Torreón Maciel (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegue al torreon seguido de Hannah que extrañamente parecia preocupada por mi, pero eso ya daba igual esto era ridiculo, estaba encerrado en una pesadilla de la que no podia despertar, asi que ¿Que mas daba si me mataban o no? Asi despertaria no? JAJAJAJAJAJJAJAJA
-Asi que este es el torreon......
Entre dentro de este, estaba en un estado bastante malo, no queria imaginarme que habia pasado ahi y menos lo que iba pasar, pero que mas daba total esto era ridiculo, no podia estar pasando...o si?
-HAANNAH! Lo hemos encontrado-dije

-Pues el... los... funcionan...

Algo me dice que debería intentar tranquilizarme. Posiblemente tenga algo que ver con ese intento de frase con un resultado tan impreciso. Todo el mundo se ha reunido alrededor de la caja de los cristales recién encendidos, preguntándome por qué estoy tan alterado o qué he descubierto, según quien pregunte. Que interés tan repentino. Me hace sentir ligeramente incómodo.

-Los cristales funcionan...-digo, esta vez esforzándome por ordenar las palabras.-...a modo de baterías. Baterías, pilas, acumuladores, contenedores mágicos. Eso es lo que son.

Alcanzo un cristal del montón y lo levanto. Está tintado de verde claro. Supuestamente se está cargando en estos instantes.

-Pero no sé con seguridad en qué se puede invertir esta energía. Quizás se utilicen para cargar otros objetos mágicos, o...

No, no creo. Sería demasiado bueno para ser verdad. Claro que en esta ciudad todo ha resultado ser una sorpresa, así que no sé por qué no podría ser posible.

-O puede que podamos manipular la energía de una forma más directa. Tenemos el poder al alcance de nuestras manos. Magia.-magia, como dijo Vlad hace unos minutos en esta misma sala.- Ahora solo queda saber cómo aplicar esta energía. ¿Se trata de comandos mentales? ¿Algún tipo de ritual? ¿Los clásicos hechizos con componentes somático y oral, o, en cambio, se trata de canalización por componentes? Puede que sea algo en lo que no haya pensado hasta ahora. No sé, no sé, hay tantas posibilidades... Si tengo que ir probando, no llegaré nunca a la solución...

Cualquier tipo de ayuda me vendría de perlas en esta situación. Material teórico de estudio. Libros. ¿Libros? ¡Grimorios! Puede que esos tres libros de la mesa tengan algo que ver, o que traten temas completamente distintos. Pero, puesto que no tenemos forma de traducir su contenido, no creo que nos sirvan de mucho.

Cuando continúa la pelea, Alphonse se escabulle. Sí,quizás sea un manitas y eso le quite de ser inútil, pero, ¡será cobarde...! Al menos Mark intenta dar la cara, aunque lo haga entre tartamudeos y casi lágrimas...
Sin embargo, la discusión termina poco después. Y el resultado está claro: tenemos dos nuevos aliados.
Subimos entonces al estudio, en el que está Alphonse, eufórico. Hay un cristal en el suelo brillando. Sin embargo, eso no es lo que me llama la atención. Alphonse tiene todo el brazo rajado y cubierto por un hilo de sangre que se desliza sobre él, goteando cerca del cristal.
Sezk le llama la atención sobre el hecho de que su brazo cada vez esté más teñido de rojo, y, sin embargo, yo soy más práctica.
Mientras que Alphonse explica su descubrimiento, que escucho como si estuviese en otro lado, voy en busca de unos de los baules que encontramos durante la limpieza. Y, revolviendo entre ropa, encuentro una camiseta bastante vieja, que puedo desgarrar con facilidad. Entonces, agarrando el brazo de Alphonse intentando no hacerle daño, uso uno de los trozos de tela para limpiar la sangre. Después, lo aprieto contra la herida con la intención de frenar la hemorragia, mientras uso el otro trozo para evitar que se caiga.
-¿Sabías que por muchas cosas que descubras no vas a poder aplicarlas si vas por ahí donando tu sangre al suelo con tanta generosidad? -pregunto, con brusquedad.
Sin embargo, aunque no quiera admitirlo, al oír hablar de la magia también he sentido como si algo se removiese en mi estómago... Bah. Intento apartar esta sensación. Al fin y al cabo, dudo que funcione. Es más: dudo de la existencia de la magia.

