Torreón Letargo (Archivo III)
+20
Evanna
Xana
Muffie
Tak
Giniroryu
Leonart
Lops
Dal
Carmesí
Red
Reisha
Naeryan
Administración
LEC
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Poblo
Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
28/12/12, 02:25 pm
Dos semanas habían pasado ya. Dos semanas más los días de llegar a este sitio de locos y acomodarnos en el torreón. De tener a mano mis cuadernos de notas había escrito y descrito todo ese tiempo, pero no quería gastar las hojas de que disponíamos.
Destacaría que Seon logró curar a Stefan, quien luego estaría de rehabilitación; Alder mejoró notablemente en los entrenamientos, Pablo aprendió a usar el arco con cierta maestría, Thras... al final aprendió a manejar el arma de cadenas y pincho -como opinión, con su forma física podría haber elegido algún par de armas pesadas, pero bueno-; su forma de hablar se fue adaptando a la nuestra, aunque a veces se le escapasen cosas de su mundo y... estaba como desesperado por tener un contacto más íntimo...Yrio se volvió como más huraño y un tanto raro, ya que apenas hablaba y no bajaba a entrenar, o le molestaban algunos detalles que antes no, aunque al menos salía con nosotros... Me tenía preocupado. Tap volvió, sin más, y siguió a lo suyo.
Yo por mi parte me dediqué a practicar hechizos, a mejorar en el control de estos y continué entrenando con Serok, permitiéndonos infligirnos daño real, él por tener la magia curativa y yo por descubrir que no mientras todos sentían dolor de manera más o menos equiparada, yo lo sentía pero en unos niveles muy inferiores.
Pero eso sí, fueron dos semanas de calma, sin encontronazos graves con bestias de la ciudad, mejorías en las capacidades de cada uno, saliendo a la playa, a por cestas, pero sin ver a los del otro torreón. Ni rastro de ellos ni visitas en ninguna dirección. Y tampoco había vuelto a tener pesadillas raras.
Y as, pasó el tiempo, imparable...
Destacaría que Seon logró curar a Stefan, quien luego estaría de rehabilitación; Alder mejoró notablemente en los entrenamientos, Pablo aprendió a usar el arco con cierta maestría, Thras... al final aprendió a manejar el arma de cadenas y pincho -como opinión, con su forma física podría haber elegido algún par de armas pesadas, pero bueno-; su forma de hablar se fue adaptando a la nuestra, aunque a veces se le escapasen cosas de su mundo y... estaba como desesperado por tener un contacto más íntimo...Yrio se volvió como más huraño y un tanto raro, ya que apenas hablaba y no bajaba a entrenar, o le molestaban algunos detalles que antes no, aunque al menos salía con nosotros... Me tenía preocupado. Tap volvió, sin más, y siguió a lo suyo.
Yo por mi parte me dediqué a practicar hechizos, a mejorar en el control de estos y continué entrenando con Serok, permitiéndonos infligirnos daño real, él por tener la magia curativa y yo por descubrir que no mientras todos sentían dolor de manera más o menos equiparada, yo lo sentía pero en unos niveles muy inferiores.
Pero eso sí, fueron dos semanas de calma, sin encontronazos graves con bestias de la ciudad, mejorías en las capacidades de cada uno, saliendo a la playa, a por cestas, pero sin ver a los del otro torreón. Ni rastro de ellos ni visitas en ninguna dirección. Y tampoco había vuelto a tener pesadillas raras.
Y as, pasó el tiempo, imparable...
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/01/13, 01:18 pm
Dos semanas. En aquel tiempo, que a Erin se le hizo eterno, la canadiense se fue distanciando más del resto. Apenas hablaba con nadie; se mantenía alejada de los demás y estudiaba el mapa de la ciudad y, si nadie estaba con el libro en ese momento, practicaba magia. Había pensado en cómo la llamo Tap antes de saber su nombre. Invisible. Sin duda, esa palabra la definía a la perfección, sobre todo en esas dos últimas semanas.
La mayor interacción que había hecho con el resto había sido ir a por las cestas una vez. Había ido por ver si volvían a la biblioteca, pero como lo hicieron no volvió a salir. Que los demás llevasen la comida, Erin sólo quería volver a la biblioteca. Había desistido de volver a leer en inglés hacía un tiempo, por lo que quería volver allí para buscar algún libro en rocavarancolés para poder leerlo, aunque fuese en la biblioteca.
Cuando practicaba magia, hacía un par de hechizos y se agotaba. Al principio pensó que era solo porque estaba empezando, aunque cuando Seon curó al nuevo se dio cuanta de que no era así. Cada vez que intentaba hacer algún hechizo algo más complicado que los que ya sabía hacer, no podía. Un día, dado que tenía que compartir el libro de magia, decidió coger la libreta que había traído y un bolígrafo y escribir los hechizos más sencillos, ya que esos sí podía hacerlos. A partir de ese día, practicó con sus apuntes, aunque cuando nadie usaba el libro lo cogía para apuntar otro hechizo en sus apuntes, o intentar realizar, sin éxito, un hechizo más difícil.
Pos otro lado, había intentado aprender a usar algún arma. En un principio cogió una espada corta, aunque prácticamente no podía moverla, por lo que lo sustituyó por un arco y flechas << Si no puedo ser Arya, al menos puedo ser Katniss >>. Al menos podía mover el arco, con dificultad, pero podía. Salía al patio a practicar todos los días, después del desastroso resultado del primer día de entrenamiento, en el que fue incapaz de llegar a la diana con una flecha. Poco a poco fue mejorando, al final de esas dos semanas fue capaz de clavar varias flechas en la diana, aunque algo lejos del centro y de llegar con todas a la altura de la diana, aunque no se clavasen.
Al cabo de esas dos semanas, además, había aprendido de memoria algunos nombres de lugares de la ciudad, aunque no cómo llegar allí. Y aunque eso no la sirviese para mucho, al menos era un principio. Con más tiempo acabaría aprendiéndose todos los nombres y cómo llegar a alguna.
La mayor interacción que había hecho con el resto había sido ir a por las cestas una vez. Había ido por ver si volvían a la biblioteca, pero como lo hicieron no volvió a salir. Que los demás llevasen la comida, Erin sólo quería volver a la biblioteca. Había desistido de volver a leer en inglés hacía un tiempo, por lo que quería volver allí para buscar algún libro en rocavarancolés para poder leerlo, aunque fuese en la biblioteca.
Cuando practicaba magia, hacía un par de hechizos y se agotaba. Al principio pensó que era solo porque estaba empezando, aunque cuando Seon curó al nuevo se dio cuanta de que no era así. Cada vez que intentaba hacer algún hechizo algo más complicado que los que ya sabía hacer, no podía. Un día, dado que tenía que compartir el libro de magia, decidió coger la libreta que había traído y un bolígrafo y escribir los hechizos más sencillos, ya que esos sí podía hacerlos. A partir de ese día, practicó con sus apuntes, aunque cuando nadie usaba el libro lo cogía para apuntar otro hechizo en sus apuntes, o intentar realizar, sin éxito, un hechizo más difícil.
Pos otro lado, había intentado aprender a usar algún arma. En un principio cogió una espada corta, aunque prácticamente no podía moverla, por lo que lo sustituyó por un arco y flechas << Si no puedo ser Arya, al menos puedo ser Katniss >>. Al menos podía mover el arco, con dificultad, pero podía. Salía al patio a practicar todos los días, después del desastroso resultado del primer día de entrenamiento, en el que fue incapaz de llegar a la diana con una flecha. Poco a poco fue mejorando, al final de esas dos semanas fue capaz de clavar varias flechas en la diana, aunque algo lejos del centro y de llegar con todas a la altura de la diana, aunque no se clavasen.
Al cabo de esas dos semanas, además, había aprendido de memoria algunos nombres de lugares de la ciudad, aunque no cómo llegar allí. Y aunque eso no la sirviese para mucho, al menos era un principio. Con más tiempo acabaría aprendiéndose todos los nombres y cómo llegar a alguna.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/01/13, 03:30 pm
Me desperté a media mañana, cuando el sol matutino entraba por al ventana, me levante y con un ligero bostezo me estire, ya no notaba ningún tipo de malestar en el cuerpo como el que notaba aun ligeramente el día anterior, el pie ya no me daba problemas y había recuperado mi forma física, con hambre baje a la cocina y pille una manzana de la cesta, estaba madura y una gota de dulce jugo me bajo hasta la barbilla, me asomé a la puerta del patio y por allí había ya alguien como todas las mañanas.
