Torreón Letargo (Archivo III)
+20
Evanna
Xana
Muffie
Tak
Giniroryu
Leonart
Lops
Dal
Carmesí
Red
Reisha
Naeryan
Administración
LEC
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Poblo
Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
12/01/13, 02:25 pm
Las manos de Yrio se crisparon cuando un molesto chillido desgraciadamente familiar le hizo resbalar el trazo y echar a perder una runa. De nuevo estaba ese bicho enrabietado por alguna tontería e insultando a todo el mundo como si fuera el amo del torreón. Se levanto y fue a asomarse a la ventana que daba al patio.
-¡HAZ EL FAVOR DE CERRAR ESA MALDITA BOCA O TE LA CIERRO YO A PUÑALADAS!
Tap respondió abajo recuperando su tono histérico y justificándose de malas maneras.
-¡ME IMPORTA UNA MIERDA TÚ Y TU AVISPA! ¡¡COMO VUELVAS A INTERRUMPIRNOS LA ASARÉ A FUEGO LENTO Y AL HUERTO CON ELLA!!
Tap respondió algo como que no podría asar a su avispa porque era demasiado inutil para cocinar, Yrio le amenazó con bajar a por él, y así siguieron gritándose como verduleras hasta que Seon arrastró a Yrio de vuelta al interior del estudio y alguin de abajo reunió el valor sficiente para intentar hacer callar a Tap.
-¡HAZ EL FAVOR DE CERRAR ESA MALDITA BOCA O TE LA CIERRO YO A PUÑALADAS!
Tap respondió abajo recuperando su tono histérico y justificándose de malas maneras.
-¡ME IMPORTA UNA MIERDA TÚ Y TU AVISPA! ¡¡COMO VUELVAS A INTERRUMPIRNOS LA ASARÉ A FUEGO LENTO Y AL HUERTO CON ELLA!!
Tap respondió algo como que no podría asar a su avispa porque era demasiado inutil para cocinar, Yrio le amenazó con bajar a por él, y así siguieron gritándose como verduleras hasta que Seon arrastró a Yrio de vuelta al interior del estudio y alguin de abajo reunió el valor sficiente para intentar hacer callar a Tap.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
12/01/13, 10:36 pm
Atol
Antes de nada, Seon se fue a estudiar con Yrio y este me pidió que les subiera la cena, sonriendo exageradamente. Fruncí el ceño pero asentí, con media sonrisa. El chaval encajaba los golpes, tanto con como sin el escudo, sin quejarse, aguantando, aunque su cara no dijera lo mismo. En mitad de la lluvia de golpes, tanto Pablo como Thras me gritaron algo de psarme, pero no les hice ni caso <<Mejor que sepa lo que es el dolor antes de que una bestia le arranque un brazo>>.
Tras una serie de veloces mandobles, lanzo uno a su pierna y cayó con una rodilla, pero aún sin quejarse <<Inesperado>> Esperé a que se levantara y le dejé ir a por su espada <<¿Puede seguir? Veamoslo>> Pero me equivocaba: fin del combate. Y un desafío, lo que lo hace más interesante.
-La clemencia es para los débiles-sentencio, de brazos cruzados tras haber dejado mis armas en el suelo.-Hay que fortalecer esa musculatura y mejorar bastante, pero es un comienzo...
Pero me detengo por los gritos de Yrio hacia Tap y este a Pablo, que había errado su flecha. Rodando los ojos y pasándome las manos por la cara, un tanto harto de los chillidos del repoblador, me acerco al susodicho y a su adorada avispa.
-¡Tap! ¡Cállate de una vez! ¡No nos interrumpas! Si Pablo tiene que aprender, ya lo hará, pero es tu culpa que la avispa esté en medio de la zona de entrenamiento. ¿O acaso tú te acercas a la cocina cuando estoy con la comida?-le sermoneo.
Luego voy a por mi espada de madera y varios de los cristales
-¿Qué hay que hacer para que no os acerquéis durante el entrenamiento? Las palabras no te sirven, te crees el mandamás y el señor del torreón, pero aquí no hay señor que valga.-acto seguido, invoco unas llamas en la punta del arma de madera y la blando en su dirección.-¿Y así? ¿Qué te dice el fuego, repoblador? Tú no eres tan inífugo ni tu avispa. Así que sácala del maldito jardín cuando estemos entrenando.-le rujo. Para rematar lo dicho apagando las llamas en el pozo.
Tras recoger las armas de entrenamiento y refrescarnos, de vuelta en el patio, y una sonora palmada a Stefan en la espalda -para nada cabreado ya con él- le pregunto:
-¿Podrías contarme cosas de la Tierra? ¿Qué religión tenéis?-altamente curioso, pero añado cambiando a un gruñido, mosqueado.- Y un detalle... Eso que dijiste de que tu gato era callejero y lo recogiste... ¿Acaso está mal visto que un gato viva en la calle, libre?
Jack
En los minutos que tardo en llegar al torreón voy recordando breves imágenes de nuestras visitas cuando vivían Vac y los demás allí y todos los ratos que pasábamos juntos, ya fuera en el Burdel o en Letargo, aunque nunca tuve, personalmente, mucho trato con los de Maciel...
Y todo se va enlazando hasta el día de cosecha en Sinhdro así que acelero hasta llegar, pero los gritos que oigo también suman a querer llegar cuanto antes. Luego trepo por el muro del patio y me acomodo en el borde, ya en forma física pero además con un hechizo de ocultación. Primeramente veo divertido a Yrio asomado a una ventana gritándole a... <<"Tap", ni idea>> Junto a él está Seon, pero a Alder ni en el patio la localizo, donde sin embargo hay muchos entrenando. De los dos que más golpes se arrean, uno sin duda es libense y el otro humano, creo. Luego hay otro que parece humano entrenando con el arco, un ulterano con dos guadañas y una armadura para nada rocavarancolés <<Será divertido presentarle a Toima, si sobrevive>>. También hay un repoblador dando chillidos <<Ese debe de ser Tap>> Y otro chaval, con la ropa justa para no dejar las vergüenzas al aire y accesorios raros, entrena con una cadena de metal rematada en un pincho. <<Qué curioso...>>
Lo que no esperaba es lo que pasaría a continuación de desaparecer Yrio de la ventana, arrastrando a Seon. En el patio, el de Libo le echó la bronca al repoblador y le amenazó con fuego... <<Esto se pone interesante, jaja>> Desgraciadamente, el chaval no quiere seguir gritándole y luego pregunta cosas sobre la Tierra a su saco de boxeo humano. <<Cuchitrileros, ¿dónde estáis? Venid a apostar contra mis niños, venid, malditos>> pienso divertido, esperando y observando, pensando mis apuestas...
Antes de nada, Seon se fue a estudiar con Yrio y este me pidió que les subiera la cena, sonriendo exageradamente. Fruncí el ceño pero asentí, con media sonrisa. El chaval encajaba los golpes, tanto con como sin el escudo, sin quejarse, aguantando, aunque su cara no dijera lo mismo. En mitad de la lluvia de golpes, tanto Pablo como Thras me gritaron algo de psarme, pero no les hice ni caso <<Mejor que sepa lo que es el dolor antes de que una bestia le arranque un brazo>>.
Tras una serie de veloces mandobles, lanzo uno a su pierna y cayó con una rodilla, pero aún sin quejarse <<Inesperado>> Esperé a que se levantara y le dejé ir a por su espada <<¿Puede seguir? Veamoslo>> Pero me equivocaba: fin del combate. Y un desafío, lo que lo hace más interesante.
-La clemencia es para los débiles-sentencio, de brazos cruzados tras haber dejado mis armas en el suelo.-Hay que fortalecer esa musculatura y mejorar bastante, pero es un comienzo...
Pero me detengo por los gritos de Yrio hacia Tap y este a Pablo, que había errado su flecha. Rodando los ojos y pasándome las manos por la cara, un tanto harto de los chillidos del repoblador, me acerco al susodicho y a su adorada avispa.
-¡Tap! ¡Cállate de una vez! ¡No nos interrumpas! Si Pablo tiene que aprender, ya lo hará, pero es tu culpa que la avispa esté en medio de la zona de entrenamiento. ¿O acaso tú te acercas a la cocina cuando estoy con la comida?-le sermoneo.
Luego voy a por mi espada de madera y varios de los cristales
-¿Qué hay que hacer para que no os acerquéis durante el entrenamiento? Las palabras no te sirven, te crees el mandamás y el señor del torreón, pero aquí no hay señor que valga.-acto seguido, invoco unas llamas en la punta del arma de madera y la blando en su dirección.-¿Y así? ¿Qué te dice el fuego, repoblador? Tú no eres tan inífugo ni tu avispa. Así que sácala del maldito jardín cuando estemos entrenando.-le rujo. Para rematar lo dicho apagando las llamas en el pozo.
Tras recoger las armas de entrenamiento y refrescarnos, de vuelta en el patio, y una sonora palmada a Stefan en la espalda -para nada cabreado ya con él- le pregunto:
-¿Podrías contarme cosas de la Tierra? ¿Qué religión tenéis?-altamente curioso, pero añado cambiando a un gruñido, mosqueado.- Y un detalle... Eso que dijiste de que tu gato era callejero y lo recogiste... ¿Acaso está mal visto que un gato viva en la calle, libre?
Jack
En los minutos que tardo en llegar al torreón voy recordando breves imágenes de nuestras visitas cuando vivían Vac y los demás allí y todos los ratos que pasábamos juntos, ya fuera en el Burdel o en Letargo, aunque nunca tuve, personalmente, mucho trato con los de Maciel...
Y todo se va enlazando hasta el día de cosecha en Sinhdro así que acelero hasta llegar, pero los gritos que oigo también suman a querer llegar cuanto antes. Luego trepo por el muro del patio y me acomodo en el borde, ya en forma física pero además con un hechizo de ocultación. Primeramente veo divertido a Yrio asomado a una ventana gritándole a... <<"Tap", ni idea>> Junto a él está Seon, pero a Alder ni en el patio la localizo, donde sin embargo hay muchos entrenando. De los dos que más golpes se arrean, uno sin duda es libense y el otro humano, creo. Luego hay otro que parece humano entrenando con el arco, un ulterano con dos guadañas y una armadura para nada rocavarancolés <<Será divertido presentarle a Toima, si sobrevive>>. También hay un repoblador dando chillidos <<Ese debe de ser Tap>> Y otro chaval, con la ropa justa para no dejar las vergüenzas al aire y accesorios raros, entrena con una cadena de metal rematada en un pincho. <<Qué curioso...>>
Lo que no esperaba es lo que pasaría a continuación de desaparecer Yrio de la ventana, arrastrando a Seon. En el patio, el de Libo le echó la bronca al repoblador y le amenazó con fuego... <<Esto se pone interesante, jaja>> Desgraciadamente, el chaval no quiere seguir gritándole y luego pregunta cosas sobre la Tierra a su saco de boxeo humano. <<Cuchitrileros, ¿dónde estáis? Venid a apostar contra mis niños, venid, malditos>> pienso divertido, esperando y observando, pensando mis apuestas...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 01:53 am
De no saber que Atol necesitaba el permiso de alguna chica para hacer cualquier cosa, Tap habría pensado que de verdad estaba ardiendo, de tanto que le hervía la sangre. Nadie había llamado al puñetero Metálico ahí, no iba con él lo que ocurría. Ni con Yrio, pero Pechito era especial y saltaba a todo lo que Tap decía.
