Torreón Maciel (Archivo II)
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HurzaComeojos
Soñador
Yber
Vlad
Giniroryu
Alicia
Shylver
Martalar
Caillech
Sevent
14 participantes
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Torreón Maciel (Archivo II)
05/11/11, 11:42 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Llegue al torreon seguido de Hannah que extrañamente parecia preocupada por mi, pero eso ya daba igual esto era ridiculo, estaba encerrado en una pesadilla de la que no podia despertar, asi que ¿Que mas daba si me mataban o no? Asi despertaria no? JAJAJAJAJAJJAJAJA
-Asi que este es el torreon......
Entre dentro de este, estaba en un estado bastante malo, no queria imaginarme que habia pasado ahi y menos lo que iba pasar, pero que mas daba total esto era ridiculo, no podia estar pasando...o si?
-HAANNAH! Lo hemos encontrado-dije
Llegue al torreon seguido de Hannah que extrañamente parecia preocupada por mi, pero eso ya daba igual esto era ridiculo, estaba encerrado en una pesadilla de la que no podia despertar, asi que ¿Que mas daba si me mataban o no? Asi despertaria no? JAJAJAJAJAJJAJAJA
-Asi que este es el torreon......
Entre dentro de este, estaba en un estado bastante malo, no queria imaginarme que habia pasado ahi y menos lo que iba pasar, pero que mas daba total esto era ridiculo, no podia estar pasando...o si?
-HAANNAH! Lo hemos encontrado-dije
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 12:11 am
En algún momento, Giz se le acercó y le habló:
- Sí, estoy aquí por los entrenamientos. Y no, no tenía intención de practicar.- respondió llanamente. No sonó brusco, aunque quizás sí borde. A pesar de sus palabras, Alicia se incorporó. No contestó a lo último. “yo tampoco te lo pondré fácil”, hubiese sido una afirmación para alguien con más confianza en sí mismo que la suya. Pero agarró uno de los tablones de madera que había conseguido para lo que inocentemente pensó que sería una clase apartada de otros con Vlad, y le tendió otro a Giz.
- Prefiero los moratones antes que los cortes, aunque supongo que a ti un tablón de madera no te hará nada.- dijo. «me contentaré con parar tus golpes, o intentar que tu no pares los mios.»
Dicho esto se separó metro y medio y sujetó el tablón con ambas manos. Intentó ir a la ofensiva, aunque como había dicho Vlad, se daba cuenta de que dejaba muchas partes desprotegidas a menudo. Tradujo toda la furia que había sentido desde su llegada a la “espada” de madera. No sabría decir si aquello mejoró o empeoró su técnica, pero luchó con ferocidad. No se detuvo con los golpes por dolorosos que fueran, aun cuando, si hubiesen sido espadas de verdad, el reptil le hubiese dejado sin un brazo o una pierna. Aquello no era igual que lo que hacían los demás, que debían poner atención en cada movimiento para no rebanarse unos a otros. No tenía que frenarse a pensar, excepto para intentar corregir sus fallos – algunos eran tan evidentes que hasta ella se regañaba por ellos mentalmente.-
Nadie que hubiese visto a Alicia un minuto antes, calmada y mirando con atención los entrenamientos, con aquella cara que, a veces, de inexpresiva, parecía muerta de aburrimiento, pensaría que aquella y la actual eran la misma Alicia.
Estaba tan cabreada... Consigo misma por venir – lanzó una estocada desde arriba, que Giz detuvo por poco-; con el estúpido chico que le había convencido, - arremetió de nuevo -, y una vez más con ella, por ser inútil – golpeó, y golpeó otra vez -, por estar perdiendo los estribos una y otra vez al hablar – hizo algo chapucero que podría llamarse una finta, golpeó un brazo de Giz, y se esforzó por retroceder antes de recibir un contraataque que le dejase un moratón, ya resollando por el esfuerzo. A penas había notado lo fuerte que empezaba a respirar.- y por qué no? Con el mundo. Solo sentía enfado. La pelea se prolongó unos minutos más.
Después de aquello, con el sudor pegandole el cabello rubio a la piel, y la piel de los brazos ardiendo bajo el jersey, igual que los músculos, se detuvo y dió por acabada la sesión. No tenía ni idea de como lo había hecho. Dio una cabezada como despedida para Giz, y subió las escaleras soplando algo así como “voy a prepararme un baño”. Sin esperar al comentario de Vlad. Ya le diría después lo que el tuviera que decir. Cogió un barreño mientras recuperaba la respiración, e hizo varios paseos al pozo. Le daba igual que el agua estuviera fría. En ese momento ardía por dentro y por fuera. En uno de sus paseos, Noel le dijo que habían encontrado ropa limpia en una habitación y le dio las indicaciones.
Alicia dudaba de lo limpia que pudiese estar la ropa en un sitio así, pero asintió. Los brazos le dolían cuando terminó de subir y bajar pisos cargando agua hasta la bañera.
Había cogido de entre la ropa lo que por talla podía quedarle bien. Era un vestido blanco largo hasta los pies. Era muy poco util si tenían que correr de repente, o simplemente para bajar escaleras y se encargó de quitarle unos pocos palmos de tela con la daga, para dejarlo a la altura de la rodilla. Era provisional, en cualquier caso. Para aquella noche, por que iba a lavar la ropa.
Se dió un baño rápido, por que el agua le hacia tiritar. Había sido muy vaga como para calentar el agua, y ahora tenía que aguantarse. Se mojó el pelo y frotó, a pesar de no tener champú. El agua, incluso así, salió bastante oscura. Salió y se secó con la ropa que llevaba antes, y luego la sumergió y frotó, con la esperanza de que eso bastase. Había una pastilla de jabón, y con eso se las había apañado para su cuerpo y la ropa. Se colocó por encima de la cabeza el vestido. Pero cuando sacaba la ropa lavada, se dio cuenta de que había dejado cosas dentro del bolsillo de su pantalón.
- mierda, joder- dijo bajito. Las llaves, dos gomas del pelo, tres horquillas, la moneda... en el otro bolsillo había un bulto. ¿de qué? Cuando metió la mano para comprobarlo, algo le hizo daño en los dedos. Sacó del bolsillo un cristalito con sangre. Un cristal octogonal que aquella tarde había metido sin darse cuenta en su bolsillo, y que brillaba.
Corrió escaleras abajo, dejando sin tender su ropa mojada, que descansaba en el suelo del baño.
- ¡Mirad!- dijo cuando llego donde estaban todos, con su vestido blanco, el pelo rubio empapado mojando toda su espalda y un cristal manchado de sangre entre los dedos, brillando como una pequeña estrella.
- Sí, estoy aquí por los entrenamientos. Y no, no tenía intención de practicar.- respondió llanamente. No sonó brusco, aunque quizás sí borde. A pesar de sus palabras, Alicia se incorporó. No contestó a lo último. “yo tampoco te lo pondré fácil”, hubiese sido una afirmación para alguien con más confianza en sí mismo que la suya. Pero agarró uno de los tablones de madera que había conseguido para lo que inocentemente pensó que sería una clase apartada de otros con Vlad, y le tendió otro a Giz.
- Prefiero los moratones antes que los cortes, aunque supongo que a ti un tablón de madera no te hará nada.- dijo. «me contentaré con parar tus golpes, o intentar que tu no pares los mios.»
Dicho esto se separó metro y medio y sujetó el tablón con ambas manos. Intentó ir a la ofensiva, aunque como había dicho Vlad, se daba cuenta de que dejaba muchas partes desprotegidas a menudo. Tradujo toda la furia que había sentido desde su llegada a la “espada” de madera. No sabría decir si aquello mejoró o empeoró su técnica, pero luchó con ferocidad. No se detuvo con los golpes por dolorosos que fueran, aun cuando, si hubiesen sido espadas de verdad, el reptil le hubiese dejado sin un brazo o una pierna. Aquello no era igual que lo que hacían los demás, que debían poner atención en cada movimiento para no rebanarse unos a otros. No tenía que frenarse a pensar, excepto para intentar corregir sus fallos – algunos eran tan evidentes que hasta ella se regañaba por ellos mentalmente.-
Nadie que hubiese visto a Alicia un minuto antes, calmada y mirando con atención los entrenamientos, con aquella cara que, a veces, de inexpresiva, parecía muerta de aburrimiento, pensaría que aquella y la actual eran la misma Alicia.
Estaba tan cabreada... Consigo misma por venir – lanzó una estocada desde arriba, que Giz detuvo por poco-; con el estúpido chico que le había convencido, - arremetió de nuevo -, y una vez más con ella, por ser inútil – golpeó, y golpeó otra vez -, por estar perdiendo los estribos una y otra vez al hablar – hizo algo chapucero que podría llamarse una finta, golpeó un brazo de Giz, y se esforzó por retroceder antes de recibir un contraataque que le dejase un moratón, ya resollando por el esfuerzo. A penas había notado lo fuerte que empezaba a respirar.- y por qué no? Con el mundo. Solo sentía enfado. La pelea se prolongó unos minutos más.
Después de aquello, con el sudor pegandole el cabello rubio a la piel, y la piel de los brazos ardiendo bajo el jersey, igual que los músculos, se detuvo y dió por acabada la sesión. No tenía ni idea de como lo había hecho. Dio una cabezada como despedida para Giz, y subió las escaleras soplando algo así como “voy a prepararme un baño”. Sin esperar al comentario de Vlad. Ya le diría después lo que el tuviera que decir. Cogió un barreño mientras recuperaba la respiración, e hizo varios paseos al pozo. Le daba igual que el agua estuviera fría. En ese momento ardía por dentro y por fuera. En uno de sus paseos, Noel le dijo que habían encontrado ropa limpia en una habitación y le dio las indicaciones.
