Prisión (Archivo II)
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Soñador
Martalar
Alicia
raiga00
Zack
Shylver
Giniroryu
Montblanc
Sevent
Rapunzel
14 participantes
- Rapunzel
Ficha de cosechado
Nombre: Elisa
Especie:
Habilidades: Imaginación, astucia, habilidad manual
Prisión (Archivo II)
01/11/11, 12:11 am
Recuerdo del primer mensaje :
Abro los ojos. Qué aturdimiento.
Huele a cerrado; a polvo y a sangre. Mi sangre. Miro mi dedo y veo que tiene un ligero corte. Me levanto del suelo, y descubro que me encuentro en una celda.
Tengo miedo. Sólo recuerdo... lo que pasó por la noche. Aquel ser... 12. dijo que se llamaba, que me mandó aquí... a Rocavarancolia.
¿Era así como se llamaba? Tal vez lo recuerde mal.
Hay humedad en el ambiente. Mi cabello ondulado está ligeramente encrespado. Mis ojos verdes lo miran todo con desesperación, tratando de buscar una salida o... un indicio de que no estoy sola.
Abro la puerta y descubro que hay muchas más celdas, pero casi todas vacías. Sólo hay una en la que hay alguien. Un chico medio pelirrojo, alto, tumbado en el suelo.
"Por suerte no estoy sola", pienso, sin embargo, hago caso omiso al chaval y me vuelvo a mi celda. Me siento en un rincón: prometieron que habría un cambio en mí. Que este era mi sitio, pero... ¿Verdaderamente lo era?
Abro los ojos. Qué aturdimiento.
Huele a cerrado; a polvo y a sangre. Mi sangre. Miro mi dedo y veo que tiene un ligero corte. Me levanto del suelo, y descubro que me encuentro en una celda.
Tengo miedo. Sólo recuerdo... lo que pasó por la noche. Aquel ser... 12. dijo que se llamaba, que me mandó aquí... a Rocavarancolia.
¿Era así como se llamaba? Tal vez lo recuerde mal.
Hay humedad en el ambiente. Mi cabello ondulado está ligeramente encrespado. Mis ojos verdes lo miran todo con desesperación, tratando de buscar una salida o... un indicio de que no estoy sola.
Abro la puerta y descubro que hay muchas más celdas, pero casi todas vacías. Sólo hay una en la que hay alguien. Un chico medio pelirrojo, alto, tumbado en el suelo.
"Por suerte no estoy sola", pienso, sin embargo, hago caso omiso al chaval y me vuelvo a mi celda. Me siento en un rincón: prometieron que habría un cambio en mí. Que este era mi sitio, pero... ¿Verdaderamente lo era?
- raiga00
Ficha de cosechado
Nombre: raiga00
Especie:
Habilidades: astucia, automotivación, agilidad
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 03:18 am
Me despierto algo desorientado en una habitación poco iluminada, estoy tumbado sobre un camastro un poco duro, blanco,sucio e incómodo.
No me encuentro muy bien, no recuerdo bien que ha pasado, trato de aclararme las ideas porque tengo embotada la cabeza y no puedo pensar con claridad.
Se me empieza a despejar la cabeza y el mareo se me va pasando. Empiezo a reconocer algunas formas en la habitación, esta bastante oscuro y cuesta saber como es lo que me rodea, pero parece que es una habitación pequeña con muy poca decoración. Detrás de la puerta se oye caer la lluvia. Parece una tormenta muy intensa como las de los monzones de casa. Hace bastante frío, así que me tapo con la manta. Cuando el chico me ofreció venir a otro mundo acepté sin pensarlo, después de tanto tiempo viviendo sólo en la jungla, cualquier cosa me parecía mejor, pero ahora no estoy tan seguro...
Oigo el viento en el exterior y me arrebujo entre las sábanas. No estoy acostumbrado a estas temperaturas.
Parece que aún es muy tarde y no oigo ningún ruido fuera, además tengo mucho sueño así que aún intentando mantenerme alerta por lo extraño del lugar se me van cerrando los ojos...
Un trueno me despierta cuando estaba a punto de dormirme así que decido aventurarme a ver si encuentro a alguien y me ayuda, decido abrir la puerta , me asomo hecho un vistazo y no veo a nadie así que decido investigar un poco.
Hay mas habitaciones que todavía no he entrado, haber si me encuentro a alguien que me ayude, seguí un pasillo muy largo , parecía interminable así que cuando vi una puerta la abrí lo mas silenciosamente posible estaba muy oscuro pero no había nadie en la habitación. Decidí seguir el pasillo para ver hasta donde llevaba...
No me encuentro muy bien, no recuerdo bien que ha pasado, trato de aclararme las ideas porque tengo embotada la cabeza y no puedo pensar con claridad.
Se me empieza a despejar la cabeza y el mareo se me va pasando. Empiezo a reconocer algunas formas en la habitación, esta bastante oscuro y cuesta saber como es lo que me rodea, pero parece que es una habitación pequeña con muy poca decoración. Detrás de la puerta se oye caer la lluvia. Parece una tormenta muy intensa como las de los monzones de casa. Hace bastante frío, así que me tapo con la manta. Cuando el chico me ofreció venir a otro mundo acepté sin pensarlo, después de tanto tiempo viviendo sólo en la jungla, cualquier cosa me parecía mejor, pero ahora no estoy tan seguro...
Oigo el viento en el exterior y me arrebujo entre las sábanas. No estoy acostumbrado a estas temperaturas.
Parece que aún es muy tarde y no oigo ningún ruido fuera, además tengo mucho sueño así que aún intentando mantenerme alerta por lo extraño del lugar se me van cerrando los ojos...
Un trueno me despierta cuando estaba a punto de dormirme así que decido aventurarme a ver si encuentro a alguien y me ayuda, decido abrir la puerta , me asomo hecho un vistazo y no veo a nadie así que decido investigar un poco.
Hay mas habitaciones que todavía no he entrado, haber si me encuentro a alguien que me ayude, seguí un pasillo muy largo , parecía interminable así que cuando vi una puerta la abrí lo mas silenciosamente posible estaba muy oscuro pero no había nadie en la habitación. Decidí seguir el pasillo para ver hasta donde llevaba...
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 05:18 am
Desperté con la cabeza palpitando, y la lengua pastosa y reseca como mis neuronas. La sensación de encontrarme soñando había desaparecido, pero TENÍA que estar soñando, ¿no?
No, yo había firmado con sangre, y aquí estaba. Robasandalias dijo?
Aquella vez, al alzar la mirada sobre el libro, me había visto envuelta en humo verdoso. Una figura me hablaba, pero no sentí ningún miedo. Remontándome atrás, era muy extraño. ¿por qué no grité? ¿es que acaso era normal tener a un desconocido en tu habitación? Aun llevaba puesta la ropa de aquel día. Me había acostado sin desvestirme.
Y la figura empezó a decirme que era especial, me habló de un "lugar" al que yo en realidad pertenecía y debía ir. Y contestó mis pocas preguntas mientras fumaba y soltaba volutas verde aceituna en el aire de mi dormitorio.
- ¿Vendrás?- preguntó al cabo de un rato, cuando creyó que yo ya había aclarado todas mis dudas. Me lleve una mano a la cara y la deje resbalar lentamente. Una parte de mi quería lanzarse, ir, aceptar. Pero aquello, aun pareciendo un sueño, sonaba tan... fantasioso. Como el discurso de un politico. Y ¿yo desde cuando soy especial?
- ¿cara o cruz?
- ¿eh? ¿Decías, muchacha?
- Tal como yo lo veo, no voy a llegar a ningún lado con su charla sobre rocavanadolia. Deje que el azar decida. ¿cara o cruz?- Me revolví el bolsillo de los vaqueros y di con mi moneda vieja. Una que ya no tiene nigun valor porque es de hierro, pero que me gusta porque tiene grabado tres peces en una cara. Repetí mi pregunta una tercera vez, lance al aire, y decidí.
Me incorporé algo mareada. Recordé mi sangre que sellaba el acuerdo. Recordé ver como todo rastro de mi desaparecía frente a mis ojos. Como si nunca hubiese existido. Y supe que no era un sueño. Y solo por eso tuve más ganas de despertar.
