Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
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- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
31/10/11, 02:31 am
- Spoiler:
- Cuando Elliot cerró las piernas Cain se sobresaltó y por un segundo estuvo a punto de atragantarse. Fue a mirarle con reproche, pero ella rozó de nuevo sus labios con la niebla y pudo oírle al aspirarla. Era como con el humo de Dantalian, podía acceder a ella, a sus pensamientos... Dió un beso al aire y casi se derritió cuando Elliot metió la mano en sus boxers. El toque de sus dedos en su miembro le encendía más y más... El roce de sus piernas, de sus manos... Una risa entrecortada se apoderó de él cuando se dió cuenta de lo que la chica trataba de hacer. Intentaba torturarle, estaba imitando su juego retorcido, se estaba vengando de él... y eso le resultaba tan gracioso. Besó su pecho y su cuello deleitándose con las ráfagas de calor que recorrían su cuerpo, gracias a las manos de la chica. Detuvo los besos para dedicar una mirada furtiva a la puerta tras ellos...
-Espera- jadeó- Vamos arriba, estaremos mejor y no daremos el espectáculo a nadie-rió
Usando toda su fuerza de voluntad, se separó de Elliot lo necesario para cogerla en brazos y llevársela a la habitación. Allí, durmió a Fresser para que no molestase después de colocar a Elliot con cuidado sobre la cama.- ¿Por dónde íbamos?- susurró lamiendo el borde del corte de su cuello, y deshaciéndose de su propia ropa interior definitivamente. Elliot volvió a masturbarle y Cain acompañó la mano de la chica con la suya, controlando el ritmo para que fuera más despacio, mientras la otra volvía a bajar entre las piernas de la chica, introduciendo dos dedos, acariciando el borde de la entrada lentamente.- ¿Lista?- preguntó, pero no esperó respuesta, atrajo la conocida cajita de carey y sacó de ella uno de los saquitos de piel, luego de ponérselo, volvió a dejar la caja en su sitio. Entró en ella con sumo cuidado, abrazándose a ella, tratando de que sus cuerpos estuviesen lo más pegados posible. Pasó una mano tras su espalda, tamborileando en la columna de abajo a arriba y luego volviendo a bajar y se paró con la cabeza sobre su pecho, atento a su respiración, a los latidos de su corazón. Empezó a moverse primero despacio, centrándose en la calidez del cuerpo de Elliot, atento a cómo aumentaba su respiración, y cómo le acompañaba la suya propia. Poco a poco fue acelerando, estrechandose contra ella besando su cuello y reprimiendo el deseo de morder su piel para no gritar. Entre los jadeos de vez en cuando escapaba un gemido ahogado a medida que el ritmo aumentaba, a medida que el placer le cegaba y le nublaba los sentidos, a medida que el olor de Elliot le embriagaba...
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
31/10/11, 10:52 am
- Spoiler:
- El chico se reía mientras yo le masturbaba. Era como si le hiciesen gracia mis intentos por frustrarle. Mis caricias habían aumentado su ritmo hasta el punto en el que el chico había empezado a soltar suaves jadeos, pero pronto me detuvo mientras miraba hacia la puerta. Cuando dijo que subiésemos no puse objeciones. Dejé que me cogiese en brazos y me llevase a la habitación mientras dibujaba con mis dedos en su pecho, acercándome a él tanto como podía, queriendo sentir su calor. El chico me tumbó sobre la cama y durmió al pollo... mejor, no quería interrupciones de ningún tipo esta vez. Como respuesta a su pregunta, mi mano volvió a su miembro, ya sin jugar ni hacerle sufrir, pensando únicamente en provocarle tanto placer como me fuese posible. El chico tiró fuera sus calzoncillos y ya absolutamente nada nos separaba. Note la mano de Cain sobre la mía mientras le masturbaba, obligándome a frenar un poco el ritmo, mientras su otra mano se deslizó entre mis piernas. Temblé cuando noté sus dedos dentro de mi, moviéndose, acariciándome... pero no era suficiente, quería mas, quería todo. Como si leyese mis pensamientos, el rubio alcanzó la cajita. Me aparté un poco para que pudiese ponerse bien el condón. Aproveché para mirarle entero, disfrutando de la visión de su cuerpo desnudo... mio, hoy era solo mio, todo para mi, para mi uso y disfrute... Volví a acordarme de Vacuum... idiota.. debería de estar aquí con nosotros... recordé sus ojos verdes brillando en la penumbra mientras jadeaba... recordé su cuerpo cálido debajo de mi y su voz mientras gemía, y eso me hizo enloquecer. Cain entró en mi muy despacio, como si tuviese miedo de hacerme daño, abrazándome. Le rodeé con las piernas, obligándole a hundirse mas, a acercarse mas a mi. No era la misma sensación que había tenido con Vac... Entonces los nervios se habían apoderado de mi... aquí ambos sabíamos ya lo que hacíamos. El chico se quedó un rato así, sin moverse, acariciando mi espalda y apoyando su cabeza en mi pecho. Revolví su pelo y de ahí mis manos bajaron por su nuca y su espalda. El chico comenzó a moverse muy despacio. La verdad es que prefería ser yo la que iba encima para poder controlar la situación, pero no me quejaba... la calidez de su cuerpo sobre mi me parecía el paraíso. Mis piernas entorno a él le apremiaban para que fuese mas rápido. Acaricié todo su cuerpo, cada milímetro de piel que mis manos tuviesen a su alcance, mientras notaba todo mi cuerpo temblar con sus embestidas, sintiendo que el mundo se nublaba mas allá de él, que nada excepto su olor y su piel era real. El chico continuaba aumentando la velocidad y los calambres que subían por mi cuerpo eran cada vez mas intensos. Adoraba oír gemir al chico, que trataba de silenciarse besando mi cuerpo. Por mi parte había un mutismo total, aunque, en mis pensamientos gemía y pedía más, más de él. Tras haber estado quieta todo el tiempo, comencé a moverme yo también, librando al chico de hacer todo el trabajo. Me dejé llevar por el placer, olvidándome de todo y rindiendome a la lujuria del momento, disfrutando con Cain, mientras pequeños pensamientos se escapaban hacia Vacuum...
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/11/11, 11:47 am
- Spoiler:
- Calor. Sentía un calor sofocante que se alternaba con un frío terrorífico cada vez que se separaba aunque fuera unos centímetros de Elliot. Veía subir y bajar el pecho de la chica, y sentir su pulso acelerado, y eso era suficiente para poder oír sus gemidos y jadeos en su mente, sí, podía oirlos perfectamente y le estaban volviendo loco. Loco... Loco como le volvía el cuerpo ardiente de Elliot y sus deliciosos espasmos, loco como le volvía su piel de porcelana, su aroma... En ese momento le mundo se había esfumado y solo existía Elliot, solo Elliot... No... La mente del rubio divagó hacia otra persona, alguien que debería estar en esa misma cama, borracho de lujuria junto a ellos... Bufó al pensar en Vacuum. Quería que estuviera alli... Pero no estaba <<Que le den>> pensó, y volvió a centrarse en Elliot, y a perderse en su pecho y a recorrer todo su cuerpo con besos y caricias mientras ambos se movían al mismo son, como si un ritmo interior les guiase. Cain temblaba de placer y su vista se nublaba por momentos. La coherencia en sus pensamientos se había perdido y le daba igual si era para siempre, deseaba que aquello nunca acabase, que ese placer delirante durase toda la eternidad, quería saborear más de Elliot, quería más. Las embestidas se hicieron más lentas pero a la vez más profundas, como si quisiese alargar el momento al máximo, asegurarse de que no queda ni un milímetro de Elliot por recorrer. Los latidos de su corazón habían pasado a la cabeza de Cain que parecía comprirmirse con cada embestida, con cada calambrazo de placer...
