Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
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- Fundador
Ficha de cosechado
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Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
18/02/12, 09:15 pm
Alguien se unió a los gritos que se escuchaban claramente en aquella noche roja. Nadie la había visto llegar. Una mujer de piel pálida surcada por innumerables cicatrices gritaba hacia el cielo de tal modo que parecía enloquecer por instantes, con una sonrisa temible y los ojos casi en blanco. Extrajo dos cuchillas, se hizo dos cortes en los brazos, desde los hombros hasta la palma de la mano y dejó que la sangre fluyera y manchase el suelo, sangre con la que dibujo a modo algo chapucero, como un niño pequeño, lo que en un principio parecía un círculo rojo que encerraba un enorme garabato. La figura fue tomando forma hasta convertirse en una perfecta luna roja, relieve incluido. Cuando hubo terminado, dibujó un ojo furioso en el centro de ella y se marchó riéndose de modo infantil.
En su huida chocó contra una figura oculta en la noche. Esta no estaba tan alegre pero aparentaba sonreir. Noct olisqueó el aire, excitado, y gruñó hacia lo alto del edificio donde una figura emplumada miraba hacia arriba con aire soñador, balanceando las piernas terminadas en garras en el aire y pasándose una mano por el largo pelo, formado a partir de cientos de finas y diminutas plumas. Era una noche especial.
En su huida chocó contra una figura oculta en la noche. Esta no estaba tan alegre pero aparentaba sonreir. Noct olisqueó el aire, excitado, y gruñó hacia lo alto del edificio donde una figura emplumada miraba hacia arriba con aire soñador, balanceando las piernas terminadas en garras en el aire y pasándose una mano por el largo pelo, formado a partir de cientos de finas y diminutas plumas. Era una noche especial.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
19/02/12, 02:18 pm
Los símbolos mágicos tallados en las paredes del edificio empezaron a brillar como oro líquido a la luz de la luna, nutriéndose de su mágica energía. El demonio que guardaba la puerta se frotó las manos y se reclinó en su asiento con un tríptico de espejos para captar mejor los rayos de luna.
En el estudio, Cain miraba al infinito envuelto en humo de pipa. Dantalian parloteaba en su cabeza explicándole cosas de las cuales la mitad eran incomprensibles y la otra mitad carecían de sentido. Pero Cain escuchaba, escuchaba porque sabía que de esas sandeces sacaría en claro la información que estaba buscando. Dantalian estaba animado desde la salida de la Luna Roja, y esa felicidad le había soltado la lengua, no podía desaprovechar esta ocasión...
La habitación estaba llena de diablillos que bailaban entre el humo, respirando a su vez la sabiduría de Dantalian. Cain los había ido invocando para probar el alcance del poder que le daba esa noche especial, y parecía que había adquirido una facilidad pasmosa para invocar demonios de bajo nivel. Eso le vendría bien para la siguiente invocación que tenía planeada.
Tras una última calada vació la pipa y la guardó en su túnica. Se colocó todos los talismanes que si bien ya no le servían de nada seguian teniendo cierto valor para él. Despidió a los diablillos y llamó a Fresser mientras bajaba por las escaleras. Ya en la puerta, mandó al demonio guardián cerrar el burdel a cal y canto.
-Ya sabes quienes pueden entrar
Invocó a su león albino y emprendió la marcha hacia su destino
Sigue en losAcantilados.
----------------------------------------------------------
Cain no había hecho comentario alguno a las provocaciones de Vlad, y el como había logrado mantener el tipo dirante todo el camino se le escapaba. Hacía tiempo que no jugaba y la idea de probar algo distinto que no fuesen ni Vacuum ni Elliot le resultaba... tentadora...
El demonio guardian les dejó pasar y Cain le indicó a Vepar que subiese al estudio despues de susurrale algo al oído.
-Creo que la habitación del tercer piso se ajustará al exquisito gusto de la señorita- dijo señalándo la escalera.- Si antes de eso les gustaría tomar un baño o comer algo...- Cain tenía la sensación de que algo se le escapaba- Ah, perdonad mis modales; mi nombre es Cain, Cain de Ashtarait. No puedo decir que sea dueño de este burdel, pero vivo aquí desde que fui cosechado así que...- acarició uno de los murales de la sala con cariño, un retrato de una chica con una máscara veneciana- Y ustedes son?
Mánia había olvidado la desconfianza que le provocaba aquel tipo nada más ver el edificio por dentro. Era... tenía algo que le gustaba, aunque seguramente fuera porque era el lugar más ''lujoso'' que había visto desde que llegó a Rocavarancolia... Acarició los suaves cojines y miró su reflejo en la fuente central, maravillada por el juego de luces y espejos.
-Soy Mánia- dijo secamente
En el estudio, Cain miraba al infinito envuelto en humo de pipa. Dantalian parloteaba en su cabeza explicándole cosas de las cuales la mitad eran incomprensibles y la otra mitad carecían de sentido. Pero Cain escuchaba, escuchaba porque sabía que de esas sandeces sacaría en claro la información que estaba buscando. Dantalian estaba animado desde la salida de la Luna Roja, y esa felicidad le había soltado la lengua, no podía desaprovechar esta ocasión...
La habitación estaba llena de diablillos que bailaban entre el humo, respirando a su vez la sabiduría de Dantalian. Cain los había ido invocando para probar el alcance del poder que le daba esa noche especial, y parecía que había adquirido una facilidad pasmosa para invocar demonios de bajo nivel. Eso le vendría bien para la siguiente invocación que tenía planeada.
Tras una última calada vació la pipa y la guardó en su túnica. Se colocó todos los talismanes que si bien ya no le servían de nada seguian teniendo cierto valor para él. Despidió a los diablillos y llamó a Fresser mientras bajaba por las escaleras. Ya en la puerta, mandó al demonio guardián cerrar el burdel a cal y canto.
-Ya sabes quienes pueden entrar
Invocó a su león albino y emprendió la marcha hacia su destino
Sigue en losAcantilados.
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Cain no había hecho comentario alguno a las provocaciones de Vlad, y el como había logrado mantener el tipo dirante todo el camino se le escapaba. Hacía tiempo que no jugaba y la idea de probar algo distinto que no fuesen ni Vacuum ni Elliot le resultaba... tentadora...
El demonio guardian les dejó pasar y Cain le indicó a Vepar que subiese al estudio despues de susurrale algo al oído.
-Creo que la habitación del tercer piso se ajustará al exquisito gusto de la señorita- dijo señalándo la escalera.- Si antes de eso les gustaría tomar un baño o comer algo...- Cain tenía la sensación de que algo se le escapaba- Ah, perdonad mis modales; mi nombre es Cain, Cain de Ashtarait. No puedo decir que sea dueño de este burdel, pero vivo aquí desde que fui cosechado así que...- acarició uno de los murales de la sala con cariño, un retrato de una chica con una máscara veneciana- Y ustedes son?
