Torre Serpentaria (Archivo I)
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23 participantes
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Torre Serpentaria (Archivo I)
17/10/11, 03:13 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.
Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
23/11/11, 12:27 am
Ensimismado como estaba revisando los baúles tardé en darme cuenta de que Nia no me había seguido. Tendrá algo que hacer, supongo. Una joya capta entonces mi atención. La agarro y la saco para examinarla mejor. Es un brazalete muy elegante, tanto que no me lo termino de ver puesto. Es de algún metal plateado, parecido al acero, y tiene un relieve a lo largo con la forma de un espino y lo que parecen rosas. Está algo desgastada, pero es más un adorno que un talismán. Me fijo en las manos blancas que lo sujetan y entonces decido regalárselo al cuerpo. Se lo coloco en una muñeca con dificultad, donde se queda fijado. En él quedaba elegante, tal vez podría usarlo de reserva en alguna ocasión, aunque para eso debería ocuparme de cargarlo primero.
Después, aprovechando que ya no tenía que preocuparme por el fuego en las páginas de los libros me pongo a hojear por encima varios de los que había en la biblioteca de la planta superior. Me siento en una silla con un pequeño montón delante, todos de magia bastante básica pero que no conocía. Cuando ya había pasado casi todos los libros a un segundo montón me di cuenta de lo tarde que se estaba haciendo y que todavía no había comido nada desde ayer. Guardo los libros y cojo los talismanes que había conseguido para mí, y tras hacer el par de hechizos necesarios vuelvo a la planta baja, donde había visto antes a Nia. Aunque al llegar ella ya no está, ni tampoco en la cocina. Lo mejor será que deje el cuerpo y coma algo. Aunque no espero tener compañía, la torre está tan silenciosa como de costumbre.
Cuando ya he dejado el cuerpo en su ataúd vuelvo a toda prisa a la cocina y abro el libro de cocina dispuesto a hacer cualquier cosa, pero al sentir como apremia el hambre decido que tengo prisa para cosas demasiado elaboradas. Caliento la sartén de hierro y plancho un huevo en ella con un poco de mantequilla untada. Hoy en vez de quedarme tan deshecho como un huevo revuelto consigo que sea un solo pedazo, pero queda todo apelotonado en el centro, y ya yema parece aún cruda. Lo meto entre dos rebanadas de pan y añado un pedazo de queso, que se derrite un poco en el medio. No será gran cosa pero a mi estómago le vale. Al terminar el bocadillo me bebo un vaso de leche con azúcar y doy la comida por terminada. ¿Qué puedo hacer ahora? Me gustaría salir a dar un paseo, tal vez... Burdel, taberna, biblioteca... Será mejor que decida rápido o se hará demasiado tarde.
Recuerdo que había dejado el colaespina en un edificio cercano. Si había un cuerpo que arriesgar era ese, no se pierde nada con un colaespina. Salgo afuera y busco el lugar. Por suerte el animal seguía en su lugar, escondigo bajo un mueble destrozado. Le aplico un hechizo térmico para que se descongele lentamente y espero dando vueltas en círculos. Cuando el animal está blando por fuera lo poseo, pero enseguida me doy cuenta de que es muy pronto. Trato de arrastrar al animal mientras todavía siento el hechizo de calor. Su interior todavía está frío y tieso. Me arrastro por las escaleras medio derrumbadas y salgo afuera agitando la cola con nerviosismo. La mejor defensa de ese animal son sus espinas, debería poder utilizar las que tiene ahora si me encontrase algún problema.
Cuando todo parece en su sitio hago que cese el hechizo y echo a correr por la calle. Primero voy a inspeccionar el escondite de Jack en el barrio derruído. Tal vez con algunas medidas de protección sería un buen lugar para los cuerpos.
Sigue en el Barrio Derruido.
Después, aprovechando que ya no tenía que preocuparme por el fuego en las páginas de los libros me pongo a hojear por encima varios de los que había en la biblioteca de la planta superior. Me siento en una silla con un pequeño montón delante, todos de magia bastante básica pero que no conocía. Cuando ya había pasado casi todos los libros a un segundo montón me di cuenta de lo tarde que se estaba haciendo y que todavía no había comido nada desde ayer. Guardo los libros y cojo los talismanes que había conseguido para mí, y tras hacer el par de hechizos necesarios vuelvo a la planta baja, donde había visto antes a Nia. Aunque al llegar ella ya no está, ni tampoco en la cocina. Lo mejor será que deje el cuerpo y coma algo. Aunque no espero tener compañía, la torre está tan silenciosa como de costumbre.
Cuando ya he dejado el cuerpo en su ataúd vuelvo a toda prisa a la cocina y abro el libro de cocina dispuesto a hacer cualquier cosa, pero al sentir como apremia el hambre decido que tengo prisa para cosas demasiado elaboradas. Caliento la sartén de hierro y plancho un huevo en ella con un poco de mantequilla untada. Hoy en vez de quedarme tan deshecho como un huevo revuelto consigo que sea un solo pedazo, pero queda todo apelotonado en el centro, y ya yema parece aún cruda. Lo meto entre dos rebanadas de pan y añado un pedazo de queso, que se derrite un poco en el medio. No será gran cosa pero a mi estómago le vale. Al terminar el bocadillo me bebo un vaso de leche con azúcar y doy la comida por terminada. ¿Qué puedo hacer ahora? Me gustaría salir a dar un paseo, tal vez... Burdel, taberna, biblioteca... Será mejor que decida rápido o se hará demasiado tarde.
Recuerdo que había dejado el colaespina en un edificio cercano. Si había un cuerpo que arriesgar era ese, no se pierde nada con un colaespina. Salgo afuera y busco el lugar. Por suerte el animal seguía en su lugar, escondigo bajo un mueble destrozado. Le aplico un hechizo térmico para que se descongele lentamente y espero dando vueltas en círculos. Cuando el animal está blando por fuera lo poseo, pero enseguida me doy cuenta de que es muy pronto. Trato de arrastrar al animal mientras todavía siento el hechizo de calor. Su interior todavía está frío y tieso. Me arrastro por las escaleras medio derrumbadas y salgo afuera agitando la cola con nerviosismo. La mejor defensa de ese animal son sus espinas, debería poder utilizar las que tiene ahora si me encontrase algún problema.
Cuando todo parece en su sitio hago que cese el hechizo y echo a correr por la calle. Primero voy a inspeccionar el escondite de Jack en el barrio derruído. Tal vez con algunas medidas de protección sería un buen lugar para los cuerpos.
Sigue en el Barrio Derruido.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
06/12/11, 05:49 pm
De nuevo llego a Serpentaria, a altas horas de la noche y a todo correr, pero ni rastro de los dragones a nuestra espalda excepto del que llevo conmigo. <<<¿Qué habrá pensado Gael al verme con el bicho antes?>>> pienso sonriendo mientras recupero mi forma y el chico aterriza frente a la puerta de la torre. Yo no puedo pasar, así que le daré el dragón y a casa.
-Bueno, Gael, ha sido un placer pasear con vos en esta hermosa noche pero...-empiezo a reirme tras imitar la forma tan cortés de hablar y callo de pronto al recordar que el gigante se hacía invisible.-Solo bromeaba. El caso... Este dragoncito muerto es todo tuyo. ¿Se comieron al colaespina? Pues tú te los comerás ahora con este.-vuelvo a reir mientras me lo descuelgo del hombro con cuidado por las garras y lo cojo por lo que serían nuestras axilas.-Todo tuyo. Ya me gustaría verte poseyendo a uno de estos y consiguiendo volar, estaría bastante bien. Quizá hasta le ponga una miríada de alas al Acorazado.-digo entre risas, de nuevo. Me gusta pasear, ir de caza y encima con amigos. ¿Qué más se puede pedir? <<<Que Erika despierte y charlar un rato con Cain, Vac o Elliot ...>>> Sacudo la cabeza para despejarme de cualquier pensamiento triste y por fin le doy el dragón a Gael- Una última cosa...-muestro mis colmillos.-Si logras poseerlo y nos cruzamos algún día, avisa de que eres tú.-cambio los incisivos por una sonrisa y sigo.-Aunque olerá a muerto y no a sangre pero...-hago un aspaviento con la mano y digo riendo.- A casita y a dormir, pequeñajo, que es tarde. Buenas noches, ya nos veremos.-me despido vaporizándome y echando a volar.
Ale, una noche más a oscuras del sol y viviendo el presente sin prepararse para el futuro... Tengo que mirar lo de montar un negocio o algo similar... ¿Qué dijo la hechicera aquella sobre mi sangre? Que era un buen ingrediente para hacer venenos... ¿Podría vender mi sangre? Ni siquiera sé cuál es su valor real, podrían timarme o cazarme si me debilito demasiado. Lo mejor será pasar primero por la taberna y tras una jornada de trabajo, rellenar un poco de alguna botella con mi sangre. Beber y rellenar, siendo previsores. Pero hoy no, ah, nada de eso. A casa, que hace días que no paso por allí y el otro día ya bromeaban sobre si no vivo allí... Y aún no sé qué le pasó a Cain en el ojo... Ya van dos veces sin preguntar, no habrá una tercera. Hay que ser suave, vale, pero a ver si se van a pensar que no me preocupo por ellos... Y con este pensamiento y cien más, incremento la velocidad hacia el Burdel, surcando el cielo rocavarancolés como una exhalación...
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
-Bueno, Gael, ha sido un placer pasear con vos en esta hermosa noche pero...-empiezo a reirme tras imitar la forma tan cortés de hablar y callo de pronto al recordar que el gigante se hacía invisible.-Solo bromeaba. El caso... Este dragoncito muerto es todo tuyo. ¿Se comieron al colaespina? Pues tú te los comerás ahora con este.-vuelvo a reir mientras me lo descuelgo del hombro con cuidado por las garras y lo cojo por lo que serían nuestras axilas.-Todo tuyo. Ya me gustaría verte poseyendo a uno de estos y consiguiendo volar, estaría bastante bien. Quizá hasta le ponga una miríada de alas al Acorazado.-digo entre risas, de nuevo. Me gusta pasear, ir de caza y encima con amigos. ¿Qué más se puede pedir? <<<Que Erika despierte y charlar un rato con Cain, Vac o Elliot ...>>> Sacudo la cabeza para despejarme de cualquier pensamiento triste y por fin le doy el dragón a Gael- Una última cosa...-muestro mis colmillos.-Si logras poseerlo y nos cruzamos algún día, avisa de que eres tú.-cambio los incisivos por una sonrisa y sigo.-Aunque olerá a muerto y no a sangre pero...-hago un aspaviento con la mano y digo riendo.- A casita y a dormir, pequeñajo, que es tarde. Buenas noches, ya nos veremos.-me despido vaporizándome y echando a volar.
Ale, una noche más a oscuras del sol y viviendo el presente sin prepararse para el futuro... Tengo que mirar lo de montar un negocio o algo similar... ¿Qué dijo la hechicera aquella sobre mi sangre? Que era un buen ingrediente para hacer venenos... ¿Podría vender mi sangre? Ni siquiera sé cuál es su valor real, podrían timarme o cazarme si me debilito demasiado. Lo mejor será pasar primero por la taberna y tras una jornada de trabajo, rellenar un poco de alguna botella con mi sangre. Beber y rellenar, siendo previsores. Pero hoy no, ah, nada de eso. A casa, que hace días que no paso por allí y el otro día ya bromeaban sobre si no vivo allí... Y aún no sé qué le pasó a Cain en el ojo... Ya van dos veces sin preguntar, no habrá una tercera. Hay que ser suave, vale, pero a ver si se van a pensar que no me preocupo por ellos... Y con este pensamiento y cien más, incremento la velocidad hacia el Burdel, surcando el cielo rocavarancolés como una exhalación...
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
14/12/11, 02:34 pm
La huida precipitada hacía tiempo que se había acabado. Cuando dejamos de sentir el olor nauseabundo que rodeaba a la torre estaba claro que las bestias no nos seguían y no era necesario ir a toda velocidad. Estuve escondido todo el tiempo, como me sugirió Jack. No sé si por los dragones o por el miedo que, de forma irracional, me da su sed. Pero es una tontería, él nunca ha hecho daño a nadie y no creo que lo haga. No vi muy bien qué hizo, pero cuando volvió todavía llevaba a su presa en brazos, incluso ahora todavía la arrastra. ¿Querrá algo de sus cuerpos? No creo que su piel le sirva de mucho, tal vez sus garras o colmillos... ¿O será que...? ¿Será para mí? No sé... no me debe nada, estoy pensando tonterías.
