Torreón Letargo (Archivo III)
+20
Evanna
Xana
Muffie
Tak
Giniroryu
Leonart
Lops
Dal
Carmesí
Red
Reisha
Naeryan
Administración
LEC
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Poblo
Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
17/10/12, 08:48 pm
La respuesta de Tap me puso de mal humor. "Ahora se pone condescendiente, lo que me faltaba" En cuanto llegamos a la estatua, el repoblador saltó al suelo y me pidió, no, mas bien me ordenó que me retorciera en todo tipo de posturas mientras gritaba lo primero que se me ocurriera.
"Hasta aquí hemos llegado"
-No- le contesté rotundamente. -No pienso ponerme a hacer eso hasta que tenga la certeza de que sirve para algo. Además, si recurrir a los "dones" de los que hablas fuera tan simple ya me habría salido alguna vez por casualidad- En ese momento Atol se asomó al patio, para decirnos que se marchaban, y acto seguido volvió dentro. Su aparición no podía ser mas oportuna, y me daba la excusa que necesitaba para poder irme antes de que Tap decidiera buscar alguna forma de obligarme a hacer lo que me había pedido. -Yo voy con ellos- fue lo único que dije a los que estuvieran en el patio y salí disparado hacia la armería. Una vez en ella recogí los cuchillos arrojadizos junto con el cinturón que usaba para guardarlos y subí al salón. La sala estaba vacía y la puerta abierta. Por ella entraba Serokrai, que había decidido quedarse al final. Se habían ido sin mi. "Ah no. No me dejarán aquí" Eché a correr cruzando la puerta antes de que el ulterano la cerrara y salí a la carrera hacia el grupo, que avanzaba algo más adelante. -¡Esperad, voy con vosotros!-
"Hasta aquí hemos llegado"
-No- le contesté rotundamente. -No pienso ponerme a hacer eso hasta que tenga la certeza de que sirve para algo. Además, si recurrir a los "dones" de los que hablas fuera tan simple ya me habría salido alguna vez por casualidad- En ese momento Atol se asomó al patio, para decirnos que se marchaban, y acto seguido volvió dentro. Su aparición no podía ser mas oportuna, y me daba la excusa que necesitaba para poder irme antes de que Tap decidiera buscar alguna forma de obligarme a hacer lo que me había pedido. -Yo voy con ellos- fue lo único que dije a los que estuvieran en el patio y salí disparado hacia la armería. Una vez en ella recogí los cuchillos arrojadizos junto con el cinturón que usaba para guardarlos y subí al salón. La sala estaba vacía y la puerta abierta. Por ella entraba Serokrai, que había decidido quedarse al final. Se habían ido sin mi. "Ah no. No me dejarán aquí" Eché a correr cruzando la puerta antes de que el ulterano la cerrara y salí a la carrera hacia el grupo, que avanzaba algo más adelante. -¡Esperad, voy con vosotros!-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
17/10/12, 10:46 pm
Tap se quedó a cuadros cuando los vio irse a todos y dejarle a él y un par más a cargo del panal. No se lo podía creer y no esperaba que Pablo accediera con tanta facilidad a irse con ellos, a pesar de que le acababa de dejar claro que no quería intentarlo. Se sentía indignado y cabreado a partes iguales << ¿Pero qué he hecho mal? ¿Qué cardos he hecho mal para que estos tipos no sepan hacer ni una excursión en condiciones? >>. Acababan de irse las personas más indefensas del torreón solas y habían decidido dejar al Blanco entrenando, porque claro, un guerrero que ya sabe pelear tiene que quedarse a mejorar su puntería dentro, a lo seguro, y los que no tienen ni esporádica idea de por donde coger el arma tienen que salir a arriesgar su vida solos porque van de angiospermas y quieren suicidarse involuntariamente. << Mal bicho se los coma >> refunfuñó mientras bajaba de la estatua.
Pasó al interior del lugar, soltando algún sonido irritante entre insulto e insulto mientras seguía cavilando. En especial le había dolido lo de Pablo. ¡Cómo podía negarse! << Ni que se tratara de un juego >>. Ser dotado no era una bendición gratuita, conllevaba una responsabilidad para con el grupo y Tap no estaba dispuesto a dejar que Pablo se negara tan rápidamente. << Le insistiré. Cuando lleve una noche o dos sin dormir por mi culpa, a ver si se niega o no >>. Pero eso sería luego, ahora lo importante era pedir ayuda a uno de los gigantes para poder cargar el agua del pozo del patio.
La primera persona que encontró era la Invisible, esa giganta (creía que era hembra, pero no estaba seguro), que estaba siempre abstraída y no se relacionaba apenas con el grupo. << Pero luego bien que se come los alimentos que traen... >> se quejó mientras la descartaba como posible ayudanta. Descartó al Blanco, que debía de estar muy ocupado con sus entrenamientos si los anteponía a la vida de sus compañeros, y también a la nueva, porque no sabía si era miembro de la colonia o solo una huesped momentánea. Sin embargo, vio su oportunidad en la chica con rabo y orejas felinas.
-Orejones-la saludó, bautizándola de manera casi inconsciente (y posiblemente influída por su enfado)-¿Podrías echarme una mano con el agua?-paró un instante, cuando se dio cuenta de lo desagradable que sonaba, y trató de edulcorar su petición-orden lo más rápido, y cutremente, posible-. Por favor y tal.
El repoblador no estaba seguro de que lo hiciera de buena gana, pero la muchacha accedió a ayudarle, que era lo que a él le interesaba.
Pasó al interior del lugar, soltando algún sonido irritante entre insulto e insulto mientras seguía cavilando. En especial le había dolido lo de Pablo. ¡Cómo podía negarse! << Ni que se tratara de un juego >>. Ser dotado no era una bendición gratuita, conllevaba una responsabilidad para con el grupo y Tap no estaba dispuesto a dejar que Pablo se negara tan rápidamente. << Le insistiré. Cuando lleve una noche o dos sin dormir por mi culpa, a ver si se niega o no >>. Pero eso sería luego, ahora lo importante era pedir ayuda a uno de los gigantes para poder cargar el agua del pozo del patio.
La primera persona que encontró era la Invisible, esa giganta (creía que era hembra, pero no estaba seguro), que estaba siempre abstraída y no se relacionaba apenas con el grupo. << Pero luego bien que se come los alimentos que traen... >> se quejó mientras la descartaba como posible ayudanta. Descartó al Blanco, que debía de estar muy ocupado con sus entrenamientos si los anteponía a la vida de sus compañeros, y también a la nueva, porque no sabía si era miembro de la colonia o solo una huesped momentánea. Sin embargo, vio su oportunidad en la chica con rabo y orejas felinas.
-Orejones-la saludó, bautizándola de manera casi inconsciente (y posiblemente influída por su enfado)-¿Podrías echarme una mano con el agua?-paró un instante, cuando se dio cuenta de lo desagradable que sonaba, y trató de edulcorar su petición-orden lo más rápido, y cutremente, posible-. Por favor y tal.
El repoblador no estaba seguro de que lo hiciera de buena gana, pero la muchacha accedió a ayudarle, que era lo que a él le interesaba.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
23/10/12, 08:49 pm
El chico al que Thras le habló se mostró poco interesado para su gusto. -¡Si! ¡Ropa chachy's! - rió el niño. El otro chico apenas le miró. Acabaron de recoger los gusanos esos bajo la atenta mirada del niño y luego se marcharon sin hacer caso a su ofrecimiento. El Frivy se dio la vuelta indignado, con los brazos cruzados a la altura del pecho y volvió a entrar al torreón. - ¡vosotros os lo megaperdeis! - gritó ofendido. - ¡Malditos Rary'x! ¿Que flonxy's se han hipercreido que megason?¿Superjefy’s del Drocarbury’zz? -Frunció el ceño mientras señalaba su cuerpo. -¡Soy un CoMo! ¡Un CoMo! ¡Hiperdeberiais babear por este cuerpy's! ¡TODOS!
Atol les ofrecio ducharse con el, pero Thras ya estaba limpio y, aunque en otro momento hubiese aceptado sin pensarlo, en ese momento no estaba de humor. Cenó lo primero que pilló poniendo cara de asco y subió a dormir.
Despertó tan temprano como de costumbre y se puso a hacer ejercicio en el patio. Al rato bajó Atol que, igualmente se colocó a su lado.
El frivy escuchó gritos dentro del torreón y reconoció la vocecita de Tap, que le decía algo a pablo. A los pocos segundos, ambos salían al patio.
Atol dijo que no habría comida hasta que saliesen a por ella y eso no le gustó demasiado al Frivy... ¡Con lo seguro que el se sentía entre los muros de aquel torreón! (Apenas recordaba ya el ataque de aquel bicho que entró poco antes) El niño siguió haciendo su larga lista de ejercicios mientras poco a poco todos llegaban al patio hablando entre si. Hasta que no acabó toda su serie, no habló con nadie.