No, yo había firmado con sangre, y aquí estaba. Robasandalias dijo?
Aquella vez, al alzar la mirada sobre el libro, me había visto envuelta en humo verdoso. Una figura me hablaba, pero no sentí ningún miedo. Remontándome atrás, era muy extraño. ¿por qué no grité? ¿es que acaso era normal tener a un desconocido en tu habitación? Aun llevaba puesta la ropa de aquel día. Me había acostado sin desvestirme.
Y la figura empezó a decirme que era especial, me habló de un "lugar" al que yo en realidad pertenecía y debía ir. Y contestó mis pocas preguntas mientras fumaba y soltaba volutas verde aceituna en el aire de mi dormitorio.
- ¿Vendrás?- preguntó al cabo de un rato, cuando creyó que yo ya había aclarado todas mis dudas. Me lleve una mano a la cara y la deje resbalar lentamente. Una parte de mi quería lanzarse, ir, aceptar. Pero aquello, aun pareciendo un sueño, sonaba tan... fantasioso. Como el discurso de un politico. Y ¿yo desde cuando soy especial?
- ¿cara o cruz?
- ¿eh? ¿Decías, muchacha?
- Tal como yo lo veo, no voy a llegar a ningún lado con su charla sobre rocavanadolia. Deje que el azar decida. ¿cara o cruz?- Me revolví el bolsillo de los vaqueros y di con mi moneda vieja. Una que ya no tiene nigun valor porque es de hierro, pero que me gusta porque tiene grabado tres peces en una cara. Repetí mi pregunta una tercera vez, lance al aire, y decidí.
Me incorporé algo mareada. Recordé mi sangre que sellaba el acuerdo. Recordé ver como todo rastro de mi desaparecía frente a mis ojos. Como si nunca hubiese existido. Y supe que no era un sueño. Y solo por eso tuve más ganas de despertar.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 11:39 am
Mire a mi alrededor otra vez, mi cabeza estaba embotada, estaba mareado y todo daba vueltas, no dormi en toda la noche y estaba ademas muy cansado, de repente esa odiosa niña me hablo, en mi propio idioma y para insultarme
-¿Atontado yo? Me he estado intentando comunicar contigo todo el rato y hasta ahora no me has dicho nada!
Bueno, me deberia controlar, ella no me ha hecho nada, era un odio irracional, asi que decidi presentarme amablemente
-Me llamo Mark, tenemos que salir de aqui deberias probar a ver si tu celda esta abierta
Al parecer uno de nosotros ya habia salido de alli,yo sali dificilmente entre una rendija que dejaban dos barrotes que habia sido forzada por alguien o por algo, este hueco daba lugar a la habitacion de Elisa, alli juntos derribamos la puerta de la celda y salimos, una ves fuera teniamos que libarar a otra chica que parecia que se acababa de despertar, pero antes nos dirigimos hacia la gente que acababa de salir
-Hola? Alguien entiende mi idioma?
Al parecer no, aunque en vano segui intentandoles comprender.
(Sigue en la plaza de la fuente)
-¿Atontado yo? Me he estado intentando comunicar contigo todo el rato y hasta ahora no me has dicho nada!
Bueno, me deberia controlar, ella no me ha hecho nada, era un odio irracional, asi que decidi presentarme amablemente
-Me llamo Mark, tenemos que salir de aqui deberias probar a ver si tu celda esta abierta
Al parecer uno de nosotros ya habia salido de alli,yo sali dificilmente entre una rendija que dejaban dos barrotes que habia sido forzada por alguien o por algo, este hueco daba lugar a la habitacion de Elisa, alli juntos derribamos la puerta de la celda y salimos, una ves fuera teniamos que libarar a otra chica que parecia que se acababa de despertar, pero antes nos dirigimos hacia la gente que acababa de salir
-Hola? Alguien entiende mi idioma?
Al parecer no, aunque en vano segui intentandoles comprender.
(Sigue en la plaza de la fuente)
- Rapunzel
Ficha de cosechado
Nombre: Elisa
Especie:
Habilidades: Imaginación, astucia, habilidad manual
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 12:26 pm
Hay más como nosotros. Más niños encarcelados.
Oh, ahora Mark pregunta si alguien entiende su idioma. Seguramente será más fácil que entiendan su idioma que el mío. Bueno, al menos podemos comunicarnos de alguna forma.
-Tenemos que salir de aquí... este sitio me da mala espina. -Sentencio yo en inglés.
Hay más muchachos en las celdas, aunque no demasiados. Algunos están aturdidos; otros siguen sin levantarse. Parece que un par de ellos están hablando en una de las celdas, pero no los espero.
Necesito salir de aquí. Tengo que salir. Tengo sed. Tengo hambre... Y miedo.
Voy sorteando pasadizos y otras celdas, hasta que, por fin, doy con una puerta que parece ser la salida. La abro, con decisión, y pongo un pie fuera.
Cerca de aquí hay una fuente.
[Sigue en la plaza de la fuente]
Oh, ahora Mark pregunta si alguien entiende su idioma. Seguramente será más fácil que entiendan su idioma que el mío. Bueno, al menos podemos comunicarnos de alguna forma.
-Tenemos que salir de aquí... este sitio me da mala espina. -Sentencio yo en inglés.
Hay más muchachos en las celdas, aunque no demasiados. Algunos están aturdidos; otros siguen sin levantarse. Parece que un par de ellos están hablando en una de las celdas, pero no los espero.
Necesito salir de aquí. Tengo que salir. Tengo sed. Tengo hambre... Y miedo.
Voy sorteando pasadizos y otras celdas, hasta que, por fin, doy con una puerta que parece ser la salida. La abro, con decisión, y pongo un pie fuera.
Cerca de aquí hay una fuente.
[Sigue en la plaza de la fuente]
- Martalar
Ficha de cosechado
Nombre: Hannah Lahey
Especie:
Habilidades: Vista de lince, automotivación y resistencia.
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 12:35 pm
Abro los ojos con lentitud. ¿Qué narices...?
Entonces, a mi cabeza acuden muchas cosas de golpe. Aquel extraño en mi cuarto... Y yo estaba extrañamente tranquila, incluso cuando me habló de otro mundo, de que todo lo vivido hasta el momento no tendría importancia para mí. Me planteé por un lado que haría mi padre si me marchara, por otro la posibilidad de escapar de aquel mundo de mierda. Pero, sobre todo, tenía presente que todo era un estúpido sueño. Y... No recuerdo mucho más.
Sin embargo, al estar ahí saco dos conclusiones: una de ellas, que acepté. Y la otra, lo cual resulta más importante y compruebo al pellizcarme... Que todo aquello no fue un sueño.
Intento no pensar demasiado, y me incorporo. Mientras que me planteaba todo lo sucedido, mi vista se ha ido adaptando a la oscuridad. Miro alrededor. Vaya, parece que estoy en una mazmorra...
Me pongo en pie entonces. Agh. Llevo tan solo calcetines. ¿Quién me impediría calzarme algo? Sin embargo, conforme empiezo a andar hacia la puerta, me acostumbro a la sensación de las piedras clavándose en las plantas de mis pies.
Llego hasta la puerta, pensando en como forzarla. Y, para mi sorpresa, está abierta. Agradecida por esto, salgo y comienzo a caminar por los oscuros pasillos, dándole mil vueltas a distintas preguntas.
¿Cuándo volveré a ver a mi padre? ¿Cómo estará él? Y, sobre todo... ¿será posible realmente olvidar todo lo que ha pasado hasta ahora en mi vida? Siento lágrimas de impotencia que intentan salir de mis ojos al recordar tod a mi vida como una película y, sin embargo, no dejo que lo hagan.
No. No tengo intención de llorar.
-¿Hola? -pregunto en inglés, con la esperanza de que haya alguien más allí.
Entonces, oigo ruidos. Hay más personas que hablan. Las sigo a una distancia prudencial, y agradezco que salgan de allí.
(Sigue en la plaza de la fuente)
Entonces, a mi cabeza acuden muchas cosas de golpe. Aquel extraño en mi cuarto... Y yo estaba extrañamente tranquila, incluso cuando me habló de otro mundo, de que todo lo vivido hasta el momento no tendría importancia para mí. Me planteé por un lado que haría mi padre si me marchara, por otro la posibilidad de escapar de aquel mundo de mierda. Pero, sobre todo, tenía presente que todo era un estúpido sueño. Y... No recuerdo mucho más.
