Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
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- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/04/12, 08:52 pm
Por fin Dama Liviana responde y medito todo lo que me va diciendo... <<<El Consejo, cierto... Tengo que llevarme bien con ellos... ¿Guerra? Diantre... ¿Cómo voy a luchar en una guerra a plena luz del día? A no ser que alguien del Consejo sepa ayudarme con eso... Pero imagina conseguir tierras en Nubla o en algún otro... No me vendría mal, pero no adelantemos acontecimientos>>> Luego saca una piedra de algún bolsillo de su vestido y... <<<¡Flota! Por sí sola... Pero no parece hechizada...>>> Escucho su explicación y según va hablando me empiezo a imaginar edificios flotantes en medio de la ciudad, maravillado.
-Coincido...-interrumpo pero me callo para escuchar la enumeración que sigue.
<<<¿Los destruyeron o robaron? Malditos... Hay que recuperarlos, se trataba de eso, de devolverle a la ciudad su esplendor, ¿no?>>>
-Vale. Creo que he escuchado suficiente. Y sobre Alfa Necir... No lo logrará. Seguramente muera en el proceso, si es que logra subir a alguna de las lunas y llegar con energía suficiente.-me cruzo de brazos y miro ladeando la cabeza a Dama Liviana.-¿Y bien? ¿Qué he de hacer? El nublino me servirá por el día, dudo mucho que me traicione. En ese caso ya tomaría medidas.
Al poco detecto al nublino subiendo por las escaleras y aparece por la puerta, cargado de libros y caminando torpemente. No se le vería debajo de los libros si llevase un par más...
-Mi...
-Déjalos en la cama.
No le ayudo, solo le miro de reojo mientras los coloca como puede en la cama y mientras sigo esperando a que la dama responda. Este día ha empezado antes de lo previsto y dudo que pueda volver a dormirme... Ya veré qué hago...
-Coincido...-interrumpo pero me callo para escuchar la enumeración que sigue.
<<<¿Los destruyeron o robaron? Malditos... Hay que recuperarlos, se trataba de eso, de devolverle a la ciudad su esplendor, ¿no?>>>
-Vale. Creo que he escuchado suficiente. Y sobre Alfa Necir... No lo logrará. Seguramente muera en el proceso, si es que logra subir a alguna de las lunas y llegar con energía suficiente.-me cruzo de brazos y miro ladeando la cabeza a Dama Liviana.-¿Y bien? ¿Qué he de hacer? El nublino me servirá por el día, dudo mucho que me traicione. En ese caso ya tomaría medidas.
Al poco detecto al nublino subiendo por las escaleras y aparece por la puerta, cargado de libros y caminando torpemente. No se le vería debajo de los libros si llevase un par más...
-Mi...
-Déjalos en la cama.
No le ayudo, solo le miro de reojo mientras los coloca como puede en la cama y mientras sigo esperando a que la dama responda. Este día ha empezado antes de lo previsto y dudo que pueda volver a dormirme... Ya veré qué hago...
- Administración
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/04/12, 11:26 pm
-Vale, veo que pareces tenerlo controlado -susurró rápidamente dama Liviana. Ponía cada palabra en un hálito de brisa para distorsionarlas a los oídos de Elunin. Luego volvió a hablar con normalidad-. Gracias, varanublino -dijo cogiendo su libro de entre la pila-. Puedes irte -hizo un digno gesto con la mano en dirección a la puerta pero lo interrumpió de pronto y se la llevó a la boca a modo de disculpa-. Perdón, es la costumbre -dama Liviana soltó una risita incómoda-. Bueno, he de irme ya, nos vemos en Varanublagálago... o no -bromeó mirando al nublino. A pesar de que no volvió a atacar el prestigio ni el crédito de sus líderes resaltando lo dudoso que era que pudiera llegar a construirse el edificio, le dirigió una amplia sonrisa enigmática con la evidente intención de perturbarlo.
-Por cierto, veo que habéis tenido este sitio trabajando de nuevo -dijo con una sonrisa, confiada-. Seguro que alguien no se ha aburrido nada estos días.
Acto seguido, salió al pasillo abriendo poco la puerta y se fue flotando por la primera ventana que encontró.
-Por cierto, veo que habéis tenido este sitio trabajando de nuevo -dijo con una sonrisa, confiada-. Seguro que alguien no se ha aburrido nada estos días.
Acto seguido, salió al pasillo abriendo poco la puerta y se fue flotando por la primera ventana que encontró.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
13/04/12, 03:37 pm
No respondo al comentario sobre el contro del nublino pero sonrío cuando le dice gracias. Este ya no está receloso sino que rápidamente inclina la cabeza y me mira, nervioso, cuando Dama Liviana le ordena irse.
-No es necesario, quédate.-luego miro a la dama y respondo en un tono neutro.-Disculpas aceptadas.
Por fin empieza a despedirse, pero no puede irse sin más, no, tiene que seguir diciendo lo que ambos sabemos delante de mi nublino. ¿Qué pretende?
-¿Mi.. mi señora irá a Varanublagálago? Sería maravilloso que nos acompañase a mi Señor y a mí.
¿Qué está diciendo? Nadie ha puesto el burdel a funcionar de nuevo, que yo sepa. Aún seguimos viviendo Cain, Vac, Elliot, Eliel y yo, bueno, y el nublino ahora. No hay nadie más y nadie de nosotros vende sus servicios... ¿A qué vino eso?
-Un momento...-empiezo, para resolver mis dudas, pero Dama Liviana es más rápida y tras despedirse, sale al pasillo, unos segundos después de que yo me aleje del haz de luz del pasillo-Síguela y dime por dónde sale.-le ordeno al nublino
-Sí, mi señor.
-¡Corre!-le grito, ya que tarda en reaccionar.
Elunin se apresura y lo oigo y huelo correteando por el pasillo, hasta que se detiene y vuelve. Oculto en la oscuridad del dormitorio, le veo entrar y cuando cierra la puerta tras de sí, ladeo la cabeza interrogativamente.
-Salió por una ventana, mi Señor
-Bien.-concedo, despegándome de la pared y sentándome en la cama.
Miro a la ventana y niego con la cabeza: aún es de día y falta mucho para el anochecer, ¿qué hacemos ahora? El nublino no estará cansado, no lo aparenta... ¡Eso!
-Dime tu nombre.
-Elunin, mi Señor.
-Elunin...-repito, como si paladease cada letra.-Me gusta.-le digo sonriendo.-Y ahora... A dormir. Yo hago vida nocturna, así que tú harás vida nocturna.
-Pero... No tengo sueño, mi Señor.-responde dubitativo
-Ya lo sé.
Salto de la cama y descuelgo unas de las pieles de las paredes, las extiendo en el suelo y luego me tumbo sobre una.
-Harás ejercicio hasta que estés cansado, luego comerás y te dormirás. Además, si vas a ser mi Servidor, necesito un servidor fuerte y resistente. Ven.
-¿Ejercicio? Pe...pero...En Varanubla no... no hacemos ejercicio, mi Señor-responde como tenía previsto.
-No me constestes. Estás en Rocavarancolia. Obedece.-le digo duramente sin posibilidad de réplica.
El nublino acaba tumbándose en la otra piel y yo empiezo a hacer series de flexiones y abdominales sin esfuerzo ninguno, mientras Elunin me imita como puede. <<<También podríamos hacer prácticas con espada y escudo. La magia... dudo que sea apto para la magia>>>
-No es necesario, quédate.-luego miro a la dama y respondo en un tono neutro.-Disculpas aceptadas.
Por fin empieza a despedirse, pero no puede irse sin más, no, tiene que seguir diciendo lo que ambos sabemos delante de mi nublino. ¿Qué pretende?
-¿Mi.. mi señora irá a Varanublagálago? Sería maravilloso que nos acompañase a mi Señor y a mí.
¿Qué está diciendo? Nadie ha puesto el burdel a funcionar de nuevo, que yo sepa. Aún seguimos viviendo Cain, Vac, Elliot, Eliel y yo, bueno, y el nublino ahora. No hay nadie más y nadie de nosotros vende sus servicios... ¿A qué vino eso?
-Un momento...-empiezo, para resolver mis dudas, pero Dama Liviana es más rápida y tras despedirse, sale al pasillo, unos segundos después de que yo me aleje del haz de luz del pasillo-Síguela y dime por dónde sale.-le ordeno al nublino
-Sí, mi señor.
-¡Corre!-le grito, ya que tarda en reaccionar.
Elunin se apresura y lo oigo y huelo correteando por el pasillo, hasta que se detiene y vuelve. Oculto en la oscuridad del dormitorio, le veo entrar y cuando cierra la puerta tras de sí, ladeo la cabeza interrogativamente.
-Salió por una ventana, mi Señor
-Bien.-concedo, despegándome de la pared y sentándome en la cama.
Miro a la ventana y niego con la cabeza: aún es de día y falta mucho para el anochecer, ¿qué hacemos ahora? El nublino no estará cansado, no lo aparenta... ¡Eso!
-Dime tu nombre.
-Elunin, mi Señor.
-Elunin...-repito, como si paladease cada letra.-Me gusta.-le digo sonriendo.-Y ahora... A dormir. Yo hago vida nocturna, así que tú harás vida nocturna.
-Pero... No tengo sueño, mi Señor.-responde dubitativo
-Ya lo sé.
Salto de la cama y descuelgo unas de las pieles de las paredes, las extiendo en el suelo y luego me tumbo sobre una.
-Harás ejercicio hasta que estés cansado, luego comerás y te dormirás. Además, si vas a ser mi Servidor, necesito un servidor fuerte y resistente. Ven.
-¿Ejercicio? Pe...pero...En Varanubla no... no hacemos ejercicio, mi Señor-responde como tenía previsto.
-No me constestes. Estás en Rocavarancolia. Obedece.-le digo duramente sin posibilidad de réplica.
El nublino acaba tumbándose en la otra piel y yo empiezo a hacer series de flexiones y abdominales sin esfuerzo ninguno, mientras Elunin me imita como puede. <<<También podríamos hacer prácticas con espada y escudo. La magia... dudo que sea apto para la magia>>>
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
13/04/12, 04:02 pm
Cain besó el cuello de Elliot mientras ella hablaba, soltando bufidos burlones y risillas cínicas en algunos casos.
-No te gustans los huéspedes? Qué lástima, porque tengo intención de volver a poner esto en funcionamiento, y como se te pase por la cabeza agredir a alguno de nuestros clientes tendré que encerrarte más a menudo.- le advirtió.
Tenían muchas formas de conseguir dinero, pero poner el burdel en funcionamiento, ya fuera como hostal, como casa de comidas o como burdel precisamente era la más cómoda y le dejaba tiempo para ocuparse de otras cosas. Tan solo tendría que atender a los clientes cuando estos reclamasen su presencia, supervisar las comidas y ya, de lo demás podrían ocuparse sus demonios.
-Y pensé que estando en un trío serías un poco más abierta de mente, además que tú seas incapaz de resistirte a los encantos de ese pobre chico no es su culpa... Y tampoco te morirías por dejarte llevar ¿Qué es lo peor que te podría pasar? ¿No poder sentarte en una semana?- se burló Cain, dándole un lametón a Elliot en el hombro antes de dejarla en el suelo.
Ya que la dullahan no tenía ninguna intención de proponer algun entretenimiento, y Cain no estaba por la labor de ponerle a la chica las cosas en bandeja, decidió que saldría a dar una vuelta por su cuenta y ya ella vería si acompañarle o no. Se acercó a uno de los espejos y tomó un botecito de khol para pintarse su ojo sano, como siempre hacía antes de salir. Se cubrió de amuletos, chasqueó los dedos para llamar a Fresser y salió al recibidor, atravesando el muro falso que se evaporó al roce.
-No pienso compensarte con nada- le dijo Cain, desafiante mientras bajaba las escaleras, curvando su boca en una sonrisa maliciosa.- No voy a premiarte cada vez que no matas a alguien como si fueses algún tipo de bestia, y más is es alguien a quien sencillamente no debes matar.