Thras les saludó a todos con una sonrisa deslumbrante, como si en vez de haber estado haciendo ejercicio durante horas, acabase de despertarse fresco como una rosa. Vio como todos se preparaban para irse y por unos segundos no supo que hacer. ¿Debía ir con ellos? ¿Debía quedarse protegido allí dentro? Pensó sobre ello durante unos segundos. Para todos los demás, lo importante, lo que hacía que fuesen admirados, no era la belleza sino la fuerza. No sabía exactamente por que era eso así, no lo entendía ni quería hacerlo... pero si quería volver a ser tan popular como antes y si para ello tenía que salir...
-¡Superesperadme de la total que voy a ponerme ropy'x! - Exclamó mientras subía las escaleras del torreon de dos en dos. Se puso su slip negro semitransparente y, encima, una camisa blanca muy ancha y grande. Luego se calzó las botas negras y se peinó un poco con las manos. Luego se puso su collar especial y volvió a bajar.
Abajo todos iban armados... pero el no sabía manejar ningun tipo de arma "¿Para que megavoy a ir tan supercargado de la total, pero de la total... eso no hiperes guay" El niño sonrió a sus compañeros. - ¡Venga chicos! ¡Megavayamos a la biblioteca y a por comidy's! - Alzó la mano en un gesto teatral mientras salía por la puerta, haciendo sonar sus botas de plataforma para que pareciese tener mas fuerza de la que realmente tenía.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
Atol les ofrecio ducharse con el, pero Thras ya estaba limpio y, aunque en otro momento hubiese aceptado sin pensarlo, en ese momento no estaba de humor. Cenó lo primero que pilló poniendo cara de asco y subió a dormir.
Despertó tan temprano como de costumbre y se puso a hacer ejercicio en el patio. Al rato bajó Atol que, igualmente se colocó a su lado.
El frivy escuchó gritos dentro del torreón y reconoció la vocecita de Tap, que le decía algo a pablo. A los pocos segundos, ambos salían al patio.
Atol dijo que no habría comida hasta que saliesen a por ella y eso no le gustó demasiado al Frivy... ¡Con lo seguro que el se sentía entre los muros de aquel torreón! (Apenas recordaba ya el ataque de aquel bicho que entró poco antes) El niño siguió haciendo su larga lista de ejercicios mientras poco a poco todos llegaban al patio hablando entre si. Hasta que no acabó toda su serie, no habló con nadie.
Thras les saludó a todos con una sonrisa deslumbrante, como si en vez de haber estado haciendo ejercicio durante horas, acabase de despertarse fresco como una rosa. Vio como todos se preparaban para irse y por unos segundos no supo que hacer. ¿Debía ir con ellos? ¿Debía quedarse protegido allí dentro? Pensó sobre ello durante unos segundos. Para todos los demás, lo importante, lo que hacía que fuesen admirados, no era la belleza sino la fuerza. No sabía exactamente por que era eso así, no lo entendía ni quería hacerlo... pero si quería volver a ser tan popular como antes y si para ello tenía que salir...
-¡Superesperadme de la total que voy a ponerme ropy'x! - Exclamó mientras subía las escaleras del torreon de dos en dos. Se puso su slip negro semitransparente y, encima, una camisa blanca muy ancha y grande. Luego se calzó las botas negras y se peinó un poco con las manos. Luego se puso su collar especial y volvió a bajar.
Abajo todos iban armados... pero el no sabía manejar ningun tipo de arma "¿Para que megavoy a ir tan supercargado de la total, pero de la total... eso no hiperes guay" El niño sonrió a sus compañeros. - ¡Venga chicos! ¡Megavayamos a la biblioteca y a por comidy's! - Alzó la mano en un gesto teatral mientras salía por la puerta, haciendo sonar sus botas de plataforma para que pareciese tener mas fuerza de la que realmente tenía.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/10/12, 08:08 pm
Erin se despertó cuando los demás se habían ido -al menos los que se habían despertado- , lo que la puso de mal humor. A lo mejor iban a la biblioteca otra vez y ella quería volver. << Si, pues yo sola no salgo a la calle...A saber que bichos extraños hay por ahí. No, mejor me quedo aquí >>, pensó mientras se incorporaba. Tanteó el suelo con la mano hasta dar con sus gafas y se las puso. Le parecía increíble que nadie se las hubiese pisado, ya fuese queriendo o sin querer. Se vistió, poniéndose los vaqueros oscuros con los que había llegado a la ciudad, las botas estilo militar negras que tanto adoraba y una camiseta de manga corta de Nirvana que llevaba en su mochila. Una vez vestida, se recogió el pelo en un moño y bajó a la cocina buscando algo de comer. No quedaba nada, lo que hizo que su humor empeorase << Joder, más les vales coger las cestas a los que han salido... Más les vale >>, pensó, de bastante mal humor.
Bajó a la armería por quinta vez en lo que llevaba en el torreón, intentando buscar un arma con la que pudiese entrenar, por cutre que resultase. Al menos tendría algo que hacer. Acabó cogiendo un par de aquellos cristales que alguien había encontrado y que se iluminaba. Aunque no fuese un arma, quería observarlos mejor. << Esto está relacionado con la magia, seguro. Sólo tengo que averiguar cómo funciona >>, se dijo, y subió las escaleras de dos en dos.
Salió al patio y saludó a la chica-gato y a Tap con la mano, antes de sentarse cerca de la estatua de la ninfa a observar los cristalitos. Les dio vueltas y más vueltas, intentando distinguir alguna inscripción sin ningún resultado. Se sentía completamente frustrada, necesitaba averiguar cómo funcionaban aquellos trastos. << ¿Pero cómo puedo ser tan inútil? Tengo que ser capaz de hacer magia, no soy ninguna muggle... >>, pensó, perdida en su mundo, mientras sin darse cuenta cerró la mano en la que tenía los cristales, haciendo que se cortase con ellos. -¡Joder! -fue lo único que pudo decir antes de darse cuenta de que los cristales brillaban. Una sonrisa de pura felicidad iluminó su rostro. -¡Puedo hacer magia! –exclamó, mientras miraba los cristales iluminados y su mano, con un par de cortes por los que aún salía sangre en ella- ¡Lo sabía! ¡Sabía que no era una muggle!
Bajó a la armería por quinta vez en lo que llevaba en el torreón, intentando buscar un arma con la que pudiese entrenar, por cutre que resultase. Al menos tendría algo que hacer. Acabó cogiendo un par de aquellos cristales que alguien había encontrado y que se iluminaba. Aunque no fuese un arma, quería observarlos mejor. << Esto está relacionado con la magia, seguro. Sólo tengo que averiguar cómo funciona >>, se dijo, y subió las escaleras de dos en dos.
Salió al patio y saludó a la chica-gato y a Tap con la mano, antes de sentarse cerca de la estatua de la ninfa a observar los cristalitos. Les dio vueltas y más vueltas, intentando distinguir alguna inscripción sin ningún resultado. Se sentía completamente frustrada, necesitaba averiguar cómo funcionaban aquellos trastos. << ¿Pero cómo puedo ser tan inútil? Tengo que ser capaz de hacer magia, no soy ninguna muggle... >>, pensó, perdida en su mundo, mientras sin darse cuenta cerró la mano en la que tenía los cristales, haciendo que se cortase con ellos. -¡Joder! -fue lo único que pudo decir antes de darse cuenta de que los cristales brillaban. Una sonrisa de pura felicidad iluminó su rostro. -¡Puedo hacer magia! –exclamó, mientras miraba los cristales iluminados y su mano, con un par de cortes por los que aún salía sangre en ella- ¡Lo sabía! ¡Sabía que no era una muggle!
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
25/10/12, 08:39 pm
Ver a la Invisible moverse de ese rincón en el que se había encontrado siempre que Tap entraba dentro, desconcertó al repoblador. << ¿Qué cactus le habrá picado? >>. Dejó a Macak sacando unos cubos de agua del pozo y se acercó a observar, escondido tras los hierbajos. Tenía cristales en la mano, como los que Pablo había encendido con su don ayer, y por eso más que nada decidió no saltar ipso facto hacia ella. No es que le pareciera bien que cogiera los cristales así sin más, pero si la asustaba y se le caían, podrían romperse. << Rotos no le sirven a nadie, ni a Pablo >>. Esperaba a que la chica se aburriera y los soltara, pero lo que pasó fue tan distinto que casi no se lo creía. << ¿¡OTRA!? >>.
Salió de entre las hierbas emitiendo silbidos de alegría mientras corría hacia ella y saltó sobre la base de la estatua, para ponerse a su altura. Tenía una sonrisa imborrable de un lado a otro de la cara, asomando sus dientes redondos y observaba con total atención cada gesto de la muchacha.
