Torreón Maciel (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegue al torreon seguido de Hannah que extrañamente parecia preocupada por mi, pero eso ya daba igual esto era ridiculo, estaba encerrado en una pesadilla de la que no podia despertar, asi que ¿Que mas daba si me mataban o no? Asi despertaria no? JAJAJAJAJAJJAJAJA
-Asi que este es el torreon......
Entre dentro de este, estaba en un estado bastante malo, no queria imaginarme que habia pasado ahi y menos lo que iba pasar, pero que mas daba total esto era ridiculo, no podia estar pasando...o si?
-HAANNAH! Lo hemos encontrado-dije

La débil luz del sol incide sobre el escritorio a través de la estrecha ventana del estudio. Apoyo el brazo en algo punzante, lo cual me sirve para terminar de levantarme de la silla y contemplar la mesa con extrañeza. Vaya, me he clavado el pico de la tapa de uno de los libros... que molesta sensación para empezar el día. Y sin contar el dolor lumbar que me traigo con esto de dormir en cualquier parte. Según mi memoria, he dormido en una tabla de madera muy grande con mantas viejas, que no se puede considerar cama, en un montón de engranajes no muy cómodos, y ni siquiera estaba durmiendo, y entre libros encima de un escritorio. Que siestas tan extravagantes que me llevo echando últimamente.

Con el pensamiento de que posiblemente hoy tenga la suerte de dormir en una cama normal al fin, estiro brazos y piernas y dejo salir un bostezo. ¿Cuándo me dormí? Creo que fue después de que Vladimir se pasase a ver como iba el tema de los libros. Sí, justo después del incidente del patio, que pude observar desde una posición privilegiada en esta misma sala, por esa misma ventana que miro fijamente en este instante. No fue algo difícil de pasar por alto, teniendo en cuenta el jaleo que se montó abajo. Quién habría dicho que tendría lugar esa secuencia de acciones violentas en tan poco tiempo... Bueno, Caillech tenía cara de esperarse algo así.

Cierro los libros y los apilo en un pequeño montón en la esquina del escritorio en el que estaba trabajando, tomo mi lanza, que en algún momento de la noche ha debido caer al suelo, y me dirijo a paso ligero hacia el colectivo de gente que se escucha en el piso de abajo. No tuve oportunidad de comentar mi postura acerca del traslado. Alcanzo el último escalón cuando Noel ya ha terminado de hablar con Mark y ambos se dirigen al exterior. Cartas. Ha dicho de escribir cartas. Soy consciente de que intentaba ser sarcástico, pero aun así ha tocado un tema de interés para mí. Tras la marcha de los que decidan irse, trataré el tema con los que queden.

-Buenos días.-comento al salir al patio.-Cuanto tiempo, no nos vemos desde ayer por la tarde.

Si exceptuamos a Hannah, que tuvo el detalle de ir a ver qué hacía mientras todo el mundo estaba blandiendo palos y filos en el patio.

-Estuve observando el incidente desde el estudio. Me resulta una lástima vuestro deseo por marcharos, pero quizás sea lo mejor. Por mi parte, he decidido permanecer aquí. Ahora que me he familiarizado con las instalaciones y las zonas circundantes, mi sentido de la orientación no está para cambios en estos momentos.

Me quedo junto al grupo de gente del patio, esperando a quien pueda faltar. No estoy lo suficientemente despierto como para contar quienes estamos abajo y quien no.
Me llega cierta idea fugaz a la mente. Algo relacionado con Alicia y un resplandor. ¡Ah, claro! Tenía que preguntarle a Alicia por lo que llevaba en la mano. Me acerco a ella y dejo caer la cuestión.

-Alicia, ¿recuerdas lo que pasó ayer? ¿Qué fue lo que encontraste, esa cosa brillante? Al final no tuvimos la oportunidad de hablar sobre el tema, como tenía pensado.

Sonrío. El chico tiene sentido del humor. Un poco negro, pero sentido del humor al fin y al cabo.

-De dónde yo vengo cuando aceptas luchar, no te puedes echar atrás. Y encima, si el que te ha retado, se acobarda, mucho peor. Da igual que sea una "señorita" o no -susurro cuando desaparece tras la puerta.

Me echo en una pared. Qué asco de vida. La culpa fue suya, y sólo suya. Nadie le mandó a que me eligiese como pareja para practicar. Y luego encima se hace la pobre niña desgraciada. Escupo en el suelo de la mazmorra.

¿En serio la habrías matado si hubiese salido?

A lo mejor. Pero, ¿eso que más te da a ti?

Nada, nada. Tú a lo tuyo. Ya saldré yo un día de éstos y te cagarás encima de lo que soy capaz de hacer. Vete preparando.

¿Tú? Ni en broma vas a salir. Vuelve dentro.

De repente, me doy cuenta de lo que acaba de hacer. Hace unas horas la hice desparecer. Y ahora está aquí. Yo no la he dejado salir. Así que cada vez que la dejo salir se hace más fuerte. Gruño y sonrío. Una guerra acaba de empezar. Una guerra que la locura no ganará.