Mánia había olvidado la desconfianza que le provocaba aquel tipo nada más ver el edificio por dentro. Era... tenía algo que le gustaba, aunque seguramente fuera porque era el lugar más ''lujoso'' que había visto desde que llegó a Rocavarancolia... Acarició los suaves cojines y miró su reflejo en la fuente central, maravillada por el juego de luces y espejos.
-Soy Mánia- dijo secamente
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
26/02/12, 09:10 pm
Vlad observó de pasada el lugar. Lo pudo resumir en dos palabras: Terciopelo rojo. Le gustaba, sin duda. Más lujoso y acogedor que todos los demás lugares dónde había tenido que pasar la noche juntos. Además, tenía la sensación de que se lo iba a pasar bien allí…
Mientras Caín se presentaba y Mánia lo ignoraba metódicamente, el conde se entretuvo en inspeccionar a fondo al muchacho, girando lentamente a su alrededor, hasta que finalmente le llegó el turno.
-Soy el Conde Vladimir Ibrahimovich Tepes. Un placer.-dijo a su espalda, haciendo uso de un tono nuevo, con un mensaje nuevo entre líneas. Moduló su voz y sus palabras de tal manera que su presentación no daba a entender que le era a Caín un placer de conocerle; sino que iba a ser un placer que se conocieran arriba, en la habitación, con menos ropa.- Ahora…-continuó diciendo, tirándole de la túnica con traviesa delicadeza.-Subamos.
Fue guiado por el muchacho hasta los aposentos del tercer piso, más lujosos y barrocos que el resto y de estilo más oriental. Dejó que su acompañante entrara antes que él, para luego dejar la puerta medio entornada tras de sí. Avanzó lentamente hacia su espalda, tomándolo por los hombros y atrayéndolo hacia sí con la cola, apretando su cuerpo contra el suyo mientras su aroma lo embriagaba.
-Sólo pida, señor…-le ronroneó al oído, para después lamer su cuello de abajo arriba. Se iba a divertir, y mucho.
Mientras Caín se presentaba y Mánia lo ignoraba metódicamente, el conde se entretuvo en inspeccionar a fondo al muchacho, girando lentamente a su alrededor, hasta que finalmente le llegó el turno.
-Soy el Conde Vladimir Ibrahimovich Tepes. Un placer.-dijo a su espalda, haciendo uso de un tono nuevo, con un mensaje nuevo entre líneas. Moduló su voz y sus palabras de tal manera que su presentación no daba a entender que le era a Caín un placer de conocerle; sino que iba a ser un placer que se conocieran arriba, en la habitación, con menos ropa.- Ahora…-continuó diciendo, tirándole de la túnica con traviesa delicadeza.-Subamos.
Fue guiado por el muchacho hasta los aposentos del tercer piso, más lujosos y barrocos que el resto y de estilo más oriental. Dejó que su acompañante entrara antes que él, para luego dejar la puerta medio entornada tras de sí. Avanzó lentamente hacia su espalda, tomándolo por los hombros y atrayéndolo hacia sí con la cola, apretando su cuerpo contra el suyo mientras su aroma lo embriagaba.
-Sólo pida, señor…-le ronroneó al oído, para después lamer su cuello de abajo arriba. Se iba a divertir, y mucho.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
26/02/12, 10:25 pm
Cain casi podía notar la respiración de íncubo en su nuca mientras subía las escaleras. Al llegar a la habitación se estremeció ligeramente al sentir esa lengua cálida y húmeda recorrer su cuello, pero se mantuvo firme. Era un invocador, un subyugador de demonios, no podía dejarse llevar por un íncubo novatillo, sería demasiado humillante... Sin embargo él tambien quería divertirse, quería carne nueva, nuevos sabores. Se giró y le robó un beso a Vlad mordiéndole el labio inferior ligeramente, y al instante notó una descarga eléctrica en la nuca. << Por una vez Estigma sirve para algo...>> pensó. El olor de uno de esos demonios ya era bastante para destrozar tus defensas, pero probar su saliva directamente te volvía loco. Si no fuera porque no era el primero de su clase con el que trataba...
-Siento decepcionarle señor Vladimir, pero no eran estos los planes que tenía... Pensé en otro tipo de pago, al menos para esta ocasión, para así ahorrame futuros enemigos...-su mirada se desvió a la puerta y Mánia entró en ese momento.
Mánia estaba furiosa, y lo peor era que no entendía muy bien por qué. En Libo cosas como los celos eran sino inexistentes, desconocidos por la mayoría de la población, sin embargo parte de ella ardía ante la idea de que otro fuese el primero en probar el cuerpo de Vlad. Había sufrido su hechizo en sus propias carnes, había resistido al embrujo durante lo que a ella le habán parecido milenios ¿y ahora un completo desconocido iba a llevarse la parte divertida? Ni hablar. Mánia quería ir primero, quería a Vlad para ella, para ella sola, y una vez que hubiese saciado su enfermiza curiosidad, una vez que hubiese averiguado a qué demonios sabía, ya le daba igual lo que el otro hiciera...
Todo esto se lo transmitió a Cain en una mirada que bien podría haber matado. Se acercó a Vlad y se agarró a la tela de su pantalón en un gesto que dejó bien claro su mensaje
Es mío.
-Parece que la señorita le reclama- rió Cain alejándose a una distancia prudencial- Hagamos una cosa; los fluidos de los íncubos son útiles para algunas pociones y ciertas personas me darían un buen precio por ellas... ¿Qué tal una muestra?
Vepar entró entonces vestida con un kimono japonés y varios frascos de cristal en una bandeja. Se colocó junto a Cain a la espera de órdenes. Cain le rodeó la cintura, sentándose en la cama con una media sonrisa en los labios.
-Una de sangre, una de semen y otra de saliva... sí, creo que con eso bastará
-Siento decepcionarle señor Vladimir, pero no eran estos los planes que tenía... Pensé en otro tipo de pago, al menos para esta ocasión, para así ahorrame futuros enemigos...-su mirada se desvió a la puerta y Mánia entró en ese momento.
Mánia estaba furiosa, y lo peor era que no entendía muy bien por qué. En Libo cosas como los celos eran sino inexistentes, desconocidos por la mayoría de la población, sin embargo parte de ella ardía ante la idea de que otro fuese el primero en probar el cuerpo de Vlad. Había sufrido su hechizo en sus propias carnes, había resistido al embrujo durante lo que a ella le habán parecido milenios ¿y ahora un completo desconocido iba a llevarse la parte divertida? Ni hablar. Mánia quería ir primero, quería a Vlad para ella, para ella sola, y una vez que hubiese saciado su enfermiza curiosidad, una vez que hubiese averiguado a qué demonios sabía, ya le daba igual lo que el otro hiciera...
Todo esto se lo transmitió a Cain en una mirada que bien podría haber matado. Se acercó a Vlad y se agarró a la tela de su pantalón en un gesto que dejó bien claro su mensaje
Es mío.
-Parece que la señorita le reclama- rió Cain alejándose a una distancia prudencial- Hagamos una cosa; los fluidos de los íncubos son útiles para algunas pociones y ciertas personas me darían un buen precio por ellas... ¿Qué tal una muestra?