Llegó al recibidor y el portero le informó de una visita. Era una visita para Jack así que no pidió detalles, él sabría a quien deja entrar. Salió a la calle y esperó un rato para ver si Elliot bajaba también. últimamente estaba algo hostil con la chica y eso no le gustaba... pero tampoco la actitud arrogante que estaba tomando ella le gustaba lo más mínimo. Una parte de él deseaba que cualquier día alguien le diese un buen rapapolvo... algo que le demuestre que por muy poderosa que sea, siemrpe habrá alguien más poderoso...
-No te gustans los huéspedes? Qué lástima, porque tengo intención de volver a poner esto en funcionamiento, y como se te pase por la cabeza agredir a alguno de nuestros clientes tendré que encerrarte más a menudo.- le advirtió.
Tenían muchas formas de conseguir dinero, pero poner el burdel en funcionamiento, ya fuera como hostal, como casa de comidas o como burdel precisamente era la más cómoda y le dejaba tiempo para ocuparse de otras cosas. Tan solo tendría que atender a los clientes cuando estos reclamasen su presencia, supervisar las comidas y ya, de lo demás podrían ocuparse sus demonios.
-Y pensé que estando en un trío serías un poco más abierta de mente, además que tú seas incapaz de resistirte a los encantos de ese pobre chico no es su culpa... Y tampoco te morirías por dejarte llevar ¿Qué es lo peor que te podría pasar? ¿No poder sentarte en una semana?- se burló Cain, dándole un lametón a Elliot en el hombro antes de dejarla en el suelo.
Ya que la dullahan no tenía ninguna intención de proponer algun entretenimiento, y Cain no estaba por la labor de ponerle a la chica las cosas en bandeja, decidió que saldría a dar una vuelta por su cuenta y ya ella vería si acompañarle o no. Se acercó a uno de los espejos y tomó un botecito de khol para pintarse su ojo sano, como siempre hacía antes de salir. Se cubrió de amuletos, chasqueó los dedos para llamar a Fresser y salió al recibidor, atravesando el muro falso que se evaporó al roce.
-No pienso compensarte con nada- le dijo Cain, desafiante mientras bajaba las escaleras, curvando su boca en una sonrisa maliciosa.- No voy a premiarte cada vez que no matas a alguien como si fueses algún tipo de bestia, y más is es alguien a quien sencillamente no debes matar.
Llegó al recibidor y el portero le informó de una visita. Era una visita para Jack así que no pidió detalles, él sabría a quien deja entrar. Salió a la calle y esperó un rato para ver si Elliot bajaba también. últimamente estaba algo hostil con la chica y eso no le gustaba... pero tampoco la actitud arrogante que estaba tomando ella le gustaba lo más mínimo. Una parte de él deseaba que cualquier día alguien le diese un buen rapapolvo... algo que le demuestre que por muy poderosa que sea, siemrpe habrá alguien más poderoso...
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
21/04/12, 01:33 am
Cuando nos despertamos hace horas, Elunin ya acostumbrado a mi horario, ambos desayunamos, cada uno a su manera, y luego seguimos con los entrenamientos del nublino, para acabar con su parte sedentaria pero sin extenuarle mucho. Le conseguí una espada corta y un escudo circular y también le fabriqué petos y una armadura muy ligera con pieles y huesos, reforzando las costuras con magia. Aunque le costó aceptarlo todo, al final se lo quedó con una amplia sonrisa pero sin atreverse aún a empuñar la espada. <<< En el entrenamiento en la bahía le apuntaré a esgrima contra mí, quiera o no >>>
Después de la sesión de ejercicio le ordené que bajase a la cocina y les dijese a los diablillos que quería comer, pero de nuevo volvió asustado e intimidado por la idea de ordenar algo. Ains... Así pues le ordené que les dijera d mi parte que preparasen algo de comida para cuando volviésemos de la terma. Elunin volvió al poco y me preguntó que qué era una terma. Una imagen vale más que mil palabras, así que le dije que cogiera la ropa con la que vino de Nubla (limpia) y yo, que entrenaba con unos pantalones cortos, cogí mi ropa normal para después bajar a las termas. Al nublino le encantó el lugar nada más penetrar en la cálida atmósfera pero noté que algo iba mal en cuanto me desnudé y cogí una toalla para después: se había quedado como congelado en el sitio.
-¿Qué haces ahí parado? Te vas a enfriar con el sudor y a resfriarte. Ven, tienes que lavarte.-pero al no haber respuesta me acerco a él y en un tono conciliador sigo hablándole.-A ver, Elunin... Tenemos que ir al entrenamiento, ¿pero no querrás resfriarte e ir sudando? Sigo siendo yo, sin la ropa, pero soy yo.
-S...sí, Señor, pe...
-¿Pero? Pero nada. No puedes lavarte con la ropa puesta. Venga. Esto es Rocavarancolia. Vamos, ven.-insisto, tirando de él hacia las sillas para enjabonarse.
Al final cede y aunque la situación es un tanto extraña, se acaba quitando el kimono y lo dejo a salvo junto con mi ropa. Evito mirar su desnuda figura mientras hay contacto visual con él, para no incomodarlo.
-Muy bien. Ahora siéntate y enjabónate, yo haré lo mismo. Y luego te va a gustar bañarte, ya verás.
-Va...vale, mi Señor.
Armado con el jabón y luego con el cubo de agua, acabo en apenas unos segundos y tras enjuagarme, recojo lo empleado para a continuación zambullirme con lentitud en la poza, sonriendo y disfrutando de la sensación. ¿Elunin? Estará terminando, no lo sé porque le doy la espalda.
-Señor, ya he terminado... ¿Subo y preparo las cosas del entrenamiento?
Me giro, cruzo los brazos en el borde y apoyo la barbilla en estos, medio a flote el resto del cuerpo.
-No. Ven aquí.
Pero como veo que, ya enjuagado y chorreando todavía, no se mueve, está tan quieto que ni parece que respire, pues salgo de un salto de la poza y sin que pueda evitarlo, lo cojo con un abrazo y me sumerjo con él hasta que el agua cubre nuestras cabezas para salir al segundo. Tiene cierta expresión de espanto, así que lo siento en los escalones y me quedo flotando frente a él sin tocarlo y señalando el lugar y a nosotros mientras hablo.
-Mira, Elunin. No ha pasado nada. Estamos en mi hogar, en Rocavarancolia, en una poza termal, los dos solos. El agua está perfecta, la temperatura genial, ¿no sientes cómo te relaja?-Cómo va a sentirlo, está en tensión... no todo su menudo cuerpo pero casi.-Relájate, Elunin. Eres mío, estás a salvo conmigo. Solo es agua. ¿Que estamos desnudos? Sí, pero es natural. Mira, si hasta somos parecidos, solo cambia el color de la piel y la altura.-sigo diciéndole con una sonrisa, tomando sus manos y comparándolas con las mías, luego los dedos.-¿Ves? Y ahora relájate, vamos. Disfruta del momento...-acabo susurrando y hundiéndome de nuevo del todo cuando le veo asentir.
Me alejo y me voy hacia el borde sin sacar la cabeza hasta que veo cómo baja al siguiente escalón y se sumerje hasta el cuello. Cuando me fijo en su cuerpo, más concretamente en la zona de las arterias, no puedo evitar estremecerme y casi doy una calada de agua, saliendo a flote tosiendo sin mayor problema. Pero el nublino se ha horrorizado y rápidamente vuelvo a su encuentro
-Eh, eh, tranquilo, estoy bien. ¿Y tú?
-Bi...bien si lo está mi Señor.
-No. Tú tienes que estar bien por tu cuenta. De nuevo. Di lo que quieras, sin miedo. Venga.
-Estoy... bien. Me encanta el agua, el sitio... todo. Pero... pero lamento el comportamiento de antes...
-Ese es mi Elunin. Lo de antes se olvida, no volverá a suceder. Y ahora ve, nada un poco para mover la musculatura.
Cambiamos de posición y le observo yendo de un borde al otro, o bien dando vueltas sin miedo excepto en el punto más lejano con respecto a mí. Y en una de las vueltas, cuando me da la espalda, me escurro hasta el fondo y me quedo abajo unos segundos, disfrutando de la calidez que emana toda la poza, con los ojos cerrados, casi sintiendo que el cuerpo no me pertenece: solo soy yo y el agua.
Pero un chapoteo nervioso sobre mi cabeza me devuelve a la realidad y veo al nublino nadando en círculos y sumergiendo la cabeza para mirarme cada dos segundos. No da para sustos el pobre... <<< Buena idea... >>> Doy un rápido pataleo y salgo a flote pero arrastrando al nublino en mis brazos, cogiéndole por la espalda con fuerza pero no demasiada y dejando mi barbilla en su hombro derecho, para después llegar a los escalones y sentarnos, aún con él cogido, pero acabamos flotando y tumbados.
-No te voy a soltar hasta que dejes de temblar. Venga, tranquilo, tranquilízate.
Nos quedamos un rato así, sin soltar el brazo y acariciándole el cuerpo desnudo con la otra mano mientras aprisiono su hombro con mi barbilla, aspirando todo el aroma de su ser, su sangre, nuestros cuerpos húmedos y el vapor del lugar. Estoy tan relajado, atontado, que no me percato de que ha dejado de temblar hasta que noto su aliento en mi rostro: giró la cabeza y me miraba, con una expresión totalmente natural... ¡y sonriente! <<< Bien, es un progreso >>>
-Mi Señor se había dormido.
-Oh... Es que se está tan bien aquí...-digo en un suspiro mirando nuestro reflejo en el agua.
-Si mi Señor está a gus... Corrijo. Estoy a gusto aquí con mi Señor...-dice, sacándome una sonrisa.- Y es mejorable...-dice de pronto, sin dejar de mirarme, para después ofrecerme su cuello.
<<< Si le mordiera ahora... Creo que no saldríamos de la poza hasta acabar exhaustos... >>>
-No... No ahora, tenemos que ir a entrenar, ¿recuerdas? Necesitas todas tus fuerzas...
-Mi Señor no parece listo para entrenar, ¿no crees?
-Ja, ja. No, en serio, tenemos que irnos.
Elunin vuelve a mirarme y asiente, pero yo aprovecho para cogerle de la nuca y sin que pueda evitarlo agarro sus labios con los míos, arañando con los colmillos tanto los suyos como los míos, para probar su sangre y que luego cicatricen las heridas. Pero como no se resiste ni se debate y se entrega, yo tampoco puedo evitarlo y lo beso y muerdo varias veces, lamiendo luego las gotitas pero sin atreverme a ir más allá de los labios. Las manos, antes perdidas por los recovecos de su arrugado cuerpo, ahora se apoyan en su pecho y me separo de él, no sin antes dejar que mi sangre bañe sus heridas. Sacudo la cabeza y cuento hasta diez mentalmente para intentar relajarme. Casi pierdo el control.
-¿Estás...-empiezo, cuando baja el ritmo de la respiración.
-Bien, mi Señor... No te preocupes...-pero compruebo sonriente que también está agitado.
De pronto doy dos palmadas y salgo de la poza, le cojo en volandas y le ayudo a secarse a velocidad de vértigo. Y una vez ya vestidos subimos a cenar, yo mis copas de sangre y él un filete rodeado de verduras nublinas de una breve incursión que hice solo para eso.
-Son... son...
-No sé el nombre pero sí, son de allí.
-Gracias...-susurra emocionado pero le callo con un fugaz beso en los labios.
-Come o te como.-bromeo luego, consiguiendo que se ría.
Y cuando terminamos de cenar, nos armamos cada uno con lo suyo y tras despedirnos de los diablillos y el guardia ponemos camino hacia la Bahía, como cada noche, contándole lo poco que sé sobre la ciudad y sobre lo que me pregunta...
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
Después de la sesión de ejercicio le ordené que bajase a la cocina y les dijese a los diablillos que quería comer, pero de nuevo volvió asustado e intimidado por la idea de ordenar algo. Ains... Así pues le ordené que les dijera d mi parte que preparasen algo de comida para cuando volviésemos de la terma. Elunin volvió al poco y me preguntó que qué era una terma. Una imagen vale más que mil palabras, así que le dije que cogiera la ropa con la que vino de Nubla (limpia) y yo, que entrenaba con unos pantalones cortos, cogí mi ropa normal para después bajar a las termas. Al nublino le encantó el lugar nada más penetrar en la cálida atmósfera pero noté que algo iba mal en cuanto me desnudé y cogí una toalla para después: se había quedado como congelado en el sitio.
