Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
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Rocavarancolia Rol
30 participantes
- Rocavarancolia Rol
Burdel de dama Espasmo
01/08/11, 01:16 am
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
- Ver mensajes archivados:
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
28/09/19, 03:12 am
Eitne se tomaría la concesión de Rox al pie de la letra, pero antes tenía que advertir a Nime:
—Sabe a morirse y a cuadros feos —la previno, exagerando tan solo un poquitín bastante y arrugando la cara. Alzó al conejito que tenía en brazos y le preguntó—: ¿A que sí, cosita? ¿A que el café es la bebida del mal? —El conejo no tenía manera de entenderle, mucho menos de responderle, pero movió ligeramente una oreja y Eitne se dio por contestado. Acto seguido se giró a Nime y añadió, con curiosidad—: ¿No lo querrás probar, no?
Lo de las tortitas para los conejos lo habría desilusionado, pero Vanyme no le dio tiempo (y ya le costaba desilusionarse teniéndolo en frente). Le pidió un favor a una chica muy chula y les trajo un cuenco con fruta, de la cual el ulterano le tendió una frambuesa. Eitne la cogió y saludó a Vivia con la mano cuando se sentó con ellos.
—Los brujos son Guille y Milo y Neil y… ¿Ya, verdad? —preguntó en dirección a Nime, inseguro de no olvidarse de nadie—. Yo solo soy una bestia del crepúsculo, pero tengo afinidación con los animales, es como que me quieren mucho y les caigo bien. Bueno, a veces más y a veces menos —se rio solo, recordando algún que otro incidente.
Con mucho cuidado, colocó la frambuesa en la palma de su mano y se la ofreció al animalillo. En cuanto este comenzó a comer, al niño se le iluminaron los ojos y llamó la atención de Adru con su voz de cascabeles:
—¡Adru, Adru! ¡Mira! ¡Tu primo se está maquillando! —no había maldad alguna en su elección de palabras, pero sí mucha ilusión por parte del daeliciano—. Son super bonitos —añadió.
Entonces se le iluminó la bombilla y volvió a dirigirse a Vanyme.
—¿Pueden tener hijos?
—Sabe a morirse y a cuadros feos —la previno, exagerando tan solo un poquitín bastante y arrugando la cara. Alzó al conejito que tenía en brazos y le preguntó—: ¿A que sí, cosita? ¿A que el café es la bebida del mal? —El conejo no tenía manera de entenderle, mucho menos de responderle, pero movió ligeramente una oreja y Eitne se dio por contestado. Acto seguido se giró a Nime y añadió, con curiosidad—: ¿No lo querrás probar, no?
Lo de las tortitas para los conejos lo habría desilusionado, pero Vanyme no le dio tiempo (y ya le costaba desilusionarse teniéndolo en frente). Le pidió un favor a una chica muy chula y les trajo un cuenco con fruta, de la cual el ulterano le tendió una frambuesa. Eitne la cogió y saludó a Vivia con la mano cuando se sentó con ellos.
—Los brujos son Guille y Milo y Neil y… ¿Ya, verdad? —preguntó en dirección a Nime, inseguro de no olvidarse de nadie—. Yo solo soy una bestia del crepúsculo, pero tengo afinidación con los animales, es como que me quieren mucho y les caigo bien. Bueno, a veces más y a veces menos —se rio solo, recordando algún que otro incidente.
Con mucho cuidado, colocó la frambuesa en la palma de su mano y se la ofreció al animalillo. En cuanto este comenzó a comer, al niño se le iluminaron los ojos y llamó la atención de Adru con su voz de cascabeles:
—¡Adru, Adru! ¡Mira! ¡Tu primo se está maquillando! —no había maldad alguna en su elección de palabras, pero sí mucha ilusión por parte del daeliciano—. Son super bonitos —añadió.
Entonces se le iluminó la bombilla y volvió a dirigirse a Vanyme.
—¿Pueden tener hijos?
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/09/19, 09:17 pm
Guille atendió a Señor Caín en todo lo que decía, asentía sin rechistar a ninguna de sus aclaraciones.
-Te puedes creer que en sus planetas no conocen Digimon, ni siquiera ninguna película de Disney, es verdaderamente terrible- dijo continuando asintiendo, casi con la boca abierta.
Guille se quedo un rato reflexionando sobre los consejos de Caín. Tenia razón, debía mejorar en la forma de dar órdenes, sin duda debía de dejar de decir todo lo que pensaba sin filtro, las Pendicularias nunca había hecho nada que explícitamente malo, solo se divertían al igual que él.
Cualquiera podría ver con solo mirarle a la cara, el debate interno que estaba teniendo. Guillermo era un papel en blanco muy fácil de leer. Los comentarios de Caín solo habían reafirmado sus pensamientos de que él era la principal causa de las cosas que hacían las Pendicularias eran sus amigas y querían lo mejor para él, así que no le quedaba más remedio que ser un buen hermano mayor para ellas y enseñarlas como debían comportarse. Pensaba cogiendo de la mano a Kétchup, que había entrado de nuevo tras el gesto de Caín. No quería dar órdenes a las Pendicularias quería que fueran amigos y juntos lucharan y consiguieran cosas.
-Señor Caín, ¿cuánto tiempo llevas en la ciudad? – Entre todas las dudas que tenía esa quizás fuera para algunos la menos importante. Pero Guille no es de esas personas. - ¿Tú?... ¿también estuviste en un torreón con amigos? ¿Los sigues viendo?
-Te puedes creer que en sus planetas no conocen Digimon, ni siquiera ninguna película de Disney, es verdaderamente terrible- dijo continuando asintiendo, casi con la boca abierta.
Guille se quedo un rato reflexionando sobre los consejos de Caín. Tenia razón, debía mejorar en la forma de dar órdenes, sin duda debía de dejar de decir todo lo que pensaba sin filtro, las Pendicularias nunca había hecho nada que explícitamente malo, solo se divertían al igual que él.
Cualquiera podría ver con solo mirarle a la cara, el debate interno que estaba teniendo. Guillermo era un papel en blanco muy fácil de leer. Los comentarios de Caín solo habían reafirmado sus pensamientos de que él era la principal causa de las cosas que hacían las Pendicularias eran sus amigas y querían lo mejor para él, así que no le quedaba más remedio que ser un buen hermano mayor para ellas y enseñarlas como debían comportarse. Pensaba cogiendo de la mano a Kétchup, que había entrado de nuevo tras el gesto de Caín. No quería dar órdenes a las Pendicularias quería que fueran amigos y juntos lucharan y consiguieran cosas.
-Señor Caín, ¿cuánto tiempo llevas en la ciudad? – Entre todas las dudas que tenía esa quizás fuera para algunos la menos importante. Pero Guille no es de esas personas. - ¿Tú?... ¿también estuviste en un torreón con amigos? ¿Los sigues viendo?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/09/19, 11:12 pm
Nime hizo una mueca de asco cuando escuchó la descripción que dio Eitne de la bebida oscura. Al preguntarle si quería probarla respondió de inmediato.
—Um, no, no. Creo que paso. —Aunque curiosidad sí que tenía.
Cuando trajeron las frutillas para darle a los conejitos se sentó derecha en el puff para ver bien lo que iba a pasar. Imaginarse el animal con maquillaje era muy gracioso y, por algún motivo, lo imaginaba literal, con pintalabios y kohl. Asintió distraída cuando Eitne la miró al listar a los brujos y se inclinó aún más hacia delante para no perderse el "maquillaje". Cuando el conejo se embadurnó de color rojizo soltó una carcajada.
—¡Parece un depredador!
No recordó hacerse a un lado para dejar mirar a otros hasta que Eitne mencionó a Adru, pero entonces escuchó la pregunta del daeliciano y, tras entender en qué estaba pensando, volvió a ponerse erguida.
—¡Si Eitne va a tener un conejo yo también quiero uno! —declaró, y miró a los de su grupo que estaban más próximos, Adru, Neil y Zob, casi poniendo ojitos. Eitne ya tenía una mascota y podía afinidar las que quisiera, y ella se aburría como una ostra desde que se habían transformado—. Si se puede, claro… —añadió en un tono más tranquilo, al recordar que había cortado en seco a Vanyme.
—Um, no, no. Creo que paso. —Aunque curiosidad sí que tenía.
Cuando trajeron las frutillas para darle a los conejitos se sentó derecha en el puff para ver bien lo que iba a pasar. Imaginarse el animal con maquillaje era muy gracioso y, por algún motivo, lo imaginaba literal, con pintalabios y kohl. Asintió distraída cuando Eitne la miró al listar a los brujos y se inclinó aún más hacia delante para no perderse el "maquillaje". Cuando el conejo se embadurnó de color rojizo soltó una carcajada.
—¡Parece un depredador!
No recordó hacerse a un lado para dejar mirar a otros hasta que Eitne mencionó a Adru, pero entonces escuchó la pregunta del daeliciano y, tras entender en qué estaba pensando, volvió a ponerse erguida.
—¡Si Eitne va a tener un conejo yo también quiero uno! —declaró, y miró a los de su grupo que estaban más próximos, Adru, Neil y Zob, casi poniendo ojitos. Eitne ya tenía una mascota y podía afinidar las que quisiera, y ella se aburría como una ostra desde que se habían transformado—. Si se puede, claro… —añadió en un tono más tranquilo, al recordar que había cortado en seco a Vanyme.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/10/19, 12:30 am
Al comprobar que Zob les seguía a Neil y a ella Adru se acercó sin vacilación a los mini gamusinos. Dejó que primero los acariciasen los más pequeños mientras observaba con curiosidad como el basilisco parecía abrirse un poco, cosa que era inusual en él. La verdad era que el ambiente en el burdel era muy agradable y familiar. Dejó escapar una risilla ante su bochorno tras el chiste que hizo, creyendo al menos haberlo entendido y después fijó toda su atención en los conejos cuando Vivia le dio una fruta a Eitne para que los alimentara. El sinhadre también quería tocarlos, pero esperaría (im)pacientemente a que el daeliciano pudiese darles de comer. También quería ver cómo se les ponía la boca roja.
Eitne describió el sabor del café de una forma muy graciosa y el sinhadre dejó escapar una carcajada.
—Haces bien —le dijo a Nime—. Sabe muy amargo y yo tampoco creo que te gustase.
El daeliciano se olvidó de la bebida maldita enseguida en cuanto comenzó a alimentar a los mini gamusinos y la edeel sonrió ampliamente cuando le llamó, acercándose más a mirar.
>>Está quedando muy guapo —comentó inclinándose un poco sobre el animal pero no demasiado cerca para no asustarlo. A continuación se giró hacia Nime—. ¡Tienes razón! Ahora es un gamusino peligroso que podría enfrentarse a los colaespina él solo.
En un principio no comprendió por qué la bestia del crepúsculo preguntaba si los conejos podían tener hijos, que suponía que sí mientras hubiese un macho y una hembra, pero se sintió un poco tonto en cuanto la demonio mineral intervino. Por supuesto que se refería a eso. El gamusino se llevó una mano a la nunca y se la rascó con cierto nerviosismo. Si fuese por él le daría una enérgica afirmativa, pero probablemente no debería ser una decisión que tomar sin meditarla primero.