Vepar entró entonces vestida con un kimono japonés y varios frascos de cristal en una bandeja. Se colocó junto a Cain a la espera de órdenes. Cain le rodeó la cintura, sentándose en la cama con una media sonrisa en los labios.
-Una de sangre, una de semen y otra de saliva... sí, creo que con eso bastará
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/02/12, 12:50 am
- Spoiler:
- Vlad intentó alargar el beso de Caín, agarrando sus labios con los colmillos, impidiéndole huir. Pero se apartó de él. ¿A qué tipo de pago se refería? Entró Mánia en la habitación, luego la mujer del kimono, y entonces le piden una muestra completa de fluidos. Después de unos segundos de confusión, provocados por la separación tan repentina cuando la cosa comenzaba a ponerse interesante, su mente volvió a ponerse a funcionar de forma enfermiza y sus pensamientos brotaron claros y obscenos en su mente, susurrantes. Es evidente lo que se esperaba de él.
Sin pensárselo dos veces, se desabrochó los cintos que sostienen sus armas y los dejó sin más miramientos sobre su saco. Sin más miramientos, se quitó las botas y los pantalones.
>>Espero que les aprovechen las vistas…<<
Quedó así desnudo, con su piel pálida cubierta de cicatrices al descubierto, liberando una erección que ya le duraba horas (Tenía la ligera sospecha de que a aquellas alturas le llegaba más riego allí que a la cabeza).
Se tumbó en la cama circular, tomando antes uno de los recipientes de cristal. Dejándola a un lado, se puso cómodo, con la mirada clavada en el techo. No pretendía incomodar a nadie con su mirada. No sería caballeroso por su parte.
Un tanto titubeante, alargó la mano para alcanzar su miembro, que asió en un principio tímidamente con poco más que las yemas de los dedos. Cuando comenzó a masturbarse delicadamente. Progresivamente, motivado por las miradas de sus compañeros de habitación, fue aumentando el ritmo, asiéndose con toda la mano. Por su mente pasaron los acontecimientos más interesantes del día, dejando que su imaginación añadiera detalles de lo que podrían haber sido de haberse alargado. Gemía por lo bajo entre suspiros entrecortados, notando cómo la cúspide del placer comenzaba a trepar por su miembro, ansiando escapar de su cuerpo. Tomó entonces con la mano libre el recipiente. Con cuidado de no derramarse fuera del frasco, alcanzó el cenit de la masturbación, soltando un jadeo ahogado.
Dándose unos segundos de descanso, se tumbó al completo sobre la cama, relajando sus músculos. Tras restituirse, se levantó, dejando el bote lleno sobre la mesa. Sin esperar mucho más, se levantó y tomó el cuchillo curvado con protector de puños provisto de pinchos de entre su equipaje y se volvió a sentar en la cama. Tomando un nuevo y vacío recipiente, se hizo un corte a lo largo de la palma de la mano, disfrutando y sufriéndolo a partes iguales. Cerrando el puño sobre la obertura, dejó que la sangre fluyera cómo exprimida de su mano, en el interior del tarro.
Y tras dejar este contenedor carmesí al lado de su pálido compañero, se dispuso a tomar el último y más fácil de llenar de todos. Simplemente lo colocó bajo su boca, sacó la lengua y dejó que el líquido fluyera hasta el bote.
-Creo que hemos finalizado, señor.- dijo Vladimir, dejando el recipiente con los otros dos.- Ahora, si nos disculpa, por favor…-continuó, lanzando una mirada muy significativa al muchacho. No acabaría el día sin desquitarse de una maldita vez. Y dado que Mánia parecía mostrarse tan posesiva con él, estaría encantado de dejarse poseer.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/02/12, 03:33 pm
Vepar rodeó el cuello de su amo con los brazos y empezó a susurrarle una canción al oído, de forma que Cain pudo asistir al espectáculo sin turbarse demasiado. No era muy cortés quedarse mirando así pero... << Tengo que asegurar la calidad del producto, ¿no?>> pensó divertido. Los dos últimos frascos fueron más rápidos de llenar, y pronto tuvo a los tres listos para ser vendidos...
-Muy amanble- dijo haciéndole una seña a Vepar, que recogió lo frascos y los volvió a poner en la bandeja- Si necesitan cualquier cosa, pídanselo a la piedra- dejó un guijarro liso y negro sobre la mesilla con un símbolo tallado- Buenas noches...
Salió de la habitación con paso calmo y una media sonrisa en los labios, seguido del demonio que portaba la bandeja. Regresó a su estudio y dejó los frascos en una cámara frigorífica que se había creado hacía bien poco para conservar venenos y algunos ingredientes para ritos que podrían estropearse. Luego fue a llenar una pecera redonda con un pentáculo grabado en la base y la dejó en su mesa de trabajo, ordenando a Vepar entrar en ella. La dama no rechistó, y pronto fue un tiburón en miniatura dando vueltas en el agua de la pecera. Cain se sentó con las piernas cruzadas en el suelo y apoyó la barbilla en las manos entrelazadas.
-Hmmm... No es mala idea, podríamos volver a poner esto en marcha...
Mánia por su parte no había sido tan discreta como Cain. Había mirado, y además había disfrutado con la vista. Lo que más le había llamado la atención habían sido las cicatrices... Extraño, teniendo en cuenta de que en Libo no era raro que un hombre tuviese cicatrices, pero aun asi se le antojaba fuera de lugar que Vlad las tuviera... Le gustaban. Eran la prueba irrefutable de que no era invencible, y la idea de que alguien, quien fuera, hubiese podido subyugarle le parecía deliciosa...
Se acercó a él con un deje curioso en la mirada y le tomó la mano herida para lamerla. Sabía bien, mejor que la sangre que había bebido en la taberna. Se sentó sobre su muslo mirándole a los ojos mientras jugueteaba con sus dedos.. de pronto se impulsó y le mordió le cuello. No era un mordisco cariñoso ni juguetón, quería hacerle daño, quería dejar una marca imborrable en él. Por eso hunidó los dientes en su carne todo lo que pudo, ingeniándoselas para usar un hechizo de calor que le quemara la piel, ignorando toda la sangre que manaba de la herida... Cuando acabó, la sangre teñía de rojo el negro de sus labios al igual que todo el cuello de Vlad. Fue a hacer un hechizo de curación pero recordó que no tenía magia... << Bueno, qué más da, él tambien puede hacerlo...>> Se relamió, y limpió la sangre del cuello del íncubo y la que se había derramado por su pecho.
-Ahora sí eres mio- dijo con una gran sonrisa- Esa es mi firma- señaló la cicatriz que había quedado.
-Muy amanble- dijo haciéndole una seña a Vepar, que recogió lo frascos y los volvió a poner en la bandeja- Si necesitan cualquier cosa, pídanselo a la piedra- dejó un guijarro liso y negro sobre la mesilla con un símbolo tallado- Buenas noches...
