Torreón Letargo (Archivo III)
+20
Evanna
Xana
Muffie
Tak
Giniroryu
Leonart
Lops
Dal
Carmesí
Red
Reisha
Naeryan
Administración
LEC
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Poblo
Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
02/12/12, 02:44 pm
Alder se había puesto de un color verdoso cuando el chico había salido de la casa. Se había pasado todo el camino de vuelta regresando una y otra vez a los mismos pensamientos: Había estado a punto de dejar atrás a una persona viva y consciente. Pero estaba protegiendo a Seon, y a sí misma. Siempre llegaba a la conclusión de que no habría hecho otra cosa, así que al final dejó de pensarlo. Por otro lado, el gesto que había tenido Tap con ellas cuando estaba planeando como salvar al nuevo, no le había pasado desapercibido a ninguna de las dos.
Llegaron al torreón e Yrio se fue escaleras arribas, probablemente a los dormitorios. Alder por su parte dejó las cestas y después de coger lo primero que vio que podía tomar crudo para picotear, y una botella de syv de la que bebió con ganas, se derrumbó en el sofá.
- Por el Gran Alma, Atol- dijo ignorando todo lo demás.- tendrías todo mi amor y agradecimiento si prepararas algo de comer.
Ellos también llevaban unas cuantas horas sin probar bocado, y además la ansiedad interior pedía comida para acallarla. Había mas de una cosa que zumbaba en sus orejas a ratos. Cada día parecía mas difícil tomarse las cosas con relajación en ese torreón. Mas que nada porque había acumulado una larga lista de cagadas por las que no estaba segura de si le guardaban rencor o no.
Que agradable había sido la visita a Maciel. Allí la gente parecía entender la diferencia entre una broma y la realidad, o al menos la mayoría de ellos.... Se hundió en el sofá. No sabía si le apetecía la compañía de su aurva, y desfogar con ella y decir adios a sus preocupaciones, o mas bien todo lo contrario, y no ver sus ojos compasivos por un rato.
Seon
Tap había tenido un bonito gesto. Un gesto que las había librado de más discusión. Le había aliviado que rescataran al chico, y ahora estaba calmada y casi feliz. Alder pidió a Atol que preparase comida, y ella buscó entre sus apuntes de magia, porque recordaba haber visto algo muy util con lo que recompensar a Tap por su amabilidad.
Comió mientras dejaba los cristales cargar. Luego pidió al repoblador que lo acompañase al patio mientras le explicaba que había un hechizo que podía hacerles a sus plantas para que fueran ignifugas.
Tardó mucho en poder hacerlo correctamente, era como si se resistiera a salir, hasta el punto de sentir un poco de vergüenza, pero al final noto como daba resultado. Al mismo tiempo, sentía como se le escpaban todas las energías.
- No creo que pueda seguir y terminarlo hoy porque es cansado. Pero te prometo que seguiré.
Luego subió a dormir, igual que Yrio.
Llegaron al torreón e Yrio se fue escaleras arribas, probablemente a los dormitorios. Alder por su parte dejó las cestas y después de coger lo primero que vio que podía tomar crudo para picotear, y una botella de syv de la que bebió con ganas, se derrumbó en el sofá.
- Por el Gran Alma, Atol- dijo ignorando todo lo demás.- tendrías todo mi amor y agradecimiento si prepararas algo de comer.
Ellos también llevaban unas cuantas horas sin probar bocado, y además la ansiedad interior pedía comida para acallarla. Había mas de una cosa que zumbaba en sus orejas a ratos. Cada día parecía mas difícil tomarse las cosas con relajación en ese torreón. Mas que nada porque había acumulado una larga lista de cagadas por las que no estaba segura de si le guardaban rencor o no.
Que agradable había sido la visita a Maciel. Allí la gente parecía entender la diferencia entre una broma y la realidad, o al menos la mayoría de ellos.... Se hundió en el sofá. No sabía si le apetecía la compañía de su aurva, y desfogar con ella y decir adios a sus preocupaciones, o mas bien todo lo contrario, y no ver sus ojos compasivos por un rato.
Seon
Tap había tenido un bonito gesto. Un gesto que las había librado de más discusión. Le había aliviado que rescataran al chico, y ahora estaba calmada y casi feliz. Alder pidió a Atol que preparase comida, y ella buscó entre sus apuntes de magia, porque recordaba haber visto algo muy util con lo que recompensar a Tap por su amabilidad.
Comió mientras dejaba los cristales cargar. Luego pidió al repoblador que lo acompañase al patio mientras le explicaba que había un hechizo que podía hacerles a sus plantas para que fueran ignifugas.
Tardó mucho en poder hacerlo correctamente, era como si se resistiera a salir, hasta el punto de sentir un poco de vergüenza, pero al final noto como daba resultado. Al mismo tiempo, sentía como se le escpaban todas las energías.
- No creo que pueda seguir y terminarlo hoy porque es cansado. Pero te prometo que seguiré.
Luego subió a dormir, igual que Yrio.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
02/12/12, 05:32 pm
Lo primero que Tap hizo nada más llegar, fue alejarse del grupo hasta que se le pasó el cabreo. Su avispa colgaba del techo y él se escondía entre este y su animal. No ver a los gigantes era la mejor forma de no avivar su enfado con ellos. Daba igual como se lo explicara, Tap se sentía frustrado cada vez que decidían funcionar de manera individual, arriesgándose como había hecho hoy Pechito. << Dejan mucho que desear como colonia >>. Y ahora, por si fuera poco, tenían a un gigante más entre sus filas. Probablemente igual de espabilado que la media de los gigantes del panal, lo que lo dejaba en un nivel de inteligencia algo miserable a ojos de Tap, que además comenzaba a barajar Moscardón como sobrenombre para el nuevo, por esas cosas negras y enormes que le tapaban los ojos. << Todos saben que las moscas son tontas... >>. El repoblador guardaba cierta esperanza de que este solo se les pareciera en el artilugio de la cara.
Un rato después, no muy largo, Quemaduras vino a buscarle y le pidió que la acompañara al patio. El primer pensamiento de Tap fue negarse, pero decidió que Seon no era precisamente quien tenía la culpa de la baja estima que empezaba a tener a sus compañeros y acabó saltando de la avispa al hombro de la giganta. No tardó en agradecer haber hecho ese salto de fe. Escuchó lo que la muchacha le decía sobre esos dones aflorales y la existencia de uno en concreto que protegía del fuego. Quemaduras quería aplicarlo a las plantas del jardín y la sonrisa de Tap no podía ser mayor.
No quiso preguntar la razón que le había llevado a tomar esa decisión, no necesitaba saberla. Tap no había vuelto a insistir a nadie sobre los dones tras descubrir que eran unos dotados falsos o, al menos, unos dotados distintos de los de su bosque. Se quedó en su hombro y la observó realizar el don afloral con relativo éxito. Parecía que al principio se le resistía y, a pesar de que Quemaduras pareció conseguirlo, había acabado bastante cansada. Tap le palmeó en el hombro con una sonrisa, el gesto más amable que había hecho desde que llegó a la ciudad de los barrancos.
-Va, va-hizo un ademán con los brazos, indicando que ya había sido suficiente-. Ahora descansa y ya seguirás si quieres mañana u otro día, cuando estés mejor-saltó de su hombro, para que ella pudiera irse a dormir, y acabó añadiendo un "Gracias" en un tono que patinaba entre lo verdaderamente agradecido y un pelín de falsa indiferencia.
Cuando Seon se fue, el repoblador se acercó al tallo afortunado y comenzó a darle golpecitos y mirarlo con atención. Esperaba sentir algo en concreto, quizá algún cosquilleo o un calambrazo; alguna señal de que esa planta tenía algo que el resto no. Pero no hubo nada. Era normal, al menos en apariencia. Así que, satisfecha su curiosidad inicial, se tumbó en el suelo, se apoyó sobre ella y decidió que era una buena hora para tomarse un descanso. Se había olvidado por completo de las plumas de Wintel.
Un rato después, no muy largo, Quemaduras vino a buscarle y le pidió que la acompañara al patio. El primer pensamiento de Tap fue negarse, pero decidió que Seon no era precisamente quien tenía la culpa de la baja estima que empezaba a tener a sus compañeros y acabó saltando de la avispa al hombro de la giganta. No tardó en agradecer haber hecho ese salto de fe. Escuchó lo que la muchacha le decía sobre esos dones aflorales y la existencia de uno en concreto que protegía del fuego. Quemaduras quería aplicarlo a las plantas del jardín y la sonrisa de Tap no podía ser mayor.
