Torreón Maciel (Archivo VI)
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Leonart
Evanna
Dal
Jack
Red
Tak
Naeryan
Yber
Alicia
Giniroryu
14 participantes
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Torreón Maciel (Archivo VI)
20/04/14, 07:13 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Archime no pudo hacer otra cosa que dejarse arrastrar hasta Maciel una vez más. Como aquella ocasión en la bahía. En realidad había más paralelismos de los que parecía a simple vista, pues en aquella ocasión también habían rescatado a Taro -aunque no solo a él- y el biomecánico también había agotado sus energías. El camino transcurrió si que el biomecánico fuese apenas consciente de lo que lo rodeaba, centrado en todo momento en controlar su respiración. No había llegado a darle un ataque de asma, pero si se sobreesforzaba sin duda le ocurriría.
Se aposentó en el sillón de siempre, todavía recuperando el aliento y habló tras Anriel.
—Debemos... curarlo... —musitó con la respiración agitada para después intentar llevar a cabo un hechizo de restauración.
No pudo. Probablemente todavía conservaba cierta reserva de energía mágica, pero el cansancio del uso continuado de hechizos exigentes fue superior a él. Se agitó ligeramente cuando recibió la palmada de Shaco y dejó en sus manos la tarea de curar al carabés mientras se recostaba en el sillón completamente agotado. Posiblemente debían repetir los sortilegios sanadores durante los próximos días para que Taro se recuperase correctamente, pero Archime les dio su visto bueno internamente a los que aplicó el humano a modo de primeros auxilios, dejando de preocuparse por aquel asunto en concreto.
—No deberías realizar... movimientos bruscos. Es preferible que... pidas ayuda para lo que necesites, por ahora —advirtió al carabés poco después cuando este hizo ademán de moverse.
Archime no pudo hacer otra cosa que dejarse arrastrar hasta Maciel una vez más. Como aquella ocasión en la bahía. En realidad había más paralelismos de los que parecía a simple vista, pues en aquella ocasión también habían rescatado a Taro -aunque no solo a él- y el biomecánico también había agotado sus energías. El camino transcurrió si que el biomecánico fuese apenas consciente de lo que lo rodeaba, centrado en todo momento en controlar su respiración. No había llegado a darle un ataque de asma, pero si se sobreesforzaba sin duda le ocurriría.
Se aposentó en el sillón de siempre, todavía recuperando el aliento y habló tras Anriel.
—Debemos... curarlo... —musitó con la respiración agitada para después intentar llevar a cabo un hechizo de restauración.
No pudo. Probablemente todavía conservaba cierta reserva de energía mágica, pero el cansancio del uso continuado de hechizos exigentes fue superior a él. Se agitó ligeramente cuando recibió la palmada de Shaco y dejó en sus manos la tarea de curar al carabés mientras se recostaba en el sillón completamente agotado. Posiblemente debían repetir los sortilegios sanadores durante los próximos días para que Taro se recuperase correctamente, pero Archime les dio su visto bueno internamente a los que aplicó el humano a modo de primeros auxilios, dejando de preocuparse por aquel asunto en concreto.
—No deberías realizar... movimientos bruscos. Es preferible que... pidas ayuda para lo que necesites, por ahora —advirtió al carabés poco después cuando este hizo ademán de moverse.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
13/05/14, 02:40 am
Lara cerró los ojos en cuanto llegó a la escalera y puso toda su atención en el oído. Escuchó la conversación que se estaba dando abajo y frunció el ceño de vez en cuando, según le parecían las intervenciones de cada uno. <<No, que me culpe si quiere>> pensó al oír a Cío referirse a su amenaza. <<Pero que no lo olvide>>. La ordesa no le iba a pasar ni media al Aprendiz, incluso aunque algo en el fondo le decía que era cierto y se trataba de la personalidad inofensiva de verdad. O le daba un 100% de seguridad, o Lara no cedería.
Para cuando Taro subió, ella ya se imaginaba lo que le iría a decir, pero yendo quienes iban, no creyó que su presencia fuera necesaria para ir a por las cestas. No lo había sido en cuatro meses, ni cuando Shaco había estado inactivo, así que la cosa no cambiaría de repente. Además no se fiaba de dejar solo a Ippon. Aquel sueño en el que morían todos cada vez pesaba más sobre Lara, que tenía claro que era premonitorio de una manera muy mística y rebuscada. Y precisamente en ese sueño, Ippon había demostrado no ser capaz de cuidar de sí mismo si alguna criatura entraba en el torreón, por lo que no creyó aconsejable dejarle a los bebés.
―Prefiero quedarme yo con ellos, podéis ir sin mí ―comentó al tiempo que abrió los ojos―. Os irá bien ―vaticinó.
Poco después, sus compañeros se encontraban preparados para salir e hicieron algo común que resultó en algo extraño: bajar el puente. El sonido de la cadena hizo que a Lara le rechinaran los dientes y se le erizara el pelo. <<¿Qué narices?>>. A la vuelta le diría a Archi que mirara si había algo mal en la cadena, pero en aquel momento no le quedó de otra que bajar a la armería para volver a subir el puente y así evitar visitas inesperadas. La cadena volvió a hacer ese ruido insufrible y esta vez Lara sintió la necesidad de taparse los oídos con las manos. Se encontraba demasiado cerca. <<¡Por la Suerte!>> se quejó en silencio. <<Ya podrían las cadenas sonar como un arpa>>. En realidad se conformaba con poco, le habría valido incluso si emitían el mismo ruido que su padre tocando la flauta borracho. Pero ese ruido... ese ruido era asquerosamente odioso.
Para cuando Taro subió, ella ya se imaginaba lo que le iría a decir, pero yendo quienes iban, no creyó que su presencia fuera necesaria para ir a por las cestas. No lo había sido en cuatro meses, ni cuando Shaco había estado inactivo, así que la cosa no cambiaría de repente. Además no se fiaba de dejar solo a Ippon. Aquel sueño en el que morían todos cada vez pesaba más sobre Lara, que tenía claro que era premonitorio de una manera muy mística y rebuscada. Y precisamente en ese sueño, Ippon había demostrado no ser capaz de cuidar de sí mismo si alguna criatura entraba en el torreón, por lo que no creyó aconsejable dejarle a los bebés.
―Prefiero quedarme yo con ellos, podéis ir sin mí ―comentó al tiempo que abrió los ojos―. Os irá bien ―vaticinó.
Poco después, sus compañeros se encontraban preparados para salir e hicieron algo común que resultó en algo extraño: bajar el puente. El sonido de la cadena hizo que a Lara le rechinaran los dientes y se le erizara el pelo. <<¿Qué narices?>>. A la vuelta le diría a Archi que mirara si había algo mal en la cadena, pero en aquel momento no le quedó de otra que bajar a la armería para volver a subir el puente y así evitar visitas inesperadas. La cadena volvió a hacer ese ruido insufrible y esta vez Lara sintió la necesidad de taparse los oídos con las manos. Se encontraba demasiado cerca. <<¡Por la Suerte!>> se quejó en silencio. <<Ya podrían las cadenas sonar como un arpa>>. En realidad se conformaba con poco, le habría valido incluso si emitían el mismo ruido que su padre tocando la flauta borracho. Pero ese ruido... ese ruido era asquerosamente odioso.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
13/05/14, 12:53 pm
Taro dudó un poco pero acabó asintiendo sin añadir nada más. Le preocupaba el estado de Lara y creía que salir y distraerse le vendría bien, pero no sabía cómo decírselo sin ser cantoso. Se había vuelto muy sombría, y cuando estaba sumida en algún estado de ánimo negro el carabés no tenía muy claro cómo tratar con ella y prefería esperar a que se le pasara para no meter la pata.
El augurio que les dio la ordesa en esta ocasión fue bueno, de modo que se sintió un poco más tranquilo.
-Vale- dijo con una sonrisa pequeña, y bajó las escaleras.
Minutos después ambos grupos se dispersaban cada uno en una dirección. Como solía, Taro recorría el camino paralelo al que discurría a ras de suelo, encaramándose a los muretes que veía para caminar en equilibrio sobre ellos. Sin Shaco para meterle prisa, no obstante, había perdido la costumbre de adelantarse a la carrera.
Sigue en el Barrio de los Callejones sin Salida.
El augurio que les dio la ordesa en esta ocasión fue bueno, de modo que se sintió un poco más tranquilo.
-Vale- dijo con una sonrisa pequeña, y bajó las escaleras.