Alicia dudaba de lo limpia que pudiese estar la ropa en un sitio así, pero asintió. Los brazos le dolían cuando terminó de subir y bajar pisos cargando agua hasta la bañera.
Había cogido de entre la ropa lo que por talla podía quedarle bien. Era un vestido blanco largo hasta los pies. Era muy poco util si tenían que correr de repente, o simplemente para bajar escaleras y se encargó de quitarle unos pocos palmos de tela con la daga, para dejarlo a la altura de la rodilla. Era provisional, en cualquier caso. Para aquella noche, por que iba a lavar la ropa.
Se dió un baño rápido, por que el agua le hacia tiritar. Había sido muy vaga como para calentar el agua, y ahora tenía que aguantarse. Se mojó el pelo y frotó, a pesar de no tener champú. El agua, incluso así, salió bastante oscura. Salió y se secó con la ropa que llevaba antes, y luego la sumergió y frotó, con la esperanza de que eso bastase. Había una pastilla de jabón, y con eso se las había apañado para su cuerpo y la ropa. Se colocó por encima de la cabeza el vestido. Pero cuando sacaba la ropa lavada, se dio cuenta de que había dejado cosas dentro del bolsillo de su pantalón.
- mierda, joder- dijo bajito. Las llaves, dos gomas del pelo, tres horquillas, la moneda... en el otro bolsillo había un bulto. ¿de qué? Cuando metió la mano para comprobarlo, algo le hizo daño en los dedos. Sacó del bolsillo un cristalito con sangre. Un cristal octogonal que aquella tarde había metido sin darse cuenta en su bolsillo, y que brillaba.
Corrió escaleras abajo, dejando sin tender su ropa mojada, que descansaba en el suelo del baño.
- ¡Mirad!- dijo cuando llego donde estaban todos, con su vestido blanco, el pelo rubio empapado mojando toda su espalda y un cristal manchado de sangre entre los dedos, brillando como una pequeña estrella.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 02:44 pm
Vlas parecio sorprendido al ver la ballesta,tanto que casi sin mediar palabra se largo a la armeria a coger otra, despues de volver nos realizo un discurso que supongo que nadie entendio, al menos yo no, nos dividio a todos por grupos
A mi me toco con Noel que parecia muy entretenido viendo como Hannah se hacia la chulita disparando a la diana con los ojos cerrados, yo tampoco pude contener una risilla que acabo en una carcajada cuando disparo
Una vez Vlad acabo de entrenar a las arqueras, nos toco el turno, primero le toco a Noel el cual se movia torpemente hacia Vlad, en un movimiento Vlad lo acorralo, habia esperado que Noel ganara aunque fue imposible..
-Lo has hecho bien para ser la primera vez que haces esgrima-le dije yo aunque en realidad no tenia ni idea, solo era para animarle
Vlad nos dijo que nos dividieramos por parejas y que entrenaramos asi que me dirigi a Noel para preguntarla si debiamos entrenar juntos
-Vamos a entrenar?-dije yo
A mi me toco con Noel que parecia muy entretenido viendo como Hannah se hacia la chulita disparando a la diana con los ojos cerrados, yo tampoco pude contener una risilla que acabo en una carcajada cuando disparo
Una vez Vlad acabo de entrenar a las arqueras, nos toco el turno, primero le toco a Noel el cual se movia torpemente hacia Vlad, en un movimiento Vlad lo acorralo, habia esperado que Noel ganara aunque fue imposible..
-Lo has hecho bien para ser la primera vez que haces esgrima-le dije yo aunque en realidad no tenia ni idea, solo era para animarle
Vlad nos dijo que nos dividieramos por parejas y que entrenaramos asi que me dirigi a Noel para preguntarla si debiamos entrenar juntos
-Vamos a entrenar?-dije yo
- Caillech
Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 03:56 pm
Bien, lo conseguí. Había acertado en el blanco la primera vez. Jamás había tenido uno de esos arcos en la mano para ser sinceros, en mi tierra no existía nada así, pero el haber observado al conde, como se colocaba, como respiraba y como calculaba la distancia me había ayudado mucho. Aún así no me pensaba dormir en los laureles. Sabía que me quedaba mucho que aprender si deseaba sobrevivir u olvidar mis penas. No, debía seguir entrenando más y más duramente. Era la única manera de lograrlo.
Vi como Vlad, después de dar unas cuantas indicaciones a los demás para mejorar su técnica en el manejo del arco y imponer unas cuantas reglas para que no nos matáramos entre nosotros, se dispuso a entrenar el grupo en la esgrima. Algo que yo podía a llegar a controlarlo mejor. Al fin y al cabo había sobrevivido en el desierto luchando por mi vida con la única ayuda de mi daga de piedra y aún seguía con vida. Eso debía de significar algo. Además, una espada no era más que una daga grande y un poco más pesada, no debería de tener tantos problemas en su manejo.
El conde decidió utilizar a Noel para darnos un espectáculo. El final de la lucha estaba claro, todos sabíamos quien se impondría por encima de los demás, es por eso que no me extrañé que Vlad ganara sin despeinarse casi. El pobre Noel, pese a poner ganas y empeño no tenía la esperiencia necesaria para hacerle frente.
Al terminar con todo eso nos dijo que nos pusieramos en parejas para entrenar. Alicia con Giz. Mark con Noel. ¿Y yo con quien haría pareja? Se me dibujo una sonrisa en la cara. La persona que tenía en mente podría ayudarme a liberar muchas de las tensiones que me corroían por dentro desde hace demasiado tiempo. Sería todo una liberación luchar contra él.
- ¡Sezk! - le llamé - Trae tu culo sin cola aquí, que necesito a alguien a quien darle una paliza - saqué mis armas mientras decía esto último. En la mano derecha tenía la espada curba y en la mano izquierda la nueva daga. Sonreí maliciosamente. Era la hora de desahogarme. - ¡Sezk!
P.D.(Sezk): Hemos estado comentando que lo mejor sería crear una especie de pelea entre nosotros, que obligue a Giz y a mi irnos del torreón enfadados, algo relacionado sobre nuestra cultura
Vi como Vlad, después de dar unas cuantas indicaciones a los demás para mejorar su técnica en el manejo del arco y imponer unas cuantas reglas para que no nos matáramos entre nosotros, se dispuso a entrenar el grupo en la esgrima. Algo que yo podía a llegar a controlarlo mejor. Al fin y al cabo había sobrevivido en el desierto luchando por mi vida con la única ayuda de mi daga de piedra y aún seguía con vida. Eso debía de significar algo. Además, una espada no era más que una daga grande y un poco más pesada, no debería de tener tantos problemas en su manejo.
El conde decidió utilizar a Noel para darnos un espectáculo. El final de la lucha estaba claro, todos sabíamos quien se impondría por encima de los demás, es por eso que no me extrañé que Vlad ganara sin despeinarse casi. El pobre Noel, pese a poner ganas y empeño no tenía la esperiencia necesaria para hacerle frente.
Al terminar con todo eso nos dijo que nos pusieramos en parejas para entrenar. Alicia con Giz. Mark con Noel. ¿Y yo con quien haría pareja? Se me dibujo una sonrisa en la cara. La persona que tenía en mente podría ayudarme a liberar muchas de las tensiones que me corroían por dentro desde hace demasiado tiempo. Sería todo una liberación luchar contra él.
- ¡Sezk! - le llamé - Trae tu culo sin cola aquí, que necesito a alguien a quien darle una paliza - saqué mis armas mientras decía esto último. En la mano derecha tenía la espada curba y en la mano izquierda la nueva daga. Sonreí maliciosamente. Era la hora de desahogarme. - ¡Sezk!
P.D.(Sezk): Hemos estado comentando que lo mejor sería crear una especie de pelea entre nosotros, que obligue a Giz y a mi irnos del torreón enfadados, algo relacionado sobre nuestra cultura
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 07:19 pm
El conde terminó su demostración, pues no podía llamarse combate a aquello, de forma bastante teatral. La típica frase "estás muerto" es acompañada de un corte en mi cuello. Brota un poco de sangre cuando su espada se detiene a unos milímetros de mi cuelo, rozándolo en algún momento y provocando el pequeño corte. Sí que estaban afiladas estas armas, pienso. Cuando había notado la estocada de Vladimir me había puesto bastante nervioso y me eché instintivamente hacia atrás con torpeza, pero eso no impidió la herida. Al menos no me había matado, pienso, pues aparentemente nuestro señor conde no tiene sentimientos ni capacidad para sentir remordimientos. Aunque sabía que eso no era cierto, no podía existir nadie sin sentimientos, no me gustaba el aire de crueldad que destilaba el conde. Habíamos confiado en él para que nos enseñase pero al fin y al cabo era el único que podía hacerlo. Yo no le tenía miedo, pero tampoco se podía decir que me cayese bien. Aunque me resultaba bastante divertida su forma de ser, eso sí, sus padres debían de haberlo educado así. Menudo personaje...
Me limpio con la mano la poca sangre que aún brotaba de mi cuello. Después tendría que lavarme bien las manos... y en realidad todo, pues estaba bastante lleno de sudor y suciedad.
Acto seguido Vladimir nos puso a entrenar en parejas, no sin antes realizar un comentario. Creo que era la primera vez que le escuchaba bromear, o eso creía porque con su tono y sus maneras uno no podía estar seguro de si hablab completamente en serio o realmente era un tipo de humor muy negro. Enarqué las cejas pero no comenté nada.