Al llegar a la puerta de la torre nos paramos y Jack empieza a hablar imitando al gigante que habíamos conocido en el barrio derruído para despedirse de mí. Me río al escucharlo, pero paro para dejarle acabar de hablar, porque me ofrece el dragón que ha cazado esta noche. Lo miro boquiabierto, y luego al dragón.
-¿Pa... para mí? -pregunto, infinitamente agradecido mientras lo acepto y lo dejo en el suelo a mi lado-. Espero no perder este... No, lo cuidaré mucho, tengo que mirar hechizos para conservarlo, sí...
Escucho como Jack bromea sobre el acorazado y volar con el dragón. Me gustaría intentarlo, pero no va a ser fácil. La última vez que poseí una criatura con alas apenas conseguí dar saltos más altos de lo normal. El vampiro de pronto me enseña sus colmillos y me hace una advertencia. Me muerdo el labio inferior un momento y le contesto, a pesar de que solo era una broma. Mientras lo explico no paro de pensar que no hacía falta la explicación.
-Brillan azulados, especialmente los ojos... cuando los poseo, quiero decir. Con eso y lo del olor supongo que es suficiente...
Mientras me froto la nuca con inseguridad Jack se despide y no me da tiempo a decirle adiós antes de que se convierta en humo. Pero supongo que en esa forma de algún modo también me puede escuchar. Cuando la nube desaparece de mi vista me encuentro repentinamente solo, parado delante de la puerta y con un dragón muerto a mis pies. ¿Y qué hago con el dragón? Ahora tengo un problema más en la torre. Podría esconderlo en una habitación desocupada al menos por esta noche, pero si alguien entra se sorprenderá y mucho. En una torre llena de magos las puertas cerradas no existen.
Doy vueltas alrededor del cadáver. Además debo conservarlo pronto, la congelación no es buena idea, acabará estropeándolo. Sin pensarlo demasiado me encuentro poseyendo al animal. No era consciente de los que estaba haciendo, pero en cuanto me di cuenta me pareció buena idea. Mientras los poseo no se estropean, pero por otro lado no voy a entrar en la torre así... ni quedarme fuera tampoco. Agito las alas mientras abro y cierro suavemente las garras. El animal funciona como la seda habiendo acabado de morir. Pero es imposible que lo use para algo como volar, aunque ahora sea más fácil. Ni siquiera sé lo que tengo que hacer. El cuerpo me parece demasiado pesado para las alas, y eso que es un animal pequeño. Doy un salto y abro las alas en el aire, cayendo al instante. Después pruebo tomando carrerilla y saltando. Noto como el aire golpea las membranas de las alas, pero al agitarlas esa fuerza se pierde, y en vez de elevarme caigo de nuevo. Como mucho podría planear si caigo desde una altura, pero poner las alas de forma equivocada sería fatal para el cuerpo, me estrellaría inevitablemente.
Es demasiado tarde para ponerme a hacer estas pruebas. Será mejor que esconda el dragón temporalmente en alguna habitación y ya está. Abandono el cuerpo y decido arrastrarlo con el hechizo de levitación. Por suerte no me encuentro con nadie, es bastante tarde. Subo las escaleras y me dirijo a una habitación que sé que está vacía, al fondo del pasillo. Dejo el dragón en el suelo y voy a buscar el ataúd para dejarlo también allí. Dejo la puerta cerrada sin más, confiando en que nadie entrará en esa habitación porque sí, y bajo a la cocina a comer cualquier cosa antes de irme a dormir. Procuro no hacer mucho ruido para no despertar a nadie y cuando me he comido un par de frutas vuelvo a mi habitación para caer rendido en pocos minutos.
-----Editado-----
Paso el dedo por el mango de madera y lo mantengo durante unos instantes, mientras veo como esta se ennegrece. Me parece increíble la poca frecuencia con la que recuerdo que eso no siempre ha sido así. Lanzo el cuchillo hacia el barreño con los demás platos sucios y salgo de la cocina como un fantasma. Ya me encargaré de eso luego, aunque dé la impresión de que me estoy volviendo descuidado. No importa demasiado, poca gente queda en la torre. Por suerte los libros no se han ido, y esa ha sido casi toda mi compañía. Pronto saldrá ya la Luna y se descubrirán las habilidades de la nueva cosecha. Tal vez algunos vengan a parar aquí, y todavía no sé ni quiénes son ni cómo. No me atreví a espiarlos. Seguramente eso le ha pasado a muchos, la ciudad vuelve a estar como en los tiempos de nuestra cosecha, aparentemente en calma… y seguramente lista para matar. ¿Cuántos de ellos habrán muerto? ¿Cuántos quedarán? ¿Por qué estarán pasando? ¿Sabrán ya qué pasará cuando salga la Luna?
Creo que siento algo de lástima por ellos, pero no sé por qué. Quiero decir, he vivido lo mismo, aunque es cierto que nadie se lo merece. Pero si sobrevives, al final puede valer la pena. Puede.
Llego a la última de las habitaciones y atravieso la puerta haciendo con un murmullo rápido el hechizo de intangibilidad. Lleva mucho tiempo cerrada. Desde que no encontré un lugar mejor para dejar los dos cadáveres que ahora guardo con tanto cuidado. El lacayo grotesco flota ante la puerta, justo donde se lo ordené, atento para avisarme si alguien se aproxima demasiado. Aquí las cerraduras de poco sirven, y no sé con qué ojos verían los demás que guardase esto en una habitación. Pensé en llevarlos a donde está el acorazado osezno, pero no me atreví a abandonarlos allí. Ese no tendrá problemas mientras siga congelado, pero los otros dos… El niño sigue en el ataúd, en perfecto estado, pero no se puede decir lo mismo del dragón que me dio Jack. Recuerdo cuando investigué los hechizos para conservarlo, ninguno era perfecto y además fue complicado hacerlo. Ahora se nota más que nunca. Cuando estaba fresco lo usé para practicar a planear. Estuve cerca de conseguir volar, pero entonces las membranas de sus alas se rompieron. Pero es útil todavía, por eso lo conservo. He empezado a planear algunas modificaciones en él, tal y como hizo Jack con el acorazado osezno, pero tengo que buscar materiales para hacerlo. Lo mejor sería que le preguntase a él mismo, pero hace tanto que no voy por el burdel…
A la única persona que he visto últimamente y hablado con ella es Adara. No hemos olvidado la promesa que hicimos, aunque todavía nos falta mucho por aprender. Gracias al cuerpo del niño y del dragón he podido practicar con diversos cuerpos. Poseyendo cadáveres es como lucharé normalmente, así que entrenar con mi propio cuerpo no tenía sentido. Quizá podría pasarme pronto por la sede, ya hace tiempo que no saco la nariz de los libros. A este paso acabaré apagándome entre cuatro paredes. Espero volver a hacer excursiones al norte de la ciudad cuando la Luna haya salido. Visitar el burdel, la biblioteca, tal vez ver de nuevo el torreón Letargo… ¿Cuántos viejos amigos estarán viviendo ahora en los rincones de la ciudad? Hay tantos compañeros que no sé qué ha sido de ellos que prefiero no pensar demasiado en ello.
Hoy me siento melancólico. Tal vez es la Luna. Ya está aquí de nuevo. La ciudad la siente, y yo también. Pronto empezarán los cambios en la nueva cosecha, como empezaron aquel día, aquella noche. La Luna ya no me afecta, pero es imposible no sentirla hasta en el aire mismo. Y a pesar de todo lo que trae consigo, recuerdo los días en que la miraba embobado. Incluso aquella primera noche de cambios y revuelo. Es hermosa y aterradora. Y cuando salga al cielo, necesito estar bajo el manto de estrellas, igual que la última vez. Y la nueva cosecha estará suelta y en pleno cambio. No sé a qué atenerme, el poder se sube fácilmente a la cabeza... pero durante la última luna no corrimos peligro, no más del habitual, así que creo que me voy a arriesgar.
La noche es fría y para salir será mejor que use alguno de los cadáveres que tengo a mano. Me aterra estropear el que me dio Siloco, pero para una noche como hoy el dragón podría resultar demasiado amenazador, incluso a pesar de su estado lamentable. Con forma de niño normal puedo pasar más desapercibido si me ve la nueva cosecha, menos amenazador. Tendré que andarme con ojo con todos los demás. Poseo el cadáver y haciéndome intangible atravieso suelos y paredes para salir de la torre. Fuera el tiempo parece revuelto también. Recuerdo que durante la última luna había llovido, y definitivamente hice bien el salir protegido.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
-----Editado-----24 Marzo-----
Salgo afuera con un cazo de hierro en la mano, y suspirando empiezo a vaciar su contenido en la hierba. Al menos los pájaros darán buena cuenta de ello. Lo que cae es una especie de pasta anaranjada compuesta por cereales, leche y huevo que, por algún extraño motivo, en su momento pensé que podría ser un gran desayuno.
-Más desperdicios... me alegro de al menos no haberlo pagado yo.
Al llegar a la puerta de la torre nos paramos y Jack empieza a hablar imitando al gigante que habíamos conocido en el barrio derruído para despedirse de mí. Me río al escucharlo, pero paro para dejarle acabar de hablar, porque me ofrece el dragón que ha cazado esta noche. Lo miro boquiabierto, y luego al dragón.
-¿Pa... para mí? -pregunto, infinitamente agradecido mientras lo acepto y lo dejo en el suelo a mi lado-. Espero no perder este... No, lo cuidaré mucho, tengo que mirar hechizos para conservarlo, sí...
Escucho como Jack bromea sobre el acorazado y volar con el dragón. Me gustaría intentarlo, pero no va a ser fácil. La última vez que poseí una criatura con alas apenas conseguí dar saltos más altos de lo normal. El vampiro de pronto me enseña sus colmillos y me hace una advertencia. Me muerdo el labio inferior un momento y le contesto, a pesar de que solo era una broma. Mientras lo explico no paro de pensar que no hacía falta la explicación.
-Brillan azulados, especialmente los ojos... cuando los poseo, quiero decir. Con eso y lo del olor supongo que es suficiente...
Mientras me froto la nuca con inseguridad Jack se despide y no me da tiempo a decirle adiós antes de que se convierta en humo. Pero supongo que en esa forma de algún modo también me puede escuchar. Cuando la nube desaparece de mi vista me encuentro repentinamente solo, parado delante de la puerta y con un dragón muerto a mis pies. ¿Y qué hago con el dragón? Ahora tengo un problema más en la torre. Podría esconderlo en una habitación desocupada al menos por esta noche, pero si alguien entra se sorprenderá y mucho. En una torre llena de magos las puertas cerradas no existen.
Doy vueltas alrededor del cadáver. Además debo conservarlo pronto, la congelación no es buena idea, acabará estropeándolo. Sin pensarlo demasiado me encuentro poseyendo al animal. No era consciente de los que estaba haciendo, pero en cuanto me di cuenta me pareció buena idea. Mientras los poseo no se estropean, pero por otro lado no voy a entrar en la torre así... ni quedarme fuera tampoco. Agito las alas mientras abro y cierro suavemente las garras. El animal funciona como la seda habiendo acabado de morir. Pero es imposible que lo use para algo como volar, aunque ahora sea más fácil. Ni siquiera sé lo que tengo que hacer. El cuerpo me parece demasiado pesado para las alas, y eso que es un animal pequeño. Doy un salto y abro las alas en el aire, cayendo al instante. Después pruebo tomando carrerilla y saltando. Noto como el aire golpea las membranas de las alas, pero al agitarlas esa fuerza se pierde, y en vez de elevarme caigo de nuevo. Como mucho podría planear si caigo desde una altura, pero poner las alas de forma equivocada sería fatal para el cuerpo, me estrellaría inevitablemente.