Minutos después ambos grupos se dispersaban cada uno en una dirección. Como solía, Taro recorría el camino paralelo al que discurría a ras de suelo, encaramándose a los muretes que veía para caminar en equilibrio sobre ellos. Sin Shaco para meterle prisa, no obstante, había perdido la costumbre de adelantarse a la carrera.
Sigue en el Barrio de los Callejones sin Salida.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
13/05/14, 02:56 pm
En cuanto se fueron todos, Lara se subió a la habitación y cerró la puerta. Esperaba que Ippon entendiera que quería estar sola. Había llegado a considerar al pequeño irrense como su sexto hijo, pero desde la muerte de Rica y Randa se mostraba fría con él y guardaba las distancias tanto como podía. Tenía la horrible certeza de que moriría y ella ya tenía bastante hijos cuyas muertes llorar, no quería uno más.
Los bebés del marsupio se agitaron y asomaron la cabeza, recién despiertos. Lara les dio los buenos días con su mejor voz. No parecía la misma ordesa que había amenazado a Shaco un rato antes. Se acercó hasta el baúl a los pies de su cama y lo abrió de par en par, estaba lleno de ropa y más ropa que Lara se había adjudicado y arreglado a su gusto. Metió la mano entre las prendas y de ahí sacó su tocado con forma de molinillo. Un movimiento suave de sus dedos trajo una pequeña luz mágica, que quedó anclada a la parte trasera del tocado. Lara se lo puso con cuidado en la cabeza, se sentó en el suelo frente a la pared e hizo girar las aspas, observando a pleno detalle cómo la sombra de estas cortaba la luz que se proyectaba contra la piedra.
La ordesa esbozó una pequeña sonrisa. Colocó las piernas formando un pequeño corrillo y depositó a sus bebés en el interior, con mucho cuidado. Atenta para que no se salieran, Lara comenzó una de sus muchas historias.
—Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, un par de ordeses famosos por sus aventuras. La primera era Rica, una guerrera valiente, fortísima, que no dudaba en arriesgar su vida para salvar otras. El segundo era Randa, un afín del aire sabio, muy sabio, que acompañaba a Rica, apoyando la fuerza de esta con su intelecto. Ambos eran queridos por (…) —conforme la historia avanzaba, la ordesa cada vez se sentía menos capaz de mantener la mirada a sus pequeños juguetones y acabó mirando solo a la pared, haciendo funcionar el molinillo para distraerse con su juego de luces y sombras —. Pero entonces llegó una bruja monstruosa. Fingía ser ciega y amable, pero era cruel y despiadada. Robaba a madres con niños utilizando trucos de prestidigitación y los llevaba a todos a una cueva donde mantenía encerrada a una criatura aún más peligrosa que ella. Era un berno con alas de murciélago flamígero y unos dientes de cincuenta o cien metros de largo. La bruja ciega lo llamaba Rocavarancolia y lo alimentaba con los bebés secuestrados, obligando a sus pobres madres a verlos morir. Incontables vidas habían perdido su futuro en aquella cueva, convirtiéndose en poco más que un desayuno para Rocavarancolia y un disfrute pasajero para la dama de ojos vendados, que parecía (…) —el tono con el que contaba la historia había cambiado bastante desde el principio y para cualquiera, salvo los bebés, sería fácil reconocer el deje de rencor en la voz de la ordesa, así como las acusaciones veladas. La impotencia que sentía Lara en aquel momento era comparable a la rabia y el desprecio que había incubando hacia todos los que habían participado en sus penas—. El berno gigante y dama Aroma no se lo habían puesto fácil a Rica y Randa, pero el amor que sentían el uno por el otro valía más que nada en ningún mundo y la espada de Rica, guiada por las corrientes de aire de Randa, acabó atravesándole el pecho de parte a parte a la bruja, matándola de forma irremedable. Su bestia, Rocavarancolia, se acercó maltrecha y sufrió en su lecho de muerte, viendo cómo su cuidadora se desangraba.
Aquel era el final del cuento. Un final feliz en el que cada personaje recibía lo que se merecía. Lara recogió a los pequeños y los guardó en el marsupio, satisfecha con su propia historia. El efecto de la amplificación sensorial se había disipado en mitad del cuento, pero la luz mágica seguía encendida. Lara cogió el tocado y lo zarandeó en el aire, de un lado a otro; observando ensimismada la estela fugaz que iba dejando tras de sí, disfrutando de ella. Todavía hipnotizada por el brillo, Lara subió a la cama y agitó el molinillo con más fuerza, bailando sobre el colchón y procurando no moverse bruscamente, por sus hijos. Durante los escasos minutos que duraron sus bailes luminosos, Lara se olvidó de todo y volvió a sentirse una niña. Una niña fugaz.
Los bebés del marsupio se agitaron y asomaron la cabeza, recién despiertos. Lara les dio los buenos días con su mejor voz. No parecía la misma ordesa que había amenazado a Shaco un rato antes. Se acercó hasta el baúl a los pies de su cama y lo abrió de par en par, estaba lleno de ropa y más ropa que Lara se había adjudicado y arreglado a su gusto. Metió la mano entre las prendas y de ahí sacó su tocado con forma de molinillo. Un movimiento suave de sus dedos trajo una pequeña luz mágica, que quedó anclada a la parte trasera del tocado. Lara se lo puso con cuidado en la cabeza, se sentó en el suelo frente a la pared e hizo girar las aspas, observando a pleno detalle cómo la sombra de estas cortaba la luz que se proyectaba contra la piedra.
La ordesa esbozó una pequeña sonrisa. Colocó las piernas formando un pequeño corrillo y depositó a sus bebés en el interior, con mucho cuidado. Atenta para que no se salieran, Lara comenzó una de sus muchas historias.
—Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, un par de ordeses famosos por sus aventuras. La primera era Rica, una guerrera valiente, fortísima, que no dudaba en arriesgar su vida para salvar otras. El segundo era Randa, un afín del aire sabio, muy sabio, que acompañaba a Rica, apoyando la fuerza de esta con su intelecto. Ambos eran queridos por (…) —conforme la historia avanzaba, la ordesa cada vez se sentía menos capaz de mantener la mirada a sus pequeños juguetones y acabó mirando solo a la pared, haciendo funcionar el molinillo para distraerse con su juego de luces y sombras —. Pero entonces llegó una bruja monstruosa. Fingía ser ciega y amable, pero era cruel y despiadada. Robaba a madres con niños utilizando trucos de prestidigitación y los llevaba a todos a una cueva donde mantenía encerrada a una criatura aún más peligrosa que ella. Era un berno con alas de murciélago flamígero y unos dientes de cincuenta o cien metros de largo. La bruja ciega lo llamaba Rocavarancolia y lo alimentaba con los bebés secuestrados, obligando a sus pobres madres a verlos morir. Incontables vidas habían perdido su futuro en aquella cueva, convirtiéndose en poco más que un desayuno para Rocavarancolia y un disfrute pasajero para la dama de ojos vendados, que parecía (…) —el tono con el que contaba la historia había cambiado bastante desde el principio y para cualquiera, salvo los bebés, sería fácil reconocer el deje de rencor en la voz de la ordesa, así como las acusaciones veladas. La impotencia que sentía Lara en aquel momento era comparable a la rabia y el desprecio que había incubando hacia todos los que habían participado en sus penas—. El berno gigante y dama Aroma no se lo habían puesto fácil a Rica y Randa, pero el amor que sentían el uno por el otro valía más que nada en ningún mundo y la espada de Rica, guiada por las corrientes de aire de Randa, acabó atravesándole el pecho de parte a parte a la bruja, matándola de forma irremedable. Su bestia, Rocavarancolia, se acercó maltrecha y sufrió en su lecho de muerte, viendo cómo su cuidadora se desangraba.
Aquel era el final del cuento. Un final feliz en el que cada personaje recibía lo que se merecía. Lara recogió a los pequeños y los guardó en el marsupio, satisfecha con su propia historia. El efecto de la amplificación sensorial se había disipado en mitad del cuento, pero la luz mágica seguía encendida. Lara cogió el tocado y lo zarandeó en el aire, de un lado a otro; observando ensimismada la estela fugaz que iba dejando tras de sí, disfrutando de ella. Todavía hipnotizada por el brillo, Lara subió a la cama y agitó el molinillo con más fuerza, bailando sobre el colchón y procurando no moverse bruscamente, por sus hijos. Durante los escasos minutos que duraron sus bailes luminosos, Lara se olvidó de todo y volvió a sentirse una niña. Una niña fugaz.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
17/05/14, 02:28 am
Cestas a cuestas, descubrieron al llegar que los que habían emprendido el camino al torreón Letargo no habían regresado todavía. Ya que el torreón norteño les quedaba mucho más lejos que el punto de recogida de cestas, aquella circunstancia no sorprendió a nadie.
