Torreón Letargo (Archivo V)
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Rocavarancolia Rol
17 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Letargo (Archivo V)
05/08/13, 03:54 am
Recuerdo del primer mensaje :
Este torreón de cuatro plantas está completamente cubierto de enredaderas, por lo que en un inicio es un poco complicado encontrar la puerta, algo más pequeña que en los otros torreones. El puente levadizo suele estar bajado, y da a una franja de tierra que rodea la parte delantera del torreón. Los capullos de las flores, que solo se abren con la Luna Roja, despiden al anochecer una fragancia que atonta y adormece a quien la huele. En el patio tiene suelo de tierra y también está repleto de plantas, en su mayoría secas o raquíticas. En el centro hay una estatua de una ninfa atravesada por cientos de estacas.
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- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
08/12/14, 01:31 pm
Kimbra se extrañó cuando Irianna le propuso enseñarle a leer, cuando ella tenía entendido el arte no era algo que se aprendiera sino que era un conocimiento con el que se te bendecía al colocar en tu cuello el amuleto de Lakra. La promesa de dama Diurna había sido adquirir conocimiento, pero nadie le había comentado que dicha adquisición fuera a ser diferente a la llevada a cabo por los Seguidores de Lakra.
- ¿Aprendéis las artes como aprendéis el manejo de las armas o los dones?- preguntó, viendo la oportunidad idónea para ello, ya que ambas chicas la estaban mirando.- ¿O acaso poseéis algún amuleto para ello?- preguntó esta vez, pensando que quizás sería una posibilidad, pero resultaba absurdo dadas las circunstancias.
En ningún momento contestó a la pregunta de Varsai trasmitida por Irianna, ya que para la engendro resultaba obvio que si podía enseñar a una podía enseñar a cuantos quisieran aprender.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
08/12/14, 04:34 pm
En aquella ocasión le tocó el turno a ella de quedarse confusa, pues las preguntas de Kimbra la desconcertaron por completo. ¿Qué eran los dones? Y, sobre todo, ¿cómo se aprendía a leer y escribir con…?
—¿Un amuleto? Me temo que no sé de qué hablas… Tanto la escritura como la lectura se aprenden mediante la tutela de otra persona que ya las conozca, sí. ¿Qué me dices, querrás aprender? Varsai también quiere ayudar —añadió con una sonrisa tras dirigir su vista hacia lo que la varmana le indicaba que leyera, volviendo enseguida su atención hacia la hija de lunas—. Nunca podrás comunicarte con ella de forma directa si no aprendes al menos a leer, además.
La idrina no tenía ningún problema en hacer de intérprete, pero desde luego aprender a leer y escribir no era tan complejo como estudiar un nuevo idioma y que las dos chicas no pudiesen entenderse mutuamente sin una tercera persona de apoyo le parecía una problemática innecesaria teniendo en cuenta lo fácil que era de solucionar. No estaba segura de cuánto tiempo le llevaría enseñar a Kimbra a leer, todo dependía de la capacidad de la krabelinense para retener nuevos conocimientos y de su propia habilidad enseñando, de la cual no estaba del todo segura, pero no creía que demasiado. Escribir llevaría más tiempo, pero Irianna pensaba enseñarle también una vez la hija de lunas hubiese dominado la lectura lo suficiente.
—¿Un amuleto? Me temo que no sé de qué hablas… Tanto la escritura como la lectura se aprenden mediante la tutela de otra persona que ya las conozca, sí. ¿Qué me dices, querrás aprender? Varsai también quiere ayudar —añadió con una sonrisa tras dirigir su vista hacia lo que la varmana le indicaba que leyera, volviendo enseguida su atención hacia la hija de lunas—. Nunca podrás comunicarte con ella de forma directa si no aprendes al menos a leer, además.
La idrina no tenía ningún problema en hacer de intérprete, pero desde luego aprender a leer y escribir no era tan complejo como estudiar un nuevo idioma y que las dos chicas no pudiesen entenderse mutuamente sin una tercera persona de apoyo le parecía una problemática innecesaria teniendo en cuenta lo fácil que era de solucionar. No estaba segura de cuánto tiempo le llevaría enseñar a Kimbra a leer, todo dependía de la capacidad de la krabelinense para retener nuevos conocimientos y de su propia habilidad enseñando, de la cual no estaba del todo segura, pero no creía que demasiado. Escribir llevaría más tiempo, pero Irianna pensaba enseñarle también una vez la hija de lunas hubiese dominado la lectura lo suficiente.
- Muffie
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Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
09/12/14, 12:08 am
Aunque no lo pretendiera, lo que decía Irianna respondía afirmativamente a su primera pregunta, pero, según sus propias palabras, no conocían nada sobre amuletos. Kimbra se preguntó como conseguiría la idrina enseñarle a leer y escribir sin energía superior, aun así asintió a su propuesta, dando a entender que aprendería el arte de la lectura, aunque fuera por aquel método tan rudimentario.
- Dal
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Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
09/12/14, 12:23 am
Varsai sonrió a la idrina por lo que ella entendía como una respuesta afirmativa a su ofrecimiento de ayuda. No entendía lo que quería decir Kimbra con eso de los dones y los amuletos, ¿como se aprendía a leer por medio de un amuleto? Te daban suerte, ¿acaso en su mundo llamaban amuletos a otra cosa?
"Yo aprendí a leer y a escribir en el colegio y era obligatorio.
Voy a ayudar con la cena ¿venís?"
Y escrito lo cual la varmana se fue a ver si podía echar una mano con algo. Se olvidó de lo del tiro con arco por ese día, ya le insistiría a la krabelinense otro día, si todo iba bien las tres iban a estar el tiempo suficiente juntas como para sacarle una respuesta afirmativa.
"Yo aprendí a leer y a escribir en el colegio y era obligatorio.
Voy a ayudar con la cena ¿venís?"
Y escrito lo cual la varmana se fue a ver si podía echar una mano con algo. Se olvidó de lo del tiro con arco por ese día, ya le insistiría a la krabelinense otro día, si todo iba bien las tres iban a estar el tiempo suficiente juntas como para sacarle una respuesta afirmativa.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
09/12/14, 12:48 am
Irianna sonrió complacida ante la respuesta afirmativa de Kimbra y leyó la respuesta de Varsai antes de empezar a recoger las flechas que había desperdigado por el patio en sus infructuosos intentos. Se les había ido el tiempo conversando y las últimas luces del día apenas penetraban tímidamente en la cada vez más creciente oscuridad.
—Claro, yo también aprendí en el colegio, pero Krabelin no parece precisamente un lugar donde haya un sistema educativo —bromeó en tono amable—. Ya hice la cena antes… —Se detuvo a media frase, preguntándose si debía explicar el “incidente” con Roaxen. Probablemente para Kimbra tan solo resultase una historia confusa y de todas formas no quería que pareciese que se reía del ulterano, por lo que optó por callar—. Pero habrá que volver a calentarla, hace ya un buen rato de eso.