-Ya, ya. Creo que la chica malhumorada tiene razón, aunque puede que nos ayudes mucho con tu desangre, no queremos perderte.

Me quito la cinta verde de la cintura y las lanzas con ella. Las dejo encima de la mesa y me fijo en los libros a los que Alphonse ha dirigido una mirada. Son tres y supongo que servirán para hacer magia. ¡Pero qué estoy diciendo, la magia no existe!

-¿Funcionan esos cristales sólo con tú sangre? Da igual.

Sin esperar respuesta, cojo uno de los que hay tirados en la mesa y me hago un corte con él. La sangre me sale a chorros, pero el cristal se pone a brillar. Lo observo sin emoción alguna y después se lo tiro al regazo.

-Ya tienes a alguien con quién cargarlos. Supongo que funcionarán con la sangre de todos, pero bueno, no sé...

Después cojo la cinta verde y me la ato alrededor del brazo para frenar la hemorragia. La sangre que caía antes por el brazo la lamo. No quiero tener que limpiar nada. Después me dirijo a una de las estanterías. Si es verdad que puede hacer magia, nos vendría bien una ayuda para conseguir provisiones y demás, digo yo.

-Rocavarancolia... -espero que estos libros tengan algo sobre la ciudad. Porque si no, vamos a permanecer todo el tiempo ignorantes sobre esta ciudad. Después cojo otros libros en los que vislumbro la misma palabra, a ver si alguno me sirve de algo-. Os recomendaría que cogiéseis alguno y hagáis igual. Podríamos morir si no nos informamos algo, ¿no creéis? Por cierto, dos cosas: si os preguntáis algo sobre por qué me comporto de repente así, preguntádselo a Vladimir. Y, señorita Hannah, Alphonse no es un niño pequeño, creo que lo de la hemorragia sobraba, podía haberlo hecho él mismo. Si me necesitáis, estoy en la armería.

Me doy la vuelta, antes de coger mis cosas de la mesa y los libros, y bajo al sótano, a la armería. Lo de Vladimir era porque sé muy bien que sabe leer las expresiones de un rostro. Y él ha delegado su "confianza", si es que se le puede llamar así, en mí. Voy a intentar no defraudarle.

Asi que eran baterias, y esas baterias...nos podrian dar magia, interesante, muy pero que pero que muy interesante, magia, nunca habia creido en ella, aunque, por otra parte siempre habia querido verla, sentirla o lo que fuera que se hacia con la magia.....

-¿Magia? ¿En serio? bueno, necesitaremos hechizos o algo¿No? Aqui hay muchos libros pero cuando fui a investigar con Noel no encontre nada relacionado con la magia...tendriamos que buscar algun lugar con libros.....que no sea este torreon....-sugeri

De repente Hannah, preocupada y con buena intencion le intenta curar la herida a Alphonse(oh, Dios, dos milagros en un dia, primero le da de comer al lagarto y luego...)viendo esa escena no pude evitar sentir algo de envidia, Hannah solo me insultaba, nunca intentaba hablar conmigo y menos ayudarme...pero, bueno, lo importante no era eso, esos dos hacian una parejaza, Hannah se preocupaba por el, mas de lo que hacia por los demas de nosotros, aunque no podia evitar esa poca envidia, estaba claro, voy a hacer que esos dos acaben juntos, no sabia como pero bueno....lo lograria
Luego de eso mire al lagarto, comenzo a cortarse para recargar el cristal, y parecio no importarle....
No fui capaz de decirle nada, pero si los cristales se tenian que cargar asi, yo tambien tendria que hacer eso, ademas de que tendriamos que ir a buscar hechizos...

-Bueno¿Y que pensais de ir a buscar los hechizos por la ciudad? Podriamos de paso ir a por comida...pero eso ya solo si quereis

Iba a proponer a Alphonse y a Hannah para ir a buscar la comida, pero no se...me daba verguenza...ademas pensarian que quiero escaquearme, nada mas lejos de la verdad, solo queria que estuvieran solos...pero...a ver, estaba en un lugar repleto de monstruos...¿¡POR QUE ESTABA PENSANDO SEMEJANTES TONTERIAS?!