Giz se acercó a Alicia, que seguía sentada en un rincón, para que practicase con él, así que sólo quedábamos Mark y yo. Me sentí un poco decepcionado pues había pensado en pedirle al lagarto que practicase conmigo, pero ya habría otras ocasiones. Mark hizo un comentario acerca de mi patética actuación. Sonreí.
-Gracias, Mark, pero seguro que lo he hecho muy mal, aunque no me importa... No tengo ni idea, era evidente que lo iba a hacer mal -me encojo de hombros-. Mira, Giz y Alicia están practicando con armas de madera, creo que deberíamos hacer lo mismo... -digo señalando mi cuello a modo de explicación.
Tras un breve intercambio de palabras, fui corriendo al sótano y recogí un par de espadas de madera que había visto en otras ocasiones. Regresé al patio y le tendí una a Mark. Nos batimos en un desordenado duelo propio de inexpertos durante unos minutos, con alguna que otra indicación de Vladimir para corregirnos algunos fundamentos básicos.
Al poco rato Alicia anunció que iba a tomar un baño, aunque la escuchamos casi por casualidad. A veces ella también era algo extraña, pienso. No podía adivinar que le pasaba por la cabeza a aquella chica. Por lo general era amable, al menos conmigo solía serlo, pero otras veces hablaba de forma muy seca y breve. Yo era curioso por naturaleza y por eso me intrigaban las actitudes de alguno de mis compañeros. Sin embargo al mismo tiempo tampoco me gustaba meterme en la vida de la gente, por lo que no era algo que me quitase el sueño.
-Me pido ser el siguiente en bañarme, me noto muy sucio... También quisiera lavar la ropa -comento.
Continúamos practicando un poco más. Observo como Caillech insta a Sezk a practicar con ella. Vaya, esto podría ser interesante después de lo que había oído hacía escasas horas en la puerta del torreón...
Me limpio con la mano la poca sangre que aún brotaba de mi cuello. Después tendría que lavarme bien las manos... y en realidad todo, pues estaba bastante lleno de sudor y suciedad.
Acto seguido Vladimir nos puso a entrenar en parejas, no sin antes realizar un comentario. Creo que era la primera vez que le escuchaba bromear, o eso creía porque con su tono y sus maneras uno no podía estar seguro de si hablab completamente en serio o realmente era un tipo de humor muy negro. Enarqué las cejas pero no comenté nada.
Giz se acercó a Alicia, que seguía sentada en un rincón, para que practicase con él, así que sólo quedábamos Mark y yo. Me sentí un poco decepcionado pues había pensado en pedirle al lagarto que practicase conmigo, pero ya habría otras ocasiones. Mark hizo un comentario acerca de mi patética actuación. Sonreí.
-Gracias, Mark, pero seguro que lo he hecho muy mal, aunque no me importa... No tengo ni idea, era evidente que lo iba a hacer mal -me encojo de hombros-. Mira, Giz y Alicia están practicando con armas de madera, creo que deberíamos hacer lo mismo... -digo señalando mi cuello a modo de explicación.
Tras un breve intercambio de palabras, fui corriendo al sótano y recogí un par de espadas de madera que había visto en otras ocasiones. Regresé al patio y le tendí una a Mark. Nos batimos en un desordenado duelo propio de inexpertos durante unos minutos, con alguna que otra indicación de Vladimir para corregirnos algunos fundamentos básicos.
Al poco rato Alicia anunció que iba a tomar un baño, aunque la escuchamos casi por casualidad. A veces ella también era algo extraña, pienso. No podía adivinar que le pasaba por la cabeza a aquella chica. Por lo general era amable, al menos conmigo solía serlo, pero otras veces hablaba de forma muy seca y breve. Yo era curioso por naturaleza y por eso me intrigaban las actitudes de alguno de mis compañeros. Sin embargo al mismo tiempo tampoco me gustaba meterme en la vida de la gente, por lo que no era algo que me quitase el sueño.
-Me pido ser el siguiente en bañarme, me noto muy sucio... También quisiera lavar la ropa -comento.
Continúamos practicando un poco más. Observo como Caillech insta a Sezk a practicar con ella. Vaya, esto podría ser interesante después de lo que había oído hacía escasas horas en la puerta del torreón...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 08:01 pm
Alicia me pasa una espada de madera, la agarro tan rápido como mis reflejos me permiten y comenzamos con el entrenamiento. Al principio parece que la cosa está reñida, consigo asestarle algún golpe fortuito y parar la mayoría de los suyos. Sin embargo, pronto compruebo que estoy en desventaja. Alicia comienza a moverse con de forma fluida, visiblemente encolerizada por algún motivo que yo desconozco y por el cual pronto acabo pagando. A cada segundo, las estocadas y arremetidas de Alicia se vuelven más contundentes y difíciles de parar. La chica no tendrá manejo, al igual que yo, pero en determinación me dobla o me triplica. Al final acabo bastante agitado, con la respiración entrecortada y algo dolorido, pero sonriente. Ni yo mismo lo esperaba, pero me ha gustado y todo.
Tras eso, Alicia entra al Torreón, pues al parecer quería ducharse para quitarse todo ese líquido que emanaba su cuerpo, y del resto de blanditos, y que olía "ligeramente" mal, pensando de manera benevolente. Yo decido sentarme a ver como entrenan el resto, pero al poco escucho a Alicia llamándonos la atención para que viéramos algo. Lleva un cristal que emitía luz propia y parece que tampoco es algo común para ellos, por la expresión que tiene.
-Es increíble...-digo visiblemente asombrado. Intento buscarle alguna explicación, pero lo único que se me ocurre que se parezca son los insectos sagrados, y no creo que estén relacionados con lo del cristal-. ¿Brillaba así cuando lo has encontrado?-pregunto con curiosidad. Sin embargo, no me da tiempo a escuchar la respuesta. Oigo cómo Cail llama a Sezk para entrenar y no acaba de darme buena espina. << Espero que no se líe... >> Y salgo al patio dejando la pregunta en el aire para ver lo que pudiera ocurrir.
Tras eso, Alicia entra al Torreón, pues al parecer quería ducharse para quitarse todo ese líquido que emanaba su cuerpo, y del resto de blanditos, y que olía "ligeramente" mal, pensando de manera benevolente. Yo decido sentarme a ver como entrenan el resto, pero al poco escucho a Alicia llamándonos la atención para que viéramos algo. Lleva un cristal que emitía luz propia y parece que tampoco es algo común para ellos, por la expresión que tiene.
-Es increíble...-digo visiblemente asombrado. Intento buscarle alguna explicación, pero lo único que se me ocurre que se parezca son los insectos sagrados, y no creo que estén relacionados con lo del cristal-. ¿Brillaba así cuando lo has encontrado?-pregunto con curiosidad. Sin embargo, no me da tiempo a escuchar la respuesta. Oigo cómo Cail llama a Sezk para entrenar y no acaba de darme buena espina. << Espero que no se líe... >> Y salgo al patio dejando la pregunta en el aire para ver lo que pudiera ocurrir.
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 08:19 pm
Páginas, páginas y más páginas de símbolos raros. Así con todos los libros raros del montón que han dejado antes. Aunque no entienda nada en absoluto, sí me queda claro que se trata de las mismas letras, pues se repiten en todos los libros, no hay lugar a dudas.
Hannah se manifiesta tras de mí mientras intento escribir mi nombre en el polvo del escritorio, posiblemente cansada del entrenamiento, o de Noel, a elegir. "Alphonse". Curioso, no recuerdo saber escribir en lo que sea que hay escrito en el polvo de la mesa. Claro que tampoco recordaba saber hablar en rocavarancolés. Y una vez más, comparando ambos conjuntos de símbolos, queda en evidencia que no tengo la menos idea de qué es lo que pone en estos malditos libros.
-¿Qué leo? ¿Sinceramente?-pregunto como respuesta a su cuestión.-No tengo ni idea.
Suelto el libro que tenía entre las manos con cuidado sobre la mesa: nuncaa sabes cuando se te pueden deshacer este tipo de cosas viejas entre los dedos. No me agradaría en absoluto.
-Son los libros que había en este piso. Están escritos en... no están escritos, mejor dicho, en el idioma de la fuente. Al menos eso parece. Tampoco puedo saber si se trata de un idioma diferente o de una variación del que nosotros conocemos. Si tuviera una base, para poder entender lo escrito en estos libros...
Vuelvo a la realidad cuando descubro que he dejado hace rato de hablar con Hannah para hablar conmigo mismo. Maldita manía mía.
-En cualquier caso, no puedo sacar nada en claro de estos textos. No soy tan de letras como de ciencias.
Echo un nuevo vistazo a los tres libros extendidos sobre el escritorio, cada uno con sus distintas tapas, casi indistinguible encuadernación, y el mismo galimatías ininteligible. No sacaré nada más por mucho que siga pensando en ello. Ya me gustaría tener un libro que pudiera leer, cosa que me da una gran idea. Algún día deberíamos explorar las zonas circundantes al torreón, siempre con precaución, en busca de algunos libros escritos en "nuestro" idioma.
Cuando voy a alargar la mano hacia uno de los libros, escucho, a diferencia de los consejos y comentarios de antes, a alguien gritando en el patio. Procedo rápidamente a asomarme por la estrecha ventana, para ver a Alicia con una cosa brillante en la mano. ¿Qué es eso? ¿Qué es lo que puede producir semejante luminosidad a la luz del día? ¿Una bombilla? Pero cómo va a ser una bombilla, si en este lugar no hay electricidad. Y aunque lo fuera, dudo que pudiera encenderla con solo llevarla en la mano. No consigo distinguirlo, así que le hago señas a Alicia para llamar su atención. Intento darle a entender con gestos de vago significado que suba cuando pueda, pues me gustaría examinar más de cerca lo que sea que sea eso.