Las tres chicas regresaron al interior del torreón y se encontraron con la mesa ya puesta. La idrina se dirigió primero a la armería para guardar el arco y el carcaj y subió enseguida para cenar y probar aquellas verduras desconocidas que había utilizado como acompañamiento del pescado.
Más tarde y con el estómago lleno, la chica salió al patio una última vez, aunque no se alejó demasiado de la puerta entreabierta tras de sí. Observaba el cielo, percatándose de que estaba completamente despejado pero no se veía un solo cuerpo celeste en él. Desde luego no había rastro de ninguna luna, mucho menos roja, pero la falta de estrellas era lo más extraño de todo. Sus pensamientos no eran tan catastrofistas como los del xolnita, pero aquel cielo no le gustaba: carecía de belleza y la hacía sentirse, de alguna manera, desamparada.
Pero cuando se fue a dormir, mientras se deslizaba entre las mantas, recordó que estaba fuera del alcance de Veril y la sensación de desamparo fue sustituida por un alivio abrumador que tan solo era un espejismo. Recordar que ya no se encontraba a su alcance conllevaba pensar en las consecuencias que no parecían dispuestas a solucionarse simplemente por saberse a planetas de distancia de él. Tan solo esperaba que aquella jaqueca de la que no había sido consciente hasta que no intentó relajarse para dormir desapareciese pronto.
—Claro, yo también aprendí en el colegio, pero Krabelin no parece precisamente un lugar donde haya un sistema educativo —bromeó en tono amable—. Ya hice la cena antes… —Se detuvo a media frase, preguntándose si debía explicar el “incidente” con Roaxen. Probablemente para Kimbra tan solo resultase una historia confusa y de todas formas no quería que pareciese que se reía del ulterano, por lo que optó por callar—. Pero habrá que volver a calentarla, hace ya un buen rato de eso.
Las tres chicas regresaron al interior del torreón y se encontraron con la mesa ya puesta. La idrina se dirigió primero a la armería para guardar el arco y el carcaj y subió enseguida para cenar y probar aquellas verduras desconocidas que había utilizado como acompañamiento del pescado.
Más tarde y con el estómago lleno, la chica salió al patio una última vez, aunque no se alejó demasiado de la puerta entreabierta tras de sí. Observaba el cielo, percatándose de que estaba completamente despejado pero no se veía un solo cuerpo celeste en él. Desde luego no había rastro de ninguna luna, mucho menos roja, pero la falta de estrellas era lo más extraño de todo. Sus pensamientos no eran tan catastrofistas como los del xolnita, pero aquel cielo no le gustaba: carecía de belleza y la hacía sentirse, de alguna manera, desamparada.
Pero cuando se fue a dormir, mientras se deslizaba entre las mantas, recordó que estaba fuera del alcance de Veril y la sensación de desamparo fue sustituida por un alivio abrumador que tan solo era un espejismo. Recordar que ya no se encontraba a su alcance conllevaba pensar en las consecuencias que no parecían dispuestas a solucionarse simplemente por saberse a planetas de distancia de él. Tan solo esperaba que aquella jaqueca de la que no había sido consciente hasta que no intentó relajarse para dormir desapareciese pronto.
- Dal
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Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
09/12/14, 10:00 pm
Ese día Varsai se fue a dormir bastante contenta teniendo en cuenta lo que le había pasado antes de la hora de comer, pero para esa hora la niña ya casi no se acordaba de las casas. Cayó rápidamente en ese sueño tan pesado suyo y soñó con que volaba por el cielo con Rasqa a su lado. <<Un sueño bonito pero irreal>> suspiró al despertarse.
Los días posteriores colaboró con Irianna en la enseñanza de Kimbra a la hora de leer y aprendió de la misma krabelinense a disparar un arco. A dispararlo, el acertarle a la diana era otro cantar, la niña memorizó los pasos de forma rápida pero puntería.... Bueno, eso tenía que mejorarlo.
También se dedicó a dibujar, terminó el que tenía ya empezado de la ciudad y luego se planteó dibujar a Rasqa pero no lo encontraba nunca quieto así que desistió rápidamente y se propuso dibujarlo un día que estuviese dormido. Sí tuvo suerte de encontrar a Irianna abstraída escribiendo y la niña la dibujó de forma muy básica en el cuaderno, iría incluyendo los detalles con más calma. También dibujó de memoria a dama Casia y no le pareció que le hubiese quedado tan mal.
El día que nos ocupa la niña se despertó como siempre, tarde. Bajó las escaleras bostezando y frotándose los ojos, el sonido que hacía el cascabel la delataba al bajar. Saludó a los que estaban en el salón y se puso a picotear algo de comer.
"¿Qué hacemos hoy?" preguntó a los que ya estaban despiertos.
Los días posteriores colaboró con Irianna en la enseñanza de Kimbra a la hora de leer y aprendió de la misma krabelinense a disparar un arco. A dispararlo, el acertarle a la diana era otro cantar, la niña memorizó los pasos de forma rápida pero puntería.... Bueno, eso tenía que mejorarlo.
También se dedicó a dibujar, terminó el que tenía ya empezado de la ciudad y luego se planteó dibujar a Rasqa pero no lo encontraba nunca quieto así que desistió rápidamente y se propuso dibujarlo un día que estuviese dormido. Sí tuvo suerte de encontrar a Irianna abstraída escribiendo y la niña la dibujó de forma muy básica en el cuaderno, iría incluyendo los detalles con más calma. También dibujó de memoria a dama Casia y no le pareció que le hubiese quedado tan mal.
El día que nos ocupa la niña se despertó como siempre, tarde. Bajó las escaleras bostezando y frotándose los ojos, el sonido que hacía el cascabel la delataba al bajar. Saludó a los que estaban en el salón y se puso a picotear algo de comer.
"¿Qué hacemos hoy?" preguntó a los que ya estaban despiertos.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
10/12/14, 12:51 am
Los siguientes días transcurrieron de forma un tanto rutinaria, pero la idrina agradeció la tranquilidad dominante. Además, practicando un poco a diario incluso consiguió acertar a la diana en alguna ocasión. Lo achacaba a la pura suerte del principiante, ya que los tiros certeros eran escasos y desperdigados, pero al menos ya no se le caían estúpidamente las flechas nada más tensar la cuerda. Kimbra aconsejaba bien y tan solo decía lo justo y necesario, y pudo sentir que tanto ella como Varsai hicieron progresos.
