Burdel de dama Espasmo

01/08/11, 01:16 am

Recuerdo del primer mensaje :

Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.

Empleados del burdel:

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29/05/13, 01:20 pm

Cain refunfuñaba mientras leía el periódico, aquel diario cutre que habían sacado hacía bien poco y que por alguna razón le dejaban en la puerta todas las mañanas. Sus sentimientos hacía los artóculos se movían entre la hilaridad y la frustración, mezcladas a veces con escepticismo e incredulidad.

-¿Cómo se atreven esos plebeyos a dudar de la calidad de nuestras cosechas?- bufaba para sí mismo- Un día mandaré una horda a cebarse con ese periodicucho y ya verán quién es o no digno de esta ciudad...

Se lo había planteado muchas veces, pero evidentemente nunca llegaría a hacerlo, y por mucho que le enfadasen los artículos él seguía leyéndolos como alguna especie de vicio masoquista. Dejó el periódico a un lado de la mesa, junto con el sobre abierto de la invitación que había recibido del Castillo y bebió un sorbo de té, muy lentamente. Llamaron a la puerta de su despacho, y uno de sus nuevos empleados se asomó tímidamente.

-Señor, el sastre ya superestá aquí...

Cain se masajeó las sienes. Le estaba costando la vida que aquellos regalos del Consejo dejasen su ridícula forma de hablar, pero por lo menos hacían el esfuerzo y Cain trataba de no mostrarse molesto cuando algún resquicio de su antiguo mundo se mostraba. Salió de su despacho siguiendo al frivy hasta la habitación de Erika donde se habían reunido los empleados para que el sastre les tomase las medidas. Él fue el primero. Le dio indicaciones al sastre de cómo quería que fuese su traje de gala e incluso le hizo algunos apuntes. Jau fue después, su complexión robusta y musculosa hacía complicado encontrar ropa que le valiese, así que tenía que hacérsela a medida. Así, los que tenían gustos más exquisitos o medidas más especiales fueron pasando por el metro.

-Falta gente- dijo Caín

-Wen y Kaethe se fueron a entrenar. A Norou le diste vacaciones y a Jack no lo he visto desde anoche- informó Ariven sentada en la cama de Erika. Ella ya tenía vestido por lo que no necesitaba que le tomasen medidas.

-Pues habrá que hacerles un apaño, no puedo hacer que este hombre venga dos veces a tomar medidas...

-Mephis les puede dejar algo, ¿verdad Mephis?- dijo Vivia con una sonrisa malintencionada

La aludida soltó un bufido, pero una mirada de Cain fue suficiente para saber que no tendría más remedio. Debido a su naturaleza tenía una gran variedad de vestidos para todo tipo de cuerpos y tenía más posibilidades de encontrarle algo a las dos chicas que las demás prostitutas y sus voluptuosas curvas.

-Perfecto. Zedrig, acompaña al sastre a la puerta, yo me vuelvo al despacho...

Habían acordado ir todos a la gala, ya que solamente tenían dos no transformados y no era muy difícil llevarlos como acompañantes. Los frivys fueron convencidos de que la fiesta sería un aburrimiento y que no tenía nada que ver con las fiestas de su mundo, así que tendrían esa noche libre. Todos, especialmente Vivia y Zedrig que nunca habían tenido oportunidad de ir a una fiesta así, estaban ilusionados con la invitación. Cain esperaba que todo saliera bien, y que los invitados de Libo no se lo comieran por prostituir mujeres.

03/06/13, 09:40 pm

-¡Se me ha hecho una carrera en la media!- gritó Vivia saliendo de su cuarto en ropa interior y a la pata coja, con las medias de rejilla a medio poner.

Erika atravesó el pasillo a toda velocidad con un hechizo de costura en la punta de los dedos para asistir a su compañera. Llevaba los rulos puestos y el corsé azul cielo lleno de brocados sin justar.

-Espero que no sean las que usas con los clientes porque las van a oler al kilómetro, y no precisamente a pies- se burló Ariven desde su tocador mientras se peinaba con toda la tranquilidad del mundo.

-¿Quereis daros prisa de una puta vez? ¡Llevais tres horas arreglándoos! Esto es una tortura...- Dama Circe esperaba en el pasillo junto a Jau, ambos ya vestidos desde hacía rato. La loba jugueteaba nerviosa con la piedra de su gargantilla.

-Admiramos la forma en que aceptas que tu cara no tenga arreglo y prefieras no perder el tiempo en ella, pero a las demás nos gusta ir presentables a los sitios, Circe- soltó Mephis en tono venenoso, eligiendo cuidadosamente el tono de azul con el que iba a colorearse los labios.

Cain, por su parte, se maquillaba el ojo sano en su propia habitación, con la puerta cerrada y cara de paciencia absoluta. Quería a sus chicas con locura pero cuando se ponían así de insoportables le entraban ganas de darles una colleja a más de una. Todos estaban emocionados por la fiesta, pero también nerviosos, y lograr que tantos coquetos se arreglasen a tiempo para una gala era una tarea titánica, sobretodo sabiendo que en esa ocasión no era elegante llegar tarde. Cuando acabó de pintarse Cain se miró de cuerpo entero; llevaba una rica túnica roja abierta en el pecho, con bordados de runas, ajustada con un fajín de piel y varias cadenas. Llevaba también un talismán de gran tamaño color azul zafiro que se ceñía a los hombros con varias cadenas. Se sonrió a sí mismo en el espejo dándose su aprobación y salió del cuarto.

Erika le había pedido a Vivia que le atase el corsé para evitar que la idrina se lanzase al cuello de Ariven por su impertinencia. Mientras tanto, Ariven ya vestida por completo paseaba sus largas piernas cubiertas de gasa negra bamboleante por el pasillo, taconeando alegremente. No estrenaba vestido, pero sí zapatos. Para sorpresa de todos, Mephis ayudaba a Zedrig a colocarse la capa corta verde que llevaba sobre la camisa bordada con motivos de su tierra, pues este era el precio por ayudar a la cambiante a colocarse el complicado corpiño de seda y perlas y a prenderse la rosa del pelo. Jau había acabado quitándose el chaleco de seda azul por miedo a sudarlo antes de salir.

Cain se paseó por todas las habitaciones salvo aquellas que tenían las puertas cerradas. Aún no había visto a Kaethe ni a Wen, y por supuesto le faltaba el vampiro. Llamó dos veces a su puerta.

-Jack, ¿estas listo?

