Torreón Maciel (Archivo II)
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HurzaComeojos
Soñador
Yber
Vlad
Giniroryu
Alicia
Shylver
Martalar
Caillech
Sevent
14 participantes
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Torreón Maciel (Archivo II)
05/11/11, 11:42 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Llegue al torreon seguido de Hannah que extrañamente parecia preocupada por mi, pero eso ya daba igual esto era ridiculo, estaba encerrado en una pesadilla de la que no podia despertar, asi que ¿Que mas daba si me mataban o no? Asi despertaria no? JAJAJAJAJAJJAJAJA
-Asi que este es el torreon......
Entre dentro de este, estaba en un estado bastante malo, no queria imaginarme que habia pasado ahi y menos lo que iba pasar, pero que mas daba total esto era ridiculo, no podia estar pasando...o si?
-HAANNAH! Lo hemos encontrado-dije
Llegue al torreon seguido de Hannah que extrañamente parecia preocupada por mi, pero eso ya daba igual esto era ridiculo, estaba encerrado en una pesadilla de la que no podia despertar, asi que ¿Que mas daba si me mataban o no? Asi despertaria no? JAJAJAJAJAJJAJAJA
-Asi que este es el torreon......
Entre dentro de este, estaba en un estado bastante malo, no queria imaginarme que habia pasado ahi y menos lo que iba pasar, pero que mas daba total esto era ridiculo, no podia estar pasando...o si?
-HAANNAH! Lo hemos encontrado-dije
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
28/11/11, 10:38 pm
La habia vuelto a pifiar...Vlad y Alphonse estaban enfadados, no debia haber dicho nada, no, no se podia confiar en la gente, nunca se habia podido confiar, y en este mundo tampoco era diferente. Aunque Alphonse me habia llamado buena persona,muchas veces me lo habian dicho, en ninguna de ellas me senti halagado tampoco molesto, sabia que lo decian con buena intencion y no les culpaba por ello de mi sufrimiento al oirlas, porque yo...yo sabia que no era asi, esas palabras resonaban en mis oidos haciendoles sufrir....yo, nunca deberia haber existido, nunca, deberia haber muerto yo en vez de ella....todos, todos ellos, mis compañeros y mi supuestos amigos me lo recordaban cada mañana al entrar al instituto...que no deberia existir, ese era mi pecado, era una molestia para todo el mundo, una piedra en el camino, alguien asi no podia ser buena persona
Despues de darme cuenta de que me habia quedado absorto en mis pensamientos intente sonreir, esperaba que no se hubieran dado cuenta de lo que estaba pensando, el extraño humanoide se tomo una pastilla y nos propuso un trato, a pesar de que no parecia muy cuerdo, la propuesta era valida para mi
-Vlad...Alphonse yo creo que...-me tape la boca con la mano antes de terminar la frase, no debia decir nada
Ellos tenian que tomar la decision, si no les molestaria ...
Como de la nada Sezk el lagarto loco aparecio, vaya, dos locos en un dia...lo veia en sus ojos, no sabia que era,pero me daba miedo, ese reptil me asustaba con creces más que el humano-pulo, aunque no habiamos visto mucho acerca de este ultimo..
No podia articular ni una palabra, Hannah, en un acto de buena voluntad le habia bajado comida al reptil, eso si que no se veia todos los dias, no era culpa suya, la intencion era lo que contaba, y me habia demostrado que en el fondo se preocupaba por los demas, la culpa era mia, debia haber estado atento....
Mire a Vlad y a Alphonse alternadamente, esta vez yo hable, sabia que iba a salir mal, esos dos seres me daban mala espina, aun y asi di un paso hacia al abismo..
-Yo...yo creo que ambos podeis alojaros aqui, por supuesto si colaborais en la busqueda de la comida y en las demas tareas...
Ya estaba, las palabras se escaparon de mis labios buscando auxilio en el aire, y eche un largo y tendido suspido, ya estaba, lo habia hecho mal otra vez...
Despues de darme cuenta de que me habia quedado absorto en mis pensamientos intente sonreir, esperaba que no se hubieran dado cuenta de lo que estaba pensando, el extraño humanoide se tomo una pastilla y nos propuso un trato, a pesar de que no parecia muy cuerdo, la propuesta era valida para mi
-Vlad...Alphonse yo creo que...-me tape la boca con la mano antes de terminar la frase, no debia decir nada
Ellos tenian que tomar la decision, si no les molestaria ...
Como de la nada Sezk el lagarto loco aparecio, vaya, dos locos en un dia...lo veia en sus ojos, no sabia que era,pero me daba miedo, ese reptil me asustaba con creces más que el humano-pulo, aunque no habiamos visto mucho acerca de este ultimo..
No podia articular ni una palabra, Hannah, en un acto de buena voluntad le habia bajado comida al reptil, eso si que no se veia todos los dias, no era culpa suya, la intencion era lo que contaba, y me habia demostrado que en el fondo se preocupaba por los demas, la culpa era mia, debia haber estado atento....
Mire a Vlad y a Alphonse alternadamente, esta vez yo hable, sabia que iba a salir mal, esos dos seres me daban mala espina, aun y asi di un paso hacia al abismo..
-Yo...yo creo que ambos podeis alojaros aqui, por supuesto si colaborais en la busqueda de la comida y en las demas tareas...
Ya estaba, las palabras se escaparon de mis labios buscando auxilio en el aire, y eche un largo y tendido suspido, ya estaba, lo habia hecho mal otra vez...
- Martalar
Ficha de cosechado
Nombre: Hannah Lahey
Especie:
Habilidades: Vista de lince, automotivación y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
29/11/11, 03:44 pm
Nos reunimos todos en la planta baja.
Hay un extraño ser que ha entrado. Entonces, Vlad se adelanta, amenazándole de una forma bastante sutil. Mark interviene, y noto como mis labios se aprietan:
- Muy bien, Mark, cariño -murmuro con ironía-. Ya de paso, cuéntale tu vida entera. No, mejor la de todos. Y si vemos que tal, le haces un esquemita de cómo matarnos, ¿no? La próxima vez, ¡cállate! Y punto.
Tras unos segundos de conversación, el ser ofrece sus servicios como asesino a Vlad, en una conversación que hace que sienta ganas de reírme. Todo esto es ridículo, de locos. Aunque, claro está, él también tiene una pinta ridícula. Y no cabe duda de que está loco.
Al fin y al cabo, ¿quiénes de nosotros no lo estamos? Empiezo a plantearme la realidad de mi propia cordura.
Como para aportar más peso a esos últimos pensamientos, Sezk aparece caminando como si nada, con su cuchillo entre las manos. Genial. Dos bichos raros contra un tipo duro y un grupo de blandengues. Esto va a ser mejor que uno de los videojuegos a los que jugábamos Jamie y yo de vez en cuando.
Cuando Sezk comienza a hablar, tardo un poco en asimilar sus palabras. En realidad, yo soy la única que le ha llevado posible. Sin embargo, lo que más me asombra no es que me eche la culpa de su liberación...
- ¡¿Señorita de Alphonse?! No soy señorita de N A D I E -deletreo, bufando con indignación. Bueno, al menos ha dicho señorita y no señora.
Mark habla y, sin embargo, ni me molesto en contestar.
Finalmente, me adelanto, con el ceño fruncido y los brazos en jarra.
- Mira, mátame si te da la gana. Pero no estoy dispuesta a que me toquen las narices. Aquí o todo el mundo haciendo caso a los principios que intenta decir entre tartamudeos el blandiblú -señalo a Mark-, o se va a armar una gorda.
Hay un extraño ser que ha entrado. Entonces, Vlad se adelanta, amenazándole de una forma bastante sutil. Mark interviene, y noto como mis labios se aprietan:
- Muy bien, Mark, cariño -murmuro con ironía-. Ya de paso, cuéntale tu vida entera. No, mejor la de todos. Y si vemos que tal, le haces un esquemita de cómo matarnos, ¿no? La próxima vez, ¡cállate! Y punto.
Tras unos segundos de conversación, el ser ofrece sus servicios como asesino a Vlad, en una conversación que hace que sienta ganas de reírme. Todo esto es ridículo, de locos. Aunque, claro está, él también tiene una pinta ridícula. Y no cabe duda de que está loco.
Al fin y al cabo, ¿quiénes de nosotros no lo estamos? Empiezo a plantearme la realidad de mi propia cordura.
Como para aportar más peso a esos últimos pensamientos, Sezk aparece caminando como si nada, con su cuchillo entre las manos. Genial. Dos bichos raros contra un tipo duro y un grupo de blandengues. Esto va a ser mejor que uno de los videojuegos a los que jugábamos Jamie y yo de vez en cuando.
