Torreón Maciel (Archivo VI)
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Leonart
Evanna
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Jack
Red
Tak
Naeryan
Yber
Alicia
Giniroryu
14 participantes
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Torreón Maciel (Archivo VI)
20/04/14, 07:13 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Archime no pudo hacer otra cosa que dejarse arrastrar hasta Maciel una vez más. Como aquella ocasión en la bahía. En realidad había más paralelismos de los que parecía a simple vista, pues en aquella ocasión también habían rescatado a Taro -aunque no solo a él- y el biomecánico también había agotado sus energías. El camino transcurrió si que el biomecánico fuese apenas consciente de lo que lo rodeaba, centrado en todo momento en controlar su respiración. No había llegado a darle un ataque de asma, pero si se sobreesforzaba sin duda le ocurriría.
Se aposentó en el sillón de siempre, todavía recuperando el aliento y habló tras Anriel.
—Debemos... curarlo... —musitó con la respiración agitada para después intentar llevar a cabo un hechizo de restauración.
No pudo. Probablemente todavía conservaba cierta reserva de energía mágica, pero el cansancio del uso continuado de hechizos exigentes fue superior a él. Se agitó ligeramente cuando recibió la palmada de Shaco y dejó en sus manos la tarea de curar al carabés mientras se recostaba en el sillón completamente agotado. Posiblemente debían repetir los sortilegios sanadores durante los próximos días para que Taro se recuperase correctamente, pero Archime les dio su visto bueno internamente a los que aplicó el humano a modo de primeros auxilios, dejando de preocuparse por aquel asunto en concreto.
—No deberías realizar... movimientos bruscos. Es preferible que... pidas ayuda para lo que necesites, por ahora —advirtió al carabés poco después cuando este hizo ademán de moverse.
Archime no pudo hacer otra cosa que dejarse arrastrar hasta Maciel una vez más. Como aquella ocasión en la bahía. En realidad había más paralelismos de los que parecía a simple vista, pues en aquella ocasión también habían rescatado a Taro -aunque no solo a él- y el biomecánico también había agotado sus energías. El camino transcurrió si que el biomecánico fuese apenas consciente de lo que lo rodeaba, centrado en todo momento en controlar su respiración. No había llegado a darle un ataque de asma, pero si se sobreesforzaba sin duda le ocurriría.
Se aposentó en el sillón de siempre, todavía recuperando el aliento y habló tras Anriel.
—Debemos... curarlo... —musitó con la respiración agitada para después intentar llevar a cabo un hechizo de restauración.
No pudo. Probablemente todavía conservaba cierta reserva de energía mágica, pero el cansancio del uso continuado de hechizos exigentes fue superior a él. Se agitó ligeramente cuando recibió la palmada de Shaco y dejó en sus manos la tarea de curar al carabés mientras se recostaba en el sillón completamente agotado. Posiblemente debían repetir los sortilegios sanadores durante los próximos días para que Taro se recuperase correctamente, pero Archime les dio su visto bueno internamente a los que aplicó el humano a modo de primeros auxilios, dejando de preocuparse por aquel asunto en concreto.
—No deberías realizar... movimientos bruscos. Es preferible que... pidas ayuda para lo que necesites, por ahora —advirtió al carabés poco después cuando este hizo ademán de moverse.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 02:21 pm
Aprendiz
El joven ruso escuchó con el rostro sombrio la respuesta de la ordesa, si pudiera haber previsto una respuesta así, se hubiera quedado corto. Lara estaba enajenada y paranoica y no en verdad estaba más preocupado por la ordesa que por la mujer-lagarto con malas pulgas.
Cuando ella terminó de hablar, alzó la mirada.
-Aun no hemos terminado aquí, Lara. No quiero...-miró a los demás, buscando aprovación.-No queremos que nadie haga algo estúpido.-contestó, frunciendo a los labios.
-No me contestaste en absoluto.-dijo, volviendo al ataque. La mirada que Taro le habia dirigido seguido de lo que le dijo parecio no afectarle.-Te pregunté por donde estaba tu límite. Tu misma lo has dicho, ¿no? No soy más que un chalado y un hijo de... Voy a imaginarme que eso que me has llamado es algo bastante insultante. Pues eso. ¿Tu prioridad entonces, no seria eliminarme a mi primero? No entiendo como puedes tolerar mi presencia, como bien dices que tanto te cuesta, pero de pronto llega una persona que no conoces de nada y decides dejar caer el mazo y ajusticiarla por crímenes que crees que cometerá.-
Intentaba probar un punto, pero no tenia mucha autoestima en sus habilidades de exposición.
-Voy a hacer que sea así. Nadie va a matar a nadie. Y si alguien tiene intenciones de hacer algo así de estúpido...-dijo, mirando tanto a Xalk como a Lara, pero luego pasando a mirar al grupo.-... Será por encima de mi. Estaré normalmente en el patio. Si alguien quiere matarme para poder seguir asesinando con libertad a más inocentes, estaré normalmente en el patio. Si no puedo haceros recobrar el sentido común, os lo meteré a golpes, con mi bõ.-
Tenia el ceño fruncido. Estaba quizás lo más serio que le habrian visto en aquellos meses y, aunque dudaba de sus propias palabras y la fuerza de ellas, genuinamente pensaba convertirse en el cabeza de turco de los problemas de otros, para que así inocentes no fueran dañados.
Se dio cuenta entonces, de que habia mencionado su bõ de nuevo y, debido a la desagradable seriedad que llevaba acarreando desde hacia minutos, intentó terminarlo en una nota postiiva, aun sabiendo que seria imposible.
-Recuperamos mi bõ de las enredaderas de Letargo.-les informó.-Y con él, han vuelto ciertos recuerdos de vosotros, de otra gente de la ciudad y eventos. Así como mios propios, de antes de venir a aquí.-añadió.-Voy a seguir buscando estos dias otros objetos mios que tengan mis recuerdos. Cualquiera es libre de ayudar, pero si tengo que ir solo, lo haré. Si algo quiero dejar claro, es que yo no pienso tolerar que esta ciudad del infierno cambie mi visión del mundo. Voy a seguir siendo estúpidamente optimista, si.-dijo, mirando a Lara.- Hay un orden para todas las cosas y esta ciudad no es ni una millonesima parte de lo que hay ahí afuera. Es tan solo un punto negro en medio de un mar de posibilidades. Vamos a sobrevivir y a progresar.-
Y, sin más, se giró y salió al patio a entrenar por primera vez en mucho tiempo.
El joven ruso escuchó con el rostro sombrio la respuesta de la ordesa, si pudiera haber previsto una respuesta así, se hubiera quedado corto. Lara estaba enajenada y paranoica y no en verdad estaba más preocupado por la ordesa que por la mujer-lagarto con malas pulgas.
Cuando ella terminó de hablar, alzó la mirada.