Nada dura para siempre. Fue aquel último y simple movimiento, un roce entre roces que cegó todos los sentidos de Cain e hizo que su cuerpo entero se tensase. Su cuerpo bullía, y todo ese calor abrasador que su cuerpo había retenido se derramó sin que él pudiese hacer nada por evitarlo. SE mordió el labio cuando un gemido largo y suave, como un ronroneo ahogado, escapó de su garganta. Ahora un agradable hormiguego se había apoderado de él. Trató de seguir un poco más, pero acabó desplomándose al lado de la chica y acurrucándose contra ella, aun reticente a separarse.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/11/11, 01:46 pm
- Spoiler:
- Cain envolvía mi cuerpo y mis pensamientos, abrumándome con su calor, un calor tan dulce que no me importaría haber muerto abrasada por él. Notaba su piel sudorosa sobre la mía y sus jadeos sobre mi cuello. Eso era lo que mas me gustaba, sentir su placer, saber que era yo la que le estaba provocando esto, saber que sus gemidos me pertenecían, que ese brillo en sus ojos era por mi... Me abracé aun mas a él, sedienta de su cuerpo. Las caricias y los besos de Cain acompañaban nuestro movimiento frenético, que a pesar de haber aumentado la velocidad hasta hasta el delirio, no había perdido ni un ápice de la ternura. Mis manos y mis piernas a su alrededor solo hacían pedirle más. Desee que Vacuum estuviese aquí, ansié sus manos en mi cuerpo junto con las de Cain mientras todo este placer me hacía temblar. Los pensamientos hacia el griego se desvanecían conforme los calambrazos recorrían mi cuerpo, haciendo que no pudiese concentrarme en nada mas allá de lo que sentía. El rubio también temblaba sobre mi. Ahora se movía con mas lentitud, pero eso no disminuyó ni un poco el placer que sentía, solo hizo que cada vez que entraba en mí, un pequeño grito quedase ahogado en mis pensamientos. Me apreté un poco mas contra él, como si quisiese fusionarme en con su piel, y eso hizo que el chico no pudiese mas. Su expresión derritió hasta la última de las células de mi cuerpo y deshizo mi cordura por completo. Levanté mis caderas, obligándole a hundirse en mi tanto como pudiese como había hecho Vacuum la otra vez, mientras su placer se vertía dentro de mi. Pude sentir el calambre que le recorrió el cuerpo y su gemido, un sonido tan suave escapando de sus labios, fue el detonante que contagió mi cuerpo con la misma sensación, haciendo que un calor sin comparación recorriese me recorriese por completo, obligándome a encogerme, a abrazarme a él mientras todo parecía desaparecer fuera de mi. Me acerqué a sus labios, rozándolos con el humo, tratando de saborearlos. "Te quiero, te amo..." incluso en mis pensamientos mi voz sonaba agitada, sin fuerzas. El chico seguía moviéndose dentro de mi, como si se negase a dar por concluida la acción. Yo le abrazaba, pero mis piernas se soltaron de su cuerpo, permitiendole moverse libremente, aunque apenas unos segundos después, cayó a mi lado, acurrucándose contra mi. Traté de tranquilizarme y de normalizar mi respiración. Me giré un poco para mirarle a los ojos, mientras mi mano hacia un recorrido por su costado, subiendo por su brazo y su cuello, delineando su mandíbula y acabando en sus labios. Apenas podía creer que yo estuviese así con alguien. Era impensable para mi imaginarme esta situación un año atrás. Recordé cuando conocí a Cain y cómo le había tratado entonces, como si no se mereciese ni que le mirase, como si no fuese nadie, sintiendo envidia, ya no solo por que habían tenido las cosas mas fáciles sino, inconscientemente porque había conseguido acercarse a Vacuum mucho mas rápido que yo. Si alguien me hubiese dicho entonces que acabaría sintiendo esto por él me hubiese reído en su cara. Si lo hubiese sabido... Apreté a Cain contra mi con mas fuerza aun, tratando de alejar esos pensamientos. El pasado era pasado, y ahora eso no debía importarme. Él era mio. Ambos eran míos, y eso era lo que de verdad contaba.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/11/11, 04:37 pm
Cain dejó un beso en el hueco del cuello de Elliot. SE quitó el condón labándolo con un hechizo y se acomodó mejor a su lado. Era realmente agradable sentir el cuerpo de la chica contra el suyo. Aproximó los labios a la niebla oscura y dejó que los jirones los acariciaren.
-Te amo, Elliot...- susurró. Era algo tan cierto..- y sin embargo rara vez lo decía, o más bien no lo decía lo suficiente. Cerró los ojos y se quedó abrazado a ella, trazando dibujos con los dedos en su piel. Los minutos pasaron y con ellos varios pensamientos sin importancia, ideas inconexas o retales de canciones que tarareaba de vez en cuando. Estaba tan relajado, tan a gusto. Podría pasar horas así... Entonces recordó- Ah, te compré algo... -se incorporó lo suficiente como para localizar el saquito de terciopelo cerca del nido de Fresser (afortunadamente no se lo había comido) y hacerlo levitar hasta él- Lo vi en un puesto del mercado el otro día. Es una bolsa sin fondo. Mira- metió la mano en el pequeño saquito que se hundió hasta el hombro, y si hubiese bajado un poco más habría podido entrar Cain entero dentro. Rió- Es muy... raro. Aun me cuesta creer que existan cosas así...- le dio el saquito a Elliot y se acomodó con la espalda contra el cabecero de la cama, esperando su reacción.
-Te amo, Elliot...- susurró. Era algo tan cierto..- y sin embargo rara vez lo decía, o más bien no lo decía lo suficiente. Cerró los ojos y se quedó abrazado a ella, trazando dibujos con los dedos en su piel. Los minutos pasaron y con ellos varios pensamientos sin importancia, ideas inconexas o retales de canciones que tarareaba de vez en cuando. Estaba tan relajado, tan a gusto. Podría pasar horas así... Entonces recordó- Ah, te compré algo... -se incorporó lo suficiente como para localizar el saquito de terciopelo cerca del nido de Fresser (afortunadamente no se lo había comido) y hacerlo levitar hasta él- Lo vi en un puesto del mercado el otro día. Es una bolsa sin fondo. Mira- metió la mano en el pequeño saquito que se hundió hasta el hombro, y si hubiese bajado un poco más habría podido entrar Cain entero dentro. Rió- Es muy... raro. Aun me cuesta creer que existan cosas así...- le dio el saquito a Elliot y se acomodó con la espalda contra el cabecero de la cama, esperando su reacción.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/11/11, 07:54 pm
Caín besó mi cuello y yo le estreché contra mi. Luego se quitó el condón para lavarlo, y esos segundos en los que no estuvo completamente pegado a mi, me pareció que la temperatura descendía diez grados por lo menos. Volvió a acurrucarse a mi lado, pegándonos tanto como podíamos. El rubio besó la niebla que salía de mi cuello, y un escalofrío me recorrió. Dijo que me amaba y no lloré porque me era imposible. Jamas me acostumbraría a que alguien dijese que me quería... ademas, su voz, aun acalorada, y en ese tono tan intimo y suave que me hacía estremecer, daba a sus palabras una ternura que resonaba en mis pensamientos como la melodía mas dulce que hubiese escuchado en mi vida. Como respuesta me abracé a él, cruzando mis brazos por su espalda, y quedándome así, quieta, tratando de no ahogarme entre lágrimas imaginarias. Le oía tararear a veces, pero lo que mas me gustaba era sentir como respiraba, el latido de su corazón contra mi pecho... El chico se apartó de pronto, diciendo que me había comprado una cosa. Por un momento estuve tentada de agarrarle y obligarle a pegarse a mi de nuevo, pero la curiosidad pudo conmigo. Hizo levitar una bolsita hasta nosotros. El chico metió la mano en ella... bueno la mano... mas bien el brazo entero. Me dio la bolsa y por un momento no supe muy bien que hacer... ¿para que quería yo una bolsa sin fondo si no tenía ningun objeto material que fuese propiamente mio? Entonces caí. Para la cabeza. Era una bolsita pequeña, muchísimo mas pequeña que la cabeza, pero seguro que podía entrar y así podría cargar con ella sin problemas... De pronto una alegría aun mayor de la que tenía de por si me inundó y me lancé a los brazos del chico de nuevo, sentándome encima y dándole un abrazo tan fuerte que temí estarle haciendo daño. No sabía como agradecérselo. Salté de encima de él para ir hacia la mesilla, donde estaba la cabeza. Entré la cabeza en la bolsa, y, una vez dentro, dejó hasta de pesar como debería hacerlo. Es como si no estuviese dentro. Volví a abrazar al chico y después cogí una de las plumas que había encima del escritorio. Me acerqué a él, contemplándole desnudo y en la cama de nuevo, disfrutando de esa visión, mientras recordaba lo que acabábamos de hacer. Comencé a escribir justo debajo de su ombligo... "Te quiero, te quiero muchísimo. Gracias. Voy a darme un baño y creo que voy a ir a la taberna a hablar con el violinista..." Dejé de escribir cuando me quedé sin espacio en su piel. Metí el libro que me había dado el violinista en la bolsa también. Cogí del baúl un kimono negro y ropa interior, para ponérmelo después, y salí de la habitación, con la bolsita en la otra mano, mirando de nuevo al chico, con una sonrisa interna. En vez de ir a las termas, decidí ir a uno de los baños, donde llené una bañera de agua fría y me dí un baño rápido. Después me vestí y salí de allí, bajando al salón para irme. Hice un hechizo de levitación, para llegar cuanto antes a la taberna.