-¡También eres dotada!-expuso sus pensamientos en voz alta- ¡Te he visto! ¡Te he visto usar tu don para fabricar luz con esas piedras!-tenía ganas de bailotear, se sentía totalmetne hiperactivo, pero al final se contuvo y simplemente trepó muchacha arriba. Se posó sobre su cabeza con poca delicadeza y siguió-¡Hazlo de nuevo!-le pidió-. O mejor... ¡Haz otra cosa distinta con tus dones!-esperaba que ella no fuera tan manca como Pablo, sino sería terriblemente decepcionante. Además, ella estaba aquí, a salvo y a su lado. Pablo podría estar muerto, mal que le pudiera pesar a nadie.
Mientras esperaba a que la muchacha ejecutara algún truco mejor que el de la luz con sus dones de Flora, decidió que a ella le contaría lo de las obligaciones un poco después. Para que no pasara como con el cardo del otro. << Ese gigante es un despropósito como dotado, queriendo rehuír sus deberes... >>. Probablemente esta chica tuviese los pies mejor plantados.
Salió de entre las hierbas emitiendo silbidos de alegría mientras corría hacia ella y saltó sobre la base de la estatua, para ponerse a su altura. Tenía una sonrisa imborrable de un lado a otro de la cara, asomando sus dientes redondos y observaba con total atención cada gesto de la muchacha.
-¡También eres dotada!-expuso sus pensamientos en voz alta- ¡Te he visto! ¡Te he visto usar tu don para fabricar luz con esas piedras!-tenía ganas de bailotear, se sentía totalmetne hiperactivo, pero al final se contuvo y simplemente trepó muchacha arriba. Se posó sobre su cabeza con poca delicadeza y siguió-¡Hazlo de nuevo!-le pidió-. O mejor... ¡Haz otra cosa distinta con tus dones!-esperaba que ella no fuera tan manca como Pablo, sino sería terriblemente decepcionante. Además, ella estaba aquí, a salvo y a su lado. Pablo podría estar muerto, mal que le pudiera pesar a nadie.
Mientras esperaba a que la muchacha ejecutara algún truco mejor que el de la luz con sus dones de Flora, decidió que a ella le contaría lo de las obligaciones un poco después. Para que no pasara como con el cardo del otro. << Ese gigante es un despropósito como dotado, queriendo rehuír sus deberes... >>. Probablemente esta chica tuviese los pies mejor plantados.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
27/10/12, 08:56 pm
Erin miró al pequeño repoblador sonriendo. Aunque en un principio la había molestado que él la hubiese estado espiando, no podía enfadase con él. Al fin y al cabo, ella podía hacer magia. << ¿Dotados? Es así como llaman a los magos en su mundo? >>,pensó, sin atreverse a expresar sus pensamientos en voz alta por miedo a ofender a Tap. Frunció el ceño cuando él se subió a su cabeza y pidió que hiciese otra cosa con su magia. –Pero… -fue a quejarse de que no sabía hacer nada más, pero algo la dijo que era mejor no hacerlo- ¿Por qué tanto interés en que haga otra cosa con mi magia? ¿Es que necesitas a un dotado para algo en especial? –preguntó, intentando evadir la petición del repoblador.
Aún a pesar de estar hablando con Tap, su mente estaba a miles de kilómetros de distancia, en Hogwarts. Se imaginaba a si misma leyendo antiguos tratados de magia en la sala común de Ravenclaw, la casa a la que siempre había supuesto que pertenecería. Pero todas aquellas fantasías estaban muy alejadas de la realidad, por lo que no la quedó más remedio que volver a Rocavarancolia para seguir hablando con Tap sobre qué ella podía hacer magia. La canadiense suspiró y miró de reojo el destrozado huertecito y las cuatro tumbas que había en el patio. << No hemos sido los primeros ni seremos los últimos en vivir aquí… Pero si el huerto esta así, hace mucho que nadie ha vivido en este torreón >>. Intentó evitar lo más evidente: había gente que había muerto en la ciudad. Pero ella confiaba en no tener demasiados problemas. << Aprenderé a hacer magia. Y también intentaré aprender a manejar algún arma, eso siempre ayuda >>. Sonrió y clavó la mirada en la estatua de la ninfa. Cada vez que la miraba se preguntaba por qué estaba atravesado por estacas, aunque no encontraba ninguna respuesta lógica y se acababa hartando de buscar una respuesta al poco de preguntárselo.
Suspiró y se subió el puente de las gafas con un dedo. Probablemente ahora no pudiese estar en su mundo durante todo el día por saber hacer magia. Tendría que ayudar a los demás y a aprender a hacer más cosas aparte de encender cristalitos.
Aún a pesar de estar hablando con Tap, su mente estaba a miles de kilómetros de distancia, en Hogwarts. Se imaginaba a si misma leyendo antiguos tratados de magia en la sala común de Ravenclaw, la casa a la que siempre había supuesto que pertenecería. Pero todas aquellas fantasías estaban muy alejadas de la realidad, por lo que no la quedó más remedio que volver a Rocavarancolia para seguir hablando con Tap sobre qué ella podía hacer magia. La canadiense suspiró y miró de reojo el destrozado huertecito y las cuatro tumbas que había en el patio. << No hemos sido los primeros ni seremos los últimos en vivir aquí… Pero si el huerto esta así, hace mucho que nadie ha vivido en este torreón >>. Intentó evitar lo más evidente: había gente que había muerto en la ciudad. Pero ella confiaba en no tener demasiados problemas. << Aprenderé a hacer magia. Y también intentaré aprender a manejar algún arma, eso siempre ayuda >>. Sonrió y clavó la mirada en la estatua de la ninfa. Cada vez que la miraba se preguntaba por qué estaba atravesado por estacas, aunque no encontraba ninguna respuesta lógica y se acababa hartando de buscar una respuesta al poco de preguntárselo.
Suspiró y se subió el puente de las gafas con un dedo. Probablemente ahora no pudiese estar en su mundo durante todo el día por saber hacer magia. Tendría que ayudar a los demás y a aprender a hacer más cosas aparte de encender cristalitos.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
28/10/12, 12:12 pm
No sabía las veces que habría repetido este gesto de frustración, pero una vez más, Tap se tuvo que llevar las manos a la cabeza. << Son todos iguales... >> resopló por la espalda, emitiendo notas aleatorias, y se sentó sobre la cabeza de la muchacha. << Flora, ¿qué he hecho para que me castigues? >> lejos de sentirse realmente castigado, sonreía. Era un reto para él, uno muy difícil, vale, pero eso solo lo hacía más interesante. Tenía ya dos dotados que no tenían ni idea de lo que significaba serlo y un huerto que arreglar. Lo que él no sabía era cómo funcionaban los dones, pero eso ya averiguarían ellos con la actitud corregida. Ahora lo que debía hacer era inculcarles, ya fuera poco a poco o a golpe de tocón si hiciera falta, que su función era imprescindible y sus responsabilidades ineludibles. Había podido con un puñado de avispas y estos gigantes no eran más que dos. << Dale, Tap >>.
Saltó sobre las rodillas de la chica, para que pudiera verle y silbó para llamar su atención.
-A ver... Te explico, Invisible, NO ES MAGIA-puso enfasis en esa frase-. Son dones que te ha concedido la Flora para que colabores de una manera más eficaz repoblando el lugar en el que vives. Ese huerto-lo señaló con sus cuatro brazos-. Eso es lo que tengo que arreglar y necesito tu ayuda y la de pablo. Los dones de Flora ayudan al crecimiento de las plantas y otras cosas que de momento no entenderías- por su experiencia durante estos días, los gigantes no parecían entender demasiado, salvo quizá Yrio, que ponía más empeño en escucharle durante los entrenamientos-. Y no es interes, es una necesidad. Si eres capaz de usar tus dones, no como Pablo, y el huerto estuviera en condiciones mejores, tendríamos comida, no mucha, pero suficiente para poder evadir la necesidad de salir fuera en algún momento crucial. Y eso no es todo, hay más ventajas. ¿Entiendes? - suspiró y se quedó pensando qué decir ahora. Estos gigantes eran racionales y amaestrarlos parecía complicado. Lo que iba a soltar ahora le iba a costar, no le había gustado nunca hacer este tipo de idioteces pero...- Va, ¿me prometes que me ayudarás?-Tendió una mano hacia la giganta y cruzó los dedos porque una promesa significara más para estos gigantes que una obligación impuesta por la Flora. << Por probar... >>
Saltó sobre las rodillas de la chica, para que pudiera verle y silbó para llamar su atención.