04/06/13, 01:57 am

Aparté la mano tras su manotazo y espero a que vuelva a nuestro mundo, para luego mirarle con la cabeza ladeada
-Buenos días, señorito. El sentimiento es mutuo, y no, nada importante.-dije, callando lo del regalo. Después le observé estirando mientras me sentaba en el borde de la montaña con los pies colgando y sin dejar de escucharle.-¿Que qué? Con eso no se juega...-dije, siguiéndole con la mirada para luego saltar al vacío.

Una cosa era entrenar y subir montañas y otra poner ese tipo de premios a una carrera, carrera que debía ganar por muy nula que su transformación fuese para la magia. Así, llegué al Burdel el primero, a medias volando y a medias corriendo cuando le perdí de vista. Aprovechando que llegué antes, saqué la bolsa con su ropa y la llevé al tatami, luego monté a toda prisa el "perchero" para kimonos que me habían vendido traído de la Tierra, coloqué el kimono tal y como me enseñaron y le recibí de piernas cruzadas.
-Un regalo. Te guste o no, te ordeno que lo aceptes sin quejarte.-digo riendo. Y viendo que le gustaba...-Ea, ya tienes ropa para la fiesta.

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Y llegó la noche de la fiesta. Nervios en todo el personal, así como prisas. ¿Yo? En mi dormitorio, sólo, preparándome tranquilamente sin tanto follón. De las dos veces que me asomé, sólo con la falda y los zapatos, volví riéndome al cuarto. Para cuando Cain llamó a mi puerta ya estaba más que listo, por lo que abrí y me apoyé en el marco, petaca estrenada en mano derecha, con el conjunto negro excepto las oscuras líneas moradas que repasaban los detalles de la camisa en las mangas y en el cuello.

-Para ti, siempre.-río relamiéndome unas gotas de sangre.-Qué guapo y elegante, oye.-digo sincero, mirándole sin perder detalle.-¿Y yo qué tal?-añado dando una vuelta sobre mí mismo.-Ah, ya verás lo que le compré a Norou.-añado misterioso, luego salgo al pasillo y exclamo.-¡Bellezas todas y todos, tranquilizaos, anda, que os saldrán arrugas!

04/06/13, 08:55 pm

Eran una comitiva curiosa, totalmente fuera de lugar en la ciudad tal y como la conocían. Resultó imposible no ir haciendo comentarios sobre la impresión que daban mientras iban de camino al burdel, y Gael se dio cuenta de que se ajustaba la corbata cada pocos minutos y se pasaba constantemente la mano por el pelo que se había echado hacia atrás. No se había dedicado a arreglarse durante horas, ni mucho menos, pero ir de punta en blanco le ponía de los nervios porque no quería que nada de estropease antes de tiempo. Sin embargo sabía que, conociéndose, era inevitable, y juraría que ya empezaba a tener pelos levantados por todos lados. Aparte del aspecto, estaba preocupado porque tal y como estaba anunciado, temía que cayera una lluvia inesperada. Para ir de gala no podía permitirse llevar un ratón en el bolsillo para ese tipo de emergencias, y no sabía cómo tendría que arreglárselas si aquello pasaba.

Cuando llegaron al burdel llamaron a la puerta, y mientras esperaban el recibimiento, Gael le dio un pequeño codazo a Giz.
-Don Lagartone, ¿dónde está la funda de mi violonchelo? -le preguntó aun sabiendo que no iba a entender la referencia. En ese momento la puerta se abrió y al otro lado estaban Jau y tras él dama Circe, con el ceño fruncido. El chico les invitó a esperar dentro a que todos los demás estuvieran listos, y se acomodaron en la planta baja. Ambos iban muy elegantes, pero Gael no tenía trato alguno con dama Circe, por lo que se abstuvo de hacer ningún comentario. Su expresión tampoco se podía decir que invitase a la conversación. Jau, en cambio, estaba sonriente como siempre.
-¡Eh, Jau! Bonito conjunto, es muy original -le decía mientras se acercaba a su antiguo compañero-. Hacía un montón que no te veía, ¿cómo estás?

04/06/13, 09:37 pm

Jack no dudo en usar sus artimañas para ganar, como supuse… cuando llegue al burdel entre por la ventana del tatami en busca de Jack. Me lo encontré sentado al lado de un kimono y un hakama colocado en un altar.

“creo que no hacia falta que malgastaras la apuesta en esta orden –me acerque maravillado al altar- << este tejido… estos colores…el olor…>>… esto viene de mi tierra… -dije melancólico al recordar que no había pisado la Tierra desde que fue cosechado-… esta es ropa digna de un señor, no se si debería usarla, no quiero insultar al Señor Caín –dije preocupado-“

Jack me convenció de que eso ultimo no seria ningún problema y nos fuimos a tomar un baño para después cenar.

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Vestir aquellas prenda como mandaba la etiqueta me llevo casi una hora, los nudos del hakama fue lo que más me costó. Al mirarme al espejo no me reconocía, nunca me hubiera imaginado que vestiría así pero faltaba una cosa; El daishō el distintivo del samurai, era obligatorio para mostrar mi estatus, aunque solo usara las espadas solo como un símbolo. Saqué de una caja ornamentada una katana y wakisashi era en lo único que me habia gastado el dinero que me pagaba el Señor Cain, eran obras de artes y esta era una de las pocas oportunidades y la mejor en la que podría usarlas. Me coloqué el daishō bien ajustado en los cordones del hakama donde las espadas quedaron perfectamente situadas, ahora si que era un verdadero samurái.

Me dirigí rápido por los pasillos haciendo resonar mis zancos de madera hasta donde se encontraba el Señor Caín. Había muchos de mis compañeros ya preparados incluido Jack y otros invitados, los salude con reverencias.

“Señor Caín deberíamos salir ya para asegurar que vuestra excelencia llegue demasiado tarde –dije frio y serio como siempre que hablaba con Él-“

04/06/13, 10:11 pm

"Es el día, es el día, es el día." Me repetía en la cabeza mientras terminaba de vestirme. Como es normal, he empezado a arreglarme a última hora."En estos momentos adoro mi control del tiempo. Ojala hubiese tenido esto cuando vivía en la costa." Me Digo mientras termino de subir la bota derecha y colocarla en su sitio levantándome del sillón orejero que se deshace en el suelo cuando me alejo para caminar un poco con el conjunto puesto. "Mmm.. Necesito mas holgura. Demasiado cerrado." Pienso mientras abro la túnica a la altura de las rodillas.