-Aun no hemos terminado aquí, Lara. No quiero...-miró a los demás, buscando aprovación.-No queremos que nadie haga algo estúpido.-contestó, frunciendo a los labios.
-No me contestaste en absoluto.-dijo, volviendo al ataque. La mirada que Taro le habia dirigido seguido de lo que le dijo parecio no afectarle.-Te pregunté por donde estaba tu límite. Tu misma lo has dicho, ¿no? No soy más que un chalado y un hijo de... Voy a imaginarme que eso que me has llamado es algo bastante insultante. Pues eso. ¿Tu prioridad entonces, no seria eliminarme a mi primero? No entiendo como puedes tolerar mi presencia, como bien dices que tanto te cuesta, pero de pronto llega una persona que no conoces de nada y decides dejar caer el mazo y ajusticiarla por crímenes que crees que cometerá.-
Intentaba probar un punto, pero no tenia mucha autoestima en sus habilidades de exposición.
-Voy a hacer que sea así. Nadie va a matar a nadie. Y si alguien tiene intenciones de hacer algo así de estúpido...-dijo, mirando tanto a Xalk como a Lara, pero luego pasando a mirar al grupo.-... Será por encima de mi. Estaré normalmente en el patio. Si alguien quiere matarme para poder seguir asesinando con libertad a más inocentes, estaré normalmente en el patio. Si no puedo haceros recobrar el sentido común, os lo meteré a golpes, con mi bõ.-
Tenia el ceño fruncido. Estaba quizás lo más serio que le habrian visto en aquellos meses y, aunque dudaba de sus propias palabras y la fuerza de ellas, genuinamente pensaba convertirse en el cabeza de turco de los problemas de otros, para que así inocentes no fueran dañados.
Se dio cuenta entonces, de que habia mencionado su bõ de nuevo y, debido a la desagradable seriedad que llevaba acarreando desde hacia minutos, intentó terminarlo en una nota postiiva, aun sabiendo que seria imposible.
-Recuperamos mi bõ de las enredaderas de Letargo.-les informó.-Y con él, han vuelto ciertos recuerdos de vosotros, de otra gente de la ciudad y eventos. Así como mios propios, de antes de venir a aquí.-añadió.-Voy a seguir buscando estos dias otros objetos mios que tengan mis recuerdos. Cualquiera es libre de ayudar, pero si tengo que ir solo, lo haré. Si algo quiero dejar claro, es que yo no pienso tolerar que esta ciudad del infierno cambie mi visión del mundo. Voy a seguir siendo estúpidamente optimista, si.-dijo, mirando a Lara.- Hay un orden para todas las cosas y esta ciudad no es ni una millonesima parte de lo que hay ahí afuera. Es tan solo un punto negro en medio de un mar de posibilidades. Vamos a sobrevivir y a progresar.-
Y, sin más, se giró y salió al patio a entrenar por primera vez en mucho tiempo.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 03:15 pm
Sentados uno al lado del otro en el sofá, los sinhadres guardaban silencio. Nero quería ver por donde se desarrollaban las ideas, y estaba interesado en el cambio en Lara. Resultaba menos tonta, aunque quizás excesivamente paranoica. Anriel apretó los labios cuando Shaco comentó que había recordado cosas, no quería preguntar el que. No quería saberlo.
- Me defenderé si es necesario, hasta donde sea necesario- dijo la albina con sequedad- pero tampoco voy a ir a cazar por el mero gusto de ello. La lagarta esta prevenida. A mi me vale.
- Me defenderé si es necesario, hasta donde sea necesario- dijo la albina con sequedad- pero tampoco voy a ir a cazar por el mero gusto de ello. La lagarta esta prevenida. A mi me vale.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 10:30 pm
—No te pases —advirtió al aprendiz en tono tajante—. He vivido contigo dos meses, o con el verdadero Shaco, y le he cogido cariño a esa primera personalidad. La segunda y la tercera no me gustan, pero no hay segundo ni tercer cuerpo para que tus personalidades se refugien. Además, las situaciones son totalmente distintas: Shaco me importa, la lagarta no.
Cierto que había votado soltarlo en la ciudad y encerrarlo, pero ninguna de aquellas opciones era directamente mortal y Lara no consideró que tuvieran hueco en su discurso.
—Por mí como si te quedas el patio entero para ti —le replicó ante la tontería de golpear a cualquiera que quisiera matar a nadie. <<No eres un ser divino que merezca la pena ser consultado antes de cometer un crimen. No sé qué imbécil crees que te confesaría sus intenciones para que le des una somanta de palos>>. La ordesa esbozó una sonrisa algo macabra, que no era más que un intento fútil de ocultar lo cansada que estaba, y continuó hablando—. No es necesario cruzar el patio para salir del torreón, Arza está ahí fuera —había algo de broma en sus palabras, en el sentido de que Lara jamás consideraría ir sola a por la ladrona, al menos no de momento. En cuanto Shaco salió, Lara se encargó de alzar la voz para que la oyera—. Disfruta masturbándote con tu palo.
Acto seguido dirigió la vista de nuevo al resto del grupo y añadió, señalando al patio:
—Todavía no me lo creo. Los payasos son actores de feria —y sin decir nada más, evacuó la sala también, en dirección a su rincón.
Por las escaleras, Lara gastó parte de sus reservas mágicas en un segundo hechizo de amplificación sensorial. Por su cabeza pasaban demasiadas ideas peligrosas y quería saber qué decían abajo tras su marcha, para saber si debía descartarlas o acogerse a ellas. De momento le alegraba saber que el bicho la acabaría apoyando y que Ri no tendría reparos en matarla si su vida peligraba. <<Están sordos, unos menos que otros>>. Se decía.
Cierto que había votado soltarlo en la ciudad y encerrarlo, pero ninguna de aquellas opciones era directamente mortal y Lara no consideró que tuvieran hueco en su discurso.
—Por mí como si te quedas el patio entero para ti —le replicó ante la tontería de golpear a cualquiera que quisiera matar a nadie. <<No eres un ser divino que merezca la pena ser consultado antes de cometer un crimen. No sé qué imbécil crees que te confesaría sus intenciones para que le des una somanta de palos>>. La ordesa esbozó una sonrisa algo macabra, que no era más que un intento fútil de ocultar lo cansada que estaba, y continuó hablando—. No es necesario cruzar el patio para salir del torreón, Arza está ahí fuera —había algo de broma en sus palabras, en el sentido de que Lara jamás consideraría ir sola a por la ladrona, al menos no de momento. En cuanto Shaco salió, Lara se encargó de alzar la voz para que la oyera—. Disfruta masturbándote con tu palo.
Acto seguido dirigió la vista de nuevo al resto del grupo y añadió, señalando al patio:
—Todavía no me lo creo. Los payasos son actores de feria —y sin decir nada más, evacuó la sala también, en dirección a su rincón.