Cuando Sezk comienza a hablar, tardo un poco en asimilar sus palabras. En realidad, yo soy la única que le ha llevado posible. Sin embargo, lo que más me asombra no es que me eche la culpa de su liberación...
- ¡¿Señorita de Alphonse?! No soy señorita de N A D I E -deletreo, bufando con indignación. Bueno, al menos ha dicho señorita y no señora.
Mark habla y, sin embargo, ni me molesto en contestar.
Finalmente, me adelanto, con el ceño fruncido y los brazos en jarra.
- Mira, mátame si te da la gana. Pero no estoy dispuesta a que me toquen las narices. Aquí o todo el mundo haciendo caso a los principios que intenta decir entre tartamudeos el blandiblú -señalo a Mark-, o se va a armar una gorda.
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
29/11/11, 04:31 pm
El tono irónico de Hannah es como... como... si estuvieras viendo un bonito atardecer al borde de un acantilado. Pero a la vez sabes que algo no está en su sitio. Entonces te das cuenta de esa bomba nuclear que había pasado desapercibida dirigiéndose hacia el suelo. Y entonces es cuando te explota en la cara.
Lo sabía. Este tipo de situaciones no traen nada bueno, nunca. Y menos cuando está Hannah de por medio. Tal y como me temía, las palabras de Sezk han sido un perfecto detonante, y me había prometido a mi mismo alejarme antes de que ocurriese cualquier cosa que pudiésemos lamentar. Pues creo que ya va siendo hora de cumplir mis palabras.
-El caso es que tengo cosas que hacer, porque tenemos un problema técnico entre manos, tengo que repasar los datos, comprobar hipótesis y... si me disculpáis...-digo rápidamente en un susurro.
Doy un pequeño paso hacia atrás. Seguido de otro pequeño paso hacia atrás. Y voy repitiendo el proceso varias veces hasta conseguir alejarme lo suficiente del grupo como para dar media vuelta y dirigirme al torreón como si aquí no hubiera pasado nada, como si acabase de abrir los ojos para descubrir que estoy en el patio sin ningún motivo aparente, y recordando que tengo trabajo que hacer. Claro, porque eso es lo que ha pasado. Yo estaba tranquilamente experimentando en el estudio y he tenido unas ganas irrefrenables de ir a ver los hierbajos del patio. No hay una convención de locos peligrosos fuera del torreón, ni Vlad lleva una cimitarra en la mano, ni Mark está metiendo la pata, ni mucho menos Hannah está preparando mentalmente un plan para no dejar rastro alguno de vida en kilómetros a la redonda. Todo el mundo está en el estudio, esperándome, y Sezk está en el sótano metido en su celda y sin molestar.
Mentalizado, entro en el torreón ignorando cualquier reacción al respecto de los presentes y, sin mayor contemplación, vuelvo tranquilamente al estudio, doy la espalda a la ventana y me siento en la silla a contemplar de nuevo el cristal, intentando retomar lo que fuera que estaba pensando antes de esta absurda y caótica situación. Creo que tenía la clave de todo el problema en la punta de la lengua... Era algo sobre magia...
Lo sabía. Este tipo de situaciones no traen nada bueno, nunca. Y menos cuando está Hannah de por medio. Tal y como me temía, las palabras de Sezk han sido un perfecto detonante, y me había prometido a mi mismo alejarme antes de que ocurriese cualquier cosa que pudiésemos lamentar. Pues creo que ya va siendo hora de cumplir mis palabras.
-El caso es que tengo cosas que hacer, porque tenemos un problema técnico entre manos, tengo que repasar los datos, comprobar hipótesis y... si me disculpáis...-digo rápidamente en un susurro.
Doy un pequeño paso hacia atrás. Seguido de otro pequeño paso hacia atrás. Y voy repitiendo el proceso varias veces hasta conseguir alejarme lo suficiente del grupo como para dar media vuelta y dirigirme al torreón como si aquí no hubiera pasado nada, como si acabase de abrir los ojos para descubrir que estoy en el patio sin ningún motivo aparente, y recordando que tengo trabajo que hacer. Claro, porque eso es lo que ha pasado. Yo estaba tranquilamente experimentando en el estudio y he tenido unas ganas irrefrenables de ir a ver los hierbajos del patio. No hay una convención de locos peligrosos fuera del torreón, ni Vlad lleva una cimitarra en la mano, ni Mark está metiendo la pata, ni mucho menos Hannah está preparando mentalmente un plan para no dejar rastro alguno de vida en kilómetros a la redonda. Todo el mundo está en el estudio, esperándome, y Sezk está en el sótano metido en su celda y sin molestar.
Mentalizado, entro en el torreón ignorando cualquier reacción al respecto de los presentes y, sin mayor contemplación, vuelvo tranquilamente al estudio, doy la espalda a la ventana y me siento en la silla a contemplar de nuevo el cristal, intentando retomar lo que fuera que estaba pensando antes de esta absurda y caótica situación. Creo que tenía la clave de todo el problema en la punta de la lengua... Era algo sobre magia...
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
29/11/11, 08:44 pm
Vlad expiró lentamente. Aquello empezaba a rozar lo bizarro. Bueno, la verdad es que había atravesado de un puñetazo lo bizarro hace tiempo y había salido por el otro lado. Seguía sin saber por qué se sorprendía.
Se giró hacia el recién llegado. Káiser, decía llamarse. Era curioso, creía recordar que había conocido a alguien con ese mismo nombre, pero no recordaba a quién. En su lengua tenía un significado. O al menos en otra lengua conocida. Pero claro, aquello de sólo recordar un lenguaje de repente le estaba trastocando.
Chorradillas a parte, le tendió la mano para que se levantara.
-Siento que hayamos sido obligados a atravesar esta molesta situación. Permítame presentarme. Soy el Conde Vladimir Ibrahimovich Tepes. Un placer conocerle.- dijo de forma mínimamente apresurada. Habría agregado tonos sugerentes de superioridad y sutiles mensajes de leve desprecio y desdén. Pero el tiempo apremiaba y más valía ir al grano.- Estoy seguro de que nos vendrá bien alguien con sus aptitudes en nuestro grupo. Vamos faltos de personal cualificado en combate y esta ciudad es muy peligrosa.
Cómo ya se había dicho, Vlad era un tipo práctico. Podía intentar matar a aquellas dos criaturas desequilibradas y armadas sedientas de sangre, sí. Pero de intentarlo a conseguirlo había un trecho. Además, no tenía demasiadas ganas de enfrentarse con un tipo más fuerte que él y con una habilidad de combate equiparable si podía evitarlo. No podía ignorar que podía resultar útil al grupo. Estaba acostumbrado a dormir con locos bajo el mismo techo. De ahí que durmiera poco. Y, si Sezk no entraba en razón, más valía tener un apoyo para combatirlo y reducirlo.
Sin demorarse, se giró hacia Sezk, con su típica expresión carente de todo sentimiento, ocultando con aquella estoica máscara todas sus maquinaciones internas. Seguidamente habló con un tono frío, cortés y distante, cómo si todo aquello fuera poco más que una obligación laboral y que no le importara lo más mínimo.
-Oh, señor Sezk, veo que se ha liberado de su celda. Curioso, justo iba a bajar ahora a hablar con usted, pero claro, han surgido ciertos imprevistos, cómo verá. Pretendía ofrecerle lo siguiente. Sabemos que su especie posee un fino olfato que puede resultarnos muy útil para localizar comida, enemigos y otras tantas cosas. Pretendía soltarle a cambio de que nos ayudara en esto y que no volviéramos a ser víctimas de sus desafortunados y repentinos “cambios de humor”. Aunque claro, su comportamiento me está haciendo dudar de que fuera capaz de cumplir su parte del trato.
Por cierto, este es Káiser, un nuevo fichaje de nuestro grupo. Tiene una gran habilidad con los cuchillos, ya lo verá.-comentó con el mismo tono de intrascendencia. Aquello era una clara advertencia. Hasta el más corto de luces sería capaz de discernir el mensaje: estamos en superioridad numérica.
Ah, claro, cómo todo contrato, hay un castigo para el que no cumple su parte. Me temo que, si en algún momento se viese asaltado por una de esas rachas pasajeras de ansias homicidas suyas, me vería en la necesidad de… ¿cómo decirlo? Bueno, recurramos de nuevo al símil de que tendrá un peso menos sobre los hombros. En el sentido más literal de la expresión.
Estaba diciendo todo aquello sin sorna ni cabreo. Lo decía fríamente, sin emociones de por medio. Exponía, sencillamente, los hechos.
Bajo la máscara de hielo que era su expresión, sabía que aquello estaba cogido con alfileres. Aunque hiciera creer al lagarto que llevaban ventaja, aquello no estaba tan claro. Estaba armado y les podía dar mucha caña si se lo planteaba, por mucho que su nuevo amigo el de los cuchillos tuviera mucha leña que repartir también.