Vuelvo sentarme en la mesa mientras mi mente ya está planteando un razonamiento lógico. Eso que Alicia llevaba en la mano emite luz. La luz es una forma de energía. Ergo, la cosa que Alicia llevaba en la mano tenía algún tipo de fuente de energía, y la capacidad de transformarla en energía lumínica. Pura lógica clásica proposicional. Ahora tan solo queda pasar esta rápida teoría a la práctica.
Hannah se manifiesta tras de mí mientras intento escribir mi nombre en el polvo del escritorio, posiblemente cansada del entrenamiento, o de Noel, a elegir. "Alphonse". Curioso, no recuerdo saber escribir en lo que sea que hay escrito en el polvo de la mesa. Claro que tampoco recordaba saber hablar en rocavarancolés. Y una vez más, comparando ambos conjuntos de símbolos, queda en evidencia que no tengo la menos idea de qué es lo que pone en estos malditos libros.
-¿Qué leo? ¿Sinceramente?-pregunto como respuesta a su cuestión.-No tengo ni idea.
Suelto el libro que tenía entre las manos con cuidado sobre la mesa: nuncaa sabes cuando se te pueden deshacer este tipo de cosas viejas entre los dedos. No me agradaría en absoluto.
-Son los libros que había en este piso. Están escritos en... no están escritos, mejor dicho, en el idioma de la fuente. Al menos eso parece. Tampoco puedo saber si se trata de un idioma diferente o de una variación del que nosotros conocemos. Si tuviera una base, para poder entender lo escrito en estos libros...
Vuelvo a la realidad cuando descubro que he dejado hace rato de hablar con Hannah para hablar conmigo mismo. Maldita manía mía.
-En cualquier caso, no puedo sacar nada en claro de estos textos. No soy tan de letras como de ciencias.
Echo un nuevo vistazo a los tres libros extendidos sobre el escritorio, cada uno con sus distintas tapas, casi indistinguible encuadernación, y el mismo galimatías ininteligible. No sacaré nada más por mucho que siga pensando en ello. Ya me gustaría tener un libro que pudiera leer, cosa que me da una gran idea. Algún día deberíamos explorar las zonas circundantes al torreón, siempre con precaución, en busca de algunos libros escritos en "nuestro" idioma.
Cuando voy a alargar la mano hacia uno de los libros, escucho, a diferencia de los consejos y comentarios de antes, a alguien gritando en el patio. Procedo rápidamente a asomarme por la estrecha ventana, para ver a Alicia con una cosa brillante en la mano. ¿Qué es eso? ¿Qué es lo que puede producir semejante luminosidad a la luz del día? ¿Una bombilla? Pero cómo va a ser una bombilla, si en este lugar no hay electricidad. Y aunque lo fuera, dudo que pudiera encenderla con solo llevarla en la mano. No consigo distinguirlo, así que le hago señas a Alicia para llamar su atención. Intento darle a entender con gestos de vago significado que suba cuando pueda, pues me gustaría examinar más de cerca lo que sea que sea eso.
Vuelvo sentarme en la mesa mientras mi mente ya está planteando un razonamiento lógico. Eso que Alicia llevaba en la mano emite luz. La luz es una forma de energía. Ergo, la cosa que Alicia llevaba en la mano tenía algún tipo de fuente de energía, y la capacidad de transformarla en energía lumínica. Pura lógica clásica proposicional. Ahora tan solo queda pasar esta rápida teoría a la práctica.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 08:22 pm
Despues de un pequeño entrenamiento con espadas de madera con Noel me dirigi siguiendole al lugar a donde nos ibamos a bañar, el iba primero pero parecia absorto mirando los lagartos asi que le dije:
-Voy a bañarme yo antes, ¿Vale?
Y asi lo hice, despues de bañarme y vestirme baje las escaleras para encontrarme con los demas, Alicia que se habia bañado antes bajaba ahora con un cristal luminoso, atraido por este me acerque a ella
-¿Que es so?¿donde lo has encontrado?-dije mirandola con admiracion y como un niño
-Voy a bañarme yo antes, ¿Vale?
Y asi lo hice, despues de bañarme y vestirme baje las escaleras para encontrarme con los demas, Alicia que se habia bañado antes bajaba ahora con un cristal luminoso, atraido por este me acerque a ella
-¿Que es so?¿donde lo has encontrado?-dije mirandola con admiracion y como un niño
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- HurzaComeojos
Ficha de cosechado
Nombre: Kromen Pietro (antes, Sezk)
Especie:
Habilidades: Salto, memoria y agilidad.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 08:27 pm
Era un palo de madera con una punta de metal al final. Era bastante largo, casi tan alto como yo, y sin saber el porqué, supe que me iba a sentir a gusto con él. Alargué la mano y lo cogí. Me sentí un poco extraño, ya que era una de las pocas veces que cogía otra arma que no fuese mi cuchillo, y me sentía cómo si lo estuviese traicionando. Traicionar a un objeto que no pensaba era estúpido.
De repente, oí a Caillech llamarme. Quería que subiera, así que lo hice.
El tal Vlad había dispuesto que entrenáramos en parejas de dos. Casi todos tenían pareja, menos Caillech. Supuse que quería que fuese la suya. Me fui en su dirección y me planté frente a ella. También, al subir, oí a alguien decir que mi arma era una lanza. Lanza. Me gustaba como sonaba.
-¿No puedes vivir sin mi? Hace poco que me estabas llamando mentiroso y ahora quieres que practique contigo. Qué paradójico, ¿no crees?
Le saqué la lengua. No sabía que me pasaba, me había prometido a mí mismo controlarme y ahora estaba incitándola a que me diese con todas sus ganas en la práctica. La verdad es que en esas circunstancias, si yo fuera ella, ya me habría pegado un par de bofetadas en toda la cara. Le apunté con la punta de la lanza a la cara y me arrodillé. Había un poco de tierra en el suelo, pasé la mano por él y luego me restregué la tierra por la mitad derecha de la cara. Luego retiré la punta de su vista y la solté, cayendo ésta al suelo.
De repente estaba enfadado. Muy, muy enfadado. Y lo peor era que no sabía por qué.
-¡Maldita sea! ¡Intenta matarme, apunta directa a la garganta, al corazón, lo que sea, por que yo no me voy a contener! -me saqué la cinta verde del brazo y me la até a la frente. Luego me até la roja al brazo. Era mejor que lo hiciese, era verdad que no me iba a contener. Caillech iba a conocer la furia de los ranta. Sonreí como un loco. Siseé y la miré a la cara. En ese momento debía de tener una cara de loco. Pero de un loco de verdad. Me agaché y volví a coger el arma.
-Comencemos.
De repente, oí a Caillech llamarme. Quería que subiera, así que lo hice.
El tal Vlad había dispuesto que entrenáramos en parejas de dos. Casi todos tenían pareja, menos Caillech. Supuse que quería que fuese la suya. Me fui en su dirección y me planté frente a ella. También, al subir, oí a alguien decir que mi arma era una lanza. Lanza. Me gustaba como sonaba.
-¿No puedes vivir sin mi? Hace poco que me estabas llamando mentiroso y ahora quieres que practique contigo. Qué paradójico, ¿no crees?
Le saqué la lengua. No sabía que me pasaba, me había prometido a mí mismo controlarme y ahora estaba incitándola a que me diese con todas sus ganas en la práctica. La verdad es que en esas circunstancias, si yo fuera ella, ya me habría pegado un par de bofetadas en toda la cara. Le apunté con la punta de la lanza a la cara y me arrodillé. Había un poco de tierra en el suelo, pasé la mano por él y luego me restregué la tierra por la mitad derecha de la cara. Luego retiré la punta de su vista y la solté, cayendo ésta al suelo.
De repente estaba enfadado. Muy, muy enfadado. Y lo peor era que no sabía por qué.
-¡Maldita sea! ¡Intenta matarme, apunta directa a la garganta, al corazón, lo que sea, por que yo no me voy a contener! -me saqué la cinta verde del brazo y me la até a la frente. Luego me até la roja al brazo. Era mejor que lo hiciese, era verdad que no me iba a contener. Caillech iba a conocer la furia de los ranta. Sonreí como un loco. Siseé y la miré a la cara. En ese momento debía de tener una cara de loco. Pero de un loco de verdad. Me agaché y volví a coger el arma.
-Comencemos.
No me saqéis de quicio.... U os mataré y me comeré vuestro páncreas.
- Caillech
Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 09:16 pm
Ahí estaba, Sezk, el Ranta que hacía mucho me había propuesto unirme a su grupo de Asrenianos desterrados para buscar poder y venganza por lo que me habían hecho. En ese momento no me uní, pues ni buscaba lo uno ni lo otro. Además, como buena Mirie Kitade que era despreciaba a los de su calaña. Eran lo peor, peor incluso que yo misma.
Le apunté con mi espada amenazante. Puede que los demás estuvieran esperando no hacer daño a sus compañeros y que por eso luchasen con armas de madera en vez de verdaderas, nosotros no lo haríamos. Uno porque no nos importaba dañarnos en el transcurso de este y dos porque cuando llegase el momento nuestros adversarios estarían provistos de armas filosas que deberíamos empezar a aprender a esquivarlos o soportarlos. Sonreí con malicia, definitivamente no me importaba si el Ranta saliese dañado de esta, en absoluto. Otra muestra de lo diferente que era en realidad a una Mirie Kitade ahora. Apreté fuertemente mis manos sobre mis armas.