Allí estaba Thras practicando ese tipo de deporte tan raro, me quede un tiempo mirándole practicar, observando como sus músculos se contraían y expandían al ritmo que él marcaba, me lamí los labios, y no precisamente por la manzana, cuando me di cuenta me puse completamente rojo y negando con la cabeza volví a entrar en el torreón, <<Sólo me faltaba esto.....>>.
Acabando de comer la manzana y volviendo a estirarme decidí llevar a cabo lo que ya llevaba unos cuantos días planeando, ir a la biblioteca, había estudiado de cabo a rabo todos los libros que había en el torreón, me sabia de memoria los mapas y los hechizos....bueno solo había aprendido tres o cuatro, un par de curación, el de levitación y uno de hacer luces mágicas, así como lo poco que pude aprender del compendio de monstruos, pero ninguno de esos libros traía la información que mas me intrigaba a mi, no decían nada sobre la luna roja, y nos habían traído a esperar a que saliera, quería información para saber que era, y eso solo podía buscarlo en la biblioteca. Tenia ganas de probar algún hechizo para saber si yo podía hacer magia, pero era cansado y tenia un día entero por delante, mejor probaba de noche y así en caso de cansarme podía irme a dormir.
Mientras me preparaba decidí bajar a la armería, ya que aunque no sabia usar ningún arma, quería llevarme un escudo y algún cuchillo o daga que encontrara, lo suficiente como para que aguantara un viaje de ida y vuelta a la biblioteca, era la primera vez que salia del torreón en dos semanas y no sabia lo que podía encontrarme afuera, abajo ya busque un escudo y encontré una rodela de madera que parecía resistente y tampoco muy pesado, quería un escudo para protegerme pero tampoco nada tan pesado con lo que no pudiera correr por si acaso, las dagas fueron mas sencillas, me puse un par en el cinturón y otra mas por dentro de la bota.
Volví a subir y anunciando mi salida dije:
-Me voy a la biblioteca, quien me quiera seguir que me siga, todos sois bienvenidos a acompañarme.- y con el escudo atado al brazo salí por la puerta del torreón.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
Allí estaba Thras practicando ese tipo de deporte tan raro, me quede un tiempo mirándole practicar, observando como sus músculos se contraían y expandían al ritmo que él marcaba, me lamí los labios, y no precisamente por la manzana, cuando me di cuenta me puse completamente rojo y negando con la cabeza volví a entrar en el torreón, <<Sólo me faltaba esto.....>>.
Acabando de comer la manzana y volviendo a estirarme decidí llevar a cabo lo que ya llevaba unos cuantos días planeando, ir a la biblioteca, había estudiado de cabo a rabo todos los libros que había en el torreón, me sabia de memoria los mapas y los hechizos....bueno solo había aprendido tres o cuatro, un par de curación, el de levitación y uno de hacer luces mágicas, así como lo poco que pude aprender del compendio de monstruos, pero ninguno de esos libros traía la información que mas me intrigaba a mi, no decían nada sobre la luna roja, y nos habían traído a esperar a que saliera, quería información para saber que era, y eso solo podía buscarlo en la biblioteca. Tenia ganas de probar algún hechizo para saber si yo podía hacer magia, pero era cansado y tenia un día entero por delante, mejor probaba de noche y así en caso de cansarme podía irme a dormir.
Mientras me preparaba decidí bajar a la armería, ya que aunque no sabia usar ningún arma, quería llevarme un escudo y algún cuchillo o daga que encontrara, lo suficiente como para que aguantara un viaje de ida y vuelta a la biblioteca, era la primera vez que salia del torreón en dos semanas y no sabia lo que podía encontrarme afuera, abajo ya busque un escudo y encontré una rodela de madera que parecía resistente y tampoco muy pesado, quería un escudo para protegerme pero tampoco nada tan pesado con lo que no pudiera correr por si acaso, las dagas fueron mas sencillas, me puse un par en el cinturón y otra mas por dentro de la bota.
Volví a subir y anunciando mi salida dije:
-Me voy a la biblioteca, quien me quiera seguir que me siga, todos sois bienvenidos a acompañarme.- y con el escudo atado al brazo salí por la puerta del torreón.
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- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/01/13, 09:43 pm
Yrio se había levantado a la vez que Atol, temprano, y había sido el primero en desayunar. Había pasado la mañana entrenando en el último piso, practicando puntería con una diana que habia encontrado escondida entre un montón de basura y muebles viejos. SE valía del hechizo de levitación e impulso para lanzar unos cuchillos ligeros contra la diana, y aunque era muy dificil controlar su trayectoria y calcular la fuerza exacta que tenías que hacer con el hechizo estaba haciendo grandes progresos. Además, estaba practicando cómo lanzar hechizos en movimiento, de forma rápida, sin darse tiempo a pensarlo detenidamente, desde distintos ángulos, esquivando enemigos imaginarios. Le vendría mejor entrenar ese aspecto con alguno de sus compañeros, pero algo le impedía hacer una peticion tan sencilla. Tal ve orgullo, tal vez cabezonería, atl vez simple estupidez infantil.
Se detuvo unos segundos a descansar y secarse el sudor. Entonces escuchó a Stefan diciendo que salía... que salía a la biblioteca. Seon y él habían hablado de hacer una salida a la biblioteca para buscar una información concreta, un tipo de magia que no venía en sus libros, que apenas siquiera se mencionaba. El tipo se marchaba sin esperar a nadie e Yrio apretó los dientes con frustración << Este tío es tonto>> Hacía apenas unos días que se había recuperado del todo y se largaba solo sin tener ni idea de luchar, sin magia. Corrió hacia las escaleras y viendo que no llegaba se asomó a una de las ventanas que daba a la entrada.
-¡Espéranos, gilipollas!- le gritó, al tiempo que se ponía la camiseta.
Bajó a todo correr y recogió de su cuarto sus armas y su libreta de apuntes, con un boli que le había prestado Erin. Seon estaba allí leyendo, así que la apremió para que le siguiese.
-Va a la biblioteca, podemos aprovechar y buscar lo que necesitamos.- dijo, y ambos salieron tras el terrícola.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
Se detuvo unos segundos a descansar y secarse el sudor. Entonces escuchó a Stefan diciendo que salía... que salía a la biblioteca. Seon y él habían hablado de hacer una salida a la biblioteca para buscar una información concreta, un tipo de magia que no venía en sus libros, que apenas siquiera se mencionaba. El tipo se marchaba sin esperar a nadie e Yrio apretó los dientes con frustración << Este tío es tonto>> Hacía apenas unos días que se había recuperado del todo y se largaba solo sin tener ni idea de luchar, sin magia. Corrió hacia las escaleras y viendo que no llegaba se asomó a una de las ventanas que daba a la entrada.
-¡Espéranos, gilipollas!- le gritó, al tiempo que se ponía la camiseta.
Bajó a todo correr y recogió de su cuarto sus armas y su libreta de apuntes, con un boli que le había prestado Erin. Seon estaba allí leyendo, así que la apremió para que le siguiese.
-Va a la biblioteca, podemos aprovechar y buscar lo que necesitamos.- dijo, y ambos salieron tras el terrícola.
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- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/01/13, 05:41 pm
Seon se había despertado antes que su pareja, y mataba el aburrimiento leyendo de nuevo el libro de magia. Juguetaba con unos cristales entre los dedos. Llevaba un par de talismanes desde que Yrio le habló de ellos, sin embargo los cristales todavía los usaba en algunas prácticas. Estaba pensando en coserse un cinturón con ellos, una especie de fajín de tela. No era la primera vez que hacía ropa, y allí echaba de menos algunas prendas de su mundo.
Levantó la vista un poco sobresaltada cuando Yrio le habló, pero reaccionó rápidamente y siguieron a Stefan rumbo a la biblioteca.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
Alder se despertó a tiempo para descubrir que Seon se había ido hacía poco a la biblioteca.
Con cierto fastidio, comenzó a llenar agua para la bañera.
Levantó la vista un poco sobresaltada cuando Yrio le habló, pero reaccionó rápidamente y siguieron a Stefan rumbo a la biblioteca.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
Alder se despertó a tiempo para descubrir que Seon se había ido hacía poco a la biblioteca.
Con cierto fastidio, comenzó a llenar agua para la bañera.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/01/13, 06:34 pm
La actividad matutina del torreón es lo que me despierta, sacándome de un sueño difuso colmado de imágenes y recuerdos de Libo que me tenía como atrapado aunque la sensación era cómoda... <<Pero esto es lo que hay, ¿no? Levantarse, protegernos mutuamente y sobrevivir. Ni largas horas de entrenamiento físico o en las bibliotecas, investigando, ni obedecer a mis Señoras ni trabajar ni dar lo mejor de mí... Bueno esto último sí, pero... No es lo mismo... ¡Arriba! Hay cosas que hacer. Nada de lamentarse ahora, estoy aquí por elección propia>> O al menos eso creía.