Oh, Hannah ejerciendo primeros auxilios, y por iniciativa propia. La iniciativa no es un problema para ella, pero aun así es todo demasiado extraño. Tampoco es que alguien se queje normalmente si se ofrecen a curar heridas, así que mejor no hago ningún comentario. Ha sido una grata sorpresa. Le devuelvo una mirada de gratitud antes de volver a mis pensamientos. ¿Cómo es una mirada de gratitud? ¡Imaginación!

Todo el mundo parece aceptar la idea de los cristales-batería, no sin un ligero escepticismo. De la existencia de la magia ya ni hablemos. Pero según nos contaron la otra noche, vieron lo que parecía ser un zombie, además de ver los propios cristales iluminarse sin otra explicación posible. Creo que está bastante claro que la magia ha de existir, pero otra cosa muy distinta es que podamos ponerle la mano encima. Pero si hay alguna, una sola posibilidad de lograrlo, debo hacer lo posible por alcanzarla.

Prefiero no cuestionar el cambio de humor y la aparente tranquilidad de Sezk, así que recojo los cristales que deja sobre la mesa bajo la atenta mirada de Mark. ¿Atenta mirada? No, está como ausente, pensativo. Y no me gusta como me mira. No es una mirada hostil, pero es el tipo de mirada que pone alguien cuando está pensando en el futuro. Esa mirada que tiende al infinito. Sea lo que sea, no quiero saberlo.
No puedo estar moviendo cristales de un lado a otro. Esto es un caos de desorden y no podemos permitirnos dejar cosas de estas por el suelo. Además de baterías, tienen picos, y no me gustaría pisar uno.

-Los cristales que estén cargados a la caja, por favor.-pido a los presentes, con tal de fomentar el orden.- No los dejéis en cualquier sitio.

Una vez todos los cristales están de nuevo en la caja, la dejo en una de las muchas estanterías vacías que decoran la sala. Porque mucha utilidad ahora mismo no tienen, así que no pasan de mera decoración. Podríamos utilizarlas para dejar lo que vayamos encontrando por la ciudad en nuestras exploraciones.

Me froto los ojos con fuerza. Tantos cristales luminosos juntos me cansan la vista. Terminado el tema de los cristales, todos continuamos con nuestro quehaceres aleatorios. Tendríamos que dejar claro lo que necesitamos hacer y esas cosas, con tal de mejorar un poco nuestro rendimiento. He estado pensando mucho en el tema, y nos sería muy útil un poco de material de escritura, pero no parece haber de eso por aquí. Menos mal que siempre encuentro alternativas.

Mientras los demás están a lo suyo, yo me paso las siguientes horas recogiendo tablones de madera de los distintos montones de escombros que recopilamos y apartamos el primer día de nuestra estancia para dejarlo todo más o menos limpio y probando distintas formas de grabarlos. Con piedras normales, afilando las piedras, otros materiales varios... A ver si al menos puedo escribir algo decente... Podríamos utilizarlos como carteles o algo parecido, señalizar cosas, o dejar notas hasta que consigamos papel y tinta.

(Off: Ningún libro legible. Había entendido solo de magia. ¡Fallo mío! Y menos mal que he vuelto pronto a mi casa, que me ha pillado todo en una zona completamente incomunicada y sin wifi. La próxima vez estaré más atento.)

Mierda. Me he pasado las dos últimas horas intentando descifrar algo de lo que pone en los libros y creo que voy a explotar porque no se puede leer nada. Cierro el último libro y lo dejo a mi lado. Me froto los ojos y me tumbo en la pared. Casi no baja luz a la armería y me duelen los ojos de forzarlos tanto para nada. ¿Por qué había bajado aquí a leer? Ah, sí, iba a coger un nuevo cuchillo. Cierro el libro de un golpe y lo vuelvo a dejar a un lado. Voy hacia una pared donde están todas las armas de filo de metal. Busco hasta encontrarlo. Es un cuchillo con la hoja casi tan larga como mi brazo, y un mango de madera tallada finamente. Paso la mano por su filo y la sensación que me recorre el cuerpo es casi indescriptible. Es justo lo que estaba buscando.