Siguió escribiendo cada vez que no tenía ninguna otra cosa qué hacer, porque sabía que se le iba el tiempo fácilmente ya que tendía a abstraerse mientras escribía, por eso apenas fue consciente de la presencia de Varsai cerca de ella un día, aunque alzó la vista justo para ver a la varmana irse, preguntándose si quería algo. Supuso que hubiese llamado su atención si fuese así tal y como hacía en otras ocasiones, no obstante, y no se preocupó por ello.
La balera y ella se afanaron en devolverle las lecciones a la hija de lunas en forma de clases de lectura. Empezaron con el alfabeto, que de alguna manera conocían cuál era el orden de aquellos símbolos que sabían trazar y comprender por obra de magia, en el sentido más literal de la expresión. Una vez Kimbra sabía leer el alfabeto con cierta soltura, Irianna y Varsai se turnaban para escribirle algún símbolo aleatorio del mismo para comprobar si los recordaba también por separado. La krabelinense no era una mala alumna y en los últimos días pudieron empezar a enseñarle como se leían las sílabas aunque todavía se equivocase con alguna letra. Irianna asistía al progreso de Kimbra satisfecha y contenta de estar contribuyendo a que adquiriese un conocimiento tan importante como aquel y siempre hacía gala de paciencia si la hija de lunas se encontraba con algún obstáculo.
Otra cosa en la que le hubiese gustado ayudar a la hija de lunas hubiese sido con el cuidado del huerto, que iba recordando a uno cada vez más día tras día mientras Kimbra y Sekkeh trabajaban en él. Pero precisamente porque la krabelinense ya tenía un ayudante, uno del género masculino, Irianna prefirió no ofrecer directamente su ayuda. El intara le caía bien, pero ya era suficiente con cocinar a menudo en su compañía y, por tanto, permanecer cerca de él durante bastante rato. Aun así se interesaba por su trabajo y les preguntaba tanto a una como a otro por lo que habían hecho después de haberlos visto trabajar, generalmente a través de la ventana del cuarto antes de sumergirse en su cuaderno de escritura.
En general, la idrina entablaba las conversaciones justas y necesarias con los integrantes masculinos del grupo y evitaba permanecer demasiado tiempo a solas con uno o varios de ellos en el mismo cuarto. Cuando tenía la mala suerte de que coincidiese de ese modo, aguantaba todo lo que podía antes de irse a otro lugar, poniendo alguna excusa o no y pidiendo al Reflejo para sí misma que nadie se diese cuenta de que pasaba mucho más tiempo con Kimbra, Varsai, Vorela o Ruth que con cualquier otro. Aunque en realidad la mayor parte de su tiempo lo invertía en la compañía de las dos primeras y probablemente no debería preocuparse porque notasen ningún patrón: se podía achacar perfectamente a que había adquirido mayor confianza con la varmana y la hija de lunas, sobre todo teniendo en cuenta que hacían varias actividades juntas.
Aquella mañana se encontraba desayunando, evitando el queso cuyo color lo marcabancomo de procedencia desconocida ya que un día que lo había vuelto a comer se había sentido mal del estómago inmediatamente como durante su primer desayuno en la ciudad, cuando Varsai bajó. Leyó su cuaderno y no tardó en responderle una vez hubo tragado el trozo de fruta que estaba masticando en aquel momento.
—Hoy deberíamos salir a buscar más comida, ya casi se ha terminado la que tenemos —respondió mientras removía su vaso de leche—. Y yo creo que podría ser una buena ocasión para ir a visitar ese edificio de tu dibujo, ¿qué pensáis? Aunque seguro que al menos Rasqa estará de acuerdo —añadió con una sonrisa.
El pequeño reptil se había mostrado entusiasmado ante la idea de acudir al llamativo edificio que se podía ver desde la azotea del torreón. <<Esta noche tengo que subir un rato>> se recordó.
Siguió escribiendo cada vez que no tenía ninguna otra cosa qué hacer, porque sabía que se le iba el tiempo fácilmente ya que tendía a abstraerse mientras escribía, por eso apenas fue consciente de la presencia de Varsai cerca de ella un día, aunque alzó la vista justo para ver a la varmana irse, preguntándose si quería algo. Supuso que hubiese llamado su atención si fuese así tal y como hacía en otras ocasiones, no obstante, y no se preocupó por ello.
La balera y ella se afanaron en devolverle las lecciones a la hija de lunas en forma de clases de lectura. Empezaron con el alfabeto, que de alguna manera conocían cuál era el orden de aquellos símbolos que sabían trazar y comprender por obra de magia, en el sentido más literal de la expresión. Una vez Kimbra sabía leer el alfabeto con cierta soltura, Irianna y Varsai se turnaban para escribirle algún símbolo aleatorio del mismo para comprobar si los recordaba también por separado. La krabelinense no era una mala alumna y en los últimos días pudieron empezar a enseñarle como se leían las sílabas aunque todavía se equivocase con alguna letra. Irianna asistía al progreso de Kimbra satisfecha y contenta de estar contribuyendo a que adquiriese un conocimiento tan importante como aquel y siempre hacía gala de paciencia si la hija de lunas se encontraba con algún obstáculo.
Otra cosa en la que le hubiese gustado ayudar a la hija de lunas hubiese sido con el cuidado del huerto, que iba recordando a uno cada vez más día tras día mientras Kimbra y Sekkeh trabajaban en él. Pero precisamente porque la krabelinense ya tenía un ayudante, uno del género masculino, Irianna prefirió no ofrecer directamente su ayuda. El intara le caía bien, pero ya era suficiente con cocinar a menudo en su compañía y, por tanto, permanecer cerca de él durante bastante rato. Aun así se interesaba por su trabajo y les preguntaba tanto a una como a otro por lo que habían hecho después de haberlos visto trabajar, generalmente a través de la ventana del cuarto antes de sumergirse en su cuaderno de escritura.
En general, la idrina entablaba las conversaciones justas y necesarias con los integrantes masculinos del grupo y evitaba permanecer demasiado tiempo a solas con uno o varios de ellos en el mismo cuarto. Cuando tenía la mala suerte de que coincidiese de ese modo, aguantaba todo lo que podía antes de irse a otro lugar, poniendo alguna excusa o no y pidiendo al Reflejo para sí misma que nadie se diese cuenta de que pasaba mucho más tiempo con Kimbra, Varsai, Vorela o Ruth que con cualquier otro. Aunque en realidad la mayor parte de su tiempo lo invertía en la compañía de las dos primeras y probablemente no debería preocuparse porque notasen ningún patrón: se podía achacar perfectamente a que había adquirido mayor confianza con la varmana y la hija de lunas, sobre todo teniendo en cuenta que hacían varias actividades juntas.
Aquella mañana se encontraba desayunando, evitando el queso cuyo color lo marcabancomo de procedencia desconocida ya que un día que lo había vuelto a comer se había sentido mal del estómago inmediatamente como durante su primer desayuno en la ciudad, cuando Varsai bajó. Leyó su cuaderno y no tardó en responderle una vez hubo tragado el trozo de fruta que estaba masticando en aquel momento.
