedar mirando el techo. Su cara fue en lo que más pensó. Antes que revivir ningún otro enfrentamiento en los subterráneos, Azura pensó en Noel y su reacción al herir a los humanoides. Era porque, por encima del bloqueo mental en el que estaba inmersa, Azura establecía algún paralelismo con la transformación repentina en el carácter de su amigo, y lo que ella veía en si misma. Ahora tenía tiempo de pensarlo. ¿Qué opinaba? Y más importante, ¿qué cara pondría la próxima vez que encarase a Noel? Una idea siniestra se le cruzó. ¿Qué pensaría si Noel hiciese eso a su réplica roja? La respuesta era tan obvia que no podía asustarse por pensar así. Había tenido dos meses para acostumbrarse a esa clase de pensamientos. Pero no le avergonzaba menos. La respuesta es que no solo lo disfrutaría, corearía para que le arrancase cachito a cachito cada trozo que era igual al suyo, comenzando por esos ojos de mirada estúpida. Azura, que supuestamente era la parte feliz, al conservar no solo los amigos, sino la moneda, había volcado la vergüenza de desear tantas cosas contrarias a si misma en duplicar el odio por Pyro. Por encima de lo que les venía dado por ser lo que eran, Azura se había convencido firmemente que Pyro era lo que le robaba la identidad, lo que le hacía ser menos ella. Se había convencido de que si ella no existiese, todo sería igual que antes. Pero ella había leído el mismo libro que Noel. Sabía que aunque la matase, dejándose llevar y perdiendo toda la humanidad de la que una vez había hecho gala, ella renacería con una sucia y cochina sonrisa en el rostro. Así que solo se había amargado volcándose en un odio que se alimentaba de sí mismo.
Pero, debajo de lo de Pyro, soy yo. Igual a siempre.- pensó en voz alta mordiéndose la cara interior de las mejillas con fuerza.
Eso llevaba a una conclusión: que Noel también era el mismo, sádico o no.
Luego, ¿Qué sentido tiene que pase el resto de mi vida atormentada por ser lo que soy? ¡no puedo! Y si no me avergüenzo, si no que lo acepto, por qué no dejarme llevar? Estoy…
>>- … Tan harta de sufrir por sentirme despreciable. Es rídiculo, Noel, y no nos hemos dado ni cuenta. Esto es lo que somos. Más allá de aceptarlo, si lo que te hace feliz es el dolor, o la muerte, o la sangre… y en mi caso, cuando la única víctima de eso sería Pyro, a la que odio tanto que no podría sentirme culpable fuera del cargo moral de acabar con una vida… ¡y que carajo! Ni siquiera la mataría. Porque renace como la mala hierba. La voy a matar… a matar tantas veces como pueda. No sé aun como haré. Pero hay algo más, voy a ir a Nubla, como el Kaiser o Jack. Necesito… querría a alguien. Un asistente o el eufemismo que ellos usen. Quiero sentir a alguien en mi bando. – terminó. Había ido a hablar con Noel. Había comenzado consolando, y había procedido a contarle sus conclusiones. Había algo más que había influído en sus palabras. En su deseo de matar. De matar de verdad.
Azura se había girado en la cama cuando ya terminaba su reflexión, sin llegar mucho más lejos de querer aceptar lo que era, cuando vio la nota. Era SU letra, en rojo sangre.
“ Es mía. Mía. Mia y mía.
Soy la única que merece vivir. Tira una moneda al aire para comprobarlo si quieres. Ah, no, que no puedes :D”
Su moneda ya no estaba en el cajón. Y a partir de ahí habían llegado el resto de las conclusiones.
-Tiene mi moneda.- le dijo a su amigo emplumado. Y se echó a llorar de rabia.
Se fue a dormir tras aquella conversación. Tuvo un sueño maravilloso, en el que Noel mataba a Pyro y ella podía pintarse la cara con su sangre roja y reírse por lo ironico del color.
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
02/05/12, 10:25 pm
Cuando me giro, dispuesto a irme, me doy cuenta de que he dicho un par de cosas que no debería...podrían haberme malinterpretado. Me vuelvo a girar y aclaro mis palabras anteriores.
-No creáis que os desprecio, para nada. Pero tampoco sois los más poderosos de Rocavarancolia ni de lejos. Hay gente que si quisiera os destrozaría con sólo pestañear y tenéis que tenerlo presente. Y no hablo de mí, yo soy hasta debilucho comparado con muchos otros. La solución es entrenar mucho. Mañana venid, como ha dicho Adara, que nos fortaleceremos. Así ya veréis, si volvéis a los subterráneos vais a tener muchas más posibilidades de sobrevivir. Y eso haría muy feliz a Adara. Y con ella, a todos nosotros.-Les sonrío y muevo la cabeza-. Esto de tratar a la gente no es lo mío...he estado meses metido en la sala de entrenamiento saliendo sólo a comer. Debería socializar...