Taro no vio oportuno sacar el tema de lo que había pasado durante la salida hasta que no hubiesen regresado los demás, de modo que tras coger una barra energética de una de las cestas salió al patio a practicar con la diana que por fin había quedado libre. Sabía que en las salas de entrenamiento de su mundo las dianas tenían mil configuraciones aplicables, y le fastidiaba que aquellas no pudieran ni moverse. El carabés había pensado mil y una veces que si no fuese un negado podría al menos intentar anclarles un hechizo de levitación, pero se negaba a depender de Archi y Lara para más que lo estrictamente necesario y por tanto se resignaba a innovar con lo que tenía.
Se encaramó a la parte del muro que habían desprovisto de cristales y se puso en pie sobre ella, cambiando así el ángulo y altura de tiro desde los que estaba acostumbrado a disparar. Cargó el arcó y entrecerró los ojos antes de centrar su tiro. La flecha silbó y, aunque se clavó en la diana, estaba lejos de hacerlo en el centro a causa de aquella nueva dificultad. Taro chasqueó la lengua y volvió a intentarlo.
Taro no vio oportuno sacar el tema de lo que había pasado durante la salida hasta que no hubiesen regresado los demás, de modo que tras coger una barra energética de una de las cestas salió al patio a practicar con la diana que por fin había quedado libre. Sabía que en las salas de entrenamiento de su mundo las dianas tenían mil configuraciones aplicables, y le fastidiaba que aquellas no pudieran ni moverse. El carabés había pensado mil y una veces que si no fuese un negado podría al menos intentar anclarles un hechizo de levitación, pero se negaba a depender de Archi y Lara para más que lo estrictamente necesario y por tanto se resignaba a innovar con lo que tenía.
Se encaramó a la parte del muro que habían desprovisto de cristales y se puso en pie sobre ella, cambiando así el ángulo y altura de tiro desde los que estaba acostumbrado a disparar. Cargó el arcó y entrecerró los ojos antes de centrar su tiro. La flecha silbó y, aunque se clavó en la diana, estaba lejos de hacerlo en el centro a causa de aquella nueva dificultad. Taro chasqueó la lengua y volvió a intentarlo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
18/05/14, 12:44 am
El camino de vuelta transcurrió de forma más lenta de lo habitual. Durante la primera parte le sirvió de apoyo al aprendiz, hasta que fue recuperándose de aquella debilidad. Cuando cruzaron de nuevo sobre la cicatriz de Arax se preocupó de nuevo porque no perdiera el equilibrio o algo así, pero por suerte nada pasó. Llegaron al torreón sin problemas, y dentro ya se encontraban también los que habían salido a por comida.
Antes de que alguno de ellos pudiera explicar lo ocurrido en Letargo, se enteraron de que algo había pasado con la recogida de cestas. Los que habían salido reunieron a los presentes para contar a todos a la vez que se habían encontrado con una sendaria que ahora iba por su cuenta. La ladrona de cestas parecía tener más bien pocas ganas de hacer las cosas pacíficamente, y eso era lo peor de todo, no el hecho de compartir punto de abastecimiento. Cío bufó antes de hablar.
―¿Por qué no le habéis sugerido que probase a pillar comida también en el norte? Con suerte se la trag…
Se calló de repente, venciendo al gesto de morderse la lengua. Le daba igual hacer comentarios de ese tipo, precisamente porque no los decía completamente en serio. Si paró fue por Taro, pero ya no podía evitar quedar mal.
―Que haga lo que quiera. Por mí vamos con antelación y le dejamos las sobras si las quiere. Somos más, ella es solo una. ―Remendó volviendo al tema principal. Aunque luego se preguntó si la talla que le habían atribuído a la mujer lagarto no sería un inconveniente incluso siendo más que ella.
Antes de que alguno de ellos pudiera explicar lo ocurrido en Letargo, se enteraron de que algo había pasado con la recogida de cestas. Los que habían salido reunieron a los presentes para contar a todos a la vez que se habían encontrado con una sendaria que ahora iba por su cuenta. La ladrona de cestas parecía tener más bien pocas ganas de hacer las cosas pacíficamente, y eso era lo peor de todo, no el hecho de compartir punto de abastecimiento. Cío bufó antes de hablar.
―¿Por qué no le habéis sugerido que probase a pillar comida también en el norte? Con suerte se la trag…
Se calló de repente, venciendo al gesto de morderse la lengua. Le daba igual hacer comentarios de ese tipo, precisamente porque no los decía completamente en serio. Si paró fue por Taro, pero ya no podía evitar quedar mal.
―Que haga lo que quiera. Por mí vamos con antelación y le dejamos las sobras si las quiere. Somos más, ella es solo una. ―Remendó volviendo al tema principal. Aunque luego se preguntó si la talla que le habían atribuído a la mujer lagarto no sería un inconveniente incluso siendo más que ella.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
18/05/14, 01:44 am
Lara tuvo que enfrentarse de nuevo a las cadenas del puente hasta cuatro veces. Cuando entraron los que habían ido a por las cestas aguantó la molestia, sin poder evitar que su pelo se erizase. Pero cuando volvieron con Shaco la irritabilidad de la ordesa llegó al punto de gritar a las cadenas. No entendía por qué la molestia perduraba incluso sin la amplificación sensorial.
—¡¿Se puede saber qué monos os pasa?! —dio una patada a la base del panel y en uno de sus arrebatos llegó a dar órdenes a los mandos y a las cadenas, pidiendo silencio. No tenía fe en que funcionara, ni ganas. Ser bruja de un panel de mandos se le hacía demasiado cutre para ser una posibilidad a barajar.
Al poco de llegar Archi, Cío, Nero y el imitador de Shaco; Taro, Ri y Keiria les comentaron algo que hizo resoplar a la ordesa. <<Una ladrona de comida, justo lo que necesitábamos ahora>>. Le alegraba saber que había acertado y, al menos, les había ido bien. <<Siguen vivos>> eso le valía para dejarla conforme. Por el contrario, la presencia de Arza, su estorbo, la molestó y avivó la misma locura materna que abogaba por matar a las estirges y abandonar al inestable de Shaco en alguna esquina de la ciudad.
—No —dijo con firmeza, apretando los puños tras la intervención de Cío—. Quedan cuatro meses para la luna y necesitamos comer —<<mis bebés lo necesitan>>—. Arza nos puede dejar sin comida en algún momento crítico y pasarnos factura. Es el doble de grande que yo, no sabemos de lo que es capaz de hacer en cuanto a magia y estoy segura de que peleará por su comida como un berno furioso. Es lo que haríamos todos y lo sabéis. —Para sorpresa de la propia Lara, su mirada oteó la sala en busca de la aprobación de Xalkoth ante lo que iba a decir. Sus ojos brillaban con una determinación férrea, insana—. Lo que tenemos que hacer es matarla. Tenderle una trampa y eliminar el obstáculo que nos supone para siempre. Es la mejor solución para nosotros.
Lara no la quería estorbando, la quería muerta; tan muerta que no se paró a pensar en lo que significaba matarla. Pero lo hacía por la vida de sus hijos y aquello excusaba los peores horrores que pudiera cometer.
—¡¿Se puede saber qué monos os pasa?! —dio una patada a la base del panel y en uno de sus arrebatos llegó a dar órdenes a los mandos y a las cadenas, pidiendo silencio. No tenía fe en que funcionara, ni ganas. Ser bruja de un panel de mandos se le hacía demasiado cutre para ser una posibilidad a barajar.
Al poco de llegar Archi, Cío, Nero y el imitador de Shaco; Taro, Ri y Keiria les comentaron algo que hizo resoplar a la ordesa. <<Una ladrona de comida, justo lo que necesitábamos ahora>>. Le alegraba saber que había acertado y, al menos, les había ido bien. <<Siguen vivos>> eso le valía para dejarla conforme. Por el contrario, la presencia de Arza, su estorbo, la molestó y avivó la misma locura materna que abogaba por matar a las estirges y abandonar al inestable de Shaco en alguna esquina de la ciudad.
