Torreón Letargo (Archivo V)
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Rocavarancolia Rol
17 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Letargo (Archivo V)
05/08/13, 03:54 am
Recuerdo del primer mensaje :
Este torreón de cuatro plantas está completamente cubierto de enredaderas, por lo que en un inicio es un poco complicado encontrar la puerta, algo más pequeña que en los otros torreones. El puente levadizo suele estar bajado, y da a una franja de tierra que rodea la parte delantera del torreón. Los capullos de las flores, que solo se abren con la Luna Roja, despiden al anochecer una fragancia que atonta y adormece a quien la huele. En el patio tiene suelo de tierra y también está repleto de plantas, en su mayoría secas o raquíticas. En el centro hay una estatua de una ninfa atravesada por cientos de estacas.
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
07/06/15, 07:09 pm
Varsai se alteró visiblemente cuando se enteró de que Ziack se había ido atravesando una pared, no por que atravesase la pared si no por lo peligroso que era estar afuera y más solo. La niña ayudó a buscarlo por el torreón y al no encontrarlo volvió a la planta baja para enterarse de que efectivamente se había ido.
"Tenemos que encontrarlo, podría estar en peligro" escribió con una expresión que reflejaba su preocupación. No tardó en vestirse y en recoger su arco junto al carcaj y salió con el resto del torreón.
Sigue en las Calles.
"Tenemos que encontrarlo, podría estar en peligro" escribió con una expresión que reflejaba su preocupación. No tardó en vestirse y en recoger su arco junto al carcaj y salió con el resto del torreón.
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- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
08/06/15, 08:02 pm
Seguido de Devoss, continuo la inútil búsqueda por las diferentes habitaciones del Torreón, junto con varios más de mis compañeros, que se han dispersado para encontrar de una vez por todas al enderth, pero como era de esperar, y tal como Vorela había confirmado está bastante claro de que ha desaparecido.
Siempre me ha impuesto respeto el salir de estos gruesos muros, incluso en las búsquedas de comida he mantenido la guardia en cualquier momento.Creo que todos somos conscientes del grave peligro que podemos correr ahí fuera cada vez que bajamos el puente.
Pero no son los monstruos de Rocavarancolia lo que me pone la piel de gallina, en absoluto.
Según la libense, Ziack debía de haber salido con magia, lo que quiere decir que es lo muy probable de que su escapada fuera voluntaria.
>>Y, entonces ¿Por qué lo ha hecho?. ¿Con qué motivo?.<<
No es que me haya fijado demasiado en su comportamiento, mejor dicho, a penas he cruzado palabras con él, así que la respuesta no está a mi alcance.
Le preguntaré en cuanto le encontremos. >>Porque es lo que vamos a hacer, vamos a encontrarle y ponerle a salvo, no nos va a pasar igual que a Maciel<<.
Tanto el holandés como yo misma mantenemos la boca cerrada durante el rastreamiento en Letargo, pero una vez es obvio que no vamos a ver ni una de sus plumas nos reunimos con todo el resto.
-Pues no sé que hacemos todavía aquí. -comento al respecto, quizás demasiado nerviosa.
Me adentro en la armería y escojo las dagas, una vez preparados, partimos hacia el nuevo obstáculo.
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Siempre me ha impuesto respeto el salir de estos gruesos muros, incluso en las búsquedas de comida he mantenido la guardia en cualquier momento.Creo que todos somos conscientes del grave peligro que podemos correr ahí fuera cada vez que bajamos el puente.
Pero no son los monstruos de Rocavarancolia lo que me pone la piel de gallina, en absoluto.
Según la libense, Ziack debía de haber salido con magia, lo que quiere decir que es lo muy probable de que su escapada fuera voluntaria.
>>Y, entonces ¿Por qué lo ha hecho?. ¿Con qué motivo?.<<
No es que me haya fijado demasiado en su comportamiento, mejor dicho, a penas he cruzado palabras con él, así que la respuesta no está a mi alcance.
Le preguntaré en cuanto le encontremos. >>Porque es lo que vamos a hacer, vamos a encontrarle y ponerle a salvo, no nos va a pasar igual que a Maciel<<.
Tanto el holandés como yo misma mantenemos la boca cerrada durante el rastreamiento en Letargo, pero una vez es obvio que no vamos a ver ni una de sus plumas nos reunimos con todo el resto.
-Pues no sé que hacemos todavía aquí. -comento al respecto, quizás demasiado nerviosa.
Me adentro en la armería y escojo las dagas, una vez preparados, partimos hacia el nuevo obstáculo.
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- Aliera W
Ficha de cosechado
Nombre: Sigrún
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, orientación y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
15/06/15, 06:20 pm
El tiempo pasó. Sigrún siguió con su habitual actitud algo distante y callada. La crema para la piel prácticamente se le había acabado, y comenzaban a salirle manchas marrones alrededor de las articulaciones, especialmente los codos y las rodillas; sólo esperaba que no salieran en la cara, se quería demasiado así mismo.
La gatita no le hacía mucho caso, y él había acabado por cansarse. Su padre siempre le había recriminado lo caprichoso que era, y Sigrún no le tomaba en serio, tomando a su hermano de referencia. Con el tiempo había admitido que Ingimar tenía razón, si bien no era caprichoso de la misma manera que su hermano.
Roaxen se había encerrado aún más en su concha, excluyéndolo en aquella ocasión también a él. Tampoco le había importado mucho; Sigrún estaba lejos de considerar al ulterano un amigo, y había conseguido de él lo que quería, así que por él podía hacer de ermitaño lo que le diera la gana. Por si acaso le observaba de vez en cuando, sospechando algunas de sus típicas explosiones repentinas. Roaxen estaba demasiado mimado.
En aquel tiempo, acabó animándose a pedirle a Irianna que lo ayudara. Y, cual no fue su alegría, al comprobar que la mayoría de los hechizos le salían, si bien había algunos que ni la lacustre ni él conseguían hacer. Al realizar el primer hechizo, no pudo evitar una sonrisita de satisfacción; ni el rubiales ni el holandés carne de cañón podían hacer magia.
La muerte de los dos pájaros en Maciel no lo entristeció lo más mínimo; de hecho, se alegró de la muerte de Armonía, a la que seguía confundiendo mentalmente con Tesón. Con la noticia del pájaro fantasma arrugó la nariz; nunca se había creído esas historias de casas encantadas y, aunque en esa ocasión era real, no pudo evitar un cierto cachondeo. <<Habrá que tener a mano la aspiradora, pues>>.
La noticia de la desaparición de Ziack le pilló mientras cavilaba sobre sus cuchillos. El abrigo estaba muy bien para Austria, pero allí le resultaba demasiado aparatoso y algo sofocante. Sin embargo, tenía miedo de dejarlo por si descubrían sus pequeños tesoros, así que seguía cargando con él a regañadientes. Alguien propuso salir a buscar al pollo y Sigrún se animó a ir con el grupo de búsqueda, ya estaba lo suficientemente preparado, a su criterio, para salir y volver vivo con todos los miembros en su sitio.
La gatita no le hacía mucho caso, y él había acabado por cansarse. Su padre siempre le había recriminado lo caprichoso que era, y Sigrún no le tomaba en serio, tomando a su hermano de referencia. Con el tiempo había admitido que Ingimar tenía razón, si bien no era caprichoso de la misma manera que su hermano.