-¿Qué haces ahí parado? Te vas a enfriar con el sudor y a resfriarte. Ven, tienes que lavarte.-pero al no haber respuesta me acerco a él y en un tono conciliador sigo hablándole.-A ver, Elunin... Tenemos que ir al entrenamiento, ¿pero no querrás resfriarte e ir sudando? Sigo siendo yo, sin la ropa, pero soy yo.
-S...sí, Señor, pe...
-¿Pero? Pero nada. No puedes lavarte con la ropa puesta. Venga. Esto es Rocavarancolia. Vamos, ven.-insisto, tirando de él hacia las sillas para enjabonarse.
Al final cede y aunque la situación es un tanto extraña, se acaba quitando el kimono y lo dejo a salvo junto con mi ropa. Evito mirar su desnuda figura mientras hay contacto visual con él, para no incomodarlo.
-Muy bien. Ahora siéntate y enjabónate, yo haré lo mismo. Y luego te va a gustar bañarte, ya verás.
-Va...vale, mi Señor.
Armado con el jabón y luego con el cubo de agua, acabo en apenas unos segundos y tras enjuagarme, recojo lo empleado para a continuación zambullirme con lentitud en la poza, sonriendo y disfrutando de la sensación. ¿Elunin? Estará terminando, no lo sé porque le doy la espalda.
-Señor, ya he terminado... ¿Subo y preparo las cosas del entrenamiento?
Me giro, cruzo los brazos en el borde y apoyo la barbilla en estos, medio a flote el resto del cuerpo.
-No. Ven aquí.
Pero como veo que, ya enjuagado y chorreando todavía, no se mueve, está tan quieto que ni parece que respire, pues salgo de un salto de la poza y sin que pueda evitarlo, lo cojo con un abrazo y me sumerjo con él hasta que el agua cubre nuestras cabezas para salir al segundo. Tiene cierta expresión de espanto, así que lo siento en los escalones y me quedo flotando frente a él sin tocarlo y señalando el lugar y a nosotros mientras hablo.
-Mira, Elunin. No ha pasado nada. Estamos en mi hogar, en Rocavarancolia, en una poza termal, los dos solos. El agua está perfecta, la temperatura genial, ¿no sientes cómo te relaja?-Cómo va a sentirlo, está en tensión... no todo su menudo cuerpo pero casi.-Relájate, Elunin. Eres mío, estás a salvo conmigo. Solo es agua. ¿Que estamos desnudos? Sí, pero es natural. Mira, si hasta somos parecidos, solo cambia el color de la piel y la altura.-sigo diciéndole con una sonrisa, tomando sus manos y comparándolas con las mías, luego los dedos.-¿Ves? Y ahora relájate, vamos. Disfruta del momento...-acabo susurrando y hundiéndome de nuevo del todo cuando le veo asentir.
Me alejo y me voy hacia el borde sin sacar la cabeza hasta que veo cómo baja al siguiente escalón y se sumerje hasta el cuello. Cuando me fijo en su cuerpo, más concretamente en la zona de las arterias, no puedo evitar estremecerme y casi doy una calada de agua, saliendo a flote tosiendo sin mayor problema. Pero el nublino se ha horrorizado y rápidamente vuelvo a su encuentro
-Eh, eh, tranquilo, estoy bien. ¿Y tú?
-Bi...bien si lo está mi Señor.
-No. Tú tienes que estar bien por tu cuenta. De nuevo. Di lo que quieras, sin miedo. Venga.
-Estoy... bien. Me encanta el agua, el sitio... todo. Pero... pero lamento el comportamiento de antes...
-Ese es mi Elunin. Lo de antes se olvida, no volverá a suceder. Y ahora ve, nada un poco para mover la musculatura.
Cambiamos de posición y le observo yendo de un borde al otro, o bien dando vueltas sin miedo excepto en el punto más lejano con respecto a mí. Y en una de las vueltas, cuando me da la espalda, me escurro hasta el fondo y me quedo abajo unos segundos, disfrutando de la calidez que emana toda la poza, con los ojos cerrados, casi sintiendo que el cuerpo no me pertenece: solo soy yo y el agua.
Pero un chapoteo nervioso sobre mi cabeza me devuelve a la realidad y veo al nublino nadando en círculos y sumergiendo la cabeza para mirarme cada dos segundos. No da para sustos el pobre... <<< Buena idea... >>> Doy un rápido pataleo y salgo a flote pero arrastrando al nublino en mis brazos, cogiéndole por la espalda con fuerza pero no demasiada y dejando mi barbilla en su hombro derecho, para después llegar a los escalones y sentarnos, aún con él cogido, pero acabamos flotando y tumbados.
-No te voy a soltar hasta que dejes de temblar. Venga, tranquilo, tranquilízate.
Nos quedamos un rato así, sin soltar el brazo y acariciándole el cuerpo desnudo con la otra mano mientras aprisiono su hombro con mi barbilla, aspirando todo el aroma de su ser, su sangre, nuestros cuerpos húmedos y el vapor del lugar. Estoy tan relajado, atontado, que no me percato de que ha dejado de temblar hasta que noto su aliento en mi rostro: giró la cabeza y me miraba, con una expresión totalmente natural... ¡y sonriente! <<< Bien, es un progreso >>>
-Mi Señor se había dormido.
-Oh... Es que se está tan bien aquí...-digo en un suspiro mirando nuestro reflejo en el agua.
-Si mi Señor está a gus... Corrijo. Estoy a gusto aquí con mi Señor...-dice, sacándome una sonrisa.- Y es mejorable...-dice de pronto, sin dejar de mirarme, para después ofrecerme su cuello.
<<< Si le mordiera ahora... Creo que no saldríamos de la poza hasta acabar exhaustos... >>>
-No... No ahora, tenemos que ir a entrenar, ¿recuerdas? Necesitas todas tus fuerzas...
-Mi Señor no parece listo para entrenar, ¿no crees?
-Ja, ja. No, en serio, tenemos que irnos.
Elunin vuelve a mirarme y asiente, pero yo aprovecho para cogerle de la nuca y sin que pueda evitarlo agarro sus labios con los míos, arañando con los colmillos tanto los suyos como los míos, para probar su sangre y que luego cicatricen las heridas. Pero como no se resiste ni se debate y se entrega, yo tampoco puedo evitarlo y lo beso y muerdo varias veces, lamiendo luego las gotitas pero sin atreverme a ir más allá de los labios. Las manos, antes perdidas por los recovecos de su arrugado cuerpo, ahora se apoyan en su pecho y me separo de él, no sin antes dejar que mi sangre bañe sus heridas. Sacudo la cabeza y cuento hasta diez mentalmente para intentar relajarme. Casi pierdo el control.
-¿Estás...-empiezo, cuando baja el ritmo de la respiración.
-Bien, mi Señor... No te preocupes...-pero compruebo sonriente que también está agitado.
De pronto doy dos palmadas y salgo de la poza, le cojo en volandas y le ayudo a secarse a velocidad de vértigo. Y una vez ya vestidos subimos a cenar, yo mis copas de sangre y él un filete rodeado de verduras nublinas de una breve incursión que hice solo para eso.
-Son... son...
-No sé el nombre pero sí, son de allí.
-Gracias...-susurra emocionado pero le callo con un fugaz beso en los labios.
-Come o te como.-bromeo luego, consiguiendo que se ría.
Y cuando terminamos de cenar, nos armamos cada uno con lo suyo y tras despedirnos de los diablillos y el guardia ponemos camino hacia la Bahía, como cada noche, contándole lo poco que sé sobre la ciudad y sobre lo que me pregunta...
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
05/05/12, 10:42 pm
Cain abrió los ojos perezosamente y levantó la cabeza. Había estado casi una hora sumergido en la poza y uno de sus sirvientes reclamaba su atención. La noticia le hizo dar un salto y salir de la poza a toda prisa, casi resbalando en el suelo mojado.
-¿Cómo que ha vuelto y está en la taberna??- preguntó incrédulo al informador mientras varias sirvientas le secaban y vestían.- ¿Y al muy mamón no se le ha ocurrido venir a casa antes?
No se lo podía creer. Que Elliot, en su cabezonería, se pasase días fuera sin dar señales de vida y luego volviera como si nada... vale, ella era así... Pero que Vacuum estuviese meses sin aparecer por casa, perdido por otros mundos, y que nada mas volver lo primero que haga sea meterse en una puta taberna??? ¡¡¡Y sin llamarles!!! Cain siseó varias maldiciones y despidió a su servidumbre ya vestido, para subir al estudio.
Llevaba unos pantalones oscuros y un chaleco largo abierto y atado por varios cinturones, sus botas casi destrozadas y sus amuletos, con el anticristo entre los dientes, sufriendo su ira. Los nuevos tatuajes repartidos por sus brazos y manos centellearon ligeramente, todos círculos mágicos y símbolos de invocación de los demonios que más usaba. Cogió algo de oro y se acercó al espejo para mirarse.
-Ya que voy a salir, al menos estar presentable...- murmuró para sí, comprobando su reflejo. Volvía a tener el pelo largo, cortado a capas extrañas, casi a trasquilones, y con el flequillo cubriéndole el parche oscuro que protegía su ojo dañado. Del sano se habían apoderado las tinieblas, tiñendo de negro el blanco y haciendo brillar el dorado de forma siniestra..- Pues perfecto.- sonrió.
Bajó con su sonrisa falsa y caminó a paso tranquilo pero tenso hacia la taberna.
-Se va a cagar...
-¿Cómo que ha vuelto y está en la taberna??- preguntó incrédulo al informador mientras varias sirvientas le secaban y vestían.- ¿Y al muy mamón no se le ha ocurrido venir a casa antes?
No se lo podía creer. Que Elliot, en su cabezonería, se pasase días fuera sin dar señales de vida y luego volviera como si nada... vale, ella era así... Pero que Vacuum estuviese meses sin aparecer por casa, perdido por otros mundos, y que nada mas volver lo primero que haga sea meterse en una puta taberna??? ¡¡¡Y sin llamarles!!! Cain siseó varias maldiciones y despidió a su servidumbre ya vestido, para subir al estudio.
Llevaba unos pantalones oscuros y un chaleco largo abierto y atado por varios cinturones, sus botas casi destrozadas y sus amuletos, con el anticristo entre los dientes, sufriendo su ira. Los nuevos tatuajes repartidos por sus brazos y manos centellearon ligeramente, todos círculos mágicos y símbolos de invocación de los demonios que más usaba. Cogió algo de oro y se acercó al espejo para mirarse.
-Ya que voy a salir, al menos estar presentable...- murmuró para sí, comprobando su reflejo. Volvía a tener el pelo largo, cortado a capas extrañas, casi a trasquilones, y con el flequillo cubriéndole el parche oscuro que protegía su ojo dañado. Del sano se habían apoderado las tinieblas, tiñendo de negro el blanco y haciendo brillar el dorado de forma siniestra..- Pues perfecto.- sonrió.
Bajó con su sonrisa falsa y caminó a paso tranquilo pero tenso hacia la taberna.
-Se va a cagar...
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
07/05/12, 07:22 pm
Vac llegó al burdel al cabo de un rato. Seguía cubierto de polvo y de sangre, ya seca, pero no parecía darse cuenta. Enfilo hacia la puerta con paso rápido, pero a medida que se acercaba al edificio que hacia tanto que no veía, fue perdiendo fuelle. ¿Qué iba a decir?, ¿como se iba a disculpar?. No sabía como afrontarlo, el sabia que había obrado mal, que había hecho el idiota... ¿pero como solucionarlo?. Toda la vida había estado solo,, y desde que había llegado a la ciudad eso había cambiado, sin embargo, a veces, sin poder evitarlo, buscaba esa soledad que había perdido y que aunque no echaba de menos, llevaba muy dentro de él.
Primero sus compañeros de torreón, y después Cain y Elliot, todos ellos habían eliminado ese sentimiento... pero en esencia, formaba parte de él, y a veces no lo podía controlar. Normalmente, pequeños gestos como la abstracción, o su habitual empanamiento, le servían, pero aquella vez había ido demasiado lejos, había estado mucho tiempo fuera de casa, y no sabia como justificarlo, ya que el mismo no lo entendía.