No quiso preguntar la razón que le había llevado a tomar esa decisión, no necesitaba saberla. Tap no había vuelto a insistir a nadie sobre los dones tras descubrir que eran unos dotados falsos o, al menos, unos dotados distintos de los de su bosque. Se quedó en su hombro y la observó realizar el don afloral con relativo éxito. Parecía que al principio se le resistía y, a pesar de que Quemaduras pareció conseguirlo, había acabado bastante cansada. Tap le palmeó en el hombro con una sonrisa, el gesto más amable que había hecho desde que llegó a la ciudad de los barrancos.
-Va, va-hizo un ademán con los brazos, indicando que ya había sido suficiente-. Ahora descansa y ya seguirás si quieres mañana u otro día, cuando estés mejor-saltó de su hombro, para que ella pudiera irse a dormir, y acabó añadiendo un "Gracias" en un tono que patinaba entre lo verdaderamente agradecido y un pelín de falsa indiferencia.
Cuando Seon se fue, el repoblador se acercó al tallo afortunado y comenzó a darle golpecitos y mirarlo con atención. Esperaba sentir algo en concreto, quizá algún cosquilleo o un calambrazo; alguna señal de que esa planta tenía algo que el resto no. Pero no hubo nada. Era normal, al menos en apariencia. Así que, satisfecha su curiosidad inicial, se tumbó en el suelo, se apoyó sobre ella y decidió que era una buena hora para tomarse un descanso. Se había olvidado por completo de las plumas de Wintel.
- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
02/12/12, 06:01 pm
-Pregón-
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/12/12, 06:13 pm
Y por fin llegamos a casa, cargados con comida fresca y apetitosa que ya transformaré en enegías para mis compañeros, y un nuevo que ya veremos qué tal es. Este se fue a descansar y reponserse un poco y yo me dirijo a la cocina con el libro en mano. Pero Yrio se adelanta y se prepara algo frío para él, para luego irse a descansar. Le miro sonriendo y le digo:
-Resucita luego, ¿eh?
Después escucho a Alder hablando en el salón, hacia mí, y me sonrojo mientras sigo preparando la carne y la sopa, sin otra mejor espuesta que la comida terminada y calentita. Lo llevo todo a la mesa, llevando también un cubo con agua y vasos, luego comienzo a servir los platos y, cómo no, el primero para ella y luego para "Estefan".
-¡Listo! ¡A comer!-exclamo, feliz de mi cometido como cocinero y de que me lo pidan así.-Eh, Estefan, ¿cuentas cómo llegaste a la casa, si estuviste por otra parte antes? ¿Has conocido a alguien más, aparte de nosotros?
Tiempo después, casi al acabar, una voz o varias se hacen oír fuera del torreón. Algo sobre noticias de unos mundos, de los que mencionan los de mis compañeros pero nada de Libo. <<¿Cómo irán las cosas por allí? Todo estará bien, seguro. Pero las cosas que dijo... no tienen sentido... >>
-¿Oísteis? Parece un pregón... ¿Algo importante de Sinhdro, Alder?-pregunto curioso por lo que las voces dijeron de unas exploraciones.-Y ha mencionado más mundos aparte de los que conocemos... Cuántos habrá, Gran Madre, cuántos...-exclamo, sintiéndome una nimiedad entre tanto mundo.
-Resucita luego, ¿eh?
Después escucho a Alder hablando en el salón, hacia mí, y me sonrojo mientras sigo preparando la carne y la sopa, sin otra mejor espuesta que la comida terminada y calentita. Lo llevo todo a la mesa, llevando también un cubo con agua y vasos, luego comienzo a servir los platos y, cómo no, el primero para ella y luego para "Estefan".
-¡Listo! ¡A comer!-exclamo, feliz de mi cometido como cocinero y de que me lo pidan así.-Eh, Estefan, ¿cuentas cómo llegaste a la casa, si estuviste por otra parte antes? ¿Has conocido a alguien más, aparte de nosotros?
Tiempo después, casi al acabar, una voz o varias se hacen oír fuera del torreón. Algo sobre noticias de unos mundos, de los que mencionan los de mis compañeros pero nada de Libo. <<¿Cómo irán las cosas por allí? Todo estará bien, seguro. Pero las cosas que dijo... no tienen sentido... >>
-¿Oísteis? Parece un pregón... ¿Algo importante de Sinhdro, Alder?-pregunto curioso por lo que las voces dijeron de unas exploraciones.-Y ha mencionado más mundos aparte de los que conocemos... Cuántos habrá, Gran Madre, cuántos...-exclamo, sintiéndome una nimiedad entre tanto mundo.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
03/12/12, 07:33 pm
Stefan se había adormilado sobre el sofá del salón, aunque no dejaba de escuchar las conversaciones que iban y venían, mientras meditaba sobre todo y las preguntas que debía hacer para enterarse mas o menos de todo, aunque lo mirara por donde lo mirara era demasiado.
Cuando un rico aroma estaba llegando de la cocina Stefan se fijo en que la avispa seguía en el techo donde aquella criatura verde la había dejado, y por primera vez le asalto la sensación de que quizás por fin podría hacer un amigo, si ellos eran de otros mundos realmente no deberían rechazarlo ya que todos tenían sus rarezas ¿no?, la chica de pelo azul volvió a entrar por la puerta del jardín/patio, parecía cansada, mucho, y antes de que nadie pudiera preguntarle nada subió por unas escaleras que Stefan supuso llevaban al dormitorio, el chico se pregunto que demonios podía haberla cansado tanto, ya que cuando fue al exterior estaba como una rosa, esa seria otra pregunta que debería hacer pero no era el momento.
Justo en el momento que la chica subía bajaba una figura de los pisos superiores, era mas bajo que Stefan eso estaba claro, y estaba delgado, con el pelo negro cayéndole sobre la frente, sin embargo tenia la piel gris, y sus ojos destacaban por encima de todo de un color naranja vivo que reflejaban buen humor, era lo que en la Tierra se consideraría un sex-symbol, era increíble como se movía, se dirigió hacia el patio y desapareció tras la puerta.
Minutos mas tarde Stefan vio como la puerta de la cocina se abría y aparecía aquel chico tan lleno de piercings llamado Atol con una pota llena de sopa y un plato con carne llamando a todo el mundo a comer, Stefan que se moría de hambre se sentó de inmediato a la mesa, Atol lo dejo todo encima de la mesa y se volvió a meter por la puerta de cocina para volver acto seguido con vasos y un cubo con agua, cuando llamo para comer la gente comenzó a llegar, el chico de piel gris entre ellos.
Stefan se dispuso a comer dando las gracias a Atol por aquella comida y le prometió que al día siguiente le ayudaría en la cocina. La comida estaba sosa, pero a Stefan le importo mas bien poco ya que estaba muerto de hambre, pero aun así comió de una forma calmada, pues no quería que la comida le sentase mal, así pues fue el primero en terminar ya que comió mas bien poco.
Cuando estaba terminando de comer se oyó una voz que parecía resonar por toda la ciudad que daba noticias sobre unos mundos que a Stefan no le sonaban de nada, sin embargo pensó que debía haber muchos mas mundos de los que se mencionaban ya que tampoco mencionaban La Tierra y él procedía de allí, archivando esa información decidió que al igual que con la magia lo preguntaría mas tarde.
Antes había oído hablar a la chica del pelo azul y a la criatura verde de unas plantas, Stefan decidió salir al patio pues quería ver esas plantas, pronto visualizo el huerto y se acerco a él para ver lo que había plantado, eran unos tallos verdes, se quito las gafas pues para cuidar sus plantas se las quitaba, observo que el dueño de la avispa estaba tumbado contra uno de los tallos verdes y que parecía dormido, examino los tallos fijándose en que la tierra a su alrededor estaba clara, para asegurarse poso una mano sobre la tierra y se dio cuenta de que estaba seca, emitiendo un suspiro y poniéndose las gafas colgando del cuello de la camiseta se acerco al pozo, había descansado una hora o así y había comido y bebido, supuso que las fuerzas le habrían crecido como para poder alzar el cubo del pozo, no se equivocaba, alzo el cubo y vertió parte del contenido dentro del pozo, pues no le haría falta tanta agua ya que no quería ahogar los tallos jóvenes, y alzando el cubo se acerco de nuevo al huerto, volviendo a posarlo cerca del huerto para ir vertiendo el agua poco a poco en la tierra y que aquellas plantas pudieran beber.