Dicho todo lo que tenía que decir, me giro y me encamino a la sede de los Taumaturgos. Quizá no sea el ser más sociable del mundo, pero me he encariñado de estos chicos, que mueran no entra en mis planes...y haré lo que haga falta para que se fortalezcan y vivan.
Hoy hemos pasado de todo. Miedo, alivio...y hemos ido a los subterráneos y hemos salido enteros. Los subterráneos, donde te puede salir cualquier cosa imaginable. Es algo para sentirse orgulloso. Y qué demonios, los chicos se manejaban bien, aunque han acabado agotados. Y asustados. Es normal, para muchos es la primera vez ahí abajo. Espero que esperen algo más antes de volver a aventurarse...
Entre estos pensamientos, me dirijo a la sede.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
-No creáis que os desprecio, para nada. Pero tampoco sois los más poderosos de Rocavarancolia ni de lejos. Hay gente que si quisiera os destrozaría con sólo pestañear y tenéis que tenerlo presente. Y no hablo de mí, yo soy hasta debilucho comparado con muchos otros. La solución es entrenar mucho. Mañana venid, como ha dicho Adara, que nos fortaleceremos. Así ya veréis, si volvéis a los subterráneos vais a tener muchas más posibilidades de sobrevivir. Y eso haría muy feliz a Adara. Y con ella, a todos nosotros.-Les sonrío y muevo la cabeza-. Esto de tratar a la gente no es lo mío...he estado meses metido en la sala de entrenamiento saliendo sólo a comer. Debería socializar...
Dicho todo lo que tenía que decir, me giro y me encamino a la sede de los Taumaturgos. Quizá no sea el ser más sociable del mundo, pero me he encariñado de estos chicos, que mueran no entra en mis planes...y haré lo que haga falta para que se fortalezcan y vivan.
Hoy hemos pasado de todo. Miedo, alivio...y hemos ido a los subterráneos y hemos salido enteros. Los subterráneos, donde te puede salir cualquier cosa imaginable. Es algo para sentirse orgulloso. Y qué demonios, los chicos se manejaban bien, aunque han acabado agotados. Y asustados. Es normal, para muchos es la primera vez ahí abajo. Espero que esperen algo más antes de volver a aventurarse...
Entre estos pensamientos, me dirijo a la sede.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
03/05/12, 12:18 am
Estoy frenético, más calmado quizá, pero hacía tiempo que no luchaba con tanto frenesí, que no bebía con tanta ansia y con tanta adrenalina disparada por mi cuerpo. Solo espero que no se me note, por algo estoy rígido y de brazos cruzados desde que les he dicho lo que pensaba. El ulterano piensa más o menos como yo, es algo. Luego se suceden varios intercambios de palabras entre los demás, pero me entero de poco. Estoy deseando salir corriendo, llegar a casa y bañarme con agua a punto de congelación, para calmarme de una maldita vez.
Los demás siguen hablando y hablando... <<< Diablos... Ni que se hubiera muerto alguno o les hubiera arrancado un brazo de cuajo aquella cosa... >>> Pero no es sólo lo de bajar solos a los subterráneos, tiene que haber algo más que no alcanzo a entender y que no sé... <<< ¡Vete ya! Aún falta para el amanecer, pero tienes una responsabilidad: Elunin sigue en la Sede, también estaba preocupado y cuanto más tarde en llegar, peor... >>>
Aníbal acaba despidiéndose y pone rumbo a la Sede. Yo miro al grupo y, tras inspirar hondo varias veces de manera imperceptible, digo sonriendo:
-Nos veremos en el próximo entrenamiento. Tengo un nublino al que recoger y alimentar, así que me marcho. Que durmáis bien.
Y acto seguido, sin esperar respuesta, me giro sobre mí mismo y echo a correr hacia la otra torre, a velocidad vertiginosa, sobrepasando a Aníbal sin que apenas sea capaz de verme...
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
Los demás siguen hablando y hablando... <<< Diablos... Ni que se hubiera muerto alguno o les hubiera arrancado un brazo de cuajo aquella cosa... >>> Pero no es sólo lo de bajar solos a los subterráneos, tiene que haber algo más que no alcanzo a entender y que no sé... <<< ¡Vete ya! Aún falta para el amanecer, pero tienes una responsabilidad: Elunin sigue en la Sede, también estaba preocupado y cuanto más tarde en llegar, peor... >>>
Aníbal acaba despidiéndose y pone rumbo a la Sede. Yo miro al grupo y, tras inspirar hondo varias veces de manera imperceptible, digo sonriendo:
-Nos veremos en el próximo entrenamiento. Tengo un nublino al que recoger y alimentar, así que me marcho. Que durmáis bien.
