Torreón Letargo (Archivo V)
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Letargo (Archivo V)
05/08/13, 03:54 am
Recuerdo del primer mensaje :
Este torreón de cuatro plantas está completamente cubierto de enredaderas, por lo que en un inicio es un poco complicado encontrar la puerta, algo más pequeña que en los otros torreones. El puente levadizo suele estar bajado, y da a una franja de tierra que rodea la parte delantera del torreón. Los capullos de las flores, que solo se abren con la Luna Roja, despiden al anochecer una fragancia que atonta y adormece a quien la huele. En el patio tiene suelo de tierra y también está repleto de plantas, en su mayoría secas o raquíticas. En el centro hay una estatua de una ninfa atravesada por cientos de estacas.
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- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 09:21 am
???
Algo sospechoso ocurrió aquella noche, aunque solo se dio cuenta de que lo era el día siguiente cuando el cadaver de Vorela se dio a la luz. Insomne por el dolor, el xolnita habia llegado a ver a Sigrun saliendo a altas horas de la noche del dormitorio para volver al rato. el ulterano no queria estar en aquel dormitorio, pero por su debilidad, se veia todavia forzado a la cama. Sobretodo ahora que Sigrun era su primer sospechoso.
Se levantó y, con ayuda del bastón anduvo hacia el cadaver con intención de examinarlo. No habia más marcas de violencia que las que aquel monstruo que la atacó. Queriendo tirar de alguna clave o alguna pista, el ulterano estuvo examinando el cadaver algun tiempo sin pruebas directas que incriminasen al humano, y, sin embargo, al demostrar que podia andar un pequeño trecho, se habia auto incluido en la lista de sospechosos y, como era obvio, algunos sospecharon de el, aunque muchos lo pensaron una muerte natural. No podia ser así, cuadraba mucho mejor que Sigrún, al ser de Los Otros, hubiera saciado su instinto asesino con Vorela.
Ambos eran jugadores, y las demas personas, inferiores, eran sus peones y ambos los comandaban a placer y se entretenian cuando tejian sus complicadas telarañas, lo habia sabido desde aquel primer contacto que tuvo con el, entrenandole en usos básicos de armas blancas. Desde aquel momento en adelante, el xolnita habia tenido especial cuidado de no relacionarse demasiado con el albino. Podrian ser iguales, hasta en una medida, pero al menos lo que el buscaba no acababa con todos muertos en un callejón y riendo como un maniatico.
Y asi pasaron tres tensos meses. La aversión general por su persona no habia contraido, si acaso, se habia reforzado, puede que por que pensasen que habia sido el quien habia matado a Vorela o si acaso, la naturaleza odiosa en el corazón de los xenos fue lo que les empujó a aquello.
Aun así, el ulterano mantenia el perfil bajo, sin llamar demasiado la atención, y solo llegaba a contestar a sus hirientes comentarios cuando el limite se sobrepasaba, normalmente siendo Rasqa el culpable.
Procuró compartir vida con los demás en la medida de lo posible, compartiendo comidas, paseos y demás, pero una vez salio de estar atado a la cama, no volvio a esta, por alejarse de Sigrun y la suciedad.
Con quien más se relacionó fue con Sekkeh Reikayame, con quien ya habia cementado un tipo raro de amistad en la que el ulterano confiaba en el y asi lo creia reciproco, pero que todavia le guardaba secretos. Hablaban bastante, de diferentes temas, pero nunca le habló de sus miedos con Sigrun o de como su estado empeoraba a cada dia que pasaba, esta vez cuando los dientes empezaron a molestarle. La personalidad areaccionaria del intara podria llegar a matarle y el xolnita consideró más de una vez la situación que si Sigrun le estuviera atacando a el, si le ayudaria o no.
Otra sorpesa más grata fue Irianna, quien se convenció a si misma para enseñarle magia. No tuvo mayor reacción que una risa en tos cuando por fin logró lanzar su primer hechizo, tras superar la ardua barrera que supuso el solo tener una mano, pero, de nuevo, seguia siendo un genio y el ulterano sabia que podia tirar a más, pero resultaba dolorosamente obvio para el capellán que la idrina se mostraba reticente de que aprendiera hechizos más avanzados, sobretodo los que podian ser usados ofensivamente.
Algo insultado, el ulterano no decia nada, pero tomaba nota mental de los pasos que leia en el libro. La postura de la idrina era, como poco, paranoica. No solo fisicamente ya no estaba apto para dar ninguna guerra sino que además, no habia ningun hechizo peor que un virote en la frente y no le habian quitado la ballesta por ello.
Todo habia seguido lo normal. O todo lo normal que se podria decir. Una noche entrada, el ulterano se habia quedado en su estudio despierto mientras practicaba el hechizo de superficie reflectante y asi que consiguió percatarse de algo terrible que le estaba pasando: cerca del mentón le habian aparecido unos pelillos casi inapreciables al ojo de un color lila claro. Y aquello solo significaba una cosa.
Todo aquello en lo que habia creido, en lo que habia luchado, en lo que habia sido galardonado, lo habia hecho como un mutante. Por fin entendió tantas cosas de su padre, sus hermanos y de su familia. Por fin entendió que era el Loto Blanco y para que servia. Y aun asi, no lo considero justo. No queria ser un mutante. No queria ser el resultado de una imprudente noche calenturienta en la que algún emperador del pasado habia dejado preñada a una ramera con su vástago bastardo y, por algún motivo, no lo habia eliminado.
Asi es como era. Roaxen Tenvrai era una mentira. No era de sangre noble. No era limpio ni puro. Con mucha paciencia y esmero se arrancó los pelillos y se encerró en su cuarto durante casi una semana, volviendo a su vieja rutina de solo salir a por comida. Largó a todo el que intentó disuadirle mientras obsesivamente se miraba la cara en busca de más vello facial que arrancar. Cuando decidió salir de su reclusa, lo hizo como si no habia pasado nada y sin ningun pelillo a la vista. Y puede que asi hubiese sido, fruto de una terrible pesadilla en la que se habia vuelto alguien con la sangre sucia, pero notablemente mejoró su trato con Kimbra, a quien saludaba cordialmente como hacia con Irianna o Sekkeh. No dijo ni pio de lo que habia pasado y solo se refirió a ello en retrospectiva como “Un pequeño acceso de locura que todos debemos tener alguna vez”.
Tres meses daban material para mucho, pero lo mejor era decir que el ulterano estaba trabajando por concienciar a los demás de que podrian evitar la luna si permanecian escondidos de su luz, porque asi ilustraba el libro que solo los monstruos salian a las calles.
Aquel día coleó al intara quien se asomó y al notar la humedad, mencionó que iba a llover. Roaxen suspiró con una sonrisa. Jamas habia llovido en aquella ciudad, sin contar que el clima no era para nada normal pero...
-Por raro que parezca, estoy de acuerdo con el, mis heridas estan empezando a doler más de lo habitual, lo cual se pueda deber a que la humedad esta aumentando.-
Le soltó un cordial codazo en en hombro al intara y se dirigió a la cocina para saciar un pequeño antojo que siempre se tomaba para paliar un poco su dolor.
Algo sospechoso ocurrió aquella noche, aunque solo se dio cuenta de que lo era el día siguiente cuando el cadaver de Vorela se dio a la luz. Insomne por el dolor, el xolnita habia llegado a ver a Sigrun saliendo a altas horas de la noche del dormitorio para volver al rato. el ulterano no queria estar en aquel dormitorio, pero por su debilidad, se veia todavia forzado a la cama. Sobretodo ahora que Sigrun era su primer sospechoso.
Se levantó y, con ayuda del bastón anduvo hacia el cadaver con intención de examinarlo. No habia más marcas de violencia que las que aquel monstruo que la atacó. Queriendo tirar de alguna clave o alguna pista, el ulterano estuvo examinando el cadaver algun tiempo sin pruebas directas que incriminasen al humano, y, sin embargo, al demostrar que podia andar un pequeño trecho, se habia auto incluido en la lista de sospechosos y, como era obvio, algunos sospecharon de el, aunque muchos lo pensaron una muerte natural. No podia ser así, cuadraba mucho mejor que Sigrún, al ser de Los Otros, hubiera saciado su instinto asesino con Vorela.