—Hoy deberíamos salir a buscar más comida, ya casi se ha terminado la que tenemos —respondió mientras removía su vaso de leche—. Y yo creo que podría ser una buena ocasión para ir a visitar ese edificio de tu dibujo, ¿qué pensáis? Aunque seguro que al menos Rasqa estará de acuerdo —añadió con una sonrisa.
El pequeño reptil se había mostrado entusiasmado ante la idea de acudir al llamativo edificio que se podía ver desde la azotea del torreón. <<Esta noche tengo que subir un rato>> se recordó.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
10/12/14, 07:52 pm
El resto del día lo paso enfrascada en mí misma, simplemente en la Ruth confusa y desorientada que habita en mí interior. Pero ya está bien de pensar, se acabó el acumular preocupaciones innecesarias. He investigado lo justo. Mañana será otro día. Con suerte podré olvidarme del episodio de las casas.
Ceno sin formular palabra alguna y agradezco de forma general la comida puesto que no sé exactamente quien ha cocinado esta vez. Y me voy a la cama con una mezcla de angustia y desconcierto, el cual desaparece en cuanto cierro pesadamente los ojos.
Me equivocaba. En los siguientes días no he podido evitar dejar de pensar en lo ocurrido con los espectros de mi hermana y mi madre. Intento mantenerme activa para al menos disminuir la frecuencia de estos pensamientos. Pero me es imposible. Ni siquiera eso funciona, algo que suele servirme bastante.
Aún no he llegado a descubrir por que todo es tan cruel. El mecanismo de caza es efectivo sin duda.. Te plantean una visión hogareña ya sea de felicidad o tristeza, y sin darte cuenta la trampa te engulle, te atrapa sin que puedas escapar. De hecho, creo que si no hubiese sido por la aparición mi madre e incluso la anterior advertencia de Irianna, probablemente habría una cama vacía en el torreón. >>¿De qué forma han averiguado que mi madre murió? ¿Y como sabían que tengo hermana?.<<. Lo más inquietante de todo es que conozcan sus rostros, y solo han podido saberlo a través de mí. Es obvio que los demás no tenían contacto conmigo en la Tierra. Por todo esto me siento un poco culpable. Culpable de que me encuentre así, de que esté tan decaída. Si hubiese hecho caso a las indicaciones de la idrina...
Mis aportaciones no son de mucha ayuda. Pongo la mesa con “esfuerzo” cada día, pero no es nada comparado con los que cocinan, o incluso con Kimbra, que actualmente entrena a Irianna y Varsai en el arte del arco. Una de estas tardes me planteé preguntarle a Irianna que me enseñase a cocinar debidamente. Pero, lo pensé mejor y no quiero llamar la atención, y mucho menos molestar en las clases de lectura que le daban a la hija de lunas. Por lo que una vez más, yo, decidí mantener mi reservado silencio.
No he vuelto a bajar a las mazmorras, ni tampoco he visto otro mensaje de Doce. La única solución que veo ahora es esperar, tal y como parece que él nos ha indicado. Decido esperar entonces a que él aparezca de pronto, de forma sorprendente o algo, y nos saque de aquí. Lo deseo con todas mis ganas. >>Solo quiero que esto acabe.<<
A penas me relaciono con nadie, si acaso suelo estar más en presencia de las chicas y cruzo algunas palabras con ellas, u observo desde lejos como pasan el rato juntas. A excepción de Devoss.
Por mucho que en las ocasiones que estoy en su presencia intente no hablar, él siempre saca un tema de conversación que me incluye o me pregunta directamente a mí. Me ha sacado más de una sonrisa con sus palabras. Por una extraña razón pienso que congenio bien con él. De hecho es el único chico que ha sido capaz de mantener una conversación conmigo más larga de lo habitual. Y sí, aunque no quiera admitirlo y haya pasado poco tiempo, estar con él ya no se me hace tan incómodo como antes. Aunque la mayaría de las veces es Devoss quien empieza a hablar, yo, me he sorprendido en más de una ocasión, interesándome un poco por su vida en Holanda. >>Si, esto no es precisamente ir a lo necesario pero...en fin, no puedo llevar siempre al límite mis decisiones. ¿No?.<<
Su carácter alegre y vivaz, y el mío callado y observador ha provocado que nos uniésemos un poco. Podría ser la falta de humanos aquí, aunque Sigrún y Jace lo sean también no me he acercado a ninguno, o podría ser simplemente porque estamos aprendiendo a llevarnos mejor el uno con el otro.
Mientras me encuentro desayunando, Varsai, la excepcional dibujante pregunta que es lo que haríamos.
Medito unos segundos sin saber muy bien que responderle a la chica. Pero Irianna se me adelante con una buena idea que había quedado en el olvido estos días. La exploración del edificio.
Asiento acariciándome mi propia trenza.
-A mí me parece bien. En ambos casos me gustaría apuntarme. -digo con mejor humor del que he tenido en todo este tiempo.
Luego con una mirada interrogante y una ceja alzada le pregunto al holandés:
-¿Vendrías Devoss?.
Ceno sin formular palabra alguna y agradezco de forma general la comida puesto que no sé exactamente quien ha cocinado esta vez. Y me voy a la cama con una mezcla de angustia y desconcierto, el cual desaparece en cuanto cierro pesadamente los ojos.
Me equivocaba. En los siguientes días no he podido evitar dejar de pensar en lo ocurrido con los espectros de mi hermana y mi madre. Intento mantenerme activa para al menos disminuir la frecuencia de estos pensamientos. Pero me es imposible. Ni siquiera eso funciona, algo que suele servirme bastante.
Aún no he llegado a descubrir por que todo es tan cruel. El mecanismo de caza es efectivo sin duda.. Te plantean una visión hogareña ya sea de felicidad o tristeza, y sin darte cuenta la trampa te engulle, te atrapa sin que puedas escapar. De hecho, creo que si no hubiese sido por la aparición mi madre e incluso la anterior advertencia de Irianna, probablemente habría una cama vacía en el torreón. >>¿De qué forma han averiguado que mi madre murió? ¿Y como sabían que tengo hermana?.<<. Lo más inquietante de todo es que conozcan sus rostros, y solo han podido saberlo a través de mí. Es obvio que los demás no tenían contacto conmigo en la Tierra. Por todo esto me siento un poco culpable. Culpable de que me encuentre así, de que esté tan decaída. Si hubiese hecho caso a las indicaciones de la idrina...