Sin embargo, al estar ahí saco dos conclusiones: una de ellas, que acepté. Y la otra, lo cual resulta más importante y compruebo al pellizcarme... Que todo aquello no fue un sueño.
Intento no pensar demasiado, y me incorporo. Mientras que me planteaba todo lo sucedido, mi vista se ha ido adaptando a la oscuridad. Miro alrededor. Vaya, parece que estoy en una mazmorra...
Me pongo en pie entonces. Agh. Llevo tan solo calcetines. ¿Quién me impediría calzarme algo? Sin embargo, conforme empiezo a andar hacia la puerta, me acostumbro a la sensación de las piedras clavándose en las plantas de mis pies.
Llego hasta la puerta, pensando en como forzarla. Y, para mi sorpresa, está abierta. Agradecida por esto, salgo y comienzo a caminar por los oscuros pasillos, dándole mil vueltas a distintas preguntas.
¿Cuándo volveré a ver a mi padre? ¿Cómo estará él? Y, sobre todo... ¿será posible realmente olvidar todo lo que ha pasado hasta ahora en mi vida? Siento lágrimas de impotencia que intentan salir de mis ojos al recordar tod a mi vida como una película y, sin embargo, no dejo que lo hagan.
No. No tengo intención de llorar.
-¿Hola? -pregunto en inglés, con la esperanza de que haya alguien más allí.
Entonces, oigo ruidos. Hay más personas que hablan. Las sigo a una distancia prudencial, y agradezco que salgan de allí.
(Sigue en la plaza de la fuente)
- Soñador
Ficha de cosechado
Nombre: Javier
Especie:
Habilidades: intuición, sentido común, memoria
Personajes : Hace cinco años llegó a rocavarancolia engañado por aquel extraño personaje, consiguió sobrevivir junto a otro grupo de cosechados viviendo como podían en el interior del faro de la ciudad. Durante ese tiempo se fue dando cuenta que poco a poco iba perdiendo gradualmente la vista, aunque a cambio iba adquiriendo el poder de ver se futuro (poderoso don aunque el hecho de ver todos los futuros posibles, lo iba enloqueciendo poco a poco). La noche de la luna roja, descubrió que ya no podía ver (ya que éstos habían desaparecido de su cara como si jamás hubiesen existido), aunque su poder para ver el futuro era tal que no necesitaba los ojos. Las pegas de dicho poder son: debe responder siempre a las preguntas que le hagan con toda la verdad (oráculo); cuanto más lejano es el futuro hacia el que orienta su don, éste le hace sufrir dolores increíbles; el hecho de ver todos los futuros posibles, lo está volviendo loco; y no puede ver el futuro referente a decisiones súbitas tomadas por la gente.
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 12:56 pm
Un trueno sonó en mi habitación despertándome del profundo sueño que suelo tener cuando duermo. "¿Pero que está pasando? Normalmente no suele haber tormentas en mi ciudad en ésta época del año, de hecho no hay ninguna tormenta casi nunca" Con estos pensamientos rondando mi mente abrí los ojos para darme cuenta, con un buen susto, que ya no estaba en casa. Me encontraba en, aparentemente, una habitación de un viejo castillo, allí se veía una ventaja enrejada bastante alta a la que no llegaba ni poniéndome de puntillas, una endeble puerta de madera por donde creía poder salir de allí y el incómodo camastro en el que había estado durmiendo hasta ese mismo momento.
"Irás a un lugar lleno de misterios, sueños y milagros. Al lugar donde realmente perteneces. Allí verás cosas que jamás habías soñado si quiera con ver. Podrás empezar de nuevo, y si quieres volver pasado un año, no tendremos ninguna pega para devolverte aquí". Estas palabras vinieron a mi mente en el preciso momento en el que conseguí despejarme un poco más y pensar como había llegado a aquel lugar. "Al final va a ser cierto lo que soñé anoche. Aquel extraño hombre, salido de los sueños que pudiera tener cualquiera, con su humo verde me convenció que viniera a este lugar"
Incómodo y temeroso, salí de esa habitación para intentar explorar cuidadosamente el lugar donde había llegado. Al otro lado ví que no era la única habitación del pasillo, así que me acerqué a varias a ver si había más gente allí. Algunas las encontré vacías, otras recién abandonadas (pues el camastro estaba deshecho) y en las restantes quedaba aún alguien (aunque no estaba seguro si despierto o no). Explorando el lugar ví a una muchacha no mucho mayor que yo y me decidí a seguirla cuidadosamente.
(Sigue en la plaza de la fuente)
"Irás a un lugar lleno de misterios, sueños y milagros. Al lugar donde realmente perteneces. Allí verás cosas que jamás habías soñado si quiera con ver. Podrás empezar de nuevo, y si quieres volver pasado un año, no tendremos ninguna pega para devolverte aquí". Estas palabras vinieron a mi mente en el preciso momento en el que conseguí despejarme un poco más y pensar como había llegado a aquel lugar. "Al final va a ser cierto lo que soñé anoche. Aquel extraño hombre, salido de los sueños que pudiera tener cualquiera, con su humo verde me convenció que viniera a este lugar"
Incómodo y temeroso, salí de esa habitación para intentar explorar cuidadosamente el lugar donde había llegado. Al otro lado ví que no era la única habitación del pasillo, así que me acerqué a varias a ver si había más gente allí. Algunas las encontré vacías, otras recién abandonadas (pues el camastro estaba deshecho) y en las restantes quedaba aún alguien (aunque no estaba seguro si despierto o no). Explorando el lugar ví a una muchacha no mucho mayor que yo y me decidí a seguirla cuidadosamente.
(Sigue en la plaza de la fuente)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 01:11 pm
Sacudo la cabeza y me incorporó.
Un lugar de maravillas, dijo aquel chico.-Porque era un chico, ahora lo recordaba. entre la humareda espesa, se adivinaba la cara de alguien no mucho mayor que yo. Y era una persona nerviosa, que no cesaba de mirar un reloj como si no tuviese tiempo. <<bah, que no lo hubiera perdido conmigo.>> -
Pero lo que yo veía no tenía nada de maravilloso. Estaba una celda, una mazmorra de piedra fría. Había un gigantesco boquete que ocupaba media pared, y enseñaba un paisaje desalentador.
Me asomé con prudencia. Fuera llovía sobre una ciudad monstruosa, de edificios derruidos y caóticos. Una torre tenía.... bueno, un mordisco. La parte superior había sido arrancada, o, por aquella marca, devorada.
Pero mirar embobada, - y espeluznada- aquello no me serviría de nada. Me giré, descubrí una puerta y con alivio comprobé que estaba abierta. Fuera se oía alguna voz lejana. No supe de donde venía, pero tampoco tenía claro querer acercarme a ella, así que simplemente eche a andar a paso rápido, con el corazón latiendo desbocado a pesar de mis intentos de serenarme.
[sigue en la plaza de la fuente]
Un lugar de maravillas, dijo aquel chico.-Porque era un chico, ahora lo recordaba. entre la humareda espesa, se adivinaba la cara de alguien no mucho mayor que yo. Y era una persona nerviosa, que no cesaba de mirar un reloj como si no tuviese tiempo. <<bah, que no lo hubiera perdido conmigo.>> -
Pero lo que yo veía no tenía nada de maravilloso. Estaba una celda, una mazmorra de piedra fría. Había un gigantesco boquete que ocupaba media pared, y enseñaba un paisaje desalentador.
Me asomé con prudencia. Fuera llovía sobre una ciudad monstruosa, de edificios derruidos y caóticos. Una torre tenía.... bueno, un mordisco. La parte superior había sido arrancada, o, por aquella marca, devorada.
Pero mirar embobada, - y espeluznada- aquello no me serviría de nada. Me giré, descubrí una puerta y con alivio comprobé que estaba abierta. Fuera se oía alguna voz lejana. No supe de donde venía, pero tampoco tenía claro querer acercarme a ella, así que simplemente eche a andar a paso rápido, con el corazón latiendo desbocado a pesar de mis intentos de serenarme.