Era cierto que los viajes habían sido muy provechosos, había aprendido muchas cosas, había conseguido magia, y había traído cosas interesantes; pero el hecho de que había sido mucho tiempo seguía ahí, por muchos beneficios que le hubieran acarreado los viajes. Ya había vuelto, pero esta vez la había pifiado pero bien.
Ahora tenía que justificar una parte de si mismo que ni siquiera el comprendía del todo... ¿como se hacia eso?. El hado sacudió la cabeza furioso por dudar de su resolución y abrió la puerta con celeridad... pero el italiano no estaba en casa, lo sabía, no detectaba su presencia en el edificio. Vac buscó con la mirada y se acercó al portero, que leía en una esquina. Le saludo y le pregunto por el paradero de su amo.
-Esta en los acantilados, chico -le contesto tras unos instantes.
El hado le dio las gracias y volvió a salir a la calle. Una vez al aire libre silbó tres notas y espero. Feliks no tardó nada en bajar del tejado, y cuando estuvo a su altura, el chico se encaramó a su espalda, pidiéndole a continuación que le llevara a los acantilados. Mientras volaba hacia su destino, pensó que seguramente Elliot también estaría enfadada, pero tenía que arreglarlo primero con Cain, si discutía con los dos no sabría como arreglarlo, y no quería perderles.
Continúa en los Acantilados.
Primero sus compañeros de torreón, y después Cain y Elliot, todos ellos habían eliminado ese sentimiento... pero en esencia, formaba parte de él, y a veces no lo podía controlar. Normalmente, pequeños gestos como la abstracción, o su habitual empanamiento, le servían, pero aquella vez había ido demasiado lejos, había estado mucho tiempo fuera de casa, y no sabia como justificarlo, ya que el mismo no lo entendía.
Era cierto que los viajes habían sido muy provechosos, había aprendido muchas cosas, había conseguido magia, y había traído cosas interesantes; pero el hecho de que había sido mucho tiempo seguía ahí, por muchos beneficios que le hubieran acarreado los viajes. Ya había vuelto, pero esta vez la había pifiado pero bien.
Ahora tenía que justificar una parte de si mismo que ni siquiera el comprendía del todo... ¿como se hacia eso?. El hado sacudió la cabeza furioso por dudar de su resolución y abrió la puerta con celeridad... pero el italiano no estaba en casa, lo sabía, no detectaba su presencia en el edificio. Vac buscó con la mirada y se acercó al portero, que leía en una esquina. Le saludo y le pregunto por el paradero de su amo.
-Esta en los acantilados, chico -le contesto tras unos instantes.
El hado le dio las gracias y volvió a salir a la calle. Una vez al aire libre silbó tres notas y espero. Feliks no tardó nada en bajar del tejado, y cuando estuvo a su altura, el chico se encaramó a su espalda, pidiéndole a continuación que le llevara a los acantilados. Mientras volaba hacia su destino, pensó que seguramente Elliot también estaría enfadada, pero tenía que arreglarlo primero con Cain, si discutía con los dos no sabría como arreglarlo, y no quería perderles.
Continúa en los Acantilados.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/05/12, 11:55 pm
El burdel bullía ante los ruidos de los huespedes, que paseaban de un lugar a otro en un incesante repiqueteo de sonidos exasperantes, pero sin embargo, Elliot lo notaba demasiado silencioso. Había voces y pasos, había risas y conversaciones... pero no era las que ella buscaba. En el cuarto, la niña se había despertado unas horas atrás y, sentada en la cama, escribía en la pequeña libreta que había convertido en su diario desde que el violinista se lo dijo. Durante esos meses, había aprendido a paliar la soledad en que le había dejado Vacuum, y la frialdad que se había instaurado entre ella y Cain mediante entrenamientos y actividades que le mantenian ocupada en todo momento. Cuando simplemente no tenia nada que hacer, hablaba con el dragón que trataba de enseñarle cuanto podía.
Elliot cerró la libreta de un golpe y se levantó dispuesta a volver al anfiteatro para continuar su entrenamiento, pero un sonido hizo que parara en seco. Un ave negra, enorme entró por la ventana y la primera reaccion de la niña fue hacer aparecer las cariocas sobre sus manos para defenderse de cualquier ataque... pero entonces se fijó mejor y vio algo familiar en el pajaro... Era imposible... "¡Feliks!" Exclamó la niña mentalmente mientras se acercaba. Creia que el corazón se le iba a salir del pecho. El Fenix había crecido tanto que sin duda no parecía el mismo. "Ha vuelto... Vacuum ha vuelto, está en casa" rió mientras se asomaba al balcón con demasiada esperanza. Poco tardó en darse cuenta de que Vacuum no iba a ir al burdel. "¿Por que no viene? ¿Que se supone que está haciendo que pueda ser mas importante que venir aqui?" Protestó la niña mientras se tumbaba en la cama. "Dale tiempo" Contestó una voz en su cabeza. "No, no hay tiempo que valga, el deberia estar aqui ya, conmigo." Enfadada, salió de la habitación y se sentó en una de los puff de la entrada, mirando a la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho, en una posicion que dejaba claro su estado de ánimo. La gente que pasaba por su lado podía notarlo, podia sentir el fuego que quemaba por dentro como si el aire se enrareciese a su alrededor. Evitaban acercarse, y lanzaban miradas de soslayo asegurándose de que la chica seguía inmovil.
"Sal a buscarle... pero no dejes que te vea" le pidió a Deatach con un tono demasiado monotono. El dragón asintió mentalmente y sin decir nada mas un humo pétreo se se coló a través de las puertas, donde el dragón tomó forma ascendiendo hasta quedar por encima de las nubes. Elliot había conseguido aprender a dividir sus pensamientos de modo que el dragón y ella no solo podían compartir sentimientos, sino tambien imagenes, sonidos, olores o sensaciones como si fuesen uno solo. Elliot observaba la ciudad que se extendía bajo el dragón a la vez que miraba la puerta del burdel.
Elliot pudo ver perfectamente a Vacuum entrar a la taberna y salir acompañado de ella por Cain. Pudo ver la discusión que mantuvieron e incluso pudo ver como Vacuum se acercaba al burdel, y llamaba a Feliks. Tambien pudo ver como el chico daba media vuelta y se iba por donde había venido sin dignarse a entrar, ni tan siquiera a decirle a alguno de los diablillos de Cain que se había pasado por aqui. Eso pudo con ella y con el poco autocontrol que le quedaba.
Se levantó de un salto, asustando a la mayoria de los presentes y, a grandes zancadas salió del burdel, cerrando las puertas con un golpe que seguro debería de haberse escuchado a kilometros de distancia.
El dragón le esperaba fuera, y sin decir nada, la niña se montó sobre él. Deatach alzó el vuelo rápidamente, contagiado por los sentimientos de la chica. "No le mates o luego lo lamentarás" Dijo en broma, pero tras las palabras podía notarse cierto temor a que realmente lo hiciese. "Matarlo sería demasiado facil... cuando le pille él mismo querrá estar muerto, te lo aseguro"
Sigue en losAcantilados.
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http://rocavarancolia.foroactivo.com/viewtopic.forum?t=402
Elliot cerró la libreta de un golpe y se levantó dispuesta a volver al anfiteatro para continuar su entrenamiento, pero un sonido hizo que parara en seco. Un ave negra, enorme entró por la ventana y la primera reaccion de la niña fue hacer aparecer las cariocas sobre sus manos para defenderse de cualquier ataque... pero entonces se fijó mejor y vio algo familiar en el pajaro... Era imposible... "¡Feliks!" Exclamó la niña mentalmente mientras se acercaba. Creia que el corazón se le iba a salir del pecho. El Fenix había crecido tanto que sin duda no parecía el mismo. "Ha vuelto... Vacuum ha vuelto, está en casa" rió mientras se asomaba al balcón con demasiada esperanza. Poco tardó en darse cuenta de que Vacuum no iba a ir al burdel. "¿Por que no viene? ¿Que se supone que está haciendo que pueda ser mas importante que venir aqui?" Protestó la niña mientras se tumbaba en la cama. "Dale tiempo" Contestó una voz en su cabeza. "No, no hay tiempo que valga, el deberia estar aqui ya, conmigo." Enfadada, salió de la habitación y se sentó en una de los puff de la entrada, mirando a la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho, en una posicion que dejaba claro su estado de ánimo. La gente que pasaba por su lado podía notarlo, podia sentir el fuego que quemaba por dentro como si el aire se enrareciese a su alrededor. Evitaban acercarse, y lanzaban miradas de soslayo asegurándose de que la chica seguía inmovil.
"Sal a buscarle... pero no dejes que te vea" le pidió a Deatach con un tono demasiado monotono. El dragón asintió mentalmente y sin decir nada mas un humo pétreo se se coló a través de las puertas, donde el dragón tomó forma ascendiendo hasta quedar por encima de las nubes. Elliot había conseguido aprender a dividir sus pensamientos de modo que el dragón y ella no solo podían compartir sentimientos, sino tambien imagenes, sonidos, olores o sensaciones como si fuesen uno solo. Elliot observaba la ciudad que se extendía bajo el dragón a la vez que miraba la puerta del burdel.
Elliot pudo ver perfectamente a Vacuum entrar a la taberna y salir acompañado de ella por Cain. Pudo ver la discusión que mantuvieron e incluso pudo ver como Vacuum se acercaba al burdel, y llamaba a Feliks. Tambien pudo ver como el chico daba media vuelta y se iba por donde había venido sin dignarse a entrar, ni tan siquiera a decirle a alguno de los diablillos de Cain que se había pasado por aqui. Eso pudo con ella y con el poco autocontrol que le quedaba.
Se levantó de un salto, asustando a la mayoria de los presentes y, a grandes zancadas salió del burdel, cerrando las puertas con un golpe que seguro debería de haberse escuchado a kilometros de distancia.
El dragón le esperaba fuera, y sin decir nada, la niña se montó sobre él. Deatach alzó el vuelo rápidamente, contagiado por los sentimientos de la chica. "No le mates o luego lo lamentarás" Dijo en broma, pero tras las palabras podía notarse cierto temor a que realmente lo hiciese. "Matarlo sería demasiado facil... cuando le pille él mismo querrá estar muerto, te lo aseguro"
Sigue en losAcantilados.
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Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Burdel de dama Espasmo
28/05/12, 05:42 pm
Al principio la chica se quedo inmóvil, pero no tardo en alzar los brazos y rodearle con ellos, estrechándole contra si. El aroma de la chica era embriagador, y Vac cerro los ojos relajado, pero la dullahan no tardo en empujarle de espaldas en el suelo, inmovilizándolo con su cuerpo y riéndose, mientras el humo que danzaba en su cuello acariciaba insistente sus labios y su manos recorrían su torso, definiendolo bajo la camiseta con sus dedos.
Vac no sabía como iba a acabar aquello, pero tal vez no tuviera fuerzas. No le duro mucho la duda, porque Elliot se lo dejo bien clarito, al parecer estaba castigado durante un tiempo indefinido. En un principio Vac puso una mueca extraña, pero termino por resignarse, se lo merecía a fin de cuentas. Elliot se levantó y tiro de él, poniéndole en pie, era hora de irse al casa. El chico se encamino hacia Feliks y ayudo a la dullahan a subirse a su lomo, después de apagar el fuego y asegurarse de n dejar nada en la playa, se aupó tras Elliot y emprendieron el vuelo hacia el burdel.
El vuelo no fue muy largo, y en nada de tiempo estuvieron casa. Entraron por la ventana de su habitación, mientras Feliks se acomodaba en el balcón, y Vac observo a estancia con nostalgia, hacía mucho que no ponía los pies en ella. Se giro hacia Elliot y la cogió de las manos, tirando de ella hacia la cama.
-Solo mimos, ¿verdad? -dijo quitándose la ropa y arrastrando a la muchacha a la cama, metiéndose debajo de las sabanas-. Pues mimos tendras.