Como acabo levantándome pesadamente, casi sin ganas, decido ir a entrenar un poco y así mantenerme ocupado, física y mentalmente, hasta que los demás despierten. Saludé a un madrugador Yrio y a Thras al acompañarle en el entrenamiento y para cuando se despertó Stefan, bastante recuperado, yo estaba refrescándome con el agua del pozo y casi metiendo la cabeza en el cubo. <<Despierta joder, ¿qué dirán Alder o Seon si te ven con esta cara?>>
Apenas unos minutos después, me voy a la cocina a desayunar algo como fruta y pan, junto con algún trozo de carne que me preparo, hambriento, en un ratillo. Y habría ido a practicar espadas con Alder o Serok o yo solo si Stefan no hubiese salido hacia la biblioteca, en solitario e invitándonos a seguirle. Yrio también le escuchó y respondió gritando. Miré parpadeando al terrícola mientras salía y le grité:
-¿Pero qué haces? ¿¡No has salido en tu vida, no has practicado nada, ¿te vas solo y encima nos invitas a acompañarte?!
Apreté los puños y le dejé irse, solo. <<Allá él, que se joda si otra casa o algo peor se lo desayuna>>
Pero no, tuvo que aparecer Yrio con Seon, dispuestos a irse con él. Mascullo una maldición, voy a por mis armas y, tras cerrar la puerta y avisar a los demás, salgo corriendo tras ellos, gruñendo en voz alta.
-A este paso, si no os mata algo, lo haré yo. Y el otro... ¡Tendríamos que haberte cortado la pierna! ¡Esperadme!
Sigue en la Biblioteca Mágica.
Como acabo levantándome pesadamente, casi sin ganas, decido ir a entrenar un poco y así mantenerme ocupado, física y mentalmente, hasta que los demás despierten. Saludé a un madrugador Yrio y a Thras al acompañarle en el entrenamiento y para cuando se despertó Stefan, bastante recuperado, yo estaba refrescándome con el agua del pozo y casi metiendo la cabeza en el cubo. <<Despierta joder, ¿qué dirán Alder o Seon si te ven con esta cara?>>
Apenas unos minutos después, me voy a la cocina a desayunar algo como fruta y pan, junto con algún trozo de carne que me preparo, hambriento, en un ratillo. Y habría ido a practicar espadas con Alder o Serok o yo solo si Stefan no hubiese salido hacia la biblioteca, en solitario e invitándonos a seguirle. Yrio también le escuchó y respondió gritando. Miré parpadeando al terrícola mientras salía y le grité:
-¿Pero qué haces? ¿¡No has salido en tu vida, no has practicado nada, ¿te vas solo y encima nos invitas a acompañarte?!
Apreté los puños y le dejé irse, solo. <<Allá él, que se joda si otra casa o algo peor se lo desayuna>>
Pero no, tuvo que aparecer Yrio con Seon, dispuestos a irse con él. Mascullo una maldición, voy a por mis armas y, tras cerrar la puerta y avisar a los demás, salgo corriendo tras ellos, gruñendo en voz alta.
-A este paso, si no os mata algo, lo haré yo. Y el otro... ¡Tendríamos que haberte cortado la pierna! ¡Esperadme!
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No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
08/01/13, 06:09 pm
Volvimos al torreón con un humor bastante mejor que con el que nos fuimos, volvimos hablando sobre cosas sin importancia y con algunos silencios entre medias. Golpeo la puerta y entro saludando a todo el que se encontraba en el salón y dirigiéndome a Atol le dije que me esperara en el patio, subí raudo las escaleras hasta el segundo piso y deposite mi libro encima de la cama, cuando iba a salir me acorde de una cosa y volví a la cama.
Allí estaba el libro encima de las mantas, y yo sentado en frente, me concentre fuertemente y recordando las palabras del libro de magia, y sumándolas a los gestos hice magia y....... no paso nada, se suponía que el libro tenia que levitar y eso, y estaba bastante seguro de haberlo hecho todo bien.
Me lleve la desilusión de que yo no había nacido para la magia, pero bueno no era el único en aquel torreón que no podía, si hubiera sido el único si que me habría jodido de verdad, tratando de no perder el animo y bajando por las escaleras salí al patio donde deje el escudo apoyado contra un muro y acercándome a Atol le dije:
-Bien estoy disponible para ti las veinticuatro horas del día, a tu entera disposición, así que....¿Por donde empezamos?, ¿que arma debería llevar?.
Allí estaba el libro encima de las mantas, y yo sentado en frente, me concentre fuertemente y recordando las palabras del libro de magia, y sumándolas a los gestos hice magia y....... no paso nada, se suponía que el libro tenia que levitar y eso, y estaba bastante seguro de haberlo hecho todo bien.
Me lleve la desilusión de que yo no había nacido para la magia, pero bueno no era el único en aquel torreón que no podía, si hubiera sido el único si que me habría jodido de verdad, tratando de no perder el animo y bajando por las escaleras salí al patio donde deje el escudo apoyado contra un muro y acercándome a Atol le dije:
-Bien estoy disponible para ti las veinticuatro horas del día, a tu entera disposición, así que....¿Por donde empezamos?, ¿que arma debería llevar?.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
10/01/13, 11:37 pm
El camino de vuelta es como la ida: a paso ligero, sin ningún problema y breve. Pensativo, por mi parte. Dándole vueltas a lo hablado con Stefan y sobre lo que le preguntaré cuando tenga mejor ocasión.
Así, llegamos al torreón y es él quien localiza la puerta, llama y una radiante Alder abre, recién levantada y tras un baño, por el olor al pasar a su lado
-Buenos días.-saludo sonriente.
Luego Stefan me dice de esperarle en el patio y me encojo de hombros, para después ir a por mis armas por si Serok querría entrenar o lo haría yo con los demás. Preparo un cubo de agua y otra cacerola para las pesas y las dejo en el patio mientras espero al chico. Este llega al poco, habiéndose entretenido claramente por el camino, pero no me deja preguntarle pues habla el primero.
-¿A mi entera disposición? Cuidado con qué ofreces...-respondo riendo, sorprendido y un poco pícaro, pero luego me cruzo de brazos y vuelvo a la seriedad.-Entrenamiento, ¿eh? El arma depende de ti y de tu estilo, pero si no lo sabes intuyo que no has luchado antes... Así que... Primero, fuerza y resistencia. Agilidad. Velocidad.-señalo las "pesas" y sigo.-Cógelas como puedas y da cinco vueltas andando, luego diez vueltas corriendo al patio. Todo lo rápido que puedas. ¡Vamos!
El chaval hace lo que le digo sin protestar y al poco le veo caminando, luego corriendo pesadamente pero sin derramar mucha agua y sin bajar el ritmo, constante. Luego le pido que de un par de vueltas saltando en zigzag y de lado, pero ahí ya el agua peligra más que antes.
-Vale. Espera aquí.-pero antes de irme, añado.-Y la ropa te va a tocar lavarla como la sudes y no sé cómo andamos de ropa vieja, así que tú verás.
Sumando lo visto, decido probar con un equipo espada-escudo y le traigo unos de madera, más pesados que la versión de metal.
-La pega de eso es que no sé luchar así, pero podemos probar algo muy sencillo.-cojo mis espadas de madera y, tras adoptar una posición de ataque, le reto.-Intenta darme. Sin piedad.
Lo que comienza a continuación podría verse como un escarmiento por su salida solo antes, o como un paralelismo a lo que podría hacerle cualquier bestia hambrienta si lo encontrase caminando despreocupadamente por ahí. Más de un moratón se llevará, aunque empiece dejando zonas desprotegidas y sin prisas, luego aumento el ritmo de los mandobles y de mi cuerpo, lanzando golpes a todos sus flancos y al escudo con saña, probando su resistencia con este y la suya propia a los golpes. Teniendo cuidado, por supuesto.
Y así seguiré si no dice que se rinde...
Así, llegamos al torreón y es él quien localiza la puerta, llama y una radiante Alder abre, recién levantada y tras un baño, por el olor al pasar a su lado
-Buenos días.-saludo sonriente.
Luego Stefan me dice de esperarle en el patio y me encojo de hombros, para después ir a por mis armas por si Serok querría entrenar o lo haría yo con los demás. Preparo un cubo de agua y otra cacerola para las pesas y las dejo en el patio mientras espero al chico. Este llega al poco, habiéndose entretenido claramente por el camino, pero no me deja preguntarle pues habla el primero.