Cuando un rico aroma estaba llegando de la cocina Stefan se fijo en que la avispa seguía en el techo donde aquella criatura verde la había dejado, y por primera vez le asalto la sensación de que quizás por fin podría hacer un amigo, si ellos eran de otros mundos realmente no deberían rechazarlo ya que todos tenían sus rarezas ¿no?, la chica de pelo azul volvió a entrar por la puerta del jardín/patio, parecía cansada, mucho, y antes de que nadie pudiera preguntarle nada subió por unas escaleras que Stefan supuso llevaban al dormitorio, el chico se pregunto que demonios podía haberla cansado tanto, ya que cuando fue al exterior estaba como una rosa, esa seria otra pregunta que debería hacer pero no era el momento.
Justo en el momento que la chica subía bajaba una figura de los pisos superiores, era mas bajo que Stefan eso estaba claro, y estaba delgado, con el pelo negro cayéndole sobre la frente, sin embargo tenia la piel gris, y sus ojos destacaban por encima de todo de un color naranja vivo que reflejaban buen humor, era lo que en la Tierra se consideraría un sex-symbol, era increíble como se movía, se dirigió hacia el patio y desapareció tras la puerta.
Minutos mas tarde Stefan vio como la puerta de la cocina se abría y aparecía aquel chico tan lleno de piercings llamado Atol con una pota llena de sopa y un plato con carne llamando a todo el mundo a comer, Stefan que se moría de hambre se sentó de inmediato a la mesa, Atol lo dejo todo encima de la mesa y se volvió a meter por la puerta de cocina para volver acto seguido con vasos y un cubo con agua, cuando llamo para comer la gente comenzó a llegar, el chico de piel gris entre ellos.
Stefan se dispuso a comer dando las gracias a Atol por aquella comida y le prometió que al día siguiente le ayudaría en la cocina. La comida estaba sosa, pero a Stefan le importo mas bien poco ya que estaba muerto de hambre, pero aun así comió de una forma calmada, pues no quería que la comida le sentase mal, así pues fue el primero en terminar ya que comió mas bien poco.
Cuando estaba terminando de comer se oyó una voz que parecía resonar por toda la ciudad que daba noticias sobre unos mundos que a Stefan no le sonaban de nada, sin embargo pensó que debía haber muchos mas mundos de los que se mencionaban ya que tampoco mencionaban La Tierra y él procedía de allí, archivando esa información decidió que al igual que con la magia lo preguntaría mas tarde.
Antes había oído hablar a la chica del pelo azul y a la criatura verde de unas plantas, Stefan decidió salir al patio pues quería ver esas plantas, pronto visualizo el huerto y se acerco a él para ver lo que había plantado, eran unos tallos verdes, se quito las gafas pues para cuidar sus plantas se las quitaba, observo que el dueño de la avispa estaba tumbado contra uno de los tallos verdes y que parecía dormido, examino los tallos fijándose en que la tierra a su alrededor estaba clara, para asegurarse poso una mano sobre la tierra y se dio cuenta de que estaba seca, emitiendo un suspiro y poniéndose las gafas colgando del cuello de la camiseta se acerco al pozo, había descansado una hora o así y había comido y bebido, supuso que las fuerzas le habrían crecido como para poder alzar el cubo del pozo, no se equivocaba, alzo el cubo y vertió parte del contenido dentro del pozo, pues no le haría falta tanta agua ya que no quería ahogar los tallos jóvenes, y alzando el cubo se acerco de nuevo al huerto, volviendo a posarlo cerca del huerto para ir vertiendo el agua poco a poco en la tierra y que aquellas plantas pudieran beber.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
04/12/12, 02:48 pm
La voz del pregón despertó a Tap de su sueño antes casi de llegar a dormirse. No prestó mucha atención a lo que decía, no eran más que nombres raros y alguna tontería probablemente, encima de cosas que no estaban pasando aquí. << Ya podrían avisarnos de dónde nos podrían atacar los bichos de las calles >> refunfuñó mentalmente antes de volver a intentar dormir. Sin embargo, el intento duró lo que tardó el Moscardón en asomar al patio. Fingiendo que estaba dormido, Tap observó como metía la mano en la tierra y observaba sus plantas. << No será capaz... >>
Si lo fue. Debió pensar que las plantas necesitaban ser regadas y se acercó al pozo a cargar agua. Tap esperó recostado sobre la planta ignífuga hasta que el chico volvió, para darle una oportunidad, no sea que solo quisiese limpiarse la cara. Pero cuando vio que inclinaba el cubo, saltó cabreado, soltando un chirrido bastante molesto.
-Baja el cubo antes de que te arrepientas, Moscardón-le gritó de malas maneras-, y la próxima vez que quieras hacer algo por el huerto, lo consultas conmigo. Las plantas no necesitan más agua hasta mañana, están bien regadas-no se lo explicó por hacer alarde de sus cuidados meticulosos, perfectamente medidos, sino para que su enorme cabeza de gigante descartase cualquier estupidez hasta mañana. Más calmado después de haberle dejado las cosas claras y ver que no llegó a verter nada de agua, Tap reparó en su aspecto. Era raro verle sin las cosas esas cubreojos, pero era más raro todavía ver la herida de la pierna de tan malas maneras-. ¿Piensas esperar a que se te caiga el pie y se te pudra la pierna para pedir que te curen?-inquirió en un tono algo desagradable, esperando que con algo de mano dura aprendiera a ordenar sus prioridades-. Si ya os cuesta sosteneros erguidos a dos patas, no deberías flirtear con la posibilidad de perder una. Tira dentro y busca a un curandero. Por el amor de la Flora... ¿Y en qué piensa el resto para no curarte? ¿Estamos tontos?-Tap negó con la cabeza, incapaz de hacerse a la idea del nivel de estupidez que debía flotar en el aire; se dio la vuelta y entró al edificio gritando:- ¡¿Algún voluntario que le repare el pie al Moscadón antes de que se le caiga?!
Si lo fue. Debió pensar que las plantas necesitaban ser regadas y se acercó al pozo a cargar agua. Tap esperó recostado sobre la planta ignífuga hasta que el chico volvió, para darle una oportunidad, no sea que solo quisiese limpiarse la cara. Pero cuando vio que inclinaba el cubo, saltó cabreado, soltando un chirrido bastante molesto.
-Baja el cubo antes de que te arrepientas, Moscardón-le gritó de malas maneras-, y la próxima vez que quieras hacer algo por el huerto, lo consultas conmigo. Las plantas no necesitan más agua hasta mañana, están bien regadas-no se lo explicó por hacer alarde de sus cuidados meticulosos, perfectamente medidos, sino para que su enorme cabeza de gigante descartase cualquier estupidez hasta mañana. Más calmado después de haberle dejado las cosas claras y ver que no llegó a verter nada de agua, Tap reparó en su aspecto. Era raro verle sin las cosas esas cubreojos, pero era más raro todavía ver la herida de la pierna de tan malas maneras-. ¿Piensas esperar a que se te caiga el pie y se te pudra la pierna para pedir que te curen?-inquirió en un tono algo desagradable, esperando que con algo de mano dura aprendiera a ordenar sus prioridades-. Si ya os cuesta sosteneros erguidos a dos patas, no deberías flirtear con la posibilidad de perder una. Tira dentro y busca a un curandero. Por el amor de la Flora... ¿Y en qué piensa el resto para no curarte? ¿Estamos tontos?-Tap negó con la cabeza, incapaz de hacerse a la idea del nivel de estupidez que debía flotar en el aire; se dio la vuelta y entró al edificio gritando:- ¡¿Algún voluntario que le repare el pie al Moscadón antes de que se le caiga?!
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/12/12, 01:57 pm
Estaba a punto de dejar caer el agua sobre los brotes verdes y de pronto una voz aguda que provenía de abajo empezó a proferir gritos, Stefan bajo la vista y la fijo sobre aquella criatura verde y le sorprendió como aquel ser le decía que sus plantas ya tenían bastante agua así que se quedo quieto y no vertió el agua.