Vlad aún sujetaba su cimitarra de forma decidida. Si debía haber sangre, no se iba a quedar atrás. No había pasado desapercibido que Alphonse se había escabullido. Qué valeroso por su parte. Era evidente que si quería que le rescatasen sus compañeros con una heroica intervención, más valía que no esperara aguantando la respiración.
Se giró hacia el recién llegado. Káiser, decía llamarse. Era curioso, creía recordar que había conocido a alguien con ese mismo nombre, pero no recordaba a quién. En su lengua tenía un significado. O al menos en otra lengua conocida. Pero claro, aquello de sólo recordar un lenguaje de repente le estaba trastocando.
Chorradillas a parte, le tendió la mano para que se levantara.
-Siento que hayamos sido obligados a atravesar esta molesta situación. Permítame presentarme. Soy el Conde Vladimir Ibrahimovich Tepes. Un placer conocerle.- dijo de forma mínimamente apresurada. Habría agregado tonos sugerentes de superioridad y sutiles mensajes de leve desprecio y desdén. Pero el tiempo apremiaba y más valía ir al grano.- Estoy seguro de que nos vendrá bien alguien con sus aptitudes en nuestro grupo. Vamos faltos de personal cualificado en combate y esta ciudad es muy peligrosa.
Cómo ya se había dicho, Vlad era un tipo práctico. Podía intentar matar a aquellas dos criaturas desequilibradas y armadas sedientas de sangre, sí. Pero de intentarlo a conseguirlo había un trecho. Además, no tenía demasiadas ganas de enfrentarse con un tipo más fuerte que él y con una habilidad de combate equiparable si podía evitarlo. No podía ignorar que podía resultar útil al grupo. Estaba acostumbrado a dormir con locos bajo el mismo techo. De ahí que durmiera poco. Y, si Sezk no entraba en razón, más valía tener un apoyo para combatirlo y reducirlo.
Sin demorarse, se giró hacia Sezk, con su típica expresión carente de todo sentimiento, ocultando con aquella estoica máscara todas sus maquinaciones internas. Seguidamente habló con un tono frío, cortés y distante, cómo si todo aquello fuera poco más que una obligación laboral y que no le importara lo más mínimo.
-Oh, señor Sezk, veo que se ha liberado de su celda. Curioso, justo iba a bajar ahora a hablar con usted, pero claro, han surgido ciertos imprevistos, cómo verá. Pretendía ofrecerle lo siguiente. Sabemos que su especie posee un fino olfato que puede resultarnos muy útil para localizar comida, enemigos y otras tantas cosas. Pretendía soltarle a cambio de que nos ayudara en esto y que no volviéramos a ser víctimas de sus desafortunados y repentinos “cambios de humor”. Aunque claro, su comportamiento me está haciendo dudar de que fuera capaz de cumplir su parte del trato.
Por cierto, este es Káiser, un nuevo fichaje de nuestro grupo. Tiene una gran habilidad con los cuchillos, ya lo verá.-comentó con el mismo tono de intrascendencia. Aquello era una clara advertencia. Hasta el más corto de luces sería capaz de discernir el mensaje: estamos en superioridad numérica.
Ah, claro, cómo todo contrato, hay un castigo para el que no cumple su parte. Me temo que, si en algún momento se viese asaltado por una de esas rachas pasajeras de ansias homicidas suyas, me vería en la necesidad de… ¿cómo decirlo? Bueno, recurramos de nuevo al símil de que tendrá un peso menos sobre los hombros. En el sentido más literal de la expresión.
Estaba diciendo todo aquello sin sorna ni cabreo. Lo decía fríamente, sin emociones de por medio. Exponía, sencillamente, los hechos.
Bajo la máscara de hielo que era su expresión, sabía que aquello estaba cogido con alfileres. Aunque hiciera creer al lagarto que llevaban ventaja, aquello no estaba tan claro. Estaba armado y les podía dar mucha caña si se lo planteaba, por mucho que su nuevo amigo el de los cuchillos tuviera mucha leña que repartir también.
Vlad aún sujetaba su cimitarra de forma decidida. Si debía haber sangre, no se iba a quedar atrás. No había pasado desapercibido que Alphonse se había escabullido. Qué valeroso por su parte. Era evidente que si quería que le rescatasen sus compañeros con una heroica intervención, más valía que no esperara aguantando la respiración.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
29/11/11, 09:20 pm
Si bien Toima se dio cuenta del tono que puso el conde, no dio señales de ello. Le tomó la mano y se puso en pie, sacuidiendose el polvo.
-Eres un tipo majo. Con un nombre muy largo, pero majo.-se crujio el cuello. La música en su cabeza le daba la impresion de que no pisaba el suelo y que estaba flotando. Se giró hacia los otros.
-Y vosotros, los pelicortos, ¿cómo os llamais?- Fue guardando los cuchillos uno a uno y es entonces cuando pudieron apreciar la cantidad de sitios que tenia para esconderlos. En un peto interior a la sudadera, habia varios pendantes donde guardaba otra gran colección de ellos. En ligas debajo de la ropa, en fardos que le colgaban por detras del pantalón y en muñequeras oculatas por las mangas. Finos, gruesos, serrados, ligeros. Podia montar una tienda de cuchillos él solo. Quizá lo más extraño de todo eso era que ni sonaban ni se los clavaba al andar. Luego se giró hacia el otro, el que todos parecian tensos al mirar. Sonrio macabramente ¿Escucharia él tambien la música?
Quizas solo lo sepa si le abro la cabeza y nado en sus sesos
Río para si mismo entonces.
-Soy un argumento de fuerza, que divertido.-dijo mientras miraba con curiosisdad al lagarto.Tu, lagartija ¿a que sabes? Nunca he comido lagartija parlante ¿hay más como tú en la ciudad?-
Contando a la mujer mandona, el conde , el lagarto y a él mismo, el resto era como un rebaño a la espera de que los matasen No tenian fuerza, ni poder, ni tampoco personalidad a ojos de Toima. Pasó la mirada por el que habia intercedido por él y se le quedó mirando como si intentase leerle la mente con tan solo la mirada y luego se puso a hablar al grupo reunido.
-Tengo preguntas básicas que necesito resolver si me voy a quedar aquí. La primera, ¿os habeis fijado que este sitio tiene muchas plantas? ¿Habeis explorado todas? Lo segundo, ¿hay algún vigia en la última planta o esas aves negras y siniestras disuaden toda idea de manter un puesto de vigilancia? Y por último, ¿qué sabeis de este lugar, esta...especie de ciudad?-
((OCC: Gente de Maciel, ya que no leemos las descripciones ni nada me tomo la molestia de mostraros un dibujo de como aparenta mi personaje: http://nekoleonart.deviantart.com/#/d4hlmvm
Para que veais que no es ningun chico-pulpo ni nada aprecido. Lleva una coleta larga y hasta que no use el pelo como tentaculos nadie deberia de pensar que es de otra especie. Gracias por leer.))
-Eres un tipo majo. Con un nombre muy largo, pero majo.-se crujio el cuello. La música en su cabeza le daba la impresion de que no pisaba el suelo y que estaba flotando. Se giró hacia los otros.
-Y vosotros, los pelicortos, ¿cómo os llamais?- Fue guardando los cuchillos uno a uno y es entonces cuando pudieron apreciar la cantidad de sitios que tenia para esconderlos. En un peto interior a la sudadera, habia varios pendantes donde guardaba otra gran colección de ellos. En ligas debajo de la ropa, en fardos que le colgaban por detras del pantalón y en muñequeras oculatas por las mangas. Finos, gruesos, serrados, ligeros. Podia montar una tienda de cuchillos él solo. Quizá lo más extraño de todo eso era que ni sonaban ni se los clavaba al andar. Luego se giró hacia el otro, el que todos parecian tensos al mirar. Sonrio macabramente ¿Escucharia él tambien la música?
Quizas solo lo sepa si le abro la cabeza y nado en sus sesos
Río para si mismo entonces.
-Soy un argumento de fuerza, que divertido.-dijo mientras miraba con curiosisdad al lagarto.Tu, lagartija ¿a que sabes? Nunca he comido lagartija parlante ¿hay más como tú en la ciudad?-
Contando a la mujer mandona, el conde , el lagarto y a él mismo, el resto era como un rebaño a la espera de que los matasen No tenian fuerza, ni poder, ni tampoco personalidad a ojos de Toima. Pasó la mirada por el que habia intercedido por él y se le quedó mirando como si intentase leerle la mente con tan solo la mirada y luego se puso a hablar al grupo reunido.