- Yo no lo veo paradójico, Sezk, simplemente me gusta la idea de ver al mentiroso Asreniano en el suelo lastimado por mi propio filo - mostré mis caninos en una maliciosa sonrisa que pondría los pelos en punta a cualquiera.
A continuación, cogió un poco de tierra y empezó a embadurnarse la cara antes de nuestra pelea, pero entonces se volvió loco. No me pregunteis como. Comenzó a decir una sarta de cosas sin sentido junto con amenazas de muerte hacia mi persona. Parecía que la cosa iba en serio. Como un loco saltó hacia mi sin darme casi a esquivar.
- Maldito y loco Ranta - siseé alejandome del alcance de su arma -. Ni siquiera tienes el honor suficiente de luchar cuando el contrincante este listo para prestar batalla.
Bajé mi centro de gravedad y corrí zigzagueando hacia él utilizando mi agilidad para esquivar sus golpes hasta que llegué lo suficientemente cerca para agacharme lo suficiente para dar una vuelta y barrer sus pies con mi cola.
- Asreniana con cola uno, el sin cola cero - dije mientras me preparaba para el siguiente asalto.
Le apunté con mi espada amenazante. Puede que los demás estuvieran esperando no hacer daño a sus compañeros y que por eso luchasen con armas de madera en vez de verdaderas, nosotros no lo haríamos. Uno porque no nos importaba dañarnos en el transcurso de este y dos porque cuando llegase el momento nuestros adversarios estarían provistos de armas filosas que deberíamos empezar a aprender a esquivarlos o soportarlos. Sonreí con malicia, definitivamente no me importaba si el Ranta saliese dañado de esta, en absoluto. Otra muestra de lo diferente que era en realidad a una Mirie Kitade ahora. Apreté fuertemente mis manos sobre mis armas.
- Yo no lo veo paradójico, Sezk, simplemente me gusta la idea de ver al mentiroso Asreniano en el suelo lastimado por mi propio filo - mostré mis caninos en una maliciosa sonrisa que pondría los pelos en punta a cualquiera.
A continuación, cogió un poco de tierra y empezó a embadurnarse la cara antes de nuestra pelea, pero entonces se volvió loco. No me pregunteis como. Comenzó a decir una sarta de cosas sin sentido junto con amenazas de muerte hacia mi persona. Parecía que la cosa iba en serio. Como un loco saltó hacia mi sin darme casi a esquivar.
- Maldito y loco Ranta - siseé alejandome del alcance de su arma -. Ni siquiera tienes el honor suficiente de luchar cuando el contrincante este listo para prestar batalla.
Bajé mi centro de gravedad y corrí zigzagueando hacia él utilizando mi agilidad para esquivar sus golpes hasta que llegué lo suficientemente cerca para agacharme lo suficiente para dar una vuelta y barrer sus pies con mi cola.
- Asreniana con cola uno, el sin cola cero - dije mientras me preparaba para el siguiente asalto.
Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.
Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.
Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
22/11/11, 09:57 pm
Alicia se puso a pensar en la pregunta de Giz, sin darse cuenta de que no estaba hablando en alto. La respuesta era no. No brillaba cuando la había cogido la primera vez, pero sí la segunda. ¿que había cambiado? ¿era el agua de la bañera? ¿la sangre a lo mejor? Frunció el ceño mientras cavilaba, y luego se dio cuenta de que Giz esperaba una respuesta. Pegó un respingo y se apresuró a contestar:
- No, Giz.- dijo todo lo tranquila que aquel descubrimiento le permitía. Le explicó por encima el hilo de sus pensamientos.- Pero hay muchos más cristales, que tampoco brillaban cuando los vi, y podemos averiguar si es el agua, si provoca alguna reacción química.- la voz bajó en ese momento por que Alicia hablaba un poco para sí.- y eso hace que se enciendan. o sí, para nuestra desgracia, lo provoca la sangre- recuperó un tono suficientemente audible para todos los que se habían acercado.- El resto de cristales estaban tirados en el sótano. Si los quereis.
Alphonse le hacía señas desde las escaleras, y a su lado se distinguía el contorno de otra silueta, que imaginó que sería Hannah. Desvió un momento la atención y se dio cuenta que Caillech luchaba con el lagarto sin cola. Y aquello parecía más que un simple entrenamiento.
¿debían intervenir?
- ¿que crees Giz? ¿Esto es normal donde tu vives, o deberíamos detenerles?
Alphonse tendría que esperar.
- No, Giz.- dijo todo lo tranquila que aquel descubrimiento le permitía. Le explicó por encima el hilo de sus pensamientos.- Pero hay muchos más cristales, que tampoco brillaban cuando los vi, y podemos averiguar si es el agua, si provoca alguna reacción química.- la voz bajó en ese momento por que Alicia hablaba un poco para sí.- y eso hace que se enciendan. o sí, para nuestra desgracia, lo provoca la sangre- recuperó un tono suficientemente audible para todos los que se habían acercado.- El resto de cristales estaban tirados en el sótano. Si los quereis.
Alphonse le hacía señas desde las escaleras, y a su lado se distinguía el contorno de otra silueta, que imaginó que sería Hannah. Desvió un momento la atención y se dio cuenta que Caillech luchaba con el lagarto sin cola. Y aquello parecía más que un simple entrenamiento.
¿debían intervenir?
- ¿que crees Giz? ¿Esto es normal donde tu vives, o deberíamos detenerles?
Alphonse tendría que esperar.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
23/11/11, 12:05 am
Mark y yo decidimos que ya era suficiente práctica por hoy y dejamos caer las espadas de madera, cansados y sudorosos. Observe a Giz, el cual estaba totalmente seco. Claro, son reptiles, ellos no sudan... Que suerte, yo estoy empapado.
Veo que Sezk al fin aparece y le planta cara a Caillech. Realizan comentarios cortantes el uno con el otro, cosa que comprendo más o menos debido a lo que había presenciado horas antes. De pronto a Sezk parece que le asalta un arrebato de locura y comienza a ponerse más agresivo con Caillech -además de embadurnarse la cara con tierra- sin motivo aparente, instándola a que lo intente matar. Distraídamente le digo a Mark que vaya él a bañarse primero si quiere, a pesar de lo que dije antes. No pienso quitarles la vista de encima a Caillech y Sezk. Parece que se estudian un instante pero enseguida Caillech toma la iniciativa y utiliza su cola contra Sezk, el cual carece de ella. Caillech se encarga de hacer notar esto en su comentario que no deja de ser lo que comúnmente conocemos como "un pique".
-Creo que aunque las culturas sean diferentes en el fondo no son tan distintos de nosotros -comento como una sonrisa.
Probablemten nadie me esté escuchando, dudo que nuestro señor conde se moleste en prestarme atención más allá de utilizarme como sparring, pero no me importa. Miro de reojo al citado conde pues también tenía ganas de ver cual era su reacción y que tenía que decir ante lo que estábamos presenciando. Continúo observando a Sezk y Caillech con atención.
-¡Vamos, Cai, machácalo! -exclamo para animar a mi reptiliana amiga.
Veo que Sezk al fin aparece y le planta cara a Caillech. Realizan comentarios cortantes el uno con el otro, cosa que comprendo más o menos debido a lo que había presenciado horas antes. De pronto a Sezk parece que le asalta un arrebato de locura y comienza a ponerse más agresivo con Caillech -además de embadurnarse la cara con tierra- sin motivo aparente, instándola a que lo intente matar. Distraídamente le digo a Mark que vaya él a bañarse primero si quiere, a pesar de lo que dije antes. No pienso quitarles la vista de encima a Caillech y Sezk. Parece que se estudian un instante pero enseguida Caillech toma la iniciativa y utiliza su cola contra Sezk, el cual carece de ella. Caillech se encarga de hacer notar esto en su comentario que no deja de ser lo que comúnmente conocemos como "un pique".
-Creo que aunque las culturas sean diferentes en el fondo no son tan distintos de nosotros -comento como una sonrisa.
Probablemten nadie me esté escuchando, dudo que nuestro señor conde se moleste en prestarme atención más allá de utilizarme como sparring, pero no me importa. Miro de reojo al citado conde pues también tenía ganas de ver cual era su reacción y que tenía que decir ante lo que estábamos presenciando. Continúo observando a Sezk y Caillech con atención.
-¡Vamos, Cai, machácalo! -exclamo para animar a mi reptiliana amiga.
- Rapunzel
Ficha de cosechado
Nombre: Elisa
Especie:
Habilidades: Imaginación, astucia, habilidad manual
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
23/11/11, 02:52 pm
Las horas pasan. Pasan y no se detienen. Sin pensarlo siquiera, se aferran a mi mente y mis pensamientos los convierten en un recuerdo vacío... Los llevan a la casa del olvido donde reposan ya por toda la eternidad. Sumen a mi persona en un extraño letargo y, tal como vienen, se van.
El tiempo pasa lento, e inexorablemente van precipitándome cada vez más y más a un vacío oscuro y tétrico.
Llevo encerrada en esta habitación desde que vine. No lloro. Ya no me quedan lágrimas. Los chicos me suelen subir algo de comer, pero apenas pruebo bocado. Sigo en estado de shock, y nada me consuela. Sé que ahora ya no está esa persona horrible que me maltrataba y me ha hecho tanto daño, pero ahora estoy con gente que no conozco, en un ambiente hostil, y con un enorme peso en el alma.