-A ver... Te explico, Invisible, NO ES MAGIA-puso enfasis en esa frase-. Son dones que te ha concedido la Flora para que colabores de una manera más eficaz repoblando el lugar en el que vives. Ese huerto-lo señaló con sus cuatro brazos-. Eso es lo que tengo que arreglar y necesito tu ayuda y la de pablo. Los dones de Flora ayudan al crecimiento de las plantas y otras cosas que de momento no entenderías- por su experiencia durante estos días, los gigantes no parecían entender demasiado, salvo quizá Yrio, que ponía más empeño en escucharle durante los entrenamientos-. Y no es interes, es una necesidad. Si eres capaz de usar tus dones, no como Pablo, y el huerto estuviera en condiciones mejores, tendríamos comida, no mucha, pero suficiente para poder evadir la necesidad de salir fuera en algún momento crucial. Y eso no es todo, hay más ventajas. ¿Entiendes? - suspiró y se quedó pensando qué decir ahora. Estos gigantes eran racionales y amaestrarlos parecía complicado. Lo que iba a soltar ahora le iba a costar, no le había gustado nunca hacer este tipo de idioteces pero...- Va, ¿me prometes que me ayudarás?-Tendió una mano hacia la giganta y cruzó los dedos porque una promesa significara más para estos gigantes que una obligación impuesta por la Flora. << Por probar... >>
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
28/10/12, 08:31 pm
Erin escuchó a Tap con interés. Frunció el ceño cuando la llamó Invisible. Ya se quejaría de eso después, ahora tenía que escuchar al repoblador. << ¿Cómo que no es magia? ¡Me va a decir a mí un hierbajo andante qué es magia y qué no! >>, pensó, cabreada. Escuchaba al repoblador y asentía de vez en cuando a lo que él decía, asimilando lo que decía y pensando qué iba a responderle. En un par de ocasiones se preguntó por qué no le dejaba en el jardín y se iba al cuarto a seguir pensando en Hogwarts. Pero sin embargo, seguía escuchando al repoblador hablar.
-Primero: no me llamo Invisible, me llamo Erin –empezó a hablar cuando el repoblador hubo acabado de explicar- . Segundo: Perdona mi ignorancia respecto a los dones de la Flora; en mi planeta eso no existe. Lo más parecido que tenemos, o creemos tener, es la magia y mucha gente dice que ni siquiera existe. Por eso mismo no sabía la importancia que tenían los dotados. Preferiría que me lo explicases el tema con mayor profundidad, pero no creo que haya tiempo para eso- se subió el puente de las gafas con el dedo otra vez, aquello era una manía de la que dudaba que pudiese desprenderse -. Te lo prometo por los dioses antiguos y por los nuevos, por el dios cordero y el dios caballo, por todos los dioses que existen. Lo juro por la Madre de las Montañas y el Vientre del Mundo –dijo, citando a Daenerys, un personaje de Juego de Tronos. Extendió una mano hacia el repoblador, aunque fuese enorme comparada con la de Tap.
Se sentía algo estúpida hablando con aquel "hierbajo andante", pero al menos sería útil y ayudaría a alguien. << Aprenderé a usar estos "dones de la Flora", aunque sea solo para mantener el huerto decente >>, pensó, mientras observaba el huerto de nuevo y a la mujer-gato sacando cubos de agua del pozo. -Bueno, Tap, ¿por dónde empezamos? –preguntó mientras sus ojos negros observaban el destrozado jardín. No tenía ni idea de jardinería, pero intuía que replantar el huerto no iba a ser ni fácil ni rápido. Y teniendo en cuenta lo impaciente que era Erin, era muy fácil que se rindiese antes de empezar. << Pero tengo que hacerlo. Se lo he prometido a Tap >>, se prometió a sí misma.
-Primero: no me llamo Invisible, me llamo Erin –empezó a hablar cuando el repoblador hubo acabado de explicar- . Segundo: Perdona mi ignorancia respecto a los dones de la Flora; en mi planeta eso no existe. Lo más parecido que tenemos, o creemos tener, es la magia y mucha gente dice que ni siquiera existe. Por eso mismo no sabía la importancia que tenían los dotados. Preferiría que me lo explicases el tema con mayor profundidad, pero no creo que haya tiempo para eso- se subió el puente de las gafas con el dedo otra vez, aquello era una manía de la que dudaba que pudiese desprenderse -. Te lo prometo por los dioses antiguos y por los nuevos, por el dios cordero y el dios caballo, por todos los dioses que existen. Lo juro por la Madre de las Montañas y el Vientre del Mundo –dijo, citando a Daenerys, un personaje de Juego de Tronos. Extendió una mano hacia el repoblador, aunque fuese enorme comparada con la de Tap.
Se sentía algo estúpida hablando con aquel "hierbajo andante", pero al menos sería útil y ayudaría a alguien. << Aprenderé a usar estos "dones de la Flora", aunque sea solo para mantener el huerto decente >>, pensó, mientras observaba el huerto de nuevo y a la mujer-gato sacando cubos de agua del pozo. -Bueno, Tap, ¿por dónde empezamos? –preguntó mientras sus ojos negros observaban el destrozado jardín. No tenía ni idea de jardinería, pero intuía que replantar el huerto no iba a ser ni fácil ni rápido. Y teniendo en cuenta lo impaciente que era Erin, era muy fácil que se rindiese antes de empezar. << Pero tengo que hacerlo. Se lo he prometido a Tap >>, se prometió a sí misma.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
28/10/12, 09:39 pm
Tap escuchó con atención a la muchacha y la sonrisa que se fue formando conforme acababa era casi exagerada. << ¡Bingo! >> Lo de la promesa no solo había funcionado, sino que lo había hecho estupendísimamente. Luego probaría a hacer lo mismo con Pablo, pero de momento, podría trabajar con la Invisib... Erin.
-Bueno, yo soy Tapón o Pechote y no me voy quejando, son solo nombres-le quitó importancia en un tono bastante agradable para lo que solía ser él-. Has jurado por una burrada de cosas, pero sea lo que sean, no se arrepentirán. Vas a ser muy útil al grupo a partir de ahora-. saltó al suelo y corrió hasta colocarse en mitad del huerto. Haciéndole señas para que le siguiera-. Tienes que acercarte y del resto no estoy seguro. En mi colonia, los dotados hacían gestos con los brazos y decían cosas raras, puedes probar con eso o...-apenas se lo planteó, cualquier idea era bienvenidda-. Puedes probar también a hacer lo que se supone que hagan los dotados esos de tu mundo. Probablemente no salga nada a la primera, pero no desistas. Ese cristal decía claramente que eres dotada. No hay duda.
Tap la dejó sola en mitad de varias plantas marchitas y se colocó sobre la base de la estatua, observando lo que Erin la Dotada (recién rebautizada) fuera capaz de hacer por sí sola. Por fin había dado con una persona con dos dedos de frente y dispuesta a colaborar. << Si le pasara algo a Pablo, todavía estaría a ella >> Pensó alegremente, hasta que fue consciente de las connotaciones de dicho pensamiento y trató de arreglarlo para sí mismo. << Pero mejor si no le pasa y vuelven todos >>.
-Bueno, yo soy Tapón o Pechote y no me voy quejando, son solo nombres-le quitó importancia en un tono bastante agradable para lo que solía ser él-. Has jurado por una burrada de cosas, pero sea lo que sean, no se arrepentirán. Vas a ser muy útil al grupo a partir de ahora-. saltó al suelo y corrió hasta colocarse en mitad del huerto. Haciéndole señas para que le siguiera-. Tienes que acercarte y del resto no estoy seguro. En mi colonia, los dotados hacían gestos con los brazos y decían cosas raras, puedes probar con eso o...-apenas se lo planteó, cualquier idea era bienvenidda-. Puedes probar también a hacer lo que se supone que hagan los dotados esos de tu mundo. Probablemente no salga nada a la primera, pero no desistas. Ese cristal decía claramente que eres dotada. No hay duda.
Tap la dejó sola en mitad de varias plantas marchitas y se colocó sobre la base de la estatua, observando lo que Erin la Dotada (recién rebautizada) fuera capaz de hacer por sí sola. Por fin había dado con una persona con dos dedos de frente y dispuesta a colaborar. << Si le pasara algo a Pablo, todavía estaría a ella >> Pensó alegremente, hasta que fue consciente de las connotaciones de dicho pensamiento y trató de arreglarlo para sí mismo. << Pero mejor si no le pasa y vuelven todos >>.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/11/12, 02:17 am
Por fin llegamos al torreón y mientras los demás buscan la puerta, aviso:
-No gritéis, llamad pero con cuidado que ningún bicho raro nos oiga.-y miro nervioso a mi alrededor.
Luego descargo a Pablo y le ayudo a llegar hasta la entrada. Esta se abre y Macak aparece en el umbral, sonriendo y a Tap detrás, mirándonos expectantes y con un brote reprobatorio a punto de estallar en cuanto ve a Pablo << Verás tú el enano este... >>
Todos entran, cerramos, ayudo al chico a llegar al sofá y luego llamo a Erin ya que ella lleva un botiquín. Un vistazo rápido al hombro es suficiente para ver la dificultad de la herida y lo que haría falta para curarla bien.
-Pinzas, desinfectante, anestesiante, mucha venda y reposo. Eso como mínimo.
Serok aparece al poco, poniendo de manifiesto sus conocimientos médicos de batalla y asiento más relajado, ya que de hacer yo las curas, el chaval fijo que muere de dolor. Además, el ulterano dice algo de somníferos de Tap y se ponen manos a la obra mientras yo bloqueo la puerta con una mesa.