Chasqueo los dedos y un bulto asciende a mi lado. El montículo de arena comienza a deshacerse y la muñeca con la túnica ya puesta estaba preparada a mi lado. La miro y le toco el pelo. -Bueno. Vamos a ver como me quedas.- Le digo mientras nos acercamos a la puerta en dirección a la habitación de Dama Puente. -Hola buenas me vengo a mirar.- Digo entrando por la puerta sin preocuparme si se podría entrar o si no.

Pongo a la muñeca detrás mía y hago que me abrace con los brazos. -Mejor me lo abro un poco menos.- Digo mientras me cierro la cremallera un par de centímetros. Justo a la altura de la rodilla dejando ver las botas en todo su esplendor y un poco de arena de mi pierna. -Que alegría no tener que depilarme.- Le digo a la chica que se esta terminando de vestir. -Os espero abajo - Digo impaciente.

Tras una media hora todos los de la torre estábamos preparados. Habíamos quedado en el Burdel donde trabaja Wedn por lo que nos ponemos todos en camino hablando y haciendo gracias sobre lo que sucederá esta noche. Por alguna razón estoy muy nervioso, casi hiperactividad. "Tengo ganas de que vean a mi acompañante." Pienso para mi mientras que camino con mi creación agarrada de mi brazo como si estuviese caminando tranquilamente a mi lado en silencio y con su sonrisa perenne.

Tras un rato caminando puedo ver a lo lejos el Burdel y por alguna razón me acelero y comienzo a caminar rápido. Tan rápido que en tres segundos llego a las escaleras de la puerta. Miro hacia atrás y puedo ver a mis compañeros en la entrada de la calle bastante lejos. "Hostia." Pienso mientras me río y niego con la cabeza. Mientras subo por las escaleras una idea se me pasa por la cabeza. -Veamos.- Hago una pausa y me pongo en la pared a la izquierda de la puerta poniendo la muñeca en la puerta y aguantándome la risa.

La muñeca alza graciosamente la mano y toca en la puerta cinco veces seguidas y bajando la cabeza quedando oculta su cara en su totalidad salvo por los mechones de pelo que le caen por los hombros hasta la altura del pecho. Escucho como alguien abre la puerta y de momento entro a la muñeca con la cabeza agachada de golpe saludando a Gael dándole la mano y saludando a los demás con la mano. Me coloco al lado de la puerta y pongo una voz aguda y algo femenina. -Hola. Soy Sandy ¿Que pasa señores?- Tras decir esto dejo a la muñeca quieta mirando al los presentes. Con la capucha puesta mirando al frente la capucha oculta su rostro hasta la altura de la nariz dejando ver sólo su sonrisa perenne. Me asomo a gran velocidad y localizo a Giz por lo que muevo a la muñeca caminando tranquilamente hacia el goliat dándole con el brazo en el hombro suave. Tras esto continuo hablando. -Que guapo esta usted hoy Don Lagartone.-

No puedo aguantar la gracia que me hace utilizar la muñeca e imaginármela hablando en ese tono y las caras de los demás me hizo explotar en carcajadas apareciendo por la puerta. -Hola señores.- Digo mientras echo la capucha hacia atrás descubriéndome la cara mientras me encamino a ponerme al lado de mi amiga arenosa y continuo hablando. -¿Qué os parece mi nueva acompañante?- Digo con un tono de broma mientras me agarro a los hombros de la muñeca y le coloco un mechón de pelo.

-¿Bueno como vamos de tiempo? ¿Ya estamos todos?- Digo preguntando a los presentes.

04/06/13, 10:50 pm

El draco no tardó más que unos segundos en vestirse dado que tenía que hacerlo con la runa. Ayudó a Adara a asegurarse de que las protecciones rúnicas estaban bien colocadas y le dio el pésame a Yloh antes de salir. Noel iba vestido con un traje que realmente tenía los mismos colores que el de Giz, aunque era de distinto corte, pero con corbata en lugar de pajarita. Además, también llevaba un pañuelo en el bolsillo de la chaqueta igual que Gael y Toima. Su atuendo se completaba con el sombrero que le había regalado Wen. Tuvo que pedirle ayuda a Tania con el nudo de la corbata para "no ahorcarse con ella" según sus propias palabras y durante todo el camino no paró de toquetear en el nudo intentando, sin éxito, aflojarla porque no paraba de quejarse de que le molestaba. Lo que sí consiguió fue que para cuando llegaron al burdel, la corbata le colgaba a un lado por encima de la chaqueta de mala manera. Si el draco se dio cuenta de este hecho no dio muestra alguna por tener intención de solucionarlo, mientras seguía los pasos del fuego fatuo con las manos en los bolsillos en actitud despreocupada.

-Don Lagartone invirtió todo su capital anoche en casinos y furcias y por eso hemos tenido que recortar en equipamiento más prescindible. Pero ya producirán beneficios, ¿verdad Padrino? -le siguió el rollo a Gael para luego dirigirle una mirada maliciosa a Giz.
Poco después fueron conducidos al interior del burdel por Jau y dama Circe, con la cual Noel no había vuelto a hablar apenas desde que se habían transformado. Por ese motivo se limitó a saludarla sin comentar nada, ya que lo único que se le ocurría era decirle que parecía un flamenco para picarla, pero viendo que no parecía encontrarse precisamente de mejor humor del que solía gastar durante la criba de ambos, decidió dejarlo correr y tan sólo le dirigió una mirada con una burla velada implícita en ella a modo de saludo.

Mientras esperaban a que saliese el resto, Noel se quitó y se puso la chaqueta varias veces, alegando que tenía demasiado calor con aquellas prendas de manga larga. Si no la había dejado atrás era porque quitaría efecto al estilo mafioso que habían decidido adoptar. Norou fue el primero en salir a recibirlos tras Jau y Circe, con un conjunto de sámurai que le iba como anillo al dedo al guerrero. Apenas terminaron de saludarlo, la puerta del burdel sonó por primera vez tras su llegada y, cuando se abre la puerta, lo que aparece no es nadie a quien estuviesen esperando su aparición, sino una figura femenina hecha de arena. La evidencia de que se trata de otra de las obras de Matt no impide que el draco observe extrañado la entrada de dicha creación, conteniendo una risa con un bufido cuando el mencionado brujo comienza a hablar con voz de pito tras la puerta. Sin embargo en cuanto el espectro de arena se deja ver, no pudo sino felicitarlo por lo mucho que había mejorado en el moldeado de la arena. Aunque por otra parte le resultó una excentricidad bastante flagrante el que hubiese creado algo así y se lo llevase a la fiesta.
-Brujos... -dijo meneando la cabeza con fingida desaprobación y sin dar más explicaciones-. Pero hablemos de lo que es verdaderamente importante-cambió su tono de voz para tratar de sonar serio y amenazante, cosa que le costaba bastante debido a que amenazaba con echarse a reír en cualquier momento- Presente sus debidos respetos a don Lagartone.