Salió de la habitación con paso calmo y una media sonrisa en los labios, seguido del demonio que portaba la bandeja. Regresó a su estudio y dejó los frascos en una cámara frigorífica que se había creado hacía bien poco para conservar venenos y algunos ingredientes para ritos que podrían estropearse. Luego fue a llenar una pecera redonda con un pentáculo grabado en la base y la dejó en su mesa de trabajo, ordenando a Vepar entrar en ella. La dama no rechistó, y pronto fue un tiburón en miniatura dando vueltas en el agua de la pecera. Cain se sentó con las piernas cruzadas en el suelo y apoyó la barbilla en las manos entrelazadas.
-Hmmm... No es mala idea, podríamos volver a poner esto en marcha...
Mánia por su parte no había sido tan discreta como Cain. Había mirado, y además había disfrutado con la vista. Lo que más le había llamado la atención habían sido las cicatrices... Extraño, teniendo en cuenta de que en Libo no era raro que un hombre tuviese cicatrices, pero aun asi se le antojaba fuera de lugar que Vlad las tuviera... Le gustaban. Eran la prueba irrefutable de que no era invencible, y la idea de que alguien, quien fuera, hubiese podido subyugarle le parecía deliciosa...
Se acercó a él con un deje curioso en la mirada y le tomó la mano herida para lamerla. Sabía bien, mejor que la sangre que había bebido en la taberna. Se sentó sobre su muslo mirándole a los ojos mientras jugueteaba con sus dedos.. de pronto se impulsó y le mordió le cuello. No era un mordisco cariñoso ni juguetón, quería hacerle daño, quería dejar una marca imborrable en él. Por eso hunidó los dientes en su carne todo lo que pudo, ingeniándoselas para usar un hechizo de calor que le quemara la piel, ignorando toda la sangre que manaba de la herida... Cuando acabó, la sangre teñía de rojo el negro de sus labios al igual que todo el cuello de Vlad. Fue a hacer un hechizo de curación pero recordó que no tenía magia... << Bueno, qué más da, él tambien puede hacerlo...>> Se relamió, y limpió la sangre del cuello del íncubo y la que se había derramado por su pecho.
-Ahora sí eres mio- dijo con una gran sonrisa- Esa es mi firma- señaló la cicatriz que había quedado.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/02/12, 05:19 pm
- Spoiler:
- Vlad contempló cómo Mánia se sentaba en su muslo, en una zona cuanto menos delicada, y observó, ensoñado, cómo lamía la sangre de su mano, disfrutando del húmedo roce de su lengua en sobre su piel…
Entonces, la muchacha tomó impulsó, y antes de que pudiera darse cuenta tenía sus dientes clavándose profundamente en su piel. Lanzó una exclamación por el dolor y el sobresalto, que pronto ahogó en un suspiro de placer, producido por el puro y simple dolor. Llevó su mano a la cabeza de Mánia, jugueteando con su pelo y haciendo una leve presión, acercándola hacia sí, evitando que se alejase…
Cuando hubo terminado, lanzó un hechizo de curación para cerrar las heridas. Tomó a Mánia en brazos, con cuidado, para dejarla después con delicadeza sobre la cama. Casi había olvidado su olor… dulce, exquisito, adictivo, hipnótico. Aún llevaba los evisceradotes en los brazos, pero le daba igual. Sólo se concentraba en su piel de alabastro, fina, suave, caliente y delicada, que recorría con las yemas de los dedos, cómo si temiese romperla. Mientras acariciaba su vientre se le acerca al rostro, observado por sus ojos de piedras preciosas que reflejan en sus facetas mil y un destellos de luz hipnótica, se aproximó a su oído, temeroso. Titubeaba mientras reunía el valor de susurrarle al oído la verdad. Podía decirlo con una mirada, pero no se sentía capaz. Él, que podría haber recitado las obras completas de Dostoievski con sólo mirar a alguien a los ojos, se veía achantado ante una niña. Había sido educado para no poder transmitir aquel mensaje. Así que, acercando mucho su boca a su oído, ronroneó la frase a un volumen imperceptible para cualquier oyente que no estuviera a menos de un cuarto de centímetro de sus labios.
-Será un placer servirle, mi ama.
Su lengua acarició tímidamente la oreja de Mánia, temiendo represalias. Lentamente, fue bajando por su cuello, acariciándolo con los dedos y con la nariz, dejando besos y algún tímido mordisco. Cruzó su pecho rápidamente, sin entretenerse todavía en quitarle ni el sujetador ni el chaleco transparente, únicamente lamiendo con cuidado su camino con la punta de su larga lengua. Cruzó su estómago por su centro, besando cada centímetro que cruzaba, sólo deteniéndose para jugar con el piercing de su ombligo, agarrándolo entre sus dientes.
En este punto alzó la mirada para encontrarla con la de Mánia. Una mirada lasciva, llena de promesas susurradas al oído, vibrantes; pero sumisa. Siguió descendiendo, sin dejar de clavarle la mirada. Notó con su lengua el tacto suave de la tela de su ropa interior, áspera y burda en comparación con la piel de la muchacha, pero impregnada de un licor y un olor que encendían sus pasiones y más oscuros deseos, haciéndole que se le erizase el pelo. Allí se quedó unos segundos, mirándola, sin apartar la vista de sus ojos. Tras ese largo, casi infinito instante, lamió. Su lengua salió de su boca, anhelante, posándose pesadamente contra la tela, empapándola y, haciendo presión, cruzó de una lenta lametada su oculta entrepierna de abajo a arriba.
Tras saborear los fluidos que se habían pegado a la prenda, se sintió irresistiblemente obligado a continuar. La hizo a un lado con los dedos, con cuidado, dejando al descubierto su sexo. Suspira, relamiéndose, y sin más dilación comienza a chuparlo con avidez, jugando con su clítoris e introduciendo su larga lengua en su interior, sin separarse ni un ápice de ella mientras la sujetaba por los muslos para que no se aleje, lanzándole de vez en cuando miradas por encima de su entrepierna, escrutando los ojos de la muchacha en busca de aprobación o algún tipo de orden. Y es que llevaba mucho tiempo deseando hacerlo, fantaseando con ella en sueños, y ahora por fin la tenía allí, al alcance de la mano. Y no había hecho más que empezar…
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/02/12, 06:53 pm
- Spoiler:
- El deje de decepción que le había dejado el gemido de Vlad (ella quería oírle gritar, no gemir) desapareció después de oír sus palabras. Aquel susurro le hizo estremecerse interiormente, y a la vez le arrancó una risilla infantil que revelaba todas las posibilidades que se le presentaban con semejante declaración. Volvía a tener siervos, volvía a tener juguetes...
Sin embargo tal vez este juguete fuese un poco demasiado ansioso. El lametón inicial le pilló por sorpresa pero no puso objeciones. Tampoco a los besos y lametones que le siguieron, disfrutando ante el contacto de su lengua y sus dientes y respondiendo con un suave ronroneo, y risas cuando llegaba a algún lugar donde tuviera cosquillas. Le gustaban las cosquillas. Cuando Vlad le miró a los ojos Mánia alzó una ceja extrañada, y en cuanto el íncubo llegó a su ropa interior soltó un bufido. Normalmente se pedía permiso para hacer algo así, o se hacía únicamente si tu ama te lo ordenaba.