Roaxen se había encerrado aún más en su concha, excluyéndolo en aquella ocasión también a él. Tampoco le había importado mucho; Sigrún estaba lejos de considerar al ulterano un amigo, y había conseguido de él lo que quería, así que por él podía hacer de ermitaño lo que le diera la gana. Por si acaso le observaba de vez en cuando, sospechando algunas de sus típicas explosiones repentinas. Roaxen estaba demasiado mimado.
En aquel tiempo, acabó animándose a pedirle a Irianna que lo ayudara. Y, cual no fue su alegría, al comprobar que la mayoría de los hechizos le salían, si bien había algunos que ni la lacustre ni él conseguían hacer. Al realizar el primer hechizo, no pudo evitar una sonrisita de satisfacción; ni el rubiales ni el holandés carne de cañón podían hacer magia.
La muerte de los dos pájaros en Maciel no lo entristeció lo más mínimo; de hecho, se alegró de la muerte de Armonía, a la que seguía confundiendo mentalmente con Tesón. Con la noticia del pájaro fantasma arrugó la nariz; nunca se había creído esas historias de casas encantadas y, aunque en esa ocasión era real, no pudo evitar un cierto cachondeo. <<Habrá que tener a mano la aspiradora, pues>>.
La noticia de la desaparición de Ziack le pilló mientras cavilaba sobre sus cuchillos. El abrigo estaba muy bien para Austria, pero allí le resultaba demasiado aparatoso y algo sofocante. Sin embargo, tenía miedo de dejarlo por si descubrían sus pequeños tesoros, así que seguía cargando con él a regañadientes. Alguien propuso salir a buscar al pollo y Sigrún se animó a ir con el grupo de búsqueda, ya estaba lo suficientemente preparado, a su criterio, para salir y volver vivo con todos los miembros en su sitio.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
01/07/15, 09:56 pm
Como la búsqueda de Ziack fue infructuosa, los letarguinos se organizaron para salir en busca del enderth, y se quedaron en el torreón solamente cuatro integrantes del grupo. Sin nada mejor que hacer y aún con el cabreo a flor de piel, el intara subió a la azotea tras coger su arco y su abrigo, dispuesto a vigilar las inmediaciones hasta que los demás volvieran. No podía imaginarse el motivo que había empujado al aviano a largarse, pues apenas había tratado con él en todo aquel tiempo, pero esperaba que lo trajeran sano y salvo. Se había ido en silencio y amparado por la noche, no obstante, señales de que o bien huía, o bien ocultaba algo. Sekk se inclinaba más por la primera opción, pero no comprendía la razón. «¿Alguien le ha amenazado de algún modo?», pensó para si, escrutando la ruinosa ciudad sin demasiada atención. Solo imaginaba capaz de algo a si a Roaxen y algo en su interior le decía que su última discusión estaba influenciando su juicio.
Apartó esos pensamientos de su cabeza con una sacudida de la misma cuando oyó que alguien subía por las escaleras, diciéndose a sí mismo que lo aclararían todo cuando trajeran de vuelta a Ziack.
—Buenos días, Jace—saludó al chico cuando vio su cabeza asomar por la trampilla del suelo—. O malos más bien. ¿Qué tal has dormido hoy?
Hacía días que notaba al humano decaído, pero el ulterano aún no había encontrado el momento para preguntarle al quasimoreno el motivo de su desdicha.
Apartó esos pensamientos de su cabeza con una sacudida de la misma cuando oyó que alguien subía por las escaleras, diciéndose a sí mismo que lo aclararían todo cuando trajeran de vuelta a Ziack.
—Buenos días, Jace—saludó al chico cuando vio su cabeza asomar por la trampilla del suelo—. O malos más bien. ¿Qué tal has dormido hoy?
Hacía días que notaba al humano decaído, pero el ulterano aún no había encontrado el momento para preguntarle al quasimoreno el motivo de su desdicha.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
01/07/15, 11:21 pm
¿Por qué todo el mundo se empeñaba en recordarle el tema de su pelo rubio?
Bueno, lo cierto es que en voz alta solo lo había mencionado Varsai... y siendo muda tampoco había dicho mucho. Pero de igual forma, notaba como le miraban a las pequeñas raíces al haberse hecho notorias, lo cual le ponía nervioso. Ahora solo se conformaba con salir de Rocavarancolia para conseguir un buen tinte negro.
Solo es temporal, le había dicho a Varsai. Después de ser rubio entero volverá a ser negro tarde o temprano... supongo.
Con la desaparición de Ziack, Jace decidió mantenerse por una vez al margen. Si bien es cierto que le hacía falta tomar aire "fresco", sabía que los aires de Rocavarancolia no eran los mejores para él. Ni siquiera lo serían para Chuck Norris. Eso, sumado a que dudaba ser realmente útil en la expedición si se ponía a chillar si veía un gusano otra vez en su vida.
No le molestaba tener su rato de soledad en el torreón, pero sí pensar que habían salido la gran mayoría a investigar. No era lo mismo estar un rato a solas sabiendo que el resto estaba bajo el mismo techo, a estar desperdigados por ahí.
Por suerte, Sekk también había decidido quedarse, cosa que el neoyorquino agradecía en silencio. Le buscó primero en la cocina, ya que no era raro encontrárselo allí, y al ver que no estaba en ella fue directo a la azotea. Uno de sus puntos de encuentro más comunes.
—Hey Sekk.— sonrió mientras agachaba levemente la cabeza como si estuviera haciendo una reverencia con ella. Al rubio no le faltaba razón respecto a los malos días.— No me quejo. He dormido como siempre, demasiado y babeando. ¿Y tú? ¿Has dormido si quiera?
Con cuidado de poner los pies en cada escalón, salió a la azotea para tomar asiento al lado del intara, jugueteando con la cajetilla de cigarros en su bolsillo de forma nerviosa.
—¿Crees que Ziack estará bien allí fuera?—miró a lo lejos, con la mirada algo perdida entre lo que era visible desde allí. No quería interrumpir la respuesta del otro, pero tras las muertes de dos de los miembros de Maciel no dejaba de comerse la cabeza.
Bueno, lo cierto es que en voz alta solo lo había mencionado Varsai... y siendo muda tampoco había dicho mucho. Pero de igual forma, notaba como le miraban a las pequeñas raíces al haberse hecho notorias, lo cual le ponía nervioso. Ahora solo se conformaba con salir de Rocavarancolia para conseguir un buen tinte negro.
Solo es temporal, le había dicho a Varsai. Después de ser rubio entero volverá a ser negro tarde o temprano... supongo.
Con la desaparición de Ziack, Jace decidió mantenerse por una vez al margen. Si bien es cierto que le hacía falta tomar aire "fresco", sabía que los aires de Rocavarancolia no eran los mejores para él. Ni siquiera lo serían para Chuck Norris. Eso, sumado a que dudaba ser realmente útil en la expedición si se ponía a chillar si veía un gusano otra vez en su vida.