—No —dijo con firmeza, apretando los puños tras la intervención de Cío—. Quedan cuatro meses para la luna y necesitamos comer —<<mis bebés lo necesitan>>—. Arza nos puede dejar sin comida en algún momento crítico y pasarnos factura. Es el doble de grande que yo, no sabemos de lo que es capaz de hacer en cuanto a magia y estoy segura de que peleará por su comida como un berno furioso. Es lo que haríamos todos y lo sabéis. —Para sorpresa de la propia Lara, su mirada oteó la sala en busca de la aprobación de Xalkoth ante lo que iba a decir. Sus ojos brillaban con una determinación férrea, insana—. Lo que tenemos que hacer es matarla. Tenderle una trampa y eliminar el obstáculo que nos supone para siempre. Es la mejor solución para nosotros.
Lara no la quería estorbando, la quería muerta; tan muerta que no se paró a pensar en lo que significaba matarla. Pero lo hacía por la vida de sus hijos y aquello excusaba los peores horrores que pudiera cometer.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
18/05/14, 02:31 am
Xalk había aprovechado que no había casi gente en el torreón para mudar el exoesqueleto, y para su sorpresa había descubierto que los patrones naranjas del mismo habían cambiado al salirle el nuevo. No era un cambio excesivamente notable, básicamente las líneas naranjas ahora eran más como manchas alargadas y algo onduladas.
La sorpresa era porque no es algo muy común. Si bien le sucede a todos los clinger, no ocurre más que en contadas ocasiones a lo largo de sus vidas. Para Xalk, esta era la segunda desde su infancia, en la que su caparazón había sido negro con manchitas naranjas redondas repartidas sin orden alguno.
Cuando llegaron los grupos había entrado al salón mirándose por todas partes con curiosidad por los cambios, y estuvo a punto de no escuchar lo ocurrido con las cestas. Pero lo hizo, y cuando lo oyó se puso serio, dispuesto a escuchar las sugerencias del grupo.
La propuesta de matar le pilló por sorpresa. Por supuesto había pensado en hacerlo, la mejor forma de acabar con un problema es eliminar la causa, y la causa era otro cosechado. Matarla era una solución permanente que consideraba totalmente lógica, pero sabía cómo reaccionaría el resto, así que no había pensado en sugerirlo. Ahora…
-Creo que todos sabéis mi opinión ante una situación así. También estoy a favor de matarla. Es la mejor forma de librarnos del problema- Hizo una pausa –Aun así convivir me ha enseñado a estar abierto a más opciones. Por mi parte podemos intentar ir con antelación. si falla, pues cambiamos de táctica y nos deshacemos de ella. Esa es mi propuesta... creo.
Las relaciones sociales mínimamente complejas despertaban su torpeza natural, y esta no era una excepción.
-¿Es así como se hace ¿no? ehm... ¿siguiente?
Mientras, en su mente el insecto acababa de tomar una decisión peligrosa. Necesitaban que el grupo se mantuviera unido, e ir en contra del resto constantemente podría llevar a romper esa unión.
Necesitaban librarse de Arza, pero a la vez necesitaban estar unidos. Su solución le aseguraría lograr ambas, pero era peligroso hacerlo solo. Sin embargo, por primera vez, ahora había una persona que podría estar dispuesta a ayudarle.
Aquella noche Lara recibiría una visita. Pero por ahora... lo mejor sería volver a mirarse el exoesqueleto para curiosear las manchitas nuevas.
La sorpresa era porque no es algo muy común. Si bien le sucede a todos los clinger, no ocurre más que en contadas ocasiones a lo largo de sus vidas. Para Xalk, esta era la segunda desde su infancia, en la que su caparazón había sido negro con manchitas naranjas redondas repartidas sin orden alguno.
Cuando llegaron los grupos había entrado al salón mirándose por todas partes con curiosidad por los cambios, y estuvo a punto de no escuchar lo ocurrido con las cestas. Pero lo hizo, y cuando lo oyó se puso serio, dispuesto a escuchar las sugerencias del grupo.
La propuesta de matar le pilló por sorpresa. Por supuesto había pensado en hacerlo, la mejor forma de acabar con un problema es eliminar la causa, y la causa era otro cosechado. Matarla era una solución permanente que consideraba totalmente lógica, pero sabía cómo reaccionaría el resto, así que no había pensado en sugerirlo. Ahora…
-Creo que todos sabéis mi opinión ante una situación así. También estoy a favor de matarla. Es la mejor forma de librarnos del problema- Hizo una pausa –Aun así convivir me ha enseñado a estar abierto a más opciones. Por mi parte podemos intentar ir con antelación. si falla, pues cambiamos de táctica y nos deshacemos de ella. Esa es mi propuesta... creo.
Las relaciones sociales mínimamente complejas despertaban su torpeza natural, y esta no era una excepción.
-¿Es así como se hace ¿no? ehm... ¿siguiente?
Mientras, en su mente el insecto acababa de tomar una decisión peligrosa. Necesitaban que el grupo se mantuviera unido, e ir en contra del resto constantemente podría llevar a romper esa unión.
Necesitaban librarse de Arza, pero a la vez necesitaban estar unidos. Su solución le aseguraría lograr ambas, pero era peligroso hacerlo solo. Sin embargo, por primera vez, ahora había una persona que podría estar dispuesta a ayudarle.
Aquella noche Lara recibiría una visita. Pero por ahora... lo mejor sería volver a mirarse el exoesqueleto para curiosear las manchitas nuevas.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
18/05/14, 07:39 pm
En realidad le molestó más que Cío se parase a mitad de frase que el comentario en sí. Vale, él era el inútil que se había dejado tragar por una casa, pero no era un bebé. Le abochornaba que creyeran que podía hacerse un ovillo en un rincón a gemir o algo así si mentaban el tema.
Se obligó a sonreír.
-Bueno, al menos en ese caso alguien comería seguro- bromeó para que supieran que no pasaba nada con decir esas cosas delante de él-. Pues yo estoy de acuerdo con Cío. Antes cogíamos la bañera desde los tejados antes de que aterrizara, podemos volver a hacerlo. Tenemos ventaja sobre la comida, nos evitamos una pelea de gatas tonta y puede que ella nunca llegue a saber que somos nosotros.
Fácil. Rápido. Sin conflicto. Así le gustaban las soluciones a Taro, pero era de esperar que se alzasen voces que disintiesen. De Xalk ya no tanto, pero a día de hoy le seguía chocando oír salir esas cosas de la boca de Lara.
-¿Que nos puede dejar sin comida?- repitió-. Si hacemos lo que acabamos de decir siempre seremos los primeros, y ella misma ha dicho que si se las encuentra vacías, se busca la vida. Por muy grandullona que sea no le conviene buscar bronca con un grupo entero por unas cestas de mierda. Más si sabe que hay más en otros lados.
Resopló ante la aportación de Xalk, cruzándose de brazos y apoyándose en la pared tras él. No obstante, tenía que reconocerle que había sido una intervención menos fanática que de costumbre.
-No va a hacer falta- repitió con tono cansino-. ¿Quién se apunta a la misión de cargarse a la lagarta porque, bueno, porque podemos?- dijo con ironía-. ¿No? ¿Nadie?
Taro sabía bien lo que era el hambre de verdad. Fuese antipática o no, estaba en contra de negarle el alimento a la chica-lagarto si realmente no lo necesitaban. Tenía tanto derecho como ellos a sobrevivir.
Se obligó a sonreír.
-Bueno, al menos en ese caso alguien comería seguro- bromeó para que supieran que no pasaba nada con decir esas cosas delante de él-. Pues yo estoy de acuerdo con Cío. Antes cogíamos la bañera desde los tejados antes de que aterrizara, podemos volver a hacerlo. Tenemos ventaja sobre la comida, nos evitamos una pelea de gatas tonta y puede que ella nunca llegue a saber que somos nosotros.
Fácil. Rápido. Sin conflicto. Así le gustaban las soluciones a Taro, pero era de esperar que se alzasen voces que disintiesen. De Xalk ya no tanto, pero a día de hoy le seguía chocando oír salir esas cosas de la boca de Lara.
-¿Que nos puede dejar sin comida?- repitió-. Si hacemos lo que acabamos de decir siempre seremos los primeros, y ella misma ha dicho que si se las encuentra vacías, se busca la vida. Por muy grandullona que sea no le conviene buscar bronca con un grupo entero por unas cestas de mierda. Más si sabe que hay más en otros lados.
