Torre Serpentaria
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torre Serpentaria
02/08/11, 06:42 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Refugio para neotransformados de cinco plantas. La torre culmina en una cúpula. Está situada junto a la plaza de la fuente y su puerta protegida por un hechizo que solo pueden desactivar los inquilinos. En las plantas inferiores se encuentran las habitaciones, dos salas comunes con dos chimeneas centrales interconectadas y una cocina comedor. En la planta superior, bajo la cúpula, hay una sala de entrenamiento mágico que cuenta con medidas de seguridad para no dañar el edificio. A esta planta se accede mediante una runa de presión que abre una trampilla en el techo yy de la que descienden escaleras. La mayoría de los muebles están hechizados y a algunos les gusta gastar bromas.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
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- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torre Serpentaria
12/08/16, 12:10 am
Kirés no tenía muy claro si debía disculparse inmediatamente después de la conversación o si sería mejor esperar a decirlo más adelante, y antes de que se diera cuenta sus dudas tomaron la decisión por él al ver que, casi sin percatarse de ello, ya habían vuelto a Serpentaria.
–Bastante. –Respondió a la pregunta de Irianna ya dentro del refugio. –Aún hay mucho que quiero saber, pero ya no tengo que empezar de cero y a partir de aquí puedo recabar información por mi cuenta. – Hizo una pausa y decidió que aquel era el mejor momento para la disculpa. –Irianna, respecto a la charla de antes con aquellos dos.... Lo cierto es que noté vuestra incomodidad y también me di cuenta de que querías poner fin a la conversación. No sabía cuando volvería a tener una oportunidad como aquella así que aun sabiéndolo decidí prolongar la conversación. –Dicho esto se llevó la mano derecha al hombro izquierdo e inclinó la cabeza. Un gesto clinger que se usa como saludo, o para mostrar respeto. –Mis disculpas.
Tras aquello pasó a dirigirse a Eara. –Por cierto, antes de que se me olvide: Imagino que Ayne irá contigo pero… si por alguna razón no fuera posible o quisieras seguridad extra puedo acompañarte a ver a tu cosechador cuando vayas.
–Bastante. –Respondió a la pregunta de Irianna ya dentro del refugio. –Aún hay mucho que quiero saber, pero ya no tengo que empezar de cero y a partir de aquí puedo recabar información por mi cuenta. – Hizo una pausa y decidió que aquel era el mejor momento para la disculpa. –Irianna, respecto a la charla de antes con aquellos dos.... Lo cierto es que noté vuestra incomodidad y también me di cuenta de que querías poner fin a la conversación. No sabía cuando volvería a tener una oportunidad como aquella así que aun sabiéndolo decidí prolongar la conversación. –Dicho esto se llevó la mano derecha al hombro izquierdo e inclinó la cabeza. Un gesto clinger que se usa como saludo, o para mostrar respeto. –Mis disculpas.
Tras aquello pasó a dirigirse a Eara. –Por cierto, antes de que se me olvide: Imagino que Ayne irá contigo pero… si por alguna razón no fuera posible o quisieras seguridad extra puedo acompañarte a ver a tu cosechador cuando vayas.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria
12/08/16, 01:08 am
Eara agradeció la información educadamente y se despidió del mismo modo. Resultó ser un alivio cuando por fin volvieron a quedarse solos los tres, pero sabía que todo aquello al menos había servido para algo. Y la visita al mercado y el paseo por la ciudad tampoco habían sido cosas sin importancia para ella. Se sentía secretamente orgullosa por haber ampliado su mundo un poco más por sí misma, solo que se sentía tan orgullosa como culpable.
Cuando, en respuesta a la pregunta de Irianna, el enderth empezó a disculparse, Eara sonrió para sus adentros. Kirés era más perceptivo y sensible de lo que él mismo parecía creer. Eara dudaba que fuese necesaria una disculpa tan seria, pero no era ella quien debía juzgar en aquel caso. En cuanto el paladín se dirigió a ella necesitó un momento para cambiar el hilo de sus pensamientos. No había vuelto a pensar realmente en Jack desde que había conseguido su localización, pero era cierto que todavía tenía que compartir aquella información con su edeel.
—Muchas gracias, Kirés, lo tendré en cuenta. Es posible que no haga falta. Quiero decir, que no sé siquiera si le iremos a ver. Pero lo tendré en cuenta —agradeció con una sonrisa.
Cuando, en respuesta a la pregunta de Irianna, el enderth empezó a disculparse, Eara sonrió para sus adentros. Kirés era más perceptivo y sensible de lo que él mismo parecía creer. Eara dudaba que fuese necesaria una disculpa tan seria, pero no era ella quien debía juzgar en aquel caso. En cuanto el paladín se dirigió a ella necesitó un momento para cambiar el hilo de sus pensamientos. No había vuelto a pensar realmente en Jack desde que había conseguido su localización, pero era cierto que todavía tenía que compartir aquella información con su edeel.
—Muchas gracias, Kirés, lo tendré en cuenta. Es posible que no haga falta. Quiero decir, que no sé siquiera si le iremos a ver. Pero lo tendré en cuenta —agradeció con una sonrisa.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torre Serpentaria
12/08/16, 03:34 am
Asintió ante la respuesta de Kirés y ya estaba pensando qué diría a continuación cuando el paladín la sorprendió con una disculpa. No sabiendo muy bien dónde meterse, le dirigió una mirada rápida a Eara cuando el enderth mencionó que había notado su incomodidad –al menos lo había dicho en plural- y se apartó el pelo de una de las orejas como único gesto nervioso que se permitió.
—N-no, no… Es normal que quisieras aprovechar la oportunidad ya que te encontraste con tu cosechador. No fue una conversación muy larga, además… Perdóname tú por haber hecho que notases mi incomodidad, supongo que todavía tengo mucho a lo que acostumbrarme en esta ciudad —añadió con una leve sonrisa cansada.
Aquello seguía siendo cierto, después de todo.
Cuando el paladín se ofreció a acompañar a Eara a ver a su cosechador, Irianna dudó. No le apetecía otro encuentro como el que acababan de tener, pero por otro lado la sinhadre también se había encontrado incómoda aquella tarde y aun así quería ir a verle. Enseguida decidió que no ofrecerse habría sido poco educado.
—Avísame a mí también si al final te decides y prefieres que te acompañemos varios —añadió después de que la edeel le respondiese al enderth—. Ahora… creo que subiré a mi cuarto, estoy algo cansada. Pero podéis llamar a mi puerta si necesitáis algo.
El último ofrecimiento había sido, una vez más, por educación, pero con el dolor de cabeza que se le estaba levantando prefería que no hubiese más asuntos que requiriesen su atención aquel día. Mientras subía las escaleras hacia el piso donde se encontraba si habitación la idrina no podía dejar de pensar en que por muy nebulomante que fuese seguía teniendo la sensación de esta totalmente indefensa en ciertas situaciones.
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
—N-no, no… Es normal que quisieras aprovechar la oportunidad ya que te encontraste con tu cosechador. No fue una conversación muy larga, además… Perdóname tú por haber hecho que notases mi incomodidad, supongo que todavía tengo mucho a lo que acostumbrarme en esta ciudad —añadió con una leve sonrisa cansada.
Aquello seguía siendo cierto, después de todo.
Cuando el paladín se ofreció a acompañar a Eara a ver a su cosechador, Irianna dudó. No le apetecía otro encuentro como el que acababan de tener, pero por otro lado la sinhadre también se había encontrado incómoda aquella tarde y aun así quería ir a verle. Enseguida decidió que no ofrecerse habría sido poco educado.
—Avísame a mí también si al final te decides y prefieres que te acompañemos varios —añadió después de que la edeel le respondiese al enderth—. Ahora… creo que subiré a mi cuarto, estoy algo cansada. Pero podéis llamar a mi puerta si necesitáis algo.
El último ofrecimiento había sido, una vez más, por educación, pero con el dolor de cabeza que se le estaba levantando prefería que no hubiese más asuntos que requiriesen su atención aquel día. Mientras subía las escaleras hacia el piso donde se encontraba si habitación la idrina no podía dejar de pensar en que por muy nebulomante que fuese seguía teniendo la sensación de esta totalmente indefensa en ciertas situaciones.
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torre Serpentaria
13/08/16, 02:48 pm
Siguió la orden de la frivy casi por inercia. Curiosamente, el neoyorquino no había caido en cuenta de queahora que tenía la cabeza separada del cuerpo, habría podido teñirse y peinarse él mismo con suma facilidad. No era cuestión de que la presencia de Twixy le embotara los sentidos, sino más bien de pensar poco. Los que estuvieran cerca podrían escuchar su carcajada avergonzada.