A continuación, y todavía con la corbata colocada, o descolocada más bien, como cuadraba, se colocó al lado de Giz con los brazos cruzados observando a los presentes y a los que llegaban con la mirada más amenazante que fue capaz de poner.

04/06/13, 11:34 pm

Por fin había llegado la tan esperada noche. Kaethe estaba en su cuarto, lidiando con la peineta para poder colocársela bien, mientras se miraba en el espejo. Se había maquillado un poco, no demasiado, ya que se veía rara y creía ir demasiado ostentosa. Estaba acostumbrada a la vida sencilla de pueblo y no había ido a ningún evento así nunca, razón por la cual estaba bastante nerviosa. Cuando por fin pudo colocarse la peineta bien se retocó el maquillaje verde y se miró en el espejo riéndose del revuelo que se oía desde su cuarto proveniente del pasillo, aunque estaba segura de que ella misma podría haber formado parte de todo aquel lío.

Se calzó y dio unos pasos para comprobar que andaba bien con los zapatos, aunque llevase andando con ellos varios días recordaba lo estúpida que debía haber parecido cayéndose al suelo las primeras veces. Por suerte, le había dado tiempo a aprender a caminar desde entonces con los zapatos y estaba casi al cien por cien segura de que no se caería en la fiesta. Antes de cambiarse había hecho una rápida excursión al cementerio para alimentarse y no empezar a pudrirse en mitad de la fiesta. Sacudió la cabeza levemente y dirigió una pequeña mirada a su reflejo. Se veía… rara. Demasiado arreglada para su gusto, aunque el vestido fuese bastante simple con los que seguramente llevarían los demás.

Salió de su cuarto minutos después de que llegasen los cuchitrileros y bajó a donde estaban con una sonrisa pintada en la cara. Probablemente, de no haberse pintado los labios con un tono demasiado parecido al color de su piel como para que se notase mucho que los llevase pintado se habría destrozado el labio a base de mordérselo. No quiso admitirlo, pero la mirada de Noel le hacía sentir incómoda, por mucho que supiese que era por meterse en el papel de mafioso, fuese lo que aquello fuese. No se fijó mucho en la muñeca de Matt, pero le dirigió una mirada al verla allí. -¿Pero qué...?, murmuró, extrañada, hasta que le explicaron que era una creación de Matt. -Estáis todos guapísimos, de verdad -les dijo, sonriendo, mientras observaba a los que iban llegando, esperando ver a Wen pronto.

04/06/13, 11:52 pm

Wen había vuelto del mercado satisfecha de su compra y emocionada por el regalo de Noel, ya que, dada su transformación, valoraba más que antes los obsequios de ese tipo. “Como si antes me hubieran regalado algo así.” Se dijo con sorna. Unos días después, había pedido a Erika, Ariven y Vivia que le enseñaran a peinarse y maquillarse como era debido. No pretendía quitarles tiempo de su propio emperifollamiento llegado el día, pero era obvio que necesitaba ayuda, pues lo más complicado que se había hecho en el pelo había sido una trenza, y en la cara, pintarse los labios. Aunque las chicas le habían enseñado paso a paso y ella lo había memorizado lo mejor que podía, en ese momento, mientras se peinaba delante de su tocador, ya con el vestido, los zapatos y la tiara puestos, su pelo no parecía por la labor de colaborar.

- ¡Ariven, necesito de tus habilidosas manos en mi pelo! - pidió a la demonio de fuego, sacando la cabeza por la puerta de su habitación entreabierta con un puñado de horquillas en la mano y tres mechones cayéndole por la frente.

La nublina no se hizo esperar, pues ya estaba preparada y tan solo se entretenía en dar taconazos por el lugar, orgullosa de sus nuevos tacones. En cuanto entró en su habitación, y después de alabar sus nuevos zapatos, Ariven le devolvió el alago hacia su vestido con un comentario sarcástico de clara connotación sexual con la vouivre y Noel como protagonistas. La británica simplemente soltó una carcajada y le explicó su problema. Diez minutos más tarde, Ariven le había hecho un precioso recogido en la nuca y le había retocado el maquillaje. Tras darle las gracias y comprobar que los hechizos que ocultaban la gema, así como los que se había lanzado para disimular los primeros, como permanentes para el pelo y maquillaje, se encontraban en perfecto estado, se miró al espejo: con aquel vestido, el recogido y la tiara se veía preciosa.

Mientras Ariven le hacía otro comentario de connotativa sexual, ambas oyeron la llegada de los cuchitrileros y la nublina se escabulló de la habitación con la intención de incomodar a Noel, si tenía la oportunidad, con otra tanda de comentarios sexuales. En solo pudo desearle suerte entre risas. La británica, que no vió la necesidad de alargar más la espera, siguió a la demonio del fuego fuera de su habitación, pero con la intención de buscar a Kaethe. En el mismo momento en el que salió de la habitación vacía de la ghoul, oyó su voz en la planta baja. Por lo visto la nublina se había aburrido de esperarla en su habitación y había bajado por su propia cuenta. Wen sonrió. “Si es que, ¿Cómo no voy a tardar una eternidad si no sé ni cómo funciona una horquilla?” se dijo para justificarse.

Lo primero con lo que sus ojos toparon al bajar las escaleras fue con Noel y en seguida pensó que la fiesta no era tan mala al fin y al cabo: el draco estaba radiante. La vouivre salvó con un pequeño salto el último escalón, siendo seguida por el vuelo de su vestido, y sonrió. Todos estaban guapísimos, a pesar de lo incómodos que se veían.

- Estáis tan bien personificados que solo falta que me digáis que me vais a hacer una oferta que no voy a poder rechazar. - les dijo a los cuchitrileros haciendo alusión a El Padrino, mientras se acercaba al sueco para darle un beso.