—Después les preguntaremos a Rena, Rox y Milo, ¿vale? Además os tenéis que asegurar de que sabríais cuidarlos bien. Pero supongo que Vanyme nos lo podrá decir —alzó la cabeza hacia el ulterano.
Incluso si no fuesen a tener conejos en la Sede quería saber más de aquellos mini gamusinos. A lo mejor descubría algo nuevo sobre sí misma, además.
Eitne describió el sabor del café de una forma muy graciosa y el sinhadre dejó escapar una carcajada.
—Haces bien —le dijo a Nime—. Sabe muy amargo y yo tampoco creo que te gustase.
El daeliciano se olvidó de la bebida maldita enseguida en cuanto comenzó a alimentar a los mini gamusinos y la edeel sonrió ampliamente cuando le llamó, acercándose más a mirar.
>>Está quedando muy guapo —comentó inclinándose un poco sobre el animal pero no demasiado cerca para no asustarlo. A continuación se giró hacia Nime—. ¡Tienes razón! Ahora es un gamusino peligroso que podría enfrentarse a los colaespina él solo.
En un principio no comprendió por qué la bestia del crepúsculo preguntaba si los conejos podían tener hijos, que suponía que sí mientras hubiese un macho y una hembra, pero se sintió un poco tonto en cuanto la demonio mineral intervino. Por supuesto que se refería a eso. El gamusino se llevó una mano a la nunca y se la rascó con cierto nerviosismo. Si fuese por él le daría una enérgica afirmativa, pero probablemente no debería ser una decisión que tomar sin meditarla primero.
—Después les preguntaremos a Rena, Rox y Milo, ¿vale? Además os tenéis que asegurar de que sabríais cuidarlos bien. Pero supongo que Vanyme nos lo podrá decir —alzó la cabeza hacia el ulterano.
Incluso si no fuesen a tener conejos en la Sede quería saber más de aquellos mini gamusinos. A lo mejor descubría algo nuevo sobre sí misma, además.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
01/10/19, 02:08 am
Wheem y Ariven rieron ante la respuesta de Zobriel. El nublino les parecía adorable.
-No hace falta que te disculpes, hacer el canelo de borrachera es normal y no has sido de los peores borrachos con los que me he encontrado. Pásate un día por la taberna y verás a qué me refiero -le dijo el brujo.
Ambos agradecieron el ofrecimiento de ayuda. Ariven le dijo que no menospreciara sus habilidades, que los basiliscos podían llegar a ser muy poderosos.
-Ahora sois todos novatillos, es normal que no os creais la gran cosa pero mientras no hagas el idiota más de lo natural puedes llegar muy lejos. Soy Ariven, por cierto -dijo, y le ofreció la mano como saludo.
-Lo de no hacer el idiota lo dices por mi, ¿verdad? -dijo Wheem.
-Absolutamente -respondió Ariven.
Cain, por su parte, intentaba mantener una cara seria, y se preguntaba por qué de todas las personas había acabado metido en una conversación con el pequeño brujo. Miró con disimulo hacia donde estaba Zobriel hablando con Wheem y Ariven, tan solo un segundo.
-Es terrible sin duda -respondió, asintiendo -Aunque en mi cosecha éramos casi todos humanos así que ese problema me vino después.
Hacía tiempo que nadie le hacía una pregunta personal como esa. Le sorprendió estar dispuesto a contestarla.
-Siete años. Y no estuve en un torreón, mi grupo sobrevivió aquí, en el burdel, siempre ha sido nuestro hogar… Pero teníamos contacto con los otros torreones. Vacuum -señaló al hado infernal -fue de Letargo igual que vosotros.
-¡Yo tambien! -intervino Jau. -Quedamos algunos vivos. Están Erika y Jack que antes vivían aquí pero se mudaron, están Koval y Adara (estos se hicieron mercenarios y viven con otros amigos cerca de aquí) Norou, que es el guardaespaldas del jefe pero hoy tiene el día libre. Dama Urticaria tiene una botica a unas calles de aquí si es que no la han vuelto a destruir.
Oir sus nombres en voz alta les produjo una sensación amarga. Habían sido treinta cosechados en su momento y eso era todo lo que quedaba. << Los más fuertes >> se dijo Cain para autoconvencerse. Jau por su parte no lo creía así.
El invocador le dijo a Rox que no era ninguna molestia que subiera a ver a Mephis.
-Si lo creyera no te lo habría propuesto en primer lugar -dijo.
-Porque es la niña mimada del jefe -añadió Vivia por lo bajo, a riesgo de recibir una mirada asesina.
-Zedrig puede acompañarte. Así de paso le subís algo de comer -Señaló al nublino que se había levantado un momento para preparar un té de jazmín, el favorito de Mephis, y lo traía en una bandeja que estaba llenando de dulces.
Vanyme escuchaba atentamente a Eitne. No había oído nunca el nombre de su transformación pero sí le sonaba el poder del que hablaba. ¿Era posible que las ninfas lo tuvieran? No lo dijo en voz alta por miedo a equivocarse pero le preguntaría a algún compañero transformado cuando pudiera. La verdad es que le dio un poco de envidia, era justo el poder que le hubiese gustado recibir de la Luna Roja.
Las reacciones de los niños a los churretes del conejo le hicieron gracia. Podría sacar ideas para nombres de ahí. ¿Un conejo llamado Trasgo? ¿Sus clientes se ofenderían? Tomó a otro de los conejos, que parecía diminuto sobre la palma de su mano, y le dio un arándano. La pregunta de Eitne le pilló desprevenido, al igual que la interrupción de Nime.
-Ah… No, estos no pueden tener hijos. El señor Cain se los pidió a un amigo suyo llamado Giz y él les hizo magia para que no pudieran. Los conejos tienen muchas crías muy rápido y era más seguro así. Pero supongo que el señor Giz podría conseguiros unos. O… ¿traerlos de otros mundos? El primero que tuve lo trajo el señor Cain de la Tierra.
-No hace falta que te disculpes, hacer el canelo de borrachera es normal y no has sido de los peores borrachos con los que me he encontrado. Pásate un día por la taberna y verás a qué me refiero -le dijo el brujo.
Ambos agradecieron el ofrecimiento de ayuda. Ariven le dijo que no menospreciara sus habilidades, que los basiliscos podían llegar a ser muy poderosos.
-Ahora sois todos novatillos, es normal que no os creais la gran cosa pero mientras no hagas el idiota más de lo natural puedes llegar muy lejos. Soy Ariven, por cierto -dijo, y le ofreció la mano como saludo.
-Lo de no hacer el idiota lo dices por mi, ¿verdad? -dijo Wheem.
-Absolutamente -respondió Ariven.
Cain, por su parte, intentaba mantener una cara seria, y se preguntaba por qué de todas las personas había acabado metido en una conversación con el pequeño brujo. Miró con disimulo hacia donde estaba Zobriel hablando con Wheem y Ariven, tan solo un segundo.
-Es terrible sin duda -respondió, asintiendo -Aunque en mi cosecha éramos casi todos humanos así que ese problema me vino después.
Hacía tiempo que nadie le hacía una pregunta personal como esa. Le sorprendió estar dispuesto a contestarla.
-Siete años. Y no estuve en un torreón, mi grupo sobrevivió aquí, en el burdel, siempre ha sido nuestro hogar… Pero teníamos contacto con los otros torreones. Vacuum -señaló al hado infernal -fue de Letargo igual que vosotros.
-¡Yo tambien! -intervino Jau. -Quedamos algunos vivos. Están Erika y Jack que antes vivían aquí pero se mudaron, están Koval y Adara (estos se hicieron mercenarios y viven con otros amigos cerca de aquí) Norou, que es el guardaespaldas del jefe pero hoy tiene el día libre. Dama Urticaria tiene una botica a unas calles de aquí si es que no la han vuelto a destruir.
Oir sus nombres en voz alta les produjo una sensación amarga. Habían sido treinta cosechados en su momento y eso era todo lo que quedaba. << Los más fuertes >> se dijo Cain para autoconvencerse. Jau por su parte no lo creía así.
El invocador le dijo a Rox que no era ninguna molestia que subiera a ver a Mephis.
-Si lo creyera no te lo habría propuesto en primer lugar -dijo.
-Porque es la niña mimada del jefe -añadió Vivia por lo bajo, a riesgo de recibir una mirada asesina.
-Zedrig puede acompañarte. Así de paso le subís algo de comer -Señaló al nublino que se había levantado un momento para preparar un té de jazmín, el favorito de Mephis, y lo traía en una bandeja que estaba llenando de dulces.
Vanyme escuchaba atentamente a Eitne. No había oído nunca el nombre de su transformación pero sí le sonaba el poder del que hablaba. ¿Era posible que las ninfas lo tuvieran? No lo dijo en voz alta por miedo a equivocarse pero le preguntaría a algún compañero transformado cuando pudiera. La verdad es que le dio un poco de envidia, era justo el poder que le hubiese gustado recibir de la Luna Roja.
Las reacciones de los niños a los churretes del conejo le hicieron gracia. Podría sacar ideas para nombres de ahí. ¿Un conejo llamado Trasgo? ¿Sus clientes se ofenderían? Tomó a otro de los conejos, que parecía diminuto sobre la palma de su mano, y le dio un arándano. La pregunta de Eitne le pilló desprevenido, al igual que la interrupción de Nime.
-Ah… No, estos no pueden tener hijos. El señor Cain se los pidió a un amigo suyo llamado Giz y él les hizo magia para que no pudieran. Los conejos tienen muchas crías muy rápido y era más seguro así. Pero supongo que el señor Giz podría conseguiros unos. O… ¿traerlos de otros mundos? El primero que tuve lo trajo el señor Cain de la Tierra.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
06/10/19, 08:11 pm
—Tienes razón, seguro que un hechizo de dormir es más efectivo —murmuró pensativo—. ¿O quizá una poción? Si se la damos todos los días con la cena quizás no se den cuenta y no les de por escaparse por las noches… —añadió con tono relajado, recostandose en su asiento con una taza de chocolate entre las manos. El norteño, al igual que la ursántropa, admiraba la paciencia que tenía Caín con Guille sin apenas conocerle de nada, y la referencia a Digimon, aquella serie de la que les había hablado el pequeño, le arrancó una sonrisa.
—Pues la verdad es que fui hace un par de días y es una pasada, tía —le respondió con ojos chispeantes—. Hay un montón de libros por todas partes, todos sobre magia, y están todos metidos en la cúpula esa tan rara de lo alto de la torre… lo cual en verdad no mola tanto —reconoció con una mueca. Rena estaba al tanto de su vértigo—. En cualquier caso la cantidad de información que hay allí es impresionante. ¿Sabías que hay formas de hacer magia sin necesidad de estudiar los hechizos? Si tienes a alguien que los haga por ti puedes llevar un montón de conjuros encima listos para lanzar en cualquier momento. —aclaró, mirándola de forma significativa.