-¿A mi entera disposición? Cuidado con qué ofreces...-respondo riendo, sorprendido y un poco pícaro, pero luego me cruzo de brazos y vuelvo a la seriedad.-Entrenamiento, ¿eh? El arma depende de ti y de tu estilo, pero si no lo sabes intuyo que no has luchado antes... Así que... Primero, fuerza y resistencia. Agilidad. Velocidad.-señalo las "pesas" y sigo.-Cógelas como puedas y da cinco vueltas andando, luego diez vueltas corriendo al patio. Todo lo rápido que puedas. ¡Vamos!
El chaval hace lo que le digo sin protestar y al poco le veo caminando, luego corriendo pesadamente pero sin derramar mucha agua y sin bajar el ritmo, constante. Luego le pido que de un par de vueltas saltando en zigzag y de lado, pero ahí ya el agua peligra más que antes.
-Vale. Espera aquí.-pero antes de irme, añado.-Y la ropa te va a tocar lavarla como la sudes y no sé cómo andamos de ropa vieja, así que tú verás.
Sumando lo visto, decido probar con un equipo espada-escudo y le traigo unos de madera, más pesados que la versión de metal.
-La pega de eso es que no sé luchar así, pero podemos probar algo muy sencillo.-cojo mis espadas de madera y, tras adoptar una posición de ataque, le reto.-Intenta darme. Sin piedad.
Lo que comienza a continuación podría verse como un escarmiento por su salida solo antes, o como un paralelismo a lo que podría hacerle cualquier bestia hambrienta si lo encontrase caminando despreocupadamente por ahí. Más de un moratón se llevará, aunque empiece dejando zonas desprotegidas y sin prisas, luego aumento el ritmo de los mandobles y de mi cuerpo, lanzando golpes a todos sus flancos y al escudo con saña, probando su resistencia con este y la suya propia a los golpes. Teniendo cuidado, por supuesto.
Y así seguiré si no dice que se rinde...
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
11/01/13, 03:18 pm
Cuando Atol me contesta me sonrojo levemente, pero antes de que pueda decir nada me señala un par de cubos y me dice que vaya dando unas vueltas para probar mis condiciones físicas.
Haciendo lo que dice al final acabo resoplando pero sin quejarme ni una vez, sabia que iba a ser complicado e iba mentalizado para ello, cuando me dice que ahora vuelve y que debería quitarme la ropa ahí si que me sonrojos del todo, la idea de desnudarme allí era......rara. Sin embargo reconozco que tiene un punto así que me quito la camiseta que llevo pero me dejo puesto el pantalón, ya que debajo no llevo nada, cuando Atol vuelve lleva un escudo y una espada de madera los cuales me da, y poniéndose en posición de pelea me dice que no tenga piedad.
Asegurando el escudo en la zurda y agarrando la espada con la diestra me lanzo hacia el trazando en golpe lateral que iba destinado a su hombro, Atol me esquivo con un ágil paso lateral y mi espada le paso a unos pocos centímetros de su piel, Atol a su vez me soltó un espadazo desde arriba el cual bloquee con el escudo, <<Que predecible>>, girando trate de tocar su pecho, pero me había olvidado al completo de su otra espada la cual me golpeo en el antebrazo haciéndome soltar un gruñido de dolor, mi arma se desvió debido al golpe y cuando me iba a incorporar para golpearle llego otra espada, esta vez del lado del escudo que choco violentamente en el centro de la rodela, ese choque había sido intencionado.
Dos minutos después aun seguíamos peleando, Atol me había saltado el arma de madera y en este instante me estaba defendiendo como podía con el escudo, pero Atol en ningún instante bajo el ritmo si no que lo aumento, y comencé a llevar una cantidad de golpes que aquello parecía un diluvio, después de uno en el muslo que me hizo agacharme de dolor me tire prácticamente al suelo diciendo que me rendía, que ya no podía mas, era la primera vez que luchaba y desde luego la primera en llevarme tal paliza, pero no quería que mi nuevo maestro tuviera quejas así que no emití ningún sonido de dolor o debilidad, mi orgullo entre otras cosas me lo impedía, al final no había conseguido asestarle ni un solo golpe pero le solté:
-Dame una semana y seras tu el que pida clemencia-, lo dije con una sonrisa en la cara, aunque esa afirmación no me la creía ni yo, medio cojeando fui hasta donde se encontraba la espada de madera y la recogí del suelo, después me senté en el suelo y espere a que Atol me diera su impresión.
Haciendo lo que dice al final acabo resoplando pero sin quejarme ni una vez, sabia que iba a ser complicado e iba mentalizado para ello, cuando me dice que ahora vuelve y que debería quitarme la ropa ahí si que me sonrojos del todo, la idea de desnudarme allí era......rara. Sin embargo reconozco que tiene un punto así que me quito la camiseta que llevo pero me dejo puesto el pantalón, ya que debajo no llevo nada, cuando Atol vuelve lleva un escudo y una espada de madera los cuales me da, y poniéndose en posición de pelea me dice que no tenga piedad.
Asegurando el escudo en la zurda y agarrando la espada con la diestra me lanzo hacia el trazando en golpe lateral que iba destinado a su hombro, Atol me esquivo con un ágil paso lateral y mi espada le paso a unos pocos centímetros de su piel, Atol a su vez me soltó un espadazo desde arriba el cual bloquee con el escudo, <<Que predecible>>, girando trate de tocar su pecho, pero me había olvidado al completo de su otra espada la cual me golpeo en el antebrazo haciéndome soltar un gruñido de dolor, mi arma se desvió debido al golpe y cuando me iba a incorporar para golpearle llego otra espada, esta vez del lado del escudo que choco violentamente en el centro de la rodela, ese choque había sido intencionado.
Dos minutos después aun seguíamos peleando, Atol me había saltado el arma de madera y en este instante me estaba defendiendo como podía con el escudo, pero Atol en ningún instante bajo el ritmo si no que lo aumento, y comencé a llevar una cantidad de golpes que aquello parecía un diluvio, después de uno en el muslo que me hizo agacharme de dolor me tire prácticamente al suelo diciendo que me rendía, que ya no podía mas, era la primera vez que luchaba y desde luego la primera en llevarme tal paliza, pero no quería que mi nuevo maestro tuviera quejas así que no emití ningún sonido de dolor o debilidad, mi orgullo entre otras cosas me lo impedía, al final no había conseguido asestarle ni un solo golpe pero le solté:
-Dame una semana y seras tu el que pida clemencia-, lo dije con una sonrisa en la cara, aunque esa afirmación no me la creía ni yo, medio cojeando fui hasta donde se encontraba la espada de madera y la recogí del suelo, después me senté en el suelo y espere a que Atol me diera su impresión.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
11/01/13, 07:35 pm
Me desperté bastante tarde, y para cuando bajé al salón la gente ya había salido hacia la biblioteca.
Tras desayunar algo decidí aprovechar la mañana practicando con el arco, así que bajé a la armería a por él, junto con la diana y las flechas.
En el patio se encontraban Thras, con sus ejercicios matutinos, y Tap, en el huerto para variar. Tras saludar a los dos coloqué la diana y me puse a disparar flechas. Había mejorado bastante desde que empecé a practicar hacía ya dos semanas. Mi puntería todavía era bastante mejorable pero ya no fallaba de forma vergonzosa casi nunca.
Pasó el tiempo, y mientras cada uno seguía a lo suyo pude ver como Alder pasaba de vez en cuando para llenar los cubos en el pozo y poder bañarse. Un rato después los que habían salido volvieron y Atol y Stefan aparecieron por el patio, listos para entrenar. Yo prefierí no unirme esta vez y me limité a observar de reojo mientras el libense hacía correr y saltar al otro. Luego siguió con una pelea con espadas de madera. Al principio la cosa fue suave, pero no pasó mucho tiempo hasta que Atol se impuso y le dio una paliza a Stefan.
-Oye ¿no te estás pasando un poco? Que es su primer combate- Le dije a Atol cuando Stefan cayó al suelo. Pero como el magullado sonríe acabo quitándole importancia.
Volví a mi propio entrenamiento, pero todavía tenía la mente en lo que acababa de pasar y disparé prácticamente sin mirar.
La flecha pasó de largo la diana , con tan mala suerte que fue a clavarse a escasos centímetros de la avispa de Tap, que salió volando.
Tras desayunar algo decidí aprovechar la mañana practicando con el arco, así que bajé a la armería a por él, junto con la diana y las flechas.
En el patio se encontraban Thras, con sus ejercicios matutinos, y Tap, en el huerto para variar. Tras saludar a los dos coloqué la diana y me puse a disparar flechas. Había mejorado bastante desde que empecé a practicar hacía ya dos semanas. Mi puntería todavía era bastante mejorable pero ya no fallaba de forma vergonzosa casi nunca.