Ambos eran jugadores, y las demas personas, inferiores, eran sus peones y ambos los comandaban a placer y se entretenian cuando tejian sus complicadas telarañas, lo habia sabido desde aquel primer contacto que tuvo con el, entrenandole en usos básicos de armas blancas. Desde aquel momento en adelante, el xolnita habia tenido especial cuidado de no relacionarse demasiado con el albino. Podrian ser iguales, hasta en una medida, pero al menos lo que el buscaba no acababa con todos muertos en un callejón y riendo como un maniatico.
Y asi pasaron tres tensos meses. La aversión general por su persona no habia contraido, si acaso, se habia reforzado, puede que por que pensasen que habia sido el quien habia matado a Vorela o si acaso, la naturaleza odiosa en el corazón de los xenos fue lo que les empujó a aquello.
Aun así, el ulterano mantenia el perfil bajo, sin llamar demasiado la atención, y solo llegaba a contestar a sus hirientes comentarios cuando el limite se sobrepasaba, normalmente siendo Rasqa el culpable.
Procuró compartir vida con los demás en la medida de lo posible, compartiendo comidas, paseos y demás, pero una vez salio de estar atado a la cama, no volvio a esta, por alejarse de Sigrun y la suciedad.
Con quien más se relacionó fue con Sekkeh Reikayame, con quien ya habia cementado un tipo raro de amistad en la que el ulterano confiaba en el y asi lo creia reciproco, pero que todavia le guardaba secretos. Hablaban bastante, de diferentes temas, pero nunca le habló de sus miedos con Sigrun o de como su estado empeoraba a cada dia que pasaba, esta vez cuando los dientes empezaron a molestarle. La personalidad areaccionaria del intara podria llegar a matarle y el xolnita consideró más de una vez la situación que si Sigrun le estuviera atacando a el, si le ayudaria o no.
Otra sorpesa más grata fue Irianna, quien se convenció a si misma para enseñarle magia. No tuvo mayor reacción que una risa en tos cuando por fin logró lanzar su primer hechizo, tras superar la ardua barrera que supuso el solo tener una mano, pero, de nuevo, seguia siendo un genio y el ulterano sabia que podia tirar a más, pero resultaba dolorosamente obvio para el capellán que la idrina se mostraba reticente de que aprendiera hechizos más avanzados, sobretodo los que podian ser usados ofensivamente.
Algo insultado, el ulterano no decia nada, pero tomaba nota mental de los pasos que leia en el libro. La postura de la idrina era, como poco, paranoica. No solo fisicamente ya no estaba apto para dar ninguna guerra sino que además, no habia ningun hechizo peor que un virote en la frente y no le habian quitado la ballesta por ello.
Todo habia seguido lo normal. O todo lo normal que se podria decir. Una noche entrada, el ulterano se habia quedado en su estudio despierto mientras practicaba el hechizo de superficie reflectante y asi que consiguió percatarse de algo terrible que le estaba pasando: cerca del mentón le habian aparecido unos pelillos casi inapreciables al ojo de un color lila claro. Y aquello solo significaba una cosa.
Todo aquello en lo que habia creido, en lo que habia luchado, en lo que habia sido galardonado, lo habia hecho como un mutante. Por fin entendió tantas cosas de su padre, sus hermanos y de su familia. Por fin entendió que era el Loto Blanco y para que servia. Y aun asi, no lo considero justo. No queria ser un mutante. No queria ser el resultado de una imprudente noche calenturienta en la que algún emperador del pasado habia dejado preñada a una ramera con su vástago bastardo y, por algún motivo, no lo habia eliminado.
Asi es como era. Roaxen Tenvrai era una mentira. No era de sangre noble. No era limpio ni puro. Con mucha paciencia y esmero se arrancó los pelillos y se encerró en su cuarto durante casi una semana, volviendo a su vieja rutina de solo salir a por comida. Largó a todo el que intentó disuadirle mientras obsesivamente se miraba la cara en busca de más vello facial que arrancar. Cuando decidió salir de su reclusa, lo hizo como si no habia pasado nada y sin ningun pelillo a la vista. Y puede que asi hubiese sido, fruto de una terrible pesadilla en la que se habia vuelto alguien con la sangre sucia, pero notablemente mejoró su trato con Kimbra, a quien saludaba cordialmente como hacia con Irianna o Sekkeh. No dijo ni pio de lo que habia pasado y solo se refirió a ello en retrospectiva como “Un pequeño acceso de locura que todos debemos tener alguna vez”.
Tres meses daban material para mucho, pero lo mejor era decir que el ulterano estaba trabajando por concienciar a los demás de que podrian evitar la luna si permanecian escondidos de su luz, porque asi ilustraba el libro que solo los monstruos salian a las calles.
Aquel día coleó al intara quien se asomó y al notar la humedad, mencionó que iba a llover. Roaxen suspiró con una sonrisa. Jamas habia llovido en aquella ciudad, sin contar que el clima no era para nada normal pero...
-Por raro que parezca, estoy de acuerdo con el, mis heridas estan empezando a doler más de lo habitual, lo cual se pueda deber a que la humedad esta aumentando.-
Le soltó un cordial codazo en en hombro al intara y se dirigió a la cocina para saciar un pequeño antojo que siempre se tomaba para paliar un poco su dolor.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 11:18 am
En el momento en que consiguieron liberar a la libense del monstruo que devoraba su piernas, no perdieron tiempo en hacerse con los suministros y retornar rápidamente. Al llegar al torreón, la krabelinense ayudó en todo aquello en lo que la requirieron, pero, al igual que la noche anterior, sus capacidades resultaban insuficientes para llevar a cabo el tratamiento requerido y otro individuo con mayor habilidad en el uso de la energía superior fue el que llevó a cabo dicho tratamiento. Cuando el proceso terminó y ante la falta de ocupación, Kimbra se dispuso a retomar su rutina diaria comenzando con su alimentación.
La Hija de Lunas cocinó tranquilamente junto a Sekkeh, con el que mantuvo una agradable conversación, tan comunes en sus horas de cuidado del huerto desde que Kimbra había asimilado el hecho de que tenía permitido comentar y dar su opinión sobre distintas situaciones o hechos sin restricciones. La engendro se dispuso a comer tan pronto tuvo terminada la comida y el ulterano se despidió de ella deseándole una buena comida y llamándola “Kim”. Aquel hecho desconcertó a la krabelinense. Kimbra ya había vivido una situación similar durante uno de sus primeros encuentros con Ekatechs donde había pasado de llamarla 6514, su cifra, a llamarla simplemente Seis. El kepryno le había explicado que se trataba de un cambio en la denominación que indicaba familiaridad y amistad, lo que implicaba que el interlocutor consideraba que se tenía una cierta confianza más allá de la formalidad del mero conocido. Kimbra entonces sospechó que Sekkeh había comenzado a considerar que su relación había avanzado de alguna manera, por lo que se había producido ese cambio en la nomenclatura. Kimbra dedicó el resto del día a calibrar mentalmente todas sus interacciones y relaciones mantenidas con los habitantes del torreón, analizando cuales de ellas podrían considerarse estrechas y cuáles no. También reflexionó sobre cuáles de esas relaciones requerirían de un cambio en la forma de nombrarse. Finalmente concluyó que Irianna, Varsai, Sekkeh y Rasqa serían, en distintos grados, los que habrían alcanzado ese nivel de confianza en sus relaciones con ella misma, pero que ninguno de sus nombres, excepto el de Sekkeh, podían llegar a acortarse satisfactoriamente, por lo que solo planeó solicitar el permiso para acortar su nombre de esa manera al ulterano, ya que no se veía capaz de llevar a cabo dicho cambio sin permiso previo.