Continua en la Taberna.
Continua en la Taberna.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
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- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/11/11, 10:02 pm
Cain se echó a reír con la reacción de Elliot. Le gustaba, no, le encantaba que le entusiasmase tanto el regalo. Se mordió el labio al sentir el cosquilleo de la pluma en su piel, que en contraste estaba helada, y luego observó como la chica se preparaba para irse. A ver al violinista...
-No tardes mucho- le pidió antes de verla desaparecer escaleras abajo.
Por un momento pensó en ir también a darse un baño, pero miró el mensaje con detenimiento... no quería que se borrase tan pronto... Se levantó después de remolonear en la cama un rato y se puso uno de sus kimonos preferidos; negro con dragones plateados. Fue al estudio y cogió el libro, acariciándole el lomo con cuidado para poder abrirlo. Hacía mucho que no invocaba nada... Se sentó en su improvisado escritorio y pasó las hojas con delicadeza, buscando entre las extrañas criaturas algún demonio que pudiese usar en combate... Un papel rojo entre dos páginas llamó su atención, y más el demonio que marcaba: Ertrael. Decía que se usaba en combates a larga distancia... Parecía interesante, y, aunque el círculo era algo complejo, no pedía ningún tipo de sacrificio extra, así que no le pareció un demonio demasiado peligroso... Craso error.
Tardó dos buenas horas en terminar el círculo, dibujado con tiza y repasado con grasa para que fuera más dificil de borrar. Cuando terminó ambos círculos, puso las velas en los lugares indicados. Algunas tenían que flotar sobre el círculo por lo que tuvo que cubrirse de amuletos por miedo a quedarse sin energía y no poder mantenerlos en el aire, auqnue realmente no los necesitara. Entró en su propio círculo, unido al otro por una cadena de runas, y pronunció el hechizo.
Lo primero que apareció ante él fue una única calavera con un hueco en la frente y sin mandíbula inferior, y debajo de ella un feto. Conforme el hechizo se completaba el feto de iba desarrollando rápidamente, hasta que alcanzó la forma de un niño de unos seis años, sin pelo, y con los párpados y los labios cosidos. Tampoco tenía manos, y Cain temió haber hecho el rito incorrectamente. Desechó la idea cuando de la espalda del niño surguieron ocho patas de araña abiertas en actitud amenazante, como si protegiesen al niño dormido. Completado el hechizo y el desarrollo del niño, la calavera habló con voz metálica:
-Ertrael pregunta y desea saber quién es su amo
-Su amo es Cain de Ashtarait, hijo maldito de la Luna Roja- se presentó Cain, sin inmutarse por el grotesco aspecto del demonio- De este momento y hasta el fin de tu contrato, deberás obedecerme y acudir a mi llamada siempre que te lo ordene.
-Ertrael está de acuerdo y cumple el contrato... Pero antes el contrato debe fijarse y el vínculo establecerse.
Dicho esto una lengua larga y oscura con una garra al final surgió de la boca de la calavera y se proyectó como un arpón hacia Cain. El joven gritó cuando la garra se cerró sobre su ojo, arrancándolo de cuajo, y cayó al suelo retorciéndose de dolor. Era el dolor físico, mezclado con el de su alma al ser desgarrada. La calavera se tragó el ojo que fue a ocupar el hueco de su frente. A continuación, el niño bajo ella se desperezó. Las patas de araña se movieron de forma repugnante y el pequeño bostezó exageradamente, rompiendo los hilos que le cerraban la boca. Cuando sus pies tocaron el suelo, el círculo que no había dado señales de cambio se iluminó, y pareció indicarle el camino hacia donde estaba Cain. Levantó el rostro de su invocador con manos invisibles y empezó a beber la sangre que caía de la cuenca mutilada, mientras Cain no dejaba de gritar de dolor, tratando de resistirse. No esperaba esto, no esperaba ese precio tan alto. Había cometido una estupidez, una estuìdez que bien podría haberle costado la vida. Sus gritos se fueron calmando mientras el demonio bebía y sus manos se habían visibles; eran manos rojas, manos de sangre fresca. Cain lloraba amargamente, maldiciéndose a sí mismo. Podría haber muerto, y Vacuum y Elliot al volver se habían encontrado su cadáver y no habrían sabido por qué había muerto... Todo por un descuido. Recuperó la compostura como pudo. Era un invocador, no podía comportarse así frente a su esclavo. Sin embargo lsus llantos parecían funcionar en el demonio como una canción de cuna, pues la calavera se esfumó y las patas se comprimieron en su espalda. Completadas las manos, el niño se acurrucó junto a su nuevo amo dijo con una voz horriblemente humana:
-Soy Ertrael. El vínculo se ha establecido.
-No tardes mucho- le pidió antes de verla desaparecer escaleras abajo.
Por un momento pensó en ir también a darse un baño, pero miró el mensaje con detenimiento... no quería que se borrase tan pronto... Se levantó después de remolonear en la cama un rato y se puso uno de sus kimonos preferidos; negro con dragones plateados. Fue al estudio y cogió el libro, acariciándole el lomo con cuidado para poder abrirlo. Hacía mucho que no invocaba nada... Se sentó en su improvisado escritorio y pasó las hojas con delicadeza, buscando entre las extrañas criaturas algún demonio que pudiese usar en combate... Un papel rojo entre dos páginas llamó su atención, y más el demonio que marcaba: Ertrael. Decía que se usaba en combates a larga distancia... Parecía interesante, y, aunque el círculo era algo complejo, no pedía ningún tipo de sacrificio extra, así que no le pareció un demonio demasiado peligroso... Craso error.
Tardó dos buenas horas en terminar el círculo, dibujado con tiza y repasado con grasa para que fuera más dificil de borrar. Cuando terminó ambos círculos, puso las velas en los lugares indicados. Algunas tenían que flotar sobre el círculo por lo que tuvo que cubrirse de amuletos por miedo a quedarse sin energía y no poder mantenerlos en el aire, auqnue realmente no los necesitara. Entró en su propio círculo, unido al otro por una cadena de runas, y pronunció el hechizo.