Resopló ante la aportación de Xalk, cruzándose de brazos y apoyándose en la pared tras él. No obstante, tenía que reconocerle que había sido una intervención menos fanática que de costumbre.
-No va a hacer falta- repitió con tono cansino-. ¿Quién se apunta a la misión de cargarse a la lagarta porque, bueno, porque podemos?- dijo con ironía-. ¿No? ¿Nadie?
Taro sabía bien lo que era el hambre de verdad. Fuese antipática o no, estaba en contra de negarle el alimento a la chica-lagarto si realmente no lo necesitaban. Tenía tanto derecho como ellos a sobrevivir.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
18/05/14, 10:36 pm
Lara nisiquiera pensó en contener su sonrisa de satisfacción al ver que Xalkoth apoyaba a medias su idea. Al principio no había entendido muy bien la mentalidad del bicho, pero ahora empezaba a comprenderlo mejor. Era el modo de pensamiento más lógico a la hora de sobrevivir: matar antes de que te maten. La intervención de Taro, por otro lado, la hizo arrugar el ceño y lanzar una mirada sombría al carabés.
—Yo me apuntaría y, hasta donde sé, dos personas son más que nadie —contestó con tono seco a sus preguntas irónicas—. La estáis subestimando, a ella y a mi proposición —<<Mis proposiciones>> se corrigió a sí misma, pensando en cuántas veces la habían mirado como si estuviera loca por sugerir echar a Shaco o matar a los pájaros—. Y cuando descubráis que Arza vive más cerca del itinerario de las bañeras que nosotros, o que sabe corretear por los tejados como vosotros, podría ser demasiado tarde. Cualquiera se muere si cae mal de un edificio y una lagartona de dos metros es más que apta para empujarnos. No la conocéis, no sabéis de sus intenciones, no sabéis absolutamente nada de ella ni de la cultura de la que proviene, y ¿aún así os decantais por ser amistosos con ella? —su rostro se había ido congestionando poco a poco, pero su tono de voz permanecía tan seco como al principio, sin muestra alguna de estar alterada. Rodó los ojos y acabó añadiendo—. Que la Suerte no lo quiera, pero vuestra visión optimista os podría costar cara un día de estos.
—Yo me apuntaría y, hasta donde sé, dos personas son más que nadie —contestó con tono seco a sus preguntas irónicas—. La estáis subestimando, a ella y a mi proposición —<<Mis proposiciones>> se corrigió a sí misma, pensando en cuántas veces la habían mirado como si estuviera loca por sugerir echar a Shaco o matar a los pájaros—. Y cuando descubráis que Arza vive más cerca del itinerario de las bañeras que nosotros, o que sabe corretear por los tejados como vosotros, podría ser demasiado tarde. Cualquiera se muere si cae mal de un edificio y una lagartona de dos metros es más que apta para empujarnos. No la conocéis, no sabéis de sus intenciones, no sabéis absolutamente nada de ella ni de la cultura de la que proviene, y ¿aún así os decantais por ser amistosos con ella? —su rostro se había ido congestionando poco a poco, pero su tono de voz permanecía tan seco como al principio, sin muestra alguna de estar alterada. Rodó los ojos y acabó añadiendo—. Que la Suerte no lo quiera, pero vuestra visión optimista os podría costar cara un día de estos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 12:36 am
Aprendiz
El ruso se habia recuperado a mitad de camino y pronto habian logrado poner rumbo a un ritmo y velocidad decentes de vuelta a Maciel. En la cicatriz, el aprendiz se mostró temeroso, pero no dejó que eso le afectara más alla de no querer mirar hacia abajo nunca. Y así atravesaron la ciudad de vuelta.
Sin embargo, al llegar a Maciel, hubiera querido comunicarles buenas noticias a los demás, pero se encontró con un ambiente una historia un tanto tenso. Y, entonces, todo deseo por intentar contarles las buenas nuevas murió en él, al ver poco a poco, como unos planeaban en matar a un tercero. Sobretodo Lara, de quien habia recuperado sus recuerdos, no podia creer lo que le oia decir. Lo que habia cambiado en apenas dos meses.
-¿Dónde está el límite, Lara?-le preguntó entonces al aprendiz con la mirada seria.-¿En que momento el compartir algo con alguien le convierte en nuestro rival, nuestro enemigo? ¿En que momento, tenemos nosotros el derecho y el perdón de acabar con la vida de otros? Yo digo que es una locura y una insensatez. No sabemos nada de ella, cierto. Pero no estoy diciendo de confiar en ella ciegamente. Estoy diciendo de coexistir.-tenia el ceño fruncido y parecia bastante serio.-Quisiera que tú, de todas las personas de este techo, que ha experimentado más la pérdida, entendieras lo que es cortar una vida prematuramente.-chasqueó con la lengua. Pensaba si seguir metiendose al trapo, pero visto la actitud de otro alien, de nombre impronunciable para él, vio que tenia que insistir ante una Lara histérica, casi como si fuese otra persona.-Esa... chica... lagarto... Tiene que tener padres, amigos, puede que hermanos y abuelos, de vuelta en su mundo. Gente que, imagino, la echarán de menos. Y ella no es la culpable de lo que le pasó ni a Rica ni a Randa.-
Resopló lleno de coraje, querria darle su optimismo. Queria compartir su calor que, hasta él, que habia perdido todo, veia una luz al final del tunel. ¿Pero como podia convencer a una madre que habia perdido a dos de sus hijos a no ser así? El aprendiz se sintió necio y descarado al intentar empatizar con ella, pero aun así, no querria ver a su peluda y, antes dulce, amiga convertirse en un ser tan abyecto para consentir y organizar el asesinato de una persona inocente.
-Somos más. Somos más fuertes. Y tenemos magia. Y a Archi-le dijo.-Si de algo que no te tienes que preguntar que algún Dr Curt Connors de por ahí que nos tire de un pie mientras saltamos de tejado en tejado. Asi que, por favor Lara, no te preocupes por eso. Pronto llegará la luna, lo conseguiremos y podremos volver a nuestros hogares sanos y salvos.-y, entonces le sonrió a la ordesa.-Nada de hablar de matar a nadie.-añadió al final, para sentenciar.-Ya bastante nos quiere muertos la ciudad para que además haya alguien aqui quien quiera matar a otro.-
El ruso se habia recuperado a mitad de camino y pronto habian logrado poner rumbo a un ritmo y velocidad decentes de vuelta a Maciel. En la cicatriz, el aprendiz se mostró temeroso, pero no dejó que eso le afectara más alla de no querer mirar hacia abajo nunca. Y así atravesaron la ciudad de vuelta.
Sin embargo, al llegar a Maciel, hubiera querido comunicarles buenas noticias a los demás, pero se encontró con un ambiente una historia un tanto tenso. Y, entonces, todo deseo por intentar contarles las buenas nuevas murió en él, al ver poco a poco, como unos planeaban en matar a un tercero. Sobretodo Lara, de quien habia recuperado sus recuerdos, no podia creer lo que le oia decir. Lo que habia cambiado en apenas dos meses.
-¿Dónde está el límite, Lara?-le preguntó entonces al aprendiz con la mirada seria.-¿En que momento el compartir algo con alguien le convierte en nuestro rival, nuestro enemigo? ¿En que momento, tenemos nosotros el derecho y el perdón de acabar con la vida de otros? Yo digo que es una locura y una insensatez. No sabemos nada de ella, cierto. Pero no estoy diciendo de confiar en ella ciegamente. Estoy diciendo de coexistir.-tenia el ceño fruncido y parecia bastante serio.-Quisiera que tú, de todas las personas de este techo, que ha experimentado más la pérdida, entendieras lo que es cortar una vida prematuramente.-chasqueó con la lengua. Pensaba si seguir metiendose al trapo, pero visto la actitud de otro alien, de nombre impronunciable para él, vio que tenia que insistir ante una Lara histérica, casi como si fuese otra persona.-Esa... chica... lagarto... Tiene que tener padres, amigos, puede que hermanos y abuelos, de vuelta en su mundo. Gente que, imagino, la echarán de menos. Y ella no es la culpable de lo que le pasó ni a Rica ni a Randa.-
Resopló lleno de coraje, querria darle su optimismo. Queria compartir su calor que, hasta él, que habia perdido todo, veia una luz al final del tunel. ¿Pero como podia convencer a una madre que habia perdido a dos de sus hijos a no ser así? El aprendiz se sintió necio y descarado al intentar empatizar con ella, pero aun así, no querria ver a su peluda y, antes dulce, amiga convertirse en un ser tan abyecto para consentir y organizar el asesinato de una persona inocente.