No le molestaba tener su rato de soledad en el torreón, pero sí pensar que habían salido la gran mayoría a investigar. No era lo mismo estar un rato a solas sabiendo que el resto estaba bajo el mismo techo, a estar desperdigados por ahí.
Por suerte, Sekk también había decidido quedarse, cosa que el neoyorquino agradecía en silencio. Le buscó primero en la cocina, ya que no era raro encontrárselo allí, y al ver que no estaba en ella fue directo a la azotea. Uno de sus puntos de encuentro más comunes.
—Hey Sekk.— sonrió mientras agachaba levemente la cabeza como si estuviera haciendo una reverencia con ella. Al rubio no le faltaba razón respecto a los malos días.— No me quejo. He dormido como siempre, demasiado y babeando. ¿Y tú? ¿Has dormido si quiera?
Con cuidado de poner los pies en cada escalón, salió a la azotea para tomar asiento al lado del intara, jugueteando con la cajetilla de cigarros en su bolsillo de forma nerviosa.
—¿Crees que Ziack estará bien allí fuera?—miró a lo lejos, con la mirada algo perdida entre lo que era visible desde allí. No quería interrumpir la respuesta del otro, pero tras las muertes de dos de los miembros de Maciel no dejaba de comerse la cabeza.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
02/07/15, 01:51 pm
Varsai sintió terror de la cosa que se acercaba, era un miedo irracional y más adelante se preguntaría el por qué de ese miedo pero en ese momento no pensó, su mente estaba bloqueada, revivía una y otra vez el salto de Ziack al vacío.
Todos sus movimientos fueron mecánicos, se limitó a dejarse guiar por Devoss, inconscientemente lo cogió de la mano y no se soltó de él.
No fue consciente del momento en que llegaron a Letargo, alguien les bajó el puente y entraron dentro. Sólo entonces, cuando la niña vio al resto de sus compañeros y volviendo a ver cómo el enderth se precipitaba a su muerte, le brotó una lágrima y ya no pudo parar de llorar.
Todos sus movimientos fueron mecánicos, se limitó a dejarse guiar por Devoss, inconscientemente lo cogió de la mano y no se soltó de él.
No fue consciente del momento en que llegaron a Letargo, alguien les bajó el puente y entraron dentro. Sólo entonces, cuando la niña vio al resto de sus compañeros y volviendo a ver cómo el enderth se precipitaba a su muerte, le brotó una lágrima y ya no pudo parar de llorar.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
02/07/15, 05:11 pm
La vuelta transcurrió en silencio. La idrina todavía se hallaba conmocionada por lo sucedido y lo único que salió de su boca desde que habían salido huyendo de aquel lugar escalofriante fueron los jadeos que trataban de devolverle el aliento tras la agotadora carrera que duró todo lo que su cuerpo apenas acostumbrado al esfuerzo físico fue capaz de soportar. El pie le dolía horrores cuando por fin pudo ponerlo dentro de torreón y fue consciente de hasta qué punto se había lesionado.
Pero seguía sin poder ocuparse de ello por el momento, los rostros expectantes de los que se quedaron en el torreón aguardaban una respuesta al regreso del grupo, algunos presentando heridas y, sobre todo, sin Ziack. Su respiración todavía estaba bastante agitada y ver a Varsai llorar acabó con las pocas fuerzas que le quedaban y la lacustre se dirigió hacia un sillón, sintiéndose completamente impotente.
—Lo encontramos y volvió a huir de nosotros —comenzó a explicar, sin embargo, con la mirada fija en el vacío—. Llegamos hasta las cercanías de un edificio circular y allí… nos atacaron unos animales extraños. Ziack también resultó herido y salió corriendo de nuevo… Llegamos tarde —la voz le temblaba al rememorar la sensación que se apoderó de ella una vez se acercó al lugar en el que el enderth se había dejado caer—. Ziack… estaba parado frente a un abismo y llegamos justo para verle caer. No, en realidad se tiró. Fue… seguro que fue la voz. —Un tinte de angustia teñía su tono intentando relatar aquella parte—. Seguro… seguro que algunos de vosotros también la oísteis —se dirigió hacia los que se habían acercado al borde al igual que ella—. La voz hizo que Ziack se suicidara.
Su voz, no obstante, se quebró en ese momento y la idrina fue incapaz de continuar hablando, ni siquiera siendo consciente de lo confuso que podría resultar su relato para aquellos que no habían estado presentes.
Pero seguía sin poder ocuparse de ello por el momento, los rostros expectantes de los que se quedaron en el torreón aguardaban una respuesta al regreso del grupo, algunos presentando heridas y, sobre todo, sin Ziack. Su respiración todavía estaba bastante agitada y ver a Varsai llorar acabó con las pocas fuerzas que le quedaban y la lacustre se dirigió hacia un sillón, sintiéndose completamente impotente.
—Lo encontramos y volvió a huir de nosotros —comenzó a explicar, sin embargo, con la mirada fija en el vacío—. Llegamos hasta las cercanías de un edificio circular y allí… nos atacaron unos animales extraños. Ziack también resultó herido y salió corriendo de nuevo… Llegamos tarde —la voz le temblaba al rememorar la sensación que se apoderó de ella una vez se acercó al lugar en el que el enderth se había dejado caer—. Ziack… estaba parado frente a un abismo y llegamos justo para verle caer. No, en realidad se tiró. Fue… seguro que fue la voz. —Un tinte de angustia teñía su tono intentando relatar aquella parte—. Seguro… seguro que algunos de vosotros también la oísteis —se dirigió hacia los que se habían acercado al borde al igual que ella—. La voz hizo que Ziack se suicidara.
Su voz, no obstante, se quebró en ese momento y la idrina fue incapaz de continuar hablando, ni siquiera siendo consciente de lo confuso que podría resultar su relato para aquellos que no habían estado presentes.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
02/07/15, 07:47 pm
Nadie dijo nada durante el trayecto de vuelta, estaba sumido en mis propios pensamientos. Habían pasado cosas impactantes en un mismo día. En mi cabeza todo era caótico, no sabia que decir o que hacer. Solo podía seguir la marcha de mis compañeros hacia nuestro preciado refugio. Aunque algo si sabia.
Estaba furioso, me hubiera gustado bajar y pegarle varias veces al cadáver plumoso de Ziack. Nos había puesto en peligro, a todos. ¿ Y para qué? Para nada. Para volver y lamernos las heridas.
Entramos, ya siento la seguridad. Irianna lo cuenta todo al resto que se quedó en el torreón. Espero a que termine para hablar yo.
-Esos animales extraños..... se llaman hienas. Pertenecen a mi mundo, son carroñeras. Por eso creo que entramos directos a su guarida. Tendrían que estar protegiéndola..... no encuentro otra explicación.- Digo con dificultad por el cansancio.- Y si, yo también oí esa voz... Se mete en tu cabeza para que te tires al vacío. Y casi lo hago.... casi me suicido, joder.- Me esfuerzo por no llorar, pero una lágrima traicionera recorre mi cara, solo una.
Estaba furioso, me hubiera gustado bajar y pegarle varias veces al cadáver plumoso de Ziack. Nos había puesto en peligro, a todos. ¿ Y para qué? Para nada. Para volver y lamernos las heridas.
Entramos, ya siento la seguridad. Irianna lo cuenta todo al resto que se quedó en el torreón. Espero a que termine para hablar yo.