-¿Como van a tener suficiente agua si la tierra esta completamente seca?- y mientras decía esto clavaba sus ojos sobre los de la plantita, sin embargo la planta comenzó a decir algo de una herida que tenia en el pie y Stefan fue consciente por primera vez de como estaba.
Stefan bajo la vista y la fijo sobre su pierna, admirando la herida que tenia allí, por suerte el cepo que había tenido en el pie no había sido dentado ya que la herida podría haber sido mucho peor, estaba mal pero a Stefan no le dolía, era una especie de surco que se le había quedado marcado sobre la piel, la cual ya no existía y ahora mismo tenia esa parte en carne viva, observo como unas gotas de sangre le bajaban por el tobillo hasta perderse en sus calcetines, pero no solo era su pie, si no que tenia todo el cuerpo lleno de cardenales y esos si dolían.
No solo fue consciente de las heridas, todo su cuerpo estaba sucio, había estado 6 días encerrado dentro de una casa y obviamente la casa no había sido tan amable como para dejarle ir al baño de modo que olía mal, muy mal. Tenia el pelo enmarañado y decidió que necesitaba darse un baño urgentemente.
Volvió a levantar la vista para mirar a la planta pero aquel ser ya no estaba allí si no que había ido caminando hacia el interior de la torre gritando que si eran estúpidos para no curarle el pie al chico, Stefan se sorprendió de que alguien tan pequeño pudiera ser tan mandón.
Se levantó a toda prisa para entrar en aquel lugar y preguntarles si tenían vendas y el mismo se ocuparía de su herida, pero se levanto demasiado rápido, y Stefan se mareó, no le era una sensación desconocida pero aquello amenazaba con ser grave, Stefan pensó que no seria nada pero cuando se dispuso a dar un paso comenzó a verlo todo mas oscuro, todo le giraba, y algo dentro de Stefan se rompió, no había dolor, solo cansancio, su cuerpo le decía que ya no podía y Stefan trataba de no hacerle caso, y hasta cierto punto lo consiguió, eso había sido nada mas salir de la casa, pero su cuerpo ya no aguanto mas y a Stefan se le pusieron los ojos vidriosos mientras se derrumbaba sobre la tierra.
Aun se mantuvo unos segundos consciente, los suficientes como para sentirse culpable por que se preocupasen por el y un pensamiento egoísta le cruzo la mente a una velocidad de vértigo, por favor no me dejéis morir, sin embargo cuando estaba terminando de encajar esa idea en su cabeza la inconsciencia le reclamo y se lo llevo entre sus brazos de seda.
-¿Como van a tener suficiente agua si la tierra esta completamente seca?- y mientras decía esto clavaba sus ojos sobre los de la plantita, sin embargo la planta comenzó a decir algo de una herida que tenia en el pie y Stefan fue consciente por primera vez de como estaba.
Stefan bajo la vista y la fijo sobre su pierna, admirando la herida que tenia allí, por suerte el cepo que había tenido en el pie no había sido dentado ya que la herida podría haber sido mucho peor, estaba mal pero a Stefan no le dolía, era una especie de surco que se le había quedado marcado sobre la piel, la cual ya no existía y ahora mismo tenia esa parte en carne viva, observo como unas gotas de sangre le bajaban por el tobillo hasta perderse en sus calcetines, pero no solo era su pie, si no que tenia todo el cuerpo lleno de cardenales y esos si dolían.
No solo fue consciente de las heridas, todo su cuerpo estaba sucio, había estado 6 días encerrado dentro de una casa y obviamente la casa no había sido tan amable como para dejarle ir al baño de modo que olía mal, muy mal. Tenia el pelo enmarañado y decidió que necesitaba darse un baño urgentemente.
Volvió a levantar la vista para mirar a la planta pero aquel ser ya no estaba allí si no que había ido caminando hacia el interior de la torre gritando que si eran estúpidos para no curarle el pie al chico, Stefan se sorprendió de que alguien tan pequeño pudiera ser tan mandón.
Se levantó a toda prisa para entrar en aquel lugar y preguntarles si tenían vendas y el mismo se ocuparía de su herida, pero se levanto demasiado rápido, y Stefan se mareó, no le era una sensación desconocida pero aquello amenazaba con ser grave, Stefan pensó que no seria nada pero cuando se dispuso a dar un paso comenzó a verlo todo mas oscuro, todo le giraba, y algo dentro de Stefan se rompió, no había dolor, solo cansancio, su cuerpo le decía que ya no podía y Stefan trataba de no hacerle caso, y hasta cierto punto lo consiguió, eso había sido nada mas salir de la casa, pero su cuerpo ya no aguanto mas y a Stefan se le pusieron los ojos vidriosos mientras se derrumbaba sobre la tierra.
Aun se mantuvo unos segundos consciente, los suficientes como para sentirse culpable por que se preocupasen por el y un pensamiento egoísta le cruzo la mente a una velocidad de vértigo, por favor no me dejéis morir, sin embargo cuando estaba terminando de encajar esa idea en su cabeza la inconsciencia le reclamo y se lo llevo entre sus brazos de seda.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/12/12, 07:54 pm
Tap se resignó y no le preguntó si él comía cada vez que tenía el hocico limpio solo por no saturarse con estupideces de gigante. Pero la suerte no le sonreía, estar rodeado de indivíduos así no le daba muchas vías para librarse de sus tonterías y pronto vió como este comenzaba a tambalearse. << Verás que va a espachurrarme algo... Verás >> pensó preocupado por las plantas.
-Eh, ¿te encuentr..- y efectivamente, el gigante se desplomó-. ¡No, no, no!-Tap corrió hacia el cuerpo y lo rodeó para comprobar que solo había quedado pillada una de las plantas bajo el brazo del Moscardón-. Por tu maldita existencia, ¿es que no tenías dónde caerte muerto?-por suerte no la había espachurrado de lleno y Tap pudo liberarla de un tirón, con toda la suavidad que pudo. Una hoja se rompió por la punta, pero era un daño menor en comparación a lo que podía haber pasado si se tronchaba el tallo.
Cuando comprobó que no había nada más bajo el cuerpo inerte, se subió sobre él por el pecho y comprobó (más por suerte que por verdaderas intenciones de hacerlo) que respiraba todavía. Se llevó una sorpresa, << son como las malas hierbas >>. Bajó rapidamente y corrió silbando hasta el interior del panal.
-Que alguien salga a remover al desmayado de mi huerto, por favor-la frase no era una verdadera petición, sino cierta puya con retintín que sonaba más a "os dije que era un peso muerto" que a otra cosa.
-Eh, ¿te encuentr..- y efectivamente, el gigante se desplomó-. ¡No, no, no!-Tap corrió hacia el cuerpo y lo rodeó para comprobar que solo había quedado pillada una de las plantas bajo el brazo del Moscardón-. Por tu maldita existencia, ¿es que no tenías dónde caerte muerto?-por suerte no la había espachurrado de lleno y Tap pudo liberarla de un tirón, con toda la suavidad que pudo. Una hoja se rompió por la punta, pero era un daño menor en comparación a lo que podía haber pasado si se tronchaba el tallo.
Cuando comprobó que no había nada más bajo el cuerpo inerte, se subió sobre él por el pecho y comprobó (más por suerte que por verdaderas intenciones de hacerlo) que respiraba todavía. Se llevó una sorpresa, << son como las malas hierbas >>. Bajó rapidamente y corrió silbando hasta el interior del panal.
-Que alguien salga a remover al desmayado de mi huerto, por favor-la frase no era una verdadera petición, sino cierta puya con retintín que sonaba más a "os dije que era un peso muerto" que a otra cosa.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/12/12, 08:07 pm
Alder comió con gusto y le dedicó una sonrisa radiante a Atol. Para su sorpresa, el nuevo estaba de excursión por el torreón. Estaba herido ¿Que luces se creía que hacía? Seon e Yrio estaban demasiado cansados como para curarle aun, y no sabía si a Atol le preocupaba mucho porque era un edeel hombre. De haber sido él, se habría quedado quietecita y agradecido la comida. Una voz extraña le llegó, dejandola pensativa. Atol le preguntó por ello, y ella se quedo unos segundos con la vista en la sopa antes de decir:
- Pues no lo sé. ¿Que es un mar?
Tap entró una primera vez para decirles que curaran al chico en vez de hacer estupideces.
Ella le hizo una mueca. Su mejor ayuda sería no ayudar, visto lo visto. Pero cuando entró por segunda vez para decir que se les había desmayado en el huerto, fue la primera en levantarse.