Vac, por su parte, conversaba con Pelusa y no tardó en quitarle importancia a su afirmación sobre lo seca que era al hablar.
—No pasa nada, no eres la persona más difícil de tratar con la que me he cruzado ni de lejos —le respondió riendo, escuchando con atención cuando la pequeña sacó el tema de sus diferencias—. Oh, sí, yo también tengo esa lengua tan molesta —confirmó, sacándola de la boca para que la viera y recogiendola con gesto experto a continuación—. En mi caso sí que es útil, pero no te preocupes, enseguida te acostumbras y dejará de resultar molesta. —le aseguró guiñandole un ojo mientras se llevaba la taza de café a los labios.
Antes de seguir hablando permaneció unos segundos en silencio sopesando las palabras de la spprigan, preguntándose por el qué de su propia curiosidad.
—Supongo que en parte si es así, somos parecidos y en esta ciudad eso es un buen motivo para conocer a gente nueva —empezó, inclinándose para dejar su bebida sobre la mesa—. Pero no solo es por eso, también me gustaría poder ayudarte como no me ayudaron a mi cuando vi la Luna por primera vez —confesó con una sonrisa—. Por aquel entonces había otro hado infernal en la ciudad y no era precisamente fácil de tratar… así que no obtuve mucha ayuda de su parte. —explicó sin entrar en muchos detalles. El tiempo pasado en su frase dejaba bastante claro que su hermano de transformación no se contaba entre los habitantes de Rocavarancolia.
Fue ella la que sacó el tema de las alas al final, lo que alivió enormemente al griego, pues empezaba a ponerle nervioso verlas en tan mal estado.
—Ya que sacas el tema… —empezó, echando mano a la discreta bolsa sin fondo que colgaba de su cinturón y sacando un cepillo y un bote de spray con un líquido transparente en su interior que dejó junto a su taza—. Muy pocas transformaciones, o al menos pocas que yo conozca, tienen alas como las nuestras, y tu y yo en concreto tenemos un problema parecido —aseguró—. Las alas de las mariposas y las polillas son bastante delicadas y requieren cuidados especiales. El tema de la fragilidad se puede solventar con algunos hechizos que te puedo enseñar en otro momento, pero los cuidados del día a día son mucho más importantes —añadió, haciendo un gesto hacia las herramientas que había sacado—. Habrás notado que tus alas están cubiertas por una capa de polvo, ¿verdad? Pues bien, este polvillo son diminutas escamas de quitina y sirven para muchas cosas: fortalecer la estructura de la membrana alar, mejorar la estabilidad de vuelo, aislamiento térmico, alejar la humedad y la suciedad… —empezó a enumerar, extendiendo sus largos dedos para enfatizar los distintos puntos—. El caso es que es indispensable para su buen funcionamiento, pero con el tiempo se deteriora como cualquier cosa orgánica, y aunque eso en un insecto que vive pocas semanas no tiene mucho importancia en nuestro caso nos puede perjudicar si no tomamos medidas al respecto.
—Pues la verdad es que fui hace un par de días y es una pasada, tía —le respondió con ojos chispeantes—. Hay un montón de libros por todas partes, todos sobre magia, y están todos metidos en la cúpula esa tan rara de lo alto de la torre… lo cual en verdad no mola tanto —reconoció con una mueca. Rena estaba al tanto de su vértigo—. En cualquier caso la cantidad de información que hay allí es impresionante. ¿Sabías que hay formas de hacer magia sin necesidad de estudiar los hechizos? Si tienes a alguien que los haga por ti puedes llevar un montón de conjuros encima listos para lanzar en cualquier momento. —aclaró, mirándola de forma significativa.
Vac, por su parte, conversaba con Pelusa y no tardó en quitarle importancia a su afirmación sobre lo seca que era al hablar.
—No pasa nada, no eres la persona más difícil de tratar con la que me he cruzado ni de lejos —le respondió riendo, escuchando con atención cuando la pequeña sacó el tema de sus diferencias—. Oh, sí, yo también tengo esa lengua tan molesta —confirmó, sacándola de la boca para que la viera y recogiendola con gesto experto a continuación—. En mi caso sí que es útil, pero no te preocupes, enseguida te acostumbras y dejará de resultar molesta. —le aseguró guiñandole un ojo mientras se llevaba la taza de café a los labios.
Antes de seguir hablando permaneció unos segundos en silencio sopesando las palabras de la spprigan, preguntándose por el qué de su propia curiosidad.
—Supongo que en parte si es así, somos parecidos y en esta ciudad eso es un buen motivo para conocer a gente nueva —empezó, inclinándose para dejar su bebida sobre la mesa—. Pero no solo es por eso, también me gustaría poder ayudarte como no me ayudaron a mi cuando vi la Luna por primera vez —confesó con una sonrisa—. Por aquel entonces había otro hado infernal en la ciudad y no era precisamente fácil de tratar… así que no obtuve mucha ayuda de su parte. —explicó sin entrar en muchos detalles. El tiempo pasado en su frase dejaba bastante claro que su hermano de transformación no se contaba entre los habitantes de Rocavarancolia.
Fue ella la que sacó el tema de las alas al final, lo que alivió enormemente al griego, pues empezaba a ponerle nervioso verlas en tan mal estado.
—Ya que sacas el tema… —empezó, echando mano a la discreta bolsa sin fondo que colgaba de su cinturón y sacando un cepillo y un bote de spray con un líquido transparente en su interior que dejó junto a su taza—. Muy pocas transformaciones, o al menos pocas que yo conozca, tienen alas como las nuestras, y tu y yo en concreto tenemos un problema parecido —aseguró—. Las alas de las mariposas y las polillas son bastante delicadas y requieren cuidados especiales. El tema de la fragilidad se puede solventar con algunos hechizos que te puedo enseñar en otro momento, pero los cuidados del día a día son mucho más importantes —añadió, haciendo un gesto hacia las herramientas que había sacado—. Habrás notado que tus alas están cubiertas por una capa de polvo, ¿verdad? Pues bien, este polvillo son diminutas escamas de quitina y sirven para muchas cosas: fortalecer la estructura de la membrana alar, mejorar la estabilidad de vuelo, aislamiento térmico, alejar la humedad y la suciedad… —empezó a enumerar, extendiendo sus largos dedos para enfatizar los distintos puntos—. El caso es que es indispensable para su buen funcionamiento, pero con el tiempo se deteriora como cualquier cosa orgánica, y aunque eso en un insecto que vive pocas semanas no tiene mucho importancia en nuestro caso nos puede perjudicar si no tomamos medidas al respecto.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
09/10/19, 02:13 pm
Rox dio un trago pesado a su café, casi sin saborearlo, en cuanto Caín le contestó con tanta simpleza. El calor le quemó la garganta y cayó como plomo a su estómago, pero no le importó. Bien visto no era la mejor bebida que podía echarse en el cuerpo para relajarse, pero bien podría habérselo bebido de tres tragos ante la positiva de su respuesta. El comentario de Vivia le hizo hundirse discretamente en su puff, desconocedor de los malos rollos que pudiera haber entre ellas pero no tan torpe como para creer que no había algo. Siguió la señal del brujo hasta dar con Zedrig y con un asentimiento y un pequeño sorbo más, se dirigió hacia él.
Lanzó una mirada a sus compañeros en el proceso, como indicando un "ahora vengo". Solo esperaba que no surgieran coñas de que se iba a follar a nadie.
—Bueno, parece que me acoplo contigo —comentó con una pequeña sonrisa, tratando de socializar con el muchacho mientras preparaba la merienda de Mephis—. Zedrig, ¿verdad?
Ahora que lo tenía más de cerca y estaba menos abrumado por tanta gente guapa de su alrededor, se fijó mejor en él. Tenía escamas como las de Zobriel pero repartidas en zonas distintas, junto unas garras que en su opinión hacían que se viera muy guay. Aunque careciera de cola, esos parecidos con la transformación de su amigo bastaron para hacerle bajar la vista sutilmente a la bandeja de té, evitando, solo por si acaso, desmayarse si le miraba a lo ojos. Se sintió algo ridículo. Podía no ser un basilisco, no era la única transformación con escamas. Además, ¿por qué iban a tener a un prostituto que pudiese paralizar a sus clientes?
«Aunque... bueno, tampoco sería lo más raro.»
Esperó a que el nublino terminase para seguirle con prudencia, aún sintiéndose algo tímido por separarse del grupo en pos de la cambiante del burdel. Antes de ver a Mephis se aseguraría de estar arreglado, ajustándose bien los pantalones y quitando cualquier mala arruga de su camiseta con naturalidad. Si encontraba una superficie donde se viera su reflejo también se aseguraría de recolocar cualquier mechón de pelo, en gestos más nerviosos que otra cosa.
Lanzó una mirada a sus compañeros en el proceso, como indicando un "ahora vengo". Solo esperaba que no surgieran coñas de que se iba a follar a nadie.
—Bueno, parece que me acoplo contigo —comentó con una pequeña sonrisa, tratando de socializar con el muchacho mientras preparaba la merienda de Mephis—. Zedrig, ¿verdad?
Ahora que lo tenía más de cerca y estaba menos abrumado por tanta gente guapa de su alrededor, se fijó mejor en él. Tenía escamas como las de Zobriel pero repartidas en zonas distintas, junto unas garras que en su opinión hacían que se viera muy guay. Aunque careciera de cola, esos parecidos con la transformación de su amigo bastaron para hacerle bajar la vista sutilmente a la bandeja de té, evitando, solo por si acaso, desmayarse si le miraba a lo ojos. Se sintió algo ridículo. Podía no ser un basilisco, no era la única transformación con escamas. Además, ¿por qué iban a tener a un prostituto que pudiese paralizar a sus clientes?
«Aunque... bueno, tampoco sería lo más raro.»
Esperó a que el nublino terminase para seguirle con prudencia, aún sintiéndose algo tímido por separarse del grupo en pos de la cambiante del burdel. Antes de ver a Mephis se aseguraría de estar arreglado, ajustándose bien los pantalones y quitando cualquier mala arruga de su camiseta con naturalidad. Si encontraba una superficie donde se viera su reflejo también se aseguraría de recolocar cualquier mechón de pelo, en gestos más nerviosos que otra cosa.
- ♪♫♬:
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/10/19, 04:47 pm
Sintió un poco de alivio al saber que su personalidad algo seca no iba a traer problemas con el hado. Aunque tenía sentido, él no se sentía intimidado por ella de ninguna forma, algo que si había percibido alguna vez en su propio refugio. No sabía por qué y le parecía ridículo siendo una frágil mariposa como era.
Vio curiosa como Vacuum sacaba su lengua, también molestamente larga y cuando mencionó que para el si era útil, Pelusa alzo ligeramente una ceja, mirando por un segundo a su alrededor, teniendo muy presente donde se encontraban. Y dado que suponía que el también formaba parte de los prostitutos presentes ya sacaba conclusiones. ¿Se refería a prácticas típicas del burdel o algo de su transformación? Tal vez era un poco de ambas. Sabía que no tenían el mismo precio, pero la base era la misma…ambos debían causar sufrimiento para obtener su magia.