-Esos animales extraños..... se llaman hienas. Pertenecen a mi mundo, son carroñeras. Por eso creo que entramos directos a su guarida. Tendrían que estar protegiéndola..... no encuentro otra explicación.- Digo con dificultad por el cansancio.- Y si, yo también oí esa voz... Se mete en tu cabeza para que te tires al vacío. Y casi lo hago.... casi me suicido, joder.- Me esfuerzo por no llorar, pero una lágrima traicionera recorre mi cara, solo una.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
02/07/15, 09:17 pm
Esta vez sin embargo parece que aguanto mejor la carrera, aun así no dejo de escuchar mi propia respiración, irregular y fuerte, incluso me asusta, es el miedo, jadeo de eso y no de cansancio.
No miro atrás en ningún momento, ni siquiera para saber si los compañeros que corren a mi espalda me siguen o no, las piernas se mueven solas, con pequeños temblores de vez en cuando.
>>Tarde, tarde, tarde tarde tarde.<<
Tarde, la voz del abismo casi me insta a llegar más rápido a Letargo, como si los que se quedaron allí también estuvieran en peligro, podría pasar lo mismo otra vez.
Cuando llegamos por fin al torreón es la Idrina la que explica a su manera lo sucedido, yo me dejo caer en el suelo, resoplando de frustración, inmovilizada por lo que acaba de pasar, rememorando la caída del enderth una y otra vez, mezclando la voz del puente a la vez que Ziack desaparece, engullido por la oscuridad. >>No lo puedo creer.<<
Enseguida me entristezco más al imaginarme a mí misma dándole la noticia a los de Maciel, relatando el ataque de las hienas, advirtiéndoles de aquel monstruo que se mete en tu cabeza y te guía hacia el fin, como aquellas casas de ilusiones.
Esta vez, no me siento capaz de consolar a Varsai, ni siquiera puedo hacerlo conmigo, es cierto que no he llorado en ningún momento, aguanto las ganas delante de todos mientras me tiembla el labio, como si tuviese un frío extremo.
Luego, mirando a Irianna con furia contenida, no hacia ella, sino al grupo en general.
-No quiero decirlo, pero os lo dije. -digo sacando las fuerzas para hacer escuchar mi voz. Repliego las rodillas contra mi pecho, ayudada de mis brazos. -Sí, la oí, no sé si se metió en la cabeza de todos, pero yo la escuché perfectamente. -digo recordando con nitidez el momento, prosigo mirando ahora a los que habían decidido aguardar en Letargo. -¿Sabeis...? yo, me atrevería incluso a ponerle nombre, no era una simple voz... -explico negando con la cabeza – era la voz de Rocavarancolia, exacto, ella es la que ha intentado matarnos ahora. Rocavarancolia se ha burlado de nosotros...
Lo más gracioso de todo, es que no podemos hacer nada para vengarnos.
No miro atrás en ningún momento, ni siquiera para saber si los compañeros que corren a mi espalda me siguen o no, las piernas se mueven solas, con pequeños temblores de vez en cuando.
>>Tarde, tarde, tarde tarde tarde.<<
Tarde, la voz del abismo casi me insta a llegar más rápido a Letargo, como si los que se quedaron allí también estuvieran en peligro, podría pasar lo mismo otra vez.
Cuando llegamos por fin al torreón es la Idrina la que explica a su manera lo sucedido, yo me dejo caer en el suelo, resoplando de frustración, inmovilizada por lo que acaba de pasar, rememorando la caída del enderth una y otra vez, mezclando la voz del puente a la vez que Ziack desaparece, engullido por la oscuridad. >>No lo puedo creer.<<
Enseguida me entristezco más al imaginarme a mí misma dándole la noticia a los de Maciel, relatando el ataque de las hienas, advirtiéndoles de aquel monstruo que se mete en tu cabeza y te guía hacia el fin, como aquellas casas de ilusiones.
Esta vez, no me siento capaz de consolar a Varsai, ni siquiera puedo hacerlo conmigo, es cierto que no he llorado en ningún momento, aguanto las ganas delante de todos mientras me tiembla el labio, como si tuviese un frío extremo.
Luego, mirando a Irianna con furia contenida, no hacia ella, sino al grupo en general.
-No quiero decirlo, pero os lo dije. -digo sacando las fuerzas para hacer escuchar mi voz. Repliego las rodillas contra mi pecho, ayudada de mis brazos. -Sí, la oí, no sé si se metió en la cabeza de todos, pero yo la escuché perfectamente. -digo recordando con nitidez el momento, prosigo mirando ahora a los que habían decidido aguardar en Letargo. -¿Sabeis...? yo, me atrevería incluso a ponerle nombre, no era una simple voz... -explico negando con la cabeza – era la voz de Rocavarancolia, exacto, ella es la que ha intentado matarnos ahora. Rocavarancolia se ha burlado de nosotros...
Lo más gracioso de todo, es que no podemos hacer nada para vengarnos.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
03/07/15, 01:43 am
Rasqa no pudo dejar evitar dedicar sus pensamientos a lo que acababa de ocurrir durante todo el camino de vuelta. ¿La muerte de Ziack? Mala suerte. Pero el haber picado en la misma trampa que él, el haber estado a punto de imitarle, ese era el verdadero fracaso para el lagarto. No podía permitirse ser tan débil. No podía permitir que las pocas personas que le importaban del torreón lo fueran, tampoco. Había pasado toda su vida aburrida en un peñón de isla de mierda con una manada que había sido suya de nacimiento y no podía haberlo pasado peor. Ahora que había encontrado un grupo de gente interesante y diverso no quería perderlo. No quería llegar solo a la Luna (fuera lo que fuese aquello) y descubrir que volver al Archipiélago era la única opción disponible.
Una vez abrieron la puerta del torreón, Rasqa se coló por el agujero mientras bajaban el puente y se hizo a un lado para que fueran sus compañeros quienes reportaran lo ocurrido. No quería hablar. No podía. Cada vez que se mencionaba la maldita voz, la grieta o lo ocurrido en general, el falso dragón solo podía gruñir desagradado.
—Al menos sabemos dónde está la manada de esas hienas —logró articular por fin, en un intento desesperado de buscarle algún lado positivo a aquella horrible excursión—. Podemos cazarlas en grupo si la comida llegara a escasear... —bufó, descontento con su pobre intento de ver el lado bueno y giró la cabeza para evitar las posibles miradas del resto de sus compañeros.
Una vez abrieron la puerta del torreón, Rasqa se coló por el agujero mientras bajaban el puente y se hizo a un lado para que fueran sus compañeros quienes reportaran lo ocurrido. No quería hablar. No podía. Cada vez que se mencionaba la maldita voz, la grieta o lo ocurrido en general, el falso dragón solo podía gruñir desagradado.