Lo primero que apareció ante él fue una única calavera con un hueco en la frente y sin mandíbula inferior, y debajo de ella un feto. Conforme el hechizo se completaba el feto de iba desarrollando rápidamente, hasta que alcanzó la forma de un niño de unos seis años, sin pelo, y con los párpados y los labios cosidos. Tampoco tenía manos, y Cain temió haber hecho el rito incorrectamente. Desechó la idea cuando de la espalda del niño surguieron ocho patas de araña abiertas en actitud amenazante, como si protegiesen al niño dormido. Completado el hechizo y el desarrollo del niño, la calavera habló con voz metálica:
-Ertrael pregunta y desea saber quién es su amo
-Su amo es Cain de Ashtarait, hijo maldito de la Luna Roja- se presentó Cain, sin inmutarse por el grotesco aspecto del demonio- De este momento y hasta el fin de tu contrato, deberás obedecerme y acudir a mi llamada siempre que te lo ordene.
-Ertrael está de acuerdo y cumple el contrato... Pero antes el contrato debe fijarse y el vínculo establecerse.
Dicho esto una lengua larga y oscura con una garra al final surgió de la boca de la calavera y se proyectó como un arpón hacia Cain. El joven gritó cuando la garra se cerró sobre su ojo, arrancándolo de cuajo, y cayó al suelo retorciéndose de dolor. Era el dolor físico, mezclado con el de su alma al ser desgarrada. La calavera se tragó el ojo que fue a ocupar el hueco de su frente. A continuación, el niño bajo ella se desperezó. Las patas de araña se movieron de forma repugnante y el pequeño bostezó exageradamente, rompiendo los hilos que le cerraban la boca. Cuando sus pies tocaron el suelo, el círculo que no había dado señales de cambio se iluminó, y pareció indicarle el camino hacia donde estaba Cain. Levantó el rostro de su invocador con manos invisibles y empezó a beber la sangre que caía de la cuenca mutilada, mientras Cain no dejaba de gritar de dolor, tratando de resistirse. No esperaba esto, no esperaba ese precio tan alto. Había cometido una estupidez, una estuìdez que bien podría haberle costado la vida. Sus gritos se fueron calmando mientras el demonio bebía y sus manos se habían visibles; eran manos rojas, manos de sangre fresca. Cain lloraba amargamente, maldiciéndose a sí mismo. Podría haber muerto, y Vacuum y Elliot al volver se habían encontrado su cadáver y no habrían sabido por qué había muerto... Todo por un descuido. Recuperó la compostura como pudo. Era un invocador, no podía comportarse así frente a su esclavo. Sin embargo lsus llantos parecían funcionar en el demonio como una canción de cuna, pues la calavera se esfumó y las patas se comprimieron en su espalda. Completadas las manos, el niño se acurrucó junto a su nuevo amo dijo con una voz horriblemente humana:
-Soy Ertrael. El vínculo se ha establecido.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 01:19 pm
Las gotas de lluvia sobre mi piel me traen recuerdos del pasado. de las largas tardes de lluvia en la calle, del calor de la tienda del señor Angelopoulus tras el frío paseo, el sabor de la taza de chocolate que tomábamos mientras esperaba a mi tía, y el de la segunda taza cuando llegaba y se nos unía. Estos recuerdos me hacen sonreír, sin duda a sido una maravillosa tarde. La música aun resuena en mi cabeza, aun tiembla en mis dedos, que se mueven inconscientemente, marcando acordes en unas curdas imaginarias. El ambiente del bar era muy agradable, y lo único que he echado en falta ha sido a Cain. Pero enseguida lo veré, ademas le traigo un regalo, la botella de vino guardada en mi capa.
Por fin veo el perfil del burdel a lo lejos, mi paso se acelera inconscientemente, y en apenas unos minutos estoy bajo nuestro ventana. La lluvia ya ha cesado, así que extiendo las alas y alzo el vuelo, encaramandome a la barandilla del balcón. Mis botas golpean contra el suelo y empujo la puerta con cuidado de no hacer ruido, no quiero despertar al italiano si esta dormido. Al mirar el cuarto descubro, sin embargo, que no esta en la habitación, tal vez halla ido a darse un baño o a picar algo. Decido esperarle aquí, no tiene sentido buscarle a ciegas por el edificio. Me quito la capa y la dejo secando en una silla. Acomodo a Feliks en su nido, después de calentarlo previamente con un hechizo. Guardo los libros que he conseguido en la biblioteca en mi baúl, y dejo la botella de vino en la mesita de la cama con una sonrisa de felicidad en los labios, cuando venga el italiano y regrese Elliot seré completamente feliz. Un grito desgarrador rompe la quietud del burdel, y la sonrisa de mi cara se congela mientras dentro de mi algo se quiebra...
La voz de Cain sufriendo inunda mis oídos, por unos segundos me quedo paralizado, asustado como no lo he estado nunca. Mi cuerpo se pone en movimiento, despacio al principio, ganando velocidad después. Salgo de la habitación acompañado por los gritos del italiano como música de fondo. No se de donde vienen, así que me quedo paralizado en la puerta de la habitación. Los ecos del pasillo engañan al oído, y la voz de Cain parece venir de todas partes. Al final echo a correr hacia la habitación que usa de estudio. Durante el trayecto los gritos amainan, pero no mi miedo. Lo único que percibo cuando alcanzo la puerta de la habitación son llantos, unos sollozos amortiguados. Sin mas abro la puerta, que golpea contra la pared por la brusquedad del gesto. La escena que acontece ante mi me deja sin palabras, y la cuenca derecha vacía del italiano me golpea como una bola de demolición.
Me llevo las manos a la cara, empapandolas con las lágrimas que empece a derramar cuando escuche el grito de Cain. Es absurdo, es cosa de locos, ¿como es posible que pueda pasar esto?, ¿que narices tengo que creer yo ahora?, ¿serán las cosas iguales después de esto?. Mis hombros se contraen liberando tensión y una mueca, que pretende ser una sonrisa, cruza mi cara. Mi cuerpo se sacude con una risa histérica, mi cordura peligra, y pierdo el control de mi mismo. Chispas de magia se desprenden de mi piel y de mi cabello, rota la concentración que la mantiene aletargada. El únco hechizo que he aprendido de fuego infernal se activa solo por ser lo mas fresco en mi cabeza. Unas llamas negras cubren mis manos, que aun tapan mis ojos, mientras la risa aumenta y la mueca de mi cara se ensancha plagada de dientes afilados, lo que me da un aspecto aun mas terrorífico.
Abro los dedos de mis manos de forma brusca mientras la risa se corta de repente, y clavo mi mirada de demente a través de las llamas en el único ojo del italiano. Aun conserva a ese engendro a su lado.
-Haz desaparecer a es monstruo -digo con un susurro, apenas un roce de seda, frío como el hielo y afilado como una espada, pero que resuena en la habitación como si fuera un trueno.
Sin esperar respuesta me acerco a él, las llamas de mis manos ya extinguidas, y le cojo en brazos, no de forma brusca, como cabría esperar, si no con delicadeza, como si fuera un muñeco de cristal que se pudiera romper al mas mínimo golpe.
Salgo del estudio con mi carga en los brazos. Mi cara de demente hace rato que desapareció, sustituida por una expresión vacía de cualquier emoción. Mis pasos resuenan en el pasillo, y en ningún momento miro hacia la cara del italiano. El único punto expresivo de mi rostro pétreo son los ojos. El verde ha sido sustituido por un color negro espantoso, un negro mas opaco que la cuenca vacía del italiano, un negro mas oscuro que el abismo mas profundo del infierno. Y es en esta oscuridad donde bullen todas mis emociones: un odio pútrido y enfermizo, una furia desmesurada con la fuerza de una tormenta, un amor infinito oscurecido por la pena, y un miedo terrorífico y arrollador que domina sobre todo lo demás.