Y acto seguido, sin esperar respuesta, me giro sobre mí mismo y echo a correr hacia la otra torre, a velocidad vertiginosa, sobrepasando a Aníbal sin que apenas sea capaz de verme...
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
03/05/12, 01:01 am
Miré con expresión vacía a Giz mientras me ofrecía una mano para salir de los subterráneos. Acepté su ayuda sin decir nada. Giz parecía preocupado por mí y no enfadado, pero fui incapaz de hablar con él. Tenía miedo a decir nada. Miedo al rechazo por parte de aquellos a los que quería. Y sobre todo miedo de mí mismo.
Llegué a Serpentaria acompañado por Giz sin prestar atención a nada de lo que me rodeaba, siguiéndolo a él como si fuera un autómata programado para caminar. Me detuve frente a los demás, evitando mirarlos. Escuché como primero Aníbal y a continuación Jack y el señor káiser nos explicaban su punto de vista. Aníbal fue el más duro, pero por otra parte nos dio un abrazo a cada uno a pesar de todo... y rectificó sus palabras tras escuchar a Jack. No sabía que pensar de todo lo que habían dicho, en ese momento no sabía nada. Pero cuando Jack se acercó a acariciarme la cabeza lo recordé... Recordé su rostro de satisfacción mientras bebía la sangre de sus enemigos y los cortaba con su espada una y otra vez... Igual que yo. Pero estaba claro que a él no le afectaba en lo más mínimo este hecho. Ni tampoco a los demás. Era una conclusión a la que era fácil llegar. Pero aún así... Había sido una experiencia muy desagradable. Había disfrutado haciéndoles daño. La voz de Gael me sacó de mis pensamientos. Le habló a Adara, expresando en voz alta mi propia preocupación. Eso me distrajo de mis funestas cavilaciones y levanté la cabeza. Adara nos habló por fin. Me sentí inmensamente aliviado al escuchar sus palabras. Ninguno nos guardaba rencor. Y todos nos tenían un gran afecto. A Adara se le escaparon algunas lágrimas y nuevamente sentí mis propios ojos humedecidos. Me permití un amago de sonrisa mientras nos despedíamos de ellos. Sentía que debería haber dicho algo, hecho algo, mostrar alguna emoción. Pero no me sentía con ganas de hacer nada...
Cuando todos se fueron, me dirigí a mi habitación evitando mirar a mis compañeros.
-Yo... estoy muy cansado -dije mirando al suelo-. Estaré en mi habitación...
Me metí en mi cuarto sin esperar ninguna respuesta. Aún me daba miedo lo que pensarían de mí. Especialmente Alicia y Giz. Los conocía mejor que a ningún otro y sabía como eran... Me senté en la cama, sin desvestirme, con los codos sobre las rodillas. Observé el armario, con la puerta derecha siempre abierta. ¿Cómo iba a ser capaz de dormir? No podía quitarme el asunto de la cabeza. Me daba miedo el momento en que tuviera que enfrentarme a Giz y a Alicia... De pronto escucho unos golpes. Alguien llama la puerta de la habitación. El corazón me latía muy deprisa cuando me levanté a abrirla. Era Alicia. Me quedé inmóvil delante de la puerta sin saber que decir.
-¿Qui... quieres pasar? -dije por fin.
Le ofrecí sentarse en la única silla que había en la habitación y yo me sentí en la cama. Entonces empezó a hablarme. Me habló acerca de Pyro y de lo que sentía. Yo conocía los problemas que acarreaba su transformación, había leído sobre ello y lo había podido comprobar viviendo con Alicia. O mejor dicho con Azura. Escuché atentamente todo lo que me explicó. Y entendí por qué me estaba contando todo aquello. En el fondo lo que le sucedía a ella con su "hermana" era lo mismo que me había sucedido hoy a mí. Al principio no me sentía capaz de mirar a Alicia a la cara, pero según avanzaba la conversación mi apatía fue remitiendo. Me di cuenta de que podía sentirme identificado con todo lo que ella decía, era diferente pero igual al mismo tiempo. Gran parte de mi miedo desapareció. Alicia no me rechazaba, sino que me comprendía.