La noche pasó sin contratiempos y la noticia de la muerte de Vorela al día siguiente sorprendió especialmente a Kimbra, pues el estado en el que había visto a la libense la noche anterior no daba muestras de ser exactamente terminal, sino simplemente estable. Kimbra entonces se preguntó si acaso aquel ser que la atacó le inyectó algún tipo de veneno o virus y quiso experimentar con sus restos, pero se contuvo de sugerir dicho procedimiento, pues tenía entendido que podía afectar la sensibilidad de alguno de los integrantes del torreón y dado que a nivel real ya no podía hacer nada para salvar la vida de Vorela, simplemente se limitaba a un acto movido por la curiosidad más que útil en sí mismo.
Tras aquellos sucesos, el tiempo volvió a su estado normal, sucediéndose los días de forma tranquila. Kimbra solía ocupar su tiempo como de costumbre, con los cuidados al huerto, las clases de lectura y escritura, el estudio de la energía superior y las clases de arco y caza, además de al cultivo de las relaciones, ya que había descubierto en las interacciones personales un tipo de satisfacción diferente al conseguido gracias al cumplimiento de las responsabilidades.
El gran cambio en su rutina llegó de la mano de Rasqa, quien había comenzado a salir al exterior a cazar y le había propuesto a la krabelinense acompañarle, así como a Sekkeh. Kimbra había accedido al instante, pues a pesar de que intentaba completar sus días con el máximo número de actividades, el hecho de llevar tanto tiempo sin ejercer su oficio de cazadora hacía en ella constante la sensación de mantenerse sedentaria. Las cacerías se hicieron eventos esperados fervientemente por la krabelinense, ya que se podría considerar que la caza se presentaba como su actividad favorita dentro de todas las englobadas en su rutina diaria. A este hecho además se le fue añadido un plus cuando Rasqa sugirió convertirlo en una competición, palabra que se le tuvo que ser explicada a la engendro ya que esta desconocía el concepto, pero que aceptó de buen grado, ya que, según había asimilado, podía resultar como un fuerte incentivo para que la caza fuera más eficiente y dinámica.
Al mantener el contacto con los habitantes del otro torreón, pudieron disponer de algo de información a mayores de la que disponían a priori, como que el tiempo exacto en el que tardaría en llegar la Luna Roja, las señales que avisarían de su llegada, como la aparición de más estrellas, y el hecho de que dama Poda, y posiblemente otros habitantes de la ciudad, se dedicaban a colocar trampas por la zona, información que fue descubierta al caer uno de los humanos de su torreón en una de ellas, convirtiéndose este en árbol. Aunque fue un hecho desconcertante para Kimbra, no acabó de ver el drama que todos encontraban en él, pues a su entender aquel ser seguía vivo y únicamente había sufrido cambios prematuramente, ya que se esperaba que el resto de ellos los sufriera cuando la Luna Roja apareciera.
Otro suceso que desconcertó de sobremanera a Kimbra durante aquel tiempo fue el cambio de actitud de Roaxen hacia ella. La krabelinense se había comportado de forma indiferente respecto a todos los cambios sufridos en la rutina del ulterano y al no ser considerado ya un elemento potencialmente peligroso, Kimbra había dejado de vigilarlo a cada momento, pero cuando este comenzó a saludarla de forma cordial, la engendro comenzó a sospechar de sus intenciones, pues dicha actitud no cuadraba con el análisis de personalidad que la Hija de Lunas le había realizado a lo largo del tiempo. No obstante, no mostró su desconcierto y desconfianza y se limitó a mantenerse alerta en su presencia.
Cuando llegó el día señalado para la salida de la Luna, Kimbra pudo percibir cierta tensión e inquietud en el ambiente desde la misma mañana, pero se limitó a cumplir con su rutina diaria, añadiendo a su alimentación algo más de cantidad, consciente de que seguramente el cambio sufrido podría agotar sus energías rápidamente y necesitaría de mayor resistencia para soportarlo. Kimbra también podía sentir su propio nerviosismo bulléndole, inquieta por tener por fin todo el conocimiento prometido y la posibilidad, largamente esperada, de poder volver a Krabelin a reencontrarse con Ámarok.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 02:48 pm
Sekk, centrado como estaba en el cielo, no vio acercarse a Roaxen, por lo que el ligero codazo del xolnita le sobresaltó sobremanera. El intara se giró con brusquedad, dispuesto a soltarle un puñetazo al susodicho, pero su arranque de ira murió tan rápido como había empezado.
—¿Qué... ? —murmuró ligeramente confuso, pero el capellán ya no podía oírle—. Buenos días —saludó a Rasqa cuando le vio aparecer con un par de filetes en la boca, apenas unos segundos después de que su compatriota se perdiera escaleras abajo—. Quizas la palabra mas adecuada es resignado, pero no sabría decirte. ¿Como lo llevas tu? —preguntó a su vez.
Conversó con el parqio un rato, pero a medida que los minutos transcurrían el ulterano empezó a sentir un sofoco bastante impropio del tiempo que hacía. En un momento dado, cuando ya no pudo soportar mas el calor, el chico se quitó el jersey con tirones bruscos y lo arrojo al suelo con el ceño fruncido, como si la prenda le hubiera ofendido de alguna manera.
—Creo que necesito beber un poco de agua —masculló segundos después, tratando de modular su tono de voz para no reflejar su creciente enfado—. Ahora vuelvo —aclaró con una sonrisa tensa, enfilando las escaleras en dos zancadas.
No sabía que le estaba pasando, pero a cada paso que daba su calor iba en aumento, y para cuando llegó a la planta baja su expresión no invitaba a la conversación. Su piel ardía como si tuviera fiebre y le dolían todos los músculos, pero a pesar de todo no parecía estar indispuesto. Le dedicó un gruñido a Roaxen cuando se cruzó con él y se llenó un vaso de agua sin mediar palabra, dando buena cuenta de el con avidez. El intara no pensaba con claridad, pues de haberlo hecho le habría alarmado lo que le estaba ocurriendo, y ni siquiera recordaba a que había bajado. Apenas tardó unos segundos en acabarse todo el agua de la cocina.
—¡Maldita sea! —maldijo en voz alta, arrojando violentamente el vaso contra el suelo antes de salir al patio sin prestar atención a lo que tenía alrededor.
En cuanto llegó al pozo Sekk arrojó el cubo al fondo sin miramientos, para darse cuenta al instante de que ni siquiera había llegado a atarlo con la cuerda. Se quedó inmóvil unos instantes, tratando de asimilar su propia estupidez, y cuando por fin recuperó la capacidad de movimiento gritó de pura frustración antes de dejarse los nudillos contra el pedestal de aquella estatua tan grotesca que dominaba el patio. «¡¿Quién puñetas puso esta puta mierda aquí?!» pensó para sí, maldiciendo al degenerado escultor y al gilipollas que le había comprado semejante basura con toda su alma.
El rubio regresó al interior del torreón poco después, con los puños fuertemente cerrados y el rostro retorcido en una expresión iracunda. Buscaba a alguien al que adjudicar las culpas, y Roaxen fue el afortunado por ser él único presente.
—¿Has sido tu el que ha dejado el cubo desatado? —le preguntó con un gruñido, manteniendo el suficiente autocontrol para no saltarle encima—. Porque te aseguro que yo no he sido, ¡Y TAMPOCO PIENSO BAJAR A BUSCARLO! —terminó bramando, justo antes de mandar una silla al otro lado del salón de una patada. La sangre que se escurría de sus nudillos humeaba al gotear sobre el suelo.
—¿Qué... ? —murmuró ligeramente confuso, pero el capellán ya no podía oírle—. Buenos días —saludó a Rasqa cuando le vio aparecer con un par de filetes en la boca, apenas unos segundos después de que su compatriota se perdiera escaleras abajo—. Quizas la palabra mas adecuada es resignado, pero no sabría decirte. ¿Como lo llevas tu? —preguntó a su vez.