Por las escaleras, Lara gastó parte de sus reservas mágicas en un segundo hechizo de amplificación sensorial. Por su cabeza pasaban demasiadas ideas peligrosas y quería saber qué decían abajo tras su marcha, para saber si debía descartarlas o acogerse a ellas. De momento le alegraba saber que el bicho la acabaría apoyando y que Ri no tendría reparos en matarla si su vida peligraba. <<Están sordos, unos menos que otros>>. Se decía.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
20/05/14, 01:04 am
Las diferentes opiniones estaban comenzando a desencadenar discusiones, que al final terminaron con la pastora marchándose. No es que lo que había pasado fuera a modificar sus planes, pero si de verdad Shaco iba a intentar impedir que salieran podría ser un problema. En cualquier caso lo primero era confirmar que tenía apoyo en lo que quería hacer.
No tardó mucho en ir a buscar a Lara, solo necesitaba que estuviera sola y que no hubiera peligro de que alguien los interrumpiera. La encontró sentada en su cama, con los saquitos de huesos al lado, costumbre que no terminaba de ver útil, pero había aprendido a no juzgar exclusivamente según su propio criterio, así que no le dio importancia.
No estaba seguro, pero le pareció que la ordesa sabía que iba a entrar allí.
-Esto... hola… ¿Podemos hablar? Es sobre el tema de las cestas.
Ahora llegaba la parte difícil, si se había equivocado y estaba en contra de su plan podría delatarlo y acabar encerrado, o algo similar. Lo mejor sería sugerirlo discretamente.*
-Verás... sobre lo de la que nos roba las cestas… yo voté por que no le hagamos nada a menos que nos de problemas- Hizo una pausa. –Pero.. ¿y si…? ya sabes… sucediera algo que hiciera que nunca nos diera problema alguno aunque planeara hacerlo en el futuro. Algo que haga que no se la vuelva a ver…
*:Entiéndase según la concepción de Xalk sobre lo que es la discreción:’D
No tardó mucho en ir a buscar a Lara, solo necesitaba que estuviera sola y que no hubiera peligro de que alguien los interrumpiera. La encontró sentada en su cama, con los saquitos de huesos al lado, costumbre que no terminaba de ver útil, pero había aprendido a no juzgar exclusivamente según su propio criterio, así que no le dio importancia.
No estaba seguro, pero le pareció que la ordesa sabía que iba a entrar allí.
-Esto... hola… ¿Podemos hablar? Es sobre el tema de las cestas.
Ahora llegaba la parte difícil, si se había equivocado y estaba en contra de su plan podría delatarlo y acabar encerrado, o algo similar. Lo mejor sería sugerirlo discretamente.*
-Verás... sobre lo de la que nos roba las cestas… yo voté por que no le hagamos nada a menos que nos de problemas- Hizo una pausa. –Pero.. ¿y si…? ya sabes… sucediera algo que hiciera que nunca nos diera problema alguno aunque planeara hacerlo en el futuro. Algo que haga que no se la vuelva a ver…
*:Entiéndase según la concepción de Xalk sobre lo que es la discreción:’D
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
20/05/14, 01:50 am
Aquella noche resultó ser de las de dormir poco y Lara acabó sentada sobre la cama, con los saquitos de huesos de Rica y Randa frente a ella. Estaba concentrada, repitiendo menalmente mensajes de fuerza para sí misma, cuando unos pasos llamaron su atención. Lara enfocó las orejas a la puerta y clavó la vista en ella. Por el sonido de las pisadas tenía más o menos claro quién era, aunque no tanto sus intenciones, y aún así Lara suspiró aliviada cuando la vista le aseguró la información que le había dado el oído.
Xalk se acercó a su cama y lo que le dijo fue... interesante, como mínimo.
—Shhhh —siseó, con el dedo índice sobre la boca, y añadió en voz bajita—. Vamos primero a dónde no nos oigan.
La ordesa bajó de la cama con cuidado de que el colchón no sonara demasiado y echó a andar con pies de plomo hasta la armería. No respondió a Xalkoth hasta que no estuvo lo más al fondo que pudo.
—¿Y qué es lo que sugieres que... bueno, ya sabes... que suceda? —A pesar de haberse retirado de donde estaba todo el mundo, Lara seguía hablando en un hilillo de voz—. Si solo somos nosotros dos, debemos montarnos un buen plan. Fracasar no nos vale, que aquí nos lo estamos jugando todo.
A pesar de lo mal que lo había pasado durante el día, en aquellos momentos Lara sentía un calorcillo en el pecho. La sensación agradable de que las cosas parecían marchar entre las sombras.
Xalk se acercó a su cama y lo que le dijo fue... interesante, como mínimo.
—Shhhh —siseó, con el dedo índice sobre la boca, y añadió en voz bajita—. Vamos primero a dónde no nos oigan.
La ordesa bajó de la cama con cuidado de que el colchón no sonara demasiado y echó a andar con pies de plomo hasta la armería. No respondió a Xalkoth hasta que no estuvo lo más al fondo que pudo.
—¿Y qué es lo que sugieres que... bueno, ya sabes... que suceda? —A pesar de haberse retirado de donde estaba todo el mundo, Lara seguía hablando en un hilillo de voz—. Si solo somos nosotros dos, debemos montarnos un buen plan. Fracasar no nos vale, que aquí nos lo estamos jugando todo.
A pesar de lo mal que lo había pasado durante el día, en aquellos momentos Lara sentía un calorcillo en el pecho. La sensación agradable de que las cosas parecían marchar entre las sombras.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
21/05/14, 11:30 pm
-Sí, lo sé- Respondió susurrando a cerca de lo de montarse un buen plan. -Aun si somos dos contra uno no tiene por qué salir bien. Descuida, tenemos tiempo. Recuerda que vamos a pillar las cestas antes de que lleguen a la plaza. Pasará un tiempo antes de que se le ocurra un modo de obtenerlas. Tenemos ese tiempo para organizarnos.
Paro un momento. Él no tenía problema alguno con lo que iba a hacer, pero sabía que Lara no venía de un mundo como el suyo. Aun si ahora pensaba igual, estaba arrastrándola a algo en lo que probablemente no debería meterla.
“No pasará nada. Es su decisión. Yo no la obligo a nada.
Con esos pensamientos Xalkoth eliminó sus dudas.
-Lo que hoy quiero saber es… ¿me ayudarías a hacerlo? No creo que pueda solo.
Paro un momento. Él no tenía problema alguno con lo que iba a hacer, pero sabía que Lara no venía de un mundo como el suyo. Aun si ahora pensaba igual, estaba arrastrándola a algo en lo que probablemente no debería meterla.
“No pasará nada. Es su decisión. Yo no la obligo a nada.
Con esos pensamientos Xalkoth eliminó sus dudas.
-Lo que hoy quiero saber es… ¿me ayudarías a hacerlo? No creo que pueda solo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
22/05/14, 12:51 am
Lara no necesitó pensarse mucho la respuesta.