Es demasiado tarde para ponerme a hacer estas pruebas. Será mejor que esconda el dragón temporalmente en alguna habitación y ya está. Abandono el cuerpo y decido arrastrarlo con el hechizo de levitación. Por suerte no me encuentro con nadie, es bastante tarde. Subo las escaleras y me dirijo a una habitación que sé que está vacía, al fondo del pasillo. Dejo el dragón en el suelo y voy a buscar el ataúd para dejarlo también allí. Dejo la puerta cerrada sin más, confiando en que nadie entrará en esa habitación porque sí, y bajo a la cocina a comer cualquier cosa antes de irme a dormir. Procuro no hacer mucho ruido para no despertar a nadie y cuando me he comido un par de frutas vuelvo a mi habitación para caer rendido en pocos minutos.
-----Editado-----
Paso el dedo por el mango de madera y lo mantengo durante unos instantes, mientras veo como esta se ennegrece. Me parece increíble la poca frecuencia con la que recuerdo que eso no siempre ha sido así. Lanzo el cuchillo hacia el barreño con los demás platos sucios y salgo de la cocina como un fantasma. Ya me encargaré de eso luego, aunque dé la impresión de que me estoy volviendo descuidado. No importa demasiado, poca gente queda en la torre. Por suerte los libros no se han ido, y esa ha sido casi toda mi compañía. Pronto saldrá ya la Luna y se descubrirán las habilidades de la nueva cosecha. Tal vez algunos vengan a parar aquí, y todavía no sé ni quiénes son ni cómo. No me atreví a espiarlos. Seguramente eso le ha pasado a muchos, la ciudad vuelve a estar como en los tiempos de nuestra cosecha, aparentemente en calma… y seguramente lista para matar. ¿Cuántos de ellos habrán muerto? ¿Cuántos quedarán? ¿Por qué estarán pasando? ¿Sabrán ya qué pasará cuando salga la Luna?
Creo que siento algo de lástima por ellos, pero no sé por qué. Quiero decir, he vivido lo mismo, aunque es cierto que nadie se lo merece. Pero si sobrevives, al final puede valer la pena. Puede.
Llego a la última de las habitaciones y atravieso la puerta haciendo con un murmullo rápido el hechizo de intangibilidad. Lleva mucho tiempo cerrada. Desde que no encontré un lugar mejor para dejar los dos cadáveres que ahora guardo con tanto cuidado. El lacayo grotesco flota ante la puerta, justo donde se lo ordené, atento para avisarme si alguien se aproxima demasiado. Aquí las cerraduras de poco sirven, y no sé con qué ojos verían los demás que guardase esto en una habitación. Pensé en llevarlos a donde está el acorazado osezno, pero no me atreví a abandonarlos allí. Ese no tendrá problemas mientras siga congelado, pero los otros dos… El niño sigue en el ataúd, en perfecto estado, pero no se puede decir lo mismo del dragón que me dio Jack. Recuerdo cuando investigué los hechizos para conservarlo, ninguno era perfecto y además fue complicado hacerlo. Ahora se nota más que nunca. Cuando estaba fresco lo usé para practicar a planear. Estuve cerca de conseguir volar, pero entonces las membranas de sus alas se rompieron. Pero es útil todavía, por eso lo conservo. He empezado a planear algunas modificaciones en él, tal y como hizo Jack con el acorazado osezno, pero tengo que buscar materiales para hacerlo. Lo mejor sería que le preguntase a él mismo, pero hace tanto que no voy por el burdel…
A la única persona que he visto últimamente y hablado con ella es Adara. No hemos olvidado la promesa que hicimos, aunque todavía nos falta mucho por aprender. Gracias al cuerpo del niño y del dragón he podido practicar con diversos cuerpos. Poseyendo cadáveres es como lucharé normalmente, así que entrenar con mi propio cuerpo no tenía sentido. Quizá podría pasarme pronto por la sede, ya hace tiempo que no saco la nariz de los libros. A este paso acabaré apagándome entre cuatro paredes. Espero volver a hacer excursiones al norte de la ciudad cuando la Luna haya salido. Visitar el burdel, la biblioteca, tal vez ver de nuevo el torreón Letargo… ¿Cuántos viejos amigos estarán viviendo ahora en los rincones de la ciudad? Hay tantos compañeros que no sé qué ha sido de ellos que prefiero no pensar demasiado en ello.
Hoy me siento melancólico. Tal vez es la Luna. Ya está aquí de nuevo. La ciudad la siente, y yo también. Pronto empezarán los cambios en la nueva cosecha, como empezaron aquel día, aquella noche. La Luna ya no me afecta, pero es imposible no sentirla hasta en el aire mismo. Y a pesar de todo lo que trae consigo, recuerdo los días en que la miraba embobado. Incluso aquella primera noche de cambios y revuelo. Es hermosa y aterradora. Y cuando salga al cielo, necesito estar bajo el manto de estrellas, igual que la última vez. Y la nueva cosecha estará suelta y en pleno cambio. No sé a qué atenerme, el poder se sube fácilmente a la cabeza... pero durante la última luna no corrimos peligro, no más del habitual, así que creo que me voy a arriesgar.
La noche es fría y para salir será mejor que use alguno de los cadáveres que tengo a mano. Me aterra estropear el que me dio Siloco, pero para una noche como hoy el dragón podría resultar demasiado amenazador, incluso a pesar de su estado lamentable. Con forma de niño normal puedo pasar más desapercibido si me ve la nueva cosecha, menos amenazador. Tendré que andarme con ojo con todos los demás. Poseo el cadáver y haciéndome intangible atravieso suelos y paredes para salir de la torre. Fuera el tiempo parece revuelto también. Recuerdo que durante la última luna había llovido, y definitivamente hice bien el salir protegido.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
-----Editado-----24 Marzo-----
Salgo afuera con un cazo de hierro en la mano, y suspirando empiezo a vaciar su contenido en la hierba. Al menos los pájaros darán buena cuenta de ello. Lo que cae es una especie de pasta anaranjada compuesta por cereales, leche y huevo que, por algún extraño motivo, en su momento pensé que podría ser un gran desayuno.
-Más desperdicios... me alegro de al menos no haberlo pagado yo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
25/03/12, 05:31 pm
Los lugares a los que íbamos se encontraban en la misma dirección respecto a Letargo así que fuimos todos juntos durante un buen trecho. Atravesamos la cicatriz de Arax y poco después nos dividimos en tres grupos. Giz y yo nos guiamos por lo que recordábamos del mapa y, según nos acercamos, por el olor de Gael gracias al olfato de Giz. Les habíamos dejado el libro de mapas a los que se dirigían a la sede.
-Qué bien, Giz, tengo ganas de aprender más magia -le comento mientras llegamos a la torre-. Aunque antes he de pensar en cómo voy a recuperar la capacidad de hacerla...
Mientras conversábamos llegamos a nuestro destino casi sin darme cuenta, ya que estaba siguiendo la guia de Giz. Serpentaria era una torre de proporciones similares a Letargo, también tenía cuatro plantas. Una cúpula de cristal adornaba la parte superior, dándole un aspecto menos sólido pero más sofisticado. Estábamos ya muy cerca de la puerta cuando de pronto esta se abre. De ella salieron unas llamas azules bastante familiares...
-¡Gael! -echo a correr en su dirección-. Qué casualidad.
Cuando me acerco compruebo que Gael lleva un cazo en la mano y justo a tiempo veo como vierte su contenido al suelo.
-Hola, Gael -le digo sonriente-. Parece que no te ha gustado el desayuno- me río-. Anoche cuando te fuiste vimos un pergamino enorme en el torreón que nos instaba a abandonarlo y hablaba de los refugios. ¡Giz me contó que vivías aquí! A partir de ahora seremos tus "compañeros de piso". Prometo que somos limpios y no hacemos mucho ruido -bromeé-. Los demás han ido hacia la Sede y nosotros nos pasaremos por allí antes de instalarnos en la torre. ¿Quieres venir?
-Qué bien, Giz, tengo ganas de aprender más magia -le comento mientras llegamos a la torre-. Aunque antes he de pensar en cómo voy a recuperar la capacidad de hacerla...
Mientras conversábamos llegamos a nuestro destino casi sin darme cuenta, ya que estaba siguiendo la guia de Giz. Serpentaria era una torre de proporciones similares a Letargo, también tenía cuatro plantas. Una cúpula de cristal adornaba la parte superior, dándole un aspecto menos sólido pero más sofisticado. Estábamos ya muy cerca de la puerta cuando de pronto esta se abre. De ella salieron unas llamas azules bastante familiares...
-¡Gael! -echo a correr en su dirección-. Qué casualidad.
Cuando me acerco compruebo que Gael lleva un cazo en la mano y justo a tiempo veo como vierte su contenido al suelo.
-Hola, Gael -le digo sonriente-. Parece que no te ha gustado el desayuno- me río-. Anoche cuando te fuiste vimos un pergamino enorme en el torreón que nos instaba a abandonarlo y hablaba de los refugios. ¡Giz me contó que vivías aquí! A partir de ahora seremos tus "compañeros de piso". Prometo que somos limpios y no hacemos mucho ruido -bromeé-. Los demás han ido hacia la Sede y nosotros nos pasaremos por allí antes de instalarnos en la torre. ¿Quieres venir?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
25/03/12, 06:03 pm
Una voz conocida me llama no muy lejos. Levanto la cabeza buscando a Noel en algún lugar, un poco perplejo, y cuando lo veo corriendo hacia mí trato de esconder el cazo detrás de la espalda rápidamente. Mirando la masa del suelo él hace un comentario y siento que me sonrojo.
-Sí... bueno... -digo con la cabeza gacha. Cuando le voy a preguntar qué hacen por aquí me lo explica todo y hace que me vuelva de pronto la alegría-. ¿Al fin venís? ¡Genial, iré con vosotros! De paso saludo a Adara...
Desaparezco en el interior de la torre y vuelvo a salir ya sin el cazo en las manos, dispuesto a seguirlos y, si hacía falta, guiarlos hasta la sede.
-¿Conoceis el camino, verdad? -pregunto-. Bueno, ¡vamos allá! Después os enseño la torre por dentro, y el último piso... y la habitación donde tengo el dragón. ¿Quién más viene a la torre?
Mientras nos alejamos sigo hablando sin parar también contagiado por la emoción de Noel.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
Editado:
Tanto Noel como Giz decidieron volver conmigo a la torre. Supongo que los demás sabrán volver y si no, les pueden dar indicaciones los de la sede. En el camino de vuelta les hablo de las habitaciones libres y de la comida que podemos preparar. Además les cuento que los muebles están hechizados y se mueven por su propia voluntad. Prometo presentarles a algunos en cuanto lleguemos y, mientras no lo hacemos, me limito a hablarles un poco de ellos. No tardamos en llegar y les explico cómo funciona la entrada.
-¡Bienvenidos a Serpentaria! -les digo girándome con los brazos extendidos cuando atravesamos la puerta. Asciendo hasta el techo y los miro desde allí-. Las habitaciones son por la escalera, por allí la cocina, las salas comunes están por allí y por allí -digo mientras voy señalando en todas direcciones-. Y por último, la biblioteca -señalo hacia el techo con una sonrisa-. Solo se puede acceder con magia de intangibilidad y no hay escaleras. Pero estaréis surtidos de libros de magia sin tener que ir siempre a la biblioteca. Y ahora... voy a empezar con la comida, acomodaos.
Me cuelo en la cocina y reviso de nuevo los ingredientes. Decido guisar un poco de carne con bastantes especias especias y verduras. Empiezo a prepararlo todo esperando que salga bien y tratando de no echar ningún ingrediente extraño para que salga lo mejor posible. Mientras se va haciendo la carne me entretengo lavando los cubiertos y platos que he usado y me tienta poseer un pollo que hay junto a los demás víveres. Sonrío y decido que puede ser una buena broma para gastarle a los otros y salgo de la cocina como un pollo degollado, buscando a Noel y Giz.
-Sí... bueno... -digo con la cabeza gacha. Cuando le voy a preguntar qué hacen por aquí me lo explica todo y hace que me vuelva de pronto la alegría-. ¿Al fin venís? ¡Genial, iré con vosotros! De paso saludo a Adara...
