Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
- Ver mensajes archivados:
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/08/19, 01:54 am
-Soy Rena. Un placer y eso.
Rena estaba algo cohibida. El sitio era demasiado elegante y los monstruos demasiado atractivos incluso aunque la mayoría tuviera narices y orejas raras. La mesa estaba puesta y todo tenía una pinta increíble, y también olía increíble. Dejó que su olfato de oso la llevara a una bandeja de tres pisos con bollos redonditos rellenos de mermelada de frutos rojos que tenían una pinta estupenda, no obstante prefirió esperar a que todo el mundo estuviera sentado y optó en su lugar por aceptar una taza de café y una galleta. El tipo que se la ofreció tenía unas alas parecidas a las de Pelusa. Rena intercambió una mirada inquisitiva con la spriggan. ¿Le haría alguna pregunta?
Tomó asiento en el suelo con las piernas cruzadas, ya que los puffs no le acababan de convencer.
-Sí, es alucinante -coincidió con Rox -Muchas gracias por invitarnos.
-No las deis, siempre está bien tener visita. -dijo Wheem.
El café estaba horriblemente amargo. ¿De qué cojones estaría hecho? Con todo el disimulo del que fue capaz le echó sus buenas cucharadas de azucar y bastante leche a ver si mejoraba. Una chica de pelo corto y delantera impresionante le pasó un frasco de una sustancia blanca y espesa que luego reconoció como leche condensada.
-Prueba con esto, créeme que mejora.
-Gracias.
Y vaya si mejoró.
Por su parte Vanyme estaba en su salsa. Se había sentado dejando que los enanos lo rodearan con la cesta de conejos en el regazo. Dejó que Nime los acariciara y prometió que podría cogerlos después de la merienda. No le importaba en absoluto que Eitne le mirase, estaba acostumbrado a las miradas lascivas así que la atención inocente de un niño no era nada, incluso resultaba encantador.
Cain observaba, de manera mucho menos inocente que Eitne. Ya había evaluado al grupo al completo y desde luego eran una pandilla interesante, sin embargo su único ojo se desviaba hacia una persona en concreto cada poco tiempo mientras repartía las tortitas. Se había encaprichado de él la primera noche de la Luna por una razón totalmente superficial y allí lo tenía delante para poder comprobar si su interés iría a más o se quedaría en algo anecdótico. El tiempo lo diría. Antes tenía algo de lo que ocuparse.
Wheem le había advertido de que tenían un pequeño brujo en el grupo. Si ya de por sí un brujo joven era un dolor de cabeza en la ciudad, uno que además tenía un dominio inteligente era algo más que una molestia. No le preocupaban especialmente los dominios rebeldes dentro de sus dominios, tenía medidas para ello, pero debía marcar los límites cuanto antes. Después de dejar el plato de tortitas sobre la mesa dio dos fuertes palmadas y todas las pendicularias desaparecieron, expulsadas del burdel por un hechizo de exclusión.
-Antes de que empecemos a comer voy a dejar algo claro. Guille, ¿verdad? - se acuclilló para quedar a la altura del niño y lo miró a los ojos. - Necesito que me prometas una cosa: Tus pendicularias deben portarse muy muy bien aquí, porque si no no les voy a permitir entrar. ¿Entendido? Son tu responsabilidad y debes ocuparte de que sean buenas. Nada de trastadas. -No había rastro de enfado en su expresión, ni usaba un tono agresivo, pero desde luego no parecía dejar mucho espacio a réplica. Si Guille se lo prometía levantaría el hechizo y dejaría entrar de nuevo a las criaturas en el gran salón.
Rena quedó impresionada por el gesto. ¿De verdad podían hacer desaparecer a las puñeteras manos esas así de fácil? Le tiró de la manga a Milo para que se acercase a ella y le susurró al oído.
-Luego le preguntas qué truco ha usado porque parece útil que te cagas.
Todos fueron tomando asiento. Vivia se puso junto a Rox y Zedrig junto a esta, para sorpresa de Ariven que iba a tomar ese sitio.
-Supongo que lo sabes, pero nosotros también tenemos un cambiante -dijo la idrina a Rox -Por desgracia no ha podido bajar.
-Nuestra Mephis lleva una temporada indispuesta y no tolera bien las multitudes -explicó Cain. -Claro que si quieres hablar con una veterana podrías subir a verla luego.
-Sí, mientras Circe no esté presente no hay ningún peligro -comentó Jau. Vivia, Ariven y Wheem se echaron a reír y dama Circe les hizo un corte de manga.
Rena estaba algo cohibida. El sitio era demasiado elegante y los monstruos demasiado atractivos incluso aunque la mayoría tuviera narices y orejas raras. La mesa estaba puesta y todo tenía una pinta increíble, y también olía increíble. Dejó que su olfato de oso la llevara a una bandeja de tres pisos con bollos redonditos rellenos de mermelada de frutos rojos que tenían una pinta estupenda, no obstante prefirió esperar a que todo el mundo estuviera sentado y optó en su lugar por aceptar una taza de café y una galleta. El tipo que se la ofreció tenía unas alas parecidas a las de Pelusa. Rena intercambió una mirada inquisitiva con la spriggan. ¿Le haría alguna pregunta?
Tomó asiento en el suelo con las piernas cruzadas, ya que los puffs no le acababan de convencer.
-Sí, es alucinante -coincidió con Rox -Muchas gracias por invitarnos.
-No las deis, siempre está bien tener visita. -dijo Wheem.
El café estaba horriblemente amargo. ¿De qué cojones estaría hecho? Con todo el disimulo del que fue capaz le echó sus buenas cucharadas de azucar y bastante leche a ver si mejoraba. Una chica de pelo corto y delantera impresionante le pasó un frasco de una sustancia blanca y espesa que luego reconoció como leche condensada.
-Prueba con esto, créeme que mejora.
-Gracias.
Y vaya si mejoró.
Por su parte Vanyme estaba en su salsa. Se había sentado dejando que los enanos lo rodearan con la cesta de conejos en el regazo. Dejó que Nime los acariciara y prometió que podría cogerlos después de la merienda. No le importaba en absoluto que Eitne le mirase, estaba acostumbrado a las miradas lascivas así que la atención inocente de un niño no era nada, incluso resultaba encantador.
Cain observaba, de manera mucho menos inocente que Eitne. Ya había evaluado al grupo al completo y desde luego eran una pandilla interesante, sin embargo su único ojo se desviaba hacia una persona en concreto cada poco tiempo mientras repartía las tortitas. Se había encaprichado de él la primera noche de la Luna por una razón totalmente superficial y allí lo tenía delante para poder comprobar si su interés iría a más o se quedaría en algo anecdótico. El tiempo lo diría. Antes tenía algo de lo que ocuparse.
Wheem le había advertido de que tenían un pequeño brujo en el grupo. Si ya de por sí un brujo joven era un dolor de cabeza en la ciudad, uno que además tenía un dominio inteligente era algo más que una molestia. No le preocupaban especialmente los dominios rebeldes dentro de sus dominios, tenía medidas para ello, pero debía marcar los límites cuanto antes. Después de dejar el plato de tortitas sobre la mesa dio dos fuertes palmadas y todas las pendicularias desaparecieron, expulsadas del burdel por un hechizo de exclusión.
-Antes de que empecemos a comer voy a dejar algo claro. Guille, ¿verdad? - se acuclilló para quedar a la altura del niño y lo miró a los ojos. - Necesito que me prometas una cosa: Tus pendicularias deben portarse muy muy bien aquí, porque si no no les voy a permitir entrar. ¿Entendido? Son tu responsabilidad y debes ocuparte de que sean buenas. Nada de trastadas. -No había rastro de enfado en su expresión, ni usaba un tono agresivo, pero desde luego no parecía dejar mucho espacio a réplica. Si Guille se lo prometía levantaría el hechizo y dejaría entrar de nuevo a las criaturas en el gran salón.
Rena quedó impresionada por el gesto. ¿De verdad podían hacer desaparecer a las puñeteras manos esas así de fácil? Le tiró de la manga a Milo para que se acercase a ella y le susurró al oído.
-Luego le preguntas qué truco ha usado porque parece útil que te cagas.
Todos fueron tomando asiento. Vivia se puso junto a Rox y Zedrig junto a esta, para sorpresa de Ariven que iba a tomar ese sitio.
-Supongo que lo sabes, pero nosotros también tenemos un cambiante -dijo la idrina a Rox -Por desgracia no ha podido bajar.
-Nuestra Mephis lleva una temporada indispuesta y no tolera bien las multitudes -explicó Cain. -Claro que si quieres hablar con una veterana podrías subir a verla luego.
-Sí, mientras Circe no esté presente no hay ningún peligro -comentó Jau. Vivia, Ariven y Wheem se echaron a reír y dama Circe les hizo un corte de manga.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/08/19, 11:56 am
Guillermo se quedo parado como si le fueran a regañar, ya que de pronto las Pendicularias desaparicieron a las dos palmadas de Caín, pero su tono fuera tranquilo cosa que sorprendio a Guille.
-... lo sientoooo... Son buenas solo que sea aburren un poco, me traen regalos e intentan hacerme reír siempre y yo me río.. Pero señor Caín no me hacen mucho caso pero no son malas en plan nunca hacen nada muy malo quizás en la fiesta no estuvo bien coger bebidas a la gente, pero no sabían que era robar, pero son muy inteligentes y recogen sus cosas si se lo digo muchas veces porque a veces entienden otra cosas y todo se lía más pero todo el mundo se acaba riendo- dijo buscando apoyo en el grupo- En el libro que cogí de la Biblioteca ponía que tenía que dar órdenes claras pero no funciona, porque yo se las doy, bueno a ver, bastante claras pero tampoco quiero obligarlas a hacer nada que no les guste así que las preguntó si lo quieren hacer ketchup si me hace más caso...les he enseñado juegos de manos y lo han aprendido muy bien... No no me hacen nada de caso y no se porque señor Cain...- Guille daba órdenes tan claras como la explicación que acaba de dar- yo las quiero mucho pero es como si la Luna me hubiera dado un montón de gatos y nose que hacer con ellos...
-... lo sientoooo... Son buenas solo que sea aburren un poco, me traen regalos e intentan hacerme reír siempre y yo me río.. Pero señor Caín no me hacen mucho caso pero no son malas en plan nunca hacen nada muy malo quizás en la fiesta no estuvo bien coger bebidas a la gente, pero no sabían que era robar, pero son muy inteligentes y recogen sus cosas si se lo digo muchas veces porque a veces entienden otra cosas y todo se lía más pero todo el mundo se acaba riendo- dijo buscando apoyo en el grupo- En el libro que cogí de la Biblioteca ponía que tenía que dar órdenes claras pero no funciona, porque yo se las doy, bueno a ver, bastante claras pero tampoco quiero obligarlas a hacer nada que no les guste así que las preguntó si lo quieren hacer ketchup si me hace más caso...les he enseñado juegos de manos y lo han aprendido muy bien... No no me hacen nada de caso y no se porque señor Cain...- Guille daba órdenes tan claras como la explicación que acaba de dar- yo las quiero mucho pero es como si la Luna me hubiera dado un montón de gatos y nose que hacer con ellos...