- ¿le ha dado a alguna planta?- pregunto a Tap, mientras levantaba con un gran esfuerzo al chico. Los remordimientos se solucionaban muy bien dedicandole una sarta de reproches mentales. La pregunta a Tap era mas bien para saber si tendrían que excavar una tumba pronto, porque si la respuesta era afirmativa, nadie podría impedir a Tapón envenenar su sopa.
Arrastró a Stefan hacia dentro, y pronto se vio liberada del peso por un preocupado (y quizás escandalizado) Atol.
- Pues no lo sé. ¿Que es un mar?
Tap entró una primera vez para decirles que curaran al chico en vez de hacer estupideces.
Ella le hizo una mueca. Su mejor ayuda sería no ayudar, visto lo visto. Pero cuando entró por segunda vez para decir que se les había desmayado en el huerto, fue la primera en levantarse.
- ¿le ha dado a alguna planta?- pregunto a Tap, mientras levantaba con un gran esfuerzo al chico. Los remordimientos se solucionaban muy bien dedicandole una sarta de reproches mentales. La pregunta a Tap era mas bien para saber si tendrían que excavar una tumba pronto, porque si la respuesta era afirmativa, nadie podría impedir a Tapón envenenar su sopa.
Arrastró a Stefan hacia dentro, y pronto se vio liberada del peso por un preocupado (y quizás escandalizado) Atol.
-
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/12/12, 10:24 pm
La comida, independientemente de lo buena o mala que pudiera ser, me supo como un manjar caído del cielo. Aproveché que Atol le preguntaba cosas al recién llegado para poder averiguar tanto como pudiera, aunque no habló mucho.
Cuando estaban terminando una voz resonó por toda la ciudad, narrando sucesos de distintos mundos, aunque no mencionó nada sobre la Tierra. Mire expectante a los demás por si alguien tenía algo que decir al respecto, pero no se comentó nada que despertara mi curiosidad. Por otro lado el pregón le había recordado que apenas sabía nada de los mundos de los que venían los demás. "Algún día tengo que preguntarles cosas"
Tras la comida seguí leyendo el bestiario. Tampoco es que tuviera nada mejor que hacer. Al cabo de un rato Tap apareció por la puerta del patio buscando ayuda para que curaran una herida que tenía Stefan, herida en la que no había reparado en ningún momento "¿Cómo es que no la vi antes?"
Al cabo de un rato vuelve a aparecer, diciendo que el nuevo se había desmayado. Me acerqué para ver si podía ayudar, pero poco podía hacer.
Al final, después de que Alder lo haya arrastrado hasta el salón, Atol tomó el relevo, y le ayudé a llevarlo hasta la mesa, donde lo colocamos con cuidado.
En cuanto puedo me aparto para dejar espacio a los demás. Tratar heridas no era precisamente mi punto fuerte.
-¿Puedes curarlo?- Le pregunto a Atol, que era el único presente al que había visto usar magia para curar con éxito.
Cuando estaban terminando una voz resonó por toda la ciudad, narrando sucesos de distintos mundos, aunque no mencionó nada sobre la Tierra. Mire expectante a los demás por si alguien tenía algo que decir al respecto, pero no se comentó nada que despertara mi curiosidad. Por otro lado el pregón le había recordado que apenas sabía nada de los mundos de los que venían los demás. "Algún día tengo que preguntarles cosas"
Tras la comida seguí leyendo el bestiario. Tampoco es que tuviera nada mejor que hacer. Al cabo de un rato Tap apareció por la puerta del patio buscando ayuda para que curaran una herida que tenía Stefan, herida en la que no había reparado en ningún momento "¿Cómo es que no la vi antes?"
Al cabo de un rato vuelve a aparecer, diciendo que el nuevo se había desmayado. Me acerqué para ver si podía ayudar, pero poco podía hacer.
Al final, después de que Alder lo haya arrastrado hasta el salón, Atol tomó el relevo, y le ayudé a llevarlo hasta la mesa, donde lo colocamos con cuidado.
En cuanto puedo me aparto para dejar espacio a los demás. Tratar heridas no era precisamente mi punto fuerte.
-¿Puedes curarlo?- Le pregunto a Atol, que era el único presente al que había visto usar magia para curar con éxito.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/12/12, 11:01 pm
Sin embargo, Alder no sabe lo que es un mar, así que se deduce que o bien no lo tienen en su mundo o bien lo tienen pero no lo conoce, así que no sigo preguntando. Antes de terminar, veo al nuevo acabar, levantarse e irse para el patio, sin recoger. <<Está convaleciente, por hoy... Pero... ¿A dónde demonios va, entonces?>> Gruño y termino mi plato, luego recojo toda la mesa cuando todos acaban y, una vez en la cocina, friego los cacharros mientras ojeo el libro de recetas, gruñendo cada vez que leo el nombre de una raza aún desconocida.
Al rato escucho ligeramente a Tap y seguidamente a Alder, pero sus pasos son pesados. Me asomo y sin dilación le quito, casi literalmente, a un inconsciente Estefan. Luego se me une Pablo y lo llevamos a la mesa, donde le subimos con suavidad y lo miro, curioso <<¿No se dio cuenta de que estaba herido? ¿O está hecho de otra fibra que los humanos que conozco hasta ahora? Puede ser eso>> pienso, cambiando mi forma de verle.
-¿Eh? ¿Curarle? ¡Ah, joder, claro! Bueno, puedo intentarlo.-exclamo, sacudiendo la cabeza.
Encontrado el libro y cargados los amuletos, vuelvo a la mesa y lo abro por la página del hechizo de curación. Al segundo intento noto la corriente de energía que recorre mi cuerpo y veo sanarse la fea herida de su pie. Pero el chico sigue teniendo un aspecto físico pésimo.
-Este necesita reposo y cubos de vitaminas y proteínas.-sentencio, cruzándome de brazos y mirando a Pablo.-Y las cestas no dan para eso. Habrá que plantearse ir a cazar, pero cuando tengáis mejor manejo de armas, claro.-añado rápidamente, al recordar el estado físico de los demás. <<Necesito buenas presas para mis comidas, sinceramente>>-Le dejaré en el sillón.
Dicho y hecho. En un periquete Estefan está cómodamentetumbado en uno de los viejos sillones, ya que no me fío de que se despierte entrada la noche y por desorientarse, se la pegue escaleras abajo. Y...
-Y dormiré aquí, no quiero que nos entre otro lagarto y amanezcamos con el estómago del nuevo abierto.
Después voy a por mi libro de cocina y a por los de magia, así como el mapa, para empapármelos de memoria todo lo que puedo de todos. El de cocina tiene alguna que otra ilustración útil. Más tarde le pediré a Pablo el bestiario, que será más preciso. <<Tendríamos que repartir tareas de lucha y magia... No podemos ir todos con el mismo equipamiento y no tenemos todos las mismas habilidades ni capacidades... Hay que hacer un entrenamiento a fondo>> Y pensando, pensando, pasan las horas...
Al rato escucho ligeramente a Tap y seguidamente a Alder, pero sus pasos son pesados. Me asomo y sin dilación le quito, casi literalmente, a un inconsciente Estefan. Luego se me une Pablo y lo llevamos a la mesa, donde le subimos con suavidad y lo miro, curioso <<¿No se dio cuenta de que estaba herido? ¿O está hecho de otra fibra que los humanos que conozco hasta ahora? Puede ser eso>> pienso, cambiando mi forma de verle.
-¿Eh? ¿Curarle? ¡Ah, joder, claro! Bueno, puedo intentarlo.-exclamo, sacudiendo la cabeza.
Encontrado el libro y cargados los amuletos, vuelvo a la mesa y lo abro por la página del hechizo de curación. Al segundo intento noto la corriente de energía que recorre mi cuerpo y veo sanarse la fea herida de su pie. Pero el chico sigue teniendo un aspecto físico pésimo.
-Este necesita reposo y cubos de vitaminas y proteínas.-sentencio, cruzándome de brazos y mirando a Pablo.-Y las cestas no dan para eso. Habrá que plantearse ir a cazar, pero cuando tengáis mejor manejo de armas, claro.-añado rápidamente, al recordar el estado físico de los demás. <<Necesito buenas presas para mis comidas, sinceramente>>-Le dejaré en el sillón.