«... Ay va la hostia, ahí me has dado. Sí sé teñirme, en la Tierra lo hacía yo... y a veces mi novia.» — se apoyó en la pared y metió ambas manos en los bolsillos, observando como la otra se entretenía con su pelo. No sentir las caricias seguía siendo extraño, y deseaba con fuerzas poder hacerlo en ese instante.— «Es solo... No sé, si quieres lo hago yo. No soy muy bueno cortando pelo, en eso si que necesito tu ayuda. No se me pasó por la cabeza que podía hacerlo yo solito, supongo que por la costumbre.»
Se acerco a la chica para observar más de cerca y si podía, echar una mano.
«... Ay va la hostia, ahí me has dado. Sí sé teñirme, en la Tierra lo hacía yo... y a veces mi novia.» — se apoyó en la pared y metió ambas manos en los bolsillos, observando como la otra se entretenía con su pelo. No sentir las caricias seguía siendo extraño, y deseaba con fuerzas poder hacerlo en ese instante.— «Es solo... No sé, si quieres lo hago yo. No soy muy bueno cortando pelo, en eso si que necesito tu ayuda. No se me pasó por la cabeza que podía hacerlo yo solito, supongo que por la costumbre.»
Se acerco a la chica para observar más de cerca y si podía, echar una mano.
- InvitadoInvitado
Re: Torre Serpentaria
13/08/16, 04:39 pm
A Twixy's se le escapó una sonrisilla. Jace sabía teñirse y aún así se lo había pedido a ella. Aunque la mención de la novia le provocó un pequeño pinchazo en el estómago estaba contenta, ese gesto significaba que o bien el dullahan confiaba en ella o estaba buscando una excusa para acercarse.
-Oh, no me importa hacerlo- respondió- Y no quiero que te estropees la cara con un peinado feo, incluso si ya no la llevas puesta.
Se puso a extender el tinte en cuanto hubo separado el pelo en secciones, con movimientos fluidos, como si quisiera mantener su elegancia incluso en una tarea mundana como esa. Se detuvo solo un momento para colocarse una toalla en el regazo y evitar mancharse la ropa de tinte. En cuanto estuvo listo (no tardó mucho ya que no había tanto pelo por teñir) dejó la cabeza a un lado, asegurándose de que no iba a caerse. Se cruzó de piernas en su asiento, poniéndose cómoda, y miró de reojo a Jace con una intensidad peligrosa.
-¿Piensas volver a la Tierra a por tu chica?
Se avergonzó de sí misma en cuanto pronunció la pregunta. ¿Por qué le importaba? ¿Por qué había dejado ver que le importaba? Ocultó la mueca de frustración en la que se convirtió su rostro y de alguna forma logró mantener la sonrisa.
-Oh, no me importa hacerlo- respondió- Y no quiero que te estropees la cara con un peinado feo, incluso si ya no la llevas puesta.
Se puso a extender el tinte en cuanto hubo separado el pelo en secciones, con movimientos fluidos, como si quisiera mantener su elegancia incluso en una tarea mundana como esa. Se detuvo solo un momento para colocarse una toalla en el regazo y evitar mancharse la ropa de tinte. En cuanto estuvo listo (no tardó mucho ya que no había tanto pelo por teñir) dejó la cabeza a un lado, asegurándose de que no iba a caerse. Se cruzó de piernas en su asiento, poniéndose cómoda, y miró de reojo a Jace con una intensidad peligrosa.
-¿Piensas volver a la Tierra a por tu chica?
Se avergonzó de sí misma en cuanto pronunció la pregunta. ¿Por qué le importaba? ¿Por qué había dejado ver que le importaba? Ocultó la mueca de frustración en la que se convirtió su rostro y de alguna forma logró mantener la sonrisa.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torre Serpentaria
16/08/16, 03:39 pm
¿Cómo se las apañaba para meter la pata siempre? De haber sido capaz Jace se habría mordido la lengua, pero lo único que podía hacer era esforzarse en que sus pensamientos no se enviaran sin ton ni son. Acababa de tocar el tema tabú, y aunque en otras circunstancias habría hecho lo de siempre -encogerse de hombros y responder con la normalidad de alguien que lo ha asumido-, aquella mirada que le lanzó la veela, sumada a su insperada reacción, le hizo cruzarse de cables.
¿A Twix le había picado saber que tenía novia? Una creciente culpabilidad le abordó cuando fue consciente de que, de ser eso cierto, se alegraría mucho.
«Pueeeeeees... No.» — dio un paso atrás y giró el cuerpo con un suspiro, dando largas zancadas antes de colocarse donde estaba inicialmente —. «No puedo volver a la Tierra en este estado, y aunque pudiera, ella ya no se acuerda de mi. A lo mejor hasta tiene novio nuevo.»
Sacó las manos de los bolsillos para cruzarse de brazos. No pretendía dar lástima: ya había pasado página y ahora era la curiosidad la que le incitaba a hablar más.
«¿Tú tenías novio?» —ladeó un poco el cuerpo, insistiendo en la pregunta. La frivy recibiría un segundo pensamiento, corrigiendo al primero, en tono levemente más tímido: — «¿Tienes novio?»
¿A Twix le había picado saber que tenía novia? Una creciente culpabilidad le abordó cuando fue consciente de que, de ser eso cierto, se alegraría mucho.
«Pueeeeeees... No.» — dio un paso atrás y giró el cuerpo con un suspiro, dando largas zancadas antes de colocarse donde estaba inicialmente —. «No puedo volver a la Tierra en este estado, y aunque pudiera, ella ya no se acuerda de mi. A lo mejor hasta tiene novio nuevo.»
Sacó las manos de los bolsillos para cruzarse de brazos. No pretendía dar lástima: ya había pasado página y ahora era la curiosidad la que le incitaba a hablar más.
«¿Tú tenías novio?» —ladeó un poco el cuerpo, insistiendo en la pregunta. La frivy recibiría un segundo pensamiento, corrigiendo al primero, en tono levemente más tímido: — «¿Tienes novio?»
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Torre Serpentaria
16/08/16, 04:35 pm
Twixy's se giró para preparar una palangana y la ducha, y así aprovechar para sonreír. Libre, pensó, libre y todo para ella. << Y no dejaré que lo tenga nadie...>> detuvo sus pensamientos de forma brusca, un poco asustada. ¿De qué iba? ¿Cómo se le ocurría pensar así? Se centró en enjuagar el tinte lo mejor que pudo, manteniendo la cabeza en el aire con un hechizo de levitación para no tener que apoyarla en ningún sitio. Echó tierra sobre el asunto.
No le sorprendió la pregunta de Jace, incluso le pareció adorable el tono de miedo con el que la hizo. Mantuvo la cabeza frente a ella para poder manipularla con facilidad, aún levitando, y sacó las tijeras.
-En casa no, no en el momento. Quería centrarme en mi trabajo así que decidí pasar un tiempo sin relaciones largas. Aquí... tuve algo con un compañero de torreón- no se podía decir que quisiera realmente a Lemus, al menos no más de lo que quería al resto de sus amigos, pero estaba ahí, era guapo, y jugar a los novios con él era reconfortante, como mantener un pedacito de su vida anterios.- Ahora ya no es nada mínimamente parecido a una persona, cuando la Luna salió esa perra estúpida se lo llevó con ella. Pertenecía a la ''manada'' sea lo que fuera eso.- se calló unos segundos en los que no se oyó nada más que el sonido de las tijeras.- Mató a uno de nuestros compañeros.
No le gustaba la ruta que había tomado la conversación, no quería hablar de cosas deprimentes, no quería que aflorase el rencor que sentía por la loba y por la Luna Roja, se había esforzado mucho en no pensar en ello todo este tiempo.
-Pero da igual, estas cosas pasan aquí.- sonrió, como si no le importara, como si simplemente hubiese cortado con Lemus, como había hecho con tantos tíos antes.- ¿Te gusta?
El hechizo de secado era mucho más silencioso y rápido que un secador normal. Peinó un poco más la cabeza con los dedos, recolocando mechones pero dejando que estuvieran algo desordenados en general. Le dio la vuelta para mirarla y, tras un momento de duda, le dió un pico rápido y se la devolvió a su dueño.
No le sorprendió la pregunta de Jace, incluso le pareció adorable el tono de miedo con el que la hizo. Mantuvo la cabeza frente a ella para poder manipularla con facilidad, aún levitando, y sacó las tijeras.
-En casa no, no en el momento. Quería centrarme en mi trabajo así que decidí pasar un tiempo sin relaciones largas. Aquí... tuve algo con un compañero de torreón- no se podía decir que quisiera realmente a Lemus, al menos no más de lo que quería al resto de sus amigos, pero estaba ahí, era guapo, y jugar a los novios con él era reconfortante, como mantener un pedacito de su vida anterios.- Ahora ya no es nada mínimamente parecido a una persona, cuando la Luna salió esa perra estúpida se lo llevó con ella. Pertenecía a la ''manada'' sea lo que fuera eso.- se calló unos segundos en los que no se oyó nada más que el sonido de las tijeras.- Mató a uno de nuestros compañeros.