05/06/13, 12:36 am

Toima, Tania y Nia

Junto al resto de cuchitrileros, Toima y Tania caminaban hacia el burdel. Toima se rascaba cada dos por tres, alegando que era bastante incómodo para sus ojos. Tania le explicó que podía quitarse la chaqueta hasta que llegaran y que si quería, le podía aflojar la corbata a él también. El ulterano alzó ambos brazos de júbilo y gritó "¡Yujú!" al oír las palabras de la nublina. Tras que volviera a estar más cómodo, Tania charlaba con los demás, fijándose bien en como iban vestidos y, dándose cuenta por primera vez de que los chicos iban más o menos conjuntados.
Finalmente, se plantaron en la puerta del burdel y llamaron a la puerta. Al entrar dentro, se quedaron esperando a que todos estuvieran reunidos y listos para marchar hacia la fiesta. Toima fue entonces cuando se dio cuenta de una cosa.
-¡Ay! Dijiste que habría comida y bebida libre ahí, ¿no?-dijo, girándose a Tania. La nublina ladeó la cabeza, confusa y le contestó.
-Si, lo dije, vamos, es lo más probable que haya...-dijo, comenzando a dudar.-¿Porqué preguntas?-
El ulterano puso un semblante triste y con un tono de voz colmado de pena dijo:
-Se me ha olvidado traer botellas y mochila para llevarnos al cuchitril lo que sobre.-
La nublina chasqueó la lengua y le dio un puñetazo amistoso en el hombro, pensando que era una broma. El ulterano puso morritos tristes y fue cuando la nublina se dío cuenta de que no bromeaba.
-¡Espera un momento!-exclamó.-¡No creo que podamos llevarnos la comida y la bebida así por la cara!-
-¿¡Porqueeeeeeee!?-le preguntó de nuevo, en medio de un puchero.
Pero Tania no tuvo momento para contestar, pues alguien más llamó a la puerta. En cuanto la abrieron, una resplandeciente Nia les saludó desde el umbral. Su ropa, se basaba en el cambio de un kimono, le había extraído las mangas y había añadido otras transparentes y de seda hinchada, que dejaban ver la piel de debajo, al final del kimono, una falda corta por encima de su piel de medusa y, en cada una de las esquinas, una cuenta color ámbar colgaba, camuflando los tentáculos levitantes en el interior de la falda. En la cabeza, Nia llevaba una pieza de joyería que se componía de tres gemas, un rubí, con dos monedas rojizas colgando, un ámbar con más cuentas como las que llevaba en la falda y una amatista más grande en el centro. La joya ordenaba algo su pelo, manteniendolo sujeto. La larga cola de su pelo iba recogida en un moño simple en lo alto de su cabeza, pero aún así se las arreglaba para caer por gran parte de la espalda, como solía hacer cuando estaba suelto. Sobretodo, lo que más llamaba la atención del vestido de la chica, era la cantidad de colores, todo un esquema cromático digno de un arcoiris, había azules, rosas, verdes, amarillos y púrpuras, todos ellos distribuidos con algún motivo que tenia sentido en la mente de la ulterana, pero que probablemente a un no-ulterano le parecería demasiado colorido.
La ulterana les guió un ojo y se acercó a ellos.
-¡Estáis geniales!-exclamó.-Jamás pensé que os vería a algunos de traje.-comentó con una risotada.
Toima, que parecia que pasó por alto que el comentario iba en parte dirigido a él, siguió a lo suyo.
-Siempre puedo guardar cosas en los bolsillos...-dijo, y acto seguido, le dio la vuelta a los susodichos, como intentando juzgar cuantas botellas podrían llegar a caber.
-¿Que tal, chicos?-comento con una risilla.-¿Qué opináis?-dijo, dando una vuelta, para mostrar el resto del vestido, mientras recogía el pelo para enseñar la parte posterior, que revelaba gran parte de la espalda, hasta por debajo de los omóplatos. Además, pudieron apreciar que llevaba dos pendientes que eran dos monedas rojizas, como las que llevaba en la cabeza, y que tenia la mano izquierda enguantada de seda color aguamarina y la mano derecha tenia las uñas pintadas del mismo color. También iba ligeramente maquillada, pero nada fuera de lo normal. El retintineo de las cuentas de la falda fue el único sonido mientras se movía y cuando paró volvió a hablar.
-¿Y bien? No os habréis quedado sin palabras, ¿verdad? No creo que este ni cerca para elegir algo tan bueno que os prive de hablar.-comento con otra risotada.
Toima fue el primero en contestar.
-Pareces un puto pavo real.-
La ulterana se limitó a sacarle la lengua y a reír. Parecía de muy buen humor.

05/06/13, 02:48 am

El día de la fiesta, Giz estaba especialmente contento. Por fin había conseguido crear su primera bolsa sin fondo, la cual llevaba escondida bajo la chaqueta del traje, y la fiesta prometía. A pesar de que no entendía mucho sobre la mafia, le hacía ilusión ir arreglado a lo terrestre. Además, tenía una “misión” nada más entrar: buscar a Enna y procurarse uno de sus pelos, Nassandra sabría como.

Nasher se le había unido en el cuchitril y ahora acababan de llegar al burdel junto a su séquito de mafiosos. Giz procuraba llevar un porte solemne, digno del mandamás que fingía ser, pero a veces no podía evitar contener los nervios, que se le escapaban en forma de tics como acariciar la rosa de su bolsillo hasta pincharse, ajustarse la pajarita o, el que más avergonzaba al asreniano, zarandear la cola de un lado a otro.

Tenía un nudo en el estómago, probablemente por la responsabilidad de no cagarla con lo de Enna. Aunque también porque veía en la fiesta una oportunidad de doble filo. Por un lado estaba la mucha gente que iría, que cada vez Giz los consideraba más como “muchas muestras” y por otro estaba el hecho de cuanto le abrumaría ver tanto bullicio en tan poco espacio. Justo a eso le estaba dando vueltas cuando llegaron a la puerta del burdel y Gael le preguntó por la funda de un violonchelo.

-Eh...-Noel le salvó el pellejo-. Lo que dice Noel. Con lo que gané del casino y me sobró de las furcias podrás comprarte una funda nueva.

Justo mientras decía eso, Jau y Hannah les abrieron las puertas al grupo. Giz perdió todo su porte al darse cuenta de que había hablado de furcias delante de furcias y se rascó la nuca mientras se escurría al interior del Burdel. <<Son como el perro y el gato, pero en versión prostitución salvaje>>. Pensó una vez que estuvo dentro y observó a los porteros con detenimiento, desde detrás. <<¿Se enfadarían si les pido un par de pelos?>>. Con ese pensamiento en mente, vio surgir por la puerta a una mujer de arena que le soltó un piropo.