Desaparezco en el interior de la torre y vuelvo a salir ya sin el cazo en las manos, dispuesto a seguirlos y, si hacía falta, guiarlos hasta la sede.
-¿Conoceis el camino, verdad? -pregunto-. Bueno, ¡vamos allá! Después os enseño la torre por dentro, y el último piso... y la habitación donde tengo el dragón. ¿Quién más viene a la torre?
Mientras nos alejamos sigo hablando sin parar también contagiado por la emoción de Noel.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
Editado:
Tanto Noel como Giz decidieron volver conmigo a la torre. Supongo que los demás sabrán volver y si no, les pueden dar indicaciones los de la sede. En el camino de vuelta les hablo de las habitaciones libres y de la comida que podemos preparar. Además les cuento que los muebles están hechizados y se mueven por su propia voluntad. Prometo presentarles a algunos en cuanto lleguemos y, mientras no lo hacemos, me limito a hablarles un poco de ellos. No tardamos en llegar y les explico cómo funciona la entrada.
-¡Bienvenidos a Serpentaria! -les digo girándome con los brazos extendidos cuando atravesamos la puerta. Asciendo hasta el techo y los miro desde allí-. Las habitaciones son por la escalera, por allí la cocina, las salas comunes están por allí y por allí -digo mientras voy señalando en todas direcciones-. Y por último, la biblioteca -señalo hacia el techo con una sonrisa-. Solo se puede acceder con magia de intangibilidad y no hay escaleras. Pero estaréis surtidos de libros de magia sin tener que ir siempre a la biblioteca. Y ahora... voy a empezar con la comida, acomodaos.
Me cuelo en la cocina y reviso de nuevo los ingredientes. Decido guisar un poco de carne con bastantes especias especias y verduras. Empiezo a prepararlo todo esperando que salga bien y tratando de no echar ningún ingrediente extraño para que salga lo mejor posible. Mientras se va haciendo la carne me entretengo lavando los cubiertos y platos que he usado y me tienta poseer un pollo que hay junto a los demás víveres. Sonrío y decido que puede ser una buena broma para gastarle a los otros y salgo de la cocina como un pollo degollado, buscando a Noel y Giz.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
12/04/12, 08:48 pm
Giz y yo seguimos a Gael de vuelta a la torre. Por el camino nos cuenta varias cosas acerca de esta. Tendremos habitaciones individuales y no nos faltará la comida ni la ropa, parece ser. Pero lo que más me llama la atención es lo que cuenta acerca de los muebles. Parece que no nos vamos a aburrir en la torre. Llegamos y Gael nos explica que para entrar tenemos que decir una contraseña.
<< ¡Por la puerta trasera he de entrar! >>, recito la peculiar frase mentalmente para memorizarla. Una vez dentro Gael nos da la bienvenida y nos explica por donde están las habitaciones importantes. Me preocupa lo que dice acerca de la bilbioteca... no parece que pueda acceder a ella hasta que no consiga magia. En fin, por ahora le pediré a Giz o a Gael que me traigan libros, supongo. Gael se va a hacer la comida y mientras tanto aprovecho para instalarme en una de las habitaciones que nos señaló como vacías. Era una habitación de tamaño medio decorada austeramente. Tan pronto entré por la puerta pude observar de primera mano los muebles vivos de los que nos había hablado Gael. Me sobresalté un poco pues la mesilla pareció darme la bienvenida abriendo y cerrando los cajones rápidamente tan pronto entré por la puerta. A su vez una silla se desplazó unos cuantos centímetros de su sitio. El armario tenía una puerta abierta pero no se movió. Me acerqué a la cama con cautela y puse una mano sobre la colcha. Para mi alivio tampoco se movió, no me gustaría dormir sobre una cama que se mueve a su antojo. Después me dirigí al armario y saqué la ropa que había traído conmigo. Colgué mi chaqueta entristecido mientras pensaba que ya no podría volver a ponérmela nunca más, y guardé el resto en una balda dentro del armario. Cerré la puerta derecha, que era la que estaba abierta y me di la vuelta para salir de la habitación. Cuando iba a salir, escuché como la puerta se abría de nuevo y retrocedí para volver a cerrarla, esta vez asegurándome de que lo hacía correctamente. Tan pronto volví a darme la vuelta se volvió a abrir. Fruncí el ceño.
-¿Qué le pasa a esta puerta? Parece que cierra bien pero...
Me aseguro que nada está entorpeciendo la puerta y la abro y cierro unas cuantas veces para asegurarme de que efectivamente está en buenas condiciones. Parece que así es y, encogiéndome de hombros la cierro. Esta vez camino hacia la puerta de la habitación mirando hacia el armario... Parece que aguanta. Finalmente salgo de la habitación, pero en cuanto doy unos pasos escucho un ruido que me resulta familiar... Otra vez la dichosa puerta. Me río y decido dejarla por imposible, parece que el armario también está vivo después de todo.
-Gael, creo que tengo un armario graciosillo o claustrofóbico... -digo en voz alta mientras me acerco a la cocina con una sonrisa divertida en la cara.
Al doblar la esquina me callo inmediatamente porque me encuentro con algo inesperado. Un pollo. Un pollo desplumado y sin cabeza, listo para ser echado a la cazuela. Pero no es ahí mucho menos donde está, sino que está en medio del pasillo, de pie y moviéndose. Sin embargo enseguida salgo del asombro pues un brillo azulado delata la presencia de Gael: es igual que cuando poseía el cadáver de aquel niño. No se me había ocurrido que también podía poseer cualquier cosa muerta, incluso pollos degollados, pero gracias al brillo azulado no me cabe lugar a dudas de que se trata de él. Suelto una carcajada al contemplar al pollo, es realmente graciosa su forma de moverse. Decido seguirle la broma a Gael un rato más y me hago el sorprendido mientras elevo la voz para que Giz me oiga donde quiera que esté.
-¡Giz! -le llamo-. ¡Tenemos un problema! Gael ha cocinado tantos pollos que se ha convertido en uno de ellos, ¡es una desgracia! -trato de sonar asombrado pero no puedo evitar que se me escape alguna pequeña carcajada.
Mientras espero que aparezca Giz observo los movimientos de Gael dentro del pollo.
-¿Sabes? Creo que podrías convertirte en el protagonista de diversos chistes: ¿Por qué Gael cruzó la carretera? -digo riéndome-. ¿Qué fue primero, el huevo o Gael?
<< ¡Por la puerta trasera he de entrar! >>, recito la peculiar frase mentalmente para memorizarla. Una vez dentro Gael nos da la bienvenida y nos explica por donde están las habitaciones importantes. Me preocupa lo que dice acerca de la bilbioteca... no parece que pueda acceder a ella hasta que no consiga magia. En fin, por ahora le pediré a Giz o a Gael que me traigan libros, supongo. Gael se va a hacer la comida y mientras tanto aprovecho para instalarme en una de las habitaciones que nos señaló como vacías. Era una habitación de tamaño medio decorada austeramente. Tan pronto entré por la puerta pude observar de primera mano los muebles vivos de los que nos había hablado Gael. Me sobresalté un poco pues la mesilla pareció darme la bienvenida abriendo y cerrando los cajones rápidamente tan pronto entré por la puerta. A su vez una silla se desplazó unos cuantos centímetros de su sitio. El armario tenía una puerta abierta pero no se movió. Me acerqué a la cama con cautela y puse una mano sobre la colcha. Para mi alivio tampoco se movió, no me gustaría dormir sobre una cama que se mueve a su antojo. Después me dirigí al armario y saqué la ropa que había traído conmigo. Colgué mi chaqueta entristecido mientras pensaba que ya no podría volver a ponérmela nunca más, y guardé el resto en una balda dentro del armario. Cerré la puerta derecha, que era la que estaba abierta y me di la vuelta para salir de la habitación. Cuando iba a salir, escuché como la puerta se abría de nuevo y retrocedí para volver a cerrarla, esta vez asegurándome de que lo hacía correctamente. Tan pronto volví a darme la vuelta se volvió a abrir. Fruncí el ceño.
-¿Qué le pasa a esta puerta? Parece que cierra bien pero...
Me aseguro que nada está entorpeciendo la puerta y la abro y cierro unas cuantas veces para asegurarme de que efectivamente está en buenas condiciones. Parece que así es y, encogiéndome de hombros la cierro. Esta vez camino hacia la puerta de la habitación mirando hacia el armario... Parece que aguanta. Finalmente salgo de la habitación, pero en cuanto doy unos pasos escucho un ruido que me resulta familiar... Otra vez la dichosa puerta. Me río y decido dejarla por imposible, parece que el armario también está vivo después de todo.
-Gael, creo que tengo un armario graciosillo o claustrofóbico... -digo en voz alta mientras me acerco a la cocina con una sonrisa divertida en la cara.
Al doblar la esquina me callo inmediatamente porque me encuentro con algo inesperado. Un pollo. Un pollo desplumado y sin cabeza, listo para ser echado a la cazuela. Pero no es ahí mucho menos donde está, sino que está en medio del pasillo, de pie y moviéndose. Sin embargo enseguida salgo del asombro pues un brillo azulado delata la presencia de Gael: es igual que cuando poseía el cadáver de aquel niño. No se me había ocurrido que también podía poseer cualquier cosa muerta, incluso pollos degollados, pero gracias al brillo azulado no me cabe lugar a dudas de que se trata de él. Suelto una carcajada al contemplar al pollo, es realmente graciosa su forma de moverse. Decido seguirle la broma a Gael un rato más y me hago el sorprendido mientras elevo la voz para que Giz me oiga donde quiera que esté.
-¡Giz! -le llamo-. ¡Tenemos un problema! Gael ha cocinado tantos pollos que se ha convertido en uno de ellos, ¡es una desgracia! -trato de sonar asombrado pero no puedo evitar que se me escape alguna pequeña carcajada.
Mientras espero que aparezca Giz observo los movimientos de Gael dentro del pollo.
-¿Sabes? Creo que podrías convertirte en el protagonista de diversos chistes: ¿Por qué Gael cruzó la carretera? -digo riéndome-. ¿Qué fue primero, el huevo o Gael?
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
12/04/12, 11:01 pm
Mientras me repito varias veces para entre mí la contraseña de Serpentaria y me pregunto por qué razón habrá que decir la puerta trasera para entrar por la principal, llegamos hasta la torre de alojamiento. Solo la cercanía de la torre hace que mi gola se despliegue sola sin ningún tipo de orden por mi parte y comience a sentir un cosquilleo impertinente alrededor de mi cuello. Sería difícil que la confundiera con cualquier otro tipo de torre o me perdiera de camino hasta aquí.
Nada más pasar, Koval se dirije hacia la cocina mientras que Noel y yo nos separamos para buscar una habitación para cada uno. Parece que aquí dentro no hay ninguna estancia al aire libre, así que debería hacerme con alguna habitación que apuntara al este, sino quiero pasarme de la hora durmiendo durante el resto del tiempo que tengamos que permanecer aquí. Mientras camino por los pasillos buscando una habitación vacía, un pequeño mueble de madera con el dorso mullido pasa corriendo por mi lado. Lo sigo con la mirada con una expresión que varía entre la sorpresa y la curiosidad y, finalmente, entro en la habitación de la que acaba de salir. Apenas tiene una cama, un armario y una mesa con una pequeña silla debajo, pero a mí me parecen más que suficientes. Me acerco a la mesa y el cajón se abre golpeándome con fuerza bajo el abdomen.
-¡Maldito madero!-rechino al instante mientras me alejo y me llevo la mano al lugar del golpe. << ¿No le habré gustado? Lo mismo tienen personalidad propia... >> Se me ocurre una idea rápida: hago levitar una bola de fuego alrededor del mueble y pongo cara de pocos amigos-. No quieras cabrearme, mesilla, o me calentaré la sangre con tus leños-la amenazo con tono agrio, no sin sentirme un poco estúpido por la situación. Apago la llama, me dirijo a la ventana y me asomo para comprobar que está orientada en la posición perfecta para mí. En lugar de acercarme al resto de muebles, los señalo uno por uno y entorno la mirada para lanzarles la misma advertencia-. Igual va para vosotros-hago aparecer otra llama durante unos segundos-. Un golpe más y os convertiréis en una hermosa pira-y dicho esto salgo en dirección a la cocina.