-Tienes razón, Alicia... Tienes toda la razón -le dije mirándola a los ojos directamente por primera vez desde que habíamos salido de los subterráneos-. Yo... te agradezco mucho que hayas venido a hablar conmigo, Me siento mucho mejor -le sonreí débilmente-. Pero... ahora estoy preocupado por lo que has dicho. No me gustaría ver como Pyro y tú os matáis la una a la otra. Entiendo que es inevitable vuestro odio... Sería un hipócrita si te lo recriminase después de lo que ha sucedido hoy -dije incómodo.
Pero el odio visceral que Azura sentía por Pyro no se podía calmar por unas cuantas palabras, lo sabía muy bien. No supe qué más decirle al respecto, especialmente cuando me contó lo de la moneda y la nota. Había visto a Alicia con esa moneda desde que éramos cosechados. Esa moneda la había llevado a venir a vivir conmigo y Giz a Letargo a pesar de que en aquel momento no era capaz ni de hablarme. Sin embargo ahora estaba allí, hablando tan abiertamente conmigo y sin avergonzarse. No pude evitar rememorar aquel recuerdo cuando se echó a llorar. Torpemente la abracé.
-No llores... seguro que tiene que haber alguna solución -dije con inseguridad.
No sabía muy bien que decirle. El problema de Alicia era, en cierto modo, más complicado que el mío. Finalmente le sugerí que se fuese a dormir. Le deesé buenas noches y, cuando cerró la puerta, me quedé pensando en todo lo que me había dicho. Con la conciencia un poco más tranquila, me desvestí y me puse la ropa que usaba normalmente para dormir. Tenía la suerte de contar con amigos como Alicia, pensé mientas me metía en cama. Finalmente, con este pensamiento y lo agotado que estaba pude dormirme.
Llegué a Serpentaria acompañado por Giz sin prestar atención a nada de lo que me rodeaba, siguiéndolo a él como si fuera un autómata programado para caminar. Me detuve frente a los demás, evitando mirarlos. Escuché como primero Aníbal y a continuación Jack y el señor káiser nos explicaban su punto de vista. Aníbal fue el más duro, pero por otra parte nos dio un abrazo a cada uno a pesar de todo... y rectificó sus palabras tras escuchar a Jack. No sabía que pensar de todo lo que habían dicho, en ese momento no sabía nada. Pero cuando Jack se acercó a acariciarme la cabeza lo recordé... Recordé su rostro de satisfacción mientras bebía la sangre de sus enemigos y los cortaba con su espada una y otra vez... Igual que yo. Pero estaba claro que a él no le afectaba en lo más mínimo este hecho. Ni tampoco a los demás. Era una conclusión a la que era fácil llegar. Pero aún así... Había sido una experiencia muy desagradable. Había disfrutado haciéndoles daño. La voz de Gael me sacó de mis pensamientos. Le habló a Adara, expresando en voz alta mi propia preocupación. Eso me distrajo de mis funestas cavilaciones y levanté la cabeza. Adara nos habló por fin. Me sentí inmensamente aliviado al escuchar sus palabras. Ninguno nos guardaba rencor. Y todos nos tenían un gran afecto. A Adara se le escaparon algunas lágrimas y nuevamente sentí mis propios ojos humedecidos. Me permití un amago de sonrisa mientras nos despedíamos de ellos. Sentía que debería haber dicho algo, hecho algo, mostrar alguna emoción. Pero no me sentía con ganas de hacer nada...
Cuando todos se fueron, me dirigí a mi habitación evitando mirar a mis compañeros.
-Yo... estoy muy cansado -dije mirando al suelo-. Estaré en mi habitación...
Me metí en mi cuarto sin esperar ninguna respuesta. Aún me daba miedo lo que pensarían de mí. Especialmente Alicia y Giz. Los conocía mejor que a ningún otro y sabía como eran... Me senté en la cama, sin desvestirme, con los codos sobre las rodillas. Observé el armario, con la puerta derecha siempre abierta. ¿Cómo iba a ser capaz de dormir? No podía quitarme el asunto de la cabeza. Me daba miedo el momento en que tuviera que enfrentarme a Giz y a Alicia... De pronto escucho unos golpes. Alguien llama la puerta de la habitación. El corazón me latía muy deprisa cuando me levanté a abrirla. Era Alicia. Me quedé inmóvil delante de la puerta sin saber que decir.
-¿Qui... quieres pasar? -dije por fin.
Le ofrecí sentarse en la única silla que había en la habitación y yo me sentí en la cama. Entonces empezó a hablarme. Me habló acerca de Pyro y de lo que sentía. Yo conocía los problemas que acarreaba su transformación, había leído sobre ello y lo había podido comprobar viviendo con Alicia. O mejor dicho con Azura. Escuché atentamente todo lo que me explicó. Y entendí por qué me estaba contando todo aquello. En el fondo lo que le sucedía a ella con su "hermana" era lo mismo que me había sucedido hoy a mí. Al principio no me sentía capaz de mirar a Alicia a la cara, pero según avanzaba la conversación mi apatía fue remitiendo. Me di cuenta de que podía sentirme identificado con todo lo que ella decía, era diferente pero igual al mismo tiempo. Gran parte de mi miedo desapareció. Alicia no me rechazaba, sino que me comprendía.