Pasó el tiempo, y mientras cada uno seguía a lo suyo pude ver como Alder pasaba de vez en cuando para llenar los cubos en el pozo y poder bañarse. Un rato después los que habían salido volvieron y Atol y Stefan aparecieron por el patio, listos para entrenar. Yo prefierí no unirme esta vez y me limité a observar de reojo mientras el libense hacía correr y saltar al otro. Luego siguió con una pelea con espadas de madera. Al principio la cosa fue suave, pero no pasó mucho tiempo hasta que Atol se impuso y le dio una paliza a Stefan.
-Oye ¿no te estás pasando un poco? Que es su primer combate- Le dije a Atol cuando Stefan cayó al suelo. Pero como el magullado sonríe acabo quitándole importancia.
Volví a mi propio entrenamiento, pero todavía tenía la mente en lo que acababa de pasar y disparé prácticamente sin mirar.
La flecha pasó de largo la diana , con tan mala suerte que fue a clavarse a escasos centímetros de la avispa de Tap, que salió volando.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
12/01/13, 01:55 pm
Nada mas llegar al torreón Yrio saludó de pasada a todo el grupo en general y tiró de Seon para llevarela a una habitación vacía, una especie de estudio. No podían esperar para ponerse manos a la obra. Mientras Seon repasaba los apuntes de runas, Yrio bajó a la armería y eligió algunos escudos, preferiblemente de madera y no demasiado grandes ni pesados. También cogió un cuchillo pequeño y manejable que afiló bien antes de subirlo al estudio.
-Atol, Seon y yo estaremos estudiando arriba. No bajaremos a cenar, pero si fueses tan amable de subirnos algo mas tarde- dijo con una sonrisa angelical, aprovechándose de la servicialidad que mostraba siempre el libense con las chicas. No iba a negarle una cena a Seon.
Al llegar al estudio la peliazul ya tenía una ligera idea de como enfocar el problema. Pasaron horas planificando el sistema, eligiendo los detonadores, ensayando las runas en un papel... Aún tardarían en grabarlas, pero estaban tan ilusionados con el proyecto que no se dieron cuenta del paso del tiempo.
-Cuando grabemos las runas podrías hacerlos ignífugos- le propuso- Y cuando los terminemos podemos ir a probarlos a la playa- se le había iluminado el rostro de la emoción, pero incluso con aquel gesto infantil había algo oscuro en Yrio, una ambición mal disimulada.
-Atol, Seon y yo estaremos estudiando arriba. No bajaremos a cenar, pero si fueses tan amable de subirnos algo mas tarde- dijo con una sonrisa angelical, aprovechándose de la servicialidad que mostraba siempre el libense con las chicas. No iba a negarle una cena a Seon.
Al llegar al estudio la peliazul ya tenía una ligera idea de como enfocar el problema. Pasaron horas planificando el sistema, eligiendo los detonadores, ensayando las runas en un papel... Aún tardarían en grabarlas, pero estaban tan ilusionados con el proyecto que no se dieron cuenta del paso del tiempo.
-Cuando grabemos las runas podrías hacerlos ignífugos- le propuso- Y cuando los terminemos podemos ir a probarlos a la playa- se le había iluminado el rostro de la emoción, pero incluso con aquel gesto infantil había algo oscuro en Yrio, una ambición mal disimulada.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
12/01/13, 02:01 pm
Tap había estado toda la mañana en el huerto, plantando las nuevas semillas que habían salido de las últimas cestas y cuidando de las que ya habían brotado. El huerto empezaba a coger otro color y era de agradecer. Cuando vio que los expedicionarios volvían, refunfuñó. El último piso del panal era perfecto para entrenar, pero no había día que no tuviera a un par de gigantes dándose de tortas ahí abajo o bailando o haciendo alguna de esas gilipolleces típicas que hacían ellos. Había ignorado un poco a Pablo, pues su tiro al arco parecía más benigno, pero cuando vio como se golpeaban Moscardón y Metálico fue otra historia.
-Si eso, romperos algún hueso, que total, ¡qué más da!-dijo en voz lo suficientemente alta para hacerse oír- ¡Tenemos magia y si no funciona el cuerpo está lleno de huesos que no son muy necesarios!-se le vino a la cabeza la enorme brecha que había en mitad de la ciudad, llena de ellos-. Como los que os voy a meter por cierto agujero como piseis alguna de las pl... ¡PABLO!
El repoblador no estaba prestando mucha atención al gigante, pero sí la suficiente como para ver de reojo la flecha que salía disparada de su arco en un ángulo tan penoso, que en lugar de acercarse a la diana se alejó hasta el punto de casi ensartar a su avispa.
-¡LA MADRE QUE NO TE ABORTÓ!-le gritó entre chirridos- ¡¿QUIERES HACER EL PUÑETERO FAVOR DE APRENDER A DISPARAR EL CACHARRO ESE CUANDO NO HAYA NADIE CERCA QUE PUEDA MORIR Y SEA MÁS ÚTIL QUE TÚ?!-silbó para que su avispa viniera volando hacia él-. ¡Estúpido pelaplátanos!-el tono de sus insultos fue disminuyendo conforme se acercaba su montura y acabó convirtiéndose en casi un susurro-. ¿Te ha hecho algo el idiota de Pablo?-acarició la cabeza de su animal y se dedicó a observar que estuviera tan sana como hace un puñado de minutos.
-Si eso, romperos algún hueso, que total, ¡qué más da!-dijo en voz lo suficientemente alta para hacerse oír- ¡Tenemos magia y si no funciona el cuerpo está lleno de huesos que no son muy necesarios!-se le vino a la cabeza la enorme brecha que había en mitad de la ciudad, llena de ellos-. Como los que os voy a meter por cierto agujero como piseis alguna de las pl... ¡PABLO!
El repoblador no estaba prestando mucha atención al gigante, pero sí la suficiente como para ver de reojo la flecha que salía disparada de su arco en un ángulo tan penoso, que en lugar de acercarse a la diana se alejó hasta el punto de casi ensartar a su avispa.
-¡LA MADRE QUE NO TE ABORTÓ!-le gritó entre chirridos- ¡¿QUIERES HACER EL PUÑETERO FAVOR DE APRENDER A DISPARAR EL CACHARRO ESE CUANDO NO HAYA NADIE CERCA QUE PUEDA MORIR Y SEA MÁS ÚTIL QUE TÚ?!-silbó para que su avispa viniera volando hacia él-. ¡Estúpido pelaplátanos!-el tono de sus insultos fue disminuyendo conforme se acercaba su montura y acabó convirtiéndose en casi un susurro-. ¿Te ha hecho algo el idiota de Pablo?-acarició la cabeza de su animal y se dedicó a observar que estuviera tan sana como hace un puñado de minutos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
12/01/13, 02:25 pm
Las manos de Yrio se crisparon cuando un molesto chillido desgraciadamente familiar le hizo resbalar el trazo y echar a perder una runa. De nuevo estaba ese bicho enrabietado por alguna tontería e insultando a todo el mundo como si fuera el amo del torreón. Se levanto y fue a asomarse a la ventana que daba al patio.
-¡HAZ EL FAVOR DE CERRAR ESA MALDITA BOCA O TE LA CIERRO YO A PUÑALADAS!
Tap respondió abajo recuperando su tono histérico y justificándose de malas maneras.
-¡ME IMPORTA UNA MIERDA TÚ Y TU AVISPA! ¡¡COMO VUELVAS A INTERRUMPIRNOS LA ASARÉ A FUEGO LENTO Y AL HUERTO CON ELLA!!
Tap respondió algo como que no podría asar a su avispa porque era demasiado inutil para cocinar, Yrio le amenazó con bajar a por él, y así siguieron gritándose como verduleras hasta que Seon arrastró a Yrio de vuelta al interior del estudio y alguin de abajo reunió el valor sficiente para intentar hacer callar a Tap.
-¡HAZ EL FAVOR DE CERRAR ESA MALDITA BOCA O TE LA CIERRO YO A PUÑALADAS!
Tap respondió abajo recuperando su tono histérico y justificándose de malas maneras.
-¡ME IMPORTA UNA MIERDA TÚ Y TU AVISPA! ¡¡COMO VUELVAS A INTERRUMPIRNOS LA ASARÉ A FUEGO LENTO Y AL HUERTO CON ELLA!!