Alicia terminó con el entrenamiento poco después del amanecer, cuando la voz del lagarto sin cola llamó a Vlad. Se marchó después de despedirse educadamente, dejándola plantada en el patio. Sudaba, pero estaba satisfecha. Vlad no le había dejado mucha tregua, pero sus golpes siempre estaban contenidos, y no le había hecho daño de verdad. Y a pesar de haber empezado con cierta torpeza, luego había podido remontar.

Aquel era el día en el que se separaba el grupo. ¿que iba a hacer ella? Sabía que Hannah y Vlad se quedarían, y que Cail, Giz y Noel se irían. Aun no sabía nada más, pero en cualquier caso se encontraba dividida. Cail y Giz ya habían resultado útiles, y Giz le caía realmente bien. Por otro lado a Noel,... a Noel no lo quería ver en un largo tiempo. Solo de pensar en que le había llorado encima... a Alicia se le encendían las mejillas. Pero con Vlad podría continuar sus entrenamientos, y Hannah no le caía mal. Pero, pero... solo le salían peros. tenía tantas razones para irse como para quedarse. Se pasó la mano por el pelo. Se estaba frustrando. Enseguida pensó en la moneda, y solo entonces recordó que seguía vestida de blanco, ahora con la tela pegada a la piel por el sudor. A pesar de estar bastante cansada, corrió escaleras arriba. Las cosas que había sacado de su pantalón mojado estaban junto al lugar donde habia dormido aquella noche. Fue al baño en busca de su ropa, pero alguien la había tendido. ¿Quien habría sido? Cuando bajó, cambiada, resultó que ya todos estaban despiertos.
Sin perder más tiempo, lanzó la moneda. Cruz.
- Iré al otro torreón- anunció. Evitó mirar a Noel. Los demás terminaron de dar sus opiniones. Y Alphonse le preguntó por el cristal.- Cierto. Ya se lo dije a Giz ayer, es uno de los cristales que estaban en el suelo del sótano. Lo olvidé dentro del bolsillo de mi pantalón, cuando lo lavé, y cuando lo saqué me corté con él. No sé por qué se encendió, si por alguna reacción química con el agua o con la sangre, o... yo que sé, por magia. Eso me recuerda, que si me voy a marchar, quiero llevarme algunos. Yo también tengo interés en ellos.
Se quedó callada, y decidió añadir:
en cualquier caso, no os librareis de mi. Pienso regresar a menudo. Y así podemos poner en común lo que descubramos, Alphonse.-dijo amablemente. Intentaba actuar como si su llantera del día anterior nunca hubiese sucedido, y lo conseguía, al menos en aquel instante. Estaba tranquila y su voz volvía a ser suave. Sin embargo, estaba siendo más abierta que antes como si quisiera compensar su comportamiento, y resultaba raro. Agradable, pero raro.

[Sigue en Letargo]

En medio relatar el sueño Noel empezo a reir a carcajadas, no me extraña, sueño mas raro no podia haber tenido, ademas eso ee que Hannah fuera una chucha debia de haberle hecho mucha gracia.
Una vez acabe de relatar el sueño, me despedi de Noel, habia sido un buen amigo para mi en todo este tiempo, me daba pena separarme de el

-Tambien te echare de menos, llevad mucho cuidado-dije-espero que sea como el refran si-dije en parte con miedo en la voz-Espero poder visitaros algun dia, por favor id con cuidado

Tanto Caillech como Alicia y él se iban, yo no podia irme, no sabia porque pero no podia, quizas era Hannah lo que me ataba, ese pensamiento de que era buena persona y que al ser tan inprudente debia cuidarla, quizas era simplemente que sentia que debia quedarme aqui, aun y asi les echaria de menos...habian aguantado mis tartamudeos y mis tonterias..., solo queria que no les pasara nada, y con suerte, volver a verlos, no podiamos olvidar que esto era Rocavarancolia

Me gire a un lado, ahi estaba Cail, la reptil mas responsable e inteligente(por no decir uno de los unicos reptiles que hablan que he conocido) que habia conocido, tambien queria despedirme de ella

-Ya se que lo haras, pero me quedo mas tranquilo diciendotelo,por favor cuida mucho de todos-dije mirando al grupo que se iba-eres la persona mas responsable de aqui, sin añadir que tienes esa habilidad innata para sobrevivir asi que....-no dejes que nadie muera, oba a añadir-...por favor cuidales, aun y asi, acuerdate de cuidarte a ti misma, y no se que cosas hay entre esos dos lagartos y tu, pero vigila, espero que os arregleis pronto

Despues de decirle eso pensaba dirigirme a Alcia,que habia estado llorando dias ayer, poco habia hablado con ella, pero le queria desear la mejor suerte posible

-Alicia, espero que os vaya bien de verdad, pero hay algo que me preocupa, he visto que llevas una moneda en el bolsillo, sinceramente no se muy bien para que la utilizas...pero, si es para tomar decisiones, piensa tambien tu y no lo dejes todo al azar...-dije armandome de valor-...antes de que os vayais queria preguntarte una cosa...ese cristal que encontraste ayer...-antes de terminar la frase dijo que se lo habia dado a Giz, asi que la despedi mientras se iba...