-Tengo preguntas básicas que necesito resolver si me voy a quedar aquí. La primera, ¿os habeis fijado que este sitio tiene muchas plantas? ¿Habeis explorado todas? Lo segundo, ¿hay algún vigia en la última planta o esas aves negras y siniestras disuaden toda idea de manter un puesto de vigilancia? Y por último, ¿qué sabeis de este lugar, esta...especie de ciudad?-
((OCC: Gente de Maciel, ya que no leemos las descripciones ni nada me tomo la molestia de mostraros un dibujo de como aparenta mi personaje: http://nekoleonart.deviantart.com/#/d4hlmvm
Para que veais que no es ningun chico-pulpo ni nada aprecido. Lleva una coleta larga y hasta que no use el pelo como tentaculos nadie deberia de pensar que es de otra especie. Gracias por leer.))
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
29/11/11, 11:12 pm
Parece que las cosas se han tranquilizado ahí fuera. Si aun estuviera siguiendo esa lógica proposicional que tanto me gusta... si las cosas se han tranquilizado cuando me he ido, es que yo era el causante del malestar general. Bah, eso es completamente absurdo. Lo que importa ahora es la finalidad de estos malditos enigmas de ocho caras. Creo que llevaba uno más en el bolsillo, el que se apagó antes.
Cristal, cristal... Un momento, ¿qué es esa cosa rectangular, de bordes redondeados y tacto frío? Ah, sí. Mi móvil. Saco el móvil del bolsillo. Si tan solo pudiera encenderlo... Pero está sin batería. Tengo mucha música ahí dentro que me encantaría escuchar en este instante, aunque posiblemente no comprenda la letra de ninguna de las canciones. Y muchas imágenes y fotos, que no sé si me gustaría conservar o borrar para siempre. Tantas cosas, tantos recuerdos, todos completamente inservibles en la palma de mi mano. Lo que daría por tener una toma de corriente y el cargador de la batería...
El cargador de... la...
Una imagen, una sola imagen aparta todos los demás pensamientos de mi mente en este instante. Hace siglos que no tengo una revelación, pero sé reconocer una cuando la tengo delante. Me veo a mí mismo, conectando el cargador del móvil a un enchufe. ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Cuando conecto el cargador del móvil se enciende una luz. Un indicador visual del estado de carga. Cuando el móvil está cargado por completo se apaga. ¡Mientras se carga se enciende y cuando se carga se apaga!
-La luz es un indicador.-me digo a mí mismo.-El cristal es un cargador.-digo en un tono más alto.- ¡La esfera de su interior una batería!-grito, levantado y cada vez más cerca de la ventana.- ¡Y nosotros la toma de corriente!
Sin darme cuenta, estoy asomado a la ventana y alzando el cristal hacia el sol, que ya ha pasado el punto más alto de su trayectoria.
-¡El cristal es una batería!
La emoción de un nuevo descubrimiento me embarga por completo. Solo puedo pensar en todas esas pequeñas baterías de la caja, susceptibles de ser cargadas. Todas ellas. Vuelvo a meter la parte superior de mi cuerpo en el estudio y con el cristal no cargado que tengo en la otra mano me hago un corte en el brazo. Estoy completamente seguro de que en una situación más normal no me habría causado daño conscientemente así como así, pero tengo la sensación de que solo soy parcialmente consciente de mis actos. Dejo caer una gota de sangre sobre el cristal que tengo en la mano, el cual al empezar a brillar, y justo después suelto una lluvia de gotas de color carmesí sobre la totalidad del contenido de la caja, el cual al instante muestra tal espectáculo de luces que tengo que taparme los ojos. El resplandor conjunto es tal que debería verse desde el patio sin ninguna dificultad.
Si mis cálculos son correctos, durarán así unos minutos. La sangre cae lentamente empapando poco a poco el suelo bajo mis pies. Mientras tanto debería intentar parar esta leve pérdida de sangre y pensar en qué se podría gastar esta energía.
Cristal, cristal... Un momento, ¿qué es esa cosa rectangular, de bordes redondeados y tacto frío? Ah, sí. Mi móvil. Saco el móvil del bolsillo. Si tan solo pudiera encenderlo... Pero está sin batería. Tengo mucha música ahí dentro que me encantaría escuchar en este instante, aunque posiblemente no comprenda la letra de ninguna de las canciones. Y muchas imágenes y fotos, que no sé si me gustaría conservar o borrar para siempre. Tantas cosas, tantos recuerdos, todos completamente inservibles en la palma de mi mano. Lo que daría por tener una toma de corriente y el cargador de la batería...
El cargador de... la...
Una imagen, una sola imagen aparta todos los demás pensamientos de mi mente en este instante. Hace siglos que no tengo una revelación, pero sé reconocer una cuando la tengo delante. Me veo a mí mismo, conectando el cargador del móvil a un enchufe. ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Cuando conecto el cargador del móvil se enciende una luz. Un indicador visual del estado de carga. Cuando el móvil está cargado por completo se apaga. ¡Mientras se carga se enciende y cuando se carga se apaga!
-La luz es un indicador.-me digo a mí mismo.-El cristal es un cargador.-digo en un tono más alto.- ¡La esfera de su interior una batería!-grito, levantado y cada vez más cerca de la ventana.- ¡Y nosotros la toma de corriente!
Sin darme cuenta, estoy asomado a la ventana y alzando el cristal hacia el sol, que ya ha pasado el punto más alto de su trayectoria.
-¡El cristal es una batería!
La emoción de un nuevo descubrimiento me embarga por completo. Solo puedo pensar en todas esas pequeñas baterías de la caja, susceptibles de ser cargadas. Todas ellas. Vuelvo a meter la parte superior de mi cuerpo en el estudio y con el cristal no cargado que tengo en la otra mano me hago un corte en el brazo. Estoy completamente seguro de que en una situación más normal no me habría causado daño conscientemente así como así, pero tengo la sensación de que solo soy parcialmente consciente de mis actos. Dejo caer una gota de sangre sobre el cristal que tengo en la mano, el cual al empezar a brillar, y justo después suelto una lluvia de gotas de color carmesí sobre la totalidad del contenido de la caja, el cual al instante muestra tal espectáculo de luces que tengo que taparme los ojos. El resplandor conjunto es tal que debería verse desde el patio sin ninguna dificultad.
Si mis cálculos son correctos, durarán así unos minutos. La sangre cae lentamente empapando poco a poco el suelo bajo mis pies. Mientras tanto debería intentar parar esta leve pérdida de sangre y pensar en qué se podría gastar esta energía.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
30/11/11, 02:16 pm
Hannah respondio a cada una de mis propuestas con su habitual sarcasmo, queria contestarle, pero no podia, y menos en esta situacion, ademas ella no lo hacia con mala intencion, ella tenia razon y lo sabia, simplemente era demasiado sincera, si, eso era...
-Lo siento, tienes razon Hannah....-dije yo en voz muy baja.
Vlad parecio estar de acuerdo en que el extraño chico o Kaiser o lo que fuera se uniera a nosotros, bueno, me alegraba, asi que me presente yo tambien, aunque al acercarme a el una sensacion extraña afloro en mi, la misma sensacion de peligro que senti cuando mire a los ojos al lagarto, era una sensacion diferente, pero igual de intensa
-Yo me llamo Mark, encantado-dije evitando mirarle a los ojos
Luego pude ver como Vlad le explicaba la situacion actual al lagarto, claramente nos era favorable, o eso parecia... Yo me limite a callar, Hannah ya me habia confirmado con su trabajado sarcasmo que todo lo que pudiera hacer empeoraria la situacion, asi que como medida para abstraerme de la realidad comence a pensar en el pasado en la tierra, a imaginarme que estaba alli con mi familia, en la tierra, feliz y contento...no se como al final mi imaginacion creo a partir de esa escena un apocalipsis causado por una invasion de alieningenas reptiles...
-Lo siento, tienes razon Hannah....-dije yo en voz muy baja.
Vlad parecio estar de acuerdo en que el extraño chico o Kaiser o lo que fuera se uniera a nosotros, bueno, me alegraba, asi que me presente yo tambien, aunque al acercarme a el una sensacion extraña afloro en mi, la misma sensacion de peligro que senti cuando mire a los ojos al lagarto, era una sensacion diferente, pero igual de intensa
-Yo me llamo Mark, encantado-dije evitando mirarle a los ojos
Luego pude ver como Vlad le explicaba la situacion actual al lagarto, claramente nos era favorable, o eso parecia... Yo me limite a callar, Hannah ya me habia confirmado con su trabajado sarcasmo que todo lo que pudiera hacer empeoraria la situacion, asi que como medida para abstraerme de la realidad comence a pensar en el pasado en la tierra, a imaginarme que estaba alli con mi familia, en la tierra, feliz y contento...no se como al final mi imaginacion creo a partir de esa escena un apocalipsis causado por una invasion de alieningenas reptiles...