No le gustaba la ruta que había tomado la conversación, no quería hablar de cosas deprimentes, no quería que aflorase el rencor que sentía por la loba y por la Luna Roja, se había esforzado mucho en no pensar en ello todo este tiempo.
-Pero da igual, estas cosas pasan aquí.- sonrió, como si no le importara, como si simplemente hubiese cortado con Lemus, como había hecho con tantos tíos antes.- ¿Te gusta?
El hechizo de secado era mucho más silencioso y rápido que un secador normal. Peinó un poco más la cabeza con los dedos, recolocando mechones pero dejando que estuvieran algo desordenados en general. Le dio la vuelta para mirarla y, tras un momento de duda, le dió un pico rápido y se la devolvió a su dueño.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria
17/08/16, 09:37 pm
Tras despedirse de Kirés e Irianna, Eara se encontró a sí misma sola de nuevo en la cocina. Suspiró y decidió ocupar la mente haciendo la comida. Era un poco tarde. Como siempre, preparó suficiente para todos sus compañeros, aunque a la hora de la verdad quiénes comerían solía ser una incógnita. No era algo que le preocupase porque era raro que no hubiese alguien que diese cuenta de las sobras más tarde.
Sin embargo, cuando todo estuvo listo, no pudo posponerlo más. Aunque Ayne siguiese arriba –si es que lo hacía–, no podía no avisarlo para comer. Subió las escaleras jugueteando nerviosamente con su brazalete, preguntándose qué le diría, o si el silencio iba a continuar. Abrió la puerta despacio, sin llamar.
Una fruta daba vueltas sobre la cabeza de Ayne, siguiendo un camino imposible pero bien delimitado. La forma menos costosa de practicar la precisión en la levitación era con objetos pequeños. Eara lo sabía bien porque ella misma era quien se lo había enseñado.
La fruta se desmoronó, como si repentinamente hubiese perdido la vida, y aterrizó sobre la cama donde estaba sentado el edeel. Este se giró hacia ella, manteniendo a raya el sobresalto de haber sido pillado en falta. No dijo nada.
—¿De dónde has…? —Eara cerró la puerta y dio un paso vacilante hacia delante.
—No he hecho daño a nadie —mintió Ayne. Sabía que mentía. Tal vez él no lo había hecho, pero Jack sí, y el responsable no era nadie más que él mismo.
Eara por fin entendió por qué no había querido hablar. Sus peores sospechas se habían hecho realidad. Y casi lo que más le dolía era que la tuviese al margen de todo.
—¿Por qué no me lo has contado? ¿Desde… desde cuándo haces esto? —Señaló a la fruta caída, pero no era al hecho de practicar magia a lo que se refería.
—¿Y qué habrías hecho si te lo contase? —Ayne le sostuvo la mirada a su aurva hasta que esta se vio obligada a bajar la cabeza. La ausencia de ojos en su expresión era perturbadora. Hacía que el edeel ganase siempre, obligándola a apartar la mirada antes o después—. Ven —pidió—. ¿Dónde te habías metido?
—Eso debería preguntarlo yo.
Ayne enarcó levemente una ceja, pero su expresión era conciliadora. Le pidió de nuevo que se acercara con un gesto y ella terminó por ceder.
—Voy a ser sincero contigo. Lo último que necesito hoy es que te enfades conmigo. —Cuando Eara tomó asiento a su lado, el edeel se apoyó en sus propias rodillas y suspiró—. ¿Aún confías en mí?
«Yo no» pensó él. Eara asintió quedamente tras unos instantes.
—Cuéntamelo.
El anima se resignó a hablarle de su visita a Jack, y de las cosas que averiguó gracias al vampiro. Eara no le interrumpió en ningún momento, pero que su edeel se hubiese adelantado sin ella para visitar al cosechador le dolió. Cuando Ayne llegó a la parte en que cazaron juntos omitió prácticamente todo. Omitió las intenciones del vampiro, omitió su error, omitió el resultado. Tampoco quiso dar detalles de cómo se sintió, aunque en eso también había pensado largo y tendido. Por último, le habló del trabajo que le había ofrecido el cosechador. No todo había sido malo, si tenía eso en cuenta, pero no podía hablarle a Eara de su reticencia a volver a ver a Jack por culpa de haberse saltado la mitad de la historia.
Eara, por su parte, no supo qué pensar. Le había demostrado a su edeel que podía contarle todo, y sin embargo él se había callado aquel asunto. Aunque tuviese que acabar contándoselo tarde o temprano. Lo cierto era que la había cogido por sorpresa. Por la reticencia inicial de su edeel a cumplir su precio, había asumido que sería fuerte y lograría aguantar, y esa le parecía la mejor opción de las posibles. Pero también había escuchado suficientes insinuaciones de veteranos como para saber que las cosas no eran tan simples, las pudiese comprender ella o no.
—No tienes por qué ocultarme nada de esto —dijo—. Creo que es peor que me mientas que… que tus necesidades. Sé que no puedo entenderte, pero te entenderé menos si no me cuentas nada.
Ayne la miró de reojo un instante, pero no cambió su postura. No podía contarle las condiciones del trato original que había hecho con Jack, por mucho que ella se lo pidiera.
—¿Y tú dónde estabas? Te busqué cuando bajé a comer algo, pero no te vi por ningún lado.
«¿Lo ha hecho a propósito?» se preguntó Eara. Parecía haber esperado a preguntar aquello en el mejor momento para él.
—Salí con Kirés e Irianna. Querían ver el mercado, y les acompañé.
Eara pudo ver como Ayne se giraba hacia ella con una expresión de sorpresa. Parecía que fuese a decir algo sin pensar, pero volvió a cerrarla boca. Resultaba evidente que no habían sufrido ningún percance en el paseo.
—¿Y eso?
—Me lo ofrecieron. Me apetecía salir de esta torre. Necesito salir más de esta torre —se corrigió.
—¿Y qué piensas del exterior? ¿No te da miedo?
—Da miedo, pero no lo tengo si voy con vosotros. Prefiero eso a estar aquí.
—Ahí fuera hay gente con transformaciones peores que la mía, esperando cazar…
—Ya lo sé —le interrumpió Eara—. Lo sé. Déjame confiar en vosotros.
—No sé ni cómo puedes confiar en mí. No lo hago ni yo mismo.
Eara se dio cuenta entonces de hasta qué punto su edeel estaba afectado por lo que había hecho. Su voz había sonado dolida. Creyó que tal vez lo mejor era cambiar de tema.
—¿Qué hay del trabajo de Jack? ¿Vamos a aceptarlo?
—¿Quieres? —Él se enderezó por fin y la miró.
—¿Por qué no? Creo que nos vendría bien a los dos. Podemos ganarnos la vida y ocupar las horas en algo. Deberíamos aceptar y probar, si no nos gusta siempre podemos dejarlo.
Ayne esbozó una sonrisa casi imperceptible. Sin previo aviso, pero despacio, se aproximó a su aurva para abrazarse a ella. Siempre había tenido la facultad de calmarlo, de ayudarlo a aclararse, y echaba de menos enormemente tenerla cerca. Hacía tanto tiempo que, de hecho, la aurva se sorprendió al principio. No se apartó, pero había descubierto que ver al anima acercarse era perturbador. Con todo, se sintió tranquila al darse cuenta de que no pasaba nada anómalo; el edeel ya podía poner sus instintos de anima bajo control. El único problema era que no podía evitar pensar en las almas que había consumido, y cuando ese mismo pensamiento volvió a cruzar la mente de Ayne, se apartó de ella.
—Vamos a comer. La comida ya está lista.
Eara no quería que se instalara un silencio incómodo de nuevo entre ambos. Se puso de pie y le tendió una mano a su edeel. Él la aceptó sin decir nada más.
Sin embargo, cuando todo estuvo listo, no pudo posponerlo más. Aunque Ayne siguiese arriba –si es que lo hacía–, no podía no avisarlo para comer. Subió las escaleras jugueteando nerviosamente con su brazalete, preguntándose qué le diría, o si el silencio iba a continuar. Abrió la puerta despacio, sin llamar.
Una fruta daba vueltas sobre la cabeza de Ayne, siguiendo un camino imposible pero bien delimitado. La forma menos costosa de practicar la precisión en la levitación era con objetos pequeños. Eara lo sabía bien porque ella misma era quien se lo había enseñado.