-¿Qué coño te crees que...?!!!- dejó la frase si terminar pues la lengua de Vlad ya había entrado en contacto con su entrepierna.
Mánia se mordió el labio para ahogar un gemido. Llevaba tiempo esperando algo así pero no le gustaba que Vlad lo hubiese tomado por su cuenta. Apoyó un pie en su hombro para apartarlo, pero al mirarle a los ojos cambió de opinión y le tiró de los cuernos para hundirle la cabeza entre sus piernas, echándose hacia atras para recostarse sobre los cojines y dándole instrucciones a Vlad. << Ya me las pagarás cuando acabes...>>
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
28/02/12, 08:20 pm
- Spoiler:
- Vladimir notó el contacto de la piel de Mánia en su hombro, y temió que intentara separarle de ella. No, no podía obligarle a parar ahora. Acababa de comenzar, y… Entonces sintió cómo la fuerza de su pierna disminuía a la vez que notó cómo sus pequeñas manos se aferraban a su cornamenta, tirándo de él y hundiendo su faz entre sus piernas. En respuesta, la tomó de los muslos y la atrajo un poco más hacia él, cómo intentando fundirse con su cuerpo, mientras seguía sus instrucciones obedientemente.
Sentía cómo, con cada movimiento de su lengua en su interior, la muchacha temblaba y se removía entre sus manos cómo un animalito. Las sensuales convulsiones de placer fueron aumentando, con lentos y neumáticos movimientos su nívea piel acariciaba las manos de Vlad, que se esforzaban por sujetarla con cuidado, por miedo a que aquella chiquilla de aspecto tan frágil se rompiera en mil pedazos ante un movimiento brusco. Se le antojaba cómo una gatita, pequeña, ronroneante, que se contorsionaba de puro placer bajo su boca. La comparación no hacía más que volverlo loco, hasta el punto de que podría haber desgarrado los pantalones de haberlos llevado puestos.
Subió lentamente sus manos por el vientre de Mánia, deslizando con cuidado las yemas de sus dedos por la suave y húmeda superficie de alabastro de su ama, acariciándola y buscando a la vez sus cosquillas. Había oído aquella leve risita que había lanzado cuando sus labios habían llegado a ciertos lugares de su perfecta anatomía. Aquel sonido angelical salido de la más dulce y aterciopelada región del infierno le hacía temblar de pura lujuria, cómo una droga sonora, un afrodisíaco musical. Y quería más.
Así continuó durante un rato en el paraíso, deleitando sus cinco sentidos. Su mirada hambrienta de vicio recorría cada ápice del cuerpo de su dueña, hipnotizándose sumisamente ante su mirada, mientras su piel se derretía ante el contacto ardiente y húmedo de su sedosa superficie. El perfecto perfume de Mánia, al que las hormonas daban un toque de locura, embriagaba los pulmones del conde, que los llenaba ansioso del aire que contaminaba de desvaríos. Su lengua se retorcía de puro placer entre sus piernas, saboreando extasiada el divino regusto del sexo.
Todo mientras el influjo de la melodía de la aterciopelada voz de su señora ponía banda sonora a sus sueños y fantasías, combinando los ronroneos, los gemidos y las risitas retorcidas e infantiles en un crescendo que poco a poco iba aproximándose a su cúspide, al son que la velocidad de la boca de Vlad, que parecía dirigir aquella orquesta de deseo con cada nuevo y apasionado beso a la virtud de Mánia.
Finalmente ocurrió. La larga lengua de Vlad se estremeció en el interior de la entrepierna de su ama en un desesperado y retorcido beso apoteósico. El cuerpo de la muchacha se estremeció de cabo a rabo de puro placer y después… quietud. Su boca se llenó del exquisito néctar del orgasmo mientras su lengua era atrapada en el interior de Mánia por las contracciones finales. Saboreó el salino licor antes de tragarlo. Alzó la cabeza entre las piernas de su señora, que había disminuido la fuerza de su agarre, para mirarla a los ojos con expresión sumisa y cargada de perversa inocencia infantil.
-¿Desea algo más, ama?- inquirió con un tono a juego con su mirada mientras se pasaba el dedo por la comisura del labio y se lo relamía, eliminando así los últimos restos del flujo.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/03/12, 04:51 pm
- Spoiler:
- Aunque en un principio los ojos de Mánia vigilaban todos y cada uno de los movimientos del conde, admirando embelesada sus gestos, siguiendolos con curiosidad, expectante por ver qué iba a hacer a continuación. Por cada nuevo roce, por cada calambre de placer venía la sorpresa, a la que ya se estaba empezando a acostumbrar. No le gustaba el no tener todo le control de cada una de sus acciones, pero empezaba a pensar que tal vez no estuviese del todo mal.
Mánia se agarraba firmemente a los cuernos del íncubo, tirando de ellos ligeramente de vez en vez, cuando se desviaba demasiado de la ruta que ella prefería, reía y jadeaba con las caricias, con los ojos brillantes fijos en Vlad. Jugueteaba con los piercings del labio, haciéndolos girar, y acompañaba el son de la lengua del íncubo con el de sus caderas, obligándole a aumentar el ritmo. Pidiendo más. Pronto la agitación fue demasiada como para mantener los ojos abiertos, era como una droga. Sintió su mente desvanecerse y su cuerpo se arqueó echándose hacia atrás para quedar sobre los cojines. Ya no sujetaba los cuernos de Vlad, tan solo permanecía unida a el por un mechón de pelo al que se había afianzado, por las uñas que clavaba en sus manos y por la lengua inquieta que la estaba volviendo loca. Sus jadeos se convirtieron en gemidos, y su pulso fue en aumento... Un destello cegó a Mánia a pesar de tener los ojos cerrados, y un calambrazo de placer le recorrió la columna provocándole un violento espasmo. Esperó hasta que su respiración se normalizó y luego se echó a reir, así como estaba, tumbada en la cama de cualquier manera y sujetando aun el mechón de pelo. Hacía bastante tiempo que no sentía algo así, ya casi no se acrodaba de la ultima vez que jugó... en casa... Y quería más.
Se incorporó e ignoró por completo la pregunta de Vlad, cerrándole la boda con un beso. Saboreó su saliva mezclada con su propia esencia y exploró su boca saciando la curiosidad que había estado conteniendo. Se agarró a su cuello clavándo las uñas en su piel, mordió con saña sus labios hasta hacer sangre y bebió de esta hasta dejar moratones. Trepó a mordiscos por su mandíbula hasta llegar a su oreja, y lamiendo el contorno susurró con voz borracha de deseo.
-Más... vamos a jugar más...