Tap respondió algo como que no podría asar a su avispa porque era demasiado inutil para cocinar, Yrio le amenazó con bajar a por él, y así siguieron gritándose como verduleras hasta que Seon arrastró a Yrio de vuelta al interior del estudio y alguin de abajo reunió el valor sficiente para intentar hacer callar a Tap.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
12/01/13, 10:36 pm
Atol
Antes de nada, Seon se fue a estudiar con Yrio y este me pidió que les subiera la cena, sonriendo exageradamente. Fruncí el ceño pero asentí, con media sonrisa. El chaval encajaba los golpes, tanto con como sin el escudo, sin quejarse, aguantando, aunque su cara no dijera lo mismo. En mitad de la lluvia de golpes, tanto Pablo como Thras me gritaron algo de psarme, pero no les hice ni caso <<Mejor que sepa lo que es el dolor antes de que una bestia le arranque un brazo>>.
Tras una serie de veloces mandobles, lanzo uno a su pierna y cayó con una rodilla, pero aún sin quejarse <<Inesperado>> Esperé a que se levantara y le dejé ir a por su espada <<¿Puede seguir? Veamoslo>> Pero me equivocaba: fin del combate. Y un desafío, lo que lo hace más interesante.
-La clemencia es para los débiles-sentencio, de brazos cruzados tras haber dejado mis armas en el suelo.-Hay que fortalecer esa musculatura y mejorar bastante, pero es un comienzo...
Pero me detengo por los gritos de Yrio hacia Tap y este a Pablo, que había errado su flecha. Rodando los ojos y pasándome las manos por la cara, un tanto harto de los chillidos del repoblador, me acerco al susodicho y a su adorada avispa.
-¡Tap! ¡Cállate de una vez! ¡No nos interrumpas! Si Pablo tiene que aprender, ya lo hará, pero es tu culpa que la avispa esté en medio de la zona de entrenamiento. ¿O acaso tú te acercas a la cocina cuando estoy con la comida?-le sermoneo.
Luego voy a por mi espada de madera y varios de los cristales
-¿Qué hay que hacer para que no os acerquéis durante el entrenamiento? Las palabras no te sirven, te crees el mandamás y el señor del torreón, pero aquí no hay señor que valga.-acto seguido, invoco unas llamas en la punta del arma de madera y la blando en su dirección.-¿Y así? ¿Qué te dice el fuego, repoblador? Tú no eres tan inífugo ni tu avispa. Así que sácala del maldito jardín cuando estemos entrenando.-le rujo. Para rematar lo dicho apagando las llamas en el pozo.
Tras recoger las armas de entrenamiento y refrescarnos, de vuelta en el patio, y una sonora palmada a Stefan en la espalda -para nada cabreado ya con él- le pregunto:
-¿Podrías contarme cosas de la Tierra? ¿Qué religión tenéis?-altamente curioso, pero añado cambiando a un gruñido, mosqueado.- Y un detalle... Eso que dijiste de que tu gato era callejero y lo recogiste... ¿Acaso está mal visto que un gato viva en la calle, libre?
Jack
En los minutos que tardo en llegar al torreón voy recordando breves imágenes de nuestras visitas cuando vivían Vac y los demás allí y todos los ratos que pasábamos juntos, ya fuera en el Burdel o en Letargo, aunque nunca tuve, personalmente, mucho trato con los de Maciel...
Y todo se va enlazando hasta el día de cosecha en Sinhdro así que acelero hasta llegar, pero los gritos que oigo también suman a querer llegar cuanto antes. Luego trepo por el muro del patio y me acomodo en el borde, ya en forma física pero además con un hechizo de ocultación. Primeramente veo divertido a Yrio asomado a una ventana gritándole a... <<"Tap", ni idea>> Junto a él está Seon, pero a Alder ni en el patio la localizo, donde sin embargo hay muchos entrenando. De los dos que más golpes se arrean, uno sin duda es libense y el otro humano, creo. Luego hay otro que parece humano entrenando con el arco, un ulterano con dos guadañas y una armadura para nada rocavarancolés <<Será divertido presentarle a Toima, si sobrevive>>. También hay un repoblador dando chillidos <<Ese debe de ser Tap>> Y otro chaval, con la ropa justa para no dejar las vergüenzas al aire y accesorios raros, entrena con una cadena de metal rematada en un pincho. <<Qué curioso...>>
Lo que no esperaba es lo que pasaría a continuación de desaparecer Yrio de la ventana, arrastrando a Seon. En el patio, el de Libo le echó la bronca al repoblador y le amenazó con fuego... <<Esto se pone interesante, jaja>> Desgraciadamente, el chaval no quiere seguir gritándole y luego pregunta cosas sobre la Tierra a su saco de boxeo humano. <<Cuchitrileros, ¿dónde estáis? Venid a apostar contra mis niños, venid, malditos>> pienso divertido, esperando y observando, pensando mis apuestas...
Antes de nada, Seon se fue a estudiar con Yrio y este me pidió que les subiera la cena, sonriendo exageradamente. Fruncí el ceño pero asentí, con media sonrisa. El chaval encajaba los golpes, tanto con como sin el escudo, sin quejarse, aguantando, aunque su cara no dijera lo mismo. En mitad de la lluvia de golpes, tanto Pablo como Thras me gritaron algo de psarme, pero no les hice ni caso <<Mejor que sepa lo que es el dolor antes de que una bestia le arranque un brazo>>.
Tras una serie de veloces mandobles, lanzo uno a su pierna y cayó con una rodilla, pero aún sin quejarse <<Inesperado>> Esperé a que se levantara y le dejé ir a por su espada <<¿Puede seguir? Veamoslo>> Pero me equivocaba: fin del combate. Y un desafío, lo que lo hace más interesante.
-La clemencia es para los débiles-sentencio, de brazos cruzados tras haber dejado mis armas en el suelo.-Hay que fortalecer esa musculatura y mejorar bastante, pero es un comienzo...
Pero me detengo por los gritos de Yrio hacia Tap y este a Pablo, que había errado su flecha. Rodando los ojos y pasándome las manos por la cara, un tanto harto de los chillidos del repoblador, me acerco al susodicho y a su adorada avispa.
-¡Tap! ¡Cállate de una vez! ¡No nos interrumpas! Si Pablo tiene que aprender, ya lo hará, pero es tu culpa que la avispa esté en medio de la zona de entrenamiento. ¿O acaso tú te acercas a la cocina cuando estoy con la comida?-le sermoneo.
Luego voy a por mi espada de madera y varios de los cristales
-¿Qué hay que hacer para que no os acerquéis durante el entrenamiento? Las palabras no te sirven, te crees el mandamás y el señor del torreón, pero aquí no hay señor que valga.-acto seguido, invoco unas llamas en la punta del arma de madera y la blando en su dirección.-¿Y así? ¿Qué te dice el fuego, repoblador? Tú no eres tan inífugo ni tu avispa. Así que sácala del maldito jardín cuando estemos entrenando.-le rujo. Para rematar lo dicho apagando las llamas en el pozo.
Tras recoger las armas de entrenamiento y refrescarnos, de vuelta en el patio, y una sonora palmada a Stefan en la espalda -para nada cabreado ya con él- le pregunto:
-¿Podrías contarme cosas de la Tierra? ¿Qué religión tenéis?-altamente curioso, pero añado cambiando a un gruñido, mosqueado.- Y un detalle... Eso que dijiste de que tu gato era callejero y lo recogiste... ¿Acaso está mal visto que un gato viva en la calle, libre?
Jack
En los minutos que tardo en llegar al torreón voy recordando breves imágenes de nuestras visitas cuando vivían Vac y los demás allí y todos los ratos que pasábamos juntos, ya fuera en el Burdel o en Letargo, aunque nunca tuve, personalmente, mucho trato con los de Maciel...
Y todo se va enlazando hasta el día de cosecha en Sinhdro así que acelero hasta llegar, pero los gritos que oigo también suman a querer llegar cuanto antes. Luego trepo por el muro del patio y me acomodo en el borde, ya en forma física pero además con un hechizo de ocultación. Primeramente veo divertido a Yrio asomado a una ventana gritándole a... <<"Tap", ni idea>> Junto a él está Seon, pero a Alder ni en el patio la localizo, donde sin embargo hay muchos entrenando. De los dos que más golpes se arrean, uno sin duda es libense y el otro humano, creo. Luego hay otro que parece humano entrenando con el arco, un ulterano con dos guadañas y una armadura para nada rocavarancolés <<Será divertido presentarle a Toima, si sobrevive>>. También hay un repoblador dando chillidos <<Ese debe de ser Tap>> Y otro chaval, con la ropa justa para no dejar las vergüenzas al aire y accesorios raros, entrena con una cadena de metal rematada en un pincho. <<Qué curioso...>>
Lo que no esperaba es lo que pasaría a continuación de desaparecer Yrio de la ventana, arrastrando a Seon. En el patio, el de Libo le echó la bronca al repoblador y le amenazó con fuego... <<Esto se pone interesante, jaja>> Desgraciadamente, el chaval no quiere seguir gritándole y luego pregunta cosas sobre la Tierra a su saco de boxeo humano. <<Cuchitrileros, ¿dónde estáis? Venid a apostar contra mis niños, venid, malditos>> pienso divertido, esperando y observando, pensando mis apuestas...