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
24/08/19, 03:20 pm
No podía dejar de observar todos los presentes con curiosidad real, aunque a ratos su atención se iba ya fuese a Guille y sus manos, ese niño o más bien su dominio siempre la ponían nerviosa cuando iban a sitios públicos. Y cuando no también, que no podía evitar echarle miradas de reojo de vez en cuando. Y por otro lado, a la comida. El desayuno que estaban sirviendo era digno de atrapar la atención de cualquiera.
-¿Zob me pasas un tortita? Este puff es una pequeña trampa y como me mueva me hundo- dijo la mona del queso con humor, intentando liberarse un poco de estoicismo al hablar con su compañero, del que medio se agarraba de la pierna ligeramente para no hundirse en el puff de nuevo. Era realmente una habilidad que se tenía que adquirir el sentarse adecuadamente en ese sitio, sin duda. Zobriel cerca de ella ya se había quitado las gafas y como siempre que estaban en grupo y lo hacía, se encontraba con la vista hacia abajo. La mona del queso suspiro para sí misma. <<En serio hay que hacer algo ya con eso de que pueda ver a través de telas, sabe el hechizo, pero sigue sin querer pedirle ayuda a Neil. Así nunca va a perder su timidez si tiene que estar mirando hacia abajo y no a la gente, por temor a noquearles con sus ojos >> Pelusa había convivido lo suficiente con el basilisco, tanto antes como después de transformarse, como para saber cuan tímido era.
Ella había cambiado mucho desde que llego a la ciudad y pretendía seguir haciéndolo ahora, asique quería ayudar a Zobriel a hacer lo mismo y sacar esa confianza que a veces mostraba. Era uno de los mayores e iban a necesitar toda la fuerza del mundo para unirse entre ellos para poner orden en ese caos que era su grupo.
-Oye Zob – dijo jalando un poco de su ropa para captar su atención, aunque igual estaba sentados uno al lado del otro en diferentes cojines, podría oírle sin problemas- ¿Por qué no le pediste hoy a Neil ayuda para ponerte una tela con el hechizo que me contaste? Las “gajas” ¿Se dice así?...Bueno como sea, esas cosa que te di están bien, pero ahora estarías más cómodo de la otra forma. ¿No? – dijo Pelusa cuando volvió con las tortitas. Otra cosa no, pero Zobriel se había hecho experto en evadir los ojos de la gente de los suyos propios, era ya casi un arte.
-Me pregunto que pasara primero, que tu puedas pronunciar bien el hechizo o que yo obtenga magia para ayudarte con ello. ¿Apostamos? –preguntó Pelusa un poco divertida, intentando tomarse el asunto con humo, pues estaba segura ocurriría antes lo primero que lo segundo. Al fin de cuentas ella aun a veces se le trataba la larga e inútil lengua que poseía, así que sabía que eso podía llevar tiempo, pero no tanto como a ella le llevaría cumplir su precio. Era como si apostara para perder, pensándolo bien, pero quien sabe tal vez jugando con la suerte ocurriera el milagro de una imposible tirada ganadora - Sea como sea, ojalá puedas ponerte la venda pronto…así podremos entrenar mejor sin temor a rompértelas por error y podrás ir obteniendo más confianza. Sin temor a noquear a nadie sino quieres- comento Pelusa suavemente animándolo, pues practicar juntos era algo que aun hacían cuando no estaban trabajando. Era posiblemente la persona, aparte de Rox por el trabajo, con la que más tiempo pasaba. Aunque bueno realmente pasaba muchísimo tiempo con todos, pues solían estar en piña casi todo el tiempo.
Estaba esperando a ver qué diría, cuando escucho la voz de Adru mencionar algo de una spriggan y por supuesto la niña, ya condicionada a reaccionar cada vez que escuchaba su trasformación, se giró a mirarle a ver qué pasaba con ella. Fue en ese momento que lo vio, cosa imposible de no hacer además y abrió los ojos al máximo, sintiendo su cuello crujir cuando miro hacia arriba y vio al chico que se presentó como Vac. Pelusa parpadeo sorprendida, sabiendo de la existencia de otro ser parecido a ella, un hado infernal sino recordaba mal; pero no esperaba encontrárselo así de golpe, sirviendo café y galletas en el burdel. ¿Trabajaba también allí entonces?
La forma más clara de describirlo a ojos de Pelusa, era ENORME, al menos desde su perspectiva. ¿Había crecido también al transformarse? Porqué ella había notado que lo había hecho cuando tuvo que arreglarse su ropa. << Yo creí como unos 6 o 7 centímetro. Él ya debía ser altísimo desde el principio>> pensó no pudiendo apartar sus ojos lavandas de él, de manera tal vez algo incomoda. Pero era la primera vez que veía a alguien lo más parecido a ella y no podía evitar la curiosidad.
Aun así, había evidentes diferencias entre ambos. Su piel completamente negra contrastaba por completo con la suya, blanca lechosa. Y no compartían la singularidad de tener una piel con una textura distinta, la suya lucia como el corcho la de él no. Pero sobretodo sus alas eran los que más llamaban su atención. Rojas y plegadas en su espalda, eran imposible no verlas. Pelusa se sintió encoger incluso más en el sitio. El sí que parecía una persona capaz de intimidar a otros y aterrarlos con su sola presencia, algo que ella no podía hacer de necesitarlo para su precio o porque le apeteciera. Daba de todo menos miedo o intimidación; como mucho, daba mal rollo.
Volvió su mirada hacia Zobriel momentáneamente. <<Venga, has dicho que le ayudaras con su confianza, sería muy mal ejemplo no tenerla tu para hablarle a ese chico. No te va a comer.>> se recordó Pelusa antes de volver a mirar a Vac, escuchando a sus amigos ya hablando con algunas personas del burdel o a Cain, otro imposible de no notar, hablando con Guille aparentemente algo sobre su dominio. De cuya cosa se interesaría mas tarde, porque ese dominio la traía loca.
Pero en ese momento, pensaba como iniciar una conversación con el hado y nada decente se le ocurría que no fuese ir a saco a preguntarle una y mil cosas. Era demasiado invasivo hasta para ella.
-Yo sí quiero café, por favor- logro al final decir, respondiendo la pregunta que este hizo, como punto de anclaje para iniciar la conversación antes de finalmente añadir algo para intentar continuarla- Eres el hado del que me hablaron cuando pregunte sobre mi trasformación ¿verdad?. Encantada, me llamo Dama Pelusa...por sino lo oíste antes. Me dijeron que soy aparentemente la única actualmente en la ciudad y que había otra persona con una transformación parecida a la mía. - comento torpemente no sabiendo como iniciar la conversación, por lo que apenas termino de decir eso, decidido entretenerse en darle un mordisco a la tortita que le había dado Zobriel antes. Así ganaba tiempo mientras pensaba como continuar, pues no se le daba nada bien pedir ayuda o consejos a nadie, era demasiado independiente. <<Luego le digo a Zobriel que no pasaba nada si pide ayuda de vez en cuando a Neil. Pero… ¡es diferente! Neil es nuestro amigo y este chico es un reciente conocido >> pensó intentando decirse a sí misma que no estaba siendo realmente hipócrita ahora.
-¿Zob me pasas un tortita? Este puff es una pequeña trampa y como me mueva me hundo- dijo la mona del queso con humor, intentando liberarse un poco de estoicismo al hablar con su compañero, del que medio se agarraba de la pierna ligeramente para no hundirse en el puff de nuevo. Era realmente una habilidad que se tenía que adquirir el sentarse adecuadamente en ese sitio, sin duda. Zobriel cerca de ella ya se había quitado las gafas y como siempre que estaban en grupo y lo hacía, se encontraba con la vista hacia abajo. La mona del queso suspiro para sí misma. <<En serio hay que hacer algo ya con eso de que pueda ver a través de telas, sabe el hechizo, pero sigue sin querer pedirle ayuda a Neil. Así nunca va a perder su timidez si tiene que estar mirando hacia abajo y no a la gente, por temor a noquearles con sus ojos >> Pelusa había convivido lo suficiente con el basilisco, tanto antes como después de transformarse, como para saber cuan tímido era.
Ella había cambiado mucho desde que llego a la ciudad y pretendía seguir haciéndolo ahora, asique quería ayudar a Zobriel a hacer lo mismo y sacar esa confianza que a veces mostraba. Era uno de los mayores e iban a necesitar toda la fuerza del mundo para unirse entre ellos para poner orden en ese caos que era su grupo.
-Oye Zob – dijo jalando un poco de su ropa para captar su atención, aunque igual estaba sentados uno al lado del otro en diferentes cojines, podría oírle sin problemas- ¿Por qué no le pediste hoy a Neil ayuda para ponerte una tela con el hechizo que me contaste? Las “gajas” ¿Se dice así?...Bueno como sea, esas cosa que te di están bien, pero ahora estarías más cómodo de la otra forma. ¿No? – dijo Pelusa cuando volvió con las tortitas. Otra cosa no, pero Zobriel se había hecho experto en evadir los ojos de la gente de los suyos propios, era ya casi un arte.
-Me pregunto que pasara primero, que tu puedas pronunciar bien el hechizo o que yo obtenga magia para ayudarte con ello. ¿Apostamos? –preguntó Pelusa un poco divertida, intentando tomarse el asunto con humo, pues estaba segura ocurriría antes lo primero que lo segundo. Al fin de cuentas ella aun a veces se le trataba la larga e inútil lengua que poseía, así que sabía que eso podía llevar tiempo, pero no tanto como a ella le llevaría cumplir su precio. Era como si apostara para perder, pensándolo bien, pero quien sabe tal vez jugando con la suerte ocurriera el milagro de una imposible tirada ganadora - Sea como sea, ojalá puedas ponerte la venda pronto…así podremos entrenar mejor sin temor a rompértelas por error y podrás ir obteniendo más confianza. Sin temor a noquear a nadie sino quieres- comento Pelusa suavemente animándolo, pues practicar juntos era algo que aun hacían cuando no estaban trabajando. Era posiblemente la persona, aparte de Rox por el trabajo, con la que más tiempo pasaba. Aunque bueno realmente pasaba muchísimo tiempo con todos, pues solían estar en piña casi todo el tiempo.
Estaba esperando a ver qué diría, cuando escucho la voz de Adru mencionar algo de una spriggan y por supuesto la niña, ya condicionada a reaccionar cada vez que escuchaba su trasformación, se giró a mirarle a ver qué pasaba con ella. Fue en ese momento que lo vio, cosa imposible de no hacer además y abrió los ojos al máximo, sintiendo su cuello crujir cuando miro hacia arriba y vio al chico que se presentó como Vac. Pelusa parpadeo sorprendida, sabiendo de la existencia de otro ser parecido a ella, un hado infernal sino recordaba mal; pero no esperaba encontrárselo así de golpe, sirviendo café y galletas en el burdel. ¿Trabajaba también allí entonces?
La forma más clara de describirlo a ojos de Pelusa, era ENORME, al menos desde su perspectiva. ¿Había crecido también al transformarse? Porqué ella había notado que lo había hecho cuando tuvo que arreglarse su ropa. << Yo creí como unos 6 o 7 centímetro. Él ya debía ser altísimo desde el principio>> pensó no pudiendo apartar sus ojos lavandas de él, de manera tal vez algo incomoda. Pero era la primera vez que veía a alguien lo más parecido a ella y no podía evitar la curiosidad.