—Claro que te ayudo. Estamos juntos en esto. —Una sonrisa decidida asomó en el rostro de Lara—. Como tenemos tiempo, podría intentar ponerme seria con las runas. He avanzado poco a poco con los dibujitos estos y, por lo que sé, nos podrían venir genial si los aplicamos a las armas que llevemos. Incluso podríamos tenderle una trampa a la ladrona sin implicar nuestras vidas lo más mínimo (...)
Xalkoth y Lara pusieron en común sus ideas hasta que el sueño tiró de la ordesa. Quedaron en hablar mejor en otro momento y la madre se fue a dormir por fin. Aquella noche el sueño sería ligero.
—Claro que te ayudo. Estamos juntos en esto. —Una sonrisa decidida asomó en el rostro de Lara—. Como tenemos tiempo, podría intentar ponerme seria con las runas. He avanzado poco a poco con los dibujitos estos y, por lo que sé, nos podrían venir genial si los aplicamos a las armas que llevemos. Incluso podríamos tenderle una trampa a la ladrona sin implicar nuestras vidas lo más mínimo (...)
Xalkoth y Lara pusieron en común sus ideas hasta que el sueño tiró de la ordesa. Quedaron en hablar mejor en otro momento y la madre se fue a dormir por fin. Aquella noche el sueño sería ligero.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
22/05/14, 01:46 am
Había permanecido en silencio durante toda la discusión. La postura de Taro encajaba con lo que él mismo opinaba al respecto por lo que no vio necesario añadir nada más. La conversación de aquella misma mañana con la ordesa le había mostrado que no servía tratar de emplear el razonamiento lógico ante una idea preconcebida por Lara y por eso no intentó desmontar sus argumentos que hablaban de tomar medidas desproporcionadas y carentes de sentido. Sabía que tras el fracaso de otros, sus propias palabras no iban a suponer una diferencia. Todo ello lo había aprendido el biomecánico a lo largo de los cuatro meses de convivencia. No obstante, tomó buena nota mental de todo y se aseguraría de que Lara no llevaba a cabo su amenaza.
El resto de la tarde la había pasado realizando prácticas con el hechizo de impacto en el patio, lanzándolo contra un campo de fuerza respaldado previamente colocado en el interior de una esfera de contención que lo englobaba también a él para evitar provocar daños en el patio de algún tipo. Además el aprendiz se encontraba allí también y para Archime la seguridad era lo primero.
Después de cenar se instaló en el sillón de siempre, a la luz del brasero y para continuar descifrando el grimorio. No obstante, cuando no hubo nadie en el salón, el irrense decidió llevar a cabo lo que ya había planeado realizar para prevenir una posible huida de Lara. Colocó un nuevo cordel de alarma en el umbral de las puertas, tanto la principal como la del patio. El segundo cordel debería deshacerlo al día siguiente o de aquella manera cada vez que alguien entrase o saliese al patio le llegaría el aviso, pero no disponía de suficientes energías para tomar otra medida en aquel momento. Un tiempo indeterminado después, el irrense se quedó profundamente dormido en el sillón.
O eso creía, porque cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, alertado por uno de los cordeles de alarma, el techo que lo recibió no era el del salón. El biomecánico se sintió altamente desorientado durante varios segundos, durante los cuales tan solo fue plenamente consciente de aquel tic-tac de origen desconocido. Parpadeó confuso hasta que se empezó a incorporar mientras reconocía el estudio como su localización actual. La espalda le dolía considerablemente, pero era lógico teniendo en cuenta que al parecer había dormido sobre la mesa de aquel cuarto. Archime estaba completamente seguro de no haber abandonado el salón en ningún momento y no podía comprender qué hacía allí. Por un momento consideró la posibilidad de que alguien lo hubiese llevado, concretamente sospechó la vuelta de Jack, pero su mente enseguida dio con otra posible solución. Nunca había sido sonámbulo, pero era una opción lógica y posible. Si se repetía ya se encargaría de tratar de constatar que padecía aquel trastorno del sueño. Frunciendo el ceño por el dolor en sus articulaciones, el irrense abandonó el estudio para dirigir sus pasos a la planta baja. Primero desharía el segundo cordel de alarma de la puerta del patio, ya que estaba bastante seguro de que ese era el que había saltado y solo tenía que comprobarlo, y a continuación desayunaría.
El resto de la tarde la había pasado realizando prácticas con el hechizo de impacto en el patio, lanzándolo contra un campo de fuerza respaldado previamente colocado en el interior de una esfera de contención que lo englobaba también a él para evitar provocar daños en el patio de algún tipo. Además el aprendiz se encontraba allí también y para Archime la seguridad era lo primero.
Después de cenar se instaló en el sillón de siempre, a la luz del brasero y para continuar descifrando el grimorio. No obstante, cuando no hubo nadie en el salón, el irrense decidió llevar a cabo lo que ya había planeado realizar para prevenir una posible huida de Lara. Colocó un nuevo cordel de alarma en el umbral de las puertas, tanto la principal como la del patio. El segundo cordel debería deshacerlo al día siguiente o de aquella manera cada vez que alguien entrase o saliese al patio le llegaría el aviso, pero no disponía de suficientes energías para tomar otra medida en aquel momento. Un tiempo indeterminado después, el irrense se quedó profundamente dormido en el sillón.
O eso creía, porque cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, alertado por uno de los cordeles de alarma, el techo que lo recibió no era el del salón. El biomecánico se sintió altamente desorientado durante varios segundos, durante los cuales tan solo fue plenamente consciente de aquel tic-tac de origen desconocido. Parpadeó confuso hasta que se empezó a incorporar mientras reconocía el estudio como su localización actual. La espalda le dolía considerablemente, pero era lógico teniendo en cuenta que al parecer había dormido sobre la mesa de aquel cuarto. Archime estaba completamente seguro de no haber abandonado el salón en ningún momento y no podía comprender qué hacía allí. Por un momento consideró la posibilidad de que alguien lo hubiese llevado, concretamente sospechó la vuelta de Jack, pero su mente enseguida dio con otra posible solución. Nunca había sido sonámbulo, pero era una opción lógica y posible. Si se repetía ya se encargaría de tratar de constatar que padecía aquel trastorno del sueño. Frunciendo el ceño por el dolor en sus articulaciones, el irrense abandonó el estudio para dirigir sus pasos a la planta baja. Primero desharía el segundo cordel de alarma de la puerta del patio, ya que estaba bastante seguro de que ese era el que había saltado y solo tenía que comprobarlo, y a continuación desayunaría.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
22/05/14, 04:33 am
Aprendiz
El aprendiz se quedó entrenando todo el día. Cenó por su cuenta antes que los demás y se fue a dormir relativamente pronto, antes de preguntar cual era su cama, claro. Al irse a dormir, se dio cuenta de lo incómoda que era y que incluso estaba inclinada hacia un lado. Pero poco podia hacersele. Si ya se habia acostumbrado una vez, lo volveria a hacer.