-A ver...-tomo aire para recuperar el resuello y sigo.-Venimos sin comida porque nos atacaron unos insectos muy raros y que atacaron a Pablo... Así que nos fuimos corriendo y aquí estamos. Al menor sonido similar a un zumbido, dad la alarma.
Después salgo al patio y me refresco las manos, mirando la quemadura con el ceño fruncido. << Y ahora qué... ¿Sin comida hasta cuándo? No me arriesgaré a salir de noche... Ni yo ni al grupo >>
-No gritéis, llamad pero con cuidado que ningún bicho raro nos oiga.-y miro nervioso a mi alrededor.
Luego descargo a Pablo y le ayudo a llegar hasta la entrada. Esta se abre y Macak aparece en el umbral, sonriendo y a Tap detrás, mirándonos expectantes y con un brote reprobatorio a punto de estallar en cuanto ve a Pablo << Verás tú el enano este... >>
Todos entran, cerramos, ayudo al chico a llegar al sofá y luego llamo a Erin ya que ella lleva un botiquín. Un vistazo rápido al hombro es suficiente para ver la dificultad de la herida y lo que haría falta para curarla bien.
-Pinzas, desinfectante, anestesiante, mucha venda y reposo. Eso como mínimo.
Serok aparece al poco, poniendo de manifiesto sus conocimientos médicos de batalla y asiento más relajado, ya que de hacer yo las curas, el chaval fijo que muere de dolor. Además, el ulterano dice algo de somníferos de Tap y se ponen manos a la obra mientras yo bloqueo la puerta con una mesa.
-A ver...-tomo aire para recuperar el resuello y sigo.-Venimos sin comida porque nos atacaron unos insectos muy raros y que atacaron a Pablo... Así que nos fuimos corriendo y aquí estamos. Al menor sonido similar a un zumbido, dad la alarma.
Después salgo al patio y me refresco las manos, mirando la quemadura con el ceño fruncido. << Y ahora qué... ¿Sin comida hasta cuándo? No me arriesgaré a salir de noche... Ni yo ni al grupo >>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/11/12, 01:21 pm
Alder y Seon llegaron al torreón. Alder todavía conservaba su cesta, que se había negado a soltar, y que dentro llevaba los libros de Seon y suyo, de la biblioteca, así como una cantidad ridicula de comida. Imposible de repartir entre todos. Era obvio que parte se había caido en la carrera.
Entonces, una vez dentro, Alder miró a Seon y produjo un sonido ahogado, que hubiera sido un grito.
- Alma bendita. ¿Seon como has dejado que te... ¿como estas tan llena de heridas?
Seon, que estaba con los ojos brillantes de lágrimas, empezó a llorar. No era tanto el dolor, que ardía en la piel rosa y brillante por las quemaduras, como el susto.
Su edeel quisó tocarla, abrazarla, pero cuando notó que Seon se estremecía bajo su contacto se apartó, temerosa de hacerle daño. Alder también tenía alguna quemadura, aunque muchas menos. Solo una en la mejilla, y otra en el hombro, en el que la camisa que llevaba se había agujereado.
Entonces, una vez dentro, Alder miró a Seon y produjo un sonido ahogado, que hubiera sido un grito.
- Alma bendita. ¿Seon como has dejado que te... ¿como estas tan llena de heridas?
Seon, que estaba con los ojos brillantes de lágrimas, empezó a llorar. No era tanto el dolor, que ardía en la piel rosa y brillante por las quemaduras, como el susto.
Su edeel quisó tocarla, abrazarla, pero cuando notó que Seon se estremecía bajo su contacto se apartó, temerosa de hacerle daño. Alder también tenía alguna quemadura, aunque muchas menos. Solo una en la mejilla, y otra en el hombro, en el que la camisa que llevaba se había agujereado.
-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/11/12, 02:34 pm
-Orejones, ábreles-casi ordenó Tap a Macak en cuanto oyó los golpes en la puerta. Bajó del pedestal de la estatua y andó tras ella, no sin olvidarse de que tenía pendiente ayudar a Erin la Dotada a utilizar sus dones. Cuando Macak abrió, Tap se encontró con un déjà vu-¡Lo sabía!-gritó tan alto como pudo. No pudo no hacerlo. No pudo no hacerlo porque lo que no entendía es cómo no lo habían sabido ellos antes de salir. Acababan de herir a Pablo, uno de los dotados, solo por no pensar antes de hacer las cosas-. ¿Qué ha pasado?-preguntó después, respirando tan hondo como podía y procurando callarse todas las reprimendas que le venían a la lengua.
Se lo explicaron muy escuetamente mientras llamaban a Erin para pedirle material para curar a Pablo. << Uno de los dotados huye de sus labores y sale herido y encima al otro me lo distraen >>. Tardaría mucho en poder conseguir nada en el huerto a este paso. Pero hasta él sabía que ahora era importante tratar a Pablo y por eso cuando el Blanco le pidió ayuda con el somnífero no se negó ni puso pegas, al menos no las expuso en voz alta. Mentalmente ya había bombardeado a todos a insultos y en el fondo se sentía mal por el gigante. Aunque todavía le costaba callarse.
Tap trepó por Pablo y se le pegó casi a la cara. Cogió una de las mini lanzas que le había fabricado el Metálico y la embadurnó con el veneno. Agarró del labio a Pablo y tiró de él hacia abajo para que abriera la boca.
-Chupa este palo rápido, cardo-el mal humor era casi palpable. Tanto que disimulaba en parte el hecho de que Tap estaba realmente preocupado-. Y la próxima vez que queráis cometer un acto suicida, os podéis tirar por el pozo directamente-les recriminó, incapaz de contenerse mucho más. << Ni siquiera han traído comida >>. Saltó al respaldo del sofá para examinar la herida de Pablo, puso un gesto feo y continuó-. No podéis hacer excursiones por amor al arte, porque os aburráis o porque os apetezca. Debéis pensar en los recursos que tenéis y aprovecharlos. ¿Qué es lo que sabe hacer Pablo? ¿Utilizar algún arma? No ¿Tiene conocimientos de lucha? No ¿Sabe encender un cristal con un don? ¡Pues que se venga!-comentaba cambiando la voz, como intentando imitarles de forma burlona, pero manteniendo el tono de cabreo-. ¿Y el Blanco? ¿Sabe utilizar algún arma? Si ¿Tiene buena puntería? Presumiblemente incluso con los tallos del culo ¿Y qué se os ocurre? ¡Dejarlo en el panal!-taladró al Blanco con la mirada y saltó al suelo-. Así de mal lo habéis hecho hoy, y con Pablo igual que con todos-señaló a la giganta de las marcas por el cuerpo y se acercó. A pesar que la que parecía ser su Macho Alfa ya se estaba preocupando por ella.
Se colocó en el suelo, al lado de la peliazul, evitando trepar por ella para hacerle daño. << Bastante tendrá ya la pobre >>. Examinó las marcas con detenimiento y un gesto horrorizado cruzó su cara al comprender que las marcas no eran heridas.
-¡¿Quemaduras?!-procuró que su miedo al fuego y sucedáneos no asomara a la luz. << ¿Les habrían atacado los murciélagos de fuego? >> pensó aterrado en el sueño con el que se levantó y se estremeció, pero recuperó rápidamente la compostura -. No… No tengo ningún veneno útil para las quemaduras-los somníferos y los paralizantes podrían ayudarla en poco-. Pero te vendría bien echarte barro para aliviarte un poco-se acercó a la del pelo verde y tiró de su pantalón-. Orejones ha dejado cubos con agua en el patio, llévatela fuera y échale una rama con lo del barro a ella y a cualquiera que lo necesite.
Tras eso, volvió hasta el sofá para comprobar de primera mano qué tal le iba a Atol y Erin con Pablo.
Se lo explicaron muy escuetamente mientras llamaban a Erin para pedirle material para curar a Pablo. << Uno de los dotados huye de sus labores y sale herido y encima al otro me lo distraen >>. Tardaría mucho en poder conseguir nada en el huerto a este paso. Pero hasta él sabía que ahora era importante tratar a Pablo y por eso cuando el Blanco le pidió ayuda con el somnífero no se negó ni puso pegas, al menos no las expuso en voz alta. Mentalmente ya había bombardeado a todos a insultos y en el fondo se sentía mal por el gigante. Aunque todavía le costaba callarse.
Tap trepó por Pablo y se le pegó casi a la cara. Cogió una de las mini lanzas que le había fabricado el Metálico y la embadurnó con el veneno. Agarró del labio a Pablo y tiró de él hacia abajo para que abriera la boca.