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- HurzaComeojos
Ficha de cosechado
Nombre: Kromen Pietro (antes, Sezk)
Especie:
Habilidades: Salto, memoria y agilidad.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
30/11/11, 05:00 pm
Bueno, bueno, bueno. Perfecto, me dejan quedarme. Y Vladimir dijo que sólo me matarían si me descontrolo. Pero tú y yo sabemos que no vas a salir, ¿no es así?
Si tú lo dices...
La locura se va. Entonces me acuerdo de una cosa que le tenía que decir a Vladimir. Me acerco a él, esta vez con el semblante serio, y le susurró al oído.
-Sólo quería decirte una cosa. ¿Has visto el frasquito que tenía en las manos? Ha sacado algo de ahí. Había muchas y me parece que sólo pueden ser medicinas. Después de tomarlas la expresión de sus ojos se ha tranquilizado. Sólo eso. Imagínate que por un momento esa medicina se acabase. La superioridad numérica se acabaría. No es una amenaza ni nada por el estilo. Yo estoy contento tal y como lo has dejado, sé controlarme, otra cosa es que deje a la cosa que hay aquí dentro salir. Y créeme, la controlo yo. Pero ese chaval no puede controlarse sin su medicina. Y cuando llegue el momento, y se acabe, cosas malas sucederán.
Eso es lo que me preocupa. Yo no soy capaz de algo más que romper unos cuantos miembros a una persona. Ese chico es capaz de matar. Y si se acaban las medicinas, a la mañana siguiente alguien habrá muerto.
-Sólo eso. Hannah, Mark, Vladimir, chico loco. Voy a subir a ver qué está haciendo nuestro amigo.
Subo las escaleras y llego al estudio del que hablaban. Hay un montón de libros allí. Alphonse no se ha dado cuenta de que he llegado. Respiro hondo y salto hacia la estantería más cercana. Me siento en la parte de arriba y le miro. Está completamente absorto en uno de esos cristales. De repente, se saca sangre con uno de ellos. Salto de nuevo hacia el suelo y me dirijo hacia él. Le agarró el brazo y le aparto el cristal de la mano, tirándolo al suelo.
-¿Eres idiota o que te pasa? ¿Es que quieres suicidarte, inconsciente?
Sólo después de un rato me doy cuneta de que le cristal del suelo está brillando.
Si tú lo dices...
La locura se va. Entonces me acuerdo de una cosa que le tenía que decir a Vladimir. Me acerco a él, esta vez con el semblante serio, y le susurró al oído.
-Sólo quería decirte una cosa. ¿Has visto el frasquito que tenía en las manos? Ha sacado algo de ahí. Había muchas y me parece que sólo pueden ser medicinas. Después de tomarlas la expresión de sus ojos se ha tranquilizado. Sólo eso. Imagínate que por un momento esa medicina se acabase. La superioridad numérica se acabaría. No es una amenaza ni nada por el estilo. Yo estoy contento tal y como lo has dejado, sé controlarme, otra cosa es que deje a la cosa que hay aquí dentro salir. Y créeme, la controlo yo. Pero ese chaval no puede controlarse sin su medicina. Y cuando llegue el momento, y se acabe, cosas malas sucederán.
Eso es lo que me preocupa. Yo no soy capaz de algo más que romper unos cuantos miembros a una persona. Ese chico es capaz de matar. Y si se acaban las medicinas, a la mañana siguiente alguien habrá muerto.
-Sólo eso. Hannah, Mark, Vladimir, chico loco. Voy a subir a ver qué está haciendo nuestro amigo.
Subo las escaleras y llego al estudio del que hablaban. Hay un montón de libros allí. Alphonse no se ha dado cuenta de que he llegado. Respiro hondo y salto hacia la estantería más cercana. Me siento en la parte de arriba y le miro. Está completamente absorto en uno de esos cristales. De repente, se saca sangre con uno de ellos. Salto de nuevo hacia el suelo y me dirijo hacia él. Le agarró el brazo y le aparto el cristal de la mano, tirándolo al suelo.
-¿Eres idiota o que te pasa? ¿Es que quieres suicidarte, inconsciente?
Sólo después de un rato me doy cuneta de que le cristal del suelo está brillando.
No me saqéis de quicio.... U os mataré y me comeré vuestro páncreas.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
30/11/11, 06:20 pm
Vladimir observó cómo Sezk aceptaba y se dirigía a las escaleras, supuso que en busca de Alphonse. Sus comentarios de despedida iban a suscitar una ira por parte de Hannah que no tenía ninguna gana de soportar. Estaba bastante tenso después de lidiar con dos psicópatas homicidas, y estaba seguro de que liarse a palos con ellos habría sido más fácil que negociar y razonar con ellos. Aunque la tensión le recorría el cuerpo, su pose y expresión no varió. Estaba educado para cuidad las apariencias, sobre todo en aquellos casos, y se mantuvo estoico e inexpresivo.
Tenía muy claro que el lagarto tenía razón. Ya había llegado él a esa conclusión antes. Era evidente que aquel muchacho era un peligro mayor que Sezk. Pero necesitaban a gente con conocimientos de combate. Aquel muchacho podía significar la diferencia entre la muerte y la supervivencia ahí fuera. Él era el único que sabía usar un arma más allá del principio de “sujétala por el lado que no pincha”. Y llegado el momento, no tenía muy claro que pudiera protegerlos a todos él solo.
Sabía que debería tener un ojo avizor, estar más alerta que de costumbre. Si no se terminaba de fiar de sus compañeros primigenios, aún menos de aquel psicótico. Mientras tuviera pastillas, no habría problemas. Pero debería plantearse qué hacer cuando estas faltaran. Se basaba en el hecho de que no encontrarían pastillas, guiado por su intuición fatalista nada desencaminada. Quizás lo mejor fuera acabar con él cuando perdiera finalmente los estribos, pero nadie le aseguraba que el que acabara cortado en rodajas al final no fuera él. Debía de haber un método para tranquilizarlo…
Pero si no lo había…
No quedaría otra alternativa.
-Subamos al estudio- sugirió estoico y sin expresión.
No esperó a ver si los demás le hacían caso, y ascendió por las escaleras mientras enfundaba de nuevo la cimitarra a su espalda. Había ignorado el arrebato del señor Blanc cuando había irrumpido por la ventana gritando embargado por un repentino ataque de la ya bautizada por el conde: “peste de la gilipollez galopante”. Esperaba que hubiese descubierto algo de utilidad, sentado cómodamente en su estudio, mientras él encaraba a dos monstruos psicópatas.
No era su día, eso estaba claro. Esperaba que al menos este pasara rápido.
Abrió la puerta con una mano, con fuerza pero sin dar un portazo (hubiera sido un terrible síntoma de mala educación que lo hubiera hecho). Observó al lagarto y al señor Blanc, que tenía un ligero corte en el antebrazo izquierdo, en una zona no comprometedora. Ambos estaban absortos observando una caja llena de cristales, que ahora brillaban en su interior cómo una macro orgía de luciérnagas con sobredosis de speed.
No necesitó demasiado tiempo para comprender el ya familiar proceso. Él chico se cortaba, rociaba con su sangre los cristales y estos últimos se activaban, lanzando destellos propios de una bola de discoteca de los 70’s.
Se puso a la altura del señor Blanc, observando también la caja y su reluciente contenido.
-Estoy seguro de que ha hecho un importante descubrimiento mientras nosotros debatíamos tranquilamente en el patio, señor Blanc.- dijo con tono frío y educado, pero lleno de un fino sarcasmo.- Ardo en deseos de que comparta sus descubrimientos con la comunidad para que podamos comer.
La mirada de Vladimir se clavó en la de Alphonse, educadamente expectante a recibir una respuesta del muchacho.
Tenía muy claro que el lagarto tenía razón. Ya había llegado él a esa conclusión antes. Era evidente que aquel muchacho era un peligro mayor que Sezk. Pero necesitaban a gente con conocimientos de combate. Aquel muchacho podía significar la diferencia entre la muerte y la supervivencia ahí fuera. Él era el único que sabía usar un arma más allá del principio de “sujétala por el lado que no pincha”. Y llegado el momento, no tenía muy claro que pudiera protegerlos a todos él solo.
Sabía que debería tener un ojo avizor, estar más alerta que de costumbre. Si no se terminaba de fiar de sus compañeros primigenios, aún menos de aquel psicótico. Mientras tuviera pastillas, no habría problemas. Pero debería plantearse qué hacer cuando estas faltaran. Se basaba en el hecho de que no encontrarían pastillas, guiado por su intuición fatalista nada desencaminada. Quizás lo mejor fuera acabar con él cuando perdiera finalmente los estribos, pero nadie le aseguraba que el que acabara cortado en rodajas al final no fuera él. Debía de haber un método para tranquilizarlo…
Pero si no lo había…
No quedaría otra alternativa.