Pelusa se miró sus manos pensado en ello por unos segundos antes de darle un mordisco a su tortita, distraída momentáneamente en sus pensamientos. Era la única con un precio en su grupo de amigos, la única que de natural podría sentir impulsos de dañar a otros si ese alguien dañaba a sus cercanos…se sentía un poco sola en ese sentido. No tenía magia porque no había cumplido nunca su precio y aunque ansiaba esta con ganas ¿la mirarían los demás igual cuando la tuviera sabiendo como la obtenía? ¿Y si le terminaba gustando el dañar a otras personas por el bien de ellos? ¿O le acababa gustándole dañar a otros solo por placer propio? Se lo había preguntado alguna que otra vez, cuanto podría cambiarla la primera vez que obtuviese magia.
Levantó la vista observando a Vac, preguntando si en su momento se habría hecho esas mismas preguntas. Pues evidentemente ahora ya debía estar más que acostumbrado a ser un hado infernal. Sentía realmente mucha curiosidad por todo eso, por su situación mas similar a la suya por compartir parecidos y a juzgar por sus palabras, eso era reciproco.
-Ahora mismo, ciertamente eres más parecido a mí que mis amigos…y siendo que te acabo de conocer, no sé cómo tomármelo– admitió pensativa, devolviéndole la mirada. Ya no eran similares en apariencia, que eso era evidente, sino por lo que suponía ser una criatura de precio y los de ciertos impulsos que se acentuaban, en su caso en ocasiones muy específicas. Aunque bueno suponía que eso lo iba a compartir con buena parte de trasformaciones con precio. Le miró escuchando atentamente ante la mención de otro hado, abriendo mucho los ojos por la sorpresa, aunque pronto comprendió por la forma de hablar de este de que ya no estaba en la ciudad. ¿Habría muerto hace tiempo o se había ido sin más? Tal vez había muerto durante la masiva caída de gente ocurrida durante la pesadilla, como buena parte de la ciudad, al parecer.
- Si hubiera sabido como, habría intentado hacer las cosas por mi cuenta, como siempre he hecho. Me cuesta mucho pedir ayuda…pero soy consciente de que no tengo idea de lo que hacer. – respondió mirándolo ante sus palabras de que el nunca fue ayudado y por tanto suponía tuvo que aprender todo lo que conllevaba su nuevo cuerpo por cuenta propia. Imaginaba no había sido nada fácil. Al menos el parecía haber tenido a su favor algo que Dama Pelusa no poseía…un cuerpo más que capaz de pelear y defenderse incluso sin magia- No soy grande como ustedes, ni se cómo usar la fuerza que tengo ahora, no puedo cuidarme a mí misma o a mis amigos si solo me quedo tercamente esperando aprender por mi cuenta, sin tener idea por dónde empezar. No quiero ser una mariposa frágil a la que tengan que estar cuidando todo el tiempo -habló troceando la tortita con su tenedor, distraídamente. No quería estar eternamente dependiendo porque Rena, Zobriel, Milo, Rox, o incluso Adru, Neil y los niños, la cuidaran por no ser capaz de hacerlo sola. No le gustaba, era como si dejase de ser ella si acababan las cosas así.
Y en el no saber que hacer, había entrado como primera problemática, sus alas. Por eso agradeció enormemente cuando Vac respondió su duda, sacando frente a ella un cepillo y una especie de bote de spray, que trajo más confusión que otra cosa las facciones de Dama Pelusa. Extrañada, levantó su mirada de aquellos objetos hacia el hado, interrogante.
Más la explicación no tardó en llegar y Pelusa escuchó con suma atención, guardándose cada dato de información recibida con sumo interés, aunque la mención de que iba a enseñarle hechizos para fortalecer sus alas en otro momento, le dio a entender que iba a ayudarla más allá de aquella charla.
<<¿Va a seguir ayudándome?>> se preguntó muy sorprendida, ella había pensado que lo de ayudarla iba a terminarse con aquella charla y con aconsejarle como tratar sus alas en ese preciso momento, nada más…no como algo que se extendería en el tiempo. No se quejaba, al contrario, eso era precisamente lo que quería y tanto trabajo le costaba decirlo y pedirlo.
-Leí sobre mas trasformaciones con alas de insecto, pero era alas de abejas, libélulas y cosas así. No me servían de mucho – asintió pues cuando buscó sobre su transformación más a fondo las encontró, más el tipo de alas que poseían no le servían de nada, ni siquiera se movían igual ni estaban formadas de la misma forma- ¿Polvo? Si, a veces por las mañanas tengo que sacudir mi cama por culpa de eso, a veces también lo suelto simplemente al andar…- había sido al principio un poco confuso sobre de donde salía, ya que los primeros, apenas si tocaba sus alas por temor a dañarlas. El polvo se le quedaba incluso pegado en los dedos en ocasiones cuando lo hacía. Escuchar tan claramente todo lo importante que era ese polvillo que soltaba le puso un poco inquieta y expectante a la vez. ¿Estar soltando polvo de ese todo el tiempo no era insano entonces? Sería como estar quitando constantemente la protección natural de sus alas que las protege por un lado y la estabilizaría a ella, de saber volar. Aunque a juzgar por sus palabras, era un bien necesario. Se quedó pensativa por un instante, mirándolo atentamente antes de responder con suavidad, pero muy atenta a la charla.
-Entonces algo parecido a como cuando algunos reptiles mudan la piel vieja por una nueva. Yo tengo que deshacerme del polvo viejo para que el nuevo pueda surgir, algo así ¿no? –asintió entendiendo. Si pensaba en el polvo ya no como una muda de piel de un reptil, sino como en parte de su propia piel, le veía mucho más sentido. Cuando ella se había quemado por el sol en el pasado, cosas que gracias a la suerte había ocurrido contadas ocasiones, la piel se le rosaba y luego se le despelleja, mostrando bajo aquellos pellejitos una nueva piel, otra vez sana y de su color original. En ese momento ella se había ayudado sanearse la piel con más baños de los que ya tomaba de serie, pues la sensación le desagradaba y aún más el pensamiento de que lo ordese la tocasen por curiosidad. Tal vez su ala también necesitaba esa ayuda para sanearse de las descamaciones.
Sus ojos se posaron de nuevo en el cepillo y el bote que anteriormente Vac había puesto frente a ella, viéndolos con una nueva luz de comprensión.
-Entiendo entonces que ese cepillo y eso que contiene ese bote sirve para cepillarse las alas – no era una pregunta en si más bien era una afirmación para sí misma, viendo interesada el cepillo, pues con lo frágil que parecían sus alas no se imaginaba un cepillo lo suficiente adecuado para usarlo en estas sin dañarlas. Dudo por un instante, posando sus ojos en Vac, antes de pasar unos de sus dedos por las hebras de este. No era desagradable al tacto- Nunca habría pensado que cepillarse las alas fuese una forma de cuidarlas, como se ven tan frágiles, incluso tocarlas a veces me ponía nerviosa- aceptó mirando más y más curiosa por momentos ambos objetos. Había sentido tanta preocupación por el estado de sus alas que ver que había un método tan sencillo de cuidarlas le aliviaba enormemente. No fue capaz de frenar sus preguntas ahora, con un breve rastro de emoción en su voz. Pelusa no sería ella sino se emocionase cuando aprendía cosas nuevas, parecía por primera vez en toda la charla, una niña.
- ¿Qué tiene el bote? ¿Cómo se usan ambas cosas exactamente? No parece que se posible hacerlo uno mismo alcanzando toda la superficie de las alas con las manos. -estiro un poco su brazo intentando alcanzar su espalda desde varios puntos. No era posible- Yo no puedo ¿cómo lo haces tú? ¿alguien te ayuda? - pregunto suavemente observando atentamente con sus ojos lavandas al hado.
Vio curiosa como Vacuum sacaba su lengua, también molestamente larga y cuando mencionó que para el si era útil, Pelusa alzo ligeramente una ceja, mirando por un segundo a su alrededor, teniendo muy presente donde se encontraban. Y dado que suponía que el también formaba parte de los prostitutos presentes ya sacaba conclusiones. ¿Se refería a prácticas típicas del burdel o algo de su transformación? Tal vez era un poco de ambas. Sabía que no tenían el mismo precio, pero la base era la misma…ambos debían causar sufrimiento para obtener su magia.
Pelusa se miró sus manos pensado en ello por unos segundos antes de darle un mordisco a su tortita, distraída momentáneamente en sus pensamientos. Era la única con un precio en su grupo de amigos, la única que de natural podría sentir impulsos de dañar a otros si ese alguien dañaba a sus cercanos…se sentía un poco sola en ese sentido. No tenía magia porque no había cumplido nunca su precio y aunque ansiaba esta con ganas ¿la mirarían los demás igual cuando la tuviera sabiendo como la obtenía? ¿Y si le terminaba gustando el dañar a otras personas por el bien de ellos? ¿O le acababa gustándole dañar a otros solo por placer propio? Se lo había preguntado alguna que otra vez, cuanto podría cambiarla la primera vez que obtuviese magia.
Levantó la vista observando a Vac, preguntando si en su momento se habría hecho esas mismas preguntas. Pues evidentemente ahora ya debía estar más que acostumbrado a ser un hado infernal. Sentía realmente mucha curiosidad por todo eso, por su situación mas similar a la suya por compartir parecidos y a juzgar por sus palabras, eso era reciproco.
-Ahora mismo, ciertamente eres más parecido a mí que mis amigos…y siendo que te acabo de conocer, no sé cómo tomármelo– admitió pensativa, devolviéndole la mirada. Ya no eran similares en apariencia, que eso era evidente, sino por lo que suponía ser una criatura de precio y los de ciertos impulsos que se acentuaban, en su caso en ocasiones muy específicas. Aunque bueno suponía que eso lo iba a compartir con buena parte de trasformaciones con precio. Le miró escuchando atentamente ante la mención de otro hado, abriendo mucho los ojos por la sorpresa, aunque pronto comprendió por la forma de hablar de este de que ya no estaba en la ciudad. ¿Habría muerto hace tiempo o se había ido sin más? Tal vez había muerto durante la masiva caída de gente ocurrida durante la pesadilla, como buena parte de la ciudad, al parecer.
- Si hubiera sabido como, habría intentado hacer las cosas por mi cuenta, como siempre he hecho. Me cuesta mucho pedir ayuda…pero soy consciente de que no tengo idea de lo que hacer. – respondió mirándolo ante sus palabras de que el nunca fue ayudado y por tanto suponía tuvo que aprender todo lo que conllevaba su nuevo cuerpo por cuenta propia. Imaginaba no había sido nada fácil. Al menos el parecía haber tenido a su favor algo que Dama Pelusa no poseía…un cuerpo más que capaz de pelear y defenderse incluso sin magia- No soy grande como ustedes, ni se cómo usar la fuerza que tengo ahora, no puedo cuidarme a mí misma o a mis amigos si solo me quedo tercamente esperando aprender por mi cuenta, sin tener idea por dónde empezar. No quiero ser una mariposa frágil a la que tengan que estar cuidando todo el tiempo -habló troceando la tortita con su tenedor, distraídamente. No quería estar eternamente dependiendo porque Rena, Zobriel, Milo, Rox, o incluso Adru, Neil y los niños, la cuidaran por no ser capaz de hacerlo sola. No le gustaba, era como si dejase de ser ella si acababan las cosas así.