[sigue en la plaza de la fuente]
- Montblanc
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie:
Habilidades: Primeros Auxilios, puntería y habilidad mental.
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 01:18 pm
El ruido de un trueno consiguió que me sobresaltara, y del brinco que pegué, me golpeara tontamente contra una barra que podría ser metálica del techo; o bueno, lo que quedaba de él.
Maldecí por lo bajo y me mordí la lengua, deseando que esto fuera solo una trastada de mis hermanos, pero tengo bien claro que no lo es. Pero no importa, me ayuda a relajarme creer que están detrás de esto, que en lo que les grite cualquier cosa vendrán con sus máscaras chillando y riéndose, como si es de mi o si de la broma, ahora mismo no me importaría nada.
Sacudo la cabeza con fuerza, el golpe me ha dejado más tonto que antes.
Mis recuerdos se van trazando uno a uno, despacio, como si a la mínima que aceleraran se pudieran pisar entre sí como un disco rayado. ¿Ver para creer? Sí, me suelo basar en eso, pero en estos momentos me está costando demasiado.
Finalmente me animo a poner un pie más allá del calabozo y miro a ambos lados, como si algún coche me pudiera atropellar.
- ¿Hola? - hablo en tono fuerte, primero en francés. Suspiro, aún con el murmullo de fondo y carraspeo, esta vez para lanzar un grito en inglés- ¿Hay alguien más por ahí?
Por la derecha, un pasillo medio destruido con las paredes caídas y trozos del suelo agujereados, de donde me llegan palabras sueltas en lo que creo que es inglés, y a la izquierda, unas escaleras con peor aspecto que todo lo que hay a la derecha. Logro visualizar lo que parece la figura de una persona sentada en ellas, pero no está lo suficientemente cerca para que me pueda fijar bien. Cierro el ojo derecho, que me impide ver con normalidad, pero la falta de luz reemplaza mi miopía. Sentí el impulso de acercarme, en caso de que fuera real preguntarle si sabía como salir de aquí, pero otro trueno, peor que el anterior me hizo cambiar de opinión y echar a andar hacia la derecha, donde habían más escalones rotos que vete-tú-a saber a donde me podrían llevar.
Cuando salgo para mi alivio, veo un puñado de gente alejándose en silencio, lo que parece siguiéndose unos a otros.
- Dónde rayos estamos - susurro en francés para mí mismo, a modo de pregunta tajante, en una mezcla de enfado y miedo
[Continua en la plaza de la fuente]
Maldecí por lo bajo y me mordí la lengua, deseando que esto fuera solo una trastada de mis hermanos, pero tengo bien claro que no lo es. Pero no importa, me ayuda a relajarme creer que están detrás de esto, que en lo que les grite cualquier cosa vendrán con sus máscaras chillando y riéndose, como si es de mi o si de la broma, ahora mismo no me importaría nada.
Sacudo la cabeza con fuerza, el golpe me ha dejado más tonto que antes.
Mis recuerdos se van trazando uno a uno, despacio, como si a la mínima que aceleraran se pudieran pisar entre sí como un disco rayado. ¿Ver para creer? Sí, me suelo basar en eso, pero en estos momentos me está costando demasiado.
Finalmente me animo a poner un pie más allá del calabozo y miro a ambos lados, como si algún coche me pudiera atropellar.
- ¿Hola? - hablo en tono fuerte, primero en francés. Suspiro, aún con el murmullo de fondo y carraspeo, esta vez para lanzar un grito en inglés- ¿Hay alguien más por ahí?
Por la derecha, un pasillo medio destruido con las paredes caídas y trozos del suelo agujereados, de donde me llegan palabras sueltas en lo que creo que es inglés, y a la izquierda, unas escaleras con peor aspecto que todo lo que hay a la derecha. Logro visualizar lo que parece la figura de una persona sentada en ellas, pero no está lo suficientemente cerca para que me pueda fijar bien. Cierro el ojo derecho, que me impide ver con normalidad, pero la falta de luz reemplaza mi miopía. Sentí el impulso de acercarme, en caso de que fuera real preguntarle si sabía como salir de aquí, pero otro trueno, peor que el anterior me hizo cambiar de opinión y echar a andar hacia la derecha, donde habían más escalones rotos que vete-tú-a saber a donde me podrían llevar.
Cuando salgo para mi alivio, veo un puñado de gente alejándose en silencio, lo que parece siguiéndose unos a otros.
- Dónde rayos estamos - susurro en francés para mí mismo, a modo de pregunta tajante, en una mezcla de enfado y miedo
[Continua en la plaza de la fuente]
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 01:49 pm
Cuando salgo de mi celda lo primero que me llama la atención es que hay más personas... Todos parecen chicos de distintas edades. Por el momento nadie parece percatarse de mi presencia y yo decido esperar y observar un poco. Escucho a algunos decir algo pero no comprendo lo que dicen, parecen de diferentes nacionalidades.
Me detengo a contemplar el lugar donde me encuentro, es sombrío y lóbrego, está bastante sucio y no resulta para nada acogedor.
-Encantador-digo para mí mismo.
¿Y ahora qué debía hacer? Me encontraba en supuestamente Rocavarancolia, así es como la había llamado aquel tipo, desorientado y reticente a hablar con desconocidos. Mis escasas dotes sociales hacían que me resultase incómodo hablar con gente nueva por lo general. Sin embargo, decido, no es momento para timidez. Acababa de escuchar a un chico gritar en un idioma que identifiqué como francés y posteriormente en inglés. Sabía algo de inglés, podría intentar comunicarme con él...
Cuando ya había decidido acercarme veo que empieza a caminar y desaparece de mi vista. Rayos, pienso, soy más lento que una tortuga. Mientras divagaba la mayoría de gente ya había desaparecido. ¿Y ahora qué? He visto en que dirección iban, tal vez debería seguirles...
Suspiro y echo a andar, no tengo nada que perder siguiéndoles, pero sí quedándome sólo en un lugar húmedo y oscuro como este. Sigo los pasos de los demás y pronto llego a lo que parece la salida. ¿Será peligroso salir? Me encojo mentalmente de hombros y pongo un pie fuera del edificio.
[Continúa en la plaza de la fuente]
Me detengo a contemplar el lugar donde me encuentro, es sombrío y lóbrego, está bastante sucio y no resulta para nada acogedor.
-Encantador-digo para mí mismo.
¿Y ahora qué debía hacer? Me encontraba en supuestamente Rocavarancolia, así es como la había llamado aquel tipo, desorientado y reticente a hablar con desconocidos. Mis escasas dotes sociales hacían que me resultase incómodo hablar con gente nueva por lo general. Sin embargo, decido, no es momento para timidez. Acababa de escuchar a un chico gritar en un idioma que identifiqué como francés y posteriormente en inglés. Sabía algo de inglés, podría intentar comunicarme con él...
Cuando ya había decidido acercarme veo que empieza a caminar y desaparece de mi vista. Rayos, pienso, soy más lento que una tortuga. Mientras divagaba la mayoría de gente ya había desaparecido. ¿Y ahora qué? He visto en que dirección iban, tal vez debería seguirles...
Suspiro y echo a andar, no tengo nada que perder siguiéndoles, pero sí quedándome sólo en un lugar húmedo y oscuro como este. Sigo los pasos de los demás y pronto llego a lo que parece la salida. ¿Será peligroso salir? Me encojo mentalmente de hombros y pongo un pie fuera del edificio.
[Continúa en la plaza de la fuente]
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 02:04 pm
El estruendo del trueno en la lejana y turbia noche lo despertó. Aún tumbado, comenzó a analizar todas las percepciones que acudían a sus sentidos desde el exterior. Su espalda estaba recostada sobre una superficie dura y áspera, posiblemente madera. Las sábanas tampoco es que fueran precisamente de seda china. El cacho de techo que podía atisbar era de piedra irregular y húmeda. Le recordaba a cuando visitó el castillo de Brasov. A las mazmorras, para ser exacto. Y ese símil tan aproximado no le gustaba nada. Podía llegar a escuchar la tormenta torrencial que acaecía fuera. Estaba en un calabozo. Y todo parecía abrumadora y odiosamente real. Maldijo por lo bajo, aprovechando que nadie podía oírlo...¿verdad?