-Chupa este palo rápido, cardo-el mal humor era casi palpable. Tanto que disimulaba en parte el hecho de que Tap estaba realmente preocupado-. Y la próxima vez que queráis cometer un acto suicida, os podéis tirar por el pozo directamente-les recriminó, incapaz de contenerse mucho más. << Ni siquiera han traído comida >>. Saltó al respaldo del sofá para examinar la herida de Pablo, puso un gesto feo y continuó-. No podéis hacer excursiones por amor al arte, porque os aburráis o porque os apetezca. Debéis pensar en los recursos que tenéis y aprovecharlos. ¿Qué es lo que sabe hacer Pablo? ¿Utilizar algún arma? No ¿Tiene conocimientos de lucha? No ¿Sabe encender un cristal con un don? ¡Pues que se venga!-comentaba cambiando la voz, como intentando imitarles de forma burlona, pero manteniendo el tono de cabreo-. ¿Y el Blanco? ¿Sabe utilizar algún arma? Si ¿Tiene buena puntería? Presumiblemente incluso con los tallos del culo ¿Y qué se os ocurre? ¡Dejarlo en el panal!-taladró al Blanco con la mirada y saltó al suelo-. Así de mal lo habéis hecho hoy, y con Pablo igual que con todos-señaló a la giganta de las marcas por el cuerpo y se acercó. A pesar que la que parecía ser su Macho Alfa ya se estaba preocupando por ella.
Se colocó en el suelo, al lado de la peliazul, evitando trepar por ella para hacerle daño. << Bastante tendrá ya la pobre >>. Examinó las marcas con detenimiento y un gesto horrorizado cruzó su cara al comprender que las marcas no eran heridas.
-¡¿Quemaduras?!-procuró que su miedo al fuego y sucedáneos no asomara a la luz. << ¿Les habrían atacado los murciélagos de fuego? >> pensó aterrado en el sueño con el que se levantó y se estremeció, pero recuperó rápidamente la compostura -. No… No tengo ningún veneno útil para las quemaduras-los somníferos y los paralizantes podrían ayudarla en poco-. Pero te vendría bien echarte barro para aliviarte un poco-se acercó a la del pelo verde y tiró de su pantalón-. Orejones ha dejado cubos con agua en el patio, llévatela fuera y échale una rama con lo del barro a ella y a cualquiera que lo necesite.
Tras eso, volvió hasta el sofá para comprobar de primera mano qué tal le iba a Atol y Erin con Pablo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/11/12, 04:45 pm
yrio llegó al torreón jadeando, con los ojos llorosos y abrazado a su libro y a su espada manchada con la sangre de Pablo. Había perdido su pluma en la carrera, pero eso no era tan importante si tenían en cuenta que estaban todos vivos. << Por el momento>> Se pegó al herido y a Erin todo lo que pudo, pendiente de todo lo que hacían pero incapaz de ayudar, igual que con Seon, cubierta de quemaduras. Él podía cuidar de sus propias heridas, pero normalmente tan solo eran raspones, magulladuras, arañazos y algunos cortes. Nada serio nunca, por eso no tenía ni idea de qué hacer en esa situación.
-Las... patas- advirtió- Se quedaron dentro las patas del bicho, hay que sacarlas todas- Eran ocho, si no recordaba mal.
Pechote ya había montado en cólera por que se habían llevado a su querido dotado y habían vuelto con él herido. Tenía un tono de voz increíblemente irritante, y se volvía aún más cuando estaba enfadado. Todos había corrido peligro y no habían salido por gusto, pero él no parecía entenderlo. Se puso en pie y lo encaró:
-Escucha, canijo- empezó señalándole con la espada ensangrantada- A lo mejor tú puedes pasar plantándote en el patio mientras tus hierbajos crecen pero nosotros necesitamos comida, no hemos salido para admirar el paisaje. Vale que no somos guerreros pero tampoco nos podemos quedar aqui metidos como una panda de inútiles y dejarle todo al gigante porque es el único fuerte o no sé que pollas más. Que por cierto que si él no ha venido es porque no le ha salido de los putos huevos, que no es nuestra niñera ni vamos a pedirle que nos lleve de la manita a todos lados. Hemos salido y nos han atacado, y no ha sido culpa nuestra, y Pablo ha caido como podíamos caer cualquiera de nosotros, pero claro, a ti no te importa una mierda porque no hacemos cosas mágicas para tí, ¿verdad?- tiró la espada a un lado y le enseñó le libro- Magia. Esto dice como funciona, y voy a estudiármelo, porque por lo que he visto, tú mucho hablas de dotados y de dones de Flora pero se nota que no tienes ni puta idea de como funcionan, así que si me disculpais...
Subió las escaleras con el libro y se sentó en el último piso con él abierto sobre las piernas. Tuvo que bajar de nuevo poco después al descubrir que necesitaría los cristalitos esos para lograr algo, pero lo hizo a escondidas para no llamar la atención de nadie, y se puso manos a la obra. << Muy bien, Yrio, puedes hacer esto.>> Aprovechó una herida antigua, se arrancó la costra y dejó que la sangre fluyera por las ranuras del cristal. Y el cristal se iluminó.
-Las... patas- advirtió- Se quedaron dentro las patas del bicho, hay que sacarlas todas- Eran ocho, si no recordaba mal.
Pechote ya había montado en cólera por que se habían llevado a su querido dotado y habían vuelto con él herido. Tenía un tono de voz increíblemente irritante, y se volvía aún más cuando estaba enfadado. Todos había corrido peligro y no habían salido por gusto, pero él no parecía entenderlo. Se puso en pie y lo encaró:
-Escucha, canijo- empezó señalándole con la espada ensangrantada- A lo mejor tú puedes pasar plantándote en el patio mientras tus hierbajos crecen pero nosotros necesitamos comida, no hemos salido para admirar el paisaje. Vale que no somos guerreros pero tampoco nos podemos quedar aqui metidos como una panda de inútiles y dejarle todo al gigante porque es el único fuerte o no sé que pollas más. Que por cierto que si él no ha venido es porque no le ha salido de los putos huevos, que no es nuestra niñera ni vamos a pedirle que nos lleve de la manita a todos lados. Hemos salido y nos han atacado, y no ha sido culpa nuestra, y Pablo ha caido como podíamos caer cualquiera de nosotros, pero claro, a ti no te importa una mierda porque no hacemos cosas mágicas para tí, ¿verdad?- tiró la espada a un lado y le enseñó le libro- Magia. Esto dice como funciona, y voy a estudiármelo, porque por lo que he visto, tú mucho hablas de dotados y de dones de Flora pero se nota que no tienes ni puta idea de como funcionan, así que si me disculpais...
Subió las escaleras con el libro y se sentó en el último piso con él abierto sobre las piernas. Tuvo que bajar de nuevo poco después al descubrir que necesitaría los cristalitos esos para lograr algo, pero lo hizo a escondidas para no llamar la atención de nadie, y se puso manos a la obra. << Muy bien, Yrio, puedes hacer esto.>> Aprovechó una herida antigua, se arrancó la costra y dejó que la sangre fluyera por las ranuras del cristal. Y el cristal se iluminó.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/11/12, 06:23 pm
Tap no daba crédito al cabreo de Pechito. No se podía creer lo que le estaban diciendo. ¿Le estaba echando en cara que se pasaba mucho tiempo cuidando el huerto y que no pensaba en ellos? Precisamente lo estaba haciendo por el grupo entero. Todo lo que hacía era por el grupo y no podía entender que no lo vieran. El cabreo se había convertido en un miembro más de la colonia. Tap respiraba de forma nerviosa y de su espalda se comenzaban a distinguir lo que acabarían siendo unos chirridos insoportables. Las palabras de Pechito le habían dolido, porque no llevaba razón ninguna. Y más todavía el hecho de que en lugar de pararse a hablar las cosas, se las soltara de golpe y saliera huyendo. << Cardo cobarde... >>. Se acercó al los primeros escalones y gritó desde ahí, esperando que Pechito lo escuchara.
-¡¿QUE YO QUÉ?! Mira, puedes decirme que soy mandón, que me enfado enseguida, que tengo poco aguante y muy mal genio. Pero absolutamente todo lo que he hecho lo he hecho por vuestra estúpida y gigante manada. Esta ciudad os va a matar a todos si seguís pensando de forma individual. Somos un grupo, un puñetero grupo. Y hay gente más o menos capacitada para ciertas cosas. Se supone que si una persona sabe defenderse, no debe dejar que los indefensos salgan solos. Mira lo que pasa ¡Mira lo que pasa sino! Hay que ver por todos, que no os entra en la cabeza-Cogió una bocanada de aire y siguió gritando, esta vez a todos los que había en la planta-. El huerto es una necesidad para todos. De él se pueden sacar ingredientes para medicinas, venenos o incluso alimento. Yo hoy puedo enterrar los pies en tierra y quitarme el hambre, pero vosotros no, porque no habéis traído comida. Cuido el huerto por todos, invierto mi tiempo en ayudar en lo que sé. Siento no saber hacer de esa magia vuestra o no ser un dotado. No, rectifico, no lo siento. Es lo que hay y os jodéis si no os gusta-Tap estaba temblando, chirriaba fuera de quicio, hacía tiempo que había dejado de gritar y lanzaba las frases al aire a media voz. Miró a a los gigantes y por un momento se asustó. Se vio pequeño, canijo como había dicho Pechito, y ellos eran muy grandes. Y sintió un ramalazo de miedo que le hizo salir corriendo al patio-. Que os maten, si tanto queréis.