Conversó con el parqio un rato, pero a medida que los minutos transcurrían el ulterano empezó a sentir un sofoco bastante impropio del tiempo que hacía. En un momento dado, cuando ya no pudo soportar mas el calor, el chico se quitó el jersey con tirones bruscos y lo arrojo al suelo con el ceño fruncido, como si la prenda le hubiera ofendido de alguna manera.
—Creo que necesito beber un poco de agua —masculló segundos después, tratando de modular su tono de voz para no reflejar su creciente enfado—. Ahora vuelvo —aclaró con una sonrisa tensa, enfilando las escaleras en dos zancadas.
No sabía que le estaba pasando, pero a cada paso que daba su calor iba en aumento, y para cuando llegó a la planta baja su expresión no invitaba a la conversación. Su piel ardía como si tuviera fiebre y le dolían todos los músculos, pero a pesar de todo no parecía estar indispuesto. Le dedicó un gruñido a Roaxen cuando se cruzó con él y se llenó un vaso de agua sin mediar palabra, dando buena cuenta de el con avidez. El intara no pensaba con claridad, pues de haberlo hecho le habría alarmado lo que le estaba ocurriendo, y ni siquiera recordaba a que había bajado. Apenas tardó unos segundos en acabarse todo el agua de la cocina.
—¡Maldita sea! —maldijo en voz alta, arrojando violentamente el vaso contra el suelo antes de salir al patio sin prestar atención a lo que tenía alrededor.
En cuanto llegó al pozo Sekk arrojó el cubo al fondo sin miramientos, para darse cuenta al instante de que ni siquiera había llegado a atarlo con la cuerda. Se quedó inmóvil unos instantes, tratando de asimilar su propia estupidez, y cuando por fin recuperó la capacidad de movimiento gritó de pura frustración antes de dejarse los nudillos contra el pedestal de aquella estatua tan grotesca que dominaba el patio. «¡¿Quién puñetas puso esta puta mierda aquí?!» pensó para sí, maldiciendo al degenerado escultor y al gilipollas que le había comprado semejante basura con toda su alma.
El rubio regresó al interior del torreón poco después, con los puños fuertemente cerrados y el rostro retorcido en una expresión iracunda. Buscaba a alguien al que adjudicar las culpas, y Roaxen fue el afortunado por ser él único presente.
—¿Has sido tu el que ha dejado el cubo desatado? —le preguntó con un gruñido, manteniendo el suficiente autocontrol para no saltarle encima—. Porque te aseguro que yo no he sido, ¡Y TAMPOCO PIENSO BAJAR A BUSCARLO! —terminó bramando, justo antes de mandar una silla al otro lado del salón de una patada. La sangre que se escurría de sus nudillos humeaba al gotear sobre el suelo.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 04:42 pm
???
Bebiendo de un te caliente, el xolnita escuchó los pesados pasos del intara así como sus gruñidos y farfullos. Parecia notablemente enfadado y aquella era la primera vez que le veia así. Con su ojo espiando todo lo que podia, le vio beberse todo el agua y luego salir, a lo que suponia que era el pozo, para volver al rato casi más cabreado que antes, aparentemente hacia el.
Le estaba echando la culpa de no haber atado el cubo del pozo, cuando ni el se encargaba de aquello ni lo habia hecho nunca. Dio un sorbo un poco lento de su te y le contestó.
-Primero de todo, cálmate.-dijo, o más bien ordenó, con su único ojo mirandole con algo de confusión.-Segundo, yo no he hecho tal cosa porque no es mi obligación ya que no me encargo de ello, por eso de que es un tanto dificil atar un nudo con una sola mano y el pelo, ¿no crees?-
Fue entonces cuando vio la sangre, hasta ahora oculta por su posicionamiento.
-Sekkeh... ¿te has herido con algo?-preguntó.-Ven, dejame que te lo mire...-dijo mientras alargaba su mano para coger la suya, con las palabras del hechizo de sanación en la punta de los labios, pero se detuvo en seco, su taza cayendo al suelo y quebrandose enpedazos, pero el ulterano estaba completamente sorprendido. Su vista comenzaba a nublarse con manchas negruzcas.
-O-oh... oh no.... ¡Por las barbas de... ¡Tengo algo en el ojo! ¡Me está pasando algo en el ojo!-exclamó, asustado mientras intentaba guiarse con las manos y sacudiendo la cabeza muy desorientado.
Llego a resbalarse dos veces antes de encontrar la pared y empezar a casi sollozar.
-¿¡Que diablos está pasando!?-
Lentamente se deslizo por la pared hasta el suelo, donde empezó a denotar el dolor de la rabadilla.
Bebiendo de un te caliente, el xolnita escuchó los pesados pasos del intara así como sus gruñidos y farfullos. Parecia notablemente enfadado y aquella era la primera vez que le veia así. Con su ojo espiando todo lo que podia, le vio beberse todo el agua y luego salir, a lo que suponia que era el pozo, para volver al rato casi más cabreado que antes, aparentemente hacia el.
Le estaba echando la culpa de no haber atado el cubo del pozo, cuando ni el se encargaba de aquello ni lo habia hecho nunca. Dio un sorbo un poco lento de su te y le contestó.
-Primero de todo, cálmate.-dijo, o más bien ordenó, con su único ojo mirandole con algo de confusión.-Segundo, yo no he hecho tal cosa porque no es mi obligación ya que no me encargo de ello, por eso de que es un tanto dificil atar un nudo con una sola mano y el pelo, ¿no crees?-
Fue entonces cuando vio la sangre, hasta ahora oculta por su posicionamiento.
-Sekkeh... ¿te has herido con algo?-preguntó.-Ven, dejame que te lo mire...-dijo mientras alargaba su mano para coger la suya, con las palabras del hechizo de sanación en la punta de los labios, pero se detuvo en seco, su taza cayendo al suelo y quebrandose enpedazos, pero el ulterano estaba completamente sorprendido. Su vista comenzaba a nublarse con manchas negruzcas.
-O-oh... oh no.... ¡Por las barbas de... ¡Tengo algo en el ojo! ¡Me está pasando algo en el ojo!-exclamó, asustado mientras intentaba guiarse con las manos y sacudiendo la cabeza muy desorientado.
Llego a resbalarse dos veces antes de encontrar la pared y empezar a casi sollozar.
-¿¡Que diablos está pasando!?-
Lentamente se deslizo por la pared hasta el suelo, donde empezó a denotar el dolor de la rabadilla.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 04:55 pm
Varsai se levantó aquel día cansada, había dormido poco y estaba nerviosa. Bajó a la cocina para comer algo y luego volvió a subir para cambiarse la ropa del pijama.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que algo iba mal, su brazo estaba recubierto por una pelambrera blanca. Al principio se quedó paralizada, no sabía muy bien que era aquello y acercó una mano para comprobarlo, el pelo era suave y al parecer le pertenecía, cosa que comprobó cuando tiró de ello.
Cuando se dio cuenta la niña estaba hiperventilando, ¿en qué fantasmas se estaba convirtiendo?
Se subió a la cama de Irianna y la sacudió para despertarla, la niña estaba al borde de la histeria y cuando la idrina se despejó medianamente Varsai se señaló el brazo con ademanes nerviosos. Su mirada transmitía ansiedad y miedo.
Fuera del torreón Enredo se había sentado en un edificio cercano y contemplaba el refugio y el cielo esperando por la señal que le permitiese intervenir. Wyck estaba dormido en su regazo, el panda se había aburrido del inmovilismo del brujo.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que algo iba mal, su brazo estaba recubierto por una pelambrera blanca. Al principio se quedó paralizada, no sabía muy bien que era aquello y acercó una mano para comprobarlo, el pelo era suave y al parecer le pertenecía, cosa que comprobó cuando tiró de ello.
Cuando se dio cuenta la niña estaba hiperventilando, ¿en qué fantasmas se estaba convirtiendo?
Se subió a la cama de Irianna y la sacudió para despertarla, la niña estaba al borde de la histeria y cuando la idrina se despejó medianamente Varsai se señaló el brazo con ademanes nerviosos. Su mirada transmitía ansiedad y miedo.