Y en el no saber que hacer, había entrado como primera problemática, sus alas. Por eso agradeció enormemente cuando Vac respondió su duda, sacando frente a ella un cepillo y una especie de bote de spray, que trajo más confusión que otra cosa las facciones de Dama Pelusa. Extrañada, levantó su mirada de aquellos objetos hacia el hado, interrogante.
Más la explicación no tardó en llegar y Pelusa escuchó con suma atención, guardándose cada dato de información recibida con sumo interés, aunque la mención de que iba a enseñarle hechizos para fortalecer sus alas en otro momento, le dio a entender que iba a ayudarla más allá de aquella charla.
<<¿Va a seguir ayudándome?>> se preguntó muy sorprendida, ella había pensado que lo de ayudarla iba a terminarse con aquella charla y con aconsejarle como tratar sus alas en ese preciso momento, nada más…no como algo que se extendería en el tiempo. No se quejaba, al contrario, eso era precisamente lo que quería y tanto trabajo le costaba decirlo y pedirlo.
-Leí sobre mas trasformaciones con alas de insecto, pero era alas de abejas, libélulas y cosas así. No me servían de mucho – asintió pues cuando buscó sobre su transformación más a fondo las encontró, más el tipo de alas que poseían no le servían de nada, ni siquiera se movían igual ni estaban formadas de la misma forma- ¿Polvo? Si, a veces por las mañanas tengo que sacudir mi cama por culpa de eso, a veces también lo suelto simplemente al andar…- había sido al principio un poco confuso sobre de donde salía, ya que los primeros, apenas si tocaba sus alas por temor a dañarlas. El polvo se le quedaba incluso pegado en los dedos en ocasiones cuando lo hacía. Escuchar tan claramente todo lo importante que era ese polvillo que soltaba le puso un poco inquieta y expectante a la vez. ¿Estar soltando polvo de ese todo el tiempo no era insano entonces? Sería como estar quitando constantemente la protección natural de sus alas que las protege por un lado y la estabilizaría a ella, de saber volar. Aunque a juzgar por sus palabras, era un bien necesario. Se quedó pensativa por un instante, mirándolo atentamente antes de responder con suavidad, pero muy atenta a la charla.
-Entonces algo parecido a como cuando algunos reptiles mudan la piel vieja por una nueva. Yo tengo que deshacerme del polvo viejo para que el nuevo pueda surgir, algo así ¿no? –asintió entendiendo. Si pensaba en el polvo ya no como una muda de piel de un reptil, sino como en parte de su propia piel, le veía mucho más sentido. Cuando ella se había quemado por el sol en el pasado, cosas que gracias a la suerte había ocurrido contadas ocasiones, la piel se le rosaba y luego se le despelleja, mostrando bajo aquellos pellejitos una nueva piel, otra vez sana y de su color original. En ese momento ella se había ayudado sanearse la piel con más baños de los que ya tomaba de serie, pues la sensación le desagradaba y aún más el pensamiento de que lo ordese la tocasen por curiosidad. Tal vez su ala también necesitaba esa ayuda para sanearse de las descamaciones.
Sus ojos se posaron de nuevo en el cepillo y el bote que anteriormente Vac había puesto frente a ella, viéndolos con una nueva luz de comprensión.
-Entiendo entonces que ese cepillo y eso que contiene ese bote sirve para cepillarse las alas – no era una pregunta en si más bien era una afirmación para sí misma, viendo interesada el cepillo, pues con lo frágil que parecían sus alas no se imaginaba un cepillo lo suficiente adecuado para usarlo en estas sin dañarlas. Dudo por un instante, posando sus ojos en Vac, antes de pasar unos de sus dedos por las hebras de este. No era desagradable al tacto- Nunca habría pensado que cepillarse las alas fuese una forma de cuidarlas, como se ven tan frágiles, incluso tocarlas a veces me ponía nerviosa- aceptó mirando más y más curiosa por momentos ambos objetos. Había sentido tanta preocupación por el estado de sus alas que ver que había un método tan sencillo de cuidarlas le aliviaba enormemente. No fue capaz de frenar sus preguntas ahora, con un breve rastro de emoción en su voz. Pelusa no sería ella sino se emocionase cuando aprendía cosas nuevas, parecía por primera vez en toda la charla, una niña.
- ¿Qué tiene el bote? ¿Cómo se usan ambas cosas exactamente? No parece que se posible hacerlo uno mismo alcanzando toda la superficie de las alas con las manos. -estiro un poco su brazo intentando alcanzar su espalda desde varios puntos. No era posible- Yo no puedo ¿cómo lo haces tú? ¿alguien te ayuda? - pregunto suavemente observando atentamente con sus ojos lavandas al hado.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
11/10/19, 08:40 pm
- Ssssssi bueno, no es que quiera ser un borracho...n-no es que sea malo serlo, supongo...sssolo que creo que evitare la taberna por ahora, ni siquiera tengo trabajo aun... - La habilidad social del basilisco era tan sinuosa como las "S" o las serpientes al moverse. Y lo peor de todo era que sin querer, el mismo no paraba de recordarse que debía de ir a ver a Giz en algún momento. Y el mismo, de nuevo, lo aplazaba. Era el ejemplo más claro de cómo auto sabotearse.
Cuando Ariven le dio la mano, la estrecho cuidando sus garras y de no mirar a nadie a la cara. Estuvo tentando en preguntar qué tan natural era hacer el idiota para todos, pero muy en el fondo las lecciones de leer el ambiente daban resultados suficientes para evitar que preguntara eso. Además la otra parte si le intereso y trajo a su mente lo que les habían dicho al entrar en su nuevo hogar.
- Suenan como si conocieran a versiones mas...madu...no, no, más desarrolladas de nosotros. ¿Los basiliscos somos guerreros? ¿ Esas personas también vivían en la Sede? - Le preocupaba sobre todo por los brujos, que al final tuvieran que mudarse a algun otro lado. Pero era más sencillo atraer la respuesta si fingía que se interesaba por otros como el mismo. - L-Lo siento, es solo que no he hablado con muchos mas...eh...¿veteranos? asssi que aun sigo un poco perdido aquí, aparte de saber lo que sssoy
Cuando Ariven le dio la mano, la estrecho cuidando sus garras y de no mirar a nadie a la cara. Estuvo tentando en preguntar qué tan natural era hacer el idiota para todos, pero muy en el fondo las lecciones de leer el ambiente daban resultados suficientes para evitar que preguntara eso. Además la otra parte si le intereso y trajo a su mente lo que les habían dicho al entrar en su nuevo hogar.
- Suenan como si conocieran a versiones mas...madu...no, no, más desarrolladas de nosotros. ¿Los basiliscos somos guerreros? ¿ Esas personas también vivían en la Sede? - Le preocupaba sobre todo por los brujos, que al final tuvieran que mudarse a algun otro lado. Pero era más sencillo atraer la respuesta si fingía que se interesaba por otros como el mismo. - L-Lo siento, es solo que no he hablado con muchos mas...eh...¿veteranos? asssi que aun sigo un poco perdido aquí, aparte de saber lo que sssoy
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
17/10/19, 07:55 pm
Eitne se llevó las manos al pecho y aplaudió de forma modesta un par de veces a la vez que sonreía. Si hacían lo que Adru decía y los mayores les decían que sí, ¡Nime y él tendrían conejos! Los animalitos eran tan pequeñitos que al niño no se le pasó por la cabeza que fueran a recibir un no por respuesta. De ahí que, cuando Vanyme les dijo que no podían tener hijos, arrugó la cara con cierta tristeza.
—Jo…
Por suerte había un Señor Giz que podía ayudarles. O también….
—¿Y si vamos nosotros a por unos? —le preguntó a Nime y a Adru—. ¡Una aventura para cazar conejos! Pero no nos los podemos comer, porfi. —Se giró de nuevo a Vanyme y añadió—. ¿Sabes cazar? ¡Podrías venir con nosotros!
Lo siguiente lo dijo exclusivamente para el ulterano:
—Pero antes tendríamos que convencer a los mayores, que a veces se enfadan si hacemos cosas un poco peligrosas... ¿Nos ayudas?
Eitne esperaba que su aura funcionase en ese instante, le haría mucha ilusión que Vanyme les echara un cable. Al fin y al cabo era un efecto que no podía apagar durante el día y el niño no era consciente de las verdaderas implicaciones que tenía manipular a la gente.
—Jo…
Por suerte había un Señor Giz que podía ayudarles. O también….
—¿Y si vamos nosotros a por unos? —le preguntó a Nime y a Adru—. ¡Una aventura para cazar conejos! Pero no nos los podemos comer, porfi. —Se giró de nuevo a Vanyme y añadió—. ¿Sabes cazar? ¡Podrías venir con nosotros!
Lo siguiente lo dijo exclusivamente para el ulterano:
—Pero antes tendríamos que convencer a los mayores, que a veces se enfadan si hacemos cosas un poco peligrosas... ¿Nos ayudas?
Eitne esperaba que su aura funcionase en ese instante, le haría mucha ilusión que Vanyme les echara un cable. Al fin y al cabo era un efecto que no podía apagar durante el día y el niño no era consciente de las verdaderas implicaciones que tenía manipular a la gente.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
20/10/19, 09:50 pm
La respuesta de Adru le dio esperanzas a la niña. No le había dicho ni que sí ni que no, solo que lo intentarían, pero eso bastaba para que tuviese una oportunidad. Miró al ulterano fijamente hasta que confesó que no podían quedarse con los hijos de sus conejos porque no iban a tener. Nime se desinfló, pero saber que podían encontrarlos en estado salvaje por los mundos vinculados hizo que se le pasara rápido el chasco. Enseguida estuvo coreando a Eitne:
—¡Sí, vamos!
»Y aunque no puedas venir —añadió tras la sugerencia del daeliciano, probablemente solapándose con las palabras que este dijo después solo para Vanyme—, si nos dices cómo se cazan y cómo se cuidan… sobre todo cómo se cuidan, para que los mayores no nos digan que no los podemos tener porque no sabemos… Si nos puedes ayudar con eso seguro que nos dejan quedarnos con ellos. ¡Porfa! Podemos hacerte el favor que quieras a cambio.
La niña se había dejado llevar por la amabilidad de Vanyme y no se le ocurría pensar que estaban siendo muy insistentes. Tampoco que no tenían mucho que dar a cambio de su ayuda.
—¡Sí, vamos!
»Y aunque no puedas venir —añadió tras la sugerencia del daeliciano, probablemente solapándose con las palabras que este dijo después solo para Vanyme—, si nos dices cómo se cazan y cómo se cuidan… sobre todo cómo se cuidan, para que los mayores no nos digan que no los podemos tener porque no sabemos… Si nos puedes ayudar con eso seguro que nos dejan quedarnos con ellos. ¡Porfa! Podemos hacerte el favor que quieras a cambio.