La fruta se desmoronó, como si repentinamente hubiese perdido la vida, y aterrizó sobre la cama donde estaba sentado el edeel. Este se giró hacia ella, manteniendo a raya el sobresalto de haber sido pillado en falta. No dijo nada.
—¿De dónde has…? —Eara cerró la puerta y dio un paso vacilante hacia delante.
—No he hecho daño a nadie —mintió Ayne. Sabía que mentía. Tal vez él no lo había hecho, pero Jack sí, y el responsable no era nadie más que él mismo.
Eara por fin entendió por qué no había querido hablar. Sus peores sospechas se habían hecho realidad. Y casi lo que más le dolía era que la tuviese al margen de todo.
—¿Por qué no me lo has contado? ¿Desde… desde cuándo haces esto? —Señaló a la fruta caída, pero no era al hecho de practicar magia a lo que se refería.
—¿Y qué habrías hecho si te lo contase? —Ayne le sostuvo la mirada a su aurva hasta que esta se vio obligada a bajar la cabeza. La ausencia de ojos en su expresión era perturbadora. Hacía que el edeel ganase siempre, obligándola a apartar la mirada antes o después—. Ven —pidió—. ¿Dónde te habías metido?
—Eso debería preguntarlo yo.
Ayne enarcó levemente una ceja, pero su expresión era conciliadora. Le pidió de nuevo que se acercara con un gesto y ella terminó por ceder.
—Voy a ser sincero contigo. Lo último que necesito hoy es que te enfades conmigo. —Cuando Eara tomó asiento a su lado, el edeel se apoyó en sus propias rodillas y suspiró—. ¿Aún confías en mí?
«Yo no» pensó él. Eara asintió quedamente tras unos instantes.
—Cuéntamelo.
El anima se resignó a hablarle de su visita a Jack, y de las cosas que averiguó gracias al vampiro. Eara no le interrumpió en ningún momento, pero que su edeel se hubiese adelantado sin ella para visitar al cosechador le dolió. Cuando Ayne llegó a la parte en que cazaron juntos omitió prácticamente todo. Omitió las intenciones del vampiro, omitió su error, omitió el resultado. Tampoco quiso dar detalles de cómo se sintió, aunque en eso también había pensado largo y tendido. Por último, le habló del trabajo que le había ofrecido el cosechador. No todo había sido malo, si tenía eso en cuenta, pero no podía hablarle a Eara de su reticencia a volver a ver a Jack por culpa de haberse saltado la mitad de la historia.
Eara, por su parte, no supo qué pensar. Le había demostrado a su edeel que podía contarle todo, y sin embargo él se había callado aquel asunto. Aunque tuviese que acabar contándoselo tarde o temprano. Lo cierto era que la había cogido por sorpresa. Por la reticencia inicial de su edeel a cumplir su precio, había asumido que sería fuerte y lograría aguantar, y esa le parecía la mejor opción de las posibles. Pero también había escuchado suficientes insinuaciones de veteranos como para saber que las cosas no eran tan simples, las pudiese comprender ella o no.
—No tienes por qué ocultarme nada de esto —dijo—. Creo que es peor que me mientas que… que tus necesidades. Sé que no puedo entenderte, pero te entenderé menos si no me cuentas nada.
Ayne la miró de reojo un instante, pero no cambió su postura. No podía contarle las condiciones del trato original que había hecho con Jack, por mucho que ella se lo pidiera.
—¿Y tú dónde estabas? Te busqué cuando bajé a comer algo, pero no te vi por ningún lado.
«¿Lo ha hecho a propósito?» se preguntó Eara. Parecía haber esperado a preguntar aquello en el mejor momento para él.
—Salí con Kirés e Irianna. Querían ver el mercado, y les acompañé.
Eara pudo ver como Ayne se giraba hacia ella con una expresión de sorpresa. Parecía que fuese a decir algo sin pensar, pero volvió a cerrarla boca. Resultaba evidente que no habían sufrido ningún percance en el paseo.
—¿Y eso?
—Me lo ofrecieron. Me apetecía salir de esta torre. Necesito salir más de esta torre —se corrigió.
—¿Y qué piensas del exterior? ¿No te da miedo?
—Da miedo, pero no lo tengo si voy con vosotros. Prefiero eso a estar aquí.
—Ahí fuera hay gente con transformaciones peores que la mía, esperando cazar…
—Ya lo sé —le interrumpió Eara—. Lo sé. Déjame confiar en vosotros.
—No sé ni cómo puedes confiar en mí. No lo hago ni yo mismo.
Eara se dio cuenta entonces de hasta qué punto su edeel estaba afectado por lo que había hecho. Su voz había sonado dolida. Creyó que tal vez lo mejor era cambiar de tema.
—¿Qué hay del trabajo de Jack? ¿Vamos a aceptarlo?
—¿Quieres? —Él se enderezó por fin y la miró.
—¿Por qué no? Creo que nos vendría bien a los dos. Podemos ganarnos la vida y ocupar las horas en algo. Deberíamos aceptar y probar, si no nos gusta siempre podemos dejarlo.
Ayne esbozó una sonrisa casi imperceptible. Sin previo aviso, pero despacio, se aproximó a su aurva para abrazarse a ella. Siempre había tenido la facultad de calmarlo, de ayudarlo a aclararse, y echaba de menos enormemente tenerla cerca. Hacía tanto tiempo que, de hecho, la aurva se sorprendió al principio. No se apartó, pero había descubierto que ver al anima acercarse era perturbador. Con todo, se sintió tranquila al darse cuenta de que no pasaba nada anómalo; el edeel ya podía poner sus instintos de anima bajo control. El único problema era que no podía evitar pensar en las almas que había consumido, y cuando ese mismo pensamiento volvió a cruzar la mente de Ayne, se apartó de ella.
—Vamos a comer. La comida ya está lista.
Eara no quería que se instalara un silencio incómodo de nuevo entre ambos. Se puso de pie y le tendió una mano a su edeel. Él la aceptó sin decir nada más.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torre Serpentaria
18/08/16, 12:29 am
Por mucho que ya no tuviera poder en las expresiones de su rostro, su lenguaje corporal seguía delatándole, puede incluso que más que antes al haber tenido que depender de este para reflejar sus emociones. Dejó de estar encorvado contra la pared para estar casi tan recto como ella.
Twix no tenía novio, ¿cómo demonios era eso posible? Por la mente de Jace no cabía posibilidad de que, a pesar de la criba de la cosecha o cosas más importantes que atender, la joven no tuviese pareja. Para suerte suya, no se quedó demasiado ensimismado en la primera parte y milagrosamente atendió al resto de la historia. Si de por sí se sentía culpable de antes, ahora solo aumentaba la sensación.
«Ah. Lemus. Parecía un buen tío...» —a pesar de que no era evidente, Jace pasó a mirar con atención a sus zapatos, incómodo por como se había tornado aquello—. «Siento oír eso. Me hubiera gustado conocerle mejor.»
En lo que la chica terminó, Jace se acercó para ver mejor el acabado, aún replanteándose la sinceridad de sus palabras. Volver a verse moreno y con un peinado de diez le emocionó sobremanera.
«¡Está de puta madre, Twix! ¡Joder, así me da hasta pena esconderla en una mochila! » —junto las manos como si estuviera rezando antes de extenderlas, esperando recibir de vuelta su cabeza. Sin embargo, sus brazos se quedaron congelados en el sitio.
Gracias a aquel sencillo gesto, el humo del dullahan adoptó la forma de hongo que queda tras los estallidos de bomba nuclear, solo que a mucha menor escala. Su mente se quedó completamente en blanco unos instantes antes de, por el contrario, pasar a ser un cúmulo de reacciones que se esforzó en contener. Recogió su cabeza a cámara lenta, sin dejar de mirar a la frivy a pesar de todo. Se había quedado boquiabierto, aunque no fuera de forma literal.
«Joder. En serio, estas cosas son lo que más me jode de no tener la cara en su sitio.» — le dio una vuelta a su rostro para colocar un pulgar sobre los labios que acababa de besar la joven, muriendo por poder sentir algo— .«Esto no se me va a olvidar. Te debo un montón, ¿cómo se supone que te lo pago?»
Twix no tenía novio, ¿cómo demonios era eso posible? Por la mente de Jace no cabía posibilidad de que, a pesar de la criba de la cosecha o cosas más importantes que atender, la joven no tuviese pareja. Para suerte suya, no se quedó demasiado ensimismado en la primera parte y milagrosamente atendió al resto de la historia. Si de por sí se sentía culpable de antes, ahora solo aumentaba la sensación.
«Ah. Lemus. Parecía un buen tío...» —a pesar de que no era evidente, Jace pasó a mirar con atención a sus zapatos, incómodo por como se había tornado aquello—. «Siento oír eso. Me hubiera gustado conocerle mejor.»