Aun así, había evidentes diferencias entre ambos. Su piel completamente negra contrastaba por completo con la suya, blanca lechosa. Y no compartían la singularidad de tener una piel con una textura distinta, la suya lucia como el corcho la de él no. Pero sobretodo sus alas eran los que más llamaban su atención. Rojas y plegadas en su espalda, eran imposible no verlas. Pelusa se sintió encoger incluso más en el sitio. El sí que parecía una persona capaz de intimidar a otros y aterrarlos con su sola presencia, algo que ella no podía hacer de necesitarlo para su precio o porque le apeteciera. Daba de todo menos miedo o intimidación; como mucho, daba mal rollo.
Volvió su mirada hacia Zobriel momentáneamente. <<Venga, has dicho que le ayudaras con su confianza, sería muy mal ejemplo no tenerla tu para hablarle a ese chico. No te va a comer.>> se recordó Pelusa antes de volver a mirar a Vac, escuchando a sus amigos ya hablando con algunas personas del burdel o a Cain, otro imposible de no notar, hablando con Guille aparentemente algo sobre su dominio. De cuya cosa se interesaría mas tarde, porque ese dominio la traía loca.
Pero en ese momento, pensaba como iniciar una conversación con el hado y nada decente se le ocurría que no fuese ir a saco a preguntarle una y mil cosas. Era demasiado invasivo hasta para ella.
-Yo sí quiero café, por favor- logro al final decir, respondiendo la pregunta que este hizo, como punto de anclaje para iniciar la conversación antes de finalmente añadir algo para intentar continuarla- Eres el hado del que me hablaron cuando pregunte sobre mi trasformación ¿verdad?. Encantada, me llamo Dama Pelusa...por sino lo oíste antes. Me dijeron que soy aparentemente la única actualmente en la ciudad y que había otra persona con una transformación parecida a la mía. - comento torpemente no sabiendo como iniciar la conversación, por lo que apenas termino de decir eso, decidido entretenerse en darle un mordisco a la tortita que le había dado Zobriel antes. Así ganaba tiempo mientras pensaba como continuar, pues no se le daba nada bien pedir ayuda o consejos a nadie, era demasiado independiente. <<Luego le digo a Zobriel que no pasaba nada si pide ayuda de vez en cuando a Neil. Pero… ¡es diferente! Neil es nuestro amigo y este chico es un reciente conocido >> pensó intentando decirse a sí misma que no estaba siendo realmente hipócrita ahora.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
25/08/19, 05:05 pm
EL nublino estaba masticando sorprendido porque hubiera tan buena comida y tan buen ambiente. Es decir, después de la Luna, había entendido que la Ciudad Roja se mantenía en las sombras de los cosechados, pero aun así el choque entre tortitas, burdeles y reuniones amistosas era bastante grande. Asintió dos veces ante la petición de su amiga mientras se levantaba y ponía énfasis en no mover la cola demasiado mientras se acercaba por más tortitas. Su vista recorría vagamente la parte inferior de toda la habitación hasta que llego donde estaba Cain
-Están deliciosas, muchas gracias SSSeñor Cain… – mencionó el basilisco esbozando una sonrisa. No era una radiante sonrisa de anuncio, pero si lo suficientemente notable aun con la cabeza baja. Al regresar le tendió las tortitas a Pa…a Dama Pelusa para que las sostuviera mientras se sentaba, entre las alas de una y la cola del otro era casi imposible solo llegar y sentarse a descansar. Noto que había tomado un par de tortitas de más, normalmente estaba acostumbrado a darle comida a Ketchup o a alguna de las manos de Guille como para mantener ocupadas a las mascotas y que no empezaran a hacer desorden, pero sin ellas presentes, debería comerse el extra. De ninguna manera dejaría sin comer lo que les habían preparado. - No quise molesstarlo después del lio de las abejas, me sabe un poco mal pedirle magia cuando la cera por la que ssalio aquella noche es la que le recarga su magia..pero ssi te entiendo – le contesto a Dama Pelusa encogiéndose de hombros.
Admitia que ella tenia razón, y que eventualmente debería dejar las gafas, pero no pudo replicar nada porque tuvo que contener una amplia risa con la apuesta que le proponía. - Hey hey, que no soy tan torpe. No ess que las vaya a romper tan rápido...pero creo que podría ganarte ¿Qué vas a apostar? – le pregunto. La idea de pedirle una prenda de ropa se le vino rápidamente pensando en su nuevo trabajo. No había olvidado que tenia pendiente una entrevista de trabajo, así que ropa nueva y dejar de ssissear seria un dos por uno. Aun así, cuando el hado infernal llegó con el café, solo dejo que la curiosidad de su amiga fluyera, ya habría tiempo después para apostar, y aunque tuvo curiosidad por ese café, decidió dejarlo así. La ultima vez su curiosidad no le jugo a favor. Empezó a mover la mirada esta vez más arriba, no había olvidado que tenía que agradecer de nuevo por el hechizo que le lanzaron aquel día en la fiesta.
Capto una mirada de Dama Pelusa aunque no supo que significaba, así que solo hizo una señal en esa dirección y la dejo hablando con el hado mientras saltaba nuevamente al piso y se dirigía dónde estaba Wheem para agradecerle. ” La cola...los ojos...tranquilo, que no es nada difícil, solo tranquilo…cola…ojos… ”
-Están deliciosas, muchas gracias SSSeñor Cain… – mencionó el basilisco esbozando una sonrisa. No era una radiante sonrisa de anuncio, pero si lo suficientemente notable aun con la cabeza baja. Al regresar le tendió las tortitas a Pa…a Dama Pelusa para que las sostuviera mientras se sentaba, entre las alas de una y la cola del otro era casi imposible solo llegar y sentarse a descansar. Noto que había tomado un par de tortitas de más, normalmente estaba acostumbrado a darle comida a Ketchup o a alguna de las manos de Guille como para mantener ocupadas a las mascotas y que no empezaran a hacer desorden, pero sin ellas presentes, debería comerse el extra. De ninguna manera dejaría sin comer lo que les habían preparado. - No quise molesstarlo después del lio de las abejas, me sabe un poco mal pedirle magia cuando la cera por la que ssalio aquella noche es la que le recarga su magia..pero ssi te entiendo – le contesto a Dama Pelusa encogiéndose de hombros.
Admitia que ella tenia razón, y que eventualmente debería dejar las gafas, pero no pudo replicar nada porque tuvo que contener una amplia risa con la apuesta que le proponía. - Hey hey, que no soy tan torpe. No ess que las vaya a romper tan rápido...pero creo que podría ganarte ¿Qué vas a apostar? – le pregunto. La idea de pedirle una prenda de ropa se le vino rápidamente pensando en su nuevo trabajo. No había olvidado que tenia pendiente una entrevista de trabajo, así que ropa nueva y dejar de ssissear seria un dos por uno. Aun así, cuando el hado infernal llegó con el café, solo dejo que la curiosidad de su amiga fluyera, ya habría tiempo después para apostar, y aunque tuvo curiosidad por ese café, decidió dejarlo así. La ultima vez su curiosidad no le jugo a favor. Empezó a mover la mirada esta vez más arriba, no había olvidado que tenía que agradecer de nuevo por el hechizo que le lanzaron aquel día en la fiesta.
Capto una mirada de Dama Pelusa aunque no supo que significaba, así que solo hizo una señal en esa dirección y la dejo hablando con el hado mientras saltaba nuevamente al piso y se dirigía dónde estaba Wheem para agradecerle. ” La cola...los ojos...tranquilo, que no es nada difícil, solo tranquilo…cola…ojos… ”
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
14/09/19, 09:05 am
Milo se dejó caer en uno de los puffs tras el saludo del hado infernal, observando en silencio los movimientos del chico mientras este se servía una taza de café antes de volver a deslizar su mirada por la cada vez más concurrida estancia. El irrense, al igual que sus amigos, también se había fijado en lo guapos que eran todos los habitantes de aquel lugar y entendía la afirmación de Rox, pero lo que más le llamaba la atención era lo seguros de sí mismos que parecían y la buena relación que imperaba entre ellos. Antes de llegar a la ciudad había pasado muchos años sin experimentar un sentimiento de familiaridad tan fuerte como el que compartía con sus amigos, vagando de un lado a otro sin pararse el tiempo suficiente como para encontrar un hogar, y ahora que tenía algo así de nuevo le resultaba fácil verlo en otras personas. En aquel lugar que parecía sacado de algún catálogo de fantasía oriental se respiraba un ambiente familiar que no tardó en aplacar los nervios del irrense al respecto de aquella visita, relajándolo hasta tal punto que incluso su inquieta bola de cobre dejó de moverse y se quedó inerte junto a sus pies.
El brujo, con repentino apetito, había alcanzado una magdalena y se proponía mojarla en un vaso de leche endulzada con miel cuando Guille llamó la atención del jefe del burdel. Con un nudo de expectación en la garganta el moreno observó cómo Caín se deshacía de las pendicularias en un instante y se inclinaba sobre el español para advertirle al respecto de su control sobre ellas, pero parecía que solo quería ayudar y Milo pudo respirar aliviado antes de llevarse su aperitivo a la boca.
—Ya te digo, en cuanto pueda se lo pregunto... —le respondió a Rena tras tragar con rapidez cuando ésta le señalo al oído la utilidad del hechizo que acababa de ejecutar el italiano—. ¿Tú crees que también funcionará con los críos si se ponen pesados? —le preguntó a la ursántropa en tono confidencial, inclinándose también hacia ella para que no le oyeran los enanos.
Estos estaban demasiado ocupados, sin embargo, y cuando Eitne preguntó si podía probar el café el hado infernal alzó una ceja.
—¿Estás seguro? Es bastante amargo y no sé si a un deliciano... —empezó, pero cuando el cambiante le dijo al pequeño que podía probar el suyo el griego enmudeció y se limitó a observar expectante.
La pregunta de Adru no le sorprendió, pero si que lo hizo que viniera del gamusino. Esperaba que fuera la spprigan la que se decidiera a dar el paso, pero parecía distraída, y no fue hasta que su compañera mencionó su transformación que la mona del queso se fijó en él.
—La verdad es que no, pero su transformación y la mia se parecen —le respondió a la pelimorada con una sonrisa, desplegando las alas ligeramente para señalar la similitud más evidente. A diferencia de las de la spprigan, sin embargo, estás lucían bastante más lustrosas y sanas—. Yo soy un hado infernal. —le aclaró a la capitana dando un trago a su café mientras Pam se decidía a hablar.
Escucho su discurso nervioso en silencio, asintiendo ante su afirmación de que era la única con aquella transformación en la ciudad con amabilidad.
—Mi nombre es Vac, un placer —volvió a presentarse también, ofreciendole la mano para estrecharsela—. También he oído hablar de ti, Pelusa —confirmó, señalando a Wheem con un gesto de cabeza y omitiendo el Dama en el nombre de la muchacha (siempre le había parecido un honorífico recargado que entorpecía las conversaciones)—, y la verdad es que tenía muchas ganas de conocerte. —reconoció sonriente. Sus encuentros hasta la fecha con alguien con una transformación similar a la suya nunca habían sido de su agrado, pero aquello prometía.