-Mira la flecha, idiota-señaló al lugar en el que había caído-. Mi avispa no estaba dentro del sitio de entrenamiento. Ha sido la flecha la que se ha ido ridículamente fuera y casi la mata-le gritó-. Además, yo no estoy invadiendo vuestro lugar para entrenar. Sois vosotros los que estáis invadiendo el huerto, cuando tenéis una parte del panal en exclusiva para que juguéis a los palitos. Estúpido gigante inmaduro... Por esa regla de tres tuya, ten cuidado cuando cocines; haber si un día me va a dar por entrenar con la cerbatana por ahí dentro, se te va a pegar la cara a la sartén y la culpa va a ser tuya por invadir mi rango de tiro. ¡Ah! Y yo no necesito lamerle el culo a las gigantas para cumplir una amenaza, así que ándate con ojo, cacho hierros.
Los gigantes minaban la moral de Tap constantemente, pero momentos como este lo sobrepasaban. << Ya podrían extinguirse >> escupió mentalmente, mientras les dedicaba los mejores insultos que conocía. Se subió a lomos de su avispa y echó a volar fuera de Letargo, esperando que un poco de aire le quitara el cabreo.
Al salir vio varias figuras cerca de la muralla, pero una en concreto le hizo acelerar el pulso y la velocidad de vuelo: una llama azul, flotante y del tamaño de un gigante ardiendo. En otras circunstancias, habría vuelto para avisar. Pero estas no eran otras. << A ver qué cocina Metálico con eso... >>
Sigue en... Ya veré dónde suicido a Tap :'D
-Mira la flecha, idiota-señaló al lugar en el que había caído-. Mi avispa no estaba dentro del sitio de entrenamiento. Ha sido la flecha la que se ha ido ridículamente fuera y casi la mata-le gritó-. Además, yo no estoy invadiendo vuestro lugar para entrenar. Sois vosotros los que estáis invadiendo el huerto, cuando tenéis una parte del panal en exclusiva para que juguéis a los palitos. Estúpido gigante inmaduro... Por esa regla de tres tuya, ten cuidado cuando cocines; haber si un día me va a dar por entrenar con la cerbatana por ahí dentro, se te va a pegar la cara a la sartén y la culpa va a ser tuya por invadir mi rango de tiro. ¡Ah! Y yo no necesito lamerle el culo a las gigantas para cumplir una amenaza, así que ándate con ojo, cacho hierros.
Los gigantes minaban la moral de Tap constantemente, pero momentos como este lo sobrepasaban. << Ya podrían extinguirse >> escupió mentalmente, mientras les dedicaba los mejores insultos que conocía. Se subió a lomos de su avispa y echó a volar fuera de Letargo, esperando que un poco de aire le quitara el cabreo.
Al salir vio varias figuras cerca de la muralla, pero una en concreto le hizo acelerar el pulso y la velocidad de vuelo: una llama azul, flotante y del tamaño de un gigante ardiendo. En otras circunstancias, habría vuelto para avisar. Pero estas no eran otras. << A ver qué cocina Metálico con eso... >>
Sigue en... Ya veré dónde suicido a Tap :'D
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 01:56 pm
<<Menudo espectáculo >> pienso mientras Yrio y Tap se vociferan el uno al otro, también veo como a Atol le va cambiando la cara de un relativo buen humor a un cabreo sin precedentes, prefiero no meterme en la conversación, pero cuando Atol crea las llamas no puedo evitar mirarlo con una cara de admiración, y un poco de envidia, envidia ante una magia que yo no puedo hacer, tratando de que no se me noten los gestos de dolor me levanto, es entonces cuando un palmetazo en la espalda llega por parte de Atol, y la verdad es que sus preguntas me dejan un tanto sorprendido,<<No creí que fuese a interesarse por mi mundo>>.
-Bueno, ambas son preguntas un tanto largas de explicar,- veo de reojo como se va Tap montado en la avispa, y niego en silencio con la cabeza, me acerco al pozo y mientras saco un cubo de agua le digo,- ¿que te parece si te lo cuento mientras te ayudo a preparar algo para la comida?, no sé tú pero yo estoy hambriento,- se lo digo con una sonrisa y antes de que pueda decir nada abandono el patio con el cubo en la mano en dirección a la cocina.
Una vez en la cocina y mientras ayudo a Atol con lo que me pide empiezo a decir:
-Bueno quizás empezar por tu pregunta sobre los gatos sea lo mas sencillo. Veras, hay muchos tipos de animales en mi mundo, los gatos son solo una raza entre miles, sin embargo algunas de esas razas las tenemos como acompañantes,- << quizás la palabra mascotas le suene mal>>,- sin embargo hay gente que maltrata animales y les abandona, es cierto que un gato puede vivir solo, pero únicamente si aprende a valirse desde pequeño, pero luego hay gente que a sus animales cuando ya no los quiere los abandona en la calle a su suerte, mi gato en concreto, era una cría cuando me lo encontré, y un estúpido de mi clase le pego una patada y el gato salio volando, pues existe la creencia en mi mundo de que los gatos negros dan mala suerte, con una furia desmedida le aseste un patada en la pierna, recogí al gato y me fui, lo lleve a una persona que se dedica a cuidar de animales enfermos o heridos, me dijo que era un milagro, que tenia varios huesos rotos pero que con cuidados se pondría bien, después cuando el gato estuvo en plena forma lo adopte y lo lleve a mi casa, lo cuide, le puse un nombre y bueno ya has visto como es,- acabe de relatar la historia con un sonrisa, pero se me ensombreció la mirada cuando dije,- pero sí, los animales callejeros están mal vistos, al menos por alguna gente.
Tomando un respiro empecé a relatar las cosas sobre las religiones y le dije:
-Bueno religiones en mi mundo hay muchas, le pegas una patada a una piedra y te salen cinco religiones distintas, aunque según la mayoría de las religiones importantes, y esto no te va a gustar, la mujer está menospreciada, humillada en muchos casos,-procedí a contarle cosas sobre el cristianismo, el judaísmo, el islam y alguna religión mas, cuando termine de contar esto le dije,- entre los de mi mundo yo soy un fiel defensor de los derechos de la mujer y la igualdad entre ambos sexos.
Dicho todo esto, espere a ver que reacción tendría Atol sobre todo lo que yo habia dicho.
-Bueno, ambas son preguntas un tanto largas de explicar,- veo de reojo como se va Tap montado en la avispa, y niego en silencio con la cabeza, me acerco al pozo y mientras saco un cubo de agua le digo,- ¿que te parece si te lo cuento mientras te ayudo a preparar algo para la comida?, no sé tú pero yo estoy hambriento,- se lo digo con una sonrisa y antes de que pueda decir nada abandono el patio con el cubo en la mano en dirección a la cocina.
Una vez en la cocina y mientras ayudo a Atol con lo que me pide empiezo a decir:
-Bueno quizás empezar por tu pregunta sobre los gatos sea lo mas sencillo. Veras, hay muchos tipos de animales en mi mundo, los gatos son solo una raza entre miles, sin embargo algunas de esas razas las tenemos como acompañantes,- << quizás la palabra mascotas le suene mal>>,- sin embargo hay gente que maltrata animales y les abandona, es cierto que un gato puede vivir solo, pero únicamente si aprende a valirse desde pequeño, pero luego hay gente que a sus animales cuando ya no los quiere los abandona en la calle a su suerte, mi gato en concreto, era una cría cuando me lo encontré, y un estúpido de mi clase le pego una patada y el gato salio volando, pues existe la creencia en mi mundo de que los gatos negros dan mala suerte, con una furia desmedida le aseste un patada en la pierna, recogí al gato y me fui, lo lleve a una persona que se dedica a cuidar de animales enfermos o heridos, me dijo que era un milagro, que tenia varios huesos rotos pero que con cuidados se pondría bien, después cuando el gato estuvo en plena forma lo adopte y lo lleve a mi casa, lo cuide, le puse un nombre y bueno ya has visto como es,- acabe de relatar la historia con un sonrisa, pero se me ensombreció la mirada cuando dije,- pero sí, los animales callejeros están mal vistos, al menos por alguna gente.
Tomando un respiro empecé a relatar las cosas sobre las religiones y le dije:
-Bueno religiones en mi mundo hay muchas, le pegas una patada a una piedra y te salen cinco religiones distintas, aunque según la mayoría de las religiones importantes, y esto no te va a gustar, la mujer está menospreciada, humillada en muchos casos,-procedí a contarle cosas sobre el cristianismo, el judaísmo, el islam y alguna religión mas, cuando termine de contar esto le dije,- entre los de mi mundo yo soy un fiel defensor de los derechos de la mujer y la igualdad entre ambos sexos.
Dicho todo esto, espere a ver que reacción tendría Atol sobre todo lo que yo habia dicho.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 06:19 pm
Cuando hemos apostado todos los interesados en Maciel, nos dirigimos volando hacia el otro de los torreones: Letargo. ¿Cuánto tiempo hace que no vengo por aquí? Esto… juraría que no lo he vuelto a pisar desde que vinimos a “recibir” a los nuevos transformados hace ya... año y pico. Mucho ha llovido desde entonces, y más aún desde que estuve yo. ¡Más de dos años! Dicho así, parecen hasta pocos, pero para mí… como otra vida, cuando Adara era una joven mujer de piel pálida y pocas palabras, que se paseaba por el torreón vestida con su karategui. Por aquel entonces no me relacionaba demasiado con los demás, iba mucho a mi bola... pero a pesar de todo, no es que haya terminado sola, precisamente. ¿Podría considerarme suertuda? Sin duda. Aunque sigo sin entender mi comportamiento por aquel entonces. ¿O tal vez sí? Después de todo, mi madre murió poco antes de venir. Mi madre, mi madre… ¿Hace cuánto que no pienso en ella?
De mi ensimismamiento me saca la llegada al torreón Letargo. Primeramente me fijo en que, parece ser, nos tienen ya un espectáculo preparado. ¡Y menudo es! Según logro entender, un chico (que, supongo, terrícola), ha disparado tan mal con el arco que casi le da a la avispa del repoblador. ¡Cómo grita el condenado!
—Con ese vozarrón, yo digo que… sobrevive. En cuanto al chico del arco, muere.