El hado acarició la piel de la muchacha con los labios, dejando leves besos por todo su cuerpo, evitando las zonas comprometidas, no iba a saltarse el castigo. Sus manos trazaban el contorno de figura con suavidad, como si tratara de memorizar hasta el mas mínimo detalle. Bebía de su aroma como si fuera agua freca en medio deldesierto, y jugueteaba con el humo de su cuello en la boca.
Vac podría haber seguido así durante mucho rato si no estuviera tan cansado, pero tras un rato de mimos empezó a desvanecerse. Las últimas horas habían sido muy intensas y le estaban pasando factura. El cómodo colchón bajo su cuerpo le invitaba al sueño, y el hado ya no tenía fuerzas para retrasar mas lo inevitable. Vac rodeó a Elliot con sus brazos y, tras esconder el rostro en su cuello, fue hundiéndose poco a poco en la niebla del sueño. Su respiración bajo el ritmo, y el hado se encerró por fin en un sueño reparador.
Vac no sabía como iba a acabar aquello, pero tal vez no tuviera fuerzas. No le duro mucho la duda, porque Elliot se lo dejo bien clarito, al parecer estaba castigado durante un tiempo indefinido. En un principio Vac puso una mueca extraña, pero termino por resignarse, se lo merecía a fin de cuentas. Elliot se levantó y tiro de él, poniéndole en pie, era hora de irse al casa. El chico se encamino hacia Feliks y ayudo a la dullahan a subirse a su lomo, después de apagar el fuego y asegurarse de n dejar nada en la playa, se aupó tras Elliot y emprendieron el vuelo hacia el burdel.
El vuelo no fue muy largo, y en nada de tiempo estuvieron casa. Entraron por la ventana de su habitación, mientras Feliks se acomodaba en el balcón, y Vac observo a estancia con nostalgia, hacía mucho que no ponía los pies en ella. Se giro hacia Elliot y la cogió de las manos, tirando de ella hacia la cama.
-Solo mimos, ¿verdad? -dijo quitándose la ropa y arrastrando a la muchacha a la cama, metiéndose debajo de las sabanas-. Pues mimos tendras.
El hado acarició la piel de la muchacha con los labios, dejando leves besos por todo su cuerpo, evitando las zonas comprometidas, no iba a saltarse el castigo. Sus manos trazaban el contorno de figura con suavidad, como si tratara de memorizar hasta el mas mínimo detalle. Bebía de su aroma como si fuera agua freca en medio deldesierto, y jugueteaba con el humo de su cuello en la boca.
Vac podría haber seguido así durante mucho rato si no estuviera tan cansado, pero tras un rato de mimos empezó a desvanecerse. Las últimas horas habían sido muy intensas y le estaban pasando factura. El cómodo colchón bajo su cuerpo le invitaba al sueño, y el hado ya no tenía fuerzas para retrasar mas lo inevitable. Vac rodeó a Elliot con sus brazos y, tras esconder el rostro en su cuello, fue hundiéndose poco a poco en la niebla del sueño. Su respiración bajo el ritmo, y el hado se encerró por fin en un sueño reparador.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
28/05/12, 08:11 pm
Durante el vuelo, Elliot jugaba deslizando sus manos por debajo de la camiseta de Vacuum haciendo suaves cosquillas por su estómago. Pronto llegaron al burdel y entraron por la ventana. El chico cogió a Elliot de las manos y la llevó hasta la cama. Ella se tumbó mientras su ropa elevaba volutas de humo en el aire, deshaciendose para rehacerse convertida en el camisón semitransparente con el que solía dormir.
Miró al chico mientras se desvestía relamiendose. "No Elliot, hoy no... está castigado... otro día, cuando pague... otro día..." se repetía a sí misma. "Oh... esto si que va a requerir autocontrol y no los entrenamientos, eh pequeña?" Rió el Deatach en su interiór, provocando en la niña un espasmo candente de rabía por un instante. "No es asunto tuyo, ¡cállate!" Notó la conciencia del Dragón alejándose de la suya mientras su risa de humo y niebla se desvanecía en sus pensamientos.
-Solo mimos. - Dijo ella con firmeza mientras el chico se metía en la cama. Esperó quieta a que el chico se acercase y rió mentalmente cuando éste comenzó a besar su cuerpo. Ella había esperado algun brote de rebeldía por parte de Vacuum, como algun beso en lugares menos recatados, pero, para su asombro, se encontró con que el chico no se salía de su castigo. Disfrutó de los besos y de el roce de sus manos sobre su piel, e incluso, por unos segundos, deseó no haberle castigado... pero debía mantenerse firme. Correspondió a sus caricias recorriendo las lineas de su piel con los dedos, repasando cada uno de los musculos del chico que quedase a su alcance. El humo de su cuello recorría la boca del griego, jugueteando con su lengua como si realmente le besase, saboreandole, abrazandole, acariciandole, como si con ello pudiese compensar todos los meses de ausencia.
Poco a poco el ritmo de los mimos fue haciendose mas pausado, y Elliot sabía que el chico se dormiría en poco tiempo. La verdad es que ella tambien estaba cansada. No lo había notado porque el enfado, los nervios y más tarde las atenciones de Vacuum habían actuado como placebos, pero poco a poco notaba como su cuerpo pesaba más y más, como el agotamiento entumecía sus músculos y nublaba sus pensamientos.
-Te quiero, Vac - Dijo ella mientras el chico le rodaba con los brazos. El aliento del griego sobre su cuello le hacía cosquillas y no pudo reprimir una sonrisa interna mientras miraba al chico quedarse profundamente dormido. "¿Como puedes ser tan mono asi dormidito, mi bello-durmiente, y tan cabrón despierto?" Pensó con ironía mientras, envuelta en los que parecían ser los mismísimos brazos de morfeo, dejaba que el aroma que desprendía su cuerpo hiciese efecto en ella y desconectara su consciencia durante unas horas.
Miró al chico mientras se desvestía relamiendose. "No Elliot, hoy no... está castigado... otro día, cuando pague... otro día..." se repetía a sí misma. "Oh... esto si que va a requerir autocontrol y no los entrenamientos, eh pequeña?" Rió el Deatach en su interiór, provocando en la niña un espasmo candente de rabía por un instante. "No es asunto tuyo, ¡cállate!" Notó la conciencia del Dragón alejándose de la suya mientras su risa de humo y niebla se desvanecía en sus pensamientos.
-Solo mimos. - Dijo ella con firmeza mientras el chico se metía en la cama. Esperó quieta a que el chico se acercase y rió mentalmente cuando éste comenzó a besar su cuerpo. Ella había esperado algun brote de rebeldía por parte de Vacuum, como algun beso en lugares menos recatados, pero, para su asombro, se encontró con que el chico no se salía de su castigo. Disfrutó de los besos y de el roce de sus manos sobre su piel, e incluso, por unos segundos, deseó no haberle castigado... pero debía mantenerse firme. Correspondió a sus caricias recorriendo las lineas de su piel con los dedos, repasando cada uno de los musculos del chico que quedase a su alcance. El humo de su cuello recorría la boca del griego, jugueteando con su lengua como si realmente le besase, saboreandole, abrazandole, acariciandole, como si con ello pudiese compensar todos los meses de ausencia.
Poco a poco el ritmo de los mimos fue haciendose mas pausado, y Elliot sabía que el chico se dormiría en poco tiempo. La verdad es que ella tambien estaba cansada. No lo había notado porque el enfado, los nervios y más tarde las atenciones de Vacuum habían actuado como placebos, pero poco a poco notaba como su cuerpo pesaba más y más, como el agotamiento entumecía sus músculos y nublaba sus pensamientos.
-Te quiero, Vac - Dijo ella mientras el chico le rodaba con los brazos. El aliento del griego sobre su cuello le hacía cosquillas y no pudo reprimir una sonrisa interna mientras miraba al chico quedarse profundamente dormido. "¿Como puedes ser tan mono asi dormidito, mi bello-durmiente, y tan cabrón despierto?" Pensó con ironía mientras, envuelta en los que parecían ser los mismísimos brazos de morfeo, dejaba que el aroma que desprendía su cuerpo hiciese efecto en ella y desconectara su consciencia durante unas horas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/05/12, 11:10 pm
Vac se despertó varias horas después, con dificultad. Tenía la cabeza embotada y el cuerpo agarrotado. Aun así se sobre puso y observó a la dullahan durmiendo entre sus brazos. El chico recorrió su cuello con los labios, saboreando su piel, trazando su contorno con las manos, con tal suavidad que la muchacha tardó un rato en despertarse.
-Buenos días -le saludo el hado con una sonrisa cansada-, ¿qué tal has dormido?.
El hado continuó con sus mimos otro rato, pero necesitaba comer y tomarse algún reconstituyente para paliar el mareo y el agarrotamiento. Así se lo dijo a Elliot antes de salir de la cama, ponerse unos pantalones de tela negros como única prenda de vestir, y encaminarse descalzo hacía la puerta, algo tambaleante. Antes de salir de la habitación y la miro con una sonrisa inquisitiva.
-Te prepararía el desayuno, pero no te lo comerías, así que mejor lo dejo. Estaré entrenando un rato, necesito hacer ejercicio, luego nos vemos, ¿vale? -le dijo, tras lo cual salió al pasillo.
Vac bajó las escaleras algo inseguro, y se metió en la cocina, donde se preparó un buen desayuno a base de gachas y miel. Devoró la comida junto con un reconstituyente ligero que encontró en un armario y suspiro aliviado cuando terminó. El hado limpió la cocina y se enjugo la cara con agua, despejándose por completo. Subió de nuevo las escaleras, directo hacia el dojo, hacía mucho que no entrenaba allí.
Atravesó las puertas de la estancia en silencio, parecía que el lugar estaba tal y como lo recordaba. Se quedó ensimismado unos instantes, recordando anécdotas que parecían muy lejanas, pero sacudió la cabeza, despejandola, y se puso a calentar, realizando varios ejercicios y estiramientos, ¿qué podría ponerse a practicar?.
-Buenos días -le saludo el hado con una sonrisa cansada-, ¿qué tal has dormido?.
El hado continuó con sus mimos otro rato, pero necesitaba comer y tomarse algún reconstituyente para paliar el mareo y el agarrotamiento. Así se lo dijo a Elliot antes de salir de la cama, ponerse unos pantalones de tela negros como única prenda de vestir, y encaminarse descalzo hacía la puerta, algo tambaleante. Antes de salir de la habitación y la miro con una sonrisa inquisitiva.
-Te prepararía el desayuno, pero no te lo comerías, así que mejor lo dejo. Estaré entrenando un rato, necesito hacer ejercicio, luego nos vemos, ¿vale? -le dijo, tras lo cual salió al pasillo.
Vac bajó las escaleras algo inseguro, y se metió en la cocina, donde se preparó un buen desayuno a base de gachas y miel. Devoró la comida junto con un reconstituyente ligero que encontró en un armario y suspiro aliviado cuando terminó. El hado limpió la cocina y se enjugo la cara con agua, despejándose por completo. Subió de nuevo las escaleras, directo hacia el dojo, hacía mucho que no entrenaba allí.
Atravesó las puertas de la estancia en silencio, parecía que el lugar estaba tal y como lo recordaba. Se quedó ensimismado unos instantes, recordando anécdotas que parecían muy lejanas, pero sacudió la cabeza, despejandola, y se puso a calentar, realizando varios ejercicios y estiramientos, ¿qué podría ponerse a practicar?.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
15/06/12, 08:47 pm
Los sueños de Elliot se iban haciendo más cálidos y etereos mientras las caricias de Vacuum tiraban de su conciencia de nuevo a a la tierra. Reticente a despertarse, Elliot finjió continuar dormida unos minutos, disfrutando del momento. Pronto rodeo con sus brazos al chico, aun sin estar demasiado segura de si estaba dormida o despierta.
-Buenos días... - contestó ella es un suspiro mental. - Bueno... podría haber sido mejor... podria... - Dijo con una sonrisa mental.
El griego siguió dándole mimos, mientras ella, como una niña malcriada, se dejaba hacer sin devolverle el favor. Aun estaba enfadada, y el chico aun estaba castigado. Tras un rato el chico se separó de ella, y la niña estuvo a punto de agarrarle y obligarle a quedarse, pero tras ver el mal aspecto que tenía decidió que sería mas prudente dejarle comer.