Fuera del torreón Enredo se había sentado en un edificio cercano y contemplaba el refugio y el cielo esperando por la señal que le permitiese intervenir. Wyck estaba dormido en su regazo, el panda se había aburrido del inmovilismo del brujo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 05:24 pm
Le había costado quedarse dormida la noche anterior a pesar de que había querido lo contrario con todas sus fuerzas. Si los cálculos a partir de los datos que tenían no eran erróneos, la noche siguiente sería el principio del fin. Irianna no tenía muy claro cómo se aplicaría aquella frase para lo que les esperaba, pero a aquellas alturas tan solo quería que empezase cuanto antes. Por ese motivo no llevaba demasiadas horas durmiendo cuando Varsai la despertó, ya que normalmente ya se habría levantado de la cama.
—¿Qué ocurre…? —preguntó aun adormilada.
No tardó mucho más en darse cuenta del pánico que transmitía la expresión de la balera, y examinó el brazo que le señalaba clavando su mirada en aquel pelo de color blanco que le había aparecido de la nada.
—¿Estás… estás cambiando?
Su propia frase la despertó por completo, haciéndola levantarse de la cama y mirar a través de los estrechos vanos, comprobando que aún era de día y no había ninguna Luna de color rojo en el cielo. Volvió a centrar su atención en la varmana inmediatamente, sujetándola suavemente del brazo.
>>Tranquila —le dijo mientras con la otra mano le acariciaba la cabeza—. No te duele, ¿verdad? No tengas miedo. No me separaré de ti en todo el día.
Irianna se sentía estúpida por no saber de qué otra forma tranquilizar a Varsai. La aparición de un elemento extraño en su cuerpo no era algo que uno pudiese olvidar sin más y la lacustre comenzó a examinar sus propias extremidades esperando encontrar algo similar, pero no vio nada.
—¿Qué ocurre…? —preguntó aun adormilada.
No tardó mucho más en darse cuenta del pánico que transmitía la expresión de la balera, y examinó el brazo que le señalaba clavando su mirada en aquel pelo de color blanco que le había aparecido de la nada.
—¿Estás… estás cambiando?
Su propia frase la despertó por completo, haciéndola levantarse de la cama y mirar a través de los estrechos vanos, comprobando que aún era de día y no había ninguna Luna de color rojo en el cielo. Volvió a centrar su atención en la varmana inmediatamente, sujetándola suavemente del brazo.
>>Tranquila —le dijo mientras con la otra mano le acariciaba la cabeza—. No te duele, ¿verdad? No tengas miedo. No me separaré de ti en todo el día.
Irianna se sentía estúpida por no saber de qué otra forma tranquilizar a Varsai. La aparición de un elemento extraño en su cuerpo no era algo que uno pudiese olvidar sin más y la lacustre comenzó a examinar sus propias extremidades esperando encontrar algo similar, pero no vio nada.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 05:47 pm
Negó con la cabeza cuando la idrina le preguntó si le dolía. No dolía pero la única explicación era que se estuviese transformando y no era en aquello en lo que había pensado.
Varsai abrazó a la idrina y luego se separó buscando su cuaderno.
"No duele, pero se siente raro. No sé en qué más me va a cambiar la luna y tengo miedo."
La presencia de Irianna reconfortaba a la varmana y poco a poco se fue calmando. <<No es más que pelo, puede cortarse de ser necesario.>>.
"¿Tú notas algo? Dime que no soy la única que se siente rara."
La niña no era consciente pero ya se había encorvado unos centímetros.
Varsai abrazó a la idrina y luego se separó buscando su cuaderno.
"No duele, pero se siente raro. No sé en qué más me va a cambiar la luna y tengo miedo."
La presencia de Irianna reconfortaba a la varmana y poco a poco se fue calmando. <<No es más que pelo, puede cortarse de ser necesario.>>.
"¿Tú notas algo? Dime que no soy la única que se siente rara."
La niña no era consciente pero ya se había encorvado unos centímetros.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 06:01 pm
Esperó pacientemente a que la niña le mostrase el cuaderno y permaneció varios segundos observando la frase, tratando de escoger cuidadosamente sus palabras.
—Ninguno lo sabemos, pero no te preocupes. Estoy segura de que incluso aunque tu cuerpo cambie, seguirás siendo tú misma. Eres una chica valiente, estoy segura de que puedes aguantar lo que venga —le dijo con una sonrisa tratando de sonar todo lo convincente que podía.
La segunda pregunta la dejó todavía más pensativa. ¿Notaba ella algo raro? En un principio no había hallado nada con lo que responder positivamente a aquella pregunta, pero lo cierto era que a medida que pasaban los minutos desde que se había despertado estaba empezando a sentir algo.
—Creo que mi cuerpo sigue como siempre, aunque aún tengo que examinarme a fondo cuando me vista. Pero… Tengo una sensación muy extraña, Varsai. Algo se aproxima, hay algo… No lo sé. No soy capaz de describirlo —la lacustre volvió a mirar por la ventana, como esperando ver algo que no sabía lo que era.
¿Sería la Luna Roja lo que buscaba? No tenía respuesta.
>>Espérame fuera un momento mientras me cambio de ropa, por favor —le pidió a la varmana—. Me reuniré enseguida contigo e iremos a comprobar cómo se encuentran los demás.
—Ninguno lo sabemos, pero no te preocupes. Estoy segura de que incluso aunque tu cuerpo cambie, seguirás siendo tú misma. Eres una chica valiente, estoy segura de que puedes aguantar lo que venga —le dijo con una sonrisa tratando de sonar todo lo convincente que podía.
La segunda pregunta la dejó todavía más pensativa. ¿Notaba ella algo raro? En un principio no había hallado nada con lo que responder positivamente a aquella pregunta, pero lo cierto era que a medida que pasaban los minutos desde que se había despertado estaba empezando a sentir algo.
—Creo que mi cuerpo sigue como siempre, aunque aún tengo que examinarme a fondo cuando me vista. Pero… Tengo una sensación muy extraña, Varsai. Algo se aproxima, hay algo… No lo sé. No soy capaz de describirlo —la lacustre volvió a mirar por la ventana, como esperando ver algo que no sabía lo que era.
¿Sería la Luna Roja lo que buscaba? No tenía respuesta.
>>Espérame fuera un momento mientras me cambio de ropa, por favor —le pidió a la varmana—. Me reuniré enseguida contigo e iremos a comprobar cómo se encuentran los demás.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 06:26 pm
La respuesta de la idrina la dejó como estaba, dudosa y temerosa. Poco a poco la niña empezó a calmarse, no debía ser la única que estaba cambiando. Tocó el pelo que le cubría el brazo, era suave y el color no le disgustaba, pero es que era tan raro...
Varsai salió fuera mientras Irianna se cambiaba de ropa. Siguió observando su brazo y la varmana podía jurar que veía como crecía el pelo bajo su atenta mirada.
Esperó pacientemente fuera de la habitación y comprobó que otros sitios también le estaba creciendo el pelo.
"Me está creciendo pelo también en las piernas y en la barriga." se encontraría Irianna al salir de la habitación.
Varsai salió fuera mientras Irianna se cambiaba de ropa. Siguió observando su brazo y la varmana podía jurar que veía como crecía el pelo bajo su atenta mirada.
Esperó pacientemente fuera de la habitación y comprobó que otros sitios también le estaba creciendo el pelo.
"Me está creciendo pelo también en las piernas y en la barriga." se encontraría Irianna al salir de la habitación.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 07:26 pm
En cuanto Varsai salió, Irianna comenzó a reunir su ropa a un ritmo más frenético del que pretendía. No comprendía aquella especie de urgencia que la había empezado a saltar y se obligó a tranquilizarse. Mientras se hallaba en ropa interior, se aseguró de que no había nada extraño en su cuerpo antes de proceder a vestirse de forma apresurada. La idrina tenía clara una cosa en aquel momento: quería recibir la Luna tal cual había llegado a la ciudad, por lo que no le costó decidir qué ropa ponerse. Al cabo un par de minutos, la idrina apareció en el umbral de la puerta vestida con su traje de falda y chaqueta verde, sus guantes blancos, el lazo atado al cuello y sus botas. Por fuera parecía la misma Irianna que se había despertado hacía siete meses en una celda mugrosa, por dentro ella sabía que no era así.