Observo al resto de los que hay en el patio. Hay quien se mete en la discusión y hay quien sólo la observa. Me llama la atención un chico armado con un par de guadañas… un ulterano, sin duda. ¿De la misma rama militar que Toima? Es un tanto curioso su armamento, pero confío en que sabrá manejarlas con soltura. En cuanto a otro que se mantiene aparte de la discusión no es que parezca un debilucho, pero digamos que es… torpe. Sí, sin duda esa palabra le viene como anillo al dedo. O al menos es así viendo cómo maneja el arma, no sé cómo será con el resto.
—Apuesto por la supervivencia del de las guadañas, por motivos más que evidentes, y por la muerte del delgaducho, el de piel grisácea… –observando a los dos que me quedan del patio, sigo apostando–. El de la espada y el escudo de madera no parece saber mucho de luchar, pero el otro parece estar en forma y lleva las armas como quien sabe, como mínimo, agarrar un arma. –Interesante también el truquito con fuego, aunque un tanto feo amenazar al repoblador con fuego–. Apuesto por la muerte del terrícola, no me parece demasiado, y por la supervivencia del otro… ¿de libo, podría decir que es? No me ha gustado mucho su gesto con el compañero, pero no puedo negar que parece espabilado.
Entonces observo a los que se asoman por la ventana reclamando silencio. Tanto el chico como la chica parecen más bien pequeños, recién entrados en la adolescencia… El pequeño también tiene a alguien más dentro, después pediré a Cain que nos deje mirar allí y a la habitación de la otra.
El pequeño repoblador alza el vuelo con su avispa, enfadado con los compañeros de su torreón. No nos da tiempo a reaccionar, así que ni me esfuerzo en hacerlo. Por suerte, él no parece querer dar la voz de alarma a sus compañeros. Acto seguido, decidimos escondernos en una construcción cercana para ver al resto de cosechados con la palangana. En primer lugar, pido que enseñen las habitaciones de los dos que se han asomado a gritar por la ventana. Una está leyendo un libro de magia, parece aplicada a este y atenta a lo que dice, a pesar de lo que acaba de pasar fuera. Apostaré por su supervivencia, sí. En el otro cuarto, tanto el chico que se asomó como su acompañante están practicando con runas encima de unos escudos de madera. ¡Qué interesante! ¿Qué querrán hacer? Yo creo que estos dos vivirán, y así transmito mis conclusiones al resto.
Terminados de ver los practicantes de magia, vamos saltando por el resto del torreón y aún logramos observar a tres cosechadas más, dos de ellas aún durmiendo. La otra está en la armería, parece que mirando de escoger un arma. Al ver que prueba de tantos tipos, juraría que no tiene mucha idea de ninguno. Al final se decanta por un sable y un escudo, a pesar de haber estado tanteando con dos. Una buena decisión, ahora haría falta ver cómo se desenvuelve. Pero aún así...
—Estas tres no me parecen gran cosa… así que mueren todas –concluyo.
De mi ensimismamiento me saca la llegada al torreón Letargo. Primeramente me fijo en que, parece ser, nos tienen ya un espectáculo preparado. ¡Y menudo es! Según logro entender, un chico (que, supongo, terrícola), ha disparado tan mal con el arco que casi le da a la avispa del repoblador. ¡Cómo grita el condenado!
—Con ese vozarrón, yo digo que… sobrevive. En cuanto al chico del arco, muere.
Observo al resto de los que hay en el patio. Hay quien se mete en la discusión y hay quien sólo la observa. Me llama la atención un chico armado con un par de guadañas… un ulterano, sin duda. ¿De la misma rama militar que Toima? Es un tanto curioso su armamento, pero confío en que sabrá manejarlas con soltura. En cuanto a otro que se mantiene aparte de la discusión no es que parezca un debilucho, pero digamos que es… torpe. Sí, sin duda esa palabra le viene como anillo al dedo. O al menos es así viendo cómo maneja el arma, no sé cómo será con el resto.
—Apuesto por la supervivencia del de las guadañas, por motivos más que evidentes, y por la muerte del delgaducho, el de piel grisácea… –observando a los dos que me quedan del patio, sigo apostando–. El de la espada y el escudo de madera no parece saber mucho de luchar, pero el otro parece estar en forma y lleva las armas como quien sabe, como mínimo, agarrar un arma. –Interesante también el truquito con fuego, aunque un tanto feo amenazar al repoblador con fuego–. Apuesto por la muerte del terrícola, no me parece demasiado, y por la supervivencia del otro… ¿de libo, podría decir que es? No me ha gustado mucho su gesto con el compañero, pero no puedo negar que parece espabilado.
Entonces observo a los que se asoman por la ventana reclamando silencio. Tanto el chico como la chica parecen más bien pequeños, recién entrados en la adolescencia… El pequeño también tiene a alguien más dentro, después pediré a Cain que nos deje mirar allí y a la habitación de la otra.
El pequeño repoblador alza el vuelo con su avispa, enfadado con los compañeros de su torreón. No nos da tiempo a reaccionar, así que ni me esfuerzo en hacerlo. Por suerte, él no parece querer dar la voz de alarma a sus compañeros. Acto seguido, decidimos escondernos en una construcción cercana para ver al resto de cosechados con la palangana. En primer lugar, pido que enseñen las habitaciones de los dos que se han asomado a gritar por la ventana. Una está leyendo un libro de magia, parece aplicada a este y atenta a lo que dice, a pesar de lo que acaba de pasar fuera. Apostaré por su supervivencia, sí. En el otro cuarto, tanto el chico que se asomó como su acompañante están practicando con runas encima de unos escudos de madera. ¡Qué interesante! ¿Qué querrán hacer? Yo creo que estos dos vivirán, y así transmito mis conclusiones al resto.
Terminados de ver los practicantes de magia, vamos saltando por el resto del torreón y aún logramos observar a tres cosechadas más, dos de ellas aún durmiendo. La otra está en la armería, parece que mirando de escoger un arma. Al ver que prueba de tantos tipos, juraría que no tiene mucha idea de ninguno. Al final se decanta por un sable y un escudo, a pesar de haber estado tanteando con dos. Una buena decisión, ahora haría falta ver cómo se desenvuelve. Pero aún así...
—Estas tres no me parecen gran cosa… así que mueren todas –concluyo.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 08:02 pm
Seon solo saludó a su pareja al llegar con un beso, y subió rápidamente siguiendo a Yrio y dando una explicación vaga de que tenía mucho que hacer.
Alder, ya duchada y vestida con su ropa de Sinhdro, bajó a la armeria con un resoplido. LLevaba dos semanas puliendo su forma fisica, y aun no había ni pensando en que tipo de arma iba a utilizar. Los cuchillos serpenteros de Sinhdro los manejaba, claro, como cualquiera que le gustase ir al bosque, pero esas dagas se le antojaban algo bastante inutil para bichos grandes, de hecho, ni siquiera estaba segura de que las hubiese en... se corrigió, había dagas muy parecidas colgadas de las paredes. Cortas y onduladas. Apenas les dedicó una mirada, porque ya sabía que se las acabaría llevando. A lo mejor podía esconder alguna entre la ropa, o colgarlas del pantalon, para tenerlas de comodin. Miró fascinada grandes hachas, como las de los leñadores. Pensó con una sonrisa en la velocidad con la que los sinhadres conseguían madera de sus gruesos arboles, pero el peso era excesivo. Su punto fuerte era la agilidad, y la perdería con un arma así. Y no recordaba que ningun leñador hiciera muchas florituras para talar. Siguió con la vista cada cosa que había, más grandes más pequeñas... Y las de distancia, que si sujetó en alto antes de volver a dejar en su sitio. Alguna vez acariciaba pensativa una, para luego abandonarla. Había dado bastantes vueltas indecisas ya, y se detuvo para coger una espada curva y sin afilar. Su gemela estaba a pocos centimetros, pero no creía que, a esas alturas, un buen ataque fuera la mejor defensa. Podría preguntar a Seon si había alguna manera de cubrirle con magia, pero hasta entonces, un arma era suficiente. Y un escudo, algo precavido, asi que cogio uno de madera ligero y redondo. Justo antes de salir, agarró un par de Serpenteras. Por si las moscas.
Las abandonó en la habitación después de ver que Atol estaba en la cocina con Stefan. Así que se puso a leer tranquilamente, a la espera de que su pareja saliese de la habitación.
***
Seon trabajó con Yrio con mucho interés. Solo los interrumpió Tap, y tuvo que hacer regresar al interior al aurva cuando se enzarzó en otra de sus discusiones.
- Yrio, Yyyrio, venga ven, que sabes que no llegais a ninguna parte.- dijo con dulzura, y retomo su tarea.
Alder, ya duchada y vestida con su ropa de Sinhdro, bajó a la armeria con un resoplido. LLevaba dos semanas puliendo su forma fisica, y aun no había ni pensando en que tipo de arma iba a utilizar. Los cuchillos serpenteros de Sinhdro los manejaba, claro, como cualquiera que le gustase ir al bosque, pero esas dagas se le antojaban algo bastante inutil para bichos grandes, de hecho, ni siquiera estaba segura de que las hubiese en... se corrigió, había dagas muy parecidas colgadas de las paredes. Cortas y onduladas. Apenas les dedicó una mirada, porque ya sabía que se las acabaría llevando. A lo mejor podía esconder alguna entre la ropa, o colgarlas del pantalon, para tenerlas de comodin. Miró fascinada grandes hachas, como las de los leñadores. Pensó con una sonrisa en la velocidad con la que los sinhadres conseguían madera de sus gruesos arboles, pero el peso era excesivo. Su punto fuerte era la agilidad, y la perdería con un arma así. Y no recordaba que ningun leñador hiciera muchas florituras para talar. Siguió con la vista cada cosa que había, más grandes más pequeñas... Y las de distancia, que si sujetó en alto antes de volver a dejar en su sitio. Alguna vez acariciaba pensativa una, para luego abandonarla. Había dado bastantes vueltas indecisas ya, y se detuvo para coger una espada curva y sin afilar. Su gemela estaba a pocos centimetros, pero no creía que, a esas alturas, un buen ataque fuera la mejor defensa. Podría preguntar a Seon si había alguna manera de cubrirle con magia, pero hasta entonces, un arma era suficiente. Y un escudo, algo precavido, asi que cogio uno de madera ligero y redondo. Justo antes de salir, agarró un par de Serpenteras. Por si las moscas.
Las abandonó en la habitación después de ver que Atol estaba en la cocina con Stefan. Así que se puso a leer tranquilamente, a la espera de que su pareja saliese de la habitación.
***
Seon trabajó con Yrio con mucho interés. Solo los interrumpió Tap, y tuvo que hacer regresar al interior al aurva cuando se enzarzó en otra de sus discusiones.
- Yrio, Yyyrio, venga ven, que sabes que no llegais a ninguna parte.- dijo con dulzura, y retomo su tarea.
-
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 08:12 pm
Nia
La niña contempló con nostalgia las enredaderas que cubrian la piedra del torreón. El patio, estaba en un peor estado de como lo recordaba y el torreón en si podria estar mucho más limpio. No esperaba que la cosecha se comportase igual cada año, pero aquellos detalles le hicieron darse cuenta que el tiempo pasaba. ¡Y qué rápido a veces!