Era su juguete, todo suyo, y pensaba destrozarlo hasta que no quedase nada de él.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/03/12, 02:35 pm
Llego al burdel casi una hora después, con el sol deshaciendo las sombras a mi alrededor. No tengo prisa, voy despacio y no me importa. Estoy tranquila, aunque es una tranquilidad extraña. Como la calma que precede a la tempestad. Estoy tranquila. Pero es una tranquilidad frágil. Que puede ser rota con facilidad. Puedo notar la ira bullendo tras la fachada de paz que me envuelve, pero trato de ignorarla.
Llego a la puerta del burdel y el pequeño demonio me abre la puerta como siempre. Dentro el silencio lo inunda todo. Recuerdo los días en los que éste lugar rezumaba vida, esos días en los que siempre había alguien en el salón. Ahora que solo vivimos cuatro personas en el edificio, es difícil ver demasiado movimiento. Jack casi nunca está en casa, Vacuum suele estar dormido o entrenando y Cain en su estudio.
Tengo ganas de ver a los chicos. Ellos son los únicos que pueden hacer que me olvide de todo, que esa ira contenida desaparezca mientras estoy entre sus brazos. Necesito una buena dosis de pastelosidad y mimos para aplacar mi mala leche... pienso en subir a ver a Vacuum, pero seguramente esté dormido por lo que decido ir a por mi rubio. No me cabe duda de que está en su estudio así que me dirijo hacia allí. Llamo a la puerta con tres golpecitos, pero no le doy tiempo ni a contestar, simplemente entro y me encuentro a Cain sentado en el suelo, con las piernas cruzadas ensimismado. Voy hacia él y me siento a su espalda, con las piernas a ambos lados mientras le abrazo por detrás, rozando con mi humo su oreja haciéndole cosquillas.
Aun no he probado con él la telepatía y tengo curiosidad por como reaccionará. Comienzo a establecer el vinculo telepático, y apenas me lleva unos segundos.
-Hola Cain - Ronroneo mentalmente, tratando de contener la estampida de recuerdos, pensamientos y emociones que pugnan por salir de mis pensamientos hasta él, aunque no soy capaz de retenerlos todos. - ¿Que tal el día? - digo abrazándome aun mas a él, para que no se vaya y acariciando despacio su pecho y sus brazos, calmándome con su roce. - He conocido a los nuevos cachorritos... - le comento, pero tampoco le doy mas información por el momento.
Llego a la puerta del burdel y el pequeño demonio me abre la puerta como siempre. Dentro el silencio lo inunda todo. Recuerdo los días en los que éste lugar rezumaba vida, esos días en los que siempre había alguien en el salón. Ahora que solo vivimos cuatro personas en el edificio, es difícil ver demasiado movimiento. Jack casi nunca está en casa, Vacuum suele estar dormido o entrenando y Cain en su estudio.
Tengo ganas de ver a los chicos. Ellos son los únicos que pueden hacer que me olvide de todo, que esa ira contenida desaparezca mientras estoy entre sus brazos. Necesito una buena dosis de pastelosidad y mimos para aplacar mi mala leche... pienso en subir a ver a Vacuum, pero seguramente esté dormido por lo que decido ir a por mi rubio. No me cabe duda de que está en su estudio así que me dirijo hacia allí. Llamo a la puerta con tres golpecitos, pero no le doy tiempo ni a contestar, simplemente entro y me encuentro a Cain sentado en el suelo, con las piernas cruzadas ensimismado. Voy hacia él y me siento a su espalda, con las piernas a ambos lados mientras le abrazo por detrás, rozando con mi humo su oreja haciéndole cosquillas.
Aun no he probado con él la telepatía y tengo curiosidad por como reaccionará. Comienzo a establecer el vinculo telepático, y apenas me lleva unos segundos.
-Hola Cain - Ronroneo mentalmente, tratando de contener la estampida de recuerdos, pensamientos y emociones que pugnan por salir de mis pensamientos hasta él, aunque no soy capaz de retenerlos todos. - ¿Que tal el día? - digo abrazándome aun mas a él, para que no se vaya y acariciando despacio su pecho y sus brazos, calmándome con su roce. - He conocido a los nuevos cachorritos... - le comento, pero tampoco le doy mas información por el momento.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
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¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
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- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/03/12, 02:51 pm
Cain sonrió al sentir a Elliot abrazándole y ladeó un poco la cabeza para rozarse con el hombro de la chica. Varios recuerdos se colaron en su cabeza, pero no les dio importancia, era como hablar con Dantalian, un torrente de imágenes de las que solo valían unas pocas palabras.
-Hola nena- saludó aspirando una voluta de niebla para luego exalarla, como si fumase- Yo también he conocido a dos cachorros, estaban alborotando inocentemente la taberna y he pensado en sacar provecho...
En ese momento iba a tasar los fluidos del íncubo. Preparó la estrella de incienso sin dejar que Elliot se alejase ni un centímetro y la hizo arder. Sujetó el frasquito de semen sobre la pálida columna de humo que el incienso desprendía y observó los dibujos que iba formando a su alrededor...
-No está mal- susurró- Aun tiene mucho de humano y el hecho de que sea virgen no ayuda aunque... Un íncubo virgen, sí, un coleccionista me podría pagar una buena suma por esto- se echó a reír y dejó el frasco a un lado, volviéndose a acariciar las manos de Elliot- He estado pensando en volver a poner esto en marcha ¿qué te parece? No exactamente como burdel pero, este sitio está muy muerto, le podríamos dar algo de vidilla...
-Hola nena- saludó aspirando una voluta de niebla para luego exalarla, como si fumase- Yo también he conocido a dos cachorros, estaban alborotando inocentemente la taberna y he pensado en sacar provecho...
En ese momento iba a tasar los fluidos del íncubo. Preparó la estrella de incienso sin dejar que Elliot se alejase ni un centímetro y la hizo arder. Sujetó el frasquito de semen sobre la pálida columna de humo que el incienso desprendía y observó los dibujos que iba formando a su alrededor...
-No está mal- susurró- Aun tiene mucho de humano y el hecho de que sea virgen no ayuda aunque... Un íncubo virgen, sí, un coleccionista me podría pagar una buena suma por esto- se echó a reír y dejó el frasco a un lado, volviéndose a acariciar las manos de Elliot- He estado pensando en volver a poner esto en marcha ¿qué te parece? No exactamente como burdel pero, este sitio está muy muerto, le podríamos dar algo de vidilla...
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/03/12, 04:12 pm
A Cain no parece impresionarle demasiado el hecho de que pueda comunicarme con él mentalmente. Es normal, Vacuum también puede, no es nada nuevo para él el hablar sin utilizar verdaderas palabras. Me devuelve el saludo mientras respira el humo de mi cuello haciendo que me estremezca y que me pegue mas a él. Su sola presencia ya me tranquiliza. Por lo que se ve, el también ha tenido el "placer" de conocer a los novatillos... ¿A cuales de ellos habrá conocido? Y parece que ha conseguido algo de ellos...