Al poco rato llegan Caillech y Noel. Alicia tarda más en llegar, y por el olor, deduzco que ha estado entrenando o haciendo algún tipo de ejercicio. Mark viene tras ella y se despide de los tres. << Parece que al final seremos solo cuatro >>. Y justo cuando viene este pensamiento a mi cabeza, un chico con gafas, alto y moreno aparece por la puerta. Apenas lo recuerdo, si es que lo he visto antes, aunque realmente me cuesta diferenciar a los humanos con los que he tenido menos trato. << Uno más. Cinco >>. Pienso corrigiéndome.

-Bueno... Creo que ya va siendo hora de que marchemos-inquiero. No me gusta meter prisa, pero me asusta que se haga de noche y nos encontremos a saber qué por las calles. Está claro que este no es un sitio para entretenerse. Echo un último vistazo al edificio y me llevo las manos al cinturón, bajo el poncho. Una de ellas se aferra a la empuñadura de la espada-. Abriría yo mismo la marcha, pero desconozco el camino-me excuso y me echo a un lado dejando encabezar el paso a los que saben.

Sigue en el Torreón Letargo.

El comentario de Caillech acerca de "la cueva en el estómago" me arranca una carcajada.
-No es eso, es que vosotros coméis muy poco -digo señalándoles acusadoramente en broma-. Pero si comer es lo mejor del mundo -suspiro de forma teatral para después sonreír a Giz y Caillech.

Alphonse llegó justo en ese momento y comenta sus impresiones acerca de nuestra marcha. También dice algo de lo que no me había enterado; por lo visto Alicia había encontrado un cristal luminoso. Mis ojos se iluminan de interés y comienzo a dirigir una mirada inquisitiva a Alicia mientras ella explica su hallazgo... cuado de pronto recuerdo la vergonzosa escena que había tenido lugar la noche anterior. Noto que ella evita mirarme a la cara. Bien, a mí también me daba un poco de vergüenza, para que negarlo, por lo que agradecía que por ahora me ignorase. Sin embargo ella también vendría con nosotros había dejado la decisión al azar.Yo estaba casi seguro de que se quedaría porque parecía de las pocas que no se llevaba mal con Hannah... y también porque pensé que preferiría alejarse de mí. En fin, no es que me supusiese demasiado problema, Alicia no me caía mal al fin y al cabo. Con satisfacción veo que alguien inesperado se une a nosotros: Ethan. No había tenido ocasión de hablar demasiado con él pero por algún motivo me caía bien.

Mark se despide de nosotros y nos pide que tengamos cuidado.
-Pierde ciudado, Mark, mala hierba nunca muere -digo señalándome-. Te vendré a visitar cuando pueda, y a los demás, claro -miro de reojo a Hannah mientras lo digo y pienso que ella se alegrará de nuestra marcha.

Recuerdo lo que pensé esta mañana acerca de visitar a Sezk antes de irme. No sabía muy bien qué me impulsaba a aquello, quizás solo quisiera despedirme de él a pesar de todo o quizás fuera otra cosa. Me disculpo un momento y me dirijo a la mazmorra donde Vladimir me indicó que estaba encerrado. Bajé apresuradamente y pronto di con su celda.
-Sezk... vengo a despedirme. Lo que hiciste ayer no me gustó nada, no te quepa duda. Deberías aprender a controlarte, porque sino creo que comerás el puño de nuestro señor conde con mayor frecuencia de la deseada -le hablo con bastante seriedad, pues al fin y al cabo él había hecho daño a Cai-. A pesar de todo quería despedirme de todos vosotros, así que hasta otra... Si es que no te matan.
Dicho esto subo de nuevo y comienzo a despedirme de todos los que se quedan en el torreón. Alphonse al final me había empezado a caer bien, además hacía cosas interesantes... Creo que a él y Mark son los que más echaría de menos de este torreón. No se veía a Deianira por ningún lado así que dejé dicho que se despidieran de ella por mí, no sin añadir que si seguía haciendo cosas extrañas me lo contasen cuando tuviéramos ocasión.

Me despedí también de Elisa, a quien apenas conocía, y luego me detuve al llegar a Hannah.
-Eres muy afortunada, te libras de mi perniciosa presencia -sonrío ampliamente- En cualquier caso me despido también de tí a pesar de todo.
Realizo una exagerada reverencia que se convierte inmediatamente en mi despedida para Vladimir.
-Señor conde, seguramente nuestra marcha le sea completamente indiferente, pero estoy seguro que le parecerá de buena educación despedirse -me tuve que contener para no echarme a reír-. Cuide de estos animalitos -digo recordando el sueño de Mark- y espero ser partícipe de sus clases de esgrima en otra ocasión.

Con esto me sentí satisfecho, ya me había despedido de todos. Solamente me faltaba una última cosa por hacer y era recoger mi ropa. La doblé como pude, ahora ya estaba un poco más seca que antes, y la meti en una cesta que había encontrado en la planta baja del torreón.
-Yo también estoy listo -me dirijo a Giz-. Quien sin duda puede guiarnos bien es Caillech. Ya lo verás, tendremos que atravesar un laberinto de callejuelas infernal.

Sigue en el Torreón Letargo.