En lo que la chica terminó, Jace se acercó para ver mejor el acabado, aún replanteándose la sinceridad de sus palabras. Volver a verse moreno y con un peinado de diez le emocionó sobremanera.
«¡Está de puta madre, Twix! ¡Joder, así me da hasta pena esconderla en una mochila! » —junto las manos como si estuviera rezando antes de extenderlas, esperando recibir de vuelta su cabeza. Sin embargo, sus brazos se quedaron congelados en el sitio.
Gracias a aquel sencillo gesto, el humo del dullahan adoptó la forma de hongo que queda tras los estallidos de bomba nuclear, solo que a mucha menor escala. Su mente se quedó completamente en blanco unos instantes antes de, por el contrario, pasar a ser un cúmulo de reacciones que se esforzó en contener. Recogió su cabeza a cámara lenta, sin dejar de mirar a la frivy a pesar de todo. Se había quedado boquiabierto, aunque no fuera de forma literal.
«Joder. En serio, estas cosas son lo que más me jode de no tener la cara en su sitio.» — le dio una vuelta a su rostro para colocar un pulgar sobre los labios que acababa de besar la joven, muriendo por poder sentir algo— .«Esto no se me va a olvidar. Te debo un montón, ¿cómo se supone que te lo pago?»
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Torre Serpentaria
18/08/16, 01:44 am
Los labios de Twix se curvaron en una sonrisa lobuna. Era eso lo que esperaba. Había pasado demasiado tiempo entre alienígenas y desgracias, y aunque la Luna le había concedido un poder que eliminaba ciertas barreras no disfrutaba de la misma manera causando esas reacciones en todo el mundo. Esta vez no era una herramienta para conseguir algo, no había segundas intenciones. Puso una mano sobre el pecho de Jace y se pegó a él, acercando la boca al cuello.
-A lo mejor podemos llegar a un acuerdo...- susurró. Se mantuvo así unos segundos, esperando una respuesta del dullahan, hasta que ya no pudo aguantar la risa y estalló en una carcajada.- Perdona.- dijo entre risas- Es que eres tan cuqy's, mira lo tenso que estas.
Todavía se disculpó un par de veces más. Definitivamente había hecho bien en aceptar el encargo del terrícola, le había confirmado algunas cosas. Quería a Jace, le tenía ganas desde hacía ya un tiempo, pero no era el momento ni el lugar. Por muy divertido que fuera el efecto de su transformación, abrumar al pobre chico no estaba en sus planes, primero tenía que aprender a rebajar un poco la intensidad de su aura, o darle tiempo a Jace para que se acostumbrara. Se separó y le dejó espacio para que recuperase el aliento, y para que ella pudiera recoger sus cosas.
-Una cena.- dijo con el cesto bajo el brazo.- En mi habitación, en la tuya, en la playa, me da igual, pero quiero que cenemos.
-A lo mejor podemos llegar a un acuerdo...- susurró. Se mantuvo así unos segundos, esperando una respuesta del dullahan, hasta que ya no pudo aguantar la risa y estalló en una carcajada.- Perdona.- dijo entre risas- Es que eres tan cuqy's, mira lo tenso que estas.
Todavía se disculpó un par de veces más. Definitivamente había hecho bien en aceptar el encargo del terrícola, le había confirmado algunas cosas. Quería a Jace, le tenía ganas desde hacía ya un tiempo, pero no era el momento ni el lugar. Por muy divertido que fuera el efecto de su transformación, abrumar al pobre chico no estaba en sus planes, primero tenía que aprender a rebajar un poco la intensidad de su aura, o darle tiempo a Jace para que se acostumbrara. Se separó y le dejó espacio para que recuperase el aliento, y para que ella pudiera recoger sus cosas.
-Una cena.- dijo con el cesto bajo el brazo.- En mi habitación, en la tuya, en la playa, me da igual, pero quiero que cenemos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
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Re: Torre Serpentaria
22/08/16, 05:59 pm
Twix podría notar el corazón de Jace latir con una fuerza considerable en su mano. El humo que salía de su cuello lo hacía cada vez más espeso y despacio, sin dejar de ser continuo. De chiripa no había dejado caer su cabeza al suelo ya. El dullahan se alegraba de no haber perdido los sentidos. El aroma que desprendía la veela le embriagaba de tal forma que por un largo instante, no fue capaz de pensar en nada más. La frase se quedó flotando en su mente, notando como la euforia le recorría la columna vertebral. Lo único que realmente le impedía agarrarla de la cintura era el tener que llevar la cabeza y su cada vez mayor falta de reflejos.
Fue la risa la que le sacó del trance, consiguiendo que el humo fuese a más velocidad por la incomodidad de la situación.
«No te burles.» —se rascó la nuca y dejó escapar una risa avergonzada—. «Creo que en la vida he tratado con una chica tan guapa, tenso es lo más leve que puedo estar.»
Rió de forma más sincera y se apartó de ella, tratando de buscar distracción en su cabeza, despeinando mechones sin ton ni son. La idea de la cena le hizo alertarse de nuevo, procurando no ponerse a dar saltos ahí mismo de la emoción.
«SÍ. Yo te ceno donde te dé la gana.» —su cuerpo se tensó como la cuerda de un violín al darse cuenta de que había respondido demasiado deprisa—. «Mierda... No no, cojones, no era eso lo que pretendía decir. Q-Quiero decir que sí, que, que cenemos donde sea, cuando sea, lo que sea.»
Despegó los pies del suelo para dar varios pasos marcha atrás, moviendo frenéticamente el brazo que tenía libre para señalar la puerta con el pulgar.
«Voy a... a salir. Y eso. A tomar el aire y... No sé, luego... hablamos y vemos lo de la cena y tal.» —en lo que su mano tocó el pomo, se apresuró en abrir. Lo de pensar en voz alta se le había ido de control —. «¡Y otra vez, muchas gracias Twix! ¡En serio! Ehh... ¡Te lo debo! ¡Gracias, te quiero! ¿¡Qué pollas!? ¡QUIERO DECIR, QUE TE APRECIO! Me cago en la puta, soy gilipollas- ¡ADIÓS!»
Cerró tras de sí aprovechando que la chica seguía recogiendo las cosas. Esperó unos cortos segundos apoyado en la puerta en un intento de recuperar el aire, para luego salir pitando a su habitación y soltar un grito de victoria a gusto.
Y de paso golpearse contra algo.
me quiero morir de vergüenza ajena siento el retraso de este hombre
Fue la risa la que le sacó del trance, consiguiendo que el humo fuese a más velocidad por la incomodidad de la situación.
«No te burles.» —se rascó la nuca y dejó escapar una risa avergonzada—. «Creo que en la vida he tratado con una chica tan guapa, tenso es lo más leve que puedo estar.»
Rió de forma más sincera y se apartó de ella, tratando de buscar distracción en su cabeza, despeinando mechones sin ton ni son. La idea de la cena le hizo alertarse de nuevo, procurando no ponerse a dar saltos ahí mismo de la emoción.
«SÍ. Yo te ceno donde te dé la gana.» —su cuerpo se tensó como la cuerda de un violín al darse cuenta de que había respondido demasiado deprisa—. «Mierda... No no, cojones, no era eso lo que pretendía decir. Q-Quiero decir que sí, que, que cenemos donde sea, cuando sea, lo que sea.»
Despegó los pies del suelo para dar varios pasos marcha atrás, moviendo frenéticamente el brazo que tenía libre para señalar la puerta con el pulgar.
«Voy a... a salir. Y eso. A tomar el aire y... No sé, luego... hablamos y vemos lo de la cena y tal.» —en lo que su mano tocó el pomo, se apresuró en abrir. Lo de pensar en voz alta se le había ido de control —. «¡Y otra vez, muchas gracias Twix! ¡En serio! Ehh... ¡Te lo debo! ¡Gracias, te quiero! ¿¡Qué pollas!? ¡QUIERO DECIR, QUE TE APRECIO! Me cago en la puta, soy gilipollas- ¡ADIÓS!»
Cerró tras de sí aprovechando que la chica seguía recogiendo las cosas. Esperó unos cortos segundos apoyado en la puerta en un intento de recuperar el aire, para luego salir pitando a su habitación y soltar un grito de victoria a gusto.
Y de paso golpearse contra algo.
me quiero morir de vergüenza ajena siento el retraso de este hombre
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Re: Torre Serpentaria
04/09/16, 04:55 pm
Twix rió, divertida, por los comentarios y las reacciones, y cuando se asomó por la puerta y lo vio saltar rió con más fuerza si cabe. Estaba segura de que iba a pasarlo bien en la cita, incluso aunque el dullahan no tuviera mucha idea de como iban las citas frivys. << Va a ser interesante>> Terminó de recoger, tarareando, y fue de vuelta a su habitación. Iba a recuperar su vida, no tan acomodada como la de Frivo pero mucho más interesante.