Decidido. Mañana mismo tiraré mi anterior cuchillo a cualquier lugar profundo que encuentre, quiero deshacerme de él cuanto antes. Voy a las mazmorras, me dirijo a la celda que he decidido que a partir de ahora será mi lugar de descanso, y dejo allí las dos lanzas y el nuevo cuchillo. Tengo que preguntarle a Hannah si sabe dónde hay mantas o algo así. El suelo no está mal, pero está frío, muy frío y no me gusta el frío.

Razonamientos subnormales al poder. Doy la vuelta y la vuelvo a dar. Creo que mañana no sólo vamos a tener que recoger provisiones, sino a hacer algo más. Creo que tendré que pedirles ayuda a los del otro torreón, muy a mi pesar. Puede que ellos sepan donde conseguir libros legibles o algo útil.

Subo al patio y grito.

-¡¡Por favor, señores, diríjanse al patio principal!! ¡Hay una cosa que me gustaría comentaros! ¡También va por la señorita niñera/mandona y por ti, Kaiser!

Vaya. Sabía que era de tarde, pero no tanto. Los últimos rayos del sol se van desvaneciendo del cielo. Ahora sólo queda esperar a que me oigan y todo saldrá muy bien.

No bajan. Al cabo de un rato oigo un ruido. Es el nuevo. Le explico mi plan de mañana, aparte de coger provisiones, él me atiende y me voy sin esperar respuesta. Ya sabrá él si acepta o no. Luego me marcho a dormir.

(Off: Vale. Maciel se ha estancado y no avanza!! Así que Leo y yo hemos decidido ir a por la comida nosotros solos. Quién se quiera apuntar, por favor que postee, porque esto va muy lento.

Alphonse parecio pillarme mirandolos, bueno...Daba igual no creo q se imaginara lo que estaba pensando...luego metio los cristales en una caja, yo no sabia que hacer, asi que me quede parado hasta que acabo
Sezk nos llamo a todos, con especial interes en que vinieran Hannah y el Kaiser...yo tambien acudi a su llamada, no sabia que queria, pero seguro que no era nada bueno...
Caminando hacia donde estaba el comence a pensar otra vez sobre Rocavarancolia, ya habia aceptado que este mundo era real, y que me encontraba en él para bien o para mal, pero todos ellos, Hannah, Alphonse, Vlad, casi todos los de este torreon y el otro, a primera vista no parecian muy afectados sobre el hecho de estar aqui...o sea si, se habian sorprendido, pero tampoco les veia tan preocupados...al menos eso me parecia a mi...¿Estaba exagerando quizas?....a lo mejor esta situacion no era tan mala, y este era nuestro lugar, a lo mejor tenia razon Doce Puntos...me dijo que era especial....
Me volvi a concentrar, a paso ligero me dirigi a donde estaba el lagarto, ¿Que querria? bueno...pronto lo comprobaria

-¿Que pasa? ¿Por que nos has llamado?-dije

Mark me mira fijamente cuando curo a Alphonse. Tiene una expresión extraña en su cara. Atontada, por definirla de alguna forma. Pero claro. Ël mismo está atontado, en su mundo. O al menos, eso me ha demostrado.
Alphonse también me mira. Agh, no me había dado cuenta de lo incómodo que es ser el centro de atención. Sin embargo, la mirada de Alphonse no muestra sorpresa, sino algo que no sabría identificar. Se podría decir que sonríe con la mirada, si eso es posible.
Y, para colmo, noto que en realidad no me molesta. Más bien resulta agradable. Al menos, más que las miradas constantes que Mark nos dirige. Buf, resulta verdaderamente extraño sentirme de esta forma.
Por suerte, Sexk nos llama entonces. Voy a paso rápido. Una vez allí, pongo los brazos en jarra:
- ¡Aquí está la chica mandona, supongo! ¿Qué quiere el chico "normal"? -pregunto, dejando patente en mi tono de voz que no me gusta el mote que me ha asignado.
No puedo evitar lanzar miradas de reojo a Alphonse. Sin embargo, intento contenerme. Me siento como una idiota... Agh.