Una vez consigo localizarla, vuelvo a sorprenderme por segunda vez en un corto periodo de tiempo al ver hablando a Noel con un pollo sobre cruzar carreteras y otras cosas que me resultan desconocidas. Sin embargo no tardo mucho en reconocer el brillo azulado de Gael y echarme a reír.
-Has ganado mucho con el cambio-le digo en tono divertido después de que me hayan explicado los chistes sobre el pollo- Ahora me resultas más apetecible-me relamo los labios, para hacer más notable si cabe la broma, e inmediatamente estallo en carcajadas. Jamás me comería un pollo brillante, por muy bien que oliera.
Nada más pasar, Koval se dirije hacia la cocina mientras que Noel y yo nos separamos para buscar una habitación para cada uno. Parece que aquí dentro no hay ninguna estancia al aire libre, así que debería hacerme con alguna habitación que apuntara al este, sino quiero pasarme de la hora durmiendo durante el resto del tiempo que tengamos que permanecer aquí. Mientras camino por los pasillos buscando una habitación vacía, un pequeño mueble de madera con el dorso mullido pasa corriendo por mi lado. Lo sigo con la mirada con una expresión que varía entre la sorpresa y la curiosidad y, finalmente, entro en la habitación de la que acaba de salir. Apenas tiene una cama, un armario y una mesa con una pequeña silla debajo, pero a mí me parecen más que suficientes. Me acerco a la mesa y el cajón se abre golpeándome con fuerza bajo el abdomen.
-¡Maldito madero!-rechino al instante mientras me alejo y me llevo la mano al lugar del golpe. << ¿No le habré gustado? Lo mismo tienen personalidad propia... >> Se me ocurre una idea rápida: hago levitar una bola de fuego alrededor del mueble y pongo cara de pocos amigos-. No quieras cabrearme, mesilla, o me calentaré la sangre con tus leños-la amenazo con tono agrio, no sin sentirme un poco estúpido por la situación. Apago la llama, me dirijo a la ventana y me asomo para comprobar que está orientada en la posición perfecta para mí. En lugar de acercarme al resto de muebles, los señalo uno por uno y entorno la mirada para lanzarles la misma advertencia-. Igual va para vosotros-hago aparecer otra llama durante unos segundos-. Un golpe más y os convertiréis en una hermosa pira-y dicho esto salgo en dirección a la cocina.
Una vez consigo localizarla, vuelvo a sorprenderme por segunda vez en un corto periodo de tiempo al ver hablando a Noel con un pollo sobre cruzar carreteras y otras cosas que me resultan desconocidas. Sin embargo no tardo mucho en reconocer el brillo azulado de Gael y echarme a reír.
-Has ganado mucho con el cambio-le digo en tono divertido después de que me hayan explicado los chistes sobre el pollo- Ahora me resultas más apetecible-me relamo los labios, para hacer más notable si cabe la broma, e inmediatamente estallo en carcajadas. Jamás me comería un pollo brillante, por muy bien que oliera.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
13/04/12, 01:30 am
Al salir de la cocina me tropiezo con Noel inmediatamente. Al escuchar su comentario me parto de risa, pero para mis adentros, porque reír con un pollo descabezado sería un tanto complicado. Giz llega poco después y parece que también le ha hecho gracia la broma. Noel le explica de dónde vienen las bromas que ha soltado él antes y después se parte de risa apuntándose otras. Con tantas risas no puedo evitar echarme a bailar como solía tener que hacer para Siloco, y aunque me hace gracia y a la vez me resulta raro, debo reconocer que gracias a eso tengo cierta soltura haciendo bailar pollos. Podría sumarlo a mi lista de habilidades inútiles, junto a silbar con hierbajos.
Al poco rato me canso y abandono el pollo aguantándome las carcajadas. Lo recojo mientras hago por inercia el gesto de limpiarme las lágrimas de la risa y lo llevo de nuevo a la cocina mientras hablo con los demás.
-Quizá sea la vergüenza de todos los fuegos fatuos, pero yo me parto.
Remuevo la olla y olisqueo la carne.
-¿Qué tal huele? -pregunto a los demás-. No es pollo como quería Giz, pero espero que sirva -añado sonriéndole al asreniano.
Mientras charlamos la comida termina de hacerse y comemos todos juntos. Por suerte no ha salido mal, aunque es una comida demasiado simple. Mientras estamos a la mesa se me ocurre enseñarles a los demás el pequeño dragón que tengo en la otra habitación, y tras dejar un poco de comida para cuando llegasen los demás los hago subir a verlo.
-Creo que nadie lo sabía, pero aquí estaba guardando los cuerpos -digo cuando entramos-. Quizá debería quitarlos de aquí ahora que van a llegar más inquilinos, no está bien que ocupe una habitación. Ya buscaré algún lugar donde guardarlos no muy lejos. Bueno, a este ya lo habéis visto -digo señalando al muchacho-. Es el único bien conservado porque no hice yo el hechizo, aún me queda mucho por aprender... Es un regalo -intento justificarme de pronto-, no querría matar a nadie para esto pero... si ya están muertos ¿qué le vamos a hacer?
Hacía tiempo que no me planteaba la ética de usar cadáveres de personas, pero ante los dos recién transformados siempre acabo perdiendo los papeles por miedo al rechazo. Decido cambiar su atención al pequeño dragón lechoso. Seguramente ya lo han visto al entrar -y olido, empieza a ser repugnante-, pero hago que se acerquen más a él.
-Y este... ya se sabe lo que es. Está muy deteriorado y habrá que tirarlo pronto, pero al menos ha durado lo suyo. Hay más como estos en una torre no muy lejos de aquí que huele a podrido. Estuve practicando a planear con él -le digo a Noel con una sonrisa.
Después de eso sugerí subir a la biblioteca, y entre Giz y yo ayudamos a Noel con los hechizos para llegar. Sobre una mesa había un libro abierto que me había quedado a mí la última vez que estuve allí. Lo cerré y devolví a la estantería mientras hablaba con los demás.
-¿Qué, qué os parece? Después de la biblioteca de la ciudad esto no es nada, pero se está muy bien. Es luminoso, acogedor, y... -sacudo un estante con la mano rápidamente, lo que hace levantarse una pequeña nube de polvo- sucio. Como sea, hay buenos libros para consultar -termino girándome hacia ellos con una sonrisa de oreja a oreja.
Al poco rato me canso y abandono el pollo aguantándome las carcajadas. Lo recojo mientras hago por inercia el gesto de limpiarme las lágrimas de la risa y lo llevo de nuevo a la cocina mientras hablo con los demás.
-Quizá sea la vergüenza de todos los fuegos fatuos, pero yo me parto.
Remuevo la olla y olisqueo la carne.
-¿Qué tal huele? -pregunto a los demás-. No es pollo como quería Giz, pero espero que sirva -añado sonriéndole al asreniano.
Mientras charlamos la comida termina de hacerse y comemos todos juntos. Por suerte no ha salido mal, aunque es una comida demasiado simple. Mientras estamos a la mesa se me ocurre enseñarles a los demás el pequeño dragón que tengo en la otra habitación, y tras dejar un poco de comida para cuando llegasen los demás los hago subir a verlo.
-Creo que nadie lo sabía, pero aquí estaba guardando los cuerpos -digo cuando entramos-. Quizá debería quitarlos de aquí ahora que van a llegar más inquilinos, no está bien que ocupe una habitación. Ya buscaré algún lugar donde guardarlos no muy lejos. Bueno, a este ya lo habéis visto -digo señalando al muchacho-. Es el único bien conservado porque no hice yo el hechizo, aún me queda mucho por aprender... Es un regalo -intento justificarme de pronto-, no querría matar a nadie para esto pero... si ya están muertos ¿qué le vamos a hacer?
Hacía tiempo que no me planteaba la ética de usar cadáveres de personas, pero ante los dos recién transformados siempre acabo perdiendo los papeles por miedo al rechazo. Decido cambiar su atención al pequeño dragón lechoso. Seguramente ya lo han visto al entrar -y olido, empieza a ser repugnante-, pero hago que se acerquen más a él.
-Y este... ya se sabe lo que es. Está muy deteriorado y habrá que tirarlo pronto, pero al menos ha durado lo suyo. Hay más como estos en una torre no muy lejos de aquí que huele a podrido. Estuve practicando a planear con él -le digo a Noel con una sonrisa.
Después de eso sugerí subir a la biblioteca, y entre Giz y yo ayudamos a Noel con los hechizos para llegar. Sobre una mesa había un libro abierto que me había quedado a mí la última vez que estuve allí. Lo cerré y devolví a la estantería mientras hablaba con los demás.
-¿Qué, qué os parece? Después de la biblioteca de la ciudad esto no es nada, pero se está muy bien. Es luminoso, acogedor, y... -sacudo un estante con la mano rápidamente, lo que hace levantarse una pequeña nube de polvo- sucio. Como sea, hay buenos libros para consultar -termino girándome hacia ellos con una sonrisa de oreja a oreja.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
14/04/12, 01:04 am
La cara se me ilumina al ver al pollo bailar y, entre carcajadas, trato de seguir el ritmo del difunto ave golpeando una mesa cercana con las manos, pero llega un punto en el que acabo por desternillarme y soy incapaz de seguir con ello. Unos minutos después, cuando Koval ya se encuentra fuera de la que podría haber sido nuestra cena, todavía me duele la barriga en homenaje a todo lo que me he reído.
El hecho de sentarme a comer a la mesa me sigue resultando extraño, pero reprimo mis instintos y, no sé si por educación o por qué, no me bajo al suelo. Trato de servirme un poco de carne en uno de los platos, pero con los cubiertos sigo sin atreverme y acabo comiendo con las manos. Cuando acabo, me relamo los dedos con muy poca clase y espero al resto.
Gael decide enseñarnos sus cadáveres y nos lleva hasta la habitación donde los guarda. Me resulta inevitable llevarme las manos a la cara para taparme las fosas nasales, pero sonrío para quitarle hierro al asunto. Todavía recuerdo lo mal que hice sentir al pobre Koval cuando lo acusé de oler a muerto y no quería revivir esa sensación.
-Bueno, siempre podrás hacerte con otro animal como este de esa misma torre si este dejara de serte útil-reflexiono en voz alta. Matar un animal porque sí no me parece bien, pero seguro que, como todo ser vivo, estos acaban por morirse y entonces la idea de airear su cuerpo un poco más no es tan mala.
Tras eso subimos a la biblioteca ayudando a Noel con el hechizo de intangibilidad. A pesar de ser mucho más pequeña que la de la ciudad, no deja de ser una buenísima fuente de información que curiosear. Y además probablemente la mayoría de los tomos traten sobre magia. Nada más subir, me olvido de todo y todos y me dirijo a las estanterías. Algunos libros me producen cierto cosquilleo en la gola al contacto. << Libros mágicos >>. Cada vez me siento más emocionado con la idea de tener una biblioteca sobre la habitación. Tras un rato de deliveración, acabo cogiendo un libro titulado: "Magia culinaria: comida rápida y sana" y me pongo a leer casi con apetito.
Pasa un rato de duración desconocida y mi cuerpo acaba pidiéndome descanso, cierro el libro y busco a Noel y Gael en la biblioteca, les doy las buenas noches y me bajo hasta mi habitación. Una vez allí, me quedo mirando a la mesilla y le gruño al tiempo que hago aparecer de nuevo una llama. << Necesita que la domen... >> me digo a mí mismo para mitigar la idea de que me estoy comportando como un idiota y me acerco hasta el mueble. El cajón no se abre. << ¡Bien! >>. Coloco el libro de recetas mágicas sobre la mesa y me siento en el suelo frente a la ventana. El día ha sido tan agotador que bien parecía que hubieran pasado semanas, por lo que en apenas unos segundos caigo rendido al sueño.
El hecho de sentarme a comer a la mesa me sigue resultando extraño, pero reprimo mis instintos y, no sé si por educación o por qué, no me bajo al suelo. Trato de servirme un poco de carne en uno de los platos, pero con los cubiertos sigo sin atreverme y acabo comiendo con las manos. Cuando acabo, me relamo los dedos con muy poca clase y espero al resto.