El brujo, con repentino apetito, había alcanzado una magdalena y se proponía mojarla en un vaso de leche endulzada con miel cuando Guille llamó la atención del jefe del burdel. Con un nudo de expectación en la garganta el moreno observó cómo Caín se deshacía de las pendicularias en un instante y se inclinaba sobre el español para advertirle al respecto de su control sobre ellas, pero parecía que solo quería ayudar y Milo pudo respirar aliviado antes de llevarse su aperitivo a la boca.
—Ya te digo, en cuanto pueda se lo pregunto... —le respondió a Rena tras tragar con rapidez cuando ésta le señalo al oído la utilidad del hechizo que acababa de ejecutar el italiano—. ¿Tú crees que también funcionará con los críos si se ponen pesados? —le preguntó a la ursántropa en tono confidencial, inclinándose también hacia ella para que no le oyeran los enanos.
Estos estaban demasiado ocupados, sin embargo, y cuando Eitne preguntó si podía probar el café el hado infernal alzó una ceja.
—¿Estás seguro? Es bastante amargo y no sé si a un deliciano... —empezó, pero cuando el cambiante le dijo al pequeño que podía probar el suyo el griego enmudeció y se limitó a observar expectante.
La pregunta de Adru no le sorprendió, pero si que lo hizo que viniera del gamusino. Esperaba que fuera la spprigan la que se decidiera a dar el paso, pero parecía distraída, y no fue hasta que su compañera mencionó su transformación que la mona del queso se fijó en él.
—La verdad es que no, pero su transformación y la mia se parecen —le respondió a la pelimorada con una sonrisa, desplegando las alas ligeramente para señalar la similitud más evidente. A diferencia de las de la spprigan, sin embargo, estás lucían bastante más lustrosas y sanas—. Yo soy un hado infernal. —le aclaró a la capitana dando un trago a su café mientras Pam se decidía a hablar.
Escucho su discurso nervioso en silencio, asintiendo ante su afirmación de que era la única con aquella transformación en la ciudad con amabilidad.
—Mi nombre es Vac, un placer —volvió a presentarse también, ofreciendole la mano para estrecharsela—. También he oído hablar de ti, Pelusa —confirmó, señalando a Wheem con un gesto de cabeza y omitiendo el Dama en el nombre de la muchacha (siempre le había parecido un honorífico recargado que entorpecía las conversaciones)—, y la verdad es que tenía muchas ganas de conocerte. —reconoció sonriente. Sus encuentros hasta la fecha con alguien con una transformación similar a la suya nunca habían sido de su agrado, pero aquello prometía.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
14/09/19, 02:27 pm
Le sorprendió descubrir que la transformación de Vac era diferente, pero observándolo más atentamente, cosa que hizo sin ningún disimulo, pudo apreciar algunos detalles que lo diferenciaban de Pelusa. La mencionada spriggan por fin se decidió a acercarse para charlar con su semejante y el gamusino asintió efusivamente, aprobando la iniciativa de la mona del queso. Quería saber qué diferencias había entre ambos, pero en aquella sala había demasiadas personas y conversaciones que llamaban su atención. Se fijó en Zob, que tras haberse dirigido Pelusa al hado infernal se había quedado un poco más aislado, por lo que decidió sentarse junto a él indicando a Neil que la siguiera. Le guiñó un ojo al basilisco y señaló con la cabeza al grupito que se había formado alrededor de los conejos.
—¿No queréis verlos más de cerca? —preguntó a su aurva y al nublino.
En realidad solo buscaba una excusa para volver a acercarse él mismo y poder tocar a los mini gamusinos.
—¿No queréis verlos más de cerca? —preguntó a su aurva y al nublino.
En realidad solo buscaba una excusa para volver a acercarse él mismo y poder tocar a los mini gamusinos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
14/09/19, 02:57 pm
—Sí, sí, seguro que está bueno —respondió al hado.
El niño le dedicó una sonrisa amplia a Vac y a Rox y cogió la taza de café del cambiante para probarlo. Dio un sorbo pequeño y se le arrugó la cara al instante, visiblemente arrepentido. Si aquella bebida era amarga para estándares humanos, para el daeliciano era como probar el sabor del mal; comer barro le habría gustado más y, definitivamente, habría sabido más dulce que aquella sustancia negra. Contuvo las ganas de escupirlo (porque era la única condición que le habían puesto) y tragó con todo el dolor de su corazón, su cabeza temblaba de puro repelús.
No fue consciente de que se le habían saltado un par de lágrimas hasta que abandonaron sus ojos. Se las enjugó frotándose con los hombros de la camiseta y trató de sonreír educadamente al cambiante y al hado con la esperanza vana de que no se notara lo poco que le había gustado.
—Ya no quiero más, gracias —dijo en voz algo baja y cortada (no como el café).
Necesitó un par de bocados de tortita para contrarrestar el sabor (que cada vez tenía más claro que era el de la muerte) y aun así sentía que todavía necesitaba algo bonito para hacerle frente a tanta amargura, por lo que se sirvió agua y luego se giró para contemplar primero al señor prostituto y luego (y sobre todo) a sus conejitos. El niño extendió una mano hacia la cesta y proyectó su voz exclusivamente al mamífero más cercano, el pardo.
—¡Vente! —le dijo.
El conejo accedió, no porque acatara una orden, sino porque el aura de la bestia del crepúsculo y los cascabeles de su voz transmitían seguridad. El niño invitaba al juego, a la complicidad. El animalillo le lamió los dedos y Eitne se olvidó definitivamente de La Bebida Que no Debe Ser Tomada. Acarició al conejo entre las orejas y lo cogió con sumo cuidado para llevárselo a su regazo. Cuando ya lo tenía bien asegurado, le dio un par de besos en la frente y volvió a girarse hacia Vanyme. Le habló tras unos segundos muy largos.
—¿Puede comer tortitas?
El niño le dedicó una sonrisa amplia a Vac y a Rox y cogió la taza de café del cambiante para probarlo. Dio un sorbo pequeño y se le arrugó la cara al instante, visiblemente arrepentido. Si aquella bebida era amarga para estándares humanos, para el daeliciano era como probar el sabor del mal; comer barro le habría gustado más y, definitivamente, habría sabido más dulce que aquella sustancia negra. Contuvo las ganas de escupirlo (porque era la única condición que le habían puesto) y tragó con todo el dolor de su corazón, su cabeza temblaba de puro repelús.
No fue consciente de que se le habían saltado un par de lágrimas hasta que abandonaron sus ojos. Se las enjugó frotándose con los hombros de la camiseta y trató de sonreír educadamente al cambiante y al hado con la esperanza vana de que no se notara lo poco que le había gustado.
—Ya no quiero más, gracias —dijo en voz algo baja y cortada (no como el café).
Necesitó un par de bocados de tortita para contrarrestar el sabor (que cada vez tenía más claro que era el de la muerte) y aun así sentía que todavía necesitaba algo bonito para hacerle frente a tanta amargura, por lo que se sirvió agua y luego se giró para contemplar primero al señor prostituto y luego (y sobre todo) a sus conejitos. El niño extendió una mano hacia la cesta y proyectó su voz exclusivamente al mamífero más cercano, el pardo.
—¡Vente! —le dijo.
El conejo accedió, no porque acatara una orden, sino porque el aura de la bestia del crepúsculo y los cascabeles de su voz transmitían seguridad. El niño invitaba al juego, a la complicidad. El animalillo le lamió los dedos y Eitne se olvidó definitivamente de La Bebida Que no Debe Ser Tomada. Acarició al conejo entre las orejas y lo cogió con sumo cuidado para llevárselo a su regazo. Cuando ya lo tenía bien asegurado, le dio un par de besos en la frente y volvió a girarse hacia Vanyme. Le habló tras unos segundos muy largos.
—¿Puede comer tortitas?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
14/09/19, 08:20 pm
No respondió nada a Zobriel, sino que le hizo un divertido gesto de cabeza en aceptación antes de verlo alejarse cuando empezó a interactuar con el hado. Con eso dejaba de alguna forma dicho, que la apuesta estaba sobre la mesa y no se olvidaría de ella. ¿Quién sería el primero en conseguir su objetivo, ella cumpliendo el precio o él pronunciando correctamente el dichoso hechizo? Perdiera quien perdiera, tendría que cumplir alguna petición del otro.
Habiendo quedado eso aclarado, la atención de Pelusa se volcó en el hado que se encontraba en ese momento respondiendo la cuestión anterior de Adru. Vio como desplegaba ligeramente sus alas y Pelusa no aparto sus ojos de ella. A pesar de lucir raídas y hechas polvo, lucían mucho más brillantes y cuidadas que las suyas que a pesar de poseer más tonos de color, se veían apagadas y apelmazadas. La del hado se veían lustrosas y tan rojas, como si acabaran de salir de un baño de sangre. Era inquietante pero también espectacular. Pelusa se sentía un poco celosa por ello. Eran trasformaciones tan parecidas y tan diferentes al mismo tiempo. Ella no era capaz de intimidar a ni a una mosca, tendría que hacer el doble de esfuerzo para lograr eso, en lo que el hado podría probablemente lograrlo solo frunciendo el ceño.
Soltó un suave suspiro, con cierta resignación, mientras veía al hado sonreír y girarse hacia ella para responderle, Pelusa miro su mano mucho más grande que la suya y se la estrechó tras un instante dubitativo.
– Igualmente…lo siento si luzco muy seca al hablar, me cuesta abrirme- respondió intentando hacer entender que no pretendía ser antipática. Aun le parecía un saludo un poco extraño. Había tardado un poco en acostumbrarse a que nadie más que los ordeces tenían papilas gustativas en las manos y que no por estrechárselas o dejar que la tocasen, la iban a saborear. Aun así, el contacto físico con extraños, por pequeño que fuese le seguía costando. Hacia fuerza mental en ello para no parecer desagradable de más, que siendo de por sí bastante inexpresiva a pesar de intentarlo, ya lo parecía de serie.
Miro de nuevo al hado atentamente, que se mostraba afable pese a su natural intimidante apariencia, cuando este le llamo por su nombre sin el Dama. No le molesto en esencia, al fin de cuentas cuando se presentó a Wheem y Vanyme, aun no usaba el Dama en su nombre. Lo que, si se mostró curiosa al saber que este había querido conocerla, por lo que parpadeo lentamente observándolo.
-¿Es por ser similares? Aunque noto más diferencias que parecidos… ¿también tienes una incordiosa larga lengua difícil de controlar? No sé si a ti te servirá de algo, pero para mí es poco práctica. No paro de mordérmela sino voy con cuidado – añadió hablando despacio precisamente para no mordérsela. Tal vez era un intento algo torpe de continuar la charla y aligerar su propia tensión con algo que podía sonar a broma teniendo en cuando donde estaban, pero que para Pelusa realmente le era de poca utilidad incluso en un burdel. No es como si fuese a darle esa clase de usos, tampoco le servía para su vida diaria o su precio, le era más una molestia que otra cosa. Y eso que había aprendido controlarla mejor que el pobre de Zobriel, que seguía siseando.
Fuese como fuese, saber que se sentía curioso con ella le pareció inesperado. Había pensado que pasaría mayormente desapercibida, con eso de ser pequeñita y que su recorrido por la ciudad solía ser ir del trabajo a la Sede y viceversa, una y otra vez.