A la mañana siguiente, se levantó pronto, con el amanecer. Desayunó asomado a la ciudad y, en seguida se puso a entrenar de nuevo. Cuando los demás se levantasen y desayunasen algo, les preguntaria sobre más sitios donde poder buscar sus pertenencias y recuerdos. Y si no se les ocurria algo, quedaba preguntar a los letarguinos en si. El caso era no quedarse quieto. ¿Quienes más habrian cambiado a lo largo de los meses? ¿O habia sido Lara la única? Ya no sabia que creer.
Mientras tanto, esperaba ejercitandose en el patio.
El aprendiz se quedó entrenando todo el día. Cenó por su cuenta antes que los demás y se fue a dormir relativamente pronto, antes de preguntar cual era su cama, claro. Al irse a dormir, se dio cuenta de lo incómoda que era y que incluso estaba inclinada hacia un lado. Pero poco podia hacersele. Si ya se habia acostumbrado una vez, lo volveria a hacer.
A la mañana siguiente, se levantó pronto, con el amanecer. Desayunó asomado a la ciudad y, en seguida se puso a entrenar de nuevo. Cuando los demás se levantasen y desayunasen algo, les preguntaria sobre más sitios donde poder buscar sus pertenencias y recuerdos. Y si no se les ocurria algo, quedaba preguntar a los letarguinos en si. El caso era no quedarse quieto. ¿Quienes más habrian cambiado a lo largo de los meses? ¿O habia sido Lara la única? Ya no sabia que creer.
Mientras tanto, esperaba ejercitandose en el patio.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
22/05/14, 02:22 pm
Taro se incorporó en la cama y se estiró lo máximo que pudo, como siempre: le gustaba sentir los músculos a punto nada más despertarse. Sin embargo ya sabía lo que iba a pasar en cuanto lo hiciera.
-Aaaay- se quejó muy bajito. Siempre que el carabés estaba a punto de decidir si aquel dolor de espalda desquiciante era un tirón muscular, un pinzamiento o algo de los huesos, a la mañana siguiente al volver a sentirlo cambiaba de opinión. Llevaba meses con él y no se le iba.
No obstante no es como si hubiera algo que pudiera hacer al respecto. No podía ir a un centro de salud a pedir una revisión, y algún hechizo reconstituyente básico tampoco estaba a su alcance. Mientras no se extendiese más allá a cuando se levantaba, se resignaba a ello. Taro, después de asegurarse de que se le había pasado, bajó a desayunar.
Por el camino vio al Aprendiz entrenando fuera. Si algo bueno tenía que hubiese perdido la memoria era que también parecía habérsele olvidado la costumbre de despertarles a gritos. Desde luego Taro no pensaba recordársela. No salió a preguntarle si pensaba unirse a alguna excursión: hacía frío por la mañana, y tenía hambre. Imaginaba que ya entraría él mismo.
Se sentó sobre la mesa de la cocina y mordisqueó un bollo, el carburante alimenticio siendo el mecanismo que ponía lentamente en marcha los engranajes de su cerebro. Según fuesen llegando más personas al salón les preguntaría a bocajarro si se unirían a una salida para explorar.
-Aaaay- se quejó muy bajito. Siempre que el carabés estaba a punto de decidir si aquel dolor de espalda desquiciante era un tirón muscular, un pinzamiento o algo de los huesos, a la mañana siguiente al volver a sentirlo cambiaba de opinión. Llevaba meses con él y no se le iba.
No obstante no es como si hubiera algo que pudiera hacer al respecto. No podía ir a un centro de salud a pedir una revisión, y algún hechizo reconstituyente básico tampoco estaba a su alcance. Mientras no se extendiese más allá a cuando se levantaba, se resignaba a ello. Taro, después de asegurarse de que se le había pasado, bajó a desayunar.
Por el camino vio al Aprendiz entrenando fuera. Si algo bueno tenía que hubiese perdido la memoria era que también parecía habérsele olvidado la costumbre de despertarles a gritos. Desde luego Taro no pensaba recordársela. No salió a preguntarle si pensaba unirse a alguna excursión: hacía frío por la mañana, y tenía hambre. Imaginaba que ya entraría él mismo.
Se sentó sobre la mesa de la cocina y mordisqueó un bollo, el carburante alimenticio siendo el mecanismo que ponía lentamente en marcha los engranajes de su cerebro. Según fuesen llegando más personas al salón les preguntaría a bocajarro si se unirían a una salida para explorar.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
22/05/14, 06:12 pm
Fue desconcertante por donde terminó yendo la conversación. Por lo que había entendido de las explicaciones, tampoco habían llegado a intercambiar amenazas de muerte, sino simplemente que unos días podrían ir allí y tener menos comida de lo habitual, y que la lagarta ni siquiera se molestaría en usar la fuerza para quitársela a ellos si llegaban antes. No le parecía la forma más lógica de compartir una comida que, efectivamente, se podía repartir, pero dentro de lo incivilizado, era bastante justo. Prefería esperar a ver qué sucedía y no tomar el curso de acción que estaba sugiriendo Lara. Era tan absurdo por su parte que no había ni por donde empezar a cogerlo. La conclusión era sencilla: de quien más tenía que protegerse Lara en aquellos momentos, era de sí misma. El ambiente se caldeo tanto que, viendo que sería imposible razonar, dejó las cosas seguir su curso entre los que discutían sin meterse. Le hubiera gustado decirle a Lara que la temeridad era tan poco inteligente como la ignorancia para la supervivencia. No había abierto los ojos para convertirse en una mejor superviviente, solamente se había vuelto paranoica en exceso. Pero lo cierto era que no sabía quién sería el listo que intentaría meterle aquello en la cabeza, porque dudaba que la ordesa fuese a razonar o a dejar su tozudez de lado.
El resto del día lo pasó prácticamente en la armería. Harto de situaciones incómodas, se aisló allí observando las diferentes armas mientras reorganizaba y ordenaba el lugar. «Joder, lo que hace el aburrimiento». Cuando cayó la noche cambió aquello por el calor del brasero hasta que, aburrido, se fue a dormir.
Al día siguiente abrió el ojo muy temprano, pero no tenía ganas de moverse. Solo lo hizo cuando comenzó a sentir cierto nerviosismo y lo achacó al hecho de no estar haciendo nada. Aquellas eran las mejores horas para entrenar, al fin y al cabo. Bajó a desayunar y se topó con varios que ya estaban despiertos. Se hablaba de la posibilidad de hacer una salida y su respuesta fue un «¿por qué no?», a fin de cuentas no había nada mejor que hacer. Después empezó a saquear las provisiones.
El resto del día lo pasó prácticamente en la armería. Harto de situaciones incómodas, se aisló allí observando las diferentes armas mientras reorganizaba y ordenaba el lugar. «Joder, lo que hace el aburrimiento». Cuando cayó la noche cambió aquello por el calor del brasero hasta que, aburrido, se fue a dormir.