La niña se había dejado llevar por la amabilidad de Vanyme y no se le ocurría pensar que estaban siendo muy insistentes. Tampoco que no tenían mucho que dar a cambio de su ayuda.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
21/10/19, 04:27 am
-Lo de la poción también es buena idea, y más discreta -respondió Rena con una sonrisa maliciosa.
No pensaba en serio en drogar a los enanos, pero fantasear con ello era un placer infravalorado. Por suerte en ese momento se estaban portando genial, todos entretenidos con una cosa y otra.
Se limpió el azúcar glass de la mano y se sirvió una taza de chocolate caliente. Las tortitas tenían muy buena pinta pero necesitaba ambas manos para comerlas, así que se había limitado a los bollos y pasteles. Las berlinesas y los donuts eran sus preferidos, muy parecidos a los dulces de su pueblo, y el chocolate había sido todo un descubrimiento. Mucho mejor que el café, incluso con la leche condensada.
Milo le contó su visita a la torre de magia y esa obsesión de la ciudad a hacer las cosas jodidamente altas. Al oír lo de la magia sin hechizos abrió mucho los ojos y sintió un pequeño pinchazo en el pecho.
-¡No me jodas! ¿Y cómo funciona eso? ¿Va con aparatos o algo así? He visto a peña usar chismes mágicos.
No se le escapó la marcha de Rox con uno de los empleados.
-Mira quién se va a la zona VIP -le comentó a Milo. No pudo darle un cozado porque le faltaba el brazo más cercano a su amigo. Tampoco pudo hacer ninguna coña sobre si el terrícola habría o no contratado sus servicios porque ni se le pasó por la cabeza. Hasta en el mundo ficticio de las bromas eran demasiado pobres para eso.
Zedrig saludó a Rox con una seca reverencia. No sonrió, ni siquiera por educación, por el simple hecho de que fuera del trabajo no lo hacía si no le salía natural. Se encaminó hacia las escaleras con la bandeja en las manos esperando que el cambiante lo siguiera. Caminaba con elegancia y seguridad a pesar de estar cargado.
-Aún no hemos terminado de instalar el ascensor, así que hay que subir escaleras -explicó.
Las escaleras tenían aspecto antiguo pero estaban hechizadas para que no crujieran al pisarlas. Las luces se iban encendiendo a su paso. Allí el olor del incienso era menos intenso y se detectaban otros más cotidianos como flores frescas, cera de suelo o jabón. En la balconada interior había ropa tendida, como siempre cuando no tenían clientes. El silencio era casi absoluto.
El dormitorio de Mephis estaba marcado con una rosa blanca en la puerta. Zedrig hizo malabares con la bandeja para sujetarla con una sola mano y dió dos toques en la madera con la otra. La puerta se abrió.
Entrar en la habitación era casi como entrar en un mundo distinto. La decoración, un sueño de celeste y brocados dorados, no tenía nada que ver con la estética del resto del burdel. En primer plano tenían una enorme cama con dosel atestada de cojines de plumas y entre ellos una niña menuda y pálida de aspecto frágil, vestida con un vestido blanco con cuello de bebé, botones de nácar y mangas abullonadas. Tenía el pelo completamente blanco, en bucles que le enmarcaban la carita de muñeca, y un par de ojos azules enormes cuya mirada desentonaba por completo con la imagen infantil y dulce que había tomado su cuerpo. A un lado y otro de la cama había ramos y ramos de rosas de todos los colores que llenaban varias mesas supletorias y perfumaban toda la habitación.
-Te he traído la merienda -dijo Zedrig. Las preguntas sobre su estado se las haría a través del canal telepático que compartían. -Y ha venido a verte el nuevo cambiante. Se llama Rox. Dijo que quería conocerte.
Mephis tenía varias paletas de maquillaje repartidas sobre el colchón y un espejo de carey que había usado para espiar a los invitados del salón. Recogió sus pinturas con cuidado para dejar espacio a la bandeja, fingiendo que la nueva visita no le causaba el menor interés.
-Acércale una silla, Zedrig, para que pueda sentarse.
El nublino asintió. Dejó la bandeja sobre la cama y fue a por una de las sillas que rodeaban la mesa de café, que más bien podía considerarse un sillón. En cuanto Rox hubo tomado asiento él se acurrucó junto a su amiga en la cama.
Mephis se tomó un par de minutos para servirse el té antes de decir nada. Por supuesto no había nada en su aspecto que denotase debilidad, era una perfecta muñeca de porcelana y sus movimientos eran medidos y elegantes. Había tenido tiempo de sobra para estudiar al otro cambiante desde su espejo, por lo que no necesitaba hacerlo en ese momento, y tenía el recuerdo de su aspecto como cosechado por lo que había podido apreciar los sutiles cambios en su aspecto.
-¿Por qué querías verme, Rox?
Podía imaginar la respuesta, pero de alguna manera tenía que darle pie al novato para que hablase.
Abajo en la sala las conversaciones continuaban.
Wheem se encogió de hombros. Ariven fue la que respondió:
-Tampoco hace falta que tengas prisa en encontrar trabajo. ¿Vivís en la Sede, verdad? Tenéis cama y comida gratis de manera indefinida, sin tener que mataros con nadie, aprovéchalo. Tómate unas buenas vacaciones, lleva tiempo acostumbrarse a este manicomio y más si tienes cambios físicos.
Ariven había necesitado bastante más tiempo que sus compañeros para acostumbrarse a su transformación. Estar ‘’incompleta’’, el sentimiento de inferioridad, todo había pesado mucho sobre ella. En cierta manera el trabajo en el burdel la había ayudado a recuperar el poder sobre sí misma y a aceptar el cuerpo que le había dado la Luna Roja, o más bien el fragmento de ella.
-Tuve un cliente basilisco hace mucho tiempo pero solo vino una vez y jamás le volví a ver el pelo, pero hay muchos libros de historia de la ciudad donde puedes leer sobre ellos.
-También hay diarios y memorias. Es más fácil encontrar de esos que no estén adornados. Ya sabes, la gente en esta ciudad tiende un poco al melodrama -añadió Wheem.
Vanyme trató de mantener la sonrisa amable, pero no pudo evitar que se tiñese de amargura.
-Debería, pero perdí a mi tribu antede pods er aprender.
Vanyme había nacido en una tribu nómada. Las primeras tareas que se enseñaban a los niños eran de construcción, limpieza y mantenimiento del campamento y más adelante se añadía recolección de alimentos. El terra tendría que haber aprendido a cazar el mismo año en el que fue capturado y su familia exterminada. Cuando Eitne habló sólo para él, incluso con sus encantos acabó negando con la cabeza.
-Al señor Cain tampoco le gusta que haga cosas peligrosas, no sé si me dejaría ir. Lo siento.
Vivia, que había notado el cambio en la expresión de su amigo, se acercó y le tomó la mano.
-Seguro que si te acompaña alguien de confianza el jefe te deja. Podrían ir Jau o dama Circe, ellos sí saben cazar -dijo, y le sonrió para darle ánimos.
Vanyme le apretó la mano con suavidad para darle las gracias. Aunque no pareciera mucho de verdad lo apreciaba. Intentó recuperar un tono más alegre para responder a los niños:
-Hagamos una cosa: Podéis venir de vez en cuando a ver a los conejitos y así pos puedo ir explicando cómo se cuidan, porque son muchas cosas para decirlas todas de golpe. A cambio solo tenéis que ayudarme con los nombres y prometerme que os portaréis muy muy bien para que cuando podamos ir a cazar vuestros hermanos mayores no puedan poner ninguna pega.
-Me parece muy buen trato. Yo lo aceptaría -dijo Vivia, sonriendo a los niños.
No pensaba en serio en drogar a los enanos, pero fantasear con ello era un placer infravalorado. Por suerte en ese momento se estaban portando genial, todos entretenidos con una cosa y otra.
Se limpió el azúcar glass de la mano y se sirvió una taza de chocolate caliente. Las tortitas tenían muy buena pinta pero necesitaba ambas manos para comerlas, así que se había limitado a los bollos y pasteles. Las berlinesas y los donuts eran sus preferidos, muy parecidos a los dulces de su pueblo, y el chocolate había sido todo un descubrimiento. Mucho mejor que el café, incluso con la leche condensada.
Milo le contó su visita a la torre de magia y esa obsesión de la ciudad a hacer las cosas jodidamente altas. Al oír lo de la magia sin hechizos abrió mucho los ojos y sintió un pequeño pinchazo en el pecho.
-¡No me jodas! ¿Y cómo funciona eso? ¿Va con aparatos o algo así? He visto a peña usar chismes mágicos.
No se le escapó la marcha de Rox con uno de los empleados.
-Mira quién se va a la zona VIP -le comentó a Milo. No pudo darle un cozado porque le faltaba el brazo más cercano a su amigo. Tampoco pudo hacer ninguna coña sobre si el terrícola habría o no contratado sus servicios porque ni se le pasó por la cabeza. Hasta en el mundo ficticio de las bromas eran demasiado pobres para eso.
Zedrig saludó a Rox con una seca reverencia. No sonrió, ni siquiera por educación, por el simple hecho de que fuera del trabajo no lo hacía si no le salía natural. Se encaminó hacia las escaleras con la bandeja en las manos esperando que el cambiante lo siguiera. Caminaba con elegancia y seguridad a pesar de estar cargado.
-Aún no hemos terminado de instalar el ascensor, así que hay que subir escaleras -explicó.
Las escaleras tenían aspecto antiguo pero estaban hechizadas para que no crujieran al pisarlas. Las luces se iban encendiendo a su paso. Allí el olor del incienso era menos intenso y se detectaban otros más cotidianos como flores frescas, cera de suelo o jabón. En la balconada interior había ropa tendida, como siempre cuando no tenían clientes. El silencio era casi absoluto.
El dormitorio de Mephis estaba marcado con una rosa blanca en la puerta. Zedrig hizo malabares con la bandeja para sujetarla con una sola mano y dió dos toques en la madera con la otra. La puerta se abrió.
Entrar en la habitación era casi como entrar en un mundo distinto. La decoración, un sueño de celeste y brocados dorados, no tenía nada que ver con la estética del resto del burdel. En primer plano tenían una enorme cama con dosel atestada de cojines de plumas y entre ellos una niña menuda y pálida de aspecto frágil, vestida con un vestido blanco con cuello de bebé, botones de nácar y mangas abullonadas. Tenía el pelo completamente blanco, en bucles que le enmarcaban la carita de muñeca, y un par de ojos azules enormes cuya mirada desentonaba por completo con la imagen infantil y dulce que había tomado su cuerpo. A un lado y otro de la cama había ramos y ramos de rosas de todos los colores que llenaban varias mesas supletorias y perfumaban toda la habitación.
-Te he traído la merienda -dijo Zedrig. Las preguntas sobre su estado se las haría a través del canal telepático que compartían. -Y ha venido a verte el nuevo cambiante. Se llama Rox. Dijo que quería conocerte.