Un cristal. ¿Quiere decir uno de esos octaedros de cristal tintado que tengo en la caja del estudio? ¿Eso es lo que tanto brillaba? Reacciones químicas, sangre, agua, y una extraña, pero probable hipótesis: la magia. Un nuevo tema de investigación se muestra ante mí. Y Alicia parece tener el mismo interés que yo por el origen y propósito de esos cristales, al igual que Mark, por lo que deduzco de su pregunta. Alicia comenta el poner nuestros nuevos descubrimientos en común de vez en cuando.

-Sí, mantendremos la investigación en común. A ver que podemos sacar en claro sobre el tema.-pues estoy seguro de que Alicia pondrá en práctica métodos distintos a los míos. Es un buena forma de obtener resultados rápidamente, esto de tener varias personas trabajando simultáneamente.-Trabajaré con el tema de las posibles reacciones a distintos tipos de fluidos.

Y... se marchan. ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? Tres días, tres largos días en los que hemos sido habitantes de este torreón. Todos. Y ahora la mitad se marcha. Aun por esa escasa cantidad de tiempo, no me ha sido difícil establecer lazos de amistad, por muy leves que sean. Bueno, la única diferencia es que ahora tenemos más espacio en el torreón y que solo nos veremos... como mucho, una vez a la semana, quizás menos. Sería peligroso cruzar toda la ciudad de punta a punta repetidas veces en poco tiempo. Aun así, lo de los cristales puede aplicarse a la exploración: será más fácil hallar puntos de interés y analizar rutas seguras con dos grupos cubriendo dos zonas no superpuestas. Mayor área, mayor efectividad.
¡Tienen a Cail! Claro que estarán bien. Como para no estarlo.

Golpeo con la lanza en el suelo, provocando un sonido de eco en la planta baja del torreón, mientras observo al pequeño grupo marchar hacia, según la salida del sol, lo que parece ser el norte. El distante norte, oculto por cientos de edificios que deben haber estado en sus últimos días de integridad estructural durante varios años. Todo tiene una apariencia tan imperturbable...

-Suerte en vuestro viaje.-Les digo, aun con la certeza de que no me escucharán.-Que los dioses os asistan.

Suspiro, y me giro para contemplar las escaleras. Tras la despedida, el estudio me espera con sus puertas abiertas, y los cristales sobre la mesa. Tendré que ponerme a investigar cuanto antes. Quizás mejore mi rendimiento si alguien me ayuda, pero no quiero forzar a nadie a hacerlo. Dejaré el tema convenientemente en el aire, a la espera de algún voluntario.

-Estaré en el estudio, si alguien quiere colaborar en la investigación.-comento de forma aparentemente casual, mientras subo las escaleras.

También tendremos que estar atentos a la llamada de las bañeras. No me gustaría perder la oportunidad de traer algunas cestas de suministros. Ah, y tengo que recordar que esta noche tengo que dormir de una vez en una cama, ni encima de libros, ni de engranajes, ni de tablas de madera.

Cuando noto que la mayoría ya se ha levantado, noto que mi respiración ya se ha normalizado. Así que, tras frotarme los ojos nuevamente, desciendo a la planta baja.
Todos los que se marchan estan ya listos. Entre ellos están los dos lagartos, Noel, Alicia... Un momento. Mi mirada se detiene en Alicia. Vaya, era una de las únicas personas con un poco de carácter y resulta que se iba... Discretamente, me acerco a ella.
- Confío en ti para mantenerlos a raya - susurro. No sé si lo ha pillado, pero me da igual.
Entonces, Noel se acerca para despedirse.
- Cierto, me libro de ella -le contesto, sonriendo. Me doy cuenta de que es la única vez que le he sonreido sin pizca de ironía. Supongo que él mismo es capaz de notar el sarcasmo en mi voz.
Y, finalmente, murmuro:
- Que os vaya bien. -Aunque no llego a saber quien me ha escuchado y quien no.
Cuando se van, una calma enfermiza recae sobre el torreón. Miro alrededor. ¿Mark se queda? Vaya... Me lo voy a pasar mejor de lo que esperaba.
Sin embargo, no soporto estar de brazos cruzados, esperando a ver que pasará. Así que cuando Alphonse sube, aunque mi interés por los cristales sea realmente inexistente, subo tras él, aunque sea simplemente por hacer algo.
- Voy contigo -digo, siguiéndole con cansancio.

Los humanos fueron despertándose y, uno por uno, se acercaron a nosotros para dejarnos claro lo que ellos harían a continuación. Ir o no ir. Estaba claro que Noel, Giz y yo si, que Mark, Alphonse, Hannah (cosa que no me importó), Vlad y supongo los demás no vendrían pues ni siquiera los había visto. Entonces vino Alicia, quien tirando una especie de circulito pequeño al aire decidió que se iría con nosotros al otro torreón. Bien eramos cuatro por ahora. No, espera cinco, un humano con el que no había tenido ningún contacto apareció derrepente. Me sorprendió, que los humanos con los que había tenido trato viniese lo comprendía, pero yo había supuesto que los humanos que no me hablaban era o porque no confiaban en mi aún pese haberles traido alimentos o porque mi aspecto de asreniana les daba miedo. Si era por eso, si yo fuera él no hubiese venido con nosotros habiendo dos de nosotros en este grupito. A menos que... si, era posible que fuera por eso, que se fuera porque temía más a Sezk, un loco Ranta, que a nosotros, los cuales eramos por lo menos seres racionales con los que sabes que podras hablar sin que te saltemos al cuello. Siempre y cuanto no nos ataquen, eso también había que decirlo.