Gael decide enseñarnos sus cadáveres y nos lleva hasta la habitación donde los guarda. Me resulta inevitable llevarme las manos a la cara para taparme las fosas nasales, pero sonrío para quitarle hierro al asunto. Todavía recuerdo lo mal que hice sentir al pobre Koval cuando lo acusé de oler a muerto y no quería revivir esa sensación.
-Bueno, siempre podrás hacerte con otro animal como este de esa misma torre si este dejara de serte útil-reflexiono en voz alta. Matar un animal porque sí no me parece bien, pero seguro que, como todo ser vivo, estos acaban por morirse y entonces la idea de airear su cuerpo un poco más no es tan mala.
Tras eso subimos a la biblioteca ayudando a Noel con el hechizo de intangibilidad. A pesar de ser mucho más pequeña que la de la ciudad, no deja de ser una buenísima fuente de información que curiosear. Y además probablemente la mayoría de los tomos traten sobre magia. Nada más subir, me olvido de todo y todos y me dirijo a las estanterías. Algunos libros me producen cierto cosquilleo en la gola al contacto. << Libros mágicos >>. Cada vez me siento más emocionado con la idea de tener una biblioteca sobre la habitación. Tras un rato de deliveración, acabo cogiendo un libro titulado: "Magia culinaria: comida rápida y sana" y me pongo a leer casi con apetito.
Pasa un rato de duración desconocida y mi cuerpo acaba pidiéndome descanso, cierro el libro y busco a Noel y Gael en la biblioteca, les doy las buenas noches y me bajo hasta mi habitación. Una vez allí, me quedo mirando a la mesilla y le gruño al tiempo que hago aparecer de nuevo una llama. << Necesita que la domen... >> me digo a mí mismo para mitigar la idea de que me estoy comportando como un idiota y me acerco hasta el mueble. El cajón no se abre. << ¡Bien! >>. Coloco el libro de recetas mágicas sobre la mesa y me siento en el suelo frente a la ventana. El día ha sido tan agotador que bien parecía que hubieran pasado semanas, por lo que en apenas unos segundos caigo rendido al sueño.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
14/04/12, 01:42 am
Giz se acerca con expresión de desconcierto pero enseguida se ríe al reconocer el brillo azulado de Gael alrededor del pollo descabezado. Le explico el sentido de los chistes que estoy contando ante su extrañeza y pronto estamos riéndonos a carcajadas, para el sufrimiento de mis oídos el cual trato de ignorar, mientras Gael comienza a hacer que el pollo baile de una manera hilarante. Con una sonrisa divertida me coloco a su lado y trato de imitar sus movimientos, fracasando estrepitosamente pero ahogándome de la risa mientras lo hago. No puedo evitar que una mueca de disgusto asome en mi rostro de vez en cuando, pero evito por todos los medios que trascienda más de lo debido para no incomodar a mis compañeros. Sin embargo Gael se ha debido de dar cuenta, pues cuando abandona el cadáver lo hace aguantándose la risa. Ha sido muy divertido, pero también doloroso... ladeo la cabeza con expresión seria una vez dejamos de reír.
-Tengo que encontrar pronto una solución para esto -digo mientras acerco disimuladamente una mano a una de mis orejas con aire ausente.
Después de esto comemos. Pollo, por supuesto. No puedo evitar que se me escape la risa de vez en cuando.
-Te ha salido delicioso, Gael -le digo para animarle ya que el chico no parece tener mucha confianza en sus dotes como cocinero.
Después de comer Gael nos enseña sus cadáveres, incluído el dragón del que nos habló esta mañana. No parece estar ya en muy buen estado de conservación pero dice que se hará con otro.
-Cuando lo tengas puedes asistir a mis clases de piloto sin avión con Adara -comento divertido.
Finalmente acabamos en la biblioteca. Tengo que ser ayudado por Giz y Gael para subir, lo cual me recuerda una vez más que no sé como voy a obtener magia. << Lo dejaré pasar por ahora, pero no puedo depender de ellos toda la vida... >>, pienso con tristeza. La biblioteca está bastante bien aprovisionada pese a no tener la envergadura del gran edificio cercano a Letargo.
-Genial, así no tendremos que desplazarnos siempre hasta la biblioteca para consultar algo.
Giz enseguida se sumerge en un libro como cabría esperar, por lo que yo también hago lo propio. Busco un libro sobre transformaciones para terminar lo que dejé a medias esta mañana en Letargo. Encuentro uno donde sí se describen las transformaciones de Alicia y Alphonse. Alphonse es una criatura llamada "Kell" que obtiene su magia del agua y su piel se reseca si no está en contacto con ella durante mucho tiempo. << Ahora entiendo lo de la bañera >>. La transformación de Alicia es ciertamente extraña. << Brujas escindidas >>, leo. Comprendí el comportamiento de ambas Alicias tras leer aquello. El odio no era ninguna particularidad de Alicia, era algo innato en aquel tipo de magos. Me quedé con lo que decía el libro acerca de lo repulsivo que les resultaba ver su propia cara en su "hermano". << Creo que siendo así es mejor que la otra Alicia se haya ido... Y espero poder llevarme bien con las dos >>, pienso con preocupación. A continuación también busco información acerca de la criatura que es Adara, preguntando a Gael, y sobre los cambiantes y vampiros de Rocavarancolia, entre otras criaturas que encuentro de casualidad y me llaman la atención.
Pasan las horas y estamos tan sumergidos en los libros que no nos damos ni cuenta de que ya ha llegado incluso la hora de cenar, hasta que Giz anuncia que se va a dormir.
-Buenas noches, Giz -me despido mientras cierro, por fin, el libro sobre transformaciones-. Los asrenianos necesitan comer mucho menos que nosotros -le explico a Gael- pero yo la verdad es que ya voy teniendo hambre, ¿bajamos a cenar?
Mientras se lo pregunto busco un libro de magia, debo volver a empezar a practicarla aunque todavía no pueda hacerla. Elijo uno que no parece demasiado avanzado para llevármelo a la habitación. Gael se muestra de acuerdo en bajar y, ayudándome a salir de la biblioteca con el hechizo de intangibilidad, nos dirigimos hacia la cocina. Como algunos restos del mediodía y me despido de los demás antes de dirigirme hacia mi cuarto. Una vez allí me cambio los pantalones por unos que encuentro en un cofre que parecen bastante cómodos y dejo el libro sobre la mesilla. Miro de reojo al armario, que tiene la puerta derecha abierta de nuevo tras haber intentado cerrarla en vano, mientras me acuesto.
-Ya hablaremos tú y yo -le digo con fingido tono de autoridad.
El día ha sido completo y me siento bastante cansado, por lo que no tardo en conciliar el sueño sin darme tiempo a pensar en todo lo que ha sucedido.
-Tengo que encontrar pronto una solución para esto -digo mientras acerco disimuladamente una mano a una de mis orejas con aire ausente.
Después de esto comemos. Pollo, por supuesto. No puedo evitar que se me escape la risa de vez en cuando.
-Te ha salido delicioso, Gael -le digo para animarle ya que el chico no parece tener mucha confianza en sus dotes como cocinero.
Después de comer Gael nos enseña sus cadáveres, incluído el dragón del que nos habló esta mañana. No parece estar ya en muy buen estado de conservación pero dice que se hará con otro.
-Cuando lo tengas puedes asistir a mis clases de piloto sin avión con Adara -comento divertido.
Finalmente acabamos en la biblioteca. Tengo que ser ayudado por Giz y Gael para subir, lo cual me recuerda una vez más que no sé como voy a obtener magia. << Lo dejaré pasar por ahora, pero no puedo depender de ellos toda la vida... >>, pienso con tristeza. La biblioteca está bastante bien aprovisionada pese a no tener la envergadura del gran edificio cercano a Letargo.
-Genial, así no tendremos que desplazarnos siempre hasta la biblioteca para consultar algo.
Giz enseguida se sumerge en un libro como cabría esperar, por lo que yo también hago lo propio. Busco un libro sobre transformaciones para terminar lo que dejé a medias esta mañana en Letargo. Encuentro uno donde sí se describen las transformaciones de Alicia y Alphonse. Alphonse es una criatura llamada "Kell" que obtiene su magia del agua y su piel se reseca si no está en contacto con ella durante mucho tiempo. << Ahora entiendo lo de la bañera >>. La transformación de Alicia es ciertamente extraña. << Brujas escindidas >>, leo. Comprendí el comportamiento de ambas Alicias tras leer aquello. El odio no era ninguna particularidad de Alicia, era algo innato en aquel tipo de magos. Me quedé con lo que decía el libro acerca de lo repulsivo que les resultaba ver su propia cara en su "hermano". << Creo que siendo así es mejor que la otra Alicia se haya ido... Y espero poder llevarme bien con las dos >>, pienso con preocupación. A continuación también busco información acerca de la criatura que es Adara, preguntando a Gael, y sobre los cambiantes y vampiros de Rocavarancolia, entre otras criaturas que encuentro de casualidad y me llaman la atención.
Pasan las horas y estamos tan sumergidos en los libros que no nos damos ni cuenta de que ya ha llegado incluso la hora de cenar, hasta que Giz anuncia que se va a dormir.
-Buenas noches, Giz -me despido mientras cierro, por fin, el libro sobre transformaciones-. Los asrenianos necesitan comer mucho menos que nosotros -le explico a Gael- pero yo la verdad es que ya voy teniendo hambre, ¿bajamos a cenar?
Mientras se lo pregunto busco un libro de magia, debo volver a empezar a practicarla aunque todavía no pueda hacerla. Elijo uno que no parece demasiado avanzado para llevármelo a la habitación. Gael se muestra de acuerdo en bajar y, ayudándome a salir de la biblioteca con el hechizo de intangibilidad, nos dirigimos hacia la cocina. Como algunos restos del mediodía y me despido de los demás antes de dirigirme hacia mi cuarto. Una vez allí me cambio los pantalones por unos que encuentro en un cofre que parecen bastante cómodos y dejo el libro sobre la mesilla. Miro de reojo al armario, que tiene la puerta derecha abierta de nuevo tras haber intentado cerrarla en vano, mientras me acuesto.
-Ya hablaremos tú y yo -le digo con fingido tono de autoridad.
El día ha sido completo y me siento bastante cansado, por lo que no tardo en conciliar el sueño sin darme tiempo a pensar en todo lo que ha sucedido.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
14/04/12, 10:29 pm
A Giz y Noel parece encantarles la biblioteca del último piso de la torre. Ambos se enfrascan en la lectura de varios libros, y Noel descubre más información sobre la transformación de dos compañeros suyos.
-¡Vaya, brujos escindidos! Había oído hablar de ello… pero pensaba que tal vez vuestras amigas eran gemelas o algo así –comento cuando miran la transformación de Alicia-. Debe ser bastante chocante de repente ver que hay otro como tú…
El chico de la bañera en cambio se ha convertido en una criatura acuática. Aunque parece que se las arreglaba bien para estar fuera del agua. Al mencionarlos, me pregunto si habrán llegado ya a la torre, o al menos el kell y una de las Alicias. Querría preguntar si sabían dónde podría estar la otra Alicia que no vimos en la sede, pero el ambiente está bastante relajado y tal vez se preocupen. Acabará apareciendo, seguro… ahora tiene magia de sobra para defenderse sola.
La tarde se nos pasa volando en la biblioteca de Serpentaria, y cuando nos queremos dar cuenta ha anochecido y empezamos a no poder leer bien los libros. Giz decide irse ya a dormir y baja a las habitaciones. Iba a preguntarle si no quería cenar nada, pero Noel se adelanta y me explica que los asrenianos no necesitan comer tanto como nosotros.