Ella no contestó a lo que había dicho, simplemente se levantó de la cama y fue hacia el balcón mientras oia la puerta cerrarse. "Hoy no voy a entrenar" le dijo a Deatach. "Tengo asuntos pendientes..." Se apoyó en la barandilla mientras miraba la ciudad. "Como quieras" Respondió el dragón hundiendose en sus propios pensamientos.
La niña se dio la vuelta y salió del cuarto. Fue directamente a las termas, y, lavándose con el cubo antes, se metió dentro y se quedó alli durante un buen rato, sin pensar en nada en concreto. Mas tarde fue al salón, pero no encontró a nadie allí. Recordó entonces que Vacuum le habia dicho que estaría entrenando y decidió subir a verle.
Cuando llegó se encontró al chico estirando. Elliot se apoyó en la puerta mientras le miraba. "Lo está haciendo mal... Dile que gire un poco esa pierna" Dijo Deatach en sus pensamientos.
-El dragón dice que lo haces mal, que gires la pierna. - le transmitió ella. "Y que ponga recta la espalda o no le servirá de nada..." - Y que... - "¿Por que no se lo dices tu directamente?" Acabó la frase hablando en privado con el dragón. "Porque tendría que salir y..." "Hazlo" Le cortó la chica. "Quedate con él, yo voy al mercado, volveré en un rato" Dijo Elliot mientras se daba la vuelta para irse. "Pero... vale. Si necesitas algo estaré alli enseguida. No te metas en problemas... y no seas tan borde, tonta e imprudente como de costumbre." Dijo mientras empezaba a materializarse fuera de ella.
La niña bajó las escaleras rápido, sin despedirse siquiera de Vacuum... en cierto modo, una parte de ella se quedaba junto al chico asi que no vio necesidad de hacerlo. Le hubiera gustado haber podido ir volando al mercado, pero finalmente, salió del burdel andando y se encaminó hacia alli.
Deatach, por su parte, cabía de forma bastante justa en la sala. No le gustaban los espacios tan pequeños y se sentía un tanto ridículo plegando las alas con cuidado de no darle a nada. El dragón miró a Vacuum unos segundos analizando su fisico y sus posibilidades antes de empezar a entrenar.
Elliot sigue en el Antiguo Mercado.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
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Effugiat risus.
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- Spoiler:
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- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
17/06/12, 02:14 am
Por fin llegamos al ajetreado hogar. Elunin va a mi derecha y rápidamente gira la calle para ir a nuestro balcón. Es una maldita costumbre, pero además es que no me gusta pasar por entre la clientela cuando estoy ocupado. Ahora bien, no suelo negarme si solicitan un rato conmigo. ¿Por qué negarse? Diversión y sangre. Placer doble. Y oro, por supuesto.
Una vez en nuestra habitación, el nublino corre a cambiarse la armadura de cuero por el kimono, escogiendo uno amarillo con flores rojas. Mientras tanto, yo limpio la sangre de mi ropa y cuerpo, reparo las costuras de la camisa y luego la abro entera <<< Malditos gusanos de la Cicatriz... >>> y desenvaino luego las dos dagas dobles que conseguí de entre los cadáveres. La primera daga tiene una hoja serrada y la otra hoja posee un filo irregular, ideal para desgarrar y provocar heridas muy dolorosas. La otra daga, después de repararla con magia, presenta un filo afilado y liso en ambas hojas así como dos cuchillas que nacen en la empuñadura, perpendiculares al cuerpo del arma. En caso desesperado puedo asestar un puñetazo con esto en vez de usar la daga. Tengo que practicar su uso y a cambiarlas de mano en mitad del combate o del aire.
Haciendo florituras con ellas se me ocurre una idea: me convierto en humo y voy hasta el ignorante Elunin, me coloco a su espalda y cuando recupero mi forma, las dagas rozan su cuello y sus riñones. El nublino se ha sobresaltado aunque poco, no me tiene miedo y apenas tiembla ligeramente.
-Muerto. -digo mientras enfundo las dagas en sus fundas cruzadas a la espalda con un movimiento de unos segundos.
-Me has asustado, Señor. Solo un poco, como puedes ver.-se gira y me mira.-¿Plan de la noche?
-Aún falta para que amanezca... -pensativo, miro inconscientemente a la puerta del pasillo.
-¿Clientes?
-¿Eh? Oh, no, solo miraba al vacío... -ahora miro a la pared, sin parpadear. No se me ocurre qué hacer aparte de entrenar.
-¿No vas a practicar, Señor?-inquiere, refiriéndose a las dagas.
-Estás débil, necesitas comer.-y en respuesta, baja la cabeza.-Anda, ve a la cocina y pide algo en cantidad. Come mucho, proteínas, verduras, pan, de todo.
Le acompaño hasta la puerta y luego le veo corretear escaleras abajo, eludiendo a algunos clientes. Por si acaso, decido esperarle apoyado en la pared del pasillo, con las manos en los bolsillos y los pulgares por fuera. Para cuando me doy cuenta, hay alguien devorándome con la mirada, parado en la escalera. No necesito ni mirarle de reojo para notarlo, su sangre le delata a kilómetros. Pero una rápida ojeada denota su atractivo... Como Elunin no suba en un minuto...
Elunin
Casi escondido en un rincón de la cocina, espero a que los diablillos acaben mi encargo. No tengo ganas de que me vean los clientes: tengo una orden directa de mi Señor, no puedo dejarla de lado y ser camarero. Pronto la cena empieza a oler y me acerco a los fogones, con la boca hecha agua. Realmente tengo hambre. Y mucha. Les ayudo a servir los platos en una bandeja y luego, con total soltura y práctica, comienzo el ascenso hacia nuestro cuarto. No me sorprendo sin embargo cuando veo a un cliente envuelto en una nube de humo subiendo a la tercera planta.
-Plan de la noche... Vaya pregunta, Elunin.-murmuro y río tímidamente para mí mismo.
Ceno encerrado en el dormitorio, sentado en el suelo mientras sigo leyendo el libro de espada y escudo del que estoy aprendiendo. Mi Señor insiste en que al menos aprenda a manejar el escudo, para que pueda defenderme y atacar aún sin tener una espada. Y quiere conseguirnos armas mágicas, a ver si con sus incursiones o dinero lo consigue...
Tras una... ¿una hora? ¿Dos? No sé cuánto tiempo llevo aquí solo. Sea como sea, de pronto escucho un resoplido y veo a mi Señor con la camisa abierta, arreglándose el peinado en el umbral. Yo sigo en el suelo, leyendo; ya bajé las cosas de la cena a la cocina. Cuando le veo limpiarse con un hechizo, no puedo evitar sonreír y preguntar:
-¿Plan de la noche?
Jack
Suelto una carcajada, me paso las manos por la cara y estiro los brazos, algo agarrotados.
-¿Quieres saber qué hemos estado haciendo?
No se esperaba esa pregunta y se pone coloradísimo, se da cuenta y baja la cabeza, intentando esconderse.
-Te he visto. Te has sonrojado.-le digo divertido mientras le obligo suavemente a incorporarse.-Oh, venga, todo esto es normal. Deja de desviarme la mirada. Elunin, eh, ¡oye!-exclamo, consiguiendo que me mire.-Es una broma, diablos. No pensaba contártelo...
-¿No?-dice de pronto en un impulso y vuelve a sonrojarse. Sonrío y le voy empujando hacia la cama hasta tirarlo de espaldas sobre esta. Me mira entre asustado y agitado.
-No, no voy a contártelo.-digo con un falso tono serio mientras me inclino sobre él.- ¿Sabes lo que dicen de que una imagen...
Pero de pronto el ambiente se tensó, como si hubieran absorbido el aire a nuestro alrededor y algo hubiera invadido nuestro momento, nuestro cuerpo y nuestra mente. Hasta Elunin lo notó, despegándose de mí y mirando furtivamente a mi espalda. Su mirada, antes lujuriosa, repentinamente rezumaba miedo y al tiempo que vi un brillo en sus ojos, me giré a toda velocidad, a tiempo de sentir algo afilado clavándose en mi brazo izquierdo hasta el hueso. Otra hoja asesina buscó mi cuello desde la derecha, pero logré esquivarla desapareciendo en humo negro. Negrura que pronto rodeó al atacante hasta formar un tupido capullo negro a su alrededor, impasible a sus aspavientos y mandobles. En una de las vueltas me hice sólido y recuperé mis dagas, dibujé las runas pertinentes del libro de sangre y las clavé a diestro y siniestro en la líquida y negruzca superficie. No sé quién es, pero me da igual. Ha intentado matarme y ahora escucho sus gritos mientras la sangre pasa a las runas y luego a mí por mis manos, reparando la herida.
Ahora sí:
-¿Quién eres, escoria?-inquiro con voz afilada, sin respuesta. Clavo otra daga, la serrada, y la retuerzo.-Responde.-de nuevo sigue callado, o callada. Giro unos milímetros la empuñadura y por fin dice algo:
-Cliente.
Genial... Recupero mi arma esparciendo sangre por doquier y mientras la figura cae de rodillas, el hechizo de oscuridad se deshace. Es el mismo de antes. Maldita escoria...
-¿No te quedaste satisfecho?-le susurro mientras le obligo a mirarme con la hoja en su barbilla.
-Nadie me rech...rechaza.-logra responder con un hilillo de sangre.
-Dame una razón para que no acabe lo que empecé.
-Rechazado por un escla...
No le dejo acabar: delineo su barbilla, cara y cuello buscando las arterias y le sesgo toda la zona en apenas unos segundos, dejando un reguero de sangre por toda la herida desde la barbilla. Intenta decir algo más pero solo logra ahogarse y precipitarse al suelo.
-Se...Señor... ¿Estás bien?
-Espérame aquí. O escóndete.
Después recojo el cuerpo y lo llevo a mi balcón, desde el que salto y me encamino hacia la Cicatriz. Pronto las alimañas se me acercan, atraídas por su olor. Mejor así. Hienas, colaespinas, quimeras atroces me rodean y se gruñen, como jugándose las presas. Solo tendrán una. Cuando oigo sus chillidos y se lanzan hacia mí, me disuelvo en humo y me alejo a toda velocidad sin pararme a ver cómo le devoran. <<< Aún recuerdo su maldito olor y figura atractiva, diablos... >>>
De nuevo en la habitación, tras limpiar toda la sangre tanto dentro como fuera, me dejo caer contra la pared, abatido y pensativo...
-Señor... ¿Quién era?-pregunta Elunin, apareciendo por la puerta. No me fijo en este detalle.
-Escoria. Un cliente al que rechacé. Iba todo bien pero empezó a entrar más gente en la habitación... Uno o dos pasan, tres depende, pero más...-niego con la cabeza repetidamente.-Puede pasar de todo. Ya has visto. Ahora me he cargado a un cliente... No sé si notarán su ausencia, si vendrán a por mí, si Cain se enfadará...-me paso las manos por la cara y sigo murmurando.-No sé...
-Pero Señor... Le intentó matar, fue defensa propia. Y abajo nadie lo ha comentado...
-¿Has bajado? Te dije...
-Sí, me dijo, pero quise bajar y comprobar que no había peligro. No se habrían atrevido a atacarme en público. Y mira, nadie ha subido, nadie me miró mal ni dijo nada raro.-murmura con voz firme, sentándose frente a mí.
Suspiro y respondo: Vale... Vale, vale, está bien...-pero vuelvo a negar, confuso.-No, no está bien... Es todo culpa mía... Si hubiera aceptado no tendrías que haber visto esto...
-Pero si hubieses aceptado no habría pasado esto.
Y con una rapidez inusitada se sube en mi regazo y me besa con dulzura, tirando suavemente de mis labios para luego reírse. Acabo sonriendo y me levanto con él a cuestas para volver a la cama y dejarle allí. Bloqueo la puerta con un mueble, preparo la habitación para el pronto amanecer y retorno al abrazo de su fragancia y sus labios.
Mañana será otra noche.