Piedras luminosas. ¿Que sería eso de lo que estaban hablando Alicia y Alphonse? ¿Un mecanismo para dar luz en la oscuridad absoluta? ¿Funcionaría con agua o como suponía Alicia lo que le daba vida algo tan típico de Ranta como la sangre? Vale, ya habían picado mi curiosidad. Quería saber lo que estaba sucediendo con esas piedras luminosas como fueran y me alegró que Alicia llevase unos cuantos de ellos para seguir investigando. Además había quedado que Alpgonse y ella seguirian manteniendo el contacto para intercambiar conocimientos. Eso estaba muy bien. Podría ser muy útil.

Entonces fue tiempo de despedidas, pues ya estabamos todos los que partiriamos en una aventura que nos alejaría por un tiempo que ni nosotros sabíamos cuan largo sería. Se mostraron, se hicieron peticiones y promesas, todos ellos una muestra de los lazos que se habían ido creando entre ellos. Es por eso que me sorprendió que Mark se acercara a mi, alguien ajena a su planeta, y me hiciese esa petición y me desease lo mejor. Me sentí un tanto un tanto incómoda, jamás nadie se había despedido de mi. Solo había conocido una despedida y dista decir que no fue como esta.

Intenté disimular mi incomodidad y confusión, aunque puede que se notase un poco.

- Esto... ya sabes que soy la mejor en, esto, ya sabes lo de la supervivencia. Si estan conmigo ni ellos, ni yo moriremos... Te lo prometo y... - aparté la mirada - gracias e igualmente - empecé a caminar con la cabeza en alto y aleteando las fosas nasales y con la lengua fuera, dispuesta a irme - Bueno es hora de irse. Que os vaya bien a todos y cuidado con el Ranta - esa fue mi despedida, se notaba que no era muy buena - Humanos y Giz, seguidme. Como dijo Noel yo os guiaré y puede ser un camino un poco largo y surtido de seres. De modo que... - le tendí el cacho de mantel a Giz, el cual nos serviría por si nos encontrábamos con el ser de la otra vez - ponte esto al cuello por seacaso y vamonos.

Enpecé a caminar olfateando, concentrada en encontrar nuestro rastro en el aire. El viento lo había hecho menguar un poco pero todavia era notable para mi. Con paso decidido abría el paso seguido por los demás.

Sigue en el Torreón Letargo.

Una vez nos despediomos de todos los que se marchaban al otro torreon me decidi a ordenar este,pero antes de ir oi como Alphonse nos propuso investigar sobre los cristales, yo estaba muy interesado en el tema, esos cristales podrian servirnos de ayudo, o quizas todo lo contrario, asi que mejor saber cuanto antes para que servian, Hannah que me miraba maliciosamente siguio a Alphonse por las escaleras al igual que yo, esa mirada me ponia los pelos de punta

Una vez en el estuvimos en el estudio donde habia libros de los mas variopintos, me dirigi a Alphonse dubitativo

-Antes cuando has hablado con Alicia, ¿ella te ha dado alguna idea de lo que pueda ser?

Me parecia a mi que no, asi que empeze a coger libros y mirar uno por uno en ellos, por desgracia en ninguno se encontraba nada parecido a esto...iba a decirle a Hannah que me ayudara, pero no parecia dispuesta a hacerlo

-Em..¿y si vamos a investigar?a lo mejor en este lugar hay algun sitio o alguien que nos de informacion sobre esto...ademas de paso podriamos coger comida...-susurre

Asciendo por las escaleras seguido de Hannah y Mark. Que grata sorpresa que se presten a colaborar con tal decisión y presteza. Estoy seguro de que hoy finalmente haré algo de provecho, nada de mecanismos rotos ni libros ilegibles, hoy me centraré en los cristales.

Abro la puerta del estudio. El que la sala sea amplia me resulta muy cómodo, pues mientras pienso no puedo permanecer quieto ni unos segundos, tengo la imperiosa necesidad de moverme. ¿Y qué había en la sala frente al estudio? La habitación pequeña con la bañera, creo recordar. El agua debería seguir ahí, algo que me convendrá recordar si planeo seguir la línea de razonamiento de Alicia. Y hablando de la línea de razonamiento de Alicia, sería también gran idea reorganizar mis propios pensamientos.

-Muy bien, aquí están los cristales.-digo, retirando la tapa de madera de la pequeña caja que se encuentra sobre el escritorio más cercano a la puerta.-Todos apagados.

"Todos apagados". Me podría haber ahorrado esa evidente obviedad. El objetivo es conseguir encender uno, analizar las condiciones en las que ocurre, y sacar conclusiones. Un plan de acción siempre agiliza las cosas.