-Cenemos, entonces. Todavía quedaba algo del mediodía si no han venido los demás, o hacemos cualquier cosa…
Hechizo a Noel para bajar de nuevo y la pereza nos hace decantarnos por comer sobras en vez de cocinar. Al terminar, Noel se despide también y se va a dormir. Mientras recojo un poco la cocina miro hacia el exterior, done la Luna Roja no puede verse, pero sí su brillo. Apenas acaba de anochecer, y no tengo sueño, pero entiendo que para los demás las novedades del día hayan sido agotadoras. Al subir hacia los cuartos me detengo a mirar la puerta tras la que guardo los cadáveres, recordando lo que me dijeron Noel y Giz allí. Y pronto empezaríamos las clases con Adara, Noel va a volar… pero mi dragón enano no puede. Quizá aún esté a tiempo de reponerlo. Podría ser arriesgado, pero… hace mucho que no hago nada. Qué demonios, he sobrevivido a los subterráneos de la ciudad… y se me acaba de ocurrir una idea para cazar a uno de ellos sacrificando el viejo. La necesidad de acción hace que me ponga en marcha sin apenas pensarlo siquiera. No quiero depender siempre de Jack para conseguir lo que necesite.
Poseo el dragón maloliente y salto por la ventana de la habitación echando a correr por la calle.
Sigue en la Torre Leprosa.
Cuando diviso Serpentaria de nuevo sin haber sigo perseguido siento un alivio enorme. Entro todavía exaltado y subo hasta la habitación que había abandonado antes a la carrera. Dejo el dragón enano donde solía estar el anterior y cierro la ventana. Ahora puedo examinar con más cuidado la herida que le he hecho antes y la quemadura. Para mi sorpresa veo que las garras se clavaron demasiado cerca de su ojo y con la quemadura ha acabado por quedar muy dañado. El rasguño se extiende casi hasta al ojo y probablemente acabará cayéndose de la cuenca. Salgo de la habitación a buscar el cajón de la cocina donde había encontrado aguja e hilo y vuelvo con ello, haciendo ignífugo el hilo primero. Como buenamente puedo doy puntadas en las marcas de las zarpas, un tanto chapuceras, y cuando llego a la zona del ojo hurgo en la herida con curiosidad hasta que este termina por desprenderse. Asqueado lo devuelvo al interior de la cuenca y coso los párpados para que no vuelva a salirse. Está mejor así que saliéndose cada dos por tres.
Cuando todo está listo para hacer el hechizo de conservación busco el libro de Siloco y lo hojeo buscando un hechizo más avanzado que el que usé la vez anterior. Esta vez tiene que durar más como sea.
Al terminar observo el cadáver tendido en el suelo de la habitación. Con las costuras ha quedado un tanto grotesco, pero es funcional y está en mejor estado que el anterior. Creo que le diré a los demás que salí a tirar el viejo y sus congéneres se pelearon por comerlo... y al que resultó muerto en la pelea me lo quedé yo. Mejor no le doy más vueltas, ahora sí que estoy agotado. Mañana los demás se despertarán mucho más temprano que yo. Salgo de la habitación y voy a la mía intentando no hacer mucho ruido en el pasillo. Al abrir, la puerta golpea un obstáculo al otro lado que yo no recordaba haber puesto.
-Quita de ahí, pesada -digo empujando con más fuerza. Ojalá la hubiera dejado tapada con la vieja manta de Letargo. La mesita termina por ceder y dejarme entrar, y aunque le dirijo una mirada fiera de reproche no parece recular ni un centímetro. Suspiro y voy al rincón donde suelo dormir-. Buenas noches.
-¡Vaya, brujos escindidos! Había oído hablar de ello… pero pensaba que tal vez vuestras amigas eran gemelas o algo así –comento cuando miran la transformación de Alicia-. Debe ser bastante chocante de repente ver que hay otro como tú…
El chico de la bañera en cambio se ha convertido en una criatura acuática. Aunque parece que se las arreglaba bien para estar fuera del agua. Al mencionarlos, me pregunto si habrán llegado ya a la torre, o al menos el kell y una de las Alicias. Querría preguntar si sabían dónde podría estar la otra Alicia que no vimos en la sede, pero el ambiente está bastante relajado y tal vez se preocupen. Acabará apareciendo, seguro… ahora tiene magia de sobra para defenderse sola.
La tarde se nos pasa volando en la biblioteca de Serpentaria, y cuando nos queremos dar cuenta ha anochecido y empezamos a no poder leer bien los libros. Giz decide irse ya a dormir y baja a las habitaciones. Iba a preguntarle si no quería cenar nada, pero Noel se adelanta y me explica que los asrenianos no necesitan comer tanto como nosotros.
-Cenemos, entonces. Todavía quedaba algo del mediodía si no han venido los demás, o hacemos cualquier cosa…
Hechizo a Noel para bajar de nuevo y la pereza nos hace decantarnos por comer sobras en vez de cocinar. Al terminar, Noel se despide también y se va a dormir. Mientras recojo un poco la cocina miro hacia el exterior, done la Luna Roja no puede verse, pero sí su brillo. Apenas acaba de anochecer, y no tengo sueño, pero entiendo que para los demás las novedades del día hayan sido agotadoras. Al subir hacia los cuartos me detengo a mirar la puerta tras la que guardo los cadáveres, recordando lo que me dijeron Noel y Giz allí. Y pronto empezaríamos las clases con Adara, Noel va a volar… pero mi dragón enano no puede. Quizá aún esté a tiempo de reponerlo. Podría ser arriesgado, pero… hace mucho que no hago nada. Qué demonios, he sobrevivido a los subterráneos de la ciudad… y se me acaba de ocurrir una idea para cazar a uno de ellos sacrificando el viejo. La necesidad de acción hace que me ponga en marcha sin apenas pensarlo siquiera. No quiero depender siempre de Jack para conseguir lo que necesite.
Poseo el dragón maloliente y salto por la ventana de la habitación echando a correr por la calle.
Sigue en la Torre Leprosa.
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Cuando diviso Serpentaria de nuevo sin haber sigo perseguido siento un alivio enorme. Entro todavía exaltado y subo hasta la habitación que había abandonado antes a la carrera. Dejo el dragón enano donde solía estar el anterior y cierro la ventana. Ahora puedo examinar con más cuidado la herida que le he hecho antes y la quemadura. Para mi sorpresa veo que las garras se clavaron demasiado cerca de su ojo y con la quemadura ha acabado por quedar muy dañado. El rasguño se extiende casi hasta al ojo y probablemente acabará cayéndose de la cuenca. Salgo de la habitación a buscar el cajón de la cocina donde había encontrado aguja e hilo y vuelvo con ello, haciendo ignífugo el hilo primero. Como buenamente puedo doy puntadas en las marcas de las zarpas, un tanto chapuceras, y cuando llego a la zona del ojo hurgo en la herida con curiosidad hasta que este termina por desprenderse. Asqueado lo devuelvo al interior de la cuenca y coso los párpados para que no vuelva a salirse. Está mejor así que saliéndose cada dos por tres.
Cuando todo está listo para hacer el hechizo de conservación busco el libro de Siloco y lo hojeo buscando un hechizo más avanzado que el que usé la vez anterior. Esta vez tiene que durar más como sea.
Al terminar observo el cadáver tendido en el suelo de la habitación. Con las costuras ha quedado un tanto grotesco, pero es funcional y está en mejor estado que el anterior. Creo que le diré a los demás que salí a tirar el viejo y sus congéneres se pelearon por comerlo... y al que resultó muerto en la pelea me lo quedé yo. Mejor no le doy más vueltas, ahora sí que estoy agotado. Mañana los demás se despertarán mucho más temprano que yo. Salgo de la habitación y voy a la mía intentando no hacer mucho ruido en el pasillo. Al abrir, la puerta golpea un obstáculo al otro lado que yo no recordaba haber puesto.
-Quita de ahí, pesada -digo empujando con más fuerza. Ojalá la hubiera dejado tapada con la vieja manta de Letargo. La mesita termina por ceder y dejarme entrar, y aunque le dirijo una mirada fiera de reproche no parece recular ni un centímetro. Suspiro y voy al rincón donde suelo dormir-. Buenas noches.
- Rocavarancolia Rol
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
15/04/12, 07:08 pm
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
TIMELAPSE!
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
Más info aquí.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
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Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
16/04/12, 04:01 pm
Por fin había acabado esa noche tan larga. Cuando veo la torre Serpentaria a lo lejos empiezo a soñar despierto con camas mullidas a pesar de que hace tiempo que no las utilizo. Han pasado ya horas desde que me lancé un hechizo de vigilia pero ha ido perdiendo efectividad. Con dormir hasta bien entrada la tarde me conformo. Espero que los demás no se hayan despertado aún. Ayer se me presentó la posibilidad de proponer no tener entrenamientos hoy y tal vez estén durmiendo todavía. Tendré que hablar con Giz, pero al menos espero tener la cabeza más fresca. Por otro lado me pregunto si lo habré hecho todo correctamente, estaba bastante nervioso. Aun así dos jóvenes accedieron a venir conmigo, y en la cosecha anterior habían sido tres, y en la nuestra no había visto ninguno. Parece que las cosechas allí no son muy abundantes.
Cuando entro a la torre hay bastante silencio, así que aprovecho a colarme en la cocina para comer algo rápidamente antes de echarme a dormir. Me rugían las tripas y había trabajado sin descanso toda la noche. Sobre la repisa había nuevas piezas de fruta en una cesta, y escogí un par de ellas para comerlas en pocos bocados.
"A ver si el ruido de abrir y cerrar la puerta de mi habitación no despierta a los demás justo ahora" pienso mientras mastico de espaldas a la entrada de la cocina.
Cuando entro a la torre hay bastante silencio, así que aprovecho a colarme en la cocina para comer algo rápidamente antes de echarme a dormir. Me rugían las tripas y había trabajado sin descanso toda la noche. Sobre la repisa había nuevas piezas de fruta en una cesta, y escogí un par de ellas para comerlas en pocos bocados.
"A ver si el ruido de abrir y cerrar la puerta de mi habitación no despierta a los demás justo ahora" pienso mientras mastico de espaldas a la entrada de la cocina.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
16/04/12, 07:32 pm
Me desperté entre bostezos y todavía con algo de sueño. Ayer habíamos estado entrenando duramente como de costumbre y me sentía bastante cansado. Ya no recordaba cuando había sido la última vez que nos tomamos un descanso. Hoy, por supuesto, no iba a haber entrenamiento. Gael lo había propuesto y yo lo secundé. Nadie más que yo sabía que él era cosechador de Asrena ahora.
Aunque era bastante temprano decidí levantarme, puede que Gael estuviese a punto de volver o... Ya había llegado. Fue lo que pensé cuando escuché ruidos provenientes de la cocina según me acercaba a ella. A menos que fuese algún otro...
-Buenos días -entré saludando.
Enseguida pude comprobar que se trataba de Gael, que estaba desayunando.
-Oh, Gael, me estaba preguntando si habrías vuelto ya. ¿Cómo te fue?
Me contó cómo le fue en Asrena, al parecer había cosechado a dos asrenianos. Uno de ellos ranta.
-Ha debido de ser agotador, pero en parte me das envidia: has podido visitar Asrena -digo con una sonrisa-. Desde que Giz y Cail me hablaron de ella siempre quise ver como era... Oh, hablando de eso, supongo que todavía estás preocupado por tener que contárselo a los demás y especialmente a Giz -mi expresión se volvió más seria-. ¿Pero sabes? Me parece que te equivocas respecto a Giz. Yo creo que a él no le va a parecer mal, o eso es lo que pienso habiendo pasado un año entero conviviendo con él. En cambio Alicia... para mí sigue siendo un tanto impredecible, no sabría decir cual va a ser su reacción. Pero no te preocupes, seguro que lo entenderán.
Le sonreí a mi amigo para transmitirle tranquildad y ánimo.
Aunque era bastante temprano decidí levantarme, puede que Gael estuviese a punto de volver o... Ya había llegado. Fue lo que pensé cuando escuché ruidos provenientes de la cocina según me acercaba a ella. A menos que fuese algún otro...
-Buenos días -entré saludando.
Enseguida pude comprobar que se trataba de Gael, que estaba desayunando.
-Oh, Gael, me estaba preguntando si habrías vuelto ya. ¿Cómo te fue?
Me contó cómo le fue en Asrena, al parecer había cosechado a dos asrenianos. Uno de ellos ranta.