Toima sonrio al ver los ojos de decisión en Sezk. Sin ni si quiera intercambiar palabras el ulterano ya sabia lo que planeaba. Planeaba hacer un movimiento por su cuenta, y, al parecer, contaba con él para hacerlo. Lo que fuera para salir del tedio que se le avecinaba con tal de mantener el corazón latiendo. Bajo por las escaleras divertido, como un niño pequeño que va a abrir sus regalos de navidad. Se encontró con Sezk y, junto a muchos otros hervivoros. Escuchó atentamente a lo que decia el lagarto. Al parecer conseguian la comida de unos sitios estrategicos que habian creado los mandamases de la ciudad.

Nos alimentan como al ganado...

Esbozó una gran sonrisa, mostrando os colmillos, afilados y en hileras.
-Interesante. E imagino que para este "juego" habrá ciertas difiultadaes que superar...-cerró los ojos y se quedó meditabundo unos instantes.
-Está bien, acepto. La vida es un carnaval dicen, pues hagamos un desfile de pasarela.-y entonces río con una cacofonia, desternillandose por su propio y no tan gracioso chiste. Se frotó la cara y revolvio el pelo, entonces se puso serio.
-Si...mañana será un día divertido....No voy a poder dormir de la emoción.-soltó una carcajada profunda y sin decir nada, siguio a Sezk a la cama, donde durmio tras desnudarse por completo y dejar todo su arsenal y armadurasen usa silla al lado de su cama. Guardó un cuchillo bajo la cama y cerró los ojos. Los demás, que le veian dormir podian escuchar como hablaba en sueños y se retorcia.

Bajo al patio a la llamada de Sezk con una tabla de madera rota, cubierta por varios intentos de escritura fallidos. Tengo que mejorar la técnica, así nunca podré escribir nada legible. Quizás si sujeto de forma distinta la piedra...

Sezk propone ir a buscar comida mañana. ¡Magnífico! Nuestras cestas están, a estas alturas, bajo mínimos, y eso no es bueno. No podemos permitirnos quedarnos un solo día sin alimentarnos medianamente bien, dejarnos en manos de la suerte. Porque si eso ocurre, tendremos suerte de sobrevivir más de un día aun dentro del torreón. Lo que sea. Confirmo al grupo mi asistencia a la partida de abastecimiento de mañana. Según lo que escuché los días anteriores, el punto de suministros se encuentra en un barrio especialmente laberíntico cerca de aquí. No he tenido la oportunidad de pasearme por la ciudad, así que aprovecharé.

Por otro lado, podríamos arriesgarnos a salir de la ruta y buscar esos libros de teoría que tanto me hacen falta en estos momentos. O, aunque sea, guías turísticas. ¡Guías turísticas! ¿Tendrán de eso aquí? Me encantaría ver una de esas guías, debe ser ciertamente interesante de leer. Y posiblemente tenga mapas. Como Vlad es el que recorrió la ciudad de punta a punta el día de las bañeras, le insto que haga memoria sobre edificios que viese por aquel entonces, como puntos de referencia.

Y hoy, finalmente, tendré la posibilidad de dormir en una cama de verdad. Ni sobre libros, ni sobre puntiagudos engranajes, ni en tablas de madera. Una cama, en todo el sentido de la palabra. Tras unas subidas y bajadas al pozo, un baño bien merecido, y un rápido vistazo a la caja de los cristales, los cuales ya están todos apagados, subo al segundo piso y busco una cama que no parezca haber sido utilizada desde que llegamos. Oh, esa de la esquina servirá. Con los ojos cansados y la mente también, me introduzco entre las sábanas e intento conciliar el sueño. Teniendo en cuenta las condiciones en las que he estado en días anteriores, no me costará mucho.