Entro en nuestra habitación y deposito al muñeco en la cama. Me muevo por el cuarto en silencio, cogiendo unos trapos limpios y un poco de agua de la palangana. Me acerco de nuevo al chico y me siento a su lado. Limpio la sangre seca de su cara y me inclino hacia él, lamiendo con cuidado la del contorno de su ojo. Limpio bien la zona y hago un potente hechizo de curación, cerrando la herida de su ojo, cicatrizando el interior de su cuenca. Me vuelvo a inclinar y limpio los restos de sangre del interior de su cuenca con la lengua, con suavidad, sin hacerle daño. Luego inspecciono el resto de su cuerpo, buscando alguna herida mas, pero no encuentro nada. Mis roces sobre el son como la leve brisa del verano, apenas un suspiro de seda. Recojo todo y me levanto para buscar una cosa, me agarro a uno de los postes del dosel para incorporarme. Un crujido rompe el silencio de la habitación. Observo con mi expresión vacía el poste de la cama, que se ha astillado por la fuerza de mi agarre. Sin mediar palabra hago un hechizo de reparación que arregla la madera y me pongo a buscar en los baúles. Por fin, después de un rato, doy con lo que busco, una colección de parches que había visto hacia poco. Elijo uno negro con un motivo plateado que hace juego con el kimono del italiano. Se lo pongo con delicadeza, como si se lo pusiera a un niño pequeño, ocultando la negrura de su cuenca vacía.
Beso con suavidad el parche y los labios del italiano, sin cambiar la expresión de mi rostro, y me pongo en pie. Mis ojos resbalan por la botella de vino, olvidada en la mesita de noche, y salgo al balcón. Mis manos se afianzan en la barandilla de hierro forjado mientras la brisa nocturna me revuelve el pelo. Las estrellas se han ido y la Luna hace tiempo que desapareció en el horizonte. Sin embargo no me fijo en eso, simplemente miro al frente, la negrura de mis ojos compitiendo con la negrura de la noche. La felicidad del día borrada de un plumazo, tan ceca... , tan cerca de perderle... La barandilla gime bajo la presión de mis manos, abollándose poco a poco, gime como reflejo de mi corazón torturado... La risa vuelve de nuevo, mas suave esta vez, pero mas delirante que la anterior. Lágrimas oscuras resbalan por mi cara, y chispas de locura destellean en mis ojos negros...
Por fin veo el perfil del burdel a lo lejos, mi paso se acelera inconscientemente, y en apenas unos minutos estoy bajo nuestro ventana. La lluvia ya ha cesado, así que extiendo las alas y alzo el vuelo, encaramandome a la barandilla del balcón. Mis botas golpean contra el suelo y empujo la puerta con cuidado de no hacer ruido, no quiero despertar al italiano si esta dormido. Al mirar el cuarto descubro, sin embargo, que no esta en la habitación, tal vez halla ido a darse un baño o a picar algo. Decido esperarle aquí, no tiene sentido buscarle a ciegas por el edificio. Me quito la capa y la dejo secando en una silla. Acomodo a Feliks en su nido, después de calentarlo previamente con un hechizo. Guardo los libros que he conseguido en la biblioteca en mi baúl, y dejo la botella de vino en la mesita de la cama con una sonrisa de felicidad en los labios, cuando venga el italiano y regrese Elliot seré completamente feliz. Un grito desgarrador rompe la quietud del burdel, y la sonrisa de mi cara se congela mientras dentro de mi algo se quiebra...
La voz de Cain sufriendo inunda mis oídos, por unos segundos me quedo paralizado, asustado como no lo he estado nunca. Mi cuerpo se pone en movimiento, despacio al principio, ganando velocidad después. Salgo de la habitación acompañado por los gritos del italiano como música de fondo. No se de donde vienen, así que me quedo paralizado en la puerta de la habitación. Los ecos del pasillo engañan al oído, y la voz de Cain parece venir de todas partes. Al final echo a correr hacia la habitación que usa de estudio. Durante el trayecto los gritos amainan, pero no mi miedo. Lo único que percibo cuando alcanzo la puerta de la habitación son llantos, unos sollozos amortiguados. Sin mas abro la puerta, que golpea contra la pared por la brusquedad del gesto. La escena que acontece ante mi me deja sin palabras, y la cuenca derecha vacía del italiano me golpea como una bola de demolición.
Me llevo las manos a la cara, empapandolas con las lágrimas que empece a derramar cuando escuche el grito de Cain. Es absurdo, es cosa de locos, ¿como es posible que pueda pasar esto?, ¿que narices tengo que creer yo ahora?, ¿serán las cosas iguales después de esto?. Mis hombros se contraen liberando tensión y una mueca, que pretende ser una sonrisa, cruza mi cara. Mi cuerpo se sacude con una risa histérica, mi cordura peligra, y pierdo el control de mi mismo. Chispas de magia se desprenden de mi piel y de mi cabello, rota la concentración que la mantiene aletargada. El únco hechizo que he aprendido de fuego infernal se activa solo por ser lo mas fresco en mi cabeza. Unas llamas negras cubren mis manos, que aun tapan mis ojos, mientras la risa aumenta y la mueca de mi cara se ensancha plagada de dientes afilados, lo que me da un aspecto aun mas terrorífico.
Abro los dedos de mis manos de forma brusca mientras la risa se corta de repente, y clavo mi mirada de demente a través de las llamas en el único ojo del italiano. Aun conserva a ese engendro a su lado.
-Haz desaparecer a es monstruo -digo con un susurro, apenas un roce de seda, frío como el hielo y afilado como una espada, pero que resuena en la habitación como si fuera un trueno.
Sin esperar respuesta me acerco a él, las llamas de mis manos ya extinguidas, y le cojo en brazos, no de forma brusca, como cabría esperar, si no con delicadeza, como si fuera un muñeco de cristal que se pudiera romper al mas mínimo golpe.
Salgo del estudio con mi carga en los brazos. Mi cara de demente hace rato que desapareció, sustituida por una expresión vacía de cualquier emoción. Mis pasos resuenan en el pasillo, y en ningún momento miro hacia la cara del italiano. El único punto expresivo de mi rostro pétreo son los ojos. El verde ha sido sustituido por un color negro espantoso, un negro mas opaco que la cuenca vacía del italiano, un negro mas oscuro que el abismo mas profundo del infierno. Y es en esta oscuridad donde bullen todas mis emociones: un odio pútrido y enfermizo, una furia desmesurada con la fuerza de una tormenta, un amor infinito oscurecido por la pena, y un miedo terrorífico y arrollador que domina sobre todo lo demás.
Entro en nuestra habitación y deposito al muñeco en la cama. Me muevo por el cuarto en silencio, cogiendo unos trapos limpios y un poco de agua de la palangana. Me acerco de nuevo al chico y me siento a su lado. Limpio la sangre seca de su cara y me inclino hacia él, lamiendo con cuidado la del contorno de su ojo. Limpio bien la zona y hago un potente hechizo de curación, cerrando la herida de su ojo, cicatrizando el interior de su cuenca. Me vuelvo a inclinar y limpio los restos de sangre del interior de su cuenca con la lengua, con suavidad, sin hacerle daño. Luego inspecciono el resto de su cuerpo, buscando alguna herida mas, pero no encuentro nada. Mis roces sobre el son como la leve brisa del verano, apenas un suspiro de seda. Recojo todo y me levanto para buscar una cosa, me agarro a uno de los postes del dosel para incorporarme. Un crujido rompe el silencio de la habitación. Observo con mi expresión vacía el poste de la cama, que se ha astillado por la fuerza de mi agarre. Sin mediar palabra hago un hechizo de reparación que arregla la madera y me pongo a buscar en los baúles. Por fin, después de un rato, doy con lo que busco, una colección de parches que había visto hacia poco. Elijo uno negro con un motivo plateado que hace juego con el kimono del italiano. Se lo pongo con delicadeza, como si se lo pusiera a un niño pequeño, ocultando la negrura de su cuenca vacía.
Beso con suavidad el parche y los labios del italiano, sin cambiar la expresión de mi rostro, y me pongo en pie. Mis ojos resbalan por la botella de vino, olvidada en la mesita de noche, y salgo al balcón. Mis manos se afianzan en la barandilla de hierro forjado mientras la brisa nocturna me revuelve el pelo. Las estrellas se han ido y la Luna hace tiempo que desapareció en el horizonte. Sin embargo no me fijo en eso, simplemente miro al frente, la negrura de mis ojos compitiendo con la negrura de la noche. La felicidad del día borrada de un plumazo, tan ceca... , tan cerca de perderle... La barandilla gime bajo la presión de mis manos, abollándose poco a poco, gime como reflejo de mi corazón torturado... La risa vuelve de nuevo, mas suave esta vez, pero mas delirante que la anterior. Lágrimas oscuras resbalan por mi cara, y chispas de locura destellean en mis ojos negros...