Leyó la nota de Varsai mientras trataba de deshacer algunos nudos de su pelo con las manos y tratando de evitar que nada en su lenguaje corporal ni su tono de voz denotase preocupación que pudiese aumentar la inquietud de la niña.
—Solo es pelo, no te preocupes. Tú avísame si notas algo diferente o te empiezas a encontrar mal.
Una vez más, la lacustre estaba teniendo dificultades para encontrar las palabras que pudieran servirle de algún consuelo a Varsai.
Le propuso que bajasen a comer algo para poder tener energías el resto del día y, tras el desayuno, Irianna decidió buscar a Kimbra. La krabelinense probablemente mantendría la calma en una situación como aquella y confiaba en que su presencia también infundiese ánimos a Varsai. Y a sí misma. No obstante, en ese momento presenció como Sekkeh salía al patio como una exhalación y maldecía al borde del pozo. La lacustre casi no podía dar crédito a la agresividad que desprendía el intara en aquellos momentos, notable para ella no solo en los gritos que le dedicó a Roaxen. Todo en el lenguaje corporal del rubio era brusco.
Tras dedicarle una mirada preocupada a Varsai, le apretó la mano y le dijo que iba a acercarse a mirar que ocurría.
—Sekkeh, ¿te encuentras… bien? —le abordó haciendo de tripas corazón.
Pero la locura no había terminado ahí. El siguiente en elevar la voz fue el xolnita, lamentándose acerca de algo que le pasaba en el ojo. Irianna miraba hacia todas partes, no sabiendo hacia dónde atender. Por una parte estaba Varsai, asustada, por otra el mal genio repentino de Sekkeh y las quejas de Roaxen acerca de su visión. Y después estaba aquella sensación, que por último le hizo mirar hacia la puerta del torreón. Fuera había algo, y empezaba a sentir una necesidad de averiguar qué era que no comprendía. La necesitaban dentro, al fin y al cabo.
Leyó la nota de Varsai mientras trataba de deshacer algunos nudos de su pelo con las manos y tratando de evitar que nada en su lenguaje corporal ni su tono de voz denotase preocupación que pudiese aumentar la inquietud de la niña.
—Solo es pelo, no te preocupes. Tú avísame si notas algo diferente o te empiezas a encontrar mal.
Una vez más, la lacustre estaba teniendo dificultades para encontrar las palabras que pudieran servirle de algún consuelo a Varsai.
Le propuso que bajasen a comer algo para poder tener energías el resto del día y, tras el desayuno, Irianna decidió buscar a Kimbra. La krabelinense probablemente mantendría la calma en una situación como aquella y confiaba en que su presencia también infundiese ánimos a Varsai. Y a sí misma. No obstante, en ese momento presenció como Sekkeh salía al patio como una exhalación y maldecía al borde del pozo. La lacustre casi no podía dar crédito a la agresividad que desprendía el intara en aquellos momentos, notable para ella no solo en los gritos que le dedicó a Roaxen. Todo en el lenguaje corporal del rubio era brusco.
Tras dedicarle una mirada preocupada a Varsai, le apretó la mano y le dijo que iba a acercarse a mirar que ocurría.
—Sekkeh, ¿te encuentras… bien? —le abordó haciendo de tripas corazón.
Pero la locura no había terminado ahí. El siguiente en elevar la voz fue el xolnita, lamentándose acerca de algo que le pasaba en el ojo. Irianna miraba hacia todas partes, no sabiendo hacia dónde atender. Por una parte estaba Varsai, asustada, por otra el mal genio repentino de Sekkeh y las quejas de Roaxen acerca de su visión. Y después estaba aquella sensación, que por último le hizo mirar hacia la puerta del torreón. Fuera había algo, y empezaba a sentir una necesidad de averiguar qué era que no comprendía. La necesitaban dentro, al fin y al cabo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 07:36 pm
Tras un rato de charlas con Sekkeh, Rasqa se quedó solo en la azotea. El viento fuerte que soplaba era una novedad para el parqio y quería disfrutarla, bastante se había malacostumbrado a las brisas insulsas de la ciudad durante aquellos meses. Sin embargo, el disfrute duró muy poco, pues un ligero dolor se fue instaurando poco a poco en su cara, aumentando de intensidad conforme pasaban los segundos.
Al parqio se le escapó un gruñido aún a pesar del esfuerzo que hizo por cerrar las fauces y se llevó las garras a ambos lados de la cara. El tacto líquido fue suficiente para asustarlo, pero había algo más. La sangre manaba de pequeños surcos que se abrían paso por su piel. Rasqa apretó las mandíbulas y golpeó violentamente el suelo con las garras.
Rasqa buscó el cielo con una mirada suplicante dirigida a los dioses, pero era de día y no había estrellas ni luna. <<No puede ser>> golpeó compulsivamente la cola contra la pared. <<No. No. No>>. Aquello no debía suceder así. No podía morirse. Había sobrevivido demasiado como para morir por los viejos sabían qué a las vísperas de la llegada de la luna. El parqio lloró por primera vez desde que había llegado a la ciudad, impotente, rabioso; continuaba la sucesión de golpes contra la piedra que le ayudaban a descargar su ira y a disimular el dolor insoportable que suponían aquellos ríos de sangre abriéndose paso por su faz.
En cuanto las lágrimas tocaron las heridas el parqio dejó escapar un alarido a pleno pulmón y apretó con fuerza su cabeza contra las paredes de piedra, no supo bien si para tratar de contener la pérdida de sangre o solo para aliviar la frustración. <<Me estoy muriendo>> supo irremediablemente.
Al parqio se le escapó un gruñido aún a pesar del esfuerzo que hizo por cerrar las fauces y se llevó las garras a ambos lados de la cara. El tacto líquido fue suficiente para asustarlo, pero había algo más. La sangre manaba de pequeños surcos que se abrían paso por su piel. Rasqa apretó las mandíbulas y golpeó violentamente el suelo con las garras.
Rasqa buscó el cielo con una mirada suplicante dirigida a los dioses, pero era de día y no había estrellas ni luna. <<No puede ser>> golpeó compulsivamente la cola contra la pared. <<No. No. No>>. Aquello no debía suceder así. No podía morirse. Había sobrevivido demasiado como para morir por los viejos sabían qué a las vísperas de la llegada de la luna. El parqio lloró por primera vez desde que había llegado a la ciudad, impotente, rabioso; continuaba la sucesión de golpes contra la piedra que le ayudaban a descargar su ira y a disimular el dolor insoportable que suponían aquellos ríos de sangre abriéndose paso por su faz.
En cuanto las lágrimas tocaron las heridas el parqio dejó escapar un alarido a pleno pulmón y apretó con fuerza su cabeza contra las paredes de piedra, no supo bien si para tratar de contener la pérdida de sangre o solo para aliviar la frustración. <<Me estoy muriendo>> supo irremediablemente.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 08:07 pm
Me despierto sobresaltada abriendo los ojos de par en par, la noche anterior me había sumido rápido en el sueño pero también me envolví en un velo de advertencia que funcionaba a la perfección, de modo que me escondí asustada entre las sábanas y me despertaba cada dos por tres con el ojo avizor por los acontecimientos que aparecerían al día siguiente. Es esta la última vez que lo hago, observando a mi alrededor con ansiedad y comprobando que ni Varsai ni Irianna se encuentran en la habitación, tenía las mantas hasta el cuello y remetidas por debajo de los pies, así que el calor que empieza a inundar mi cuerpo no ayuda en absoluto, me deshago de ellas con aspavientos exagerados, resoplando del sofoco que me acaba de entrar, tengo la garganta seca y empiezan a formarse pequeñas gotas de sudor en la frente.