-Alicia cree que los cristales pueden encenderse al contacto con líquidos. Y eso es lo que vamos a comprobar.-explico.- Voy a por un cubo al baño.

No tardo mucho en moverme hasta la habitación de al lado y coger un cubo que Alicia debió dejar en la esquina tras llenar la bañera. Con el cubo en mi poder, vuelvo a bajar las escaleras con rumbo al pozo del patio. Mark ha propuesto ir a buscar comida. Pero aun es pronto, y si las bañeras hubieran soltado su carga lo sabríamos. ¿Y eso de buscar a alguien que nos informe? Nos lo dejaron bien claro. Estamos solos en esto. Nada de ayuda. Aunque lo que sí he de reconocer es que podríamos explorar un poco los alrededores en busca de fuentes de información, y las mayores fuentes de información a nuestro alcance son textos escritos en este momento. Explorar en busca de algún libro que nos pueda decir algo sobre dónde nos encontramos, los seres que habitan este lugar o cualquier cosa sobre esos extraños cristales...

"La información es poder", podríamos decir.

Ya veia...Alicia pensaba que podia reaccionar a los liquidos, bueno con echarle saliva habria bastado aunque hubiera sido algo asqueroso, aun y asi Alphonse se fue a coger un cubo al baño, estaba curioso por lo que podia ser el cristal, cuando iba a cogerlo me corte con uno de sus lados, me hice una pequeña incision por la que un riachuelo de sangre fue cayendo hasta bañar el cristal

-Ayyy....

De repente el cristal comenzo a brillar con intensidad, a pesar de no ser mucha brillaba...que extraño...
Me puse a pensar, la teoria de Alicia era que podia reaccionar a los liquidos encendiendose... y por lo visto asi era...solo faltaba comprobarlo con el agua...
Por ello me quede esperando a Alphonse junto a Hannah, con la cual no mediaba palabra, quizas por verguenza o por miedo, aunque sentia pena por ella y compasion no me atrevia a hablarle.
Segui rebuscando entre los libros algo relacionado con los cristales, Hannah parecia trabajar tambien, en un acto de coraje le pregunte:

-¿Has encontrado algo?-pregunté
Despues de que me respondiera le formule otra pregunta...

-Em...a lo mejor despues vamos a buscar libros o algo parecido por la ciudad, ¿Querrias venirte con nosotros

Mediodía. La luz se desparramaba por las pequeñas ventanas de las mazmorras. Un rato después de que Vladimir saliese, Noel había entrado. Me caía bien el chico, parecía simpático. Una rata pasó a mi lado. Rápidamente, extendí el brazo y la atrapé. La cogí de la cola y me la llevé a la boca.

-Podéis estar muy buenas, pero ni en broma engañáis al hambre. Ni vosotras ni las cucarachas.

Cogí una piedra de las más afiladas del suelo.

-A falta de cuchillo, ésta es la mejor solución.

Me la clavé lentamente en el brazo. Hasta ese punto podía soportarlo. El dolor corría por mis venas como si de sangre se tratase. Claro que, el dolor combinado con el hambre es un asco. Me la fui clavando más y más a cada segundo que pasaba. Es sólo dolor. Una sensación física, como el cansancio, el sueño, el hambre. Me sentía un poco sólo, así que la dejé salir.

Deja de pensar en el hambre y en la comida, maldita sea. Que te está entrando más hambre de la que ya tienes. Y por si lo habías olvidado, si tu sientes hambre, yo me también me resiento.

Un poco más y mi brazo comenzaría a sangrar. Por allí no veía nada con lo que pudiese cortarme la hemorragia, así que tiré la piedra a un lado. Se había quedado una herida muy fea. No tenía nada que hacer, así que me puse a pegarle a la pared. Un golpe. Otro. Otro más. Mis nudillos se estaban quedando en carne viva. Me recordó a lo que hacía un compañero ranta mío, Pail. Golpeaba las rocas que encontrábamos en el desierto. Al final los nudillos se le quedaron en carne viva, comenzó sangrar, y, como no había vendas a mano, se desangró. Fue una de las muerte más patéticas que he presenciado nunca.

¿Estás pensando acaso en el suicidio por desangre? Por que si es eso, vas a quedar aún más patético de lo que ya eres. Ya veo a Vladimir encima de tu cadáver, tirándolo a los pajarito de arriba.

¿Me siento solo y así me ayudas?

Nadie te garantizó que fuese a ser amable.

Anda, vete.

Sentí cómo se removía y se escondía. Por lo menos esa vez me hizo caso. El hambre aumentaba a cada momento, así que intenté llamar a los demás, a ver si se animaban a traerme algo de comer. Aunque seguramente Vladimir les diría que no, supongo que una muerte por inanición es más cómoda que mancharse de sangre.

-¡¡¡Que alguien me traiga algo de comer, por favor!!! ¡¡Os advierto que el olor de mi cadáver no será muy agradable cuando me muera de hambre!!

Ahora sólo queda esperar a ver si alguien me trae un trocito de carne al menos. Si no muero de hambre antes, claro.