- Yo también tenía curiosidad por conocerte, pero no sabía dónde buscar. No me muevo mucho por la ciudad salvo para ir al trabajo porque aún no puedo protegerme sola, ni puedo volar y mis antenas aún me confunden a veces…- añadió tocándolas con suavidad y frunciendo ligeramente al ceño, pues ciertamente dicho en voz alta, sonaba que era incluso más inútil que cuando se lo decía en su mente. Él no tenía antenas como ellas sino algo mas parecido a cuernos ¿Tendría sus síntomas cuando hacia aire o había movimientos cerca suya también? Tal vez eran más diferentes de lo esperado.
Nuevamente la mona observó detenidamente todas esas características que tenía diferentes a ella y de nuevo su mirada se poso en sus alas plegadas a su espalda. ¿Qué estuvieran en tan buen estado sería parte de su transformación o se las cuidaba de alguna forma? Tenía en realidad muchas preguntas que quería hacer, pero tampoco se sentía cómoda atosigando o pidiendo ayuda y consejos. No estaba acostumbrada. <<Pero sino preguntas no te saldrás de dudas nunca. Dudo que la adivinación sea uno de sus dones >> se reprochó la niña, decidiéndose.
-Tus alas...¿son así siempre? Se ven saludables y cuidadas- comentó mirando las suyas por encima de hombro caídas a su espalda, lucían frágiles y sin brillo- Las mías se ven cada día peor y no sé por qué. He preguntado a más gente con alas, pero nadie tiene alas como las mías, salvo tú. -añadió Pelusa volviendo su mirada al hado, con la preocupación y la duda claramente visible en sus ojos, que expresaban todas las emociones que a su rostro le costaba tanto mostrar. ¿Y si se le rompían? ¿Se le podrían caer? ¿Y si por tenerlas tan frágiles al mas mínimo jalón se le desgarraban? Había visto a niños ordeses quitarles las alas a las mariposas con una facilidad inquietante. No quería acabar de esa forma. Incluso le daba miedo intentar volar con ellas en ese estado, estaba segura que no soportarían su peso.
Era un tema que la tenía inquieta, pero no había querido mencionarlo para no preocupar a sus compañeros, que de por si tenían sus propias dificultades acostumbrándose a los propios cambios de sus cuerpos y dominios.
Habiendo quedado eso aclarado, la atención de Pelusa se volcó en el hado que se encontraba en ese momento respondiendo la cuestión anterior de Adru. Vio como desplegaba ligeramente sus alas y Pelusa no aparto sus ojos de ella. A pesar de lucir raídas y hechas polvo, lucían mucho más brillantes y cuidadas que las suyas que a pesar de poseer más tonos de color, se veían apagadas y apelmazadas. La del hado se veían lustrosas y tan rojas, como si acabaran de salir de un baño de sangre. Era inquietante pero también espectacular. Pelusa se sentía un poco celosa por ello. Eran trasformaciones tan parecidas y tan diferentes al mismo tiempo. Ella no era capaz de intimidar a ni a una mosca, tendría que hacer el doble de esfuerzo para lograr eso, en lo que el hado podría probablemente lograrlo solo frunciendo el ceño.
Soltó un suave suspiro, con cierta resignación, mientras veía al hado sonreír y girarse hacia ella para responderle, Pelusa miro su mano mucho más grande que la suya y se la estrechó tras un instante dubitativo.
– Igualmente…lo siento si luzco muy seca al hablar, me cuesta abrirme- respondió intentando hacer entender que no pretendía ser antipática. Aun le parecía un saludo un poco extraño. Había tardado un poco en acostumbrarse a que nadie más que los ordeces tenían papilas gustativas en las manos y que no por estrechárselas o dejar que la tocasen, la iban a saborear. Aun así, el contacto físico con extraños, por pequeño que fuese le seguía costando. Hacia fuerza mental en ello para no parecer desagradable de más, que siendo de por sí bastante inexpresiva a pesar de intentarlo, ya lo parecía de serie.
Miro de nuevo al hado atentamente, que se mostraba afable pese a su natural intimidante apariencia, cuando este le llamo por su nombre sin el Dama. No le molesto en esencia, al fin de cuentas cuando se presentó a Wheem y Vanyme, aun no usaba el Dama en su nombre. Lo que, si se mostró curiosa al saber que este había querido conocerla, por lo que parpadeo lentamente observándolo.
-¿Es por ser similares? Aunque noto más diferencias que parecidos… ¿también tienes una incordiosa larga lengua difícil de controlar? No sé si a ti te servirá de algo, pero para mí es poco práctica. No paro de mordérmela sino voy con cuidado – añadió hablando despacio precisamente para no mordérsela. Tal vez era un intento algo torpe de continuar la charla y aligerar su propia tensión con algo que podía sonar a broma teniendo en cuando donde estaban, pero que para Pelusa realmente le era de poca utilidad incluso en un burdel. No es como si fuese a darle esa clase de usos, tampoco le servía para su vida diaria o su precio, le era más una molestia que otra cosa. Y eso que había aprendido controlarla mejor que el pobre de Zobriel, que seguía siseando.
Fuese como fuese, saber que se sentía curioso con ella le pareció inesperado. Había pensado que pasaría mayormente desapercibida, con eso de ser pequeñita y que su recorrido por la ciudad solía ser ir del trabajo a la Sede y viceversa, una y otra vez.
- Yo también tenía curiosidad por conocerte, pero no sabía dónde buscar. No me muevo mucho por la ciudad salvo para ir al trabajo porque aún no puedo protegerme sola, ni puedo volar y mis antenas aún me confunden a veces…- añadió tocándolas con suavidad y frunciendo ligeramente al ceño, pues ciertamente dicho en voz alta, sonaba que era incluso más inútil que cuando se lo decía en su mente. Él no tenía antenas como ellas sino algo mas parecido a cuernos ¿Tendría sus síntomas cuando hacia aire o había movimientos cerca suya también? Tal vez eran más diferentes de lo esperado.
Nuevamente la mona observó detenidamente todas esas características que tenía diferentes a ella y de nuevo su mirada se poso en sus alas plegadas a su espalda. ¿Qué estuvieran en tan buen estado sería parte de su transformación o se las cuidaba de alguna forma? Tenía en realidad muchas preguntas que quería hacer, pero tampoco se sentía cómoda atosigando o pidiendo ayuda y consejos. No estaba acostumbrada. <<Pero sino preguntas no te saldrás de dudas nunca. Dudo que la adivinación sea uno de sus dones >> se reprochó la niña, decidiéndose.
-Tus alas...¿son así siempre? Se ven saludables y cuidadas- comentó mirando las suyas por encima de hombro caídas a su espalda, lucían frágiles y sin brillo- Las mías se ven cada día peor y no sé por qué. He preguntado a más gente con alas, pero nadie tiene alas como las mías, salvo tú. -añadió Pelusa volviendo su mirada al hado, con la preocupación y la duda claramente visible en sus ojos, que expresaban todas las emociones que a su rostro le costaba tanto mostrar. ¿Y si se le rompían? ¿Se le podrían caer? ¿Y si por tenerlas tan frágiles al mas mínimo jalón se le desgarraban? Había visto a niños ordeses quitarles las alas a las mariposas con una facilidad inquietante. No quería acabar de esa forma. Incluso le daba miedo intentar volar con ellas en ese estado, estaba segura que no soportarían su peso.
Era un tema que la tenía inquieta, pero no había querido mencionarlo para no preocupar a sus compañeros, que de por si tenían sus propias dificultades acostumbrándose a los propios cambios de sus cuerpos y dominios.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
17/09/19, 11:47 pm
Nime se inclinó sobre los conejos cuando le dieron permiso y primero probó a tocarlos con un dedo. Al ver que no se asustaban les rascó la nuca y empezó a acariciarlos. Eran incluso más suaves de lo que parecían, y estaba encandilada con ellos.
—¡Si tuviese uno no sería capaz de dejar de tocarlo!
Como Guille no se había cortado al tirarse sobre un puff, ella cogió uno y lo arrimó a donde estaban Vanyme y Eitne para poder seguir sobando los conejitos. Se tiró sobre él de golpe y sonrió satisfecha al sentir cómo se le hundía el trasero en aquel asiento maravilloso. Tampoco tardaría en hacerse con una tortita, aunque fue más cautelosa con el café. Esperó a que otros lo probaran primero, habiendo aprendido la lección.
El truco de Cain para alejar a las pendicularias la dejó sorprendida, y se alegró de que aquello no fuese con ella, aunque le dio un poco de pena Guille. A ella le gustaban las pendicularias, pero a veces podían ser un poco molestas.
Se rió con escaso disimulo cuando vio la cara de Eitne al probar el café, descartado definitivamente la idea de hacer ella lo mismo. Cuando tuvo una oportunidad le preguntó:
—¿A qué sabe?
En general, Nime estaba intentando escuchar un poco de todas las conversaciones que tenían lugar a su alrededor, pero no se detenía lo suficiente en ninguna. Todavía sentía que estaban un poco fuera de lugar, así que le resultaba más fácil centrarse en sus compañeros y en los conejitos.
—¡Si tuviese uno no sería capaz de dejar de tocarlo!
Como Guille no se había cortado al tirarse sobre un puff, ella cogió uno y lo arrimó a donde estaban Vanyme y Eitne para poder seguir sobando los conejitos. Se tiró sobre él de golpe y sonrió satisfecha al sentir cómo se le hundía el trasero en aquel asiento maravilloso. Tampoco tardaría en hacerse con una tortita, aunque fue más cautelosa con el café. Esperó a que otros lo probaran primero, habiendo aprendido la lección.
El truco de Cain para alejar a las pendicularias la dejó sorprendida, y se alegró de que aquello no fuese con ella, aunque le dio un poco de pena Guille. A ella le gustaban las pendicularias, pero a veces podían ser un poco molestas.
Se rió con escaso disimulo cuando vio la cara de Eitne al probar el café, descartado definitivamente la idea de hacer ella lo mismo. Cuando tuvo una oportunidad le preguntó:
—¿A qué sabe?
En general, Nime estaba intentando escuchar un poco de todas las conversaciones que tenían lugar a su alrededor, pero no se detenía lo suficiente en ninguna. Todavía sentía que estaban un poco fuera de lugar, así que le resultaba más fácil centrarse en sus compañeros y en los conejitos.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
22/09/19, 03:05 am
Cain soltó un largo suspiro. Era evidente que Guille no estaba siendo nada claro con sus órdenes, y por lo poco que había visto de su personalidad podía hacerse una idea de en qué fallaba.
-Verás Guille, a veces los demás no entienden las cosas de la misma forma que nosotros, y algo que puede parecer muy claro en nuestra cabeza luego no lo es para el resto del mundo. ¿Nunca te ha pasado con tus compañeros de otros mundos, que has querido hablarles de algún juego o algo de la Tierra pero no entendían lo que era?
Estuvo a punto de decir que lo que las pendicularias quisieran o no hacer no importaba, pero se contuvo para no parecer un villano de Disney delante de sus invitados. Por desgracia desde su punto de vista así era como debía actuar un brujo: firme e implacable. Si se dejaba espacio a la duda había riesgo de perder el control y eso podía ser fatal.