Una vez en nuestra habitación, el nublino corre a cambiarse la armadura de cuero por el kimono, escogiendo uno amarillo con flores rojas. Mientras tanto, yo limpio la sangre de mi ropa y cuerpo, reparo las costuras de la camisa y luego la abro entera <<< Malditos gusanos de la Cicatriz... >>> y desenvaino luego las dos dagas dobles que conseguí de entre los cadáveres. La primera daga tiene una hoja serrada y la otra hoja posee un filo irregular, ideal para desgarrar y provocar heridas muy dolorosas. La otra daga, después de repararla con magia, presenta un filo afilado y liso en ambas hojas así como dos cuchillas que nacen en la empuñadura, perpendiculares al cuerpo del arma. En caso desesperado puedo asestar un puñetazo con esto en vez de usar la daga. Tengo que practicar su uso y a cambiarlas de mano en mitad del combate o del aire.
Haciendo florituras con ellas se me ocurre una idea: me convierto en humo y voy hasta el ignorante Elunin, me coloco a su espalda y cuando recupero mi forma, las dagas rozan su cuello y sus riñones. El nublino se ha sobresaltado aunque poco, no me tiene miedo y apenas tiembla ligeramente.
-Muerto. -digo mientras enfundo las dagas en sus fundas cruzadas a la espalda con un movimiento de unos segundos.
-Me has asustado, Señor. Solo un poco, como puedes ver.-se gira y me mira.-¿Plan de la noche?
-Aún falta para que amanezca... -pensativo, miro inconscientemente a la puerta del pasillo.
-¿Clientes?
-¿Eh? Oh, no, solo miraba al vacío... -ahora miro a la pared, sin parpadear. No se me ocurre qué hacer aparte de entrenar.
-¿No vas a practicar, Señor?-inquiere, refiriéndose a las dagas.
-Estás débil, necesitas comer.-y en respuesta, baja la cabeza.-Anda, ve a la cocina y pide algo en cantidad. Come mucho, proteínas, verduras, pan, de todo.
Le acompaño hasta la puerta y luego le veo corretear escaleras abajo, eludiendo a algunos clientes. Por si acaso, decido esperarle apoyado en la pared del pasillo, con las manos en los bolsillos y los pulgares por fuera. Para cuando me doy cuenta, hay alguien devorándome con la mirada, parado en la escalera. No necesito ni mirarle de reojo para notarlo, su sangre le delata a kilómetros. Pero una rápida ojeada denota su atractivo... Como Elunin no suba en un minuto...
Elunin
Casi escondido en un rincón de la cocina, espero a que los diablillos acaben mi encargo. No tengo ganas de que me vean los clientes: tengo una orden directa de mi Señor, no puedo dejarla de lado y ser camarero. Pronto la cena empieza a oler y me acerco a los fogones, con la boca hecha agua. Realmente tengo hambre. Y mucha. Les ayudo a servir los platos en una bandeja y luego, con total soltura y práctica, comienzo el ascenso hacia nuestro cuarto. No me sorprendo sin embargo cuando veo a un cliente envuelto en una nube de humo subiendo a la tercera planta.
-Plan de la noche... Vaya pregunta, Elunin.-murmuro y río tímidamente para mí mismo.
Ceno encerrado en el dormitorio, sentado en el suelo mientras sigo leyendo el libro de espada y escudo del que estoy aprendiendo. Mi Señor insiste en que al menos aprenda a manejar el escudo, para que pueda defenderme y atacar aún sin tener una espada. Y quiere conseguirnos armas mágicas, a ver si con sus incursiones o dinero lo consigue...
Tras una... ¿una hora? ¿Dos? No sé cuánto tiempo llevo aquí solo. Sea como sea, de pronto escucho un resoplido y veo a mi Señor con la camisa abierta, arreglándose el peinado en el umbral. Yo sigo en el suelo, leyendo; ya bajé las cosas de la cena a la cocina. Cuando le veo limpiarse con un hechizo, no puedo evitar sonreír y preguntar:
-¿Plan de la noche?
Jack
Suelto una carcajada, me paso las manos por la cara y estiro los brazos, algo agarrotados.
-¿Quieres saber qué hemos estado haciendo?
No se esperaba esa pregunta y se pone coloradísimo, se da cuenta y baja la cabeza, intentando esconderse.
-Te he visto. Te has sonrojado.-le digo divertido mientras le obligo suavemente a incorporarse.-Oh, venga, todo esto es normal. Deja de desviarme la mirada. Elunin, eh, ¡oye!-exclamo, consiguiendo que me mire.-Es una broma, diablos. No pensaba contártelo...
-¿No?-dice de pronto en un impulso y vuelve a sonrojarse. Sonrío y le voy empujando hacia la cama hasta tirarlo de espaldas sobre esta. Me mira entre asustado y agitado.
-No, no voy a contártelo.-digo con un falso tono serio mientras me inclino sobre él.- ¿Sabes lo que dicen de que una imagen...
- Spoiler:
- Lo que ocurre a continuación sí que era inesperado, pero divertido: el nublino me coge del cuello de la camisa y termina de tumbarme sobre él. Puedo notar sus jadeos ahogados en mi cuello. Sus tímidas manos rozan tanto mis brazos como pi pecho desnudo, para luego retirarse como víctimas de un calambre. Me apoyo con los codos en la cama y levanto la cabeza para mirarle
-¿Seguro que...
Y de nuevo vuelve a tumbarme, pero esta vez para besarme en los labios. Yo solo le imito, divertido: si quiere algo va a tener que luchar por ello. Al minuto noto su húmeda lengua abriéndose paso hacia mi boca. Mientras respondo recorriendo sus dientes y jugueteando con su lengua, le abrazo y le acaricio la espalda sobre el kimono, alternando con algunos arañazos para romper la seda. Mi otra mano libre vuela a su pecho, bajo la tela, donde hago laberintos acariciándole con mis uñas, pudiendo sentir su corazón acelerado cada vez más. Sus manos se pierden en mi torso y se envuelven en mi cabello, desanudando la coleta y haciéndome cosquillas en la nuca. ¿Qué habrá cenado que sabe a menta? Cuando rompemos el beso, da varias caladas de aire, con el rostro ardiendo. No, todo su cuerpo arde, emanando una fragancia aún más enloquecedora, pero mantengo la calma. Aún con su sabor en mis labios, le dejo que respire tranquilo mientras recorro todo su rostro con mi lengua, mordiéndole los labios, la nariz, acariciándole los párpados con la lengua y mordisqueándole las orejas. Él no se queda atrás y me muerde el mentón, el cuello, besándome la barbilla y allí donde llegue.
De pronto sus manos se deshacen de mi camisa y mientras una me acaricia y araña la espalda, la otra baja a la cintura, pero le impido bajar más tomando su mano y atrayéndola a mi rostro para entretenerme besando su palma, sus dedos, siguiendo el curso de sus venas. Estiro su brazo por encima de su cabeza y lo recorro con mi boca, besándolo aquí y hallá, surcando su piel con mis colmillos para provocarle cosquillas y escalofríos. A la vez siento su fría y juguetona lengua por mi torso, causando un fugaz contraste de temperaturas que me estremece. En una de esas noto cómo aprieta su rostro contra mi pecho y le oigo aspirar con fuerza. Bajo por su brazo con los colmillos suavemente para acabar mordiéndole en la clavícula y de ahí a su cuello, guiado por su mano en mi nuca. La mordedura no es total, ya que dejo que la sangre se escurra por su pecho. Le curo la herida y luego sigo las gotas con mi lengua, bajando por su torso y jugando con mi saliva y su sangre hasta que me tira del pelo para que suba y me besa con hambre, probando su propia sangre. Tímidamente atrapa mis labios con sus dientes y me apreto contra su cara para animarlo a que siga hasta que sangro y me limpia a lenguetazos. Mientras tanto he ido rompiendo y quitándole el kimono de cintura para arriba y mis manos ahora arañan ligeramente su espalda hacia la cintura, pero no más allá. Respondiendo a sus caricias y mordiscos en el cuello, bajo a su clavícula izquierda para morderle en el hueco del cuello y dejar la sangre correr.
Pero de pronto el ambiente se tensó, como si hubieran absorbido el aire a nuestro alrededor y algo hubiera invadido nuestro momento, nuestro cuerpo y nuestra mente. Hasta Elunin lo notó, despegándose de mí y mirando furtivamente a mi espalda. Su mirada, antes lujuriosa, repentinamente rezumaba miedo y al tiempo que vi un brillo en sus ojos, me giré a toda velocidad, a tiempo de sentir algo afilado clavándose en mi brazo izquierdo hasta el hueso. Otra hoja asesina buscó mi cuello desde la derecha, pero logré esquivarla desapareciendo en humo negro. Negrura que pronto rodeó al atacante hasta formar un tupido capullo negro a su alrededor, impasible a sus aspavientos y mandobles. En una de las vueltas me hice sólido y recuperé mis dagas, dibujé las runas pertinentes del libro de sangre y las clavé a diestro y siniestro en la líquida y negruzca superficie. No sé quién es, pero me da igual. Ha intentado matarme y ahora escucho sus gritos mientras la sangre pasa a las runas y luego a mí por mis manos, reparando la herida.
Ahora sí:
-¿Quién eres, escoria?-inquiro con voz afilada, sin respuesta. Clavo otra daga, la serrada, y la retuerzo.-Responde.-de nuevo sigue callado, o callada. Giro unos milímetros la empuñadura y por fin dice algo:
-Cliente.
Genial... Recupero mi arma esparciendo sangre por doquier y mientras la figura cae de rodillas, el hechizo de oscuridad se deshace. Es el mismo de antes. Maldita escoria...
-¿No te quedaste satisfecho?-le susurro mientras le obligo a mirarme con la hoja en su barbilla.
-Nadie me rech...rechaza.-logra responder con un hilillo de sangre.
-Dame una razón para que no acabe lo que empecé.
-Rechazado por un escla...
No le dejo acabar: delineo su barbilla, cara y cuello buscando las arterias y le sesgo toda la zona en apenas unos segundos, dejando un reguero de sangre por toda la herida desde la barbilla. Intenta decir algo más pero solo logra ahogarse y precipitarse al suelo.
-Se...Señor... ¿Estás bien?
-Espérame aquí. O escóndete.
Después recojo el cuerpo y lo llevo a mi balcón, desde el que salto y me encamino hacia la Cicatriz. Pronto las alimañas se me acercan, atraídas por su olor. Mejor así. Hienas, colaespinas, quimeras atroces me rodean y se gruñen, como jugándose las presas. Solo tendrán una. Cuando oigo sus chillidos y se lanzan hacia mí, me disuelvo en humo y me alejo a toda velocidad sin pararme a ver cómo le devoran. <<< Aún recuerdo su maldito olor y figura atractiva, diablos... >>>
De nuevo en la habitación, tras limpiar toda la sangre tanto dentro como fuera, me dejo caer contra la pared, abatido y pensativo...
-Señor... ¿Quién era?-pregunta Elunin, apareciendo por la puerta. No me fijo en este detalle.
-Escoria. Un cliente al que rechacé. Iba todo bien pero empezó a entrar más gente en la habitación... Uno o dos pasan, tres depende, pero más...-niego con la cabeza repetidamente.-Puede pasar de todo. Ya has visto. Ahora me he cargado a un cliente... No sé si notarán su ausencia, si vendrán a por mí, si Cain se enfadará...-me paso las manos por la cara y sigo murmurando.-No sé...
-Pero Señor... Le intentó matar, fue defensa propia. Y abajo nadie lo ha comentado...
-¿Has bajado? Te dije...
-Sí, me dijo, pero quise bajar y comprobar que no había peligro. No se habrían atrevido a atacarme en público. Y mira, nadie ha subido, nadie me miró mal ni dijo nada raro.-murmura con voz firme, sentándose frente a mí.
Suspiro y respondo: Vale... Vale, vale, está bien...-pero vuelvo a negar, confuso.-No, no está bien... Es todo culpa mía... Si hubiera aceptado no tendrías que haber visto esto...
-Pero si hubieses aceptado no habría pasado esto.
Y con una rapidez inusitada se sube en mi regazo y me besa con dulzura, tirando suavemente de mis labios para luego reírse. Acabo sonriendo y me levanto con él a cuestas para volver a la cama y dejarle allí. Bloqueo la puerta con un mueble, preparo la habitación para el pronto amanecer y retorno al abrazo de su fragancia y sus labios.