Me incorporo rápido, vistiéndome con una fina camiseta roja de tirantes y un pantalón corto, decido recogerme el pelo en una cola y esta vez no me asusto cuando otra chispa destella en mi pelo.
-Agua, necesito agua por favor- murmuro atorada saliendo de la habitación, camino hacia el cuarto de baño sin dejar de sudar, debo de estar colorada como un tomate porque tengo las mejillas encendidas y el cuello sudoso.- Joder, tendría que haber abierto las ventanas antes de irme dormir- me digo a mi misma entrando en el cuarto de baño, pero un sonido atrás me sorprende, reacciono rápido y una vez llego ver al holandés. no paro de parpadear, confundida, me agarro al pomo de la puerta para no desplomarme, no lo había olvidado, pero no pensaba que los síntomas se estuvieran dando tan rápido, y con ese bochorno que me atrapa trago saliva antes de preguntarle a Devoss que le ha pasado.
Me incorporo rápido, vistiéndome con una fina camiseta roja de tirantes y un pantalón corto, decido recogerme el pelo en una cola y esta vez no me asusto cuando otra chispa destella en mi pelo.
-Agua, necesito agua por favor- murmuro atorada saliendo de la habitación, camino hacia el cuarto de baño sin dejar de sudar, debo de estar colorada como un tomate porque tengo las mejillas encendidas y el cuello sudoso.- Joder, tendría que haber abierto las ventanas antes de irme dormir- me digo a mi misma entrando en el cuarto de baño, pero un sonido atrás me sorprende, reacciono rápido y una vez llego ver al holandés. no paro de parpadear, confundida, me agarro al pomo de la puerta para no desplomarme, no lo había olvidado, pero no pensaba que los síntomas se estuvieran dando tan rápido, y con ese bochorno que me atrapa trago saliva antes de preguntarle a Devoss que le ha pasado.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 08:08 pm
Abro los ojos, he tenido un sueño horrible. Uno que acaba conmigo muriendo por cachorros de perro. <<Joder, me estoy volviendo loco>> Me levanto de la cama, hoy es el día esperado. El día en que la Luna Roja se alzará y nos cambiará. El día en que descubramos nuestro verdadero ser.
Me levanto de la cama totalmente nervioso. ¿Cómo estarán los demás? Al mirar alrededor no veo ni a Sekk ni a Roaxen. Me dirijo a la salida y entonces noto algo distinto. Parte de mi pierna derecha está cubierta por un pelaje anaranjado. Me asusto ligeramente y pego un grito ahogado, ha llegado. Estoy cambiando, no puedo impedirlo. Voy en dirección al cuarto de baño asustado, allí se encuentra la israelita. -Oh Dios mío, Ruth. Ya comenzado, la Luna me está convirtiendo... en algo ¿Tengo también en la cara?-. Le digo a la israelita mientras le enseño la pierna peluda.
Rocavarancolia ha ganado, no podemos hacer nada para evitar la transformación. Sólo espero que mis demás compañeros no hayan cambiado mucho.
Me levanto de la cama totalmente nervioso. ¿Cómo estarán los demás? Al mirar alrededor no veo ni a Sekk ni a Roaxen. Me dirijo a la salida y entonces noto algo distinto. Parte de mi pierna derecha está cubierta por un pelaje anaranjado. Me asusto ligeramente y pego un grito ahogado, ha llegado. Estoy cambiando, no puedo impedirlo. Voy en dirección al cuarto de baño asustado, allí se encuentra la israelita. -Oh Dios mío, Ruth. Ya comenzado, la Luna me está convirtiendo... en algo ¿Tengo también en la cara?-. Le digo a la israelita mientras le enseño la pierna peluda.
Rocavarancolia ha ganado, no podemos hacer nada para evitar la transformación. Sólo espero que mis demás compañeros no hayan cambiado mucho.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 08:10 pm
El holandés no parece saber mucho más que yo, no disimulo el miedo que siento cuando este decide hacer mención a la luna, niego con la cabeza cuando dice que ha empezado.
-No, no quiero, me niego- digo apartando la vista bruscamente de su pierna, era un vello corporal el que le había salido en la pierna, vello que no debía de estar ahí en tanta cantidad y mucho menos en ese color anaranjado, con la mano temblando vuelvo a mirarle a los ojos, advirtiendo en silencio que el humano está un poco más encorvado de lo habitual. >>¿Se le está doblando la espalda o son imaginaciones mías?<<. No lo sé a ciencia cierta, es tan imperceptible que no puedo asegurarlo y mucho menos llegar a comentárselo.
-No, en la cara no ¿Yo tengo algo diferente?, dime que no, dime que no estoy cambiando. ¿Dónde estarán los demás?-acabo con la lengua como un trozo de pan seco y mirando alrededor con nerviosismo, se me ocurre una idea, le pido al holandés que se quite la camiseta para examinarle mejor, todo en medio del pasillo. Devoss no se niega, quizás en otras circunstancias me habría tomado por loca o habría mostrado esa territorialidad que últimamente provocaba afrentas extrañas entre nosotros, pero tal y como están las cosas se limita a quitársela rápida. Con la yema de los dedos le rozo la espalda para encontrar la presencia de más pelo, pero me sobresalto cuando da un grito y se retira de mí con violencia.
-¿Qué? ¿Qué ha pasado?, me has dado permiso ¿No?,- pero en su cara noto que no se trata de eso. Justo cuando se dispone a explicarse oigo gritos abajo, de ambos ulteranos, especialmente del intara. >>¿Qué demonios está pasando?.<<
-No, no quiero, me niego- digo apartando la vista bruscamente de su pierna, era un vello corporal el que le había salido en la pierna, vello que no debía de estar ahí en tanta cantidad y mucho menos en ese color anaranjado, con la mano temblando vuelvo a mirarle a los ojos, advirtiendo en silencio que el humano está un poco más encorvado de lo habitual. >>¿Se le está doblando la espalda o son imaginaciones mías?<<. No lo sé a ciencia cierta, es tan imperceptible que no puedo asegurarlo y mucho menos llegar a comentárselo.
-No, en la cara no ¿Yo tengo algo diferente?, dime que no, dime que no estoy cambiando. ¿Dónde estarán los demás?-acabo con la lengua como un trozo de pan seco y mirando alrededor con nerviosismo, se me ocurre una idea, le pido al holandés que se quite la camiseta para examinarle mejor, todo en medio del pasillo. Devoss no se niega, quizás en otras circunstancias me habría tomado por loca o habría mostrado esa territorialidad que últimamente provocaba afrentas extrañas entre nosotros, pero tal y como están las cosas se limita a quitársela rápida. Con la yema de los dedos le rozo la espalda para encontrar la presencia de más pelo, pero me sobresalto cuando da un grito y se retira de mí con violencia.
-¿Qué? ¿Qué ha pasado?, me has dado permiso ¿No?,- pero en su cara noto que no se trata de eso. Justo cuando se dispone a explicarse oigo gritos abajo, de ambos ulteranos, especialmente del intara. >>¿Qué demonios está pasando?.<<
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 08:11 pm
La israelita quiere negar lo evidente, no la culpo. Pero yo no puedo negarlo, está pasando. Por suerte solo tengo vello naranja en la pierna, Ruth me pide que me quite la camiseta y yo lo hago enseguida. Si me voy a convertir en un maldito peludo mejor saberlo de antemano. Ella toca mi espalda con sus dedos. Noto un fuerte dolor que hace que me aparte violentamente de ella. -¡Joder! ¿Qué ha sido eso? Quemaba, tu mano... quemaba. Tengo miedo Ruth, tengo mucho miedol No sé que será de nosotros. Solo...solo quiero ser yo. No quiero que me obliguen a cambiar. En ese momento escuchamos unos gritos.