Sonrío mentalmente mientras observo a Cain, preparando una estrella de incienso en el suelo. Siento una gran curiosidad sobre lo que ha estado haciendo, pero no digo nada, solo miro, mientras sigo abrazada a él, aunque sin moverme para no molestarle demasiado. Veo como saca un frasquito y tardo unos segundos en reconocer lo que hay dentro. Me quedo extrañada y una leve sospecha se instaura en mis pensamientos. Pone el frasco sobre el humo y éste comienza a formar dibujos extraños a su alrededor. El olor a incienso inunda el aire.
Cain comienza a hablar y al mencionar la palabra "incubo" toda la tranquilidad que había forjado se desploma. Todo mi cuerpo se tensa, y me aprieto fuerte a Cain, dejando de escuchar sus palabras. Ese hijo de puta ha engatusado a Cain. Es todo lo que puedo pensar. La ira vuelve a fluir por mis venas, quemando todo pensamiento coherente a su paso. Recuerdo que el vinculo telepático sigue abierto. - Dime que no... ¿Como has conseguido eso? ¿Que te ha hecho ese cabronazo? Lo voy a matar... le arrancaré la polla y la pondré como trofeo en el salón, pero primero le reventaré los huevos a patadas. - Dije sin poderme contener. Cain me acaricia las manos pero yo me pongo de pie, decidida a buscarle. No puede estar lejos. - Se le van a quitar las ganas de follar, te lo aseguro.
¿Porque él? ¿Porque a él? ¿Es que no había mas maldita gente en esta ciudad? ¿Tenían que encontrarse ellos dos? ¿Tenía que engañar a mi Cain? Sin duda debí matarlo cuando tuve oportunidad. Fui tonta dejándole vivito y por ahí. Pero corregiré mi error. ¿Porque Cain cedería ante alguien asi? Cain no es tonto. ¿Porque lo ha hecho? ¿De verdad podría sacarle tanto dinero a eso? ¿Merecía la pena? No, no puede merecer la pena hacer tratos... de ese tipo con un ser tan despreciable... ¡Ni por todo el oro del mundo! ¿Que habrían hecho? Miro a Cain unos segundos mientras la posible escena aparece ante mis pensamientos y siento ira. No son celos. Cain podría tirarse a media ciudad y mientras que al llegar a casa me recibiese con una sonrisa, no tendría celos. Es impotencia, furia, un odio tremendo contra el incubo que nubla todo lo demás. Ni siquiera vuelvo a acordarme de que el vinculo telepatico sigue abierto, y aunque me volviese a acordar, me daría completamente igual. Me dirijo hacia la puerta ardiendo por dentro y decidida a dar caza a ese parásito asqueroso. Ya hablaré con Cain mas tarde...
Sonrío mentalmente mientras observo a Cain, preparando una estrella de incienso en el suelo. Siento una gran curiosidad sobre lo que ha estado haciendo, pero no digo nada, solo miro, mientras sigo abrazada a él, aunque sin moverme para no molestarle demasiado. Veo como saca un frasquito y tardo unos segundos en reconocer lo que hay dentro. Me quedo extrañada y una leve sospecha se instaura en mis pensamientos. Pone el frasco sobre el humo y éste comienza a formar dibujos extraños a su alrededor. El olor a incienso inunda el aire.
Cain comienza a hablar y al mencionar la palabra "incubo" toda la tranquilidad que había forjado se desploma. Todo mi cuerpo se tensa, y me aprieto fuerte a Cain, dejando de escuchar sus palabras. Ese hijo de puta ha engatusado a Cain. Es todo lo que puedo pensar. La ira vuelve a fluir por mis venas, quemando todo pensamiento coherente a su paso. Recuerdo que el vinculo telepático sigue abierto. - Dime que no... ¿Como has conseguido eso? ¿Que te ha hecho ese cabronazo? Lo voy a matar... le arrancaré la polla y la pondré como trofeo en el salón, pero primero le reventaré los huevos a patadas. - Dije sin poderme contener. Cain me acaricia las manos pero yo me pongo de pie, decidida a buscarle. No puede estar lejos. - Se le van a quitar las ganas de follar, te lo aseguro.
¿Porque él? ¿Porque a él? ¿Es que no había mas maldita gente en esta ciudad? ¿Tenían que encontrarse ellos dos? ¿Tenía que engañar a mi Cain? Sin duda debí matarlo cuando tuve oportunidad. Fui tonta dejándole vivito y por ahí. Pero corregiré mi error. ¿Porque Cain cedería ante alguien asi? Cain no es tonto. ¿Porque lo ha hecho? ¿De verdad podría sacarle tanto dinero a eso? ¿Merecía la pena? No, no puede merecer la pena hacer tratos... de ese tipo con un ser tan despreciable... ¡Ni por todo el oro del mundo! ¿Que habrían hecho? Miro a Cain unos segundos mientras la posible escena aparece ante mis pensamientos y siento ira. No son celos. Cain podría tirarse a media ciudad y mientras que al llegar a casa me recibiese con una sonrisa, no tendría celos. Es impotencia, furia, un odio tremendo contra el incubo que nubla todo lo demás. Ni siquiera vuelvo a acordarme de que el vinculo telepatico sigue abierto, y aunque me volviese a acordar, me daría completamente igual. Me dirijo hacia la puerta ardiendo por dentro y decidida a dar caza a ese parásito asqueroso. Ya hablaré con Cain mas tarde...
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Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
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- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/03/12, 04:28 pm
Un puro de piedra sólida le cierra el paso a Elliot impidiéndole dejar la habitación. Cain se pone en pie con tranquilidad, pero en su rostro se ha perdido todo rastro de sonrisa. Vepar, de nuevo en forma de sirena, rodea con los brazos el cuello de su amo y se enrolla en su cuerpo, mirando a la dullahan por encima del hombro con sus ojos plateados de largas pestañas.
-No vas a ir a ninguna parte, nena- dijo Cain con voz gélida- ¿De verdad crees que un simple cachorro puede controlarme? ¿A mi? Soy un invocador, subyugar demonios es mi especialidad. o al menos ese fue el poder que la Luna me dio...-atravesó a Elliot con la mirada. El cerco oscuro de su unico ojo empañó el dorado que lo caracterizaba- Podríamos dejar de explotar a Vac parasalir adelante y empezar a hacer negocios con otras criaturas. Ese pobre chaval me ha dado un precio absurdamente alto por pasar una unica noche aquí, y aunque no te lo creas, puedo tratar con tipos como él sin necesidad de aniquilarlos...
Le había ofendido, le había ofendido de verdad. Cierto que anada más salir la Luna Roja él no tenía nada, cierto que estuvo dependiendo de la fuerza de Elliot y Vacuum hata que logró controlar su habilidad, pero no era ningún inutil, no era un niño al que cuidar ni una princesita a la que proteger. Había tardado meses en lograr que la gente de la zona le tomase en serio, los mercaderes ya no trataban de timarle, en la taberna se hacía el sielncio cuando él entraba. Tenía una reputación, y ellos ni siquiera se habían dado cuenta. Pronunció una sílaba y un hechizo de protección rodeó la entrada al tercer piso. No iba a permitir que Elliot le pusiese una mano encima a esos chicos. No iba a perder un negocio por su desconfianza.