Salto post-Luna: (salto de 5 meses)
Tenía tantísimas cosas que hacer que Twix estaba abrumada. No de forma negativa, claro, la veela siempre había tenido una agenda apretada, y al fin iba a recuperar una rutina activa, algo que para ella tenía mucha importancia. Como era de esperar, sus ejercicios matinales seguirían como siempre. Ya que la mayoría de sus compañeros necesitaban entrenamientos mucho más exigentes los hacía sola en principio. Las actividades que requerían movimiento las llevaba a cabo siempre en la mañana: hacer recados, ir a la biblioteca a por libros, explorar la ciudad, buscar materiales, etc, pues era cuando tenía más energía. Luego a la tarde, justo después de comer, estaba más tranquila para ponerse a estudiar, le resultaba más fácil concentrarse. Necesitó un buen plan de estudios para decidir a qué dar prioridad. La magia tenía muchísimas ramas, y al parecer su transformación le daba la oportunidad de estudiar cualquiera de ellas. Empezó con hechizos prácticos para el día a día, todo lo relacionado con limpieza, orden, transporte y demás, que podían ahorrarle tiempo y esfuerzo en tareas engorrosas. Inmediatamente después iban los hechizos protectores. Empezó por los más básicos, aumentando la dificultad poco a poco, aunque buscaba conjuros concretos con aplicaciones claras, como escudos que pudiese invocar rápido sobre sí misma o sus compañeros o formas de blindar un edificio (aunque dentro de Serpentaria no le hiciese falta). La magia de combate no le llamó la atención especialmente en un inicio, pero con el paso de los meses le fue quedando más y más clara su importancia y comenzó a recopilar y practicar con hechizos ofensivos. Acabó buscando gente con la que practicar mínimo una vez por semana. Aparte de todo eso, se ocupaba de buscar y realizar cualquier hechizo que necesitasen sus amigos.
Aparte de sus nuevos estudios de magia y otras materias (algo de historia de la ciudad y otros mundos) Twix quería volver a dedicarse profesionalmente a la moda cuanto antes. Tomó la costumbre de ir a coser a la sala común, donde se encontraba con Saria, y acogió a cualquiera que se lo pidiese para enseñarle costura, entre ellos Hal. Por el momento se conformaba con encargos puntuales, tanto favores a amigos como remunerados, hasta ser lo bastante conocida como para que le saliese rentable crear un negocio. Quería su propio local, y preguntó a todo el mundo que se le ocurrió como podía hacerlo. El sistema no estaba del todo mal, no había que pagar terrenos ni alquiler, ningún impuesto, ni el Consejo tenía que aprovar el diseño del edificio, simplemente tenía que elegir un edificio abandonado y reformarlo. La veela no tenía ni idea de reformar un edificio, pero imaginaba que alguien en la ciudad sabría. Mientras ahorraba para las obras, fantaseaba con su nuevo local en sus paseos por la ciudad, y hacía montones de bocetos de cómo quería que fuera que evolucionaron desde las típicas boutiques de frivo a un estilo más acorde a la ciudad, cogiendo ideas de distintos mundos.
Por supuesto, en su atareado día a día siempre había un hueco para la interacción social. Twixy's se sentía a gusto en Serpentaria, le agradaban la mayoría de sus habitantes y siempre se esforzaba en ser agradable, incluso con los feos. Comía a diario con sus compañeros y cada cierto tiempo ella y Saria montaban fiestas improvisadas en las salas comunes. Le dolió que Samika se mudara a la Sede pero iba a menudo a visitarla, muchas veces para comer después de sus entrenamientos, y la invitaba siempre que podía a la torre o iba a pasar la tarde con ella en la Sede. Sus encuentros íntimos se vieron bastante más limitados que en Frivo, sin embargo. Tenía a Jace y Sekk como ''objetivos'' principales, aunque con uno estaba teniendo más éxito que con el otro. Entendía las razones del berseker, pero no dejó de mostrarse interesada, por si colaba. Con Ayne la cosa cambió. Su transformación le resultaba demasiado inquietante aún para serle atractiva, y su actitud distante al principio no invitaba precisamente al tonteo. Con él tenía un vínculo emocional distinto, al ser compañero de criba, y le preocupaba forzarlo o puede que esa preocupación solo fuera una excusa personal para no reconocer lo mucho que le inquietaba. Su transformación le hacía bastante popular en la ciudad, pero por el momento la mayoría de aspectos y estéticas monstruosas de los ciudadanos le echaban bastante para atrás, además de la desconfianza que le inspiraban al sentirse demasiado novata todavía. No obstante, cedió con gusto a los avances de su cosechador cuando volvieron a encontrarse. Una tarea pendiente que debía cumplir.
Aquella tarde estaba almorzando un sandwich, y contando el dinero que había sacado en la semana. Había desarrollado una doble identidad que usaba para vender su pelo en el mercado, con una distancia cuidadosamente elegida entre una venta y otra y propiamente camuflada con prendas religiosas terrícolas de las que Samika le había hablado. Iba a reunirse con su amiga esa misma tarde en la Sede. Pensaba llevar una botella de licor dulce de sauco para compartir.
Salto post-Luna: (salto de 5 meses)
Tenía tantísimas cosas que hacer que Twix estaba abrumada. No de forma negativa, claro, la veela siempre había tenido una agenda apretada, y al fin iba a recuperar una rutina activa, algo que para ella tenía mucha importancia. Como era de esperar, sus ejercicios matinales seguirían como siempre. Ya que la mayoría de sus compañeros necesitaban entrenamientos mucho más exigentes los hacía sola en principio. Las actividades que requerían movimiento las llevaba a cabo siempre en la mañana: hacer recados, ir a la biblioteca a por libros, explorar la ciudad, buscar materiales, etc, pues era cuando tenía más energía. Luego a la tarde, justo después de comer, estaba más tranquila para ponerse a estudiar, le resultaba más fácil concentrarse. Necesitó un buen plan de estudios para decidir a qué dar prioridad. La magia tenía muchísimas ramas, y al parecer su transformación le daba la oportunidad de estudiar cualquiera de ellas. Empezó con hechizos prácticos para el día a día, todo lo relacionado con limpieza, orden, transporte y demás, que podían ahorrarle tiempo y esfuerzo en tareas engorrosas. Inmediatamente después iban los hechizos protectores. Empezó por los más básicos, aumentando la dificultad poco a poco, aunque buscaba conjuros concretos con aplicaciones claras, como escudos que pudiese invocar rápido sobre sí misma o sus compañeros o formas de blindar un edificio (aunque dentro de Serpentaria no le hiciese falta). La magia de combate no le llamó la atención especialmente en un inicio, pero con el paso de los meses le fue quedando más y más clara su importancia y comenzó a recopilar y practicar con hechizos ofensivos. Acabó buscando gente con la que practicar mínimo una vez por semana. Aparte de todo eso, se ocupaba de buscar y realizar cualquier hechizo que necesitasen sus amigos.
Aparte de sus nuevos estudios de magia y otras materias (algo de historia de la ciudad y otros mundos) Twix quería volver a dedicarse profesionalmente a la moda cuanto antes. Tomó la costumbre de ir a coser a la sala común, donde se encontraba con Saria, y acogió a cualquiera que se lo pidiese para enseñarle costura, entre ellos Hal. Por el momento se conformaba con encargos puntuales, tanto favores a amigos como remunerados, hasta ser lo bastante conocida como para que le saliese rentable crear un negocio. Quería su propio local, y preguntó a todo el mundo que se le ocurrió como podía hacerlo. El sistema no estaba del todo mal, no había que pagar terrenos ni alquiler, ningún impuesto, ni el Consejo tenía que aprovar el diseño del edificio, simplemente tenía que elegir un edificio abandonado y reformarlo. La veela no tenía ni idea de reformar un edificio, pero imaginaba que alguien en la ciudad sabría. Mientras ahorraba para las obras, fantaseaba con su nuevo local en sus paseos por la ciudad, y hacía montones de bocetos de cómo quería que fuera que evolucionaron desde las típicas boutiques de frivo a un estilo más acorde a la ciudad, cogiendo ideas de distintos mundos.