Dedicó un momento a observar las tumbas, distrubuidas por el patio, recordando los nombres de aquellos que alli habian fallecido. Tras unos breves momentos de silencio, dirigio su mirada a los cosechados. Dos ojos azules exploraron los rincones de la palangana, mientras, con una expresión de curiosidad, analizaba a cada uno de los cosechados y valoraba su opinion de ellos. Pasando de uno a otro, vio a cierto albino y aquello le hizo dar un respingo en el aire.
-¿¡Otro Watahre!?-dijo con una mezcla de sorpresa y desilusion. Esperaba que si otro ulterano fuera cosechado, este seria más parecido a ella que a Toima. Suspiró. No hacia falta que decir que sobreviria la cosecha con una alta facilidad. Un puchero cruzó su cara cuando pensó que podria encontrar alguien que habia vivido una vida más corriente.
El chico de pelo violeta que habia estado gritando antes al repoblador, no parecia dotado de ninguna arte en especial. Sin contar su peinado de dos colores, parecia bastante...normalito. Nia sabia no juzgar un libro por su cubierta, asi que decidio no apostar sobre él ya que tampoco parecia precisamente débil. Pasando al siguiente, el repoblador que se habia marchado volando en su avispa, hizo su apuesta en voz alta.
-El pequeñajo malhumorado de la avispa y el ulterano de momento se merecen mi apuesta de que sobrevirán... luego...-
Un muchacho humano de pelo rubio parecia estar hablando con un libense. El primero parecia bastante blandito, pero no tenia cara de tonto. Con respecto al segundo, parecia muy confiado en si mismo y lo que hacia.
-Apuesto por que estos dos sobreviven.-añadio, al poco rato. Sinceramente, no le parecian malos cosechados en general. Ningun suicida, ningun loco, ningun idiota. Solamente un grupo de chicos y chicas encerrados y presionados por la amenaza de la muerte que provenia de la ciudad y ah, si supieran lo que estaba por llegar...
No se sentia muy cómoda salvando a unos y perdonando a otros, sintio que tendria que condenar a alguien si queria quedar con algo de sentido. El otro humano que veia, armado con una ballesta y de punteria algo torpe, se merecio el castigo. Nia le señalo antes de hablar.
-Y ese no pasa por la Luna Roja... No con esa punteria.-añadio riendo. Aunque tampoco es que desease su muerte. Toda esta situación le hizo sentirse un poco incómoda consigo misma, teniendo en cuenta de lo abierta y tranquilamente que estaban hablando de la perdición de unos y de la salvación de otros. No se sintio con ganas de continuar con los demás cosechados. Sin embargo, esperó a que los demás terminaran con sus predicciones y apuestas antes de cambiar de tema.
-Por cierto, ¿os apeteceria ver una cosa muy interesante en la que he estado trabajando?-dijo con un tono misterioso.-Quise haberselo enseñado a Noel y Gael, hace ya semanas, pero con una cosa y otra se me olvidó...-comentó, haciendose la interesante. Incluso habia hablado ya con su "contacto" en el burdel sobre ello.
La niña contempló con nostalgia las enredaderas que cubrian la piedra del torreón. El patio, estaba en un peor estado de como lo recordaba y el torreón en si podria estar mucho más limpio. No esperaba que la cosecha se comportase igual cada año, pero aquellos detalles le hicieron darse cuenta que el tiempo pasaba. ¡Y qué rápido a veces!
Dedicó un momento a observar las tumbas, distrubuidas por el patio, recordando los nombres de aquellos que alli habian fallecido. Tras unos breves momentos de silencio, dirigio su mirada a los cosechados. Dos ojos azules exploraron los rincones de la palangana, mientras, con una expresión de curiosidad, analizaba a cada uno de los cosechados y valoraba su opinion de ellos. Pasando de uno a otro, vio a cierto albino y aquello le hizo dar un respingo en el aire.
-¿¡Otro Watahre!?-dijo con una mezcla de sorpresa y desilusion. Esperaba que si otro ulterano fuera cosechado, este seria más parecido a ella que a Toima. Suspiró. No hacia falta que decir que sobreviria la cosecha con una alta facilidad. Un puchero cruzó su cara cuando pensó que podria encontrar alguien que habia vivido una vida más corriente.
El chico de pelo violeta que habia estado gritando antes al repoblador, no parecia dotado de ninguna arte en especial. Sin contar su peinado de dos colores, parecia bastante...normalito. Nia sabia no juzgar un libro por su cubierta, asi que decidio no apostar sobre él ya que tampoco parecia precisamente débil. Pasando al siguiente, el repoblador que se habia marchado volando en su avispa, hizo su apuesta en voz alta.
-El pequeñajo malhumorado de la avispa y el ulterano de momento se merecen mi apuesta de que sobrevirán... luego...-
Un muchacho humano de pelo rubio parecia estar hablando con un libense. El primero parecia bastante blandito, pero no tenia cara de tonto. Con respecto al segundo, parecia muy confiado en si mismo y lo que hacia.
-Apuesto por que estos dos sobreviven.-añadio, al poco rato. Sinceramente, no le parecian malos cosechados en general. Ningun suicida, ningun loco, ningun idiota. Solamente un grupo de chicos y chicas encerrados y presionados por la amenaza de la muerte que provenia de la ciudad y ah, si supieran lo que estaba por llegar...
No se sentia muy cómoda salvando a unos y perdonando a otros, sintio que tendria que condenar a alguien si queria quedar con algo de sentido. El otro humano que veia, armado con una ballesta y de punteria algo torpe, se merecio el castigo. Nia le señalo antes de hablar.
-Y ese no pasa por la Luna Roja... No con esa punteria.-añadio riendo. Aunque tampoco es que desease su muerte. Toda esta situación le hizo sentirse un poco incómoda consigo misma, teniendo en cuenta de lo abierta y tranquilamente que estaban hablando de la perdición de unos y de la salvación de otros. No se sintio con ganas de continuar con los demás cosechados. Sin embargo, esperó a que los demás terminaran con sus predicciones y apuestas antes de cambiar de tema.
-Por cierto, ¿os apeteceria ver una cosa muy interesante en la que he estado trabajando?-dijo con un tono misterioso.-Quise haberselo enseñado a Noel y Gael, hace ya semanas, pero con una cosa y otra se me olvidó...-comentó, haciendose la interesante. Incluso habia hablado ya con su "contacto" en el burdel sobre ello.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 09:31 pm
Llegaron pronto a Letargo y Cain sintió un pequeño torrente de sentimientos y recuerdos, algunos buenos y otros malos. Desgraciadamente todos los buenos le arrastraban a los malos, así que en realidad eran todo malos. Los condenó a las profundidades de su cerebro y trató de no volver a recurrir a ellos y centrarse en los nuevos cosechados. Después de inspeccionar el patio y presenciar el... interesante espectáculo que les dieron los cachorros << Joder, es como volver a ver la tele de mi país... pero sin tetas de silicona>> buscaron un lugar donde ocultarse para espiar más cómodamente.
-Ahora le toca a Gael hacer de voluntario- dijo entre risas pinchando al fuego fatuo para conseguir su sangre, apartando la mano rápidamente para no quemarse- Que sé que tambien eres casto y puro por el momento y así no te pones celoso de Noel.
El rito funcionó igual, los escarabajos se dispersaron por el torreón y en seguida tuvieron acceso a todas las habitaciones. Cain sacó su cuaderno y decidió dejar a los del patio para el final, ya que los otros habian hecho las apuestas sobre sus vidas y preferirían pasar a los del interior. Pudieron ver a la compañera con la que compartía habitación el pequeño gritón y Cain comprobó que era bastante mona. De hecho ambos eran bastante monos << Qué maravillas ha traido esta cosecha...>> pensó divertido. Hizo sus retratos y pasaron a las demás habitaciones. Había una varmana cosa que no había visto desde su propia cosecha, algunos humanos, un par de chicos de anatomía muy interesante y una sinhadre sola en una habitación. Estaba leyendo en una postura muy relajada y natural, y a Cain le gustó tanto que le hizo un retrato de cuerpo entero.
-Jack, cualquiera diría que has cosechado a los sinhadres por su aspecto y no por su esencia- dijo con malicia.
También le hizo un retrato de cuerpo entero al repoblador, aunque tuvo que hacerlo casi de memoria al escaparse volando, pero al menos pudo tomar apuntes de él montado en la avispa. El libense le encantó. Con todos esos detalles y esos ojos tan especiales que traían, incluso sin maquillar.
Repasó todos los retratos en su conjunto, mirando también los de Maciel y sonrió satisfecho. Una buena cosecha. << Parezco un pervertido...>> Y ciertamente lo era.
-Yo ya terminé con esto. Y como agradecimiento por el truquito de los escarabajos me podríais invitar a merendar- dijo autoinvitándose descaradamente al Cuchitril- Os llevaré... un bizcocho o algo, pero quiero ver si está bien puesto el nombre.
-Ahora le toca a Gael hacer de voluntario- dijo entre risas pinchando al fuego fatuo para conseguir su sangre, apartando la mano rápidamente para no quemarse- Que sé que tambien eres casto y puro por el momento y así no te pones celoso de Noel.
El rito funcionó igual, los escarabajos se dispersaron por el torreón y en seguida tuvieron acceso a todas las habitaciones. Cain sacó su cuaderno y decidió dejar a los del patio para el final, ya que los otros habian hecho las apuestas sobre sus vidas y preferirían pasar a los del interior. Pudieron ver a la compañera con la que compartía habitación el pequeño gritón y Cain comprobó que era bastante mona. De hecho ambos eran bastante monos << Qué maravillas ha traido esta cosecha...>> pensó divertido. Hizo sus retratos y pasaron a las demás habitaciones. Había una varmana cosa que no había visto desde su propia cosecha, algunos humanos, un par de chicos de anatomía muy interesante y una sinhadre sola en una habitación. Estaba leyendo en una postura muy relajada y natural, y a Cain le gustó tanto que le hizo un retrato de cuerpo entero.
-Jack, cualquiera diría que has cosechado a los sinhadres por su aspecto y no por su esencia- dijo con malicia.
También le hizo un retrato de cuerpo entero al repoblador, aunque tuvo que hacerlo casi de memoria al escaparse volando, pero al menos pudo tomar apuntes de él montado en la avispa. El libense le encantó. Con todos esos detalles y esos ojos tan especiales que traían, incluso sin maquillar.
Repasó todos los retratos en su conjunto, mirando también los de Maciel y sonrió satisfecho. Una buena cosecha. << Parezco un pervertido...>> Y ciertamente lo era.