-Somos más. Somos más fuertes. Y tenemos magia. Y a Archi-le dijo.-Si de algo que no te tienes que preguntar que algún Dr Curt Connors de por ahí que nos tire de un pie mientras saltamos de tejado en tejado. Asi que, por favor Lara, no te preocupes por eso. Pronto llegará la luna, lo conseguiremos y podremos volver a nuestros hogares sanos y salvos.-y, entonces le sonrió a la ordesa.-Nada de hablar de matar a nadie.-añadió al final, para sentenciar.-Ya bastante nos quiere muertos la ciudad para que además haya alguien aqui quien quiera matar a otro.-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 01:09 am
Bufó ante el siguiente discurso de la ordesa. No le entraba en la cabeza lo empecinada que estaba en matar a alguien, pero le faltaba la labia para organizar sus pensamientos y rebatírselo argumento por argumento en un tiempo razonable. Miró a Archi exasperado, con la esperanza de que usase su especialidad y la convenciese.
-Hoy estábamos tres gatos y no ha intentado nada- resopló, y tras aquello desvió la mirada con tozudez decidido a no meterse más al trapo. No quería coger un mosqueo-. Y si tanta amenaza te parece todo el mundo, corre a Letargo y a Sendar a matarlos a todos. No han intentado nada pero eh, podrían intentarlo en cualquier momento, ¿no? Al fin y al cabo también comen. El resto te esperamos aquí.
Escuchó con expresión neutra las palabras del aprendiz. "Clavadas", constató con respecto a tres meses atrás. Ante la mención a los niños de Lara, sin embargo, hizo una mueca bastante expresiva.
-Golpe bajo, tío- señaló a media voz.
-Hoy estábamos tres gatos y no ha intentado nada- resopló, y tras aquello desvió la mirada con tozudez decidido a no meterse más al trapo. No quería coger un mosqueo-. Y si tanta amenaza te parece todo el mundo, corre a Letargo y a Sendar a matarlos a todos. No han intentado nada pero eh, podrían intentarlo en cualquier momento, ¿no? Al fin y al cabo también comen. El resto te esperamos aquí.
Escuchó con expresión neutra las palabras del aprendiz. "Clavadas", constató con respecto a tres meses atrás. Ante la mención a los niños de Lara, sin embargo, hizo una mueca bastante expresiva.
-Golpe bajo, tío- señaló a media voz.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 02:13 am
Si la mirada de la madre disparara flechas, en aquellos momentos Shaco y Taro estarían muertos y con el cuerpo ensartado en ochenta puntos diferentes.
—No. Te atrevas. A darme. Clases. De leyes, maldito chalado —escupió, señalando al aprendiz con la peor expresión que su cara sabía poner—. Los huesos de mis hijos reposan bajo mi cama, ¿te crees que no sé que es mía la culpa de que el único recuerdo tangible que me queda de ellos sea eso y un puñado de cenizas? Era una niña tonta y murieron por mi culpa. Porque me habían lavado el cerebro con cuentos de lo bonito que es el amor y la amistad y compartir y respetar. Pero en esta ciudad eso no funciona— <<He abierto los ojos. Y los oídos>>—. Somos bastante débiles ya como para que nos pongamos trabas morales y, aun así, os digo que jamás mataría a nadie que conozca y perciba como bueno—miró de reojo a Taro, que hoy estaba especialmente mordaz. No quería pensar demasiado en él, porque no quería llegar a la conclusión errónea de que habría estado mejor si no lo hubieran rescatado. No se lo merecía—. Pero si os pensáis que me va a temblar la mano a la hora de acabar con cualquiera que ponga en peligro la vida de mis hijos, os equivocáis de punto a punto.
>>Y a ti, ¿Te han contado lo hijo de 710 que has sido estos dos meses?—continuó, de nuevo hablando con Shaco—. Te convertiste en un ser despreciable con el que apenas se podía convivir, que desperdiciaba comida y hacía la vida imposible a la gente. Un ser que disfrutaba causando desgracias, que nos obligaba a perder el tiempo en vigilancias costosas y que, probablemente, todavía viva dentro de tu cabeza, junto con quién sabe cuántos monstruos más que esperan a que te duermas para apoderarse de tu cuerpo. Y aun así te toleré y todavía te sigo tolerando, aunque no me fíe un pelo de ti. Así que te pido que vuelvas a plantearte si no me estoy esforzando ya lo suficiente por coexistir contigo.
La ordesa se cruzó de brazos y agachó la mirada durante apenas un par de segundos. En ese momento le dio un sobresalto que fue seguido de un fuerte escalofrío y la consecuente pomponeidad; ultimamente le ocurría a menudo. Lara no tenía ni idea de qué trauma le causaría matar a nadie, por eso hablaba tan libremente. Tampoco sabía qué tipo de trauma podría acabar trayéndole el hablar tan libremente, porque en aquel momento solo contaba con la sensación desagradable de que un gran peligro se cernía sobre sus hijos y a eso se le sumaba lo dolida y enfadada que se encontraba por los comentarios de sus compañeros. En esos momentos ya ni se acordaba de lo de Arza. Había pasado a un segundo plano.
—Espero que mantengas todo ese optimismo cuando llegue la luna y eches de menos a alguno de nosotros—resopló y se giró para hablar dirigiéndose a todos. Comenzaba a sentirse cansada, sobrepasada por la situación. Incomprendida—. ¿Alguien más quiere mofarse de mí con sarcasmos, recordarme que cargo con la muerte de Rica y Randa en el marsupio o darme algún sermón? Es vuestro momento antes de que desaparezca de vuestras vistas.
Con eso se refería a subirse a su pequeño rincón, que hoy sería aún más pequeño e incómodo; pero una pequeña parte de ella planeaba escapadas en silencio y valoraba si merecía la pena correr el riesgo de salir sola con los pequeños.
—No. Te atrevas. A darme. Clases. De leyes, maldito chalado —escupió, señalando al aprendiz con la peor expresión que su cara sabía poner—. Los huesos de mis hijos reposan bajo mi cama, ¿te crees que no sé que es mía la culpa de que el único recuerdo tangible que me queda de ellos sea eso y un puñado de cenizas? Era una niña tonta y murieron por mi culpa. Porque me habían lavado el cerebro con cuentos de lo bonito que es el amor y la amistad y compartir y respetar. Pero en esta ciudad eso no funciona— <<He abierto los ojos. Y los oídos>>—. Somos bastante débiles ya como para que nos pongamos trabas morales y, aun así, os digo que jamás mataría a nadie que conozca y perciba como bueno—miró de reojo a Taro, que hoy estaba especialmente mordaz. No quería pensar demasiado en él, porque no quería llegar a la conclusión errónea de que habría estado mejor si no lo hubieran rescatado. No se lo merecía—. Pero si os pensáis que me va a temblar la mano a la hora de acabar con cualquiera que ponga en peligro la vida de mis hijos, os equivocáis de punto a punto.
>>Y a ti, ¿Te han contado lo hijo de 710 que has sido estos dos meses?—continuó, de nuevo hablando con Shaco—. Te convertiste en un ser despreciable con el que apenas se podía convivir, que desperdiciaba comida y hacía la vida imposible a la gente. Un ser que disfrutaba causando desgracias, que nos obligaba a perder el tiempo en vigilancias costosas y que, probablemente, todavía viva dentro de tu cabeza, junto con quién sabe cuántos monstruos más que esperan a que te duermas para apoderarse de tu cuerpo. Y aun así te toleré y todavía te sigo tolerando, aunque no me fíe un pelo de ti. Así que te pido que vuelvas a plantearte si no me estoy esforzando ya lo suficiente por coexistir contigo.
La ordesa se cruzó de brazos y agachó la mirada durante apenas un par de segundos. En ese momento le dio un sobresalto que fue seguido de un fuerte escalofrío y la consecuente pomponeidad; ultimamente le ocurría a menudo. Lara no tenía ni idea de qué trauma le causaría matar a nadie, por eso hablaba tan libremente. Tampoco sabía qué tipo de trauma podría acabar trayéndole el hablar tan libremente, porque en aquel momento solo contaba con la sensación desagradable de que un gran peligro se cernía sobre sus hijos y a eso se le sumaba lo dolida y enfadada que se encontraba por los comentarios de sus compañeros. En esos momentos ya ni se acordaba de lo de Arza. Había pasado a un segundo plano.