Nos miramos mutuamente y bajamos las escaleras. Abajo se encuentran casi todos nuestros compañeros. No puedo evitar sorprenderme al ver el brazo peludo de Varsai. ¿Ella también? <<Qué alguien me explique que pasa, por favor.>>
Nos miramos mutuamente y bajamos las escaleras. Abajo se encuentran casi todos nuestros compañeros. No puedo evitar sorprenderme al ver el brazo peludo de Varsai. ¿Ella también? <<Qué alguien me explique que pasa, por favor.>>
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 08:30 pm
Kimbra comió tranquilamente y salió al patio donde comenzó los cuidados al huerto a la espera de que el resto de sus compañeros despertaran para comenzar a realizar las actividades acostumbradas, tal y como hacía todos los días. La diferencia esta vez recayó en la actitud que presentaba Sekkeh cuando salió y volvió a entrar de forma enfurecida. La krabelinense siguió de forma precavida al ulterano, consciente de que este sufría algún tipo de brote de agresividad que podía afectarle si su proximidad era mayor. Una vez dentro del torreón, Kimbra se encontró con una curiosa escena, en la que Sekkeh gritaba y pateaba una silla; Varsai parecía estar desarrollando vello blanco a una velocidad acelerada y Roaxen se quejaba de algo que debía estar ocurriéndole a su vista. Fue precisamente el tono angustioso de voz del ulterano el que llamó poderosamente la atención de la engendro. De alguna manera ver y escuchar el sufrimiento de Roaxen producía en la krabelinense interés e incluso algún tipo de satisfacción desconocida hasta el momento para ella. Aquello desconcertó a la Hija de Lunas, pero no por ello la sensación desapareció, sino que se fue intensificando a medida que percibía el sufrimiento del ulterano aumentar.
Desconcertada con el sentimiento, intentó evitarlo apartando la mirada de Roaxen para poder analizarlo y racionalizarlo, e intentó distraerse con otro suceso que la desconcertaba.
- Varsai, está creciendo en tu piel un nuevo vello de un…- quiso informar la engendro, pero su explicación quedó cortada por un fuerte grito que provenía de su propia garganta y que había sido producido por un punzante e intenso dolor en las sienes.
El grito no fue muy largo, pues enseguida la krabelinense consiguió controlar su propia voz, pero el dolor no cesaba y lo único que pudo hacer ella para aliviarlo fue el inútil movimiento de llevarse las manos a la zona afectada y variar su acción entre sujetar y presionar.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
25/09/15, 09:12 pm
El neoyorquino se despertó un rato después de Sekkeh y Roaxen, sin haber visto a ninguno de los dos al levantarse, dispuesto a ir directo a la ducha. Para variar, apenas había dormido tres horas, habiendo pasado la noche tumbado en la cama mirando al techo sin hacer más que pensar. Necesitaba agua que le espabilase el cuerpo antes de bajar y hacer sus tareas como de costumbre, y al encontrarse la bañera fresca supuso que algunos de sus compañeros habría estado hacía relativamente poco allí.
De haber visto el futuro, el rubio se habría pensado dos veces la idea de bañarse.
Puesto que la bañera estaba ya vacía, no le quedó más remedio que hacer unos cuantos viajes al pozo para llenarla. De milagro no se topó con ninguno de sus compañeros durante el camino, y por mero despiste dejó el cubo sin atar al volver a dejarlo donde estaba. No esperaba que nadie fuese a lanzarlo al pozo como si tal cosa, después de todo.
En la propia bañera no duró más de 10 minutos. El agua estaba fría, y puesto que la temperatura fuera tampoco compensaba como para refrescarse demasiado en la bañera, una vez hecho lo necesario salió de esta casi tiritando, poniéndose los pantalones sentado al borde de esta de forma urgente. Fueron los gritos, provenientes de lo que parecía el salón, lo que le hizo quedarse pillado unos segundos y casi meter la cabeza por las mangas de la camiseta.
¿Sekk? No podía ser. El ulterano no le gritaba así a nadie, ni siquiera a él cada vez que le daba por comerse algo del plato del otro mientras no miraba.
—Eeeeh, ¿tíos, va todo bien por allí? — cerró los ojos al pasar la cabeza por el agujero correspondiente de su camiseta raída, con la intención de ponerse su chaqueta de cuero a continuación, pero no pudo volver a abrirlos.
«Hm, ¿vale, qué?»
Juraría haber oído un último “chof”, pero tras ello todo fue silencio y oscuridad. Se quedó completamente paralizado, consciente de que su cuerpo seguía allí, sentado al borde de la bañera. No oía su propia respiración, no veía nada, y lo más preocupante: su cabeza no estaba.
Pasó las manos de forma lenta en un principio, frenética al final, por todo su cuerpo, empezando de cintura a pecho (su corazón aún latía), y finalmente cuello. Hasta allí, final.
Habría vomitado del vértigo de haber podido.
«Me cago en la puta, que coño pasa aquí.»
Las manos comenzaron a temblarle del desconcierto, y aún así tuvo el valor de ponerse en pie. Mantener la mente activa y pensar lo que fuera hacía que el silencio no fuera tan ensordecedor.
«Donde está mi cabeza. Vale, de puta madre macho. Si salgo de aquí me despeño. Socorro. N-No... no tengo cabeza... Pero sigo vivo. Creo. ¡Oh, joder, VENGA YA! En serio, ¿de todas las muertes posibles, esta es la mejor que se te ocurre, planeta de mierda?»
Consiguió arrodillares entre temblores, palpando el suelo a cuatro patas como si hubiera perdido las lentillas hasta quedar tumbado y apoyado en el borde de la bañera, con la mera intención de no caerse de “boca” por el pánico.
De haber visto el futuro, el rubio se habría pensado dos veces la idea de bañarse.
Puesto que la bañera estaba ya vacía, no le quedó más remedio que hacer unos cuantos viajes al pozo para llenarla. De milagro no se topó con ninguno de sus compañeros durante el camino, y por mero despiste dejó el cubo sin atar al volver a dejarlo donde estaba. No esperaba que nadie fuese a lanzarlo al pozo como si tal cosa, después de todo.
En la propia bañera no duró más de 10 minutos. El agua estaba fría, y puesto que la temperatura fuera tampoco compensaba como para refrescarse demasiado en la bañera, una vez hecho lo necesario salió de esta casi tiritando, poniéndose los pantalones sentado al borde de esta de forma urgente. Fueron los gritos, provenientes de lo que parecía el salón, lo que le hizo quedarse pillado unos segundos y casi meter la cabeza por las mangas de la camiseta.
¿Sekk? No podía ser. El ulterano no le gritaba así a nadie, ni siquiera a él cada vez que le daba por comerse algo del plato del otro mientras no miraba.
—Eeeeh, ¿tíos, va todo bien por allí? — cerró los ojos al pasar la cabeza por el agujero correspondiente de su camiseta raída, con la intención de ponerse su chaqueta de cuero a continuación, pero no pudo volver a abrirlos.
«Hm, ¿vale, qué?»
Juraría haber oído un último “chof”, pero tras ello todo fue silencio y oscuridad. Se quedó completamente paralizado, consciente de que su cuerpo seguía allí, sentado al borde de la bañera. No oía su propia respiración, no veía nada, y lo más preocupante: su cabeza no estaba.
Pasó las manos de forma lenta en un principio, frenética al final, por todo su cuerpo, empezando de cintura a pecho (su corazón aún latía), y finalmente cuello. Hasta allí, final.
Habría vomitado del vértigo de haber podido.
«Me cago en la puta, que coño pasa aquí.»
Las manos comenzaron a temblarle del desconcierto, y aún así tuvo el valor de ponerse en pie. Mantener la mente activa y pensar lo que fuera hacía que el silencio no fuera tan ensordecedor.
«Donde está mi cabeza. Vale, de puta madre macho. Si salgo de aquí me despeño. Socorro. N-No... no tengo cabeza... Pero sigo vivo. Creo. ¡Oh, joder, VENGA YA! En serio, ¿de todas las muertes posibles, esta es la mejor que se te ocurre, planeta de mierda?»
Consiguió arrodillares entre temblores, palpando el suelo a cuatro patas como si hubiera perdido las lentillas hasta quedar tumbado y apoyado en el borde de la bañera, con la mera intención de no caerse de “boca” por el pánico.
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