Se irguió rápidamente, sentándose en el incómodo jergón para luego poner los pies en el húmedo y frío suelo. Aunque no lo notó, porque iba completamente vestido. Así era él. O al menos así le habían enseñado a ser. En cuanto ese extraño muchacho que consumía sustancias estupefacientes fumables entró en su cuarto y le ofreció ir a un país de nombre absurdo, comenzó a vestirse para el viaje. No sería demasiado elegante ir a ningún lado en pijama, por mucho que estuviera soñando. Todo aquello le recordaba vagamente a Alicia en el País de las Maravillas. Y si el muchacho del ciempiés mecánico era Ábsolem... ¿Aquello era el País de las Maravillas? Pues no le parecía muy fantástico a priori. Aunque en fin, no le vendrían mal unas pastas y un traguito para recuperar fuerzas…
“Vasta de chascarrillos literarios te tercera.” Se dijo a si mismo, y miró a su alrededor. Un habitáculo, una celda de piedra desnuda sin ornamento. Una puerta de aspecto macizo, pero corroída por la carcoma más nefasta de todas: el tiempo; una antorcha iluminando el lugar, y ni rastro de vida a parte de él.
Se levantó sin perder un segundo más. Se quitó el polvo de los pantalones negros, se remetió con total pulcritud la camisa, se apretó la corbata, se ajustó la chaqueta con resolución y se encaminó a la puerta. Le dio un empujón breve, con desgana, sólo para comprobar lo que la lógica le sugería, acertada. Cerrada. Aunque… no, no lo estaba. Atrancada. El matiz lingüístico, aunque insignificante, arrojaba cierta luz reveladora sobre datos relevantes a cerca de su situación. No le habían bloqueado el paso intencionadamente. Con lo cual no era un prisionero, al menos no en toda regla. Aún así, aquello era denigrante. Él era el conde de… bueno, bien mirado, nunca tuvo relevancia en la tierra, y suponía que tendría menos en este lugar de topónimo estrafalario. Pero él tenía un orgullo nobiliario que debía mantener alto, le gustara o no. O eso le habían dicho.
En dos zancadas cruzó el cuarto y llegó a la pared donde reposaba la antorcha. Tras un par de tirones fuertes y resueltos, la extrajo de la pared, a la cual estaba torpemente atornillada. Los agujeros en la roca que la habían fijado a la estructura estaban muy desgastados y dados de sí, y no opusieron demasiada resistencia a sus resolutos empellones.
Una vez armado con la vara metálica de punta incandescente, volvió de otras dos zancadas a la vieja puerta. Hincó con fuerza el borde desprovisto de llama entre el quicio y la cerradura y comenzó a hacer palanca. Tras unos largos minutos sólo acompañados por el sonido de la madera al ser forzada y el estruendo de la lejana tormenta, la cerradura cedió, destrozada, descuajeringándose en cientos de piezas oxidadas y polvo por el húmedo suelo. Las desengrasadas bisagras gimieron herrumbrosas al abrirse la puerta. Sin perder un segundo, comenzó a andar resoluto por los pasillos de vieja piedra. Se podía oír jaleo por el edificio. Quizás no estuviera sólo… Pues le iban a oír.
-Eu sunt Contele Vladimir Ibrahimovic. Cine este responsabil pentru acest loc, am cere o explicaţie imediatăa naturii mele de închisoare. Acest lucru este inacceptabil!
Se le ocurrió que, quizás, no comprendieran su idioma. Pero se la traía floja. Se sentía ultrajado. O al menos sabía que debía sentirse ultrajado. Sí, definitivamente estaba muy cabreado.
Después de un minuto caminando por los pasillos, se encontró con un muchacho pelirrojo, flaco y de ojos rojizos que salta de forma entre cómica y patética a la pata coja. Lo escrutó con una mirada de cierta curiosidad, desdén y un ligero desprecio. Maticemos que no era odio, si no desprecio. El odio es una emoción apasionada hacia un igual, una sensación de enemistad que roza el límite de la cordura, cómo en una partida de ajedrez entre dos poderosos enemigos. El odio es un sentimiento que, por darse entre las dos personas indicadas, puede acarrear la siega de cientos o miles de vidas. Vladimir no sentía para nada ese tipo de odio hacia aquel muchacho. Simplemente lo miraba como quién mira a una cucaracha que le está poniendo ojitos de cordero degollado. Es una mirada que denota en todos sus matices indiferencia y una pizca de compasión, cómo si le diera lástima ese ser tan claramente inferior a él. Tampoco había tenido tiempo de plantearse cómo era de veras ese muchacho. Es, simplemente, que le habían enseñado a mirar así a todo el mundo.
Pasando a los detalles prácticos… no tenía para nada rasgos eslavos. Con lo cual deducía que aquel muchacho no comprendería el rumano ni el húngaro. Podía intentarlo con el ruso, pero tenía el presentimiento de que no le daría resultado. Suspiró, algo molesto. Tendría que recurrir al inglés. No era precisamente su lengua preferida. Cuando a alguien le obligaban a aprender a mantener conversaciones sobre música clásica, arte y política en media docena de idiomas, termina por tener un punto débil en alguna. No era perfecto, pero eso sus padres se habían negado a reconocerlo.
-What’s your name, sir?- dijo con un buen acento, aunque sin poder evitar dejar escapar un cierto deje de acento eslavo. Pronunció lentamente, cómo si temiera que el muchacho no fuera capaz de pensar a la misma velocidad que él hablaba. Desde luego, a primera vista no daba la sensación de que el chico brillara por su gran capacidad intelectual.
Se irguió rápidamente, sentándose en el incómodo jergón para luego poner los pies en el húmedo y frío suelo. Aunque no lo notó, porque iba completamente vestido. Así era él. O al menos así le habían enseñado a ser. En cuanto ese extraño muchacho que consumía sustancias estupefacientes fumables entró en su cuarto y le ofreció ir a un país de nombre absurdo, comenzó a vestirse para el viaje. No sería demasiado elegante ir a ningún lado en pijama, por mucho que estuviera soñando. Todo aquello le recordaba vagamente a Alicia en el País de las Maravillas. Y si el muchacho del ciempiés mecánico era Ábsolem... ¿Aquello era el País de las Maravillas? Pues no le parecía muy fantástico a priori. Aunque en fin, no le vendrían mal unas pastas y un traguito para recuperar fuerzas…
“Vasta de chascarrillos literarios te tercera.” Se dijo a si mismo, y miró a su alrededor. Un habitáculo, una celda de piedra desnuda sin ornamento. Una puerta de aspecto macizo, pero corroída por la carcoma más nefasta de todas: el tiempo; una antorcha iluminando el lugar, y ni rastro de vida a parte de él.
Se levantó sin perder un segundo más. Se quitó el polvo de los pantalones negros, se remetió con total pulcritud la camisa, se apretó la corbata, se ajustó la chaqueta con resolución y se encaminó a la puerta. Le dio un empujón breve, con desgana, sólo para comprobar lo que la lógica le sugería, acertada. Cerrada. Aunque… no, no lo estaba. Atrancada. El matiz lingüístico, aunque insignificante, arrojaba cierta luz reveladora sobre datos relevantes a cerca de su situación. No le habían bloqueado el paso intencionadamente. Con lo cual no era un prisionero, al menos no en toda regla. Aún así, aquello era denigrante. Él era el conde de… bueno, bien mirado, nunca tuvo relevancia en la tierra, y suponía que tendría menos en este lugar de topónimo estrafalario. Pero él tenía un orgullo nobiliario que debía mantener alto, le gustara o no. O eso le habían dicho.
En dos zancadas cruzó el cuarto y llegó a la pared donde reposaba la antorcha. Tras un par de tirones fuertes y resueltos, la extrajo de la pared, a la cual estaba torpemente atornillada. Los agujeros en la roca que la habían fijado a la estructura estaban muy desgastados y dados de sí, y no opusieron demasiada resistencia a sus resolutos empellones.