Oh, al parecer lo que el extraño lagarto queria era que fueramos a por comida, bueno, por mi bien, asi que asenti con la cabeza con gesto de aprobacion,
Durante la explicacion del lagarto me di cuenta de que Hannah miraba de reojo a Alphonse, confirmado: Alphonse le gustaba. Rei por lo bajo, esperaba que no se dieran cuenta, pero es que no me podia aguantar, Hannah estaba enamorada, que pena que Noel no estuviera aqui... Por otra parte como antes no pude evitar sentir envidia al mirarlos, supongo que porque hannah le trataba de manera especial, y yo por mucho que me esforzara nunca conseguia que me contestara amablemente....pero, por supuesto Hannah no me gustaba(eso seria ya lo que me faltaba), y menos mal que no era asi, eramos totalmente incompatibles, el solo hecho de pensar en ello me provocaba escalofrios...
Una vez acabado todo me fui a dormir, me cambie, deje la ropa en su sitio y me acoste, mañana ibamos a ir a explorar, a por comida, seria un dia muuuy largo. Cerre los ojos y comence a soñar
«Me desperte en el suelo de una gran habitacion, estaba en el salon principal de un palacio, enfrente del trono de este, en el trono pude ver algo, y no muy agradable que se diga, era un esqueleto recubierto con piel de lagarto.
Me acerque sigilosamente al trono, habia una placa en el trono, la limpie del polvo que la recubria, y pude leer un nombre: Toima III
Interesante, muy interesante.. No era Toima el chico nuevo? Bueno, si asi era estaba bien muerto...y la piel de lagarto esa...una voz procedente de mi espalda me interrumpio, la voz iba cambiando lentamente, de grave a aguda,formando voces conocidas, al final acabo convirtiendose en una voz aguda y cantarina que evidentemente era voz de chica.
Me gire, alli estaba una chica de cabellos oscuros y largos, completamente lacios, me miraba seria, como si no encontrara agradable mi presencia, suspiró

-Mi nombre es Eris, aunque tambien me conocen por muchos otros nombres, aunque esto en realidad no importa, solamente soy fruto de tu imaginacion, una mezcla de recuerdos, nombre sin sentido...en conclusion estoy aqui para guiarte, guiarte dentro de ti mismo. Que se alce el telon

Y paso mas o menos eso, bueno lo contrario, un gran telon se cayo encima nuestro recubriendonos, el telon nos recubrio mas o menos durante un rato, hasta que se desmenuzo en pedacitos pequeños de tela, hasta que no que do nada de el. Mire a mi alrededor, la extraña joven vestida de aristocrata me miraba inexpresiva cogiendome de la mano, enrojeci, que pretendia? Luego mire enfrente, me di cuenta de que estabamos en el cine, sentados en primera fila, nadie mas estaba en la sala, iba a preguntarle donde estabamos cuando ella comenzo a hablar.
-No es excitante?Miralos, amor prohibido, una historia bellisima, no te encanta? A mi si, desearia verla hasta que mis ojos se desprendieran de mis cuencas
De que hablaba? De repente el proyector que se encontraba detras de nosotros comenzo a funcionar, emitiendo una pelicula en blanco y negro, aparecio el titulo: Amor Prohibido. Que concretos, no? De repente asi, sin mas los protagonistas principales aparecieron en pantalla, era...eran Hannah y Alphonse, bueno en verion colibri(alphonse) y perro(hannah)
Ambos comenzaron a hablar en sus repestivos lenguajes, abajo aparecian subtitulos:

-Te amo-dijo Hannah

-Pero somos de distintas especies, nuestro amor esta prohibido-dijo alphonse

-Te amo- volvio a decir Hannah

-Yo tambien- dijo Alphonse

El pico del pajaro se poso en el hocico de la perrita y un letrero de letras gigantes aparecio en pantalla: Ende.
Me habia quedado mudo, no habia palabras que pudieran describir mi estado en estos momentos, por desgracia la joven llamada Eris hablo

- No es una obra maestra?!

-Es interesante, no lo puedo negar

Me miro extrañada

-No tienes envidia?

- Es solo una pelicula, y aunque fuera verdad, me alegraria por ellos, ha acabado bien, no?- dije sonriendo

La joven frustada comenzo a gritarme
-no, no puedo acabar bien, no ,no...es mi trabajo, debe acabar mal...
de repente las paredes del cine, todo en general acabo cayendose como si fuera el decorado de un teatro, acabe de nuevo junto con Eris en el castillo, que ahora estaba en ruinas, con todo desprendiendose, no habia techo en la mayoria de este, miles de libros caian hacia nosotros como si lloviera, comence a correr

-No, esto esta mal, esto es una pesadilla- dijo Eris comenzando a perseguirme- Debes morir