-Subamos al estudio- sugirió estoico y sin expresión.
No esperó a ver si los demás le hacían caso, y ascendió por las escaleras mientras enfundaba de nuevo la cimitarra a su espalda. Había ignorado el arrebato del señor Blanc cuando había irrumpido por la ventana gritando embargado por un repentino ataque de la ya bautizada por el conde: “peste de la gilipollez galopante”. Esperaba que hubiese descubierto algo de utilidad, sentado cómodamente en su estudio, mientras él encaraba a dos monstruos psicópatas.
No era su día, eso estaba claro. Esperaba que al menos este pasara rápido.
Abrió la puerta con una mano, con fuerza pero sin dar un portazo (hubiera sido un terrible síntoma de mala educación que lo hubiera hecho). Observó al lagarto y al señor Blanc, que tenía un ligero corte en el antebrazo izquierdo, en una zona no comprometedora. Ambos estaban absortos observando una caja llena de cristales, que ahora brillaban en su interior cómo una macro orgía de luciérnagas con sobredosis de speed.
No necesitó demasiado tiempo para comprender el ya familiar proceso. Él chico se cortaba, rociaba con su sangre los cristales y estos últimos se activaban, lanzando destellos propios de una bola de discoteca de los 70’s.
Se puso a la altura del señor Blanc, observando también la caja y su reluciente contenido.
-Estoy seguro de que ha hecho un importante descubrimiento mientras nosotros debatíamos tranquilamente en el patio, señor Blanc.- dijo con tono frío y educado, pero lleno de un fino sarcasmo.- Ardo en deseos de que comparta sus descubrimientos con la comunidad para que podamos comer.
La mirada de Vladimir se clavó en la de Alphonse, educadamente expectante a recibir una respuesta del muchacho.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Fundador
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
30/11/11, 07:12 pm
Algo sonaba en el piso superior. En la azotea o, mejor dicho, la nueva azote, constituida por un gigantesco esqueleto, Dee lanzaba unas pequeñas hojas contra una de las costillas, que no llegaba a rozar el suelo. Podía ver como sobre la cabeza del cadáver, a diez metros de altura, unos ojillos codiciosos la observaban. No era probable que seres mínimamente inteligentes se interpusiesen entre un tirador y su objetivo. Se aseguró de estar cerca de la entrada de todos modos. Lanzó otro fino cuchillo y volvió a acertar en la costilla.
No era muy dificil a seis metros de distancia. Decidió probar con las dagas de la empuñadura con aro. Se agachó un momento a recoger una de ellas y cuando se levantó, no había nada clavado en su particular diana.
-¡Eh! ¡Ojalá que te cortes, bicho idiota!
La inquietante respuesta le hizo pensar en la risa burlona de una hiena frente a un animal moribundo, pese a que no se parecía en nada. Recogió todo. <<Este lugar es horrible. Estúpidos pajarracos. Debería tirarles una piedra. Bah, seguro que fallo y encima quedo mal, pero bueno, aún me quedan otras cuatro estrellas de esas...>>
Bajando a la segunda planta, escuchó a alguien hablando. Fue consciente del hambre que había acumulado en cuanto escuchó la palabra "comida". Esperaba que hubiese algo para comer.
-¿Habláis de comida? ¿Qué habéis traido hoy? ¿Puedo comer con vosotros? -preguntó sin consideración alguna por lo que acababa de interrumpir. <<Dos tios solos aquí. ¿Será que...? Nah, jaja.>> Si los conocía tan bien como creía, sabía que uno no diría nada (soy yo, al fin y al cabo) y el otro haría como si no le importase.
No era muy dificil a seis metros de distancia. Decidió probar con las dagas de la empuñadura con aro. Se agachó un momento a recoger una de ellas y cuando se levantó, no había nada clavado en su particular diana.
-¡Eh! ¡Ojalá que te cortes, bicho idiota!
La inquietante respuesta le hizo pensar en la risa burlona de una hiena frente a un animal moribundo, pese a que no se parecía en nada. Recogió todo. <<Este lugar es horrible. Estúpidos pajarracos. Debería tirarles una piedra. Bah, seguro que fallo y encima quedo mal, pero bueno, aún me quedan otras cuatro estrellas de esas...>>
Bajando a la segunda planta, escuchó a alguien hablando. Fue consciente del hambre que había acumulado en cuanto escuchó la palabra "comida". Esperaba que hubiese algo para comer.
-¿Habláis de comida? ¿Qué habéis traido hoy? ¿Puedo comer con vosotros? -preguntó sin consideración alguna por lo que acababa de interrumpir. <<Dos tios solos aquí. ¿Será que...? Nah, jaja.>> Si los conocía tan bien como creía, sabía que uno no diría nada (soy yo, al fin y al cabo) y el otro haría como si no le importase.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
30/11/11, 08:12 pm
¿Que habia dicho el lagarto que cuando hablaba solamente me estresaba un poco mas?Si, era verdad, el chico habia estado tomandose pastillas todo el rato, pero hasta ahora no habia caido en la cuenta de que eso era lo que le esabilizaba, cuando me habia acercado a el, habia notado algo raro si, pero ahora lo sabia con certeza, ese chico era peligroso...
Me pare a reflexionar un momento,vale, era peligroso, pero no, el era una persona como nosotros, no podiamos dejarlo a sus anchas por Rocavarancolia con el peligro de que muriera, no, me negaba en rotundo,si era necesario le encanedariamos cuando hubiera peligro, pero no iba a quedarme parado viendo morir a otra persona, no, el se quedaba aqui, peligroso o no....
Vlad sugirio subir al estudio...estaba de acuerdo, antes Alphonse se habia marchado asi, por la cara, sin decir nada, pero bueno, sus razones tendria...
Asenti con la cabeza y le segui.
Una vez alli vi a Alphonse desangrandose con el cristal para encenderlo, ¿Que estaba haciendo? Si queria hacerlo podia habernos pedido ayuda o habernos esperado, no debia perder tanta energia....
-Alphonse, la proxima vez esperanos, no tienes que esforzarte tanto, te habras hecho demasiado daño...-dije
Luego me fije en el, por la expresion de su cara podia afirmar que habia descubierto algo, estaba ansioso por saber lo que era
-¿Que has descubierto-dije mirandolo atentamente
Me pare a reflexionar un momento,vale, era peligroso, pero no, el era una persona como nosotros, no podiamos dejarlo a sus anchas por Rocavarancolia con el peligro de que muriera, no, me negaba en rotundo,si era necesario le encanedariamos cuando hubiera peligro, pero no iba a quedarme parado viendo morir a otra persona, no, el se quedaba aqui, peligroso o no....
Vlad sugirio subir al estudio...estaba de acuerdo, antes Alphonse se habia marchado asi, por la cara, sin decir nada, pero bueno, sus razones tendria...
Asenti con la cabeza y le segui.
Una vez alli vi a Alphonse desangrandose con el cristal para encenderlo, ¿Que estaba haciendo? Si queria hacerlo podia habernos pedido ayuda o habernos esperado, no debia perder tanta energia....
-Alphonse, la proxima vez esperanos, no tienes que esforzarte tanto, te habras hecho demasiado daño...-dije
Luego me fije en el, por la expresion de su cara podia afirmar que habia descubierto algo, estaba ansioso por saber lo que era
-¿Que has descubierto-dije mirandolo atentamente
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
30/11/11, 09:03 pm
Toima se estiró. Un brillo se dejó ver en la manga y el ulterano se apuró a taparlo. No le convendria ir enseñando su arsenal así porque si. Miró alrededor y las ovejas fueron tras el conde. Suspiró y se crujio el cuello.
-No hace falta que me contesteis, ingratos. Pero puede que mi habilidad con los cuchillos falle en el momento preciso que más la necesiteis.-echó la cabeza hacia atrás y rió con varias cacofonias hasta que dejó de hacerle gracia y entonces subio escaleras arriba, para investigar por su cuenta pero se dio cuenta como todos se habian congregado en una sala y estaban bastante alarmados. Si bien fruto de la curiosidad o por otra razón extraña, Toima se dejó caer y sus ojos se desorbitaron cuando vio la sangre.
-Oi oi oi...vaya fiestecita te has montado aquí tu solo...-le reprendio con una sonrisa macabra. Se inclinó y cogio algo de sangre del suelo. Notó su calor, su olor, su textura.-Así que asi es como aparenta vuestra sangre...Roja como el amanecer...me gusta...-se introdujo los dedos en la boca y paladeó el sabor.-Menos metálica y más dulzona...No. Ya no me gusta.-dijo y puso una muesca de asco. Ante la mirada sorprendida de los presentes salvo quizas, el conde o el lagarto, él levantó la mirada y se fijó en el objeto que les habia reunido ahí. Unos pequeños cristalitos emitian una luz tenue. Toima no sabia a que venia tanto revuelo por unas lucecitas pero, si algo le habia enseñado la experiencia era que lo que estaba viviendo no era normal y que no lo sabia todo. Se quedó mirando con un moderado interés a los cristales y luego a Alphonse, esperando la respuesta.