Por supuesto, en su atareado día a día siempre había un hueco para la interacción social. Twixy's se sentía a gusto en Serpentaria, le agradaban la mayoría de sus habitantes y siempre se esforzaba en ser agradable, incluso con los feos. Comía a diario con sus compañeros y cada cierto tiempo ella y Saria montaban fiestas improvisadas en las salas comunes. Le dolió que Samika se mudara a la Sede pero iba a menudo a visitarla, muchas veces para comer después de sus entrenamientos, y la invitaba siempre que podía a la torre o iba a pasar la tarde con ella en la Sede. Sus encuentros íntimos se vieron bastante más limitados que en Frivo, sin embargo. Tenía a Jace y Sekk como ''objetivos'' principales, aunque con uno estaba teniendo más éxito que con el otro. Entendía las razones del berseker, pero no dejó de mostrarse interesada, por si colaba. Con Ayne la cosa cambió. Su transformación le resultaba demasiado inquietante aún para serle atractiva, y su actitud distante al principio no invitaba precisamente al tonteo. Con él tenía un vínculo emocional distinto, al ser compañero de criba, y le preocupaba forzarlo o puede que esa preocupación solo fuera una excusa personal para no reconocer lo mucho que le inquietaba. Su transformación le hacía bastante popular en la ciudad, pero por el momento la mayoría de aspectos y estéticas monstruosas de los ciudadanos le echaban bastante para atrás, además de la desconfianza que le inspiraban al sentirse demasiado novata todavía. No obstante, cedió con gusto a los avances de su cosechador cuando volvieron a encontrarse. Una tarea pendiente que debía cumplir.
Aquella tarde estaba almorzando un sandwich, y contando el dinero que había sacado en la semana. Había desarrollado una doble identidad que usaba para vender su pelo en el mercado, con una distancia cuidadosamente elegida entre una venta y otra y propiamente camuflada con prendas religiosas terrícolas de las que Samika le había hablado. Iba a reunirse con su amiga esa misma tarde en la Sede. Pensaba llevar una botella de licor dulce de sauco para compartir.
Re: Torre Serpentaria
11/10/16, 05:18 pm
Xalkoth:
Xalk acababa de entrar en Serpentaria y se movía con cara de malas intenciones. Originalmente planeaba llegar sin avisar y sin que nadie le viera demasiado, pero no fue hasta que estuvo delante de la entrada que se dio cuenta de un pequeño detalle sin importancia: no recordaba la contraseña para entrar.
Había tenido que llamar a la puerta y que le dejara pasar… alguien, sus recuerdos de la persona que le abrió ya se habían desvanecido a pesar de que tan solo había pasado la tremenda cantidad de… ¿diez segundos? Si, más o menos eso fue lo que pasó. En cualquier caso, no tardó en localizar a su objetivo: el enderth.
Desde el día que lo conoció el clinger se había emocionado muchísimo, no solo porque le encantaran las aves, sino porque los enderth son una rareza y no había visto a ninguno desde que era un crío. Necesitaba una pluma de aquel individuo en su colección, y se la pidió, pero el ave se había negado educadamente, por lo que había decidido recurrir a otros métodos.
Kirés:
Por su parte el enderth estaba bajando a las zonas comunes para pillar algo de comer. Estaba distraído intentando memorizar un par de hechizos que estaba estudiando en la biblioteca, y en parte por eso no prestó atención a lo que pasaba a su alrededor, ni en el bicho de casi metro y medio que empezó a acercarse por detrás de puntillas, al menos no hasta que notó un par de dedos agarrando una de las plumas de su brazo.
Se detuvo en seco y de un solo movimiento rápido y brusco giró la cabeza hacia Xalkoth, que todavía le agarraba la pluma del brazo con cara claramente culpable. Le fulminó con la mirada. El siempre era extremadamente cuidadoso con todas y cada una de sus plumas, las cuidaba y las mantenía impecables una a una. Podría decirse que eran su posesión más preciada, o incluso que le eran sagradas si no fuera porque no creía en ningún tipo de religión.
En cualquier caso el significado de su mirada estaba claro: O soltaba la pluma inmediatamente o sufriría las consecuencias.
Xalkoth:
El insecto por su parte estaba dividiendo sus resultados entre el éxito y el fracaso, pues si bien era cierto que le habían pillado, aún tenía sujeta la pluma que quería, solamente tenía que dar un tirón y sería suya.
No tardó en tomar una decisión: sin cambiar de postura saludó al enderth con la mano y, al mismo tiempo, arrancó la pluma de un tirón.
Valek:
Simplemente estaba cerca de Serpentaria por casualidad, subido a un tejado para seguir un rastro de sangre, cuando escuché un estruendo que procedía de la torre, casi como una explosión. Alcé una ceja y miré hacia el lugar, preguntándome qué podría haber pasado mientras conjuraba un hechizo de niebla mágica para averiguarlo. No tardé en averiguar lo que había pasado, y sonreí instintivamente al ver quién se había comido aquello.
En las zonas comunes Xalkoth, el clinger que disfrutaba haciéndome la vida imposible, se encontraba literalmente incrustado en una pared. Como si alguien lo hubiera estampado ahí con un martillo gigante. A su lado había un ave humanoide que miraba para otro lado mientras se sacudía dignamente algo de polvo que había caído sobre sus plumas. Todo apuntaba a que era el responsable de aquello y no sabía el por qué, pero solo por haber hecho eso hacía que me cayera bien.
Xalk acababa de entrar en Serpentaria y se movía con cara de malas intenciones. Originalmente planeaba llegar sin avisar y sin que nadie le viera demasiado, pero no fue hasta que estuvo delante de la entrada que se dio cuenta de un pequeño detalle sin importancia: no recordaba la contraseña para entrar.
Había tenido que llamar a la puerta y que le dejara pasar… alguien, sus recuerdos de la persona que le abrió ya se habían desvanecido a pesar de que tan solo había pasado la tremenda cantidad de… ¿diez segundos? Si, más o menos eso fue lo que pasó. En cualquier caso, no tardó en localizar a su objetivo: el enderth.
Desde el día que lo conoció el clinger se había emocionado muchísimo, no solo porque le encantaran las aves, sino porque los enderth son una rareza y no había visto a ninguno desde que era un crío. Necesitaba una pluma de aquel individuo en su colección, y se la pidió, pero el ave se había negado educadamente, por lo que había decidido recurrir a otros métodos.
Kirés:
Por su parte el enderth estaba bajando a las zonas comunes para pillar algo de comer. Estaba distraído intentando memorizar un par de hechizos que estaba estudiando en la biblioteca, y en parte por eso no prestó atención a lo que pasaba a su alrededor, ni en el bicho de casi metro y medio que empezó a acercarse por detrás de puntillas, al menos no hasta que notó un par de dedos agarrando una de las plumas de su brazo.
Se detuvo en seco y de un solo movimiento rápido y brusco giró la cabeza hacia Xalkoth, que todavía le agarraba la pluma del brazo con cara claramente culpable. Le fulminó con la mirada. El siempre era extremadamente cuidadoso con todas y cada una de sus plumas, las cuidaba y las mantenía impecables una a una. Podría decirse que eran su posesión más preciada, o incluso que le eran sagradas si no fuera porque no creía en ningún tipo de religión.
En cualquier caso el significado de su mirada estaba claro: O soltaba la pluma inmediatamente o sufriría las consecuencias.
Xalkoth:
El insecto por su parte estaba dividiendo sus resultados entre el éxito y el fracaso, pues si bien era cierto que le habían pillado, aún tenía sujeta la pluma que quería, solamente tenía que dar un tirón y sería suya.
No tardó en tomar una decisión: sin cambiar de postura saludó al enderth con la mano y, al mismo tiempo, arrancó la pluma de un tirón.
Valek:
Simplemente estaba cerca de Serpentaria por casualidad, subido a un tejado para seguir un rastro de sangre, cuando escuché un estruendo que procedía de la torre, casi como una explosión. Alcé una ceja y miré hacia el lugar, preguntándome qué podría haber pasado mientras conjuraba un hechizo de niebla mágica para averiguarlo. No tardé en averiguar lo que había pasado, y sonreí instintivamente al ver quién se había comido aquello.
En las zonas comunes Xalkoth, el clinger que disfrutaba haciéndome la vida imposible, se encontraba literalmente incrustado en una pared. Como si alguien lo hubiera estampado ahí con un martillo gigante. A su lado había un ave humanoide que miraba para otro lado mientras se sacudía dignamente algo de polvo que había caído sobre sus plumas. Todo apuntaba a que era el responsable de aquello y no sabía el por qué, pero solo por haber hecho eso hacía que me cayera bien.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
11/10/16, 06:15 pm
La idrina también había bajado a la cocina para comer. Pensaba hacerse algo rápido y después regresar a su cuarto con la intención de prepararse para acompañar a Kimbra a buscar a cierta persona, con la esperanza de tener suerte esa vez. Se encontraba algo nerviosa incluso, como de costumbre, pero la sorpresa de encontrarse de pronto con un altercado cerca de la cocina de la Torre le hizo poner su atención en ello. Kirés parecía muy enfadado con aquel clinger del que sabía que vivía en la Sede y poco más. Un hilillo de niebla comenzó a emanar de ella, pues instintivamente recurría a su dominio si intuía un peligro. No creía que fuese a servirle de mucho en una situación como aquella, pero saber que en cualquier momento podía desplegarlo a su alrededor la tranquilizaba un poco. Con precaución, se acercó al enderth mientras no quitaba ojo de la figura insectoide incrustada en la pared.