Que? Me iba a matar? Que le habia hecho? Corria hacia mi, podia ver sus ojos, lloraba, queria matarme, iba a hacerlo, pero como huia no podia, pero era su trabajo, parecia desesperada, de repente me pare, si era su trabajo, sus razones tendria para matarme, no queria que sufriera por mi culpa

- Vale, si lo que necesitas es matarme hazlo,yo, espero que consigas lo que quieres...
De repente comenzo a gritar aun mas, su piel comenzo a caerse a trozos, todo comenzo a desmoronarse,todo
Acabe en mi clase, en mi pupitre, y como en el sueño anterior el suelo desaparecio y me cai, con una variante, miles de pinchos me esperaban bajo el suelo

Me desperte sudoroso, que habia sido ese sueño? Mejor dicho pesadilla...me cambie y baje abajo, esperando a que los demas bajaran

(Siento la maliiisima ortografia pero estoy en la bb)

Toima se levantó lentamente. Su cuerpo habia aguantado la noche, otra vez. Se sentó al borde de la cama y se llevó las manos a la cara, intentando espabilarse. Otra noche más, sus pesadillas le acompañaban. Podia ver rostros. rostros de gente que habia matado y, era sin duda, lo peor que podia pasarle. Las personas muertas no deberian a volver a aparecer en su vida. Un olor familiar le llegó cuando, al acercarse las manos, un hilillo de sangre se resbaló por su frente. Se habia herido la mano mientras dormia con el cuchillo. Examinó el arma y se lamio las heridas. Se levantó y, como pudo comprobar, el primero y se estiró mientras se asomaba por la ventana, completamente desnudo. El rocio mañanero en el marco supuso un escozor en la herida de la mano, pero lo ignoró y sonrio al nuevo día. Habia tantas cosas que hacer. Se miró el hombro y luego repasó por todo el cuerpo, el sin fin de cicatricez que llevaba consigo, de arma de fuergo, de quemaduras, de cortes, de mordiscos. Todas ellas eran buenos recuerdos y medallas para el chico. Podia acordarse donde yucuando se las hizo. Pero eso era el pasado. Aqui solo sobrevivia si dejaba vivir y lo sabia o habria hecho caso a sus instintos cuando pasó por las camas de cada uno de sus compañeros y les habria estrangulado uno a uno con sus propias manos. Se crujio el cuello y recordó uno de los principios qeu su maestro Unabara le inculcó:

El guerrero lucha con su cuerpo y debe mantenerlo afilado como cualquier otra cuchilla.

-Maldito Unabara...-dijo con una sonrisa maléfica.-Solo callaste cuando te atravesé la garganta...Pero viejo, tenias razón, soy un guerrero y debo mantenerme afilado.-dijo y río en voz baja. Bajó las escaleras, buscando algún saliente y justo se cruzó en su campo de vision el saliente de una de las paredes. Se crujio las manos, puños y espalada y saltó, como si aquello fuera lo más normal del mundo y, colgándose del saliente, comonzó a levantar su cuerpo colgante, con una fuerza extraordinaria. Su figura desnuda realizando ejercicio permitia ver con una perfección inaudita los musculos de su cuerpo, tensionandose y relajandose, amedida que subia y bajaba. Debia admitir que se estaba oxidando. Normalmente tendria un ritmo mucho más rápido.

Vale. Después de un BUEN rato bajan todos, oyen mi plan y me voy a dormir. Ya sabrán ellos lo que hacen. Entro en la celda y me tumbo en el suelo. Se me ha olvidado decirle a Hannah qué donde estaban las mantas. Bueno. No pasa nada, pasaré frío de nuevo.


Despierto en una gran sala. No se ve el techo y se oyen gritos. De repente, a mi lado aparece una mujer con un gran vestido rojo y suntuoso. Es humana, como los del torreón.

-Buenas tardes. ¿Bonita velada, no te parece?

Entonces me doy cuenta de donde provienen los gritos. En el centro de la sala, hay unas mesas con personas encima. La sala encoge, permitiéndome ver lo que hay encima. No es LO. Es QUIÉN. Son todos los del torreón. Los están torturando, mientras la sangre cae por le suelo hasta acabar subiendo por el vestido de la mujer.