—Al menos sabemos dónde está la manada de esas hienas —logró articular por fin, en un intento desesperado de buscarle algún lado positivo a aquella horrible excursión—. Podemos cazarlas en grupo si la comida llegara a escasear... —bufó, descontento con su pobre intento de ver el lado bueno y giró la cabeza para evitar las posibles miradas del resto de sus compañeros.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
03/07/15, 04:22 pm
Roaxen
De muy mal humor estuvo el capellán en cuanto se enteró de la excursión y el motivo para esta. Habia bajado tan solo para tomar un muy amargo desayuno y se volvió al estudio. De tanto en cuanto, se ponia de guardia en una ventana, soltando arriagos de quejas y demás protestas entre los dientes hasta que, finalmente, les volvió a ver cruzar la calle y, entonces, todo su mal genio comenzó a ebullir de nuevo.
Para cuando hubieron entrado en el torreón, el ulterano bajaba las escaleras con parsimonia, sus botas resonando a cada escalón y una sonrisa para nada amigable. Habia escuchado la historia desde el piso más arriba.
-Bueno, bueno, bueno... Creo que viene siendo hora que diga "Os lo dije".-comentó con sarna.-Un bueno para nada que no solo gastó nuestros recursos durante un prolongado tiempo, se mostró hostil, no trabajó con el grupo y solo supuso un gasto general de recursos para que, de un día para otro, decida tomar la salida del cobarde y suicidarse.-
Roaxen Tenvrai suspiró con teatralidad.
-Podria haber tenido la decencia de meterse un perno entre los ojos y por lo menos así, podriamos haber usado sus restos como fertilizante o cebo, quizás hasta ambos.-
Y con aún mas teatralidad, el ulterano soltó una risilla complaciente.
-Y no solo eso, sino que habeis experimentado una de las trampas más de estas artes oscuras que habitan en la ciudad. ¿Y para que? Para instigar un miedo y desesperación innecesarios en el ambiente ya tenso de este torreón.-
Se dirigió a Ruth con un tono cansado.
-La voz de Rocavarancolia, eso si que es risible. No es conocido por muchos pero, hay ciertos productos químicos que, en estado gaseoso pueden causar alucinaciones o sensaciones profundas de terror. No son más que tretas una detrás de la otra y creyendolas os haceis un flaco favor y les subis el ego a los secuestradores responsables de nuestra situación.-
Se cruzó de brazos y con una mirada altiva, terminó.
-Ahora bien, si me escuchaseis por una vez y tomaseis las debidas medidas de seguridad estas cosas no pasarian.-
De muy mal humor estuvo el capellán en cuanto se enteró de la excursión y el motivo para esta. Habia bajado tan solo para tomar un muy amargo desayuno y se volvió al estudio. De tanto en cuanto, se ponia de guardia en una ventana, soltando arriagos de quejas y demás protestas entre los dientes hasta que, finalmente, les volvió a ver cruzar la calle y, entonces, todo su mal genio comenzó a ebullir de nuevo.
Para cuando hubieron entrado en el torreón, el ulterano bajaba las escaleras con parsimonia, sus botas resonando a cada escalón y una sonrisa para nada amigable. Habia escuchado la historia desde el piso más arriba.
-Bueno, bueno, bueno... Creo que viene siendo hora que diga "Os lo dije".-comentó con sarna.-Un bueno para nada que no solo gastó nuestros recursos durante un prolongado tiempo, se mostró hostil, no trabajó con el grupo y solo supuso un gasto general de recursos para que, de un día para otro, decida tomar la salida del cobarde y suicidarse.-
Roaxen Tenvrai suspiró con teatralidad.
-Podria haber tenido la decencia de meterse un perno entre los ojos y por lo menos así, podriamos haber usado sus restos como fertilizante o cebo, quizás hasta ambos.-
Y con aún mas teatralidad, el ulterano soltó una risilla complaciente.
-Y no solo eso, sino que habeis experimentado una de las trampas más de estas artes oscuras que habitan en la ciudad. ¿Y para que? Para instigar un miedo y desesperación innecesarios en el ambiente ya tenso de este torreón.-
Se dirigió a Ruth con un tono cansado.
-La voz de Rocavarancolia, eso si que es risible. No es conocido por muchos pero, hay ciertos productos químicos que, en estado gaseoso pueden causar alucinaciones o sensaciones profundas de terror. No son más que tretas una detrás de la otra y creyendolas os haceis un flaco favor y les subis el ego a los secuestradores responsables de nuestra situación.-
Se cruzó de brazos y con una mirada altiva, terminó.
-Ahora bien, si me escuchaseis por una vez y tomaseis las debidas medidas de seguridad estas cosas no pasarian.-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
04/07/15, 12:24 am
Kimbra fue capaz de trasportar su pesada carga hasta el refugio sin un gasto considerable de energía, por lo que inmediatamente después de llegar al torreón, se posicionó en la cocina, donde depositó el improvisado fardo, y comenzó a trabajar. Para la krabelinense, la muerte era algo tan natural y común como alimentarse y dormir, por lo que no dedicó pensamiento alguno a lo ocurrido con el enderth. En su lugar, se dedicó por entero a su nuevo quehacer. Lo primero que hizo fue calentar agua con la intención de poner en remojo cuanto antes su capa y su venda. No era la primera vez que se enfrentaba a las manchas de sangre, pero al no contar con materiales con los que estuviera plenamente familiarizada, debía confiar en que lo básico resultaría suficiente.
La Hija de Lunas colocó a la hiena sobre la mesa y comenzó a sacar cuidadosamente cada una de las flechas, siempre poniendo algún tipo de recipiente debajo para que este recogiera la sangre derramada. La engendro analizó las flechas extraídas y determinó que únicamente requerirían de un limado para volver a encontrarse en óptimas condiciones, por lo que las dejó junto a sus armas. Seguidamente, Kimbra comenzó a desollar a la hiena ayudándose de su machete, procurando no maltratar ni rasgar su pelaje. Se trataba de un material bastante tosco, pero la engendro podría fabricar con el algún tipo de alforja o una capa ligera, aunque ciertamente no sería su mejor pieza, ya que solo contaba con el pelaje de un ejemplar que no había sido cazado con esa intención, por lo que no se había tenido el cuidado necesario para no dañar el pelaje.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
05/07/15, 12:48 am
Sekk echó un vistazo a la cajetilla de tabaco con la que el humano jugueteaba nerviosamente sin comentar nada, preguntándose cuánto le iban a durar aquellos cigarrillos.
—Algo —respondió, encogiéndose de hombros y apoyando la barbilla sobre sus brazos cruzados. A pesar de lo poco que dormía el intara no se sentía excesivamente cansado, pero en sus periodos de inactividad tendía a abstraerse tanto que parecía caer en una suerte de trance y eso le preocupaba un poco.
—Seguro que si, Jace. Le traeran sano y salvo, ya veras —murmuró el rubio, tratando de convencerse a sí mismo además de al neoyorquino.
Ocuparon el resto del tiempo hasta que los demás volvieron en hablar de nimiedades, tratando de distraerse para no pensar en lo peor, y cuando les vieron en la distancia descendieron para bajarles el puente. El intara solo tuvo que verles las caras para saber que algo no había salido bien, pero no encontrar a Ziack en el grupo fue lo que confirmó su suposición. La historia que relataron sus compañeros le dejó sin palabras, pero el saber que habían corrido peligro y no había estado allí para ayudarles le llenó de frustración. Al final el aviano había muerto, atraído al parecer hacía una suerte de trampa que le instó a arrojarse al vacío, y los demás habían estado a punto de correr su misma suerte por salir en su busca.