-No hace falta que me contesteis, ingratos. Pero puede que mi habilidad con los cuchillos falle en el momento preciso que más la necesiteis.-echó la cabeza hacia atrás y rió con varias cacofonias hasta que dejó de hacerle gracia y entonces subio escaleras arriba, para investigar por su cuenta pero se dio cuenta como todos se habian congregado en una sala y estaban bastante alarmados. Si bien fruto de la curiosidad o por otra razón extraña, Toima se dejó caer y sus ojos se desorbitaron cuando vio la sangre.
-Oi oi oi...vaya fiestecita te has montado aquí tu solo...-le reprendio con una sonrisa macabra. Se inclinó y cogio algo de sangre del suelo. Notó su calor, su olor, su textura.-Así que asi es como aparenta vuestra sangre...Roja como el amanecer...me gusta...-se introdujo los dedos en la boca y paladeó el sabor.-Menos metálica y más dulzona...No. Ya no me gusta.-dijo y puso una muesca de asco. Ante la mirada sorprendida de los presentes salvo quizas, el conde o el lagarto, él levantó la mirada y se fijó en el objeto que les habia reunido ahí. Unos pequeños cristalitos emitian una luz tenue. Toima no sabia a que venia tanto revuelo por unas lucecitas pero, si algo le habia enseñado la experiencia era que lo que estaba viviendo no era normal y que no lo sabia todo. Se quedó mirando con un moderado interés a los cristales y luego a Alphonse, esperando la respuesta.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
30/11/11, 09:31 pm
-Pues el... los... funcionan...
Algo me dice que debería intentar tranquilizarme. Posiblemente tenga algo que ver con ese intento de frase con un resultado tan impreciso. Todo el mundo se ha reunido alrededor de la caja de los cristales recién encendidos, preguntándome por qué estoy tan alterado o qué he descubierto, según quien pregunte. Que interés tan repentino. Me hace sentir ligeramente incómodo.
-Los cristales funcionan...-digo, esta vez esforzándome por ordenar las palabras.-...a modo de baterías. Baterías, pilas, acumuladores, contenedores mágicos. Eso es lo que son.
Alcanzo un cristal del montón y lo levanto. Está tintado de verde claro. Supuestamente se está cargando en estos instantes.
-Pero no sé con seguridad en qué se puede invertir esta energía. Quizás se utilicen para cargar otros objetos mágicos, o...
No, no creo. Sería demasiado bueno para ser verdad. Claro que en esta ciudad todo ha resultado ser una sorpresa, así que no sé por qué no podría ser posible.
-O puede que podamos manipular la energía de una forma más directa. Tenemos el poder al alcance de nuestras manos. Magia.-magia, como dijo Vlad hace unos minutos en esta misma sala.- Ahora solo queda saber cómo aplicar esta energía. ¿Se trata de comandos mentales? ¿Algún tipo de ritual? ¿Los clásicos hechizos con componentes somático y oral, o, en cambio, se trata de canalización por componentes? Puede que sea algo en lo que no haya pensado hasta ahora. No sé, no sé, hay tantas posibilidades... Si tengo que ir probando, no llegaré nunca a la solución...
Cualquier tipo de ayuda me vendría de perlas en esta situación. Material teórico de estudio. Libros. ¿Libros? ¡Grimorios! Puede que esos tres libros de la mesa tengan algo que ver, o que traten temas completamente distintos. Pero, puesto que no tenemos forma de traducir su contenido, no creo que nos sirvan de mucho.
Algo me dice que debería intentar tranquilizarme. Posiblemente tenga algo que ver con ese intento de frase con un resultado tan impreciso. Todo el mundo se ha reunido alrededor de la caja de los cristales recién encendidos, preguntándome por qué estoy tan alterado o qué he descubierto, según quien pregunte. Que interés tan repentino. Me hace sentir ligeramente incómodo.
-Los cristales funcionan...-digo, esta vez esforzándome por ordenar las palabras.-...a modo de baterías. Baterías, pilas, acumuladores, contenedores mágicos. Eso es lo que son.
Alcanzo un cristal del montón y lo levanto. Está tintado de verde claro. Supuestamente se está cargando en estos instantes.
-Pero no sé con seguridad en qué se puede invertir esta energía. Quizás se utilicen para cargar otros objetos mágicos, o...
No, no creo. Sería demasiado bueno para ser verdad. Claro que en esta ciudad todo ha resultado ser una sorpresa, así que no sé por qué no podría ser posible.
-O puede que podamos manipular la energía de una forma más directa. Tenemos el poder al alcance de nuestras manos. Magia.-magia, como dijo Vlad hace unos minutos en esta misma sala.- Ahora solo queda saber cómo aplicar esta energía. ¿Se trata de comandos mentales? ¿Algún tipo de ritual? ¿Los clásicos hechizos con componentes somático y oral, o, en cambio, se trata de canalización por componentes? Puede que sea algo en lo que no haya pensado hasta ahora. No sé, no sé, hay tantas posibilidades... Si tengo que ir probando, no llegaré nunca a la solución...
Cualquier tipo de ayuda me vendría de perlas en esta situación. Material teórico de estudio. Libros. ¿Libros? ¡Grimorios! Puede que esos tres libros de la mesa tengan algo que ver, o que traten temas completamente distintos. Pero, puesto que no tenemos forma de traducir su contenido, no creo que nos sirvan de mucho.
- Martalar
Ficha de cosechado
Nombre: Hannah Lahey
Especie:
Habilidades: Vista de lince, automotivación y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
01/12/11, 03:35 pm
Cuando continúa la pelea, Alphonse se escabulle. Sí,quizás sea un manitas y eso le quite de ser inútil, pero, ¡será cobarde...! Al menos Mark intenta dar la cara, aunque lo haga entre tartamudeos y casi lágrimas...
Sin embargo, la discusión termina poco después. Y el resultado está claro: tenemos dos nuevos aliados.
Subimos entonces al estudio, en el que está Alphonse, eufórico. Hay un cristal en el suelo brillando. Sin embargo, eso no es lo que me llama la atención. Alphonse tiene todo el brazo rajado y cubierto por un hilo de sangre que se desliza sobre él, goteando cerca del cristal.
Sezk le llama la atención sobre el hecho de que su brazo cada vez esté más teñido de rojo, y, sin embargo, yo soy más práctica.
Mientras que Alphonse explica su descubrimiento, que escucho como si estuviese en otro lado, voy en busca de unos de los baules que encontramos durante la limpieza. Y, revolviendo entre ropa, encuentro una camiseta bastante vieja, que puedo desgarrar con facilidad. Entonces, agarrando el brazo de Alphonse intentando no hacerle daño, uso uno de los trozos de tela para limpiar la sangre. Después, lo aprieto contra la herida con la intención de frenar la hemorragia, mientras uso el otro trozo para evitar que se caiga.
-¿Sabías que por muchas cosas que descubras no vas a poder aplicarlas si vas por ahí donando tu sangre al suelo con tanta generosidad? -pregunto, con brusquedad.
Sin embargo, aunque no quiera admitirlo, al oír hablar de la magia también he sentido como si algo se removiese en mi estómago... Bah. Intento apartar esta sensación. Al fin y al cabo, dudo que funcione. Es más: dudo de la existencia de la magia.
Sin embargo, la discusión termina poco después. Y el resultado está claro: tenemos dos nuevos aliados.
Subimos entonces al estudio, en el que está Alphonse, eufórico. Hay un cristal en el suelo brillando. Sin embargo, eso no es lo que me llama la atención. Alphonse tiene todo el brazo rajado y cubierto por un hilo de sangre que se desliza sobre él, goteando cerca del cristal.
Sezk le llama la atención sobre el hecho de que su brazo cada vez esté más teñido de rojo, y, sin embargo, yo soy más práctica.
Mientras que Alphonse explica su descubrimiento, que escucho como si estuviese en otro lado, voy en busca de unos de los baules que encontramos durante la limpieza. Y, revolviendo entre ropa, encuentro una camiseta bastante vieja, que puedo desgarrar con facilidad. Entonces, agarrando el brazo de Alphonse intentando no hacerle daño, uso uno de los trozos de tela para limpiar la sangre. Después, lo aprieto contra la herida con la intención de frenar la hemorragia, mientras uso el otro trozo para evitar que se caiga.
-¿Sabías que por muchas cosas que descubras no vas a poder aplicarlas si vas por ahí donando tu sangre al suelo con tanta generosidad? -pregunto, con brusquedad.