-Yo ya terminé con esto. Y como agradecimiento por el truquito de los escarabajos me podríais invitar a merendar- dijo autoinvitándose descaradamente al Cuchitril- Os llevaré... un bizcocho o algo, pero quiero ver si está bien puesto el nombre.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 10:38 pm
Noel observó los muros del torreón con sus omnipresentes enredaderas con nostalgia. Había vivido muchas cosas en el interior de aquellas paredes de piedra. Especialmente cosas buenas, pero también algunas malas. Cuando se asomaron al patio no pudo evitar recordar la noche de su transformación. Casi podía ver a Giz tirado en medio del patio y a él mismo recién transformado no pudiendo apenas caminar debido al peso de las alas y la cola. Y el cadáver de Ethan hecho pedazos unos metros más allá. Por ello su atención al principio fue a parar a las pequeñas tumbas improvisadas que poblaban el patio del torreón. Reconoció la que él mismo había hecho para su amigo, un tanto deshecha por el paso del tiempo. El draco se preguntó si los nuevos cosechados sentirían curiosidad por saber quién estaba ahí enterrado. Noel sacudió la cabeza, no estaban ahí para recordar a los muertos, sino para observar a los vivos.
Había cinco cosechados en el patio. No, seis, se corrigió cuando empezaron los gritos y pudo notar la presencia de un repoblador. Noel presenció la discursión entre los distintos cosechados con gran diversión. Cada cual parecía tener peores humos que el anterior. Al draco le hacía gracia lo mal que se llevaban y por un momento se sintió tentado a apostar por la supervivencia de todos, lo que se traduce en su muerte, debido a lo poco que parecían congeniar. Pero prefirió suponer que acabarían entrando en razón de algún modo, Rocavarancolia solía tener ese efecto sobre la gente.
-Tenemos a un ulterano de la talla de Toima. Supongo que apostar por su muerte es una apuesta bastante segura... Teniendo en cuenta que quiero perder, claro -comenzó a ennumerar el draco tras oír algunas de las elecciones de sus compañeros-. El que parece libense se maneja muy bien también, apuesto que muere. Aquel otro chico que no sabría identificar de donde viene parece bastante torpe, digo que sobrevive. Respecto a los chicos humanos... El rubio no ha sido demasiado hábil y parece tener exceso de confianza, así que apuesto que vive. Y respecto al que cabreó al repoblador... -hizo una pausa pues fue entonces cuando se fijó mejor en la ropa que llevaba puesta ese chico-. Ey, esa ropa es la misma que utilizaba yo cuando la mía estaba sucia. Bueno, siendo así supongo que tendré que darle un voto de confianza -dijo sonriendo ampliamente-. Lo que hace otra muerte. Y el repoblador... No sé como le cabe tanto mal genio en un cuerpo tan pequeño. Si no conociera a ningún otro repoblador tal vez diría que no sobrevive por su tamaño, pero teniendo a Tsusu como referencia voy a apostar que muere. Eso sí, todo esto es suponiendo que no se maten los unos a los otros, porque no me parecería tan descabellado dado lo que acabamos de presenciar -dijo con una breve carcajada.
Tuvieron que hacer una pausa en sus apuestas pues el repoblador pasó volando en su abeja muy cerca de donde estaban ellos y de hecho los vio. Aunque no alertó al resto del torreón, el grupo decidió retirarse a un edificio cercano para continuar. Además de los chicos del patio, habían visto a uno de los cosechados de Jack que salió a gritar desde una ventana. Había decidido esperar a que Cain utilizase la palangana para ver mejor a todos los del interior antes de nada. No tuvo que esperar mucho pues el invocador enseguida repitió el rito, esta vez utilizando la sangre de Gael.
-Serás cabrón... -dijo Noel entre risas por lo bajo ante el comentario de Cain.
Una vez empezaron a usar la palanga, el draco volvió a centrarse en las apuestas.
-Tres sinhadres, ¿eh? -contó cuando hubieron visto a todos-. No me lo tengo ni que pensar, por supuesto, apuesto por la muerte de los tres. Si alguna vez llegan a enterarse de todo esto me aseguraré de que sepan que fue culpa tuya, Jack -le dijo al vampiro sonriendo burlonamente-. Aún así creo que mi apuesta hubiera sido la misma. Al chico y la chica se los veía bastante concentrados estudiando, me recuerda a cuando yo me pasé noches enteras practicando sin resultado alguno -el chico se rió al recordar su obstinación por tratar de hacer magia. Poco podía imaginar entonces que no le salía no porque fuera menos hábil que sus compañeros, sino porque por aquel entonces ni siquiera se le hubiese ocurrido torturar a alguien-. No sé muy bien qué apostar acerca de las dos chicas que parecen humanas -prosiguió para evitar pensar en el tema-, pero como ya aposté por muchas muertes diré que viven. Y la varmana también, al fin y al cabo solo la hemos visto durmiendo.
Una vez se emitieron todas las apuestas, Noel escuchó a Nia comentar sobre algo que sin duda le sonaba. La nayade ya les había comentado algo al respecto hacía un par de semanas.
-Estuvimos tan ocupados con el asunto de Nubla, la mudanza y el trabajo que no volvimos a acordarnos. Pero por mí si quieres podemos ir hoy a donde sea que quieras llevarnos.
Después centró su atención en Cain y sonrió cuando el invocador se autoinvitó al cuchitril.
-Ya sabes que eres bienvenido siempre, aunque ya que lo mencionas, ¿qué tal si mejor lo dejamos para mañana? -el draco se dirigió a todos los presentes-. Os invitamos a cenar mañana en el cuchitril, a todos. Es algo que ya teníamos planeado, así que espero que podáis venir.
Aún tenían que comprar un par de cosas en el mercado y en la taberna pero por fin podrían devolver a sus amigos todas las veces que los habían invitado o regalado cosas cuando aún no tenían dinero.
Había cinco cosechados en el patio. No, seis, se corrigió cuando empezaron los gritos y pudo notar la presencia de un repoblador. Noel presenció la discursión entre los distintos cosechados con gran diversión. Cada cual parecía tener peores humos que el anterior. Al draco le hacía gracia lo mal que se llevaban y por un momento se sintió tentado a apostar por la supervivencia de todos, lo que se traduce en su muerte, debido a lo poco que parecían congeniar. Pero prefirió suponer que acabarían entrando en razón de algún modo, Rocavarancolia solía tener ese efecto sobre la gente.
-Tenemos a un ulterano de la talla de Toima. Supongo que apostar por su muerte es una apuesta bastante segura... Teniendo en cuenta que quiero perder, claro -comenzó a ennumerar el draco tras oír algunas de las elecciones de sus compañeros-. El que parece libense se maneja muy bien también, apuesto que muere. Aquel otro chico que no sabría identificar de donde viene parece bastante torpe, digo que sobrevive. Respecto a los chicos humanos... El rubio no ha sido demasiado hábil y parece tener exceso de confianza, así que apuesto que vive. Y respecto al que cabreó al repoblador... -hizo una pausa pues fue entonces cuando se fijó mejor en la ropa que llevaba puesta ese chico-. Ey, esa ropa es la misma que utilizaba yo cuando la mía estaba sucia. Bueno, siendo así supongo que tendré que darle un voto de confianza -dijo sonriendo ampliamente-. Lo que hace otra muerte. Y el repoblador... No sé como le cabe tanto mal genio en un cuerpo tan pequeño. Si no conociera a ningún otro repoblador tal vez diría que no sobrevive por su tamaño, pero teniendo a Tsusu como referencia voy a apostar que muere. Eso sí, todo esto es suponiendo que no se maten los unos a los otros, porque no me parecería tan descabellado dado lo que acabamos de presenciar -dijo con una breve carcajada.
Tuvieron que hacer una pausa en sus apuestas pues el repoblador pasó volando en su abeja muy cerca de donde estaban ellos y de hecho los vio. Aunque no alertó al resto del torreón, el grupo decidió retirarse a un edificio cercano para continuar. Además de los chicos del patio, habían visto a uno de los cosechados de Jack que salió a gritar desde una ventana. Había decidido esperar a que Cain utilizase la palangana para ver mejor a todos los del interior antes de nada. No tuvo que esperar mucho pues el invocador enseguida repitió el rito, esta vez utilizando la sangre de Gael.
-Serás cabrón... -dijo Noel entre risas por lo bajo ante el comentario de Cain.
Una vez empezaron a usar la palanga, el draco volvió a centrarse en las apuestas.
-Tres sinhadres, ¿eh? -contó cuando hubieron visto a todos-. No me lo tengo ni que pensar, por supuesto, apuesto por la muerte de los tres. Si alguna vez llegan a enterarse de todo esto me aseguraré de que sepan que fue culpa tuya, Jack -le dijo al vampiro sonriendo burlonamente-. Aún así creo que mi apuesta hubiera sido la misma. Al chico y la chica se los veía bastante concentrados estudiando, me recuerda a cuando yo me pasé noches enteras practicando sin resultado alguno -el chico se rió al recordar su obstinación por tratar de hacer magia. Poco podía imaginar entonces que no le salía no porque fuera menos hábil que sus compañeros, sino porque por aquel entonces ni siquiera se le hubiese ocurrido torturar a alguien-. No sé muy bien qué apostar acerca de las dos chicas que parecen humanas -prosiguió para evitar pensar en el tema-, pero como ya aposté por muchas muertes diré que viven. Y la varmana también, al fin y al cabo solo la hemos visto durmiendo.
Una vez se emitieron todas las apuestas, Noel escuchó a Nia comentar sobre algo que sin duda le sonaba. La nayade ya les había comentado algo al respecto hacía un par de semanas.
-Estuvimos tan ocupados con el asunto de Nubla, la mudanza y el trabajo que no volvimos a acordarnos. Pero por mí si quieres podemos ir hoy a donde sea que quieras llevarnos.
Después centró su atención en Cain y sonrió cuando el invocador se autoinvitó al cuchitril.
-Ya sabes que eres bienvenido siempre, aunque ya que lo mencionas, ¿qué tal si mejor lo dejamos para mañana? -el draco se dirigió a todos los presentes-. Os invitamos a cenar mañana en el cuchitril, a todos. Es algo que ya teníamos planeado, así que espero que podáis venir.
Aún tenían que comprar un par de cosas en el mercado y en la taberna pero por fin podrían devolver a sus amigos todas las veces que los habían invitado o regalado cosas cuando aún no tenían dinero.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
14/01/13, 02:40 am
Cuando llegó al torreón, Giz no pudo evitar hacer un repaso mental a todo lo que había vivido allí, desde la llegada en la que se encontraron con Mánia, hasta la salida de la luna. Este último era uno de esos días que no le gustaba recordar al asreniano. Era obvio que la llegada de la luna no había sido agradable para nadie y él prefería centrarse en los momentos divertidos con Noel, la presencia de Alicia cuando era una o los caprichos de Mánia a los primeros días.
Lo que se encontraron en el patio se parecía bastante a una batalla campal, pero a gritos. Un puñado de cosechados discutiendo de una manera que Giz creía no haber visto nunca. Los observó divertido, mientras divagaba sobre sus dotes de supervivencia. Hasta que vio al repoblador salir volando cabreado y comenzó a exponerlas en voz alta.