—¿Qué… qué ha ocurrido? —Dirigió una expresión tan perpleja como inquisitiva hacia el paladín.
—¿Qué… qué ha ocurrido? —Dirigió una expresión tan perpleja como inquisitiva hacia el paladín.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Serpentaria
12/10/16, 09:24 pm
Saria se encontraba tranquilamente tejiendo en el hall de Serpentaria y vio pasar a Xalkoth como quien ve cruzar a una mala racha viva. La ordesa dio un salto de forma intuitiva y se parapetó tras el sofá, asomando únicamente con orejas y ojos. Xalk no había entrado solo, había entrado con unos porcentajes de infortunio extremadamente altos, tanto que habían asustado a la mala sombra. Saria Omen no tuvo tiempo de saludar de lejos, pero no parecía que el bicho la hubiera visto a ella.
En cuanto se aseguró de que la mala racha iba pegada a él y no infestaba el lugar por el que había cruzado, la mala sombra lo siguió con curiosidad, siempre desde una distancia prudente. Lo que ocurrió no la pilló por sorpresa, en absoluto. Los numeros habían predicho una desgracia y una desgracia tenía que acabar ocurriendo. Lo que le sorprendió fue el tipo de accidente. Desde luego el insecto no había cambiado nada desde que lo vio por última vez. La mala sombra tapó con la mano una carcajada antes de acercarse a Irianna para responderle.
—Lo inevitable, cariño. Ha ocurrido lo inevitable —Saria logró contener la risa y, entonces, alzó la voz con la esperanza de que el clinger la escuchara. Los numeros habían descendido ligeramente, pero para Omen estaba claro: el bicho atraía la mala suerte solo con su presencia—. Ey, Xalk, ¿necesitas ayuda?
Hablaba desde la misma distancia prudencial que había estado manteniendo y no planeaba cruzar la línea imaginaria que le separaba del peligro. No de primeras, al menos, y no sin protección extra.
En cuanto se aseguró de que la mala racha iba pegada a él y no infestaba el lugar por el que había cruzado, la mala sombra lo siguió con curiosidad, siempre desde una distancia prudente. Lo que ocurrió no la pilló por sorpresa, en absoluto. Los numeros habían predicho una desgracia y una desgracia tenía que acabar ocurriendo. Lo que le sorprendió fue el tipo de accidente. Desde luego el insecto no había cambiado nada desde que lo vio por última vez. La mala sombra tapó con la mano una carcajada antes de acercarse a Irianna para responderle.
—Lo inevitable, cariño. Ha ocurrido lo inevitable —Saria logró contener la risa y, entonces, alzó la voz con la esperanza de que el clinger la escuchara. Los numeros habían descendido ligeramente, pero para Omen estaba claro: el bicho atraía la mala suerte solo con su presencia—. Ey, Xalk, ¿necesitas ayuda?
Hablaba desde la misma distancia prudencial que había estado manteniendo y no planeaba cruzar la línea imaginaria que le separaba del peligro. No de primeras, al menos, y no sin protección extra.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Torre Serpentaria
14/10/16, 07:27 pm
Xalkoth:
–Ah, pues… yo estoy bien, asi que creo que no –respondió alegremente a la mala sombra, como si ese tipo de cosas fueran su día a día, que lo eran. Justo después intentó desincrustarse de la pared. Lo intentó una primera vez, pero no logró moverse. –¿Um? –Probó otra vez, con el mismo resultado.
“Hmmmm... Ups.”
Kirés:
No se dio cuenta de la gravedad de lo que acababa de hacer hasta que Irianna apareció preguntando al respecto. Miró al clinger, luego a sus manos y luego de vuelta a la idrina y la mala sombra para después desviar la mirada hacia un punto vacío con culpabilidad. –Pues...
–¡Ey! –La llamada del insecto le distrajo y se giró hacia él. –Al final sí que parece que voy a necesitar ayuda. ¿Podría alguien tirar de mi? No logro despegarme de la pared. Esto de robar al enderth ha acabado siendo más complicado de lo que pensaba.
El ave resistió la tentación de arrancarlo de ahí con magia y estamparlo de cara contra la pared de enfrente
–Ah, pues… yo estoy bien, asi que creo que no –respondió alegremente a la mala sombra, como si ese tipo de cosas fueran su día a día, que lo eran. Justo después intentó desincrustarse de la pared. Lo intentó una primera vez, pero no logró moverse. –¿Um? –Probó otra vez, con el mismo resultado.
“Hmmmm... Ups.”
Kirés:
No se dio cuenta de la gravedad de lo que acababa de hacer hasta que Irianna apareció preguntando al respecto. Miró al clinger, luego a sus manos y luego de vuelta a la idrina y la mala sombra para después desviar la mirada hacia un punto vacío con culpabilidad. –Pues...
–¡Ey! –La llamada del insecto le distrajo y se giró hacia él. –Al final sí que parece que voy a necesitar ayuda. ¿Podría alguien tirar de mi? No logro despegarme de la pared. Esto de robar al enderth ha acabado siendo más complicado de lo que pensaba.
El ave resistió la tentación de arrancarlo de ahí con magia y estamparlo de cara contra la pared de enfrente
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
15/10/16, 02:44 am
Las repentinas carcajadas la sobresaltaron, pero enseguida vio que se trataba de la ordesa que había aparecido un día en la Torre. No había hablado mucho con ella, pero recordaba al menos su nombre de cuando se habían presentado.
—¿A qué te refieres con… “lo inevitable”?
Se sentía más confusa por momentos. Especialmente cuando el clinger afirmó que se encontraba bien, en un tono que no parecía indicar que estuviese empleando el sarcasmo. Desde luego, resultaba evidente que no conocía de nada al insecto. Se fijó en la reacción de Kirés entonces, y detectó la culpabilidad que lo embargaba.
Cuando parecía que iba a explicarse, el clinger solicitó ayuda para salir del encajonamiento al que aparentemente le había confinado Kirés. El cual no parecía muy dispuesto a atender dicha petición, por lo que, tras dudar un poco, se acercó ella misma a la pared e hizo amago de tender un brazo hacia el clinger… Hasta que se dio cuenta de qué forma tenían sus extremidades.
—Te sacaré con un hechizo de levitación —cambió de idea a medio camino: no quería acabar accidentalmente sin un brazo en mitad de un altercado que no le atañía.
Dicho y hecho, utilizó el sortilegio sobre el inesperado visitante y tiró de él hasta que consiguió desencajarlo de la pared y posarlo en el suelo, deshaciendo inmediatamente el hechizo.
>>Espera, ¿has dicho “robar”? —Inquirió de pronto, al procesar y comenzar a comprender entonces lo que estaba ocurriendo, demasiado perpleja anteriormente como para prestar atención a aquella afirmación. Se giró de nuevo hacia el enderth—. ¿Eso es una forma de hablar o…?
Aunque, a juzgar por la actitud del ave, no parecía que así fuera.
—¿A qué te refieres con… “lo inevitable”?
Se sentía más confusa por momentos. Especialmente cuando el clinger afirmó que se encontraba bien, en un tono que no parecía indicar que estuviese empleando el sarcasmo. Desde luego, resultaba evidente que no conocía de nada al insecto. Se fijó en la reacción de Kirés entonces, y detectó la culpabilidad que lo embargaba.
Cuando parecía que iba a explicarse, el clinger solicitó ayuda para salir del encajonamiento al que aparentemente le había confinado Kirés. El cual no parecía muy dispuesto a atender dicha petición, por lo que, tras dudar un poco, se acercó ella misma a la pared e hizo amago de tender un brazo hacia el clinger… Hasta que se dio cuenta de qué forma tenían sus extremidades.
—Te sacaré con un hechizo de levitación —cambió de idea a medio camino: no quería acabar accidentalmente sin un brazo en mitad de un altercado que no le atañía.
Dicho y hecho, utilizó el sortilegio sobre el inesperado visitante y tiró de él hasta que consiguió desencajarlo de la pared y posarlo en el suelo, deshaciendo inmediatamente el hechizo.
>>Espera, ¿has dicho “robar”? —Inquirió de pronto, al procesar y comenzar a comprender entonces lo que estaba ocurriendo, demasiado perpleja anteriormente como para prestar atención a aquella afirmación. Se giró de nuevo hacia el enderth—. ¿Eso es una forma de hablar o…?
Aunque, a juzgar por la actitud del ave, no parecía que así fuera.
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