Giz se había quedado con una expresión de perplejidad. Obviamente supo desde el principio que era cosa de Matt, pero tardó en hilar ideas y darse cuenta que su voz no era más que un truco de ventriloquía. Cuando el brujo de la arena entró, Giz lo saludó con seriedad, como el Don Lagartone que era:

-Buenas noches, Brujo-poco después bajaron también Kaethe y Wen, a quienes saludó de igual manera-. Señoritas, buenas noches-sin dar muestras evidentes de ello, estudió con la gola que los hechizos de ocultación de la gema de la vouivre estuvieran bien aplicados-. Dejo dicha oferta en manos del draco-respondió emulando un tono serio, una vez que comprobó que todo estaba en orden. La última en aparecer fue la náyade-. Muy guapa, Nia-piropeó a la pequeña, para compensar lo bruto que había sido Toima con ella. Lo cierto era que Giz no sabía qué pensar sobre el vestido, pero debía ser muy de gala, si la chica lo traía.

Poco a poco, entre amigos, conocidos y prostitutas, el grupo fue aumentando y Giz estaba empezando a agobiarse solo de imaginar cuántos serían al final. Inconscientemente, se ajustó la pajarita y dio un par de pasos hacia Nasher.

-Madre mía...-fue lo único que supo decir.

05/06/13, 03:43 am

Al poco llegó Norou, listo e incluso portando una katana al cinto, pero metiendo prisa.
-Tranquilo, hombre, Cain sabe de la importancia de la fiesta, con tranquilidad y calma llegaremos puntuales.

Pero como si mentar la tranquilidad y calma fuese delito, de pronto oigo la puerta abrirse y me asomo a la escalera a escuchar quién era.
-Nuestros compañeros cuchitrileros junto con Nasher.-informo a los del pasillo, aunque Norou debía haber bajado sin que me diera tiempo casi a verle <<Diablo de chico>>.-Vamos a ver cómo vienen vestiditos.

Dicho esto, sigo bajando las escaleras mientras el recuerdo de la katana de Norou me asalta <<Mucha fiesta pero... No sólo Wen corre peligro, estará toda la corte y casi toda la ciudad... Menos mal que me hice los tatuajes, si no a ver dónde meto las armas con esta ropa>> pienso, a medias divertido y a medias serio. Seriedad que desaparece en cuanto veo a los recién llegados, con el añadido de Matt y una chica de arena que le acompaña. Cuando alcanzo el suelo, hago una ligera inclinación de cabeza hacia Giz y digo:

-Bienvenido a nuestra humilde morada, Don Lagartone.-luego me acerco lentamente y le señalo la rosa.-¿Habéis verificado que no esté envenenada? No seríais el primer cabeza de familia que muere así... Yo aviso.-y vuelvo a alejarme, luego aplaudo riendo y exclamo.-Aunque el tema de los mafiosos es un tanto... ¿Anacrónico se dice? No, en serio, vais todos muy elegantes y guapos.

Dicho eso y viendo que cada vez bajaba y llegaba más gente, me siento en el sofá cruzando una pierna sobre la otra y observando en silencio el despliegue de ropa, aunque quizá con un poco de preocupación por Wen <<Estará bien, durante y después>> Bueno, en relativo silencio.

-Esto parece un pase de modelos...-luego adopto un tono serio, evaluador.-Si tuviera que comprar alguno y ser ejecutado luego por arrancarlo a mordiscos... ¿cuál sería? Creo que Noel lo sabe.-remato riendo, pero al segundo aparezco como una exhalación tras Erika, a quien cojo por la cintura pero con cuidado del vestido.-Preciosa, como siempre.-y con un beso en el cuello me separo con delicadeza.

Sin embargo la cojo de la mano y con elegancia, acompañados por su suave risa provocada por lo inesperado del asunto, damos un par de lentos pasos de baile mientras hablo.
-¿Sabéis? En toda fiesta hay música, música que invita al baile, baile que... ¿Bailaréis? Aunque a unos mafiosos les pega más quedarse en sus sillas, con sus armas... ¿Pero bailaréis si os lo piden, el resto incluido?-y finalmente miro a las parejas presentes sin dejar de sonreír.

05/06/13, 03:57 am

Se puso brevemente al día con Jau mientras escuchaba de fondo la conversación entre Tania y Toima, teniendo que aguantarse la risa «si no fuera cantoso de mil demonios yo también apoyaría ese saqueo, Toima, pero va a ser que no». Vio de pasada a Norou, que iba tieso como siempre, pero visiblemente mejor vestido. Lo siguiente en llegar fue una montaña de arena, con forma de mujer, pero arena igualmente. Se acercó e incluso le dio la mano. Gael respondió al gesto perplejo, pero no rehuyó porque llevaba los guantes puestos. Al escuchar la voz de Matt detrás de la puerta meneó la cabeza.
-Matt, si te ibas a travestir para la fiesta tenías que haber avisado antes.

Dejando la broma de lado, saludó al recién llegado y decidió no decir nada sobre su decisión de llevar una acompañante como esa. Había estado a punto de preguntarle si le iban esa clase de mujeres, pero se mordió la lengua en el último momento al pensar que el comentario contenía connotaciones que no dejaban en muy buen lugar al chico de arena. Kaethe bajó en ese momento y Gael se sorprendió un poco al verla. Parecía otra.
-¡Qué bonito es el vestido! Me parece que no lo vi en el mercado, pero de verdad que es muy bonito.
«Hoy todos parecen pasados por chapa y pintura». En esas alguien más llamó a la puerta «esto es un no parar». La que estaba al otro lado era Nia, y la primera impresión que le dio al verla fue que no podía asimilar todo el colorido que llevaba encima. Sin embargo, le pareció que aunque recargada estaba muy favorecida.
-Estás genial. Parece que te estampaste el arcoíris, pero te sienta muy bien –le dijo a Nia sonriendo ampliamente cuando pidió opiniones. Sin embargo, el comentario de Toima le hizo reír, y acabó teniendo que soltar una pequeña disculpa, no quería que pensara que era un cumplido en vano, realmente le parecía favorecida.