Dicho y hecho. En un periquete Estefan está cómodamentetumbado en uno de los viejos sillones, ya que no me fío de que se despierte entrada la noche y por desorientarse, se la pegue escaleras abajo. Y...
-Y dormiré aquí, no quiero que nos entre otro lagarto y amanezcamos con el estómago del nuevo abierto.
Después voy a por mi libro de cocina y a por los de magia, así como el mapa, para empapármelos de memoria todo lo que puedo de todos. El de cocina tiene alguna que otra ilustración útil. Más tarde le pediré a Pablo el bestiario, que será más preciso. <<Tendríamos que repartir tareas de lucha y magia... No podemos ir todos con el mismo equipamiento y no tenemos todos las mismas habilidades ni capacidades... Hay que hacer un entrenamiento a fondo>> Y pensando, pensando, pasan las horas...
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- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
05/12/12, 11:53 pm
Una voz extraña y el nombre de su propio mundo hizo que Yrio despertase. Se asomó rçapidamente a la ventana pero no pudo divisar el origen del mensaje. << El mar...>> Yrio sabía lo que era un mar, Serokrai se lo había explicado cuando le hacía preguntas sobre Ulterania. Por unos instantes se imaginó como sería aquella extensión de agua que parecía no tener fin. Cuando se lo contó, como le había pasado con algunos de los otros mundos de los que le habían hablado, pensó en cambiar la promesa que le hizo el tipo de negro y acompañar a alguno de sus compañeros en lugar de volver a Sihndro. Le incomodaba hablar y pensar en su mundo, pero la idea de que pudiera haber un mar...
Voces en el patio lo sacaron de su ensoñación. Abajo estaba el nuevo dando vueltas en lugar de guardar reposo como debería hacer una persona a la que casi había devorado una casa monstruosa. Cuando lo vio caerse redondo quiso bajar a ayudar y a pisar a Tap por sus comentarios insensibles, pero Alder se le adelantó. << ¿Y si dejo caer una piedra desde aquí?>> se preguntó, pero el repoblador ya estaba dentro del torreón otra vez.
Volvió a su cama, pero no tenía más sueño. Seon dormia en la cama de al lado, con el pelo azul alborotado sobresaliendo de entre las sábanas. Yrio cogió su manta y su almohada, así como su libro y sus talismanes, y subió a la sala de entrenamiento del último piso, donde pasó la noche estudiando hechizos, aunque sin atreverse a realizar ninguno.
Voces en el patio lo sacaron de su ensoñación. Abajo estaba el nuevo dando vueltas en lugar de guardar reposo como debería hacer una persona a la que casi había devorado una casa monstruosa. Cuando lo vio caerse redondo quiso bajar a ayudar y a pisar a Tap por sus comentarios insensibles, pero Alder se le adelantó. << ¿Y si dejo caer una piedra desde aquí?>> se preguntó, pero el repoblador ya estaba dentro del torreón otra vez.
Volvió a su cama, pero no tenía más sueño. Seon dormia en la cama de al lado, con el pelo azul alborotado sobresaliendo de entre las sábanas. Yrio cogió su manta y su almohada, así como su libro y sus talismanes, y subió a la sala de entrenamiento del último piso, donde pasó la noche estudiando hechizos, aunque sin atreverse a realizar ninguno.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
06/12/12, 03:34 pm
Stefan volvió a tomar consciencia de si mismo, preguntándose que demonios había pasado, recordaba haberse mareado y verlo todo negro pero no podía ser ¿verdad?.
<<¿De verdad me he desmayado? Dios mio lo que deben de haber pensado de mi, lo mínimo que soy un inútil y una carga. Joder que bien empiezo>>
Abrió los ojos y lo vio todo muy oscuro, salvo por una inestable luz que entraba por la puerta del patio, no solo entraba luz también un frío de mil demonios. <<¿Quien coño ha sido el que se ha dejado la maldita puerta abierta?>>
Quiso levantarse para cerrar la puerta pero en el momento en que levanto un brazo para incorporarse un cansancio extremo hizo presencia en todo su cuerpo, de pronto se dio cuenta que estaba débil muy débil, así que prefirió pasar un poco de frío, de todas formas no era nadie para echar las culpas al que se la dejara abierta y aparte estaba seguro de que si se levantaba acabaría tirado por el suelo y no quería volver a molestar a nadie.
Giro la cabeza para mirar a su alrededor, y vio a Atol durmiendo en una butaca frente a el con un libro sobre el regazo, quizás fuera cosa de Stefan pero desde luego le veía mucho mas pálido que por la mañana, claramente era de otro mundo, Stefan se dio cuenta entonces de por que lo veía mas pálido, era por que no tenia las gafas puestas, las busco con la mirada y las descubrió sobre la mesa aparentemente intactas.
Al ver a Atol entendió lo mucho que les debía a los que en aquel torreón habitaban y no sabia como iba a pagárselo, pensando en ello comenzó a recapitular que cosas debía y a quien:
<<Veamos obviamente al pequeño le debo la vida y eso no creo que pueda pagárselo pero ya se me ira ocurriendo alguna cosilla.
A Pablo le debo el agua de esta mañana ya le devolveré el favor.
Y Atol.......bueno me cargo hasta aquí y me ha alimentado, he visto como era él el que hacia la comida y supongo que necesitara algo de ayuda en la cocina.>>
También vio sobre la mesa un cubo que probablemente contenía agua y para corroborar su sospecha un vaso a su lado, tenia sed eso estaba claro, pero si caía estaba claro que despertaría a Atol. Prefirió arriesgarse.
Tratando de hacer el menor ruido posible y haciendo que la sed pesara mas que todo su cansancio fue incorporándose y cuando se incorporó del todo y poso el pie herido, que hasta ese momento no le producía molestia alguna, ahogo un grito de dolor cuando una punzada le atravesó el pie haciéndole levantarlo en el aire.
<<Cálmate solo tienes que ir a la pata coja hasta la mesa, ademas es imposible que el bello durmiente se pueda haber despertado por eso ¿no?>>
Craso error pues Atol se había despertado gruñendo, Stefan le dirigió una mirada de disculpa y sonriendo cansadamente le dijo:
-Vaya parece que hemos empezado con mal pie ¿verdad?
<<¿De verdad me he desmayado? Dios mio lo que deben de haber pensado de mi, lo mínimo que soy un inútil y una carga. Joder que bien empiezo>>
Abrió los ojos y lo vio todo muy oscuro, salvo por una inestable luz que entraba por la puerta del patio, no solo entraba luz también un frío de mil demonios. <<¿Quien coño ha sido el que se ha dejado la maldita puerta abierta?>>
Quiso levantarse para cerrar la puerta pero en el momento en que levanto un brazo para incorporarse un cansancio extremo hizo presencia en todo su cuerpo, de pronto se dio cuenta que estaba débil muy débil, así que prefirió pasar un poco de frío, de todas formas no era nadie para echar las culpas al que se la dejara abierta y aparte estaba seguro de que si se levantaba acabaría tirado por el suelo y no quería volver a molestar a nadie.
Giro la cabeza para mirar a su alrededor, y vio a Atol durmiendo en una butaca frente a el con un libro sobre el regazo, quizás fuera cosa de Stefan pero desde luego le veía mucho mas pálido que por la mañana, claramente era de otro mundo, Stefan se dio cuenta entonces de por que lo veía mas pálido, era por que no tenia las gafas puestas, las busco con la mirada y las descubrió sobre la mesa aparentemente intactas.
Al ver a Atol entendió lo mucho que les debía a los que en aquel torreón habitaban y no sabia como iba a pagárselo, pensando en ello comenzó a recapitular que cosas debía y a quien:
<<Veamos obviamente al pequeño le debo la vida y eso no creo que pueda pagárselo pero ya se me ira ocurriendo alguna cosilla.
A Pablo le debo el agua de esta mañana ya le devolveré el favor.
Y Atol.......bueno me cargo hasta aquí y me ha alimentado, he visto como era él el que hacia la comida y supongo que necesitara algo de ayuda en la cocina.>>
También vio sobre la mesa un cubo que probablemente contenía agua y para corroborar su sospecha un vaso a su lado, tenia sed eso estaba claro, pero si caía estaba claro que despertaría a Atol. Prefirió arriesgarse.
Tratando de hacer el menor ruido posible y haciendo que la sed pesara mas que todo su cansancio fue incorporándose y cuando se incorporó del todo y poso el pie herido, que hasta ese momento no le producía molestia alguna, ahogo un grito de dolor cuando una punzada le atravesó el pie haciéndole levantarlo en el aire.