No Hope. No Dreams. No Love.
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- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 01:53 am
De no saber que Atol necesitaba el permiso de alguna chica para hacer cualquier cosa, Tap habría pensado que de verdad estaba ardiendo, de tanto que le hervía la sangre. Nadie había llamado al puñetero Metálico ahí, no iba con él lo que ocurría. Ni con Yrio, pero Pechito era especial y saltaba a todo lo que Tap decía.
-Mira la flecha, idiota-señaló al lugar en el que había caído-. Mi avispa no estaba dentro del sitio de entrenamiento. Ha sido la flecha la que se ha ido ridículamente fuera y casi la mata-le gritó-. Además, yo no estoy invadiendo vuestro lugar para entrenar. Sois vosotros los que estáis invadiendo el huerto, cuando tenéis una parte del panal en exclusiva para que juguéis a los palitos. Estúpido gigante inmaduro... Por esa regla de tres tuya, ten cuidado cuando cocines; haber si un día me va a dar por entrenar con la cerbatana por ahí dentro, se te va a pegar la cara a la sartén y la culpa va a ser tuya por invadir mi rango de tiro. ¡Ah! Y yo no necesito lamerle el culo a las gigantas para cumplir una amenaza, así que ándate con ojo, cacho hierros.
Los gigantes minaban la moral de Tap constantemente, pero momentos como este lo sobrepasaban. << Ya podrían extinguirse >> escupió mentalmente, mientras les dedicaba los mejores insultos que conocía. Se subió a lomos de su avispa y echó a volar fuera de Letargo, esperando que un poco de aire le quitara el cabreo.
Al salir vio varias figuras cerca de la muralla, pero una en concreto le hizo acelerar el pulso y la velocidad de vuelo: una llama azul, flotante y del tamaño de un gigante ardiendo. En otras circunstancias, habría vuelto para avisar. Pero estas no eran otras. << A ver qué cocina Metálico con eso... >>
Sigue en... Ya veré dónde suicido a Tap :'D
-Mira la flecha, idiota-señaló al lugar en el que había caído-. Mi avispa no estaba dentro del sitio de entrenamiento. Ha sido la flecha la que se ha ido ridículamente fuera y casi la mata-le gritó-. Además, yo no estoy invadiendo vuestro lugar para entrenar. Sois vosotros los que estáis invadiendo el huerto, cuando tenéis una parte del panal en exclusiva para que juguéis a los palitos. Estúpido gigante inmaduro... Por esa regla de tres tuya, ten cuidado cuando cocines; haber si un día me va a dar por entrenar con la cerbatana por ahí dentro, se te va a pegar la cara a la sartén y la culpa va a ser tuya por invadir mi rango de tiro. ¡Ah! Y yo no necesito lamerle el culo a las gigantas para cumplir una amenaza, así que ándate con ojo, cacho hierros.
Los gigantes minaban la moral de Tap constantemente, pero momentos como este lo sobrepasaban. << Ya podrían extinguirse >> escupió mentalmente, mientras les dedicaba los mejores insultos que conocía. Se subió a lomos de su avispa y echó a volar fuera de Letargo, esperando que un poco de aire le quitara el cabreo.
Al salir vio varias figuras cerca de la muralla, pero una en concreto le hizo acelerar el pulso y la velocidad de vuelo: una llama azul, flotante y del tamaño de un gigante ardiendo. En otras circunstancias, habría vuelto para avisar. Pero estas no eran otras. << A ver qué cocina Metálico con eso... >>
Sigue en... Ya veré dónde suicido a Tap :'D
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 01:56 pm
<<Menudo espectáculo >> pienso mientras Yrio y Tap se vociferan el uno al otro, también veo como a Atol le va cambiando la cara de un relativo buen humor a un cabreo sin precedentes, prefiero no meterme en la conversación, pero cuando Atol crea las llamas no puedo evitar mirarlo con una cara de admiración, y un poco de envidia, envidia ante una magia que yo no puedo hacer, tratando de que no se me noten los gestos de dolor me levanto, es entonces cuando un palmetazo en la espalda llega por parte de Atol, y la verdad es que sus preguntas me dejan un tanto sorprendido,<<No creí que fuese a interesarse por mi mundo>>.
-Bueno, ambas son preguntas un tanto largas de explicar,- veo de reojo como se va Tap montado en la avispa, y niego en silencio con la cabeza, me acerco al pozo y mientras saco un cubo de agua le digo,- ¿que te parece si te lo cuento mientras te ayudo a preparar algo para la comida?, no sé tú pero yo estoy hambriento,- se lo digo con una sonrisa y antes de que pueda decir nada abandono el patio con el cubo en la mano en dirección a la cocina.
Una vez en la cocina y mientras ayudo a Atol con lo que me pide empiezo a decir:
-Bueno quizás empezar por tu pregunta sobre los gatos sea lo mas sencillo. Veras, hay muchos tipos de animales en mi mundo, los gatos son solo una raza entre miles, sin embargo algunas de esas razas las tenemos como acompañantes,- << quizás la palabra mascotas le suene mal>>,- sin embargo hay gente que maltrata animales y les abandona, es cierto que un gato puede vivir solo, pero únicamente si aprende a valirse desde pequeño, pero luego hay gente que a sus animales cuando ya no los quiere los abandona en la calle a su suerte, mi gato en concreto, era una cría cuando me lo encontré, y un estúpido de mi clase le pego una patada y el gato salio volando, pues existe la creencia en mi mundo de que los gatos negros dan mala suerte, con una furia desmedida le aseste un patada en la pierna, recogí al gato y me fui, lo lleve a una persona que se dedica a cuidar de animales enfermos o heridos, me dijo que era un milagro, que tenia varios huesos rotos pero que con cuidados se pondría bien, después cuando el gato estuvo en plena forma lo adopte y lo lleve a mi casa, lo cuide, le puse un nombre y bueno ya has visto como es,- acabe de relatar la historia con un sonrisa, pero se me ensombreció la mirada cuando dije,- pero sí, los animales callejeros están mal vistos, al menos por alguna gente.
Tomando un respiro empecé a relatar las cosas sobre las religiones y le dije:
-Bueno religiones en mi mundo hay muchas, le pegas una patada a una piedra y te salen cinco religiones distintas, aunque según la mayoría de las religiones importantes, y esto no te va a gustar, la mujer está menospreciada, humillada en muchos casos,-procedí a contarle cosas sobre el cristianismo, el judaísmo, el islam y alguna religión mas, cuando termine de contar esto le dije,- entre los de mi mundo yo soy un fiel defensor de los derechos de la mujer y la igualdad entre ambos sexos.
Dicho todo esto, espere a ver que reacción tendría Atol sobre todo lo que yo habia dicho.
-Bueno, ambas son preguntas un tanto largas de explicar,- veo de reojo como se va Tap montado en la avispa, y niego en silencio con la cabeza, me acerco al pozo y mientras saco un cubo de agua le digo,- ¿que te parece si te lo cuento mientras te ayudo a preparar algo para la comida?, no sé tú pero yo estoy hambriento,- se lo digo con una sonrisa y antes de que pueda decir nada abandono el patio con el cubo en la mano en dirección a la cocina.
Una vez en la cocina y mientras ayudo a Atol con lo que me pide empiezo a decir:
-Bueno quizás empezar por tu pregunta sobre los gatos sea lo mas sencillo. Veras, hay muchos tipos de animales en mi mundo, los gatos son solo una raza entre miles, sin embargo algunas de esas razas las tenemos como acompañantes,- << quizás la palabra mascotas le suene mal>>,- sin embargo hay gente que maltrata animales y les abandona, es cierto que un gato puede vivir solo, pero únicamente si aprende a valirse desde pequeño, pero luego hay gente que a sus animales cuando ya no los quiere los abandona en la calle a su suerte, mi gato en concreto, era una cría cuando me lo encontré, y un estúpido de mi clase le pego una patada y el gato salio volando, pues existe la creencia en mi mundo de que los gatos negros dan mala suerte, con una furia desmedida le aseste un patada en la pierna, recogí al gato y me fui, lo lleve a una persona que se dedica a cuidar de animales enfermos o heridos, me dijo que era un milagro, que tenia varios huesos rotos pero que con cuidados se pondría bien, después cuando el gato estuvo en plena forma lo adopte y lo lleve a mi casa, lo cuide, le puse un nombre y bueno ya has visto como es,- acabe de relatar la historia con un sonrisa, pero se me ensombreció la mirada cuando dije,- pero sí, los animales callejeros están mal vistos, al menos por alguna gente.