Al día siguiente abrió el ojo muy temprano, pero no tenía ganas de moverse. Solo lo hizo cuando comenzó a sentir cierto nerviosismo y lo achacó al hecho de no estar haciendo nada. Aquellas eran las mejores horas para entrenar, al fin y al cabo. Bajó a desayunar y se topó con varios que ya estaban despiertos. Se hablaba de la posibilidad de hacer una salida y su respuesta fue un «¿por qué no?», a fin de cuentas no había nada mejor que hacer. Después empezó a saquear las provisiones.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
22/05/14, 09:41 pm
Anriel se levantaba a la hora a la que hacia meses solía dormir. Aun asi, todavía era de las últimas en ocupar el salón, junto con Nero. Ella se apuntó a la salida, pero Nero no estaba interesado. De hecho no hizo casi comentario al respecto. Desayunaron con el resto, y una vez armada, Anriel se puso en la puerta a la espera de salir.
-
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
23/05/14, 12:44 am
Aprendiz
Al poco de ver que habian terminado de desayunar, el aprendiz entró sin camiseta al torreón, sudando a chorros. Se habia aplicado como una bestia y le dolian las extremidades, así como le sangraban los nudillos y tenia marcas de golpes por todos lados.
Les comentó que saldria hoy a otro lugar y varios se decidieron apuntar. O mejor dicho, acompañarle. Y entonces preguntó sobre a donde podrian ir. Tras mucho debate, tenian claro que un sitio que quizas fuese de importancia era una tal Capilla de los Nombres. El ruso no les hizo esperar mucho. Salio al pozo, se mojó de pies a cabeza y se vistió. Armado con su bõ, el aprendiz se unió al grupo que salia.
Sigue en Capilla de los Nombres
Al poco de ver que habian terminado de desayunar, el aprendiz entró sin camiseta al torreón, sudando a chorros. Se habia aplicado como una bestia y le dolian las extremidades, así como le sangraban los nudillos y tenia marcas de golpes por todos lados.
Les comentó que saldria hoy a otro lugar y varios se decidieron apuntar. O mejor dicho, acompañarle. Y entonces preguntó sobre a donde podrian ir. Tras mucho debate, tenian claro que un sitio que quizas fuese de importancia era una tal Capilla de los Nombres. El ruso no les hizo esperar mucho. Salio al pozo, se mojó de pies a cabeza y se vistió. Armado con su bõ, el aprendiz se unió al grupo que salia.
Sigue en Capilla de los Nombres
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
23/05/14, 03:02 am
Lara se levantó tarde y de buen humor. Tanto que alargó su estancia en la habitación todo lo que pudo. Había mucha gente ahí fuera a la que no quería ver, con la discusión de ayer todavía reciente, y prefería retrasar el momento de cruzarse con ellos para que su buen humor no acabase corrompiéndose.
Tardó en bajar con sus niños en la cesta y, cuando lo hizo, fue para encontrarse al grupo hablando de salir. <<Claro, seguidle el juego a ese capullo>> pensó al escuchar las razones por las que iban a salir. <<Algún día acabarán muertos por descuidados y la culpa no será de nadie más que de ellos>>. Obviamente seguía desconfiando de que el aprendiz siguiera siendo Jack.
Asistir a aquella salida no era de sentido común para ella, aunque en parte le diera pena y algo de rabia perdérsela. Llevaba tiempo queriendo salir y cada día que pasaba encerrada, las ganas aumentaban. Sin embargo, para recoger las cestas no la necesitaban nunca y empezaba a creer que en general la valoraban más como la “pila extra”, que como cualquier otra cosa. <<Les basta con que esté junto a la puerta para aplicarles las defensas al salir>>. Se quejó mentalmente. Si además las pocas salidas de participación abierta iban a ser para ayudar al humano multipolar, Lara empezaba a verse muerta de vieja entre las piedras. <<¿Qué más dará que entrene la puntería con el arco desde hace meses o que tenga requeté-estudiados algunos hechizos ofensivos? ¿Qué importará que mis ideas sean buenas, si al final rompen con su torpe moral y se disgustan?>>. Tal y como había vaticinado, bajar la había puesto de mal humor. Decidió alejarse del grupo que salía, no sin olvidarse de cagarse en todos sus padres cuando subieron y bajaron el puente levadizo.
<<¡Estúpido ruido de las estúpidas cadenas del estúpido puente! ¡Por los tres feudos azarosos!>>.
Acabó, cómo no, en el patio y con la sola compañía su arco y su carcaj. <<Ya se sorprenderán cuando encuentre mi dominio o vuele>>. Disparó la primera flecha de la mañana, de forma brusca, con rabia contenida en cada movimiento. <<Ya verán que no estoy loca y que mis temores no son infundados>>. Disparó la segunda. <<Ya se arrepentirán de no haber prestado más atención a mis vaticinios. De habernos subestimado, a mí y a mis consejos>>. Varias flechas más se sucedieron. Con cada proyectil, Lara disparaba una queja. Hasta que, poco a poco, se fue sintiendo más aliviada. Sus problemas quedaron clavados (o no) en la diana y aquella rabieta de madre inestable fue amainando.
Cuando estuvo más tranquila, se recordó a si misma que algún día rompería la ciudad, igual que la ciudad la había roto a ella, y todo volvería a estar en paz. Pero para llevar a cabo tal hazaña, debería ir poco a poco. Primero tenían que eliminar a la ladrona y reducir los riesgos.
Tardó en bajar con sus niños en la cesta y, cuando lo hizo, fue para encontrarse al grupo hablando de salir. <<Claro, seguidle el juego a ese capullo>> pensó al escuchar las razones por las que iban a salir. <<Algún día acabarán muertos por descuidados y la culpa no será de nadie más que de ellos>>. Obviamente seguía desconfiando de que el aprendiz siguiera siendo Jack.
Asistir a aquella salida no era de sentido común para ella, aunque en parte le diera pena y algo de rabia perdérsela. Llevaba tiempo queriendo salir y cada día que pasaba encerrada, las ganas aumentaban. Sin embargo, para recoger las cestas no la necesitaban nunca y empezaba a creer que en general la valoraban más como la “pila extra”, que como cualquier otra cosa. <<Les basta con que esté junto a la puerta para aplicarles las defensas al salir>>. Se quejó mentalmente. Si además las pocas salidas de participación abierta iban a ser para ayudar al humano multipolar, Lara empezaba a verse muerta de vieja entre las piedras. <<¿Qué más dará que entrene la puntería con el arco desde hace meses o que tenga requeté-estudiados algunos hechizos ofensivos? ¿Qué importará que mis ideas sean buenas, si al final rompen con su torpe moral y se disgustan?>>. Tal y como había vaticinado, bajar la había puesto de mal humor. Decidió alejarse del grupo que salía, no sin olvidarse de cagarse en todos sus padres cuando subieron y bajaron el puente levadizo.