<<Cálmate solo tienes que ir a la pata coja hasta la mesa, ademas es imposible que el bello durmiente se pueda haber despertado por eso ¿no?>>
Craso error pues Atol se había despertado gruñendo, Stefan le dirigió una mirada de disculpa y sonriendo cansadamente le dijo:
-Vaya parece que hemos empezado con mal pie ¿verdad?
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
06/12/12, 10:46 pm
Vaya que si pasaron las horas, tanto que acabé durmiéndome con el libro en el regazo... Pero había memorizado información valiosa y, sobre todo, mapas mentales de la ciudad.
Y no me dio tiempo a llegar al sueño profundo ya que un ruido me sacó de la neblina donde estaba. Gruñendo, abro los ojos y miro a la semi-oscuridad hasta ver a Estefan mirándome, de pie y con una mueca de dolor. Le observo sin responder a lo que dice y doy con el problema: la curación fue solo superficial, le ocurre algo más severo <<Hueso, seguramente>>
-Ag... ¿No podías haber dicho que te pasaba algo más que un arañazo? Quizá no lo supieras, vale... ¿Por eso te despertaste, dolor repentino? Como sea hueso roto, vamos a tener que entablillarlo...-mascullo, pensando en cómo <<Habrá que reciclar algo de la armería... o algún mueble que no usemos...>>-Siéntate. No queremos que se agrave.-le digo rápidamente, dejando entrever que se sentará por las buenas o por las malas.
<<Ni tengo ganas de ir a por el libro de magia ni de intentar siquiera reparar el daño. Pero que se va a quedar quietecito está claro>>
Y no me dio tiempo a llegar al sueño profundo ya que un ruido me sacó de la neblina donde estaba. Gruñendo, abro los ojos y miro a la semi-oscuridad hasta ver a Estefan mirándome, de pie y con una mueca de dolor. Le observo sin responder a lo que dice y doy con el problema: la curación fue solo superficial, le ocurre algo más severo <<Hueso, seguramente>>
-Ag... ¿No podías haber dicho que te pasaba algo más que un arañazo? Quizá no lo supieras, vale... ¿Por eso te despertaste, dolor repentino? Como sea hueso roto, vamos a tener que entablillarlo...-mascullo, pensando en cómo <<Habrá que reciclar algo de la armería... o algún mueble que no usemos...>>-Siéntate. No queremos que se agrave.-le digo rápidamente, dejando entrever que se sentará por las buenas o por las malas.
<<Ni tengo ganas de ir a por el libro de magia ni de intentar siquiera reparar el daño. Pero que se va a quedar quietecito está claro>>
No Hope. No Dreams. No Love.
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
07/12/12, 02:35 pm
-¿Dolor? No, no ha sido eso lo que me ha despertado, mas bien ha sido una combinación entre frío y sed, y el pie no me había molestado hasta que lo he posado en el suelo, siento haberte despertado, y ahora que tengo la oportunidad voy a presentarme como es debido.- Los ojos de Stefan refulgieron en la oscuridad iluminados por un destello de luz procedente de afuera- Mi nombre es Stefan Argento, soy un humano procedente de la Tierra, concretamente de Italia, aunque por supuesto a ti todo esto debe sonarte a chino ¿no?.
Le tendió una mano Atol para estrechársela dándole la oportunidad de presentarse.
Fue escrutando la cara de Atol para ver si había alguna emoción que delatase que sabia algo de todo lo que hablaba Stefan pero o no sabia nada de verdad o era muy bueno ocultando información.
-¿Podrías ser tan amable de pasarme el cubo de agua y el vaso?- preguntó cambiando de tema-. Es que me muero de sed, y era a por lo que iba cuando te desperté y siento haberlo hecho.
Stefan ya había perdido la cuenta de las veces que se había disculpado en las ultimas pero claramente las cosas por las que se había disculpado eran culpa suya, y seguramente tendría que disculparse por mas cosas en los días venideros.
<<Pero eso acabara algún día y sera el día en que me recupere y sean ellos los que me deban favores a mi>>
Volvió a acomodarse en el sofá y le preguntó cosas que le interesaban y había archivado en la memoria, y cuando Atol termino no daba crédito a muchas de las cosas que había oído, tendría que verlas con sus propios ojos para creérselas, una cosa útil que aprendió fue los nombres de todos los habitantes de aquel torreón, así como sus lugares de procedencia y alguna costumbre.
Ahora entendía muchas mas cosas que antes, por ejemplo por que Tap se había enfadado tanto con lo de las plantas y también sabia lo de que casi aplasta una de sus preciosas plantas por lo tanto debía disculparse por eso también, también entendió por que Seon e Yrio se habían marchado para la cama tan cansados.
<<Parece ser que la magia te cansa física y mentalmente, me pregunto si yo podre hacerla ya que parece que hay gente que puede y otra que no. Bueno de todas formas no me preocupare por eso hasta que me haya recuperado, ya que si cansa tanto no tengo ahora mismo energías para hacer nada de magia>>
Y perdido en sus pensamientos se durmió sobre el sofá.
Le tendió una mano Atol para estrechársela dándole la oportunidad de presentarse.
Fue escrutando la cara de Atol para ver si había alguna emoción que delatase que sabia algo de todo lo que hablaba Stefan pero o no sabia nada de verdad o era muy bueno ocultando información.
-¿Podrías ser tan amable de pasarme el cubo de agua y el vaso?- preguntó cambiando de tema-. Es que me muero de sed, y era a por lo que iba cuando te desperté y siento haberlo hecho.
Stefan ya había perdido la cuenta de las veces que se había disculpado en las ultimas pero claramente las cosas por las que se había disculpado eran culpa suya, y seguramente tendría que disculparse por mas cosas en los días venideros.
<<Pero eso acabara algún día y sera el día en que me recupere y sean ellos los que me deban favores a mi>>
Volvió a acomodarse en el sofá y le preguntó cosas que le interesaban y había archivado en la memoria, y cuando Atol termino no daba crédito a muchas de las cosas que había oído, tendría que verlas con sus propios ojos para creérselas, una cosa útil que aprendió fue los nombres de todos los habitantes de aquel torreón, así como sus lugares de procedencia y alguna costumbre.
Ahora entendía muchas mas cosas que antes, por ejemplo por que Tap se había enfadado tanto con lo de las plantas y también sabia lo de que casi aplasta una de sus preciosas plantas por lo tanto debía disculparse por eso también, también entendió por que Seon e Yrio se habían marchado para la cama tan cansados.
<<Parece ser que la magia te cansa física y mentalmente, me pregunto si yo podre hacerla ya que parece que hay gente que puede y otra que no. Bueno de todas formas no me preocupare por eso hasta que me haya recuperado, ya que si cansa tanto no tengo ahora mismo energías para hacer nada de magia>>
Y perdido en sus pensamientos se durmió sobre el sofá.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
07/12/12, 09:37 pm
Aunque dudó al principio, Atol enseguida reunió lo que necesitaba para curar la herida de Stefan.
Una vez curada , Atol lo dejó tumbado en un sillón y decidió pasar la noche con él.
Visto que no había nada más que pudiera hacer subí al estudio con el bestiario y estuve leyéndolo hasta que me entró sueño, momento en el que subí al dormitorio a acostarme.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Me desperté temprano, o eso creía porque todos seguían durmiendo.
Con cuidado de no hacer ruido bajé hasta el salón, donde Atol, Stefan y Tap todavía dormían. Este último debajo de la mesa.
También me fijé en que había un cubo con algo de agua, y una idea maligna se me pasó por la mente.
"¿No me despertó de malas maneras el otro día? Pues ahora le toca sufrir a él."
Procurando no hacer ningún ruido cogí el cubo y me acerqué lo que pude hasta Tap. El repoblador seguía durmiendo inocentemente. "Bueno, todo lo inocente que puede llegar a ser una planta con su carácter"
Había llegado la hora de la venganza.
-!HORA DE LEVANTARSE LEÑO HUECO!- Grité, y le tiré el agua del cubo encima. También lo habría tapado con el cubo pero no había mucho espacio para meterlo bajo la mesa así que me conformé con el chapuzón.
Estaba tan centrado en molestar al repoblador que no me dí cuenta de que mis gritos seguramente habían despertado a todo el torreón.