Tomando un respiro empecé a relatar las cosas sobre las religiones y le dije:
-Bueno religiones en mi mundo hay muchas, le pegas una patada a una piedra y te salen cinco religiones distintas, aunque según la mayoría de las religiones importantes, y esto no te va a gustar, la mujer está menospreciada, humillada en muchos casos,-procedí a contarle cosas sobre el cristianismo, el judaísmo, el islam y alguna religión mas, cuando termine de contar esto le dije,- entre los de mi mundo yo soy un fiel defensor de los derechos de la mujer y la igualdad entre ambos sexos.
Dicho todo esto, espere a ver que reacción tendría Atol sobre todo lo que yo habia dicho.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
13/01/13, 06:19 pm
Cuando hemos apostado todos los interesados en Maciel, nos dirigimos volando hacia el otro de los torreones: Letargo. ¿Cuánto tiempo hace que no vengo por aquí? Esto… juraría que no lo he vuelto a pisar desde que vinimos a “recibir” a los nuevos transformados hace ya... año y pico. Mucho ha llovido desde entonces, y más aún desde que estuve yo. ¡Más de dos años! Dicho así, parecen hasta pocos, pero para mí… como otra vida, cuando Adara era una joven mujer de piel pálida y pocas palabras, que se paseaba por el torreón vestida con su karategui. Por aquel entonces no me relacionaba demasiado con los demás, iba mucho a mi bola... pero a pesar de todo, no es que haya terminado sola, precisamente. ¿Podría considerarme suertuda? Sin duda. Aunque sigo sin entender mi comportamiento por aquel entonces. ¿O tal vez sí? Después de todo, mi madre murió poco antes de venir. Mi madre, mi madre… ¿Hace cuánto que no pienso en ella?
De mi ensimismamiento me saca la llegada al torreón Letargo. Primeramente me fijo en que, parece ser, nos tienen ya un espectáculo preparado. ¡Y menudo es! Según logro entender, un chico (que, supongo, terrícola), ha disparado tan mal con el arco que casi le da a la avispa del repoblador. ¡Cómo grita el condenado!
—Con ese vozarrón, yo digo que… sobrevive. En cuanto al chico del arco, muere.
Observo al resto de los que hay en el patio. Hay quien se mete en la discusión y hay quien sólo la observa. Me llama la atención un chico armado con un par de guadañas… un ulterano, sin duda. ¿De la misma rama militar que Toima? Es un tanto curioso su armamento, pero confío en que sabrá manejarlas con soltura. En cuanto a otro que se mantiene aparte de la discusión no es que parezca un debilucho, pero digamos que es… torpe. Sí, sin duda esa palabra le viene como anillo al dedo. O al menos es así viendo cómo maneja el arma, no sé cómo será con el resto.
—Apuesto por la supervivencia del de las guadañas, por motivos más que evidentes, y por la muerte del delgaducho, el de piel grisácea… –observando a los dos que me quedan del patio, sigo apostando–. El de la espada y el escudo de madera no parece saber mucho de luchar, pero el otro parece estar en forma y lleva las armas como quien sabe, como mínimo, agarrar un arma. –Interesante también el truquito con fuego, aunque un tanto feo amenazar al repoblador con fuego–. Apuesto por la muerte del terrícola, no me parece demasiado, y por la supervivencia del otro… ¿de libo, podría decir que es? No me ha gustado mucho su gesto con el compañero, pero no puedo negar que parece espabilado.
Entonces observo a los que se asoman por la ventana reclamando silencio. Tanto el chico como la chica parecen más bien pequeños, recién entrados en la adolescencia… El pequeño también tiene a alguien más dentro, después pediré a Cain que nos deje mirar allí y a la habitación de la otra.
El pequeño repoblador alza el vuelo con su avispa, enfadado con los compañeros de su torreón. No nos da tiempo a reaccionar, así que ni me esfuerzo en hacerlo. Por suerte, él no parece querer dar la voz de alarma a sus compañeros. Acto seguido, decidimos escondernos en una construcción cercana para ver al resto de cosechados con la palangana. En primer lugar, pido que enseñen las habitaciones de los dos que se han asomado a gritar por la ventana. Una está leyendo un libro de magia, parece aplicada a este y atenta a lo que dice, a pesar de lo que acaba de pasar fuera. Apostaré por su supervivencia, sí. En el otro cuarto, tanto el chico que se asomó como su acompañante están practicando con runas encima de unos escudos de madera. ¡Qué interesante! ¿Qué querrán hacer? Yo creo que estos dos vivirán, y así transmito mis conclusiones al resto.
Terminados de ver los practicantes de magia, vamos saltando por el resto del torreón y aún logramos observar a tres cosechadas más, dos de ellas aún durmiendo. La otra está en la armería, parece que mirando de escoger un arma. Al ver que prueba de tantos tipos, juraría que no tiene mucha idea de ninguno. Al final se decanta por un sable y un escudo, a pesar de haber estado tanteando con dos. Una buena decisión, ahora haría falta ver cómo se desenvuelve. Pero aún así...
—Estas tres no me parecen gran cosa… así que mueren todas –concluyo.
De mi ensimismamiento me saca la llegada al torreón Letargo. Primeramente me fijo en que, parece ser, nos tienen ya un espectáculo preparado. ¡Y menudo es! Según logro entender, un chico (que, supongo, terrícola), ha disparado tan mal con el arco que casi le da a la avispa del repoblador. ¡Cómo grita el condenado!
—Con ese vozarrón, yo digo que… sobrevive. En cuanto al chico del arco, muere.
Observo al resto de los que hay en el patio. Hay quien se mete en la discusión y hay quien sólo la observa. Me llama la atención un chico armado con un par de guadañas… un ulterano, sin duda. ¿De la misma rama militar que Toima? Es un tanto curioso su armamento, pero confío en que sabrá manejarlas con soltura. En cuanto a otro que se mantiene aparte de la discusión no es que parezca un debilucho, pero digamos que es… torpe. Sí, sin duda esa palabra le viene como anillo al dedo. O al menos es así viendo cómo maneja el arma, no sé cómo será con el resto.
—Apuesto por la supervivencia del de las guadañas, por motivos más que evidentes, y por la muerte del delgaducho, el de piel grisácea… –observando a los dos que me quedan del patio, sigo apostando–. El de la espada y el escudo de madera no parece saber mucho de luchar, pero el otro parece estar en forma y lleva las armas como quien sabe, como mínimo, agarrar un arma. –Interesante también el truquito con fuego, aunque un tanto feo amenazar al repoblador con fuego–. Apuesto por la muerte del terrícola, no me parece demasiado, y por la supervivencia del otro… ¿de libo, podría decir que es? No me ha gustado mucho su gesto con el compañero, pero no puedo negar que parece espabilado.
Entonces observo a los que se asoman por la ventana reclamando silencio. Tanto el chico como la chica parecen más bien pequeños, recién entrados en la adolescencia… El pequeño también tiene a alguien más dentro, después pediré a Cain que nos deje mirar allí y a la habitación de la otra.
El pequeño repoblador alza el vuelo con su avispa, enfadado con los compañeros de su torreón. No nos da tiempo a reaccionar, así que ni me esfuerzo en hacerlo. Por suerte, él no parece querer dar la voz de alarma a sus compañeros. Acto seguido, decidimos escondernos en una construcción cercana para ver al resto de cosechados con la palangana. En primer lugar, pido que enseñen las habitaciones de los dos que se han asomado a gritar por la ventana. Una está leyendo un libro de magia, parece aplicada a este y atenta a lo que dice, a pesar de lo que acaba de pasar fuera. Apostaré por su supervivencia, sí. En el otro cuarto, tanto el chico que se asomó como su acompañante están practicando con runas encima de unos escudos de madera. ¡Qué interesante! ¿Qué querrán hacer? Yo creo que estos dos vivirán, y así transmito mis conclusiones al resto.
Terminados de ver los practicantes de magia, vamos saltando por el resto del torreón y aún logramos observar a tres cosechadas más, dos de ellas aún durmiendo. La otra está en la armería, parece que mirando de escoger un arma. Al ver que prueba de tantos tipos, juraría que no tiene mucha idea de ninguno. Al final se decanta por un sable y un escudo, a pesar de haber estado tanteando con dos. Una buena decisión, ahora haría falta ver cómo se desenvuelve. Pero aún así...
—Estas tres no me parecen gran cosa… así que mueren todas –concluyo.
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