Aún no había encontrado palabras de consuelo cuando el capellán apareció en escena, bajando las escaleras con parsimonia y una sonrisa en la cara. El discurso que soltó a continuación hizo que el chico palideciera completamente. Luego estalló.
Sekk se movió por reflejo, sin nisiquiera pensarlo, y en cuanto el xolnita terminó de hablar le cruzó la cara con un potente puñetazo. Roaxen cayó al suelo desmadejado, como un muñeco desarticulado, y algunos de sus dientes repiquetearon contra el piso instantes después.
—Cierra la puta boca —masculló en un susurro forzado, apretando los puños con fuerza. Le habría golpeado de nuevo ignorando el hecho de que ya estaba inconsciente si Jace no se hubiera interpuesto entre los dos adivinando sus intenciones. El gesto del americano le hizo recuperar la cordura y, consciente de lo impulsivo que había sido, fue incapaz de mirar a nadie a la cara tras ello.
Huyó hacia la azotea avergonzado consigo mismo, sin mediar palabra, y una vez arriba tuvo que contenerse para no gritar de rabia. Aún estaba cabreado con el capellán y una parte de él deseaba bajar de nuevo para terminar lo que había empezado, pero sabía perfectamente que había actuado mal y empezaba a odiarse por ello.
—Maldita sea —murmuró para sí, aferrándose al borde de una almena con fuerza mientras trataba de normalizar el ritmo de su respiración.
—Algo —respondió, encogiéndose de hombros y apoyando la barbilla sobre sus brazos cruzados. A pesar de lo poco que dormía el intara no se sentía excesivamente cansado, pero en sus periodos de inactividad tendía a abstraerse tanto que parecía caer en una suerte de trance y eso le preocupaba un poco.
—Seguro que si, Jace. Le traeran sano y salvo, ya veras —murmuró el rubio, tratando de convencerse a sí mismo además de al neoyorquino.
Ocuparon el resto del tiempo hasta que los demás volvieron en hablar de nimiedades, tratando de distraerse para no pensar en lo peor, y cuando les vieron en la distancia descendieron para bajarles el puente. El intara solo tuvo que verles las caras para saber que algo no había salido bien, pero no encontrar a Ziack en el grupo fue lo que confirmó su suposición. La historia que relataron sus compañeros le dejó sin palabras, pero el saber que habían corrido peligro y no había estado allí para ayudarles le llenó de frustración. Al final el aviano había muerto, atraído al parecer hacía una suerte de trampa que le instó a arrojarse al vacío, y los demás habían estado a punto de correr su misma suerte por salir en su busca.
Aún no había encontrado palabras de consuelo cuando el capellán apareció en escena, bajando las escaleras con parsimonia y una sonrisa en la cara. El discurso que soltó a continuación hizo que el chico palideciera completamente. Luego estalló.
Sekk se movió por reflejo, sin nisiquiera pensarlo, y en cuanto el xolnita terminó de hablar le cruzó la cara con un potente puñetazo. Roaxen cayó al suelo desmadejado, como un muñeco desarticulado, y algunos de sus dientes repiquetearon contra el piso instantes después.
—Cierra la puta boca —masculló en un susurro forzado, apretando los puños con fuerza. Le habría golpeado de nuevo ignorando el hecho de que ya estaba inconsciente si Jace no se hubiera interpuesto entre los dos adivinando sus intenciones. El gesto del americano le hizo recuperar la cordura y, consciente de lo impulsivo que había sido, fue incapaz de mirar a nadie a la cara tras ello.
Huyó hacia la azotea avergonzado consigo mismo, sin mediar palabra, y una vez arriba tuvo que contenerse para no gritar de rabia. Aún estaba cabreado con el capellán y una parte de él deseaba bajar de nuevo para terminar lo que había empezado, pero sabía perfectamente que había actuado mal y empezaba a odiarse por ello.
—Maldita sea —murmuró para sí, aferrándose al borde de una almena con fuerza mientras trataba de normalizar el ritmo de su respiración.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
06/07/15, 12:52 am
A pesar de esforzarse por pensar en positivo, Jace no era el mejor en ello. Ni siquiera podía engañarse a sí mismo para pensar que todo estaría bien.
—Sí. Claro. Las últimas veces que hemos salido no nos ha ido tan mal, ¿no? —flashback: gusanos.
La conversación con Sekk le relajó un poco, pero su mano parecía tener vida propia y no dejaba de tamborilear sobre la caja de cigarros de forma nerviosa. Siempre lo hacía. Durante el divorcio de sus padres, en su primer concierto, en el funeral de su padre... Se había vuelto una maña tan común en él como la de alguien que está acostumbrado a morderse las uñas.
Al verle aparecer a los demás, Jace bajó como un rayo, y confirmando lo peor, Ziack no estaba.
«Al menos no llegué a pillarle cariño...»
Se mordió la lengua. No era lo más adecuado de decir en voz alta, y tampoco pensarlo. Por supuesto, la historia completa no era mucho más agradable.
Jace había aprendido a no ser escéptico. Siendo honestos, en la tierra le llegan a decir que existe un perrocóptero y se lo habría creído. Las voces (o más bien, la voz) de Rocavarancolia le sonaban tan extremadamente real que no quería oír más del tema.
Y luego estaban las hienas. ¿Qué demonios hacían bichos de su planeta allí?
Quería hablar, relajar el ambiente y animar al resto, pero los únicos comentarios que se le venían a lo poco que le funcionaba del cerebro por el impacto eran del tipo «¡Ah, hienas! ¿Sabéis que se comen a sus presas vivas? Una vez vi en internet como se comían a una cebra de abajo para arriba durante más de media hora y la cebra seguía moviendo la cabeza...»
Sí. Perfecto para animar la fiesta.
Pero por lo visto lo que le faltaba a la fiesta era Roaxen. El neoyorquino seguía demasiado ocupado tratando de quitarse a la cebra moribunda de la mente, por lo que no le dio tiempo para cabrearse como lo hizo el rubio.
Había experimentado por carne propia como eran los puñetazos del chaval, y sabía que por poder, podría haber reventado casi literalmente a Roaxen en ese mismo momento, motivo por el que decidió intervenir. Ponerse en medio no era la decisión más inteligente (no quería perder las paletas), pero sabía que no le golpearía a él. Alzó levemente un brazo para detener el puño de Sekkeh en caso de que volviera a alzarse, pero por suerte no sucedió.
—Yo también quiero cargarme a Roaxen, pero creo que es mejor que lo hagamos en otro momento, ¿vale?— el ulterano salió disparado, seguramente de nuevo a la azotea. Antes de seguirle, se giró al xolnita, lanzando una mirada despectiva al cuerpo inconsciente de este.—Podéis probar a ponerle los colmillos de la hiena que habéis traído.
Señaló hacia la cocina con la cabeza, donde Kimbra despellejaba a uno de los bebés de Harley Quinn.
—Tienen una de las mandíbulas más fuertes de la Tierra. Quizás así deje de ladrar tanto, o se le infecten las encías y deje de hacerlo de todas formas.