Sigo a Alphonse, notando como Mark me sigue a mí. Parece un perrito faldero... Aunque, claro, bien mirado, se podría decir que yo soy el perrito faldero de Alphonse. Me acuerdo del sueño de Mark, que escuché en parte. ¿Un perro, yo? Me cago en...
Con estos pensamientos en mente, me alejo un poco de el chico cuando comienza a hablar sobre los cristales.
Su forma tranquila y objetiva de hablar, como si explicase algo científicamente comprobado ya, me recuerda a las clases del colegio. Por ello, la situación que me resulta tan familiar me hace sentirme relajada, en paz conmigo misma desde que llegué aquí.
Sin embargo, no dejo que mis rasgos se suavicen ni un instante. Cojo uno de los cristales y comienzo a experimentar, con saliva, con agua... Cualquer cosa con tal de entretenerme e intentar no pensar más en esa sesación tan extraña que siento.
Finalmente, oigo un grito de Mark, que se corta con uno de los cristales y, al momento, este empieza a brillar.
- Todos los tontos tienen suerte -digo, poniendo los ojos en blanco teatralmente.
Tras un rato rebuscando en un libro, estoy a punto de cerrarlo, y la voz de Mark me sobresalta. Me vuelvo con tanta violencia que mi codo pasa a apenas unos centímetros de su rostro. No recordaba que estuviera tan cerca. Tengo que pensar durante unos instantes para lograr procesar lo que me está preguntando.
- Nada -respondo finalmente.
Y, ante esa segunda pregunta, sonrío irónicamente.
- No lo sé, ahora no tengo ni idea de las ganas que tendré en un rato de que me coman los monstruos. De todas formas, si finalmente voy, recuérdame que me lleve un sobrecito de ketchup... Quizás les parezca demasado sosa - Vuelvo a sonreír.
Vaya, al fin vuelvo a ser yo.
Finalmente, bastante satisfecha conmigo misma, aunque sin exteriorizarlo, desciendo a la planta baja.
Allí, oigo los gritos de Sezk, desde el sótano. Así que la mascota quiere comida...
Me acerco a donde está la cesta, y agarro un trozo de carne que hay al fondo y una pieza de fruta. Finalmente, bajo al sótano, tanteando las escaleras a ciegas con la intención de evitar una mala caída.
Cuando mis ojos se acostumbran a la luz, me acerco a su celda. Lo veo acurrucado al final y, sin prisas, muestro ambas piezas de comida.
- ¿Carne o fruta? ... Bah, da igual. -Diciendo esto, lanzo ambas al interior.- Que te aproveche.
Finalmente, subo con lentitud por las escaleras, y vuelvo a donde están Alphonse y Mark.
Aunque ni ellos ni Sezk lo sepan, en realidad agradezco a este último que haya conseguido esa paz relativa en el torreón... Bah, supongo, adaptando el dicho popular, que no hay bicho nuevo que por fuga de los lagartos no venga.

Bajo el cubo, lleno el cubo, subo el cubo. Parecía más difícil a primera vista, dado que no había visto un pozo en mi vida. En persona, quiero decir. No solía salir mucho de mi casa, ni mucho menos de la ciudad. En fin, con el agua en el cubo, lo transporto al estudio. Desde el patio veo una leve luz salir por la ventana. ¿He encendido alguna vela antes de ir a por agua? Creo que no. Lo sabría. Esa luz parece ser una buena señal en relación a nuestra investigación.

Y, efectivamente, cuando llego al estudio y dejo el cubo en el suelo compruebo que se trata de un cristal encendido por Mark.

¡Buen trabajo!-le digo. Parece ser que por el cristal corren un par de gotas de sangre.-Entonces supongo que ya no será necesario el cubo, ¿no? Definitivamente es cosa de la sangre. Lo comprobaré por mi mismo.

Sin mayor espera, tomo uno de los cristales de la caja y lo agarro con fuerza. No la suficiente fuerza como para crear una verdadera herida, pero sí como para que algunos hilillos de sangre se deslicen hasta él. Giro la mano con tal de dejar el cristal sobre la palma, para observar mejor el proceso. Vaya, al contrario de lo que creía, el cristal no es completamente sólido. Su interior parece estar hueco, y en él se halla un diminuta esfera negra. Por otro lado, la sangre, lejos de simplemente resbalar por su superficie, comienza a entrar en su interior. Es como si el cristal que recubre la esfera funcionase a modo de filtro. Es en el momento en el que la sangre llega a la esfera cuando esta comienza a brillar, aprovechando el propio cristal como lente para amplificar el brillo. Sospecho que sin el cristal todo este espectáculo de luces no sería tan espectacular. La luz es cambiante y caprichosa.

-Fascinante.-me limito a susurrar. Es un buen comienzo.

Con la mano libre alcanzo otro de los cristales sin encender de la caja y comparo. Ningún cambio destacable, si exceptuamos la luz que emana el primero. Resuelto el tema del cómo, queda el qué y el cuándo. El cristal se enciende con sangre. ¿Qué es lo que hace que el cristal produzca luz, y cuál es la duración del efecto? Tendré que esperar entonces, y con suerte, la respuesta a la segunda pregunta me dará alguna pista sobre la primera.