-Ese muere, si sale solo no tiene posibilidades. El de la flecha muere también. El resto de los que están entrenando abajo... Viven todos, el bailarín incluido. La humana que ha salido a gritarles... va, diré que vive también.
Cuando acabaron de examinar el patio, se alejaron a un sitio más apartado del torreón y volvieron a centrarse en la palangana, que fue mostrando a todos los que no se habían dejado mostrar. Los primeros que aparecieron fueron los dos sinhadres que se habían asomado al patio antes y que se encontraban dibujando runas.
-Esos viven, es obvio-después apareció otra del mismo mundo vinculado, en la armería-. Ella también, aunque aquí ya caben más dudas...-finalmente aparecieron otra humana y una varmana-. Estas mueren, que estoy siendo demasiado benévolo. Ale-y así acabó con todas sus apuestas-, pues suerte para Noel, y por lo tanto para todos-puntualizó divertido.
Finalmente escuchó con atención las conversaciones que iban saliendo. Parecía que no tendría mucho tiempo de aburrirse en los dos días siguientes, pues Nia les quería mostrar algo hoy, y al día siguiente tendría la mañana ocupada con Miloslava y luego habría que preparar la cena. << Tal vez fuera una buena excusa para hablar con Nasher >>. Giz llevaba queriendo quedar con él desde hace tiempo, pero nunca encontraba el momento entre unas cosas y otras.
Lo que se encontraron en el patio se parecía bastante a una batalla campal, pero a gritos. Un puñado de cosechados discutiendo de una manera que Giz creía no haber visto nunca. Los observó divertido, mientras divagaba sobre sus dotes de supervivencia. Hasta que vio al repoblador salir volando cabreado y comenzó a exponerlas en voz alta.
-Ese muere, si sale solo no tiene posibilidades. El de la flecha muere también. El resto de los que están entrenando abajo... Viven todos, el bailarín incluido. La humana que ha salido a gritarles... va, diré que vive también.
Cuando acabaron de examinar el patio, se alejaron a un sitio más apartado del torreón y volvieron a centrarse en la palangana, que fue mostrando a todos los que no se habían dejado mostrar. Los primeros que aparecieron fueron los dos sinhadres que se habían asomado al patio antes y que se encontraban dibujando runas.
-Esos viven, es obvio-después apareció otra del mismo mundo vinculado, en la armería-. Ella también, aunque aquí ya caben más dudas...-finalmente aparecieron otra humana y una varmana-. Estas mueren, que estoy siendo demasiado benévolo. Ale-y así acabó con todas sus apuestas-, pues suerte para Noel, y por lo tanto para todos-puntualizó divertido.
Finalmente escuchó con atención las conversaciones que iban saliendo. Parecía que no tendría mucho tiempo de aburrirse en los dos días siguientes, pues Nia les quería mostrar algo hoy, y al día siguiente tendría la mañana ocupada con Miloslava y luego habría que preparar la cena. << Tal vez fuera una buena excusa para hablar con Nasher >>. Giz llevaba queriendo quedar con él desde hace tiempo, pero nunca encontraba el momento entre unas cosas y otras.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
15/01/13, 01:58 am
Atol
Hago caso omiso a las palabras de Tap y luego Stefan se ofrece para ayudarme con la comida, a lo que refunfuñaría y me opondría de no ser porque de paso me responderá a las dudas. Preparamos la comida para todos y dejo aparte una bandeja para Seon e Yrio que luego les subiré. Y...
Mención aparte merece todo lo que Stefan me cuenta... En algún que otro momento el cuchillo cortó con más agresividad de lo normal o casi me salto un dedo o rompo un plato, así que mientras la comida se terminaba de calentar decidí sentarme en el centro de la cocina, sin poder alcanzar el mobiliario a puñetazos o patadas. Si hay algo claro es que como pueda visitar ese mundo y... ¿Y qué haría allí? Si hay tantas religiones tiene que haber millones de habitantes... yo solo no haría nada...
-Maldita sea... Creo que vivía mejor sin saber todo eso... Si tienes aprecio a tu mundo, más te vale que no encontremos un camino entre Libo y el tuyo...-gruño amenazador.
Después me quedo un rato pensativo, confuso por tanta información y sobre todo, tanta religión nueva y tan raras todas... Pero elaroma de la comida me distrae y la saco del fuego, sirviendo la carne y ensalada con fruta en los platos. Mientras Stefan pone parte de la mesa, yo subo una bandeja para Seon e Yrio, pero la suya la escondo tras la puerta para que no la vea al entrar, tras llamar:
-La comida está lista, aquí se la dejo, mi señora Seon. Yrio tendrá que bajar como buen chico...-saludo y digo todo serio, pero luego sonrío y descubro su parte.-Toma, anda. Y tened cuidado si estáis con magia...-añado, por culpa de restos de la pesadilla.
De vuelta abajo, llamo a los demás y me siento a comer cuando Macak viene, para luego comer en silencio hasta que propongo.
-¿Hace salir de expedición luego? No a por Tap sino a estirar las piernas... Explorar y eso..
Jack
La discusión en el patio fue tornándose más agresiva hasta que el de Libo apagó la espada de madera en llamas y el repoblador salió volando en su avispa gigante, haciendo que me apartase lo posible y aún así creo que me vio. Y no sólo a mí, ya que los demás llegaban seguidamente.
-Hey.-les saludo sonriente para después volver a observar a los del patio.-Obviamente, mi apuesta es que los tres sinhadres viven.
A la vez empiezo a escuchar los comentarios y esta vez sigo todo el recorrido de los escarabajos de Cain sin moverme del sitio, riendo cuando le pinchó a Gael con la misma picardía que cuando Cain comenta el aspecto de mis sinhadres
-Aspecto prometedor y esencia deliciosa... ¿o era al revés?-río. Y en cuanto a las apuestas, añado.-El repoblador muere, fijo: al mínimo enfrentamiento se va sólo por ahí... presa fácil. El de las guadañas sobrevive, ya que se le ve confiado y seguro... El de Libo también pero me da que como estén las chicas en peligro, se lo comen. Su saco de boxeo humanoide, sin embargo, puede sobrevivir. Aunque... ¿Tres semanas llevan? ¿Y tan blandengue? Comida. El del pincho muere o se carga a alguien con ese arma... ¡Eso! Sobrevive pero se carga a algún compañero... O compañera, la chica que lee. Y la varmana, el de Libo la protegerá, así que seguramente viva. Y el otro mozo... El del arco, muerte por cabreo de repoblador. Hala, espectáculo asegurado, que son muy revoltosos estos letarguinos.-remato suspirando y riendo ante el panorama.
Más tarde, Cain se autoinvita al Cuchitril y antes de que yo sugiera sutilmente apuntarme -además de que de paso podría hablar con él- Noel nos invita a todos, a lo que sonrío ampliamente.
-¡Acepto, vecinitos del alma! Y tenéis algo que contar de los subterráneos, que un pajarito me dijo algo...-añado riendo.
Hago caso omiso a las palabras de Tap y luego Stefan se ofrece para ayudarme con la comida, a lo que refunfuñaría y me opondría de no ser porque de paso me responderá a las dudas. Preparamos la comida para todos y dejo aparte una bandeja para Seon e Yrio que luego les subiré. Y...
Mención aparte merece todo lo que Stefan me cuenta... En algún que otro momento el cuchillo cortó con más agresividad de lo normal o casi me salto un dedo o rompo un plato, así que mientras la comida se terminaba de calentar decidí sentarme en el centro de la cocina, sin poder alcanzar el mobiliario a puñetazos o patadas. Si hay algo claro es que como pueda visitar ese mundo y... ¿Y qué haría allí? Si hay tantas religiones tiene que haber millones de habitantes... yo solo no haría nada...
-Maldita sea... Creo que vivía mejor sin saber todo eso... Si tienes aprecio a tu mundo, más te vale que no encontremos un camino entre Libo y el tuyo...-gruño amenazador.
Después me quedo un rato pensativo, confuso por tanta información y sobre todo, tanta religión nueva y tan raras todas... Pero elaroma de la comida me distrae y la saco del fuego, sirviendo la carne y ensalada con fruta en los platos. Mientras Stefan pone parte de la mesa, yo subo una bandeja para Seon e Yrio, pero la suya la escondo tras la puerta para que no la vea al entrar, tras llamar:
-La comida está lista, aquí se la dejo, mi señora Seon. Yrio tendrá que bajar como buen chico...-saludo y digo todo serio, pero luego sonrío y descubro su parte.-Toma, anda. Y tened cuidado si estáis con magia...-añado, por culpa de restos de la pesadilla.
De vuelta abajo, llamo a los demás y me siento a comer cuando Macak viene, para luego comer en silencio hasta que propongo.
-¿Hace salir de expedición luego? No a por Tap sino a estirar las piernas... Explorar y eso..
Jack
La discusión en el patio fue tornándose más agresiva hasta que el de Libo apagó la espada de madera en llamas y el repoblador salió volando en su avispa gigante, haciendo que me apartase lo posible y aún así creo que me vio. Y no sólo a mí, ya que los demás llegaban seguidamente.
-Hey.-les saludo sonriente para después volver a observar a los del patio.-Obviamente, mi apuesta es que los tres sinhadres viven.
A la vez empiezo a escuchar los comentarios y esta vez sigo todo el recorrido de los escarabajos de Cain sin moverme del sitio, riendo cuando le pinchó a Gael con la misma picardía que cuando Cain comenta el aspecto de mis sinhadres
-Aspecto prometedor y esencia deliciosa... ¿o era al revés?-río. Y en cuanto a las apuestas, añado.-El repoblador muere, fijo: al mínimo enfrentamiento se va sólo por ahí... presa fácil. El de las guadañas sobrevive, ya que se le ve confiado y seguro... El de Libo también pero me da que como estén las chicas en peligro, se lo comen. Su saco de boxeo humanoide, sin embargo, puede sobrevivir. Aunque... ¿Tres semanas llevan? ¿Y tan blandengue? Comida. El del pincho muere o se carga a alguien con ese arma... ¡Eso! Sobrevive pero se carga a algún compañero... O compañera, la chica que lee. Y la varmana, el de Libo la protegerá, así que seguramente viva. Y el otro mozo... El del arco, muerte por cabreo de repoblador. Hala, espectáculo asegurado, que son muy revoltosos estos letarguinos.-remato suspirando y riendo ante el panorama.
Más tarde, Cain se autoinvita al Cuchitril y antes de que yo sugiera sutilmente apuntarme -además de que de paso podría hablar con él- Noel nos invita a todos, a lo que sonrío ampliamente.