-Tienes razón, Alicia... Tienes toda la razón -le dije mirándola a los ojos directamente por primera vez desde que habíamos salido de los subterráneos-. Yo... te agradezco mucho que hayas venido a hablar conmigo, Me siento mucho mejor -le sonreí débilmente-. Pero... ahora estoy preocupado por lo que has dicho. No me gustaría ver como Pyro y tú os matáis la una a la otra. Entiendo que es inevitable vuestro odio... Sería un hipócrita si te lo recriminase después de lo que ha sucedido hoy -dije incómodo.
Pero el odio visceral que Azura sentía por Pyro no se podía calmar por unas cuantas palabras, lo sabía muy bien. No supe qué más decirle al respecto, especialmente cuando me contó lo de la moneda y la nota. Había visto a Alicia con esa moneda desde que éramos cosechados. Esa moneda la había llevado a venir a vivir conmigo y Giz a Letargo a pesar de que en aquel momento no era capaz ni de hablarme. Sin embargo ahora estaba allí, hablando tan abiertamente conmigo y sin avergonzarse. No pude evitar rememorar aquel recuerdo cuando se echó a llorar. Torpemente la abracé.
-No llores... seguro que tiene que haber alguna solución -dije con inseguridad.
No sabía muy bien que decirle. El problema de Alicia era, en cierto modo, más complicado que el mío. Finalmente le sugerí que se fuese a dormir. Le deesé buenas noches y, cuando cerró la puerta, me quedé pensando en todo lo que me había dicho. Con la conciencia un poco más tranquila, me desvestí y me puse la ropa que usaba normalmente para dormir. Tenía la suerte de contar con amigos como Alicia, pensé mientas me metía en cama. Finalmente, con este pensamiento y lo agotado que estaba pude dormirme.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
03/05/12, 04:19 pm
Aguanto todos y cada uno de los discursos en silencio, sin rechistar ni una sola vez ni quejarme, incluso cuando bien pudiera haberse merecido la queja. Abrazo si me abrazan y asiento cuando creo que la ocasión lo requiere. Pero no acabo de estar de acuerdo con ellos. Hemos estado trabajando dos meses como esclavos, hemos mejorado en muchos aspectos y no puedo evitar sentirme infravalorado con comentarios como el de Anibal, aunque luego intente arreglarlo. Vale que en los subterráneos las cosas se nos han complicado, pero en ningún momento nos habría pasado nada. Teníamos magia suficiente para escapar si las cosas se ponían más feas de lo que nosotros pudieramos lograr. Sé que no soy un anciano experimentado, pero ellos tampoco son mucho mayores que nosotros como para dárselas de sabiondos redomados. << Ellos han corrido un riesgo mayor bajando a buscarnos que el que ya corríamos nosotros contra la mole podrida o cualquier otro animal >>.
Ofuscado como estoy e incapaz de quitarme el cabreo de encima, acabo subiendo a la biblioteca en un par de hechizos, dejando al resto abajo. Ojeo libros durante una cantidad de tiempo indeterminada, incapaz de dormir. De vez en cuando vuelvo a darle vueltas a lo que ha pasado hoy, pero sigo sin ver el problema. Una vez han reposado las ideas, le encuentro cierto sentido a su preocupación. Entiendo que tengan miedo por lo que nos pueda pasar, pero no acabo de comprender por qué no tienen confianza en nosotros. << No habría pasado nada >>, me repito por infinitésima vez desde que estoy en la biblioteca.
De que aguardo a darme cuenta, los rayos de sol entran perezosos por los ventanales de la biblioteca. Ha amanecido antes de que me diera tiempo a asimilar que era de noche. << Demasiado rápido >>. Lo que menos me apetece ahora es bajar abajo a desayunar. Sé que debería hablar con Noel, al que había visto muy afectado, imagino que por su repentino cambio de actitud frente a los mediohombres, pero ahora solo lo empeoraría.
Al final acabo dirigiéndome directamente a la cocina para pescar algo de comer sin toparme con nadie, a ser posible. No me apetece hablar, por raro que parezca. Antes, cuando vivía en Asrena, lo normal era que no me apeteciera hablar con nadie y me agradaba el silencio, me sentía en él como pez en el agua. Ahora, sin embargo, se podría decir que me ahoga. << Aún así... >>. Una vez estoy en la habitación, rebusco entre los cajones y acabo de coger un pedazo de queso.