Una vez armado con la vara metálica de punta incandescente, volvió de otras dos zancadas a la vieja puerta. Hincó con fuerza el borde desprovisto de llama entre el quicio y la cerradura y comenzó a hacer palanca. Tras unos largos minutos sólo acompañados por el sonido de la madera al ser forzada y el estruendo de la lejana tormenta, la cerradura cedió, destrozada, descuajeringándose en cientos de piezas oxidadas y polvo por el húmedo suelo. Las desengrasadas bisagras gimieron herrumbrosas al abrirse la puerta. Sin perder un segundo, comenzó a andar resoluto por los pasillos de vieja piedra. Se podía oír jaleo por el edificio. Quizás no estuviera sólo… Pues le iban a oír.
-Eu sunt Contele Vladimir Ibrahimovic. Cine este responsabil pentru acest loc, am cere o explicaţie imediatăa naturii mele de închisoare. Acest lucru este inacceptabil!
Se le ocurrió que, quizás, no comprendieran su idioma. Pero se la traía floja. Se sentía ultrajado. O al menos sabía que debía sentirse ultrajado. Sí, definitivamente estaba muy cabreado.
Después de un minuto caminando por los pasillos, se encontró con un muchacho pelirrojo, flaco y de ojos rojizos que salta de forma entre cómica y patética a la pata coja. Lo escrutó con una mirada de cierta curiosidad, desdén y un ligero desprecio. Maticemos que no era odio, si no desprecio. El odio es una emoción apasionada hacia un igual, una sensación de enemistad que roza el límite de la cordura, cómo en una partida de ajedrez entre dos poderosos enemigos. El odio es un sentimiento que, por darse entre las dos personas indicadas, puede acarrear la siega de cientos o miles de vidas. Vladimir no sentía para nada ese tipo de odio hacia aquel muchacho. Simplemente lo miraba como quién mira a una cucaracha que le está poniendo ojitos de cordero degollado. Es una mirada que denota en todos sus matices indiferencia y una pizca de compasión, cómo si le diera lástima ese ser tan claramente inferior a él. Tampoco había tenido tiempo de plantearse cómo era de veras ese muchacho. Es, simplemente, que le habían enseñado a mirar así a todo el mundo.
Pasando a los detalles prácticos… no tenía para nada rasgos eslavos. Con lo cual deducía que aquel muchacho no comprendería el rumano ni el húngaro. Podía intentarlo con el ruso, pero tenía el presentimiento de que no le daría resultado. Suspiró, algo molesto. Tendría que recurrir al inglés. No era precisamente su lengua preferida. Cuando a alguien le obligaban a aprender a mantener conversaciones sobre música clásica, arte y política en media docena de idiomas, termina por tener un punto débil en alguna. No era perfecto, pero eso sus padres se habían negado a reconocerlo.
-What’s your name, sir?- dijo con un buen acento, aunque sin poder evitar dejar escapar un cierto deje de acento eslavo. Pronunció lentamente, cómo si temiera que el muchacho no fuera capaz de pensar a la misma velocidad que él hablaba. Desde luego, a primera vista no daba la sensación de que el chico brillara por su gran capacidad intelectual.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 05:28 pm
Como si de pronto me hubiera convertido en piedra, mis saltos incoherentes cesan. Dejo escapar el último improperio en francés, el cual se negaba a volver por donde había venido, y me giro lentamente. ¿Quién es aquel que guardas las formas de una manera tan distinguida en una situación como esta?
Mi mirada se da de lleno contra alguien. Alguien, a primera vista, mayor que yo. En todos los aspectos. Me veo obligado a alzar un poco la vista para poder mirarle a los ojos, unos ojos profundos que, por cierto, no parecen nada contentos de verme. O quizás sería mejor decir que no están contentos con la idea de que existan alguien más en el mismo universo.
Me sitúo en una posición más normal, con los dos pies apoyados en el suelo, y me intento imponer sin éxito. He de reconocer que me siento ciertamente intimidado por esa postura y gesto marcadamente hostiles a mis ojos, aunque educados. La cortesía ante todo.
-E...-me detengo antes de terminar siquiera la primera sílaba, y reestructuro mis pensamientos. Inglés, tengo que hablar en inglés. Aclaro la voz, que al igual que mis pensamientos no estaba preparada para la ocasión, y procedo a presentarme formalmente.- Buenos días. Mi nombre es Alphonse Blanc, procedente de Rennes, Francia. Encantado.-termino de pronunciar con un inglés correcto, adecuado a la espontánea fuente de formalidad en que se ha convertido el encuentro.
Durante un momento parece que le voy a ofrecer la mano, pero finalizo bruscamente el gesto cuando creo escuchar algo en francés, procedente, quizás, de un piso inferior. Mi atención se desvía instantáneamente al pasillo por el cual ha llegado el sonido.
-¿Hola...?-repito en un tono casi inaudible, como si se tratase de una respuesta inconsciente. Tenía una ligera idea sobre la existencia de más personas en estas mazmorras, pero no la había tenido muy en cuenta hasta ahora.
Mi mirada se da de lleno contra alguien. Alguien, a primera vista, mayor que yo. En todos los aspectos. Me veo obligado a alzar un poco la vista para poder mirarle a los ojos, unos ojos profundos que, por cierto, no parecen nada contentos de verme. O quizás sería mejor decir que no están contentos con la idea de que existan alguien más en el mismo universo.
Me sitúo en una posición más normal, con los dos pies apoyados en el suelo, y me intento imponer sin éxito. He de reconocer que me siento ciertamente intimidado por esa postura y gesto marcadamente hostiles a mis ojos, aunque educados. La cortesía ante todo.
-E...-me detengo antes de terminar siquiera la primera sílaba, y reestructuro mis pensamientos. Inglés, tengo que hablar en inglés. Aclaro la voz, que al igual que mis pensamientos no estaba preparada para la ocasión, y procedo a presentarme formalmente.- Buenos días. Mi nombre es Alphonse Blanc, procedente de Rennes, Francia. Encantado.-termino de pronunciar con un inglés correcto, adecuado a la espontánea fuente de formalidad en que se ha convertido el encuentro.
Durante un momento parece que le voy a ofrecer la mano, pero finalizo bruscamente el gesto cuando creo escuchar algo en francés, procedente, quizás, de un piso inferior. Mi atención se desvía instantáneamente al pasillo por el cual ha llegado el sonido.
-¿Hola...?-repito en un tono casi inaudible, como si se tratase de una respuesta inconsciente. Tenía una ligera idea sobre la existencia de más personas en estas mazmorras, pero no la había tenido muy en cuenta hasta ahora.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 06:11 pm
Vlad contempló al muchacho, mirando directamente a los tímidos ojos que, si la vista no le engañaba, parecían rojos bajo la luz de la antorcha. No pudo si no sorprenderse al oír su respuesta en un perfecto inglés; o al menos bastante superior al suyo, pronunciado con una resolución y seguridad de un nativo mezclado con cierto titubeo reflejado en el tono y en la expresión de su rostro. Se permitió que su sorpresa se expusiera levemente al exterior con un ligero arqueo de ceja. Era cómo si él le intimidara. Una vez el ama de llaves había corroborado la afirmación del rostro del muchacho. Pero claro, ella no lo había visto cuando…
En el fondo de Vladimir, un escalofrío reptó por su espina dorsal, aunque tuvo buen cuidado de que no se reflejara en su pose, en su rostro o en definitiva en el exterior de su psique. Pronto, su mente volvió a funcionar en la dirección práctica del presente, alejándose de los sombríos recuerdos. Remmes, París… Francia. Francés. ¿Era capaz de hablarle en esa lengua? Comenzó a forzar los engranajes de su cerebro a toda velocidad… Los Miserables. Sí. Podía intentar defenderse.
-Soy el Conde Vladimir Ibrahimovic Tepes. Un placer conocerle, señor Blanc. –comenzó a decir en un tono absolutamente correcto y cortés en francés con su inevitable acento eslavo. Incluso en lengua extranjera resultaba frío y cortante, cómo un cuchillo de terciopelo.- Creo que nos encontramos en un curioso trance y es posible que corramos peligro. Debo salir de este lugar cuanto antes. ¿Conoce usted la salida?
La última pregunta, aunque formulada de forma educada, no parece una cuestión. Lo que de verdad quiere decir es: Sabes salir de aquí y me vas a enseñar cómo hacerlo. Su padre había hecho verdadero hincapié en este matiz del habla. Aunque jamás había sido capaz de superar la habilidad de su progenitor para emitir con potencia tajante y clara este tipo de imperativos incubiertos, estaba encontrando cierta utilidad a las horas de debate en el polvoriento salón.