—Espero que mantengas todo ese optimismo cuando llegue la luna y eches de menos a alguno de nosotros—resopló y se giró para hablar dirigiéndose a todos. Comenzaba a sentirse cansada, sobrepasada por la situación. Incomprendida—. ¿Alguien más quiere mofarse de mí con sarcasmos, recordarme que cargo con la muerte de Rica y Randa en el marsupio o darme algún sermón? Es vuestro momento antes de que desaparezca de vuestras vistas.
Con eso se refería a subirse a su pequeño rincón, que hoy sería aún más pequeño e incómodo; pero una pequeña parte de ella planeaba escapadas en silencio y valoraba si merecía la pena correr el riesgo de salir sola con los pequeños.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 02:21 pm
Aprendiz
El joven ruso escuchó con el rostro sombrio la respuesta de la ordesa, si pudiera haber previsto una respuesta así, se hubiera quedado corto. Lara estaba enajenada y paranoica y no en verdad estaba más preocupado por la ordesa que por la mujer-lagarto con malas pulgas.
Cuando ella terminó de hablar, alzó la mirada.
-Aun no hemos terminado aquí, Lara. No quiero...-miró a los demás, buscando aprovación.-No queremos que nadie haga algo estúpido.-contestó, frunciendo a los labios.
-No me contestaste en absoluto.-dijo, volviendo al ataque. La mirada que Taro le habia dirigido seguido de lo que le dijo parecio no afectarle.-Te pregunté por donde estaba tu límite. Tu misma lo has dicho, ¿no? No soy más que un chalado y un hijo de... Voy a imaginarme que eso que me has llamado es algo bastante insultante. Pues eso. ¿Tu prioridad entonces, no seria eliminarme a mi primero? No entiendo como puedes tolerar mi presencia, como bien dices que tanto te cuesta, pero de pronto llega una persona que no conoces de nada y decides dejar caer el mazo y ajusticiarla por crímenes que crees que cometerá.-
Intentaba probar un punto, pero no tenia mucha autoestima en sus habilidades de exposición.
-Voy a hacer que sea así. Nadie va a matar a nadie. Y si alguien tiene intenciones de hacer algo así de estúpido...-dijo, mirando tanto a Xalk como a Lara, pero luego pasando a mirar al grupo.-... Será por encima de mi. Estaré normalmente en el patio. Si alguien quiere matarme para poder seguir asesinando con libertad a más inocentes, estaré normalmente en el patio. Si no puedo haceros recobrar el sentido común, os lo meteré a golpes, con mi bõ.-
Tenia el ceño fruncido. Estaba quizás lo más serio que le habrian visto en aquellos meses y, aunque dudaba de sus propias palabras y la fuerza de ellas, genuinamente pensaba convertirse en el cabeza de turco de los problemas de otros, para que así inocentes no fueran dañados.
Se dio cuenta entonces, de que habia mencionado su bõ de nuevo y, debido a la desagradable seriedad que llevaba acarreando desde hacia minutos, intentó terminarlo en una nota postiiva, aun sabiendo que seria imposible.
-Recuperamos mi bõ de las enredaderas de Letargo.-les informó.-Y con él, han vuelto ciertos recuerdos de vosotros, de otra gente de la ciudad y eventos. Así como mios propios, de antes de venir a aquí.-añadió.-Voy a seguir buscando estos dias otros objetos mios que tengan mis recuerdos. Cualquiera es libre de ayudar, pero si tengo que ir solo, lo haré. Si algo quiero dejar claro, es que yo no pienso tolerar que esta ciudad del infierno cambie mi visión del mundo. Voy a seguir siendo estúpidamente optimista, si.-dijo, mirando a Lara.- Hay un orden para todas las cosas y esta ciudad no es ni una millonesima parte de lo que hay ahí afuera. Es tan solo un punto negro en medio de un mar de posibilidades. Vamos a sobrevivir y a progresar.-
Y, sin más, se giró y salió al patio a entrenar por primera vez en mucho tiempo.
El joven ruso escuchó con el rostro sombrio la respuesta de la ordesa, si pudiera haber previsto una respuesta así, se hubiera quedado corto. Lara estaba enajenada y paranoica y no en verdad estaba más preocupado por la ordesa que por la mujer-lagarto con malas pulgas.
Cuando ella terminó de hablar, alzó la mirada.
-Aun no hemos terminado aquí, Lara. No quiero...-miró a los demás, buscando aprovación.-No queremos que nadie haga algo estúpido.-contestó, frunciendo a los labios.
-No me contestaste en absoluto.-dijo, volviendo al ataque. La mirada que Taro le habia dirigido seguido de lo que le dijo parecio no afectarle.-Te pregunté por donde estaba tu límite. Tu misma lo has dicho, ¿no? No soy más que un chalado y un hijo de... Voy a imaginarme que eso que me has llamado es algo bastante insultante. Pues eso. ¿Tu prioridad entonces, no seria eliminarme a mi primero? No entiendo como puedes tolerar mi presencia, como bien dices que tanto te cuesta, pero de pronto llega una persona que no conoces de nada y decides dejar caer el mazo y ajusticiarla por crímenes que crees que cometerá.-
Intentaba probar un punto, pero no tenia mucha autoestima en sus habilidades de exposición.
-Voy a hacer que sea así. Nadie va a matar a nadie. Y si alguien tiene intenciones de hacer algo así de estúpido...-dijo, mirando tanto a Xalk como a Lara, pero luego pasando a mirar al grupo.-... Será por encima de mi. Estaré normalmente en el patio. Si alguien quiere matarme para poder seguir asesinando con libertad a más inocentes, estaré normalmente en el patio. Si no puedo haceros recobrar el sentido común, os lo meteré a golpes, con mi bõ.-
Tenia el ceño fruncido. Estaba quizás lo más serio que le habrian visto en aquellos meses y, aunque dudaba de sus propias palabras y la fuerza de ellas, genuinamente pensaba convertirse en el cabeza de turco de los problemas de otros, para que así inocentes no fueran dañados.
Se dio cuenta entonces, de que habia mencionado su bõ de nuevo y, debido a la desagradable seriedad que llevaba acarreando desde hacia minutos, intentó terminarlo en una nota postiiva, aun sabiendo que seria imposible.
-Recuperamos mi bõ de las enredaderas de Letargo.-les informó.-Y con él, han vuelto ciertos recuerdos de vosotros, de otra gente de la ciudad y eventos. Así como mios propios, de antes de venir a aquí.-añadió.-Voy a seguir buscando estos dias otros objetos mios que tengan mis recuerdos. Cualquiera es libre de ayudar, pero si tengo que ir solo, lo haré. Si algo quiero dejar claro, es que yo no pienso tolerar que esta ciudad del infierno cambie mi visión del mundo. Voy a seguir siendo estúpidamente optimista, si.-dijo, mirando a Lara.- Hay un orden para todas las cosas y esta ciudad no es ni una millonesima parte de lo que hay ahí afuera. Es tan solo un punto negro en medio de un mar de posibilidades. Vamos a sobrevivir y a progresar.-
Y, sin más, se giró y salió al patio a entrenar por primera vez en mucho tiempo.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 03:15 pm
Sentados uno al lado del otro en el sofá, los sinhadres guardaban silencio. Nero quería ver por donde se desarrollaban las ideas, y estaba interesado en el cambio en Lara. Resultaba menos tonta, aunque quizás excesivamente paranoica. Anriel apretó los labios cuando Shaco comentó que había recordado cosas, no quería preguntar el que. No quería saberlo.
- Me defenderé si es necesario, hasta donde sea necesario- dijo la albina con sequedad- pero tampoco voy a ir a cazar por el mero gusto de ello. La lagarta esta prevenida. A mi me vale.
- Me defenderé si es necesario, hasta donde sea necesario- dijo la albina con sequedad- pero tampoco voy a ir a cazar por el mero gusto de ello. La lagarta esta prevenida. A mi me vale.
-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
19/05/14, 10:30 pm
—No te pases —advirtió al aprendiz en tono tajante—. He vivido contigo dos meses, o con el verdadero Shaco, y le he cogido cariño a esa primera personalidad. La segunda y la tercera no me gustan, pero no hay segundo ni tercer cuerpo para que tus personalidades se refugien. Además, las situaciones son totalmente distintas: Shaco me importa, la lagarta no.