Si voy a tener que esperar, prefiero hacerlo cómodo, así que me siento en la silla mientras sigo contemplando la luz del cristal. Juraría que el que llevaba Alicia ayer en la mano brillaba más que los dos que tenemos aquí...

Las respuestas sarcasticas de Hannah no eran tan malintencionadas como de costumbre, pero se podia vislumbrar malicia en ellas, esa chica....seguro que le pasaba algo, queria preguntarselo, pero seguramente me recibiria con un grito, y no teniamos ni un minimo de confianza entre nosotros...bueno ahora no era el momento para hablar con ella, deje de mirarla y me concentre en el cristal...
Al momento Alphonse entro por la puerta, me habia felicitado..., sonrei como un tonto, casi nadie me habia felicitado en esta vida, todo lo hacia mal y era un torpe, aunque este logro tambien habia ocurrido por mi torpeza me senria feliz.

-Gracias-murmure-Pero..bueno..es solo una conjetura...pero el cristal puede ser quizas un ser vivo, se alimenta de sangre...como los vampiros..puede sonar ridiculo, pero a ver yo nunca he visto un cristal absorber sangre...a lo mejor solo es un cristal y no esta vivo pero esta claro que necesita sangre para algo y sospecho que ese algo no es solo brillar

Un cristal absorbe sangre no me daba muy buenas vibraciones, esto era Rocavarancolia y podiamos morir, bueno, al menos el cristal nos serviria de lampara...
Alphonse parecia dispuesto a esperar a que el cristal se apagara y cronometrar el tiempo en el que tardaba en apagarse.

-Esto...yo mientras esperamos me voy a ir a emtrenar...recordad que nos dijeron que podriamos morir...y esto esta muy calmado, yo vuando fui al otro torreom vi a un momstruo con mis propios ojos...no me extrañaria que se colaran aqui dentro...asi que quiero estar preparado por si entran...-yo..no quiero que nadie muera, quise añadir, pero no lo hice...-si alguien quiere venirse-dije mirando de reojo a Hannah

Sabia que Alphonse no se iba a venir, estaba enfrascado en la investigacion, y se lo agradecia muchisimo, pero tambien teniamos que prepararnos para batallas venideras, pero en esas batallas...yo...no sere capaz...no, bueno...no debia pensar en ello...
Baje por las escaleras hasta llegar al patio donde cogiendo mi espada comence a dar torpes estocadas al aire, se que mi tecnica asi no mejoraria, pero seguro que mi fuerza si, y asi podria mover la mandoble con mas agilidad
Primero di una estocada de arriba abajo,uego a la derecha, luego a la izquierda, y para acabar hacia el frente, hacia el centro, repeti esta serie de repeticiones hasta que mis brazos quedaron molidos
Una vez acabe subi a ver si ya habian acabado...olia mal estaba claro, aunque por suerte yo pocas veces sudaba y mi olor corporal tampoco erammuy fuerte..aun y asi me separe un poco de ellos para que no lo notaran, luego me tendria que dar una ducha

-¿Ya se ha apagado? ¿habeis descubierto algo?

Aquel chico se obligó a arrastrase por la calle. Aquello era la mayor mierda en la que se habia metido en toda su vida. Aquel hombre le habia engañado y no se iba a olvidar se él.. De no ser por las putas ratas de antes...
Cogio un trozo de tela y lo cortó con ayuda de uno de sus cuchillos. Se vendó el brazo y cerró la hemorragia que se habia hecho al escapar. Habia ido de edificio en edificio buscando cosas útiles porque hasta ahora, no habia encontrado nada de comida y tenia que ser previsivo. Una música sonaba en su cabeza, como era costumbre gracias a las pastillas que se habia tomado. El chico ni si quiera sabia que era la música. Simplemente sabia que él era el único que la oia. A lo lejos vio una torre que se alzaba frente a los demças edificios. No estaba en el mejor de los estados pero por lo menos era más decente que los demás edificios que habia visto.
Mientras se acercaba al edificio recordó lo que habia pasado los últimos días. Aquella fuente extraña que le borró su lengua y el significado de su nombre. Las criaturas y sobre todo, alienigenas. Habia seres que no eran Ulteranos como él. Era una ciudad de locos y a él le venia como anillo al dedo. Río con una cacofonía sin saber muy bien porque. Los efectos de la pastilla se estaban llendo lentamente. Atravesó el muro por la entrada y cruzó el patio. La estatua del pajaro le hizo adoptar una mueca ante su grotequidad y llegó a la puerta que no estaba muy asegurada. No le costó mucho forzarla con un cuchillo y la abrío de par en par.
-Mierda.-fue lo unico que dijo entonces puesto que pudo apreciar por muchos detalles como aquel sitio estaba en verdad habitado. Andó con cuidado y atravesó el umbral. Cerró la puerta con sigilo y atravesó la estancia. Observaba todos los detalles. Cada recoveco, cada esquina, cada pared, con el cuchillo en mano y la otra sobre los demás. Llegó a lo que parecia una cocina y, ahí , en unas cestas encontró comida. Llenó los bolsillos de su pantalón y sudadera con todo lo que pudo. Esperaba que nadie se diera cuenta de su presencia ahí o tendria que salir por patas.

EDIT: Quitado el link por incongruencia.