Una vez curada , Atol lo dejó tumbado en un sillón y decidió pasar la noche con él.
Visto que no había nada más que pudiera hacer subí al estudio con el bestiario y estuve leyéndolo hasta que me entró sueño, momento en el que subí al dormitorio a acostarme.
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Me desperté temprano, o eso creía porque todos seguían durmiendo.
Con cuidado de no hacer ruido bajé hasta el salón, donde Atol, Stefan y Tap todavía dormían. Este último debajo de la mesa.
También me fijé en que había un cubo con algo de agua, y una idea maligna se me pasó por la mente.
"¿No me despertó de malas maneras el otro día? Pues ahora le toca sufrir a él."
Procurando no hacer ningún ruido cogí el cubo y me acerqué lo que pude hasta Tap. El repoblador seguía durmiendo inocentemente. "Bueno, todo lo inocente que puede llegar a ser una planta con su carácter"
Había llegado la hora de la venganza.
-!HORA DE LEVANTARSE LEÑO HUECO!- Grité, y le tiré el agua del cubo encima. También lo habría tapado con el cubo pero no había mucho espacio para meterlo bajo la mesa así que me conformé con el chapuzón.
Estaba tan centrado en molestar al repoblador que no me dí cuenta de que mis gritos seguramente habían despertado a todo el torreón.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
07/12/12, 10:52 pm
<<No te despertaría el frío si no durmieras aquí abajo... Pero claro, le dejé yo... ¡Bah! ¿Argento? Qué de nombres, Gran Madre, qué de nombres y cosas raras y nuevas que hay fuera de Libo... Italia, chino... Información innecesaria>> Y luego el gesto de la mano tendida. Le miro curioso, pero me explica lo que es y asiento, aún sin comprender, para al menos corresponder.
-Atol, de Libo. Todo lo demás no necesitas saberlo. Disculpas innecesarias.-respondo, secamente.
Le traigo lo que me pide y vuelvo al sofá para responder, sin que se note el cansancio, al torrente de preguntas e información que sí necesita, sobre todo lo referente a los demás compañeros, así como alguna curiosidad de cada mundo reflejada en cada uno de nosotros.
Cuando acabo, se sume en sus pensamientos y poco a poco le veo cayendo dormido de nuevo. Gruño, mosqueado por tener que estar haciendo de guardia con él y subo, en silencio, a la sala común a por una manta, además de para ver a los demás durmiendo plácidamente. <<Y este panorama, si todos sobreviven, durará un año. Me estoy acostumbrando rápido, a ver cómo estamos en un mes... >> Dirijo una última mirada a todos y vuelvo al salón, tapo a Estefan <<o como se escriba>> con la manta y vuelvo a sentarme, tapándome con mi camiseta y pantalones...
Y ahora sí, el sueño profundo llega, con toda su corte de monstruos y fantasías... Pero los cuentos nunca acaban bien. Este en concreto, acaba de forma demoledora. Pesadilla.
Una voz conocida retumba en mi cabeza, producto del sueño, pero tan real como mi propia imaginación. La voz que me trajo aquí. La voz que ha intentado salvarme de la muerte en el sueño y a la que eludí.
Los ojos abiertos como platos a la luz del día, sin reflejar molestia hasta pasados unos segundos. Todo el cuerpo en tensión, mi ropa tirada por ahí. Estefan sigue durmiendo, denotando que al menos no he gritado <<Menos mal>> La respiración, agitada. Sudor frío y arañazos en los labios por la pura impotencia del sueño.Doy largas bocanadas de aire, buscando relajarme, lográndolo poco a poco, mientras analizo lo que recuerdo. Las imágenes vienen, desordenadas primero, sangrientas y arrolladoras después. Quizá no quiera seguir recordando ahora, quizá mejor será otro momento. Pero ese quizá no obliga a la mente a nada.
De un salto salgo del sofá y sin preocuparme por ir en paños menores, ni por un Pablo gritando, subo las escaleras todo lo rápido que puedo y me encierro en el baño, donde atranco la puerta con un mueble y me siento en el frío suelo con las manos en la cabeza, intentando recobrar la calma. <<Pero qué calma ni qué demonios, ¿quién descansa teniendo esas pesadillas, visiones? ¿Qué tengo en la cabeza para desarrollar semejantes imágenes?>> De pura frustración empiezo a golpear los laterales de la bañera con los nudillos apretados <<Significado está claro que no lo tienen, pues no deseo la muerte a ninguno de los que salen en el sueño y no conozco discordia alguna entre Saren y yo, así que no lo entiendo... Y esa voz...>>
Detengo los golpes, pensativo <<Esa voz... ¿Y si es por culpa de la ciudad, que sueñe eso? O... ¿Y si el sueño tiene razón, en parte? ¿Y si esto es como un castigo por usar la magia? Pero Yrio no ha dicho que le pase nada así... ¿Se lo habrá callado? ¡Maldita sea! No sé ni si es por eso... Este es otro mundo, diablos... >>
-Maldita ciudad...-gruño, retomando los golpes a la bañera. Golpes que se pararán en cuanto amanezca la sangre...
-Atol, de Libo. Todo lo demás no necesitas saberlo. Disculpas innecesarias.-respondo, secamente.
Le traigo lo que me pide y vuelvo al sofá para responder, sin que se note el cansancio, al torrente de preguntas e información que sí necesita, sobre todo lo referente a los demás compañeros, así como alguna curiosidad de cada mundo reflejada en cada uno de nosotros.
Cuando acabo, se sume en sus pensamientos y poco a poco le veo cayendo dormido de nuevo. Gruño, mosqueado por tener que estar haciendo de guardia con él y subo, en silencio, a la sala común a por una manta, además de para ver a los demás durmiendo plácidamente. <<Y este panorama, si todos sobreviven, durará un año. Me estoy acostumbrando rápido, a ver cómo estamos en un mes... >> Dirijo una última mirada a todos y vuelvo al salón, tapo a Estefan <<o como se escriba>> con la manta y vuelvo a sentarme, tapándome con mi camiseta y pantalones...
Y ahora sí, el sueño profundo llega, con toda su corte de monstruos y fantasías... Pero los cuentos nunca acaban bien. Este en concreto, acaba de forma demoledora. Pesadilla.
Una voz conocida retumba en mi cabeza, producto del sueño, pero tan real como mi propia imaginación. La voz que me trajo aquí. La voz que ha intentado salvarme de la muerte en el sueño y a la que eludí.
Los ojos abiertos como platos a la luz del día, sin reflejar molestia hasta pasados unos segundos. Todo el cuerpo en tensión, mi ropa tirada por ahí. Estefan sigue durmiendo, denotando que al menos no he gritado <<Menos mal>> La respiración, agitada. Sudor frío y arañazos en los labios por la pura impotencia del sueño.Doy largas bocanadas de aire, buscando relajarme, lográndolo poco a poco, mientras analizo lo que recuerdo. Las imágenes vienen, desordenadas primero, sangrientas y arrolladoras después. Quizá no quiera seguir recordando ahora, quizá mejor será otro momento. Pero ese quizá no obliga a la mente a nada.
De un salto salgo del sofá y sin preocuparme por ir en paños menores, ni por un Pablo gritando, subo las escaleras todo lo rápido que puedo y me encierro en el baño, donde atranco la puerta con un mueble y me siento en el frío suelo con las manos en la cabeza, intentando recobrar la calma. <<Pero qué calma ni qué demonios, ¿quién descansa teniendo esas pesadillas, visiones? ¿Qué tengo en la cabeza para desarrollar semejantes imágenes?>> De pura frustración empiezo a golpear los laterales de la bañera con los nudillos apretados <<Significado está claro que no lo tienen, pues no deseo la muerte a ninguno de los que salen en el sueño y no conozco discordia alguna entre Saren y yo, así que no lo entiendo... Y esa voz...>>
Detengo los golpes, pensativo <<Esa voz... ¿Y si es por culpa de la ciudad, que sueñe eso? O... ¿Y si el sueño tiene razón, en parte? ¿Y si esto es como un castigo por usar la magia? Pero Yrio no ha dicho que le pase nada así... ¿Se lo habrá callado? ¡Maldita sea! No sé ni si es por eso... Este es otro mundo, diablos... >>
-Maldita ciudad...-gruño, retomando los golpes a la bañera. Golpes que se pararán en cuanto amanezca la sangre...
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