<<¡Estúpido ruido de las estúpidas cadenas del estúpido puente! ¡Por los tres feudos azarosos!>>.
Acabó, cómo no, en el patio y con la sola compañía su arco y su carcaj. <<Ya se sorprenderán cuando encuentre mi dominio o vuele>>. Disparó la primera flecha de la mañana, de forma brusca, con rabia contenida en cada movimiento. <<Ya verán que no estoy loca y que mis temores no son infundados>>. Disparó la segunda. <<Ya se arrepentirán de no haber prestado más atención a mis vaticinios. De habernos subestimado, a mí y a mis consejos>>. Varias flechas más se sucedieron. Con cada proyectil, Lara disparaba una queja. Hasta que, poco a poco, se fue sintiendo más aliviada. Sus problemas quedaron clavados (o no) en la diana y aquella rabieta de madre inestable fue amainando.
Cuando estuvo más tranquila, se recordó a si misma que algún día rompería la ciudad, igual que la ciudad la había roto a ella, y todo volvería a estar en paz. Pero para llevar a cabo tal hazaña, debería ir poco a poco. Primero tenían que eliminar a la ladrona y reducir los riesgos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
25/05/14, 02:18 pm
Nada más regresar dieron la noticia de que aquel bizarro método de encontrar recuerdos funcionaba, y sin más acontecimientos relevantes el día finalizó y dio paso a los siguientes. En alguno de esos días ociosos tuvo lugar alguna que otra salida extra "a por recuerdos" (a Taro todavía se le antojaba extraña esa expresión), pero que esta vez ofrecieron resultados infructuosos.
El intercambio de comida con los letarguinos trajo consigo algo más que bollos y comida de sobre. Taro no supo de la noticia de primera mano ya que tampoco había acudido a aquel encuentro, pero se enteró igualmente de la espantosa experiencia que habían sufrido los habitantes del torreón de las enredaderas. Aquello renovó su determinación de no volver a pisar la puta zona norte en lo que le quedara de existencia. Al igual que había sucedido con la muerte de Baurus, al no haberla visto de primera mano la información de que se les había muerto una compañera se le antojó extraña, y no logró darle la importancia que merecía. En la práctica el carabés aún no había visto a la ciudad llevarse a nadie. Simplemente desaparecían, y eso no era tan traumático.
Todavía le resultaban extrañas las lagunas que presentaba su amigo cuando conversaban, pero como resultado a lo que había pasado en la capilla el trato de Taro hacia el aprendiz adoptó poco a poco los tintes que tenía antes. El único otro cambio destacable respecto a la rutina normal por parte del carabés fue la suspensión momentánea de las prácticas de parkour en el edificio de enfrente: Taro nunca parecía encontrar el momento de soplarle al aprendiz que antes de que perdiera la memoria habían enseñado conjuntamente a Ri, ni el de preguntarle a la sinhadre si quería intentar seguir con ello como antes, aunque fuese de forma fría, o por el contrario como lo habían estado llevando los dos últimos meses.
La madrugada anterior a Taro le había costado dormir y había bajado a por algo de comer, y sin saber muy bien por qué había acabado acodado en la ventana del salón mirando al infinito. No era la primera vez que le daba por ahí, aunque no solía ser a horarios nocturnos tan intempestivos, de modo que se había bajado una manta y antes de darse cuenta se había quedado dormido en la silla que había arrastrado allí.
-Puñetas- masculló al incorporarse y sentir el usual calambrazo en la espalda, y dejando la manta sobre la silla desplazada fue al pozo a por agua para asearse.
El intercambio de comida con los letarguinos trajo consigo algo más que bollos y comida de sobre. Taro no supo de la noticia de primera mano ya que tampoco había acudido a aquel encuentro, pero se enteró igualmente de la espantosa experiencia que habían sufrido los habitantes del torreón de las enredaderas. Aquello renovó su determinación de no volver a pisar la puta zona norte en lo que le quedara de existencia. Al igual que había sucedido con la muerte de Baurus, al no haberla visto de primera mano la información de que se les había muerto una compañera se le antojó extraña, y no logró darle la importancia que merecía. En la práctica el carabés aún no había visto a la ciudad llevarse a nadie. Simplemente desaparecían, y eso no era tan traumático.
Todavía le resultaban extrañas las lagunas que presentaba su amigo cuando conversaban, pero como resultado a lo que había pasado en la capilla el trato de Taro hacia el aprendiz adoptó poco a poco los tintes que tenía antes. El único otro cambio destacable respecto a la rutina normal por parte del carabés fue la suspensión momentánea de las prácticas de parkour en el edificio de enfrente: Taro nunca parecía encontrar el momento de soplarle al aprendiz que antes de que perdiera la memoria habían enseñado conjuntamente a Ri, ni el de preguntarle a la sinhadre si quería intentar seguir con ello como antes, aunque fuese de forma fría, o por el contrario como lo habían estado llevando los dos últimos meses.
La madrugada anterior a Taro le había costado dormir y había bajado a por algo de comer, y sin saber muy bien por qué había acabado acodado en la ventana del salón mirando al infinito. No era la primera vez que le daba por ahí, aunque no solía ser a horarios nocturnos tan intempestivos, de modo que se había bajado una manta y antes de darse cuenta se había quedado dormido en la silla que había arrastrado allí.
-Puñetas- masculló al incorporarse y sentir el usual calambrazo en la espalda, y dejando la manta sobre la silla desplazada fue al pozo a por agua para asearse.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
25/05/14, 03:42 pm
En la explicación de Taro se perdió a la mitad. Asintió con aplomo pero ya no sabía exactamente de qué le hablaba. «Vamos, que la magia es una timada» concluyó. Mientras el carabés examinó y raspó la pared lo miró con extrañeza, pero no dijo nada «bien, supongo que si yo también hubiese vuelto a la vida me volvería un poco susceptible con ese tipo de cosas». Se reunieron con Ri fuera y, sin tener más destinos posibles por las cercanías, terminaron por volver al torreón.
No hubo mucho más que hacer ese día, por lo que se dedicó a los entrenamientos y se dio un baño cuando ya caía la noche. Al día siguiente se hizo una visita a Letargo, a la que él no fue. No tenían nada que ayudase al aprendiz, pero esa no fue la noticia más importante que trajeron de la visita. Al parecer habían caído en una sofisticada trampa mágica cuyos detalles quitaban las ganas de volver a pisar ninguna zona desconocida, perdiendo a una compañera a la que apenas conocía y saliendo heridos en el proceso. Aquello lo dejó con una mala sensación todo el día. Le costó bastante quitársela de encima, pero no fue capaz de olvidarlo como para no pensar en ello cada vez que asomaban el hocico a una calle desconocida.