Silbó y rápidamente llegó la avispa, zumbando alegremente e ignorando el cabreo de Tap y todo lo que había ocurrido. << Menos mal que estás tú aquí >>. Le dio una palmada en el lomo antes de saltar sobre ella y volar hasta la azotea del torreón. Hizo que el insecto se colocara sobre la trampilla, para que no pudieran abrirla, y se quedó recostado contra una de las patas del animal, tratando de relajarse para pensar con claridad. Lo de Pechito realmente le había molestado. Si no se preocupara por nadie, no habría entrenado con él por la noche, ni habría tratado de consolarle cuando se peleó con la de tallos verdes, ni habría sugerido lo del barro a la misma giganta, ni habría cedido sus somníferos para ahorrarle un poco de dolor a Pablo, ni habría saltado contra el lagarto... << Son unos egoistas >> se dijo convencido << Tienen los ojos enormes pero no ven nada >>. Agitó la cabeza decidido a olvidarse un rato de todo y comenzó a silbar en un intento inutil de atraer así al buen humor.
-¡¿QUE YO QUÉ?! Mira, puedes decirme que soy mandón, que me enfado enseguida, que tengo poco aguante y muy mal genio. Pero absolutamente todo lo que he hecho lo he hecho por vuestra estúpida y gigante manada. Esta ciudad os va a matar a todos si seguís pensando de forma individual. Somos un grupo, un puñetero grupo. Y hay gente más o menos capacitada para ciertas cosas. Se supone que si una persona sabe defenderse, no debe dejar que los indefensos salgan solos. Mira lo que pasa ¡Mira lo que pasa sino! Hay que ver por todos, que no os entra en la cabeza-Cogió una bocanada de aire y siguió gritando, esta vez a todos los que había en la planta-. El huerto es una necesidad para todos. De él se pueden sacar ingredientes para medicinas, venenos o incluso alimento. Yo hoy puedo enterrar los pies en tierra y quitarme el hambre, pero vosotros no, porque no habéis traído comida. Cuido el huerto por todos, invierto mi tiempo en ayudar en lo que sé. Siento no saber hacer de esa magia vuestra o no ser un dotado. No, rectifico, no lo siento. Es lo que hay y os jodéis si no os gusta-Tap estaba temblando, chirriaba fuera de quicio, hacía tiempo que había dejado de gritar y lanzaba las frases al aire a media voz. Miró a a los gigantes y por un momento se asustó. Se vio pequeño, canijo como había dicho Pechito, y ellos eran muy grandes. Y sintió un ramalazo de miedo que le hizo salir corriendo al patio-. Que os maten, si tanto queréis.
Silbó y rápidamente llegó la avispa, zumbando alegremente e ignorando el cabreo de Tap y todo lo que había ocurrido. << Menos mal que estás tú aquí >>. Le dio una palmada en el lomo antes de saltar sobre ella y volar hasta la azotea del torreón. Hizo que el insecto se colocara sobre la trampilla, para que no pudieran abrirla, y se quedó recostado contra una de las patas del animal, tratando de relajarse para pensar con claridad. Lo de Pechito realmente le había molestado. Si no se preocupara por nadie, no habría entrenado con él por la noche, ni habría tratado de consolarle cuando se peleó con la de tallos verdes, ni habría sugerido lo del barro a la misma giganta, ni habría cedido sus somníferos para ahorrarle un poco de dolor a Pablo, ni habría saltado contra el lagarto... << Son unos egoistas >> se dijo convencido << Tienen los ojos enormes pero no ven nada >>. Agitó la cabeza decidido a olvidarse un rato de todo y comenzó a silbar en un intento inutil de atraer así al buen humor.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
01/11/12, 09:16 pm
Recordaba muy poco del trayecto hasta el torreón, aparte de que el hombro me dolía horrores y que al final alguien, creo que era Atol, había tenido que cargarme sobre sus hombros.
Ya dentro del torreón me habían ayudado a tumbarme en un sofá. En algún momento Tap apareció, no de muy buen humor, y me hizo chupar algo. Poco a poco todo se fue nublando, y se hizo el silencio.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Abrí los ojos y me incorporé. Me encontraba en el Torreón, sentado en el mismo sofá, pero no había nadie y todo estaba en silencio. Me di cuenta de que el hombro ya no me dolía y le eché un vistazo. La herida ya no estaba allí. “¿Que coño?”
-¿A qué viene tanta sorpresa?- Me giré. A mi lado, surgido como por arte de magia se encontraba Tap. El repoblador tenía el mismo aspecto de siempre, pero había algo que no encajaba, era como si su presencia impusiera más de lo habitual. -¿Tap?-
El repoblador hizo un gesto de frustración. -Pues claro. ¿Quién si no?- Acto seguido saltó sobre mi cabeza y comenzó a tirarme del pelo. -Vamos, arriba. Ya has estado bastante tiempo sentado- Me puse de pie. Había demasiado silencio. Probablemente no había nadie más en el torreón.
-¿Qué ha pasado? ¿Dónde están los demás? ¿Y por qué ya no estoy herido? ¿Tanto tiempo he estado inconsciente?-
El repoblador soltó una risotada. -Claro que no. Tu herida sigue ahí, simplemente no la notas. Supongo que será por los calmantes.-
Calmantes... Claro, me había hecho chupar algo y después... si era un calmante probablemente también sedaba. -¿Entonces estoy soñando?-
A modo de respuesta Tap se puso a aplaudir con dos de sus extremidades delanteras. -Enhorabuena. Pensaba que tardarías mucho más en darte cuenta.-
Fruncí el ceño. El repoblador estaba siendo más desagradable de lo habitual.
De un ágil salto abandonó mi cabeza y aterrizó sobre la mesa. -Aunque es mejor así. De este modo tendremos más tiempo para hablar-
Me acerqué a la mesa -¿Hablar? ¿Sobre qué?-
-¿No es evidente? Sobre ti, por su puesto. Es tu sueño ¿recuerdas?- Puso los brazos en jarras.
-Para empezar podríamos comentar la forma lamentable con la que te has desenvuelto desde que llegaste a la ciudad.- Puso cara pensativa. Mientras tanto una furia descontrolada empezaba a bullir en mi interior. “¿para eso quiere hablar? Para mofarse de mi?”.
-Veamos, ¿Cuanto tiempo llevas en esta ciudad? Unos días ¿verdad? Y en tan solo unos días has estado a punto de morir ¿Cuantas veces? ¿dos?. Ah, pero eso no es lo mejor.- Hizo una pausa dramática. -Lo mejor, es que en ambos casos, habrías muerto de no ser por la intervención de alguno de tus compañeros. Patético ¿No crees?.-
-¡Callate!- Dí un puñetazo a la mesa, peligrosamente cerca de donde estaba Tap. Este se limitó a mirar mi puño divertido. -¿Para eso querías hablar? ¿Para dejarme claro que soy un inútil?- Las palabras del repoblador me habían herido, y lo peor era, que en el fondo sabía que llevaba razón, desde que había llegado no había hecho mas que estorbar.
-Exactamente, quería dejar eso claro desde el principio. Eres un inútil.- Saltó a mi brazo y trepó hasta mi hombro. -Pero no lo hago para herirte, ni mucho menos. Lo hago para que vuelvas por el buen camino. Para que dejes de hacer el tonto y hagas lo que has venido hacer aquí. Volverte más fuerte.- Continuó su escalada hasta sentarse sobre mi cabeza. -Veamos, tienes que recordar lo básico. En primer lugar ¿Por qué aceptaste venir aquí? ¿Qué fue lo que te movió a aceptar la oferta de aquel extraño personaje? ¿Fueron las ganas de ver maravillas? ¿Fue la curiosidad? ¿fue tal vez algo más peligroso como la promesa de amenazas continuas?- Se levantó y volvió a descender hasta mi hombro. -Fueron varias las razones que te llevaron a aceptar pero una de ellas se impuso a las demás. Esa es la que realmente te hizo aceptar, y la que necesitarás recordar para fortalecerte.- Acercó su cabeza a mi oreja y me susurró -Fue la Venganza-.
Ya dentro del torreón me habían ayudado a tumbarme en un sofá. En algún momento Tap apareció, no de muy buen humor, y me hizo chupar algo. Poco a poco todo se fue nublando, y se hizo el silencio.
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Abrí los ojos y me incorporé. Me encontraba en el Torreón, sentado en el mismo sofá, pero no había nadie y todo estaba en silencio. Me di cuenta de que el hombro ya no me dolía y le eché un vistazo. La herida ya no estaba allí. “¿Que coño?”