Dejó que las pendicularias volvieran a la sala y tomó asiendo a la cabecera de la mesa, desde donde tenía una buena visión de todo lo que ocurría. Se sirvió chocolate caliente y le ofreció a Guille un cojín a su lado. No le gustaba admitirlo pero se sentía inseguro por la situación. Sabía trucos y podía dar consejos sobre cómo lidiar con dominios problemáticos, sin embargo no tenía ni idea de cómo enfocarlo para que un niño lo entendiera. Una parte de él pensaba que lo mejor era que abrazase cuanto antes la crueldad de la ciudad, era el único camino seguro; por otro lado no quería ser él quien rompiera la burbuja de inocencia de ninguno de esos niños. << Quién iba a decirlo, >> pensó con sorna << todavía queda algo de humano en mí>>
-Hay un ejercicio que puedes hacer para entrenar cómo dar órdenes a tus pendicularias, puede ser como un juego que hagas con tus amigos. Uno tiene que dar una orden y los demás tienen que buscar la forma de saltársela o cumplirla pero haciendo alguna trastada. Así aprenderás a usar tus palabras, son una herramienta imprescindible para un brujo.
Cuanto antes aprendiese el crío lo crucial que era mantener a su dominio bajo control, mejor. Hizo una nota mental para darle referencias de otros brujos de la ciudad que fueran accesibles.
Wheem miraba a su jefe aguantándose las ganas de echarse a reír. Ver a un señor del mal como era Cain luchando por darle buenos consejos a un niño pequeño era todo un espectáculo. Ariven se le había colgado del brazo y observaba también, aunque sus ojos se iban a las otras conversaciones de vez en cuando. Fue ella la que lo avisó del acercamiento del joven basilisco.
-Ey, ¿qué pasa con esa cara? Ni que te hubieses tragado una rana -comentó con una media sonrisa.
Vanyme ahogó una risa cuando Eitne probó el café, no quería parecer descortés. El comentario de Nime le hizo asentir con la cabeza. Él muchas veces se quedaba horas y horas embobado acariciándolos, era dificil resistirse.
Vio encantado cómo su mascota acudía a la llamada de Eitne. Había conseguido entrenar a sus otros conejos para que le obedecieran, incluso les había enseñado trucos, pero estos eran todavía demasiado pequeños. ¿Sería cosa de la Luna?
-Eitne, ¿tú también eres un brujo? -preguntó. Tenía una vaga idea de cómo funcionaban los dominios y conocía la existencia de las transformaciones dobles gracias al amiguito de Sobras. -Ah, no, no pueden comer tortitas. Espera un momento...
Llamó a Vivia y le pidió por favor que le acercase un cuenco con fruta fresca. La idrina se sentó con el grupito y ella misma le dio una frambuesa a Eitne.
-Cuando comen estas se les pone toda la boca roja y parece que lleven pintalabios -dijo.
*
A Rena le parecía sorprendente la capacidad del tipo rubio para parecer tan sosegado. No variaba el gesto ni levantaba la voz. Casi daba un poco de miedo.
-No, para los enanos usa ese de dormir gente. Si hay algo peor a que la líen parda cuando los vemos es que la líen parda cuando no los vemos.
Pedirle hechizos a Neil siempre le había dado algo de reparo pero con Milo era algo completamente distinto. La confianza da asco, y en ese caso se veía. Aunque Rena estaba secretamente orgullosa (y un poco celosa) de sus amigos mágicos.
-¿Has ido ya a la torre esa mágica a por libros? Ya sabes, la que anunciaron en la fiesta.
El rojo de las alas del hado infernal captó su atención y cuando este las abrió para enseñarlas no pudo evitar exclamar:
-¡WOOOO, COMO MOLAN!
Hasta el momento las alas eran sus cambios físicos favoritos (después de sus propias garras, obviamente)
-Verás Guille, a veces los demás no entienden las cosas de la misma forma que nosotros, y algo que puede parecer muy claro en nuestra cabeza luego no lo es para el resto del mundo. ¿Nunca te ha pasado con tus compañeros de otros mundos, que has querido hablarles de algún juego o algo de la Tierra pero no entendían lo que era?
Estuvo a punto de decir que lo que las pendicularias quisieran o no hacer no importaba, pero se contuvo para no parecer un villano de Disney delante de sus invitados. Por desgracia desde su punto de vista así era como debía actuar un brujo: firme e implacable. Si se dejaba espacio a la duda había riesgo de perder el control y eso podía ser fatal.
Dejó que las pendicularias volvieran a la sala y tomó asiendo a la cabecera de la mesa, desde donde tenía una buena visión de todo lo que ocurría. Se sirvió chocolate caliente y le ofreció a Guille un cojín a su lado. No le gustaba admitirlo pero se sentía inseguro por la situación. Sabía trucos y podía dar consejos sobre cómo lidiar con dominios problemáticos, sin embargo no tenía ni idea de cómo enfocarlo para que un niño lo entendiera. Una parte de él pensaba que lo mejor era que abrazase cuanto antes la crueldad de la ciudad, era el único camino seguro; por otro lado no quería ser él quien rompiera la burbuja de inocencia de ninguno de esos niños. << Quién iba a decirlo, >> pensó con sorna << todavía queda algo de humano en mí>>
-Hay un ejercicio que puedes hacer para entrenar cómo dar órdenes a tus pendicularias, puede ser como un juego que hagas con tus amigos. Uno tiene que dar una orden y los demás tienen que buscar la forma de saltársela o cumplirla pero haciendo alguna trastada. Así aprenderás a usar tus palabras, son una herramienta imprescindible para un brujo.
Cuanto antes aprendiese el crío lo crucial que era mantener a su dominio bajo control, mejor. Hizo una nota mental para darle referencias de otros brujos de la ciudad que fueran accesibles.
Wheem miraba a su jefe aguantándose las ganas de echarse a reír. Ver a un señor del mal como era Cain luchando por darle buenos consejos a un niño pequeño era todo un espectáculo. Ariven se le había colgado del brazo y observaba también, aunque sus ojos se iban a las otras conversaciones de vez en cuando. Fue ella la que lo avisó del acercamiento del joven basilisco.
-Ey, ¿qué pasa con esa cara? Ni que te hubieses tragado una rana -comentó con una media sonrisa.
Vanyme ahogó una risa cuando Eitne probó el café, no quería parecer descortés. El comentario de Nime le hizo asentir con la cabeza. Él muchas veces se quedaba horas y horas embobado acariciándolos, era dificil resistirse.
Vio encantado cómo su mascota acudía a la llamada de Eitne. Había conseguido entrenar a sus otros conejos para que le obedecieran, incluso les había enseñado trucos, pero estos eran todavía demasiado pequeños. ¿Sería cosa de la Luna?
-Eitne, ¿tú también eres un brujo? -preguntó. Tenía una vaga idea de cómo funcionaban los dominios y conocía la existencia de las transformaciones dobles gracias al amiguito de Sobras. -Ah, no, no pueden comer tortitas. Espera un momento...
Llamó a Vivia y le pidió por favor que le acercase un cuenco con fruta fresca. La idrina se sentó con el grupito y ella misma le dio una frambuesa a Eitne.
-Cuando comen estas se les pone toda la boca roja y parece que lleven pintalabios -dijo.
*
A Rena le parecía sorprendente la capacidad del tipo rubio para parecer tan sosegado. No variaba el gesto ni levantaba la voz. Casi daba un poco de miedo.
-No, para los enanos usa ese de dormir gente. Si hay algo peor a que la líen parda cuando los vemos es que la líen parda cuando no los vemos.
Pedirle hechizos a Neil siempre le había dado algo de reparo pero con Milo era algo completamente distinto. La confianza da asco, y en ese caso se veía. Aunque Rena estaba secretamente orgullosa (y un poco celosa) de sus amigos mágicos.
-¿Has ido ya a la torre esa mágica a por libros? Ya sabes, la que anunciaron en la fiesta.
El rojo de las alas del hado infernal captó su atención y cuando este las abrió para enseñarlas no pudo evitar exclamar:
-¡WOOOO, COMO MOLAN!
Hasta el momento las alas eran sus cambios físicos favoritos (después de sus propias garras, obviamente)
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
23/09/19, 07:23 pm
Zob había captado la mirada de Adru pero la poca decisión que había tomado ahora no podía perderse. Sonrió y le hizo una señal para que lo siguiera, quizás así ella y Neil pudieran acercarse a los conejos, mientras el agradecía a Wheem. No fue muy consciente si sus amigos lo seguían o si se desviaban para observar a las achuchables criaturas, pero al llegar solo pudo sonreír mientras sus ojos miraban de un lado a otro alrededor de Wheem y Ariven.
-No no, no haría eso...bueno supongo que en alguna parte de algún sitio lo hacen y si me invitan lo acabaría haciendo...je..bueno...es que no tuve tiempo de agradecerte lo de aquel día en la fiesta...si...lamento haberte causado molestias no pensé que esa bebida... - La seguridad del basilisco se acababa rápidamente, y hasta hubiera deseado tener un hechizo para eso. Solo movió la cola en un azote rápido y sonrió mirando un poco el cuello de Wheem. - Bueno...eso, gracias por ese día, y creo que no me he presentado correctamente, Soy Zobriel, por ahora, y aunque solo pueda dormir a la gente, si algún día necesitas mi ayuda no dudes en pedirlo ... aunque aquí no creo que duerman mucho de...noche...
Estuvo muy tentado a salir corriendo de allí. Pero Pam tenia razón en que debía tratar de socializar mas. Aun así, ese chiste haría que, llegando a la Sede, Zob se revolcara en su cama o le diera cabezazos a un muñeco de practicas hasta caer dormido el mismo. Pero mientras tanto trato de sonreír sin saber muy bien dónde mirar. Estaba dispuesto a tratar de conversar mas poco a poco.
-No no, no haría eso...bueno supongo que en alguna parte de algún sitio lo hacen y si me invitan lo acabaría haciendo...je..bueno...es que no tuve tiempo de agradecerte lo de aquel día en la fiesta...si...lamento haberte causado molestias no pensé que esa bebida... - La seguridad del basilisco se acababa rápidamente, y hasta hubiera deseado tener un hechizo para eso. Solo movió la cola en un azote rápido y sonrió mirando un poco el cuello de Wheem. - Bueno...eso, gracias por ese día, y creo que no me he presentado correctamente, Soy Zobriel, por ahora, y aunque solo pueda dormir a la gente, si algún día necesitas mi ayuda no dudes en pedirlo ... aunque aquí no creo que duerman mucho de...noche...
Estuvo muy tentado a salir corriendo de allí. Pero Pam tenia razón en que debía tratar de socializar mas. Aun así, ese chiste haría que, llegando a la Sede, Zob se revolcara en su cama o le diera cabezazos a un muñeco de practicas hasta caer dormido el mismo. Pero mientras tanto trato de sonreír sin saber muy bien dónde mirar. Estaba dispuesto a tratar de conversar mas poco a poco.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/09/19, 03:02 pm
Rox contuvo malamente una mueca al ver la graciosa reacción de Eitne. Sintió pena por el daeliciano, pero sobre todo le hizo gracia. A modo de disculpas, pues bien imaginaba que pasaría algo así, le dijo por lo bajini que tenía permiso de atiborrarse a dulces (más de la cuenta) para pasar el mal trago. Alzó la cabeza al escuchar la voz de Vivia detrás suya, asintiendo con suavidad a su pregunta.
—Sí, Dama Isis me dijo que trabajaba aquí.