Mephis tenía varias paletas de maquillaje repartidas sobre el colchón y un espejo de carey que había usado para espiar a los invitados del salón. Recogió sus pinturas con cuidado para dejar espacio a la bandeja, fingiendo que la nueva visita no le causaba el menor interés.
-Acércale una silla, Zedrig, para que pueda sentarse.
El nublino asintió. Dejó la bandeja sobre la cama y fue a por una de las sillas que rodeaban la mesa de café, que más bien podía considerarse un sillón. En cuanto Rox hubo tomado asiento él se acurrucó junto a su amiga en la cama.
Mephis se tomó un par de minutos para servirse el té antes de decir nada. Por supuesto no había nada en su aspecto que denotase debilidad, era una perfecta muñeca de porcelana y sus movimientos eran medidos y elegantes. Había tenido tiempo de sobra para estudiar al otro cambiante desde su espejo, por lo que no necesitaba hacerlo en ese momento, y tenía el recuerdo de su aspecto como cosechado por lo que había podido apreciar los sutiles cambios en su aspecto.
-¿Por qué querías verme, Rox?
Podía imaginar la respuesta, pero de alguna manera tenía que darle pie al novato para que hablase.
Abajo en la sala las conversaciones continuaban.
Wheem se encogió de hombros. Ariven fue la que respondió:
-Tampoco hace falta que tengas prisa en encontrar trabajo. ¿Vivís en la Sede, verdad? Tenéis cama y comida gratis de manera indefinida, sin tener que mataros con nadie, aprovéchalo. Tómate unas buenas vacaciones, lleva tiempo acostumbrarse a este manicomio y más si tienes cambios físicos.
Ariven había necesitado bastante más tiempo que sus compañeros para acostumbrarse a su transformación. Estar ‘’incompleta’’, el sentimiento de inferioridad, todo había pesado mucho sobre ella. En cierta manera el trabajo en el burdel la había ayudado a recuperar el poder sobre sí misma y a aceptar el cuerpo que le había dado la Luna Roja, o más bien el fragmento de ella.
-Tuve un cliente basilisco hace mucho tiempo pero solo vino una vez y jamás le volví a ver el pelo, pero hay muchos libros de historia de la ciudad donde puedes leer sobre ellos.
-También hay diarios y memorias. Es más fácil encontrar de esos que no estén adornados. Ya sabes, la gente en esta ciudad tiende un poco al melodrama -añadió Wheem.
Vanyme trató de mantener la sonrisa amable, pero no pudo evitar que se tiñese de amargura.
-Debería, pero perdí a mi tribu antede pods er aprender.
Vanyme había nacido en una tribu nómada. Las primeras tareas que se enseñaban a los niños eran de construcción, limpieza y mantenimiento del campamento y más adelante se añadía recolección de alimentos. El terra tendría que haber aprendido a cazar el mismo año en el que fue capturado y su familia exterminada. Cuando Eitne habló sólo para él, incluso con sus encantos acabó negando con la cabeza.
-Al señor Cain tampoco le gusta que haga cosas peligrosas, no sé si me dejaría ir. Lo siento.
Vivia, que había notado el cambio en la expresión de su amigo, se acercó y le tomó la mano.
-Seguro que si te acompaña alguien de confianza el jefe te deja. Podrían ir Jau o dama Circe, ellos sí saben cazar -dijo, y le sonrió para darle ánimos.
Vanyme le apretó la mano con suavidad para darle las gracias. Aunque no pareciera mucho de verdad lo apreciaba. Intentó recuperar un tono más alegre para responder a los niños:
-Hagamos una cosa: Podéis venir de vez en cuando a ver a los conejitos y así pos puedo ir explicando cómo se cuidan, porque son muchas cosas para decirlas todas de golpe. A cambio solo tenéis que ayudarme con los nombres y prometerme que os portaréis muy muy bien para que cuando podamos ir a cazar vuestros hermanos mayores no puedan poner ninguna pega.
-Me parece muy buen trato. Yo lo aceptaría -dijo Vivia, sonriendo a los niños.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
21/10/19, 07:53 pm
El nerviosismo de Rox creció con cada paso y cada escalón que tomaba. Estaba claro que Zedrig no era ni la mitad de dicharachero que el resto de sus compañeros de trabajo, y el pelirrosa no era tan tonto como para forzar una conversación durante el camino al cuarto de Mephis. Se guardó la lengua, aplacando malamente el cosquilleo de su estómago a base de distraerse con el interior del edificio y su decoración, aunque este no hiciera más que aumentar según dejaban las voces detrás. Hizo ademán de ayudar al nublino con la bandeja cuando este fue a abrir la puerta, pero pareció apañarselas bastante bien como para que su acción quedase en un mero intento.
El interior del cuarto no tenía nada que ver con todo lo anterior, lo cual le hizo preguntarse si pasaría lo mismo con las demás habitaciones, si cada una tendría su propia temática. Tampoco es que se hubiera detenido demasiado en los detalles, ya que la figura que reposaba en la cama captó rápidamente su atención. Si aquella era Mephis estaba muy lejos de ser como la imaginaba. No se mostraba como una mujer madura y voluptuosa -aunque pudiera serlo- tal como encajaba en su imagen de un burdel, sino como una niña pequeña, una suerte de muñeca de porcelana viviente. Los hilos de la nuca se le erizaron en un escalofrío antes de entrar, conteniendo sus ganas de dar media vuelta e irse por donde había venido. Pasaban demasiadas cosas por su cabeza y debía controlarlas antes de delatarse o verse como un maleducado. Zedrig habló, mencionando su nombre y salvándole de cualquier expresión que pudiera haber puesto involuntariamente, a lo que respondió con una pequeña inclinación de cabeza. Asimismo pasó una mano por su nuca para reajustar los hilos, procurando que el gesto se viera natural. Finalmente se atrevió a hablar.
—Espera, te echo una mano... —el mueble no debía pesar mucho, pero se quedaba más tranquilo ayudando que esperando sin hacer nada. En cuanto se sentó hizo otra reverencia de medio cuerpo, esta vez más elavorada. No podía competir con la elegancia de la cambiante, pero tampoco quería quedarse atrás en modales—. Un placer, Mephis.
La pregunta de la chica no se hizo de esperar, y Rox tampoco tardó en responder. En cierto modo agradecía que hubiese sido tan directa.
—Quería conocer a otros cambiantes. Tú eres la primera que conozco —sonrió ligeramente, algo avergonzado y aún nervioso. Seguía costándole mirarla a los ojos—. Soy muy nuevo en esto y... y estoy un poco perdido. Las transformaciones de mis amigos no tienen nada que ver con la mía.
No estaba en sus planes ser abrasivo, pero tampoco quería dejar sus intenciones en el aire para que Mephis las interpretase. Aquello se le antojaría hasta de peor gusto. Seguía siendo un cachorro en busca de ayuda, pero con un empujón más de valor se sinceró de mejor manera.
—He leído sobre nuestra transformación pero hay cosas que no me atrevo a hacer, tampoco sé cuales son los límites de mi cuerpo y... no sé. ¿Fue difícil para ti?
Rox podría preguntarle de todo: como fueron sus primeros días de transformada, cuanto tardó en aprender a controlar su cuerpo y cuales fueron sus procesos de aprendizaje, si tuvo ayuda, si eso que había leído sobre cambiantes perdiendo la cabeza era verdad y como podía evitarlo, cualquier consejo..., pero no quería abordarla de golpe. Lo cierto es que ya se sentía bastante brusco de por sí subiendo a su cuarto en sus horas de descanso.
El interior del cuarto no tenía nada que ver con todo lo anterior, lo cual le hizo preguntarse si pasaría lo mismo con las demás habitaciones, si cada una tendría su propia temática. Tampoco es que se hubiera detenido demasiado en los detalles, ya que la figura que reposaba en la cama captó rápidamente su atención. Si aquella era Mephis estaba muy lejos de ser como la imaginaba. No se mostraba como una mujer madura y voluptuosa -aunque pudiera serlo- tal como encajaba en su imagen de un burdel, sino como una niña pequeña, una suerte de muñeca de porcelana viviente. Los hilos de la nuca se le erizaron en un escalofrío antes de entrar, conteniendo sus ganas de dar media vuelta e irse por donde había venido. Pasaban demasiadas cosas por su cabeza y debía controlarlas antes de delatarse o verse como un maleducado. Zedrig habló, mencionando su nombre y salvándole de cualquier expresión que pudiera haber puesto involuntariamente, a lo que respondió con una pequeña inclinación de cabeza. Asimismo pasó una mano por su nuca para reajustar los hilos, procurando que el gesto se viera natural. Finalmente se atrevió a hablar.
—Espera, te echo una mano... —el mueble no debía pesar mucho, pero se quedaba más tranquilo ayudando que esperando sin hacer nada. En cuanto se sentó hizo otra reverencia de medio cuerpo, esta vez más elavorada. No podía competir con la elegancia de la cambiante, pero tampoco quería quedarse atrás en modales—. Un placer, Mephis.
La pregunta de la chica no se hizo de esperar, y Rox tampoco tardó en responder. En cierto modo agradecía que hubiese sido tan directa.
—Quería conocer a otros cambiantes. Tú eres la primera que conozco —sonrió ligeramente, algo avergonzado y aún nervioso. Seguía costándole mirarla a los ojos—. Soy muy nuevo en esto y... y estoy un poco perdido. Las transformaciones de mis amigos no tienen nada que ver con la mía.
No estaba en sus planes ser abrasivo, pero tampoco quería dejar sus intenciones en el aire para que Mephis las interpretase. Aquello se le antojaría hasta de peor gusto. Seguía siendo un cachorro en busca de ayuda, pero con un empujón más de valor se sinceró de mejor manera.
—He leído sobre nuestra transformación pero hay cosas que no me atrevo a hacer, tampoco sé cuales son los límites de mi cuerpo y... no sé. ¿Fue difícil para ti?
Rox podría preguntarle de todo: como fueron sus primeros días de transformada, cuanto tardó en aprender a controlar su cuerpo y cuales fueron sus procesos de aprendizaje, si tuvo ayuda, si eso que había leído sobre cambiantes perdiendo la cabeza era verdad y como podía evitarlo, cualquier consejo..., pero no quería abordarla de golpe. Lo cierto es que ya se sentía bastante brusco de por sí subiendo a su cuarto en sus horas de descanso.
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
27/10/19, 02:47 am
La respuesta de Vanyme captó su interés, tanto por la existencia de un tal señor Giz que podía hacer que los conejos no tuviesen crías como por la posibilidad de realizar una excursión para buscar sus propios mini gamusinos en algún mundo vinculado. Sabía que todavía no podían atravesar portales sin la compañía de alguien que llevase más tiempo transformado pero lo cierto era que el sinhadre se moría de ganas de visitar otros mundos.
—¡Nunca me los comería! —respondió a Eitne con más ímpetu del que pretendía.
No es que lo hubiese pensado hasta ese mismo momento, pero el gamusino se dio cuenta de que no podría volver a comer conejo. Simplemente era… raro.