-¡Acepto, vecinitos del alma! Y tenéis algo que contar de los subterráneos, que un pajarito me dijo algo...-añado riendo.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
15/01/13, 09:58 am
-¡Atol os destrozarían!, no se cuantas personas seréis en tu mundo, o si quiera como sera vuestra tecnología, pero estoy bastante seguro de las de mi mundo.- Trato de hacerlo razonar y para ello le expongo la situación,- en mi mundo somos siete mil millones de personas, aunque ya sabes que no todo el mundo esta entrenado para combatir, sin embargo en mi mundo todas las batallas se desarrollan con armas de fuego, es decir a distancia, pregúntaselo si no a Pablo o Erin, y veras que lo que digo es cierto, y si ven que no os pueden controlar os bombardearan, desde el aire, o con armas radiactivas.
<<Por favor que no se les ocurra intervenir en mi mundo>>
Mientras comemos le dejo tiempo a Atol para pensar, y cuando dice de salir de expedición propongo:
-De expedición yo no lo veo, ya que Seon e Yrio no parecen querer moverse de ahí arriba, y preferiría salir a explorar con ellos en el grupo, aunque solo sea por la magia y por que no sabemos que tipos de cosas mágicas nos podemos encontrar ahí fuera, sin embargo te propongo otra cosa, he visto que no hay sal y que en las cestas tampoco hay, hasta ahora creí que no usabas sal por que en tu mundo no la usabais, así que, ¿que te parece si vamos a buscar sal?, y antes de que preguntes de donde la vamos a sacar, te diré que tenemos un mar aquí al lado, con un par de cubos llenos de agua yo creo que bastaría para unos cuantos días, y si, se sacar sal del agua, no es tan difícil. Y ya de paso podemos pillar la cesta de comida.
Mientras mi propuesta cala entre los que están sentados a la mesa yo voy recogiendo los cubiertos de los que han acabado, llego a la cocina y con un cubo de agua me pongo a fregarlos, cuando termino me fijo en que en el antebrazo empieza a salirme un hematoma, y me digo a mi mismo que la próxima vez Atol no me golpeara tanto.
<<Aunque para eso debo mejorar>>
Vuelvo hasta el salón después de pasar por la estancia con las camas y recoger mi libro, a la espera que se decida todo el mundo.
<<Por favor que no se les ocurra intervenir en mi mundo>>
Mientras comemos le dejo tiempo a Atol para pensar, y cuando dice de salir de expedición propongo:
-De expedición yo no lo veo, ya que Seon e Yrio no parecen querer moverse de ahí arriba, y preferiría salir a explorar con ellos en el grupo, aunque solo sea por la magia y por que no sabemos que tipos de cosas mágicas nos podemos encontrar ahí fuera, sin embargo te propongo otra cosa, he visto que no hay sal y que en las cestas tampoco hay, hasta ahora creí que no usabas sal por que en tu mundo no la usabais, así que, ¿que te parece si vamos a buscar sal?, y antes de que preguntes de donde la vamos a sacar, te diré que tenemos un mar aquí al lado, con un par de cubos llenos de agua yo creo que bastaría para unos cuantos días, y si, se sacar sal del agua, no es tan difícil. Y ya de paso podemos pillar la cesta de comida.
Mientras mi propuesta cala entre los que están sentados a la mesa yo voy recogiendo los cubiertos de los que han acabado, llego a la cocina y con un cubo de agua me pongo a fregarlos, cuando termino me fijo en que en el antebrazo empieza a salirme un hematoma, y me digo a mi mismo que la próxima vez Atol no me golpeara tanto.
<<Aunque para eso debo mejorar>>
Vuelvo hasta el salón después de pasar por la estancia con las camas y recoger mi libro, a la espera que se decida todo el mundo.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
15/01/13, 06:16 pm
Alder terminó de leer en cuanto escucho que la llamaban para comer. Estaban el resto abajo, y Atol proponía salir de excursión. Stefan en cambio propuso otra cosa. Había tenido un conflicto interno al principio con el chico: era el pensamiento de que, como ambos sabían, había estado dispuesta a abandonarlo a su suerte cuando supieron de él. Que por ella, podría haber muerto lentamente en la casa. Escuchar a Stefan, verlo en general, vivo y respirando, era un pequeño recordatorio de lo egoista que podía ser. Pero lo había superado bastante pronto. Había empezado por decirse que fue por Seon, y eso era verdad a medias. Tenía que reconocer que también había tenido cautela por ella misma, y luego por todos los demás que estaban con ella. Gente a la que ya conocía. Caras reales y visibles, y no lo que según su paranoia podía ser mentira. Por eso a los pocos días pudo ser verdaderamente natural con Stefan "Pues sí. Fui egoista con alguien a quien no conocía, en favor de mi misma y mi otra mitad, a la que amo. El caso es que esta vivo, y si todo va bien seguirá igual, hoy, mañana y pasado y así hasta que cada uno volvamos a casa" . Y por eso no tenía ningun reparo ya en hablar con él, o gastarle las mismas pullas que al resto. Al principio había cierto desafío en su "naturalidad" esperaba en parte que él la rechazara, y como se había dicho a si misma que su comportamiento había sido coherente, esperaba afrontar con indiferencia su rechazo, pero como nunca sucedió, ahora solo estaba comoda.
- La sal... ¿es como una especia? Es lo que le da el sabor al mar, ¿no? En ese caso me parece un plan estupendo. Por cierto, y Seon?- Atol le contestó que arriba comiendo, y Alder se encogió de hombros.Era igual que cuando Seon se metía en proyectos de estampado de telas con su padre, pues ella se buscaba la vida. - Bueno, entonces podemos ir nosotros. Aunque, ¿que tal si me das tiempo a digerir toda esta maravillosa comida?- terminó su plato, y se levantó, le dirigió una sonrisa a Atol y se dirigió a lavar las cosas mientras añadía: Ya sabes, por si toca correr y eso, que hacerlo con el estomago lleno no es lo mejor del mundo. Mientras me voy a leer. Si mi aurva baja de su encierro con Yrio MataLagartos, decidle que me busque. Y si entrenais esta tarde, también me podeis avisar. He decidido que arma quiero usar, Atol.- dijo por ultimo, con cierto tono de confesión. Luego subió de nuevo las escaleras.
- La sal... ¿es como una especia? Es lo que le da el sabor al mar, ¿no? En ese caso me parece un plan estupendo. Por cierto, y Seon?- Atol le contestó que arriba comiendo, y Alder se encogió de hombros.Era igual que cuando Seon se metía en proyectos de estampado de telas con su padre, pues ella se buscaba la vida. - Bueno, entonces podemos ir nosotros. Aunque, ¿que tal si me das tiempo a digerir toda esta maravillosa comida?- terminó su plato, y se levantó, le dirigió una sonrisa a Atol y se dirigió a lavar las cosas mientras añadía: Ya sabes, por si toca correr y eso, que hacerlo con el estomago lleno no es lo mejor del mundo. Mientras me voy a leer. Si mi aurva baja de su encierro con Yrio MataLagartos, decidle que me busque. Y si entrenais esta tarde, también me podeis avisar. He decidido que arma quiero usar, Atol.- dijo por ultimo, con cierto tono de confesión. Luego subió de nuevo las escaleras.
-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
15/01/13, 07:12 pm
Al llegar al torreón por un momento le pareció que nada había cambiado, que todo estaba igual que cuando vivía allí. Pero visto de cerca se dio cuenta de que eso era lo que parecía tan solo. Había pasado más tiempo del que creía desde que había estado allí por última vez. La enredadera crecía, y el patio estaba diferente, pero volvía a tener un huerto. Chicos listos.
Lo que sí ofrecieron los habitantes de Letargo fue un espectáculo cuanto menos curioso. Gael meneó la cabeza mientras los observaba, pensando que con tanto conflicto no iban a ir muy lejos. Intuyó que en este torreón iba a augurar más muertes que en el anterior. Estaba a punto de comunicar las apuestas para los chicos del patio cuando el repoblador, furioso, abandonó el torreón sin que pudieran esconderse de sus ojos. Se los quedó mirando, quizá incluso horrorizado, no pudo verlo bien, pero se marchó sin dar la alarma. «Bien, pues, un grupo de monstruos acechando a tus compañeros y como acabas de enfadarte con ellos no das la voz de alarma… O prefieres salir corriendo. Iba a apostar que vivías, pero creo que he cambiado de opinión, anda que salir solo» pensó al ver al repoblador alejándose.
Se escondieron en un edificio cercano por si a los otros les daba por salir, pero no fue así. «Vaya grupito…». Caín repitió el truco de la palangana, pero esta vez le pidió a él la sangre.
-¡Au! –soltó al ser pinchado-. ¡O… oye! No me voy a celar de ningún pinchazo –añadió malamente, sonrojándose ligeramente por el otro comentario al que no hizo alusión. Se llevó el dedo pinchado a los labios y observó con los demás las imágenes que iban apareciendo, escuchando las bromas y comentarios de los demás. Cuando por fin llegó a una conclusión sobre los cosechados esperó a que hubiera un momento de silencio para informar de su apuesta.
-A ver si no me dejo ninguno… primero el repoblador. Por cómo se marchó solo, digo que va a morir. El que le amenazó con fuego fue algo cabrón también, pero precisamente por eso creo que tiene las de sobrevivir. El ulterano también, básicamente porque me recuerda a nuestro Kaiser. El del arco… igual es por su puntería, pero me da en la nariz que muere. El chaval moreno parece torpe, muy torpe, así que muerte. ¡Ah! Y de los sinhadres de Jack… los veo sobreviviendo a los tres. –Hizo una pausa y miró a Jack. –No es por ti, es por ellos, que conste. Les veo posibilidades. Ah, sí, y la varmana también vive, creo. Y me quedan… ¿otros tres de aspecto humano, no? –Se quedó pensativo un momento-. Creo que… muerte para los tres. Me han parecido más débiles. Pero a saber. Así se queda la apuesta.
Cuando terminaron de hacer sus apuestas se dispusieron a recoger. Entonces Nia recordó aquello que les había comentado hacía tiempo. Gael se golpeó la frente con la mano.
-¡Oh! Se me había pasado completamente el tema –exclamó-. Me alegro de que siga en pie, me había quedado con la intriga. ¿Cuándo vamos, Nia? ¿Vas a decirnos antes qué es?
Quiso insistir un poco más, pero tras la auto-invitación de Caín se cambió de tema, era una buena ocasión para dejar caer lo de la cena, y Gael también se unió a hacer la invitación formal después de que Noel lo comentase.
-Aquí los vampiros espías tienen las orejas muy largas –soltó riendo por lo bajo después de escuchar a Jack.
Lo que sí ofrecieron los habitantes de Letargo fue un espectáculo cuanto menos curioso. Gael meneó la cabeza mientras los observaba, pensando que con tanto conflicto no iban a ir muy lejos. Intuyó que en este torreón iba a augurar más muertes que en el anterior. Estaba a punto de comunicar las apuestas para los chicos del patio cuando el repoblador, furioso, abandonó el torreón sin que pudieran esconderse de sus ojos. Se los quedó mirando, quizá incluso horrorizado, no pudo verlo bien, pero se marchó sin dar la alarma. «Bien, pues, un grupo de monstruos acechando a tus compañeros y como acabas de enfadarte con ellos no das la voz de alarma… O prefieres salir corriendo. Iba a apostar que vivías, pero creo que he cambiado de opinión, anda que salir solo» pensó al ver al repoblador alejándose.