En cuanto Caín le hizo saber que no había bajado se sintió un poco tonto por haber estado buscándola entre los allí presentes, pero sobre todo se sorprendió.
—¿En serio? —le parecía un poco impertinente subir a hablar con ella si estaba indispuesta, por no mencionar lo mucho que le intimidaba la idea de verse a solas con una veterana de su transformación. Aún así, estaba deseando tener la oportunidad. No pilló el comentario del pelirrojo, pero se sentiría mal si no sonreía al menos, de paso quitando hielo a sus nervios—. Tampoco quiero molestar, no me importa conocerla cuando esté mejor.
Mentira; si se iban de ahí sin haber conocido a Mephis se iría decepcionado. Hasta le daba un poco de envidia que Dama Pelusa pudiese hablar ya con alguien con el que compartía rasgos de transformación. El resto de sus amigos parecían estar pasándoselo bien, y la imagen de alguna manera le dio más ganas de ver a Mephis.
—Sí, Dama Isis me dijo que trabajaba aquí.
En cuanto Caín le hizo saber que no había bajado se sintió un poco tonto por haber estado buscándola entre los allí presentes, pero sobre todo se sorprendió.
—¿En serio? —le parecía un poco impertinente subir a hablar con ella si estaba indispuesta, por no mencionar lo mucho que le intimidaba la idea de verse a solas con una veterana de su transformación. Aún así, estaba deseando tener la oportunidad. No pilló el comentario del pelirrojo, pero se sentiría mal si no sonreía al menos, de paso quitando hielo a sus nervios—. Tampoco quiero molestar, no me importa conocerla cuando esté mejor.
Mentira; si se iban de ahí sin haber conocido a Mephis se iría decepcionado. Hasta le daba un poco de envidia que Dama Pelusa pudiese hablar ya con alguien con el que compartía rasgos de transformación. El resto de sus amigos parecían estar pasándoselo bien, y la imagen de alguna manera le dio más ganas de ver a Mephis.
- ♪♫♬:
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
28/09/19, 03:12 am
Eitne se tomaría la concesión de Rox al pie de la letra, pero antes tenía que advertir a Nime:
—Sabe a morirse y a cuadros feos —la previno, exagerando tan solo un poquitín bastante y arrugando la cara. Alzó al conejito que tenía en brazos y le preguntó—: ¿A que sí, cosita? ¿A que el café es la bebida del mal? —El conejo no tenía manera de entenderle, mucho menos de responderle, pero movió ligeramente una oreja y Eitne se dio por contestado. Acto seguido se giró a Nime y añadió, con curiosidad—: ¿No lo querrás probar, no?
Lo de las tortitas para los conejos lo habría desilusionado, pero Vanyme no le dio tiempo (y ya le costaba desilusionarse teniéndolo en frente). Le pidió un favor a una chica muy chula y les trajo un cuenco con fruta, de la cual el ulterano le tendió una frambuesa. Eitne la cogió y saludó a Vivia con la mano cuando se sentó con ellos.
—Los brujos son Guille y Milo y Neil y… ¿Ya, verdad? —preguntó en dirección a Nime, inseguro de no olvidarse de nadie—. Yo solo soy una bestia del crepúsculo, pero tengo afinidación con los animales, es como que me quieren mucho y les caigo bien. Bueno, a veces más y a veces menos —se rio solo, recordando algún que otro incidente.
Con mucho cuidado, colocó la frambuesa en la palma de su mano y se la ofreció al animalillo. En cuanto este comenzó a comer, al niño se le iluminaron los ojos y llamó la atención de Adru con su voz de cascabeles:
—¡Adru, Adru! ¡Mira! ¡Tu primo se está maquillando! —no había maldad alguna en su elección de palabras, pero sí mucha ilusión por parte del daeliciano—. Son super bonitos —añadió.
Entonces se le iluminó la bombilla y volvió a dirigirse a Vanyme.
—¿Pueden tener hijos?
—Sabe a morirse y a cuadros feos —la previno, exagerando tan solo un poquitín bastante y arrugando la cara. Alzó al conejito que tenía en brazos y le preguntó—: ¿A que sí, cosita? ¿A que el café es la bebida del mal? —El conejo no tenía manera de entenderle, mucho menos de responderle, pero movió ligeramente una oreja y Eitne se dio por contestado. Acto seguido se giró a Nime y añadió, con curiosidad—: ¿No lo querrás probar, no?
Lo de las tortitas para los conejos lo habría desilusionado, pero Vanyme no le dio tiempo (y ya le costaba desilusionarse teniéndolo en frente). Le pidió un favor a una chica muy chula y les trajo un cuenco con fruta, de la cual el ulterano le tendió una frambuesa. Eitne la cogió y saludó a Vivia con la mano cuando se sentó con ellos.
—Los brujos son Guille y Milo y Neil y… ¿Ya, verdad? —preguntó en dirección a Nime, inseguro de no olvidarse de nadie—. Yo solo soy una bestia del crepúsculo, pero tengo afinidación con los animales, es como que me quieren mucho y les caigo bien. Bueno, a veces más y a veces menos —se rio solo, recordando algún que otro incidente.
Con mucho cuidado, colocó la frambuesa en la palma de su mano y se la ofreció al animalillo. En cuanto este comenzó a comer, al niño se le iluminaron los ojos y llamó la atención de Adru con su voz de cascabeles:
—¡Adru, Adru! ¡Mira! ¡Tu primo se está maquillando! —no había maldad alguna en su elección de palabras, pero sí mucha ilusión por parte del daeliciano—. Son super bonitos —añadió.
Entonces se le iluminó la bombilla y volvió a dirigirse a Vanyme.
—¿Pueden tener hijos?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/09/19, 09:17 pm
Guille atendió a Señor Caín en todo lo que decía, asentía sin rechistar a ninguna de sus aclaraciones.
-Te puedes creer que en sus planetas no conocen Digimon, ni siquiera ninguna película de Disney, es verdaderamente terrible- dijo continuando asintiendo, casi con la boca abierta.
Guille se quedo un rato reflexionando sobre los consejos de Caín. Tenia razón, debía mejorar en la forma de dar órdenes, sin duda debía de dejar de decir todo lo que pensaba sin filtro, las Pendicularias nunca había hecho nada que explícitamente malo, solo se divertían al igual que él.
Cualquiera podría ver con solo mirarle a la cara, el debate interno que estaba teniendo. Guillermo era un papel en blanco muy fácil de leer. Los comentarios de Caín solo habían reafirmado sus pensamientos de que él era la principal causa de las cosas que hacían las Pendicularias eran sus amigas y querían lo mejor para él, así que no le quedaba más remedio que ser un buen hermano mayor para ellas y enseñarlas como debían comportarse. Pensaba cogiendo de la mano a Kétchup, que había entrado de nuevo tras el gesto de Caín. No quería dar órdenes a las Pendicularias quería que fueran amigos y juntos lucharan y consiguieran cosas.
-Señor Caín, ¿cuánto tiempo llevas en la ciudad? – Entre todas las dudas que tenía esa quizás fuera para algunos la menos importante. Pero Guille no es de esas personas. - ¿Tú?... ¿también estuviste en un torreón con amigos? ¿Los sigues viendo?
-Te puedes creer que en sus planetas no conocen Digimon, ni siquiera ninguna película de Disney, es verdaderamente terrible- dijo continuando asintiendo, casi con la boca abierta.
Guille se quedo un rato reflexionando sobre los consejos de Caín. Tenia razón, debía mejorar en la forma de dar órdenes, sin duda debía de dejar de decir todo lo que pensaba sin filtro, las Pendicularias nunca había hecho nada que explícitamente malo, solo se divertían al igual que él.
Cualquiera podría ver con solo mirarle a la cara, el debate interno que estaba teniendo. Guillermo era un papel en blanco muy fácil de leer. Los comentarios de Caín solo habían reafirmado sus pensamientos de que él era la principal causa de las cosas que hacían las Pendicularias eran sus amigas y querían lo mejor para él, así que no le quedaba más remedio que ser un buen hermano mayor para ellas y enseñarlas como debían comportarse. Pensaba cogiendo de la mano a Kétchup, que había entrado de nuevo tras el gesto de Caín. No quería dar órdenes a las Pendicularias quería que fueran amigos y juntos lucharan y consiguieran cosas.
-Señor Caín, ¿cuánto tiempo llevas en la ciudad? – Entre todas las dudas que tenía esa quizás fuera para algunos la menos importante. Pero Guille no es de esas personas. - ¿Tú?... ¿también estuviste en un torreón con amigos? ¿Los sigues viendo?
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/09/19, 11:12 pm
Nime hizo una mueca de asco cuando escuchó la descripción que dio Eitne de la bebida oscura. Al preguntarle si quería probarla respondió de inmediato.
—Um, no, no. Creo que paso. —Aunque curiosidad sí que tenía.
Cuando trajeron las frutillas para darle a los conejitos se sentó derecha en el puff para ver bien lo que iba a pasar. Imaginarse el animal con maquillaje era muy gracioso y, por algún motivo, lo imaginaba literal, con pintalabios y kohl. Asintió distraída cuando Eitne la miró al listar a los brujos y se inclinó aún más hacia delante para no perderse el "maquillaje". Cuando el conejo se embadurnó de color rojizo soltó una carcajada.
—¡Parece un depredador!
No recordó hacerse a un lado para dejar mirar a otros hasta que Eitne mencionó a Adru, pero entonces escuchó la pregunta del daeliciano y, tras entender en qué estaba pensando, volvió a ponerse erguida.
—¡Si Eitne va a tener un conejo yo también quiero uno! —declaró, y miró a los de su grupo que estaban más próximos, Adru, Neil y Zob, casi poniendo ojitos. Eitne ya tenía una mascota y podía afinidar las que quisiera, y ella se aburría como una ostra desde que se habían transformado—. Si se puede, claro… —añadió en un tono más tranquilo, al recordar que había cortado en seco a Vanyme.
—Um, no, no. Creo que paso. —Aunque curiosidad sí que tenía.
Cuando trajeron las frutillas para darle a los conejitos se sentó derecha en el puff para ver bien lo que iba a pasar. Imaginarse el animal con maquillaje era muy gracioso y, por algún motivo, lo imaginaba literal, con pintalabios y kohl. Asintió distraída cuando Eitne la miró al listar a los brujos y se inclinó aún más hacia delante para no perderse el "maquillaje". Cuando el conejo se embadurnó de color rojizo soltó una carcajada.
—¡Parece un depredador!
No recordó hacerse a un lado para dejar mirar a otros hasta que Eitne mencionó a Adru, pero entonces escuchó la pregunta del daeliciano y, tras entender en qué estaba pensando, volvió a ponerse erguida.
—¡Si Eitne va a tener un conejo yo también quiero uno! —declaró, y miró a los de su grupo que estaban más próximos, Adru, Neil y Zob, casi poniendo ojitos. Eitne ya tenía una mascota y podía afinidar las que quisiera, y ella se aburría como una ostra desde que se habían transformado—. Si se puede, claro… —añadió en un tono más tranquilo, al recordar que había cortado en seco a Vanyme.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/10/19, 12:30 am
Al comprobar que Zob les seguía a Neil y a ella Adru se acercó sin vacilación a los mini gamusinos. Dejó que primero los acariciasen los más pequeños mientras observaba con curiosidad como el basilisco parecía abrirse un poco, cosa que era inusual en él. La verdad era que el ambiente en el burdel era muy agradable y familiar. Dejó escapar una risilla ante su bochorno tras el chiste que hizo, creyendo al menos haberlo entendido y después fijó toda su atención en los conejos cuando Vivia le dio una fruta a Eitne para que los alimentara. El sinhadre también quería tocarlos, pero esperaría (im)pacientemente a que el daeliciano pudiese darles de comer. También quería ver cómo se les ponía la boca roja.