La idea de ir a cazar una pareja de conejos para que los niños los tuvieran en la Sede le estaba empezando a entusiasmar, no obstante, y se imaginaba a sí misma corriendo a toda velocidad para atrapar a aquellos escurridizos animales. Probablemente era más rápida que ellos ahora, pero quería comprobarlo de primera mano. Al escuchar la conversación del ulterano con la idrina, no obstante, asintió repetidas veces con expresión un tanto ida, al darse cuenta de que lo que decían tenía mucho sentido y no lo había pensado.
—Eso, eso, no es bueno precipitarse, ¿verdad? —comentó con una amplia sonrisa mientras se frotaba la nuca tratando de ocultar un pequeño deje de vergüenza. Él había estado totalmente dispuesto a precipitarse hacía tan solo unos segundos.
—¡Nunca me los comería! —respondió a Eitne con más ímpetu del que pretendía.
No es que lo hubiese pensado hasta ese mismo momento, pero el gamusino se dio cuenta de que no podría volver a comer conejo. Simplemente era… raro.
La idea de ir a cazar una pareja de conejos para que los niños los tuvieran en la Sede le estaba empezando a entusiasmar, no obstante, y se imaginaba a sí misma corriendo a toda velocidad para atrapar a aquellos escurridizos animales. Probablemente era más rápida que ellos ahora, pero quería comprobarlo de primera mano. Al escuchar la conversación del ulterano con la idrina, no obstante, asintió repetidas veces con expresión un tanto ida, al darse cuenta de que lo que decían tenía mucho sentido y no lo había pensado.
—Eso, eso, no es bueno precipitarse, ¿verdad? —comentó con una amplia sonrisa mientras se frotaba la nuca tratando de ocultar un pequeño deje de vergüenza. Él había estado totalmente dispuesto a precipitarse hacía tan solo unos segundos.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
30/10/19, 01:07 pm
-Entonces seguís juntos, me alegro mucho- dijo suspirando como si eso fuera una prueba de que ellos también lo estarían- Más gente de letargooo que guay- Fue entonces cuando se dio cuenta que eran muy pocos para un torreón, quizás su cosecha fue más escasa- ¿Y siempre ha sido un burdel?
Miro a Jau sonriente que había entrado en la conversación, pero el gesto del rostro de guille cambio cuando, dijo los que quedaban con vida.
Guille miro a su alrededor podía ver la alegría de ver a sus amigos hablando, jugando y pasándoselo bien. Guillermo disfrutaba mucho las fiestas y esta reunión lo parecía mucho. No podía imaginar cómo sería perder a más gente, perderlos. Aunque fuera un Rocavarancolia fuese horrible y monstruosa gracias a ella había encontrado a sus amigos, por lo que, aunque quisiera con todo su corazón odiarla no podía, pero Rovarancolia igual que daba quitaba.
-ME APUNTOOOO A LA CAZA DE CONEJOS CAMARADA EITNE- dijo cuando escucho los planes de Eitne, para cambiar de tema. Mientras se quedaba esperando que los mayores dieran el visto bueno, se acercó a Cain de nuevo y le miro :
- ¿Me presentas a tus amigos interplanarios? - dijo con total confianza de que todos los monstruos que invocaba Caín eran maravillosos amigos.
Miro a Jau sonriente que había entrado en la conversación, pero el gesto del rostro de guille cambio cuando, dijo los que quedaban con vida.
Guille miro a su alrededor podía ver la alegría de ver a sus amigos hablando, jugando y pasándoselo bien. Guillermo disfrutaba mucho las fiestas y esta reunión lo parecía mucho. No podía imaginar cómo sería perder a más gente, perderlos. Aunque fuera un Rocavarancolia fuese horrible y monstruosa gracias a ella había encontrado a sus amigos, por lo que, aunque quisiera con todo su corazón odiarla no podía, pero Rovarancolia igual que daba quitaba.
-ME APUNTOOOO A LA CAZA DE CONEJOS CAMARADA EITNE- dijo cuando escucho los planes de Eitne, para cambiar de tema. Mientras se quedaba esperando que los mayores dieran el visto bueno, se acercó a Cain de nuevo y le miro :
- ¿Me presentas a tus amigos interplanarios? - dijo con total confianza de que todos los monstruos que invocaba Caín eran maravillosos amigos.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- InvitadoInvitado
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
02/11/19, 01:48 am
Asiático, dedujo Mephis, como si sus rasgos no fueran lo bastante reveladores. La cambiante dudaba que el novato fuese consciente de lo mucho que le iba a ayudar la gran diversidad a la que tenía acceso su especie.
No le miró a los ojos mientras hablaba, pero se aseguró de que se notase en su lenguaje corporal que le atendía. Le dio vueltas a su té con la cucharilla y luego dio un pequeño sorbo. Como esperaba, buscaba una guía, y a la cambiante le dio una desagradable sensación de deja vu.
-Creo que nunca he visto ninguna transformación como cambiante -dijo -Quiero decir, todas son únicas pero la mayoría de las veces comparten rasgos con alguna otra, como las alas o los cuernos o los apetitos…
Mephis siempre se había enorgullecido de su transformación y lo expresaba a menudo, sin embargo podía resultar solitaria por ese detalle en concreto.
-Cuando yo me transformé no había ningún otro cambiante en la ciudad. Leí sobre los nuestros en libros de historia, pero fui la única durante muchos años. Tampoco quedaron muchos de mi grupo tras la criba…
Su grupo ya era pequeño al principio y la ciudad no tuvo piedad. Mephis no recordaba casi ninguna cara de su criba, y en cuanto la Luna Roja salió se aisló. Se abrió camino como lo hacían todos los monstruos: sin piedad, sin escrúpulos, hasta que otro monstruo la tomó bajo su protección.
-Puede ser sobrecogedor al principio pero salvo que seas un completo imbécil no deberías tener problemas. Que tengas algo de inseguridad es una buena señal.
*
-Fue un burdel hace mucho tiempo, pero estaba abandonado cuando llegamos -explicó Cain. -Lo volví a poner en marcha tiempo después de mi primera luna.
Los pequeños habían enredado a Vanyme para llevárselo de excursión. A Cain no le gustaba que el terra saliese de la ciudad, era bastante menos resuelto que Vivia, sin embargo se sentiría muy mal negándole una aventura inocente. Accedió a dejarle ir con la condición de que Jau le acompañase. Además sul olfato de tigre les sería de utilidad.
Cuando Guille se le acercó de nuevo y le pidió a sus demonios le dedicó una gran sonrisa y dijo:
-No.
No pensaba darle razones a su negativa, sencillamente estaba fuera de toda cuestión.
No le miró a los ojos mientras hablaba, pero se aseguró de que se notase en su lenguaje corporal que le atendía. Le dio vueltas a su té con la cucharilla y luego dio un pequeño sorbo. Como esperaba, buscaba una guía, y a la cambiante le dio una desagradable sensación de deja vu.
-Creo que nunca he visto ninguna transformación como cambiante -dijo -Quiero decir, todas son únicas pero la mayoría de las veces comparten rasgos con alguna otra, como las alas o los cuernos o los apetitos…
Mephis siempre se había enorgullecido de su transformación y lo expresaba a menudo, sin embargo podía resultar solitaria por ese detalle en concreto.
-Cuando yo me transformé no había ningún otro cambiante en la ciudad. Leí sobre los nuestros en libros de historia, pero fui la única durante muchos años. Tampoco quedaron muchos de mi grupo tras la criba…
Su grupo ya era pequeño al principio y la ciudad no tuvo piedad. Mephis no recordaba casi ninguna cara de su criba, y en cuanto la Luna Roja salió se aisló. Se abrió camino como lo hacían todos los monstruos: sin piedad, sin escrúpulos, hasta que otro monstruo la tomó bajo su protección.
-Puede ser sobrecogedor al principio pero salvo que seas un completo imbécil no deberías tener problemas. Que tengas algo de inseguridad es una buena señal.
*
-Fue un burdel hace mucho tiempo, pero estaba abandonado cuando llegamos -explicó Cain. -Lo volví a poner en marcha tiempo después de mi primera luna.
Los pequeños habían enredado a Vanyme para llevárselo de excursión. A Cain no le gustaba que el terra saliese de la ciudad, era bastante menos resuelto que Vivia, sin embargo se sentiría muy mal negándole una aventura inocente. Accedió a dejarle ir con la condición de que Jau le acompañase. Además sul olfato de tigre les sería de utilidad.
Cuando Guille se le acercó de nuevo y le pidió a sus demonios le dedicó una gran sonrisa y dijo:
-No.
No pensaba darle razones a su negativa, sencillamente estaba fuera de toda cuestión.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Burdel de dama Espasmo (Archivo IV)
07/11/19, 03:36 am
¿El plan estaba tomando forma? Sí. ¿Los adultos no se habían opuesto inmediatamente? También. ¿Cabía la posibilidad de que Vanyme se uniera? Cabía. Eitne se sentía como unas castañuelas en ese momento: tenían invitación al burdel, iban a aprender a cuidar a los conejitos (¡junto a Vanyme!) y se iban a preparar concienzudamente para cuando les tocara a ellos tener su propio conejo.
—¡Apuntado también, Cazador Guille! —le confirmó a su amigo la participación antes de que continuara hablando con el señor brujo Caín. Luego volvió a mirar al Vivia y Vanyme—. Nosotros también podemos protegerte. Se nos da muy bien —dijo. Y de verdad lo creía, porque en aquel momento su cabeza no pensaba en todos los que se habían muerto desde que llegaron a Letargo—. Le puedo decir a los animales que no se te suban, que no te piquen, que no te muerdan y que no te coman en general, me hacen mucho caso casi siempre. Además vamos a entrenar mucho, ¿a que sí? --preguntó a Adru y a Nime, que eran los más implicados en la conversación. Luego las señaló una por una—. Adru corre más rápido que la velocidad y Nime dispara cosas, son muy chulas las dos.
Si había algo que le gustara a Eitne más que presumir de sus nuevos dones, era presumir de sus buenos amigos. Y ahora que había puesto evidencias suficientes sobre lo capaces que eran todos, solo quedaba una pregunta:
—Podemos aceptar el trato, ¿verdad?
—¡Apuntado también, Cazador Guille! —le confirmó a su amigo la participación antes de que continuara hablando con el señor brujo Caín. Luego volvió a mirar al Vivia y Vanyme—. Nosotros también podemos protegerte. Se nos da muy bien —dijo. Y de verdad lo creía, porque en aquel momento su cabeza no pensaba en todos los que se habían muerto desde que llegaron a Letargo—. Le puedo decir a los animales que no se te suban, que no te piquen, que no te muerdan y que no te coman en general, me hacen mucho caso casi siempre. Además vamos a entrenar mucho, ¿a que sí? --preguntó a Adru y a Nime, que eran los más implicados en la conversación. Luego las señaló una por una—. Adru corre más rápido que la velocidad y Nime dispara cosas, son muy chulas las dos.
Si había algo que le gustara a Eitne más que presumir de sus nuevos dones, era presumir de sus buenos amigos. Y ahora que había puesto evidencias suficientes sobre lo capaces que eran todos, solo quedaba una pregunta:
—Podemos aceptar el trato, ¿verdad?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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