Ofuscado como estoy e incapaz de quitarme el cabreo de encima, acabo subiendo a la biblioteca en un par de hechizos, dejando al resto abajo. Ojeo libros durante una cantidad de tiempo indeterminada, incapaz de dormir. De vez en cuando vuelvo a darle vueltas a lo que ha pasado hoy, pero sigo sin ver el problema. Una vez han reposado las ideas, le encuentro cierto sentido a su preocupación. Entiendo que tengan miedo por lo que nos pueda pasar, pero no acabo de comprender por qué no tienen confianza en nosotros. << No habría pasado nada >>, me repito por infinitésima vez desde que estoy en la biblioteca.
De que aguardo a darme cuenta, los rayos de sol entran perezosos por los ventanales de la biblioteca. Ha amanecido antes de que me diera tiempo a asimilar que era de noche. << Demasiado rápido >>. Lo que menos me apetece ahora es bajar abajo a desayunar. Sé que debería hablar con Noel, al que había visto muy afectado, imagino que por su repentino cambio de actitud frente a los mediohombres, pero ahora solo lo empeoraría.
Al final acabo dirigiéndome directamente a la cocina para pescar algo de comer sin toparme con nadie, a ser posible. No me apetece hablar, por raro que parezca. Antes, cuando vivía en Asrena, lo normal era que no me apeteciera hablar con nadie y me agradaba el silencio, me sentía en él como pez en el agua. Ahora, sin embargo, se podría decir que me ahoga. << Aún así... >>. Una vez estoy en la habitación, rebusco entre los cajones y acabo de coger un pedazo de queso.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
03/05/12, 06:11 pm
Al final Adara consigue hacerme sentir mejor con sus palabras. Me alegra mucho saber que no está enfadada. Entiendo que hayan pasado miedo, pero espero que también aprendan a confiar un poco más en nosotros. Solo espero que de ahora en adelante no nos subestimemos los unos a los otros, sencillamente. Los demás se despiden y se van a la sede prometiendo más entrenamientos para mañana como es habitual, y nosotros entramos en la torre. Poseo el vlakai dispuesto a llevarlo a la habitación donde guardo los demás, pero me detengo un momento al oír a Noel diciendo que se va a quedar es su habitación un tanto decaído. Azura ya iba de camino por las escaleras, y Giz, por su parte, se va a la planta superior. De pronto me encuentro solo en la torre, de nuevo solo y con mis cadáveres. Pero decido que no es el mejor momento para hablar con ellos, mañana tal vez, aunque espero que se despierten más animados.
Espero un rato mientras muevo el ala rota del vlakai... no, no rota, parece más bien dislocada. Cuando ya no oigo ningún sonido, subo a la habitación donde están los demás cadáveres y salgo del murciélago para tratar de poner de nuevo los huesos en su sitio. Con cuidado muevo el hueso alrededor de la articulación hasta que vuelve a su sitio con un leve chasquido. Entonces reviso si tiene alguna herida de la refriega y encuentro un par de rascazos que vale la pena coser con hilo antes de conservarlo. Preparo todo como hice hace ya dos meses con el dragón y lo hechizo con lo mejor que tengo. Las prácticas con ratones han servido bastante para desechar muchos procedimientos, pero todavía necesito más tiempo para comprobar si pueden ser realmente duraderos con eso los cadáveres.
Cuando mis tripas rugen me doy cuenta de lo realmente tarde que es y cuantísimo tiempo hace que no pruebo bocado. Después de que haya quedado atrás el agobio vivido en los subterráneos mi estómago reclama comida urgentemente. Y también estoy agotado, empiezo a ver borroso incluso. Simplemente creía encontrarme mejor porque se había recuperado parte de mi poder mágico por fin. Sin embargo, justo cuando iba a salir a por algo de comer antes de irme a dormir, escucho una puerta abrirse y cerrarse. Los demás están despiertos todavía. Pero para no molestar ahora con mis idas y venidas me hago intangible y bajo a la cocina. Por el camino me parecce oír voces al pasar por la habitación de Noel, pero no identifico quién habla. Por un momento pienso que no pueden dormir y me siento excluído porque nadi ha hablado conmigo, pero trato de apartar esos pensamientos. En primer lugar es una tontería, yo no estaba por ahí hace un momento. Tampoco sé quién habla y, además, a mí me conocen desde hace menos tiempo. Me doy cuenta de que antes, cuando me quedé solo en la entrada de Serpentaria fue cuando me sentí un poco abandonado, pero le estoy dando vueltas de más. El cansancio me juega una mala pasada y lo mejor que puedo hacer es cenar algo e irme para cama a aprovechar las pocas horas que quedan antes del amanecer.