Es mi locura. Vaya, qué bien, es la primera vez que la veo y no la siento. Aunque esto sea un sueño, la imagen es bastante real.

-¿No te gusta, mi chiquitín? Quizás quieras que sea un poco más... divertido.

La imagen desaparece y parece otra escena más estúpida todavía. Todos se están tirando por un acantilado. Su sangre colorea el agua del mar y la locura se rie.

-¿No te aburres de intentar atraparme? Eres bastante idiota.

-No, porque un día te rendirás a mi. Y falta muy poco para eso, créeme. -me susurra al oído.


Despierto asqueado. Hacía mucho que no soñaba y ahora voy y lo hago con esta mierda. Me crujo el cuello. Mi cuerpo tiembla y no se por qué es. Cojo las armas, me ato la cinta roja a la frente y la verde al brazo y subo. Mark y Kaiser ya están allí.

-Buenos días. Espero que los demás despierten pronto. Por cierto, Mark. Todos sabemos como es Hannah/mandona/niñera. Si sigues escondiéndote, literalmente, va a seguir jodiendo. Haz el favor de no hacerlo y respóndele un poquito, o si no me voy a meter yo, diga lo que diga Vladimir, y le voy a responder. Eso sería peor. Por favor, hazte respetar.

Salgo fuera y me quedo esperando. Espero que no tarden.

Llegue a dode estaba Sezk...parecia que nos ibamos ya, Sezk se dirigio por primera vez a mi, para hablarme sobre Hannah, me decia que me escondia, si de verdad pensaba eso era verdad que no me conocia, si, no le niego que no le contestaba ni siquiera lo intentaba, pero ella era asi, y pelear con ella no era ninguna solucion posible estaba seguro, aun asi lo que me preocupo fue que dijera que sino se iba a meter él, y eso si que no podia ser, asi que me tocaria contestarle aunque no me pareciera correcto, lo de hacerme respetar era una cosa que me parecia taaan imposible que no sabia ni siquiera si intentarla, pero para que el lagarto no hiciera nada asenti con la cabeza, lo intentaria
Despues de eso le segui hacia afuera, los demas venian detras....teniamos que ir a buscar comida, y algun libro magico....esperaba no encontrarme con ningun monstruo, cosa que ya sabia era imposible.

-Bueno, a que esperamos? Nos vamos?

Toima se detuvo y lentamente, se dejó caer. Se limpio el sudor con el brazo e inspiró profundamente. Ya parecia que algunos se habian levantado y él tenia que completar sus ejecicio. Se tiró al suelo y con una flexibilidad y potencia inesperadas se puso a hacer flexiones. Primero con ambos brazos, luego con uno, luego con otro. Tras otra sesión, notaba el cuerpo encendido, como si fuera capaz de todo y eso le gustaba. Se puso en pie de un salto y lanzó unos cuantos puñetazos al aire, como probando su fuerza y se rindio. Sin el material adecuado, su calentamiento estaba incompleto. Se crujio el cuello y se dio cuenta de que seguia desnudo y sin noticias de los de arriba. Un pensamiento oscuro se cruzó por su mente cuando, mientras subia por las escaleras, se imaginó a los demás corderitos tramando en su contra, escondiendole los cuchillos de su arsenal y apuñalandole en la espalda cuando menos se lo esperase.

Seria interesante.-admitio

Entro al cuarto sin hacer ni un ruido y se acercó a su sillo, donde tenia su ropa y armas. Sintio desilusion cuando comprobó que todos y cada uno de los cuchillos estaban en su sitio, incluso los ocultos.

Siguen siendo corderos después de todo

Se vistio, algo pensativo. No le molestaba su sudor, aunque tampoco es que sudara tanto, pero si sentia que debia refrescarse, al menos algo de agua en la cara. Bajó al pozo y se encontró con el cordero de Mark y el lagarto Sezk.
-Vaya, parece que alguien está listo para enfrentarse a la ciudad hoy ¿eh?-rio por lo bajo. Se aclaró la cara con agua y se sintio más aliviado.
-Venga, vamos...Me muero de ganas de saber si todos cruzaremos la calle con vida.-río con una cacofonía, encabezando la marcha.

(Continua en el barrio de los callejones sin salida)