Se escondieron en un edificio cercano por si a los otros les daba por salir, pero no fue así. «Vaya grupito…». Caín repitió el truco de la palangana, pero esta vez le pidió a él la sangre.
-¡Au! –soltó al ser pinchado-. ¡O… oye! No me voy a celar de ningún pinchazo –añadió malamente, sonrojándose ligeramente por el otro comentario al que no hizo alusión. Se llevó el dedo pinchado a los labios y observó con los demás las imágenes que iban apareciendo, escuchando las bromas y comentarios de los demás. Cuando por fin llegó a una conclusión sobre los cosechados esperó a que hubiera un momento de silencio para informar de su apuesta.
-A ver si no me dejo ninguno… primero el repoblador. Por cómo se marchó solo, digo que va a morir. El que le amenazó con fuego fue algo cabrón también, pero precisamente por eso creo que tiene las de sobrevivir. El ulterano también, básicamente porque me recuerda a nuestro Kaiser. El del arco… igual es por su puntería, pero me da en la nariz que muere. El chaval moreno parece torpe, muy torpe, así que muerte. ¡Ah! Y de los sinhadres de Jack… los veo sobreviviendo a los tres. –Hizo una pausa y miró a Jack. –No es por ti, es por ellos, que conste. Les veo posibilidades. Ah, sí, y la varmana también vive, creo. Y me quedan… ¿otros tres de aspecto humano, no? –Se quedó pensativo un momento-. Creo que… muerte para los tres. Me han parecido más débiles. Pero a saber. Así se queda la apuesta.
Cuando terminaron de hacer sus apuestas se dispusieron a recoger. Entonces Nia recordó aquello que les había comentado hacía tiempo. Gael se golpeó la frente con la mano.
-¡Oh! Se me había pasado completamente el tema –exclamó-. Me alegro de que siga en pie, me había quedado con la intriga. ¿Cuándo vamos, Nia? ¿Vas a decirnos antes qué es?
Quiso insistir un poco más, pero tras la auto-invitación de Caín se cambió de tema, era una buena ocasión para dejar caer lo de la cena, y Gael también se unió a hacer la invitación formal después de que Noel lo comentase.
-Aquí los vampiros espías tienen las orejas muy largas –soltó riendo por lo bajo después de escuchar a Jack.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
15/01/13, 09:22 pm
Cuando Wen escuchó las contestaciones de sus amigos, sonrió sarcásticamente. “¿Quién apostaría por ella cuando era la que más seguridad en sí misma mostraba y era prácticamente la única que entrenaba duramente todos los días con el arco?” pensó con un poco de prepotencia.
- No me esperaba otra contestación. - confesó, para luego mirar a Matt.- ¡oh, venga, Matt! No me mires así. Tu estuviste en la misma criba que yo, cualquiera hubiera votado antes por tu muerte que por la mía, hasta tu mismo, reconócelo. - bromeo con el brujo de arena dándole un puñetazo en el hombro que hizo saltar algunos granos.
Sin perder mucho tiempo, el grupo puso rumbo a Letargo, el otro torreón de cosechados, el cual la británica nunca había pisado. Sus amigos le habían hablado de su estancia en ese torreón, por lo que podría imaginárselo un poco, pero esa sería la primera vez que estaría en él y lo vería con sus propios ojos.
Encaramándose a la tapia del torreón, pudieron ver a la perfección lo que pasaba en el interior. El espectáculo que les recibió fue, cuanto menos, divertido. Con un solo vistazo, Wen ya tenía dos supervivientes y una muerte.
- El repoblador me cae bien, me gusta su carácter, tan diferente al de Tsusu. Voto a su favor. - comenzó a decir Wen.- pero el chico del arco acabará mal. Todo lo contrario que el ulterano, ¿es ulterano, no, Nia? - preguntó a la niña para asegurarse y prosiguió.- Ese sobrevivirá. Con el de Libo estoy dudando, pero creo que me decantaré por su supervivencia, voy a ser buena. Al que se mantiene aparte de la discusión: muerte. Y el chico guapo vive. - En ese momento, dos pequeños, de Sihndro parece ser, se asomaron por la ventana para desaparecer poco después.- Voto a favor del niño y en contra de la niña, parece demasiado débil.
El repoblador, enfadado por los hechos, se fue del torreón sobre su avispa, viéndoles aunque no dando la voz de alarma. “Mal compañero, mal compañero…” pensó la vouivre mientras Cain sacaba su palangana dispuesto a volver a hacer el hechizo de visualización.
- Mmm,… así que todos los cuchitrileros sois puros y castos, ¿eh? - comentó la británica jocosamente.- Creo que os vendría bien pasaros uno de estos días por el burdel. Si al jefe no le importa os haremos precio. - terminó guiñándoles el ojo a Gael y Noel y echándose a reír.
Una vez Cain hubo terminado el hechizo, aparecieron nuevas imágenes en la palangana que se sucedieron hasta terminar mostrando a cuatro cosechadas más.
- Mi voto por las chicas es… todas muertas. - sentenció la vouivre.- No hacen nada. Excepto la que está en la armería, esa vive; pero el resto mueren. Sobre todo la varmana. - terminó de decir, al recordar a la desagradable Lia.
Una vez terminadas las apuestas y aceptando la invitación a cenar del cuchitril y la pequeña excursión de Nia, se fueron de ahí, perdiendo de vista el torreón y los que lo ocupaban.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
15/01/13, 11:31 pm
De camino hasta allí, una vez se hubo cerciorado de que iban en la dirección correcta, la mente de Shizel puso a su cuerpo en piloto automático. Ahora que volvía a inaugurarse el circuito de salidas tenía bastantes cosas que quería llevar a cabo: tenía que pasarse por la Biblioteca durante al menos unas cuantas horas, volver a hablar con Tap sobre algo que había acabado quedando en el aire la última vez y salir en busca de chatarra por Rocavarancolia. Todo aquello era demasiado para llevarlo a cabo hoy, así que tendría que dosificarlo a lo largo de los días siguientes. Al fin y al cabo, si algo le sobraba ahora era tiempo.
Alargó la mano y llamó tres veces con energía al portal de Letargo. Creyó entreoír voces dentro: en Maciel también era raro, por no decir inexistente, el día en el que el torreón se quedaba vacío.
-Sabemos que estáis ahí, venimos a devolveros la visita- llamó-. Si no abrís entraremos trepando.
Mientras esperaba alargó la mano al bolsillo en busca de sus canicas, para no tantear más que aire. Recordó que aquel día, por primera vez desde que había llegado a Rocavarancolia, no había querido cogerlas. Recordando la pesadilla que acababa de tener, se tanteó las muñecas distraídamente, como queriendo comprobar si seguían ahí.
Alargó la mano y llamó tres veces con energía al portal de Letargo. Creyó entreoír voces dentro: en Maciel también era raro, por no decir inexistente, el día en el que el torreón se quedaba vacío.
-Sabemos que estáis ahí, venimos a devolveros la visita- llamó-. Si no abrís entraremos trepando.
Mientras esperaba alargó la mano al bolsillo en busca de sus canicas, para no tantear más que aire. Recordó que aquel día, por primera vez desde que había llegado a Rocavarancolia, no había querido cogerlas. Recordando la pesadilla que acababa de tener, se tanteó las muñecas distraídamente, como queriendo comprobar si seguían ahí.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
16/01/13, 05:09 pm
Como era de esperar, a Tap no le hizo ninguna gracia que casi matara a su avispa por accidente. Sin embargo, antes de que pudiera responder a sus gritos e insultos la voz de Yrio resuena desde una ventana. A partir de ese momento se armó una discusión en la que participaron tanto ellos dos como Atol, que entró poco después, y que amenazó al repoblador con fuego que hizo con magia.
“Primero la paliza a Stefan y ahora esto. Hoy alguien se ha levantado de mala leche”
Al final se olvidaron de mí, y preferí no decir nada, aprovechando para escabullirme del patio. Como estaba dentro no vi a Tap marcharse y no me enteré hasta un rato después, durante la comida, donde Atol planeó una salida.
-No me importa cuando salgamos siempre que no sea de noche. Me apunto-
No había salido del torreón desde el último ataque. Y todavía no se atrevía a volver a donde las cestas, pero tampoco quería quedarse para siempre en el torreón.
Aun no habían terminado de comer cuando llamaron a la puerta.
“¿Será Tap? No. Tap no llamaría”
Del otro lado de la puerta llegaron unas voces que no reconocí.
“Tienen que ser los del otro torreón”
Dirigí a los demás una mirada interrogante.
-¿Abrimos... o también los vais a dejar fuera hasta que se arrepientan de salir sin vuestro permiso?- Les dije con una sonrisa. Habían pasado dos semanas y, aunque me lo había tomado bien no había olvidado el día que no me dejaron entrar. Pensaba recordárselo durante mucho tiempo.
-En fin ya abro yo-
Una vez abro la puerta me encuentro un grupo bastante variopinto de personas. A algunos los conozco, a otros no.
-Vaya, tenemos visita ¿quien lo habría dicho?- Dije con una sonrisa mientras me hacía a un lado para dejarles entrar.
-Podeis pasar todos, menos él- sin dejar de sonreir señalé a Shizel.
- Tu entras trepando-
“Primero la paliza a Stefan y ahora esto. Hoy alguien se ha levantado de mala leche”
Al final se olvidaron de mí, y preferí no decir nada, aprovechando para escabullirme del patio. Como estaba dentro no vi a Tap marcharse y no me enteré hasta un rato después, durante la comida, donde Atol planeó una salida.
-No me importa cuando salgamos siempre que no sea de noche. Me apunto-
No había salido del torreón desde el último ataque. Y todavía no se atrevía a volver a donde las cestas, pero tampoco quería quedarse para siempre en el torreón.
Aun no habían terminado de comer cuando llamaron a la puerta.
“¿Será Tap? No. Tap no llamaría”
Del otro lado de la puerta llegaron unas voces que no reconocí.
“Tienen que ser los del otro torreón”
Dirigí a los demás una mirada interrogante.
-¿Abrimos... o también los vais a dejar fuera hasta que se arrepientan de salir sin vuestro permiso?- Les dije con una sonrisa. Habían pasado dos semanas y, aunque me lo había tomado bien no había olvidado el día que no me dejaron entrar. Pensaba recordárselo durante mucho tiempo.
-En fin ya abro yo-
Una vez abro la puerta me encuentro un grupo bastante variopinto de personas. A algunos los conozco, a otros no.
-Vaya, tenemos visita ¿quien lo habría dicho?- Dije con una sonrisa mientras me hacía a un lado para dejarles entrar.
-Podeis pasar todos, menos él- sin dejar de sonreir señalé a Shizel.
- Tu entras trepando-
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