A la mañana siguiente me siento pesado, reaccio a levantarme cuando el sol ya me está dando de lleno en los ojos. Pero hago un esfuerzo y salgo al pasillo frotándome los párpados con saña, tratando de despertar. Al bajar a la cocina me encuentro a Giz allí. Su expresión hace que se me quede el saludo en mitad de la garganta, pero él tampoco dice nada. Me acerco a la repisa y me sirvo un vaso de leche. El silencio no me gusta, no me gusta nada. Pero todo lo que se me ocurre decir me parece poco apropiado.
-¿Hago tortitas? -pregunto entonces con mi voz de recién levantado. Me sueno estúpido hasta a mí mismo, sobre todo teniendo en cuenta cómo sabían las últimas que intenté hacer, pero aun así cojo la sartén de hierro dispuesto a hacer algunas-. Me preocupa Noel. Bueno... -lo miro de reojo-, me preocupáis todos. Quiero decir... es que estáis así...
Me callo. Iba a decir cambiados, pero tampoco es eso. No esperaba que siguiesen todavía pensando en lo de ayer. Y entiendo lo de Noel, ¿pero y ellos? ¿Es por lo que dijeron los de la sede, por Noel, por los subterráneos, por todo? Espero que al menos se vaya pronto este ambiente frío. Esto ya parece de nuevo la Serpentaria en la que vivía hasta hace dos meses.
Espero un rato mientras muevo el ala rota del vlakai... no, no rota, parece más bien dislocada. Cuando ya no oigo ningún sonido, subo a la habitación donde están los demás cadáveres y salgo del murciélago para tratar de poner de nuevo los huesos en su sitio. Con cuidado muevo el hueso alrededor de la articulación hasta que vuelve a su sitio con un leve chasquido. Entonces reviso si tiene alguna herida de la refriega y encuentro un par de rascazos que vale la pena coser con hilo antes de conservarlo. Preparo todo como hice hace ya dos meses con el dragón y lo hechizo con lo mejor que tengo. Las prácticas con ratones han servido bastante para desechar muchos procedimientos, pero todavía necesito más tiempo para comprobar si pueden ser realmente duraderos con eso los cadáveres.
Cuando mis tripas rugen me doy cuenta de lo realmente tarde que es y cuantísimo tiempo hace que no pruebo bocado. Después de que haya quedado atrás el agobio vivido en los subterráneos mi estómago reclama comida urgentemente. Y también estoy agotado, empiezo a ver borroso incluso. Simplemente creía encontrarme mejor porque se había recuperado parte de mi poder mágico por fin. Sin embargo, justo cuando iba a salir a por algo de comer antes de irme a dormir, escucho una puerta abrirse y cerrarse. Los demás están despiertos todavía. Pero para no molestar ahora con mis idas y venidas me hago intangible y bajo a la cocina. Por el camino me parecce oír voces al pasar por la habitación de Noel, pero no identifico quién habla. Por un momento pienso que no pueden dormir y me siento excluído porque nadi ha hablado conmigo, pero trato de apartar esos pensamientos. En primer lugar es una tontería, yo no estaba por ahí hace un momento. Tampoco sé quién habla y, además, a mí me conocen desde hace menos tiempo. Me doy cuenta de que antes, cuando me quedé solo en la entrada de Serpentaria fue cuando me sentí un poco abandonado, pero le estoy dando vueltas de más. El cansancio me juega una mala pasada y lo mejor que puedo hacer es cenar algo e irme para cama a aprovechar las pocas horas que quedan antes del amanecer.
A la mañana siguiente me siento pesado, reaccio a levantarme cuando el sol ya me está dando de lleno en los ojos. Pero hago un esfuerzo y salgo al pasillo frotándome los párpados con saña, tratando de despertar. Al bajar a la cocina me encuentro a Giz allí. Su expresión hace que se me quede el saludo en mitad de la garganta, pero él tampoco dice nada. Me acerco a la repisa y me sirvo un vaso de leche. El silencio no me gusta, no me gusta nada. Pero todo lo que se me ocurre decir me parece poco apropiado.
-¿Hago tortitas? -pregunto entonces con mi voz de recién levantado. Me sueno estúpido hasta a mí mismo, sobre todo teniendo en cuenta cómo sabían las últimas que intenté hacer, pero aun así cojo la sartén de hierro dispuesto a hacer algunas-. Me preocupa Noel. Bueno... -lo miro de reojo-, me preocupáis todos. Quiero decir... es que estáis así...