Una de las mujeres que trabajaba en el burdel fue la siguiente en bajar. Gael no estaba seguro de recordar su nombre, pero sí que le sonaba de vista. Estaba radiante, como todas las chicas. Al menos para su gusto, ponerlas a su lado era insultar las pintas que llevaban. La chica, ni corta ni perezosa, empezó a hacer comentarios para avergonzar a Noel. «Te compadezco, compañero», pensó al ver su incomodidad. Por suerte para el draco, Wen bajó enseguida, y era otra más que estaba realmente cambiada respecto a su estilo de diario.
-No, si tan temáticos que vamos que cualquiera diría que vamos a los carnavales –le respondió a la vouivre.
Hubiera añadido un comentario halagando su vestimenta, pero no encontró la forma de decirlo y terminó por no decir nada. Era una estupidez como una casa, pero estando Noel ahí mismo le parecía violento, aun sabiendo que a su amigo le iba a dar exactamente igual. Hubiera perdido más el tiempo reprochándose mentalmente ser tan pánfilo si no fuera porque se le iban los ojos constantemente con tantas chicas bonitas alrededor «supongo… que esta es la otra ventaja de la fiesta».
Más gente había bajado, Jack también, y estaba bromeando con Noel como siempre. «Es raro eso que lleva, ¿una especie de falda? Bueno, son sus gustos». Después de acercarse a Erika sacó el tema de bailar mientras hacía unos pasos con ella.
-Me han obligado a buscar ropa, a ponérmela, a asistir. Jack, te aseguro que si a algo no me van a obligar es a bailar.

05/06/13, 04:13 am

La siguiente en bajar fue Kaethe, la cual el draco notó que evitaba su mirada, adivinando su incomodidad. Aunque pensó que eso era una buena señal en cuanto a que no estaba interpretando tan mal su papel, le dio pena por la ghoul y cambió su expresión para sonreírle con jocosidad mientras le respondía a su manera su pregunta sin terminar de formular acerca de la nueva excentricidad de Matt.
-Acabará rodeándose sólo de muñecos de arena en lugar de socializar con gente de verdad -comentó a continuación-. Al final va a ser verdad lo de la psicopatía... -añadió fingiendo un aire pensativo mientras se mesaba la barba y sin aclarar la procedencia de dicho comentario.

Mientras seguían esperando, Toima continuaba rumiando algo sobre no poder llevarse las sobras de la fiesta procedente de una conversación que había mantenido con Tania escasos momentos antes. El draco no pudo evitar expresar sarcásticamente su aprobación al plan del argos.
-Le podemos poner un recipiente al rey delante de las narices al término de la fiesta y explicarle amablemente -recalcó la última palabra crugiéndose los nudillos- que tiene que compensar el empobrecimiento de sus súdbitos.
La conversación se vio interrumpida por la llegada de Nia, la cual la primera impresión que dejó en el draco debido a su atuendo fue una amalgama de colores. Cuando preguntó acerca de su aspecto el draco se limitó a reírse con el descarado comentario de Toima y asentir cuando Giz y Gael le hicieron un cumplido, nunca se le habían dado bien aquel tipo de cosas.

No mucho después Ariven se unió al cada vez más nutrido grupo que ya estaba listo para irse y para desconcierto del draco vio como esta se le acercaba con intención de decirle algo. El sueco tuvo que esforzarse intentando no dejar traslucir su incomodidad ante sus comentarios y se limitó a permanecer en su rígida postura de brazos cruzados al lado de Giz, ya que se había autonombrado el matón de don Lagartone por excelencia, mientras se esforzaba por no variar la expresión de su cara. Acabó dejando escapar unas cuantas risotadas nerviosas ligeramente sonrojado mientras le dirigía a la nublina una mirada que parecía querer decir: "¿y yo qué te he hecho?" Aunque ya no se sentía tan incómodo ante aquel tipo de cosas, no le hacía especial ilusión ser el centro de atención de aquella manera. Por otra parte, aquel trolleo gratuito por parte de Ariven también le hizo preguntarse si Wen iba a tardar todavía en bajar.

Pero el draco no tuvo que esperar mucho, ya que al cabo de unos minutos escuchó los familiares pasos de la vouivre y se giró cuando ella ya se acercaba saludándoles para después darle un beso. Noel permaneció durante todo el proceso con la vista fija en la chica sin atinar a decir nada. Su cerebro parecía querer decirle que tenía que dejar de mirarla como un idiota y hablar, pero de ahí a hacerlo iba un buen trecho. Wen simplemente estaba preciosa y el draco demasiado ocupado confirmándolo con la mirada para ponerlo en palabras. Oyó la contestación del goliat en respuesta al comentario de la vouivre dándose cuenta de que le había mencionado.
-Por supuesto -acertó a decir por fin sonriendo pícaramente-. Yo me encargo de hacerte una oferta que no podrás rechzar -dijo poniendo el tono de mafioso que había estado utilizando toda la noche mientras le pasaba un brazo por los hombros a la británica.

Seguidamente apareció Jack, a quien Noel observó con expresión de fingida desconfianza cuando se acercó al asreniano.
-Me complace observar que vas aprendiendo como debe tratarse a un capo de la categoría de Don Lagartone. De no ser así habría tenido que obligarte a besar el suelo bajo sus pies, sanguijuela -le dijo al vampiro con evidente diversión, le estaba cogiendo verdaderamente el gusto a meterse en aquel papel.
>>También tengo claro qué cabeza arrancaría no a mordiscos, que eso os lo dejo a los mosquitos sobrehormonados, sino a hachazos -prosiguió respondiendo descaradamente a los comentarios con igual descaro de parte del vampiro, al cual en el fondo agradecía enormemente aquel intercambio de trolleos continuo ya que se sentía en su salsa. Pero eso era algo que no pensaba decirselo al propio Jack.

El vampiro volvió a reclamar su atención mientras Noel estaba hablando con Giz acerca de las protecciones mágicas de Wen, asegurándose de que todo estaba bien, al oírle hablar sobre bailar. El sueco dejó escapar una risotada y habló tras Gael.
-Yo no podría haberlo expresado mejor. Que esos movimientos erráticos de cuando estaba borracho no es bailar -añadió sarcásticamente-. Por cierto -dijo cambiando súbitamente de tema-. Mi hermano el más insufrible y soportable a la vez, ya que no tengo otro, ¿cuándo piensa bajar? ¿Se está fabricando el traje ahora mismo o qué? Estoy por ir a buscarlo y traerlo de esas orejas picudas que tiene -prosiguió con el mismo tono de jocosidad pero planteándose de verdad su última afirmación.

Mientras esperaba respuesta volvió al lado de la vouivre a quien dedicó una vez más una larga mirada.
-Ah, no te he dicho que estás preciosa, ¿verdad? Pues lo estás -acertó a decírle finalmente, quitándose el sombrero para rascarse la cabeza ligeramente con cierta inseguridad ya que nunca estaba seguro de como decir aquellas cosas.