No hubo tiempo para comprobar si las extenuantes clases habían repercutido en el discurso del muchacho, porque el experimento lingüístico se vio interrumpido por las voces francesas procedentes de las otras partes del edificio. Giró la vista sin alterar su rostro tranquilo y de desdén. Esa gente debía de estar dirigiéndose a la salida. Ergo, si ellos los seguían, llegarían a la salida.
Su pequeño ejercicio de lógica griega simple aplicada comenzó y terminó en una fracción de segundo en su mente. “No dudes nunca”, le habían enseñado. “Aunque estés equivocado” sentenció él en el interior de su psique, rememorando melancólico la lección.
Echó a andar, resoluto, hacia las lejanas voces que se hacían ecos en los rocosos y penumbrosos pasillos de la mazmorra, erguido, con la antorcha a la izquierda y la mano derecha en el bolsillo. Esa pose daría la sensación de resolución y confianza en sí mismo que en esos momentos no poseía. Pero eso era lo de menos. Lo suyo era fingir.
Hacia la mitad del camino, recordó algo que se le había pasado por alto al tomar su decisión. Había alguien más en aquel mundo. Cuando tu vida se basa en actuar para un público invisible, se te suele olvidar que hay más actores contigo.
Sin girarse ni aminorar el ritmo, dijo:
-Vamos, señor Blanc. Salgamos de aquí.
No se sentía demasiado cómodo teniendo a alguien a la espalda. Tenía la desagradable sensación de que podían apuñalarlo fácilmente. Aunque el muchacho no parecía demasiado capacitado físicamente para asestarle tal golpe. Eso era lo de menos, pensó. Las apariencias engañan. No es tan pánfilo cómo parecía a simple vista. Si es espabilado… ¿por qué no veloz? Aunque no lo aparentase, en el fondo de sus ojos cobrizos había notado una fuerza interior que no se correspondía con la física. Se mantendría alerta por si acaso.
[Continúa en la plaza de la fuente]
En el fondo de Vladimir, un escalofrío reptó por su espina dorsal, aunque tuvo buen cuidado de que no se reflejara en su pose, en su rostro o en definitiva en el exterior de su psique. Pronto, su mente volvió a funcionar en la dirección práctica del presente, alejándose de los sombríos recuerdos. Remmes, París… Francia. Francés. ¿Era capaz de hablarle en esa lengua? Comenzó a forzar los engranajes de su cerebro a toda velocidad… Los Miserables. Sí. Podía intentar defenderse.
-Soy el Conde Vladimir Ibrahimovic Tepes. Un placer conocerle, señor Blanc. –comenzó a decir en un tono absolutamente correcto y cortés en francés con su inevitable acento eslavo. Incluso en lengua extranjera resultaba frío y cortante, cómo un cuchillo de terciopelo.- Creo que nos encontramos en un curioso trance y es posible que corramos peligro. Debo salir de este lugar cuanto antes. ¿Conoce usted la salida?
La última pregunta, aunque formulada de forma educada, no parece una cuestión. Lo que de verdad quiere decir es: Sabes salir de aquí y me vas a enseñar cómo hacerlo. Su padre había hecho verdadero hincapié en este matiz del habla. Aunque jamás había sido capaz de superar la habilidad de su progenitor para emitir con potencia tajante y clara este tipo de imperativos incubiertos, estaba encontrando cierta utilidad a las horas de debate en el polvoriento salón.
No hubo tiempo para comprobar si las extenuantes clases habían repercutido en el discurso del muchacho, porque el experimento lingüístico se vio interrumpido por las voces francesas procedentes de las otras partes del edificio. Giró la vista sin alterar su rostro tranquilo y de desdén. Esa gente debía de estar dirigiéndose a la salida. Ergo, si ellos los seguían, llegarían a la salida.
Su pequeño ejercicio de lógica griega simple aplicada comenzó y terminó en una fracción de segundo en su mente. “No dudes nunca”, le habían enseñado. “Aunque estés equivocado” sentenció él en el interior de su psique, rememorando melancólico la lección.
Echó a andar, resoluto, hacia las lejanas voces que se hacían ecos en los rocosos y penumbrosos pasillos de la mazmorra, erguido, con la antorcha a la izquierda y la mano derecha en el bolsillo. Esa pose daría la sensación de resolución y confianza en sí mismo que en esos momentos no poseía. Pero eso era lo de menos. Lo suyo era fingir.
Hacia la mitad del camino, recordó algo que se le había pasado por alto al tomar su decisión. Había alguien más en aquel mundo. Cuando tu vida se basa en actuar para un público invisible, se te suele olvidar que hay más actores contigo.
Sin girarse ni aminorar el ritmo, dijo:
-Vamos, señor Blanc. Salgamos de aquí.
No se sentía demasiado cómodo teniendo a alguien a la espalda. Tenía la desagradable sensación de que podían apuñalarlo fácilmente. Aunque el muchacho no parecía demasiado capacitado físicamente para asestarle tal golpe. Eso era lo de menos, pensó. Las apariencias engañan. No es tan pánfilo cómo parecía a simple vista. Si es espabilado… ¿por qué no veloz? Aunque no lo aparentase, en el fondo de sus ojos cobrizos había notado una fuerza interior que no se correspondía con la física. Se mantendría alerta por si acaso.
[Continúa en la plaza de la fuente]
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 06:24 pm
-Voy.-respondo en inglés todavía. Tanto cambio de idioma me está empezando a confundir.
Sin tardanza, continuo tras el inquietante ser que me acabo de encontrar. A juzgar por la dirección de las voces, nuestra altura actual, y demás factores ambientales que no vienen al caso, solo habría que bajar las escaleras y buscar luz. Sí, eso es.
Con la certeza de no dejarme nada importante en esa celda, avanzo con decisión tras el tal Vladimir observando cada sala, puerta, resquicio y esquina que nos sale al paso.
Bajamos a paso ligero las escaleras, entre leves arrebatos de dolor al apoyar la pierna de la errática patada de hace unos instantes. Nada que no se me pase en unos minutos, pienso.
Noto cierto peso en uno de mis bolsillos, y me doy cuenta de que antes de salir de la mansión me llevé el móvil al bolsillo. Lo extraigo cuidadosamente, lo abro, e intento interactuar con él mientras nos dirigimos ambos hacia la plaza que se ve al fondo de la calle. Y por consiguiente, a la multitud que se congrega a su alrededor.
[Continua en la plaza de la fuente.]
Sin tardanza, continuo tras el inquietante ser que me acabo de encontrar. A juzgar por la dirección de las voces, nuestra altura actual, y demás factores ambientales que no vienen al caso, solo habría que bajar las escaleras y buscar luz. Sí, eso es.
Con la certeza de no dejarme nada importante en esa celda, avanzo con decisión tras el tal Vladimir observando cada sala, puerta, resquicio y esquina que nos sale al paso.
Bajamos a paso ligero las escaleras, entre leves arrebatos de dolor al apoyar la pierna de la errática patada de hace unos instantes. Nada que no se me pase en unos minutos, pienso.
Noto cierto peso en uno de mis bolsillos, y me doy cuenta de que antes de salir de la mansión me llevé el móvil al bolsillo. Lo extraigo cuidadosamente, lo abro, e intento interactuar con él mientras nos dirigimos ambos hacia la plaza que se ve al fondo de la calle. Y por consiguiente, a la multitud que se congrega a su alrededor.
[Continua en la plaza de la fuente.]
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Prisión (Archivo II)
01/11/11, 11:17 pm
Siguiendo a Alicia y a mas gente llegue a la mazmorras junto con Elisa, a donde me sente, quizas esperando a que ocurriera algo, despues de divagar un rato, me dirigi a la gente con la que me encontraba y pregunte:
-¿Ahora a donde deberiamos ir? tiene que haber un lugar sguro cerca...si no nos hubieran traido aqui...
Mire a los demas esperando respuestas
-¿Ahora a donde deberiamos ir? tiene que haber un lugar sguro cerca...si no nos hubieran traido aqui...