Cierto que había votado soltarlo en la ciudad y encerrarlo, pero ninguna de aquellas opciones era directamente mortal y Lara no consideró que tuvieran hueco en su discurso.
—Por mí como si te quedas el patio entero para ti —le replicó ante la tontería de golpear a cualquiera que quisiera matar a nadie. <<No eres un ser divino que merezca la pena ser consultado antes de cometer un crimen. No sé qué imbécil crees que te confesaría sus intenciones para que le des una somanta de palos>>. La ordesa esbozó una sonrisa algo macabra, que no era más que un intento fútil de ocultar lo cansada que estaba, y continuó hablando—. No es necesario cruzar el patio para salir del torreón, Arza está ahí fuera —había algo de broma en sus palabras, en el sentido de que Lara jamás consideraría ir sola a por la ladrona, al menos no de momento. En cuanto Shaco salió, Lara se encargó de alzar la voz para que la oyera—. Disfruta masturbándote con tu palo.
Acto seguido dirigió la vista de nuevo al resto del grupo y añadió, señalando al patio:
—Todavía no me lo creo. Los payasos son actores de feria —y sin decir nada más, evacuó la sala también, en dirección a su rincón.
Por las escaleras, Lara gastó parte de sus reservas mágicas en un segundo hechizo de amplificación sensorial. Por su cabeza pasaban demasiadas ideas peligrosas y quería saber qué decían abajo tras su marcha, para saber si debía descartarlas o acogerse a ellas. De momento le alegraba saber que el bicho la acabaría apoyando y que Ri no tendría reparos en matarla si su vida peligraba. <<Están sordos, unos menos que otros>>. Se decía.
Cierto que había votado soltarlo en la ciudad y encerrarlo, pero ninguna de aquellas opciones era directamente mortal y Lara no consideró que tuvieran hueco en su discurso.
—Por mí como si te quedas el patio entero para ti —le replicó ante la tontería de golpear a cualquiera que quisiera matar a nadie. <<No eres un ser divino que merezca la pena ser consultado antes de cometer un crimen. No sé qué imbécil crees que te confesaría sus intenciones para que le des una somanta de palos>>. La ordesa esbozó una sonrisa algo macabra, que no era más que un intento fútil de ocultar lo cansada que estaba, y continuó hablando—. No es necesario cruzar el patio para salir del torreón, Arza está ahí fuera —había algo de broma en sus palabras, en el sentido de que Lara jamás consideraría ir sola a por la ladrona, al menos no de momento. En cuanto Shaco salió, Lara se encargó de alzar la voz para que la oyera—. Disfruta masturbándote con tu palo.
Acto seguido dirigió la vista de nuevo al resto del grupo y añadió, señalando al patio:
—Todavía no me lo creo. Los payasos son actores de feria —y sin decir nada más, evacuó la sala también, en dirección a su rincón.
Por las escaleras, Lara gastó parte de sus reservas mágicas en un segundo hechizo de amplificación sensorial. Por su cabeza pasaban demasiadas ideas peligrosas y quería saber qué decían abajo tras su marcha, para saber si debía descartarlas o acogerse a ellas. De momento le alegraba saber que el bicho la acabaría apoyando y que Ri no tendría reparos en matarla si su vida peligraba. <<Están sordos, unos menos que otros>>. Se decía.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
20/05/14, 01:04 am
Las diferentes opiniones estaban comenzando a desencadenar discusiones, que al final terminaron con la pastora marchándose. No es que lo que había pasado fuera a modificar sus planes, pero si de verdad Shaco iba a intentar impedir que salieran podría ser un problema. En cualquier caso lo primero era confirmar que tenía apoyo en lo que quería hacer.
No tardó mucho en ir a buscar a Lara, solo necesitaba que estuviera sola y que no hubiera peligro de que alguien los interrumpiera. La encontró sentada en su cama, con los saquitos de huesos al lado, costumbre que no terminaba de ver útil, pero había aprendido a no juzgar exclusivamente según su propio criterio, así que no le dio importancia.
No estaba seguro, pero le pareció que la ordesa sabía que iba a entrar allí.
-Esto... hola… ¿Podemos hablar? Es sobre el tema de las cestas.
Ahora llegaba la parte difícil, si se había equivocado y estaba en contra de su plan podría delatarlo y acabar encerrado, o algo similar. Lo mejor sería sugerirlo discretamente.*
-Verás... sobre lo de la que nos roba las cestas… yo voté por que no le hagamos nada a menos que nos de problemas- Hizo una pausa. –Pero.. ¿y si…? ya sabes… sucediera algo que hiciera que nunca nos diera problema alguno aunque planeara hacerlo en el futuro. Algo que haga que no se la vuelva a ver…
*:Entiéndase según la concepción de Xalk sobre lo que es la discreción:’D
No tardó mucho en ir a buscar a Lara, solo necesitaba que estuviera sola y que no hubiera peligro de que alguien los interrumpiera. La encontró sentada en su cama, con los saquitos de huesos al lado, costumbre que no terminaba de ver útil, pero había aprendido a no juzgar exclusivamente según su propio criterio, así que no le dio importancia.
No estaba seguro, pero le pareció que la ordesa sabía que iba a entrar allí.
-Esto... hola… ¿Podemos hablar? Es sobre el tema de las cestas.
Ahora llegaba la parte difícil, si se había equivocado y estaba en contra de su plan podría delatarlo y acabar encerrado, o algo similar. Lo mejor sería sugerirlo discretamente.*
-Verás... sobre lo de la que nos roba las cestas… yo voté por que no le hagamos nada a menos que nos de problemas- Hizo una pausa. –Pero.. ¿y si…? ya sabes… sucediera algo que hiciera que nunca nos diera problema alguno aunque planeara hacerlo en el futuro. Algo que haga que no se la vuelva a ver…
*:Entiéndase según la concepción de Xalk sobre lo que es la discreción:’D
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo VI)
20/05/14, 01:50 am
Aquella noche resultó ser de las de dormir poco y Lara acabó sentada sobre la cama, con los saquitos de huesos de Rica y Randa frente a ella. Estaba concentrada, repitiendo menalmente mensajes de fuerza para sí misma, cuando unos pasos llamaron su atención. Lara enfocó las orejas a la puerta y clavó la vista en ella. Por el sonido de las pisadas tenía más o menos claro quién era, aunque no tanto sus intenciones, y aún así Lara suspiró aliviada cuando la vista le aseguró la información que le había dado el oído.
Xalk se acercó a su cama y lo que le dijo fue... interesante, como mínimo.
—Shhhh —siseó, con el dedo índice sobre la boca, y añadió en voz bajita—. Vamos primero a dónde no nos oigan.
La ordesa bajó de la cama con cuidado de que el colchón no sonara demasiado y echó a andar con pies de plomo hasta la armería. No respondió a Xalkoth hasta que no estuvo lo más al fondo que pudo.
—¿Y qué es lo que sugieres que... bueno, ya sabes... que suceda? —A pesar de haberse retirado de donde estaba todo el mundo, Lara seguía hablando en un hilillo de voz—. Si solo somos nosotros dos, debemos montarnos un buen plan. Fracasar no nos vale, que aquí nos lo estamos jugando todo.
A pesar de lo mal que lo había pasado durante el día, en aquellos momentos Lara sentía un calorcillo en el pecho. La sensación agradable de que las cosas parecían marchar entre las sombras.
Xalk se acercó a su cama y lo que le dijo fue... interesante, como mínimo.
—Shhhh —siseó, con el dedo índice sobre la boca, y añadió en voz bajita—. Vamos primero a dónde no nos oigan.
La ordesa bajó de la cama con cuidado de que el colchón no sonara demasiado y echó a andar con pies de plomo hasta la armería. No respondió a Xalkoth hasta que no estuvo lo más al fondo que pudo.
—¿Y qué es lo que sugieres que... bueno, ya sabes... que suceda? —A pesar de haberse retirado de donde estaba todo el mundo, Lara seguía hablando en un hilillo de voz—. Si solo somos nosotros dos, debemos montarnos un buen plan. Fracasar no nos vale, que aquí nos lo estamos jugando todo.
A pesar de lo mal que lo había pasado durante el día, en aquellos momentos Lara sentía un calorcillo en el pecho. La sensación agradable de que las cosas parecían marchar entre las sombras.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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