05/06/13, 07:01 pm

Escucho los halagos de los chicos sobre mi trabajo en la muñeca. -Tienes toda la razón Noel.- Le digo y le doy un golpe en el brazo a la muñeca. -Saludemos como es debido.- Hago una reverencia al mismo tiempo que Sandy hace el mismo movimiento a la misma vez que yo.

-Mis respetos Don Lagartone.- Mientras saludo a Giz comienzan a bajar los habitantes del Burdel entre ellas Wen, Kaethe y Norou. Les saludo con la mano mientras miro a mi amigo Noel y le digo. - No estoy loco.- Digo sombriamente. -Ademas. Los locos son las mejores personas.- Digo riendo. Los chicos comienzan a preguntar por los rezagados por lo que mi muñeca y yo nos sentamos en un sofá esperando a que terminasen todos de llegar.

Mientras estoy en el sofá Jack coge a Erika y comienza a bailar un poco mas lejos que donde yo estoy. Me levanto y me coloco la túnica. Me acerco a Jack con la muñeca cogida de mi brazo y carraspeo. -Bueno.- Les digo a los presentes agarrando a la muñeca y haciéndola girar sobre si misma haciendo que la túnica coja algo de vuelo.-Yo bailo con Sandy aunque si alguien quiere le cambio la pareja que estáis todas muy guapas.- Digo sonriendo.

-¡Tengo ganas de saliiiiir!- Digo dando palmadas. -Quiero como va vestida la gente.- Hago una pausa para ponerme la mano en la boca y decir de manera jocosa. -Y criticar como abuelas en la puerta de la casa con las amigas haciendo corche sobre que y como va la gente mejor dicho.-

05/06/13, 10:32 pm

Kaethe sonrió al draco cuando cambió su expresión seria por una sonrisa, mientras observaba a los presentes. Se le hacía extraño verles a todos tan arreglados, por lo que intentó en lo máximo posible acostumbrarse a aquella vestimenta. Se sonrojó levemente ante el piropo de Gael, pues no estaba acostumbrada a ese tipo de comentarios, pero se lo agradeció en voz baja y sonriendo. Había decidido no sentarse por si se le arrugaba el vestido y esperó a que bajasen los demás balanceándose sobre las puntas de los pies.

En ese momento llegaron Nia, Toima y Tania, a los que la ghoul saludó sonriendo, ya sin balancearse. El vestido de Nia le parecía extraño, demasiado llamativo para su gusto. Frunció ligeramente el ceño ante el comentario de Toima. <<Será bruto>> -Ni caso, Nia, vas preciosa- sonrió, intentando no reírse del comentario de Gael, que sí le había hecho gracias, para que no pareciese que aquel cumplido no fuese en serio. Cuando Arriven bajó, seguida de Jack, Norou y Wen, a Kaethe le faltaron palabras para describir lo arreglados que iban todos, teniendo que hacerles cumplidos que sonaban casi repetitivos.

Apenas Jack mencionó la música y bailar, Kaethe se abstrajo del mundo unos segundos pensando en la imagen de ella misma bailando, hasta que escuchó las palabras de Gael. -Oh, venga -hizo un puchero- ¿Te piensas ir de allí sin bailar conmigo? -preguntó, bajando ligeramente la vista. En un principio iba a preguntárselo en broma, pero el tono que había empleado sonó demasiado alicaído como para que Gael se lo tomase como una broma. <<A ver cómo se lo toma...>>, pensó, mirando a Matt y a su acompañante de arena <<Ya hay que tener imaginación para eso>>. Para Kaethe era raro el crear una muñeca de arena por ir acompañado a una fiesta, aunque siempre cabía la posibilidad de que ya la hubiese creado antes y la llevase por que sí. De nuevo tuvo que recordarse que llevaba los labios pintados para no mordérselos por los nervios y la ilusión, mientras esperaba a que la hora de ir a la fiesta llegase. No quería llegar tarde.

05/06/13, 11:32 pm

-No estés tan tieso, Norou, se supone que las fiestas son para divertirse, y aún tenemos tiempo de sobra- le dijo Cain a su guardaespaldas dándole unas palmadas en el hombro.

Bajó las escaleras llevando a Mephis y Zedrig agarrados de la cintura, paseando su único ojo por todos y cada uno de los presentes, analizando sus vestimentas. Antes de poder empezar a repartir piropos se fijó en los cuchitrileros. Alzó una ceja y les dedicó una sonrisa interrogante.

-Vosotros dando la nota para variar, ¿verdad?- se burló- Pero vais todos muy elegantes, quien iba a decir que tendríais tan buen gusto...

Detrás de él bajó Vivia, que era la única chica que faltaba, con una polaroid colgada del cuello. Se plantó ante Jack y Erika y les sacó una foto, halagando a todos y amenazando con acosarlos durante toda la fiesta con la cámara. Para reforzar la amenaza, dama Circe se sacó una bolsita de cristales mágicos del escote, que se deducía eran las baterías de la cámara. Se puso a hacer fotos a todos los presentes. Quería hacer una de grupo, pero aún quedaba alguien más.

-¡Campanilla, date prisa o subimos a por ti!- gritó Jau a las escaleras

Nasher, a diferencia de Giz, estaba en su salsa. Lle encantaba estar rodeado de gente, y aún más de gente de buen humor y buen ver. Le faltaban ojos para estudiar todos los vestidos, las joyas brillantes, las telas y los estilos de todos. Él llevaba unos pantalones anchos ceñidos a los tobillos de una seda del mismo azul que el pelo de Giz. Era un atuendo bastante sencillo de no ser por su piel, en la que había reproducido el cielo de Asrena por la noche. Cuando Giz se acercó a él aprovechó para rodearlo con los brazos y darle un beso en la sien, moviéndose con nerviosismo de un lado a otro. Quería salir ya.

De hecho, todos querían salir ya. Circe se quejaba de tener hambre, pues había ayunado todo el día para poder probar toda la comida del buffet. Cain temió que fuese a ayudar a Toima con su plan. Ariven se había aburrido de trollear a la parejita y se había acercado a Jack y Erika tratando de interponerse en su baile, robándole la bruja al vampiro y viceversa. Vivia sacaba fotos a todo, Mephis la perseguía tratando de conseguir alguna y Zedrig se mantenía al margen. No le gustaba demasiado el bullicio.

Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)

Burdel de dama Espasmo

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