Pasaron algunos días hasta que una noche tuvo un sueño. Empezó como algo sin lógica, como todos los sueños, pero poco a poco fue ganando un tono cada vez más desagradable, frustrante y agobiante. La pesadilla logró despertarlo antes del amanecer, con el corazón palpitando desbocado y un grito de dolor que murió antes de ser proferido, gracias al nudo que tenía en la garganta. Se quedó parado mirando el techo, jadeando fuertemente. Parecía sentir el dolor recorriendo cada terminación nerviosa, y aunque no era real se le hacía difícil borrar aquella sensación desagradable. Tenía la impresión de haber muerto y haber resucitado en esa misma cama. Necesitó sentarse y quedarse así un rato, haciendo contacto con la realidad, antes de intentar volver a dormirse. A duras penas lo había conseguido cuando la gente empezó a desperezarse en las camas contiguas.
Se quedó así un rato más, hasta que el exceso de luz que entraba por la ventana hizo que diera el volver a dormirse por perdido. Bajó más tarde de los acostumbrado a la cocina y, mientras desayunaba, estaba atento por si veía a Keiria para justificarse por no haber aparecido a tiempo para los ejercicios matutinos.
No hubo mucho más que hacer ese día, por lo que se dedicó a los entrenamientos y se dio un baño cuando ya caía la noche. Al día siguiente se hizo una visita a Letargo, a la que él no fue. No tenían nada que ayudase al aprendiz, pero esa no fue la noticia más importante que trajeron de la visita. Al parecer habían caído en una sofisticada trampa mágica cuyos detalles quitaban las ganas de volver a pisar ninguna zona desconocida, perdiendo a una compañera a la que apenas conocía y saliendo heridos en el proceso. Aquello lo dejó con una mala sensación todo el día. Le costó bastante quitársela de encima, pero no fue capaz de olvidarlo como para no pensar en ello cada vez que asomaban el hocico a una calle desconocida.
Pasaron algunos días hasta que una noche tuvo un sueño. Empezó como algo sin lógica, como todos los sueños, pero poco a poco fue ganando un tono cada vez más desagradable, frustrante y agobiante. La pesadilla logró despertarlo antes del amanecer, con el corazón palpitando desbocado y un grito de dolor que murió antes de ser proferido, gracias al nudo que tenía en la garganta. Se quedó parado mirando el techo, jadeando fuertemente. Parecía sentir el dolor recorriendo cada terminación nerviosa, y aunque no era real se le hacía difícil borrar aquella sensación desagradable. Tenía la impresión de haber muerto y haber resucitado en esa misma cama. Necesitó sentarse y quedarse así un rato, haciendo contacto con la realidad, antes de intentar volver a dormirse. A duras penas lo había conseguido cuando la gente empezó a desperezarse en las camas contiguas.
Se quedó así un rato más, hasta que el exceso de luz que entraba por la ventana hizo que diera el volver a dormirse por perdido. Bajó más tarde de los acostumbrado a la cocina y, mientras desayunaba, estaba atento por si veía a Keiria para justificarse por no haber aparecido a tiempo para los ejercicios matutinos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
25/05/14, 06:07 pm
Captó la mirada de Shaco y no se la sostuvo. Se sentía terriblemente mal. Lo suficiente como para no fingir lo contrario. En las horas siguientes su seriedad había cogido un tono meditabundo y lúgubre. Pero pasaron los días y ninguno habló. Taro no mencionaba los entrenamientos, el Aprendiz no le hablaba, ella se aisló como había prometido, pensando que era lo mejor.
Había otra cosa que la inquietaba. Empezó a recobrar sus miedos diurnos. Creía que era eso, al menos, solo que ahora se extendía a las noches. Si estaba sola, sentía que algo más estaba en la sala. Una tarde desarmó toda la habitación. No había nada. Después de aquello se negó a hacer caso aquello. Mentiría si dijera que no sentía miedo.
Y con el miedo volvieron las pesadillas.
"Anoche gemías" dijo Nero una vez. "¿Un sueño desagradable o estaba yo en él?"
"No veo la diferencia entre las dos opciones" replicó. Tenía los ojos hinchados y las mejillas con el rastro seco de lágrimas.
Todos los días esperaba la vuelta de las salidas, y nunca sabía si le decepcionaba o le alegraba la falta de resultados. Nero por su parte estaba más interesado en las cestas. Había decidido no intervenir, pero apreciaba tener el estómago lleno, y se le ocurría a quien más le haría ilusión descubrir que no manchaba minimamente su consciencia la idea de matar a la lagarta y tirarla a la cicatriz.
Ri se despertaba inusualmente temprano- para ser sinhadre- , y esperaba a duermevela a encontrar a alguien que bajase para hacerlo ella poco después, buscando la compañía, aunque no particularmente la charla. La muerte en Letargo solo había sido otra cosa que añadir al caos emocional al que estaba tan poco acostumbrada. Pero actuó como le correspondía. Simplificó sus ideas, apartó lo abstracto y se obligó a pensar frío. Y había tomado dos decisiones aquella mañana.
Mientras terminaba el desayuno, se planteó a quien debía acudir primero. Al final buscó a Taro con la mirada y esperó que entendiese su gesto discreto para buscar un lugar apartado.
Había otra cosa que la inquietaba. Empezó a recobrar sus miedos diurnos. Creía que era eso, al menos, solo que ahora se extendía a las noches. Si estaba sola, sentía que algo más estaba en la sala. Una tarde desarmó toda la habitación. No había nada. Después de aquello se negó a hacer caso aquello. Mentiría si dijera que no sentía miedo.
Y con el miedo volvieron las pesadillas.
"Anoche gemías" dijo Nero una vez. "¿Un sueño desagradable o estaba yo en él?"
"No veo la diferencia entre las dos opciones" replicó. Tenía los ojos hinchados y las mejillas con el rastro seco de lágrimas.
Todos los días esperaba la vuelta de las salidas, y nunca sabía si le decepcionaba o le alegraba la falta de resultados. Nero por su parte estaba más interesado en las cestas. Había decidido no intervenir, pero apreciaba tener el estómago lleno, y se le ocurría a quien más le haría ilusión descubrir que no manchaba minimamente su consciencia la idea de matar a la lagarta y tirarla a la cicatriz.
Ri se despertaba inusualmente temprano- para ser sinhadre- , y esperaba a duermevela a encontrar a alguien que bajase para hacerlo ella poco después, buscando la compañía, aunque no particularmente la charla. La muerte en Letargo solo había sido otra cosa que añadir al caos emocional al que estaba tan poco acostumbrada. Pero actuó como le correspondía. Simplificó sus ideas, apartó lo abstracto y se obligó a pensar frío. Y había tomado dos decisiones aquella mañana.
Mientras terminaba el desayuno, se planteó a quien debía acudir primero. Al final buscó a Taro con la mirada y esperó que entendiese su gesto discreto para buscar un lugar apartado.
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