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 04:20 pm
Volví al burdel un buen rato después de que Vacuum se hubiese ido de la taberna. Aun llovía, por lo que decidí ir volando para acortar camino, aunque la verdad es que no me importaba mojarme. Me sentía eufórica. Aun podía notar las caricias de Cain en mi cuerpo, y escuchar la música de la taberna. Había sido un día perfecto... y según mis planes, cuando llegase a la taberna, la fiesta seguiría... en mi mente se formaban escenas que podrían evaporar toda el agua de la ciudad, mientras sobrevolaba los edificios. Por fin llegué al burdel, y entré en él. Un silencio sepulcral invadía el salón. Que raro... Bueno, seguramente estarían en el cuarto ya... con una sonrisa interna, subí las escaleras y llegué a la habitación. Oí una risilla extraña al otro lado, mientras abría la puerta sin hacer ningún ruido, esperando encontrarme a los chicos tirados en la cama. Pero no fue eso lo que encontré. Lo primero que vi fue a Cain, efectivamente en la cama, pero no como se suponía que debía de estar. Tardé varios segundos en darme cuenta de lo que fallaba en él. Un parche negro y dorado tapaba su ojo derecho. Mi mirada pasó a Vacuum, que estaba de espaldas a mi, en el balcón mientras su cuerpo temblaba y una risa histérica, extraña, terrible, se escapaba de sus labios. "¿Que demonios ha pasado aquí?" ¿Les habrían atacado? Me quedé paralizada en la puerta, pensando a quien debería acercarme primero. Finalmente, corrí hacia Cain, sentándome a su lado, acariciando su pelo y su cara. "¿Que te ha pasado? ¿Que ha pasado?" sollocé mentalmente. Luego me levanté y fui hacia Vacuum para ver si él estaba bien. Agarrándole por el hombro, le obligué a girarse un poco para poder mirarle y... el alma se me congeló al verle. Nunca le había visto así. Toda la felicidad que me había inundado unos segundos antes, parecía ahora pesar como plomo dentro de mi, desgarrándome por dentro. No había rastro de sus ojos verdes, una oscuridad infinita parecía haberse apoderado de ellos, dejando un brillo opaco, demente, que me hizo temblar. Las lagrimas resbalaban por sus mejillas mientras una sonrisa recorría su boca. Por un segundo tuve el instinto de apartarme, de huir de él, pero no pude hacerlo. No podía dejarle así. Sin darle tiempo a reaccionar, le abracé con fuerza, sintiendo los latidos acelerados de su corazón. "Vacuum... vacuum, amor, ¿que te pasa?" pensé aterrada.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
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- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 05:20 pm
Cain temblaba. Temblaba más por el hecho de que Vacuum le hubiese encontrado en ese estado que por la pérdida de su ojo. La risa histérica del griego le heló la sangre, pero se sentía incapaz de mover un músculo. Tan solo cuando la voz de hielo de Vacuum le ordenó hacer desaparecer a Ertrael, reunió las pocas fuerzas que le quedaban para borrar una cadena de runas del círculo. El demonio se esfumó sin dejar más rastro que los destrozos en el cuerpo de Cain.
No dijo una sola palabra mientras Vacuum le llevaba a la habitación. El dolor, el cansancio y el miedo minaban su lucidez hasta que finalmente cayó inconsciente. No supo cuanto tiempo duró su agitado sueño, pero en él le acosaban la sonrisa macabra y los ojos vacíos de Vacuum. Nunca pensó que el chico pudiese llegar a darle miedo, jamás. Notó sus atenciones, y pequeños espasmos le venían con cada roce. Cuando fueron las manos de Elliot las que le tocaron poco después, despertó. Abrió su ahora único ojo y enfocó con dificultad
-La he cagado pero bien- digo con una sonrisa amarga y lágrimas recorriendo sus mejillas-Lo siento, debí leer la letra pequeña... Debí contároslo todo desde el principio...- a pesar de que Elliot ya no estaba a su lado, de que su voz era demasiado débil para que se le escuchase bien, continuó hablando. Contó todo lo que sabía de su propia transformación, los demonios que había invocado hasta el momento, el precio que tenía que pagar por ellos... Y continuó hablando, bajando cada vez más la voz hasta que se convirtió en un balbuceo indescifrable. Hasta que sus pesadillas volvieron a arrastrarle a la inconsciencia.
No dijo una sola palabra mientras Vacuum le llevaba a la habitación. El dolor, el cansancio y el miedo minaban su lucidez hasta que finalmente cayó inconsciente. No supo cuanto tiempo duró su agitado sueño, pero en él le acosaban la sonrisa macabra y los ojos vacíos de Vacuum. Nunca pensó que el chico pudiese llegar a darle miedo, jamás. Notó sus atenciones, y pequeños espasmos le venían con cada roce. Cuando fueron las manos de Elliot las que le tocaron poco después, despertó. Abrió su ahora único ojo y enfocó con dificultad
-La he cagado pero bien- digo con una sonrisa amarga y lágrimas recorriendo sus mejillas-Lo siento, debí leer la letra pequeña... Debí contároslo todo desde el principio...- a pesar de que Elliot ya no estaba a su lado, de que su voz era demasiado débil para que se le escuchase bien, continuó hablando. Contó todo lo que sabía de su propia transformación, los demonios que había invocado hasta el momento, el precio que tenía que pagar por ellos... Y continuó hablando, bajando cada vez más la voz hasta que se convirtió en un balbuceo indescifrable. Hasta que sus pesadillas volvieron a arrastrarle a la inconsciencia.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 06:21 pm
Algo me agarra por el hombro y me gira levemente, pero lo ignoro completamente. Mis ojos ven sin ver realmente como Elliot se aparta de mi al verme la cara. Mi risa aun resuena en la estancia, y la mueca torcida que es mi boca se ensancha un poco mas. Los brazos de Elliot me rodean, pero su voz no llega a mi cabeza, y yo no le devuelvo el abrazo. Mi cordura se tambalea, y si sigo así al final no sera tan mala idea unirse al culto de Ewa. Esta idea me hace reír mas fuerte aun, la risa se torna carcajada, ¿van a tener razón al final de todo?.
Un murmullo capta mi atención, atrayendo mi atención de forma brusca. Las palabras de Cain, al principio difusas, se vuelven mas claras al obtener toda mi atención. Poco a poco mi respiración se calma, las carcajadas se van desvaneciendo con cada palabra que llega a mis oídos, meros murmullos que a pesar de la distancia me llegan altos y claros. La negrura de mis ojos se apaga poco a poco, y mi expresión demente desaparece, dando paso a una de incredulidad y tristeza. Mis ojos, verdes de nuevo, miran a Elliot con la disculpa pintada en ellos. No me puedo creer que haya hecho así el imbécil, ¿como he podido ser así de tonto?. La estrecho con fuerza, pidiéndole perdón.
Conduzco a Elliot hasta la cama, ya sabe lo que ha pasado, las palabras de Cain le han llegado mejor que a mi. La hago tumbarse junto al italiano, para que este tenga a alguien a su lado. La chica le abraza y descansa a su lado. Yo le paso la mano por el cabello, su aspecto esta muy demacrado, a pesar de la cura. Decido prepararle algo, así que salgo de la habitación con la promesa de que volveré. Bajo hasta la cocina limpiándome las lágrimas de la cara. Allí comienzo a preparar un reconstituyente que he encontrado entre las numerosas recetas del italiano. Mientras la poción se calienta mis pensamientos vagan algo difusos, torturándome por mi comportamiento. ¿Como he podido hacer tanto el imbécil?, sin duda soy un experto.