Mis aportaciones no son de mucha ayuda. Pongo la mesa con “esfuerzo” cada día, pero no es nada comparado con los que cocinan, o incluso con Kimbra, que actualmente entrena a Irianna y Varsai en el arte del arco. Una de estas tardes me planteé preguntarle a Irianna que me enseñase a cocinar debidamente. Pero, lo pensé mejor y no quiero llamar la atención, y mucho menos molestar en las clases de lectura que le daban a la hija de lunas. Por lo que una vez más, yo, decidí mantener mi reservado silencio.
No he vuelto a bajar a las mazmorras, ni tampoco he visto otro mensaje de Doce. La única solución que veo ahora es esperar, tal y como parece que él nos ha indicado. Decido esperar entonces a que él aparezca de pronto, de forma sorprendente o algo, y nos saque de aquí. Lo deseo con todas mis ganas. >>Solo quiero que esto acabe.<<
A penas me relaciono con nadie, si acaso suelo estar más en presencia de las chicas y cruzo algunas palabras con ellas, u observo desde lejos como pasan el rato juntas. A excepción de Devoss.
Por mucho que en las ocasiones que estoy en su presencia intente no hablar, él siempre saca un tema de conversación que me incluye o me pregunta directamente a mí. Me ha sacado más de una sonrisa con sus palabras. Por una extraña razón pienso que congenio bien con él. De hecho es el único chico que ha sido capaz de mantener una conversación conmigo más larga de lo habitual. Y sí, aunque no quiera admitirlo y haya pasado poco tiempo, estar con él ya no se me hace tan incómodo como antes. Aunque la mayaría de las veces es Devoss quien empieza a hablar, yo, me he sorprendido en más de una ocasión, interesándome un poco por su vida en Holanda. >>Si, esto no es precisamente ir a lo necesario pero...en fin, no puedo llevar siempre al límite mis decisiones. ¿No?.<<
Su carácter alegre y vivaz, y el mío callado y observador ha provocado que nos uniésemos un poco. Podría ser la falta de humanos aquí, aunque Sigrún y Jace lo sean también no me he acercado a ninguno, o podría ser simplemente porque estamos aprendiendo a llevarnos mejor el uno con el otro.
Mientras me encuentro desayunando, Varsai, la excepcional dibujante pregunta que es lo que haríamos.
Medito unos segundos sin saber muy bien que responderle a la chica. Pero Irianna se me adelante con una buena idea que había quedado en el olvido estos días. La exploración del edificio.
Asiento acariciándome mi propia trenza.
-A mí me parece bien. En ambos casos me gustaría apuntarme. -digo con mejor humor del que he tenido en todo este tiempo.
Luego con una mirada interrogante y una ceja alzada le pregunto al holandés:
-¿Vendrías Devoss?.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
10/12/14, 08:32 pm
Los días iban pasando, y con ello me aburría más, ya me aburría de la rutina de mi casa, así que más aún de la de Rocavarancolia, aunque creo que es mejor estar aburrido y a salvo que entretenido y con mi vida en juego. Ya hace un poco de tiempo que no discuto con Roaxen, pero no por eso le he dejado de odiar y además dudo que deje de enfrentarme a él. La lenta y agobiante rutina me deja tan confuso y enfadado que muchas veces he tenido que subir y despejarme, con la triste brisa de la ciudad.
He intentado hablar con los demás, y por lógica he simpatizado con la humana Ruth, al principio creía que era una borde y todo eso, porque hablaba muy poco, pero al profundizar más me he dado cuenta que no es como parece.
En el fondo esconde a una persona sociable con la que me llevo bien. No puedo decir lo mismo de Sigrún, no es que haya hecho nada en particular pero no tengo con el la amistad suficiente para confiar en él. Incluso su aspecto da miedo. Aunque si no me eché para atrás con un capitán de el ejército de no sé que( Roaxen)¿Por qué iba a hacerlo con Sigrún?
Varios días me he planteado coger alguna arma más aparte de la lanza, y al final me inclinado a la idea de llevar un cuchillo. Eso junto con las “poderosas” puntas de mis botas de fútbol deben incluso de atemorizar a los escarabajos gigantes. Ja.
Me despierto tranquilamente y bajo a asearme donde me encuentro con varios de mis compañeros, hablando de explorar un edificio.
-Buenos días, con que explorar un edificio¿eh? Por mi me apunto. Será entretenido. Digo mientras me tomo un rápido desayuno.
He intentado hablar con los demás, y por lógica he simpatizado con la humana Ruth, al principio creía que era una borde y todo eso, porque hablaba muy poco, pero al profundizar más me he dado cuenta que no es como parece.
En el fondo esconde a una persona sociable con la que me llevo bien. No puedo decir lo mismo de Sigrún, no es que haya hecho nada en particular pero no tengo con el la amistad suficiente para confiar en él. Incluso su aspecto da miedo. Aunque si no me eché para atrás con un capitán de el ejército de no sé que( Roaxen)¿Por qué iba a hacerlo con Sigrún?
Varios días me he planteado coger alguna arma más aparte de la lanza, y al final me inclinado a la idea de llevar un cuchillo. Eso junto con las “poderosas” puntas de mis botas de fútbol deben incluso de atemorizar a los escarabajos gigantes. Ja.
Me despierto tranquilamente y bajo a asearme donde me encuentro con varios de mis compañeros, hablando de explorar un edificio.
-Buenos días, con que explorar un edificio¿eh? Por mi me apunto. Será entretenido. Digo mientras me tomo un rápido desayuno.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
11/12/14, 11:38 pm
En cuanto la idrina mencionó salir de expedición al edificio Varsai se despertó del todo. No pensaba quedarse atrás, y tampoco quería ir a por comida, ella había visto primero el edificio así que en su mente era lógico que ella fuese también.
"Yo quiero ir."
Mientras la niña comía se acordó de que había terminado el dibujo sobre Casia y aún no lo había enseñado. Tras comer y limpiar los platos buscó su cuaderno y lo abrió por la página en que salía Casia. La ninfa estaba rodeada de animales y apoyada en un árbol, sus cuernos estaban decorados con flores silvestres.
"Esta es la mujer que me trajo a la ciudad, ¿cómo era el hombre que te trajo a ti?" preguntó tendiéndole el cuaderno a Irianna.
"Yo quiero ir."
Mientras la niña comía se acordó de que había terminado el dibujo sobre Casia y aún no lo había enseñado. Tras comer y limpiar los platos buscó su cuaderno y lo abrió por la página en que salía Casia. La ninfa estaba rodeada de animales y apoyada en un árbol, sus cuernos estaban decorados con flores silvestres.
"Esta es la mujer que me trajo a la ciudad, ¿cómo era el hombre que te trajo a ti?" preguntó tendiéndole el cuaderno a Irianna.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/12/14, 12:00 am
Todos los presentes en ese momento parecían dispuestos a ir, aunque Irianna esperaba que a alguien no le importase quedarse o tendría que hacerlo ella. No quería quedarse en el torreón tras varios días de rutina y el edificio llamaba poderosamente su atención. Varsai le mostró otro de sus dibujos entonces y en él se mostraba a una mujer-ciervo que la varmana identificó como la que la había convencido para ir a Rocavarancolia.