Eitne describió el sabor del café de una forma muy graciosa y el sinhadre dejó escapar una carcajada.
—Haces bien —le dijo a Nime—. Sabe muy amargo y yo tampoco creo que te gustase.
El daeliciano se olvidó de la bebida maldita enseguida en cuanto comenzó a alimentar a los mini gamusinos y la edeel sonrió ampliamente cuando le llamó, acercándose más a mirar.
>>Está quedando muy guapo —comentó inclinándose un poco sobre el animal pero no demasiado cerca para no asustarlo. A continuación se giró hacia Nime—. ¡Tienes razón! Ahora es un gamusino peligroso que podría enfrentarse a los colaespina él solo.
En un principio no comprendió por qué la bestia del crepúsculo preguntaba si los conejos podían tener hijos, que suponía que sí mientras hubiese un macho y una hembra, pero se sintió un poco tonto en cuanto la demonio mineral intervino. Por supuesto que se refería a eso. El gamusino se llevó una mano a la nunca y se la rascó con cierto nerviosismo. Si fuese por él le daría una enérgica afirmativa, pero probablemente no debería ser una decisión que tomar sin meditarla primero.
—Después les preguntaremos a Rena, Rox y Milo, ¿vale? Además os tenéis que asegurar de que sabríais cuidarlos bien. Pero supongo que Vanyme nos lo podrá decir —alzó la cabeza hacia el ulterano.
Incluso si no fuesen a tener conejos en la Sede quería saber más de aquellos mini gamusinos. A lo mejor descubría algo nuevo sobre sí misma, además.
Eitne describió el sabor del café de una forma muy graciosa y el sinhadre dejó escapar una carcajada.
—Haces bien —le dijo a Nime—. Sabe muy amargo y yo tampoco creo que te gustase.
El daeliciano se olvidó de la bebida maldita enseguida en cuanto comenzó a alimentar a los mini gamusinos y la edeel sonrió ampliamente cuando le llamó, acercándose más a mirar.
>>Está quedando muy guapo —comentó inclinándose un poco sobre el animal pero no demasiado cerca para no asustarlo. A continuación se giró hacia Nime—. ¡Tienes razón! Ahora es un gamusino peligroso que podría enfrentarse a los colaespina él solo.
En un principio no comprendió por qué la bestia del crepúsculo preguntaba si los conejos podían tener hijos, que suponía que sí mientras hubiese un macho y una hembra, pero se sintió un poco tonto en cuanto la demonio mineral intervino. Por supuesto que se refería a eso. El gamusino se llevó una mano a la nunca y se la rascó con cierto nerviosismo. Si fuese por él le daría una enérgica afirmativa, pero probablemente no debería ser una decisión que tomar sin meditarla primero.
—Después les preguntaremos a Rena, Rox y Milo, ¿vale? Además os tenéis que asegurar de que sabríais cuidarlos bien. Pero supongo que Vanyme nos lo podrá decir —alzó la cabeza hacia el ulterano.
Incluso si no fuesen a tener conejos en la Sede quería saber más de aquellos mini gamusinos. A lo mejor descubría algo nuevo sobre sí misma, además.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/10/19, 02:08 am
Wheem y Ariven rieron ante la respuesta de Zobriel. El nublino les parecía adorable.
-No hace falta que te disculpes, hacer el canelo de borrachera es normal y no has sido de los peores borrachos con los que me he encontrado. Pásate un día por la taberna y verás a qué me refiero -le dijo el brujo.
Ambos agradecieron el ofrecimiento de ayuda. Ariven le dijo que no menospreciara sus habilidades, que los basiliscos podían llegar a ser muy poderosos.
-Ahora sois todos novatillos, es normal que no os creais la gran cosa pero mientras no hagas el idiota más de lo natural puedes llegar muy lejos. Soy Ariven, por cierto -dijo, y le ofreció la mano como saludo.
-Lo de no hacer el idiota lo dices por mi, ¿verdad? -dijo Wheem.
-Absolutamente -respondió Ariven.
Cain, por su parte, intentaba mantener una cara seria, y se preguntaba por qué de todas las personas había acabado metido en una conversación con el pequeño brujo. Miró con disimulo hacia donde estaba Zobriel hablando con Wheem y Ariven, tan solo un segundo.
-Es terrible sin duda -respondió, asintiendo -Aunque en mi cosecha éramos casi todos humanos así que ese problema me vino después.
Hacía tiempo que nadie le hacía una pregunta personal como esa. Le sorprendió estar dispuesto a contestarla.
-Siete años. Y no estuve en un torreón, mi grupo sobrevivió aquí, en el burdel, siempre ha sido nuestro hogar… Pero teníamos contacto con los otros torreones. Vacuum -señaló al hado infernal -fue de Letargo igual que vosotros.
-¡Yo tambien! -intervino Jau. -Quedamos algunos vivos. Están Erika y Jack que antes vivían aquí pero se mudaron, están Koval y Adara (estos se hicieron mercenarios y viven con otros amigos cerca de aquí) Norou, que es el guardaespaldas del jefe pero hoy tiene el día libre. Dama Urticaria tiene una botica a unas calles de aquí si es que no la han vuelto a destruir.
Oir sus nombres en voz alta les produjo una sensación amarga. Habían sido treinta cosechados en su momento y eso era todo lo que quedaba. << Los más fuertes >> se dijo Cain para autoconvencerse. Jau por su parte no lo creía así.
El invocador le dijo a Rox que no era ninguna molestia que subiera a ver a Mephis.
-Si lo creyera no te lo habría propuesto en primer lugar -dijo.
-Porque es la niña mimada del jefe -añadió Vivia por lo bajo, a riesgo de recibir una mirada asesina.
-Zedrig puede acompañarte. Así de paso le subís algo de comer -Señaló al nublino que se había levantado un momento para preparar un té de jazmín, el favorito de Mephis, y lo traía en una bandeja que estaba llenando de dulces.
Vanyme escuchaba atentamente a Eitne. No había oído nunca el nombre de su transformación pero sí le sonaba el poder del que hablaba. ¿Era posible que las ninfas lo tuvieran? No lo dijo en voz alta por miedo a equivocarse pero le preguntaría a algún compañero transformado cuando pudiera. La verdad es que le dio un poco de envidia, era justo el poder que le hubiese gustado recibir de la Luna Roja.
Las reacciones de los niños a los churretes del conejo le hicieron gracia. Podría sacar ideas para nombres de ahí. ¿Un conejo llamado Trasgo? ¿Sus clientes se ofenderían? Tomó a otro de los conejos, que parecía diminuto sobre la palma de su mano, y le dio un arándano. La pregunta de Eitne le pilló desprevenido, al igual que la interrupción de Nime.
-Ah… No, estos no pueden tener hijos. El señor Cain se los pidió a un amigo suyo llamado Giz y él les hizo magia para que no pudieran. Los conejos tienen muchas crías muy rápido y era más seguro así. Pero supongo que el señor Giz podría conseguiros unos. O… ¿traerlos de otros mundos? El primero que tuve lo trajo el señor Cain de la Tierra.
-No hace falta que te disculpes, hacer el canelo de borrachera es normal y no has sido de los peores borrachos con los que me he encontrado. Pásate un día por la taberna y verás a qué me refiero -le dijo el brujo.
Ambos agradecieron el ofrecimiento de ayuda. Ariven le dijo que no menospreciara sus habilidades, que los basiliscos podían llegar a ser muy poderosos.
-Ahora sois todos novatillos, es normal que no os creais la gran cosa pero mientras no hagas el idiota más de lo natural puedes llegar muy lejos. Soy Ariven, por cierto -dijo, y le ofreció la mano como saludo.
-Lo de no hacer el idiota lo dices por mi, ¿verdad? -dijo Wheem.
-Absolutamente -respondió Ariven.
Cain, por su parte, intentaba mantener una cara seria, y se preguntaba por qué de todas las personas había acabado metido en una conversación con el pequeño brujo. Miró con disimulo hacia donde estaba Zobriel hablando con Wheem y Ariven, tan solo un segundo.
-Es terrible sin duda -respondió, asintiendo -Aunque en mi cosecha éramos casi todos humanos así que ese problema me vino después.
Hacía tiempo que nadie le hacía una pregunta personal como esa. Le sorprendió estar dispuesto a contestarla.
-Siete años. Y no estuve en un torreón, mi grupo sobrevivió aquí, en el burdel, siempre ha sido nuestro hogar… Pero teníamos contacto con los otros torreones. Vacuum -señaló al hado infernal -fue de Letargo igual que vosotros.
-¡Yo tambien! -intervino Jau. -Quedamos algunos vivos. Están Erika y Jack que antes vivían aquí pero se mudaron, están Koval y Adara (estos se hicieron mercenarios y viven con otros amigos cerca de aquí) Norou, que es el guardaespaldas del jefe pero hoy tiene el día libre. Dama Urticaria tiene una botica a unas calles de aquí si es que no la han vuelto a destruir.
Oir sus nombres en voz alta les produjo una sensación amarga. Habían sido treinta cosechados en su momento y eso era todo lo que quedaba. << Los más fuertes >> se dijo Cain para autoconvencerse. Jau por su parte no lo creía así.
El invocador le dijo a Rox que no era ninguna molestia que subiera a ver a Mephis.
-Si lo creyera no te lo habría propuesto en primer lugar -dijo.
-Porque es la niña mimada del jefe -añadió Vivia por lo bajo, a riesgo de recibir una mirada asesina.
-Zedrig puede acompañarte. Así de paso le subís algo de comer -Señaló al nublino que se había levantado un momento para preparar un té de jazmín, el favorito de Mephis, y lo traía en una bandeja que estaba llenando de dulces.
Vanyme escuchaba atentamente a Eitne. No había oído nunca el nombre de su transformación pero sí le sonaba el poder del que hablaba. ¿Era posible que las ninfas lo tuvieran? No lo dijo en voz alta por miedo a equivocarse pero le preguntaría a algún compañero transformado cuando pudiera. La verdad es que le dio un poco de envidia, era justo el poder que le hubiese gustado recibir de la Luna Roja.
Las reacciones de los niños a los churretes del conejo le hicieron gracia. Podría sacar ideas para nombres de ahí. ¿Un conejo llamado Trasgo? ¿Sus clientes se ofenderían? Tomó a otro de los conejos, que parecía diminuto sobre la palma de su mano, y le dio un arándano. La pregunta de Eitne le pilló desprevenido, al igual que la interrupción de Nime.
-Ah… No, estos no pueden tener hijos. El señor Cain se los pidió a un amigo suyo llamado Giz y él les hizo magia para que no pudieran. Los conejos tienen muchas crías muy rápido y era más seguro así. Pero supongo que el señor Giz podría conseguiros unos. O… ¿traerlos de otros mundos? El primero que tuve lo trajo el señor Cain de la Tierra.
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