Sin embargo, aunque no quiera admitirlo, al oír hablar de la magia también he sentido como si algo se removiese en mi estómago... Bah. Intento apartar esta sensación. Al fin y al cabo, dudo que funcione. Es más: dudo de la existencia de la magia.
El descenso hecho de desesperaciones y sin logros realiza un nuevo despertar que es un reverso de la desesperación.
Por lo que no podemos lograr, lo que se niega al amor, lo que hemos perdido en la anticipación... sigue un descenso, infinito e indestructible.
- HurzaComeojos
Ficha de cosechado
Nombre: Kromen Pietro (antes, Sezk)
Especie:
Habilidades: Salto, memoria y agilidad.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
01/12/11, 05:52 pm
-Ya, ya. Creo que la chica malhumorada tiene razón, aunque puede que nos ayudes mucho con tu desangre, no queremos perderte.
Me quito la cinta verde de la cintura y las lanzas con ella. Las dejo encima de la mesa y me fijo en los libros a los que Alphonse ha dirigido una mirada. Son tres y supongo que servirán para hacer magia. ¡Pero qué estoy diciendo, la magia no existe!
-¿Funcionan esos cristales sólo con tú sangre? Da igual.
Sin esperar respuesta, cojo uno de los que hay tirados en la mesa y me hago un corte con él. La sangre me sale a chorros, pero el cristal se pone a brillar. Lo observo sin emoción alguna y después se lo tiro al regazo.
-Ya tienes a alguien con quién cargarlos. Supongo que funcionarán con la sangre de todos, pero bueno, no sé...
Después cojo la cinta verde y me la ato alrededor del brazo para frenar la hemorragia. La sangre que caía antes por el brazo la lamo. No quiero tener que limpiar nada. Después me dirijo a una de las estanterías. Si es verdad que puede hacer magia, nos vendría bien una ayuda para conseguir provisiones y demás, digo yo.
-Rocavarancolia... -espero que estos libros tengan algo sobre la ciudad. Porque si no, vamos a permanecer todo el tiempo ignorantes sobre esta ciudad. Después cojo otros libros en los que vislumbro la misma palabra, a ver si alguno me sirve de algo-. Os recomendaría que cogiéseis alguno y hagáis igual. Podríamos morir si no nos informamos algo, ¿no creéis? Por cierto, dos cosas: si os preguntáis algo sobre por qué me comporto de repente así, preguntádselo a Vladimir. Y, señorita Hannah, Alphonse no es un niño pequeño, creo que lo de la hemorragia sobraba, podía haberlo hecho él mismo. Si me necesitáis, estoy en la armería.
Me doy la vuelta, antes de coger mis cosas de la mesa y los libros, y bajo al sótano, a la armería. Lo de Vladimir era porque sé muy bien que sabe leer las expresiones de un rostro. Y él ha delegado su "confianza", si es que se le puede llamar así, en mí. Voy a intentar no defraudarle.
Me quito la cinta verde de la cintura y las lanzas con ella. Las dejo encima de la mesa y me fijo en los libros a los que Alphonse ha dirigido una mirada. Son tres y supongo que servirán para hacer magia. ¡Pero qué estoy diciendo, la magia no existe!
-¿Funcionan esos cristales sólo con tú sangre? Da igual.
Sin esperar respuesta, cojo uno de los que hay tirados en la mesa y me hago un corte con él. La sangre me sale a chorros, pero el cristal se pone a brillar. Lo observo sin emoción alguna y después se lo tiro al regazo.
-Ya tienes a alguien con quién cargarlos. Supongo que funcionarán con la sangre de todos, pero bueno, no sé...
Después cojo la cinta verde y me la ato alrededor del brazo para frenar la hemorragia. La sangre que caía antes por el brazo la lamo. No quiero tener que limpiar nada. Después me dirijo a una de las estanterías. Si es verdad que puede hacer magia, nos vendría bien una ayuda para conseguir provisiones y demás, digo yo.
-Rocavarancolia... -espero que estos libros tengan algo sobre la ciudad. Porque si no, vamos a permanecer todo el tiempo ignorantes sobre esta ciudad. Después cojo otros libros en los que vislumbro la misma palabra, a ver si alguno me sirve de algo-. Os recomendaría que cogiéseis alguno y hagáis igual. Podríamos morir si no nos informamos algo, ¿no creéis? Por cierto, dos cosas: si os preguntáis algo sobre por qué me comporto de repente así, preguntádselo a Vladimir. Y, señorita Hannah, Alphonse no es un niño pequeño, creo que lo de la hemorragia sobraba, podía haberlo hecho él mismo. Si me necesitáis, estoy en la armería.
Me doy la vuelta, antes de coger mis cosas de la mesa y los libros, y bajo al sótano, a la armería. Lo de Vladimir era porque sé muy bien que sabe leer las expresiones de un rostro. Y él ha delegado su "confianza", si es que se le puede llamar así, en mí. Voy a intentar no defraudarle.
No me saqéis de quicio.... U os mataré y me comeré vuestro páncreas.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
01/12/11, 07:56 pm
No hay libros legibles en el Torreón, tenéis que ir a la Biblioteca para conseguirlos
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
01/12/11, 08:53 pm
Asi que eran baterias, y esas baterias...nos podrian dar magia, interesante, muy pero que pero que muy interesante, magia, nunca habia creido en ella, aunque, por otra parte siempre habia querido verla, sentirla o lo que fuera que se hacia con la magia.....
-¿Magia? ¿En serio? bueno, necesitaremos hechizos o algo¿No? Aqui hay muchos libros pero cuando fui a investigar con Noel no encontre nada relacionado con la magia...tendriamos que buscar algun lugar con libros.....que no sea este torreon....-sugeri
De repente Hannah, preocupada y con buena intencion le intenta curar la herida a Alphonse(oh, Dios, dos milagros en un dia, primero le da de comer al lagarto y luego...)viendo esa escena no pude evitar sentir algo de envidia, Hannah solo me insultaba, nunca intentaba hablar conmigo y menos ayudarme...pero, bueno, lo importante no era eso, esos dos hacian una parejaza, Hannah se preocupaba por el, mas de lo que hacia por los demas de nosotros, aunque no podia evitar esa poca envidia, estaba claro, voy a hacer que esos dos acaben juntos, no sabia como pero bueno....lo lograria
Luego de eso mire al lagarto, comenzo a cortarse para recargar el cristal, y parecio no importarle....
No fui capaz de decirle nada, pero si los cristales se tenian que cargar asi, yo tambien tendria que hacer eso, ademas de que tendriamos que ir a buscar hechizos...
-Bueno¿Y que pensais de ir a buscar los hechizos por la ciudad? Podriamos de paso ir a por comida...pero eso ya solo si quereis
Iba a proponer a Alphonse y a Hannah para ir a buscar la comida, pero no se...me daba verguenza...ademas pensarian que quiero escaquearme, nada mas lejos de la verdad, solo queria que estuvieran solos...pero...a ver, estaba en un lugar repleto de monstruos...¿¡POR QUE ESTABA PENSANDO SEMEJANTES TONTERIAS?!
-¿Magia? ¿En serio? bueno, necesitaremos hechizos o algo¿No? Aqui hay muchos libros pero cuando fui a investigar con Noel no encontre nada relacionado con la magia...tendriamos que buscar algun lugar con libros.....que no sea este torreon....-sugeri
De repente Hannah, preocupada y con buena intencion le intenta curar la herida a Alphonse(oh, Dios, dos milagros en un dia, primero le da de comer al lagarto y luego...)viendo esa escena no pude evitar sentir algo de envidia, Hannah solo me insultaba, nunca intentaba hablar conmigo y menos ayudarme...pero, bueno, lo importante no era eso, esos dos hacian una parejaza, Hannah se preocupaba por el, mas de lo que hacia por los demas de nosotros, aunque no podia evitar esa poca envidia, estaba claro, voy a hacer que esos dos acaben juntos, no sabia como pero bueno....lo lograria
Luego de eso mire al lagarto, comenzo a cortarse para recargar el cristal, y parecio no importarle....
No fui capaz de decirle nada, pero si los cristales se tenian que cargar asi, yo tambien tendria que hacer eso, ademas de que tendriamos que ir a buscar hechizos...
-Bueno¿Y que pensais de ir a buscar los hechizos por la ciudad? Podriamos de paso ir a por comida...pero eso ya solo si quereis
Iba a proponer a Alphonse y a Hannah para ir a buscar la comida, pero no se...me daba verguenza...ademas pensarian que quiero escaquearme, nada mas lejos de la verdad, solo queria que estuvieran solos...pero...a ver, estaba en un lugar repleto de monstruos...¿¡POR QUE ESTABA PENSANDO SEMEJANTES TONTERIAS?!
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
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