Lanzó una mirada cabizbaja al resto, para seguir los pasos de su compañero y reencontrárselo justo donde habían empezado. Se quedó a cierta distancia, viendo de brazos cruzados como este gritaba para desahogarse. Jace sabía por experiencia personal que lo mejor era no intervenir hasta pasado cierto rato. En lo que vio que se obligaba a calmarse, se acercó.
No dijo nada, porque honestamente no sabía que decir. Apoyó ambos brazos en el borde, sacó la cajetilla de cigarrillos de nuevo y en lugar de uno, cogió dos. Se metió el primero en la boca, y el segundo se lo tendió al rubio.
—Nunca te he preguntado si has fumado alguna vez. Quizás te haga falta.
—Sí. Claro. Las últimas veces que hemos salido no nos ha ido tan mal, ¿no? —flashback: gusanos.
La conversación con Sekk le relajó un poco, pero su mano parecía tener vida propia y no dejaba de tamborilear sobre la caja de cigarros de forma nerviosa. Siempre lo hacía. Durante el divorcio de sus padres, en su primer concierto, en el funeral de su padre... Se había vuelto una maña tan común en él como la de alguien que está acostumbrado a morderse las uñas.
Al verle aparecer a los demás, Jace bajó como un rayo, y confirmando lo peor, Ziack no estaba.
«Al menos no llegué a pillarle cariño...»
Se mordió la lengua. No era lo más adecuado de decir en voz alta, y tampoco pensarlo. Por supuesto, la historia completa no era mucho más agradable.
Jace había aprendido a no ser escéptico. Siendo honestos, en la tierra le llegan a decir que existe un perrocóptero y se lo habría creído. Las voces (o más bien, la voz) de Rocavarancolia le sonaban tan extremadamente real que no quería oír más del tema.
Y luego estaban las hienas. ¿Qué demonios hacían bichos de su planeta allí?
Quería hablar, relajar el ambiente y animar al resto, pero los únicos comentarios que se le venían a lo poco que le funcionaba del cerebro por el impacto eran del tipo «¡Ah, hienas! ¿Sabéis que se comen a sus presas vivas? Una vez vi en internet como se comían a una cebra de abajo para arriba durante más de media hora y la cebra seguía moviendo la cabeza...»
Sí. Perfecto para animar la fiesta.
Pero por lo visto lo que le faltaba a la fiesta era Roaxen. El neoyorquino seguía demasiado ocupado tratando de quitarse a la cebra moribunda de la mente, por lo que no le dio tiempo para cabrearse como lo hizo el rubio.
Había experimentado por carne propia como eran los puñetazos del chaval, y sabía que por poder, podría haber reventado casi literalmente a Roaxen en ese mismo momento, motivo por el que decidió intervenir. Ponerse en medio no era la decisión más inteligente (no quería perder las paletas), pero sabía que no le golpearía a él. Alzó levemente un brazo para detener el puño de Sekkeh en caso de que volviera a alzarse, pero por suerte no sucedió.
—Yo también quiero cargarme a Roaxen, pero creo que es mejor que lo hagamos en otro momento, ¿vale?— el ulterano salió disparado, seguramente de nuevo a la azotea. Antes de seguirle, se giró al xolnita, lanzando una mirada despectiva al cuerpo inconsciente de este.—Podéis probar a ponerle los colmillos de la hiena que habéis traído.
Señaló hacia la cocina con la cabeza, donde Kimbra despellejaba a uno de los bebés de Harley Quinn.
—Tienen una de las mandíbulas más fuertes de la Tierra. Quizás así deje de ladrar tanto, o se le infecten las encías y deje de hacerlo de todas formas.
Lanzó una mirada cabizbaja al resto, para seguir los pasos de su compañero y reencontrárselo justo donde habían empezado. Se quedó a cierta distancia, viendo de brazos cruzados como este gritaba para desahogarse. Jace sabía por experiencia personal que lo mejor era no intervenir hasta pasado cierto rato. En lo que vio que se obligaba a calmarse, se acercó.
No dijo nada, porque honestamente no sabía que decir. Apoyó ambos brazos en el borde, sacó la cajetilla de cigarrillos de nuevo y en lugar de uno, cogió dos. Se metió el primero en la boca, y el segundo se lo tendió al rubio.
—Nunca te he preguntado si has fumado alguna vez. Quizás te haga falta.
- ♪♫♬:
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
06/07/15, 01:21 am
El parqio no dudó en enseñarle los dientes al xolnita en cuanto abrió la bocaza para variar. No se lanzó a morderle porque se consideraba un xeno decente, aunque la idea le había tentado hasta que Sekkeh lo dejó completamente noqueado de un puñetazo. Su atención voló directamente a los dientes que habían saltado.
—Esa ha sido buena —soltó tras una carcajada algo áspera.
De haber tenido ganas de mear, Rasqa habría rociado completamente el puro rostro de Roaxen como gran travesura; pero después de todo el ejercicio físico y el desgaste emocional, lo que más le pedía el cuerpo era comida. Por lo que tan solo dedicó un siseo al Roaxen inconsciente antes de dirigirse a la cocina. Su primera idea fue curiosear las cestas, pero no pudo evitar que su atención virara hacia la krabelinense y sus labores de despellejamiento. El parqio saltó a la encimera y se acercó al cadáver de aquella bestia con cuidado.
—¿Puedo probar?—preguntó a Kimbra, más por asegurarse de que no se cruzaba con el machete al dar un bocado que por cortesía.
—Esa ha sido buena —soltó tras una carcajada algo áspera.
De haber tenido ganas de mear, Rasqa habría rociado completamente el puro rostro de Roaxen como gran travesura; pero después de todo el ejercicio físico y el desgaste emocional, lo que más le pedía el cuerpo era comida. Por lo que tan solo dedicó un siseo al Roaxen inconsciente antes de dirigirse a la cocina. Su primera idea fue curiosear las cestas, pero no pudo evitar que su atención virara hacia la krabelinense y sus labores de despellejamiento. El parqio saltó a la encimera y se acercó al cadáver de aquella bestia con cuidado.
—¿Puedo probar?—preguntó a Kimbra, más por asegurarse de que no se cruzaba con el machete al dar un bocado que por cortesía.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
06/07/15, 03:29 am
Estaba a punto de replicarle a Ruth su “os lo dije” cuando Roaxen entró en escena. El discurso subsecuente a la misma dichosa frase eclipsó por completo lo dicho por la humana y la idrina tan solo podía escuchar al xolnita escupir veneno sintiéndose cada vez más y más impotente. No tenía fuerzas para cantarle las cuarenta a aquel individuo tan mezquino que tenía por compañero de torreón y se estaba apoderando de ella una sensación muy desagradable que le hacía hervir por dentro al tiempo que se notaba desfallecer.
Pronto le quedó claro que cualquier cosa que hubiera sido capaz de hacer habría pasado desapercibida por completo en comparación con la medida drástica por la que optó Sekkeh. No sintió lástima alguna por el capellán al presenciar el doloroso golpe que recibió por parte de su compatriota, aunque no pudo evitar apretar los dientes al escuchar el particular sonido del puño al impactar con la mandíbula que indicaba que Roaxen había perdido algo más que la dignidad con el golpe.