—Oh, creo que te hablé de él hace unos días… —dijo haciendo memoria para responder a la pregunta de la niña—. Me dijo que se llamaba Miseria Nombre. Era un hombre de corta estatura que cubría su rostro con una máscara. Parecía bastante joven por lo que se veía de él, pero no puedo estar segura, claro. —La idrina permaneció pensativa unos instantes antes de dirigir la vista hacia Ruth—. Tenía orejas como las de ellos —añadió desplazando la vista por los humanos presentes—. Pero su piel era más similar a la mía, aunque creo que de una tonalidad bastante más oscura. Era de noche, así que tal vez no haya visto bien algún detalle. Lo más llamativo de él, de todas formas, ni siquiera era su máscara, al menos no la que tenía sobre la cara. Hablaba a través de una serie de máscaras flotantes y cada una sonaba diferente. Resultaba un tanto macabro pero al mismo tiempo… armonioso —concluyó tras encontrar las palabras adecuadas para describir a Miseria Nombre.
A continuación observó el dibujo durante un rato más antes de devolvérselo a Varsai.
—Dama Casia y Miseria Nombre son muy diferentes, y también los dos que vinieron a recibirnos en la fuente... El hombre se parecía a los humanos, pero la mujer tenía rasgos felinos. Me pregunto si ellos también vinieron de otros planetas, como nosotros, y por eso son tan distintos —reflexionó.
—Oh, creo que te hablé de él hace unos días… —dijo haciendo memoria para responder a la pregunta de la niña—. Me dijo que se llamaba Miseria Nombre. Era un hombre de corta estatura que cubría su rostro con una máscara. Parecía bastante joven por lo que se veía de él, pero no puedo estar segura, claro. —La idrina permaneció pensativa unos instantes antes de dirigir la vista hacia Ruth—. Tenía orejas como las de ellos —añadió desplazando la vista por los humanos presentes—. Pero su piel era más similar a la mía, aunque creo que de una tonalidad bastante más oscura. Era de noche, así que tal vez no haya visto bien algún detalle. Lo más llamativo de él, de todas formas, ni siquiera era su máscara, al menos no la que tenía sobre la cara. Hablaba a través de una serie de máscaras flotantes y cada una sonaba diferente. Resultaba un tanto macabro pero al mismo tiempo… armonioso —concluyó tras encontrar las palabras adecuadas para describir a Miseria Nombre.
A continuación observó el dibujo durante un rato más antes de devolvérselo a Varsai.
—Dama Casia y Miseria Nombre son muy diferentes, y también los dos que vinieron a recibirnos en la fuente... El hombre se parecía a los humanos, pero la mujer tenía rasgos felinos. Me pregunto si ellos también vinieron de otros planetas, como nosotros, y por eso son tan distintos —reflexionó.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/12/14, 01:43 pm
La niña escuchó atentamente las palabras de Irianna mientras asentía a lo que iba contando. Cuando llegó a la parte de las máscaras flotantes Varsai abrió mucho los ojos. ¿Cómo podían máscaras flotar en el aire? Pero ya puestos, ¿cómo podían unas casas mostrarte imágenes de personas que te importaban? La joven varmana no tenía respuesta para eso.
"Puede ser, la mujer que nos recibió se parecía un poco a mi, pero nunca había visto a nadie así en Varmania. Claro que no lo conozco todo.
Ojalá supiéramos más sobre por qué nos han traído o quienes son ellos."
Por desgracia no sabían ni uno ni otro y quizá si exploraban encontrasen alguna respuesta, por eso la niña quería ir a aquel edificio. No sabía si el idificio tendría alguna pista, pero era un lugar por el que empezar.
"Puede ser, la mujer que nos recibió se parecía un poco a mi, pero nunca había visto a nadie así en Varmania. Claro que no lo conozco todo.
Ojalá supiéramos más sobre por qué nos han traído o quienes son ellos."
Por desgracia no sabían ni uno ni otro y quizá si exploraban encontrasen alguna respuesta, por eso la niña quería ir a aquel edificio. No sabía si el idificio tendría alguna pista, pero era un lugar por el que empezar.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/12/14, 05:07 pm
Sekk cenó en silencio, sumido en sus pensamientos, y en cuanto acabó recogió su parte y le agradeció a Irianna la comida, perdiéndose después escaleras arriba. Aún era temprano, pero el intara se metió en la cama para sumirse en un sueño intranquilo del que se despertó de madrugada, cuando el resto del torreón dormía. Se levantó en silencio y fue a la cocina a por algo de comer antes de subir a la azotea a respirar aire fresco. El aire en el interior del edificio estaba muy cargado por la fragancia de las enredaderas, pero allí arriba el viento mitigaba el efecto y el intara logró despejar la cabeza.
Amaneció allí sentado, pero no tardó en incorporarse a la rutina del torreón, y durante los días siguientes está no varió demasiado. Colaboraba con la idrina para preparar las distintas comidas y trabajaba con Kimbra en el huerto, pero fuera de eso la relación con sus compañeros de cosecha era prácticamente nula, y hasta el momento apenas había intercambiado unas cuantas palabras con todos. Seguía practicando con el arco y el sable por su cuenta, completamente seguro de que aquel entrenamiento le salvaría la vida en algún momento, y también ejercitaba su cuerpo para suplir las tareas que día a día acometía antes de llegar a aquella ciudad. Era una rutina diaria algo aburrida, pero aceptable; las noches, por desgracia, seguían siendo igual de malas.
Apenas lograba dormir unas pocas horas seguidas y siempre se despertaba de madrugada, intranquilo sin motivo aparente y con la cabeza ligeramente dolorida. Notaba una mejoría en sus mareos por estar en tierra firme, pero de vez en cuando necesitaba apoyarse en alguna pared fría, y siempre procuraba quedar fuera de la vista de sus compañeros. No tenía ganas de que le preguntaran al respecto.
Aquella mañana Sekk estaba sentado en la cocina dando buena cuenta de unas tostadas, su mirada ojerosa perdida en algún punto más allá de la ventana, y solo reaccionó cuando se planteó una salida de exploración. Escuchó en silencio la conversación y sólo intervino tras hacer números mentalmente, concluyendo que lo mejor era dividirse.
—Yo me puedo encargar de traer la comida mientras vosotros echáis un vistazo a ese edificio —se ofreció—, puedo cargar una buena cantidad de cestas sin problema, y de esa forma no tendréis que ir a contrarreloj para evitar que alguna alimaña se apropie de nuestro sustento.