Cuando la poción esta lista subo con ella hasta la habitación. Elliot se ha quedado dormida y Cain aun sigue inconsciente. Hago que el chico abra un poco los labios y le doy de beber el reconstituyente. Dejo el vaso vacío en la mesita, junto al vino,y me inclino sobre ellos dos, me asegurare de que duermen lo suficiente. Efectúo un hechizo de sueño sobre ellos, un hechizo bastante potente que les hará dormir horas. Luego acerco un sillón al lado de Cain y me siento a esperar. Limpio las lágrimas del muchacho con los dedos y me sirvo un único vaso de vino. Mis ojos brillan atentos en la oscuridad de la habitación, verdes de nuevo. Sin embargo, si uno se fija mucho, aun se puede percibir una chispa de esa locura, una señal de que aun sigue latente en mi interior, una señal de advertencia. Mis ojos se nublan por el sueño y las preocupaciones, pero finalmente caigo dormido sentado en el sillón, con la mano de Cain fuertemente estrechada. Espero no asustarles cuando se despierten.
Un murmullo capta mi atención, atrayendo mi atención de forma brusca. Las palabras de Cain, al principio difusas, se vuelven mas claras al obtener toda mi atención. Poco a poco mi respiración se calma, las carcajadas se van desvaneciendo con cada palabra que llega a mis oídos, meros murmullos que a pesar de la distancia me llegan altos y claros. La negrura de mis ojos se apaga poco a poco, y mi expresión demente desaparece, dando paso a una de incredulidad y tristeza. Mis ojos, verdes de nuevo, miran a Elliot con la disculpa pintada en ellos. No me puedo creer que haya hecho así el imbécil, ¿como he podido ser así de tonto?. La estrecho con fuerza, pidiéndole perdón.
Conduzco a Elliot hasta la cama, ya sabe lo que ha pasado, las palabras de Cain le han llegado mejor que a mi. La hago tumbarse junto al italiano, para que este tenga a alguien a su lado. La chica le abraza y descansa a su lado. Yo le paso la mano por el cabello, su aspecto esta muy demacrado, a pesar de la cura. Decido prepararle algo, así que salgo de la habitación con la promesa de que volveré. Bajo hasta la cocina limpiándome las lágrimas de la cara. Allí comienzo a preparar un reconstituyente que he encontrado entre las numerosas recetas del italiano. Mientras la poción se calienta mis pensamientos vagan algo difusos, torturándome por mi comportamiento. ¿Como he podido hacer tanto el imbécil?, sin duda soy un experto.
Cuando la poción esta lista subo con ella hasta la habitación. Elliot se ha quedado dormida y Cain aun sigue inconsciente. Hago que el chico abra un poco los labios y le doy de beber el reconstituyente. Dejo el vaso vacío en la mesita, junto al vino,y me inclino sobre ellos dos, me asegurare de que duermen lo suficiente. Efectúo un hechizo de sueño sobre ellos, un hechizo bastante potente que les hará dormir horas. Luego acerco un sillón al lado de Cain y me siento a esperar. Limpio las lágrimas del muchacho con los dedos y me sirvo un único vaso de vino. Mis ojos brillan atentos en la oscuridad de la habitación, verdes de nuevo. Sin embargo, si uno se fija mucho, aun se puede percibir una chispa de esa locura, una señal de que aun sigue latente en mi interior, una señal de advertencia. Mis ojos se nublan por el sueño y las preocupaciones, pero finalmente caigo dormido sentado en el sillón, con la mano de Cain fuertemente estrechada. Espero no asustarles cuando se despierten.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 07:25 pm
Escucho la voz de Cain... tan débil, tan ronca, que me duele oirla. Por un segundo recuerdo su voz unas horas antes, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Parecía que habían pasado siglos desde que dijo que me amaba con su tono de miel y terciopelo y ahora...
El griego siguió riendo, desquiciado mientras le miraba y le abrazaba, como ajeno al mundo, como si yo no estuviese allí. Mis brazos a su alrededor le sienten como si fuese una estatua, perfecta e inmóvil. No me devuelve el abrazo, y mi corazón se congela en mi pecho. Tengo miedo, un miedo mas intenso del que haya sentido nunca antes, incluso cuando estuve a punto de morir... No estoy asustada de él... mi único temor es perderle. Le abrazo, aun mas, apretándome contra él tanto como puedo, suplicando interiormente que reaccione... que grite, que me abrace, que me pegue... pero que haga algo... Sigo escuchando a Cain, sin moverme ni un poco, hasta que sus palabras empiezan a volverse ininteligibles, aun que he oído lo suficiente para saber que es lo que ha pasado... De pronto noto los brazos de Vacuum a mi alrededor y eso me sobresalta. Miro hacia arriba y veo sus ojos, de nuevo verdes, que me hipnotizan, que me envuelven, pidiéndome perdón. Le aprieto contra mi como respuesta. "Te quiero... no vuelvas a hacer esto, no vuelvas a ponerte así..." le digo con una mezcla de mandato y súplica. El chico me lleva hasta la cama, donde me tumbo con Cain, abrazándole y meciendole entre mis brazos. Vacuum dice que va a bajar, y nos quedamos los dos solos en la habitación. Acaricio su pelo una y otra vez, hasta que el agotamiento del día comienza a vencerme. Trato de luchar contra el sueño, pero las garras de morfeo rompen los hilos de mi conciencia, sumergiendome en una terrible pesadilla...
(Pesadilla under construction xDD)
El griego siguió riendo, desquiciado mientras le miraba y le abrazaba, como ajeno al mundo, como si yo no estuviese allí. Mis brazos a su alrededor le sienten como si fuese una estatua, perfecta e inmóvil. No me devuelve el abrazo, y mi corazón se congela en mi pecho. Tengo miedo, un miedo mas intenso del que haya sentido nunca antes, incluso cuando estuve a punto de morir... No estoy asustada de él... mi único temor es perderle. Le abrazo, aun mas, apretándome contra él tanto como puedo, suplicando interiormente que reaccione... que grite, que me abrace, que me pegue... pero que haga algo... Sigo escuchando a Cain, sin moverme ni un poco, hasta que sus palabras empiezan a volverse ininteligibles, aun que he oído lo suficiente para saber que es lo que ha pasado... De pronto noto los brazos de Vacuum a mi alrededor y eso me sobresalta. Miro hacia arriba y veo sus ojos, de nuevo verdes, que me hipnotizan, que me envuelven, pidiéndome perdón. Le aprieto contra mi como respuesta. "Te quiero... no vuelvas a hacer esto, no vuelvas a ponerte así..." le digo con una mezcla de mandato y súplica. El chico me lleva hasta la cama, donde me tumbo con Cain, abrazándole y meciendole entre mis brazos. Vacuum dice que va a bajar, y nos quedamos los dos solos en la habitación. Acaricio su pelo una y otra vez, hasta que el agotamiento del día comienza a vencerme. Trato de luchar contra el sueño, pero las garras de morfeo rompen los hilos de mi conciencia, sumergiendome en una terrible pesadilla...
(Pesadilla under construction xDD)
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 07:59 pm
El balcón abierto, la brisa fría de la noche penetrando en la habitación y haciendo bailar las cortinas. Fuera, un globo ocular flota en el aire completamente estático, con su vista artificial fija en los durmientes tras haber presenciado toda la escena. Un hilo invisible lo une con su ama, verdadera espectadora de la función.
Nihil cruza las piernas en su asiento, riendo satisfecha por la reacción del griego. La imagen de los tres durmientes se reflejaba en un espejo que hacía las veces de pantalla.
-¿No te lo habíamos dicho? No puedes luchar contra la locura. Ewa reclamará tu mente y tarde o temprano te rendirás a ella, al igual que tus amiguitos...
Nihil cruza las piernas en su asiento, riendo satisfecha por la reacción del griego. La imagen de los tres durmientes se reflejaba en un espejo que hacía las veces de pantalla.