Mañana será otra noche.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
12/07/12, 07:57 am
El sol se acercaba a su cenit cuando Pyro encontró por fin el maldito Burdel. Llamó a la puerta con ninguna suavidad sintiendose muy estúpida.
- ¿vac?.... -TOC, TOC, ¡TOC! el último marcado con el pie. No, ya que había llegado allí no se iba a dar la vuelta. Podían ser amigos. Él lo había dicho. Ella no era la misma de antes. Una visita no le iba a suponer donar un riñón.- ¿VAC?....¡VAC!....hmm..SOY PYRooo..¿o?- al fin le había abierto la puerta, interrumpiendo su presentación a voces.- ah, hola.
Perdiendo de golpe toda la decisión se quedó plantada unos segundos mirando a Vac.
-Pensé en hacer una visita.
nota fdr: pasa algo por hacer que me abrieras? Porque estas ahi, no? sorry :< pero si no me quedaba muy corto~
- ¿vac?.... -TOC, TOC, ¡TOC! el último marcado con el pie. No, ya que había llegado allí no se iba a dar la vuelta. Podían ser amigos. Él lo había dicho. Ella no era la misma de antes. Una visita no le iba a suponer donar un riñón.- ¿VAC?....¡VAC!....hmm..SOY PYRooo..¿o?- al fin le había abierto la puerta, interrumpiendo su presentación a voces.- ah, hola.
Perdiendo de golpe toda la decisión se quedó plantada unos segundos mirando a Vac.
-Pensé en hacer una visita.
nota fdr: pasa algo por hacer que me abrieras? Porque estas ahi, no? sorry :< pero si no me quedaba muy corto~
-
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
17/07/12, 12:19 am
Alguien interrumpió los pensamientos de Vac en mitad del estiramiento. Se giro y descubrió a Elliot apoyada en el marco de la puerta, al parecer su dragón le había dicho que corrigiera una mala postura. Vac atendió al consejo y notó una mejoría en el ejercicio al instante. Se puso derecho sonriendo, y asistió a lo que le pareció una conversación mental entre la chica y el dragón, sin saber que se decían. Un humo negro empezó a condensarse en la sala, y mientras Elliot desaparecía escaleras abajo, el dragón tomo forma en la habitación, que le quedaba algo estrecha.
-Buenos días, Deatach -le saludó el chico, con un asentimiento de cabeza.
Mientras Deatach le observaba, el chico se mantuvo derecho, esperando al juicio del dragón. No le importaba que le corrigieran en un entrenamiento, siempre y cuando el corrector supiera mas que él, y sin lugar a dudas el dragón de la dullahan era un experto. El entrenamiento con el dragón se extendió durante muchas horas, y el chico no puso objeciones, le venía bien el ejercicio. Hubo un par de descansos, para comer y discutir detalles del entrenamiento, principalmente. El dragón era un buen maestro, y al hado le caía bastante bien. No había hablado mucho con él antes, pero a lo largo de ese día le había cogido confianza, y al chico no le costaba entenderse con él.
Casi al final de la tarde, unos golpes resonaron en el edificio, llamaban a la puerta, y la voz que se oía tras los golpes parecía reclamar a Vac. El chico miro al dragón, y con una disculpa y una promesa de regresar en un momento, salió aprisa del dojo y bajo a la puerta del burdel, esquivando sombras que bien podían ser clientes o bien empleados.
-Hola Pyro -dijo al abrir la puerta y encontrarse con la chica de rojo, parecía que le había interrumpido a mitad de la frase.
La chica se quedo unos instantes sin decir nada, tras el primer saludo, para luego decir algo ambiguamente. Vac sonrió y le hizo un gesto para que pasara dentro, tras lo cual cerró la puerta tras ella.
-Bueno, si no te importa, ¿podrías acompañarme durante lo que queda de entrenamiento?, ya casi he acabado -le explico con una sonrisa mientras la conducía al dojo.
Vac no notaba las miradas de los clientes, era bastante despistado para esas cosas, y solía rechazar cualquier acercamiento cuando se producía. Deatach le había explicado, en uno de los descansos del entrenamiento, lo del resurgimiento del negocio, y le parecía bien, pero rechazaba a los clientes cuando se le acercaban interesados en la novedad que era el hado infernal. No daba muchas explicaciones, no tenía porque darlas y no se molestaba en ello; así que seguían insistiendo, pero al chico no le importaba, ni siquiera le prestaba atención al asunto.
-Te presento a Deatach -le dijo a la chica de rojo entrando en el dojo, mientras se posicionaba de nuevo en el lugar en el que había dejado un ejercicio de combate a medias-; esta es Pyro, ¿te importa que asista al entrenamiento hasta que acabemos? -le preguntó al dragón con una mirada expectante.
-Buenos días, Deatach -le saludó el chico, con un asentimiento de cabeza.
Mientras Deatach le observaba, el chico se mantuvo derecho, esperando al juicio del dragón. No le importaba que le corrigieran en un entrenamiento, siempre y cuando el corrector supiera mas que él, y sin lugar a dudas el dragón de la dullahan era un experto. El entrenamiento con el dragón se extendió durante muchas horas, y el chico no puso objeciones, le venía bien el ejercicio. Hubo un par de descansos, para comer y discutir detalles del entrenamiento, principalmente. El dragón era un buen maestro, y al hado le caía bastante bien. No había hablado mucho con él antes, pero a lo largo de ese día le había cogido confianza, y al chico no le costaba entenderse con él.
Casi al final de la tarde, unos golpes resonaron en el edificio, llamaban a la puerta, y la voz que se oía tras los golpes parecía reclamar a Vac. El chico miro al dragón, y con una disculpa y una promesa de regresar en un momento, salió aprisa del dojo y bajo a la puerta del burdel, esquivando sombras que bien podían ser clientes o bien empleados.
-Hola Pyro -dijo al abrir la puerta y encontrarse con la chica de rojo, parecía que le había interrumpido a mitad de la frase.
La chica se quedo unos instantes sin decir nada, tras el primer saludo, para luego decir algo ambiguamente. Vac sonrió y le hizo un gesto para que pasara dentro, tras lo cual cerró la puerta tras ella.
-Bueno, si no te importa, ¿podrías acompañarme durante lo que queda de entrenamiento?, ya casi he acabado -le explico con una sonrisa mientras la conducía al dojo.
Vac no notaba las miradas de los clientes, era bastante despistado para esas cosas, y solía rechazar cualquier acercamiento cuando se producía. Deatach le había explicado, en uno de los descansos del entrenamiento, lo del resurgimiento del negocio, y le parecía bien, pero rechazaba a los clientes cuando se le acercaban interesados en la novedad que era el hado infernal. No daba muchas explicaciones, no tenía porque darlas y no se molestaba en ello; así que seguían insistiendo, pero al chico no le importaba, ni siquiera le prestaba atención al asunto.
-Te presento a Deatach -le dijo a la chica de rojo entrando en el dojo, mientras se posicionaba de nuevo en el lugar en el que había dejado un ejercicio de combate a medias-; esta es Pyro, ¿te importa que asista al entrenamiento hasta que acabemos? -le preguntó al dragón con una mirada expectante.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
17/07/12, 12:55 am
El dragón se sentía un tanto aprisionado. No le gustaban los espacios pequeños... bueno, la sala no era precisamente pequeña, pero teniendo en cuenta su tamaño, podría haber deseado un poco mas de amplitud. Miró al chico durante unos segundos. Deatach le había visto muchas, muchas veces. Le había conocido cuando tan solo era un cosechado, y seguramente sabía más cosas de él que las que el chico podría saber del dragón.
-Hola - Hizo resonar en la mente de Vacuum, y sin esperar, comenzó con el entrenamiento. Por suepuesto no era lo mismo entrenar a aquel muchacho que a la Dullahan, pero había cosas que si que eran iguales.
Al contrario que las primeras veces con Elliot, Vacuum no se quejo por nada de lo que le mandaba a hacer. Decidió forzarle demasiado pues aun no sabía cual eran los limites exactos del chico, pero aun asi, él respondió bien a todo.
Cuando ya estaba anocheciendo, alguien llamó a la puerta y Vacuum bajó a abrir. Cuando subió lo hizo con una chica, que en un principio al dragón no le hizo ninguna gracia. En eso era en algo que se parecia a Elliot. No le gustaban los desconocidos pero, por el contrario que ésta, Deatach había aprendido a ser amable.
-Por supuesto que puede asistir, no veo motivo por el que negarselo. - Le dijo mentalmente al chico. "Pero puede que Elliot si lo tuviese... mejor tener cuidado y estar preparados para cuando se entere... porque se enterará" añadió para si mismo. Observó a la chica y en cuanto vio el talisman reconoció lo que era al momento. "Una bruja escindida... perfecto, la amistad con ella solo nos traerá problemas... con su otra parte."
-Vacuum, ten cuidado con ella. Al menos con la parte de ella que no está aqui. - le advirtió mentalmente al chico.
-Hola - Hizo resonar en la mente de Vacuum, y sin esperar, comenzó con el entrenamiento. Por suepuesto no era lo mismo entrenar a aquel muchacho que a la Dullahan, pero había cosas que si que eran iguales.
Al contrario que las primeras veces con Elliot, Vacuum no se quejo por nada de lo que le mandaba a hacer. Decidió forzarle demasiado pues aun no sabía cual eran los limites exactos del chico, pero aun asi, él respondió bien a todo.
Cuando ya estaba anocheciendo, alguien llamó a la puerta y Vacuum bajó a abrir. Cuando subió lo hizo con una chica, que en un principio al dragón no le hizo ninguna gracia. En eso era en algo que se parecia a Elliot. No le gustaban los desconocidos pero, por el contrario que ésta, Deatach había aprendido a ser amable.
-Por supuesto que puede asistir, no veo motivo por el que negarselo. - Le dijo mentalmente al chico. "Pero puede que Elliot si lo tuviese... mejor tener cuidado y estar preparados para cuando se entere... porque se enterará" añadió para si mismo. Observó a la chica y en cuanto vio el talisman reconoció lo que era al momento. "Una bruja escindida... perfecto, la amistad con ella solo nos traerá problemas... con su otra parte."
-Vacuum, ten cuidado con ella. Al menos con la parte de ella que no está aqui. - le advirtió mentalmente al chico.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
17/07/12, 01:13 am
Vac la hizo pasar y le pidio que le acompañara en sus entrenamientos. Pasaron frente a una gente que miraba fijamente al chico, algunos de forma lasciva. Si era consciente de ello, no daba muestra alguna. Entraron en una habitación. Pyro se quedo plantada frente a un dragón. ¿habia mencionado algo así Vacuum? Porque no lo recordaba. En absoluto. Lo primero que pensó estúpidamente es que era Elliot transformada en aquel lagarto sin cabeza, del que manaba humo. Ciertamente era dullahan, pero eso no significaba que fuera Elliot, de hecho, lo habia llamado Deatach. El dragón no dijo nada, aunque Vac parecía estar escuchando algo. O quizás estaba abstraído. Pyro también lo estaba mirando con desconfianza a aquel bicho cuya cola escamosa se movía como la de un gato impaciente o molesto.
- Soy una bruja, Vac, no una guerrera, aunque viva en la sede. Lo único para lo que cogería una espada es para atravesar a mi hermana con ella y ya te expliqué porque eso era inutil.
>> Al principio si aprendí esgrima. Pero mi magia no se agota, deje de lado esa manera de luchar y aprendí otros trucos prácticos. - sonrió a su pesar.- si de todas formas hay algo para lo que me quieras...
eso era mentira, por supuesto, pero no le apetecía entrenar con el dragón
- Soy una bruja, Vac, no una guerrera, aunque viva en la sede. Lo único para lo que cogería una espada es para atravesar a mi hermana con ella y ya te expliqué porque eso era inutil.
>> Al principio si aprendí esgrima. Pero mi magia no se agota, deje de lado esa manera de luchar y aprendí otros trucos prácticos. - sonrió a su pesar.- si de todas formas hay algo para lo que me quieras...
eso era mentira, por supuesto, pero no le apetecía entrenar con el dragón
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