Amaneció allí sentado, pero no tardó en incorporarse a la rutina del torreón, y durante los días siguientes está no varió demasiado. Colaboraba con la idrina para preparar las distintas comidas y trabajaba con Kimbra en el huerto, pero fuera de eso la relación con sus compañeros de cosecha era prácticamente nula, y hasta el momento apenas había intercambiado unas cuantas palabras con todos. Seguía practicando con el arco y el sable por su cuenta, completamente seguro de que aquel entrenamiento le salvaría la vida en algún momento, y también ejercitaba su cuerpo para suplir las tareas que día a día acometía antes de llegar a aquella ciudad. Era una rutina diaria algo aburrida, pero aceptable; las noches, por desgracia, seguían siendo igual de malas.
Apenas lograba dormir unas pocas horas seguidas y siempre se despertaba de madrugada, intranquilo sin motivo aparente y con la cabeza ligeramente dolorida. Notaba una mejoría en sus mareos por estar en tierra firme, pero de vez en cuando necesitaba apoyarse en alguna pared fría, y siempre procuraba quedar fuera de la vista de sus compañeros. No tenía ganas de que le preguntaran al respecto.
Aquella mañana Sekk estaba sentado en la cocina dando buena cuenta de unas tostadas, su mirada ojerosa perdida en algún punto más allá de la ventana, y solo reaccionó cuando se planteó una salida de exploración. Escuchó en silencio la conversación y sólo intervino tras hacer números mentalmente, concluyendo que lo mejor era dividirse.
—Yo me puedo encargar de traer la comida mientras vosotros echáis un vistazo a ese edificio —se ofreció—, puedo cargar una buena cantidad de cestas sin problema, y de esa forma no tendréis que ir a contrarreloj para evitar que alguna alimaña se apropie de nuestro sustento.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/12/14, 10:03 pm
Después de haber vivido en un constante ir y venir de una casa a otra, de ciudad en ciudad y experimentar que cada semana fuese distinta a la anterior, la rutina podría haber matado a Jace y haberle consumido lenta y dolorosamente. Mentía si decía que aquello no le parecía tan malo.
Los primeros días los llevó bien ya que se entretenía explorando el torreón de arriba a abajo, «¿Armas siniestras abandonadas? ¡Genial! ¿Cestas voladoras que traen comida rara? ¡La hostia!» y hasta se agenció un pequeño pero afilado cuchillo reluciente. Su mayor uso era el de servir de espejo, ya que a parte de para marcar los días en una pared, no había nada que fuera a hacer con él. Intentó practicar en su manejo, pero lo único que había conseguido había sido cortarse varias veces, por no mencionar que en una de esas, en vez de agarrar el arma por el mango la agarró por el filo.
Descartado aprender por su cuenta, trató de congeniar con el resto del grupo. ¿Resultado? Nulo.
A pesar de su personalidad activa y aparentemente sociable, Jace era todo lo contrario a eso. En la Tierra contaba con pocos amigos (ya que el resto le consideraban imbécil) y casi siempre se ha visto solo. Si socializar fuese una asignatura, seguramente la habría cateado varias veces. Además, ayudar tampoco era lo suyo: La única vez que había intentado echar una mano en la cocina casi termina sin mano, literalmente. No sabía que las mangas de su chupa de cuero fueran a arder con tanta facilidad por un poquito de calor.
Eso le dejaba con un aburrimiento mortal, las mangas de su chupa más oscuras de lo normal con un olor a carbonizado constante, cortes en las manos dignos de un gato rabioso y un cuchillo-espejo inútil.
Fantástico.
No tardó en descubrir que la soledad sí que iba a matarlo de verdad. Recordó cada palabra que tuvo con el que le había llevado hasta Rocavarancolia y como, vergonzosamente, había dicho que sí a todo como un niño pequeño emocionado. Cada vez que se quedaba solo no dejaba de comerse la cabeza con lo que pasaría con su novia ahora, con su grupo, e incluso con su madre. Ella seguramente ni notase la diferencia.
Cada vez que empezaba a enfrascarse en sus pensamientos, apretaba los puños y aguantaba las ganas de echarse a llorar. Solo un año. Quizás Samantha aguantase todo ese tiempo.
La noche anterior no pegó ojo gracias a ello, por lo que, con más ojeras de lo normal, decidió tener un día productivo o al menos lo más movido posible para no pensar en nada. Bajó a la cocina discretamente y de la misma forma devoró su desayuno, sin hacer demasiado caso al resto hasta que mencionaron la opción de ir a explorar fuera. Un paseo en aquella ciudad no era precisamente "romántico", pero no quería pasar más días encerrado.
—Yo también quiero ir.—miró al resto con una sonrisa traviesa, aún así, cansada.— Si os falta gente, claro...
Los primeros días los llevó bien ya que se entretenía explorando el torreón de arriba a abajo, «¿Armas siniestras abandonadas? ¡Genial! ¿Cestas voladoras que traen comida rara? ¡La hostia!» y hasta se agenció un pequeño pero afilado cuchillo reluciente. Su mayor uso era el de servir de espejo, ya que a parte de para marcar los días en una pared, no había nada que fuera a hacer con él. Intentó practicar en su manejo, pero lo único que había conseguido había sido cortarse varias veces, por no mencionar que en una de esas, en vez de agarrar el arma por el mango la agarró por el filo.
Descartado aprender por su cuenta, trató de congeniar con el resto del grupo. ¿Resultado? Nulo.
A pesar de su personalidad activa y aparentemente sociable, Jace era todo lo contrario a eso. En la Tierra contaba con pocos amigos (ya que el resto le consideraban imbécil) y casi siempre se ha visto solo. Si socializar fuese una asignatura, seguramente la habría cateado varias veces. Además, ayudar tampoco era lo suyo: La única vez que había intentado echar una mano en la cocina casi termina sin mano, literalmente. No sabía que las mangas de su chupa de cuero fueran a arder con tanta facilidad por un poquito de calor.
Eso le dejaba con un aburrimiento mortal, las mangas de su chupa más oscuras de lo normal con un olor a carbonizado constante, cortes en las manos dignos de un gato rabioso y un cuchillo-espejo inútil.
Fantástico.
No tardó en descubrir que la soledad sí que iba a matarlo de verdad. Recordó cada palabra que tuvo con el que le había llevado hasta Rocavarancolia y como, vergonzosamente, había dicho que sí a todo como un niño pequeño emocionado. Cada vez que se quedaba solo no dejaba de comerse la cabeza con lo que pasaría con su novia ahora, con su grupo, e incluso con su madre. Ella seguramente ni notase la diferencia.
Cada vez que empezaba a enfrascarse en sus pensamientos, apretaba los puños y aguantaba las ganas de echarse a llorar. Solo un año. Quizás Samantha aguantase todo ese tiempo.