-¿A qué viene tanta sorpresa?- Me giré. A mi lado, surgido como por arte de magia se encontraba Tap. El repoblador tenía el mismo aspecto de siempre, pero había algo que no encajaba, era como si su presencia impusiera más de lo habitual. -¿Tap?-
El repoblador hizo un gesto de frustración. -Pues claro. ¿Quién si no?- Acto seguido saltó sobre mi cabeza y comenzó a tirarme del pelo. -Vamos, arriba. Ya has estado bastante tiempo sentado- Me puse de pie. Había demasiado silencio. Probablemente no había nadie más en el torreón.
-¿Qué ha pasado? ¿Dónde están los demás? ¿Y por qué ya no estoy herido? ¿Tanto tiempo he estado inconsciente?-
El repoblador soltó una risotada. -Claro que no. Tu herida sigue ahí, simplemente no la notas. Supongo que será por los calmantes.-
Calmantes... Claro, me había hecho chupar algo y después... si era un calmante probablemente también sedaba. -¿Entonces estoy soñando?-
A modo de respuesta Tap se puso a aplaudir con dos de sus extremidades delanteras. -Enhorabuena. Pensaba que tardarías mucho más en darte cuenta.-
Fruncí el ceño. El repoblador estaba siendo más desagradable de lo habitual.
De un ágil salto abandonó mi cabeza y aterrizó sobre la mesa. -Aunque es mejor así. De este modo tendremos más tiempo para hablar-
Me acerqué a la mesa -¿Hablar? ¿Sobre qué?-
-¿No es evidente? Sobre ti, por su puesto. Es tu sueño ¿recuerdas?- Puso los brazos en jarras.
-Para empezar podríamos comentar la forma lamentable con la que te has desenvuelto desde que llegaste a la ciudad.- Puso cara pensativa. Mientras tanto una furia descontrolada empezaba a bullir en mi interior. “¿para eso quiere hablar? Para mofarse de mi?”.
-Veamos, ¿Cuanto tiempo llevas en esta ciudad? Unos días ¿verdad? Y en tan solo unos días has estado a punto de morir ¿Cuantas veces? ¿dos?. Ah, pero eso no es lo mejor.- Hizo una pausa dramática. -Lo mejor, es que en ambos casos, habrías muerto de no ser por la intervención de alguno de tus compañeros. Patético ¿No crees?.-
-¡Callate!- Dí un puñetazo a la mesa, peligrosamente cerca de donde estaba Tap. Este se limitó a mirar mi puño divertido. -¿Para eso querías hablar? ¿Para dejarme claro que soy un inútil?- Las palabras del repoblador me habían herido, y lo peor era, que en el fondo sabía que llevaba razón, desde que había llegado no había hecho mas que estorbar.
-Exactamente, quería dejar eso claro desde el principio. Eres un inútil.- Saltó a mi brazo y trepó hasta mi hombro. -Pero no lo hago para herirte, ni mucho menos. Lo hago para que vuelvas por el buen camino. Para que dejes de hacer el tonto y hagas lo que has venido hacer aquí. Volverte más fuerte.- Continuó su escalada hasta sentarse sobre mi cabeza. -Veamos, tienes que recordar lo básico. En primer lugar ¿Por qué aceptaste venir aquí? ¿Qué fue lo que te movió a aceptar la oferta de aquel extraño personaje? ¿Fueron las ganas de ver maravillas? ¿Fue la curiosidad? ¿fue tal vez algo más peligroso como la promesa de amenazas continuas?- Se levantó y volvió a descender hasta mi hombro. -Fueron varias las razones que te llevaron a aceptar pero una de ellas se impuso a las demás. Esa es la que realmente te hizo aceptar, y la que necesitarás recordar para fortalecerte.- Acercó su cabeza a mi oreja y me susurró -Fue la Venganza-.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
02/11/12, 05:44 pm
Yrio había ido marcándo las páginas donde estaban los hechizos que le interesaban con hilos de su jersey. Había intentado algunos, pero todos habían resultado en un rotundo fracaso, ya fuera porque se trababa la lengua una y otra vez, porque se olvidaba de algún gesto con las manos o porque simplemente al hechizo no le daba la gana funcionar. Era todo muy frustrante e Yrio acabó rodando por el suelo y tirándose del pelo en una rabieta silenciosa.
Cuando regresó a su rincón en el suelo, con el libro en el regazo abierto por un capítulo al azar, oyó el zumbido de la moscarda de Pechote justo sobre su cabeza. Lanzó una mirada de fastidio a la trampilla dle techo cuando al zumbido lo acompañó un molesto y desafinado silbido. En un infantil intento por vengarse y fastidiar a su vez a Pechote, Yrio se puso en pie, cristal en mano, y comenzó a pronunciar en voz muy alta el hechizo que aparecía en la página, exagerando mucho la pronunciacion y los gestos como un actor interpretando su papel. AL final acabó riendo a carcajadas pro lo absurdo de la situación, pero su risa se esfumó cuando se dio cuenta de lo que había hecho. Una esfera grotesca le miraba (sí, le miraba) con expresión espectante, levitando un par de cabezas por encima de Yrio. El chico le devolvía la mirada, blanco como el papel, sin tener la menor idea de qué hacer. La criatura habló en un idioma incomprensible y desagradable y el sinhadre se cayó de culo de la impresión soltando una exclamación. Retrocedió a gatas para mayor enfado de la esfera flotante que comenzó a gritarle lo que Yrio entendía como incoherencias hasta esfumarse de forma tan repentina como había aparecido.
Tras unos minutos que fueron los que Yrio necesitó para recupera la compostura, corrió hacia le libro y releyó el hechizo que acababa de pronunciar. Invocación del lacayo grotesco. Desgraciadamente a la traducción de las órdenes le había caído una mancha de algo y eran ilegibles, así que no tenía la más mínima idea de lo que ese bicho era capaz de hacer.
Cuando regresó a su rincón en el suelo, con el libro en el regazo abierto por un capítulo al azar, oyó el zumbido de la moscarda de Pechote justo sobre su cabeza. Lanzó una mirada de fastidio a la trampilla dle techo cuando al zumbido lo acompañó un molesto y desafinado silbido. En un infantil intento por vengarse y fastidiar a su vez a Pechote, Yrio se puso en pie, cristal en mano, y comenzó a pronunciar en voz muy alta el hechizo que aparecía en la página, exagerando mucho la pronunciacion y los gestos como un actor interpretando su papel. AL final acabó riendo a carcajadas pro lo absurdo de la situación, pero su risa se esfumó cuando se dio cuenta de lo que había hecho. Una esfera grotesca le miraba (sí, le miraba) con expresión espectante, levitando un par de cabezas por encima de Yrio. El chico le devolvía la mirada, blanco como el papel, sin tener la menor idea de qué hacer. La criatura habló en un idioma incomprensible y desagradable y el sinhadre se cayó de culo de la impresión soltando una exclamación. Retrocedió a gatas para mayor enfado de la esfera flotante que comenzó a gritarle lo que Yrio entendía como incoherencias hasta esfumarse de forma tan repentina como había aparecido.
Tras unos minutos que fueron los que Yrio necesitó para recupera la compostura, corrió hacia le libro y releyó el hechizo que acababa de pronunciar. Invocación del lacayo grotesco. Desgraciadamente a la traducción de las órdenes le había caído una mancha de algo y eran ilegibles, así que no tenía la más mínima idea de lo que ese bicho era capaz de hacer.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
02/11/12, 05:59 pm
Seon no dejo de llorar en un buen rato, con lágrima silenciosas y Alder ignoró la conversacion a gritos de Yrio y Tap, hasta que escuchó lo del libro de magia.
Subió al poco, besando con sumo cuidado la mejilla de Seon antes de hacerlo, y buscó a Yrio por la casa. Lo encontro leyendo el libro con mucha atención, de pie, como si viniera de hacer otra cosa.
- Yrio... -dijo a media voz. No tenía muy claro si seguía enfurruñado. No, daba igual, Alder se aclaró la voz y lo dijo más convencida.- cuando has hablado de magia, ¿crees que hay algo que pueda ayudar a Seon con las quemaduras? y serías capaz de hacerlo? Seon no deja de llorar y cuando le he preguntado dice que no es por el dolor... pero... no se, esta tan llena que no va a poder dormir tranquila. Si sabes hacer algo o puedo intentarlo yo, dimelo.
Subió al poco, besando con sumo cuidado la mejilla de Seon antes de hacerlo, y buscó a Yrio por la casa. Lo encontro leyendo el libro con mucha atención, de pie, como si viniera de hacer otra cosa.
- Yrio... -dijo a media voz. No tenía muy claro si seguía enfurruñado. No, daba igual, Alder se aclaró la voz y lo dijo más convencida.- cuando has hablado de magia, ¿crees que hay algo que pueda ayudar a Seon con las quemaduras? y serías capaz de hacerlo? Seon no deja de llorar y cuando le he preguntado dice que no es por el dolor... pero... no se, esta tan llena que no va a poder dormir tranquila. Si sabes hacer algo o puedo intentarlo yo, dimelo.
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