Sí, las horas pasan... Hasta que, por fin, ya no puedo más, y levantándome de la cama, me adecento como puedo y salgo al pasillo.
Llegué a la torre junto con el resto del grupo, sólo que yo entré en esta habitación y no me moví de allí hasta hoy. Camino por el corredor, y bajo las escaleras. Y, finalmente, llego al salón.
El tiempo pasa lento, e inexorablemente van precipitándome cada vez más y más a un vacío oscuro y tétrico.
Llevo encerrada en esta habitación desde que vine. No lloro. Ya no me quedan lágrimas. Los chicos me suelen subir algo de comer, pero apenas pruebo bocado. Sigo en estado de shock, y nada me consuela. Sé que ahora ya no está esa persona horrible que me maltrataba y me ha hecho tanto daño, pero ahora estoy con gente que no conozco, en un ambiente hostil, y con un enorme peso en el alma.
Sí, las horas pasan... Hasta que, por fin, ya no puedo más, y levantándome de la cama, me adecento como puedo y salgo al pasillo.
Llegué a la torre junto con el resto del grupo, sólo que yo entré en esta habitación y no me moví de allí hasta hoy. Camino por el corredor, y bajo las escaleras. Y, finalmente, llego al salón.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
23/11/11, 04:02 pm
En mi cara se puede entrever la preocupación, o al menos, otro asreniano la habría visto nada más preguntarme Alicia si era normal lo que hacían. En la tribu lo más parecido a la violencia era un tipo de danza que más que para pelear se utilizaba para fardar un poco, y las únicas armas que utilizábamos eran las dagas de piedra para hacernos ropa con la piel y cortar la carne. Sin embargo, Sezk es un Ranta, violentos y desequilibrados por naturaleza, y Cail ha tenido que aprender a sobrevivir en el desierto. << Puede que para ellos sí que sea normal. Puede que ellos sí que sepan pelear y controlen >> ¿A quien quiero engañar? Ni yo mismo me creo mis propios pensamientos.
-No lo sé, Alicia. No lo sé...-le digo dubitativo-. En fin, voy a acercarme, no sea que tenga que intervenir...- << Además, que yo esto no me lo pierdo >> una sonrisa divertida se esfuerza por salir a la luz. Me acerco hasta el lugar donde está Noel observando y le saludo levantando la mano-. Parece que soy el único lagarto que no sabe hacer todas esas cosas-comento con aire desenfadado para romper el silencio a la vez que señalo a Sezk y Caillech. Por un momento, prefiero olvidar la preocupación, para dejarme llevar por la emoción del enfrentamiento-. Hum... apostaría una cucaracha por Cail-suelto de repente-. Tiene cola-y solo ese hecho ya me parece ventajoso para ella, aunque realmente no sé cuánto podría influír.
-No lo sé, Alicia. No lo sé...-le digo dubitativo-. En fin, voy a acercarme, no sea que tenga que intervenir...- << Además, que yo esto no me lo pierdo >> una sonrisa divertida se esfuerza por salir a la luz. Me acerco hasta el lugar donde está Noel observando y le saludo levantando la mano-. Parece que soy el único lagarto que no sabe hacer todas esas cosas-comento con aire desenfadado para romper el silencio a la vez que señalo a Sezk y Caillech. Por un momento, prefiero olvidar la preocupación, para dejarme llevar por la emoción del enfrentamiento-. Hum... apostaría una cucaracha por Cail-suelto de repente-. Tiene cola-y solo ese hecho ya me parece ventajoso para ella, aunque realmente no sé cuánto podría influír.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
23/11/11, 05:01 pm
Vladimir se mantuvo cruzado de brazos mientras observaba con ligero interés pasajero el combate entre los dos reptiles. Tenía la sensación de que Caillech iba a ganar. Ya no solo porque midiera medio metro más que el otro y tuviera un apéndice más que utilizar en el combate. Notaba una fuerza interior en ella muy peculiar, que irradiaba con gran intensidad. Parecía decidida a seguir viva, y cómo si cada mínima parte de su cuerpo la secundara.
Notó que los alumnos se preguntaban si hacía falta intervenir. Parecía que algunos le miraban a él. Realmente le era indiferente que se hicieran rodajas entre ellos, pero no era plan que los demás se metieran en medio y acabaran igual. En cierto modo, era capaz de comprender las ventajas del grupo. Igual que una cebra viaja con otras veinte para que haya menos posibilidades de que el león decida comérsela a ella.
Sin variar un ápice ni su posición ni su expresión de desdén y sin levantar la vista de los contrincantes, contestó. Estaba hablándole a Alicia, pero realmente era una explicación para todo el grupo.
-No nos metamos.- sentenció con tono seguro.- ¿Saben ustedes lo que es el choque entre culturas, señoras y caballeros?- preguntó con ese tono tan melosamente educado que indicaba que no hacía falta que contestasen, porque de decir las cosas coherentes ya se encargaba él- consiste en, en medio de un combate entre dos individuos de una especie y cultura ajena y milenaria, con todo un folklore y costumbres forjadas a través de los siglos incitándoles a un combate étnico a causa de una serie de razones históricas que les empujan al odio intergeneracional, y decirles que se perdonen mutuamente y sugerirles que se tomen un té. ¿Y saben cual es el dato que no deben olvidar de los choques culturales, señoras y caballeros?- inquirió tras la explicación llena de amargo sarcasmo, acompañado de ese tono suyo que indicaba cierto deje de desprecio hacia el resto de seres vivos que existieran en el mismo universo que él. Tras tomar aire de nuevo y sin haber perdido su seria compostura ni un solo segundo, prosiguió para concluir:- Que no debe darse entre ustedes y dos depredadores naturales forjados a través de milenios de evolución en un entorno hostil, disgustados y con armas naturales cómo colmillos y garras, por no hablar de las espadas y las lanzas.
Todo aquello significaba, a grandes rasgos: Yo que vosotros no lo haría si no queréis que nos desguacen aquí mismo. Además, no es asunto nuestro” Pero su educación le impedía hacer intervenciones habladas más reducidas. Además de que le estaba volviendo a coger el gustillo al sarcasmo. Había tenido que dejarlo de lado bastante tiempo, pues no era demasiado educado ni correcto utilizarlo de forma tan vulgar. Pero supuso que sus padres no hubieran tenido inconveniente en que lo hubiera usado de forma más refinada. Por suerte para Vlad, sus padres quedaban muy lejos de allí. De no ser así, se hubiera ganado un poco agradable castigo que le producía escalofríos incluso ahora, aunque tenía mucha práctica en disimularlos, cómo en aquel momento.
No quedaba más que esperar a que solucionaran sus diferencias entre ellos. Y, si era posible, disfrutar del combate entre tanto. Ciertamente era un espectáculo más que interesante, por no hablar de instructivo.
-Tomad nota de cómo se mueven. –dijo para que todos los humanos que le rodeaban se enteraran bien- Si os parecen feroces, pensad que en este mundo hay cosas mejor preparadas para el combate. Somos el último eslabón en la cadena alimenticia en este lugar. Puede que su técnica de combate no esté muy desarrollada, pero ese es el espíritu combativo que debéis obtener. No lo olvidéis.
Desde luego era un magnífico combate.
Notó que los alumnos se preguntaban si hacía falta intervenir. Parecía que algunos le miraban a él. Realmente le era indiferente que se hicieran rodajas entre ellos, pero no era plan que los demás se metieran en medio y acabaran igual. En cierto modo, era capaz de comprender las ventajas del grupo. Igual que una cebra viaja con otras veinte para que haya menos posibilidades de que el león decida comérsela a ella.
Sin variar un ápice ni su posición ni su expresión de desdén y sin levantar la vista de los contrincantes, contestó. Estaba hablándole a Alicia, pero realmente era una explicación para todo el grupo.
-No nos metamos.- sentenció con tono seguro.- ¿Saben ustedes lo que es el choque entre culturas, señoras y caballeros?- preguntó con ese tono tan melosamente educado que indicaba que no hacía falta que contestasen, porque de decir las cosas coherentes ya se encargaba él- consiste en, en medio de un combate entre dos individuos de una especie y cultura ajena y milenaria, con todo un folklore y costumbres forjadas a través de los siglos incitándoles a un combate étnico a causa de una serie de razones históricas que les empujan al odio intergeneracional, y decirles que se perdonen mutuamente y sugerirles que se tomen un té. ¿Y saben cual es el dato que no deben olvidar de los choques culturales, señoras y caballeros?- inquirió tras la explicación llena de amargo sarcasmo, acompañado de ese tono suyo que indicaba cierto deje de desprecio hacia el resto de seres vivos que existieran en el mismo universo que él. Tras tomar aire de nuevo y sin haber perdido su seria compostura ni un solo segundo, prosiguió para concluir:- Que no debe darse entre ustedes y dos depredadores naturales forjados a través de milenios de evolución en un entorno hostil, disgustados y con armas naturales cómo colmillos y garras, por no hablar de las espadas y las lanzas.
Todo aquello significaba, a grandes rasgos: Yo que vosotros no lo haría si no queréis que nos desguacen aquí mismo. Además, no es asunto nuestro” Pero su educación le impedía hacer intervenciones habladas más reducidas. Además de que le estaba volviendo a coger el gustillo al sarcasmo. Había tenido que dejarlo de lado bastante tiempo, pues no era demasiado educado ni correcto utilizarlo de forma tan vulgar. Pero supuso que sus padres no hubieran tenido inconveniente en que lo hubiera usado de forma más refinada. Por suerte para Vlad, sus padres quedaban muy lejos de allí. De no ser así, se hubiera ganado un poco agradable castigo que le producía escalofríos incluso ahora, aunque tenía mucha práctica en disimularlos, cómo en aquel momento.