Me callo. Iba a decir cambiados, pero tampoco es eso. No esperaba que siguiesen todavía pensando en lo de ayer. Y entiendo lo de Noel, ¿pero y ellos? ¿Es por lo que dijeron los de la sede, por Noel, por los subterráneos, por todo? Espero que al menos se vaya pronto este ambiente frío. Esto ya parece de nuevo la Serpentaria en la que vivía hasta hace dos meses.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
03/05/12, 06:53 pm
Azura despertó de extrraño humor. Saludó a Gael con una sonrisa a medias. Sonrió del todo al escuchar lo de tortitas.
- Claro, me encantaría.
Reflexionó unos segundos antes de contestar a lo siguiente. Con Noel había sido más que sincera. Pero era una situación distinta, y un momento distinto. Gael, aun así era su amigo. Era tan buena persona que habría sido difícil considerarlo de otro modo tras dos meses de convivencia. Así que no iba a mentir, pero tampoco a contar toda la verdad. Noel, por su parte, ya sabría que decir y que no.
- Gael, ayer fue un día muy duro. Es una mezcla de cansancio y mal rollo acumulado. Pero se nos pasará. Yo por mi parte estoy perfectamente. - su voz adquirió un matiz seco y duro en aquella última afirmación. Era cierto, pero lo era porque sentía una especie de alivio al haber tomado esa resolución. Al contrario de lo que había esperado, todavía no le flaqueaba la decisión. Decidió desviar la conversación para que no pudiese preguntarle por aquel gesto agrio en su cara, y dejó caer otro tema, ahora que estaban presentes. – Quiero ir a Nubla como ha hecho el Kaiser. Estaba pensando… que me vendría bien alguien. - lo dejó ahí. En realidad se había blindado de excusas y temía una mala reacción. Ella misma habría puesto muy mala cara antes. Era esclavitud, lo llamasen como lo llamasen. Pero en el tema moral, era curioso lo mucho que se había relajado. Azura temía una mala reacción de sus amigos (los que quedaban por saberlo) pero no había tenido ningún dilema con esa idea. Ni siquiera se había planteado otra vez lo de perder su identidad, al perder sus valores. En cierto modo, mas allá de lo que ella dijera sentir, o de las decisiones que hubiera creído tomar; Azura ya estaba cambiada mucho antes de decidir matar a su hermana oficialmente. Jugueteó con una cuchara, impasible en ese tema. Su expresión, a ratos en la conversación, se volvía indescifrable. Le brillaban los ojos de odio, y su mirada se perdía en un punto fijo, con la mente en otro lugar pero concentrada en una sola cosa:
Venganza.
- Claro, me encantaría.
Reflexionó unos segundos antes de contestar a lo siguiente. Con Noel había sido más que sincera. Pero era una situación distinta, y un momento distinto. Gael, aun así era su amigo. Era tan buena persona que habría sido difícil considerarlo de otro modo tras dos meses de convivencia. Así que no iba a mentir, pero tampoco a contar toda la verdad. Noel, por su parte, ya sabría que decir y que no.
- Gael, ayer fue un día muy duro. Es una mezcla de cansancio y mal rollo acumulado. Pero se nos pasará. Yo por mi parte estoy perfectamente. - su voz adquirió un matiz seco y duro en aquella última afirmación. Era cierto, pero lo era porque sentía una especie de alivio al haber tomado esa resolución. Al contrario de lo que había esperado, todavía no le flaqueaba la decisión. Decidió desviar la conversación para que no pudiese preguntarle por aquel gesto agrio en su cara, y dejó caer otro tema, ahora que estaban presentes. – Quiero ir a Nubla como ha hecho el Kaiser. Estaba pensando… que me vendría bien alguien. - lo dejó ahí. En realidad se había blindado de excusas y temía una mala reacción. Ella misma habría puesto muy mala cara antes. Era esclavitud, lo llamasen como lo llamasen. Pero en el tema moral, era curioso lo mucho que se había relajado. Azura temía una mala reacción de sus amigos (los que quedaban por saberlo) pero no había tenido ningún dilema con esa idea. Ni siquiera se había planteado otra vez lo de perder su identidad, al perder sus valores. En cierto modo, mas allá de lo que ella dijera sentir, o de las decisiones que hubiera creído tomar; Azura ya estaba cambiada mucho antes de decidir matar a su hermana oficialmente. Jugueteó con una cuchara, impasible en ese tema. Su expresión, a ratos en la conversación, se volvía indescifrable. Le brillaban los ojos de odio, y su mirada se perdía en un punto fijo, con la mente en otro lugar pero concentrada en una sola cosa:
Venganza.
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