Mire a los demas esperando respuestas
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Prisión (Archivo II)
02/11/11, 01:23 am
Entro de nuevo en el que, al menos durante esta noche, iba a ser nuestro hogar. Un hogar fascinante, pienso, lleno de humedad, suciedad y cualquiera sabe qué más cosas.
Mark ya estaba allí, seguido de Elisa.
-Mmm... supongo que lo mejor será que busque algo para defenderme, quién sabe lo que puede ocurrir.
Miro a mi alrededor pero no veo nada que pueda servirme como arma improvisada. Me adentro un poco más en las mazmorras, incoscientemente recorriendo el camino que había seguido al salir de mi celda pero en sentido contrario. Echo un vistazo dentro de la celda donde había despertado rápido pero confirmo que no hay nada útil, tal y como recordaba. Sigo caminando por el oscuro pasillo hasta llegar casi al final del pasillo. Una ventana con barrotes solitaria junto con la incipiente luz del sol producían sombras extravagantes dentro del edificio. Me quedé contemplando el juego de luces y sombras ensimismado, mientras pensaba en todo lo que había ocurrido hasta el momento. Me volví a acordar de lo que me habían dicho mis padres hacía escasas horas. Ahora eso ya daba igual, pues según me había dicho nuestro cosechador todos los que me conocían me habían olvidado. No me había dicho si cuando dentro de un año eligiésemos volver si lo deseábamos recuperarían sus recuerdos. Una vez más, tras suspirar, aparto esos pensamientos de mi mente y me centro en el presente. Mi llegada a esta nueva y desconocida ciudad había sido un poco accidentada. Estaba claro que Hannah me odiaba sólo por haberle replicado cuando fue borde conmigo. Pues bien, yo no pensaba dejarme avasallar. Además todos los demás chicos parecían mayores que yo, así que consideraba haber hecho bien en dejar ver que no me amilanaba fácilmente. Por otra parte, esperaba poder entablar amistad con alguno, pues la soledad en un sitio como este no es igual que en la comodidad de la casa de uno...
-Un arma-digo en voz alta aunque sé que nadie me está prestando atención.
Continúo buscando entre los escombros hasta que veo que debajo de una estantería volcada sobresale un palo que parece ser más o menos robusto. Lo arrastro con esfuerzo de debajo del mueble. Cuando por fin consigo sacarlo veo que no es demasiado manejable por su longitud, pero de momento tendrá que valer. La estantería hizo un ruido sordo al caer contra el suelo, no demasiado estruendoso pero en la mazmorra hay eco.
-¡Lo siento!-digo alegremente en voz alta.
Ya con mi arma en la mano me acerco de nuevo a Mark y Elisa.
Mark ya estaba allí, seguido de Elisa.
-Mmm... supongo que lo mejor será que busque algo para defenderme, quién sabe lo que puede ocurrir.
Miro a mi alrededor pero no veo nada que pueda servirme como arma improvisada. Me adentro un poco más en las mazmorras, incoscientemente recorriendo el camino que había seguido al salir de mi celda pero en sentido contrario. Echo un vistazo dentro de la celda donde había despertado rápido pero confirmo que no hay nada útil, tal y como recordaba. Sigo caminando por el oscuro pasillo hasta llegar casi al final del pasillo. Una ventana con barrotes solitaria junto con la incipiente luz del sol producían sombras extravagantes dentro del edificio. Me quedé contemplando el juego de luces y sombras ensimismado, mientras pensaba en todo lo que había ocurrido hasta el momento. Me volví a acordar de lo que me habían dicho mis padres hacía escasas horas. Ahora eso ya daba igual, pues según me había dicho nuestro cosechador todos los que me conocían me habían olvidado. No me había dicho si cuando dentro de un año eligiésemos volver si lo deseábamos recuperarían sus recuerdos. Una vez más, tras suspirar, aparto esos pensamientos de mi mente y me centro en el presente. Mi llegada a esta nueva y desconocida ciudad había sido un poco accidentada. Estaba claro que Hannah me odiaba sólo por haberle replicado cuando fue borde conmigo. Pues bien, yo no pensaba dejarme avasallar. Además todos los demás chicos parecían mayores que yo, así que consideraba haber hecho bien en dejar ver que no me amilanaba fácilmente. Por otra parte, esperaba poder entablar amistad con alguno, pues la soledad en un sitio como este no es igual que en la comodidad de la casa de uno...
-Un arma-digo en voz alta aunque sé que nadie me está prestando atención.
Continúo buscando entre los escombros hasta que veo que debajo de una estantería volcada sobresale un palo que parece ser más o menos robusto. Lo arrastro con esfuerzo de debajo del mueble. Cuando por fin consigo sacarlo veo que no es demasiado manejable por su longitud, pero de momento tendrá que valer. La estantería hizo un ruido sordo al caer contra el suelo, no demasiado estruendoso pero en la mazmorra hay eco.
-¡Lo siento!-digo alegremente en voz alta.
Ya con mi arma en la mano me acerco de nuevo a Mark y Elisa.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Prisión (Archivo II)
02/11/11, 02:40 pm
Noel tenia razon, teniamos qu buscar armas, por lo visto el ya habia encontrado un arma, yo no tuve la misma suerte, asi que cogi unas cuantas piedras y me las guarde en los bolsillos de mi pijama, tanto de la camisa como del pantalon, y la mas afilada la cojo entre las manos aunque no creo que me sirviera para mucho.
-No pasa nada-le contesto a Noel
Miro a mi alrededor, algo me decia que si nos quedabamos aqui nada bueno iba a ocurrir..., teniamos que movernos y YA
-bueno hacia donde vamos?-dije dirigiendome a los demas
La situacion era muy extraña, en otro caso me hubiera sentado a esperar que alguien sugeriera algo, pero creo que dadas las circunstancias debia hacer algo, aunque me costara tanto hablar con esos desconocidos.
-No pasa nada-le contesto a Noel
Miro a mi alrededor, algo me decia que si nos quedabamos aqui nada bueno iba a ocurrir..., teniamos que movernos y YA
-bueno hacia donde vamos?-dije dirigiendome a los demas
La situacion era muy extraña, en otro caso me hubiera sentado a esperar que alguien sugeriera algo, pero creo que dadas las circunstancias debia hacer algo, aunque me costara tanto hablar con esos desconocidos.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Prisión (Archivo II)
02/11/11, 03:05 pm
Mark realiza una pregunta.
-Pienso que podemos explorar un poco este sitio a ver si hay algo útil... Me preocupa la comida, ya llevamos varias horas sin comer y no ha habido rastro de nada comestible. Yo creo que de momento podemos quedarnos aquí al menos por esta noche. Nos han dejado aquí tirados ayer y se supone que nos necesitan o algo así... Yo por lo menos prefiero pasar aquí esta noche, aunque sólo sea por esta vez. En las celdas hay algo parecido a camas, durísimas e incómodas, pero camas al fin y al cabo. Aunque si la mayoría prefiere irse pues me iré con vosotros, desde luego.
Dicho esto reflexiono acerca de lo que acababa de decir. Desde luego no es que este sitio sea muy acogedor, pero por algún motivo no me inspiraba confianza el salir a explorar la ciudad nada más llegar.
-Alguien debería explicarnos qué diantres esperan de nosotros aquí, ¿no creeis?-lanzo la pregunta al aire casi sin esperar respuesta.
-Pienso que podemos explorar un poco este sitio a ver si hay algo útil... Me preocupa la comida, ya llevamos varias horas sin comer y no ha habido rastro de nada comestible. Yo creo que de momento podemos quedarnos aquí al menos por esta noche. Nos han dejado aquí tirados ayer y se supone que nos necesitan o algo así... Yo por lo menos prefiero pasar aquí esta noche, aunque sólo sea por esta vez. En las celdas hay algo parecido a camas, durísimas e incómodas, pero camas al fin y al cabo. Aunque si la mayoría prefiere irse pues me iré con vosotros, desde luego.
Dicho esto reflexiono acerca de lo que acababa de decir. Desde luego no es que este sitio sea muy acogedor, pero por algún motivo no me inspiraba confianza el salir a explorar la ciudad nada más llegar.
-Alguien debería explicarnos qué diantres esperan de nosotros aquí, ¿no creeis?-lanzo la pregunta al aire casi sin esperar respuesta.
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