La noche anterior no pegó ojo gracias a ello, por lo que, con más ojeras de lo normal, decidió tener un día productivo o al menos lo más movido posible para no pensar en nada. Bajó a la cocina discretamente y de la misma forma devoró su desayuno, sin hacer demasiado caso al resto hasta que mencionaron la opción de ir a explorar fuera. Un paseo en aquella ciudad no era precisamente "romántico", pero no quería pasar más días encerrado.
—Yo también quiero ir.—miró al resto con una sonrisa traviesa, aún así, cansada.— Si os falta gente, claro...
- ♪♫♬:
- Daninokuni
Ficha de cosechado
Nombre: Ziack
Especie: Enderth
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia - Instinto animal - Planificación
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/12/14, 11:07 pm
El tiempo pasaba, pero para Ziack todos los días eran iguales. La gente a su alrededor hablaba y socializaba, trababa amistad, mientras él se mantenía estoico, alejado, vigilante y en guardia.
Los días transcurrían y él seguía recibiendo su plato de comida. Pero, ¿por qué?
No estaba aportando nada a aquel grupo, por lo que carecía de sentido que le estuviera dando de comer por pura amabilidad. Debían tener un propósito para él.
Mientras buscaba los rincones más calurosos del torreón, Ziack aprovechaba el tiempo libro para ejercitar un poco su único brazo funcional. Pocas oportunidades tendría contra las armas que los extraños estaban aprendiendo a usar, pero al menos podría intentar defenderse.
Tras varios días, ahora el grupo quería ir a explorar un edificio extraño. El enderth no estaba seguro de qué hacer.
"Si me quedo aquí, estaré en una posición frágil. Pero si voy... seguramente no vuelva."
Caminó despacio hacia el grupo que se iba a ir dispuesto a pedir acompañarles, pero cuando empezaba a acortar distancias, se volvió bruscamente.
"Mejor paso"
Finalmente se sentó en la esquina más calurosa que encontró y, cubierto todo lo posible por su manto, comenzó a pensar en su próximo movimiento.
Los días transcurrían y él seguía recibiendo su plato de comida. Pero, ¿por qué?
No estaba aportando nada a aquel grupo, por lo que carecía de sentido que le estuviera dando de comer por pura amabilidad. Debían tener un propósito para él.
Mientras buscaba los rincones más calurosos del torreón, Ziack aprovechaba el tiempo libro para ejercitar un poco su único brazo funcional. Pocas oportunidades tendría contra las armas que los extraños estaban aprendiendo a usar, pero al menos podría intentar defenderse.
Tras varios días, ahora el grupo quería ir a explorar un edificio extraño. El enderth no estaba seguro de qué hacer.
"Si me quedo aquí, estaré en una posición frágil. Pero si voy... seguramente no vuelva."
Caminó despacio hacia el grupo que se iba a ir dispuesto a pedir acompañarles, pero cuando empezaba a acortar distancias, se volvió bruscamente.
"Mejor paso"
Finalmente se sentó en la esquina más calurosa que encontró y, cubierto todo lo posible por su manto, comenzó a pensar en su próximo movimiento.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
14/12/14, 09:05 pm
Para Rasqa, los días pasaron dejando poca huella. Al contrario que el resto de compañeros de torreón, él no tenía mucho que hacer. El habitáculo de las armas estaba muy bien, pero todas parecían hechas para que las usaran animales bípedos desalados y él no cabía en ningún entrenamiento físico con ellas. Se agenció un cinturón enano y una pequeña daga con la que poder volar y pronto volvió a ser engullido por la rutina. Siempre que había salidas a por las cestas se ofrecía, aunque no pudiera cargar con ni una sola.
Su comportamiento apenas cambiaría: le dedicaría una buena parte del tiempo a volar para no perder la costumbre ni echar a perder su cuerpo y el resto del tiempo dormiría, comería o, en menor medida, asaltaría a algún compañero con sus preguntas. Debido a que estaba en etapa de muda, Rasqa solía acabar prefiriendo buscar la soledad para arrancarse las tiras de piel muerta sin que le incordiaran. Apenas habría crecido unos milímetros, pero él ya soñaba con volverse todo un cazador adulto. Los murciélagos flamígeros seguían en su punto de mira.
Aquella mañana despertó por inercia al salir el sol y aguardó su buena media hora sobre el colchón, alabando mentalmente a quien quiera que lo hubiera inventado. Cuando se animó por fin a abandonarlo, echó a volar dentro del torreón y acabó encaramado a uno de los estantes más altos de la cocina con un filete de carne cruda. Como siempre, escuchó en silencio mientras comía y, como siempre, no pudo evitar autoincluirse en aquella expedición. <<¡Por fin algo interesante!>> agradeció mentalmente.
—Yo no pienso quedarme aquí metido, voy con vosotros —les avisó.
Sigue en La Biblioteca Mágica.
Su comportamiento apenas cambiaría: le dedicaría una buena parte del tiempo a volar para no perder la costumbre ni echar a perder su cuerpo y el resto del tiempo dormiría, comería o, en menor medida, asaltaría a algún compañero con sus preguntas. Debido a que estaba en etapa de muda, Rasqa solía acabar prefiriendo buscar la soledad para arrancarse las tiras de piel muerta sin que le incordiaran. Apenas habría crecido unos milímetros, pero él ya soñaba con volverse todo un cazador adulto. Los murciélagos flamígeros seguían en su punto de mira.
Aquella mañana despertó por inercia al salir el sol y aguardó su buena media hora sobre el colchón, alabando mentalmente a quien quiera que lo hubiera inventado. Cuando se animó por fin a abandonarlo, echó a volar dentro del torreón y acabó encaramado a uno de los estantes más altos de la cocina con un filete de carne cruda. Como siempre, escuchó en silencio mientras comía y, como siempre, no pudo evitar autoincluirse en aquella expedición. <<¡Por fin algo interesante!>> agradeció mentalmente.
—Yo no pienso quedarme aquí metido, voy con vosotros —les avisó.
Sigue en La Biblioteca Mágica.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
16/12/14, 10:02 pm
En cuanto la mayoría dio su aprobación de salir Varsai corrió escaleras abajo a por su arco y el carcaj. Si bien era cierto que sabía disparar aún no siempre daba en el blanco, lo llevaba más que nada por si acaso, pero lo más seguro es que saliera por piernas si un escarabajo como el del otro día aparecía.
Ya preparada esperó al resto y no tardaron en salir. La niña se alegraba de que tanto Rasqa como Irianna fuesen con ella, se sentía más segura de esa forma.
Sigue en la Biblioteca mágica.
Ya preparada esperó al resto y no tardaron en salir. La niña se alegraba de que tanto Rasqa como Irianna fuesen con ella, se sentía más segura de esa forma.
Sigue en la Biblioteca mágica.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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