No quedaba más que esperar a que solucionaran sus diferencias entre ellos. Y, si era posible, disfrutar del combate entre tanto. Ciertamente era un espectáculo más que interesante, por no hablar de instructivo.
-Tomad nota de cómo se mueven. –dijo para que todos los humanos que le rodeaban se enteraran bien- Si os parecen feroces, pensad que en este mundo hay cosas mejor preparadas para el combate. Somos el último eslabón en la cadena alimenticia en este lugar. Puede que su técnica de combate no esté muy desarrollada, pero ese es el espíritu combativo que debéis obtener. No lo olvidéis.
Desde luego era un magnífico combate.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- HurzaComeojos
Ficha de cosechado
Nombre: Kromen Pietro (antes, Sezk)
Especie:
Habilidades: Salto, memoria y agilidad.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
23/11/11, 08:46 pm
La miré desde le suelo. La cola le daba ventaja, aunque muy poca. Lo bueno de estar loco a momentos era que no había un patrón que se repitiera en tu modo de lucha , era casi imposible que adivinasen tu próximo movimiento. Pero parecía que ella sabía perfectamente eso y no se iba a dejar engañar. Iba a ser un reto difícil.
Mi parte loca decidió ir a por todas. ¿Aguantaría la madera de la lanza un impacto contra un hueso?
Me levanté impulsándome con las piernas y me acuclillé.Cogí la lanza, me impulsé con las piernas hacia arriba, pegando un salto de casi tres metros de altura y, cuando caía por detrás de Caillech, partí la lanza rompiéndola contra su columna. El resultado fueron dos partes, un palo inútil y la punta y su correspondiente parte de madera, ésta la más corta. Sonreí. Estaba acostumbrado a usar un cuchillo casi tan largo como ese trozo, así que no creo que hubiese problemas al usarlo.
La locura se removió en mi interior. Pugnaba por salir totalmente, pero no se lo iba a permitir. Ya había sido suficiente con dejarla provocarme así. No iba a salir. Pero ante todo esta era una lucha casi a muerte. ¿Y si me hacía falta un poco de ayuda extra? No. Daba igual que me rajase el cuello. Si la locura llegaba a salir, podría matar a alguien "sin querer". Pero, ¿quién demonios me iba a creer?
Siseé y me giré rápidamente. Levanté el trozo de lanza y, antes de que Caillech se girase, lo hice.
-Lo siento, Cai.
Clavé la punta de lo que quedaba de la lanza en el final de la cola de Caillech. La retiré tan rápido cómo la había clavado, intentando que le hiciera el menor daño posible.
-Como has dicho antes, soy un loco y sucio ranta. Y los locos y sucios ranta no juegan limpio.
Luego, en un arrebato de locura, pasé la lengua por la punta de la lanza.
-Así que, si no te importa, apunta uno a mi puntuación.
Mi parte loca decidió ir a por todas. ¿Aguantaría la madera de la lanza un impacto contra un hueso?
Me levanté impulsándome con las piernas y me acuclillé.Cogí la lanza, me impulsé con las piernas hacia arriba, pegando un salto de casi tres metros de altura y, cuando caía por detrás de Caillech, partí la lanza rompiéndola contra su columna. El resultado fueron dos partes, un palo inútil y la punta y su correspondiente parte de madera, ésta la más corta. Sonreí. Estaba acostumbrado a usar un cuchillo casi tan largo como ese trozo, así que no creo que hubiese problemas al usarlo.
La locura se removió en mi interior. Pugnaba por salir totalmente, pero no se lo iba a permitir. Ya había sido suficiente con dejarla provocarme así. No iba a salir. Pero ante todo esta era una lucha casi a muerte. ¿Y si me hacía falta un poco de ayuda extra? No. Daba igual que me rajase el cuello. Si la locura llegaba a salir, podría matar a alguien "sin querer". Pero, ¿quién demonios me iba a creer?
Siseé y me giré rápidamente. Levanté el trozo de lanza y, antes de que Caillech se girase, lo hice.
-Lo siento, Cai.
Clavé la punta de lo que quedaba de la lanza en el final de la cola de Caillech. La retiré tan rápido cómo la había clavado, intentando que le hiciera el menor daño posible.
-Como has dicho antes, soy un loco y sucio ranta. Y los locos y sucios ranta no juegan limpio.
Luego, en un arrebato de locura, pasé la lengua por la punta de la lanza.
-Así que, si no te importa, apunta uno a mi puntuación.
No me saqéis de quicio.... U os mataré y me comeré vuestro páncreas.
- Caillech
Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
23/11/11, 09:46 pm
Estaba loco, y de un loco no se podía esperar nada bueno. Yo preveía que tras la caida que había venido de ser tirada al suelo por mi cola su hombría se hubiese herido y su ímpetu en la lucha hubiese menguado un poco. No fue así. Por el contrario se podría decir que sus ganas de vencerme se incrementaron.
Vi asombrada como saltaba a una altura más que considerable, una hazaña que había visto a muy pocos lograr y de la que yo no era capaz pese a mis muchas cualidades, y sentir como se posaba detras de mí. El dolor. Eso fue lo próximo que senti, un dolor en mi espalda. Se oyó la madera astillarse contra mis duras escamas, pero su dureza no me impidió sentir dolor por la violencia que había empleado para llevar a cabo ese golpe. Por la fuerza y el golpe di un paso adelante sin poder impedirlo. Aún así no grité, yo era mejor que eso, no mostraría ningún signo de debilidad hacia mi rival. Ni ahora, ni nunca.
Me preparaba para darme la vuelta y ensartarlo con mi espada cuando un dolor breve pero lo suficientemente agudo me informó que el muy canalla me había herido en la cola con la punta de la lanza. Maldito... Apreté los dientes reprimiendo el grititó que pugnó por salir al sentir como me clavaba la lanza en la cola. Se podría decir que no era una sensación agradable.
Puede que antes no hubiese deseado su muerte, solo darle una buena paliza para demostrarle cual era su sitio aquí, pero se había pasado. Si deseaba una lucha de verdad, una lucha a muerte lo tendría. Yo no tenía los reparos que tienen los Mirie Kitade para emplear la violencia siempre que fuera por sobrevivir. Y esto se acababa de convertir en algo a vida o muerte. Esto se acababa de convertir en algo personal.
- Y más que lo sentirás, Sezk, y más que lo sentiras... - me volví veloz para llegar a ver como relamía mi sangre de la punta de su lanza.
Movida por el enfado y las ganas de sobrevivir a este enfrentamiento letal levanté mi daga y, en un movimiento ágil ganado tras años de práctica y perfeccionamiento, se lo clavé en la mano que empuñaba para a contuinuación darle un puñetazo en el plexo torácico con todas mis fuerzas. Empleé el tiempo que me proporciono el lapsus de tiempo que empleaba recuperar el aire para situarme detras suyo. Puse la daga en su espalda, pinchándolo como advertencia, y la espada sobre su garganta, esta también pinchándolo aunque esta si que le hizo una pequeña herida en señal de advertencia de lo que ocurría si intentaba cualquier tontería. A duras penas me contení las ganas de degollarlo ahí mismo, pero yo era mejor que él, era mejor que un Ranta, pues yo no era un Ranta.
- Rindete o te mataré y tu alma se perdera en este mundo, sin llegar jamás al Nasandra - le aconsejé presionando un poco más los filos de mi espada para que supiera lo que sucedería -. Aunque a los de vuestra calaña no os importa, ¿no? ¿Una muerte más que más da aunque sea la tuya? Tu alma hace mucho que se marchitó y murió, el mismo día perdiste la pizca de cordura que tenías. ¿No es así? - le pregunté, mi odio hacia los Ranta no tenía límites. Era superior al de otro Asreniano, puede que fuera porque yo había sido acusada por ser una. Si no hubiesen existido yo aún estaría con los míos y jamás hubiese sufrido todo lo que sufrí. En mi cara se podía apreciar el rictus de rabia y asco - Os desprecio con toda mi alma, sucio Ranta, ojala no hubieseis existido. No se como pude dejarte entrar en esta torre, no lo se francamente...
Vi asombrada como saltaba a una altura más que considerable, una hazaña que había visto a muy pocos lograr y de la que yo no era capaz pese a mis muchas cualidades, y sentir como se posaba detras de mí. El dolor. Eso fue lo próximo que senti, un dolor en mi espalda. Se oyó la madera astillarse contra mis duras escamas, pero su dureza no me impidió sentir dolor por la violencia que había empleado para llevar a cabo ese golpe. Por la fuerza y el golpe di un paso adelante sin poder impedirlo. Aún así no grité, yo era mejor que eso, no mostraría ningún signo de debilidad hacia mi rival. Ni ahora, ni nunca.
Me preparaba para darme la vuelta y ensartarlo con mi espada cuando un dolor breve pero lo suficientemente agudo me informó que el muy canalla me había herido en la cola con la punta de la lanza. Maldito... Apreté los dientes reprimiendo el grititó que pugnó por salir al sentir como me clavaba la lanza en la cola. Se podría decir que no era una sensación agradable.
Puede que antes no hubiese deseado su muerte, solo darle una buena paliza para demostrarle cual era su sitio aquí, pero se había pasado. Si deseaba una lucha de verdad, una lucha a muerte lo tendría. Yo no tenía los reparos que tienen los Mirie Kitade para emplear la violencia siempre que fuera por sobrevivir. Y esto se acababa de convertir en algo a vida o muerte. Esto se acababa de convertir en algo personal.