-No vas a ir a ninguna parte, nena- dijo Cain con voz gélida- ¿De verdad crees que un simple cachorro puede controlarme? ¿A mi? Soy un invocador, subyugar demonios es mi especialidad. o al menos ese fue el poder que la Luna me dio...-atravesó a Elliot con la mirada. El cerco oscuro de su unico ojo empañó el dorado que lo caracterizaba- Podríamos dejar de explotar a Vac parasalir adelante y empezar a hacer negocios con otras criaturas. Ese pobre chaval me ha dado un precio absurdamente alto por pasar una unica noche aquí, y aunque no te lo creas, puedo tratar con tipos como él sin necesidad de aniquilarlos...
Le había ofendido, le había ofendido de verdad. Cierto que anada más salir la Luna Roja él no tenía nada, cierto que estuvo dependiendo de la fuerza de Elliot y Vacuum hata que logró controlar su habilidad, pero no era ningún inutil, no era un niño al que cuidar ni una princesita a la que proteger. Había tardado meses en lograr que la gente de la zona le tomase en serio, los mercaderes ya no trataban de timarle, en la taberna se hacía el sielncio cuando él entraba. Tenía una reputación, y ellos ni siquiera se habían dado cuenta. Pronunció una sílaba y un hechizo de protección rodeó la entrada al tercer piso. No iba a permitir que Elliot le pusiese una mano encima a esos chicos. No iba a perder un negocio por su desconfianza.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/03/12, 04:52 pm
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/03/12, 06:00 pm
Algo me corta el paso de golpe, casi asustándome. Un muro de piedra. ¿Porqué hay un muro ahí? No, no voy a dejar que me detenga. Le pego un puño, con toda la fuerza que tengo al muro, pero no consigo mas que romper la piel de mis nudillos, que se regenera de forma inmediata. Le pego puños y patadas, llena de rabia, pero el muro, mas que de piedra, parece de acero. ¿Cuando ha aprendido Cain a hacer ésto? Dejo de intentar lo imposible.
Me doy la vuelta despacio, conteniendo mi rabia. Cain está de pie mirándome muy serio, helándome el alma, mientras mi cuerpo se consume en el fuego. Una especie de sirena con cola de tiburón se enrolla alrededor de él y me mira. Cain habla y en su voz ya no hay dulzura, sus palabras son tan frías como su ojo, que ha perdido su brillo dorado. No me gusta. No me gusta nada. Parece que su frialdad consigue hacer que me olvide por unos segundos de mi enfado, pero sus palabras avivan las llamas. Me quedo en de pie en silencio hasta que deja de hablar, con los brazos cruzados sobre el pecho, en un intento de no desbordarme y atacarle a él. Así que el incubo se ha quedado aquí a dormir... en mi casa... a cambio de hacerse una paja. Claro, un precio altísimo... ¿la próxima vez que será? ¿Quedarse a dormir a cambio de que se tire a Vacuum o a mi?
-Y ¿que vas a hacer? ¿Me vas a dejar aquí encerrada, Cain? Vas a retenerme hasta que se vaya del burdel? ¿Y después? Esa rata no se va a librar tan fácil... ¡No sabes lo que me hizo antes! - Subestimaba a Cain. Sin duda es frágil en lo que a fuerza se refiere, pero no es débil.
Miro de nuevo la pared que hay detrás de mi. No voy a conseguir nada por las malas. No voy a conseguir nada de ninguna manera. No al menos hoy. Respiro profundamente, llenando mis pulmones con el olor a incienso que aun inunda la sala. Dejo caer mis brazos a ambos lados de mi cuerpo y trato de relajarme. Estoy encerrada y no voy a solucionarlo poniéndome a gritar a Cain y mucho menos cuando tiene a un demonio junto a él. Me siento en el suelo, aun enfadada, pero ademas molesta. Podría compararse con la sensación que te queda cuando te dejan con el calentón. Necesito descargar todas esa furia, pero no puedo hacerlo y eso me frustra. Una parte de mi, quiere revolverse, quiere atacar a quien impide que pueda acabar mi venganza... otra parte de mi se niega en rotundo a poner un solo dedo encima de Cain... y me dejo llevar por esa segunda parte. Es lo mas sensato. Apoyo mi espalda en el muro y me quedo mirando al rubio, con una mezcla extraña e indescriptible de sentimientos en mi interior. - ¿Y ahora que? - Le pregunto en un tono áspero y seco, sin apartar mi vista de él y del demonio que le rodea.
Me doy la vuelta despacio, conteniendo mi rabia. Cain está de pie mirándome muy serio, helándome el alma, mientras mi cuerpo se consume en el fuego. Una especie de sirena con cola de tiburón se enrolla alrededor de él y me mira. Cain habla y en su voz ya no hay dulzura, sus palabras son tan frías como su ojo, que ha perdido su brillo dorado. No me gusta. No me gusta nada. Parece que su frialdad consigue hacer que me olvide por unos segundos de mi enfado, pero sus palabras avivan las llamas. Me quedo en de pie en silencio hasta que deja de hablar, con los brazos cruzados sobre el pecho, en un intento de no desbordarme y atacarle a él. Así que el incubo se ha quedado aquí a dormir... en mi casa... a cambio de hacerse una paja. Claro, un precio altísimo... ¿la próxima vez que será? ¿Quedarse a dormir a cambio de que se tire a Vacuum o a mi?
-Y ¿que vas a hacer? ¿Me vas a dejar aquí encerrada, Cain? Vas a retenerme hasta que se vaya del burdel? ¿Y después? Esa rata no se va a librar tan fácil... ¡No sabes lo que me hizo antes! - Subestimaba a Cain. Sin duda es frágil en lo que a fuerza se refiere, pero no es débil.
Miro de nuevo la pared que hay detrás de mi. No voy a conseguir nada por las malas. No voy a conseguir nada de ninguna manera. No al menos hoy. Respiro profundamente, llenando mis pulmones con el olor a incienso que aun inunda la sala. Dejo caer mis brazos a ambos lados de mi cuerpo y trato de relajarme. Estoy encerrada y no voy a solucionarlo poniéndome a gritar a Cain y mucho menos cuando tiene a un demonio junto a él. Me siento en el suelo, aun enfadada, pero ademas molesta. Podría compararse con la sensación que te queda cuando te dejan con el calentón. Necesito descargar todas esa furia, pero no puedo hacerlo y eso me frustra. Una parte de mi, quiere revolverse, quiere atacar a quien impide que pueda acabar mi venganza... otra parte de mi se niega en rotundo a poner un solo dedo encima de Cain... y me dejo llevar por esa segunda parte. Es lo mas sensato. Apoyo mi espalda en el muro y me quedo mirando al rubio, con una mezcla extraña e indescriptible de sentimientos en mi interior. - ¿Y ahora que? - Le pregunto en un tono áspero y seco, sin apartar mi vista de él y del demonio que le rodea.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
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