-Ha debido de ser agotador, pero en parte me das envidia: has podido visitar Asrena -digo con una sonrisa-. Desde que Giz y Cail me hablaron de ella siempre quise ver como era... Oh, hablando de eso, supongo que todavía estás preocupado por tener que contárselo a los demás y especialmente a Giz -mi expresión se volvió más seria-. ¿Pero sabes? Me parece que te equivocas respecto a Giz. Yo creo que a él no le va a parecer mal, o eso es lo que pienso habiendo pasado un año entero conviviendo con él. En cambio Alicia... para mí sigue siendo un tanto impredecible, no sabría decir cual va a ser su reacción. Pero no te preocupes, seguro que lo entenderán.
Le sonreí a mi amigo para transmitirle tranquildad y ánimo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
16/04/12, 08:11 pm
El sol me golpea en la cara obligándome a levantarme, como viene siendo costumbre gracias a la orientación de la habitación. Ahora que he quitado la cama y he puesto un par de plantas, se me hace más acogedora si cabe. La mesa ya no da problemas, y aguanta sin quejarse una pila de libros de temas variados. Me levanto del suelo y me acerco a las macetas, para regarlas con un par de hechizos. No me parece demasiado bien encerrar las plantas en ellas, pero la otra opción que tenía para meterlas en mi habitación implicaba reformas imposibles de llevar a cabo, de hecho, dudo que realmente existiera esa otra opción, no pasó de ser nada más que una idea extraña de las mías sin fundamento.
Hoy estoy menos cansado que de costumbre, en parte por el descanso que hicimos con las clases grupales ayer. Había seguido estudiando magia por mi cuenta, pero tampoco me metí demasiado a fondo en materia, un día es un día. Decido vestirme con mi túnica y mi poncho y realizo el hechizo térmico sobre estos, para tratar de espabilarme más rápidamente. Una vez en condiciones, decido bajo a la cocina a por algo de comer, pues desde que llegué a la Sede he notado un incremento en el apetito, quizá por todo el esfuerzo extra que realizamos. Allí me encuentro a Noel y a Koval hablando.
-¡Buenos días!-los saludo animado, levantando una mano al entrar-. Deberíamos descansar más a menudo, hoy me he levantado de perlas-les comento mientras busco algo ligero para echarme a la boca. Al final acabo por agenciarme una pieza de fruta parecida a una manzana.
Hoy estoy menos cansado que de costumbre, en parte por el descanso que hicimos con las clases grupales ayer. Había seguido estudiando magia por mi cuenta, pero tampoco me metí demasiado a fondo en materia, un día es un día. Decido vestirme con mi túnica y mi poncho y realizo el hechizo térmico sobre estos, para tratar de espabilarme más rápidamente. Una vez en condiciones, decido bajo a la cocina a por algo de comer, pues desde que llegué a la Sede he notado un incremento en el apetito, quizá por todo el esfuerzo extra que realizamos. Allí me encuentro a Noel y a Koval hablando.
-¡Buenos días!-los saludo animado, levantando una mano al entrar-. Deberíamos descansar más a menudo, hoy me he levantado de perlas-les comento mientras busco algo ligero para echarme a la boca. Al final acabo por agenciarme una pieza de fruta parecida a una manzana.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
16/04/12, 10:26 pm
Mientras engullía la fruta escucho unos pasos fuera de la cocina. Me vuelvo, sobresaltado, y veo entrar a Noel. Relajo la postura y le sonrío con cansancio.
-Buenos días. Estoy para el arrastre -le respondo mientras tiro los restos del desayuno- pero he traído a dos chavales. Uno es un ranta. La verdad es que me preocupaba tanto traer a alguien como volver con las manos vacías, pero ahora ya está hecho. En parte estoy orgulloso de haberlo conseguido, me pasé toda la noche rebuscando... Asrena es un lugar interesante.
Noel parece leer mi pensamiento al respecto de Giz. Y además menciona que no sabe qué puede pensar Alicia. Antes no había pensado en ella, pero ahora que tenía más confianza también con ella me preocupaba también lo que pudiera pensar. Además, todavía no se lo había contado a mis compañeros de cosecha. Tal vez vaya siendo hora.
-Te has dado cuenta de que no se conté a nadie, ¿eh? -contesto apartando la mirada un instante un poco incómodo-. Lo siento. Supongo que no debí callarlo tanto. Pero si dices que a Giz no le importará... me alegra saberlo. Espero que Azura tampoco lo vea mal...
Aunque todos usaban su antiguo nombre y de tanto escucharlo se me pegaba, prefería decir en voz alta el nuevo nombre de la bruja escindida que vivía con nosotros. Por un lado, porque lo de su transformación me parecía bastante terrible y no quería recordarle a Pyro, pero básicamente porque al conocerla después no me resultaba más cómodo un nombre que otro.
Entonces escucho unos pasos bajar por la escalera y al poco rato aparece Giz saludándonos por la puerta. Parece contento de haber descansado del entrenamiento por un día. Me da rabia decirlo ahora, con la mente embotada, pero tan pronto apareció por la puerta ya lo tenía decidido.
-Giz... hay algo que debería decirte. Y a los demás también... pero... a ti te afecta especialmente. -Miro a Noel en busca de ánimos y me dirijo de nuevo al asreniano-. Hace un par de meses un miembro del consejo vino a buscarme para que me convirtiera en cosechador. Hoy ha sido la noche de cosecha, y el mundo vinculado donde debía cosechar es Asrena...
La mirada se me escapa al suelo y me muerdo el labio inferior con nerviosismo. No sé qué sería lo mejor para decir a continuación... Preguntarle si le molesta, disculparme, contarle lo que he visto... Lo que me molesta es que en alguna ocasión podría traer a un amigo suyo, ¿y entonces qué? Si no sobreviviese a la cosecha me sentiría culpable...
De pronto una idea tonta se me viene a la cabeza. Me imagino a mi hermano siendo cosechado. ¿Podría cumplir la ley de no intervención entonces? Nunca había pensado en ello, pero... ahora que sé como funcionan las cosechas, si estuvieron en mi casa y no lo trajeron, es que no tiene esencia. En un segundo me he puesto a divagar, pero me doy cuenta de que Giz sique delante de mí y yo me he quedado en silencio.
-Buenos días. Estoy para el arrastre -le respondo mientras tiro los restos del desayuno- pero he traído a dos chavales. Uno es un ranta. La verdad es que me preocupaba tanto traer a alguien como volver con las manos vacías, pero ahora ya está hecho. En parte estoy orgulloso de haberlo conseguido, me pasé toda la noche rebuscando... Asrena es un lugar interesante.
Noel parece leer mi pensamiento al respecto de Giz. Y además menciona que no sabe qué puede pensar Alicia. Antes no había pensado en ella, pero ahora que tenía más confianza también con ella me preocupaba también lo que pudiera pensar. Además, todavía no se lo había contado a mis compañeros de cosecha. Tal vez vaya siendo hora.
-Te has dado cuenta de que no se conté a nadie, ¿eh? -contesto apartando la mirada un instante un poco incómodo-. Lo siento. Supongo que no debí callarlo tanto. Pero si dices que a Giz no le importará... me alegra saberlo. Espero que Azura tampoco lo vea mal...
Aunque todos usaban su antiguo nombre y de tanto escucharlo se me pegaba, prefería decir en voz alta el nuevo nombre de la bruja escindida que vivía con nosotros. Por un lado, porque lo de su transformación me parecía bastante terrible y no quería recordarle a Pyro, pero básicamente porque al conocerla después no me resultaba más cómodo un nombre que otro.
Entonces escucho unos pasos bajar por la escalera y al poco rato aparece Giz saludándonos por la puerta. Parece contento de haber descansado del entrenamiento por un día. Me da rabia decirlo ahora, con la mente embotada, pero tan pronto apareció por la puerta ya lo tenía decidido.
-Giz... hay algo que debería decirte. Y a los demás también... pero... a ti te afecta especialmente. -Miro a Noel en busca de ánimos y me dirijo de nuevo al asreniano-. Hace un par de meses un miembro del consejo vino a buscarme para que me convirtiera en cosechador. Hoy ha sido la noche de cosecha, y el mundo vinculado donde debía cosechar es Asrena...
La mirada se me escapa al suelo y me muerdo el labio inferior con nerviosismo. No sé qué sería lo mejor para decir a continuación... Preguntarle si le molesta, disculparme, contarle lo que he visto... Lo que me molesta es que en alguna ocasión podría traer a un amigo suyo, ¿y entonces qué? Si no sobreviviese a la cosecha me sentiría culpable...
De pronto una idea tonta se me viene a la cabeza. Me imagino a mi hermano siendo cosechado. ¿Podría cumplir la ley de no intervención entonces? Nunca había pensado en ello, pero... ahora que sé como funcionan las cosechas, si estuvieron en mi casa y no lo trajeron, es que no tiene esencia. En un segundo me he puesto a divagar, pero me doy cuenta de que Giz sique delante de mí y yo me he quedado en silencio.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria (Archivo I)
16/04/12, 11:47 pm
Me quedo anonadado, sin saber que decir a las palabras de Gael. Por primera vez en mucho tiempo mi cabeza se desordena y se encuentra en apuros a la hora de organizar todos los pensamientos que pasan por ella, tantos y tan rápido que tardo mi buen tiempo en poder contestar a Koval.
-Pero... ¿Por qué no me lo habías dicho antes?-le pregunto sorprendido-. Podría haberte explicado lo que necesitaras sobre la cultura, el clima, las tribus...-paro de golpe al ver la expresión de preocupación del fuego fatuo y creo entender por fin la razón por la que ha preferido ocultarlo. Es cierto que el Giz que llegó a la ciudad el primer día sí se habría tomado a mal que un amigo fuera a su planeta a cosechar, pero no ahora. Entre otras cosas, el conocer la existencia de la magia, me ha hecho cuestionar muchas cosas de Asrena, pero es que además la ciudad casi me ha cautivado por completo. Lo que he encontrado aquí en un año ha sido más que en catorce de allí-. ¿Y... qué te ha parecido?-vuelvo a preguntar, esta vez picado por el gusanillo de la curiosidad y con gesto alegre-.¿Has conocido a alguien de mi tribu? ¿Y Kitades? ¿Y Drunais? ¿Y qué piensas del desierto? ¿Y los lagos subterráneos, los has visitado? ¿Y has traído a muchos? ¿Algún Ranta?-vuelvo a echarme el freno por segunda vez en poco tiempo al ver que me embalaba y sonrío algo avergonzado por tal bombardeo repentino-. Lo siento... ¿Te estoy saturando verdad?-me llevo una mano a la barbilla y me acabo por callar para que Koval tenga tiempo de asimilar mis preguntas y responda a las que quiera, si quiere. Me sabría mal presionarlo de repente a hablar más de lo que el se sintiera a gusto.
-Pero... ¿Por qué no me lo habías dicho antes?-le pregunto sorprendido-. Podría haberte explicado lo que necesitaras sobre la cultura, el clima, las tribus...-paro de golpe al ver la expresión de preocupación del fuego fatuo y creo entender por fin la razón por la que ha preferido ocultarlo. Es cierto que el Giz que llegó a la ciudad el primer día sí se habría tomado a mal que un amigo fuera a su planeta a cosechar, pero no ahora. Entre otras cosas, el conocer la existencia de la magia, me ha hecho cuestionar muchas cosas de Asrena, pero es que además la ciudad casi me ha cautivado por completo. Lo que he encontrado aquí en un año ha sido más que en catorce de allí-. ¿Y... qué te ha parecido?-vuelvo a preguntar, esta vez picado por el gusanillo de la curiosidad y con gesto alegre-.¿Has conocido a alguien de mi tribu? ¿Y Kitades? ¿Y Drunais? ¿Y qué piensas del desierto? ¿Y los lagos subterráneos, los has visitado? ¿Y has traído a muchos? ¿Algún Ranta?-vuelvo a echarme el freno por segunda vez en poco tiempo al ver que me embalaba y sonrío algo avergonzado por tal bombardeo repentino-. Lo siento... ¿Te estoy saturando verdad?-me llevo una mano a la barbilla y me acabo por callar para que Koval tenga tiempo de asimilar mis preguntas y responda a las que quiera, si quiere. Me sabría mal presionarlo de repente a hablar más de lo que el se sintiera a gusto.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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