Irianna se quedó petrificada en su asiento, sin atinar a moverse tras haber presenciado la violenta escena, incapaz de reaccionar con humor tal y como lo habían hecho Rasqa o Jace. No podía negar que comprendiese por qué Sekkeh había imprimido tanta fuerza en el golpe que había dirigido contra el rostro de Roaxen, pero no podía evitar pensar que el intara se había propasado. No obstante, no era quien para juzgarle ya que en el fondo e ignorando toda razón le hubiese gustado ser ella misma quien le hubiera saltado los dientes a aquel xenófobo irrespetuoso al que finalmente se acercó para ayudar.
¿Por qué le ayudaba? Ni ella misma lo tenía claro, pero probablemente ni siquiera alguien como Roaxen se merecía que lo dejasen allí tirado tras haber recibido un golpe de tal magnitud. O igual simplemente se pasaba tanto de buena que era tonta. No importaba, la lacustre no se sentía capaz de hacer ninguna otra cosa en aquellos instantes y necesitaba ocupar su mente con algo. Buscó rápidamente en su memoria el hechizo adecuado y comenzó a conjurarlo arrodillada cerca del cuerpo inconsciente del xolnita para después aplicarlo sobre su cabeza. Un hechizo vigorizante que debería servir. si bien no para lograr que volviese en sí enseguida, acelerar el proceso. El cansancio que le sobrevino tras ejecutarlo le hizo sentarse directamente en el suelo y deslizarse lo que pudo lejos de Roaxen mientras esperaba a que este volviese en sí.
—Devoss —llamó a continuación reuniendo las fuerzas que le quedaban—. Acércate para que pueda echarle un vistazo a tu herida, debería poder hacer algo por ella por poco que sea.
Conocía su límite y sabía que todavía podía hacer un puñado de hechizos más antes de agotarse por completo, aunque la fatiga que sentía debido a todos los acontecimientos del día se sumaba a la que provocaba el propio uso de magia y no estaba segura de cuánto podría aguantar. Pero daba igual, cualquier cosa era mejor que revivir en su cabeza una y otra vez como Ziack se arrojaba al vacío y volver a escuchar lo que Ruth había denominado “la voz de Rocavarancolia” haciendo eco en su mente.
<<No hay ningún lugar seguro>>.
Pronto le quedó claro que cualquier cosa que hubiera sido capaz de hacer habría pasado desapercibida por completo en comparación con la medida drástica por la que optó Sekkeh. No sintió lástima alguna por el capellán al presenciar el doloroso golpe que recibió por parte de su compatriota, aunque no pudo evitar apretar los dientes al escuchar el particular sonido del puño al impactar con la mandíbula que indicaba que Roaxen había perdido algo más que la dignidad con el golpe.
Irianna se quedó petrificada en su asiento, sin atinar a moverse tras haber presenciado la violenta escena, incapaz de reaccionar con humor tal y como lo habían hecho Rasqa o Jace. No podía negar que comprendiese por qué Sekkeh había imprimido tanta fuerza en el golpe que había dirigido contra el rostro de Roaxen, pero no podía evitar pensar que el intara se había propasado. No obstante, no era quien para juzgarle ya que en el fondo e ignorando toda razón le hubiese gustado ser ella misma quien le hubiera saltado los dientes a aquel xenófobo irrespetuoso al que finalmente se acercó para ayudar.
¿Por qué le ayudaba? Ni ella misma lo tenía claro, pero probablemente ni siquiera alguien como Roaxen se merecía que lo dejasen allí tirado tras haber recibido un golpe de tal magnitud. O igual simplemente se pasaba tanto de buena que era tonta. No importaba, la lacustre no se sentía capaz de hacer ninguna otra cosa en aquellos instantes y necesitaba ocupar su mente con algo. Buscó rápidamente en su memoria el hechizo adecuado y comenzó a conjurarlo arrodillada cerca del cuerpo inconsciente del xolnita para después aplicarlo sobre su cabeza. Un hechizo vigorizante que debería servir. si bien no para lograr que volviese en sí enseguida, acelerar el proceso. El cansancio que le sobrevino tras ejecutarlo le hizo sentarse directamente en el suelo y deslizarse lo que pudo lejos de Roaxen mientras esperaba a que este volviese en sí.
—Devoss —llamó a continuación reuniendo las fuerzas que le quedaban—. Acércate para que pueda echarle un vistazo a tu herida, debería poder hacer algo por ella por poco que sea.
Conocía su límite y sabía que todavía podía hacer un puñado de hechizos más antes de agotarse por completo, aunque la fatiga que sentía debido a todos los acontecimientos del día se sumaba a la que provocaba el propio uso de magia y no estaba segura de cuánto podría aguantar. Pero daba igual, cualquier cosa era mejor que revivir en su cabeza una y otra vez como Ziack se arrojaba al vacío y volver a escuchar lo que Ruth había denominado “la voz de Rocavarancolia” haciendo eco en su mente.
<<No hay ningún lugar seguro>>.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
06/07/15, 01:45 pm
Entonces apareció Roaxen. Y empezó su discursito. ¡Maldito sea! Tenemos demasiados problemas como para que el pelimorado se convierta en otro. ¿ Nos está recriminado que hemos echo mal el intentar salvarle? No hay derecho, el no ha ido a la “misión”, no puede hablar como si fuera un principito.
He llegado a pensar que no volvería a meter la pata, pero es un caso perdido. El mundo es injusto, este más aún. Tendría que haber sido Roaxen quién se hubiera tirado por el puente. Así no tendríamos que aguantar más tonterías. Intento contenerme, pero como siempre me es imposible.
-¡ Serás ca......!- No me da tiempo a decir nada más, pues Sekk hace algo maravilloso... ¡Le propina un puñetazo! El capellán cae al suelo totalmente dormido.-Se la merecía de hace tiempo.- Hacia tiempo que tendría que haberla recibido, supongo que esta es la gota que colmó el vaso. No entiendo como puede existir gente así. La idrina se arrodilla para curar al imbécil.
¡Error! Yo lo dejaría tirado en el mismo suelo que se ha comido. Irianna me dice que me acerque para que me cure la herida.- Ni hablar Irianna, tu también estas herida y se te ve cansada, esperaré a que tu te sanes y entonces iré yo.- No voy a permitir que me cure a mi antes.
He llegado a pensar que no volvería a meter la pata, pero es un caso perdido. El mundo es injusto, este más aún. Tendría que haber sido Roaxen quién se hubiera tirado por el puente. Así no tendríamos que aguantar más tonterías. Intento contenerme, pero como siempre me es imposible.
-¡ Serás ca......!- No me da tiempo a decir nada más, pues Sekk hace algo maravilloso... ¡Le propina un puñetazo! El capellán cae al suelo totalmente dormido.-Se la merecía de hace tiempo.- Hacia tiempo que tendría que haberla recibido, supongo que esta es la gota que colmó el vaso. No entiendo como puede existir gente así. La idrina se arrodilla para curar al imbécil.
¡Error! Yo lo dejaría tirado en el mismo suelo que se ha comido. Irianna me dice que me acerque para que me cure la herida.- Ni hablar Irianna, tu también estas herida y se te ve cansada, esperaré a que tu te sanes y entonces iré yo.- No voy a permitir que me cure a mi antes.
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