- Y más que lo sentirás, Sezk, y más que lo sentiras... - me volví veloz para llegar a ver como relamía mi sangre de la punta de su lanza.
Movida por el enfado y las ganas de sobrevivir a este enfrentamiento letal levanté mi daga y, en un movimiento ágil ganado tras años de práctica y perfeccionamiento, se lo clavé en la mano que empuñaba para a contuinuación darle un puñetazo en el plexo torácico con todas mis fuerzas. Empleé el tiempo que me proporciono el lapsus de tiempo que empleaba recuperar el aire para situarme detras suyo. Puse la daga en su espalda, pinchándolo como advertencia, y la espada sobre su garganta, esta también pinchándolo aunque esta si que le hizo una pequeña herida en señal de advertencia de lo que ocurría si intentaba cualquier tontería. A duras penas me contení las ganas de degollarlo ahí mismo, pero yo era mejor que él, era mejor que un Ranta, pues yo no era un Ranta.
- Rindete o te mataré y tu alma se perdera en este mundo, sin llegar jamás al Nasandra - le aconsejé presionando un poco más los filos de mi espada para que supiera lo que sucedería -. Aunque a los de vuestra calaña no os importa, ¿no? ¿Una muerte más que más da aunque sea la tuya? Tu alma hace mucho que se marchitó y murió, el mismo día perdiste la pizca de cordura que tenías. ¿No es así? - le pregunté, mi odio hacia los Ranta no tenía límites. Era superior al de otro Asreniano, puede que fuera porque yo había sido acusada por ser una. Si no hubiesen existido yo aún estaría con los míos y jamás hubiese sufrido todo lo que sufrí. En mi cara se podía apreciar el rictus de rabia y asco - Os desprecio con toda mi alma, sucio Ranta, ojala no hubieseis existido. No se como pude dejarte entrar en esta torre, no lo se francamente...
Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.
Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.
Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Torreón Maciel (Archivo II)
23/11/11, 10:10 pm
Vladimir observó estoico, a la espera de que el combate acabara con la caída del pequeño reptil. Pero algo inesperado sucede en el transcurso de la batalla. El lagarto de la lanza salta de forma impresionante para situarse a la espalda de Cail y, antes de que ella pueda hacer nada, le golpea con todas sus fuerzas en la espalda, destrozando la lanza, dejando a la chica en el suelo.
Aunque Caillech se recupera rápidamente y reduce a su adversario. Era de esperar, supuso.
Sin mutar su expresión ni un ápice, dejó las armas en el suelo y se quitó la chaqueta, dejándola encima de sus efectos personales. Se aproximó a paso tranquilo hacia Cail y el tal Sezk, que en aquel momento no podía moverse demasiado, mientras se remangaba las mangas de la camisa. Cuando estuvo justo ante ellos, miró a la señorita, clavándole la mirada en la suya.
-Suéltelo, por favor.- Pidió con su tono típico de las peticiones. Ese tan aterciopelado y educado, que no es si no una máscara que oculta un imperativo.
Cuando al fin soltó al reptil a regañadientes, le dedicó una mirada educada y superficial, con una ligera sonrisa (o el fantasma de lo que podría haber sido una. Vladimir no tenía costumbre de sonreír si no era estrictamente necesario)
-Disculpe, caballero…-comenzó a decir con tono de voz educado pero superficial, banal. El que usa un camarero cuando quiere llamar la atención a un cliente, para saber lo que quiere tomar. Pero Vlad, cómo ya se ha podido notar, no tiene costumbre de escuchar las contestaciones de sus preguntas, porque da por sentado que son las que él quiere. Así que decidió al momento que el Ranta querría el menú del día. Era plato único.
Era bocata de nudillos.
Le había asestado un puñetazo limpiamente en la cara con la mano izquierda. La fuerza del golpe, sumada al echo de que Vladimir le sacaba unos cuarenta centímetros, calculando por la bajo, hicieron que el reptil cayera de espaldas al suelo. Sin muchas contemplaciones, le dio un buen pisotón en el estómago. Era donde, según tenía entendido, la mayoría de los lagartos tenían su punto débil. Su espalda debía de tener unas escamas mucho más gruesas. Debía de ser una de las razones por las que Cail no se había quedado sin columna vertebral bajo tal golpe.
Se arrodilló a horcajadas en su pecho, colocando las rodillas sobre sus antebrazos para evitar que le pudiera alcanzar con las garras de sus manos. Cuando estuvo bien colocado, comenzó a asestarle puñetazos en la cara, haciendo uso de toda su fuerza y sin variar su expresión más que para fruncir un poco la parte inferior de su rostro en una pequeña mueca de esfuerzo físico.
No tenía nada contra los desequilibrados homicidas. Si fuera así, tendría un serio problema de identidad, pensó. Lo que ciertamente le molestaba, lo que realmente le reventaba, eran los maleducados.
Y, mandando a tomar aire fresco al choque entre culturas, fueras rumano, americano, africano o chino, mamífero o reptil, Vladimir tenía claro que existían ciertos límites infranqueables en todo ser pensante. Y era la caballerosidad. Y no concebía de ninguna forma que un caballero pudiera pegarle a una señorita. Y mucho menos podía permitir que aquel acto de vileza y malos modales quedara impune. A fin de cuentas, él podía tener todos los defectos del mundo, pero seguía siendo un caballero.
-Quería decirle…- continuó a diciendo, interrumpiéndose con un puñetazo con la izquierda- …que de donde yo vengo…- golpe diestro-… no aprobamos…-leñazo de parte de la siniestra-… que agredan…- otro a cuenta de la derecha- a las señoritas.
El último golpe, de nuevo con su mano hábil, dejó inconsciente al reptil.
Se levantó y se limpió las manos distraídamente. Se había despellejado ligeramente los nudillos.
-¿Qué hacemos con él?- Preguntó sin dejar de mirar al lagarto tendido en el suelo.
Aunque Caillech se recupera rápidamente y reduce a su adversario. Era de esperar, supuso.
Sin mutar su expresión ni un ápice, dejó las armas en el suelo y se quitó la chaqueta, dejándola encima de sus efectos personales. Se aproximó a paso tranquilo hacia Cail y el tal Sezk, que en aquel momento no podía moverse demasiado, mientras se remangaba las mangas de la camisa. Cuando estuvo justo ante ellos, miró a la señorita, clavándole la mirada en la suya.
-Suéltelo, por favor.- Pidió con su tono típico de las peticiones. Ese tan aterciopelado y educado, que no es si no una máscara que oculta un imperativo.
Cuando al fin soltó al reptil a regañadientes, le dedicó una mirada educada y superficial, con una ligera sonrisa (o el fantasma de lo que podría haber sido una. Vladimir no tenía costumbre de sonreír si no era estrictamente necesario)
-Disculpe, caballero…-comenzó a decir con tono de voz educado pero superficial, banal. El que usa un camarero cuando quiere llamar la atención a un cliente, para saber lo que quiere tomar. Pero Vlad, cómo ya se ha podido notar, no tiene costumbre de escuchar las contestaciones de sus preguntas, porque da por sentado que son las que él quiere. Así que decidió al momento que el Ranta querría el menú del día. Era plato único.
Era bocata de nudillos.
Le había asestado un puñetazo limpiamente en la cara con la mano izquierda. La fuerza del golpe, sumada al echo de que Vladimir le sacaba unos cuarenta centímetros, calculando por la bajo, hicieron que el reptil cayera de espaldas al suelo. Sin muchas contemplaciones, le dio un buen pisotón en el estómago. Era donde, según tenía entendido, la mayoría de los lagartos tenían su punto débil. Su espalda debía de tener unas escamas mucho más gruesas. Debía de ser una de las razones por las que Cail no se había quedado sin columna vertebral bajo tal golpe.
Se arrodilló a horcajadas en su pecho, colocando las rodillas sobre sus antebrazos para evitar que le pudiera alcanzar con las garras de sus manos. Cuando estuvo bien colocado, comenzó a asestarle puñetazos en la cara, haciendo uso de toda su fuerza y sin variar su expresión más que para fruncir un poco la parte inferior de su rostro en una pequeña mueca de esfuerzo físico.
No tenía nada contra los desequilibrados homicidas. Si fuera así, tendría un serio problema de identidad, pensó. Lo que ciertamente le molestaba, lo que realmente le reventaba, eran los maleducados.
Y, mandando a tomar aire fresco al choque entre culturas, fueras rumano, americano, africano o chino, mamífero o reptil, Vladimir tenía claro que existían ciertos límites infranqueables en todo ser pensante. Y era la caballerosidad. Y no concebía de ninguna forma que un caballero pudiera pegarle a una señorita. Y mucho menos podía permitir que aquel acto de vileza y malos modales quedara impune. A fin de cuentas, él podía tener todos los defectos del mundo, pero seguía siendo un caballero.
-Quería decirle…- continuó a diciendo, interrumpiéndose con un puñetazo con la izquierda- …que de donde yo vengo…- golpe diestro-… no aprobamos…-leñazo de parte de la siniestra-… que agredan…- otro a cuenta de la derecha- a las señoritas.
El último golpe, de nuevo con su mano hábil, dejó inconsciente al reptil.
Se levantó y se limpió las manos distraídamente. Se había despellejado ligeramente los nudillos.
-¿Qué hacemos con él?- Preguntó sin dejar de mirar al lagarto tendido en el suelo.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
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