-¿No te lo habíamos dicho? No puedes luchar contra la locura. Ewa reclamará tu mente y tarde o temprano te rendirás a ella, al igual que tus amiguitos...
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 08:36 pm
Mi sueño es breve, a pesar del esfuerzo que hago por descansar, la cabeza no me deja de dar vueltas. Me pongo en pie frotándome los ojos y salgo al balcón a respirar aire fresco. Mis manos se afianzan en las muescas que he dejado en la barandilla en mi ataque de locura de antes. Aun no me lo creo del todo. Alzo la mirada para observar la ciudad y me topo con un ojo volador que flota inmóvil en el aire. Lo miro extrañado y poco a poco empiezo a atar hilos. Ese ojo me recuerda un montón a la segunda sacerdotisa de Ewa, Nihil creo que se llamaba. ¿Tan rápido han venido a buscarme?, sin poderlo evitar me sumerjo un poco en mi locura personal, es tan gracioso...
-Vaya, vaya, vaya -canturreo con una risita-, ¿tan pronto venís a buscarme? -pregunto mientras dos espirales negras se tragan el verde de mis ojos, volviéndolos opacos-... siento decepcionarte sacerdotisa, pero mi locura es mía... y de nadie mas -concluyo con voz helada, mis ojos a escasos dos centímetros del de la sacerdotisa, y una sonrisa demente en la cara.
No pienso unirme a su culto, no entra en mis panes depender de una diosa de la locura, hay muchos tipos de locura, y me parece a mi que Ewa tiene el monopolio, lastima que a mi no me importen esas coas, yo hago lo que me da la gana.
-No te esfuerces en intentarlo, antes muerto que entrar en tu secta -me carcajeo mientras lágrimas de risa se escapan de mis ojos-, esto es graciosisimo...
-Vaya, vaya, vaya -canturreo con una risita-, ¿tan pronto venís a buscarme? -pregunto mientras dos espirales negras se tragan el verde de mis ojos, volviéndolos opacos-... siento decepcionarte sacerdotisa, pero mi locura es mía... y de nadie mas -concluyo con voz helada, mis ojos a escasos dos centímetros del de la sacerdotisa, y una sonrisa demente en la cara.
No pienso unirme a su culto, no entra en mis panes depender de una diosa de la locura, hay muchos tipos de locura, y me parece a mi que Ewa tiene el monopolio, lastima que a mi no me importen esas coas, yo hago lo que me da la gana.
-No te esfuerces en intentarlo, antes muerto que entrar en tu secta -me carcajeo mientras lágrimas de risa se escapan de mis ojos-, esto es graciosisimo...
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 09:13 pm
-Ciertamente es muy gracioso- respondió la voz de la sacerdotisa a través del ojo flotante.- Porque da igual si estás o no en la secta, Ewa se alimentará de tu locura igualmente y te arrastrará al abismo- la risa de la súcubo resonó en los alrededores con un deje metálico.- Pero tú sigue luchando, no dejes que mis palabras mermen tus esfuerzos. Es más divertido ver ahogarse a un insecto cuando lucha desesperadamente por salvarse...
A Nihil realmente no le interesaba Vacuum. Ni siquiera el polvo de sus alas había logrado reservarse un hueco en los planes de la sacerdotisa. Había sido el comentario de Nº3 y el empeño de Gighena por salvarle lo único que la había empujado a espiarle, y la falta de cuidado al hacerlo dejaba claro que el chico no suponía para ella ninguna amenaza, fueran cuales fueran sus intenciones.
-Pero no debo entretenerte, tengo asuntos que atender, y está visto que tú también...- dijo percatándose del movimiento en la cama, antes de que el ojo se esfumase en la nada.
A Nihil realmente no le interesaba Vacuum. Ni siquiera el polvo de sus alas había logrado reservarse un hueco en los planes de la sacerdotisa. Había sido el comentario de Nº3 y el empeño de Gighena por salvarle lo único que la había empujado a espiarle, y la falta de cuidado al hacerlo dejaba claro que el chico no suponía para ella ninguna amenaza, fueran cuales fueran sus intenciones.
-Pero no debo entretenerte, tengo asuntos que atender, y está visto que tú también...- dijo percatándose del movimiento en la cama, antes de que el ojo se esfumase en la nada.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 09:28 pm
-Estúpida súcubo -mascullo mientras poco a poco mis ojos vuelven a la normalidad, mi sonrisa se evapora y me afianzo en la barandilla con ambas manos-... que tu diosa disfrute del banquete -realmente no me importa que Ewa se alimente e mi locura, me es indiferente, pero por mucho que la sacerdotisa ladrara no iba a conseguir arrastrarme a ningún lado, si caía al abismo sería por méritos propios, si quería que luchara no le defraudaría, pero no era un insecto, y si en verdad lo era no pensaba serlo mucho tiempo.
Con una sonrisa afilada entro en la habitación de nuevo. Me siento en el sillón mientras mi sonrisa se borra del todo. Sostengo la mano de Cain esperando que se despierte, aunque ya se esta agitando. Sin embargo tarda bastante en despertarse, y antes de que lo haga yo me adormilo recostado contra el sillón, sin soltar aun la mano del italiano.
La conversación con la sucúbo me ha dejado un mal sabor de boca, no me gusta conversar con ella, resulta tan altiva y aristócrata, como si los demás fuéramos inferiores, no soporto a ese tipo de personas, tan asquerosamente creídas. Suspiro antes de atontarme de nuevo, cayendo en una suerte de sopor.
Con una sonrisa afilada entro en la habitación de nuevo. Me siento en el sillón mientras mi sonrisa se borra del todo. Sostengo la mano de Cain esperando que se despierte, aunque ya se esta agitando. Sin embargo tarda bastante en despertarse, y antes de que lo haga yo me adormilo recostado contra el sillón, sin soltar aun la mano del italiano.
La conversación con la sucúbo me ha dejado un mal sabor de boca, no me gusta conversar con ella, resulta tan altiva y aristócrata, como si los demás fuéramos inferiores, no soporto a ese tipo de personas, tan asquerosamente creídas. Suspiro antes de atontarme de nuevo, cayendo en una suerte de sopor.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/11, 09:53 pm
Aquella horrible pesadilla volvió a su mente, una continuación del agobiante sueño que tuvo hacía tanto sueño, casi parecía que años... Se despertó acalorado, con respiración agitada y un sudor frío perlando su piel. Estaba aterrado, aterrado de sí mismo, aterrado de esos fieles dementes, pero sobretodo aterrado ante la posibilidad de hacer daño a Elliot y Vacuum. No se había parado a pensar de que si la invocación hubiese salido mal, el demonio no solo habría acabado con su vida, sino con la de cualquiera que se le hubiese acercado antes de volver a su mundo... <<Debo tener más cuidado...>> pensó, tratando de tranquilizarse <<Debo extremar precauciones, esto no puede volver a ocurrir...>> Se lo repitió mentalmente varias veces hasta que se dio cuenta. Vacuum estaba a su lado, cogiéndole la mano. Todo lo de antes, esa horrible reacción por parte del griego había sido por su culpa, y no tenía derecho a temerle, no era justo... Se incorporó y trató de alcanzar los labios de Vacuum con los suyos, dándole un largo beso para acabar de depsertarle
-Lo siento- susurró en un tono casi suplicante- No volveré a cagarla de esta forma, lo prometo... No vuelvas a poner esa cara nunca más... no quiero volver a verla- pidió, abrazándole. Giró la cabeza para ver a Elliot, aun dormida. Su sueño era agitado, seguro que también la había preocupado. Se mordió el labio inferior...
-Lo siento- susurró en un tono casi suplicante- No volveré a cagarla de esta forma, lo prometo... No vuelvas a poner esa cara nunca más... no quiero volver a verla- pidió, abrazándole. Giró la cabeza para ver a Elliot, aun dormida. Su sueño era agitado, seguro que también la había preocupado. Se mordió el labio inferior...
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